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SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS. SoLeDap VaRELA ORTEGA Universidad Autonoma de Madrid Si los descubrimientos en Gramitica surgen de examinar el campo lin- gilistico con una mirada renovada y de aplicar nuevas técnicas a su descrip- cién y anilisis, esto es, si nuevos entendimientos del hecho lingilistico se derivan del cambio de perspectiva y de la novedad en el utillaje analitico, el tema de este trabajo —que es ya un viejo tema dentro de los estudios gra- maticales— puede considerarse sino un adescubrimiento», al menos si un «ce-descubrimiento». La morfologia, que lo ocupé todo en un momento de la historia de la Gramatica y luego vino a supeditarse a la fonologia y a la sintaxis, perdiendo en consecuencia su protagonismo, se nos presenta ahora con un aspecto remozado desde la posicién de autonomia que vuelve a ocupar —al menos, en algunos modelos gramaticales. Como consecuencia de esta nueva orientacién, en los iiltimos afios ha surgido en la investiga- cién lingilistica un interés renovado sobre la interaccién entre la morfologia y la sintaxis asi como sobre los limites entre ambos componentes de la Gramitica. Aparte del hecho bien conocido de que ciertas combinaciones sintac- ticas han dado lugar, a lo largo de la historia de la lengua, a palabras in- dividuales con estructura morfolégica compleja y que, en el estado actual de la lengua, algunas agrupaciones fijas de palabras se comportan sintéc- * Ponencia leida en el XXVI Simposio de la Sociedad Espafiola de Lingtifstica. Este trabajo se ha beneficiado parcialmente de la investigacién que subyace al proyecto DGICYT, «Estructuras morfolégicas y estructuras sintacticas: las fronteras de la composicién» (PB- 96-0457-(03-02), del cual 1a autora ha sido investigadora principal. Revista Espanola de Lingiiistica, 29, 2, pags. 257-281. 258 SOLEDAD VARELA ORTEGA, ticamente como formaciones Iéxicas unitarias, hay aspectos generales de la gramatica en los que la interaccién de la morfologia y la sintaxis es evidente. Las distinciones morfoldgicas son utilizadas, junto a la funcién sintactica, como criterio clasificatorio para diferenciar las «partes de la oracién» o «clases de palabras». En efecto, morfologia y sintaxis tienen un vocabulario compartido, el que identifica a las clases de palabras 0 categorias gramati- cales, y éstas se reconocen tanto por su funcién en la oracién como por sus marcas formales o caracteristicas morfolégicas. Por otra parte, relaciones sintacticas como las que se establecen entre una categoria rectora y el ele- mento regido por ella 0 entre dos elementos coordinados tienen su reflejo en la palabra a través de los morfemas flexivos los cuales son, en este senti- do, «marcas de funcién». Decimos, asi, que la morfologia identifica catego- rias gramaticales y la sintaxis les atribuye funciones. Ademés de estos aspectos que ligan estrechamente la flexién a la sintaxis, la relacién de ésta con la morfologia se hace también patente en las palabras con morfologia derivativa 0 composicional. Si bien el andlisis morfolégico de las palabras en términos de afijos, temas y rai- ces es asunto independiente de su andlisis en términos de categorias sintacticas, es de observar que los constituyentes internos de las pala- bras compuestas y derivadas entablan entre si relaciones de dependen- cia semejantes a las que se dan entre los constituyentes de la oracién. Por otra parte, ciertos tipos de palabras que seleccionan a otras en la oracién lo hacen en raz6n de las propiedades formales que las caracte- rizan, es decir, de su constitucién morfolégica, determinando asi, en virtud de su idiosincrasia formal, una combinatoria sintéctica constante y predecible. Este es el caso, por ejemplo, de los llamados nombres de accién 0 eventivos los cuales se construyen con complementos «sujeti- vos» y «objetivos» de modo que comparten con el verbo del que deri- van un mismo esquema sintdctico de dependencias. Esto es asi preci- samente porque son nombres deverbales, es decir, porque son nombres que tienen en su base radical un verbo del cual han heredado esa capa- cidad de articulacién sintactica que no es, en cambio, compartida por otros nombres con diferente trayectoria derivativa Estos dos tiltimos aspectos de la relacién entre morfologia y sintaxis —que afectan a palabras compuestas y derivadas — son el asunto de este articulo, SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 259 I, PROPIEDADES CONFIGURACIONALES. ESTRUCTURA DE CONSTITUYENTES La sucesién Jineal en la que aparecen ordenadas las unidades menores que componen una palabra compleja no debe oscurecer el hecho —como no lo hace en sintaxis— de que es posible descubrir entre ellas una relacién jerarquica. En efecto, la palabra que llamamos «compleja» es una unidad de construccién dotada de estructura interna, como el sintagma o la frase, la cual suele tener por miicleo un elemento categorial determinado, si bien tanto el micleo como los demas constituyentes de la palabra son elementos subléxicos, esto es, morfemas ligados. Los morfemas, 0 constituyentes in- mediatos de la palabra, entablan entre si relaciones de dependencia o modi- ficacién de cardcter jerarquico. ‘Veamos algunos ejemplos. En un nombre como el de (1): (1) [[limpia}{(parabrisas]] los elementos que encerramos entre corchetes son los «constituyentes» de Ja construccién Iéxica mayor, del compuesto en su conjunto, y las relacio- nes de dependencia o de inclusién formal entre ellos —expresadas me- diante los corchetes jerarquizados correspondientes— reflejan las relacio- nes estructurales que se establecen entre ellos. No basta, por lo tanto, con describir en términos lineales la organizacién de una palabra como Ia de (1). La relacién de precedencia posicional entre sus constituyentes debe sustituirse por'la de precedencia jerérquica, esto es, debe formularse en términos de aquel constituyente que domina a los otros y aquel o aquellos que estan bajo el dominio de otro. En las palabras derivadas puede también identificarse una estructura de dependencias entre los diversos constituyentes subléxicos la cual no se co- mresponde necesariamente con la ordenacién lineal que puedan presentar éstos dentro de la palabra, Como es de esperar, en tales casos la interpreta- cién seméntica de la palabra compleja se deriva de la relacién de dependen- cia entre sus partes. Véanse a este respecto (2a) y (2b): (2) a. [[des[monta}}ble] = ‘que se puede desmontar’ b.*[desf{montaJble]]= **que no se puede montar / que no es montable’ 260 SOLEDAD VARELA ORTEGA frente a (3a) y (3b): 3) a. [[des{aconseja}]ble] b. [des{faconseja]ble]] que se puede desaconsejar’ = ‘que no es aconsejable’” Este tiltimo ejemplo muestra, ademés, la posibilidad de extraer mas de una interpretacién semantica del mismo vocablo —vocablo, pues, ambi- guo— segtin entendamos la relacién entre los morfemas que contiene. ‘A pesar de que, por lo general, se da una correspondencia univoca entre forma y contenido, existen ciertas construcciones léxicas en las que se produce, sistematicamente, un desajuste entre la estructura significativa y la formal (sea ésta de orden morfosintactico 0 de tipo morfofonolégico). Tales casos, denomi- nados genéricamente «paradojas de encorchetado» (Spencer, 1988), ponen de manifiesto que el mismo material morfoldgico se organiza de forma diferente segiin los distintos niveles de representacién. Veamos algin ejemplo Si queremos ser fieles al contenido seméntico del adjetivo antediluvia- no (‘anterior al diluvio’), es preciso postular la estructuracién que aparece en (4a). Ahora bien, anfediluvio no es palabra existente a la que pueda ad- juntarse el sufijo adjetival, de modo que la correcta segmentacién formal de la palabra es la que aparece en (4b) donde el prefijo se afiade, como es lo esperado, al adjetivo (diluviano):! (4) a. [[ante[diluviJJano] b. [ante[{diluviJano]] Existe otro conjunto de formaciones que suelen incluirse en el aparta- do de las «paradojas» porque se produce igualmente en ellas un desajuste entre la estructuracién formal y la semantica. Son construcciones como fisico nuclear, macroeconomista 0 hidrogedlogo. En realidad, es de su- poner que estos compuestos se han formado —sobre la base de relacio- nes asociativas de cardcter paradigmitico, no sintagmatico— a partir de otros compuestos (respectivamente, fisica nuclear, macroeconomia, hi- ' Bjemplo de estructuras Iéxicas compuestas contradictorias 0 «paraddjicas» son: [con- tra{golpe de Estado]} / {{contragolpe] de Estado] 0 [pos{guerra friaj] / [[posguerra] fria) Otro caso interesante a propésito del desajuste que se produce sisteméticamente entre la seg- mentacién formal y Ia significativa —puesto de manifiesto hace tiempo por Seco (1972)— es cl de ciertas formaciones con sufijo apreciativo como el adverbio /[[recientJisimaJmente] en el que el sufijo superlativo -isim- se une formalmente al adjetivo pero tiene abarque semantico so- bre la formacién adverbial («muy recientementer), SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 261 drogeologia) donde la combinacién de constituyentes resulta semantica- mente congruente. Se establece asi una equivalencia del tipo: dada la re- lacién entre fisico y fisica, fisico es a fisico nuclear como fisica es a fisi- ca nuclear. Las supuestas paradojas, en estos casos, dejan de ser tales si estas for- mas —incongruentes dentro de un andlisis que pretenda emparejar articula- cién morfo-sintactica y contenido significativo— se entienden como for- maciones sustitutivas que s6lo pueden ser analizadas con referencia al paradigma léxico global en el que se insertan, pues es aqui donde encuen- tran su motivacién (cf. Camus, 1996). El hecho de que la mayor parte de los elementos subléxicos, los morfe- mas, puedan ser asignados a una categoria gramatical especifica determina gue las relaciones de jerarquia entre ellos se establezcan del mismo modo que se establecen las relaciones de dependencia entre las categorias grama- ticales dentro del sintagma. Es fundamental, en este sentido, la idea de que las construcciones morfoléxicas, al igual que las sintécticas, pueden cons- tituir estructuras dotadas de nticleo (construcciones endocéntricas) o caren- tes de él (construcciones exocéntricas). El nticleo morfolégico determina todas las caracteristicas morfosintacti- cas de la construccién léxica (su categoria, propiedades de seleccién y dis- tribucién) y es, adems, el constituyente que impone la flexién de la pala- bra, del mismo modo que el nticleo de un sintagma determina la categoria y otras propiedades relevantes de su distribucién y expansién sintacticas. Los miicleos morfoldgicos, a diferencia de los sintagmaticos, tienen que seleccionar obligatoriamente un complemento: -cién 0 -dad, por ejemplo, tienen que proyectar en la estructura Iéxica el complemento seleccionado: un verbo y un adjetivo, respectivamente. En el caso de los compuestos, el niicleo léxico selecciona también, si bien optativamente su complemento o modificador. Tales exigencias se muestran en (5a) y (5b): (5) a. [contrata],<-—-cidn , [bon], y<: b. calienta--->[platos}, , {mal]<: En las palabras dotadas de sufijo derivativo, como contratacién, es por tanto el sufijo el nticleo. Seguin este andlisis, contratacién es un «nombre» por la misma razén que libros muy interesantes es un «sintagma nominal»: porque el micleo de cada una de estas construcciones (-cidn y libros, res- pectivamente) pertenece a la categoria «nombre». 262 SOLEDAD VARELA ORTEGA En el caso de los compuestos, el nticleo sera, asimismo, aquel constitu- yente que imponga la categoria gramatical a la palabra completa y que sea el elemento determinado. Consecuentemente, en el ejemplo propuesto mas arriba ((5b)), el compuesto malvivir es un verbo porque su niicleo (vivir) es un verbo. Semanticamente, ademas, hay una relacién de identidad entre el constituyente nuclear y el compuesto del cual el miicleo sera hiperénimo. En el caso de las palabras derivadas, la nocién de «niicleo seméntico», entendido como aquel constituyente que engloba seménticamente a la pala- bra compleja, su hipénimo, difiere de la nocién de «niicleo categorial» (Zwicky, 1985). En los derivados, el micleo, desde este punto de vista, es siempre la base léxica, no el sufijo, el cual, desde el punto de vista semanti- co, se constituye en una funcién del argumento representado por la base, tanto en los casos de derivacién sin cambio categorial (amarill-izo ‘que tira a amarillo’), como en aquellos donde el sufijo cambia la categoria de la ba~ se (amarill-ez ‘calidad de amarillo’) En algunos trabajos de teoria morfoldgica el niicleo de palabra se ha definido posicionalmente, identificandolo con el elemento subléxi- co © morfema colocado més a la derecha en la estructura Iéxica (Wi- lliams, 1981). De este modo, las palabras compuestas reciben un tra- tamiento conjunto con las derivadas ya que, en el caso de que éstas se deriven mediante un sufijo, es este morfema, colocado a la derecha de la construccién, el que se erige siempre en micleo o determinante de la categoria gramatical (adveni-miento,, empresari-al,,, rebland- ecer,, auténtica-mente,,,). Y, en el caso de que la derivacién se efec- tie mediante prefijo, es la base léxica, situada ahora en el extremo derecho de la construccién, el nucleo del derivado desde el punto de vista no sélo categorial sino también seméntico (sub-suelo,, @- moral,y, super-poner,, re-bién,,,). Esta estipulacién es valida también para los compuestos en el caso de algunas lenguas, como el inglés, en las que el micleo del compuesto se identifica sistematicamente con el constituyente colocado a la derecha de la construccién (ing. truckdri- ver, ‘camionero’, (lit) ‘camién-conductor’, es una clase de conduc- tor), pero no asi en las lenguas romances donde, junto a compuestos con nticleo a la derecha (librepensador, alta costura, videojuego), aparecen otros muchos con niicleo a la izquierda (guardiacivil, buque escuela, telarafia). SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 263 Examinemos atin otras dos propiedades que afectan a la configuracién de la palabra: la productividad y la recursividad. La productividad se ha utilizado en la descripcién gramatical para decidir qué es sintactico (lo productivo) y qué léxico (lo no productivo) (Wasow, 1977). Ademis, se ha utilizado para diferenciar el estudio de la morfologfa, en cuanto componente de la Gramatica que trata de la estructura intema de las palabras complejas «potenciales» o posibles, del Lexicén, lugar de almacenamiento de las palabras «existentes» o, en un sentido mas restringido, de las palabras here- dadas «impredecibles» o «irregulares» (Aronoffy Anshen, 1988). La productividad es, sin duda, un concepto tedrico que desempefia un papel importante en la argumentacién morfolgica” y que, sin embargo, no tiene relevancia en el anilisis sintactico, por redundante. Con todo, es posi- ble afirmar, en un cierto sentido, que hay esquemas sintacticos muy pro- ductivos (verbo copulativo + adjetivo) y otros tan poco productivos que slo se realizan en una determinada secuencia (verbo copulativo + de + ar- ticulo neutro + pronombre + adverbio negativo + verbo impersonal = ser de Io que no hay), como también es notorio que hay procesos sintdcticos mino- ritarios que afectan sdlo a algunas construcciones y otros que no tienen res- tricciones y son muy productivos. Por ejemplo, sélo con algunos verbos impersonales como parecer se admiten alternancias del tipo Parece que Pepe esté enfadado / Pepe parece estar enfadado; en cambio, la pronomi- nalizacién de un sintagma nominal se puede aplicar en todos los casos en los que sea seménticamente adecuado y, en consecuencia, puede conside- rarse un proceso sintdctico maximamente productivo. Que existan en sintaxis grados de productividad entre los distintos es- quemas formales o entre unos procesos y otros no es asunto esencial para la teoria sintactica, pues en sintaxis no tiene pertinencia un concepto —con- sustancial a la parte de la morfologia que se ocupa de la formacién de pala- bras— como es el mencionado antes de palabra posible pero inexistente, en el sentido de forma o unidad léxica no listada en el diccionario o no atesti- guada. Ademas de este concepto —que tiene relacién directa con el asunto de la productividad— esta el hecho de que las reglas de formacién de pala- bras, contrariamente a las sintacticas, son siempre opcionales. * Salvo, claro est, en el caso de la morfologia flexiva, de productividad general ilimitada si prescindimos de algunas excepciones como los nombres sin cambio de numero (pluralia y sin- gularia tantum) 0 los verbos de conjugacién defectiva. 264 SOLEDAD VARELA ORTEGA Cuando se dice que un esquema morfoldgico es productivo, en realidad se esti dando nombre a la intuicién que tiene el hablante de que es un esquema disponible para formar sobre él nuevas palabras, el cual, en caso de tener ex- cepciones, esta sometido a restricciones bien definidas. No obstante, es preci- so tener en cuenta que la productividad morfolégica no esti sélo regida inter- namente, esto es, determinada por la estructura de la lengua, sino que esta mediatizada, ademas, por factores externos como son el procesamiento léxico por parte del hablante o diferentes condicionamientos de orden pragmitico. Asi, podemos decir que la regla por la cual se forman diminutivos sobre bases adjetivales cualitativas (limpio > limp-ito, caro > car-ito...) es mas productiva que la que regula la aplicacién del prefijo re- con valor de repe- ticién a ciertas bases verbales (escribir > re-escribir, plantar > re-plantar, pero dormir > *re-dormir) y ésta, por su parte, mas productiva que la que forma verbos o nombres con el prefijo locacional so- (so-cavar, so-portal), apenas activa en el espaiiol actual. Frente a la frecuencia, entendida como el mimero de unidades con un afijo o con un esquema compositivo x listadas en el diccionario, lo que de- termina en morfologia el indice de productividad es la disponibilidad de un determinado esquema morfolgico —de una regla de formacién de pala- bras— para entrar en funcionamiento y producir nuevas palabras. Esta po- sibilidad esta condicionada internamente por dos factores esenciales: que el esquema o regla morfolégica en cuestién esté sometido a pocas restriccio- nes y que sea seménticamente transparente y regular. La productividad, por otra parte, no es un concepto absoluto, sino relativo (Aronoff, 1976). Por ejemplo, el sufijo nominalizador -miento es menos fre- cuente que otros como -cién, pero, sin embargo, es plenamente productivo apli- cado a formas verbales dotadas del sufijo -ec- (enriqu-ec-er > enriqueci- ‘miento), pues éstas s6lo producen nombres de accién con tal sufijo (*enriqueci- da, *enriqueci-cién, *enriquec-e...’ Como hemos dicho antes, productividad y regularidad son dos caracteristicas de la formacién de palabras estrechamente emparejadas: cuanto mas regular sea un proceso derivativo, més probabilidades hay de que se aplique para generar nuevas palabras. Este es el caso, por ejem- plo, del sufijo -dad que crea nombres abstractos de cualidad sobre bases adjeti- vales, en competencia con otros sufijos nominalizadores, de cualidad o de esta- EI tinico caso que pareceria escaparse a esta generalizacién es el de (des)aparecer > (des)aparicién pero esta forma «sufijada» no puede considerarse «derivada» ni seméntica ni formalmente en el espafiol actual SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 265 do, como -e2(a) (delicado > delicad-eza), -eria (pedante > pedanteria), -or (amargo > amarg-or). Al ser -dad elegido por la mayor parte de los adjetivos derivados y, en exclusividad, por los acabados en -oso con valor calificativo (ingeni-oso > ingenios-idad) y en -ble* (disponi-ble > disponibil-idad), la po- tencialidad de dicho sufijo se ve ampliamente incrementada. Aunque la recursividad es propiedad que caracteriza significativamente a las producciones sintacticas frente a las morfolégicas, en el caso de las palabras compuestas es posible apreciar cierto grado de recursividad, como muestran los ejemplos de (6):* (6) ex vice-primer ministro, preguerra civil, posguerra del Golfo Pérsico, (prefijos) negativo-privativo-reversativos, (acuerdo) hispanolusobrita- nico, (conspiracién) judeo-masénico-bolchevique, sala de estar-come- dor, abrillantalavaplatos, limpiabuque-cistema, pseudosecretos de Estado Asimismo, puede hablarse de recursividad, si bien aun més acotada, en el caso de las palabras derivadas, como muestran los ejemplos de (7a) y (7b): (7) a. paquete > (paquetar) > empaquetar > desempaquetar > desempa- quetacién b. plantar > implantar > reimplantar > reimplantable > irreimplantable Caso aparte es el de algunos derivados con prefijos los cuales permiten la iteracién porque son modificadores, adjuntos al nticleo léxico. Me refiero a prefijos que indican limites espacio-temporales 0 actitudes como anti-, pro-, meta-, ante-, pre- 0 post- que dan lugar a la aplicacién recursiva de un mismo procedimiento formal (ante-ayer > ante-ante-ayer > ante-ante- ante...ayer). La recursividad en estos casos es, como en sintaxis, irrestricta y esta limitada sélo por factores relativos a la produccién y el procesa- miento Iéxicos o por la falta de un referente plausible, pero no por una li- mitacién del mecanismo de formacién de palabras en si mismo. “ En algin caso, -ble admite otro sufijo sustantivador para nombrar algiin tipo de des: viacién o conerecién de la cualidad expresada por el sufijo general -dad: sensibil-idad = ‘ca- pacidad de sentir, calidad de las cosas sensiblesn; sensibl-eria = «sensibilidad exagerada». 5 Esquemas recursivos se dan de forma regular en el caso de los compuestos formados por los cuatro puntos cardinales, con recursividad a la izquierda: nornoreste, sursuroeste, oeste- nor(deste, estesuroeste. § Este tipo de formacién recursiva no debe confundirse con el fendmeno que se observa en palabras como bonisisimo, ahoritita, supersuperblanco, archiarchiconocido, extraextrafino 0 requeterrequetebueno donde lo que se produce es la «reduplicacién», con valor intensificador, 266 SOLEDAD VARELA ORTEGA Con todo, la recursividad en las formaciones morfoldgicas es limitada y de hecho una de las pruebas para diferenciar entre sintagma y compuesto es gue el tiltimo no suele admitir cualquiera de los adjuntos, modificadores o complementos apropiados a la categoria gramatical del micleo léxico, ex- pansion posible, en cambio, cuando se trata del sintagma, como ilustran los ejemplos de (8a), (8b) y (8c): (8) a. (de) muchas y variadas formas / multi(*variadi)forme; b. planicie alta y grande / alti(*gran)planicie c. guardar los muebles en el desvan / guardamuebles (“en el desvan) Un caso especial es el de los nombres de color, que pueden funcionar como sustantivos (un rosa palido) 0 adjetivos (blusas naranjas) con algu- nos rasgos propios de las formas compuestas (flores) azul palido / (flores) azul pélidas). En cualquiera de las dos funciones, sustantiva 0 adjetiva, es- tos nombres de color permiten modificadores y complementos en una suce- sin aparentemente no restricta que les acerca mas a las formaciones sin- tacticas que a las morfologicas (verde claro manzana, gris cielo apagado, rojo piirpura violdceo, azul intenso de Prusia) (Bosque, 1989). Los compuestos 0 lexias complejas, por su parte, permiten un tipo de expansi6n que es desconocida del sintagma, como es su ulterior ampliacién mediante afijos, como recogemos en (9): (9) bienaventuranza, veintidgsavo, pasamaneria, sietemesino, paragiiero, librecambista, quintacolumnista, centrocampista, semanasantera, va~ nagloriarse, cortocircuitar El sintagma lexicalizado y la locucién idiomética no suelen aceptar morfemas derivativos aplicado’ a la construccién en su conjunto, como mostramos en (10): (10) luna en(a) + ado, *sentido comin + ero/ista, *hacer de tripas co- raz6n + ismo de un afijo de tipo apreciativo. En este caso estamos ante un fenémeno de indole morfo- fonoldgica que afecta al aspecto connotativo de la palabra y no contribuye a formar palabras con nuevo contenido significativo. La reduplicacién, en el caso de los compuestos, puede en cambio crear nuevas palabras: builebulle, correcorre, picapica. SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 267 No obstante, es sabido que sintagmas plenamente lexicalizados pueden dar origen a cierto niimero de compuestos, como los que destacamos en (11): (11) _ entre comillas > entrecomillar, come y calla > comicalla, en si mis- mo > ensimismar(se), por Dios > pordiosero/ pordiosear, qué hacer > quehacer(es) II, RELACIONES GRAMATICALES EN EL INTERIOR DE LA PALABRA 2.1, Relaciones sintacticas. En las palabras morfolégicamente complejas se establecen conexiones entre la base léxica y el elemento afijal afiadido, en el caso de los derivados, o entre dos 0 mas formas libres, en el del compuesto, que dan origen a rela- ciones de modificacién y dependencia semejantes a las que se producen en la sintaxis oracional. La estructura léxica y la sintdctica muestran en este sentido similitudes evidentes de modo que resulta coherente hablar de una «gramética de la palabra», como se ha hecho desde distintas aproximaciones a la morfologia. Ahora bien, aun cuando es posible —y legitimo— recurrir a la sintaxis oracional para describir determinadas relaciones de dependencia dentro de la palabra, ello no implica que las formaciones léxicas tengan estatuto sintactico. La constatacién de que una pieza morfolégica compleja muestra una «sintaxis intema» se resume en el hecho de que las relaciones de dependencia que se dan en su interior estén sometidas a principios gramaticales bien establecidos, los cuales pueden ser definidos en términos sintacticos. Hay que tener presente, por otra parte, que ciertas propiedades distribu- cionales que caracterizan a las palabras complejas son privativas de la mor- fologia. Las unidades morfoldgicas estén sometidas a restricciones especifi- cas, como la de cohesién y ordenacién fija de sus elementos constitutivos, restricciones éstas no compartidas por las unidades con funcién sintictica. Hasta tal punto resulta inalterable la disposicién relativa de los morfe- mas que la propia denominacién que distingue unos morfemas de otros (prefijo / infijo / sufijo / interfijo / circunfijo) est basada en un criterio po- 7 Algunos autores (cf. Serrano Dolader, 1995) distinguen entre derivados de compuestos, como / [antepech] ado], derivados de sintagmas lexicalizados, del tipo «en si mismo» > [ [en- simism] ar], y composicién y derivacién simultaneas o ‘parasintesis’, asi [ (doce aii(os)]fisia] ] > doceanista, 268 SOLEDAD VARELA ORTEGA sicional. Por otra parte, las clases de morfemas que se reconocen en fun- cién de su naturaleza funcional o léxica (flexivos frente a derivativos) se distribuyen también con arreglo a un orden propiamente morfolégico: en la estructura de palabra, la afijacién derivativa precede a la flexiva (Clulillrespeti]os] 40] 1S] re) Ys or 10 que respecta a la sufijacién, los su- fijos derivativos preceden a los evaluativos y éstos, a su vez, a los sufijos flexivos ({[[[moned] er] suit] 0] tx)» Junto a estas particularidades de la estructura léxica, extrafias a la sinta- xis oracional, es de notar que ciertas palabras complejas, asi los compues- tos, tienen una estructura cuasi-sintactica. Estas construcciones morfolégi- cas estin constituidas generalmente por formas libres que, como piezas léxicas que son, se combinan en una estructura sintactica y establecen entre ellas relaciones gramaticales inequivocamente sintagmiticas. Los com- puestos hacen uso esencialmente de los mismos mecanismos que utiliza la sintaxis para la organizacién de los sintagmas. De hecho, en su interior se dan los mismos tipos de relaciones que se dan en la oracién y ninguna de las combinaciones categoriales ajenas a la sintaxis aparece productivamente en la morfologia composicional. En primer lugar, hay constancia de las mismas relaciones basicas de la sintaxis: la parataxis, bien coordinativa (sopicaldo, agridulce), bien yuxta- positiva (hispanofrancés, lecto-escritura), y la hipotaxis (limpiabotas, bo- cacalle). En segundo lugar, los tipos de constituyentes que aparecen dentro de la palabra se dan también en la sintaxis oracional: complementos (para- rrayos), modificadores cualificadores (malgenio, brazicorto) 0 cuantifica- dores (bianual, cuatrimotor), y adjuntos (aerotransportar, anteponer). El hecho de que en el interior de los compuestos espafioles no se den combinaciones de preposicién + adverbio, verbo + preposicién o adverbio + nombre, entre otras, y que estén descartadas ciertas ordenaciones como nombre + preposicién no puede ser ajeno a que tampoco son éstas combi- naciones y ordenaciones encontradas en la sintaxis oracional *, Que en los compuestos formados por la combinacién de adjetivos cali- ficativos —asi los de (12a)— sdlo se dé la coordinacién, y no la subordi- nacién, debe ponerse también en relacién con el hecho de que en la sintaxis oracional un adjetivo calificativo no puede depender de otro, como mos- tramos en (12b): ® No obstante, hay algiin caso manifiestamente contradictorio como es el de los parasintéti- cos sobre base adjetival, con preposicién prefijada, del tipo en-dulz-ar 0 a-grand-ar. SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON La SINTAXIS 269 (12) a. [[agr}ifdulce]], [[elar][oscuro}] », *{{maleta grande] nueva] En cambio, en el caso de los adjetivos relacionales, la morfologia no sélo admite la coordinacién, como en (13a), sino también la subordina- cién, asi (13b), en perfecto paralelismo con lo que ocurre en la sintaxis oracional donde los adjetivos relacionales también se pueden modificar entre si, como vemos en (13¢): (13) _ a, (cuestiones) politico-econémicas, (relaciones) hispano-britinicas b, [franco[canadiense}}, (nacionalfsocialista]], {[clase media]alta}, ({decimo}noveno} ¢. [[produccidn eléctrica} espatiola] Por lo que respecta a la combinacién nominal, en morfologia encontra- mos casos en los que un nombre depende de otro en aposicién (ciudad dormitorio), al igual que en sintaxis (Madrid ciudad), 0 en los que un nom- bre es complemento adyacente de otro (bocacalle), relacién ésta que en sintaxis se expresa por medio de una preposicion (reloj de oro). ‘Tampoco puede ser ajena a la sintaxis la escasa presencia en morfologia de verbos compuestos de dos verbos coordinados —en tales casos el resul- tado en espafiol suele ser un nombre (tencontén, duermevela, subibaja— porque, de ocurrir, cada uno de ellos necesitaria completar su régimen y, de no tener el mismo (como es, en cambio, el caso de dormisestear < dormir + sestear), la construccién léxica resultaria «sintécticamente» mal formada. ‘Algunas de las restricciones que observamos en relacién con las pala- bras derivadas pueden también explicarse desde principios sintacticos gene- rales. Asi, el que la preposicion, contrariamente a las demas categorias léxi- cas mayores, no entre en procesos derivativos (no hay preposiciones prefijadas 0 sufijadas) debe ponerse en relacién con determinados requisitos léxico-sintacticos como el hecho de que esta categoria sea una marca de funcién, no pueda constituir por si sola un constituyente oracional y esté obligada a ir acompafiada de su complemento (fen*(casa)]..)°. A pesar de que la referencia a la sintaxis oracional pueda explicar los tipos de dependencias entre constituyentes y las combinaciones categoriales * Cuando tales requisitos se cumplen, entonces la preposicién (con su régimen) se vuelve un elemento capaz de combinarse con un sufijo derivative, como ocurre en el caso de los ver- os «parasintéticos»: en--edrcel > encarcel-ar, a*luna > alun-izar. 270 SOLEDAD VARELA ORTEGA que se dan en la palabra, no es en cambio cierto que toda configuracién sintéctica en el Ambito de la oracién pueda realizarse en el Ambito del léxi- co, fundamentalmente por el hecho de que Ja palabra muestra lo que po- driamos llamar una «sintaxis empobrecida» que no sobrepasa el nivel de la categoria léxica, es decir, el nivel de la palabra, sin capacidad, por tanto, de proyeccién o expansién al nivel del sintagma. Dentro de la palabra compuesta no se dan, en consecuencia, predicati- vos, no s6lo porque estos complementos dependen de dos constituyentes sintagméticos, que actiian de manera composicional (E! nifio duerme tran- quilo / Juan come las patatas crudas), y en la palabra no se dan constitu- yentes de doble dependencia, sino también porque los predicativos se tefie~ ren siempre a nombres «determinados» y en la palabra no caben nombres acotados referencialmente. Tampoco se da en el interior de la palabra la relacién nombre-sujeto + verbo (afilaldpices pero *méquinafila) porque es ésta una relacién estructural que implica un contomo sintictico que sobrepasa la mera combinacién de categorias léxicas quedando el sujeto fuera del ambito de reccién del verbo. Puede afirmarse, en términos generales, que en el nivel subléxico los cons- tituyentes respetan también la misma ordenacién canénica (micleo-comple- mento, nicleo-adjunto, modificador-niicleo 0 micleo-modificador) que en el sintagma libre. Los casos que se escapan a la sintaxis general por no preservar el orden de palabras regular, como los de (14), bien son formas heredadas en com- posicién del latin, bien préstamos, calcos o adaptaciones de otras lenguas que se han incorporado al léxico espafiol con una sintaxis fordnea pudiendo, en algunos casos, servir de base para creaciones anal6gicas autéctonas. (14) ferrocarril, drogodependiente, viandante, librepensador, bienhechor, telespectador, radioaficionado, aireacondicionado, autoescuela, cine- club, camping-gas, larga distancia, tercer mundo 2.2. Relaciones seménticas 0 «temdticas». Ademas de poder describir las relaciones entre los constituyentes de una palabra compleja en términos de dependencias sintécticas, también puede observarse que palabras con una morfologia particular esconden relaciones seménticas 0 «tematicas» bajo una estructura aparentemente simple. Dado que, como se ha sostenido antes, en la palabra compleja es posi- ble reconocer un micleo, éste, en caso de ser un predicado, puede llevar ar- gumentos, esto es complementos seleccionados seminticamente. Cada uno SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 271 de estos argumentos se corresponde con una funcién seméntica 0 «papel tematico». Las propiedades léxico-sintdcticas de los predicados regulan esencial- mente de la misma manera la seleccién, ya sea léxica o sintéctica, de sus argumentos. Asi, un predicado verbal como quitar proyecta un argumento- tema tanto en el sintagma quita (el) esmalte como en el compuesto qui- taesmalte. Otra cosa es la interpretacién semantica final del compuesto, la cual no se obtiene a través de una mera pardfrasis —asentada en la suma de los significados de sus componentes—, porque el compuesto, como toda palabra con una funcién designativa, se identifica con el elemento denotado de manera especifica y automitica, ‘Aunque los constituyentes puedan aparecer en diferente orden en cada subsistema, en el sintactico y en el morfolégico, de tal modo que la posi- cién de los argumentos dentro de la palabra pueda ser distinta de la que ocuparian en el sintagma o en la oracién, las relaciones seménticas no se modifican. Reparese, por ejemplo, en los ejemplos de (15): (15) a. quebrar las piernas / perniquebrar b. dependiente de la droga / drogodependiente c. que queda mal > malqueda En morfologia funcionan basicamente los mismos principios generales de asignacién de papel semantico que en sintaxis: el elemento que recibe papel seméntico debe estar regido por el que lo confiere, siendo los micleos Iéxicos los tinicos que tienen capacidad de reccién (cf. Demonte, 1989). La exigencia de seleccién seméntica explica que no se den compuestos como los de (16a), en los que el elemento incorporado en el deverbal no es el tema sino el agente, por lo demas sujeto del predicado, ya vetado por ra- zones estructurales. Por otra parte, la extrafieza que causarian compuestos como los de (16b) puede ser explicada también por razones seménticas pues, ademas del tema, el predicado dar del primer compuesto debe pro- yectar o realizar morfolégicamente un argumento con el papel de meta o destinatario y el del segundo, poner, un argumento locativo. Al estar la es- tructura argumental incompleta en ambos casos, las formaciones léxicas tienen que resultar necesariamente extrafias ". "© En el caso de que el verbo permita la elisién del segundo argumento, que queda im- plicito, el compuesto con incorporacién del primer argumento también resulta una forma- cidn natural. Esto ocurre con los objetos indirectos que, siendo genéricos y humanos, 272 SOLEDAD VARELA ORTEGA (16) a. *nifionada, *tenorcanta , 22el) dalimosnas, 22(el) ponelibros En el caso de Ja palabra derivada, el micleo predicativo puede realizar sus argumentos dentro de Ja palabra a través de un morfema ligado, como en (17a), 0 por medio de constituyentes externos a la formacién léxica, co- mo en (17b)'", Es decir, el argumento del predicado puede ser seleccionado bien morfoldgicamente, esto es, dentro del compuesto 0 del derivado, bien sintacticamente a través de un complemento externo. Lo que no puede es realizarse de las dos maneras al mismo tiempo, como demuestran las cons- trucciones inaceptables de (17¢): (17) a. cobrador, empleado ». la demostracién del problema por el matemético c. *maniatar las manos, *(el) lavavajillas de vasos, *(el) coleccio- nista por el aficionado , *(el) empleado de becarios En las palabras derivadas podemos apreciar una diferencia entre sufijos argumentales, que contraen relaciones semanticas predecibles con la base léxica predicativa —asf los de (17a) més arriba ademas de los de (18a) que recogemos a continuacién— y aquellos otros que no tienen contenido ar- gumental, como los de (18b): (18) a, fuma-doreues CANIMCy pags CAICUIA-GOTE ernass €SCTI-A eqs CMPICA-TO en, b. critic-<én, freg-ona, pega-mento, resulta-do En diltimo lugar pasaremos a examinar lo que se denomina en la teoria morfol6gica actual: pueden ser sobreentendidos: saca los cuartos (a la gente) > sacacuartos, quita las penas (a os hombres) > quitapenas. Lo mismo puede suceder con ciertos verbos de movimiento y anilogos que indican implicitamente un lugar bien definido al que va 0 del que procede el elemento movido: saca las corchos (de las botellas) > sacacorchos 1 Bsta doble posibilidad se recoge en la denominacién «estructura argumental intema» frente a westructura argumental extemay, alas que nos referiremos enseguida (cf. § TIL). SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 273 III. ESTRUCTURA ARGUMENTAL INTERNA Y ESTRUCTURA ARGUMENTAL EXTERNA DE LA PALABRA COMPLEJA 3.1. Proyeccién léxica de los afijos derivativos Determinados afijos necesitan tomar en cuenta ciertos rasgos concretos de las bases léxicas para poder combinarse satisfactoriamente con ellas. Esta combinatoria, restringida, entre otros, por rasgos de caracter sintdctico, es parte de la «sintaxis interna» de la palabra derivada. Por lo general, es ésta una particularidad esencial de los sufijos y no de los prefijos, los cuales se caracterizan por tener una combinatoria categorial menos rigida aunque, como veremos ms adelante, son sensibles a ciertas propiedades semanticas, en concreto aspectuales, de los predicados verbales. Los afijos seleccionan sus bases en atencién a varias caracteristicas que podemos reconocer como «sintacticas» en el sentido de que son caracteris- ticas de naturaleza combinatoria en las que desempefian un papel crucial las categorias gramaticales involucradas y otros rasgos subcategoriales que de- finen a las clases de palabras. Concretamente, los afijos seleccionan sus ba- ses de acuerdo con rasgos (a) categoriales, (b) contextuales y (c) aspectua- les. Veamos algiin ejemplo de cada uno de estos casos. a) Categoria gramatical de la base: como sabemos, todo sufijo esté subcate- gorizado para una categoria léxica determinada. Por ejemplo, el sufijo - (i/e)dad que crea nombres abstractos en espafiol se adjunta sdlo a adjetivos, como también el sufijo -mente que forma adverbios. Asi lo muestran, res- pectivamente, los ejemplos de (19a) y (19b): (19) a. mal-dad, nec-edad, barbar-idad b. mala-mente, necia-mente, barbara-mente En algunos casos, las precisiones categoriales tienen que ser complementa- das con especificaciones morfoldgicas y seméntico-sintécticas més precisas, muestra de la interrelacién entre componentes de la gramética en la creacién lé- xica. Este es el caso, por ejemplo, de ciertos adjetivos denominales (americ-ano < América, dent-al < diente), identificados semanticamente como «relaciona- les» y delimitados por un comportamiento sintéctico particular: no se anteponen al nombre (*la americana invasién) y no pueden ser micleo del predicado (*la 274 SOLEDAD VARELA ORTEGA invasion es americana). Tales adjetivos, en su acepcién relacional, no aceptan el sufijo de cualidad -(v/e)dad ni forman adverbios en -mente (cf. Bosque, 1989), como mostramos en (20a) y (206), respectivamente: (20) a, *dental-idad, *naval-idad, *seder-idad (pero sedos-idad) b. *dental-mente, *naval-mente, *sedera-mente (pero sedosa-mente) El hecho de que en morfologia resulte preciso especificar que los sufi- jos -(i/dad 0 -mente se afiaden a unos tipos de adjetivos y no a otros, es una muestra mas de un condicionamiento de carécter morfosintactico. b) Rasgos contextuales de la base léxica: los adjetivos en -do de inter- pretacién activa 0 «sujetivos» son un buen ejemplo de la relacién que es- tablece el sufijo con la sintaxis del verbo que esta en su base. Se asignan tanto a verbos transitivos (21a), como a verbos intransitivos pronominales (216) y a intransitivos no pronominales (21¢) (Beniers, 1994). Esta clasi- ficacién, sin embargo, puede simplificarse algo mas en términos sintacti- cos, pues es de notar que los casos de adjetivos derivados de verbos in- transitivos —(21b) y (21c)— corresponden todos ellos a verbos inacusativos o deponentes. Por otra parte, estos adjetivos procedentes de verbos deponentes requieren en algunos casos una especificacién adicio- nal para poder realizarse como tales adjetivos activos 0 sujetivos: cierta acotacién temporal, locativa, cuantitativa 0 modal, como muestran los ejemplos de (21d) (Varela, 1996): (21) a. agradecido, entendido, organizado ». arrepentido, cansado, enojado c. callado, desaparecido, muerto 4. (nifio) recién,.., nacido, (tren) Hegado de Iriin., (familia) venida a MENOS ayy Bie VeNICO Otro ejemplo de restriccién morfosintéctica, en donde desempefia un papel decisivo la relacién que el sujeto establezca con el verbo, se encuen- tra en los derivados en -dor. Este sufijo sélo se adjunta a verbos con argu- mento «externo» (22a), de modo que es incompatible con aquellos verbos inacusativos o de argumento «interno» (2b): (22) a. fumar > fumador, vencer > vencedor, trabajar > trabajador b.*llegador, *moridor, *desaparecedor, *durador, *terminador, *ocu- rridor, *existidor SOBRE LAS RELACIONES DE LA MORFOLOGIA CON LA SINTAXIS 275 El léxico reconoce, también por medio de la morfologia, distintas es- tructuras sintdctico-semédnticas y a menudo produce derivados formalmente diferentes para dar cuenta de ellas. Por ejemplo, entre los nombres de ac cidn derivados de romper, obtenemos (23a), si lo roto es un objeto no mate- rial, y (23b), si el objeto es material: (23) a. ruptura / rompimiento (de las relaciones) b. rotura (del cristal) Las nociones de accién y resultado o efecto de la accién suelen estar re- presentadas bajo la forma de un mismo nombre deverbal (construccién, planteamiento, lavado, cdlculo), como bien sefialan los diccionarios, pero a veces la morfologia diferencia estas nociones (véase (24) que se corres- ponden con estructuras sintacticas claramente diferentes (Picallo, 1991) (24) comunicacién/comunicado, dedicacién/dedicatoria, invencién/ invento, conservacién/conserva(s), producciér/producto, hinchamiento/hin- chazén Algunos nominales, por iiltimo, presentan alomorfos que se especiali zan para cada uno de los casos que acabamos de comentar: si el objeto di- recto del verbo es un objeto material o no material y si el deverbal hace re- ferencia a la accién 0 al resultado de ésta, como en (25a). Ciertos prefijos son sensibles, por su parte, a la condicién del nominal: se pueden asociar a é1 si denota una accién 0 un evento, asi (25b), pero no son compatibles con el nominal si éste hace referencia al resultado de la accién, como en el ejemplo de (25¢): (25) a.abrir> apertura,,,..., (de las negociaciones) > abertura, unio b. reapertura, coproduccién, autovaloracién, c. *reabertura, *coproducto, *autovalor La tervera caracteristica que influye en la seleccién afijal tiene que ver con los: c) Rasgos aspectuales de la base: en efecto, la naturaleza de la accion ver bal, esto es, Jo que entendemos de manera laxa por propiedades aspectuales, determina la adjuncién de algunos afijos, en conereto la de algunos prefijos. Este es el caso, por ejemplo, de los prefijos a- y en-, los cuales no pueden combinarse con verbos télicos o perfectivos, es decir, con predicados en los que la accién descrita por el verbo apunta, en su expresién natural, a un 276 SOLEDAD VARELA ORTEGA punto final o a Ja culminacién del proceso, como en (26a) (DiSciullo, 1996)". Bl caso contrario lo suministra el prefijo re- de repeticién, el cual selecciona productivamente bases verbales télicas, mas precisamente predi- cados que denotan actividades de una cierta duracién que culminan en un resultado, como los de (26b) (Martin Garcia, 1998) (26) a. *en-alcanzar (en-cubrir), *a-nacer (a-traer) b. re-abrir la ventana, re-construir la casa, re-plantear el problema Las restricciones aspectuales son también patentes con los predicados adjetivos. Asi, in- no se prefija a bases adjetivales télicas (0 perfectivo- desinentes, en terminologia de Bello), como muestran los ejemplos de (27), y, en cambio, se une productivamente a adjetivos atélicos (o perfec- tivo-permanentes), como los ejemplificados en (276): (27) a. tin-harto, *in-lleno, *in-enfermo b. in-fiel, im-puro, i-rregular 3.2. Proyeccién sintéctica de las palabras derivadas El hecho de que determinados afijos tomen en consideracién ciertos rasgos sintécticos que caracterizan a la base Iéxica a la que se afiaden y el que tengan propiedades categoriales, argumentales y aspectuales tiene un claro reflejo en el comportamiento sintéctico, en la distribucién sintéctica o «sintaxis externa», de la nueva palabra derivada. La relacién composicional que se establece entre el sufijo y la base lé- xica en una palabra compleja se refleja claramente en el comportamiento sintictico de la palabra derivada. En este sentido, podemos afirmar que la morfologia incide en la sintaxis de manera directa. Como en sintaxis, las unidades que componen 1a palabra compleja, sus constituyentes, definen Ambitos 0 dominios en donde se reflejan mu- chas propiedades de la unidad mayor y es en este sentido en el que deci- mos que el comportamiento de la palabra derivada es consecuencia de su constitucién intema. ‘Algunas propiedades sintacticas de las bases, en particular su estructura argumental, se reflejan en las piezas léxicas derivadas que se constituyen en "2 Estos prefijos, aunque con poco rendimiento, pueden adjuntarse en espaiiol a ciertos ver- ‘bos imperfectivos 0 atélicos a los que vuelven perfectivos, como es el caso de los causativos a- semejar 0 a-callar y en-cerrar 9 en-cubrir (Varela y Martin Garcia, 1999).

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