dle depender de un programa specific, segin la part
cularidad del paciente.
Dentro de estos programas, citaremos el modelo de
viviendasastidas como componente wtelado desde una
itucion, Serésostenido por el acompatiamiento te
péutco y guiado por los terapeutas cratantes, para el 2+
hordaje de pacientes con estas dificutades.
Lo desarolaremos a continuacién en un apartado, de-
bidoa a iqueza del disposi. Nuestra intencin es
«entrada en la implementacién de otros con similares ca
ractristias en la atencién del pacience
Un testimonio
Para conclir este punto, los invitamos a let el sguien
‘e recorte clio que propone ilustrar los contenidos de-
sarrllados.
Se trata del testimonio del acompafiamicnto eerapéu-
tico realizado por Marfa Sol, una dels acompasances de
nuestro equipo, a una paciente que llamaremos Soledad
(5).
‘S.tenia 30 fio y era empleada adminiserativa. Traba-
6 en instituciones pablicas desde los 18 afos, buscando
su independencia tanto econémica como personal. Pre-
sentaba un diagndstico de esquizofrenia paranoide.
Enel momento de ser solcitado el acompasamieno
seencontraba recientemente externala de una elinica deagudos. Asis a grupos de auroayuda, ya su tratamiento
psicoterapéutico ypsiquidtrico individual. Present varias
incemnaciones consecutivas en lapsos breves, debido a la
dlescompensacidn de su cuadro de base, El despiegue de
«us ideas paranoidesrenfa como cento a su familia de oi-
cntorpecia su inchsién,
S. era hija primogénita de una familia disfuncional e
incontineote. Con una madee “particular” —como ella
la define—, quien tenia la habilidad de inmiscuirse en
todo lo conceriente a su hija. No respetaba sus tiempos
nnisus clecciones,y utilizaba el dinero dela manutencién
daria como reausso para conseguir que su hija la visita.
Su padre cumplia el rl de proveedor matetial. S6lo se
cencargaba de datle el dinero para la compra de la medi-
cacién. Renegaba de ese rol mediante confromtaciones,
reproches y ausencia.
‘Su mayor sostén afectivo era lati. Esta tla opersha
‘como un referente en su tratamiento, Sobre todo, lares-
petaba, Ia contenia, fe proveta trabajo y vivienda,
Para ser mds grifcas,dividiremos el acompafiamien-
to en dos etapas. Fn una, la modalidad domiciliaria in-
dicada tendria una frecuencia de res veces por semana,
‘en médiulos de cuatro horas. Ademas, transcurriefaen los
‘spacios coeidianos de la paciene: en su domiclio, yendo
a buscarla alos grupos de autoayuda o a las consuls,
acompafiindola ala casa dela madte y en la compra de
rmedicamentos con su padre.
El objetivo general era construir un vinculo empitico
«que le postlitara ala AT ayudar a S. a organizarse en sus
cspacios lego de su internacién e intenar evitar una re-
iniuconaliaién, como babi sucedidoaneiorment
Bn el primer encuentro, S. se most colaboradora,
‘conscinte del motivo de su inzernacin y deseosa de sen-
Lise mejor. Se apesadumbraba ante las descompensacio-
snes en tan corto period de tiempo y sus consecuencias
nnegativas: pérdida del trabajo y de la independencia,
‘Reconocia su dificultad para pedirayuda, De este mo-
dl, la concurrencia canto guardias elineas y psiquidtri-
‘as como a internaciones era un paso inevitable.
En osinicios, cl acompariamiento se orient a organi-
zat las rutinas y ls habitos primarios. Junto a la AT, S.
realizaba cronogramas diarios donde se detallaban acti
vicades,horatis de roma de medieacin, comidas tareas
cla casa, citas méiieas, y otros, que le permican plani-
ficar su diay calmar sus ansiedades.
La periodicidad de estas tareas permiti6 que S. evolu-
cionara cn el aspect de su onganizaciéa. Al tiempo, fue
realizando sola los organigramas, hasta Finalmente recu-
“Tambign se priori ordenar el habito alimenticio (a-
ryudando a realizar listados de compra de comida, brin-
“dando ideas para cocinar, supervisando) y la higiene yet
‘asco, tanto personal como de su casa En ambos aspectos,
primero fue tutelada, Paulatinamenre, 5 fue ocupindose
1 fesponsabilizindose de sus quchaceres‘Una de ls preocupaciones mis sobresaliente de la pa-