Asi, por mucho tiempo, cuando al despertarme por la noche me
acordaba de Combray, nunca vi mas que esa especie de sector lumino-
so, destacandose sobre un fondo de indistintas tinieblas, como esos que
el resplandor de una bengala o de una proyeccién eléctrica alumbran y
seccionan en un edificio, cuyas restantes partes siguen sumidas en la
oscuridad: en la base, muy amplia; el saloncito, el comedor, el arranque
del oscuro paseo de arboles por donde llegaria el sefior Swann, incons-
ciente causante de mis tristezas; el vestibulo por donde yo me dirigia
hacia el primer escalon de la escalera, tan duro de subir, que ella sola
formaba el tronco estrecho de aquella piramide irregular, y en la cima
mi alcoba con el pasillito, con puerta vidriera, para que entrara mamé;
todo ello visto siempre a la misma hora, aislado de lo que hubiera alre-
dedor y destacandose exclusivamente en la oscuridad, como para for-
mar la decoracién estrictamente necesaria (igual que esas que se indi-
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Escaneado con CamScannercan al comienzo de las comedias antiguas para las represent
perpen dos pisos unidos por tna estrecha escalera, yen una hora nice
sacite dela tarde, A deci verdad, yo hublera podide contestar equ
exist a otras horas, Pero como lo que yo habria recordatlo de eo se.
‘fan cogas venidas pot la memoria voluntaia, la memoria de a itl
gencia,y los datos que ella da respecto al pasado no conservan de
hada, nunca tuve ganas de pensat en todo lo demas de Combray. En
realidad, aquello estaba muerto para mi. *
{Por siempre, muerto por siempre? Era posible
Enesto entra el azar por mucho, yun segundo azar, el de nuestra
muerte, no nos deja muchas veces que esperemos pacientemente los fa
vores del primero:
Consideto muy razonablela creencia chica de que las las de los
seres perdidos estan sufriendo cautiverio en el everpo de unser inferior,
tin animal, un vegetal outa cosa inanimada; pera para nosotros has-
ta el dia, que para muchos nunca legs, en que suceda que pasamos a
lado del Arbol o que entramos en posesion del objeto que les sive de
‘reel Entonces se estremecen, nos laman, yen cuanto as reconoceios
Se rompe el malefci.¥ liberadas por nosotros, vencen ala erty
tomnan a vivir en nuestra compan.
"As{ ocurre con nuestro pasado, Es trabajo perdido el querer evoca®-
lo, inils todos los afanes de nuestra intliencia. Octase (vee de
sus dominios y de su alcance, en wn objeto material (en la sensacion
tee objeto material nos daria) que no sospechames.Y del a-ar depende
que nos encontremas con ese objeto antes de que nos legue lamuerte,0
que no lo encontremos nunca.
Hlacia ya muchos afios que no
existfa para mi de Combray mis a¥6
elescenario y el drama del momento de acostarme, cuando un dia
invetno, al volvera casa, mi madre, viendo que yo entaio, me pope
ue tomara,en-contra de mi costumbre, una taza de té Prime diese
to, pet luego, sn aber por qué, volt de mi acuerdo, Mando m1
por uno de esos bollos, cortos y abultados, que Haman magdalen
parece que tienen por molde una valva de concha de PerEhiM ing
pronto, abrumado por el triste dia que habla pasado y por la perspet
de otro tan melancélico por venir, me llevé alos labios unas cuchand
de té en el que habfa echado un trozo de magdalena. Pero ¢ al es oo
instante en que aquel trago, con las miga del bollo, toce a
ri pal
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Escaneado con CamScannerestremect, fija mi atencién en algo extraordinario que ocurrfa en mi inte-
rior. Un placer delicioso me invadi6, me aisl6, sin nocién de lo que lo
causaba. Y él me convirtié las vicisitudes de Ia vida en indiferentes, sus
desastres en inofensivos y su brevedad en ilusoria, todo del mismo modo
{que opera el amor, Ilendndose de tna esencia preciosa; pero, mejor di-
cho, esa esencia no es que estuviera en mf, es que era yo mismo. Dejé de
sentirme mediocre, contingente y mortal. De donde podria venirme aque-
Ila alegria tan fuerte? Me daba cuenta de que iba unida al sabor del té y
del bolo, pero le excedfa en mucho y no debia de ser de la misma natu-
raleza. {De dénde venia y qué significaba? ;Como llegar a aprehenderlo?
Bebo un segundo trago, que no me dice mas que el primero; luego un.
tercero, que ya me dice un poco menos. Ya es hora de pararse, parece que
lavirtud del brebaje va aminorandose. Ya se ve claro que la verdad que yo
busco no esté en €l, sino en mt, El brebaje la desperts, pero no sabe cual
es y lo tinico que puede hacer es repetir indefinidamente, pero cada vez
con menos intensidad, ese testimonio que no sé interpretar y que quiero
volver a pedirle dentro de un instante y encontrar intacto a mi disposi-
cién para legar a una aclaracion decisiva, Dejo la taza y me vuelvo hacia
mi alma. Ella es la que tiene que dar con la verdad. {Pero cémo? Grave
incertidumbre ésta, cuando el alma se siente superada por s{ misma, cuan-
do ella, la que busca, es juntamente el pats oscuro por donde ha de bus-
car, sin que le sirva para nada su bagaje. ;Buscar? No solo buscar, crear
Se encuentra ante una cosa que todavia no existe y a la que ella sola
puede dar realidad, y entrarla en el campo de su vision.
Y.otra vez me pregunto: ;Cual puede ser ese desconocido estado
que no trae consigo ninguna prueba légica, sino la evidencia de su felici-
dad, y de su realidad junto a la que se desvanecen todas las restantes
realidades? Intento hacerlo aparecer de nuevo. Vuelvo con el pensamnien-
to al instante en que tomé la primera cucharada de té. ¥ me encuentro
con el mismo estado, sin ninguna claridad nueva. Pido a mi alma un
ésfuerzo més; que me traiga otra vez la sensacién fugitiva. Y para que
nada la estorbe en ese arranque con que va a probar captarla, aparta de
mf todo obstéculo, toda idea extrafa, y protejo mis ofdos y mi atencién
contra los ruidos de la habitacion vecina. Pero como siento que se me
cansa el alma sin lograr nada, ahora la fuerzo, por el contrario, @ est
distraccién que antes le negaba, a pensar en otra cosa, a reponerse antes
de la tentativa suprema. ¥ luego, por segunda vez, hago el vact
ella, vuelvo a ponerla cara a cara con el sabor reciente del prime!
16, y siento estremecerse en mf algo que se agita, que quiere elevarse;
fo frente a
rtrago de
algo
Escaneado con CamScannerMARCEL PROUST ¢ En busca del tiempo perdido
jue acaba de perder ancla a un: rofundic
tancias que va atravesando, ‘Be el rumor de las dis-
Indudablemente, lo que ast palpita dentro
Negara mt, Pro lucha muy lejos, y muy confusamente: apenas
elreflejo neutron que se confunde el inaprensibletorbeltnose one
res que se agitan; pero no puedo discernr la forma, y ped ae
finloo intérprete posible, que me traduzea el tesimonic de vee
raneo, de su inseparable compariero el sabor.y que me ensene de toc
cireunstancia particulary de que época del peso se uaa
{Llegaré hasta la superficie de mi conciencia clara ese recuerdé
instante antiguo que la atraccion de un instante idéntico ha ido a lic
tan lejos, a conmovery azar enel fondo de mi sr? No ot. Yano sento
nada, se ha parado, quiza desciende otra vez, quien sabe sitomaria subir
desde lo hondo de su noche. Hay que volver a empezar una y diez veces,
hay que inclinarse en su busca. ¥ a cada vez esa cobardia que nos apara
de todo trabajo dificultoso y de toda obra importante, me aconseja que
deje eso y que me bebs el té pensando sencillamente en mis preocupacio-
nes de hoy y en mis deseos de maftana, que se dejan rumiar sin sfuerzo.
Y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenia el pedazo
de magdalena que mi tia Leoncia me ofrecia, después de mojado en st
infusion de té o de tilo, los domingos por la mafiana en ‘Combray (por
que los domingos yo no slia hasta la hora de miss), cuando tas das
ioe buenos dias a su enarto. Ver la magdalena no me habia ecodsde
nada, antes de que la probara; quiz4 porque, como habia visio. auch
ssin comerlas, en las pastelerias, su imagen se habla separado de aque
los dias de Combray para enlazarse a otros mas recientes; ae ee
que de esos recuerdos por tanto tiempo abandonads fuer ea
wibria no cobrevive nada y todo se va desagregando! las forme O15,
“también aquella tan gratamente sensual de la concha, °° sae
ces severos y devotos-, adormecidas o anuladas, habian ge
za de expansion que las empujaba hasta la concientt 1, sexs)
sankey deus paondn acta srimb a A og a
ge ban derrumbado las cosas, solos, més fragiles ms yeh ab
inmateriales, mas persistentes ¥ més files que NUNC 1
perduran mucho mas, y recuerdan, y aguardan Y ee sie
nas de todo, y soportan sin doblegarse en impalpable 8:
cio enorme del recuerdo.
imagen
eloloty@
sobre ls
ital
Escaneado con CamScannerPor el camino de Swann
En cuanto reconoct el sabor del pedazo de magdalena mojado en
tilo que mi tfa me daba (aunque todavia no habia descubierto y tardaria
mucho en averiguar porqué ese recuerdo me daba tanta dicha), la vieja
casa gris con fachada a la calle, donde estaba su cuarto, vino como una
decoracién de teatro a ajustarse al pabelloncito del jardin que detras de la
fabrica principal se habfa construido para mis padres, y en donde estaba
ese truncado lienzo de casa que yo tinicamente recordaba hasta entonces;
y con la casa vino el pueblo, desde la hora matinal hasta la vespertina, y
en todo tiempo, la plaza, adonde me mandaban antes de almorzar, y las
calles por donde iba a hacer recados, y los caminos que segufamos cuan-
do habfa buen tiempo. Y como ese entretenimiento de los japoneses que
meten en un cacharro de porcelana pedacitos de papel, al parecer, infor-
mes, que en cuanto se mojan empiezan a estirarse, a tomar forma, a colo-
Tearse y a distinguitse, convirtiéndose en flores, en casas, en personajes
consistentes y cognoscibles, asf ahora todas las flores de nuestro jardin y
las del parque del sefior Swann y las ninfeas del Vivonne y las buenas
gentes del pueblo y sus viviendas chiquitas y la iglesia y Combray entero
Y sus alrededores, todo eso, pueblo y jardines, que va tomando forma y
Consistencia, sale de mi taza de té,
Escaneado con CamScanner