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Prelatura de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Clero Diocesano. A.R.

CURSO DE SAGRADAS ESCRITURAS.


Sr. Pbro. Lic. Raúl Hernández.
Los Profetas Menores

Óseas

Óseas (Del hebreo Hoshea, "salvación"), hijo de Beori, habló durante los reinados de
Uzías, Jotam, Acaz y Ezaquías, reyes de Judá, y bajo Jeroboam II, rey de Israel. La fecha
se puede establecer gracias a la mención de Jeroboam (Oseas 1:1), esta fecha queda
corroborada por la evidencia interna de Oseas 1:4 donde s menciona a la casa de Jehú,
de la que formaba parte Jeroboam II. Contemporáneo, al parecer de Isaías, Amos,
Miqueas, Óseas, como del 786 al 725 A.C y antes del cautiverio asirio del Norte (722 a
721 A.C). La historia nos relata un paralelismo entre la vida privada de Óseas y su
relación con esposa infiel y adultera, Gomer, y la relación de Israel con Dios.

En un profeta de las diez tribus del norte, como su contemporáneo Amós, vivió en el siglo VIII a. C.,
mientras Isaías y Miqueas profetizaban en Judá, es decir, bajo el reinado del rey Jeroboam II de Israel
(783-743) y de los reyes Ocías (Amasías) (789-738), Joatán (738-736), Acaz (736-721) y Ezequías
(721-693), reyes de Judá. Sus discursos proféticos se dirigen casi exclusivamente al reino de Israel
(Efraím, Samaria), entonces poderoso y depravado, y sólo de paso a Judá. Son profecías duras,
cargadas de terribles amenazas contra la idolatría, la desconfianza en El y la corrupción de costumbres
y alternadas, por otra parte, con esplendorosas promesas (cf. 2, 14 ss.) y expresiones del más inefable
amor (cf. 2, 23; 11, 8, etc.). El estilo es sucinto y lacónico, pero muy elocuente y patético y a la vez
riquísimo en imágenes y simbolismos.

La primera parte (cap. 1-3) comprende dos acciones simbólicas que se refieren a la infidelidad del
reino de Israel como esposa de Yahvé. La segunda (cap. 4-14) es una colección de cinco vaticinios
(caps. 4, 5, 6, 7-12; 12-14) en que se anuncian los castigos contra el mismo reino y luego la
purificación de la esposa adúltera, en la cual se despierta la esperanza en el Mesías y su glorioso
reinado.

El sepulcro de Oseas se muestra en el monte Nebi Oscha, no lejos de es-Salt (Transjordania). El


Eclesiástico hace de Oseas y de los otros Profetas Menores este significativo elogio: "Reverdezcan
también en el lugar donde reposan, los huesos de los doce Profetas; porque ellos consolaron a Jacob,
y lo confortaron con una esperanza cierta" (Ecli. 49, 12).

Joel

Se atribuye su autoría al mismo profeta Joel hijo de Petuel, aunque no se conoce mucho
en cuanto a la vida del profeta ni a la fecha de esta Escritura, pero se la fecha quizás en
el siglo en el siglo IX a.c., aunque no hay datos definidos sobre el tiempo en que vivió o
en que escribió el profeta. Se pueda añadir que muchos profetas usaron pasajes del libro
de Joel. El libro de Joel, hablo de los tiempos finales, con un tenor similar al libro del
Apocalipsis en el Nuevo Testamento. Joel compara una invasión de langostas con un
ejército y la devastación que este provoca, con los juicios de Dios. En el Nuevo
Testamento es citado el profeta Joel en el libro de Hechos 2:16-21.
De éste profeta de Judá e hijo de Fatuel, nada sabemos fuera de los tres capítulos de profecías que
llevan su nombre. El tiempo de su actividad ha de ser calculado después de separarse de la casa de
David las diez tribus, pero antes del destierro. El hecho de que solamente se mencionen los
sacerdotes, y no los reyes, hace conjeturar que Joel haya escrito en tiempos del rey Joás de Judá
(836-797) cuando el Sumo Sacerdote Joiadá en nombre del rey niño manejaba las riendas del
gobierno (IV Rey. 11). Una minoría de exégetas ubican a Joel en el periodo después del destierro,
fundándose especialmente en 3, 6, donde se mencionan los griegos (cf. Nácar-Colunga). Su anuncio,
como dice este mismo autor, es escatológico, cosa que no debe olvidarse al interpretarlo.

En el primer discurso profético describe Joel una plaga terrible de langostas, fenómeno conocido en
Judea, como figura del oprobio de Israel por parte de las naciones. Ello da ocasión al profeta, en el
segundo discurso (2, 18-3, 21), para exhortar a Israel a la contrición y anunciar el "día del Señor" y el
juicio de las naciones o castigo de los enemigos del pueblo santo, y el reino mesiánico, siendo
especialmente de notar la aplicación que San Pedro hizo de esta profecía (Hech. 2, 28-31) el día de
Pentecostés, a los carismas traídos por el divino Espíritu.

Amos

Amos ("carga"), vivía en la aldea de Tecoa, que estaba situada a unos 8 kilómetros al
sudeste de Belén y cerca de 20 km al sur de Jerusalén. Amos era pastor de Tecoa o como
el mismo se describe "soy boyero y recojo higos silvestres" y también declara que fue
llamado por Dios a profetizar a Israel. No era un profeta reconocido, sino un campesino
que sintió el llamado de advertir a su nación de las ruinas que su comportamiento le
acarrearían. Profetiza en el norte (Israel) durante un breve período en el reinado de
Jeroboam II (784-740 A.C) y durante el tiempo de Uzias (780-740) de ahí, y de la
similitud de su nombre (Amos-Amoz), hay quienes especulan que pudo haber sido padre
del profeta Isaías. Comienza a profetizar dos años antes que sucediera un terremoto que
sucediera un terremoto que el quizá lo haya anunciado al declarar " El Señor rugirá
desde Sion".

Amos y Oseas fueron profetas en la misma época y aunque ambas profetizaron acerca de
los pecados de Israel, hay diferencia de estilo entre ambos. Óseas es mas ferviente, en
tanto que Amos presenta con gran calma su declaración de los juicios de Dios. Amos nos
habla de los juicios que iban a caer sobre las naciones vecinas que habías perjudicado a
Israel. Los juicios se proclaman contra: Damasco, los filisteos, Tiro, Edom, Amon, Moab,
Juda e Israel. El libro termina con una promesa de restauración futura de la nación.

A pesar de su pertenencia al reino de Judá, Dios lo llamó al reino de Israel (cf. 1, 1; 7, 14 s.), para que
predicase contra la corrupción moral y religiosa de aquel país cismático que se había separado de
Judá y el Templo. Alguna vez menciona también a Judá (2, 4) y a todo el pueblo escogido (9, 11).
Amós desempeñó su cargo en los días de Ocías (Azarías), rey de Judá (789-738) y Jeroboam II, rey
de Israel (783-743).

Desde un principio, el profeta se mostró intrépido defensor de la Ley de Dios, especialmente en su


encarnizada lucha contra el culto del becerro adorado en Betel. Perseguido por Amasías, sacerdote de
aquel becerro (7, 10), el profeta murió mártir, según una tradición judía. La Iglesia le conmemora en el
calendario de los santos el 30 de marzo.
Los primeros dos capítulos contienen amenazas contra los pueblos vecinos, mientras los capítulos 3-6
comprenden profecías contra el reino de Israel. Los caps. 7-9 presentan cinco visiones proféticas
acerca del juicio de Dios sobre su pueblo y el reino mesiánico, a cuyas maravillas dedica los últimos
versículos, como lo hacen también Oseas, Joel, Abdías y casi todos los profetas Mayores y Menores

Abdías

Anunció la destrucción de Edom, nación que fue hostil a Israel. El libro no menciona
fechas pero se describe en los versos 11 y 14 una época de derrota de Jerusalén. Por
haber participado en esta derrota del pueblo de Israel, juntamente con sus enemigos se
profetiza la destrucción de Edom. El libro termina con un tenor escatológico. Es el libro
mas pequeño del Antiguo Testamento, consta de un solo capitulo.

Son muy escasas las noticias que poseemos sobre Abdías, cuyo nombre hebreo Obadyah significa
siervo de Yahvé. San Jerónimo lo identifica con aquel Abdías, mayordomo de Acab, que alimentó a los
cien profetas que habían huido del furor de Jezabel (III Rey. 18, 2 ss.).

Los escrituristas modernos, en su mayoría, no se adhieren a esta opinión. Sea lo que fuere, el tiempo
en que actuó el autor de esta pequeña pero muy impresionante profecía, debe ser anterior a los
profetas Joel, Amós y Jeremías, los cuales ya la conocían y la citaban. Lo más probable parece que
haya profetizado en Judá alrededor de 885 a. C., cuando Elías profetizaba en Israel. Véase v. 12 y
nota.

Su único capítulo contiene dos visiones. La primera se refiere a los idumeos (edomitas), un pueblo
típicamente irreligioso y enemigo hereditario de los judíos y que se unía siempre a sus perseguidores.
"Pero el día del Señor se aproxima; Dios se vengará a Sí mismo y vengará a Israel, contra los idumeos
y contra todas las naciones gentiles. Los israelitas, al contrario, serán bendecidos; se apoderarán del
territorio de sus opresores, y luego Yahveh reinará gloriosamente y para siempre en Sión" (Fillion). A
esta restauración de Israel y reino mesiánico se refiere la segunda parte de la profecía.

Jonás

Jonás, su nombre significa "paloma", era hijo de Amitai, nativo de Gat-efer en Galilea.
Hay otra referencia de él en el Antiguo Testamento en 2 Reyes 14:25, por motivo de otra
labor profética en lo días del rey Jeroboam (quien reino en el 785-740 A.C). El libro se
caracteriza por el elemento biográfico en él. Se puede dividir el libro en cuatro
secciones.

Primera sección. La desobediencia del profeta Jonás a la orden dada por Dios. Dios le
ordena al profeta "Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella..."
Jonás debía anunciar a la ciudad de Nínive, capital del imperio de Asiria, la ira de Dios
contra ella. En cambio, Jonás, temeroso, aleja de la voluntad de Dios, y se dirige a
Tarsis, yendo para ello al puerto de Jope (mencionado en Hechos 9:38, que actualmente
es Jafa). Haciende a un barco, con destino a Tarsis; este en el mar es azotado por una
gran tempestad. Cada uno en la nave clamaba a su dios, e indagaba por causa de quien
había venido la tempestad. Jonás les declara que es por su desobediencia y les pide que
lo arrojen al mar, para así calmar la tempestad. Luego de intentar volver la nave a
tierra, aquellos hombres echan al mar al profeta y el mar se aquieta. La Escritura nos
dice que un gran pez traga a Jonás y este estuvo en el vientre del pez tres días y tres
noches.
Segunda sección. Oración de Jonás, asombrado al encontrarse aún vivo en el vientre del
pez, el profeta da gracias a Dios. El pez vomita a Jonás sobre la tierra.

Tercera sección. Jonás obedece la orden de Dios y predica a Nínive la inminente


destrucción de la ciudad. Arrepentimiento de los ninivitas. Jonás se dirige a Ninive y
comienza a predicar en ella el mensaje dado por Dios. La ciudad de Nínive, se nos dice
era grande en extremo, de tres días de camino. Todo Nínive escucha la advertencia del
profeta, desde el mayor hasta el menor de ella, ya que hasta el rey se arrepiente y hace
mandar que se pida la misericordia de Dios. Dios no destruye a Nínive.

Cuarta sección. Epílogo, trato de Dios con Jonás. Jonás se enoja contra Dios al ver su
misericordia hacia aquella ciudad, enemiga de si pueblo. A través de un incidente menor
Dios le explica al profeta su proceder hacia aquella ciudad.

Miqueas

Su nombre significa ¿Quién es como Dios? Procedía de la ciudad de Moreset (cerca de


Gat) a unos 30 km al sudoeste de Jerusalén. Si nos dice en el capítulo 1 verso 1 que
profetizó de días de los reyes de Jotam, Acaz y Exequias. Sus profecías se refieren a lo
que estaba sucediendo en Samaria y Jerusalén. Se menciona a Miqueas en el libro del
profeta Jeremías 26:17-19, diciendo que profetizó en días de Exequias.

Jotam reinó desde 740 al 736 A.C, Acaz 736 al 717 y Ezequias 716 al 687. Miqueas
denuncia los pecados de Samaria y de Judá: La idolatría (1:7), de los poderosos que
maquinan males (2:11-3:5). Dirige una fuerte acusación a los dirigentes de Israel
diciéndoles que "aborrecen lo bueno y aman lo malo" (Cáp. 3). ES muy significativos las
referencias Mesiánicas del libro: Capítulo 4:1-5 y especialmente la mención del lugar de
procedencia del Mesías (Capítulo 5:2).

Es significativo y sencillo lo que Dios demanda a Su pueblo y esto se resume en el


capítulo 6 verso 8 "Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno y que pide Dios de ti,
solamente hacer justicia, y amar misericordia y humillarte ante tu Dios."

La Sagrada Escritura conoce dos profetas que llevan el nombre de Miqueas o Micá; uno que vivió en el
reino de Israel (III Rey. 22, 8 ss.) en tiempos del rey Acab (873-854), y otro que profetizó en el reino de
Judá (Jer. 26, 18), reinando Joatam (738-736), Acaz (736-721) y Ezequías (721-693). Este segundo
nos dejó el presente libro. De su vida solamente sabemos que era oriundo de Morasti (Moréset),
pequeño lugar situado cerca de Eleuterópolis (hoy Beit Dschibrin) al suroeste de Jerusalén. La Iglesia
lo venera como mártir y celebra su fiesta el 15 de enero.

El marco histórico en que se encuadra la actividad de Miqueas es determinado por los tres reyes
mencionados en 1, 1: apogeo de Judá bajo Joatam; humillación e invasiones enemigas en el reinado
de Acaz y Ezequías; idolatría y vicios que provocaron la restauración del culto por este santo rey.

El libro se compone de tres discursos. El primero (caps. 1-2) se dirige contra los reinos de Israel y
Judá, a los cuales predice la ruina, pero también el regreso del cautiverio y la erección del reino
mesiánico. El segundo discurso (caps. 3-5) trae amenazas contra los príncipes y jueces, contra falsos
profetas y malos sacerdotes, contra Sión y el Templo, el cual será destruido en castigo de las
maldades, pero al mismo tiempo promete felicidad futura, gloria para Jerusalén como centro de todos
los pueblos, la restauración del reino de David y la venida del Mesías que nacerá en Belén. El tercer
discurso (caps. 6-7) contiene exhortaciones al arrepentimiento, anuncia el perdón y muestra el camino
de la salvación. Concluye el Libro con un himno rebosante de promesas y de esperanzas.

Miqueas se distingue por la belleza y sublimidad de su lenguaje, que es "terrible, desnudo y audaz en
las conminaciones (3, 12), elevado y grandioso en las promesas (4, 1 ss.; 5, 1 ss.), tierno y patético en
sus quejas y lamentos (6, 1 ss.)". Tiene mucha semejanza con su contemporáneo Isaías, junto con el
cual Miqueas inaugura el siglo de oro de la literatura hebrea.

Nahum

Nahum ("consolación", "lleno de consuelo", "compasivo"), contemporáneo de Jeremías,


vivía en Judá, probablemente en la ciudad de Elcos. El verso 3:8 pareciera dar a
entender que la captura de Noamón (Tebas) en Egipto ya se había producido los asirios
la tomaron en 663 A.C o 661 A.C. El libro de Nahum se completó antes de la caída de
Nínive (12 A.C), la cual predice.

Por tanto, el libro se redactó aproximadamente entre 661 y 612 A.C, Kuenen sugiere que
el sitio de Cyaxares ante Ninivem, en el 623 A.C, fue la ocasión de la emisión de la
profe4cía. El libro anuncia, especialmente a Judá (verso 1:15), la caída y destrucción de
la ciudad Asiria de Nínive (su capital). Esta profecía tiene como preludio una especie de
poema alfabético. No se trata empero de un salmo acróstico, sino que Nahum se sirve de
una secuencia fonética, para introducir los temas en lugar de estrofas. Los sonidos se
van sucediendo, separadamente, o en grupos, y añaden a la majestad del discurso.

Es hebreo, el oído se hace consciente, placenteramente, de esta sonoridad. Dice Smith


de Nahum: "El lenguaje es intenso y brillante, el ritmo, vigoroso y oscilante, centellante
como carros y los jinetes que describe." Asiria había oprimido a todos los pueblos de
Asiria occidental, cruelmente; ahora el profeta anuncia la destrucción de Ninive, su
capital.

Como Abdías se consagró esencialmente a anunciar la ruina de los idumeos, hijos de Esaú y
enemigos envidiosos de Israel, aunque hermanos suyos según la carne, así el fin de la profecía de
Nahum es prevenir a sus lectores contra la poderosa capital asiria, y darles la seguridad de que será
destruida la que un día pareció realizar la hazaña -única entre los pueblos gentiles- de convertirse al
Dios de Israel (cf. Jonás 3) para caer luego en la apostasía y ser su más terrible enemiga (1, 11 y
nota). En tal sentido las profecías de Nahum y Jonás son correlativas, y cada una releva la gran
importancia de la otra en el plan divino. En tiempo de Nahum, Nínive había ya llevado cautivos a las
diez tribus del norte (Israel) en 721, y amenazaba orgullosamente a Jerusalén bajo Senaquerib (IV
Rey. 18, 15 s.), a cuya invasión de Judea, milagrosamente frustrada por un ángel (cf. Is. 36-37),
parecería aludir Nahum en 1, 12 s.

Habacuc

Su autor es Habacuc, de quien nada se sabe con certeza, fuera de lo indicado por su
libro. Se supone que es un profeta de Judá, por las instrucciones dadas a su director de
coro (3:19) se ha llegado a la conclusión de que Habacuc pertenecía a la tribu de Levi
que servían en el templo a Dios, como músicos.
Esta es una interesante clase de profecía, pues no es un discurso directo, sino el relato
de la experiencia del profeta ante Dios de la injusticia del pueblo de Dios y como Dios
responde a las interrogantes del profeta. Del capitulo 1:1 a 1:4. El profeta se queja ante
Dios en forma de interrogantes ante la injusticia que vivía en el seno de la sociedad del
pueblo de Dios. Específicamente, como lo describe el profeta "la ley es debilitada" y por
eso "sale torcida la justicia".

Dios responde al profeta que Él levantará a los caldeos (pueblo Babilónico) y los usará
como instrumentos de castigo a su pueblo. Habacuc afirma su confianza en el Dios de
Israel. Es de suma importancia lo que Dios revela en este libro en el capítulo 2:4, por esa
razón lo transcribimos: "He aquí que aquel cuya alma no es recta se enorgullece, mas
el justo por su fe vivirá."

Creemos que este pasaje es de suma importancia, pues Pablo el apóstol lo cita en su
epístola a los Romanos 1:17, afirmando la doctrina de la justificación por fe.
Prosiguiendo con el análisis del libro de Habacuc, hay una serie de ayes contra las
injusticias de unos sobre otros, o un pueblo sobre otro. Por último tenemos la oración
del profeta en que se resalta la majestad de Dios y la confianza del profeta en Dios a
pesar de los tiempos de crisis.

Quisiéramos dar algunos datos más sobre el contexto histórico del libro. Aunque este
libro no esta fechada, procede evidentemente de la época caldea. El templo sigue
estando en pie (2:20), donde se celebran los servicios de culto acompañados de música
(3:19). Esta generación ha visto la ascensión de los caldeo hasta llegar a ser una colosal
potencia y el inicio de su acción de subyugar cruelmente a las naciones. Atrajeron su
atención cuando en el 626 A.C consiguieron liberarse del yugo asirio.

Comenzaron sus grandes conquistas, tomando el primer lugar entre las naciones,
después de la caída de Nínive en el 612 A.C y gracias a su victoria sobre Egipto en
Carquemis, en el 605 A.C. Se supone, por la evidencia interna, que Habacuc profetiza
durante el reinado de Joacim (608-597 A.C). Los profetas judíos habían anunciado con
gran anticipación que los caldeos someterían a Judá( Isaías 39:6-7, Miqueas 4:1).

Sofonias

Sofonias, del hebreo Sephania "Yavhé ha escondido, protegido". Su linaje es indicado


hasta Exequias, de quien es la cuarta generación (Sof. 1:1). Se trata probablemente del
rey Exequias, rey de Judá. Esta profecía fue anunciada "en días de Josías hijo de Amon,
rey de Judá". Josías reinó como del 640 al 609 A.C. Se ha sugerido que los mensajes de
este libro fueron predicados antes de las reformas de Josías. Mensaje esencial del libro:
Dios juzgará el mundo entero.

Divisiones

* El castigo será abarcará tanto como el Diluvio (Sof 1:2-3).


* La idolatría y apostasía desaparecerán de Jerusalén.
* El juicio de Dios azotará el país de Judá.
* Llamamiento al arrepentimiento como camino a la salvación.
* Los humildes son exhortados a buscar a Dios.
* Bendiciones después de los juicios. Las naciones invocarán a Dios.
* El remanente de Israel pondrá su confianza en Dios y será santificado.
Pueblos y naciones que son mencionados en el libro: Judá, Mactes, Gaza, Ascalón,
Asdod, Ecrón, los cereteos, Canaán, Moab, los hijos de Amón, Moab, Etiopía, Asiria,
Nínive. El gran pecado de Judá era su culto idolátrico.

Hageo

Hageo. "festivo" o "nacido en día festivo". Una antigua tradición dice que Hageo era
levita que regresó a Jerusalén del cautiverio babilónico con Zorobabel. Durante el
segundo año del reinado de Darío de Persia (520 A.C), dos profetas predicaron y
escribieron la esencia de sus mensajes: Hageo (Hag.1:1) y Zacarías (Zac.1:1).

Ambos se mencionan juntos en Esdras 5:1 y 6:14. Se compone de cuatro profecías dadas
en espacio de cuatro meses, en el año segundo de Darío Histaspes, el 520 A-C.

1) Primera profecía. El primer día del sexto mes, el profeta dirige sus reproches a
aquello que se han construido casas lujosas, pero han dejado en ruinas el templo de
Dios, y le muestra que Dios no ha dado bendición a sus trabajos habituales. A
continuación, de esta exhortación, se reanuda la reconstrucción del templo el día
veinticuatro de este mismo mes.

2) Segunda profecía. El día vigésimo primero del mes séptimo, Hageo da palabras de
aliento a los que comparan y lamentan la pobre apariencia del nuevo edificio. El profeta
hace una mención mesianianica diciendo: "y vendrá el Deseado de todas las naciones" y
que la gloria postrera será mayor que la primera.

3) Tercera profecía. El día vigesimocuarto del mes noveno, Hageo continua con el tema
de la primera profecía, explicando que el poco celo del pueblo por el templo de Dios ha
hacho que Dios le haya retirado Su bendición en sus labores agropecuarias, pero desde
que se echo el cimiento del tempo, Dios comenzará a bendecirlos.

4) Cuarta profecía. El mismo Día Hageo pronuncia su última profecía. El profeta


confirma al gobernador de Juda, Zorobabel, representante de la línea real de la casa de
David.

Zacarías

Su nombre tiene uno de los mas bellos significados en la Biblia: "Yavhé recuerda" o
“recodado de Yavhé”, hijo de Berequias y nieto de cierto Iido (probablemente el
mismo de Nehemías 12:16). Si el Zacarías de Nehemías 12:12 es el mismo Zacarías de
este libro, era sacerdote. Zacarías inicia su ministerio profético dos meses después que
Hageo, en el año 520 A.C, en el segundo año de Darío Histospes. Los capítulos 9-14 quizá
hayan sido escritos después del año 520 A.C.

Este profeta fue contemporáneo del gobernado Zorobabel, del sumo sacerdote Josué y
del profeta Hageo. Es mencionado también en el libro de Esdras (5:1). Como Hageo,
Zacarías se propone mover al pueblo a terminar la edificación del templo. Zacarías tenía
gran interés en las derivaciones espirituales de la empresa. También el formula algunos
de los mas inspiradoras y reveladoras declaraciones mesiánicas de la literatura
profética. El libro se divide en Introducción y ocho visiones. La introducción (1:1-6) da la
clave de las visiones y de todo el libro. "Volveos a mí, dice Yavhé de los ejecitos y yo
me volveré a vosotros."
Primera visión: los caballos (1:1-7). Esta imagen muestra que Dios esta atento a los
acontecimientos sobre la tierra. A pesar de Su silencio, tiene por Su pueblo un amo con
el cual celo a Su pueblo, y con ira contra los opresoras de Su pueblo. Se reconstruirá el
templo y la ciudad y el país gozará de prosperidad. La primera visión constituye el
preludio de las siete que siguen.

Segunda visión: los cuatro cuernos y los cuatro carpinteros (1:18-21). Significa que cada
nación que disperso a Juda será destruida. (Asiría, Egipto, Babilonia, Mesopotamia).

Tercera Visión: el varón con el cordel de medir. Reedificación de la ciudad; Jerusalén


vendrá a ser una ciudad abierta, Dios será su protección.

Cuarta visión: la escena del sumo sacerdote Josué. La gracia de Dios arranca del fuego
del juicio al sacerdocio contaminado y será perpetuado si obedece. La restauración del
sacerdocio, en la persona de Josué, anuncia el reinado Mesiánico. El Mesías recibe el
nombre de "Mi siervo el Renuevo".
Quinta visión: el candelabro de oro y los dos olivos. La luz del testimonio, muy débil
después del exilio, no se apagará, por cuanto Dios proveerá un aceite inagotable
(símbolo del Espíritu divino). Zorobabel recibe la certidumbre de que tendrá de parte de
Dios el poder necesario para terminar la reconstrucción del templo. La figura de los dos
testigos.

Sexta visión: el rollo volador (5:1-4). Símbolo de la Palabra de Dios que juzga y destruye
la maldad.

Séptima visión: la mujer dentro del efa (5:5-11). La iniquidad, representada por la
mujer de la visión y la masa de plomo, son símbolos de aquello en que lo que es tan fácil
perjudicar al prójimo.

Octava visión: los cuatro carros, que representan los cuatro vientos y que evocan el
pode invisible de Dios. Esta visión contiene la promesa de que el Señor cumplirá
totalmente el plan bosquejado en las visiones anteriores.

Coronación del sumo sacerdote. Josué es una prefiguración del renuevo, el Mesías, que
será rey y sacerdote.

Pregunta de una delegación de Bet-el acerca de los ayunos, recordando la destrucción


de Jerusalén y el templo (587 A.C). Los judíos residentes en Bet-el, después de volver
del cautiverio, no sabías si debían proseguir con los ayunos, por cuanto se estaba
llevando a cabo la reconstrucción del templo. Zacarías les das cuatro repuestas:

1) El ayuno observado por formalismo no tiene valor alguno delante de Dios. Lo que
importa es la obediencia s Su palabra.

2) Dios demanda justicia y verdad. La devastación del país y la deportación, castigos


sobre la desobediencia, no debían suscitar lamentaciones, sino arrepentimiento y un
despertar espiritual.

3) Con todo, Dios ama a Su pueblo. Les dará seguridad y santidad.

4) Los ayunos se convertirán entonces en fiestas.


Predicaciones posteriores a la visión. El castigo divino caerá sobre las naciones
enemigas del pueblo de Dios. Jerusalén será preservada y verá la llegada de su Rey el
Mesías. Pasaje Mesiánico: "Alégrate mucho, hija de Sión, da voces de júbilo, hija de
Jerusalén he a tí, tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde y y cabalgando sobre un
asno, sobre un pollino hijo de asna (9:9). Anuncio que el divino Pastor será vendido por
30 ciclos de Plata. Otra mención Mesiánica (Zacarías 12:10)"mirarán a Mi, a quien
traspasaron, y llorarán como se llora por su hijo unigénito..." Visión apocalíptica y
regreso del Mesías "Y se afirmaran Sus pies en aquel día sobre el monte de los
olivos..."Zacarías 14:4

Malaquías

Su nombre significa "Mi mensajero" o “mensajero mío” y la versión griega lo llama


“Ángel del Señor”. Profeta y autor del último libro del Antiguo Testamento; solo se le
conoce por este escrito, no hay referencia sobre su persona.

Contenido:

1. El amor que Dios manifestó a Israel al escoger a Jacob y no a Esaú no es


correspondido.

A) Los sacerdotes en las ofrendas, al presentar estos la peor en su ofrenda para Dios;
Amenaza de castigo sobre los sacerdotes que infringen la Ley de Dios, observado en el
pasado.

B) Denuncia de los matrimonios mixtos con paganos y del repudio de los esposas
legítimas. Dios establece que aborrece el repudio en el matrimonio.

2. Anuncio de la venida del Mesías y un enviado antes de Él. Tal vez el más
importante versículo, por la referencia Mesiánica del libro: "He aquí, yo envío mi
mensajero, el cual preparará el camino delante de mi y vendrá súbitamente a su
templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis
vosotros." Malaquias 3:2.

3. Llamamiento al arrepentimiento, por cuanto el Señor vendrá para bendecir, para


juzgar a aquellos que dicen que es en vano servir a Dios. Exhortación a recordar la Ley
de Moisés, anuncio de la venida de Elías, que preparará el día de Yavhé.

Cuando la profecía de Malaquías fue proclamada, los judío no tenían rey, sino un
gobernador (Malaquías 1:8 "tu príncipe".), seguramente nombrado por el rey de Persia
(Nehemías 5:14). El templo de Zorobabel existía ya y se ofrecían holocaustos sobre el
altar como en los tiempos antiguos (Malaquías 1:7-10). Así Malaquías es evidentemente
posterior a Hageo y a Zacarías. El 433 A.C Nehemías fue llamado a la corte de Persia. Es
posible que Malaquías redactara entonces su profecía. Así, la fecha de redacción se sitúa
probablemente alrededor del 433 o 432 A.C. Transcurrirá un período de 400 años entre
el último libro del Antiguo Testamento y los acontecimientos que narra el Nuevo
Testamento.

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