You are on page 1of 61

Capitulo 17

2 años después…

Es cierto que el tiempo vuela, pero para mi había pasado aun mas rápido.
Era como si tan solo hubiera cambiado de página y ya estuviera en otra
época. Todo había cambiado para mí, o seguía igual, para otros. Joe ya
estaba por cumplir los 19 años y yo los 18, de pensar que ya habían pasado
tantos años, tantas experiencias desde que lo había conocido. Lo más
impresionante era que yo seguía amándolo. Nuestra relación no había sido
tan maravillosa, habían pasado ya unos 8 meses desde aquel incidente que
tuvimos.

Antes, supongo, debo mencionar lo que sucedió con Jerry. Con el tiempo el
se fue alejando de nosotros, tanto de Joe como de mi, las ultimas veces que
aun salíamos todos a divertirnos, Joe seguía actuando como mi novio. Pero,
como lo dije, poco a poco esas salidas disminuyeron, hasta que llego el
momento en que ni él ni Laura aceptaban venir con nosotros, lo cual era
significado de: Adiós Joe. Terminamos perdiendo comunicación Jerry y yo
de tal forma que hasta la fecha ya no he sabido de el.

Hubo un momento en el que creí que Joe hubiera podido enamorarse de mi


al fingir una relación. Tal idea se esfumo totalmente, tan pronto pasaron
unos mese desde que el plan de salir hubiera terminado, el comenzó a
gustar de otra chica, justamente mi compañera de trabajo.

La idea de trabajar nació de mí, rogué como pude a mi madre para que me
dejara, cuando por fin accedió, yo era de lo más feliz, me sentía
independiente, Joe siempre me iba a visitar y fue ahí cuando la conoció. Ella
se llamaba Alice.
Lo peor fue cuando Joe me pidió ayuda para conquistarla, pues ella era
tímida, yo obviamente no podía negarle la ayuda, era como una deuda que
tenia con el, aunque bien supiera que cada acción que yo hacia para que
ellos estuvieran juntos, era un golpe critico a mi persona. ¿Qué tipo de
masacreadora era? No me conformaba con guardar mi amor en secreto sino
que ahora para verlo feliz lo tenia que hasta empujar con alguien mas… ahí
fue cuando descubrí la diferencia entre una simple obsesión y el verdadero
amor que le tenia a Joe, todo se basaba en la libertad que la daba para que
el fuera feliz, aunque eso significara que yo no. pero lo quería tanto que
podría haberme sacrificado aun mas.

Pero mis celos arruinaron todo, lo iba manejando muy bien, yo era como un
payaso infeliz, tenía que mostrar siempre una sonrisa ante mi público
aunque, cada noche en la soledad, llorara sin consolación. Cada día Joe
llegaba hablándome de lo feliz que era con Alice, de lo estupenda que era
ella como persona, cada día tenia que soportar esos piquetes al corazón,
pero yo era feliz al verlo sonreír.

Fue cuando Alice me dijo que ella y Joe ya iban un paso mas adelante que
cualquier noviazgo, me platico que Joe le había prometido su amor, me
narraba un lugar hermoso, en el que el la había llevado, y que juntos
habían decidido que ese seria su lugar especial. Como rompí en llanto
aquella noche, aquel lugar que ella me mencionaba era el mismo donde Joe
y yo habíamos hecho nuestra promesa, donde ‘según el’ jamás llevaríamos
a nadie mas porque ese lugar era solo de nosotros dos. ¡Vaya como fui
tonta al creer que eso se cumpliría! Era cierto que el amor puede contra
todo, incluso con una amistad de años. Los siguientes días yo ya no podía
siquiera mirar a Joe, para mi el me había fallado, y el tan solo verlo me lo
recordaba.

Pero el noto eso en mi, el sabia que algo me pasaba y aun recuerdo cada
palabra de aquello que termino en discusión.

-Debemos hablar, quiera o no, ¿Qué es lo que te sucede?- dijo el entrando


a mi habitación.
-¿Cómo entraste? Mi madre no esta- dije levantándome de mi cama
-Eso no importa, dime ¿Qué te sucede?
-No se a que te refieres- el se acerco a mi
-Tu si sabes a que me refiero, Alice me dice que ya no le hablas como
antes, con migo eres indiferente, ya no se que pensar de ti.
-La verdad es esa: a mi no me pasa nada y ahora estoy ocupada ¿Podrías
venir luego?- Joe se atravesó en mi camino
-¿Por qué mientes? Se que algo te pasa y quiero saberlo ¿Es que ya no me
tienes confianza? ¿Es que quieres acabar nuestra amistad? ¿Recuerdas la
promesa de pequeños de siempre contarnos todo? O es que también ya no
sabes de qué hablo…- fue ahí cuando explote
-¿Promesas? ¿De que promesas me vienes a hablar tú, cuando tu mismo las
haces y las rompes?
-¿Qué?- exclamo el, nuestro tono de voz ya era alto
-¿Ahora eres tu el que no sabe de que hablo?- el solo me miro, delatando
que si lo sabia.
-¿Sabes que? No tengo por que discutir con tigo- dio media vuelta pero
ahora yo me interpuse para continuar
-Pero yo si tengo porque hacerlo, me lo había guardado pero ahora vienes
impotentemente a quejarte de mí, a hablarme de promesas rotas
-Tú deliras-
-¿Deliro? Dime si no es cierto que llevaste a Alice a donde acordamos jamás
llevaríamos a nadie, que no le prometiste amor ahí mismo y que, al igual
que con migo, le dijiste que ese lugar solo seria de dos personas, solo
dímelo y te dejo ir-
-Bien, eso hice pero exageras muchas cosas
-¿Exagero?
-Si, me parece patético lo que haces, esta bien, acepto que rompí esa
promesa pero ella es mi novia ¿Eso no justifica?
-Claro que no
-Pues para mi si, ella es muy importante para mí, además solo es un
estúpido lugar ____, deja de ser tan inmadura y enojarte por eso
-Inmadura, ahora soy inmadura- mis ojos se nublaban cada vez mas -Bien,
a ella la amas ¿Qué a mi no? tu relación es muy importante ¿Qué nuestra
amistad no? ¿Perderemos toda nuestra amistad ahora? ¿La destruirás?
-Tu la estas destruyendo, sobreactúas todo
-Joseph, tu me lo prometiste ¿Crees que no me duele saber que mentías?
¿Qué la persona que creí que siempre estaría para mí ahora me cambia?
-Nada es para siempre
Capitulo 18

-Nada es para siempre-


-¿Eso significa que ya no hay mas amistad entre nosotros?
-_____- gruño -complicas todo- se tomo del pelo y se giro para ir y
regresar a su posición, yo aproveche para secar una lagrima que había
derramado -si de verdad me quisieras como dices dejarías pasar esta
minima cosa ____, y no arruinar nuestra amistad por tonterías
-Tonterías, tonterías son las que he tenido que hacer por ti ¿Qué si de
verdad te quiero debo sacrificarme? Joseph tu no lo ves pero ya me he
sacrificado ¿Recuerdas a Amanda? ¿La persona que según tu era la
indicada? En esa época también me cambiaste por ella pero me sacrifique
porque era feliz, aquella vez que tanto querías ver la obra de Michael Blanc
y conseguí los boletos y que me rechazaste por ir con Amada ¿Cómo crees
que los conseguí? ¿A dónde crees que fue a parar el vestido que mi padre
me regalo? El ultimo y único obsequio que me dio antes de morir- mis
lagrimas escurrían y Joe tenia los ojos nublados -sabes que era imposible
conseguirlos, bueno pues puedes preguntarle al director de la obra que
rayos hizo con mi vestido, tuve que aguantar los regaños de mi madre por
esa acción, hay otras cosas que hice por ti aunque tu pienses que siempre
vivo feliz, entre ellas Alice ¿Crees que no sufrí al ver que me habías
traicionado? Te puedo jurar que yo no te iba a reclamar nada pero tu vienes
hasta acá a gritarme, decirme que yo no te doy nada, lo peor son los
sacrificios que hago cada vez que te veo con alguien mas, los que te sigo
soportando porque tu no te das cuenta de lo que me pasa, porque… te amo,
porque me enamore de ti- mi voz se apagaba cada instante hasta que solo
lloraba, Joe no dijo nada solo me miraba hasta que se marcho, caí de
rodillas ahí mismo y llore, me desahogue. Estaba segura de que había
perdido a Joe ¡que tonta puedo llegar a ser!

Cuando oí que mi madre llegaba me encerré en mi cuarto con el pretexto de


que iba a bañarme. Así había sido como me había peleado con Joe, la
verdad después de haberle declarado que lo amaba en secreto no quería ni
verlo, los siguientes días hacia hasta lo imposible por no salir para nada, sin
embargo, no toda mi vida la iba a pasar escondida y a la semana tuve la
desgracia de encontrármelo cuando regresaba yo de comprar algunas cosas
pero tan solo había sido un momento instantáneo el que lo mire a los ojos.
Lo que mas me dolía de mis confesiones era que el no me correspondía, que
mas hubiera querido yo, que el viniera a abrazarme y decirme tan siquiera
perdón.

Un mes y medio aproximadamente mi madre me había comentado que Joe


y Alice habían preferido olvidar su relación, mi madre sabia una pequeña
versión de porque Joe y yo ya no nos hablábamos, mas no tenia toda la
verdad.

Así fue como habían pasado estos dos años y apenas 8 meses desde que
Joe y yo ya no somos más que desconocidos. Aunque el a causa de las
reuniones que hacen nuestras familias, me vaya hablando de a poco. De
todos modos si ya nunca me volverá a hablar al menos yo ya dije todo lo
que tenia que decir.
Me levante de mi cama después de recordar todo lo que me ha pasado, era
domingo así que mi madre y yo acudiríamos a la iglesia, una vez que ella
estuvo lista nos fuimos. Durante la misa todo había transcurrido normal en
lo que yo llamaba ‘mi nueva vida’, al comenzar a salir, como era costumbre
de mi madre quedarse al ultimo, yo siempre me ponía a observar a todas
las personas que pasaban para poder salir, fue cuando supe que el y yo
habíamos compartido aire por así decirlo, no le tome importancia y desvíe
mi mirada a una estatua el suficiente tiempo como para que el ya hubiera
salido. Por fin mi madre y yo nos levantamos de nuestros lugares y salimos,
pero hubiera preferido quedarme adentro, por alguna razón Joe y sus
padres seguían fuera de la iglesia, me preocupe cuando se fueron
acercando a nosotros, pero no podía desaparecer así que tuve que
saludarlos.

-Joe quisiera hablar con tigo ____, claro si tu madre te lo permite- dijo su
padre dirigiéndose a mi
-Claro- dijo ella
-Vamos, nosotros te explicaremos la situación aparte, dejémoslos que
hablen- dijo ahora la madre de Joe, llevándose a la mía, pero dejando la
incomodidad. El y yo nos miramos.

Capitulo 19

-Hola ______- dijo el


-Hola- dije -¿Y bien?
-Pues… la verdad no se como comenzar o mas bien, terminar- yo lo mire
confusa
-¿A que te refieres?
-Se que ahora tu y yo no estamos en nuestro mejor momento pero no me
podía ir sin despedirme
-¿Despedirte? De que hablas…- yo aun no comprendía que quería decirme,
pero su frase de ‘despedirme’ comenzaba a despertar un dolor dentro de mi
-Esto lo explica mejor- saco de su bolsillo dos sobres dándome solo uno, lo
tome y lo abrí para comenzar a leer -Esa carta es la que yo hice para
solicitar que me acepten como parte del batallón- dijo Joe mientras yo leía y
mi cerebro menos captaba. Termine de leer y mire a Joe sorprendida
-Estas bromeando ¿Verdad?- Joe negó y sentí que el dolor que comenzaba
en mi pecho se agraviaba.
-Esta es la carta que me mandaron como respuesta- me dio el otro sobre y
también lo tome para leer. Para cuando había terminado mis ojos estaban
nublados, negué dándole la carta, mire hacia donde estaban nuestros
padres y note la mirada triste de mi madre, volví la mirada a Joe.
-No, no puede ser verdad- dije apenas y tape mi boca para sofocar el llanto,
no podía asimilarlo
-_____- dijo Joe y se acerco al ver mi estado pero yo me aleje.
-¿Cómo puedes?- dije ya llorando -¿Cómo puedes hacerme esto?- negaba,
no lo podía creer, como deseaba estar soñando.
-______ perdón- dijo Joe y de nuevo intento abrazarme pero lo quite
-Eres un tonto, entupido- lo empuje y eche a correr. Oí los gritos de Joe,
luego de mi madre y al ultimo la frase ‘dale tiempo’. Corrí por todo el
parque ahogada en llanto, muchos me veían pero en ese momento no me
importaba nada, mi mente estaba en blanco, quería irme a un lugar donde
nunca nadie me encontrara, quería desaparecer, morir en ese mismo
momento.

Cuando menos supe me encontraba en el camino que me llevaba a tan


peculiar lugar, seguí caminando otros minutos mas, con mis lágrimas
saliendo tal cual la lluvia, por fin divise aquel lago y en cuanto llegue me
tire al ras de aquel árbol que estaba allí.

Seguí llorando y preguntándome porque el me hacia esto, que habría


estado pensando para que cometiera esa estupidez, me sentía tan culpable
de todo, ojala jamás le hubiera dicho que lo amaba, jamás hubiéramos
peleado, jamás hubiera querido tener un trabajo, jamás hubiera conocido a
Jerry, jamás hubiéramos prometido nada en este lugar, jamás hubiera
tocado sus labios por error al él querer salvarme, jamás hubiera soñado con
el cada noche, jamás hubiera recibido ese vestido, jamás hubiera crecido
junto a el, jamás lo hubiera hecho mi amigo, jamás hubiera estado ese día
jugando en mi jardín y verlo llegar, jamás lo hubiera conocido. Tal vez
ahora no fuera a cometer esa tontería.

No se cuanto tiempo paso, solo se que mucho si fue. El atardecer estaba


frente a mí y yo me hallaba totalmente en blanco mirando a la nada. Ya no
lloraba, ya no pensaba en nada, mi cuerpo podía seguir en este mundo pero
mi cabeza no. no recuerdo cual fue la última vez que había pasado sin
parpadear tanto tiempo. Logre escuchar unos sonidos a lo lejos, pero no
lograba saber que eran, fue hasta que el acaricio mi mejilla que reaccione y
me percate de que esos sonidos eran su voz.

Lo mire y el me miro, de pronto lo único que quería era tenerlo cerca, me


lance a sus brazos y el me recibió cual padre lo hacia con su hija, otro par
de lagrimas se derramaron mientras estuve así con el.
-No te vayas, no me dejes como mi padre- dije sollozando, el me separo y
seco mis lagrimas
-Perdón ____ pero es lo mejor-
-Mejor para quien ¿Para ti? Porque para mi no, para mi seria mejor que me
mataran ahora mismo
-No digas eso-
-Y que quieres que diga, ¿Qué te vaya bien? ¿Qué espero volverte a ver
pronto? Todo esto es mi culpa
-No es verdad- lo mire -es enserio, esto lo quiero hacer yo, no es por nada
de lo que pasamos tu y yo, claro que admito que un tiempo lejos me vendrá
bien para pensar todo
-¿Ves? Ahí esta, si es por mi, Joe te lo suplico no te vayas, te prometo que
si te quedas borrare todo mi pasado por ti, olvida todo lo que te dije, mira
yo se que tu no me amas como yo a ti, pero si te quedas te prometo que
tampoco te amare mas, si quieres te odio pero quédate- mis ojos no
dejaban de llorar.
-No digas eso- seco mis lagrimas -además voy a un entrenamiento porque a
una guerra no puedo ir sin experiencia
-Tu no lo entiendes ¿Crees que irte será como probar con otra chica? Si te
metes en esto ya no sales, estas tomando el camino de mi padre, Joe por
favor
Capitulo 20

-La decisión esta tomada- lo mire y pude ver que me hablaba muy enserio,
era la hora de ser fuerte como siempre lo había sido, me levante y él con
migo.
-bien- se que mis lagrimas -tienes razón, ya tomaste tu decisión, y es tu
vida no la mía, si te vas a ir haga lo que haga no te quedaras porque,
aceptémoslo, ya no valgo en tu vida
-No digas eso, vales más de lo que crees-
-No importa mas- de nuevo iba a llorar pero me controle -¿Cuándo te vas?
-En cinco días salgo- asentí
-OK- limpie la lágrima que derrame -Te deseo lo mejor y quiero volverte a
ver así que… mas te vale que regreses o iré por ti
-______, gracias, no sabes lo que significa para mi tu apoyo
-En cinco días te veré, estaré allí para despedirte así que are esta ultima
pregunta ahora ¿Alguna vez me amaste como algo mas que una amiga?-
Joe me miro -quiero la verdad
-No- dijo cabizbajo y controle el dolor que recorrió todo mi cuerpo
-Gracias por ser sincero- apenas sonreí, las ganas de llorar me consumían
viva
-Vayamos a tu casa, tu madre debe estar preocupada- ya no dije nada y
comencé a caminar, el me alcanzo y seguimos en silencio.

Esos cinco días fueron lo peor para mi, me la pasaba llorando y recordando
aquellas veces en las que pensé que Joe podía haber sentido algo por mi,
pero que ahora se que solo se quedaron en ilusiones porque ni ahora que
sabe lo que siento, a el le pasa lo mismo.

Llego el día en que la milicia pasaría a casa de Joe, baje temprano con mi
madre y el y sus padres junto a otras personas ya estaban ahí. Se acercaba
la hora y todos aprovechaban para despedirlo, le decían frases como -Eres
un orgullo de muchacho- -Serás un gran militar- -Honraras a tu país- yo me
fui a lo mas atrás, de todos modos ya me había despedido aquella vez, no
tenia nada que decirle salvo ‘Romperás mi corazón al irte’ pero eso el no
necesitaba. Veía de lejos como todos lo abrazaban y alentaban, un soldado
antecediendo al carro que llevaría a Joe, pasaba por la calle dando el aviso
de que ya se acercaba el camión -llego la hora- dije para mi misma, no
pasaron muchos minutos cuando desde lejos se veía venir el vehiculo,
regrese mi vista a Joe quien me miraba pero la quite de inmediato, volví a
mirar hacia mi lado y cada vez venia mas cerca el carro. Escuche que
alguien venia hacia mi y mire, era Joe
-No te has despedido
-No lo necesito porque te volveré a ver- el me sonrío, volví a mirar a la calle
y ya estaba por llegar el carro -ya vete, ya viene
-Si- agacho la mirada y dio media vuelta
-Oohh Joe- dije y me miro mientras yo me quitaba mi cadena del cuello
para dársela -toma, quiero que la lleves, el la tomo
-Pero si es la que te regale en tu cumpleaños
-Lo se pero no tengo nada mas para que me recuerdes- dije sincera, el
carro ya había llegado hasta frente a nosotros y su papa se encargaba de
subir sus cosas mientras el terminaba de despedirse
-Gracias- se acerco y beso una pequeña parte de mi boca.
-Me gustaría que te quedaras y fuera por mi- me miro -lo se, lo se es
imposible- ya no dijo nada, nos abrazamos tan fuerte, como la amistad que
algún día tuvimos, por fin giro para irse, apenas dio un paso y dije mas para
mi que para el -Te amo- pero logro escuchar pues se detuvo un instante
para luego seguir su camino hasta llegar al carro. Ya no supe que paso
después, porque baje la mirada, no debía irse con la imagen de mis
lagrimas, cuando oí que el carro se alejaba alce la vista y pude ver como
todos decían adiós, lo seguí con la mirada hasta que se perdió en el
horizonte -Adiós Joe- susurre.

Capitulo 21

Estaba terminando una pintura cuando escuche que alguien llamaba a mi


puerta, mi madre no estaba, así que me levante quitando y dejando mi bata
que utilizaba para pintar, acomode mi vestido y baje. Abrí la puerta y me
lleve la sorpresa de ver a la madre de Joe, Denisse. La invite a pasar y así
lo hizo. Me pregunto como estaba y después de una pequeña charla fue
cuando saco un sobre.
-Te lo mando mi hijo- lo tome y un cosquilleo recorrió mi cuerpo, no evite
sonreír. Ella estuvo un rato mas con migo pero la necesidad de ya abrir esa
carta me invadía cada vez mas, contaba cada segundo que faltaba para que
ya ella se marchara y yo pudiera correr a mi habitación cual niña pequeña
con nuevo juguete, contenta y feliz para estrenarlo.

Por fin escuche lo que tanto esperaba -Es hora de irme- despedí a Denisse y
en cuanto cerré la puerta mire el sobre que yacía en mi mano con mi
nombre impreso por su tan conocida letra, intente calmarme, respire hondo
y subí calmada a mi cuarto, no quería parecer una desquiciada que ya
quería saber de él, era cierto, si quería saber de el, ya había pasado un mes
desde su partida pero no podía mostrar tanto interés, aunque nadie me
mirara en este momento tenia aun un poco de dignidad con migo misma.
Me acomode en mi cama y dispuse a leer:

Hola pequeña, perdón por no haberte escrito antes


pero aquí son un poco estrictos y nos dan ciertos
días y tiempo para escribir a nuestros familiares,
como si no tuviera yo una vida y una persona a la
cual rendirle cuentas día a día como lo eres tu. En
fin, también debo disculparme por no enviarte una
carta directa a tu hogar, pero solo nos dejan escribir
una carta a la vez, así que tuve que enviártela junto
a la que enviare a mis padres, por cierto espero
ellos no estén leyendo esto, si es así: DEJEN DE
LEER. Ya sabrás que ilegalmente hice que esto te
llegara por parte de mis padres y si me descubren
los soldados que aquí nos vigilan y terminan
matándome, será tu culpa - sonreí-

Debo decirte que aun estoy vivo, ¡Ya puedes


celebrar! Me ha ido muy bien, he aprendido muchas
cosas y comienzo a acostumbrarme a levantarme
temprano, ya sabes que no es mi mas grande fuerte
pero…
En los entrenamientos siempre llevo nuestra
medalla - no evite sonreír al leer eso - me da mucha suerte y
es una manera de siempre llevarte con migo,
aunque claro también nos prohíban llevar cadenas a
los entrenamientos, hehe, rompo muchas reglas por
ti.

Por ahora no hay más novedades para contarte, solo


la que ya sabes o tal vez que aun no sabes y ya te
voy a decir y que no me lo esperaba: TE EXTRAÑO
MUCHO. En realidad yo creí que te extrañaría pero
no tanto como ahora lo hago.

Te escribiré pronto, lo prometo. Te quiero y no me


olvides….
Joe Ü (alias Danger)

Termine de leer y una inmensa alegría me invadía. ¡Oohh Dios cuanto lo


extraño! Volví a guardar el papel en el sobre y me tire a recordar.

Poco a poco comenzaba a acostumbrarme a la rara relación que llevábamos


Joe y yo, rara porque para mi, tanto el como yo intentábamos recuperar
nuestra amistad. Cuando me pongo a pensar y reflexionar lo que pasamos
el y yo, entiendo, tal vez, cual fue la razón de las cosas, el porque tuvimos
que pelear, porque así fue como comencé a vivir sin el y sufrir de poco a
poco para cuando el decidiera irse, el golpe no fuera tan duro, como pudo
haber sido.

Fue más fácil despedirme de un amigo perdido que de un gran amigo.

El tiempo en que recibía cartas de Joe variaba, algunas iban de mes en


mes, otras tardaban dos meses, pero siempre recordaba escribirme. Me
contaba de su vida diaria, de su día a día y de las cosas que aprendía, de
cómo era el lugar en el que estaba, y de lo bien que se iba acostumbrando
a todo. Me alegraba que el estuviera feliz, lejos de mi pero feliz.

Capitulo 22

Cada día amaba mas las visitas de la madre de Joe, añoraba que fuera
diario, porque cada vez que lo hacia me llevaba una carta especial para mi
de Joe. Pero eso era imposible pues Joe no podía escribirme cada hora para
mantenerme al tanto de su vida…

Caminaba de vuelta a mi casa después de que terminaran mis clases de


música, había comenzado a tomarlas no hace mucho. Había querido
comenzar a estudiar música, primero como forma de distracción, sentía que
cada día era más aburrido en mi casa encerrada. Pero conforme fui
asistiendo, me di cuenta que la música me ayudaba a desahogar todos esos
sentimientos, inquietudes y dudas que a veces podía yo reprimir en mi vida.
Tenía ya un cuaderno donde escribía infinidad de cosas que sentía en el
momento, para después convertirlas en una hermosa melodía que pudiera
hacer de esa situación, una cosa mágica.

Mientras tarareaba y observaba el paisaje a mí alrededor camino a mi


hogar, me encontré con la persona que jamás imagine que podía hacerlo:
Jerry.

No sabia que hacer en ese momento, el aun no me veía pero venia directo a
mi, muy pensativo como siempre lo estaba. ¿Correr a esconderme? O
saludarlo como sin nada… - caminare como sin nada y si me ve, pues lo
saludare, si por suerte se pasa de largo, are lo mismo - dije por fin después
de pensarlo un rato. Así que seguí mi camino, esperando a que no me viera
pero para mi mala suerte el alzo la vista y nuestras miradas chocaron, su
paso se detuvo un poco al verme, creo que el tampoco se esperaba volver a
encontrarme en su vida, seguimos caminando por la acera hasta que
nuestros caminos se cruzaron y forzosamente tuvimos que parar.

-Hola- dijo temeroso, como si esperara o creyera que yo ya no lo conocía.


-¡Jerry! ¿Cómo estas? Hace mucho que no nos vemos- dije lo mas cortes
que pude.
-Estoy bien, gracias y si, hace mucho que ya no habíamos hablado ¿Cómo
estas tu?
-Bien, y ¿Por qué habías desaparecido?
-Estuve de viaje algunos meses… creo que esa fue la razón. ¿Qué ha pasado
con tu vida?
-Pues… demasiadas para mi gusto- sonreí
-¿Qué te parece si vamos por algo de tomar y me las cuentas todas?-
-¿Por qué no?- dije y el coloco su brazo para que yo pudiera acomodar el
mío y comenzamos a caminar.
Le conté todo lo que había pasado durante su ausencia, omitiendo claro
algunas partes pues considere que no necesitaba saberlas.
-No puedo creer que el ahora este en la milicia, jamás lo imagine, debió ser
duro para ti ¿no?- me deje llevar por el momento de confesiones y dije:
-Un poco, aunque como estábamos un poco molestos pues no fue tan duro-
poco después reaccione
-¿Molestos?- dijo dudoso
-No, nada, olvida eso- el me miro
-Aun sigues desconfiando de mi _____,
-No es eso, solo que… -seguía con su mirada fija en mi- no creí que tuviera
importancia… para ti
-Tal vez… pero es bueno desahogarse y veo que aun tu tienes muchas cosas
dentro de ti, ______ no hay mejor medicina que el desahogo
-Lo se- suspire
-¿Y bien?
-¿Y bien que?
-¿Me contaras?- lo pensé unos segundos
-Fue por su novia, una pelea pequeña que creció y no la pudimos controlar
y… al parecer fue más fuerte que toda nuestra amistad- dije con pesar sin
darme cuenta que otra vez había hablado de más
-¿Novia? Así que el y tu terminaron ya…- dijo mas para el que para mi.
¡Bravo _____! Haber que mas se te ocurre revelar, era cierta la frase de
que ‘siempre la verdad sale a flote en algún momento’ -Duraron poco ¿eh?
-Si, creo que… jamás pudimos ser más que amigos aunque quisimos- eso
era cierto, bueno, jamás pudimos ser más que amigos por más que yo
quería.
-______- tomo mi mano -Se que tal vez esto te lo hayan dicho miles de
veces ya, pero las cosas pasan por algo y tal vez venga alguien mejor a tu
vida o no se, al fin se den cuenta de que si se aman- mire a Jerry, ¿este era
el Jerry que yo había conocido?
-El me ama solo como amiga- dije seca
-Eso como lo sabes…
-El mismo me lo dijo
-Pues, si me preguntan, yo no le creería ni media palabra- de nuevo lo mire
dudosa
-¿De que hablas?
-______ es obvio que tu y Joe siempre se quisieron como algo mas, su
amistad no era normal, iba un paso mas allá, y no se, tal vez Joe tomo la
decisión de seguir como amigos porque no quería decepcionarte o
lastimarte, y prefirió alejarse antes de poderte causar un mal
-Causo un mal cuando se fue
-¿Y si se fue para aclararse algo a si mismo? Tal vez necesita el tiempo para
por fin darse cuenta de lo que siente por ti, aunque todos lo sabemos
-Jerry, el nunca me amo como eso, entiéndelo
-_____, perdóname pero tu jamás te diste cuenta de que te amaba, mas el
si lo hacia. ¿Cómo fue entonces que fueron novios? Ahí tienes la prueba de
que por fin se animo a revelar sus sentimientos por ti.- negué, no podía
entablar una verdadera conversación con Jerry por una razón: aun no sabía
toda la verdad. -perdón, no debí meterme tanto en el tema.
-Tranquilo- le sonreí -¿Y que ha pasado con tu vida?- dije para cambiarle la
cara ala conversación
-Pues, aun sigo con Laura, ya sabes la razón… estuve de viaje en Inglaterra
con mi padre, y pues nada nuevo, tal vez me vuelva a ir
-¿De verdad? Wow como me gustaría viajar como tu
-¿Bromeas? Los viajes en tren son largos y pesados, sin mencionar lo
aburridos que llegan a ser- reí, estuve un poco mas de tiempo con Jerry
hasta que decidimos que era hora de despedirnos. Me dejo a la puerta de
mi casa y se fue.

Pude verlo aun tres meses mas, antes de que, como me dijo, se marchara
de nuevo, era extraño pero lo echaría mucho de menos, durante esos
meses fue con quien salía mas y pasaba tiempo, había cambiado mucho y la
verdad era agradable estar con el, siempre lo había sido pero antes el
gustaba de mi, cosa que ahora había desaparecido, según el y eso me hacia
sentir mas cómoda estando a su lado.

Capitulo 23

Una vez mas subí a mi habitación apresurada, mientras dejaba a mi madre


y a Denisse platicar a gusto. ¿Qué me habría escrito esta vez? Me acomode
en una silla que tenia en mi balcón, donde ya era usual encontrarme, abrí el
sobre y comencé a leer. Mis ojos disfrutaban cada línea, cada palabra, cada
letra que provenía de su puño. Una sonrisa apareció en mi rostro, ¿Como
era que siempre lograba hacerlo? Siempre tenía algo que decirme, algo con
que ponerme tan feliz, me conformaba con que no tuviera ni la minima
pizca de chiste lo que me decía, pero aunque fuera así, el no dejaba de
escribirme. Termine de leer con la frase ‘te extraño’ suspire y regrese la
carta a su lugar. Me quede observando al frente… ahí era donde alguna vez
estuvo su habitación, recordé las innumerables ocasiones que me quedaba
por las noches esperando a que el apagara su luz para desearle las buenas
noches, deseando que amaneciera para volverlo a ver.

Wow casi 2 años ya… si que el tiempo era rápido, no podía creer que ya
había pasado tanto tiempo desde que se había ido y aun me preguntaba
¿Cómo es que pude hacerlo sin el?... seria mi segunda navidad sin su
presencia.

Llego Marzo, y con el la primavera que estaba en su mágico resplandor. Me


levante con una sonrisa y un suspiro. Hoy era el gran día, me metí a bañar
y después dispuse a buscar rincón por rincón, prenda por prenda para
encontrar la más bella. Cepillaba mi cabello con la mirada perdida, mi
cabeza estaba solo con preguntas y mas preguntas, aun no podía creer lo
que pasaba. Me mire directo al espejo -No estas soñando- dije para darme
confianza, pero eso no fue suficiente, fui rápido a sacar la caja que tenia
debajo de mi cama, ahí era donde guardaba todos mis bellos recuerdos y
mis tesoros mas preciados, ahí era donde colocaba cada carta de Joe, saque
la que tenia la fecha mas reciente: 25 de enero decía en el sobre. Tenia
temor al abrirla, ¿Qué tal si estaba soñando en verdad? Pero era imposible,
cada día desde la llegada de esa carta había sido tan real. La abrí y volví a
leer, ¿Cómo podía aguantarme tanto ese pedazo de papel? Lo había leído y
releído ya un millón de veces, y aun hoy, que era el gran día, tenia el poder
me han permitido
de sacar una sonrisa en mi rostro - ‘’
regresar algunos meses y estaré allí dentro de
dos meses, el 28 de marzo para ser exactos,
estoy ansioso de volver a verte, aunque
también este un poco nervioso’’- no, al parecer no era
un sueño, me pare del suelo para ver la fecha, 28 de Marzo… si, era hoy.
Aun no creía que esto estuviera pasando, para cuando recibí la carta, se me
hizo de momento una eternidad los dos meses que mencionaba, pero al fin,
los días habían pasado. Jamás recuerdo haber estado tan feliz de que el
tiempo volara.
Regrese a mi tocador para seguir arreglándome y de nuevo las dudas y
curiosidades regresaron a mi cabeza, ¿habría cambiado? ¿Lo reconocería?
¿Estará más alto? ¿Se habrá dejado el bigote que tanto añoraba? - reí al
imaginar la cara de Joe con un bigote. ¿Y si el ya no me conoce a mi? Me
mire al espejo, no había cambiado tanto… o eso creía. Mis preguntas fueron
interrumpidas por la voz de mi madre - ¡Que tanto mas te haces ______, si
mírate, ya estas preciosa! -
-¿Estas segura? Pienso que el vestido es muy simple
-Hija, en verdad te ves hermosa, ¡Vamos! Ahora baja para que podamos
irnos ya- asentí y ella salio de mi habitación, tenía unos nervios enormes,
escalofríos recorrían mi cuerpo con tan solo recordar la idea.

Estábamos ya en la estación de tren esperando por el, sentía que mis


piernas en cualquier momento me dejarían caer.
-Tranquila ______- me decían una y otra vez Denisse y mi madre, ¿Era tan
obvio mi nerviosismo? Sin mencionar que cada parte de mi cuerpo temblaba
sin piedad… creo que no era para tanto. Estaba como la pequeña que
comenzara a experimentar algo nuevo, suspire hondo y por fin logre que mi
corazón respirara un poco. Mi calma no duro mucho pues pude oír a lo lejos
como el tren sacaba ese vapor, pude divisarlo y de nuevo mi cuerpo tembló.
Era tarde para arrepentirme.

El tren se paro, haciendo un gran ruido al momento, segundos después las


puertas se abrieron dejando salir a cantidad innumerable de gente. Me
ponía de puntas para poder tener una mejor visión del lugar, pero aun así
no lograba verlo.
-Será mejor que esperemos un rato para que la gente comience a irse y así
poder encontrarlo- dijo su padre
-tal vez si, porque con esta gente será casi imposible- concluyo Denisse.
Hice una mueca, ¿tenia que esperar aun mas? Mientras nos dirigíamos a la
banca yo no dejaba de mirar a todos lados para ver si lo podía encontrar.
Ya sentada, mi mirada seguía recorriendo cada rostro, mi pierna derecha no
dejaba de moverse, tomando su impulso con mi pie que lo mantenía de
punta. Mi madre puso su mano en mi pierna para que dejara de moverla,
solo la mire y me calme de nuevo.

Este era el momento en que quería que el tiempo volara, pero por el
contrario, cada segundo era eterno, tenia ganas de subirme a la banca a
gritarle a toda la gente que se fuera de una vez por todas. Algunos aun se
quedaban a platicar, a abrazarse ¡por favor! Ese tiempo que lo agotaran en
sus casas, no aquí -no seas egoísta _____, ellos también tenían las mismas
ganas que tú de ver a alguien querido- me reprochaba yo misma en mi
mente. Por fin me había cansado de estar mirando a todos lados sin algún
resultado positivo y me dedique a soñar despierta -Joe, Joe- esos gritos
provenientes del padre de mi amigo me hicieron alertarme una vez mas,
mire al señor para ver a que dirección gritaba, cuando supe la dirección me
levante para tener una mejor vista pero personas y mas personas pasaban
frente a mi impidiéndome mirar -porque no soy tan alta- reproche haciendo
que tanto Denisse como mi madre me miraran y rieran, pero para mi no era
gracioso, esto era mas serio. Coloque un pie sobre la banca, y después de
un impulso ya me encontraba sobre ella, justo cuando el padre de Joe ya
daba las buenas nuevas de que ya había llamado su atención, Joe giro la
vista al momento en que yo me había parado sobre la banca, nuestras
miradas se cruzaron y ambos sonreímos. No supe ni como me baje, pero ya
corría en su dirección, quitaba a cualquiera que me impidiera el paso,
muchos aun me reclamaban por la brusquedad pero no les hacia caso. Por
fin me lo tope de frente y el dejo caer sus maletas para recibirme con una
abrazo, yo fui inmediatamente a sus brazos y me perdí de nuevo en su
aroma. No evite derramar algunas lagrimas al tenerlo de nuevo frente a mi,
me separe de el para verlo mejor, mas alto, mas maduro, la misma cara
inocente de siempre, los mismos ojos avellana, profundos y hermosos, los
mismos labios carnosos y rosas, los mismo peculiares y únicos lunares que
adornaban cada parte de su rostro, no había duda, era él, era Joe… mi Joe.
Con su pulgar limpio mis lágrimas mientras su boca me permitía ver una
sonrisa marcada. -______- de nuevo escuche su melodiosa voz, mientras lo
abrazaba de nuevo.
Capitulo 24

Me aleje nuevamente de el, lo mire de nuevo sin poder creer lo que tenia
frente a mi. Se veía realmente bien con su traje verde militar que llevaba.
Se quito la gorra tan peculiar y distintiva de los soldados y sonrío al ver mi
expresión.
-Tu cabello- dije casi sin aire, ¿Qué le habían hecho a mi amigo? Ahora traía
un corte diferente, todo ese suave y un poco largo cabello que alguna vez
tuvo ya no estaba más, ya no tenía ese toque despeinado que le dejaba ver
que era una persona sin preocupaciones
-¿Tan mal me veo?
-No, no en realidad te queda bien, te hace ver mas… adulto- el río -no,
enserio, es casi como te veías cuando teníamos 15 ¿recuerdas? Regresaste
a tu cabello corto, pero déjame admitir que ahora te queda mejor.- el iba a
contestar cuando llego su madre
-Joseph- aclamo y lo abrazo, me hice a un lado para que pudieran
saludarlo.

Nos dirigimos a la casa de Joe, sus padres venían preguntándole como locos
por su experiencia, yo lo miraba detenidamente escuchando sus historias,
aun no podía creer que hubiera regresado. Eran varias las ocasiones en las
que, mientras Joe platicaba, me clavaba la mirada, era raro, ya no podía
sostener su mirada, cosa que no me pasaba antes, pero el hecho de que
esos profundos ojos café te miraran era simplemente único; lo único que
hacia era bajar la mirada y mirar el paisaje por el que pasábamos. Por fin el
auto que nos llevaba se detuvo, bajamos las cosas que Joe llevaba, que no
eran muchas, yo me acerque para tomar una de las bolsas pero Joe se
interpuso.
-las damas no tienen porque lastimar sus manos cargando esto- quito de
mis manos la mochila
-fuiste a una escuela militar o de modales- Joe me sonrio
-Ambas- se alejo de mi adentrandose a su casa, fui detras de el.

Todas las cosas las colocaron en su antigua habitacion, hacia tiempo que no
ponia un pie aqui. De repente me vino a la mente todos esos recuerdos que
habian estado ocultos durante este tiempo. Todos los momentos que
habiamos pasado juntos aqui. Joe tambien quedo pensativo junto a mi
mirando a todos lados. Lo observe hasta que me devolvio la mirada,
rapidamente quite la mia. Escuche que reia tal vez ante mi reaccion. Me
gire para salir y el fue tras de mi. Llegamos a la sala donde estaba mo
madre junto a Paul platicando, Joe se acomodo en un sofa y suspiro
-nada como el hogar- exclamo, yo fui directo a la cocina donde escuche que
estaba Denisse.
-¿La puedo ayudar en algo?
-Gracias _______ pero no hace falta, mejor ve con la familia, yo ire en un
momento solo debo terminar de servir.
-¿Esta segura? Puedo ayudarle a pasar los platos o a servir- Denisse me
miro y sonrio
-No quedaras satisfecha hasta que te ponga a hacer algo ¿cierto?- negué
-bien porque no pasas esos platos- asenti y haci lo hice, al cruzar la puerta
me tope de frente a Joe haciendo que se tambalearan un poco los platos
que llevaba en mis manos
-Ohh cuidado- dijo Denisse, tanto Joe como yo hicimos todo lo posible para
que ni una sola gota se derramara
-tranquila mama, todo esta en orden- dijo una vez que recobramos la
compostura -¿te ayudo ______?-
-no hace falta, tengo todo bajo control- sonrei y me dio el paso. Cuando
todo estuvo listo nos sentamos a comer. Joe seguía contándonos más
historias de su experiencia en la milicia, a mi parecer disfrutaba mucho lo
que él había pasado allí, se notaba en su rostro. Ese día paso como rayo,
cuando menos supe ya era noche y, sin tener oportunidad de hablar con
Joe, mi madre y yo nos marchamos a nuestra casa.

Me recosté en mi cama sin dejar de pensar en Joe, y que por fin lo tenía a
mi lado nuevamente. No evite sonreír, pensaba y pensaba, las horas
pasaban, ¡no podía dormir! Me levante de mi cama y salí a mi balcón, el
aire frío choco contra mi cuerpo haciéndome abrazarme a mi misma, y de
nuevo mire aquella habitación, que se mantenía con la luz apagada, de
pronto la luz se encendió y una silueta apareció, ¿seria que el tampoco
puede dormir? Me pregunte a mi misma, de pronto vi como la puerta de su
balcón se movía, me metí al instante a mi cuarto y contemple desde una
partecita muy pequeña quitando un poco la cortina. La luz del farol en la
calle me dejo contemplarlo a la perfección, él con su típica playera ajustada
blanca y su pantalón de pijama se recargo en el barandal viendo al
horizonte. Suspire al verlo, ¿Cómo era posible que después de todo aun lo
seguía queriendo tanto? Más aun, si ya me había dejado claro que un
‘nosotros’ jamás seria posible. Me entristecí al recordar esos momentos.
Volví a fijar mi mirada en su persona, y note como miraba a mi habitación,
cuidadosamente cerré la cortina y aleje mi cabeza del lugar ¿me habrá
visto? Tan solo tenía mi lámpara de noche encendida, lo cual era típico en
mí. Espero que no me haya visto, ¡que pensara de mí si sabe que lo
espiaba! Muy tonta podría parecer. Volví a abrir la cortina un poco para
volver a asomarme, seguía en la misma posición, ¿Debía salir a mi balcón?
No, que tal si piensa que si lo espiaba, ¿y que tal si no y por fin podemos
hablar sin la presencia de nuestros padres? Tanto que si y tanto que no,
discutía en mi cabeza que por fin cuando tome la iniciativa de salir a mi
balcón como sin nada el ya no estaba allí, la luz de su habitación volvía al
estado apagado y yo suspire. ¡Tonta, porque no saliste antes! Me repetía
una y otra vez. Sin nada más que hacer, regrese a mi habitación a
recostarme de nuevo. Por fin mis ojos me pesaron y quede dormida.
Mañana seria otro día…

Capitulo 25

… Joe: debo confesarte algo- dijo y yo añoraba que lo dijera ya


Yo: ¿Qué es?- pero no respondió -Joe… ¿Qué es?
Joe: _____, ¿me escuchas?, _______, ________.- por fin abrí un poco mis
ojos dejándome ver una luz que en ocasiones me cegaba. Mi madre no
dejaba de moverme y pronunciar mi nombre. Haciéndome notorio que
estaba soñando.
- _______, por fin despiertas, estoy aquí desde hace horas
-¿Qué pasa mama?- dije adormilada y un poco molesta, ¡Odiaba cuando me
despertaban de mis sueños, pues bien sabia que en unos minutos se
borrarían de mi cabeza, siempre me pasaba!
-Y ¿ese genio? Parece que alguien no durmió bien
-No es eso, lo que sucede era que Alguien estaba durmiendo MUY bien y
otro ALGUIEN la despertó- mi madre sonrío
-Perdón hija, prometo que no volverá a pasar
-Siempre prometes lo mismo y hasta la fecha jamás lo cumples ¿sabes
cuantos sueños reprimidos tengo ahora en mi subconsciente?
-Huy, ¿De cuando a acá eres tan filosófica hija? Vamos quejoncita, quiero
que vayas por un poco de pan con la señora Alicia.
-¿Qué hora es?
-7 en punto
-¡¿7 en punto?! Mama, ¿Que no sabes que hay personas que quisieran
dormir hasta medio día?
-¿Y tu no sabes que me molesta cuando me reprochas así?- ya no dije nada
y como dicen ‘el que calla otorga’ mi madre salio de mi habitación -Te
quiero abajo en 5 minutos- grito mientras bajaba, yo golpee mi almohada y
me volví a tirar a dormir, pero las palabras de mi madre retumbaron en mi
cabeza y queriendo sin querer, me levante con pesar; no quería verla
enojada, ni quería escuchar alguno mas de sus regaños. ‘Hoy me dormiré
temprano’ dije cerrando mis ojos mientras iba al ropero por ropa, la
mayoría de las veces era así, cada vez que me desvelaba y al otro día no
quería ni abrir un ojo, prometía lo mismo, pero ¡Que ni al caso! Siempre
terminaba desvelándome también esa noche y la siguiente, y la siguiente.

Por fin estuve lista, intente no tardarme tanto. Mi madre me esperaba abajo
con el dinero listo. Despues de unos minutos por fin sali de mi hogar, y me
dirigi a la panaderia que quedaba a escazas 3 cuadras. Me gustaba salir a
esta hora, todo estaba mas calmado de lo que era lo habitual y solo habia
una que otra persona caminando por la acera. Por fin llegue con la tan
aclamada mujer y despues de comprar regrese sin prisa a mi casa, cuando
estaba ya en mi cuadra y a punto de llegar a mi casa, pude notar que Joe
venia justo frente a mi pero del otro lado de la acera con una bolsa con
leche, en cuanto me vio me sonrio y yo hice lo mismo, desvie mi trayectoria
de la puerta de mi casa pues Joe habia desviado tambien la suya.
-¿tan temprano y ya arriba?- dije burlona
-si- rio -ya sabes que de un tiempo a aca me cambiaron un poco, y ¿que
hay de ti? ¿Porque despierta tan temprano?
-ya vez, yo siempre.- me miro incredulo bien sabiamos que tanto el como
yo no nos levantabamos de la cama a menos que alguien nos obligara. -oye
es el colmo con tigo, ahora que tienes la posibilidad de levantarte mas tarde
estas de pie a estas horas
-ya vez, las costumbres se quedan- ahora yo lo mire incredula y
terminamos riendo
-bueno creo que es mejor que entre ya o mi madre se pondra furiosa al no
tener su preciado pan
-si creo que tambien yo debo irme pero quiero que nos veamos, ¿podrás
esta tarde en el parque?
-claro, ¿a que hora?
-6 en punto bajo el arbol
-ahi estare
-ahi te vere entonces- me sonrio y comenzo a alejarse del lado contrario al
que yo lo hacia. Por fin ambos entramos a nuestros hogares.

Durante el dia no sabia ni en que entretenerme hasta que se llegara la hora


de ver a Joe, probaba y probaba pero todo terminaba aburriendome, y a
cada minuto checaba el reloj para ver si ya era tiempo de salir, pero era
como si todo fuera en camara lenta pues cuando yo pensba que ya habia
pasado un largo tiempo, en el reloj apenas unos minutos habian corrido. No
sabia con determinacion que era lo que tenia tan nerviosa, es decir, solo iba
a ver a Joe, no era cosa del otro mundo. ¿Cuantas veces no me encontre
con el en el parque? No había estado tan impaciente como ahora. Era
cierto, las cosas habian cambiado pues sinceramente el y yo ya no eramos
los de antes, no despues de todo lo que habia sucedido cuando se me habia
ocurrido la gran idea de confesarle mis sentimientos, mas agregando el
tiempo que el se habia marchado, 2 años no eran poco al menos para mi...
Y a decir verdad lo sentia ahora como alguien extraño, como otra persona
aunque sus actitudes de ayer me demostraron que seguia siendo el mismo
joven de antes: simpatico y tierno, ya no podia yo llegar con la misma
confianza a abrazarlo, a darle un beso en la mejilla, o a recostame sobre su
pecho mientras el acariciaba mi cabello... Por mas que lo hechara de
menos.

-¿que te obligaban a comer que?- dije exasperante mientras Joe me


platicaba sus aventuras en el campamento. El comenzo a reir debido a mi
cara
-bien, te menti eso no nos obligaban a comer, lo que si es cierto es que el
brocoli jamas faltaba en la mesa- yo lo mire con una ceja alzada
-como te atreves a mentirle a tu ami...- mi reclamo se seco en el aire
cuando note lo que estaba a punto de decir dejada llevar por la
conversacion, de inmediato cerre mi boca y Joe me miro -como puedes
mentirme- conclui y sonrei para apasiguar el momento pero Joe seguia
clavandome la mirada y el silencio se habia hecho de lo mas incomodo, ya
no podia aguantar el castigo y comenze a mirar a todos lados con tal de
alejarme de esa mirada tan linda que tenia
-¿sabes?- dijo por fin -me siento... Como un extraño- río ante su propio
comentario
-¿a que te refieres?-
-hablo de que ahora estoy aqui con tigo, hablando, platicando como sin
nada cuando en realidad no se ya nada de ti, durante el tiempo que me
ausente no sabia que habia pasado con tigo, basicamente habias
desaparecido. Me era dificil recordar tu rostro despues del año, lo intentaba,
de verdad pero era mas dificil, lo unico que no olvidaba era tu sedoso
cabello, eso siempre se conservo en mi mente. Tambien debo confesarte
que no te reconoci en primera instancia en la estacion del tren, me dije 'no
puede ser, es ella?'
-¿tanto eh cambiado?
-para serte sincero, si. Eres mas alta, has dejado crecer mas tu cabello,
hasta tu voz no es la misma, te ves. Mas madura, casi una mujer- abri la
boca indignada
-¿que? Discúlpeme pero yo siempre he sido toda una mujer- Joe rio, como
me encantaba verlo reir, sus dientes eran perfectamente b lancos y estaban
tan alineados, su sonrisa era perfecta y el tenia que saberlo -amo cuando
ries- me miro con otra sonrisa

Capitulo 26

-¿eso es cierto?- yo asenti


-¿por que no lo seria?- el se encogio de hombros
-no sabes como disfruto tu compaña _______. Fue muy dificil para mi no
tenerte cerca tanto tiempo, peor aun, me fue mas dificil el tiempo que te
tuve cerca y no nos hablabamos.- me estremeci ante su comentario, la
platica iba tan bien como para tocar temas bochornosos como ese. -tengo
ganas de hacer algo, ¿puedo?- me miro tan lindo que termine accediendo
solo con asentir -extraño mucho las veces en las que pasabamos horas y
horas aqui, tu con tu cabeza en mi pecho y yo acariciando tu cabello,
mientras no haciamos otra cosa mas que contemplar el cielo, ¿me quisieras
dar el honor?- sonrei y el me siguio
-tambien extraño eso- el se recosto sobre el cesped y yo me acurruque en
su fuerte pecho, aspire su aroma lo mas que pude, queria conservarlo en mi
cabeza por siempre. Mi piel comenzo a estremecerse cuando el comenzo a
pasar sus dedos atravez de mi cabello, tan delicadamente, como solo el
sabia que yo amaba. Cerre mis ojos para disfrutar el momento, me podia
quedar toda la vida asi, me bastaba con que estuviera a mi lado. Me atrevi
a pasar mi mano atravez de su abdomen hasta abrazarlo y juntarme mas a
el como nena pequeña junto a su padre, temerosa e insegura. El detuvo su
mano que acariciaba mi cabello, volvi mi mirada hacia el y me sonrio, poso
su mano libre sobre mi brazo y comenzo a sobarlo mientras que su otra
mano la incrusto en mi cabellera hasta que en ella se perdio, volvi a mirar
al cielo mientras mi cabeza no dejaba de moverse al compas con la
respiracion de Joe. No se cuanto tiempo pasamos ahí, hasta que por fin
decidimos levantarnos.
-¿tienes hambre?- me dijo
-un poco, ¿tu?
-yo... Si- me sonrio -¿crees que tu madre se enoje si llegamos un poco mas
tarde debi do a que te rapte para ir por algo de comer?- encare una ceja
-lo mas probable es que si-
-ohh!- dijo desanimado...
- peeeero...-
-¿perooooo?- repitió y sonrío
-podría tomar el riesgo- le sonrei tambien, su mirada me delato que le
gustaba la idea pero segundos despues fue todo lo contrario
-pero no quiero meterte en problemas, sera mejor otro día ¿No crees?-
-No creo que se moleste tanto si sabe que me la pase con tigo, ya sabes
cuanto te quiere- dije para intentar convencerlo, bien sabia que mi madre
tendría una gran coraje pues no le gustaba que saliera tan noche, pero yo
quería estar con Joe mientras durara, separarme de el era como pedirme
que dejara de respirar.
-¡Vale! Me has convencido, pero si tu mama se molesta, no dudes en
echarme toda la culpa a mi, no quiero que se moleste con tigo por culpa de
mi apetito descontrolado- le sonreí, eso era lo mas tierno, lindo y a la vez
raro que alguien me hubiera dicho en mi vida.

Caminamos desde el parque hasta el centro de la cuidad, el cual se


encontraba atestado de personas a pesar de la hora, si bien la luna no
estuviera presente, se podría jurar que era medio día. Cruzamos todo el
centro hasta el otro extremo para ir a Lotxo, un restaurante famoso aquí,
por servir lo más delicioso de la comida alemana. Sin duda que si querías
saber que era tradición, debías acudir allí. Ya que era noche, el lugar no
estaba tan lleno como lo solía, pronto Joe y yo tomamos una mesa y no
pasaron muchos segundos cuando nos atendieron para ver que cenaríamos.
-¡Joe, _____! Al fin que los vuelvo a ver, ¿Dónde se habían perdido?- nos
saludo gentilmente Richard, un buen amigo de ambos que trabajaba como
mesero en el lugar.
-Richard, amigo- Joe se levanto para saludarlo como acostumbraban los
hombres -No pensé que seguirías aquí.
-Pues ya vez, con algo me tengo que ganar la vida, ¿Qué hay de ustedes?
_____, ya extrañaba tu apetito voraz- yo reí, era cierto, cada vez que venia
a este lugar me atascaba de comida, de tan deliciosa comida que servían
aquí.
-No exageres, apenas y pido un platillo- Richard me miro burlón.
-Si, para después pedir otro y otro y otro- iba a contestar cuando prosiguió
-y ¿tu Joe? Que has hecho de tu vida… ¡Vaya que has cambiado!
-No mucho, me ha interesado las cosas de la milicia y he pasado estos dos
años en el campamento de entrenamiento- Richard abrió los ojos como
platos
-¡¿La milicia?! Vaya, si que no te conocía esos gustos, en lo personal a mi
me desagrada por completo la idea, pero espero que te vaya bien- Joe
sonrío -Bien, creo que mejor los atiendo o terminaran echándome, ya puedo
sentir la mirada de mi jefe a mis espaldas y su típica frase de ‘te pago por
servir, no platicar’- rodó los ojos -¿Qué les traigo?- saco una libretita donde
apuntaría.
-Yo ansío probar una vez mas el frikadellen, no sabes como esta mi
estomago de verde por tanto brócoli en el campamento, mi cuerpo necesita
carne- dijo Joe y Richard riendo y negando apunto -y una malzbier
-¿Y tu ____?- yo miraba aun la lista de platillos ¡Rayos! No me podía
decidir, había tantos y todos se me antojaban
-Creo que solo comeré strüdel- ambos me miraron
-¿Solo eso ___? ¿Segura que no quieres nada mas?- dijo Joe y Richard río
-Segura- dije seria, de hoy en adelante tenia que cambiar mis hábitos
alimenticios para que se fueran acostumbrando. Richard se fue con la orden
en mano, minutos después nos trajeron los platillos y comenzamos a
comer. La risa no paraba en nuestra mesa, a Joe se le ocurría cada cosa
graciosa que yo terminaba roja de tanto reír.
-Basta Joe, me duele mi estomago de tanto reír- dije abrazándome a mi
misma para controlar el dolor. Joe paro de reír
-Tienes razón, mejor me callo- dijo y dio un suspiro para intentar calmarse
también. Lo que falto de la cena, nos la pasamos solo con leves
comentarios hasta que terminamos satisfechos. Justo pagamos y termino el
turno de Richard, esperamos a que se cambiara para salir los tres.
-Intercambio turnos- nos comentaba Richard mientras caminábamos por la
calle de vuelta al centro -a veces estoy en las tardes, otras…- su voz se
detuvo y quedo mirando al frente -Oohh no- dijo y tanto Joe como yo
miramos lo que el veía, unos hombres estaban en la esquina platicando y
riendo de un tema. -¿Qué pasa?- pregunte yo
-Nada- dijo Richard -será mejor que vayamos por otro lado -dio la media
vuelta y aunque tanto Joe como yo estábamos confundidos lo seguimos
pero en ese instante una voz nos detuvo, o mas bien, detuvo a Richard
haciendo que todos paráramos en seco.

Capitulo 27

-¿Intentando huir Richard?- los tres dimos la media vuelta y vimos como el
grupo de hombres ahora nos miraban, y a decir verdad, no se veían muy
amigables.
-Arreglare unos asuntos, Joe, ____, me dio gusto verlos, pero creo que será
mejor que se vayan- mostró una sonrisa, que no parecía en nada feliz.
-¿Quiénes son ellos?- comento Joe mirándolos
-No importa mucho, Joe mejor llévate a _____ ya- Joe asintió, como si
pudiera entender lo que pasaba. Richard se alejo de nosotros para ir con el
grupo de chicos aun detenidos en la esquina.
-No pensabas huir como un cobarde de nuevo, ¿O si Richard?- comenzó el
mas alto a decirle mientras se acercaban a el. Joe pasó una mano sobre mi
hombro de manera que comenzara a girar junto a el, pero me detuve
-¿Joe que haces?- el me miro -¿No vas a dejarlo aquí solo o si?
-______, no es hora de discutirlo, vamos- de nuevo me llevo pero me volví
a detener
-no, no lo quiero dejar solo, no parecen de fiar esos tipos
-Por eso mismo no puedes estar aquí tu- lo mire -es peligroso- intento
explicarme pero eso hacia que me preocupara aun mas por nuestro amigo.
-No me iré a ningún lado- dije decidida, Joe me miro serio, en ese momento
oímos como algo caía al suelo, giramos para ver y Richard estaba
intentando pararse
-¡Ya me tienes harto! Si no puedes pagarme tendré que darte unos buenos
golpes para que aprendas la lección- rápidamente Joe se separo de mi lado,
para llegar justo al tiempo en que el hombre iba a intentar lanzarle una
patada, pero que por la presencia de Joe ocultando a Richard, le fue
imposible tirar. Los hombres miraron a Joe tan frío que me estremecí.
-¿Qué crees que haces?- dijo un musculoso pero de baja estatura a la
espalda del que apenas iba bajando su pierna, mientras tanto Richard ya se
había puesto de pie.
-Amigo, este problema es con migo no con tigo, mejor márchate- dijo
Richard.
-Hazle caso a tu ‘amigo’, será mejor que no te entrometas- le dijo el alto a
Joe, aunque con Joe parado frente a el, casi se llevaban la misma estatura.
Yo aun no sabia que hacer, por esas calles ni una sola alma pasaba debido a
la hora, las 10 según a mi punto de vista y Lotxo quedaba un poco distante.
A escasas 2 cuadras veía como las personas cruzaban la calle en señal de
que el centro quedaba cerca, pero lamentablemente no nos veían desde ahí
como para que alguien ayudara.
-No me moveré de aquí- dijo Joe -No, hasta que ustedes se marchen- los
tipos lo miraron como esperando a que bromeara y rieron.
-Compañero, no se quien rayos te creas para hablarnos así, pero nosotros
no nos iremos de aquí hasta que ese desgraciado nos pague lo que nos
debe.
-¿Cuánto les debe?
-750 euros, ¿Qué… los vas a pagar?- Joe miro a Richard como
desconcertado por el alto precio que debía.
-No tengo esa cantidad- dijo Joe al fin.
-Entonces si no ayudas, no estorbes- el alto, empujo a Joe tan súbitamente
que a todos nos tomo desprevenidos. El callo de espaldas a escasos metros
de ellos, mi corazón salto al verlo ahí tirado pero aun no podía reaccionar.
Joe se levanto fácilmente, al parecer no se había lastimado.
-¿Quién te crees como para empujarme?- dijo Joe nuevamente
acercándose, por mi mente solo pensaba ‘Joe no seas tonto y los retes’ pero
igualmente sabía que mi amigo jamás dejaría que lo humillaran, y tenía su
carácter. Eso me dejaba aun más preocupada de lo que pudiera estar por
pasar. Los hombres lo miraron ahora furiosos, más el alto que lo había
empujado. Se iban a acercar a encararse cuando por fin mis pies se
movieron.
-¡Basta!- dije al ponerme entre ellos, y empujando por el pecho a Joe, quien
estaba más furioso continúe -Joe, ¿Qué haces? Basta ya, mejor vámonos.-
Joe no me miraba, seguía con la intensa mirada al tipo y los puños
cerrados, pero después, al parecer se percato de mi presencia por fin. En
sus ojos podía ver el coraje que tenia, pero el noto mi preocupación y se
relajo.
-Hmm… ¡Vaya!- balbuceo el que ahora entendía yo, era el líder pues
hablaba mas que los otros. -¿Ya llego la mujer a controlar a su hombre?
Creí que eras el tipo de persona que controlaba, pero ya veo que no- dijo en
forma de burla hacia Joe, pero para mi sorpresa no se volvió a enfadar.
-Luke, basta ya, te prometo que te pagare en cuanto junte el dinero- dijo al
fin Richard -pero no los metas a ellos en el problema.
-¿Yo?- dijo irónico el que ahora sabia, se llamaba Luke -si tu amiguito fue el
que se metió solo, aunque… te podría sanar la deuda de otra manera que
no sea dinero- él clavo la mirada en mi y me recorrió de arriba abajo, Joe lo
noto y coloco una de sus manos en mi cintura en forma de protección. Los
otros dos hombres sonrieron y yo me sentí intimidada. -¿Qué hace una
linda mujer como tu con un novio como ese?- con ‘ese’ se refirió a Joe.
-No somos nada- dije apenas y la sonrisa en Luke creció.
-Mejor…- exclamo y miro a Richard- te perdono la deuda… si me das a ella-
regreso su mirada a mi
-¿Qué?- logre pronunciar
-Ah no te espantes hermosa, solo será una noche… la pasas con nosotros y
al otro día llegas a salvo a tu casa y mejor aun, habrás hecho que
olvidemos la cantidad que nos debe Rich, salimos ganando todos.- el tono
que usaba era el de un hombre prepotente que acostumbraba tener la
razón y no aceptar un ‘no’ por respuesta. Aun no sabia porque Joe no
mencionaba nada, tal vez era la misma sorpresa que tenia yo, la que nos
dejaba mudos. -vamos preciosa- se acerco para tomarme de un brazo y
comenzó a jalarme, fue entonces cuando Joe reacciono.
-No la toques- y soltó un fuerte golpe en la cara de Luke que lo hizo
tambalearse, al tiempo sus ‘secuaces’ se pusieron a la defensiva y cuando
iban a golpear a Joe, Richard intervino golpeando a uno y empujando a otro
para que Joe pudiera reaccionar. Luke se recupero y miro furioso a Joe,
quien me puso detrás de el -Vete- logro pronunciarme antes de que Luke lo
atacara tomándolo por su ropa. Joe se defendió y comenzó la pelea, mi
primer instinto fue correr pero para buscar ayuda, lo cual fue evitado por el
de baja estatura que me tomo por la cintura y me atrapo para que no
huyera.

Capitulo 28

Me sacudí para que me soltara pero fue inútil, tenía demasiada fuerza,
entonces comencé a gritar en un intento desesperado porque alguien nos
ayudara, el hombre me tapo la boca y me dejo inmovilizada. Richard seguía
peleando con el amigo de Luke, mientras este, seguía tras Joe que era muy
ágil para evadir sus golpes. ¿Qué pasaría ahora? Luke, logro atrapar en uno
de sus golpes a Joe y le pego justo en el estomago, haciendo que gimiera
de dolor, mis ojos se abrieron como platos. Luke aprovecho que Joe se dolía
para darle otra patada y un golpe en la cara. ¡Maldito! Se aprovechaba de la
situación. Me moví lo más que pude, quería llegar hasta Joe que ya se
encontraba en el piso. Cuando el malicioso hombre se acercaba para seguir
golpeando a Joe, él con todas sus fuerzas le envío una patada desde el
suelo, pegándole en sus piernas haciendo que Luke cayera también. Pero no
estaba tan dañado como Joe, y se levanto mas rápido, apenas Joe iba
poniéndose en pie cuando ya lo había vuelto a empujar, haciéndolo caer
nuevamente. De pronto las luces de la casa de enfrente se encendieron y
un señor de aproximadamente 35 años se asomo por la ventana -¡¿Qué son
todos esos ruidos?!- de inmediato Luke y sus secuaces junto a Richard y Joe
centraron su atención en el hombre. -¡Hey, es mejor que se vayan de aquí o
llamare a la policía!- el hombre que me sostenía me dejo y comenzó a
alejarse junto a su amigo, Luke lanzo una ultima mirada a Joe, furioso por
no acabar lo que había comenzado y comenzó a alejarse también, hasta que
los tres echaron a la carrera. Para el único lado al que corrí yo fue hacia
Joe, me tumbe de rodillas junto a el para cerciorarme que estuviera bien. -
¡También lárguense ustedes o are activa mi amenaza!- yo lo mire con
recelo, ¿Qué no se daba cuenta del estado de Joe? Pero a pesar de todo,
estaba feliz de que saliera, no sabia que hubiera pasado si no se asomaba.
Joe se levanto de repente como si estuviera más que sano.
-Vámonos- dijo a Richard y a mí. Me levante y lo mire, el me mostró una
sonrisa apenas marcada para que me tranquilizara. Comenzamos a caminar
hasta desaparecer de la vista de ese furioso señor, después de todo, lo
menos que quería era que llamara a la policía, suficiente tendría ya que
lidiar con mi madre y los padres de Joe una vez que llegásemos a la casa.
Deberían estar preocupados, preguntándose que nos hubiera pasado, y sus
preocupaciones se harían mas grandes al ver a Joe. Llegamos a la calle
transitada por autos para tomar alguno que nos llevara a casa.

-Amigo, no tenías porque participar de esto, te dije que te fueras, yo me las


arreglaría para convencerlos del plazo- decía Richard mientras viajábamos
ya en el taxi.
-No podía dejarte solo, recuerda que eres malo en las peleas- dijo Joe
burlón, ¿Cómo era que podía tener sentido del humor en estos momentos?
Yo estaba mas que consternada por los moretones que comenzaban a
hincharse en la cara de Joe y a el solo se le ocurrian hacer chistes de la
ocacion.
-Ve como te dejaron Joe, ¿tenias que pelear?- dije frustrada, el me miro
-No estoy tan mal y si, tenia que darle un buen puñetazo a ese hombre por
meterse con tigo- una tierna sonrisa salio automaticamente de mi rostro, al
saber que me habia defendido.

El auto se detuvo y Richard bajo


-mañana mismo ve a mi casa, tenemos cosas de que hablar- le impuso Joe
-Los he metido ya en suficientes problemas, como para seguir haciendolo,
de verdad amigo, me meti en esto solo y debo salirme solo
-A las 3 en mi casa- menciono Joe mas serio que nunca, en su tono de voz
se percibia que no aceptaria un 'no'. Richard me miro y menciono con un
bufido
-¿Como lo soportas?- me encogi de hombros
-Despues de un tiempo te acostumbras- senti la ironica mirada de Joe
tragandome entera pero lo ignore, intentando aguantar la risa que queria
salir.
El auto se volvio a mover y la relajacion que hace un momento tenia me
abandono al instante al saber que con cada revolucion que la llanta daba en
el suelo era un paso mas cerca no solo a mi perdicion, si no a la de Joe
tambien. Incontroladamente, mis manos comenzaron a temblar, baje la
mirada para intentar controlar mis dedos pero era inutil. Unas manos se
postraron sobre las mias, acurrucandolas y sobandolas. Mire su rostro y me
sonrio, no se si el sabia lo que verlo me provocaba pero en un instante todo
lo que me carcomia desaparecio y me dedique a perderme en su mirada,
esos ojos de los que tanto siempre yo hablaba y pensaba, los que me
robaban un suspiro.
-Tranquila, todo va a estar bien
-Es facil decirlo, pero solo de imaginar lo que me hara tu madre cuando vea
como le entrego a su hijo, o tu padre ¡Oh Dios! Tu padre me matara.
-De que hablas, si tu fueras la golpeada ahí si hasta mis padres me
matarian. Tu confia...- suspire, de verdad queria confiar en el, pero algo me
lo impedia: el sentido comun.

Bajamos del carro y nuestros padres, como lo predije, estaban en plena


acera, en cuanto mi madre me vio me abrazo
-Hija, ¿donde estabas? Crei que te habia pasado algo- cualquiera que viera
a mi madre pensaria que estaba mas preocupada que enojada pero yo la
conocia y sabia que tenia varias etapas, la siguiente: la ira -¿Pero como te
atreviste a no avisarme nada? ¿Sabes la hora que es? ¿Es que quieres
matarme de un susto cierto?- las quejas de mi mama fueron interrumpidas
por la madre de Joe haciendo que mi madre volteara.
-¿Pero que te paso?- se acerco a su hijo y le tomo el rostro -Joseph Adam
Jonas Miller, no te habras metido en una pelea ¿verdad?- Joe mostró
frustración
-Ya no soy un niño pequeño mama
-Esa no fue la pregunta que te hizo tu madre Joseph- dijo ahora su padre
con una voz aspera, molesta, mientras mantenia los brazos cruzados en su
pecho. Jamas me cansaria de decirlo: ese hombre me daba miedo.
-No fue su culpa- intervine -Solo me defendio-
-No te metas _____- ahora dijo mi madre, las discuciones y argumentos
duraron unos minutos mas hasta que di la idea de que era mas importante
tratar los golpes de Joe que seguir discutiendo por algo que ya habia tenido
lugar. Aunque me miraron serios durante un minuto como si hubiera dicho
algo insensato, por fin mi madre me apoyo
-_______ tiene razon, se le hincharan esos moretones si no les ponemos
hielo-
-tienen razon- dijo Denisse -Paul ve a conseguir algo de hielo porque no
tenemos-
-Oh no hace falta- dije rapidamente -tenemos en casa un poco, lo traere en
seguida- entre a mi hogar y fui a la cocina por el hielo, mientras Joe junto a
nuestros padres iban a su casa, cruze la calle y entre a su hogar. Denisse
estaba en la cocina poniendo un poco de cafe para darnos y mi mama junto
a Paul platicaban en el sofa
-En su habitacion- me dijo su madre al ver mi cara de pregunta hacia donde
estaba Joe. Sonrei y subi, toque y una melodiosa voz me respondio
-pasa- me encogi de hombros y gire la perilla, abri la puerta y me encontre
con la imagen de Joe casi desnudo, solo llevaba unos calzoncillos largos y
pegados de color negro que ¡Como le entallaban!

Capitulo 29

-Perdón- dije sin aliento


-Lo siento, crei que eras mi madre-
-Permiso- sentia como mis mejillas ardian con intensidad, cerre la puerta
bruscamente y me apoye en ella. ¡Cielo santo! Que acababa de ver... No
sabia que Joe se habia desarrollado tan bien en el campamento,
simplemente esos brazos, anchos y fuertes, su pecho y abdomen, tan
marcados y... Sus piernas, esa tela que llevaba puesta dejaba ver como se
marcaban sus musculos, ¡Como debería estar su espalda! Movi la cabeza
para sacar esos pensamientos, aunque la imagen seguia viva.

Baje de nuevo a la sala


-Esta cerrado- dije a la vista de que todos esperaban que llegara con Joe y
no sin el
-Debe estar bañándose- metí el hielo al congelador para despues regresar a
la sala y comenzaron a cuestionarme sobre lo que habia pasado. Empeze a
contarles la historia, pasaron unos minutos hasta que bajo Joe ya
cambiado. Intente hacer como que nada de lo que habia pasado arriba,
realmente habia pasado, Joe tampoco menciono nada cuando estuvimos
'solos' mientras me dedicaba a ponerle hielo en sus moretones.
-Auch!- menciono cuando le presione la bolsa de hielo -con mas cariño- le
sonreí
-Lo hago con cariño
-Ufff... entonces no me tengas tanto... ¡Auch! ¿Y eso?
-Me dijiste que ya no te tuviera tanto- dije excusada al apretarle fuerte.
-Hay Joe, tendras morada la cara durante semanas
-Sera un gran recuerdo
-No puedo creer que te rebajaras tanto, es decir, lo hiciste defendiendome,
claro pero no era para que te rebajaras al punto de seguirle el juego a esos
hombres, ¿Que no ves que solo buscaban una excusa para hacerte daño? Y
tu se las concedes.
-Bien merecido se lo tenian, mas ese Luke, auch-
-Pero tu no, y ahora estoy mas que segura que te buscaran para terminar lo
que empezaron
-Que lo intenten, y veran como les va
-refunfuñe- eres imposible Joseph, si no fueras tan energetico... Tan, hay
no se como describirte, pero si no fueras 'eso' nada de 'esto'- aprete-
-auch-
-te hubiera pasado
-Pero ya sabes que asi soy
-Si, lamentablemente
-Y asi me quieres
-No estes tan seguro, hay veces en las que tus acciones me hacen querer
matarte
-Quiero que lo intentes
-¿Intentar que?
-Matarme- me sonrio y yo rode los ojos.

Al otro dia en el desayuno no me salve del regaño de mi madre, ya me


sentia toda una genia por haber hecho que ayer mi mama no mencionara
nada mas del tema pero como es comun, me lo estaba guardando. La
estuve escuchando un buen rato, creo que decir que fue una hora es poco.
En realidad cuando mi madre se encarreraba... ¡Se encarreraba!
Comenzaba a hablar y nadie la podia parar, lo que menos me gustaba de
sus regaños es que te comienza a pelear por la accion que hiciste, pero
despues te recuerda todo lo malo durante toda tu vida, cosa que me
molestaba demasiado, total, si ya habia pasado... ¡Ya había pasado! Pero no
para ella, esas eran de las ocaciones en las que desearia poder salirme de la
habitacion, dejandola con la palabra en la boca.

Durante esa semana, tambien, Joe y yo estuvimos 'castigados', nos dejaban


salir, pero a las 6 en punto ni a la esquina podiamos ir. Nos la habiamos
arreglado para conseguir el dinero que Richard necesitaba, ya no tuvimos
que toparnos con Luke y su grupito de aliados, lo que agradeci, y no
esperaba verlos en mi vida, jamas. Los moretones de Joe en pocos dias
fueron motivo de risa al recordar lo que habia pasado, no se le notaban
mucho, aunque el insistia lo contrario, siempre habia sido un exagerado en
todo a lo que se refiriera a su persona; que su cabello no se le acomodaba,
que de pronto tenia mas imperfecciones en la cara, que a como de lugar
tenia que tener musculo, lo cual... ¡Uf! Ya lo habia conseguido y ¡Que buen
trabajo habia hecho! Asi era el, y eso me encantaba, lo reconociera o no.

La espinita de baja confianza que le tenia desaparecio despues del primer


mes, porque simplemente era imposible no socializar al completo con ese
hombre. De nuevo ibamos al teatro, a comer, los Domingos nos gustaba ir
juntos a la iglesia, el pasaba tiempo en mi casa como antes y yo en la suya.
Nos tratabamos tan amigos como siempre lo habiamos sido, creo que tanto
el como yo habiamos borrado el lapso de distanciamiento que tuvimos y por
suerte, lo habiamos superado. O al menos eso creía yo… básicamente me
olvidaba del pasado y durante varias noches en que había soñado con Joe
me había propuesto firmemente solo verlo como un amigo, solo como eso,
sin hacer ilusiones de que tal vez ahora si pudiéramos intentarlo de nuevo.
No quería volver a arruinar las cosas, aunque me fuera un poco difícil pues
la forma de actuar de Joe me incitaba a otra cosa… una cosa que me tenia
realmente confundida ¿Estaría el jugando con mis emociones?

Capitulo 3O

La tarde en que realmente me había puesto a pensar sobre el tema fue un


sábado, cuando me acompañaba mientras mi madre hacia las compras
habituales de fin de semana. Todo era normal, platicábamos, reíamos… todo
lo típico de un sábado en su compañía. Nos tiramos al sillón después de
haber saciado nuestra hambre con un emparedado de mantequilla y azúcar,
¡Oohh como amaba esas cosas! Era mi delirio comerme no solo una, sino 5
seguidas y aun querer más, Joe aun me cuestionaba como era que podía
comer tanto y seguir delgada, y agradecía tener un buen metabolismo en
estos momentos o ningún vestido me quedaría en cuestión de días. Reía a
causa de los comentarios de Joe sobre como me vería con barriguita cuando
me cambio el tema.
-¿______?- se giro hacia mi con una seriedad notable, yo aun suspiraba
intentando conseguir el aliento que me había robado tanta risa.
-¿Qué pasa?- dije aun riéndome un poco
-¿Crees que el amor exista?- bien, definitivamente no esperaba esa
pregunta, lo mire pero en realidad mi cabeza intentaba buscarle una
respuesta a su pregunta.
-¿Por qué lo preguntas?- se encogió de hombros -Yo digo que si, solo con
tener ejemplos, ¡Mira en tu casa! Tus padres se aman, se les nota
enseguida cada vez que se miran y se sonríen, cuando no temen tomarse
de la mano mientras caminan por la calle, cuando tu padre aun goza de
hacerle bromas a tu madre -reí- creo que ese es un buen ejemplo de que el
amor existe y… mejor aun, que se puede conservar. El ambiente se había
aligerado un poco mientras Joe se reía por lo bajo.
-Tal vez- me volvió a mirar -¿Qué hay de ti?- lo mire sin comprender -Es
decir… ¿sientes amor por algo?… tal vez pintar o comer emparedados-
sonreí -o… por alguien- me miro de reojo ante mi reacción, la sonrisa que
hubiera tenido hace unos segundos se fue por tres razones: el amor que
había perdido, el amor que tenia seguro y el amor imposible -si- baje la
mirada -amaba demasiado a mi padre- ese era mi amor perdido -también a
mi madre, aunque a veces me desquicie con su carácter- ese era mi amor
seguro… pero mi amor prohibido… ese no podía mencionárselo,
simplemente lo tenia frente a mis ojos. Joe silencio como esperando a que
yo prosiguiera pero, no tenía más que decir. Me miro fijamente
-Así que… solo amas a dos personas…- por alguna extraña razón, no quite
mi mirada esta vez, algo en mi me daba la fuerza para verlo y que hubiera
la posibilidad de que mi mirada le dijera todo. El espacio entre nosotros se
fue acortando lentamente, como si un imán invisible nos jalara como dos
cuerpos metálicos, nos encontrábamos a escasos 5 centímetros de
distancia, que separaban nuestros cuerpos. Podía sentir la respiración de
Joe en mi rostro. El poso su mano en una de mis mejillas sin apartar sus
ojos de los míos. Se humedeció los labios con su lengua para después
susurrar en la misma posición haciendo que su aliento me golpeara el rostro
-¿podrías seguir amando a alguien que te lastimo?-
-Solo si lo amo demasiado como para olvidar lo que me hizo, si- susurre
también. Lo que paso después de verdad no me lo esperaba, Joe me miro y
recorrió mi rostro ante mis palabras, bajo su mano de mi mejilla y se alejo
para sentarse correctamente en su parte del sillón. Algo me recorrió el
cuerpo, creo que era la duda, ¿Por qué lo había hecho? ¿No era esta la
parte en que ya estando tan cerca se culminara con un beso? Pero al
contrario, él se había alejado de mi ¿Había dicho algo malo? Me acerque
para tocar con la palma de mi mano su ante brazo.
-¿Joe?- dije dudosa esperando su reacción, poso la mano que tenia libre
sobre mi mano, tomándola con suavidad para deslizarla por su brazo hasta
llegar a su otra mano, y ahí atrapar mi extremidad y masajearla con sus
pulgares, al mismo tiempo que volvía la vista a mi con una sonrisa apenas
marcada en sus labios, que no me dejaba verle ni alegría, ni tristeza, ni
sentimiento alguno. Yo seguía mirándolo confundida.
-¿Te importa si te dejo? Tengo algunos pendientes por hacer- dijo
quedamente.
-Claro, ve- aun no comprendía que pasaba. Me mostró otra sonrisa igual y
dejo mi mano sobre mis piernas, se levanto y beso mi frente
-Te veré luego- dio la media vuelta y se dirigió a la puerta, sin volver la
mirada hacia mi la abrió y salio. En ese momento me di cuenta de que
había sostenido la respiración durante ese rato, solté el aire y me deje caer
en el sillón intentando recrear la escena para ver si podía al menos
encontrarle un sentido. Lo que resto de la tarde seguí pensando en lo
mismo, pero entre más intentaba explicarlo, mas confundida estaba.

‘Joe ¿Por qué me haces esto?’

Había superado esconderle mis sentimientos, después había superado su


rechazo, había superado nuestro distanciamiento y de verdad pensaba que
había superado a Joe, pero de pronto llegaba y me hacia tales preguntas
que me revolvían todo en mi cabeza, que me hacían buscar archivos
muertos, que quitaban la paz y quietud que había mantenido hasta ahora,
¿Qué se creía? ¿Qué solo podía decirme tales cosas, casi besarme y después
irse como sin nada? Bueno, en realidad eso había hecho, pero ¿Qué creía
que yo no tenía sentimientos? Y ahí era cuando regresaba mi pregunta,
¿estará jugando con mis emociones? Tal vez estos días se la había pasado
tan aburrido que su nuevo hobbie era decirme cosas lindas y reírse por mis
caras que ponía al escucharlo, tal vez… -lance una piedra al lago- y después
bufe, si creía que yo era tan débil, pues no… OK lo era pero no se lo
demostraría.
-No soy ni tonta ni descerebrada- lance otra piedra aun mas fuerte.
-No, no lo eres- salte ante la voz sorpresiva que apareció a mis espaldas,
gire rápidamente la vista con mi mano en mi pecho, como si eso controlara
a mi corazón que no dejaba de brincar por el susto.

Capitulo 31

-¡Joe, me asustaste!- al momento le lance una piedrita para vengar un poco


de lo mucho que me había causado. Apenas y le pego en la pierna, fue
cuando considere la posibilidad de haberle lanzado algo mas grande.
-Perdón- dijo riéndose y acomodándose a mi lado.
-Si te ríes cuando dices ‘perdón’ no vale- le dije entrecerrando los ojos
-Es que hubieras visto tu cara- seguía riendo, ahora la idea de que se la
pasaba riéndose de mi me parecía mas creíble.
-Ya quiero ver el día en que me mates de un susto, haber si te sigues
riendo-
-Ya, perdón- respiro hondo -de verdad no quería asustarte- termino
calmándose -en realidad no esperaba encontrarte aquí-
-Si, ya somos dos- suspire -Bueno, yo no esperaba encontrarte aquí,
porque yo vengo aquí muy frecuente, así que, aquí el raro eres tu- Joe río
-Y si entre raros nos entendemos, ya veo porque nos llevamos bien-
entrecerré de nuevo mis ojos.
-¿Qué haces aquí?- le cuestione
-Como tu, desde que regrese no dejo de venir, no se porque jamás nos
habíamos encontrado antes si tu también vienes con frecuencia-
-¿Cada cuanto vienes?
-No tengo horarios, la mayor parte de las veces es cuando no estoy con tigo
-Noooo ¿enserio? Porque no lo deduje antes… aunque mira, ¡Que
casualidad! Yo también vengo sola cada vez que no estoy con tigo- fue
ahora el quien me miro con los ojos entrecerrados.
-De cualquier manera- dijo ignorando mi comentario -me gusta venir y
relajarme
-¿Insinúas que vienes solo porque con alguna persona junto a ti no podrías
relajarte?
-No, de hecho venia solo porque no sabía que aun tu venias, de otra forma
te invitaría a cada rato.
-¿Por qué yo hubiera dejado de venir?
-No lo se, tal vez ya no te gustaba estar aquí
-Pues ya vez que no, así como tú, también me sirve de relajación- me
recosté en mi lugar usando mis brazos como almohadas, Joe siguió en su
posición, sentado mirándome sobre su hombro.
-¿Y porque decías lo de tonta descerebrada?
-Cosas…
-Y te desquitabas con las inocentes piedritas mientras eran arrojadas
cruelmente al agua…- reí
-Sip, alguien tiene que pagar por mi coraje ¿no?
-Pero ellas no tienen la culpa, que tal si tenían una familia de piedritas a
quien llevar alimento y protección y por tu culpa ya jamás regresaran a su
hogar, y toda la familia de piedritas se quedara pensando que le habrá
pasado a la otra piedrita, cuando no saben que una cruel mujer la lanzo al
agua para satisfacer su enojo. Después todas las piedritas te odiaran y se
meterán en tu zapato.
-¿Así que es por eso que las mendigas piedritas se meten en mi zapato?-
Joe río ante mi cara de pregunta
-Tu no tienes remedio- me levante para volver a quedar en mi posición
sentada junto a el
-Hablando de piedritas enojadas… hay unas que no me dejan descansar en
paz- dije mientras sobaba mi espalda -¿Te importaría si te aviento mejor a
ti? Así ya no me meto con la legión de piedritas- alcé y baje mis cejas varias
veces y al momento le avente otra piedrita que le pego en la mejilla
haciendo que cerrara sus ojos.
-Mejor vengare la muerte de todas esas piedritas ahogadas tirándote a ti al
agua- dijo en tono amenazador
-No creo que puedas hacer eso-
-¿Por qué no?
-Soy demasiado rápida para ti- le avente otra piedrita que se le atoro en su
cabello, me miro vengativamente y aproveche mientras se buscaba la
piedra para escapar de ahí, pero creo que no fui tan rápida, apenas había
flexionado una pierna para levantarme cuando el ya me tenia agarrada por
la cintura haciéndome sentarme de nuevo -¡Rayos!-
-No eres tan rápida- encaro su ceja
-Pero mis piedritas aliadas si- le lancé otra piedrita, abrió la boca mostrando
asombro por mi acción
-Oohh, no lo hiciste- me reí
-Pues el viento no fue
-¿De donde rayos sacas tantas piedras?- sin dudarlo me recostó
rápidamente en el césped, agarrándome por mis muñecas, dejándome
inhabilitada para lanzarle mas de mis ataques. Apreto con suavidad mis
atrapadas manos para hacer que yo las abriera, al instante unas 5 piedritas
se rebalaron de mi palma hasta el suelo
-Eres peligrosa- dijo viendome con una sonrisa -¿Ibas a atacarme con eso?-
me encogi de hombros
-Tal vez
-Que bueno que te tengo, ahora indefensa sin poder hacerme daño
-¿Como sabes que no puedo?
-Porque como veo las cosas, hay mas posibilidad de que yo te haga antes
de que tu lo intentes- estaba en lo cierto, con el sobre mi cuerpo era mas
que obvio que ganaba la batalla pero ¿Que mejor que contradecirlo? Y
mejor aun... ¿Incitarlo?
-¿Que serias capaz de hacerme?- dije juguetona y encare una ceja, al
momento su mirada se oscurecio y dejo de sonreirme para mirarme con
una penetracion inigualable, como si al mirar a traves de mis ojos pudiera
tener acceso a miles de cosas en mi mente, en mi subconciente, en mi
ser... Su mirada me paralizo, aun mas, de lo que ya me tenia, ¡Ahora si me
sentia vulnerable! Sus ojos se posaron en mis labios, un escalofrio me
recorrio todo el cuerpo haciendo que los vellos de mi piel se levantaran al
momento, se acerco a mi en direccion de que su mejilla tocara la mia
-¿Quieres ver que es lo que te quiero hacer?- susurro en mi oido, debo
admitir que por su tono si me estremeci en el instante pero ¿Podía hacerme
algo malo Joe? No lo creia capaz, no de hacerme daño, otras cosas si, pero
lastimarme lo dudaba, me tranquilice a mi misma pensando que solo estaba
jugando porque queria verme asustada para al final solo atacarme con
cosquillas o algo parecido. Cada celula de mi mejilla reacciono al instante en
que Joe la raspaba con la suya, alborotandolas por completo. Su caricia sin
manos comenzo su camino desde mi oido, atravesando mi mejilla, hasta
finalizar en mi boca. Sentia la calida piel de Joe en mis labios. Movio su cara
lentamente hasta que su boca encontro la mia, apenas se rozaron y senti
tocar el cielo. Joe aplasto sus labios contra los mios y comenzo a moverlos,
al segundo no captaba lo que estaba pasando pero despues me deje llevar y
lo segui en el beso. No era uno feroz ni nada por el estilo, era suave, tierno,
con un miedo latente en ambos, como cuando das tu primer beso, sin saber
que esperar, sin saber que se siente. Joe apenas tocaba con eficacia mis
labios, tampoco se parecia en lo absoluto a los que habiamos tenido antes,
este no tenia la desesperacion del que me dio cuando pensaba que estaba
inconciente por el agua, tampoco era duro como el que me dio mientras
bailabamos y Jerry nos observaba, no, este no intentaba aparentar nada, yo
sentia como habia algo aqui, una chispa, pero tenia miedo de tan solo traer
a mi mente esa minuscula palabra, no queria ilusionarme... De nuevo.

Capitulo 32

Cuando noto que teniamos el asunto controlado, Joe me solto las manos
para apoyar su peso en sus manos, que hasta hace un momento, hacia que
su cuerpo tocara cada particula, cada rincon del mio, ahora Joe estaba
cubriendome a distancia, como una barrera humana. Instintivamente pase
mis manos a su cabello y las meti en el, revolviendolo, despeinandolo y
tomandolo, no queria que esto acabara jamas. Aunque mi mente estaba
realmente desconcertada por lo que pasaba, me propuse no arruinar el
momento con mis dudas y me dedique a disfrutar. ¡Wow! Nadie podía
igualar este beso, incluso si Joe me volvia a besar dudaba que lo superara,
aunque... pensándolo bien…
Joe movía sus labios al par de los mios, como si estuvieramos
sincronizados, la piel que sentia era tan suave y carnosa, ¡Valla que eran
carnosos esos labios! Joe se separo solo unos milimetros de mi rostro,
nuestras respiraciones eran rapidas, se nos habia acabado el aire, me miro
fijamente pero no menciono nada, yo tampoco dije nada, no queria arruinar
nada de lo ocurrido, aunque claro, con el beso de este hombre todas las
palabras se habian atorado. Mi alma conmociono cuando una leve sonrisa
aparecio en su rostro, despues susurro levemente sobre mis labios
-He vengado la vida de las piedritas- no evite sonreir yo tambien, mis
manos se dedicaron a acariciar su cabello y mirarlo a los ojos esperando
que estos me dijeran la verdad. ¡Oh rayos como queria en este momento a
una personita que se metiera en su cabeza y me dijera que pensaba! -
¿Quieres nadar?- dijo mientras se levantaba por completo del cesped y me
miraba con una ceja alzada. ¿Como podía pensar en nadar en este
momento? ¿Es que no se habia dado cuenta de lo que acababa de pasar?
Por los 8 cielos, ¡Nos habíamos besado! Y el... El pensaba en nadar
-¿Por que no?- me levante y el me tendio una mano para que me irguiera
por completo. Se lo que la mayoria pensaria '¿Que rayos haces?' Pero si el
queria dejar las cosas asi, asi las dejariamos. ¿Hasta que punto llegaria Joe?
No lo se pero queria descubrirlo. Me sonrio mostrando esa linda sonrisa que
tenia; me sorprendi cuando vi que mis piernas no se doblaban y me
dejaban caer al suelo, esa sonrisa mataria a cualquiera. Se alejo un poco de
mi para levantar su camisa y quitarla, ¡Dios santo! De nuevo ese cuerpo, y
tenia razon ¡Que espalda! Ahora si, si mis piernas no me fallaban ante tal
situacion era porque algo andaba mal con migo, ¿Que mujer en su sano
juicio permaneceria de pie teniendo frente semejantes cosas? Se que la
perfeccion no existe, pero Joe esta muy cerca de ella, y no solo por tener el
mejor cuerpo que habia visto en mi vida, tambien por su persona, era
simpatico, guapo, talentoso, tiene ese -no se que- que te hace derretirte
con solo tenerlo cerca, su voz es ronca y varonil, pero cuando canta es
dulce y melodiosa Ah, porque canta ¿Eh?! Sus ojos tienen un color unico, en
las sombras se oscurecen, a pleno sol brillan tal cual las espigas y en
lugares cerrados toman un verde oscuro... ¡Uf! Te consuela cuando lo
necesitas, te hace reir cuando mas triste estas, te aclara algo cuando
dudas, te corrige y aconseja cuando no vas por buen camino, para mi es
simplemente un angel que me cuida, no me sorprenderia que un dia llegara
a casa con alas y areola a verme, ¡Oh y besa! Si hubiera nacido en Grecia el
hubiera sido el Dios de los besos... ¡Eso era! El era como un Dios griego...
Era mi Dios griego. Tan magnifico y perfecto.
-¿Te vas a meter asi?- me saco de mis pensamientos con esa voz, parpadee
varias veces para acomodar mi mirada, acomodo un mechon de cabello que
estorbaba en mi cara detras de mi oreja esperando mi respuesta.
-No, solo me quitare el sweater- me lo desabroche y solo quede con mi
blusa blanca de tirantes, no podia hacer mas por mi, no tenia traje y tenia
que meterme casi vestida al agua, aunque con este sol era mas que ovbio
que me secaria en cuanto tocara tierra firme de nuevo. Joe tambien
permanecia con su pantalon, de pronto se me vino a la mente decirle que
seria mejor que se lo quitara, pero cerre la boca al instante. Nos lanzamos
al agua con un gran chapuzon y nadamos un rato, hasta que nos cansamos
de perseguirnos por el agua y solo flotamos como tablas tomados de la
mano para no alejarnos, mirando al cielo, queria preguntarle sobre lo que
seria de nuestra relacion, pero la ultima vez yo habia tomado las riendas de
la palabra, ahora lo dejaria a el, si lo consideraba necesario tomaria en
palabra el tema.

Habia llegado de la cita que tenia mi madre con el club de ceramica, cada
fin de semana se juntaban para platicar un poco mientras hacian sus
variados objetos, segun mi mama, esto de la ceramica era algo para
relajarse, pero no para mi. Ella estaba muy preocupada porque pensaba
que ya no pasabamos el tiempo suficiente juntas, me habia convencido de
que la acompañara esta ocacion, aunque al principio no queria termino
concenciendome, lo cual, ahora sabia que habia sido un gran error. Me
habia levantado a las 6 de la mañana, habíamos tenido que ir a las afueras
de la ciudad pues esta ocacion, la casa cede se encontraba ahí, pase una
hora en un asiento incomodo, para cuando llegamos, tuve que sentarme de
nuevo para verlas trabajar y platicar, ¡me moría de sueño! Pero aunque
intentaba cerrar mis ojos y descansar, sus voces me lo impedian. Pasadas 4
horas habiamos tomado el auto de regreso, lo cual me dejo otra hora mas
de 'dolor bajo' desde ahora odiaria sentarme, y ahora mismo sentia que mi
cuerpo caeria inconciente en medio de la sala. Al menos habia algo bueno...
Ya estaba en mi casa, ¡al fin! Con las ultimas fuerzas que tenia me conduci
hasta el jardin, necesitaba descansar en paz, me recoste en la tela que
habiamos colgado de ambas extremidades del arbol para simular una
amaca. Respire hondo. Que bien se sentia esto. El aire estaba un poco
activo, las rafagas me llegaban suavemente refrescandome. Cerre mis ojos
y se obscurecio todo.
Unos piquetitos me hicieron arrugar mi nariz, con mi mano la rasque para
saciar la comezon, seguia con mis ojos cerrados, estaba soñando con mi
padre, habia sido un sueño largo, calculaba que pude haber estado dormida
unas horas... De nuevo me regreso ese picor, volvi a rascar, ahora mi
mejilla, cuando la bajaba una mano atrapo la mia. Abri un ojo con pesar,
apenas y podia mantenerlo para ver que sucedia, pero en automatico se
cerraba. Luche por abrir mis dos ojos, parpadee varias veces para que mi
vista se normalizara, cuando asi lo hizo me encontre con la mirada y sonrisa
mas lindas del mundo

Capitulo 33

-Joe- susurre apenas en un ronquido, mi voz aun no se estabilizaba


-Perdon por despertarte, no era mi intencion pero tu piel se veia tan suave
que no me contuve- le sonrei
-¿Que haces aquí?- el aun mantenia su mano entrelazada con la mia
-Tu madre menciono que no te movias desde hace una hora, creyo que
estabas muerta, y vine a cerciorarme de que aun habia un corazon latiendo-
me rei
-¿Y aun lo hay?-
-Mmmm dejame checar- coloco su oido en mi pecho, me estremeci al
momento -si, aun late, no estas en peligro.- dijo en un tono profesional
-¡Oh gracias doctor Jonas! Es usted muy sabio- se separo de mi riendo -
-Lo se, lo se
-Y dime, ¿Porque viste a mi madre?
-Fue a nuestra casa, no se que tenia que platicar con mi mama, ya sabes,
cosas de mamas, le pregunte por ti y me dijo que desde que habian llegado
hace una hora, te habias ido a acostar, asi que decidi venir a hacerte
compañía pero te desperte por error- bostece
-No importa, ademas ya era hora de que lo hiciera, aun no puedo creer que
me haya quedado dormida tanto.
-Te ves tan linda mientras duermes- me sonrio y acaricio mi mejilla, yo
puse mi palma alrededor de la suya y me perdi en su mirada,
inconcientemente lo atraje hasta mi, claro que no habria hecho mucho sin
su ayuda, el dejo que lo acercara. Poso sus labios sobre los mios y nos
besamos. Tal vez estaba mal que nos besaramos si no eramos nada, pero...
Pero... Ok no tenia ni una sola excusa. Solo sabia que lo amaba, que no
desaparecia este sentimiento por el, aunque tambien estaba el riesgo
latente de que mi corazon se enfermara cada dia mas, de que quedara roto.
Yo no se que es lo que Joe siente por mi, ni se la razon por la que deja que
esto suceda, solo espero salir bien de esta situacion y esperar que no me
utilize mientras se dedica a buscar a quien quiera de verdad.
-¿Quieres ir al teatro hoy?- dijo separando nuestros labios al fin, mirandome
como tanto lo amaba yo
-Me encantaria
-¡Uf! Que bueno escuchar eso, porque ya tengo las entradas- metio las
manos a su pantalon y saco los dos papelitos -Hay una obra grandiosa, se
que te encantara, es dramática-romántica como te gusta- sonrei
-Estare lista en unos momentos para irnos- me levante ayudada por el,
fuimos dentro de mi casa. El me espero en la sala mientras yo me iba a
cambiar. No sabia que ponerme, basicamente tenía una cita con Joe, ¿No?
Bueno es logico que si te besas con alguien y luego ese 'alguien' te invita a
salir es una cita. Me decidi por un vestido rojo, el amaba ese color por
alguna razon, no quise hacerlo esperar demasiado, retoque mi cabello y
baje. El me miro y sonrio. Me ofrecio la mano para salir
-Avisare a mi madre antes-
-No es necesario, ya le he dicho y estuvo de acuerdo-
-Es bueno que te encargues de todo- fuimos hasta el teatro, antes tomamos
un bocadillo para que pasara el rato. Me sentia tan bien en su presencia, me
sentia protegida y cuidada, aunque en este momento solo viviera de
ilusiones, era lo que me quedaba y disfrutaria mientras durara.

Mis ilusiones seguian alli, con migo, acompañándome como mascota fiel,
bien sabia que mientras mas crecian, mas daño podían causar si nada
resultaba como esperaba. Esas ideas rondaban en mi cabeza cuando Joe me
abrazo por detras y suspiro en mi oido. Estabamos en mi casa, le habia
prometido a el hacerle un pastel de leche relleno de nuez, su favorito y el
mío también.
-¿Que falta?- dijo aun abrazandome y con su aliento acariciando mi cuello
-Solo tiene que estar en el horno unos minutos y estara listo- beso mi
mejilla
-Ansio probar nuestra obra maestra- encare una ceja y lo mire
-¿Nuestra?-
-Queeee, colabore ¿no?
-Si, robando crema batida a cada rato mientras no veia y casi te acabas las
nueces
-Tenia que comprobar que la temperatura y el espesor de la crema eran las
correctas y sobre las nueces... Bueno ______ ¡son nueces!- negué con mi
cabeza riendo -aunque... Ansio probar otra cosa tambien
-Que co...- antes de que pudiera terminar, aprisiono mis labios con los
suyos. Esta era ya la tercera vez este mes, si, contaba cada vez que me
besaba. La primera fue en el lago, la segunda en la amaca hace una
semana y ahora esta, pero, no me quejaba, probar sus labios era mi postre
favorito, lo que no queria era exederme de azucar y terminar enferma, del
corazon.
Me gire en sus brazos para quedar en una pocision mas comoda mientras
saboreaba su beso. El tambien parecia diafrutarlo, me acerco mas a el
tomandome por la cintura, tomabamos 'vuelo' cuando la voz de mi madre
se escucho despues de un cierre de puerta
-Llegueeeeee- nos separamos rapidamente antes de que ella pudiera
encontrarnos en un mal rato... Para sus ojos. -Mmmm ¿que es ese olor tan
delicioso?- pregunto apenas entrando a la cocina, Joe estaba junto al horno
aun mirandome, sus labios estaban rojos, no queria pensar como estaban
los mios, me mantuve calmada limpiando la mesa donde habia quedado aun
harina
-Su hija prepara un rico pastel
-Mmm ¿enserio? ¿Puedo adivinar de que es?
-¿Para que? Ya sabes cual es mi debilidad- dije.
El pastel estuvo listo en 20 minutos, comimos un poco y no es por presumir
pero estaba de-li-cio-so. Joe y yo ya no tomamos el tema del beso, aunque
esta vez yo si quisiera, no podia seguir asi. Se marcho y mi madre fue a
tejer un rato. Durante una hora me cuestione si seria bueno ir a aclarar
cosas con Joe o dejar que siguieran.

Mi mente no podia mas, las dudas ya me consumian viva y tenia que saber
a que queria llegar Joe, ya le habia dado la posibilidad de que el tomara las
riendas de los hechos pero no hacia nada, solo llegaba a besarme como sin
nada y se iba, no se con quien pensaba que trataba pero si era un juego, se
habia equivocado de chica. Sali de mi casa decidida a aclarar las cosas,
toque la puerta, sin pensar nada, si lo pensaba y meditaba lo mas posible
era que terminara arrepintiendome y dejando que Joe siguiera haciendo y
deshaciendo a su gusto. Justamente el sujeto en cuestion me abrio la
puerta, notaba que estaba sorprendido en verme pero aun asi me invito a
pasar.
-¿Y tus padres?- encaro una ceja, ni un 'hola' le habia mencionado
-De compras, y... ¿Que te trae por aqui?-
-Quiero hablar sobre nosotros- Joe me miro serio, ahora estaba mas
confundido que antes -de nuestra relacion- prosegui para aclararle el
panorama.

Capitulo 34

-Estoy ocupado, ven otro dia- si mi boca pudiera en este momento llegaria
al suelo
-¿Otro dia? ¿Que tengo que hacer cita o que? No se si escuchaste bien pero
dije 'tenemos que hablar' jamas pregunte nada
-Pues la que no escucho fue otra: es-toy-o-cu-pa-do asi que tendras que
esperar-
-Pues no me movere de aqui hasta que hablemos- me cruze de brazos y le
encare una ceja
-Como quieras- el giro y comenzo a subir las escaleras
-¿Que crees que haces?- dije siguiendolo
-Subo escaleras, ¿Que haces más bien tú? Dijiste que no te ibas a mover de
la sala y ahora estas tras de mi- entramos a su habitacion
-Jamas dije que me quedaria en la sala, dije que no me iria hasta que
hablaramos
-No hay nada de que hablar-
-Si lo hay- me miro -necesito explicaciones- me gire para cerrar la puerta a
mis espaldas y regrese mi mirada a el -si tuvieras una idea de como esta mi
cabeza en estos momentos... Solo... Solo necesito que me contestes algo,
¿Que hay entre nosotros?
-Aire- dijo de inmediato, en situaciones normales hubiera explotado de risa
pero no era este el caso
-¿En que situación sentimental estamos Joe?-
-Me dijiste que solo harias una pregunta y esta ya es otra-
-¿En que situación sentimental estamos?- repeti
-No se a que te refieras-
-¿como que no sabes? Joe, necesito que tomes el tema en serio, no se a
que juegas pero ya no puedo seguir soportandolo, estos dias solo llegas, me
besas y te vas, ¡como sin nada! ¿Que pretendes?
-No... No lo se- dijo agachando la mirada, esta vez senti como, ahora si,
tomaba el tema enserio, solo que creo que ni el podia explicarlo, respire
hondo
-Porque... ¿Porque has actuado asi con migo? ¿Porque de pronto llegas y
me plantas besos como sin nada? Ok... -volvi a respirar, hasta yo misma
me estaba confundiendo con mis preguntas- solo dime ¿Quieres que
tengamos una relacion seria?- de nuevo me miro
-No lo...- lo interrumpi
-Si me vuelves a responder con un 'no lo se' te juro que te golpeo al
instante Joseph
-Es que ¿como quieres que te responda si ni yo mismo se lo que hago?
¿Crees que si supiera porque rayos he actuado asi con tigo estaria como
idiota respondiendote lo mismo? Es que simplemente no lo se, te miro y
tengo unas ganas de besarte que no me puedo contener y... Y no me
vuelvas a preguntar si quiero una relacion seria con tigo
-¿Por que no?
-Porque te diria que no- valla eso si habia dolido y el lo habia notado -... Te
amo demasiado como para intentar algo
-¿Que?- si hace rato estaba confundia, ahora estaba aun peor
-Eso, que no quiero hacerte daño diciéndote que si, porque si lo intentamos
y no funciona, no me perdonaria el dolor que te causaria, porque te amo
tanto que preferiria morir antes de verte sufrir asi, antes de hechar a perder
nuestra amistad, de nuevo.
-¿Estas diciéndome que me amas? ¿Que sientes mas que amistad por mi?-
asintio
-No tienes idea, no sabes lo que causas en mi, cada vez que te miro, tengo
ganas de poder entrar en tu cabeza a traves de tu mirada y saber que
piensas, tengo ganas de abrazarte, decirte cual importante eres para mi, no
sabes como estoy luchando en estos momentos para no ir y levantarte
entre mis brazos y besarte, mi cabeza se divide en dos caminos, uno quiere
que camine hacia ti, que te bese y te vuelva a besar, que te diga cuanto te
amo, cuanto te necesito, pero por otro lado, esta el camino que me dice que
tengo que alejarme de ti, que yo no te merezco, porque eres demasiada
mujer para un simple idiota como yo, que no debo arruinar nuestra relacion
involucrando al corazon. No de nuevo, no sabes como me senti cuando nos
alejamos, me sentia tan estupido al haberte apartado de mi. Cuando me
dijiste que querias ser mas que mi amiga, no podia creer que en verdad eso
estuviera pasando, no sabes cuanto esperaba escucharte decir eso, saber
que tu tambien sentias lo mismo que yo, que tal vez tambien te desvelabas
pensando en mi como yo lo hacia por ti, pasaba dia tras dia intentando
sacarte de mi cabeza, cuando lo unico que lograba era enterrarte mas,
habia noches en las que miraba tu habitacion pensando que hacias en ese
momento, con quien soñabas, deseando que fuera yo el dueño de esos
sueños. Y mira, cuando por fin supe que si era yo el dueño, me aleje, ¡que
tonto! Pero tenia miedo, miedo de despertar y ver que solo era un sueño,
que era imposible que alguien como tu se fijara en alguien como yo. Me fui,
para intentar olvidarte, pero la distancia me hizo ver aun mejor cuanta falta
me hacias, dia tras dia pensaba en ti en el campamento, soñaba despierto
solo queria que llegara el momento de regresar para volver a verte,
abrazarte, tenerte a mi lado, volver a escuchar tu voz, y ahora que lo hice,
senti regresar al paraiso, te sentia cerca pero lejos, tenia bien en mente lo
que te habia hecho, que ahora mas que nunca, te merecia menos. Pero
tampoco queria dejarte ir, la simple idea de verte con alguien mas me
rasgaba el alma, queria que fueras feliz con otro, pero la idea de que algun
dia te casarias con ‘ese’, revolvía mi estomago, que formarias una familia y
yo no estuviera en ella, que tendrias hijos y no serian los mios, que le
sonreirias con amor a alguien mas, que envejecerias con otro. Por eso no
puedo alejarme de ti, porque ya no puedo vivir sin mi corazon, siento que
eres todo lo que necesito, que podria estar sin comer por dias pero el solo
verte me alimentaria, me mantendria vivo.
-Me amas- dije sin aliento -aun no puedo creer que, que me estes diciendo
esto, lo que menos puedo creer es que digas que tu no me mereces, mas
bien, yo no te merezco, eres tan especial y unico, pero lo eres todo para mi
y si, yo no soy suficiente mujer para ti, creeme que lucharia para
superarme como persona, y llegar a ser lo que buscas, porque yo no me
imagino una vida sin ti, y si, llegara a casarme con alguien mas, siempre
estaria pensando en ti, pensando e imaginando que tu eres ese hombre,
que son nuestros hijos, y me daria cuenta del error que cometimos al
prohibirnos el amor, me arrepentiria de no luchar por ti, de no decirte que
le hagas caso a la parte de tu corazon que te dice que vengas a abrazarme
y decirme cuanto me amas
-Tambien pienso en ti, siempre pensare en ti, has llegado a llenar cada
espacio en mi cerebro, cada accion tiene tu nombre, ya no me imagino una
vida sin tu presencia, pero...
-¿Pero? No hay peros Joe
-Si los hay…

Capitulo 35

-Si los hay, ¿que tal si nos damos cuenta de que nuestro amor solo era
amistad? ¿Que jamás nos complementaremos como pareja? ¿Que no somos
lo que buscabamos? Yo aun no se, que tipo de amor siento por ti, solo se
que es uno muy grande
-Yo si se que tipo de amor siento por ti, no es el amor que le tenia a mi
padre o que le tengo a mi mama, es un nivel mas alto, y lo supe desde el
primer momento en te vi, mientras bajabas de la mano de tu madre, con
ese horrible corte que llevabas- reimos -sabia que, tenia que hablarte, tenia
que hacerte ver que yo estaba ahí, queria ganar tu confianza, te necesitaba,
claro que, no lo supe definir al instante pues era pequeña pero conforme
creciamos sabia que jamas te veria como un hermano, como un amigo, que
sentia algo mas por ti. Y te puedo comprender, porque hubo una epoca en
la que tambien me debati sobre el tipo de amor que sentia por ti, pero si lo
intentamos, tal vez puedas descubrir que sientes por mi.
-¿Y si no es lo que esperas? ¿Y si me doy cuenta de que mi amor no era
mas que familiar?
-Bueno, entonces seguiria mi vida y te dejaria seguir la tuya, dejaria que
encontraras a la mujer que si te llena totalmente, pero no estaria del todo
triste porque, al menos tendria la certeza de que lo intentamos, no quiero
vivir pensando que hubiera pasado si nosotros hubieramos sido mas que
amigos. Por eso, quiero que te animes, sabes que no se gana sin
arriesgarse.
-_______, no quiero cometer un error que nos puede costar a ambos- baje
mi mirada, esta conversacion no tomaba buen camino -pero pasar otro
momento de mi vida sin ti- Joe se coloco junto a mi -seria lo mas tonto que
pudiera hacer en este momento- lo ultimo que mire fueron sus ojos antes
de perderme entre sus brazos y sus labios. Me levanto tal como lo dijo y
solo me sujete, queria llorar, pero solo de felicidad, al fin pasaba, al fin
eramos uno solo. Me separo y me sonrio, yo sonrei
-Mirate, ya estas llorando y apenas empezamos- seco mis lagrimas con su
pulgar, yo rei
-Son lagrimas de felicidad Joe, nada mas que eso, y solo eso veras en mi
rostro de ahora en adelante.- me volvio a tomar entre sus brazos,
estrechandome fuerte, me beso con una pasion inigualable. Me sentia
completa ahora, feliz y completa.
-______- comenzo a susurrarme -mientras todas las personas vienen y van
me es imposible creer aun que ya eres mi pequeña, mi hermosa- me separe
para verlo a los ojos, me sonrio con tanto cariño que pude haber caido ante
sus pies por su gesto, era imposible lo que este hombre me hacia sentir, me
tomo de las manos, mire su accion y volvi la mirada hacia el, sus ojos
estaban aun mas clavados en mi -trato de estar mas cerca de ti pero todos
dicen que no podemos, estoy amandote y olvidandote, tratando de
encontrar si esto es realmente verdad, ¿Como puedo probar mi amor si
todos piensan que no soy suficiente? ¿Que no soy lo que tu mereces
encontrar? Pero así como no se puede parar que la lluvia deje de caer es
como mi corazon no puede parar de llamarte, esta llamandote- acaricio mi
mejilla -pero a pesar de lo que todos me digan y piensen, estare ahí por
siempre y todo sera mejor, todas nuestras esperanzas y sueños se harán
realidad, no te decepccionare _______, estare ahí para ti, hasta el fin... El
fin del tiempo, porfavor... Se mia-
-Siempre lo he sido Joe, desde siempre he sido tuya, y lo sere siempre.
-Si queremos que funcione, debo hacerlo correctamente, _______, ¿Quieres
ser mi novia?- esas palabras las habia querido escuchar desde hace mucho
y no podia creer que hoy fuera el dia
-Si Joe- le sonrei y beso mi mejilla, para despues atraparme entre sus
brazos y yo, perderme en su aroma. Sentí como sus manos pasaban a mi
cuello, con un roce suave. Al instante una medalla colgaba en el, la tome
entre mis dedos mirandola y mire a Joe. -Creo que siempre te ha
pertenecido- la inusual medalla que Joe me habia regalado en mi
cumpleaños y que se le habia dado cuando se habia marchado al
campamento estaba de regreso con migo. -Y siempre te pertenecera- beso
mis labios suavemente.

-Joe, ¿Estas seguro?- le puse la mano en su antebrazo y el me sonrio


-Demasiado que hasta yo me sorprendo- suspire, no sabia como
reaccionaria mi mama ante la noticia, Joe habia insitido toda la tarde para
que hablaramos con ella... Y luego sus padres, eso me ponia aun mas
nerviosa. Aun sentia como yo no terminaba de agradarle a su padre.
-¿Como puedes estar tan calmado?- le insisti, esperabamos a mi madre en
la sala.
-La verdad, no lo se. Solo espero que se lo tome bien porque no me
gustaría perderte hermosa- beso mis labios, con un pequeño toque pero
que en mi avivo hasta mi alma. Comenzaba a acostumbrarme a esto,
¿Quién no se acostumbraría a ser besada por uno de los hombres mas
magníficos de la tierra? En ese momento nuestra paz y quietud fue
interrumpida por mi madre, quien bajaba como sin nada de su habitación.
-¡Joseph, que sorpresa! No esperaba encontrarte aquí de nuevo-
-Hola de nuevo señora, lo que pasa es que necesito hablar con usted- se
levanto del sofá para quedar a la altura de mi madre.
-¿Paso algo malo?- me dirigió la mirada.
-No, no, nada malo… eso creo -rasco su cabeza Joe- Es algo sobre _____ y
yo- mi madre aun nos miraba sin comprender y yo estaba más nerviosa
cada vez. -El tema es que…- me miro con ternura y en ese momento me
olvide del mundo -Yo amo a su hija- tendió su mano hacia mi levantándome
del sofá -La amo y aprecio demasiado- junto nuestras manos -Me he dado
cuenta de lo importante que es en mi vida y…- dejo de mirarme para ver a
mi madre -Quisiera pedirle el permiso para que me deje salir con ella como
mi novia.- mi mama quedo aun mas seria, en mi mente solo repetía una y
otra vez ‘por favor acepta, por favor acepta’ pero claro, la ultima palabra
estaba en ella y su silencio no decía mucho, Joe noto mi nerviosismo y
apretó mi mano para que me reconfortara. Por fin parpadeo.

Capitulo 36

Se abalanzo sobre nosotros y nos apretó como si solo fuéramos trozos de


ropa.
-Mama, me dejas sin aire-
-Hay perdón, perdón- dijo alejándose -Es que, no saben que feliz me hacen,
al fin mis suplicas hacen efecto- Joe y yo nos miramos con una sonrisa
-¿Entonces quiere decir que si me dejara salir con su hija?- menciono Joe
incrédulo
-¡Hay pero claro que si Joe!, eres un joven maravilloso, no habría mejor
hombre con que deseara que mi hija estuviera. Aun no puedo creer que
hayan tardado tanto tiempo en ver que eran el uno para el otro- mi sonrisa
no cabía en mi rostro, nunca imagine que mi madre quisiera con tantas
ganas que Joe y yo estuviéramos juntos, tal vez hasta lo deseaba mas que
yo…
-Tampoco puedo creer que haya dejado pasar tanto tiempo- menciono Joe
viéndome con una sonrisa que correspondí.
-Gracias mama- le dije sinceramente y me acerque a abrazarla
-Oohh, solo una cosa mas- me aleje de ella -Joe, por mas cariño que te
tenga, y a pesar de que tu madre y yo nos llevemos de maravilla, si te
atreves a dañar a mi hija, olvídate de quedar tan guapo como lo eres,
porque tendrás que vértelas con migo-
-¡Mamaaaa!- replique casi riendo aunque con un poco de pena y miedo
-Es enserio- repitió
-No se preocupe, _____ es demasiado importante para mi como para
hacerle daño- Joe beso mi frente
-Lo se, lo se, pero la advertencia no estaba de mas. Se que tipo de
muchacho eres y confío en ti- juro que no había escena mas linda en este
momento, ahora solo estaba en ir a ver a mis… suegros.

-Mañana estaré aquí a las 2 para que vayamos a mi casa- beso mi frente, lo
despedía en la puerta
-¿Seguro? ¿Qué tal si no salen bien las cosas?
-Todo saldrá bien, además lo que importaba era que tu madre diera el si, en
lo que a mi respecta, mis padres podrían separarnos y aun así jamás te
dejaría, te prometo que si algo pasa luchare por lo nuestro- le sonreí,
¿Cómo era posible que me diera esta fuerza?
-¿Quieres que me ponga algo en particular?- negó
-Quiero que seas tu misma, porque así te adoran mis padres, no necesitas
nada mas, eres bella por naturaleza- me acerque para besarlo
-Mañana te veré entonces- acaricio mi mejilla y cruzo la calle para
marcharse, ya era noche, había pasado el resto de la tarde con migo y con
mi mama, no como mi amigo, ahora como mi novio. Cerré la puerta y
después de despedirme de mi mama subí a mi habitación, apenas entre y
me derrumbe en mi cama ‘Mi novio’ una sonrisa aparecía automáticamente
en mi rostro cuando pronunciaba eso. No podía creerlo, hoy en la mañana
aun éramos amigos y ahora… ahora estaba tan feliz. Esta noche soñaría con
el y no se necesitaba ser psíquica para saberlo.

Cuando menos te lo esperas, la vida te puede sonreír de una manera


hermosa. Te olvidas de todos los problemas, de todas las preocupaciones,
cuando por fin algo te sale bien sientes que eres enorme, deseas tanto
seguir el resto de tu vida disfrutando como lo haces. Es cuando sabes
porque sufriste en el pasado, por que tuviste malos momentos... Era para
que cuando un momento hermoso llegara a tu vida, lo disfrutaras al
máximo. Es increíble lo que te hace alcanzar el amor y el cariño, traspasas
limites, barreras, te sientes invencible. Sientes que el infinito no es el límite.

-Joe ¿Porque no ayudas a tu padre a traer las cajas?


-Claro mama- beso su frente y se levanto del sofá donde me acompañaba
para alcanzar a su padre que ya estaba en el jardín. Lo seguí con la mirada
hasta que desapareció
-¿Lo amas mucho verdad?- Denisse me miro
-No sabe cuanto- sonreí -y me alegra que este de acuerdo en que salga con
su hijo
-Joe lo es todo para mí, es mi único hijo y simplemente es el corazón de la
casa. No sabes como sufrió cuando se dejaron de hablar, pero me alegra
que ahora estén mas juntos que nunca, siempre te he considerado una gran
mujer, y mientras Joe sea feliz a tu lado, créeme que nosotros como padres
lo apoyaremos.- le sonreí a la mujer, admito que tenia miedo de que
pensara que yo no era lo que buscaba para su hijo pero lo habían tomado
muy bien, incluso el Sr. Jonas, quien me abrazo y me dijo que desde ahora
lo considerara como un padre.
-También la felicidad de Joe lo es todo para mi- Denisse asintió
-Lo se, tal vez digas que soy una entrometida en el tema pero me es
fascinante ver como diste tu propia felicidad para que mi hijo sonriera.
Desde hace años yo sospechaba que entre ustedes había algo mas que
amistad, me es imposible creer como Joe no lo vio antes, incluso cuando me
dijo que salía con Amanda y luego con Alice, comencé a dudar de mis
sentidos intuitivos, pues según veía yo, era mas que obvio que el te amaba.
Incluso me preguntaba porque tú dejabas que tuviera relaciones, si en tu
carita se notaba como lo querías.
-¿Se notaba que Joe sentía algo por mi?
-Pero claro ______, era muy obvio, la forma en que te miraba, en que te
protegía, las cosas maravillosas que siempre ha dicho de ti... ¿Es que tu no
lo notabas?- negué
-Siendo sincera, no. Y hasta en este mismo momento sigo sin creer que Joe
y yo por fin tengamos una relación diferente a la amistad.
-Pues es hora de creerlo ______, y mejor aun, algo me dice que ustedes
duraran mucho.- 'eso es lo que mas deseo' dije en mi mente al momento en
que Joe entraba con una caja de despensa que su padre había ido a traer,
justo detrás de el venia Paúl con una caja mas. La despensa, había dicho el
gobierno alemán, debían adquirirla todas las familias, pues algunas
comunicaciones con países que nos abastecían de productos serian cortadas
algunos meses debido a las crisis que sufrían.

Capitulo 37

Un mes, un mes ya había pasado desde que Joe era mi novio. Y ese mes lo
había disfrutado tanto... Nada en nuestra relación había cambiado,
cualquiera que nos viera pensaría que seguimos siendo solo amigos, pues
en particular, siempre nos gustaba salir juntos, abrazarnos, solo que ahora,
claro, nuestras manos y labios se estrechaban juntos cada vez que lo
deseábamos.
-No sabes cuanto amo poder gritarle al mundo que eres mía- Joe me paso
su mano sobre mis hombros y me abrazo, caminábamos de regreso a
nuestras casas después de haber ido a comer. -Cuando los que aun no
saben que tu y yo salimos, preguntan quien eres tu, sonrío ampliamente y
les digo 'ella es mi novia' se quedan helados al saberlo y me dicen que soy
muy afortunado y, ¡claro que lo soy! Tú eres una fortuna
-Espera... ¿Me estas diciendo que tengo pretendientes?- dije asombrada y
riéndome, Joe entrecerró los ojos y me abrazo aun mas
-Si pero, ninguno es tan guapo como yo, así que ni se te ocurra cambiarme.
Además, ¿Quien podría sustituirme?
-Ese amigo tuyo, Mike... El es realmente guapo, sus ojos azules son tan
brillantes- me reí por la expresión de Joe, nada amaba mas que sus celos.
-¿Por que no lo vas a ver al rato y se lo dices?- dijo Joe enojado.
-¡Oohh! Que buena idea, ¿crees que aun siga en su trabajo?- Joe gruño y
yo solo reí. -¿Por que estas enojado Joe?- el no me respondió y solo aparto
la vista, me detuve haciendo que el también lo hiciera y lleve su vista a la
mía, sin decir nada lo bese, tiernamente, lo mas que pude, quería que este
beso le demostrara cuan importante era para mi, después Joe tomo el
control y la fiera que llevaba dentro salio, me atrapo entre sus brazos y me
elevo un poco para besarme aun mas. Sonreí, el ya no estaba molesto.
Acaricie su cabello mientras nos separábamos, el aun me sujetaba haciendo
que mis pies quedaran en punta.
-A veces me dan ganas de pelear con tigo- gruño
-A mí de alcanzar el cielo junto a ti- dije tiernamente -De volar una noche
entera entre tus brazos.
-Hagámoslo esta noche si lo deseas- me susurro
-Sabes que tu eres mucho mejor... Mejor que todos esos hombres guapos y
musculosos de cabello y ojos lindos, con mirada atractiva y sonrisa
encantadora...
-Muy bien, muy bien. Ya entendí, no tenias que describirlos en mi cara.- reí
-El punto es que, la gran diferencia entre ambos es que yo solo amo a uno,
y adivina quien es
-¿Mike?- encare una ceja
-También te amo- beso rápido mis labios -y se que amas molestarme.- pase
una mano abrazándolo por la cintura y seguimos caminando.
-Se que lo sabes...-
Hay demasiado de lo que no te das cuenta, cuando tu lees entre líneas, el
futuro puede estar fuera de tu alcance cuando estas cegado por una luz. Es
la esperanza en todas las desesperanzas, en lo peor de los penosos días, yo
recurriré al silencio, quiero que nuestro amor sobreviva.

Crucé la calle cerciorándome de que nada hiciera resbalar el pastel que


llevaba en mis manos. Durante la mañana me había puesto a preparar el
postre del que tanto le hablaba a Denisse, lo había hecho para ella y su
familia. Toque a la puerta, segundos después me abrieron.
-____ hola- dijo Paúl -pasa
-Buenas tardes Señor
-Buscas a mi esposa o a Joe...
-Ambos- sonreí -le traje a su esposa el pastel que le había prometido
-Pues ella esta en la cocina, puedes pasar.
-Gracias- me dirigí al lugar y la hallé secando algunos trastos. No se percato
de mi presencia, tenía una mirada perdida en alguna parte de su
pensamiento que descargaba en el plato que no dejaba de limpiar. Encare
una ceja, era raro verla así, de hecho, casi imposible. Algo que yo amaba de
la madre de Joe era la forma en que siempre sonreía a la vida, jamás se
daba por vencida y había que hacer hasta lo imposible para que ella dejara
esa faceta alegre que siempre tenia, pero hoy, creo que algo o alguien se
había atrevido a hacer lo 'imposible'.
-¿Denisse? ¿Esta bien?- pregunte temerosa, ella dio un pequeño brinco ante
el sonido de mi voz y me volteo a ver
-_____, no te oí entrar, ¿Desde cuando estas ahí parada? Perdón por mi
distracción, ¿Gustas sentarte?- negué
-Solo venia a traerle esto- deje el pastel sobre su mesa -¿Recuerda que me
dijo que quería probar mi famoso 'pastel de leche'? Pues lo he hecho hoy
-Oohh ______, no creí que hablaras enserio cuando me dijiste que lo
harías- se acerco a la mesa a destaparlo -No quería causarte la molestia,
pero se ve delicioso y estoy segura que debe saber aun mejor.- sonreí
-No es una molestia en absoluto- ella me sonrío, pero de una manera
tormentosa como si me consolara o tuviera alguna pena por mi. -¿Esta
usted segura que esta bien?
-¿Porque dices eso?
-Hoy la noto diferente, ¿Le pasa algo?- ella negó
-No hay nada de que debas preocuparte por mi ______, y quiero
agradecerte el presente, lo serviré justo ahora para que lo pruebes con
nosotros.
-Oohh no hace falta, este pastel lo hice para su familia, no tiene porque.
-Solo será una rebanada ______- asentí
-Solo porque usted me lo pide- ella sonrío
-¿Podrías llamar a Joseph? Esta arriba ordenando su habitación, que por
cierto estaba en un lío enorme, hombre tenia que ser.- reí
-Que bueno que fue hombre- Denisse pareció entenderme y río negando, la
deje para salir de la cocina y con el permiso de Paúl que se mantenía en la
sala, subí a la habitación de Joe. No necesite tocar, la puerta estaba abierta
y Joe se mantenía junto a su ventana sosteniendo una hoja. Me deleite
viéndolo un momento, hasta que me acerque lentamente y lo sorprendí
abrazándolo por detrás, brinco un poco para luego verme sobre su hombro.
-Hola pequeña- me saludo con una sonrisa -algún día vas a matarme de un
susto- se dio la vuelta arrugando la hoja y aventándola a cualquier lugar
para tomar mi cara entre sus manos y besarme. Amaba el sabor de su
boca, podría pasar una vida besándolo y jamás me cansaría. Me separo
lentamente para mirarme con una sonrisa marcada en su rostro, aun
sostenía mi cara entre sus manos.
-¿Que pasa?- dije después de unos segundos de que el no hablara
-¿Que pasa de que?- dijo cariñosamente
-Por que me miras tanto...
-¿Es que no puedo admirar a mi bella novia?- beso la punta de mi nariz, yo
sonreí.
-Tienes demasiado tiempo para hacerlo- esa frase hizo que el quedara serio
y dejo mi rostro, tomo ahora mis manos entre las suyas. -¿Dije algo malo?-
el negó
-No hermosa, tú jamás dirías algo malo para mi
-Entonces, ¿Por que esa cara?
Capitulo 38

-No es nada- me volvió a besar como si se excusara a su humor, el beso fue


lento y cariñoso, como jamás me había besado antes. Note en poco de
tristeza mientras el se dedicaba a abrazarme como si fuera yo a
marcharme, o como si intentara decirme que jamás querría que nos
separáramos. -Ya extrañaba verte-
-Apenas nos vimos ayer Joe- dije riendo
-Para mi cada hora es un siglo- acaricio mi mejilla -¿Que te trae por aquí?
-¡Oohh si!- dije recordando la petición de su madre -Se supone que solo
venia a llamarte para que bajaras por el pastel que traje. Así que, vamos.-
lo tome de la mano y lo jale afuera de su habitación, apenas pudo aventar
el trapo con el que limpiaba sus muebles a su cama antes de que lo sacara
por completo del cuarto y bajáramos a la sala. Sus padres ya estaban ahí
con los platos servidos. Nos sentamos junto a ellos y nos dedicamos a
disfrutar el aperitivo.

Cuando ya habíamos terminado, salí junto a el a caminar. Antes de esto su


madre le había dicho algunas palabras que no logre escuchar, pero al
parecer lo tenían con el pensamiento muy lejos de la realidad. Nos
abrazábamos pero su mitrada iba perdida.
-Y creí que podríamos ir, ¿Que dices?- sacudió su cabeza y me miro
-Perdón, ¿Que?
-Joseph, ¿Que tienes? Has estado raro todo el rato que hemos estado
juntos.
-Perdón _______, tienes razón. Me enfocare en el ahora- encare una ceja
-¿En que te enfocabas entonces?-
-No importa- me sonrío, seguimos en silencio hasta llegar al lago, nos
sentamos debajo del árbol que florecía en todo su esplendor, el me acuno
contra se pecho.
-No me respondiste- le dije, el jugaba con mi cabello.
-No te respondí ¿Que?-
-Que si quieres ir a la fiesta anual donde se celebra la fundación de la
ciudad.
-¿Hay una fiesta para eso?- reí
-Si, este es apenas el segundo año que se lleva a cabo, el año anterior no
estuviste ¿Recuerdas? Por eso no sabias pero ahora lo sabes y quiero que
vayamos juntos
-Hm, vaya que me perdí un poco, ¿Y cuando es?
-La próxima semana
-Y si comenzó hace un año, ¿Con quien fuiste la pasada vez?
-¿Debo contestar?
-Pues soy tu novio ¿No? Debo saber que cosas hacías en mi ausencia y con
quien las hacías
-Pero da la casualidad de que hace un año tu y yo no éramos nada- hizo un
gesto ofensivo
-Pero ahora lo somos, y quiero saber tu pasado obscuro- me carcajee
-Fui con Jerry- Joe no dijo nada y lo voltee a ver, mantenía una mirada fija
en mi, molesto
-¿Jerry? ¿Que no fuimos muy claros con el de que no querías verlo en tu
vida?
-Jamás dije eso, como persona siempre lo quise pero como algo mas no.
-¿Y que no sabes que si le volviste a hablar podía el retomar la idea de
conquistarte? ¿De que sirvió nuestro esfuerzo en fingir una relación en ese
momento?- lo mire escéptica.
-Dime algo Joseph,- me senté en mi lugar para verlo mejor -¿Fue un
esfuerzo para ti fingir ser mi novio? ¿Tanto te molestaba?
-No quise decir eso- le encare una ceja -¿Crees que fue un esfuerzo tener al
fin una excusa para besarte y tratarte como siempre lo he deseado?-
-¿Tomaste esa excusa para estar con migo como algo mas que amigos?-
asintió -¿Por que jamás quisiste dar el siguiente paso si ya llevábamos esa
mentira? Hubiéramos hecho esa mentira una realidad ¿Sabias? Y así jamás
le hubiéramos mentido a nuestro amigo.
-No podía permitirme tanto gozo, sentía que llegar a decirte lo que quería
que fuéramos, seria satisfacerme a mi mismo. Tenía miedo de dañarte. No
me sentía lo suficiente para ti.- negué y coloque mi palma en su mejilla
-Lo eres, y aun eres mas que suficiente- me sonrío
-¿Sabes? Es raro. Todos te dicen que sabrás cuando encuentres a la
persona indicada. Pero después de que me aleje de ti, cuando supe que tu
me querías, supe que te había dañado y era mas difícil después pararme
frente a ti con la frente en alto y decirte 'Hey, también siento lo mismo pero
me quede en un momento en shock, perdón por decirte que no te amaba'-
me reí, se que no debía pero ahora este tema era solo para aprender. -pero
es difícil de decir por el daño que se ha hecho, y me gustaría decir que fue
tu culpa, es siempre mas fácil culpar a los demás antes que a ti mismo.
Pero se mejor que nadie que fui un tonto al pensar que tu siempre estarías
ahí por siempre, que esperarías. Tal vez yo tenía que amarte, tal vez yo
tenia que mostrarte que me importabas más de lo que parecía. No me había
dado cuenta de lo importante que eras para mi, y ahora me estoy dando
cuenta de lo bueno que pudo haber sido si yo te hubiera confesado mis
sentimientos, y se que todo fue mi culpa, pero intentare recompensarte y
créeme que si la vida me diera un deseo, seria el de estar con tigo para
siempre. ¿Qué podría decirte ahora? ¿Con que podría excusarme? Por
suerte me enseñaste como romper mis barreras antes de que fuera tarde y
tú te fueras, que tú dejaras de sentir algo por mí, cosa que era mi más
grande miedo. Quisiera regresar el tiempo, pero eso es imposible, así que
solo quiero que me escuches ahora lo que te digo, gracias por hacerlo
posible, por darme la oportunidad aun cuando te dañe.- lo abrase
-Lo que importa es el ahora y que estamos y estaremos juntos ¿No? Y que
nos faltan muchos meses por compartir- el se alejo un poco de mi y tomo
mis manos.
-______, hay algo que debo decirte- respiro hondo -Apenas hoy me he
enterado, no creas que te oculto algo-
-¿De que hablas?- le dije sonriendo
-Solo prométeme que nada cambiara entre nosotros y que intentaras
comprenderme
-Joe, me estas asustando, ¿Que sucede?-
-Sabes que solo me dejaron venir un tiempo de la milicia
-Si, me dijiste que estarías un año aquí y luego regresarías 5 meses...- Joe
negó
-Se han adelantado las cosas, hoy recibí una carta, al parecer nos necesitan
antes para terminarnos de preparar.
-¿Te iras? ¿Cuando?
-En dos semanas y media,- asentí y después de un breve silencio añadí.
-Tranquilo, se que tienes un deber, además, sirve que acabas mas pronto tu
compromiso y estarás después mas con migo- bese su frente -no tenias que
tener miedo de decírmelo- el me sonrío vagamente.
-Gracias- era cierto, estaba un poco triste porque tendría que marcharse
antes pero yo bien conocía como se manejaban las cosas en la milicia, no
por algo había tenido un padre militar. Los llamaban para su entrenamiento,
eran 1 año y medio de formación básica, y medio de pruebas en campo.
Después los dejaban volver un año, antes de convocarlos nuevamente 5
meses para concluir de enseñarles los métodos de armas. Después, estarían
'libres' de cierto modo, solo los llamaban si en el país ocurría un desastre
natural para que ayudaran al rescate o si se estaba en peligro de guerra, lo
cual no era muy usual pues por lo general, para esos casos llamaban a los
más experimentados. El que ahora se marchara me dolía, pero al menos
más rápido acabaría de prepararse. Solo tenia que entenderlo.

Capitulo 39

Lo miraba acomodar sus cosas en su mochila, aunque aun tenia una


semana mas con migo, tenia que comenzar a preparar las cosas que llevaría
al campamento. Se veía tan lindo ahí, doblando un poco de ropa, con esas
manos que podían ser ásperas pero suaves a la vez. Me sonreía mientras
me contaba sus aventuras con Richard, cada gesto que hacia me
hinoptizaba, cada vez que sus ojos avellana se encontraban un instante con
los míos. Cada vez que su perfecta dentadura blanca aparecía, cuando sus
labios se curvaban, cuando pasaba sus manos por su cabello cada cinco
minutos para peinarlo, mientras respiraba hondo haciendo que su pecho se
hiciera más grande. Cada movimiento para levantar algo pesado que hacia
que sus músculos se tensaran. Todo lo recordaría, y entonces me di cuenta
de lo que había intentado reprimir estos días: lo extrañaría demasiado.
¿Que haría sin el? Mi vida se tornaría gris en su ausencia, cinco meses en
estos momentos era demasiado tiempo.
-¿Enserio tienes que ir?- pauso su acción mientras me volteaba a ver, con
sus ojos resplandeciendo, el sabia lo triste que me sentía y de alguna
forma, yo sabia que a el lo mataba verme así. Durante estos días, desde
que el me había dicho lo que pasaría en unos días, me había tomado el
tema muy tranquila, hasta yo misma me sorprendía de mi acción, pero
sabia que no podía interponerme entre Joe y su responsabilidad. Había
actuado lo mejor posible para hacerle saber que lo apoyaba, pero estando
ya tan cerca de que se marchara, esas barreras sentimentales que había
creado para que no me viera sufrir se iban haciendo cada vez más
pequeñas.
-Sabes que si- me dijo tranquilo -de una forma u otra yo elegí este camino,
y si di mi palabra la cumpliré.
-¿Por que tomaste esa decisión? ¿Fue solo por alejarte de mi hace un
tiempo?- dejo su playera en la cama
-No, bueno también me ayudo para despejar mi mente de todo lo que me
embargaba, pero independientemente... Siempre ha sido mi sueño ser
militar ¿Recuerdas? Desde pequeño siempre lo había deseado, cada vez que
veía a tu padre con su uniforme, que nos contaba esas historias de como
los militares eran como héroes, nació en mi con mas fuerza la gana de
querer ser parte de ese equipo. Y aun la tengo.- suspire y me acerque a su
cama para tomar su ropa y ayudarle un poco. Mi estomago estaba más
revuelto que espagueti, pero ahora mismo no podía decirle que me haría
sumamente triste si se iba, el lo había dicho: era su sueño, lo último que
quería era arruinarlo por mis sentimientos.
-A veces me desagradan tus gustos, como te puede parecer interesante ir
por ahí, con un arma, haciendo temer a la gente sobre tu persona, en lo
particular, tu no te ves como esos tipos malos que matarían.- río
-¿No me veo malo?- dijo pícaramente, lo mire de reojo sofocando mi risa en
realidad este hombre de malo, no tenia ni una pizca, era lo mejor que había
en la tierra, mi todo, mi luz, era mío.
-No- lo siguiente que supe fue que me tenía entre sus brazos torturándome
con cosquillas con su cuerpo sobre el mío tendidos en su cama. -basta Joe,
para ya-
-No hasta que admitas que soy muy malo-
-Bien, bien, eres realmente malo- dejo de torturarme con sus manos y paso
a mi boca, me mantuvo besándome ahí unos minutos hasta que el aire nos
hizo falta.
-Para ser sinceros, yo tampoco estoy muy alegre de irme y dejar de ver tu
rostro amor- me dijo Joe tiernamente aun con su cara cerca de la mía, le
sonreí suavemente y le acaricie su cabello. No quería decirle nada más, no
podía decirle nada más. Sabía bien que con cada palabra que le dijera me
despedazaría más por dentro.

-sorpresa- dijo Joe susurrando mientras me abrazaba por detrás. Me gire


para darle un beso en la mejilla
-Llegas antes, aun no estoy lista-
-Justo por eso llegue antes, no quería que estuvieras lista- fruncí mi seño
-¿Te has arrepentido de ir esta noche con migo?- dije un poco triste, esta
seria la ultima noche que pasaríamos juntos, pues al amanecer el tomaría el
carro que lo llevaría lejos de mi y en realidad quería pasar cada segundo
con el.
-No pequeña, solo que si ya estabas lista no habría forma de que te pudiera
regalara esto- desdoblo la mano que llevaba en su espalda para mostrarme
una caja blanca adornada con un listón rojo. Ya me preguntaba yo donde
tenía la mano este hombre.
-¿Que es esto Joe?- dije tomando el paquete sorprendida
-Ábrelo y veras- sonreía como esperando mi reacción, entrecerré un poco
los ojos
-No será una de tus bromas ¿ah?- el no dijo nada y siguió esperando a que
lo abriera, pero no sabia si hacerlo, no era que dudara de mi novio... Bueno
en realidad si dudaba, después de todo, era Joe, el siempre había disfrutado
hacer bromas a cualquiera, lo conocía demasiado bien, aun me venia a la
mente el recuerdo de cuando nosotros éramos pequeños y había venido
alegremente a mi con una caja de cartón insinuando que era un regalo para
mi, cuando lo abrí una rana salto directo a mi cuerpo, como era obvio grite
y salí corriendo. Joe se río y recogió la rana del suelo para luego meterla a
su caja y buscarme para disculparse por no saber que yo le temía a todo lo
que saltara peligrosamente hacia mí o se moviera, o estuviera vivo. Desde
pequeña siempre había tenido miedo por cosas que vinieran hacia mí,
incluso Joe. Suspire hondo y aleje el recuerdo, me dirigí a mi cama con la
caja en mis manos y la deposite en esta. La abrí un poco para ver si lograba
ver algo pero la luz no penetraba la suficiente como para mostrarme el
contenido, volví mi vista a Joe y seguía sonriendo cariñosamente como si se
burlara de mi desconfianza, pero como decía mi madre 'crea fama y échate
a dormir' tanto Joe como yo sabíamos que el no tenia un buen historial.

Capitulo 40

Empuje lo que quedaba de la tapa y me aleje, Joe río fuerte ante mi


reacción. Aun así no me acerque al momento, no importa que Joe se
burlara, ninguna otra rana asesina me iba a atacar. Espere unos segundos
esperando que algo saltara o se moviera la caja dejándome saber que era
mejor mantener la distancia pero, no, nada paso. Me acerque de a poco
hasta que logre ver tela blanca, mire nuevamente a Joe, el tenia sus manos
cruzadas sobre su pecho.
-Espero te guste- dijo, termine de acercarme para sacar la tela que resulto
ser un bello vestido blanco. Lo tome con cuidado, sorprendida mire a Joe.
-Es hermoso y... Estoy feliz de que no fuera una rana,- Joe río de nuevo,
como amaba verlo feliz, sonreír. Sobrepuse el vestido en mi cuerpo y me
mire al espejo. -Joe, es simplemente bello, ¿Lo compraste para esta
noche?- asintió y se acerco a mi -gracias- lo bese suavemente.
-De nada hermosa- beso mi mejilla por detrás mientras nos mirábamos por
el espejo -Ahora te dejare para que te arregles. Te esperare abajo.- asentí y
el salio de mi habitación. Mire unos segundos mas el vestido sobre mi
cuerpo hasta que comencé a cambiarme.

Tomamos un auto que nos llevaría al teatro de la ciudad donde seria el


baile. A pesar de que el sol se había ocultado hace unas horas, las personas
apenas hacían de esta noche su medio día. Poco a poco todos se
comenzaban a congregar en el centro de la ciudad, personas ponían puestos
afuera de sus casas para vender algo mientras la noche apenas comenzaba.
Nos bajamos del auto, caminamos un poco por el jardín antes de ir al
teatro. En el paseo nos encontramos a varios amigos con quienes
platicamos un poco. Joe se encargo de los gastos esta noche, cada cosa que
se nos antojaba el peleaba hasta que terminaba ganando haciéndome
regresar mi dinero a mi bolsa.
-Odio eso, ¿Sabes? Soy una mejor independiente que puede también pagar
algunas cosas que se le antojen a su novio o a ella misma.- replique
mientras nos alejábamos del puesto donde habíamos comprado unas
galletas caseras y como ya se estaba haciendo costumbre, Joe había
pagado.
-Un día en el mundo no habrá hombres que quieran pagar por sus mujeres
y ahí será cuando agradezcas que intento salvar la caballerosidad.- me puso
una galleta frente a mi boca y mordí, para luego el terminar de comer la
otra mitad. Así seguimos en todo el camino hasta que la bolsita que alguna
vez había tenido 15 galletitas estaba vacía. Joe se paro en seco frente a mí
después de tirar la bolsita a un bote y me beso la comisura de los labios, se
separo lentamente de mí.
-¿Y eso?- dije yo
-Tenías un poco de polvo de galletas cerca de tu boca- reí, el jamás
cambiaria, y eso... Me encantaba.
Después de una hora de caminar, comprar y besarnos nos dirigimos al
teatro donde ya estaban varias personas congregadas. El lugar había sido
adaptado para esta noche, las bancas que regularmente estaban en el
lugar, habían sido removidas para que ese espacio sirviera como pista de
baile. Había mesas alrededor y en la parte superior. En el fondo se
encontraba un grupo de jazz que animaba todo el ambiente, había varias
personas bailando y otras pocas se mantenían en las mesas sentadas
platicando entre si. Buscamos el lugar donde tanto los padres de Joe como
mi mama nos esperaban, nos sentamos un momento y nos ofrecieron cenar
-Oohh no, estoy lo suficientemente llena, gracias
-Que hay de ti Joe?- pregunto la señora
-Oohh me encantaría probar la comida, claro- tenia que ser Joe, reí por lo
bajo y cuando la mujer que nos ofrecía la cena se fue le dije
-¿Es que tu nunca te cansas de comer? No pudo creer que no seas ya una
bola andante
-río- seria tu bola andante, además, ¿Planeas dejarme muerto de hambre o
que?- negué riendo. Después de que Joe terminara de llenarse, me llevo
hasta la pista de baile. -De una u otra forma hay que bajar los kilitos que
aumente ahorita ¿No crees?- reí y el me estrecho junto a el, la música era
alegre, bailable, tanto Joe como yo dábamos nuestros mejores pasos
posibles en la pista. Después de unos minutos de tanto baile, me canse,
fuimos de nuevo hasta la mesa a sentarnos y relajarnos un poco. Durante
las siguientes horas lo ultimo que tenia en mi mente era el futuro, solo me
dedicaba a disfrutar el presente. A disfrutar lo mejor que pudiera de Joe y
su compañía, era todo lo que importaba esta noche. Nos encontramos con
otro par de amigos mas en el teatro, a pesar de que estaba cansada, acepte
la invitación que me había hecho Richard para bailar. Este era el momento
en que daba gracias por haber traído zapatos bajos, de otra forma, no
hubiera aguantado ni la primera canción. Las doce de la noche dieron en
punto y era inimaginable como la fiesta apenas comenzaba.
-Y dígame señorita ¿se esta divirtiendo?- dijo Joe con voz ronca, pareciendo
todo un galán, yo me reí.
-Gracias por su interés señor, y si, me estoy divirtiendo como nunca.
-Eso quiere decir que su compañía de este año fue mejor que la del año
pasado ¿No?- suspire
-No tanto así, pero digamos que si mejoro muchísimo.- Joe me sonrío antes
de volver a llevarme a la pista de baile. Por suerte solo fue una canción
rápida antes de que comenzaran con las melodías suaves y lentas.
-Oohh como amo estas canciones- le mencione a Joe
-¿Por qué las amas?-
-Porque así tengo pretexto para abrazarte y que todas las mujeres de
aquella mesa que no dejan de mirarte sepan de quien eres.- Joe miro
disimuladamente al lugar y no se encontró con nada
-¿Qué mujeres?-
-¿A verdad? Quería encontrar mujeres viéndote- entrecerré mis ojos y Joe
carcajeo.
-De hecho quería ver si aun miraban para besarte y así dejarles aun más
claro a quien pertenezco, pero ya que no hay ni un alma, creo que eso no
hará falta- abrí mi boca ofendida.
-Bien, ni quien quisiera besarte- dije con el tono mas dramático que pude.
-Pues tu no conocerás a nadie que quiera besarme pero yo si conozco a
alguien que desea probar tus labios- se acerco a mi lentamente
-¿A si? ¿Y quien es el afortunado?-
-Por suerte, a pesar de que hay muchos, solo yo puedo- atrapo con su boca
la mía, mientras nos movíamos lentamente en la pista.

Capitulo 41

Poco a poco las personas comenzaron a marcharse mientras transcurría el


tiempo. Yo no quería hacerlo, porque era sinónimo de dejar a Joe. No quería
separarme de entre sus brazos y desprenderme de su aroma. Básicamente
en unas horas él se marcharía y aun nos manteníamos unidos como uno
solo moviéndonos al ritmo de la música.
-¡Oohh Joe no sabes como te echaré de menos!- me separe un poco de el
para mirarlo.
-Yo también ______- me susurro y me estrecho fuerte entre sus brazos.
¿Por qué era tan difícil? Solo se iría unos meses, no era mucho… ¿Por qué
tenia este hueco en el estomago entonces? Tenia algo en mi interior que me
hacia sentir dolor, pero no sabia que era.
-¿Quieres irte ya? Mañana tendrás que levantarte temprano y ya te hice
desvelar mucho tiempo.
-Lo que quiero es seguir atado a tus brazos en el tiempo que nos queda.-
sonreí.
-¡Que casualidad! También yo-
-Es un hecho, somos el uno para el otro.
-Me escribirás ¿cierto?-
-Hare todo lo posible. Te prometo que con la minima posibilidad de hacerlo,
tendrás una carta en tus manos.
-Espero que el tiempo se pase rápido, bueno son algunos meses pero
créeme que para mi serán mas- Joe bajo un poco la mirada, abrió un poco
los labios como queriendo decir algo pero al final la cerro y me miro con una
sonrisa.
-Para mi será una eternidad-
-Solo te pediré una cosa mas- Joe me miro esperando que continuara -No
te vayas a acostumbrar mucho a estar sin mi porque de una forma u otra
tienes que regresar y vas a tener que soportarme de nuevo.- rió
-Creo que aunque pase una vida junto a ti, jamás me cansaría de tenerte a
mi lado, además… ya te he soportado unos años, ¿Qué mas da otros mas?-
abrí la boca ofendida.
-Gracias Joe, también te quiero.- me beso rápido.
-A pesar de que he tenido la posibilidad de probar tus labios una y otra vez,
y aunque pasen días o semanas, jamás se me quitaran las ganas. Tuvimos
miedos, que se volvieron ansias, pero tu sonrisa despertaba mi esperanza.
Porque tu me vuelves a enamorar, cada día un poquito mas, en esta vida y
la que vendrá, tus encantos nunca paran de brillar. Han pasado meses,
miles de segundos, vamos renaciendo y tus caricias son mi rumbo y desde
que éramos pequeños, cada vez que yo te buscaba, justo en el momento
estabas ahí para mí. Y es que llevo y llevare tu amor por más de 1000 años,
y aunque pase el tiempo más te voy queriendo. Llevare tu amor como la
primera vez que nos conocimos ¿Recuerdas? Como dos pequeños niños,
llevare tu amor, como la primera vez, que en los labios te bese y me
enamore. Llevare tu amor, como si apenas ayer hubiéramos comenzado a
ser novios. Sin un antes ni un después, quiero llenarte de flores y escribirte
cartas con poemas para conquistarte. Te has convertido en lo mas preciado
para mi, eres mi todo ______- tomo mi cara entre sus manos, detuvimos
nuestro paso al ritmo de la música y me beso. Aunque había sido lo más
hermoso que alguna vez me dijera, sentía dolor por dentro. De alguna
manera sabia que era su despedida. Termino la canción
-‘Ha sido un gran momento compartido con ustedes, por nuestra parte es
todo, muchas gracias por acompañarnos y disfrutar nuestra música’-
menciono el vocalista de la banda de jazz y en ese momento se desplegaron
unas bolsas colocadas en el techo dejando caer algunos pétalos de rosas
sobre los que estábamos en el teatro. Joe y yo miramos arriba y luego
encontramos nuestras miradas, nos sonreímos.
No pudiendo sostenerle mas la mirada me acurruque en su pecho y nos
mantuvimos cerca hasta que el lugar fue quedando de a poco vacío.
Tomados de la mano, fuimos de los últimos de abandonar el teatro. La
ciudad ya estaba en su mayoría en silencio. Nuestros padres se habían
marchado unas horas antes así que solo nosotros dos tuvimos que tomar un
transporte para regresar.

Me dejo a la puerta de mi casa. No quería que se fuera, quería que hoy


pasara la noche con migo, pero… no me anime a proponérselo, además,
tenia que descansar. Acaricie su mejilla y con una sonrisa nos despedimos.
-Hasta mañana- dijo tiernamente.
-Hasta mañana Joe- cruzo la calle con las manos en sus bolsillos, y se
dirigió a su puerta, antes de entrar me miro por ultima vez.

Eran las 9 de la mañana, arreglaba con mi mano un poco mi vestido antes


de bajar para encontrarme con Joe.
-¿Todo bien?- menciono mi madre al verme, yo solo asentí apenas con una
sonrisa. De algo me había dado cuenta estos días, mientras menos hablara,
mas fácil seria controlar mis emociones. -¿Quieres algo de desayunar antes
de salir?-
-No, mejor después- mi mama asintió. Salí de mi casa para ir a la de
Joseph, apenas di dos toques cuando su madre me abrió. Me invito a pasar
y me menciono que Joe estaba arriba terminando de arreglar sus cosas.
Subí a su cuarto para ayudarlo.
-¿Ya listo?- le pregunte apenas entrando a su habitación.
-La verdad... Aun no.-
-¿Que te hace falta?- me acerque para ayudarle
-Tener ganas- lo mire y sonreí.
-Aparte...
-No, ya empaque todo- no hablamos mucho, la verdad no quería hacerlo. Le
ayude con algunas de sus cosas. Esta mañana Joe estaba distante, lo cual
lo habría tomado de una forma mala cualquier otro día, excepto hoy. Entre
menos drama, menos dolor. A las 10 pasaría el transporte a recogerlo.

Ayudaba a Denisse con algunas cosas en su casa cuando Joe entro a la


habitación con migo.
-Ya es hora- al instante comprendí a lo que se refería. Apenas sonreí y lo
abrasé
-Cuídate- susurre, ¿justo ahora me iba a derrumbar? Me aleje de el
evitando su mirada, a veces me odiaba por ser tan sensible. Sentí sus
brazos alrededor mío, me giro lentamente. Mis ojos ya estaban cristalinos.
-No, no llores, que me vas a hacer llorar a mi. -tomo mi mano- inténtalo mi
niña, quiero verte reír- negué bajando la cabeza -abrázame fuerte ______,-
susurro cerca de mi cara -quiero sentirte entre mis brazos, te amo, te
quiero. No are otra cosa mas que pensar en ti. No quiero hacer otra cosa
más que abrazarte y sentir que respiras. -me acurruque en su pecho- no se
como probarte, lo que siento por ti, te quiero y no hago otra cosa que
pensar en ti, solo vivo y respiro para ti.- asentí y lo mire -sonríeme
pequeña, lo ultimo que quiero es irme viéndote llorar.
-Perdón, ya sabes como soy- limpie mis ojos. El me ayudo con unas
lágrimas más. Después, me beso.
Salimos juntos de la casa, sus padres ya estaban afuera. Se despidió de
todos y se dirigió al auto, antes de subir se giro un poco y me dirigió una
linda sonrisa. Se veía tan lindo con su uniforme verde, el gorro que llevaba
le cubría la mayor parte de su cabello, aquel que yo amaba tomar entre mis
dedos cada vez que lo tenía cerca. Después de un rato solo lograba ver la
borrosa imagen de un auto a lo lejos, se había ido.

Denisse me invito a su casa. Ella tenía la tristeza marcada en sus ojos.


-Solo serán unos meses Denisse- dije para animarla.
-______, Joe antes de irse me dijo que te entregara algo.- se levanto y fue
a buscar en una pequeña caja que tenia en un mueble cerca, sacando una
carta. Regreso junto a mí. -Solo quiero que entiendas la situación y las
circunstancias _____, el no lo hizo con una mala intención, aunque a mi
parecer debió haberte dicho.
-¿Decirme que?- ella me entrego el sobre, un mal presentimiento me
embargo al instante. ¿A que se refería Denisse? ¿Que era lo que Joe me
había ocultado? Titubee al abrir el sobre, saque el trozo de papel y comencé
a leer.

Querida _____,

Tal vez en estos momentos ya este muy lejos de ti.


Y te preguntaras para que te escribo. Soy un
cobarde al no haberme atrevido a decírtelo de
frente, pero creí que esta seria la mejor forma. Me
han convocado para ir al este de Alemania, una
guerrilla necesitaba soldados y me ofrecí. Recibí mi
carta de aceptación y ahora debo estar en camino al
lugar. Se que te dije que solo tenia que estar 5
meses fuera, pero la realidad es que será mas
tiempo, todo depende de como se desarrollen las
cosas. Te pido que me perdones e intentes
comprenderme. No quería mentirte, pero tampoco
me atreví a decirte toda la verdad, debido a que se
como reaccionarias al saber a donde en realidad me
dirigía, te escribiré como lo prometí, y también
espero estar lo más pronto posible a tu lado. De
nuevo te pido disculpas y recuerda que te tendré
todo este tiempo en mi mente y en mi corazón,
esperando que tu hagas los mismo.

Se despide de ti el que tanto te ama y te adora, tu


enamorado secreto de toda la vida... Joseph.
Deje de leer pasmada por lo que me había escrito, dirigí la mirada a su
madre.
-¿Usted sabia esto?- ella asintió -¿Por que no me lo dijo?
-Seamos sinceras _____, si hubieras sabido la verdad, ¿Lo hubieras dejado
ir fácilmente?- no conteste, ella suspiro -No pienses que a mi no me daña
en nada esto, estoy tan triste como tu, no es fácil para una madre dejar ir a
su hijo cuando el ya ha elegido su destino, pero... Debo aceptar lo que el
desea, porque después de todo, termina siendo su responsabilidad. A pesar
de que lo que elija sea bueno o malo, si el es feliz así, yo lo aceptare. Puede
caer pero aprenderá de sus errores. El ha elegido vivir esta vida.

Capitulo 42.

El me advirtió que se iría, pero jamás imagine lo que en verdad haría,


estaba cegada pero ahora puedo ver toda la realidad que nos rodea. Tal vez
haya sido yo una tonta y todo esto que nos sucede es porque no lo
merezco. No hay otra forma de explicar porque cuando todo iba bien, se
desmorona. No quiero dormir, sabiendo que podría no levantarme para
verlo de nuevo, y no quiero causar drama, pero estoy muriendo sin su
amor. Estoy rogando por volver a escuchar su voz, que me diga que me
ama también, porque preferiría estar sola si se que no puedo tenerlo. Aun
miro la carta que me dejo, me pregunto si alguna vez lograre recuperarlo,
soñando con que lo veré de nuevo, sabiendo que jamás podré olvidarlo,
porque intentar olvidar algo que amas es como intentar recordar algo que
jamás conociste. Conseguiré que vuelva. No me explico porque el no lucho
por nosotros, a veces pienso que le interesa mas su rango que yo misma,
pero la verdad significa aun mas, y si el pudiera, si el quisiera, no me
mentiría. Yo podría dar todo lo que me queda para mostrarle que todo lo
que siento por el es verdad, y mi mas grande verdad es que no puedo vivir
sin el.

Agosto, 1940,
Alemania.

Caminaba de regreso después de charlar un rato con el General Thomson,


el había sido un buen amigo de mi padre, mientras viviera. Necesitaba
saber en que contexto mi vida estaba. Quería hacer todo lo posible para que
Joe regresara a mi lado, las dudas y preocupaciones me habían embargado
estos meses. Hoy seria el día en que Joe hubiera regresado, si es que no
me hubiera mentido y se hubiera marchado a otro lugar. Hoy se cumplían
los 5 meses de su partida, y aun me preguntaba ¿Por qué no me tuvo la
confianza para decírmelo? -por la misma razón de que vengas de la casa
Thomson- me respondió mi subconsciente. Tampoco había recibido una sola
carta de el. Me había prometido escribir pero, hasta ahora solo sabia que
estaba bien gracias a las consultas que hacen mes con mes por parte de la
milicia a sus familiares. Tenia un hueco en el estomago, escuchar algunas
palabras de General me habían helado la sangre -Estamos en una situación
mas difícil de lo que parece- pero lo que mas me acongojaba en el instante
era recordar cuando menciono -Si lo deseas, puedo traerlo lo mas pronto
posible _____- ¿Por qué me acongojaba? Fácil, por el simple hecho de que
ahora que sabia yo que tenia la posibilidad de volverlo a tener junto a mi, la
razón me hacia ver que tal vez eso no es lo que quisiera Joe. Si por algo se
fue, no creo que quiera regresar fácilmente. Era poner mis deseos antes
que sus sueños. Me podría llegar a odiar por hacerle algo así. Cuando pasas
por situaciones difíciles, es complicado seguir tus propios consejos. Alguna
vez me dije, que si quisiera saber la diferencia entre amar y estar
obsesionada, lo descubriría en la libertad que le diera a esa persona para
que fuera feliz, aunque su felicidad no me incluyera en sus planes. Pero
ahora… era tan difícil escucharme.
-Piénsalo y toma una decisión, me marchare en tres días y hasta entonces
podré hacer algo por ti, después… será aun mas difícil- habían sido las
ultimas palabras del amigo de mi padre. Tres días, ¿Qué haría? ¿Y si no
quería regresar? No podría forzarlo a tenerlo a mi lado cuando el quería
forjar sus propios caminos.

15 de Agosto.

22 años, hoy cumple 22 años y esta tan lejos de mí. Ahora me cuestionaba
si el dejar pasar los tres días y no pedirle nada al General Thomson había
sido mi mejor decisión.
Según mi ‘yo interno’ había sido lo correcto. Pero cuando me llegaban los
momentos más solos, como hoy, cuando recordarlo era inevitable, toda mi
razón caía como hojas de árbol en pleno otoño.
Diciembre 1940.

Era difícil acostumbrarse a la realidad. Todo se complicaba, algo grave


realmente pasaba. No se vivía en una situación normal. Se habían saqueado
varias casas de lugareños, por parte del ejército alemán. La mayoría,
judíos. La gente solo caminaba temerosa por las calles. Comenzaba a haber
una escasez de comida y los rondines de militares eran constantes.
Llegaban noticias de que los conflictos habían aumentado los últimos meses
en países cercanos. Y en mis manos, tenia lo mas preciado. Por fin me
había escrito y, aunque hubiera tardado, me sentía tan alegre.

Hola hermosa.

¿Cómo has estado? Espero que muy bien, tal vez


esperabas esto desde hace un poco menos de
tiempo, pero apenas y he podido respirar. Solo tú
me haces querer levantarme cada día, tener las
fuerzas suficientes para seguir en combate con este
juego que tenemos perdido al que llamamos vida.
Te he extrañado, es verdad. Pero esta noche, al
acostarme a dormir, volare, iré sobre el mundo,
sobre la distancia que nos separa para estar junto a
ti. Y es que podría verlo todo en mi vida, y jamás
estaría satisfecho si no puedo mirar esos ojos tuyos.
Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que
te vi y los días de extrañarte se hacen más pesados.

Quisiera que pudieras tomar mi mano esta noche,


podríamos correr muy lejos, podríamos cambiar el
mundo en lo que quisiéramos. Podríamos pasar
horas solo mirando las estrellas que brillan para
nosotros, correr por siempre si tú así lo quisieras, y
no me cansaría porque estaría ahí con tigo, seguiría
allí, como se sigue cantando una canción hasta el
final. Yo lo daría todo por ti, nunca te dejaría caer, lo
daría todo solo para mostrarte que estoy
enamorado. Sabes que cuando el sol olvide brillar,
yo estaré allí para sostenerte durante la noche,
incluso si estamos a millas de distancia seguirás
teniendo mi corazón. Te prometo que jamás habrá
una obscuridad entre nosotros, porque yo se que
somos inseparables. Prométeme que todo seguirá
como se debe, que jamás te dejaras vencer, porque
de alguna forma u otra, yo lo sabre, y no quisiera
verte decaída. Te amo, te amo más que a mi propia
vida, si por algo estoy aquí, es por ti, para
protegerte, saldremos juntos de esto, pronto estaré
entre tus brazos y caricias, nos tendremos solo el
uno al otro y permaneceremos juntos toda la vida.
Felices y contentos, armaremos una familia,
veremos a nuestros pequeños correr, y cuando tu te
alejes de mi, me iré con tigo para seguir en la
eternidad unidos. No sabes lo mucho que me ha
costado no tomar mis cosas y regresar con tigo,
pero tengo un deber y lo cumpliré.

Solo ten en mente cuanto te necesito. No te


prometo nada, pero intentare escribirte una vez
más. Y quisiera que tú lo hicieras también. Con mi
madre he dejado los datos para que pronto pueda
ver tu hermosa escritura y sentir el olor que
impregnas, en el papel.

Nunca me cansare de decírtelo, te amo y cada vez


que sientas que me extrañas, aprieta mi medalla
entre tus tersas manos. Siempre estaré allí con tigo.
Me debo despedir… aunque no quiera.

Por siempre juntos, mi vida… el que te ama, Joe “)

Solo estas palabras, eran mi fuerza para soportar lo que se vivía en este
mundo. Mas cruel de lo que el hombre alguna vez se imagino.

Agosto 1945

Las noticias iban y venían, y los tiempos se hacían mas difíciles, mas
muertes, mas hechos catastróficos. El mundo como alguna vez se había
conocido, había cambiado. Tantos rostros llenos de tristeza y desolación te
podías encontrar al caminar por la calle, tanto prejuicio y orgullo, tanta
violencia.
Era increíble lo que la maldad del hombre podía crear.

Una maquina mortal y móvil, eso eran esas personas que apaleaban sin
consideración. Niños pequeños, sin protección, eran recogidos y llevados. Y
todos aquellos que pedían justicia, eliminados al instante.

Había pasado ya tanto tiempo desde la última vez que lo había podido mirar
a los ojos y de poder leer sus bellas palabras. Se había comunicado solo
unas cuantas veces y por muy corto tiempo. Hace unos días se había
recibido una fatídica noticia. A principios de mes un arma tan poderosa
había destruido una cuidad completa en Japón. Sacudiendo a todo el
mundo, la noticia nos había conmocionado. Nadie quería ver más esto, más
muerte, más desconsuelo. Y aunque hoy, las tropas comenzaban a bajar
guardia y regresar, nada podía reponer todas las vidas perdidas. Nadie
podía recuperar la sonrisa de todos esos pequeños que ahora lloraban.
Nadie. Alemania había sido atacada, y el militar más poderoso jamás
conocido, había muerto apenas unos meses atrás.

Octubre 1945

Sentada en una banca, esperaba a que el tiempo pasara. Podía observar a


varias parejas, familias, abrazando a sus conocidos, amigos y familiares,
después de una larga batalla. Parejas besándose con tanto fervor, al fin, de
poderse tener el uno al otro. Sabía que yo no debía ser egoísta, pero me
dolía estar sola, sin nadie a quien abrazar. La estación de tren estaba llena
de personas, felices, contentas, algunas mas… tristes. El cansancio me
agotaba y lo único que deseaba era estar entre sus brazos.

-Joseph Jonas- Denisse se levanto, con la poca fuerza que le quedaba,


¿para que había venido? Lo que tenia que estar haciendo en este momento
era matarme a mi misma. Cerré los ojos, alguna vez había escuchado decir,
que no se le tiene miedo a la muerte cuando no hay nada para que vivir, y
justo ahora, me sentía más miserable. Todos me decían que debía saber
que por algo había sucedido, pero ¿Por qué justamente me había sucedido a
mí? Sentí un masaje en mi hombro, mire arriba
-Ya es hora- asentí y me levante a la par de mi madre. Junto con Denisse y
Paúl nos alejamos del lugar.

Capitulo 43

El comienzo… Capitulo O1

Thinking Of You.

Era una mañana soleada donde la felicidad no hacia presencia. Preparaba


mi ropa pero no era la habitual, me arreglaba pero no iba a ninguna fiesta.
Me miraba al espejo pero solo veía otro rostro, y recuerdos… tantos
recuerdos que quedaron grabados en mi cabeza. Como olvidar la ocasión
que lo conocí… y de pronto abrí mis ojos, llenos de lagrimas. Me mire una
vez mas al espejo, suspire. En este momento que me puse a recordar todo
lo que había vivido junto a el, se había sentido tan real, como si lo hubiera
vuelto a vivir, cada sentimiento estaba marcado en mi interior. Saque de mi
cajón una caja en la que guardaba lo más preciado, saque el sobre que mas
había odiado en mi vida. Lo volví a mirar una vez mas, mi corazón se
estrujaba, quería arrugar el papel, enviarlo a la basura y que todo se
volviera a repetir, no cometer los mismos errores. Aun las palabras ‘Muerto
en combate’ no cabían en mi cabeza. ¿Por qué? ¿Por qué se había
marchado? Me había prometido regresar, me había dicho que haríamos una
linda familia juntos, que pasaríamos toda la eternidad unidos. Tome su foto,
la que aun conservaba, coloque todo en su lugar y apreté fuerte mi medalla.
La que siempre me acompañaba. Cerré mis ojos, y aun podía oler su
aroma, escuchar su voz, sentir sus caricias.
-Hija- menciono mi madre en la puerta
-Ya voy- apenas y mencione, ella salio, termine de arreglarme, coloque mi
gorro y me levante.

Se que esta en algún lugar mejor donde no hay abuso fuera de este mundo,
quiero encontrar el medio para yo poder hablar con el poder decirle que
aquí todo esta peor, que al igual que el, mi voluntad también murió le
quiero platicar que todo sale mal que yo lo alcanzaría teniendo la
oportunidad. Se que el se siente mejor, allá no hay suplicio seria muy
impulsivo, el utilizar el medio y llegar a lo desconocido, sentirlo al lado mío
lo quiero abrazar que todo sea igual, mi vida ya es tan gris que el dolor
nunca mas se marchara…
Me vendría bien recordar, debo yo recordar y sentir ser mejor, es mejor
no creer en el amor así como le hago yo. Lo debería de odiar por dejarme
aquí pero el no escogió y yo soy un simple humano, amante, con
sentimientos y locuras, ya he aprendido mi lección... Lo quiero saludar a su
oído suspirar, que mientras yo lo extraño, mi vida desvanece más y hoy no
se ni donde estoy ni como regresar, son memorias sin final que quisiera
olvidar, hay días que ya no vuelven. Solo guardo una foto, donde fuimos
una sola piel. Hoy cambio mi corazón por que es inevitable, y este dolor que
siento, no quiere lastimarlo pero esta tan lejos. Lo que siento no es ningún
error, la distancia no la invente yo. Hoy llore en mi habitación y nadie se ha
enterado, sin manera de aceptar lo que es tan lamentable hay días que no
vuelven. Regresar el tiempo es imposible hacerlo, pero yo lo intentare, por
si el lo intenta, en un mundo nuevo que tan solo existe cuando el y yo
estamos... cuando el y yo estamos lejos, pero la verdad es que el y yo
nunca estaremos lejos, tan solo separados.

Cuando todo termino me levante de mi lugar, y me aleje de mis familiares.


Necesitaba soledad, era la única ocasión en que lo podía sentir cerca de mí.
Camine con un solo destino, aquel lugar que nos vio crecer, y que fue
testigo de nuestro amor.

Epilogo.

6 AM.
Desperté temprano, hoy seria un día duro. Me aliste para salir a tomar las
órdenes de mi teniente a cargo.
-Jonas- se dirigió a mi con su habitual voz dura -hoy encabezaras la tropa
norte- asentí y lo salude. Cuando me lo permitió, me retire del lugar para
preparar todo. Al acomodar mi ropa, un pedazo de papel cayo al suelo, lo
tome entre mis manos y lo acerque a mi cara para inhalar su aroma. Ella
me reconfortaba. Hacia unos años había recibido esta carta, antes de salir
de mi tienda la volví a abrir.

Mi querido Joseph.

Bueno, es gratificante saber de ti, espero


que te vaya bien. He escrito como me lo
has pedido.

Y si alguna vez te preguntas, estoy sola


aquí esta noche, perdida aquí en este
momento, y el tiempo sigue
resbalándose, si pudiera tener sólo un
deseo, te tendría a mi lado...

Te extraño y te necesito...

Te amo más de lo que te amé antes, y si


hoy no veo tu cara siento que muero.
Nada ha cambiado, nadie puede ocupar
tu lugar, se vuelve más difícil cada día.
Quisiera oírte decir que me amas más de
lo que me amaste antes, y siento que sea
de esta manera, quisiera poder decírtelo
personalmente, pero estoy en casa,
esperando tu regreso.
Estaré siempre en casa esperando por ti.
Y si me pides que me quede,
Me quedaré...

Bueno, trato de vivir sin ti, pero cada vez


que lo intento las lágrimas caen de mis
ojos, estoy sola y me siento vacía. ¡Dios!,
estoy destrozada por dentro. Miro a las
estrellas, esperando que hagas lo mismo,
de alguna manera me siento más cerca
de ti y puedo escucharte decir que me
amas. No quiero perderte nunca, si
tuviera que elegir te elegiría a ti, así que
quédate, por favor quédate siempre, eres
el único al cual me aferro, mi corazón se
detendría sin ti...

Yo pensé que podía quedarme sin ti y no


puedo. Es difícil mi amor, más difícil de lo
que pensé. Deje mi puerta entre abierta y
entraste tu sin avisar.
Yo pensé que con tanta experiencia
conocía todo. Y contigo aprendí que al
amor no le importa quien sabes más. Y
que el tiempo en nosotros no existe, por
todo lo que veo en ti. Todo amor que yo
esperé de la vida lo he encontrado sólo
en ti y resulta que tú no estás aquí. Esos
aires de que no sabes nada me han
sabido hacer feliz. No pensé que ese aire
inocente
me enseñase un mundo. En las cosas
bonitas tan simples que siempre me
diste. Por la falta que me haces aquí y por
todo lo que veo en ti no te apartes de mí.
No quiero fatigarte haciéndote leer aun
más, me despido y espero que ese
rencuentro del que tanto hablaste, sea
pronto.

Aquella que siempre te ha amado…


_________ ♥

Coloque la carta en mi bolsillo, teniéndola cerca, sentía a mi bella y preciosa


_____ cerca de mi.

6 PM

Nada iba bien, veía a mis compañeros en el suelo mientras algunos mas
aun luchaban por salvar sus vidas. Nuestro plan de ataque había fallado, y
ahora estábamos en una emboscada. Mi cabeza estaba en todos lados,
había heridos, había muertos, había enemigos y en mi mente, el rostro de
mi hermosa ______. De pronto sentí como todo desfalleció, mi mirada se
nublo y mi cuerpo se sintió débil, sabia lo que había pasado. Caí al suelo y
luche por abrir mis ojos ¡No maldita sea, no quiero morir! Le prometí que la
vería, le prometí que estaríamos juntos. Y mientras mi cuerpo caía en un
estado relajante, lo único que pasaba por mi mente, era su rostro, sus
besos, sus magníficos ojos con los que me enamoro y las promesas que no
podré cumplir. Solo quería una oportunidad mas, para poder decirle cuanto
la amaba y me importaba… solo eso. Y solo podía ver su rostro lleno de
lágrimas…

Alemania, 1949.

Aquí estoy, entre el amor y el olvido, entre recuerdos y el frío, entre el


silencio y su voz. Aquí estoy, viendo pasar los segundos, viendo pasar los
minutos, viendo pasar el amor. Aquí estoy, con la sonrisa fingida, que me
dejó su partida, como un verano sin sol, aquí estoy sin la mitad de mi vida,
como un callejón sin salida, viendo la vida pasar. Aquí estoy, cantándole a
la fortuna, soñando con su rostro, con lo que nunca será. Enredada con la
duda, durmiéndome con la luna, despertando con el sol. Aquí estoy,
curándome las heridas. -suspire y me aleje de la ventana, las gotas de agua
caían afuera, el clima era un buen retrato de cómo me sentía por dentro.
La ciudad en Alemania estaba sola esta noche. Me mantengo iluminada por
la luz de las velas. Quisiera que me mirara a los ojos y me dijera si esto era
verdad. Me pregunto ¿Es esto amor en absoluto?
Cuando mas lo necesitaba me dejo caer. Estoy aquí siempre a su lado.
Dejando vivir mi vida, finjo estar bien.

Estaré bien
Lo sostendré cerca, el quedará por siempre a mi lado, en mi corazón.

Yo no entiendo porque me abandono, no entiendo como sin el no puedo


respirar, quisiera que no me hubiera dejado aquí. Que tomara mi mano y
respiráramos profundo. No entiendo porque no pudimos estar juntos.

Puedo fingir que no existe, pero veré su cara cada vez que bese. Espero que
nunca me lastimen y que mis barreras caigan. Y aunque escuchen el sonido
de que estoy bien, por dentro muero. Lo vi marcharse, se alejo esa
mañana, y dejándolo por segunda vez, a través de mis lágrimas le dije
adiós.

Se lo había prometido, seguiría mi vida como si todo fuera lo mismo, y


aunque se que nunca nadie podrá alimentar el vacío que hay en mi corazón,
debo darme nuevas oportunidades de un cariño. Cariño… porque mi amor
se lo di todo a alguien. Mi madre dice que hago bien en levantarme de esta
situación, nunca les he mostrado todo el dolor que siento, jamás me ha
gustado verme débil frente a los demás y por eso, en silencio en mi
habitación, lloro aun cada noche su partida. Marck me ha apoyado, lo conocí
en la escuela de pintura a la que mi madre me obligo a ir como una forma
de distracción. De 1m. 90, cabello rubio y ojos verdes, él podría ser el
prospecto para cualquier mujer, pero es difícil catalogarlo como un hombre
apuesto, cuando ya has conocido una belleza mas grande. ¡Como extraño
esos ojos marrón que me miraban!

Comparar no es fácil de hacer una vez que haz tenido una prueba de la
perfección. Como una manzana colgando de un árbol yo elegí la mas
suculenta y todavía tengo las semillas. El dice -sigue adelante- ¿A donde
voy? Y supongo que en el momento menos esperado, lo sabre. El era como
un verano indio en medio del invierno. Como un caramelo duro con un
centro sorpresa. ¿Como obtener lo mejor una vez que he tenido lo mejor?
Me dice que hay toneladas de peces en el agua, entonces, en el agua
probare.

Marck besa mis labios, pero yo pruebo otra boca. El ha llegado a mi vida y
estoy disgustada conmigo misma por caer tan fácil.

Mi Joe era el mejor, y si, lo lamento ¿Como pude yo misma dejarlo ir?
Ahora la lección he aprendido. Lo toque y me queme.
Porque cuando estoy con el, estoy pensando en Joe, pensando en el. ¿Que
voy a hacer si el era el único? Y aunque esta noche, la he pasado con otro,
yo estaba mirando sus ojos, mirando los ojos que mas amo. Mirando los
ojos de los que me enamore. ¿Qué es que no puede regresar, abrir la
puerta y llevarme con el? Pero las cosas no son así de fáciles, y ahora me
debo aferrar a la realidad. Y ahora, ¡No mas errores! Aunque en sus ojos,
me gustaría estar.

De 1939 a 1945 se vivió en el mundo el hecho más inaudito en la historia.


La segunda guerra mundial, dejo con sigo miles de muertos, millones de
hogares destruidos y corazones rotos. Millones de promesas destruidas,
lagrimas en todo ser y hasta tener la mas minima esperanza era un
privilegio de pocos. Debido a las magnitudes de los conflictos, las batallas
siempre se peleaban en campos, bosques y todo espacio abierto lejos de las
ciudades. Sin embargo, cada corazón que luchaba, tenía en su mente a
alguien por quien seguir adelante. Miles de soldados reclutados, jóvenes,
adultos y niños, murieron en una batalla injusta que no les tocaba pelear.
Pero como es un hecho, siempre se juegan las peleas de otros. Millones de
cuerpos sin identificarse, ni si quiera un entierro digno tuvieron. Otros más
fueron rescatados de su lecho de muerte y llevados a los campos de
concentración donde fueron atendidos y curados, aunque su corazón
estuviera palpitante de dolor.

Con pena y sufrimiento, el hombre vivió una apoca terrible. Europa y Asia
quedaron destruidas, y los países victoriosos se levantaron como potencias.

La guerra no es un fin, solo un medio.


Millones de historias quedaron truncadas en este tiempo, todas esperando
ver algo que ya no existía mas, el amor.

-¿Señorita _______?
-Si soy yo, ¿Que se les ofrece?
-Buenas tardes, lamentamos molestarla, venimos de Departamento Militar
Nacional, creemos que usted nos podría ayudar a identificar algunas
personas.
-¿Que personas?...-
Entre a la habitación donde estaban algunos heridos y me pare en seco. Sus
ojos se mantenían viendo a alguna parte de la pared, camine un poco mas
sin creer lo que veía, mi boca junto con todo mi cuerpo titubeaba. Giro un
poco la cabeza y mis lágrimas brotaron. Lo único que hice fue acercarme a
sus brazos, recargarme en su pecho e inhalar su aroma mientras acariciaba
mi cabello.
-Jamás rompo mis promesas- me acerque a su rostro y lo bese, como si no
fuera a haber un mañana, nuestras lagrimas inundaban nuestros rostros
pero ¡¿Que mas daba?! Cerré mis ojos rezando porque esto no fuera un
sueño. Y si así lo era... Al menos quería disfrutar lo que durara.

Fin

Novela inspirada en los videos musicales:


-Thinking Of You by Katy Perry
-Love Bug by Jonas Brothers
-Wake Me Up When September ends by Green Day

You might also like