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ica y religion Morart ~ Wagner ~ Bruckner Hans Kiing. Traduccién de Jorge Deike EOLECCION ESTRUCTURAS Y PROCESOS Serie Religion Tivlo original Munk und Religion, Monet ~ Wager Bruckner Ediriol Tota, S&, 2008 Foner, 55. 28008 Mecid Toajone: 91 543 03.61 Fox: 91 543 14 88 Exel: editorial rate. e8 bps wintohoes © Jorge Deike Robles, para la trduceién, 2008 98M: 978.84.8164-960-7 Depdsito Lagel: M-10.947.2008 pean Fernénder Cidod, SL INDICE Antes de empesar, unas palabras de agradecimiento, ‘OBERTURA: MUSICA Y RELIGION a Fenémenos humanos universales, si bien ambivalentes, {Es la msica expresién de la fe teligiosa? Lo determinante es fa actitud espiriual Vivencia religiosa dela misica WOLFGANG AMADEUS MOZART, VESTIGIOS DE LA TRASCENDENCIA. Inusuales aceesosa Mozart. ss SOBRE 14 Pista DE UN MISTERIO. EXPERIENIAS CON 1A Mthica De Mozarer fema 1: featoicidad? ‘Fema 2: su religiosidad Tema 3: éun hilito divino: A ‘Tema 4: lo humano, demasiado humane. Tema 5: el eni Tema 6: la felicidad Tema ? y final: vestigios de rrascendencia 2OPI0 mana fu. PUMHLO? LA MISA DE LA COONACION MOZARTIANA astracién y reforma de la liturga Acruena ta RevolWci6m cue EE Kyrie: una fe lastrada-r sr El Gloria: radiante loor a Dios, redo: uma dramstica profesién de fe El Sanctus: antiqulsimo «triple vitorene El Agnus Dei: peticién de par 53 36 él RICHARD WAGNER, ANEIELO DE REDENCION. Comprender 3 Wagner 2QUE sau AL OENO DE LOS posts? Bx ANA Dr: Wace SOE De la épera hercica al drama mitolégice. De la deitcaeisn a la desdivinizacion.. Critica social eevolucionaria, : ‘enuncia El ocaso de los doses? eco de Feden El oeaso de los dioses, Necesidad de redencién no es “edencidn real eHla mucrto Divs para Wagner? Feuerbach, ave magica del ates. Critica de Wagner a la religidn sucedinea de la burguesia. Distanciamienta con respecto al atefsmo.. Respuests literaria Wna respuesta musical? ANHE10 DE REDENCION. APOSTILLASAE PARStEAL DE WAGNER. Es acristiano © demasiado cristiano? ddrte en calidad de religisn Elarte no es religién sucedinet La religion amorosa del Tristar. La religidn de renuncia en el Parsi. Se conradicen tearia del arte vida electiva EsCristiano» significa monaealt. Bros y agape on La cena de Jesis, hangucte de despedida y evocacion. a cena del Parsfal, drama cultual misterioso. El tema central del Parsfal eBudisa, eistiano, ecuménic Enel centro, mo ya renscimierto, ino redencion. “Teologia de ia liberacién aplicad eEmancipacion © redencidn? eRedeneisn en el escenario? Lo divino Fl redentor Acaecer de la gracia y acto humane eRedfinase al edentor? Redencidn éde qué? El mensaje de la obra tardi ANTON BRUCKNER. SINFONISMC DE LA FE ‘Sentidos musieales para creer? Un muisico sacto y sinfonista ins6lto. El misico sacro Bruckner, un compositor inconformista El sinfonista Bruckner, precario caso de smisica y religion. La cuestion de la rligiosidad... La secularizacion de la misica vontemporsinea,. Discrepancia entre la religiosidad ingenua y li misica de ala complejidad Ni mistico ni compositor de miisica sabsolutas Un sinfonismo de fundamenta religion, La euestin de la moderntidad Crisis de la misica romantica oe {La revoluci6n schonberguiana, Zin paralelismo? Cambio de paradigma decisiva en Sehénbere... La cuestin de las expectativas de furur> Vida cultural excindida. i En la nueva misica, la tradicivn se desvancce ¢Masica universal? Una esperanza, PINAL, ARTE Y SENTIDO. . sone 139 ‘Ante sin sentido? 140 ‘Contradicciones en el ambiente ardstico actual 140 Crisis de la wanguardia nen nonnanses ae lat No carecia de sentido la historia omnes AS ‘Los logros de la modernidad clisica : . 143 Y también el arte sacro, a4 Nueva pregunta por el arte y el sentido. 145 Elsentido inmanente de la obra de arte 445 La dimension sociopolitica del arte. 146 Arve y sentido de la vida . 147 eonfiae en el arte 0 desconfiar 2 fonde de a a7 Elarte ante un horizonte pantefsta, 147 Elarte ante un horizonte nihilista Las ‘Simbolizar el absurdo nada més? CConfianaa bisica aun mediante imagenes provacativas y nepativas, 150) @Aprobar un fundamento de sentido? El arte como legado, anticipacin y elucidacion de sentido Un arte abierto ala religidn No ya historicismo, sino conciencia histrica No ya foturismo, sino orientacion tacia adelante [No impresionismo. pero si referencia ala actualidad El arte como servicio al Ser human El humanitarismo como criteri. Un espacio abierto para lo hidieo. Elarve como simbolo (imagen de sentido). Notas. Indice onomistico ANTES DE EMPEZAR, UNAS PALABRAS DE AGRADECIMIENTO Quien se disponga a escribir sobre misica y religién —fenémenos de Ia humanidad ambas desde tiempos inmemoriales— habra de cono- cer sus limites, asf proceda de la miisica o de la religion. Yo conozco mis limites. En cuanto tedlogo, mi territorio es Ia religidn, pero no soy miisico ni musicdlogo. Sf soy me mano y, desde la niner, oyente comprometido; no habiendo recorrdo nunca esta larga trayectoria vital sin que me acompahara la miisiza, Pricticamente, no hay para mi dia sin mésica en las horas tutinas. Y pocas de mis tardes conclayen huérfanas de misica. Esta me impedirs las lecturas simultineas mis exigentes, pero no escribir ereativamente. Y de ningiin modo habria podido yo escribir cuanto he escrito sobre religién si no hubiese recibido tanto de la religién como de la misica fuerza interior, ferta disciplinada. Conste que en modo alguno me complace cualquier misica y que cen absoluto voy a negar que mi corazén palpita por lar Pero para mf es més ica» cuanto va desde el gregoriano y las danaas renacentistas hasta Stravinsky, Barték y Orff, pasando por cl hharroco, la escuela de Mannheim yl elasicismo vienés, comprendi- dos incluso algunos «posclasicos» qu: satisfagan tan altas exigencias Los grandes maestros compusieron pensando en los nielémanos. Pero cuando alguno de éstos quiera no sélo oir miisica y hablar de ella, sino también escribir sobre ella, tend que andarse con cautela, Y no sdlo porque haya de temer a los criticos musicales, que podeian edespedazarlo», Cuando un melémano quiera publicar sus reflexio- hes sobre la miisica, debers tener hechos ciertos «deberes» musicol6- fa creadora y perseverancia I gicos. Pero de buen grado admita que no habria osado escribir sobre astros musicales de primera catcgorfa si otros, mas competentes que yo, no me hubieran invitado a hacerlo y, desde lego, casi siempre venciendo mii resistencia inicial. Tengo, pues, fundadas razones para expresar, apenas iniciado este libro, mi geatitud a todos aquellos que cn su dia me animaron a escribir sobre miisica y religion. Doy las gracias encarecidamente a — August Everding, quinto mio prematuramente fallecido. Este Bran escendgrafo y director me indujo, en su calidad de intendente general de los teatros del Estado Bavaro, a pronunciar, con motivo de la reapertura del teatro munigués del Principe Regente, el di conmemorative de Wollgang Amadeus Mozart. — Erwin Koller, jefe de seccién en la DRS (Televisi6n suiza). Con motivo de retransmitirse desde la colegial de Basilea la Misa de la coronacion mozartiana, me convencié para que acompafara ésta de lun comentario cefide a la sensibilidad actual — Wolfgang Wagner, meritfsimo director de los festivales de Bayreuth, amén de senador honorario de la Universidad de Tubinga, quicn me invité a aportar a sus srogeamas articulos sobre Pursifal y EL ocaso de los dioses. ~ Walter Jens, colega de Tubinga y buen amigo, juntamente con cl cual he pronunciado conferencias sobre figuras literarias memora bles, entre ellas Thomas Mann, que va a jugar un papel especial en. este libro, El y su exposa Inge me motivaron insiscentemente para que 1. los festivales de Bayreuth, convenciéndomne, ademis, de fala pena ocuparse a fondo con Richard Wagner. ider Sumski, entusiasta director musical de la Universi- dad de Tubinga, que, coinciciendo con mi disertacién sobre Mozart, estrené en el saldn de actos de la antedicha universicad el Concierto, para clarinete de Mozatt, en interpretacién de Wolfgang Meyer. Me Persuadié asimismo para que mededicase a fondo a la Octavi sinfo nia de Bruckner, — Otto Herbert Hajek, escultor de Stuttgart mundialmente co- nocido, que falleciera, por desyracia, en abril de 2005, cayas colo- ridas alegorias abstractas ilustran muchos de mis libros de holsille Presidente entonces de la Uni6n de Artistas Alemanes, me exhorts a tomar la palabra sobre «Arte y sentido» con motivo de la exposicion anual de 1979 en Sturtgart. Partiendo de estos «responsables», se explica facilmente la elec- ién de mis tres maestros, Mozart, Wagner y Bruckner. No es ya que sean mis «compositores favoritos:, si bien a Mozart, a quien oigo en cualquier momento con gozo, nadie le disputard ese rango. «Compo- 2 sitores favoritos» tengo muchisimes, y sobre todo en fines de sema nna tranquilos me hacen compafita, por ejemplo, Vivaldi © Rameau, Dvorik o Chopin durante largas horas. Eso siz salvando mi enorme amor a la 6pera (iVerdit) y la misica vocal (ioratorios y cantatas de Bach, lieder de Schubert!), prefiero, en aras de la concentracién, las ‘obras puramente instrumentales. Esta fuera de duda que los maestros Mozart, Wagner y Bruckner, a quienes me averqué pur sugerentias ajenas y, desde luego, partien” do de una decisién personal también, son, cada uno a su manera, ‘mdsicos ejemplarizantes por lo que a la relacin con la religién se refiere. De af que los tres supongan para mi, de manera siempre va- riada, todo un reto intelectual y artistico. Sus caracterizaciones irin enmarcadas en esta obra, en un excremo, por una «Obertiri», exor- dio sobre miisica y religin que evoca diversos temas y ordena todo ‘en un contexto, y en otfo, por un «Final» sobre arte y sentido, que ‘ensancha la problematica religiosa hasta tocar las artes plasticas. [gual que la miésica, el arte, con sus sensuales guarismos, signos y simbolos, con colores 0 formas y hechuras, puede contribuir a actecemtar el sentido vital y la alegria de vivie. Er el presente libro se acaba logran: do lo que llamariamos una pequefa «sinfoniar, una weonsonanciay de los diversos «tiempos» capaz de proporeionar al lector una mejor comprensi6n tanto de la mtisica como de la religion, Espero que asi me sea dado sacar a la luz perspectivas y detalles de importancia que acaso sélo el tedlogo fuera capaz de destacar de esta manera, Las diversas partes lashe vuelro a claborar a fondo, aun- que queden en lo esencial inalteradas, ello incluso por lo que se ref: re al tratamiento bibliogrifico. Fn la revision y la redaccién definitiva de los diferentes manuscritos me prestaron de nuevo valiosa ayuda ¢ profesor Karl-Josef Kuschel, el doctor Giinther Gebhardt, Marianne Saur, Anette Stuber-Rousselle, M. A. y Katharina Elliger. Maqueta y composicion volvicron a correr a cargo del doctor Stephan Schlensog, Habré de renunciar a mi proyecto, acariciado en afios remotos, de pronunciar algin dia en el Studium Generale de la Universidad de Tubinga toda una serie de lecciones sobre la religiosidad de los grandes compositores: ademss de Mozart, Wagner y Bruckner, los Bach, Handel, Beethoven, Schubert, Brakins, Mahler, Stravinsky. Pero no he abandonado la esperanza de referieme algan dia de alguna tea manera a la miisica, Tubinga, octubre de 2005 cow 13 OBERTURA: MUSICA Y¥ RELIGION Miisica y religién son fendmenos ambos tan elementales ya la vee tan estratificados y vastos —Ia miisica, por ejemplo, abarca desde las palmadas ritmicas y cl estruendo de los tambores hasta la gran sinfo- hnfa romdntica—, que resulta casi imposible definirlos eon precisiGn, Comoquiera que sea, todo el mundo sabe a qué nos referimos al hablar de religién y de misicas tenemos a mano mumerosos ejemplos y fenémenos de ello. Fenémenos bumanos universales, si bien anbivalentes La miisica y la religion son fenémenos universales de la humanidad, en sentido tanto diacronico (a lo largo de la historia) como sincréni co (a través de los continentes). Se cantal ccho antes de ser escritos. ¥ la acticud religiosa ha cobrado expresién ‘musical en casi toda tradicién religiosa, st bien de formas y con mo- alidades sumamente diversas. Al propio tiempo es indiscutible Jo cual entsaiia una dificul- tad fundamental— que la misica y la religisn, fendmenos alramente complejos, son patrones humanos ambivalentes 1 todas hices. Si la 6n puede difundir humanidad pero también justificar la inh ‘manidad, también la misica es utilizable para bien como para mal Con la mésica se dio expresién a sentimientos nobilisimos, « belleza indescriptible y a suma felicidad. Pero con ella también se encamind a millones de personas hacia la guerra y la muerte!. No es de ex trafar, pues, que desde tiempos remotos distinguieran los humanos en la miisica voces de los dioses pero también de los demonios. ¥ In textos» religlosos mu as i personas religiosas justamente encomiaron la mii purisima de espiritualidad, otra: la condenaron por razones religio- sas, en cuanto la mas detestable forma de sensualidad. En fin, si unos aprobaban aun la miisica instrumental para sublimar al maximo el entusiasmo religioso, otros —y no sdlo los Padres de la Iglesia, sino también Calvino— intentaron desterrarla de los oficios divinos y a menudo hasta de la vida secular. como forma 2Es la nuisica expresion de la fe eligiosa? De este ambivalente enunciado resulta que la musica no es por fuerza > expresion de fe celigiosa, aunqu: si puede serlo. La histotia prueba a que mitos y leyendas de los pueblos atribuyen la invencion o el descubrimiento dela mntsica a setes divinos o mandatatios de los mi mos. Yala inversa, determinados instrumentos y mefodias quedaban reservados para la comunicaciéncon los dioses, no pudiendo ser usa. ddos sino en determinadas ocasiones y por personas determinadas. A la masica se le atribufa asf en las religiones naturales ya una fuerza animica y aun miica, mientras que en las antiguas altas culturas de Ia India y de China crefase reconocer en ella nociones cosmoligicas de la armonia del mundo. Habia en ella un simbolismo numérico > sénico de la calidad y el sistema wonal en el que desde los pitagoricos y Platon hasta los rosacruces, pasando por Kepler, se identificaba un significado sobrenatural. 2Y qué ocurria en el pais de la Biblia? En Israel, cantar, danzar y hacer mdsica —fendmenos, et principio, estrechamente vinctlas dos— son actividades religiosas que guardan relacion con poderes sobrehumanos, mediante los cusles se grata de ligar o bien desen cadenar en el ritmo energias del més alla. Con el paso del tiempo, Ja palabea cantada se impondré como arte musical, y sera entonces apelacidn directa a la divinicad, por lo general partiendo de lx co. munidad de files. Decide ahi la disposicion interior, porque los cre- yentes cantan para agrado de Dias (Salmos 96; 98), mientras que las canciones de los infieles son eesteendo» (Amids 5, 23} Noes de extranar, pues, que también los cristhnos neotestamen- tarios alaben a Diosy se conforten mutuamente por medio de salmon, himnos, alabanzas, cinticos espiriuales (cf. Efestos 5, 19) y asimismo de la inspiracién espontanea (1 Corintios 14, 26). Se dio acogida cinticos en st eulto divino (caso, por ejemplo, del Magnificat y el Be- nnedictus procedentes del evangelio de Lucas), y los himnos a Jestctis- to surgen en muy temprana edad (ilipenses 3, 5-11). ¥ no sorprende 16 «que los redimidos al fin de los tiempos vayan a elogiar a Dios con wna nueva cancién (Apocslipsis 14, 2 5). Bl que la mtisica cristigna tenga 'un nuevo contenido no significa por fuerza que requiera un estilo eclesisstico propio y tanto menos el aislamiento sacral Lo determinante es la actitud espiritual Como cualquier impulso creador, 1a miisica no acaece en sf, loca lizada en el espacio de los anaerabios. Antes bien, va gala al set humano y a su actitud espiritual, de la cual va a depender el uso que de ella haga, La miisica puede ser expresién de emociones humanas desen- frenadas. Ya entre los pueblos primitivos, y hasta el dia de hoy, esta relacionada con ademin, movimiento y danza, a menudo llegando a Ja embriaguez y la extenuacisn, Pero Ia miisica puede ser también, como ya ocurria en las anti- aguas culeuras superiores, expresion del quehacer artistico; es largo trecho el recorrido por la historia de Ia mésica desde la monodia hasta la sumamente compleja polifonta, Pues bien, la misica puede, en definitiva, ser expresiéin y refe- rencia de Jo trascendente, de lo divino, encauzamiento hacia ello. Lo cual vale no s6lo para la miisica vocal que habla expresamente de Dios y para Dios. Vale asimismo para [a instrumental, que, de mancea espontinea omite a Dios. Mas équé iene que ver con la fe este acae- ‘cer musical? Vivencia religioss de la miisica Son variados los requisitos de la vivencia de la masica. En la concies dn y la vivencia de la musica se hacen sentic, ademis de las leyes fisias de la vibracidn acistica y la receptividad fsiologiea del sonido, la facultad de elaboraci6n psicoldpica j, por ende, toda la aetivud ex. Piritual del ser humano, amén de st sietacién tanto individual como social. Variando espacial y remporalnente, las formas expresiras y venciales de la misica vienen determiinadas por el devenit espiritual y social. Pero no cabe duda de que la fe religiosa, janto con los demas factores sociales y espirituales, puede surtir efecto tanto al componer como al reproducir Ja miisica y en la misma speiin de ésta. Y en “Gse sentido, a la fe religiosa le corresponder un componente musical incluso alli donde no se manifieste por medio de palabras, sino can sdlo a través de sonidos. Dicho de otr abras pueden se actia e cara a la expresiOn re de la musica sin palabr: zon» y al «co- el creys sentido pe consta de nP: les sadoct Las & frontera Es inmenso el poder 0 sublimar y metamorfosear casi cu: una intensidad se tanto que acierta a percibir en el so el sonido de lo eterno aservir de lective de este libs jempos de esta de Wolfgang Amadeus Mozart ime al ejemplo de la mi 19 WOLFGANG AMADEUS MOZART VESTIGIOS DE LA TRASCENDENCIA Inusuales accesos a Mozart bre la dim stiempom de teoldgico algo mas a fondo de la obra musical de dos direcciones. La primera contribuci cia, de la condicién religiosa de su extrafa. De cara ala comprension de cualqu vo cémo se la educs ide Anticipiad nas profundo, de propia miisica de Mozart en modo. también la instrumental precis: las. Estoy conveneido de que en la miisica de Mozart ‘alas veces algo que se eleva por encima de lo el misterio de una «beatitud» que trasciende a «divinizar» la persona humana, demasiado hur Amadeus Mozatt ni uestren», desde 2 vista espi el enfoque eritico de la religién que ya et leccién creativa de los text la miisica de Mozart. te. Repeti ese discurso acto organizado por la Acad: las Semanas de se inauguré en Sala n Austriaca (ORE) y por rersidad de 11 de Friburgo de Brisgovi de Lucena, dobedecié a una invitaci6 Radio de Bremen (el doctor Erwin, Brunnes, respectivamente) para obre la Misa de 1a co- ronacion por ha television. Fl texto que aqu la cual se basaba la version abreviad: is ret6rico, durante el acto televisivo. itaciGn que debo age el compositor profesor Karl Mic fred Hermann Seh profesores (ambos iversidad wut Huucke (Universidad de Mozart Spu- Ciper, 22 SOBRE LA PISTA DE UN M EXPERIENCIAS CON LA MUSICA DE MOZ/ arts y Wolfga reflexiones y que, comp: te y el agndstico Moratt es en qi -0, como ustedes saben. éNo cabes que e izada hasta ahora, f Al menos, y de eso. 23 ‘Tema 1: eatolicidad? De la catolicidad de Mozast toman nota n ‘sumo a regafai 10 protestante su Dogmatica eclesial larmente consp sever, que los pre eaberas’ +s dos respetados inter naba, la fe gobernabsa la vida, lace en agregar: «éO ac: jemento de ‘Seria, pues, Wolf "0 entre comi- por su tiempo, tema de la os su arzobisps hho, prescindiendo de que ¢ mndecoracidn pa igual que ayer las me, Mozart jamas se permitio —vomo despr Franz Schubert— dejar music: haberla necesitado guesa con motivo de su contratas da por su arzobispo a mas tardar ¢! dev afios, cada vex, mas en 1777 su cese porque se le habi cemppleo, Sabido es que el arzobispo respond catdlic os, una vez que en 1781 rompiera de m: en Viena con su arzobispo, cuyo mayordomo sulico, el ‘Tampoco Manich, ta Amadeus, que ya hi tan siquiera tras apenas politico por fam jgnda a éste, Esto vino a sigh no hubo ocasién de completar la Misa en fa menor, grandiosa en cualquier sentido—, pero, prescindiendo d igeras, tampoco habrfa mis encargos por nobleza, Por supuesto que la Miisica fiimebre masonica, en la que Mozart habia ingresado en 1784 pese a la condena papal de os masones (Clemente XI, en 1738), y ala que Haydn, no supuso compensacion"” ‘Comoguiera que sea, bast: +n en lo cierto todos aquellos exégetas que d manera fue Mozart en las circunstancias dadas un «creyente \élogos de Ja jgualdad y la fraternidad. Mas écabe inf Mozart no fuera creyente? Tema 2: su religiosidad En verdad, podemos aventurarnos con Wo afirmar qu — al menos «e iisica religiosa, y prescindiendo de algunos (KV 618, Mozart se rechace fronteras entre deseo y real icando el di lar antes de poner deprisa todo por to, que este Mozart, en fondo rel y que hhasca se con las que no le apetecia ir de viaje ni tances respecto?-' a investigar pretend: Mozart plo, En sin duda, «estos protestantes ificado de cosas por el c ‘mundo, di collis peceata mudi, (Cordero de Dios, 10s la paz»), renos de esta fras a diferencia de ndo el cefto y sin indagar a fondo so- Seri este postergamient leus Mozart se le apareciese a an dogmatico soné u Hildesheimer, si bien frun bre la critica mozartia motivé que Wolfgang Am: uefio? No, esto no es ley 4 Mozart en la Universidad de Basilea, a sabiendas de que en ningtin 0 podria suspenderlo. (Dicho sea de pasada: en la protestante Ba- lea nunca se habria afincado Moza en cualguier lugar tuna localidad cat cosas eran «dogma: ) Pues bien, y «dogma a pesar de av, Mozart no lugar de por la experiencia como luego oiremos en relac Mozart. Entretan -asién de interrogar a Mo- desu caria primero a Mozart y solo luego a san Agi Lutero, Calvino y Schleiermachers”. éPor 27 y del fin de toda tamente teolgica La interpretaci6n barthi Y por cierto que ambos art tampoco no de otro en asuntos mozartianos, Tan solo nado Hildesheimer a Barth, a saber: con su a hipdtesis de que él, Barth, no esta igcles, ocupados en plena alabanza de Bach». Pero le co idos, tocan la mmisica racione", Respecto lesheimer se manifiesta sacando con sar teodicea, B barthiana] como lo de Rembran tanido del arpa davidiana, reilexi habria podiclo hacer algo por estos yo terciar en esta disputa, sino por el ‘momento destapar la cuestién enjundiosa en torno a la interpretacion mozartiana y que tan inmensamente dif testar, a saber: esarias q lo especttico de ti 10, magnos representantes de la van dudado en servirse dk el cielo con sus hos intérpretes mencionan lo «sobrenatutal ser de este mundo», lo «divino» en Mozart. El mismo F we s¢ refirid en una ocasiGn a «ese Dios descendido a la + vel tedlogo catdlico Hans Urs von Balthasar se entusiasma, 28 n de Mozart a los cielos; «yo transfigurado, en cuerpo y en los acordes de La flauta mdgica» de suerte que parece paralelisn la sobriedad de la ceo correcta. De cualgui talquier tipo de divinizacién de un ser humano, en el arte degenera con cl atributo adi otorgirselo Karl Bart el «enteramente otror. a la que mis ad Jtipiter, en referencia clara a su grandiosidad Jno, équé seria? Pues un «portento», dicese por ido Goethe, quien ala edad de catorce lees a al Mozart de siete en to del fendmeno Mozart? Raro puesto que este «portento» no pre s bien, se ha evidenciad dificultad para determinar lo genuinamente mozartia ln especialidad de Mozart, reconocida incluso por los mis grandes re presentantes del gremio cientifi Hermann Albert y Alfred Einstein. Mozart —que ya d fatigablemente en todas partes— se pudieron ¥ pueden identificar las raices de su estilo més toda una serie de in- luencias, en pi Mozaet y Wogenseil, Gluck, Sat 29 hométono y lo polifénico, lo erudi permanente y el contraste, Mas thabremas no que es la rotalidad ada en la libertad del espirie ser hum. Mozart div ano como ti y come yo? Tema 4: lo bumano, demasiado burn vestigacién jeto devocional» de cary: ado cualquier inte resaltado el caracter humano, que es Mozart, el de congeaciarse penoso por personae ws postumos de Mozart, que ie de la letra 30 jjado de ese asp jsivas del genio veinteahero, senturbiamientos en tono menor» Ia vida y la obra Mozart. Oigase, sino, como en ese Quinteto en solr vidad>, que «sus Y ciertamente, “12 ent do imi bemol mayor (KW 375); también La flauta mdgica —se} de siempre», ¢ incluso misé arth, segin me reveld, muy divertid asamblea plenaria del ‘menos que la mozartiana Mi antojado al Consejo Eet puesta sica de una restances.. ecuménico-universales, tenia notado q Misa de la coronacién figura el Agius Dei, de inc n su dona nobis pacers: la peti ros, Piensan ese dona nobis pacem, que col les se parafrasear mi jor ahora, na mozartiano, el «misterio» del genio? Tema 5:01 enigma hasta la grafia de las partituras, q ba contenida y lara aun en el mes de su fal cen grado sumo se mostra- Cuando se es- > Mozart prefiere el ‘el Mozart r 32 —compuso, lente perfecta, dolos, vida y reza [en absolute tediosal, ca mozartiana «dialéctica musical en el vejeciendo, trabajar y descansar, reer: vite". Lo definitivo es q livinow soterr satay absu josidad del existir © de la c ia? ZAcaso tiene ade Bach, Bruckner jsut o Wagner. NI muigica, pretende Mozart pont ‘i contradictoriamente jor ante todo. ¢ pasar pagina con relativa c ppaclre, entregandose a nuevas éSe trataba simplemente de d jercida de «fatalismo» views" por ver primera x \— de «dlescreido Wer, siendo el uno protestante y el ico, entendido ya como poder ramente Meza a Dios mismo. habia escrito Leopold a conviceién ¢ ia—, sino que son rel ‘estar persuadido de co Hebreos 11, 15 una perifrasis d era muchos qu primera gran Misa, 1osa Misa del arfanato em de al parecer somer: Mozart Asf pues, pensar 36 ‘obra, que pone de rel mer y tan slo apostrofado por Barth, sobre una conversaci —sostenida en 1789, dos afios antes de qui tolls peccata » reprochado Mozart a los referirse a su propia experiencia rel caso, est + parece asando ideraba di cedor Agnus Det Ja miisica se m: prosternados, diciend estaba concetnido», de una protesi Por supue: Mozart habri conservado ain esa confianza casi an pensand stico de nuestra r Piezas infantiles (KV 1 no y la dureza ritmic Pequerta giga en sol mayor (KV $74), de 1789, 0 del mayor (KV 5948 (355), de 1790. Li damento —habida los dos brcentendida en 37 mosicn y ReLicION or el éxito y felize (Volkmar snd dice: «Tras cos y apologistas de jet caso, cabr$ inlerir qi ida La clemenza di Concierto para noche preced acabada 30 de «antoapaci ndo éste deci todo corazén a cada yncterto para clarinete 38 bre de cualesquiera rasgos porcion6 tre és Tema 7 y final: vestigios de trascendencia Nos preservard del despropésito y la desesperac ter cura de par em pars at rnotas y ob completo. mprobaré que ry el erans- Kyrie y puestos, siciones sorpeendentes, que ertidumbre entre cl de donde yeluddne; 39 gia hecha mi igiosa baste pensa Misa del credo 0 de su vida, que rerpreta, Pues cada ver. me refier ica de este genio —y obsequiarnos a su ver, dependi wyente (iquide eceptiv recipitia Mozart, y resulta q tacidn y recepcién. Nadie 1 tedlogo el tiltimo de todos, del no preju absorber con toda int cerrados, de repente noto por completo, son: rrido? Per ‘cuerpo y alma, El y esti callado, cualg donde es nosotros ajeno, en gu ignéstico Hildesh inconclusa Dogmdtica eclesial— es a esa palabra y esa luz de Jesucrist cen el mundo de las criaturas, si bi bras y verdades o dice, tan 41 jetal de las artes, y cobra para dos cer re en virtud de de comprension Ja miisica sensible, disp naras de al Y que, si ncierto para clarine! lo, del adagio del C sonido te en este acaccer fasalladora, liberadora y pl una presencia de la mas profunda hondura o la més st también cara de tados los determinadas, como es natu ylade mi fe. Sin embargo, cabs a postee, lo seguidor de Mozart 0, NO) Per de lngar en la boca de Dios» ce. Es mas: agradecer deseo a todos ier alteraeiéin y qu de sus obras abs as las inolvidables Las misas moza area mas de sesent: isperas y euat Mustracién y reforma de la liturgia Estamos 1 de corte y se abren, No se JON MG ana, que se resister ARTIANA, RANEO AL FONDO da Misa de la se le otorgs 1 de | desbordamiento concertante de la misica sacra, segtin se virtuosismo ital izburgués de ios hharto personal. Como resultacl vis er do mayor, una composi Mozart par: frecuentes regular, también otros pasajes. ble en gr: positiva, tan sl tonalidad bisic mayor sostenide, p perseverante y rara vex modi no asimismo exo entre coro 45 cy del Kyrie, ales y | ancien régime satirizado por —por mor de sti dltimo soberan daien, desde salrburgués? hubieron de Gionario portador Bajo José Il fue abolida la servidumby de tolerancia para con penpectiva de la historia social se opera Merart un viraje desde la misica de de Misa de EL Kyrie: una fe ilustrada ‘Tan pronto como deja de estar compro: inte» salzburguesa, Mozart aci este Kyrie. Pron estar fuers 47 lerania, desplazay ees en Boga” sera apta par que triuntal, Christe Christ 4s a Franz Xav) ido asimismo e Para él orque que de in. para su Oratorio de navidad \a profana ¢ YY qué hay: arte a capell de la polifonia vocal del apariencia, no era, desc st tiempo que la de Mozart, cuye tipo de misa sal 49 mUsIA y RELIGION des EI Gloria: radiante loor a Dios i alabanza y rogativa cr en la Biblia redicins aX, pax, pax —: Mise de la coronaciin— y con representantes jana de «los ch ‘opone ahora a cual icipes, obispos y cl personifica se les canta, consecuentemente en el nombre de s, enfants de la Patri enzarzarse con la raz6n y el derecho, con Ia ¢ demoeracia, jere abogar por la paz di c bees, Hoy bre anna nostra. ios ideales mozartianos 8 que los de tiempos antes En verdad, esta tiva, lac pues, una mt queen su belleza, purcza'y perle ‘que contienen esos tonos de Las cetera: de la vita venturi saeculi, d con la que se identifica el El Credo: una dramética profesién de fe visible omni et inisibilinm, ein sents Domino Filius Dei unigen fet ex Pate wat ‘ite omnia saccula, Deum de Doo, 52 3 et proper descendit de cals. procedit m Bate la resurreceiin et tam la vida, entuert saecrl. Amen de Nicea y C 0 en las misas espai rioridad all los servi ios di guardar, Desde el punco de vista nfesisn, De ahi que en la Misa dle la corona de gran cmotividad lirica. Mo —segin un conocido dicho de Franz Gri parzer— «nu partes: primero, la profesion de fe en el y de la tierra; hombre, el crucifica vivificante, deu En el imponente tiempo coral ef crucifixus cambia por sorpresa al do tono menor, siguiendo, en radiante do mayor, el m ya no es asumible proyeccidn. de las provecei nes cli hustea y REGION © por comunidad. a cionales de los judios (qedosha), se de Dios fh joven eri también ef «tr na musical— es deberan sonar fonatias. «La eritica d ombre es el ser supremo para 37 arreglo al N ee nUSICA y RELIGION 58 onedtictus, sy el benedictus able termura, grandes maestros napol para con el Dios vei y envi lc iso, dios de 10? 2¥ si el concepto de alma, o espiritu, nara despreciar el cuerps fuera aleanzable tinicamente e: as si part aceptar que ser crist a costa de ser hombres, no enima o por deba| propias de benedictus, fermedad y laex- te. Y ast, el Agius Dei canti oriental, gu du creyentes, que ant partia para nosotros, que se 105 crificado. A muerte del Set tes veces y cada vez co Bautista, qui se habia o entre Agius Dei, sya vols peccata mundis iserere nobis, ‘Agnus Dei, ‘qui tolls eceata ynndi iserere nobis. Agius Dei, ‘qui tolls Lo que al ‘0s, dec zarten el hogar del entonces cantor tomasiano de Leipzig, eso nd pueden entender los protestantes. Tal ver sea ast”. co santo, al Mesias de Dios, al Cordero de piedad de nosotros». Por dos veces se incorpora serere, que Mozart, contra mbrado en nno hace cantar alternativamente a solistas y coro si sola, un bel canto con el ‘easi con facilidad Ia transi tenor y bajo. También © de misico no sélo soberanamente 6 0. El individuo se sitéa pri antes de que irrumpa el coro. de compas y cadencia hacia el final es verdaderamente Dor izburgués agregs i— esta prez especial para ‘Mozart, a su vez, convierte este n movedor y calmante de s unas alturas tal ventura doy cada dia i vez, de todo corazén a 62 RICHARD WAGNER ANHELO DE REDENCION Comprender a Wagner A diferencia de la de Mozart | en Leipzig y fallecido en Ve tender, La ereacisn puramente instrumental wagneriana es su miisica —no siendo esas pocas obras instru periodo que él dara en considerar después prictic pee placer rosa sonoridad, madurez, verbi gratia: El Holandés ernavte (1841 y Lnengrin (1848), Feros decay en faa letra puesta en miisica, parecen a mu piracién, que con sus diversos «mot citativos y las ari sus textos de sagas germanicas de dioses y héroes, sin em simbdlicamente condensado bajo la intl 63 sma 1, 1982, pp. 1-3 pp. 114-128, y «éQué 1989, pp. 22°50; vers ira (1854-1856), Sigfti- neesa en pp. 75-92; al ocaso de los dioses?s, 21 €n pp. 59-903 f 4 en Programa 1, ncesa en pp. 99-122, RICHARD WAGNER, ANHELO OF REDENCION 2QUE SIGUE AL OCASO DE Los IN FONDO His S? EL ANILLO DE WAGNER GO CONTEMPORANEO Pues el fin de los dose n» contempl gue se expande por el c m escénica y una orgia de por las I Pues bien, 2qué i rimitiva—, que roto para siempre; pero dejado de ¢ ~"Wres que a que quedan e muertos, 2¥ qué pasa ent ses un ocaso de Parcas germ o los grande n suspenso? Paes claro El ocaso de los heroes, no es posble hs para diversas interpretaciones! rados tanto para la confusién como De la pera heroica al drama mitoligico A comienzos de la reflexién drama mitolégico en cuatro partes que es el cl proyecto, de Sigfrido, que de inillo. En la primera v. in para nada ni el fin de los dioses. Por 65 se expresaba ya Ri los nibelngos, poema dra confirmacién fa tomado prestada iega) y 1a idea del fest ost culpa y mal pero al final superadas e nuevo, en el de Wagne ienzos? Probabl gran forn fracturas y contradi riana, que recorre toda le la amp 66 original hasta «% Nibelungo se pro la El anillo del De la deificacion a ta desdivinizacion éPor qué se produce la metamorfosis de la emuerte de Sigfridos en un 1ca80 de los dioses», que iba a ser el musicalmente mas rico de los cuatro dramas del Anillo, por cuanto enlazaba y condensaba todos Jos motivos? . ~—~Uno se pregunta quién podré presenciar «l ocaso de los dioses. Y de qu estin personifi no puede tratarse del mundo los dioses paleogermano pretend: cuesiidn atentamente. Critica social revolucionaria sobre [a base de los eseritos del propi s contemporineas se ha sabido si reprimiera en numerosas ocasi Jo que George Bernard ‘Wagnerite) con er lismo, eso experimenté una amplia reclaboraci ‘Mayer (1959) y la investigacién mas reciente. En los y Ziirich, de decisiva importancia para su persona y su obr: ‘Wagner piensa y obra en términos Y en su Anillo de ninguna manera por end absolutamente asombroso, si en ; habia hallado «su vis artisticaw de drama mi el propio composi la mAs perfecta expresi 69) deol ico wagneriano po- origi icionario, que tiende a eomo cua- -social contemporsneo de estractura mitalégica> (Hans Mayer*). Pues no cabe ignorar que Richard Wagner es un revolucio- re y después de 1848, aio de la gran ‘ner, acaso también Marx). Desde st (1839-1842), 0 se: una transformacion radic icamente apoyadas por el cristia- la propiedad privada here 70 upaban la libertad personal y el amor libre Qué emuncia Bl ocaso de los dioses? Nose limita a aportar mundo que se engalana mensaje del val acorn dl quier autoridad hi 0 Dios verdadero, « en fin echo —ésteera el punto de pai propensos ala argunn resultaba amer jombre, lo esclavizaba. Udo Bermba este contento histérico, poniendo de ma ante entre socie, ala manera urre que cada época yc vy.lo-que para de entender que narca bavaro L mi rey, red vas de Ludwi igual de deparadas a un rey que se prese! incipe de cuento de ha n i, pero —Oswald G. Bauer puso de ma epigrafe de «las ilusiones perdidas»— no ad al mismo tiempo sostenido como esc: sonales, atiende ant jidad para la supervii zada amistad. Pues tan si relaci deficiente por orden apremiaba— en A partir de segundo facto profesional— se me ant que Riel inflacionista y a tematica y contradictori teoria, Pero écabe exi No hay duda de de manera renudo asis transparentes y controlables a pensador sistemitico, iis bien. Pero chabrir sido ia época de arte del futuro, Opera y drama, in de Wa sas, sus propias concepei arreglos nuevos para todos ia la redencidn, propiamente ¥ castigo, pero st ave para el dramaturgo musi vida humana. Siendo un gean sefior y un mismo siempa se nos muestra muchas veces € acosada, torturada, humillada por obra de apy ceschve de sus inst obi gad i reejear :nto. Es hombre coniradicto- asf, fascinado por el ideal de la pureza; aficionado embargo, movido por ideas soc , pero casi in embargo, significado del. ‘ard Wagner. Sabe que la fa agiiedad profundade la existe équé pasa con El ocaso de los dioses ‘obra bajo el denominador El ocaso de los dioses, drama final Se puede entender el Anilfo de muy di se lo ha interpretado muy diversament (hoy, ya apenas yar Jung) 0 de la psicoanali igmund Freud), si no por el lado Sociopolitico y fl ico. Hay lecturas ‘que no forzosamente se ex: ples estratos del drama musical, pero al arbitr ‘que ponérsele limites. No to adecuado. Ast q mo ésta: «del desmoronamiento del vi e un mundo nuevo ris Fel (asf en W. Zen echari de ver ese nuevo mundo redimido? E ciertamente, el espectador sélo presex de los dioses y la muerte de éstos. A der merce de Sig “Anillo se basa, a tod catistrofes. Y en las partes introductorias d sse propone desvelar Ins causas de la catistrofe y desar sentido finalistar (Gregor Del 8 Antes del derru resignados, 0 in habrd red no permanece al ido y tan por el poder, y que, wado, redimen del poder d orden de poder suyo Hasta en sus aos postreros conserv sociales, y propiedad privada hereditaria, joderno, que en ado en lugar de Dios un estatus abst | rable al de Dios, yk de poder, Qué cobra expr través del «m puede redimir de veras Dicho de otro modo: en este dean politica fructifica en tan escasa i moroso» resulta in extraida por Bermbach, a saber: que al Ai jeno cualquier cierre conciliador, y no es, como opinan Peter Wapnewski y otras, « ical de una utopia politica... un nuevo encia de perspectivas en “redencion’ ? Con la muerte de Sigirido. cespetanzas del otrora uropista Wagner, y la marcha finebre —que ene a resumir todos los anteriores motivas de la vida de Sigfride y |gunos pone le para Pues bien, tal com tro. Cabe presentar un escenari dejando que hable componer itn “i srto Dios para Wagner? Lo que ya se ero ape! bra ni un tono sobre cosas fururas. Y cosas fururas pretende 's profetas todo mens «aso de los dioses. Y just razén no aremos ya ENo corresponde, stra parte criticamence a Wagner por qu jente, tas tr eseenificacién del derrumbs as, por qué posrevolucionario», cudles serdn en Way © un experto en ciencias sociales y es Hemos de aceptar que, a todas 0 Richard Wagner le interesan justamente musical respuestas a c bargo, es licito preguntarse si verdaderamente iow del hombre a jimuadas de manera m de Brunhilda). Y siendo as ea —durante toda su vida religién, un ateo, un antirr todo (el am 78 lope er haya ofdo menFar que se por vex Ls rerbachi | nn de todos de los dioses ard Wagner. empieza a dudae. ios, 0 los dioses, éCuil es la idea reetora de Feuerbach? Dik camente, ela a influens contrastes que Way ido, no han de rest libre, que se Situaba el arte a partir d sustitutiva. Pa ner Ja sociedad burguesa, [ai bien de los ricos dice «: hoy con el «afin de h nte: «No nos asombren procuraba dest specto al ateismo desde luego, que con comipletas (Gesamnmielte Schriften und Dichtungen) en los aiios seten- ta del sigl smiento respecto dk ica ahora de «desven ’imas filosficas». «De Feuerbach, altamente sugestiva para versos nombr onces por el hecho de despedirse de la filosotia —donde ci haber detectado ti concepcién d examen mas a fondo de la postura ichard Wagner en un caso de los dioses. Respuesta literaria Ya en las primeras frases de Wagner contra esa iosase y los « verdades hiseéricas, wefect desarrollar cada vex mas sus scuanto en e y divine por acun las para la fe», igiGn, aprehendiendo los simby legoricos, al objeto de que se pu profunda en ellos oculta a través de su representacion ideal» jue el artista «presume abierta y libremente que se los adore con los senti de la imagen alegs 1 micleo intimo de la mando como chocarreria «s6lo sobre el profundo s manidad renovada, «Los muy subl debs iera escenarios, donde al > para el xesparci pensara Wagner que n verdaderar « 2Qué sigue, pues, a El caso de Jos dioses? 1 -nte como simple, no se habra de entende ino con suma objetivid sifal! Mi tesis es que El ocaso de los dioses —esa «obr: del Nibelungo, y Venus y supuesto— nos muestra por 85 ANHELO DE REDENCION. APOSTILLAS AL PARSIFAL DE WAGNER £Qué decienos hoy movedora y, como capas de nubes y vu Primeros compases del p M Parsifal sin el drama correspond el drama sin ‘cuadros sin las palabras? No, ea el presente c 8 dis pregunta por la to J que hoy, bajo el signo de di oso recién deseubiertas, hia adk para el teatro, en el teatro. Lo lamente qué decir sobre el Parsifal, sino ante todo: dice el Rarsifal? En ese sentido, vuelve a Rarsifal un festival oBs un gran cen suarte, pai is vivida y rcereada? Desele el punto de vista actu: ide se habrin de ap| ‘Meramente con esfuerzo, sobre todo porque la tel ichard Wagner como cé los grandes diccionarios teolégicos sera i la entrada «Wagner, Richard», 4 n los ena y en la que José de Ai crucificado. Esta leyenda pi persas, se trajo a Europa en ‘mente reelaborada por primera vez e siendo el poeta épico Ci iga de Parsifal. Sobr Eschenbach hard Wagner, una confrontai teria medieval y foni idad posiblemente cristiana y acristia n observadk eArte en Parsifal se le a ard Wagne reproche en Wagner. ae Wagner motivo de RICHARD WAGNER. ANHELO OF REDENCION primera piedra del Teatro de los Festi i en la Misa solemne tenia pi tras que la Novena sinfo la invoeaci rampas familiares de este mundo, Pues bien, Wagner rect todo esto», Pero érealmente lo hace? Dejemos en suspenso por (y Schiller), al parecer solo puramente terrenal de ma al final de su vida? No es tan con Bayreuth cul igi6n, Fundam ade que ante una de payor y abismos, cl arte asume una funcion reveladora, dora y aun redentora, Redime ne capacidad tistica, es0 nos lo ac designaba a su pr co escén se preguntaba arte del futuro— propio Wagner ya El arte no es religion sucedénea ndo que revaloriza el arte elevandolo se ha desmoronado; no nos hagam fin del romantic catego nes al respec o «habia desapares vida de la i fija, en cor lestros teatros y gabinetes de historia semos hoy mayores preocupaciones que Como a otros dioses de lar tampoco se le ha ahorrad decir: se acabé con 10, al arte rador. Es sacral del wgnificaci «Para el ereyente e el Parsifal, por ejemplo; ir el prondéstic la obra operistica sobreviv La religién amorosa del Tristan ‘Tras las biografias wagnerianas de Westernhagen y Gregor-Dellin nocemos mucho mejor la gestacidn de aquel Parsifal —proyectado fecha temprana, a : nentaristas y oyentes desde siempre, hoy, el efecto de un auto sacramental fr extasiado: «Bs tas. Es Roma lo que ois, sin lengua, fe de Roma», sche en Mds alld del bien y del mal®.Y aun pata cat admirandus, nom imitarndus —de admirar, que no de sav Padre de ta Tel decir de Ta casta de singulares: Pero éno se estard predicando aqus un ante a técnica composi cacién y crisis de la amistad de Woy separacién de Minna, st mi ba, como es sabido, el goce dad de Ta entrega, de todo aquiello que luego, owes ¢ intereses, con sus leyes y convent pagar con lan en la vida real ones, se harde qué le iabia wsceta. Es mis, casado no se le ‘condesa WAgoult y, antes, esposa del parecia la encarnacion entre admirada y di dad sin crabas propia del gei parvent, gran burgués y bohemia? Y he aq La religién de renuncia en el Parsifal liateadores de paginas de diario, cartas y c han igado a propésito de este silsimo pe- de Wagner hubiera de resumirse de forma prosaica, darse por establecidas tres cosas: 91 las mis agobiantes penas del deseo, en 4 1s de muerte, cconjuro le reps y también esperanza de re ‘cualquier modo, para disciplinar y a destructiva sensual y el dle superar a Tristin ¢ Isolda en el culto salvifico ras: «De todos modes, el proceso de e) Tampoco ideal artistico y « ieante, a saber: ode castidad», IS del se hia de entender como confesién de un 92 93, > se pasen por al pecado cuanto las falsas actitudes, tend alidades fundamentales, ademas de la mntextos de au reducirse jamiento a renunciar a los camente de la mano con el estereoripo n jén— de la mujer seductora, corrup- me fatale, cuya belleza (shembra di nefasto placer y los horrores del resenta rasgos , de suerte que su redenci6n por el varén la convierte, de inenos estereatipada, en penitente y sufridora, ina praxis del ascetismo fica con una espe- muchachas floridass al comenzar pecadora ha de mor jo esto antes de lo religior o —hasta constituir w mo, la abst ureza, el asceti o4 AICHARD WAGHER. ANHELO DE REDENCION superioridad— se los ese: tiempo de una temética intemporal. culpa Wagner? Cu: logices oponer, (amor de concupisce No cabe discusidn: existe, debe existir difer de concupiscen el agape. Como si s6lo pudiera ser amor verdadero agape y no Dios y de mn de lo corporal 0 se cen Jesis de Nazaret; ninguna de su Dondequiera que en el posterior crist s y ageipe, sina que se construya proce wentar largamente de Nazaret, No es preciso an y diverso en Jest ‘como sabemo ido y el vino o cena de rec ad (commu veria a cele s de pascua, id (eweharistia) y comm yy del Purstfal wagneriano? 96 La coma det Parsifal, drama cadence misteri En lo musical y es de la cena determ Wagner en se rat misa romana, «es también cos de de gracias de la comunidad, se haba Negado asia la epi en distribuye sus Seria luego el dramacurg Misterios de la misa, compendi visita hecha a Ri 7 la transustanc! ment (ese ica correspondiente. a su Parsifal Js ya favor de ito de ray en la ae El fest ible con respect por compasién»—, Pero en este punto se escucha aiin hoy ‘que ver la rel compa cristiano? Tras este eBudista, cristiano, ecuménico? De hecho, idemtificar en el Pursifal las «cuatro verdades nobles» de Buda parece muy sencillo. No representa Ia seductora Kundry el impulso vital o el deseo; el rey Amfortas, seducido por Ku nto a que da jeseo y, por renacer de contrafigura de Parsifal, esto es, Kundry? € no es el propi paradigma de leyar —ss norancia, raiz de todo mal— lo repetidamente que la tri por caida en culpa, despertar determina nuestras acciones, ido por Schopenhauer). Todo esto parece sen lo es demasiado. El propio Wagner hace gala de mayor su dera a sf mismo nihilista o ateo, ta Piensa menos en oposiciones q) roca en que la teologia ec! ir y tomar en serio la e I bulista — cadtiea amalga- al, adquiere ahmanismo, cristianismo-”. Y iquier religion verdadera» de se si wrar que el acervo intelectual budista y el cristi marse en esta obra determinaci dl renaces, que constituy sista. Fa aparece incorp. transformay desindividualizada: +S rosa del averno, / fuiste E Grondryggia fla s que am la presentac olizar a una figura caballeres ya no me sé ninguno de cca revela enredos en la vida anterior. ‘Muchos de los héroes w: hiuser hasta Tristin y Amfortas, hnas— son seres humanos necesitados de redencién. Ulises de la n vida, errante por dogui ado y siempre zarand lo de vida, euén vano es hui y propiedades, dinero y oro, en el Tristar ‘tuo a la amenaza por parte de la sensu. placer sexual. Y conste que Wagner en abso sgi6ns esto lo calificé expres ‘arte. Pero justamente con el Pursifal, con su a poner y tar nuestros anhelos, ereencias y esperanzas. La Iglesia cristiana dej6 su mas noble legado como alma de la rel Ps wentar, decir y hacer sonar todo. Esfumada de los muros del temp! naturaleza reavivandolo, pod Teologia de la liberacion aplicada Hoy en dia, alemana, Pero de querer ac también el Rersfal de manera resueltay sin arbitrariedades posmo- j6n del Parsifal en Bayreuth, éno se mana mis alld del bien y el mal, que abandonase por ente diferenciaciones, sino aun: ‘iglesia oficial dle los caballeros del Grial, encapsulada al modo elitists medieval, gue fuera pereciend casta clerical con su rey sacerd palleciese con su «heridae y se hubiera hecho —atransmoderna or sentido de voleada hacia un futuro mejor, igiosidad parsifal } liberadora, sororalmente ecuménica, que abriese de nuevo la dad para servir al mu nal del Pasifal con un deci- ppara tal esceniti atrevido, impavido ante las protestas ck son de esperar’ Justamente en tal perspectiva habria que prestar arenciGn tam- c J6gica. Pues también de parte de la teologéa cristia- atamiento dado en el Parsifal ‘qué se describe tan a menudo —y no solo en Wagner— a rufianes y pecadoras de manera tanto as creible que a los santos? éAcaso el critico del cristianismo hard Wagner no acabé ei cristiano un ideal al ‘una espritualidad hostil alos sentidos, habia reprochado antes al crsta Parsifal como exaltaci6n y puri aque a los cris asumir como normativo el eri Parsifal. Ya he aclarado 2Emuncipacién 0 redenciGn? Emancipacién significa liberacién por si mismo: autodeter eximido de un estado de necesidad existencial por © para ir a parar a un estado di j6n ante la muerte ios, éDénde se sit ‘Wagner, en la eman timo drama musical para el gran y tronada teatr Ya vimos que Ri famoso, sumamente astuto ¥ muy ba Jo mis hondo por la problemétiea de la red Jano existencial como en el soc o de 1877, dia en que pr la composicién del Parsifal «huyendo del aseo y el pavor»™. 2Cabe afirmar entonces que el autor del Parsifal no era, a fin de 103 ‘un hombre de teatro entusiasta de la m ocaso de fa un «cardcter bondadoso» prestidigitad existene c 10 precisa mente por mor de Richard Wagner la a ‘le su tiempo hemos de medir— stié de hacer un drama m pio Jesiis en ningiin no que se lo invoca como el Excelso sobre t este Festi ay rastro de Jesis com ido por tn tenor...? Qué ralelismos, rigut dle congraciarse no hay ni asomo, En ichacha sep: ‘no estaba nica nuevos el dec debers calificar a hacer esto. ‘Mas, habida cuenta del mana, por ejemplo, es que el « recordatorios de la cena de como requisitos escéni portadores de significa te: de eualquier mod manera, el arte erior, de lamente de una rel un artistica: 1a redi Ia sustincio Pero cabe que fa cen absoluto estuviera fjada desdk supiera ya en 1876, cl Trevista en Sorrento. Pero no fue el Parsifal la razon de q n Nietzsche y Wagner, como a yeces se ha dich de Nietzsche, quien habia vyenetada Cosima! estaban ent Lo divino cologizada, re acristias ner se debe ss del Pursifal, pplaudit, Pero to del Parsifal ste, lo mas sublime que haya lo divino. Me toca de nue sicbra la mirada transfigurada’s". éLo divino? «Pero he aqu tador en re: 1, acota en st ‘Martin Gregor-Del , pues, sino tan sé fuera, sino como luz en nuest mismo, habida cuenta lo xix tuyiera lugar una Ly, por ende, ade la comprensi no ilusteado y dualista de un Dios qu -ccidn a una fe panteizante paso con perfectaen la filo bign es sentido de la natu de lo numinoso: Dios, no tanto el arquitecto c tos mundos y que los gobierna (Wagner ve abt una «met mnérfica»), sino ese abso Jenico ale los hombres (Hege), et la naturaleza global creativa y creadora y conservador del mismo (Goeth (Wagner). No € el sentimiento de lo vit El vedentor En un esbozo dramético de 1848, en mod Richard Wagner a Jests de Naza srevolucionario soci Sinica y fatigados y alli ‘mansos, 0s amistosos con sus enemigos y los que cual abocaba al «mayor portento para el hhombre natu 107 nde \dido ya el «otro portento de Ia di "si bien cobraba expresion de de todo amor comy ‘asivo, compasion amorosa... La compas 1rrega amorosa no se deberdn ent Amor comp: Jestis genera nto ¥ \ parecen as rcupaciones de la filosoffa de Schopenhauer Pirgide de la compasion y dedicado a la compasion hasta fractura de [a vol mor redentor cristiano, en el que fe y esperanza se hallan comp! saneamente} la fe, € Cqunto conciencia —certeramente segura y corroborada por el més divine de los ejemplos— de a esperanza, en cuanto vivificante saber sobre la impos Dichososen la fe dad de qi iDichososen ropias rel ja entre esas que alli se gatos hacia la salvacion. Mi iva por de pronto, Inego gime y uefia cria de gato leva en la boea. 50 de peligro, se hace ope braya ambas Parece que Wagner piense ‘a saber: de actividad y pasivid jemplificada por la figura de Parsi ana denota con claridad la de gracia y acto hun trayectoria vital par de Dios, con lo que —de acuerdo. jue Hans Mayer criticaré como espirit ica» en esta obra mbargo, no cabe desclefiar ‘que Pasifal es tai or de dad y activamente afirmador— el sa di ino volveria a ver recuperado su derecho. Lagracia de Dios y nano... Visto de resultar escandaloso a los creyentes que mncie tina inversion del proceso tt dor euearisti jerpo torne a ser pan y que la comuni este factor activamente cris horan la mayorfa de los exegetas— ivuelva a ser capaz de « ‘obras del salvador» y apoyar a los «hermanos que com dar algo en su {que haya coherencia en catistia se celebraba, de modo p: subjetiva, sin secuelas para la vi tales enunciados daban h siglo, donde ante los 5 exdticos | se vuelve a saber que una ‘contmunio (comunidad) con las personas; se entiende cen nuestro planeta: Del ato 1877 dara fortalecidos, pues, 3 than se entender! mejor la fSrmala con que Finaliz ase al redentor 2Redimiase al redentor? no, en la fen que le devuelva al Gri éAcaso Wagner tiene miento teoldgico lecer redente a seriamente aqu a despecho de todos religiosidad popular eristiana), y no Cristo y Parsifal. Pero Wagner lamar a Parsifal el texto de dic hablar de tenta de cerrarse>. Y tamp. atola clemencia d fe, la paloma, gracioso +, es de la redenciGn por la gracia de lo que se trata en la lima creacién escénica wagneriana. Y aunque se abjete ct que se quiera -a de ta re se eseogid a rampoco elegidon, 1 », Parsifal no es, per se presenta a si mismo como pk madre. Conciencia di éCémo mi ada con Ia historia de la pasién del Setor est Kundry, de la que ella da cuenta con voz A vigndolo, me rei.» La prueba opuesta atin ki dry, la «arch cuanto sredentor» y «salvad a Parsifal ati por sé el mundo, / queda si Y el mismo Parsifal es bautizado y pu puidiendo, a su ar el bautismo de Ki r ryeree en ol Redentor que este acaccer de redencign adquiera, ademis, césmica viene a subrayar algo mas que el genio musi e manera realmente abareac to, tod: sano puede cs levantar la vista hacia el I Parsifal, del que «Dios, con paciencia celest sufrié por ét Queda claro que este Parsifal no es de Cristo. Pero gracias a ta al «poder d ura cienci n el cristian Mt nUsICA ¥ RELIGION pparticipaci que tiene su fund: n Dios. De ah in ede qué? La respuesta de la obra es categorica: ipues de La sensual ncion en esta obra solo podria afectar a i eat macine rene | Past na de tsperaba cl ateo Feuerbach tuvieran que convertirse en doses, mundo, © esperanza y practica de re fi que necesita de pendiente su proceso de hum huevo hombre. En condensacién tun acaecer de os pretéritos, el Larsifal) y no solo con respecto ‘humano liberador de Renuneiar a la a Erich del ser, qu menoscabado, tificacion privada, de la escasez. de recursos y del d desi alernativa tentiende como reto de caraa dde que el hombre siga stendo tal y este mundo pe nos y animales. C: | por Jo tanto, & que el docto, el verdat pasivos cm pues, la ensoaada imagen human dioses y Parsifal. Tras El Jo que el Anilfo no fuera capaz por la geacia de Dios, recibida ci el Ocaso, tod wu do posible un defi los hombres» —una posible a que, haciendo absoluto su poder, se han mensaje de la esper ene por qué ser dest cl los diose: epurarse y ser usado para servi tal es cl mensaje del Parsifal. La rede: idestr sién y ef amor, dominar; necesita del suicidio ( »¥ el amor a la sabid enel 1883, carorce ANTON BI UCKNER SINFONISMO DE LA FE sSentidos musicales para ereer? [A quienes proce ‘earles en primer lugar por a reflexidn sobre miisica vocal y reli puesto, a Johann Sebastian Bach, Hein sospechoso? Mi Magdeburgo o cualquier otra ubicacié ‘cosa es aceptable. Pero équé de bue jan, de un hombre,ademis, que perm: as bien simples, campos espacios en «Creer con todos los se también el mundo de -a evitar cualquier clase de equivos cirles de em teGlogos de la palabra a tedlogos cristianos no puede ser matel que para li ama musica Y RELIGION la palabra también es necesidad esencial para la religion la predicacio lo para la fe eri creer de ofdo (Romanos 10, 17) y na séla la vo asimismo. neramente |— se podré expresar la fe decir, creer ci Merece la pi por as de la palabra: un pri n franeés, essa? = prueba, intento, d HL Pissarek-Hudelist y L. Schottroff, Mit tische Theologie unterwegs, Giiters pO, capaces, como es sabido, de ay licurgia, eran qu i snes menos lo entendian, El mmisico sacro Bruckner: un contpositor inconformista el expon cexcesiva exten Bruckner, confi sentar en marco litirgico, muy a pesar concertante. Es mis bien el inconfor Bruckner en la Iglesia de su tiempo como n trante en grado sumo. en la Roma de radas en forma curopeas de 1789, 1830 y 1848. oso y culcual: i el paradigma del cristianismo me: entaba cimentar para toda I al definir cl primado y sdieval y antimodernista qu Bl o de que el canto coral sregoriano era el ci a. Y sucede que no fue en ta Roma eval donde se desarroll6 aqui a partir de \edictina de Solesmes, refundada en 1833— etal canto Br 10. Pero nada tena se habia preocuy probablement Sicales de vocaci6n romana y roma cintico veterorrom: yor de ind y franceses noe. Y asi, el profesor Hi ano en la estela de Svenes, constata por escrito de las melodia ates les de los sighos 1X, X y aun Xt, ven el reino de los francos se ini 1 tradicién propia no se po canto gr modo cada ver diferente: rehensible cuanto mas se 1a bu puede haber una prictica de representaci En tiempos de Bruckner, la da se hallaba, pue' éeminos muy rom mente dudosa, se la coral gr lestrinal). La Sociedad general de lengua alemana en 1868) se opont nto orque: c favorable a Brac siglo xix! El sinfonista Bruckner: precario caso de Pero no prete seria ejemplo tri que Ia fe hi ado, porque justamente Bruckn morable umbral de la historia de la ‘metemos directamente en cual nos del presente ‘Alta Austr maestro y organista de escuela nz y director de su coro, fue ha 10 compositor de tres g. Era discutido, ames bie! cay reli ton Bruckner, para ellos extrava > musicologos Bruckne apartado de la te suscribe un pacto co productiva propia. ¥ el Di code ‘entero esta al cabo de sus parcos de ella) con Ja marmita de hierto...0”. c producto nientos La secularizacion de la muisiea contemporinea grandes genios del ‘manticismo (Weber, Schubert, S iisicos su motivaci6n e inspiraci6n vex comprenden hombre, de agu expresion arti es son algo extram xix, con Bral apenas ia ya al encargo dete maya mncipada de y en Dios— propia de que el composit pantefst fe no es la palabra, si yer cesar ico. Asi sn)? lanas como e' | pues, Zes Anton Bruckner os de ten este hombre que comprende lotmiller “Wagner es fa br ica, como las compe cualquier representacion figuras No basta qu n Bruck roceso de composici6a a menudo va, ideas, imag hhermenéuticas» con las | de los tiempos a algunos les suenan \ aso, no. particularmente coberentes. Pero tampe eeatenders ai, por ejemplo, cuando en la Octava sin Gea como ciemplo muy insteuctivo—, resulta que el primer de la repeticién contiene un su epilogo en pamissim ‘acompafia Bruckner | suales ¥ puede ereer no menos fe, se habrian obtenido: ycondensa y ntas personas 124 | 2 «programas: a de fundamento religioso a que sea el rango de tales autei wo queen sus tan Variadas sinfonias sélo humanas generales de Bruckner, 10 que se combinen en él lo profano y lo sacro. Melodias Ainuller tirolés coexisten abi con remedos de coral. iudes con Richard Wagner sin primer Holandés errante (acto lo un parentesco «men- ipal de Ta Octar en do menor de na; sus objerivos es- Anton Bruckner Tedeum: de fondo € no musicaba iad tico, a obras del se que dedica a mayor glor M de um arte y una m han climinado en sociales y las moti a Ta inspiracién re tro de Leverkii servicio divino, solo tiene un cardeter si Doctor Faustus puede servi segundo complejo: La cues mas profunda razén de an sn el Diablo? Tras aan pasa al papel Yael problema del estudiante Leverktihn, que 6n de que «asi todos Crisis de la miisica romantica Tras decenios de incomprensién y preju Bruckner est4 ciertamente reconocido ent I estreno mund ica de Viena, wsmo por parte » Johannes Bi doquier a la «mtisica dodecafén jcard la posterior composici indirecto en Stravi en la mayoria de las compo se la denuesta, en un sentido mu s0 oniricamente embr naire (1912). nembarge nsese, si no, en Pierrot Lit- pareve que ex sde, por e o cual se lo concebi epigono de Way los entendlidos. la calidad tonal wer procede de 128 Re dle tonos y partes forn 508 teclados. Disponer no ya de dos te es siempre rei inspare sque led de George; pero consagracion de (1923), de Edgar Varése, Esta m ‘alores orientadores y los criterios de mes basico, una revisidn t por ct lesquiiera reglas fundat de los que hacen époct aun mis radical 4) spreclasicismo», a jones sensibles, el estado de dn que pretende motivar en el tiendo un: ner, insdlita y extraba en terior © dodecaiénica de Arnold Schinberg o incluso a I lectronica, gu vinieron después no se estar ruptura entre épocas, una no sélo otro tipo de expresi pleto. Y como resultado provi creta», hecha de de la técnica, una misica fabricada y man Una iiisiea que tiene poco que ver con centre Monteverdi y Bruckner, pese a las ocas anguardista Bruch réneos afincados en la tradiciét Iuego con cierto fundamento el revoluci cos, posiciondndome, repito, en Y ya se nos fundamental

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