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13 La ciudad incaica. Los ejemplos planeados. Jor i i rge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas “Se las llamé ruinas de Machu Pichu, porque cuando las descubrimos nadie sabia en qué otra forma nombrarlas, y ese nombre se acepté y se continuara usando, aunque nadie discute que éste era el sitio de la antigua Vilcapampa.” Hiram Bingham (La ciudad perdida de los Incas) 398 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados Los dos casos extremos de centros poblados que desarrollaron los incas fueron su capital y las sencillas aldeas rurales donde vivia la mayorfa de la poblacién. En la capital se reflejaba el poder y la riqueza del imperio; en Jas innumerables aldeas de reducido tamafio y poblacién se vefa la vida del pueblo. Pero ni el Cusco ni las aldeas constituyeron ejemplos adecuados de los conocimientos que los incas habjan adquirido en materia de planeamiento urbano. Entre los principales centros urbanos incas, varios se desarrollaron sobre asentamientos ya existentes aunque varios fueron remodelados. A este grupo pertenecieron todas las ciudades que siguieron a Cusco en importancia y que en el momento de culminaci6n del imperio posiblemente fueran capitales regiona- les 0 centros administrativos importantes, tales como Cajamarca, La Centinela, Pachacamac, Chan Chan, Tilcara, La Paya, Tolombon y otros. Eran fundaciones de origen preincaico, adoptadas por razones polfticas, administrativas y econd- micas, y luego parcialmente remodeladas para acondicionarlas a sus nuevas fun- ciones. Todas estuvieron unidas por las principales lfneas de la red de caminos del Incanato, lo que demostrarfa que su importancia no desaparecié después de su incorporacién al Tawantisuyu. Otras fueron fundaciones nuevas, como Qui- to, Tomebamba, Hudnuco Pampa, Pumpu, Vilcashuaman, Hatun Xauxa, Hatun- calla, Chucuito, Parira, Cortaderas y Chilecito. Algunos cronistas las mencio- nan, aunque rara vez se ocuparon de describirlas detalladamente como lo hicie~ ron con Cusco. Es indudable que tampoco les impresionarian tan poderosamen- te como la capital incaica. Cajamarca fue una de las principales ciudades del norte del imperio y en ella el Inca, como aparentemente fue su costumbre hacerlo, hizo construir para su uso una amplia “casa de placer... de cuatro cuartos; tenfa dos cubos altos y en medio te- nia un patio. En el patio estaba hecho un estanque, en el cual entraban dos cafios de agua, uno caliente y otro frio. Estos dos cajios salfan de dos fuentes y estas dos fuentes estaban juntas. En aquel estanque se lavaba él] (el Inca) y sus mujeres. A la puerta de esta casa estaba un prado” (Ruiz de Arce, 1953). Esta distribucién de planta regular con un patio central fue frecuentemente repetida en las construccio- nes principales del imperio. En esta casa recibid Atahualpa a los primeros emisa- rios de Pizarro, entre los que se encontraba Ruiz de Arce. Atahualpa, que segura- mente nunca visit6 Cusco, dirigié las etapas finales de la guerra contra su herma- 399 Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas no Huascar desde Cajamarca, ciudad que posiblemente fue su residencia habitual hacia el final de su vida.! La ciudad estaba construida en la ladera de una sierra (Xerez, 1985), con una fortaleza como defensa, y parece haber gozado también de la preferencia de los pre- decesores de Atahualpa, ya “que la tuvieron en mucho y mandaron hacer en ella sus palacios y edificaron templo para el servicio del Sol, muy principal, y habfa nime- fo grande de depésitos” (Cieza de Len, 1945). La Casa de las Virgenes comple- mentaba el conjunto de construcciones principales. La plaza de Cajamarca, sobre cuya ubicaci6n en relacién con el trazado de la ciudad nada dicen los cronistas, era de gran tamafio, “mayor que ninguna de Espafia, toda cercada con dos puertas que salen a las calles del pueblo” (Xerez, 1985). Tenfa forma triangular y estaba delimi- tada por tres grandes galpones de planta rectangular o kallankas de doscientos pa- sos de largo; de las esquinas, asf formadas, partian las calles del pueblo (Ruiz de Ar- ce, 1953). Segtin otro cronista las calles legaban a diez, origindndose todas en la plaza (Trujillo, 1953). Hacia el lado este de la plaza habia una elevada piramide truncada de base rectangular (Tello, s/f). Las principales ciudades incas cumplian, entre otras, funciones administra- tivas. Hayan sido construidas por los incas 0 reconstruidas por ellos utilizando un asentamiento preinca, tuvieron por lo general algunas caracterfsticas y elementos comunes. Casi todas las ciudades administrativas principales eran cruzadas 0 es- taban junto a los caminos ordenados a construir por los incas que se dirigian des- de Cusco a las cuatro regiones o suyu en que estaba dividido el Tawantisuyu. “Desia plaza (de Cuzco)”, escribié Cieza de Leén, “salfan cuatro caminos reales: en el que Ilamaban Chinchasuyu se camina a las tierras de los Ilanos con toda la serrania, hasta las provincias de Quito y Pasto. Por el segundo camino, que nom- bran Condesuyo, entran las provincias que son subjetas a esta ciudad y a la de Are- quipa. Por el tercero camino real, que tiene por nombre Andesuyo, se va a las pro- vincias, que caen en las faldas de los Andes y a algunos pueblos que estan pasada la cordillera. En el tiltimo camino destos, que dicen Collasuyo, entran las provin- cias que llegan hasta Chile. De manera que, como en Espaiia los antiguos hacfan division de toda ella por las provincias, asf estos indios, para contar las que hab{a en tierra tan grande, lo entendfan por sus caminos” (Cieza de Le6n, 1945). El ca- 1, Atahualpa habia nacido en la provincia de Quito, una de las ultimas en ser agregadas al imperio incaico Por su padre el inca Huayna Capac. Cuando su ejército y el de su hermanastro Huascar se enfrentaron en las corcanias de Cusco, en la que habia de ser la batalla decisiva de la guerra civil entre ambas facciones, Ata- ‘hualpa se encontraba en Cajamarca. Estos acontecimientos ocurrieron en el afio 1532, pocos meses antes de {a llegada de los espafoles al Peru. A partir de la muerte de su padre, en el afio 1525, Atahualpa estuvo ocu- ado en administrar las provincias del norte del imperio, y a partir de 1530, aproximadamente, en su gue- Fra contra Huascar. Aparentemente Cajamarca fue un centro de abastecimientos del ejército incaico (Xerez, 1938), 400 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados mino era la linea divisoria entre los sectores alto y bajo de la ciudad y se cruzaban en la plaza Huacapata. Las calles de Cusco siguen en la actualidad la direccién de los caminos del Inca. Las ciudades incas no eran fortificadas, aunque frecuentemente contaban con un elemento de refugio construido sobre una elevacién vecina. Morallag rodea: ban Chilecito y Raqchi y parcialmente Ollantaytambo, aunque no pends as Reus se que fueron construidas con fines defensivos. En la eleccion de oe Hos pare construir los centros administrativos, parecen haber predominado las ubicaciones relativamente Ilanas 0 de poca inclinacién, vecinas a algtin curso de agua Ne i diera ser utilizado para realizar cultivos intensivos y en dreas con mayor densida de poblacién. Un amplio espacio o plaza es mencionado en casi todas las Sexcring longs de los espajioles y aparece en los relevamientos arqueoldgicos. Pome ese indicaban el centro de las nuevas ciudades planeadas por los incas. oe plazas de Cusco y de Cajamarca eran de grandes dimensiones; la de Xauxa ( ane) sf grande y tiene un cuarto de legua” (Pizarro, 1953); la de Tumbez ora0e Pa He tamajio” (Ruiz de Arce, 1953); un cdlculo aproximado de la plaza de aces My man arroja una superficie ligeramente inferior a las wes hectareas;? oa le Hudnuco Pampa media 920 por 360 metros; también eran de superficie enntls derable las plazas de Tambo Colorado, Chucuito, Chilecito, Pachacamac y chu Pichu. Es dificil precisar si las plazas de algunas de las ciudades pringipeles.det imperio tenfan un origen preincaico, como las ciudades mismas, osneaee: meh so que, dadas sus formas diferentes, dos plazas trapezoidales ees ae eh Huatanay en Cusco, triangular en Cajamarca, de cinco lados en Vilcas| pe ma aparentemente irregular en Bonbon, los ingenieros incas aprovecharon earee Oe existentes sin construir para convertirlos en los centros de las nuevas ep nes, rodedndolos de las construcciones principales que necesitaban para la ‘ m nistraci6n del territorio y dandoles asi el trazado que conocieron los espafioles. Las grandes plazas estaban ausentes en las aldeas pequefias. Todas las ciudades de cierta jerarquia tenian construcciones publicas a buena calidad y en muchas de ellas se edificaron palacios para el a te quito. Estos palacios, como el de Atahualpa en Cajamarca, estaban en las vet ras de la ciudad. “En lo que llaman Guanuco (Hudnuco Viejo) habia una , : real de admirable edificio, porque las piedras eran grandes y estaban muy poli Ze realizado el calculo basandome en el plano de Vilcashuaman que publica von Hagen (von Hager 1959). 401 Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas damente asentadas. Este palacio 0 aposento era cabeza de las provincias comar- canas a los Andes, y junto a é] habfa templo del sol con numero de virgines y ministros; y fue tan gran cosa en el tiempo de los ingas, que habja a la contina para solamente servicio dé] mas de treinta mil indios” (Cieza de Leén, 1945). Tampoco faltaban en las ciudades principales las casas de las servidoras del Sol. Es dificil precisar la poblacién de estos centros regionales y capitales de Provincias, Ruiz de Arce calculé que Tumbez, al que Ilama pueblo, “tendré mil ca- sas” 0 sea alrededor de cinco a seis mil habitantes, y como el mismo autor escri- bio en sus Advertencias que “Ia ciudad (Cuzco)...tendrfa cuatro mil casas de apo- sento” la comparacién podria darnos cierta idea de la distinta jerarquia de una y otra ciudad. Claro est4 que “casas” y “casas de aposento” deben significar dos apreciaciones distintas, siendo muy posible que por “casas” el cronista entienda cualquier clase de vivienda, por modesta que sea, y por “casas de aposento” un hospedaje de mayor categoria. Con todo, es indudable la discrepancia entre Ruiz de Arce y los otros autores de la €poca que procuraron calcular la poblacién de Cusco, segtin se analizé en el capitulo anterior. Cajamarca ocuparfa una posicién intermedia entre esas dos ciudades. Cuando Hernando Pizarro, por encargo de su hermano Francisco, viajé desde Cajamarca hasta Pachacamac, al que Ilamé “pueblo...muy grande e de grandes edificios” y al que el Conquistador Andnimo calificé de “pueblo ma- yor que Roma”, atraves6 en su camino de regreso la ciudad de Xauxa (Jauja). Y al verla, desde un cerro vecino, qued6 sorprendido por un “gran bulto ne- &ro, que pensamos ser cosa quemada. Preguntando qué era aquello, dijéronnos que eran indios” Y luego agrega: “Otro dia, de mafiana, vino la gente que es- taba en la plaza, que eran indios de servicio. Y es verdad que habfa sobre cien mil dnimas” (Pizarro, 1953). Otro de los conquistadores, Miguel de Estete, que acompafié a Hernando Pizarro en su viaje hasta Pachacamac, también cal- cul6 que “se juntaban cada dia en la Plaza Principal (de Xauxa) cien mil per- sonas” Y Cieza de Leén, al hablar del templo del Sol, de Hudnuco, dice que estaba servido por treinta mil indios (Cieza de Leén, 1945). Pero estas cifras, ademas de ser posiblemente exageradas, no representan a la poblacién que vi- via en las ciudades mencionadas, sino la que se juntarfa en ellas en ocasiones no muy frecuentes. La mayoria de las poblaciones incaicas, independientemente de su tamafio e importancia, se desarrollaron sin un plan previo. Sin embargo, el planeamiento ur- bano fue utilizado en diversas ocasiones hacia el final del imperio en una serie de poblaciones construidas por orden del Inca con fines administrativos, econémicos y politicos. A este grupo pertenecieron Incahuasi, Tambo Colorado, Ollantaytambo y Posiblemente otras no conocidas atin. También fueron planeados y construidos nu- 402 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados merosos tambos 0 posadas por todos los ricones del imperio, siguiendo ciertos prin- cipios generales de agrupamiento.3 Las poblaciones planeadas que conocemos son, por la claridad de su traza- do y la jerarquizacién de los elementos que las componen, admirables ejemplos de organizaci6n urbana y una prueba del nivel técnico que alcanzaron los ingenieros y los albafiiles incaicos. La decision de construir una ciudad, la eleccién del sitio y el momento de hacerlo, eran casi seguramente responsabilidades de] Inca y de su Consejo. Para facilitar las tareas, los principales administradores del imperio contaban con una detallada informacién sobre las necesidades y posibilidades del territorio a conquistar, incorporar y colonizar. Los incas carecieron de papel para bosquejar los planos de sus proyectos pe- ro lo reemplazaron con detallados modelos en piedra o en arcilla cocida. Ya he men- cionado la existencia de estas maquetas, que probarfan la importancia concedida por los técnicos incas a los estudios planimétricos y volumétricos previos al comienzo de cualquier obra. Por otra parte, la repeticién de Principios rectilineos y la incorpo- racin de algunos elementos urbanos, como plazas y bloques de construcciones de forma regular que pueden calificarse como estandarizados, seria otra prueba de la existencia del planeamiento fisico entre los incas. Los incas tuvieron muy pocos instrumentos de medida y solamente desarro- laron sistemas constructivos precarios. La piedra, que utilizaban en las construccio- nes principales, era extraida de las canteras mediante el Primitivo expediente de pro- Vocar rajaduras dentro de las cuales se introducian cufias que permitian extraer, pe- nosa y lentamente, considerables fragmentos. La piedra era movida mediante rodi- Nos de madera, planos inclinados y palancas de bronce y madera; posteriormente era labrada con martillos y hachas de piedra, y hachas y cinceles de bronce. Finalmen- te la piedra era pulida con agua y arena. Los instrumentos de medida eran también muy simples y consistfan en dos reglas Superpuestas de madera en las que previa- mente se habjan introducido ciertas escalas. El gran volumen de las obras publicas construidas en todo el imperio desde el reinado de Pachacuti hasta Ja Ilegada de los espaiioles, fue sdlo posible mediante el esfuerzo organizado de grandes grupos de obreros trabajando en cumplimiento de 3. Segun Pome de Ayala existieron a lo largo de los caminos del Inca tambos reales (tampu) y otros mas sim: les. Los més simples eran construcciones rectangulares de una sola pieza que era utilizada por los viajeros, con corrales adyacentes para las llamas. Otros tenian, ademas, varias piezas individuales. Los tambos eran también depositos de provisiones, en algunos casos lo suficientemente grandes como para alojar y aprovi: sionar a un ejército en marcha. La planta y el sistema de construccion de los tambos eran bastante estandé rizados y por su baja altura, sus proporciones simétricas y solidez, muy representativos de la arquitectura uti litaria que desarroliaron los incas. 403 Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas la “mita” o sea de un impuesto obligatorio pagado mediante la participacién de to- dos los adultos en los trabajos de interés publico. Gracias a la “mita” se construye- ron la mayoria de las terrazas, depésitos, caminos, canales, tambos y, por supuesto, los palacios y templos de Cusco y de las ciudades principales. Hudnuco Pampa A lo largo de las dos generaciones que precedieron la conquista espajiola, el Estado inca ordené la construccién de numerosos asentamientos nuevos vinculados entre sf y al sistema de centros urbanos de mayor jerarquia por la red de caminos principa- les y secundarios que se extendié hasta los rincones extremos del Tawantisuyu. Qui- to, Tumebamba, Cajamarca y Cusco eran las ciudades principales de la red urbana de la sierra, todas ellas establecidas antes de la expansién incaica, complementada por centenares de ciudades provinciales, pueblos y tambos, tambos sin pueblo, y tambillos, de acuerdo a la jerarquizacién sugerida por Felipe Guaman Poma de Aya- laa principios del siglo XVII, cuando muchos de los asentamientos construidos por orden del Estado inca habfan sido ya abandonados.* Hudnuco Pampa es uno de los nuevos centros administrativos que mejor se conservan. Sus ruinas estén ubicadas en el actual Departamento de Hudnuco, a 3.760 metros sobre el nivel del mar “en un gran Ilano muy ameno de alegre vista, aunque sin un arbol por el frio que ay en aquel parage”’5 El sitio fue ocupado en 1539 por los espafioles pero abandonado dos afios después por ser muy frio y sin lefia. Estas caracteristicas ya indican la dependencia de Hudnuco Pampa para su abastecimien- to de productos transportados por los pobladores de Yacha y Chupaychu que vivian a distancias de hasta varios dfas de la ciudad. Hudnuco Pampa fue un centro administrativo y de produccién artesanal no agricola construido y poblado en pocos aiios por el Estado. Es una ciudad nueva, sin ocupacién previa del sitio. Su poblacién permanente fue trasladada compulsivamen- te y compuesta por trabajadores que cumplian mit’a (o mita), pero sin duda fue vi- sitada constantemente por una poblacién mucho mayor que servia en Hudnuco Pam- pa y trabajaba en su construccién de manera rotativa y temporal. La zona contaba con numerosa poblacién y esta raz6n y la ubicacion en el camino de Cajamarca a ‘4. Guaman Poma de Ayala, Felipe, Nueva crénica y buen gobierno, Biblioteca Ayacucho, tomo il, Caracas, 1980, pag. 420. La primera edicién facsimil de la obra de Guaman Poma, fue realizada en 1936 por el Insti- tut d’Ethnologie de Paris en base al manuscrito descubierto en 1908 por el conocido americanista Richard Pietschmann en la Biblioteca Real de Copenhague. Guaman Poma escribié su obra entre fines del siglo XVI y principios del siglo XVII, terminandola hacia 1615. 5. Vazquez de Espinoza, Antonio, pag. 453 404 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados Cusco por Guamachuico, Guancabamba y Andaguayllas le otorgaron una jerarquts importante en la administracin y en el sistema de comunicaci6n incaico. En Hudnuco Pampa se realizaban actividades productivas importantes. EL hallazgo de numerosas ruecas e instrumentos para tejer en algunas secciones de la ciudad, hacen pensar que la produccién de tejidos fue una actividad importan- te organizada por el Estado, que los utilizaba en sus relaciones recfprocas vi otros pueblos. Como tantos otros centros administrativos mayores y mee ite también un punto importante en el sistema estatal de almacenamientos. : wt ; 600 metros al sur de la plaza fueron localizados 497 depésitos con una capaci’ de 38.000 m3 utilizados para el almacenamiento de papas, oca, patatas y pins alimentos producidos en la sierra, asf como de maiz y carbén de lefia, y ue treinta construcciones aparentemente destinadas a la administraci6n de los ar sitos. Los depésitos estaban construidos con muros de pirka y todos tenian ¢ ne najes. Estos depésitos han sido también encontrados en otros centros poe les, como Vilcashuaman y Pumpu, este ultimo un conjunto menor al sur de Hui nuco Pampa. Como en otros centros incaicos, el principal elemento urbano de Hudnuco Pampa era una gran plaza central (figura N° 47) de forma casi rectangular y de uO 350 por 550 metros de lado cruzada en diagonal de norte a sur por el eps Mevaba a Jauja y Cusco y el que en direccién opuesta conducfa a Cajamarca ‘ ie to (Harth Terré, 1964; Morris y Thompson, 1970; Shea, 1966). En el centro de aD 4 za existia una plataforma en piedra de escasa altura identificada como un Fao, ushnu, cuyas funciones eran politicas y administrativas (Morris y Thompson. 1970 Shea, 1966). La plaza estaba totalmente rodeada por construcciones Sa eC : tro zonas principales. Las habitaciones ubicadas al oriente de la plaza eran las m jor construidas, con esa mamposterfa en piedra que se asocia con el estilo Le Inca. Organizadas en relacién a dos plazas trapezoidales, estaban bordeadas por o ; ficios alargados de considerable tamaiio, raz6n por la cual se le adjudicé foes hs # tor funciones posiblemente administrativas. Al norte y sur de la plaza exist oa 7 tritos residenciales de calidad inferior, indicada por muros de pirka. Reaataar a lles y callejones permitfan el acceso al interior de los cuatro distritos. Su trazado irregular aunque existian tramos rectos. No es facil estimar la poblacién de Hudnuco Pampa. De las OU ct aly ras relevadas, 497 fueron depésitos (14,3%) y otro 10% tuvieron funciones ne d probablemente no fueron residenciales; es posible que las restantes estructuras ¥ yan servido permanente u ocasionalmente como casas (Morris, 1978-80, vee 147), un numero suficiente para alojar a una poblacién de 12.000 a 15.000 Ledbaet nas. Son estimaciones gruesas porque no es facil distinguir claramente las esti turas con funciones residenciales de las no residenciales. WS Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas i chassy ar Ale NES ORT 0 100 200° “300-400 500 mrs A a 47- Plano general de Huanuco Pampa. (Dibujo de Emilio Harth Terré) Pumpu A corta distancia al sur de Hudnuco Pampa los incas ordenaron la construccién de Pumpu, otro centro administrativo con caracteristicas urbanfsticas y arquitecténi- cas parecidas, cuya gran plaza era cruzada en diagonal Por el principal camino del altiplano. La plaza estaba rodeada Por edificios en tres de sus lados y de ella par- tan calles estrechas formando un trazado radial que dividia Pumpu en varias sec- clones, otra similitud con el de Hudnuco Pampa (Hyslop, 1990). Al sur y al este fueron encontradas las Tuinas de depésitos 0 collcas. Un ushnu estaba ubicada cer- ca del centro de la plaza. Las plantas de Chucuito y de Hatuncolla se ajustan a un modelo ms regular. Ambos centros estén ubicados junto a la costa del lago Titicaca. La fundacién-de Hatuncolla es anterior a la expansi6n inca hacia el Sur, pero Chucuito pudo ser una remodelacién inca dada la importancia de la zona. Ambos centros siguen ocupados 406 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados 48" Incahuasi fue construida por orden de Topa Inca Yupanqui como campamento militar y base de operacio: ‘nes de la campafia emprendida por los ejércitos incaicos para dominar a los Yungas. De oeste a este se levan taron las siguientes construcciones: el palacio del Inca, los graneros del Estado y Un grupo de cuarteles'y habi taciones; al norte sobre una colina existia un observatorio. El conjunto estaba completado por un templo de dicedo al Sol y la casa de las sacerdotisas. (Harth Terré E. “Incahuasi; ruinas inkaicas del valle de Lima-Huana*) en la actualidad. En Chucuito, las calles longitudinales, trazadas de sudoeste al no: Teste en direccién al lago, forman un abanico cruzado Por cinco calles transversales paralelas. Una plaza, que pudo tener un templo, actiia de foco de este trazado. Incahuasi Corresponde al periodo en que los ejércitos de Topa Inca Yupanqui emprendieron la conquista de los valles de la costa sur y se enfrentaron con el sefiorfo de Guarco, que ocupaba el valle del rio Cafiete. El sefiorfo ocupaba un valle fértil defendido por di versas fortalezas (figura N° 48). La construccién de Incahuasi estd relaciona esta campajia. El conjunto estaba formado Por un observatorio, un grupo de Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas ciones y depésitos para alimentos, vestidos y armas, un palacio para el Inca, el tem- plo del Sol y la casa de las sacerdotisas escogidas, y otras construcciones menores. Incahuasi fue construido en un punto estratégico del vecino sefiorio de Lunahuand, que conquistaron sin inconvenientes y desde el que lanzaron la conquista del sector bajo del valle. Al comprobar que la conquista del sefiorio de Guarco seria prolonga- da, Topa Inca Yupanqui ordené construir una guarnicién para su ejército, que él y su séquito ocupaban temporariamente mientras dirigfan la campafia. La construcci6n parece reflejar su cardcter transitorio. Cieza de Leén menciona que Topa Inca Yupanqui la “nombré Cuzco, como a su Principal asiento”, y agrega que “asimismo mand6 que los barrios y collados tuviesen los nombres propios que tenfan los del Cuzco” y que habiendo terminado la conquista del valle de Cafiete “se volvié con su gente al Cuzco, perdiéndose el nombre de la nueva poblacién que habian he- cho”.® O sea, Incahuasi fue abandonado después de conquistado el valle y muchos de sus habitantes condenados a muerte o severamente castigados y las tierras del sefiorio ocupadas por mitimaes traidos desde diferentes regiones (Rostworowski, 1988). Las ruinas de Incahuasi ocupan una extensién desértica de mas de 800 metros de este a oes- te, a lo largo de un camino que bordea la parte irrigada del valle (Wyslop, 1985). Incahuasi fue planeado en cuatro grupos de construcciones principales, sepa- radas entre si por varios centenares de metros y sobre un terreno quebrado. El pala- cio del Inca, el granero del Estado y el conjunto de cuarteles, estaban dispuestos pa- ralelamente y en ese orden, de poniente a naciente. El observatorio fue construido so- bre una elevacién al norte de las construcciones mencionadas, pero desconozco la ubicaci6n del grupo religioso en el conjunto. El palacio del Inca constaba de una serie de habitaciones formando un edificio de planta trapezoidal que se continuaba en una amplisima plataforma sobreelevada de igual forma. La plataforma tenia unos 15.000 metros cuadrados de superficie y fue construida también con tierra apisonada (figura N° 49). La Plataforma estaba dividida en dos sectores semejantes por una vereda central li- geramente elevada y en cuyo eje habia un simple altar de piedras y barro. Segin Harth Terré, que ha estudiado y medido las ruinas de Incahuasi, la plataforma era utilizada para las revistas militares y sobre ella se realizaba también la distribu- ci6n de alimentos a los matrimonios, ceremonia que era presenciada por el Inca © por sus curacas (Harth Terré, 1933). La parte habitable del palacio era de construccién muy simple y un buen sector de él estaba ocupado por los depésitos privados del Inca y por las habita- ciones de sus servidores. En algunas habitaciones se alojaban el Inca y sus con- 6. Cieza de Leén, 1945, capitulo XXIII, pag. 206. 408 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados la 49- Planta del palacio del Inca en Incahuasi. Los cuartos de forma casi cuadrada que se encuentran 2 derecha del corredor central de la parte habitable eran los depésitos privados del Incé Las heb es se encuentran a la izquierda estaban ocupadas por el Inca y su séquito, (Harth Terré E., “Incahuasi, inkaicas del Valle de Lima-huana”). cubinas y otras eran ocupadas por los capitanes del SEN e banat i i da que daba a la plataforma con varias salas de guardia y en la facha ; : galeria de honor, sobreelevada y techada con un sistema de palos y telas, que er: utilizada por el Inca cuando asistfa a las ceremonias. El segundo grupo de construcciones estaba constituido por las colcas oer neros del Estado, donde se repitieron, siguiendo un plan Se aay wee | imperio huari, como Piki = elementos que encontramos en centros de! i 1 j caiectaelh graneros formaban una construcci6n casi cuadrada de pee i aD tros de lado, rodeada por una alta pared de piedra y barro. En el interior habia 409 Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas grandes colcas y 256 silos menores de cuatro metros escasos de lado. Los emplea- dos administrativos y los cargadores formarian el personal permanente que viviria en las habitaciones vecinas. Un importante elemento de las colcas era un patio ro- deado de columnas. E] tercer grupo de Incahuasi lo formaban las viviendas de las escogidas 0 ac- Uahuasi. Por la disposicién semicircular de las viviendas, rodeando a una plaza en cuyo centro se mantenja en un altar e] fuego sagrado, constituye un caso bastante ex- cepcional entre las construcciones incas conocidas. Es posible que las construccio- nes vecinas constituyeran el templo (Harth Terré, 1933). El cuarto grupo rodeaba parcialmente por el noroeste al colccahuasi 0 depésito. Estaba formado por una se- tie de construcciones de planta y tamafio diversos que se combinaban alrededor de varias plazas irregulares comunicadas entre sf por pasadizos estrechos y cortos. Po- siblemente fueron las viviendas de los jefes y tal vez de algunos grupos de soldados. Incahuasi fue una de las estaciones mds importantes creadas por el Inca en la costa. Las ruinas cubren una superficie considerable en un sitio de gran aridez.7 Las tuinas del palacio estan insertadas en una abrupta colina y puede suponerse que su construccién exigid un considerable movimiento de tierra. Para las demas construccio- nes se aprovech6 un espacio més llano entre dos colinas. El plano general demuestra que se trataba de conjuntos proyectados individualmente siguiendo los principios ar- quitect6nicos incas pero su disposicién no revela un planeamiento de conjunto previo. Tambo Colorado Junto al cauce del rio Pisco, en una escarpa a 800 metros sobre el nivel del mar, se encuentran las ruinas de Tambo Colorado. Es una de las ruinas del perfodo in- ca mejor conservadas del Peri. El establecimiento inca est4 seccionado por un camino de tierra que recorre los bordes del rio Pisco. Tambo Colorado data del perfodo inca tardfo o de la época en que los ejércitos incas invadieron la costa sur durante el reinado de Topa Inca Yupanqui,pero es posible que algunas construcciones sean anteriores. La finalidad basica de Tambo Colorado pudo ser la de servir como campamento militar y centro administrativo y de depési- tos. El sitio era facilmente defendible ya que al norte estan los contrafuertes de la cor- dillera y al sur la barranca del rio Pisco. Un muro de adobe protegia ¢l conjunto central, cuyas construcciones rodeaban una gran plaza de forma trapezoidal. Es posible que la forma trapezoidal dela plaza de 7. La superficie ocupada habria sido de alrededor de 20 hectreas por lo menos, aunque no totalmente construidas. 410 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados 50- Tambo Colorado fue un campamento militar y centro admi incaico construido junto @ carpe del rio Pisco, en el sur del Peru. El edificio C probablemente sirvié de residencia a los jefes pri (Urteaga H., “Tambo Colorado” S/Dibujo de Harth Terré). Tambo Colorado haya sido determinada por la estrechez del sitio y por el légico deseo de expandir al maximo la superficie construida aprovechando una saliente de la escarpa sobre el rfo (figura N° 50). La plaza divide a los edificios en dos grupos. La construcci6n principal del grupo norte era un edificio casi cuadrado de poco mas de 55 metros de lado y for- mado por varias habitaciones alrededor de un patio interior. Este edificio, el princi- pal del conjunto, tenfa los muros decorados con frisos de adobe calado formando fi- guras geométricas de gran simplicidad y belleza que en parte ain se conservan. Ha- bria servido de residencia a los jefes principales (Urteaga, 1939). También al norte del actual camino estan los restos de una serie de construcciones, algunas de las cua- les datarian de antes de la Ilegada de los ejércitos incas a la costa, y habrian sido ocu- padas posteriormente por los soldados y el personal administrativo del imperio. Bor- deando la plaza por los lados sur, sudoeste y oeste existen las ruinas de varias cons- trucciones cuyo uso no es conocido. Un ushnu fue ubicado cerca del angulo sudoes- te. El criterio constructivo que predominé en Tambo Colorado fue el habitual en la arquitectura inca. Alrededor de patios de forma regular se alinearon varias habitacio nes que habrian sido utilizadas como viviendas. Ollantaytambo Ollantaytambo es un ejemplo del planeamiento urbano inca. Desde el ferrocarri Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas que recorre el valle del rio Urubamba entre Cusco y Machu Pichu, pueden verse las terrazas cultivadas y las fortificaciones que defendian a la ciudad y en el Ilano las construcciones inca y modernas de Ollantaytambo. Las ruinas de la ciudad in- ca y el poblado moderno estén a unos 70 kilémetros de Cusco. Es, por otra parte, uno de los pocos centros urbanos menores de América habilitados en forma con- tinua desde antes de la llegada de los espafioles. Ollantaytambo cumplié varias funciones. Fue ante todo una avanzada impor- tante en el sistema de defensas de Cusco. El valle del Urubamba era una entrada na- tural al coraz6n del imperio y a Cusco, y los incas temieron siempre los avances de las tribus de la selva a las que, a pesar de sus esfuerzos, nunca llegaron a dominar. Por eso se ven numerosas ruinas de fortines en las laderas de las montaiias que for= man el valle de Urubamba, atestiguando la importancia que los incas asignaban a esos ataques. Otra posible funcién de la zona de Ollantaytambo fue la de cultivar y cosechar alimentos para la capital, aprovechando el excelente clima y las buenas condiciones ambientales del valle. Y también, en algtin momento de su breve histo- ria durante el periodo inca, Ollantaytambo debié ser un lugar de residencia real, ya que la calidad de las construcciones, los buenos servicios de agua, las fuentes y la inclusién de ciertos edificios, como por ejemplo varios adoratorios, no eran habitua- les en poblaciones incas de un tamajio tan reducido. Si nos atenemos al estilo de las construcciones en piedra que se han encontrado en el sitio, el establecimiento de Ollantaytambo ocurrié en los primeros ajios de la segunda mitad del siglo XV y po- siblemente su.construccién haya sido comenzada durante el reinado de Pachacuti. El rio Patacancha, que desemboca en el Urubamba a corta distancia, divide la ciudad en dos sectores, distintos en sus funciones y en su trazado. Al este del rio es- td la ciudad propiamente dicha, de forma trapezoidal, mientras que al oeste del Pa- tacancha fue construido el distrito reservado. Es evidente el sentido en damero yel €nfasis en una perfecta simetria del trazado de la zona este. La mayoria de las calles interiores se cruzan entre sf formando dngulos casi rectos, aunque una desviacién in- tencional a la altura de la iniciacién de la tercera Ifnea de manzanas, siguiendo del norte hacia el sur, permite la adaptacién del esquema de calles a la forma alargada del terrero entre el rio y las montafias (figura N° 51). Las cuatro calles longitudinales son paralelas al rio Patacancha y las princi- pales tenian acequias centrales. Sélo las puertas de las casas se abrian a ellas. Las ocho calles transversales, de unos dos metros de ancho, no tenfan acequias. Las man- zanas tenian distintas proporciones trapezoidales como consecuencia del trazado li- geramente abierto del damero. Cada manzana estaba rodeada por un alto muro cie- go que correspondfa a dos kanchas. Cada kancha estaba construida alrededor de un patio central al cual se abrian las habitaciones. Supongo que en estas kanchas vivie- ron durante el periodo inca funcionarios y artesanos, ya que es poco probable, dado 412 43, La ciudad incaica. Los ejemplos planeados plo del planemiento incaico, aplicado a una pequera poblacién, que ha un afluente del rio Urumbamba como fun: ecimiento de 51- Ollantaytambo es el mejor ejemy i bos lados de Hegado hasta nuestros dias. Fue construida a am senna de defensa del valle del Cusco, centro residencial y posiblemente como centro de abast : i. aa damero es evidente en el sector residencial que aun sigue estando ocupa’ hit ecb coc le las montafias abundan las terrazas, tor: El distrito reservado estaba en la margen opuesta. En las laderas di ‘i i rinados a jefes. eee aaiatiea a ino al (nessa 3-Edificios del noroeste, 4-Fuentes, 5-Esplanada de lo’ icadas, 8-Escalinatas, 9-Habitacién Central, 10-Grupe nada, 12-Esplanada, 13-Austatiana, 14-Plaza Manyara 7-Tercer adoratorio, 18-Cuarto adoratorio, 19-Acequil cidn Antigua, 23-Area Colonial y Moderna. Fe de habitaciones del sudoeste, 11-Edificio de la esplar qui, 15-Primer adoratorio, 16-Segundo adoratorio, 1 de regadio, 20-Pao de la usta, 21-Rio Patacancha, 22-Pobla nen iN jis P. “Archaeological explorations in the Cordillera Vilcabamba, Souther su tamafio y tipo de construcci6n, que hubiesen sido ocupadas por pane ots agricultores debieron ocupar las pequefias chozas ubicadas a ean lec vo, 0 las modestas construcciones agrupadas en las aldeas agricolas ve ¥ El barrio de viviendas contaba con una plaza. Como era frecupate sath i plazas incas, el espacio estaba delimitado por los muros lisos de las Roars 1 sin que los proyectistas de Ollantaytambo hayan buscado a ee ae construccién de un volumen distinto. Estaba formado por dos mani 4 Jorge Enrique Hardoy Ciudades Precolombinas Tes sin construir, de modo que sus proporciones eran casi las de un cuadrado, Una segunda plaza, externa al perimetro del barrio de viviendas, comunicaba mediante un puente a ambos sectores de Ja ciudad. Fue posiblemente agregada durante la co- Jonia, aunque casi seguramente existié durante el periodo inca una comunicacién si- milar entre la ciudad vieja y el distrito reservado. La plaza del distrito reservado era un gran espacio limitado; el cuarto la- do Jo constitufa un muro, de modo que la plaza era realmente un espacio cerra- do en tres lados por construcciones rectangulares 0 kallankas y abierta en sus Angulos. Cumplia una finalidad social y religiosa y en ella se realizaban la ma- yoria de las actividades de la poblacién. Estaba al oeste del rfo, donde también se edificaron otras construcciones de cardcter militar, Teligioso 0 civil, cuyas rui- nas se encuentran a distinta elevacién sobre el nivel de la plaza, en las laderas de las montafias 0 aprovechando las grandes terrazas (figura N° 51). Hudnuco Pampa, Pumpu, Chincheros, Hatuncolla, Chucuito, Hatun Xauxa, In- cahuasi, Tambo Colorado, Ollantaytambo son ejemplos del planeamiento urbano or- togonal entre los incas. En ellos se repitieron ciertos Principios de composicién arqui- tectonica cuya multiplicacién probablemente sirvié de guia ala organizacién general de los planos urbanos. En piedra, o en piedra y barro, si construfan en el altiplano, en adobe si era necesario edificar en la costa, los ingenieros incas insistieron en grupos de composicién centralizada y en una arquitectura maciza. Es evidente el sentido geo- métrico de los grupos de construcciones y en particular de cada uno de los edificios. Los edificios rodeaban por lo general a un patio o plaza menor y cada uno de ellos estaba formado por una serie de habitaciones 0 elementos multiplicables que eran a Su vez los determinantes de las proporciones de los grupos de construcciones. Estos elementos multiplicables de las construcciones incas fueron mas regulares y estaban mejor valorizados que en Chan Chan.o en otras ciudades anteriores de la costa y del altiplano construidas durante la expansién huari. E] interito mas reciente por sistematizar los Principios que utilizaron los incas en el planeamiento de las nuevas poblaciones es el de Hyslop quien sugiere una cla- sificaci6n en ortogonales, como los de Ollantaytambo, Chinchero, Hatuncolla, Chu- cuito, Hatun Xauxa, y otros, y trazados radiales, como en Hudnuco Pampa, Pumpu, Chilecito, Incahuasi (Hyslop, 1990). Esos Principios seguramente existieron y de co- nocerse otros sin duda aclararian nuevos aspectos de la administracién, la politica y Ja estructura social y econémica del imperio. Ademis, no creo que los pocos ejem- plos mencionados hayan sido los tnicos construidos por los incas. Los protagonis- tas de colonizacién en gran escala, Por su intensidad y por el vastisimo territorio que abarcaron, sin duda hicieron necesario el planeamiento de poblaciones enteras des- tinadas a alojar répidamente y Con cierto orden y seguridad a numerosos grupos de mitimaes. Una administracién centralizada en su més amplia aceptaci6n, a pesar de 414 13. La ciudad incaica. Los ejemplos planeados Sus notorias limitaciones técnicas, no podfa dejar librada al azar la fijacién de tan importantes sectores productivos de la poblacién. Y aunque es mis dificil de Probar, creo que la estabilidad de determinadas fronteras debié ser otra raz6n para fijar gru- pos militares, ya que estratégicamente considerado, el territorio inca era muy vulne- rable atin en dreas relativamente cercanas a los centros principales del imperio. Los ejemplos mencionados corresponden a los tltimos setenta afios del impe- rio inca. Son ejemplos de poblaciones de dimensiones muy variadas y s6lo unas po- cas, entre ellos Ollantaytambo, habrian sido ocupadas permanentemente por grupos civiles. Pero independientemente de las funciones que hayan cumplido no puede du- darse de su concepci6n total o parcial previa y del énfasis puesto en la sistematiza- cién geométrica de su trazado. Machu Pichu y las poblaciones vecinas Entre los afios 1940 y 1942 fueron explorados varios sitios vecinos a Machu Pichu en la Cordillera Vilcabamba (Fejos, 1944). La expedicién examiné un area de unos 30 kilémetros cuadrados encontrando las ruinas de seis asentamientos y de algunos restos menores, como fortines y casas aisladas, y también evidencias de que se tra- taba de uno de los sectores mds poblados del Pert inca. (figura N° 52) Algunas de las poblaciones, como por ejemplo Inty Pata y Wifiay Wayna, cu- bren superficies bastantes extensas. “Todos los seis sitios mayores pueden ser con- siderados ciudades. Es dificil imaginarse cémo pudieron haber estado habitados si- multaéneamente en un terreno tan rugoso y dificil” (Fejos, 1944). Estaban comuni- cados entre si por caminos que segufan los contornos de las montafias y mediante escalones cuando los desniveles eran pronunciados, ya que entre Choquesuysuy e Inty Pata, escasamente separadas por 1.200 metros en linea recta, existfa un desni- vel de 700 metros. Los asentamientos fueron construidos sobre terrazas escalona- das en las laderas de las montafias aparentemente buscando la cercanfa de alguna quebrada por la que corriese agua, ya que en la mayoria de los sitios se encontré un adecuado sistema de aprovisionamiento de agua utilizado con fines domésticos y también para irrigar los cultivos, y adecuados desagiies. Todos estos poblados con- taban con fuentes de agua abastecidos por sistemas de canales. Las viviendas eran por lo general rectangulares y se agrupaban formando conjuntos alrededor de un espacio abierto o adoptando una disposicién en hileras que era la que mejor se adaptaba a las angostas terrazas. Es dificil calcular el] nime~ ro de habitantes de estos grupos de viviendas que de ningtin modo pueden ser mados ciudades. Ninguno de Jos sitios ha sido excavado, ni siquiera en forma exten- siva, y s6lo algunos grupos de viviendas han sido relevados fragmentariamente. Si

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