nencia y relevancia de la educacién; desconcentrar la
administraci6n, y revalorar la funcién magisterial
Fue en 1992 cuando finalmente se suscribié el
‘Acuerdo Nacional para la Modernizacién de la Edu-
cacién Bésica (anteB).’ Este acuerdo estableci6 que
los servicios de educacién preescolar, primaria, se~
cundaria, educacién indigena, educacién especial y
ediucacién normal pasaban a ser organizados y ope-
rados por los estados.* De acuerdo con Arnaut,
la reorganizacién mencionada representé la trans:
rencia por parte del gobierno federal alos gobiernos de
losestados de 700000 empleados,incluyendo docentes
+y administrativos; 1.8 millones de alumnos de preesco-
‘AL axnan see conoce como el “acuerdo de las tes eres
aque estableci tres grandes linea de politics com e propésito
de impulsa na edcacin bésia para todos de calidad y con
‘equdad: reorganizacion del sistema educativo nacional; refor:
mulacién de contenidos y materiales educativos, yrevaloracin
dela Funcion magisterial» Zora y Barba, sf)
* La federalizacion educativa de 1992 provocd una serie de
transformaciones no sso en la vida educativa, sino también en
la via sindcal del magistri. «Muchos de estos cambios seini-
céaron antes de a federalzacon[.. otros mas fueron estimula-
4d por las politias de desconcentracion de las décadas de 1970
y 1980. Ua organizacion como el sx, «que nacié con tna
estructura vertical y una composicidn en la que predominaban
los maestros primaries», se transform sen una vasta ycompleia
onganizacién,cuya estructura vertical ha sid socavada por acre-
centados grupos regionalesy por la expansién y multiplicacion
de sus grupos profesionaless (Arnaut, 1998 5).
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lar; 9.2 millones de estudiantes de edueacién primaria,
y 244 millones de alumnos de educacién secundaria,
con alrededor de 100000 edifcios y otras instalaciones
y22 millones de piezas de mobiliario diverso
La sep se reservé en el acuerdo de descentrali-
‘acién la facultad normativa y el diseiio de planes y
Programas de estudio en los niveles seialados. Con.
ello se inicié la reversién del proceso centralizador
iniciado en 1921 y surgié una nueva etapa de «fede-
ralizacién no centralistay. Estas y otras reformas se
plasmaron en una nueva Ley General de Educacién,
aprobada por el Congreso en 1993. La descentraliza-
cién educativa constituy6 un avance importante, aun-
‘que atin insuficiente, pues el margen de accién de
los estados permanece umuy reducido» y el peso
de la sep «sigue siendo, de hecho, y ain en la legis-
lacién, el principal» (Martinez Rizo, 2001).
‘También en 1993 tuvo lugar la cuarta reforma al
articulo 3° constitucional, la cual precisa el caricter
Iico de la eduucacién impartida por el Estado. Dicha
reforma derogé la fraccidn 1v, que establecia que las
iglesias «no intervendrin en forma alguna en plante-
les en que se imparta educacion primaria, secundaria,
normal y la que se destine a obreros y campesinos»?
® Al suprimir esa prohibicién se hizo posible que ls par-
ticulares pudieran ofrecer adicionalmenteeducacicn religios
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