‘05704/2021 (2) WhatsAop
APURE: Ensayo en caliente para la “prensa libre” como actor de la guerra asimétrica.
(Clodovaldo Hernandez)
4 abril, 2021
En las guerras llamadas de quinta generacin no es suficiente con que se entrenen las fuerzas militares que
deben realizar el trabajo bélico convencional. Es necesario que también lo hagan los otros actores de ese tipo
de conflictos. En los sucesos de Apure eso ha sido evidente.
Si se observa con cuidado el desarrollo de los hechos en la zona limitrofe del estado llanero se puede
comprobar que en las operaciones contra Venezuela no han participado solamente los irregulares colombianos
alzados en armas, sino también -y en un rol mas que protagénico- medios de la muy entrecomillada “prensa
libre” y organizaciones no gubernamentales de los dos lados de la frontera. Ambos (medios y ONG) se
proyectan muy definidamente como lo que son en sentido estricto: agentes hostiles al gobierno de Venezuela,
es decir, parte inseparable de las fuerzas beligerantes.
Se trata -no es valido ponerle suavizantes- de enemigos que actian abiertamente en los campos de batalla
paralelos e, inclusive, en el teatro real de operaciones. Lo hacen bajo la apariencia de ser entes neutrales, de
observadores objetivos, pero sus vinculaciones solidarias con el bando promotor del ataque son muy claras y
demostrables. Veamos algunas.
El financiamiento
Primero lo primero. Y en el mundo capitalista, ese componente es el dinero. Si se analiza quién sostiene
econémicamente tanto a las ONG como a los medios de comunicacién que han tomado parte activa en la
guerra permanente contra Venezuela (y, muy especificamente, en ensayos en caliente, como el de Apure)
constataremos que son armas al servicio de la estrategia imperial.
‘Algunas de estas ONG se comportan como "no gubernamentales” con respecto a las autoridades de Venezuela,
pero son indiscutiblemente “muy gubernamentales” respecto a Estados Unidos y a paises de la Unién Europea
que sostienen sus actividades bajo pretextos politicamente correctos, como la lucha por los derechos humanos,
la libertad de expresién, la transparencia electoral y la lucha contra la corrupcién. Debajo de tales ropajes est la
verdad: luchan por derrocar a un gobierno que nos les gusta para instaurar uno que obedezca a sus dictamenes
y favorezca el control geopolitico de los abundantes recursos naturales venezolanos.
De hecho, la fundacién de ONG se ha convertido en uno de los negocios més jugosos para personas avispadas
en muchos paises, que consiguen asi ingresos en monedas fuertes, adquieren notoriedad como luchadores por
causas prestigiosas y reciben invitaciones constantes para viajes internacionales con el propésito de asistir a
cursos y conferencias y recibir premios y homenajes.
Acambio de tales privilegios, los directivos de las ONG pagadas por las potencias extranjeras deben estar
prestos a actuar cuando los patronos lo exijan. Y las operaciones psicolégicas asociadas a actos de guerra de
quinta generacién ~como la desarrollada en Apure- se cuentan entre esos momentos en lo que el empleador
reclama su contraprestacién.
Algo muy parecido puede decirse acerca de la llamada “prensa libre’, apelativo que cinicamente le endilgé el
genocida en serie Elliott Abrams (encargado de Venezuela por el gobierno de Donald Trump), cuando dijo que
la USAID (la fachada decente de la CIA) financiaba las actividades de los medios opositores en Venezuela.
En esto de “chupar de la teta” del financiamiento de los paises enemigos de Venezuela se han anotado varios
empresarios vivarachos, sobrevivientes del naufragio de los medios de comunicacién convencionales; y también
se han sumado los duefios de nuevos medios digitales (algunos que actiian abiertamente y otros mediante
interpuestas personas que posan de