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DDE JUSTICIA DE LA NACION 4779 tos normativos y féeticos a tener en cuenta para la decisién del caso, en tanto consideré que el cumplimiento parcial del plazo de entrega del padrén de afiliados del distrito Capital Federal, del Partido DenGcrata Progresista, no habia tenido real incidencia sobre la organizacién del partido, ni causado perjuicio evidente y claro a Ios derechos y expec- tativas de los recurrentes, ni daiio para la vida democritica del par- tido, sin que aparezca, asi motivo jurfdicamente vélido para desarticu- lar ta organizacién partidaria existente, decretando una nulidad por 1a ulidad mista, Por ello, se desestima la queja. Auausto Ciisar BELLUsCIo — CARLos S. Fayr — ENRique SANTIAGO PETRACCHL RICARDO MARCELO DEJEAN 'SUPERINTENDENCIA Las decisiones que en meteria de supsrinendencta adopt bis Cmaras son inrevisables, en tanto no se evidencie exceso en el ejercicio de Ia potestad idiscipfinaria que torne procedente Ia interveneién de la Corte por razones de ure general, De modo quo no corresponds Iicer Inga a Ta avocaciOn Solctada con motivo de In suspension impuesta a un proseeretario ad istrative (), CARLOS EDUARDO GUARDIA ¥ Ores v. CORTE SUPREMA br JUSTICIA pe 1x NACION FACHIETAD DISCIPLINARIA, ‘Aun cuando tas correcciones disciplinarias no importen et ejercicio de Ix jurisdicciGn criminal propiamente dicha ni del poder ordinario de imponer eis, no cabe olvidar que Ian sancionss do esa indole sequieren para st Walder la observancia del principio de legalidad, de ta defensa, y de tn indispensable intervencién de un tribunal judicial. Por ello, cuando tales () 24 de septiembre, Fallos: 281:169: 284217; 266586. 1780 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA funciones jurisdicionales-administrativas son ejercides por érganos que no imtegren el Poder Judicial, se requiere garantizar una posterior instancia fe revisiin det mismo earicter: judicial, lo cual aw es exible st as facut. fades de referencia son ejercidas por tribunales de justcia. CORTE SUPREMA las sentencias de ta Corte deben ser Jealmente acutadss tanto por Jas pat= fs como por los organismos jurisdiccionales que intervienen en lax casas Este principio necesarin para la oidenala subsiiencis del regimen federal CORTE SUPREMA. EE cardeter obligatorio de las decisiones adoptadas por la Corte Suprema en el cjercicio de su jurisdiceién, comporta indiscuiblemente fo conducente ' hacerlas cumplit. Etlo implica que el quebrantamiento, en nuevos tré- mites de to decidide por la Corte, amauticne {negra su furtsdlclon y att Duciones y ta habilta para intervenir si en otro juicio @ por provedimientos colaterales se pudiera llegar a la consecuencia de desplezar su pronun- CORTE SUPREMA. Corresponde auutar las actuactones Hevadas a cabo por un juez de pric ‘mera instancia inteviniente en la demanda de ampato, tendiente a obligar la Corte a que amplie su pronunciamiento sobre las excepciones expues- las en el sumarin de supetintendencia y reponss en ats cargos los fan- Sionarios del Tribunat suspendidos. Ello es as, pues la Corte tiene en el ‘so Ia jurisdiccién que le corresponde respecta de los trimites y decisio- nes veriticados con posteriridad a sus propias sentencias definitvas, v debe cercerla a fin de remover el ilegtimo impedimento a la eficacia de éstas onstituido por Ia medida dispuesta en la especie Dp JUSTICIA DE TA NHCION 1781 FALLO DE LA CORTE SUPREMA Buenos Aires, 25 de septicuibue de 1985, Vistos estos autos caratulados: “Guardia, Carlos Eduardo y otro ‘¢/Corte Suprema de Justicia de la Nacién s/ampara” —Pxpte. N° 6147/ 85— que Ilegan a esta Corte en virtud de Io dispuesto en la providencia ictada por el Tribunal a fs. 39 del Expte. de Superintendencia NP 415/ 1985; y Considerando 19) Que esta Corte ha declarado eu la sesolucién 463/85 del 3 de septiembre de 1985, cuyos términos transcribe el oficio de fs. 95, ‘que las actuaciones Hevadas a cabo en la presente causa por el magis- trado de primera instancia interviniente en ella, importan interferir de ‘manera actual en procedimientos de superintendencia en curso ante el Tribunal y referentes a sus propios empleados, Jo cual lesiona las fa- cultades privativas que se desprenden del art. 99 de la Ley Fundamen- tal y menoseaban la jerarquia otorgada por ésta a la Corte Suprema. En Ja misma resolucién 463/85 se subrayG que el objeto de ta demanda de amparo sub examine (obligar al Tribunal a que amplie su pronunciamiento sobre las excepciones opuestas en el sumario de Su- perintendencia N? 1206/82 y reponer en sus cargos a los funcionarios suspendidos) importa abrir una instancia de revisién de lo decidido por esta Corte el 8 de agosto det corriente afio en el expediente G.303.XX., “Recurso por retardo y denegacién de justicia deducido por Carlos Eduardo Guardia y Susana América Corbacho de Abelson en los au- tos ‘Guardia, Carlos Emnesto y Corhacho de Abelson, Susana América +s/sumario N? 1306/82" ”. 29) Que, pese a mediar en el caso las decisiones de esta Corte de fechas 8 de agosto y 3 de septiembre de 1985 mencionadas en el considerando anterior, el juez interviniente ha continuado el trémite del ampara solicitando el informe previsto por el articulo 8? de Ia ley 16.986 al Ministerio de Educacién y Justicia y ha comunicado tal cit cunstancia al Tribunal, 38) Que las decisiones citadas en el considerundo precedente im- portan —como lo afirma la del 3 de septiembre— el ejercicio de fun- 1782 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA ciones que se cuentan entre las jurisdiccionales que los arts. 100 y 101 de la Constitucién otorgan a la Corte Suprema. En efecto, aun cuando las correcciones disciplinarias no importen cl ejercicio de 1a jurisdiccién criminal propiamente dicha ni del poder ordinario de imponer penas, tampoco sabe olvidar que las sanciones de esta indole requieren para su validez la observancia del principio de legalidad, de In defensa, y de la indispensable intervencién de un tribunal judicial (Fallos: 251:343; 281:211). Por ello, cuando tales funciones jurisdiccionales-administrativas son ejercidas por érganos que no inteeren el Poder Judicial, se requiere garantizar una posterior instancia de. revisién del mismo cardcter: judicial, Jo cual no es exi- sible si las facultades de referencia son ejercidas por tribunales de Tusticia 4°) Que, en consecuencia, media en el caso el desconocimiento de decisiones definitivas dietadas por la Corte Suprema en ejercicio de su competencia constitucional y legal. Ello sentado, cabe recordar lo declarado en Fallos: 264:443 en el sentido de que... “las sentencias do esta Corte deben ser lewhuente acatadas tanto por las partes como por los organismos jurisdiccionales que intervienen en las causas (Fallos: 255:119; 245:429; 252:186; 270:335 y otros). Tal principio se basa, primeramente, en Ia estabilidad propia de toda resolucién firme de los tribunales de justicia (Fallos: 264:443, ya citado); pero, ademas, cabe poner énfasis en lo declarado en el fundamental precedente de Fallos: 205:614 (en el cual se dijo: “Que Ia supremacia de Ia Corte de Justicia de la Nacién ha sido reconocida por la ley, desde los albores de la organizacién nacional, garantizando ta intangibilidad de sus decisiones por medio de 1a fa- cultad acordada al Tribunal de imponer directamente su cumplimiento a Ios jueces locales —art, 16, ap. final, ley 48— régimen aplicable también en el orden nacional por virtud de la ley 4055, art. 6°. Por lo demas las graves responsabilidades que detivan de la naturaleza mis- mma de las funciones que ejerce esta Corte, Je imponen la firme defen- sa de sus atribuciones, cuya cuidadosa preservaciéa es necesaria para lw ordenada subsistencia del régimen federal. Pues como lo recuerda Pusey, citando a Madison —The Supreme Court Crisis, pig. 59— la DE JUSTICIL DE TA NACION 173 existencia de un tribunal semejante es evidentemente esencial para evitar of reenrso a ta violencia y Ia disolucién del pacto”. “Acertadas © no las sentencias de esta Corte, el resguardo de su integridad interesa fundamentalmente tanto a la vida de la Nacién, su orden publica y la paz social cuanto a la estabilidad de sus institu- ciones y, muy especialmente, a Ja supremacia de Ia Constitucién en ‘que aquéllas se susteatan....” (consid. 29) 52) Que el caricter obligatorio de las decisiones adoptadas por Ia Corte Suprema en el ejercicio de su jurisdicci6n, comporta indiscutible- mente Io conducente a hacerlas cumplir (Fallos: 147:149; 180:297 y 264:443). Con relacién a ello, surge del fallo citado en sltimo término que el quebrantamiento, en nuevos trimites, de lo decidido por este Tr bunal, mantiene integra su jurisdiccién y atribuciones y Io habilita para intervenir st en otro juicio o por procedimientos culuterales se pudie~ ra llegar a la consecuencia de desplazar el pronunciamiento de 1a Cor- te (Considerandos 5° y 6%). 69) Que, en consecuencia, el Tribunal tiene en este caso Ia juris diccién que Je corresponde, respecto de los rdmites y decisiones verifi- cados con posterioridad a sus propias sentencias definitivas, y debe ejercerla a fin de remover el ilegitimo impedimento a la eficacia de és- tas constituido por la medida dispuesta en la especie. Por todo ello se anulan las actuaciones en su integridad y se dis- pone su archivo. Llamar la atencién al sefior Juez doctor Néstor H. Bujén por no haber yuardudy la consideracién debida al Tribunal al intentar, ditigiéndose al Poder Ejecutivo, 1a renovacién de actos de- clarados frites. Notifiquese y devucivanse. Remitase el expediente de Superintendencia N° 415/85 al Ministerio de Educacion y Justicia de Ia Nacién con fotocopia de Ia presente sentencia. José Severo Capatero — Auauso Cé- sak BELLuscio. — ENRIQUE SANTIAGO PErRACCHE

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