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Un testimonio M1. eva un joven de 17 afios de edad, con diagnésti- ‘ode retraso maduratiyo profundo, con sintomatologia “julistay un nivel de lenguaje precario. Asistia de lunes 4 Viernes, en jornada completa, a un Centro de Dia sito efun barrio de la Capital Federal. Su madre manifesté que tenia dificultades en el ma- nejo doméstico de su hijo, Un episodio de excitacidn psi- comouriz derivé en una internacién psiquidtrica, 10 140 Resale Sate p ecificamente, ella debig higienizarlo, acomodar su ropa y asistirlo en el bafio. Dad. c i i i que, he Centro de Dia, las profesionales in- : aban que M. no evidenciaba ninguna dificultad en hacer estas tareas de manera auténoma, se le sugirid a la ‘ oh i q madre la intervencién de un AT para fortalecer los es cios de autonomia. - La coordinacié es ae del AT propuso asistirlo semanalmen- © ” a pileta libre, en un chub cercano al centro de dia va idea a i a apuntaba aque, desde esta actividad recreativa, se construyera un vinculo entre Mf. y el AT, para favor . % ra . : ° a cer Ja intervencién, La indicacién dada concebfa recreat la actividad tanto de vestimenta como de higiene en el = de vestuarios, para evaluar y trabajar aquellas dis- unciones observadas por su mamd. Segiin el testimonio de Stella, acompafiante de nues- TO ific i 0 equipo, una de las dificultades iniciales estuvo en la comunicacién. “Nunca antes habia estado con una per: son: i / 5 a que no tespondiera con palabras, sdlo me miraba se no podia saber qué queria, qué le gustaba, qué ensa pensal es y uno de los Mayores temores era pensar como comu: v4 C fhicarme: éDe qué manera generar un vinculo? ¢Cé- mo podria responder a mis indicaciones?”. El tie r sf ee a. los encuentros y las rutinas favorecieron el ” Kins td on fo : ma G € una comunicacién ligada a lo gestual, al a fisico, Las respuestas se propiciaban ante las in icaciones sencillas, directas y afirmativas Uno di jeti ‘ le _ objetivos planteados era que M. se vistiera se sacara la i a — 4 ropa solo, para ir a la actividad de pileta. icialmente, miraba como quien espera ser ayudado Tomaba la mano de la AT diciendo “Ta”, ante lo cual ella volvia a dar la indicacién correspondiente. Fueron varios meses de trabajo donde se repetia la ins- truccién. Y empezé a desempefiarse solo cuando la AT le mostrd, a la manera de un espejo, cémo debia hacer las cosas, La AT nombraba cada logro para reforzarlo posi- tivamente nombrandolo, y M. devolvia una sonrisa. Se pudo observar que, ademds de mejorar el manejo auténomo de su circunstancia, M. gradualmente comen- 16 aestar m4s comunicativo desde los gestos y se mostr6 més afectivo con su familia, con sus compafieros, con el personal del centro y con su AT. Estos cambios y avances de M. generaron un efecto pa- ralelo en su mamé, quien dejé atras a un hijo que sdlo le demandaba cambiarlo y limpiarlo, para vincularse con un adolescente que posefa gustos y deseos propios.

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