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gilbert simondon la individuacion Cacius LaCebra Gilbert Simondon La . 2 a2 individuacion ala luz de las nociones de forma y de informacion Capfruto secuNbo: FORMA Y ENERGIA.. 1. Energfa potencial y estructuras 1 Energia poencal y realidad del ssemas epuisalncia dels energis poten- ies disimerra e intercambios energéveos.(91) 2 Diferenesérdenes de ener (gia potencial; nociones de cambios de fae, de egulibrioestable y de equilbrio ‘metaestable de un extado. Teoria de Taramann. (97) I, Individuacién y estados de sistema... 106 1 Individucin formas alotrpieas cians: ery relaién (108) 2 La individuacién como genesis de las formas critalinas a partir de wn estado amor- fo(\'8) 3. Consecsencasepstemoligias realidad de la reaciiny noc de ‘stance. (130) CaPfTuLo TERCERO FORMA Y SUSTANCIA..... sees 139 1. Continuo y discontinu0 nn: 139 1 Rol fincional dela dscontiidad. (139) 2. La ansinomia de lo continuo y de ls dscontinno, (143) 3. El métods analigico. (146) UL. Particula y energla 1. Sustanciliome yenergctism. (157) 2. El process dene.) (proceso indusivo.(172) IIL El individuo ao sustancial. Informacién y compatibilidad. 1.0.00 177 1. Coneepeitn rlatviea 3 nocién de individuacin fsica. (X77) 2. La teoria cubatiea: nociin de operacin fica elemental en tanto insera ls aspectos complementarios de continuo y discontinue, (89) 3. La toria de la doble solncién on mecinia ondalatoria. (206) 4. Tapologta,cronologia y orden de smagritud de la individuacién sia. (217) . La indi juacion de los seres vivientes (227) CaPfruLo PRIMERO INFORMACION Y ONTOGENESIS: LA INDIVIDUACION VITAL sss. 229 1. Principios para un estudio de aindividuacin de lo vivient@.on 229 1. Indiiduacn viel informacdns los nieces de organicaibn actividad = ‘aly asvidd piques, 229) 2. Los ives sucesivos de ndividuacibn: vita, priquico,transindvidua. (241) Tl Forma especfica y sutanciavvient. 246 1. Infctenia del nocibn deforma expec ncn de individ puro carder no unooco dela nocion de individu. (246) 2 Bindi come polavidad:mcione de gers nterna.y de génei externa. (252) 3. Indiv ‘huaidn y reproduccbn. (256) 4 Indifrenciacién y dediferenciacién coma Condiciones de a inividwacton eproducora. (263) CariTuLo SEGUNDO. INDIVIDUACION E INFORMACION, ssssseseeeaeies 281 |. Informacién e individuacién vital. snes 2B 4. Individuacén y reglmenes de informacién. (281) 2. Regimenes de infor ‘acim yrelacones entre individues (290) 3, Individuacibn, informacién y ctructura del individuo, (298) I, informacién y ontogénesi on seen BOB 1. Nocién de una problemiticaontogendrca (303) 2 Individuacibny adapta- idm. (310) 3. Lites dela indieidaciin de lo vviense, Cardcte central del ser, Nasuraleca de lo colectvo. (317) 4. Dela informacién a a sigifcacdn, (827) 5. Topolegia ontogéness. (334) Ill, La individuacién psiquica (343) CaPfrUuLo PRIMERO LA INDIMIDUACION DE LAS UNIDADES PERCEPTIVAS Y LA SIGNIFICACION 345 1 Segregacin de les nidades percepsvas;seoriagenttcay tori dela eaptacién Irolistica el determinisma de la Buena forma, (343) 2. Tens priguca y grado de ‘metacsiabilidad. Buena forma y forma geoméirias los diferentes tipos de equilibrie (249) 3. Relacidn entre be sgrogacibm dels unidadespereptivas los demas pos de individuacién, Metacsabildad y torka de la nformacin en tecnologla yn Dpiiclogia. (351) 4. Iniroduceén de a mocién de sariaciin endntca en la represen “acim cel individuacion pelguica, (354) 5. La problemaica perceptive: cantidad de informacion, cuabidad de informaciby, intensidad de informacién. (355) Carfruto secuNDo- InDIVIDUACION Y AFECTIVIDAD .. 365 1. Concienciaeindividwacnscardetr cudntice de la conciencia. (365) 2. Signif cacitn dela subconciencia afectva, (366) 3. Le afesividad en la comanicacin y la ‘expresibn. (968) 4 Lo transindividaal. (371) 5. La angustia. (378) 6. La problems- sea afeesiva:afeccin y emocibn. (381) CaPfTuLo TERCERO PROBLEMATICA DE LA ONTOGENESIS E INDIVIDUACION PSIQUICA. ..389 1 La siguificacién coma crterio de individuaci6n, (389) 2. La relacién con of medio. (394) 3. IndividuaciOn, individalicacién y perconalicacibn. El bsustancia- smo, (395) 4. Insufiencia de la nocién de adapiacién para explicar la individwa- ‘ibn priguica. (405) 5. Problerdtca dela veflexividad en la individuacién. (440) 6, Necerdad dela ontogénesis potquica. (423) 1V, Los fundamentos de lo transindividual y la individuacién colectiva. (433) CaPtTULo PRIMERO Lo INDIVIDUAL ¥ LO SOCIAL, LA INDIVIDUACION DE GRUPO. «s.101.435 1 Tip sci ep indinital. (95) 2. Grapes de ntervidady rapen de tee roid (137) 3 Lara ied come stra de lacs (39) 4 ae UG lennin de cca del bombrey de uanapaegie (A) 5. Non de ian 2 gp 484) 6 olde ncn on hi de grape (445) 2, nia deepen vil) 8 Reed pa dal pia taf der 59 Carfruto segundo Lo COLECTIVO COMO CONDICION DE. SIGNIFICACION 457 1 Slide iis enna desi 02 Sr’ inden U0) 3 Loot beta Orla swan tole om sfc orp tiger ke sprites tte ro ale mn 4) Conclusién ay PROLOGO INDIVIDUAR. DE CRISTALES, ESPONJAS Y AFECTOS por Pablo Esteban Rodriguez He aqut un libro a partir del cual hay que pensar todo de nuevo ~pretensién que han tenido no pocos filésofos~ y hay que actuar de ‘modo diferente —consigna ain incumplida. Pero, fundamentalmente, este es un libro a partir del cual hay que replantearse as relaciones entre pensamiento y accién ~anquilosadas por tanto manoseo— hasta llegar a Ivetlas. Gilbert Simondon, que vivié en la mis absoluta diserecién durante la edad de oro del pensamiento francés del siglo XX, eransita esta ambicién con mucha paciencia y nos exige una gimnasia y una di- gestidn inactuales. Entre los muchos que estén redescubriendo su obra a través de congresos, libros y exhumacién de sus cursos, hay quienes dicen que estamos ante una suerte de Hericlito, a quien llamaban vel Oscuroy. En realidad, la vocacién de Simondon por la claridad esté fuera de duda, pero es cierto que se adentea en una «ona oscura» del pensamiento occidental a través de una serie de bifurcaciones, La primera bifurcacién que realiza Simondon se refiere a la tan mentada separacién entre las ciencias de la naturalera y las ciencias del espiritu, Ni el viejo enciclopedismo de la Tlustracién ni la inter n PXPLO ESTEBAN RODRIGUEZ © transdisciplinariedad de la que se habla hoy han podido abolir la ivisién del urabajo por la que el filésofo es el fildsofo, y el cientifico, cientifico. En El modo de existencia de las objetos tdenicor, que es la continuacién de este libro (es su tesis de doctorado secundaria, y esta obra la tesis principal), Simondon es muy enfitico al atacar aquello ite Charles Peitce Snow formulé célebremente como el «problema de las dos culturas», la humanistica y la cientifica, que se acusan mutta mente de los peores defectos y, cuando se aproximan, solo hacen por heteje necesidad de legitimacin. Para Simondon, Tales, Anaximenes © Anaximandro no son sélo «fildsofos presocréticos», sino tambien «fisidlogos jonios», y mis atin, eos primeros técnicoss. Lucrecio es puesto a discutir con la fisica atémica actual sobre la base del vinculo cenite individualidad y singularidad en 1a materia. Un episodio de ‘Zacavustra se transforma en un caso emblemiético de superacién de las trabas impuestas por nuestras maneras de entender la tensi6n entre in~ dividuo y sociedad, Fildsofos y cieatficos comparten un mismo plano de composicién, No se explican ni se sirven el uno al otzo. La fisica atémica, potestad de la Big Science moderna, debe enfrentarse con los aromistas de siglo VIL 2.C., potestad de la historia de la flosofia, ‘no como pirueta conceptual ni como una concesién bondadosa a la mentalidad precientifica, sino porque habitan el mismo terreno. En definitiva, uno de los padres de la ciencia moderna, Istac Newton, no cra en su tiempo un cientifco, sino un efilésofo natural». Simondon hha vuelto a plantear la importancia del nacuralismo en un tiempo en aque la naturaleza estd demasiado cargada de significaciones, no sélo por la fisica sino también por la biologia y la ecologla, y esto supone decribar las fronteras impuestas por las usinas educativas modernas. Con Simondon hemos vuelto a ser contemporineos de Newton, de Galileo, de Lucrecio y de Anaximandro. 1a segunda bifurcacién de Simondon con su tiempo ¢s la im- portancia que le otorga a Ja nocién cientifica de informacién. Pocos pensadores, con la excepcién de Raymond Ruyer y Martin Heidegger, fueron capaces de realizar tan tempranamente ya en los afios 50 (ambas tesis de Simondon fueron defendidas en 1958) una critica integral del mundo que aparecia con una nueva entidad, la informacién, que segtin los cientificos de esa época es inmaterial dado que no es ma- 2 INDIMIDUAR, DE CRISTALES, SPONJAS Y AFECTOS teria ni energia-, que tiene propiedades organizacionales, que posce luna estructura matemtica y que reine a seres vivos en genera, seres hhumanos en particular y seres artificiales en un mismo grupo. Segiin Simondon, para captaz [a potencia de estas definiciones es preciso desembarazarse del esquema hilemérfico (kyle, materia, y morphos, forma) que descle AristSteles considera que la actividad técnica consiste cen dar una forma a una materia inerte segin una finalidad conocida por el hombre. Esta idea de informacion muestra que las cuatro causas aristotdicas estén condensadas en la materia misma y que dar forma, in-formar, es una operacién que se da tanto en el plano de lo vivo como en ef de lo artifical, sin que la conciencia y la fueraa del hombre sean necesaria. La teoria de la informacién, rodeada de la cibernética y la teorfa de los sistemas, tambien postula que el establecimiento de fines para la accién no es privativo del hombre, sino que se extiende a lo vivo y lo artificial. Por lo tanto, si dar forma o tener un fin no son hechos exclusivamente humanos, se abre a puerta para el surgimiento de un nuevo humanismo, un humanismo no moderne. De todos modos, el determinismo sigue siendo demasiado fuerte en Occidente yla informacién fue convertida répidamente en una nueva sustancia, tratada como tal, convertida en una nueva megaforma que condicio- nna toda materia, asignadora de todos los fines, origen tinico de una transformacién cientifco-técnica inversa a la deseada por Simondon. Los artfculos prét-t-porter de propaganda hablan de la eevolucién digital», pero las relexiones mds seria, que usan como escudo la igu- 12 tradicional del intelectual que enuncia verdades, también quedan atrapadas en esta economfa simbélica de la informacién, Mas que asumir ef mundo digital como cierto y condenarlo o celebratlo, hace falta cuestionar su procedencia, qué es lo que expresa y qué impide ‘que se exprese. Cualquicra que esté al corriente de los problemas que, por ejemplo, ha planteado para las ciencias biolégicas l predominio de la idea de informacién, se sorprenderé al encontrar en este libro un andlisis agudo de los limites de la analogia entre el pracesamiento antficial dela informacién y la evolucin dello vivo, dela complicacién, ‘que presenta la distincidn tajance entre individuo y medio ambiente y del cardcter celativo de la imporcancia de la transmisién genética ‘en el desarrollo de un ser viviente, a partir de abordajes que hacen de B PABLO ESTEBAN RODRIGUEZ la informaci6n una propiedad emergente, tanto en la biclogia como cen la teorfa de la comunicacién. Y se sorprenderd porque no hay casi referencias al ADN, las linfocivos y las neuronas, las grandes estrellas informéticas de la biologia actual, ni a sisternas digitales complejos que alumbran una nueva ¢ improbable «sociedad de la informacién por la hemorragia de simbolos,sefialesy signos. Simondon nos vuelve contempordneos de nosotros mismos, despejando todo lo que atrasa 1a tercera bifurcacién corresponde a la imagen del pensamiento, {que se convierte ahora, segin la férmula que Gilles Deleuze toma de Antonin Artaud, en un pensamiento sin imagen, Pensar no signifi card, para Simondon, partir de una posicién como la del cogito, que tiene asegurada la verdad por la buena voluntad del pensador. No serd adecuarse al sentido comtin ni mucho menos oponerse a dl. No reconoceri la importancia de un modelo ni de la elaboracién de una representacién, porque no hay nada que «volver presentar», No tend como objetivo alejarse del error con la guta de la légica, que engendra sistemas paranoicos y aucoflagelantes. No apuntard més a sefalar un lugar de saber 0 a proponer soluciones a problemas planteados con anterioridad al mundo para explicarlo, Pensar es estar atento al deveniis, para el cual no hay imagen. El pensamiento debe ser fil a ese devenir y captar el movimiento no de modo objetivo, para decir la verdad de Jo que ocurre, sino como simple participacién en lo que el mundo es, y no en lo que necesitamos que sea. ¥ esto no deberia ser entendido como un etéreo adejarse fluir, sino exactamente lo contrario, como aquello que funde pensamiento y accién. Colocarse fuera del devenir ‘para describitlo es perder lo tinico caracteristico del devenir que me- rece ser descripto, Interpretas, por el contrario, que el devenir es una cottiente en la que no interviene voluntad alguna es ingenuo y estéril Por lo tanto, mas que hablar del devenir, eenemos que ser capaces de tun pensamiento del devenis, 0 de un devenir pensante. Asi, liberado de la imposicién de una autoimagen, el pensamiento se vuelve con- temporineo de su propio movimiento. Finalmente, Ja cuarta bifurcacién, directamente derivada de la anterior, implica a las ideas corrientes de ética, de moral y de accién. Alguien dijo en alguna ocasién que no hay nadie més esclivo que quel que lo es de sus principios. Segiin Simondon, la ética esté “4 INDIMDUAR, DE CRISTALES, FSPONIASY AFECTOS relacionada con la afectividad y la emocién, ¢s decir, no depende de prescripciones universalesvélidas para cualquier sujeto, pues ese sujeto, en esa instancia, no puede imponerse una «regia de conductar que lo caracterizarfa en su singularidad, dado que nunca es el mismo sujet. Los valores trascienden a las normas que pueden ser validas en un. espacio y tiempo dados, pero trascendencia no equivale a eternidad, sino més bien a la posibilidad de continuar el devenir, de dejar abierca In accién 2 lo inesperado sin teatar de reducirla a lo esperable. Un ser moral es aquel que conoce esta diferencia entre normas y valores y no intenta convertir a unas en otras. «La voluntad de encontrar normas absolutas¢ inmutables corresponde a este sentimiento veridico segin «el cual hay algo que no se debe perder y que, al superar la adaptacién al devenir, debe poseer el poder de dirigito, Pero esta fuerza directriz {queno se pierde no puede ser una norma: semejante busqueda de una norma absoluta no puede conducir sino a una moral de la sabidurfa como separacién, retraimiento y ecio, lo que es una manera de imitar Ja eternidad y la intemporalidad en el interior del devenir de una vida». Y més adelante: «Una verdadera ética sera aquella que tuviera en cuenta la vida corriemte sin entregarse a la corriente de esta vida, que supiera definira través de las normas un sentido que las supere (..) Haria falta que los valores no estén por encima de las normas sino a través de ellas, como la resonancia interna de la red que forman y su poder amplificador». Hay muchos sistemas de normas, que derivan de 1a fuerza phistica de los valores, y esa plasticidad anula la posibilidad dde que la pluralidad normativa sea comprendida como contradiccién, Elo slo podria producirse sila rectitud fuera comparable ala légica, © sea, sila eticidad estuviers ligada al pensamiento considerado como un Acbol de derivaciones que crece a partir de una verdad inmurable, En definitva, el sujeto ético y moral de Simondon es aquel que es capaz de deshacer todo lo que haga falta para hacer lugar al devenir, para hacer ese mismo devenir,y su signo distintivo es la potencia para valorar las, fuersas que operan en cada situacién mas ald del deber ser. eNormas y valores no existen antes que el sistema de ser en el que aparecen; son el devenir, en lugar de aparecer en el devenis sin formar parte de ls hay una historicidad de la emergencia de los valores como hay una historicidad de la constitucién de las normas. No se puede rehacer la 1s PABLO ESTEBAN RODRIGUEZ ética a pastir de las normas o @ partir delos valores, como tampoco se puede rehacer el ser a partir de las formas y de las materias alas cuales clandlisisabstractivo reduce las condiciones de la ontogénesisw. La ética y la moral pasan a ser contemporaneas del devenir actual. Después de todas estas bifurcaciones, zqué mundo ha quedado al descubierto? Un mundo que necesita ser vivido a partir de una nueva ‘oncogénesis, una reconstruccién completa de los modos de compren- sidn vinculados a los modos de existencia. En El modo de existenci.1 ppor ejemplo, Simondon dice que los prejuicios de vatios intérpretes de Ia cultura occidental frente a la explosién tecnolégica de los tikimos ‘es siglos obedecen a que no pueden captar la procedencia de la di- visién entre cultura y técnica, que deriva de la distancia creada entre técnica y rligién, entre mundo y hombre, entre teorfa y practica, ete. Laontogénesis de la vécnica no deberta ceirsea la técnica sino a rodas estas distinciones, a partir de las cuales se recupera el sentido profundo de lo estético, confinado ahora al dominio del arte como esfera au- sdnoma, De la misma manera, tanto la ciencia como el pensamiento y la ética deben ser habitados a partir de una ontogénesis que tevele todo lo que ellos ocultan cuando se definen como modos separados de ser. Ha quedado as{ un mundo captado a partir de una teorfa del devenir oftecida por una particular paleta de conceptos: disparidad, metaestabilidad, transduccién, informacién, resonancia interna, teoria de las fases, modulacién. Esta ¢s la teoria de la individuacién, en la que, ademés del deve- nig, es fundamental la idea de singularidad. El llamado principio de individuacién tiene una larga tradicidn filosdfica que se remonta a Aristétcles hasta llegar a Schopenhauer y a Nietzsche, y que apela jus- tamentea aquello que hace de un individuo algo absolutamente tinico. Pero Simondon inquiere sobre las condiciones en que un individuo se individda, y sobre lo que ocurre con aquello que no ha logrado individuarse, sicmpre en el sentido de una ontogénesis que observa la totalidad de las relaciones, y no sélo el producto supuestamente singular, Por lo tanto, para la individuacién no existen los individuos, 16 INDIVIDUAR. DE CRISTALES, ESPONJASY AFECTOS: sélo existen realidades preindividuales, transindividuales o interindi- viduales, y es alli donde reside la singularidad, no en el individuo que seria a interrupcién del devenir. En este sentido, Simondon considera que la dialéctica, desde los tiempos de Hegel, fue tinico modo de pensar que recorsié los meandros de la singularidad y el devenir, aunque quedé luego atrapado en la distincién entre esencia y accidente. No hay ser sino devenir, o devenir del ser. En este nuevo mundo no hay hombres, animales ni méquinas, se vapors el sujcto enfrentado a un objeto, se disolvié la materia en el espititu y se fundis el alma en la naturaleza sin realizar por ello idea alguna. Lo que hay son individuaciones:fisica, vital, psfquico-colectiva, técnica. En el nivel fisico la forma mantiene telaciones con la materia, la energia y la busqueda permanence de ka suscancia. Y aunque hable de los temas clisicos de la fisica, como la teorla de la relatividad, fa mecinica cudntica y el electromagnetismo, con un deralle poco fre- ‘euente para los pensadotes del siglo XX atrapados en una de las dos culturase, Simondon se detiene en la tecnologfa de la adquisicién de forma de la materia a partir de un molde, que le permite observar la particularidad de a electrénica y por consiguiente lade a informaciéns en a cristalograffa, que pone en escena el problema de los limites de los individuos fisicos y st apertura la singularidad; y en la escasa distancia aque deberia tener la biologia respecto dela fisica ala luz de todos estos desarrolios, anticipando con precisin las tcorfas contempordneas en biofisica. El personaje conceptual clave aqui no son Max Planck, ni Niels Bohs, ni Alfred Einstein, sino Louis de Broglie, que establecié {que los electrones son tanto ondas como particulas, dependiendo del caso, 0 més bien del tipo de individuacién, segiin Simondon. En el nivel de lo viviente, Ia nocién de informacién obliga a repensar la ontogénesis de la vida mds all de las disposiciones de la biologfa oficial, y mas particularmente de la alianza entre la teorfa de la evolucién y la hoy omnipresente genética. El punto nodal son los vinculos permanentes entre procesos de integracién y diferenciacién, que llevan a lo bioligico no sélo a una proximidad con lo fisico, sino también con lo psiquico. Simondon somete a critica conceptos toma- dos hoy por evidentes como la adapracién y la homeostasis, asi como Ia distincién entre individuo y medio ambiente. Para ello, en lugar PABLO ESTEBAN RODRIGUEZ. de referitse alos seres vivos superiores en la escala de la evolucién, 0 a los logros de la biologia molecular ~que atin no eran evidentes en 1958, pero que el propio Simondon tuvo oportunidad de agregar en las ediciones sucesivas de este libro y no To hizo, estudia los liquenes, las algas los hongos y las esponjas, con especial énfasisen la formacién de las colonias. Por lo tanto, los personajes conceptuales no sera Charles Darwin, ni James Watson, ni Francis Crick, sino Etienne Rabaud, un zoélogo neolamarckiano, y el psicélogo norteamericano Amold Gesell, que estudié la correlacién entre el desarrollo fisico y el desarrollo mental de los nitios. Las individuaciones psfquica y colectiva son separadas sélo por razones de exposicién, pues para Simondon la separacién entre ambos niveles es superficial, y con ello invalida como al pasar la distincién ‘modetna entre psicologta, sociologia y antropologia. Los procesos de individuacién psiquica se construyen incesantemente junto con los procesos de individuacién colectiva sobre un fondo de individuaci6n vital que, a su vez, se construye sobre un fondo de individuacién fisica Seria erréneo pensar que se trata de una escala explicable por grados crecientes de complejidad, conforme a las teorias actualmente estin cen boga. Lo que caracteriza a lo psiquico respecto de lo colectivo y To vital no es la construccién del psiquismo como forma especifica- mente humana, ya que los animales conforman también sociedades yy se encuentran ante situaciones psiquicas. La individuacién psfquica procede por niveles como la percepcién y la afectividad, a partir de Jos cuales es posible establecer la ontogénesis del sujeto en sociedad. Simondon desplaza entonces el interés que podcia haber, por ejemplo, cen el psicoandlisis, para convocar en su lugar a Spinoza y a Nietzsche, pero no con la pleitesia que hay se les rinde en muchos circulos, sino confrontindose con ellos en tanto contempordncos de la problemética de la individuacién. Lo mismo ocurre con la individuacién colectiva, en la que desaparecen de un plumazo las diferencias tradicionales en- ‘re comunidad, sociedad e individu, algo que entusiasma a muchos de quienes intentan refundar la teoria y la préctica politicas, como el italiano Paolo Virno. Simondon habla de espiritualidad, del papel de la técnica en la construccién de los lazos colectivos y de la naturaleza como lo indeterminado que empuja la individuacién, trayendo a 8 INDIVIDUAR. DE CRISTALES, ESPONIAS YAFECTOS ‘Anaximandro a la actualidad y reafitmando la necesidad de pensar al rnismo tiempo el nivel fisico y el nivel colectivo. Postula a la emocién yla afectividad como los principales puntos de articulzcién de lo psi- ‘quico-colectivo, Bllos fundan lo transindividual, esto es, a posibilidad de sucesivas individuaciones, y por lo tanto son el punto de partida de tuna nueva ética y una nueva moral. Palabras como individuo, persona Y sujero no son mds que pantomimas de individuaciones producidas «en todos los nivees. La individuacién, como teoria de la singularidad en el devenis, es de este modo tanto una refuundacién de los modos de pensar, percibir y existir como una.alternativa, dentro de la flosofia contempordnea, a las buisquedas de la critica y de la ontologia, como dice explicitamente Simondon, No por nada el pensamiento simondoniano se emparenta con algunas filosofias de la diferencia y del acontecimiento que flore- cicron sobre todo en su suelo, el francés, a partir de los 60, aunque él mismo se desentienda del asunto. En los 80, ya retirado de la ensefianza, recibié una carta de Jacques Derrida invicindolo a unirse al Colegio Internacional de Filosofia y adjuntado el programa de la institacién. Simondon respondié que para refundar la filosofia era necesario no ‘excluir nada a priori y observé Ja falta de aun penszmiento acerca de la técnica y de la religidn» en los puntos det programa, utilizando a ‘modo de ejemplo una explicacién derallada de las ventajas del funciona- siento de un motor marca Jaguar. Como muchos eventos misteriosos de su vida, no se supo més de ese encuentro epistolar, pero el mismo Colegio Internacional de Filosofia incluyé un tiempo mds tarde a la filosofia de la técnica dentro de sus intereses.¥ la curiosidad que des- pierta actualmente la obra de Simondon.en los émbitos humanisticos rho parece ampliarse a las ciencias naturales, a pesar de que més de la mitad de las paginas de este libro estén consagradas a la fisica y a la biologta. Quizds lo més original de Simondon se halle en esta manera ‘exasperada y apasionante de estar a contramano para llegar ser o:to, para pensar de nuevo, para actuar como si cada acto fuera el primero y elilltimo de este universo, y todo ello sin alzar nunca la vor. Por eso es necesario hacer la advertencia: este libro es un viaje de ida, La . = ow a individuacion ala luz de las nociones de forma y de informacién INTRODUCCION Existen dos via segin las cuales puede ser ahordada la realidad del ser como individuo: una via sustancialista, que considera el ser como consistente en su unidad, dado a s{ mismo, fundado sobre si mismo, inengendrado, resistente a lo que no es él mismo, y una via hilemér- fica, que considera al individuo como engendrado por el encuentro de una forma y de una materia. EI monismo centrado sobre si mismo del pensamiento sustancialista se opone a la bipolaridad del esquema hilemérfico. Pero hay algo comin a estas dos maneras de abordar la realidad del individuo: ambas suponen que existe un principio de individuaci6n anterior laindividuacién misma, susceptible de expli- carla, de producirla, de conducitla. A partir dl individuo constieuido y dado, uno se esfuerza en elevarse a las condiciones de su existe Esta manera de plantear el problema dela individuacién a partir de Ia constataci6n de la existencia de individuos encierra una suposicién que debe ser elucidads, ya que contiene un aspecto imporsante de las soluciones que se propone y se desliza hacia Ia bisqueda del principio de individuacién: la realidad que interesa, la realidad a explicar es el 23 LAINDmpeacion individuo en tanto individuo constiuido. El principio de individua-

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