You are on page 1of 22
Espacios del Saber 1, Paul Virilio, Un paisaje de acotecimientes. 2, Jacques Derrida, Resistencia del prcoanisis. 3, Terry Bagleton, La ilusiones del posmadernismo, 4. C. Mouffe (comp,), Desconsiruccin y pragmativn, 5) Catherine Millot, Gide-Genet-Mishima. 6, Fredric Jameson y Slavoj Ziek, Bstudios cultural. Reflexiones sabre el multicubturatisno. 7. Nicolig Casullo, Modernidad y cultura eric. 8. Slavoj Zidek, Porque wo asber ly que hacen 9, Elisabeth Roudinesco y otros, Pensar la lcura. 10. Valentin N. Voloshinov, Freudismo: un bosguo critic. 11, Corinng Enaudeau, La paradaja dela representacn. 12. Slavoj Zitek, Mirando al sesgo. 13, Jacques Derrida, La verdad en pintura. 14. Gregorio Kaminsky, Hseriswras interferias. 15, W. Rowe, A. Louis y C. Canaparo (comps), Jorge Lats Borger: Intervencienes sobre pensamsientoy literatura 16, Raymond Williams, EI compo y ls ciudad. 17, Massimo Cacciari, Ei dios que baila. 18. L, Ferryy A. Renaut, Heidegger y las modernas. 19, Michel Mafessoli, EI instante eterno. 20. Slavo) Zidek, El espinosujeto. 21, Alain Minc, warw.capitalismo.net. 32) ‘Andrea Giunea, Vanguardia, intermacinalisna y politica 33, Jacques Derrida, Estados de dima del paicoandist. 24, Paul Virlio, Bl procedimient silencio. ee Paul Virilio El procedimiento silencio Con introduccién de Andrea Giunta ‘Traducci6n de Jorge Fondebrider PAIDOS Buenos Aires - Barcelona - Mésico ‘ital original: La Procidure silence © 2600, Kaitians Gall, £Baitions Galil, Paris, 2000 Cubierta de Gustave Macst Mativn de eublersa Nicola Costantino, Twberfa, 2000 (tale de frs0. Caleo de nonatos de potilos y terneres on resina poigsler. ta obo, pica en na del Programe do Aya Pb Vira Orne Bata cheat il Minter de Asus Esteanerosy Al Servic Cura d ‘Seejde de Franca eae Arann. ‘ie cet ani ‘Baler Aree Pa 0) ROTA Tia cn darts da ten radu de Jee Pevier Jo, edicién, 2002 evtan rirarsnment pein in aban ea de ow lr opie rane co a een a repent ra Por ‘es air nein egret array cena rte SENSED onpna tal meintetguer stan ibs 1 200% de todas Tas ediciones en castellano altorial Paidés SAIC Defense 598, Buonos Aires paidosliteraro@siudad.com.s” [Biiones Paidés Ibérica 88 ‘Mariano Gxbi 92, Bareeloas atorial Paid Mesieana SA Rubén Dario 118, México DF. Queda hecho el dopisito que previene la Ley 11.725, Tmpreso on la Argentina - Printed in Argentina Trmpreso en Gratien MPS Santiago del Eotero 338, Lands, en octubre de 2001 ‘Trad 2.000 eomplares SBN: 950-12-6528.9 Paul Virilio, una introduecién, Andrea Giunta Unarte despiadado El procedimiento silencio... Indice Un arie despiadado El siglo XX, exe siglo despiadad Ataeer Conus | Esta noche no vamos a hablar de piedad o de im- piedad, sino mas bien de sentir léstima, del carfeter compasivo o despiadado del “arte contemporéneo”.* No hablaremos entonces ni de arte profano ni de arte sacro, sino, tal vez, de la profanacién de las for mas y de los cuerpos en el transcurso del siglo XX. Ciertamente, cuando hoy en dfa aceptamos debatir sobre la pertinencia ola nulidad del arte contempors- neo, general mente omitimos plantear la pregunta: Ui arte contempardineo, si, pero, geontemspordinen de qué? + Alo largo de toda la confereneia, Virili emmplearélas palabras pitté (piedad), piié(piedad, isima), pizayaie(astimoso, lamentable, piado- s0,compasivo)epiyabledespiadt,impiadoso),srvindosedemaners aleernativa de las distintas acepeiones de esos términos, circunstancia ‘que no siempre es posible mantener en castellano. En consecuencia, ‘cada acepeisn seré determinadla por el contexta (N. delT]. 7 Paul Viritio En una entrevista inédita con Francois Rouan, Jacqueline Lichtenstein declara: Cuando visité el museo de Auscenwrrz, vi ante sus vitri- nas, imdgenes de arte contemporineo y eso me pareci6 absolutamente aterrador. Delante deeses vitrinas con valija, con prétesis o con juguetes infantiles, no me senti espantads, no sentf zozobra, no me senti trastomada, como cuando caminé por el campo de concentracidn; no, en ef museo nve {a inopresién repentina de estar enn mins de arte conternpordieo Retomé lo que pensaba diciéndome: ";Ganaron!". Ganaron porque produjeron formas de percepcién que contindan ese modo de destruccién que les €s propio.! Esta noche, nuestra interrogacién partiré entonces desde allt: siel terror nazi ha perdido la guerra, zno ha ganado acaso finalmente la paz? Esta paz.de “el eqiii= brio del terror” no s6lo entre el Estey el Oeste, sino también entre las formas, las figuras de un estética de la desaparicién que podré ilustrar integramente este fin de siglo, Si “bumanizarse es universalizarse interiormente” 2 eel universalismo de la exterminacién de los cuerpos como el del ambiente, desde AUscHwrrz hasta CHERNOBIL, no ha logrado acaso dechuntanizar el exterior en n030~ tros, trastornando nuestros puntos de referencia éti- 1. Bonita Jacqueline Lichtenstein, Gérard Wajeanan por Frangois Rousn, mayo de 1997, de proxima aparicin. 2.Gabriel Ringle, Lewangiled'an ive-pentenr: Diewseraiillaigue?, Albin Michel, 1998, “8 fe sad dee Lh Un arte despiadado cos y estéticos, la percepcién misma de nuestro me- dio? ‘Mientras que en el alba de nuestra modernidad in- dustrial, Baudelaire comprobaba: “Soy la heridlay ef cu- chillo” cémo no adivinar que inmediatamente después dela hecatombe de la Gran Guerra, en la que Braque y Otto Dixse habian encontrado enfrentadosen el barro del Somme, el arte moderno se habia desplazado de la herida al cuchillo (a la bayoneta), con un Oscar Kokos- chka, “el artista del escalpelo”, esperando, luego del ex- presionismo alemin de Dae SrunM,elaccionismo vienés de un Schwarzkogler durante la década de 1960. Artista o ARTEMALDITO? :Qué decir, mientras tanto, de un Richard Huelsenbeck, uno de los fundadores del dadaisma, queen Berlin, en 1918, dnrantenna ean- ferencia sobre las nuevas tendencias del arte, afirma- ba: “Estamos a favor de la guerra. La vida debe doler. No hay suficiente crueldad”?® Conocemas e6mo siguid esto; veinte afios més tarde, el “Teatro de Ja crteldad” no seré el de un Antonin Artaud, sino el de Kafla, el profeta de la desdicha de la metamorfosis de los cam- pos, el sismo del humanismo. “La guerra como higiene del mundo” del manifiesto futurista de 1909 se habia convertido asi -esta vez, treinta aitos mas tarde~ en las duchas de AUSCHWITZ- BraxeNav, En cuanto al “surrealismo” de Breton, que 3. Citado en Greil Marcus, “Lipstick Traces” Une hiroire sete dt XO ste, Alia, 998, 9 Paul Virilio sucedea Dads, él mismo sale completamente armado con los fuegos de artificio de la Gran Guerra, en la que la realidad comtin fue stbitamente transfigurada por la magia de los explosivos y de los gases asfixiantes, en Ypres y en Verdin, 2Qué es lo que queda, desde entonees, de la pro bicién sentenciosa de un Adorno sobre da imposibili- dad de escribir tn poema después de Auscuivir2? En suma, poco, puesto que todo o casi todo habfa comenzado en el alba de un siglo despiadado y constantemente catastrético, desde el Tirinicen 1912, hasta CHERNOBIL en 1986, pasando por los crimenes contra la humani- dad de Hinostima y de Nacasaxt, en los que, por ra- diaciones nucleares, desaparecié una de las telas de la serie de las Noches estrelladas de Van Gogh. Quizés aqui deberfamos hablar de Paul Celan y de su suicidio en Parfs en 1970, el mismo afio del suici- dio de Rothko en Nueva York..., pero, gpor qué dete- nemos tan ripido en esta crdnica necrolégica del arte, en la que la tasa de suicidio es constante desde que cometiera el suyo “el hombre de Ia oreja cortada”, ‘Vincent van Gogh? ;Parece que Ia voluntad de extinguir Ia asfixiante cultura (burguesa) consisti6, sobre todo, en extermi- arse a uno mismo por encima del mercado (del arte), ofteciéndoles asf ideas -a falta de ideas culturales~ 2 Jos grandes liquidadores del siglo! 4; Simplificaos la vida: marid!”, decretaba ~lo tecor- damos- Friedrich Nietzsche. Esta simplificacién 50 Un arte despiadado extremista, en la que “el ornamento es un crimen” * haacompafiado a la historia del siglo XX, desde el asalto inttilmente repetido a las alturas del Camino de las Damas hasta el genocidio camboyano de los jemeres rojos. ‘Como muchos agitadores politicos, propagandistas 0 demagogos, los artistas de vanguardia habfan com- prendido desde hacia mucho lo queel TERRORISWO pron to iba a vulgarizar: nada es més ficil para hacerse un Jugar en “Ia historia revolucionaria” que provocar un tu- multo, unatentado al pudor, bajo pretextos artisticos. En lugar de cometer un verdadero crimen, matan- do con una bomba a transetintes inocentes, el despia~ dado autor contemporiineo deeste sigloacomete contra los simbolos, contra el sentido misino del aite “com pasivo”, el cual asimilaal “academicismo”. Como, por ejemplo Guy Debord que, en 1952, a propésito de su Film sans images a favor de Sade, declaraba que queria matar el cine “porque era mds ficil que matar un tran- setinate” $ Para prolongar esa tentativa, un aiio més tarde ~en 1953-, los situacionistas no dudaron en insultar a Charlie Chaplin, actor lastimoso por excelencia jtratin- dolo de estafador sentimental, de maestro cantor del sufrimiento e incluso de fascia larvado! 4, Titulo de la eélebre eonferencia pronunciada en L908 en Viena porel arquitecto Adolph Loos. 5.Citadoen Roland Jacear deenera de 1999, La Biblia del blasfemo", Le Monde, 29 51 Paul Virilio Pero a todo ese delirio verbal que parece incons- ciente de su siglo y que, sin embargo, sermonea al mundo entero en nombre de la libertad de expresin artistica, en un perfodo histérico que asiste a la insta- lacién del eguilibrio del terror y que se abre a los labo- ratorios de una ciencia que se apresta a programar el fin del mundo, principalmente a partir de la inven- cién -en 1951 del arma termonuclear, corresponde también /a autodisolucién de las vanguardias, el fin de la gran ilusién de la modernidad culta, como si en el ori- gen de ésta se encontrara menos el impresionismo que el nibilism de la catastrOfica intelligentsia rusa del si- glo XIX, deun Nechaiev, que decretaba que habfa que hundirse “a todo vapor en el barro”... Nada que ver aqui con Liteoia, vapor; repides, cl evadro de"Turner que introducfa el impresionismo de un Monet. Inseparable del estado suicida de las democracias representativas, el arte de este siglo no ces6 de antici- par peligrosamente -en todo caso, de saludar desde lejos- a abominacién de la desolacién de los tiempos modernos, ya se trate de Hitler y de Mussolini -el “fu- turista”—, de Stalin o de Mao Tse Tung. Deabj, la figura emblemstica, no tanto de un Marcel Duchamp, sino mds bien de un Chaplin, de un Bonnard, pintor lastimoso por excelencia, junto con Claude ‘Monet, el taumaturgo de un Sol naciente, que no es él de los laboratorios de Los ALAMOS. “Al mirar esta pintura alemana que, naturalmente, representa la sensibilidad actual de Alemania, me 52 Un arte despiadado siento espantado. Los antiguos inventaron y repre- sentaron el mundo de los hechiceros, pero el mundo del Odio es una invencién moderna, la invencién de Alemania expuesta sobre las telas. Al lado de las cabe- zas humanas -o, més bien, inhumanas-, de una hu- manidad dvida de saqueos, los demonios de los cuadros goticos son una chiquillada. Cabezas furiosas, asesi- nas, demoniacas, y no ala manera antigua, sino a Ja ‘manera moderna: cientifica, gases afixiantes. Querrfan tallar sobre carne fresca a los alemanes de mafiana”,’ escribia en su diario, en 1925, el gran marchand de cua- dros René Gimpel, que veinte afios més tarde, el 1 de enero de 1945, desaparecerfa en el campo de Nevencamae.., Intimamente convencido del caric- ter fatal de las obras de Oskar Kokoschka, de Emil Nolde o del escultor Lehmbruck, René Gimpel nos vuelve decir que nunca hubo arte antiguo ni arte moderno o contemporaneo, sino que el artista “antiguo” nos for- m6, mientras que el “contemporineo” forma la per~ cepeién dela generacién siguiente, al punto que nadie est “adelantado a su tiempo porque cada uno, en su dia, es su tiempo”? ‘Cémo no suscribira esa comprobacién deevidencia, cuando comparamos|a Pigtd D’avIGNon (del siglo XV), con el Retablo de bsenbeim de Matthias Grinewald 6.René Gimpel, Journal d wn colecionncur marvhand de tableaus, Cal man-Lévy, 1963, p. 292. 7. Did, p. 291 Paul Viritio (del siglo XV) ~obras piadosas, una como la otra con “el expresionismo” alemén del maestro del polip- tico que ilustra la atrocidad dellas luchas y de las epi- demias de su tiempo, a la manera de un Jerénimo Bosch. Hoy se podria retomar esa comprobacién sobre la ausencia de anticipacién a propésito de “asuntos” como el de la “sangre contaminada” y la falta de culpabili- dad de los responsables politicos.” Sin remontar a Jacques Callot, ni tampoco a Fran- cisco Goya, en la época de los “desastres de la guerra” napolesnica, recordemos la respuesta de Picasso aun alemn que lo interrogaba en 1937 a propésito de su obra maestra: "s Guernica? Es obra de ustedes, yo 0 fui su autor!”, Sil arte pretendidamente antiguo todavia era de- meostrativo, lo que ocurrié hasta el siglo XIX con el im- presionismo, el arte del siglo XX se convirtié en ‘mostrativo, en el sentido de que es contemporineo del efecto de estupor de las sociedades de masa, sometidas al condicionamiento de opinién, ala propaganda de los ‘MASS MEDIA y esto, al igual que el terrorismo o la gue- tra total, Hewado a los extremos. *Blauorhace referent uno de los mayoressscindlos pitas deexzdosen Frac drtgel dada de 1980 como reso eras. stones sanguinea cleans por el Minisode Sle lsd rons fueron cones con elvis del sd, procéndse nego bs deseo sin que sng de los exponsables pls fara debi mete esignd. NAT] v4 Un arte despiadado De hecho, con este fin del milenio se cumple ante nuestros ojos lo que la abstraccién habia intentado comenzar: el fin del arte REPRESENTATIVO y la sustitu- ciGn por una contracultura, por un arte PRESENTATIVO; sicuacién que prolonga la temible declinacién de la de- ‘mocracia representativa en provecho della de la opinién, alaespera, mafiana, de la democracia virtual, laencuesta smtomatica de una “democracia directa” 0, m4s exac- tamente, presentativa y multimedistica, Finalmente, el arte “moderno” habré sabido ver lo que, en nuestros dias, los medios de comunicacién y de telecomunicacién llevan a cabo cotidianamente: la puesta en abismo* del cuerpo, della figura, con el riesgo mayor de una hiperviolencia sisténtica y del auge de una alta frecuencia pornografica, sin ninguna propor- cidn en relaci6n con la sexualidad: “Hay que extinguir da desmesura antes que el incendio”, estimaba Heréclito. Desmesura por desmesura, hoy el acostumbra~ mientoal choque de la imagenesy ala ausencia de peso de las palabras ha trastornado la escena del mundo, Desp1apapo, el arte contemporsneo no es imptid co, pero tiene la impudicia de los profanadores y de Jos torturadores, la arrogancia del verdugo. * La expresién utilizada en el original es mike en alyme. La misma proviene de la literatura. Su significado, munca bien definido por los Aliccionarios alude a la inclusién, dentro de una obra licerariao pietéri- ca, de un enclave que teproduce aspectoso fragientos de la obra total Por ejemplo, el teatro dentro del teatzo, cuando los actores en eseena representan 2 su vez uta obra teatral. La puesta en abismo genera asi juegos espejados de fragmentaci6n y potencialreproduccién al infnito oy Paul Virilio La inteligencia de la REPRESENTACION cede enton- ces el paso a la perplejidad de una “presencia”, no so- lamente insdlita como en la época del surreslismo-, sino insultante para el espiritu Por otra parte, so supone que “la imagen” basta para darle al arte su significacién, su sentido. En silti- ma instancia, el artista como el periodista~ esta de més en el enfrentamiento entre el actor y el que mira, “Bista concepeién de la informacién conduce a una afligente fascinacién por las imagenes en vivo de esce~ nas violentas y de crimenes sangrientos”, escribe Ig- nacio Ramonet, a propésito del impacto dela televisin sobre la prensa escrita; “esa demanda alienta el ofre~ cimiento de documentos falsos, de reconstrucciones yde manipulacién diversas” * Pero finalmente, zno ocurre lo mismo en el arte de hoy en dia? Véase, por ejemplo, la exposicion “Sensation” de Londres, el ew auroric reaLtsM del publicista y coleccionista Charles Saatchi. Fosién/confusidn del tastore y de un arte preten- didamente de vanguardia, mientras que el conformis- mo de la abyecci6n nunca es més que una costumbre que el siglo XX se ha complacido en generalizar. Aqui, la brutalidad de la obra no apunta tanto a alertar como a destruir, esperando que el espectador, 8. Ignacio Ramonet, La Tyranmie de la consnanicaton, Galilée, 1999, 1p: 190-191. En espafol en el original de Ramones. [N. del T] [Fd est La tinania dels cumunicacién, Madeid, Debate, 1998.) 56 Un arte despiadado el oyente, sean torturados, lo que no tardané en suce- der con el artificio cibernético, el feed-back interactivo de la realidad virtual. Si el autor contemporineo esté de més -como Pi- asso, a propdsito de Guernicay si, en los medios cul- turales, la frecuencia de los suicidios no ha cesado de acelerarse, al punto que pronto ser4 necesario erigir en los museos un MURO DE LOS FEDERADOS DE LA CO- MUNA DE LOS SUICIDADOS, jmafiana también ser’ nece- sario eliminar a no dudarlo—“al aficionado al arte”! Escuchemos ahora a Rothko: “He estudiado la fi- gura. De mala gana, descubrf que no respondia a mis necesidades. Emplear la representacién bumana era muutilaria”. Libre de toda compromiso ético o sentimental, el pintor quiere ir “hacia la eliminacién de todos los obstdcu- losentre el pintor y la idea, entre la idea y el espectador”. Es el triunfo radiogréfico de la transparencia, como én arquitectura hoy la radiacién de lo verdade~ rovaa la par con la exterminacién de los intermedia~ rigs, de todo lo que todavia resiste al puro y simple develamiento. Pero esta repentina sOmREEXPOSICION de Ia obra, como deaquellos que la observan, va acompatiada por una violencia que yano es solamente “simbdlica” como Jo era ayer, sino préctica, ya que alcanza la intencionalidad misma del pintor: “A los que piensan que mis pinturas son serenas, me gustaria decirles que, en cada centimetro cuadrado de sus superficies, be apresado la violencia mds absoluta’, confiesa Mark Rothko, antes, 37 Paul Virilio de probarlo volviendo contra sf mismo ese furor con- tenido, un cierto dia de febrero de 1970. ¢Cémo no adivinar, cerca de treinta afios més tar- de, la concentracién de odio acumulado en cada me- tro cuadrado de las “cindades inciviles” de este fin de siglo? ;Vayan entonces a ver de noche, en los sétanos o en los estacionamientos subterréneos de los MONO- 1106s de suburbio, en los cuales las Rave PARTIES clan~ destinas y los BACK ROOM caéticos no son mas que ~digamos- tna expresidn turistical Después de haber abandonado la figura, “de mala gana”, bajo el pretexto de no mutilarla, el pintor esta- dounidense también ha elegido dejar la vida, ejerciendo la mas nihilista de las libertades de expresién: la de la AUTODESTRUCCION, Si, de acuerdo con Nietzsche, Dios ha muerto en el siglo XIX, apostemos a que la victima del siglo XX bien podria ser el creador, el autor, esa herejfa del ma~ terialismo histérico del siglo de las maquinas. Pero antes de decir “salud, Artistal”, nunca nos olvi- demos de que las palabras PIEDAD y LASTIMA son consus- tanciales, lo que parece habfan omitido los miembros de la Santa Inquisicién... No repitamos sus malasacciones, no nos convirtamos nunca en los negacionistas del arte. Padecer 0 compadecer? Pregunta a la vex ética y es- técica, como lo adivinara perfectamente Géricault, quien, en el curso del invierno de 1822, debfa realizar sus famosos “retratos de locos”, gracias al doctor 58 Un arte despiadado Georger, fundador de la psiquiatefa social. Retratos que debjan servir de material de demostracién para Jos alumnos y asistentes del alienista Impulsado por su pasién por la inmediaci6n, Geéricaule quiere captarel memento, la locura ola muerte, en vivo. Como la naciente prensa, se interesara por las noticias escandalosas, prineipalmente con el nau- fragio de La Méduse, ese Trnanicde la pintura.. Ya, el arte de pintar intenta sobrepasar toda RE-PRE- SENTACIGN, para ofrecer la presencia muismna del aconteci~ ‘miento, como lo hard la fotografia instanténea, la PHOTO-FINISt? 0 los primeros noticieros cinematogré~ ficos de los hermanos Lumiére, mientras se espera el uve coverace de CNN. Finalmente, la INTERACTIVIDAD naceré en el siglo XIX, con el telégrafo, pero, sobre todo, gracias a la electricidad clinica, a la aplicacién de electrodes so- bre el rostro de los cobayos humanos del “arte médi co” de un Duchenne de Boulogne,” cuya actual exposici6n del Quai Malaquais apunta nada menos que a “rehabilitar” su obra, cuando ese forégrafo del hos- pital de la Salpétritre™ sélo era un “expresionista de Jas pasiones”, para el cval las expresiones de los pa- * BJ neurdlogo eancés Guillaume-Benjamin Duchenne (1806-1875) es considerado como el fondador de Ia electroterapia y del cleetrodiagnéstico, [N.del T] ** La Salpétriére es el nombre de un antiguo hospital parisino, fan dado en 1636, destinado principalmente a las mujeres. Desde 1823 se convirtis también en aslo y manicornio, [N. del T] 59 Parl Vivilio lentes eran tinicamente un material de laboratorio para practicar “la anatomeia viviente” Ya en el siglo XVII, en visperas de la Revoluci6n Francesa, esa confusion enitre la pervepeién a sangre fria, que permite al médico y al cirujano descubrir el mal graciasa la inhibicién de la emoci6n, de la piedad, ha- bia contaminado la representacién artistica de los pin- tores y de los grabadores “naturalistas” Asi, la obra de Jacques d’Agoty, pintor anatomisca que buscaba “la invisible verdad de los cuerpos”, osci- Ja entre el cincel del grabador y el escalpelo de la au- copsia. Pero el paso decisivo se daria en 1998, con la expo- sicién “Los mundos del cuerpo”, en el Museo de la ‘Técnica y del Trabajo de Mannheiin, donde cerca de 800.000 visitantes corrieron a ver unos 200 cadiveres humanos, presentados por Gunther von Hagens. Este anatomista alemin, efectivamente, ha inven tado un método para conservar a los muertos y, so- bre todo, para escufpintosplastificéndolos, sobrepasando por mucho el embalsamamiento de las momias. Ves- tidos como estatuas antiguas, los desollados blandian sus pieles como trofeos, o incluso exhibfan sus visce- ras, imitando la Venus del Milo con cajones, de Salva- dor Dali.” Por toda explicaci6n, el doctor Von Hagens se respal- 9, Paul Vii, abe nfmatige, Cale, 1958 pp. 6-8. Ed cast: La howha informdtica, Madrid, Caitedra, 1999.) 60 Un arte despiadado daba en la consigna moderna: “Se trata de quuebrar las ailtimnos tabties”. Luego de ese manifiesto terrorista de Mannheim, como con la exposicién Sensations de Londres, se ope~ ra un desplazamiento: un poco més y se podré consi- derar artistas de vanguardia, no solamente a los expresionistas alemanes que apclan al asesinato, sino a Iise Koch, esa rubia romantica que, en 1939, habia elegido un pequefio valle huidizo, al lado de Weimar, donde a Goethe le gustaba pasearse y donde, justa-~ mente, habia imaginado su MErISTOFELES, ef espiritn que niega todo: Buchenwald. Koch, ala que se apodé como “la Perra de Buchen- wald’, tenia, en efecto, aspiraciones esiéticas bastante similares a las del buen doctor Von Hagens, ya yue hacia desollar a ciertos detenidos tatuados para con- feccionar con sus picles diversos objetos de arte bru- to, pero también pantallas para veladores. “Rl.artista -escribia Paul Valéry- primero pone su cuer~ po.” En el curso de los afios que van de 1960 a 1970, los accionistas vieneses iban a seguir esa recomendacién al pie de la letra, ya que serdn sus propios cuerpos los que sirvan de “soporte-superficie” para su arte. Luego de las “misas” de Hermann Nitsch, en las que sacrificaba animales en “un ritual sanguinolento y las- civo”, el ejemplo extremo del auro DE FE del artista se- guirf siendo tal ver el de Rudolf Schwarzkogler, quien murié a consecuencias de la castracién que se habria infligido, en el transcurso de una de sus performances- a Paul Virilio action que se desarrollaba a puerta cerrada, sin especta- dores, entre el artista y una cdmara de video. ARTE TERMINAL que, para cumplirse, ya slo nece- sita el enfrentamiento de un cuerpo torturado y un aparato automético, a A ines del siglo XX, con elaustraliano Stelare, adepto al “body-art”, esas artes visuales, de las cuales Scho- penhauer escribié que eran “la suspensién del dolor de vivir”, iban a convertirse en una precipitacién hacia el sufrimiento yla muerte, para los individuos que, pau- lasinamente, tomaron el habito desconsiderado de le- gar sus cuerpos no tanto “a a ciencia”, como al voyeurismo clinico, esperando que ua tal doctor Josef Mengele lleve a cabo los experimentos que sabemos, y que AUSCHWIT2-BIRKENAUSe conviertan, porun tiem. po, en el mds grande laboratorio genética del mundo." “Lainmediatez es una impostura”, declaraba el pastor Dietrich Bonhoeffer, antes de desaparecer, en 1945, en el campo de Flossenburg... Elarte como inmedia tezamnésica también lo es. Si “iodo es regido por el reldmpago”," la puioTo-rivise impone a las diversas “representaciones artisticas” Ia instantaneidad desu violencia, yel arte moderno, como 10,Emst Klee, La médecine nazi ets icine, Solin/Actes Sud, 1999, pp. 204 342, cee 1 Herselito, ) Un arte despiadado Ja guerra a ntirzxruee~es sélo un exhibicionismo que impone suyoyeurismo terrorist: el delamuerte en vivo. ‘A manera de ilustracién de este acercamiento a la impiedad del arte en el siglo XX, observemos ahora de cerca dos tipos de imaginerias finebres separados por, aproximadamente, dos milenios: los famosos RETRA~ ‘Tos DEL FAOUM del Ako Egipto y las pxoto-Prvisi del Memorial de Tuol Seng, en Phnom Penh, donde el anghar (el gobierno camboyano) hizo gjecutar a sangre {ria -las mujeres y los nifios primero—a miles de ino- centes, después de haberlos hecho fotografiar cuida- dosamente."* En el alba de nuestra historia, en Egipto, la gente se esforzaba en sacar del anonimato a la persona del di funto, a fin de identificar ef ser en sf. Eu Causboya, du- rante el creprisculo de un siglo despiadado, arebivaron In identidad forogrdfica del detenido, antes de ejecttarlo Dos tiempos, tres movimientos: por una pate, el numildé y discreto nacimiento del retraty;” por otra, la utilizacién sistematica de la detencién sobre imagen, como sentencia de ejecucién: LA MUERTE EN LOS OJOS. Dos versiones de un “arte” que Christian Boltanski ha intentado ilustear a su manera, para luchar contra elolvido, la negacién: esa estética de la desaparicién que, 12, Imagen y politica", coloquia bajo la presidencia de Paul Virilio, enlos Encuentros Internacionales deFotogratfa, Arles, 1997; Actes Sud/ AFAA, 1998, 13 Jean-Christophe Bally, Lapastopbe mete: eis sr les pareraity dda Payourt, Hazan, 1998, 63 Paul Virilio desgraciadamente, les da la razén a quienes niegan, todavia hoy, da impiedad del arte. Es mejor causar envidia que listima, se dice... Lue- go de haber sido usado por la publicidad, cese dicho no se habré convertido en méxima del arte? ¢Las ga- nas de consumir, cediendo su lugar a las de violar 0 macar? Si fuera efectivamente el caso, el academicismo del horror habria triunfado: el arte profiano de la moderni- dad, cediendo su preeminencia al arte sacra del con- formismo; un “conformismo” quesiempresirve de echo al fascismo ordinario. Enefecto, como noadivinar que, debajo de la mi cara del modernismo, se disinvala el acadersicismo mis clisico: el de la repeticién de los estindares de opi nin, la duplicacin de los “malos sentimientos”, que reproducen de manera idéntica la de los “buenos sen- timientos” del arte oficial de antafio? Finalmente, zcdmo no comprender que la impie- dad aparente del arte contemporaneo no es mas que Ja figura invertida del arte sacra, la inversién de la inte- rrogacién inicial del creador: gpor qué hay algo antes guenada? Por tiltimo, a semejanza de los medios de comuni- cacién que, para satisfacer las mediciones de audien- cia, s6lo vehiculizan la obscenidad o el espanto, el nihilismo contemporineo revela el drama de una es- tética de la desaparicién que ya no sélo concierne al dominio dela representacién (politica, artistica...),sino al conjunto de nuestra visién del mundo “ Un arte despiadado Visiones de excesos de todo tipo, de desmesuras publicitarias que aseguran un éxito escandaloso, sin el cual el poder de condicionamiento de las apariencias cesarfa de inmediato. Justamente, a propésito de la desaparicién, de la decadencia, interroguémonos sobre el escamoteo de Jos pintores naif; de Vivin, de Bauchant, sin volver a hablar del Aduanero Rousseauy de La guerva, su obra maestra, inspiradora del Guernica de Picasso. {Por qué ese olvido freudiano? ¢Esa discreta eli- minacién de quienes no aspiran aw arte sabio, acadé- micoodevanguardia? Hay quecreer queese tendencia del arte a la ingenuidad ces6 bruscamente, por dema- siado lastinnoso, segurameente, como Raoul Duly, el in- genuo libertino...? : Con un poco de tiempo, se suprimiran los dibujos delosjardines de infantes para reemplazatlos por ejer- cicios de caligraffas numéricas."* Pero volvamos a Ia impostura de la inmediatez del arte, a esa PRESENTACION de una obra que pretence im- ponerse a todos como evidencia, sin la mediacién de reflexion alguna. Escuchemos a Marshall McLuhan, el bucdlico prosista de la “aldea global” ara saber Io qt realmente ocurve en el presente, primero bay gue intervogar a los artistas, ellos conocen mucho mis del 14. En evanto a la cusioss denominacién del faturo “Museo de las Primeras Artes", de] Quai Branly, en Paris, se trata de arceneariva [aati Den arte santo [sovamr] o save [smarcagel? Paul Virilio iaem en eb presente que los sabios y Tos teenéerasas porgue presente absolste, Volvemosa encontrarriog aquécon Ia interrogacién deun René Gimpel, pero deformada por la ideologia tnedistica del socidlogo canadiense. Entonces, qué ts lo que se da en ese PRESENTE aBsoLUTO (ila tima palabra esta de mis!) sino la resurgencia de un ca imo que ya aspitaba a eterno presente del arte, al punto de querer Bijarlo en los estindares geométricos (0 sea, on al Numero de Oro), sin ninguna relacién con el caricter relativo y efimero de la percepeién analogica de los acontecimientos, de la cual ef impresionisma te- nnfa que tratar de liberarnos, en el umbral dela moder- nidad industrial? Dehecho, contrariamente las apariencias, el TIEMPO rat. —ese “presente” que se impone a todos en la ace- lerncion de la realidad cotidiana~ es sélo la repeti- ign del espléndido aislamiento académico de antafio, ‘Un academicismo massmedistico que, en la iner- cia de la inmediatez, intenta fijar toda originalidad y toda poética. . “La inercia es una forma gastada de la desesperacion", pretendia Saint-Exupéry al inal desu vid," explicando por ello esa voluntad encarnizada de ya no saver lr fensmenos como antes, sino de perderlos, de escamo- f marten 5: Aotine dein upd Plate dere Glia oles ee ce Pde Barebone A, 996) 66 Un arte despiadada tearlos detras del artificio de una manipulacién de los signos y de las sefiales de una técnica numérica, que, desde entonces, alcanza al conjunto de las disciplinas artisticas, desde las captaciones de imagenes hasta las de sonidos, al punto que un miisico como Bob Dylan puede exclamar: “;Tados los mulsicos que se oyen boy en dia no son mis que electricidad! Detras de la pared electré- nica ya no se oye respirar al cantante. Ya no se oye Jatir un corazén. Vayan a cualquier bar a escuchar a un grupo de blues y los conmovers, los emocionaré. Esctichenlo luego en un CD y pregiintense adénde fue el sonido que habjan oido en el bar”. El fin del cardcter relativo y analégico de las captaciones de imé- genes y de sonidos, en beneficio del carfcter absolu- to y numerolégico de Ia computadora (luego del sintetizador) es también la pérdida de esa poética de lo efimero, en la cual ef inepresionismo (pictérico, mu- sical...) habia sabido recuperar el sabor, antes de que el nibilismo de la técnica contempordnea lo elimina- se definitivamente. “Vivimos en un mundo atravesado por una fuerza destructora ilimitada”, declaraba Johnathan Mann, el responsable de la lncha contra el sida ante la Organi- zacion Mundial de la Salud, antes de desaparecer, vic- tima del accidente del vuelo 111 dela compaiifa Swissair. Es imposible, en efecto, avizorar el arte de este si- glo, sin estimar la amenaza de la cual él es representa or Paul Virilio ci6n,una amenaza sorda pero visible, inchaso encegue- cedora.!* Después de la contracultura, zacaso no estamos en elalba de una cultura, de un arte contra natura’ “isa es, en todo caso, la pregunta que parecia plan- tearun coloquio que tuvo lugar, en el curso del invier- no de 1999, en el instituto Heinrich Heine de Paris, bajo el titulo “La abolicién a tema de la naturaleza enelarte contemporineo”.” : En lo que concierne a las ciencias y 2 la biologta contempordneas, ya no se permite la duda, puesto que la genética estd en transito de convertirse en un arte, tun arte transgénico, una culcura del embrién con fines de resultados puros, como lo deseaban los eugenistas de comienzos del siglo XX. “E1 juicio moral, al igual queel juicio religioso, pertenece a la ignorancia”, pre tendia Nietzsche, abriendo asf, de par en par, la puer- ta de los laboratorios del terror. : {Mostrar 0 demostrar, practicar la demostracion (estética 0 ética), o bien practicar la purificacién de toda “nacuraleza”, de toda “cultura”, por la eficiencia técnica de la sola mostracién, la presentaci6n osten: ble del horror? El expresionismo de un MoNstavo salido de Ia la~ bor de una ciencia voluntariamente privada de con- 1 Pad Virio, Beda, apropésto delacbrade Perr Klasen Expesons Conterporsines 199 ae " “Art, ob est ta nature?”, coloquio del instieuto Heinrich He de Pars, del 8 de marz0 de 1999. 68 i i Un arte despiadado ciencia... como sila veratologia se hubiese converti- do, gracias a los progresos de la genética, en el suMMUM dela BioLOGia, en el ser fuera de lo comtin que se con- ~ vierte en la nueva forma de “genio”, pero esta ver del GENIO GENETICO y ya no literario o artistico. “El mundo esté enfermo. Mucho mis enfermo de lo que pensamos, y eso es lo primero que habré que reconocer para tenerle listima. No importa condenar a ese mundo, mejor seria compadecerlo. Necesita pie dad. Unicamente la piedad podria quebrar su orgu- lo”, escribia en 1939 Georges Bernanos.... Sesenta aiios, més tarde, el mundo sigue enfermo, pero la propaganda, cientifica es infinitamente mejor y la anestesia, gene- ral. En cuanto al orgullo, gracias a la mundializacién se ha vuelto incanmensurable, y Ia piedad hay scum be como habia sucumbido da piedad en el siglo de filo- locura nietzscheana Se dice: “La funcién de la ética es demorar el mo- mento én que las cosas suceden”. Ante la aceleracién, generalizada de los fenémenos de nuestra hipermo- dernidad, ese freno de la conciencia parece muy dé- bi Luego de los deportes extrentos, en los que el cam- pe6n se arriesgaamorir para intentaruna destreza inttil, el sabio, adepto de las ciencias extremas, asume el ries~ go supremo de desnaturalizar lo vivo, después de ha- ber trastornado su medio de vida Gracias a la decodificacién del mapa del genoma humano, los genetiseas, con la clonacién, se dedican a Ia biisqueda de la guimera, de la hibridacién del hom- 69 Paul Virilio bee y del animal. ¢Cémo entonces no adivinar que, a partir de ahora, esos “extremistas cientficos”, mani- pulando el embri6n, lejos de amenazar solamente la Tinicidad del género humano, se dedican también al conjunto filos6fico y fisioldgico de los conocimientos que dan, desde no hace mucho, su sentido a la palabra Hhisma de la creNcIA..., amenazsndola de aqui en més con su desaparicién? “Artes extremas, las pricticas transgénicas apantan menos a comprometer a la biologia en el camino de din “expresionismo” en el que la teratologia ya no se contentarfa con estudiar las malformaciones, sino a comprometerse resueltamente asu reproducei6n qu mética, Siguiendo el ejemplo de losmitos antiguos,laciencia desvanecida volverfa a convertirse en el “teatro de las apariencias fantasmaticas” de quimeras de todo géne~ 70, en el que la generacién de monstruos intentaria jlustrar la potencia maléfica del demiurgo, sus capaci dades de sobrepasar Ia fisiologia del ser, tal como lo que ya pasaba en el expresionismo alemsn denuncia~ do por Gimpel, pero, sobre todo, en el horror de los laboratorios de los campos de exterminio, Oponerse hoy al negacionismo de la Shoa ya no aleanza; tam- bién habria que comprometerse con el rechazo cate rico del negacionismo del arte, deese “arte brato” Gque, en secreto, gracias ala decodificacién progresiva del aN, constituye la ingenieria de lo viviente; ese “eagenisino” que ya no dice su nombre, pero que, sin embargo, se apresta a reproduc la abominacion dela 0 Un arte despiadado desolacién, yano énicamente porla muerte de susv timas inocentes, sino por la puesta en vida del nuevo HOMONGULO En 1997, Axel Kahn, miembro del comité nacional de ética, escribfa a propésito de la clonacién: “Ya no se trata de ensayos sobre el hombre, sino mas bien de un ensayo de hombre. El que una vida asi creada se halle genéticamence programada para suftir de ma- nera anormal, es el horror absoluto®.!* 2Céino no ver aqu‘ la prolongacién funesta de la experimentacién nazi, experimentacién destinada prioritariamente, tanto a los pilotos de la Luftwaffe como a los soldados de la Wehrmacht, esos superbombresalistados en cuerpo y alma en una gue- rra total? i __Porotra parte, gno declaraba acasoel profesor Engen Fisher, el findador y director del “Instituto de antro- pologia, de genética humana y de eugenismo” (IEG), en la época hitleriana, que sila experimentacién ani- mal todavia dominaba las investigaciones era s6lo porque tinicamente podemos obtener materiales embrionarios humanos de manera completamente limi- tada”>!” Y proseguia: “Después de la investigacién so- breconejos-que, porahora, permanece en primer plano-, pasaremos inmediatamenteallosembrioneshumanos?” 18. Axel Kahn, Copier onformnes, Nil, 1998. 19,EmstKlee, "Mengele, Un généticien’ Auschwit azie ets vetimes, Solin/Actes Sud, 1999. 20, Ibid. ‘en Lamnélecne Paul Virilio [A fines del siglo XX, con el acopio de embriones super numerarios, desgraciadamente, es cosa hecha. ‘Perosigamosescuchando a nuestro genetista, quien, en 1940, escribia: “La investigacidn sobre gemelos constituye el método especifico del estudio en genética humana”! Dos aiios mas tarde, cuando Adolf Hitler acababa de nombrar a Eugen Fisher miembro titular del “Senado Cientifico” de la Wehrmacht, lo sucede a Iacabeza de la IEG el profesor Otmar von Verschuer, elespecialista en gemelos "AUSCHWITZ-BiRKENAU se converte, desde entonces, enun laboratorio deinvestigacién tal vez tinico en el mun- do, el del “Instituto de antropologia, de genética hurna~ nay de eugenismo”.*Elasistente del profesor Verschuer se lana Josef Mengele, y ya sabemos elresta® Te eros genic ants (Ne Un arte despiadada Hace apenas dos afios, en 1998, el semanario mé- dico britanico The Lancet condenaba las iniciativas de Ja Unidn Europea y de los Estados Unidos que apun- taban a prohibir totalmente la prictica de la clonacion humana, Hace un aio, sus redactores sostenfan atin que “la creacién de seres humanos”, se hiciera lo que se hiciese, se habia vuelto inevitable: “Ms vale exa- minar desde ahora esa cuestién, antes de que los titu- Iares de los periédicos pisoteen la individualidad de la primera persona nacida de esa manera”,” escribian los redactores de la publicacién londinense, que destaca- ba que, finalmente, “un clon yu doble no se diferen- cian de dos gemelos”# Imaginamos la continuacién de esta confusién en- {tre PROCREACION y CREACION, la pretensi6n demitirgica del eugenismo ya sin limites. Dado que la procreacién meédicamente asistida del embrién desemboca ahora en. la creacién gencticamsente programada del doble, cesa la separacién entre HUMANO y TRANSHUMANO, como lo deseaban hace poco los adeptos de la New Age, jy la célebre revista briténica The Lancet puede arrogarse el derecho exorbitante de eliminar del vocabulario el término INHUMANO! Sir Franeis Galton ha vuelto al pafs de Darwin, su primo: Ja libertad de expresién estética ya no tiene limi- 23, -¥. Nau, “The Lancet” toma partido por la clonacién human, Le Monde, 15 de enero de 1999, 24. Art cit. * El antropélogo inglés Sit Francis Galton (1822-1911) fue, efee- tivamente, el primo de Charles Darwin, cuyas ideas aplicé al estudio B Pasl Virilio te, {No sélo todo es de ahora en més “posible”, sino “inevitable”! ‘Gracias a la bomba genética, la ciencia biol6gica se convierte en un arte mayor, pero un ARTE EXTREMO Se comprende asi mejor el titulo del coloquio det jnstitato Heinrich Heine: “La abolicién del tema de la naturaleza en el arte contemporineo”, y lz innovacién reciente, no solo de una CONTRACULTURA que rechaza Ja cultura de la burguesfa, sino de un arte francamente CONTRA NaTURA, el de un eugenismo triunfante sobre Jos prejuicios, y esto a pesar de Jos innumerables ho- rrores de este siglo que se acaba. i Después de haber guebrado lo tabies de la asfixiante cultura barguesa, ahora hay que quebvar el ser, la unici- dad del género humano, por la deflagracién préxiua de una bomba genética, que seria 2 la biologfa lo que la bomba atémica fine a la fish Se dice que com buenossentintientos no se hace fteratt- ra, Probablemente, pero hasta dénde? Hasta la sNuFF ‘ irper rue, ex la que el conformismo dela abyeceién innova el academicismo del horror, elarte oficial dela diversién macabra... Del otro lado del Atlintico, por delaherencia, sirvigndose del método estisico, Suslibros -Herediary “Tle (1865), Heredity Geni ( 1869) rgatvesnw Haman Fay 1883) yy Near Ineritmee (1880) fueron precisando sus ideas sobre a heren- rade los coractere fisicosy psiquioos, desembocando fnego en la cr idm de lseugenesia que postu ent Buys on Eugen 190°). (N-del T] “4 Un arte despiadade ejemplo, el cuerpo humano torturado por objetos agre- sivos parece haberse convertide en una ilustracién publicitaria demoda, observa el Wall Street Journal del 4 de iniyo del 2000. zAcaso el aficionado al arte, ance ese aporreamien- to medititico, no es ya la victima de lo que la psiquia- tria denomina ten discernimiento alterads? Primera etapa de una desrealizacién acelerada, el arte contemporé- neo acepta el afin de emulacién del exceso y, as, de la insignificancia, tomando como ejemplo el carfcter “heroico” del arte oficial de antes, la obscenidad que, de ahora en mis, sobrepasa todo limite, con las sNUEP ovigs y la muerte en vivo. Observemos ahora el teatro y la danza contempo- réneos; en particular, la obra de la coredgrafa Meg Start. Desde hace casi diez aiios, esta tiltima exacerba su in- terpretaci6n escénica: en Disfigured Study (1991), la piel del bailarin intentaba contener wn cuerpo que se dislocaba. Visi6n brucal, aucomutilacién refleja, ener pos devastados, tantos signos pinicosde un espectéculo viviente en el que “la intensidad catastr6fica destila una. serenidad aterrorizante, en el borde del precipicio”, podfa leerse en la prensa a propésito de Appetit, la flamante obra de Meg Stuart, concebida con la artista plastica Ann Hamilton, Aqui, todo es danza, “cuerpos sin manos, piernas torcidas, identidad flotance que expresa no se sabe qué odio de si” 25. Articulo de R. Boisseau, Le Monde, 6 de marzo de 1999. Paul Virilio Luego del sur 1100, ahora es la SNUFF Dance, la danza de muerte de los osarios de la modernidad. ‘Mal que le pese a Adorno, tanto después como an- tesde Auschwitz, el especticulo dela abyeccién escans- tante, pero se ha vuelto politicamente incorrecto cuestionarlo, y esto en nombre de la libertad de ex- presién, una libertad contempordnea de esa politica terrorista que, segiin Joseph Goebbels, era “el arte de hacer posible lo que parecfa imposible”.** ‘A pesar del negacionismo actual, ya no lo dude- mos, la libertad de expresin tiene, al menos, un li- mite, el del Hamedo al asesinato y a Ia tortura. Acordémonos de esos medias de comunicacién del odio en la ex Yugoslavia de MiloSevié, 0 incluso de “Radio Mil Colinas”, en Africa, en la regién de los Grandes Lagos, llamando alos ruandeses al genocidio interét- nico. Ante esos acontecimientos “expresionistas”, mo no adivinar su continuaci6n: la prixima venida de un arte oficialmente terrorista, que recomiende el suicidio, la automutilacién —que prolongarfa el en- tusiasmo actual por las escarificaciones, el piercing— 0, incluso, el crimen gratuito, el advenimiento de una TANATOSILIA que resucitaria un eslogan fascista hoy olvidado: jvm La MUERTE! ‘Analicemos ahora el proyecto de la multinacional “Monsanto, destinado ala esterilizacién genéticamente 26, Citado en Giorgio Agamben, Ce gui verte d'Anschwite, Le Seuil, 1999, (Bd. cast Le gue queda de Aushaitz, Valencia, Prevextos, 1999] 16 j i | : { i Un arte despiadado programada de semillas y designado bajo el nombre sugestivo de “TERMINATOR”: ¢se trata todavia de bio- tecnologia o, mas bien, de una necrotemologia destina- da a asegurar el monopolio de una firma? Tanatofilia, necrotecnologiay pronto, teratologia. eEil ansia genética es todavia una ciencia, una nueva alquimia 0 un arte extreno? ‘Para asegurarse una respuesta, basta con interesar- seen la Harvard Medical School, donde Malcolin Lo- gan y Clifford Tabin acaban de crear una mutacién que habla a las claras sobre el carécter profundamente expresionista de la ingenierfa genética: “Luego de ha- ber reconocido un gen que parecfa jugar un papel de- isivo en la formacién de la pata de los pollos, se han atrevido a introducir en el genomaun virus que inme- diatamente inocularon en las alas en formacién de un embrién de pollo”. Algunas semanas mis tarde, el éxito TERATOLOGICO estaba ahi: “Las alas del pollo habian suftido transfor- ‘macionesmayoresy, desde entonces, se pareciana patas. El ala esté torcida, en una posicién propicia para la marcha. Los dedos han girado sobre su eje para facili- tar el apoyo al suelo, y la disposicién de los muisculos es radicalmente diferente, mejor adaptada a las fun- ciones especificas de la marcha”27 No obstante, ese monstruo no es perfecto, porque su metamorfosis kafkiana es incompleta... ;*El pollo 27. Libération, 16 de marzo de 1999, Paul Virilio de cuatro patas” s6lo es un engendro dela experimen- tacién, digno de figurar en el bestiario de un Jer6ni- mo Bosch! Después de los “doctores Folamour” dela bomba atémica, se trata directamente de “Fran- kenstein”: ef monstruo se ba convertide en el borizonte quiinsérica del estudio de las malformaciones, esperando, juego de la experimentacién sobre el animal, la expe- rimentacidn sobre el cobayo humano, Escachemos ahora alos que, desde adentro, inten- tan denunciar esta deriva del expresionisina genético: ZB] vérrigo del éxito experimentado por los bidlogos los lleva a avanzar implacablemente sin reparar en abstieulos, conduciéndolos, cuando los franquean, ¢ aceptar un nuevo desafio, cade we. mas fuerte, cada vee nals loco? Es necesario observar que, si exe desaffo se pierde, no serin s6lo ellos los {que afronten sus consecuencias, sino también ese nino im- probable c incierto, euyo nacimiento, a pesar de todo, ellos habrin permitido, escribe Axel Kahin a propésito de “la asistencia médi- ca para la procreacion®, y concluye: “Todo en la his- toria de las empresas humanas indica que esa huida hacia adelante un dfa terminara en catastrofes, en en- sayos fallidos de hombres” ¥ 2Cémo no denunciar aqui otra cara del negacio~ nismo: la de la omisidn voluntaria del famoso Con1co 28, Axel Kahn, “Liacharnement proctéati’ Le Monde, 16 de marzo 601999, w Un arte despiadado pe NuRempen«, fijado en 1947, inmediatamente des- pués de los horrores a los cuales se habfan entregado Jos médicos nazis? “Cédigo que fijaba las condiciones en las cuales podisin Ilevarse a cabo ensayos sobre el hombre. ‘Texto fundamental de Ia ética médica mo- dema”, recuerda a justo titulo Axel Kaha... Eviden- temente, nada de todo eso se respeta en las tentativas contempordneas: “Para cuando la aplicacién del c5- digo Nuremberg a la asistencia médica para la pro- creacién... a esos ensayos de hombre?”, concluye muestra genetista, miembro del Comité Nacional de Etica. 2Esica o estética? Tal es la pregunta de este fin de milenio. En efecto, sila libertad de expresién CIENTIFICA no. tiene més limites que la axristica, cdénde se detendri maiiana fa inbumanidad? Luego de los grandes perfodos del arte, Inego de los estilos clésico 0 barroco, después del expresionis- mo contemporineo, gacaso no nos dirigiremos ma- fiana hacia el gran arte transgénico, en el cual cada oficina, cada laboratorio lanzaré su “estilo de vida”, sus modas transhumanas? Explosién quimérica digna de figurar enel futuro saldn de las Realidades Nuevas... sino en el rmeaseo del Arte Eugénico. ‘Como, por otra parte, lo indicaba recientemente un eritico: “Los artistas tienen que decir lo suyo a propé- sito de la ley natural en este fin de siglo”. Para ello, es 9 Paul Virilio necesario, con urgencia, “redefinir una relacin entre especies gut se cnciba bajo el éngulo reprobador de la bes- tialidad”? ‘No es intitil indicar aqui que, siel término “depor- tes extremos” ha precedido al de las ciencias del mis~ imo nombre, hay una buena razén para ello: la del culto ala marca, al arte por el arte, al récord de todas las ca~ tegorias. ‘A propésito del consumo de ciertas sustancias que hacen los deportistas de alto nivel, algunos entrena- dores ya se interrogan: “Estamos ya al comienzo de la reprogramacidn biolégica, slo que no sabemos hasta dénde vamos a poder no ir”. ‘Mas allé del control antidoping y del surgimiento del seguimieuto médico de los campeones, es falta de reparos abre el camino tanto a las manipulaciones ge- néticas, ala amplificacién celular, como al doping mo- lecular. “$i ese debate no se resuelve ripidamente, los de~ portistas, conducidos por un entorno bajo presién mediatica-financiera cada ver.mds fuerte, slo tendrin que pedir para ser programados para ganar”, declara~ tba Gérard Dine, responsable de la “Unidad Mvil Bio- \gica”, lanzada por el ministro de la Juventud y los Deportes, “Pabricar un camped esya casi posible. Pronto, se po- dré incluso intervenir con precisién sobre loselementos 20, Libévarin, 28 de febrero de 1999. 80. { | | \ i } Un arte despiadado energéticos, mecinicos, musculares o neuroldgicos de un individuo”, concluye el experto. En el transcurso de la década de 1970, la Repablica Democritica Ale- mana lo hizo con hormonas quimicas, que dejaban ras- tos, pero gracias ala genémica, se entra en el siscema humano como se penetra en Ja memoria de una com- putadora... sin dejar rastros. “Bsa falta de puntos de referencia exige que se de- fina, urgentemence, una frentera ética para saber lo que compete a la terapia y lo que compete a lo probibido” Sin la emergencia de un cédigo que prolongue las experiencias del eédigo de Nuremberg, en materia de experimentaci6n sobre los deportistas de alto nivel, muy pronto (en el 2020, en el 2030...), tendremos Olimpiadas, que ya no sern otra cosa que jttegos del circo transgénico, en las que los magos del genoma hu- mano nos ofrecer al aplauso los logros de los diases del estadio de una sobrehumanidad triunfante Frontera ética, frontera estética del deporte como del arte; sin limite, no hay valor; sin valor, no hay va- loracién, no hay respeto y, sobre todo, no hay piedad: jnvtera el drbitro! Ya sabemos como sigue. Ya se escuchan, un poco en todas partes, las pala~ bras que preceden al fatal acostumbramiento a la banalizacidn del exceso. Para algunos filésofos, el cuer- po ya es sdlo un fenémeno de memoria, el resto de un cuerpo areaico: bipedo de carne frigil, tan lento en cre- 30, Ouest-Franc, 13 y 14 de mayo de 1999. a Paul Virilio cer y en defenderse que la especie no deberia haber sobrevivido Para colmar esa carencia, esa “enfermedad de na~ cimiento”, se nos dice -siguiendo a Lersi-Gourhan* que el hombre ha inventado los instrumentos, las pr6- tesis, todo un cuerpo tecnoldgico sin el cual no habria sobrevivido.... visién retrospectiva, incapaz de apren- der la exageracién del tiempo por venir. Después de Géricault, Picasso y Dali; después de Galton y de ‘Mengele, zquién? 2Dénde se detendré la impiedad del arte, de las ar- tes y de los oficios de esta “transfiguracién” que cum- ple con los deseos del expresionismo alemsin, pero también del futurismo, de esos “productores de odio” de quienes Hans Magnus Enzensberger analiza los es- tragos?! Ceniceros, veladores, objetos cotidianos, protesis de una vida en la que la normalidad del mal es mucho is aterradora que todas las atrocidades reunidas, como lo comprobaba Hannah Arendt durante el juicio de Eichmann. Bajo el reino dela Camboya democratica de un Pol Pot, los deseos del poeta dela Revolucion de Octubre + Acaso uno de los padres de la arqueologia francesa contempors nea, André Leroi-Gourhan renové esa ciencia por medio de un acerea- iento exnol6gico a Jos vestigios del pasado, tnto en relacién con los iézodos de excavacién como en la incerpretacién de los materiales. Su cespecialidad fue la prehistoriay, entre muchas otras obras, aese perfodo dedicé wn voluminoso diccionario. (N. del T) 31. HM. Enzensberger Peuilletage, Gallimard, 1998. 2 Un arte despiadado auin se cumplian y, sino con la azada, con el hacha, se efectué la automutilacién de un cuerpo social de cer~ ca de dos millones de camboyanos. “Los asesinos no empleaban armas de fuego. El silencio, sabfan, se su- mabaal clima de terror”? Elsilencio de los corderos exigia también el de los verdugos. Silencio de la conciencia tranquila, como de esa autodenominada “ciencia politica”, a propési- to de la cual Teng-Sary declara hoy, como para discul- parse: “El mundo ha cambiado, ya no creo en la lucha de clases, El perfodo 1975-1979 es un fracaso, hemos pasado de la utopfa a la barbarie”.? Mientras tanto, Tuol Seng debe ser transformado en musco. El siniestro campo $ 21, cuyos carceleros eran adolescentes, permite ver la galeria de retratas fotograficos de la multitud de sus victimas. Alli, con- trariamente a los campos de exterminio alemanes, los rostros estiin presentes, pero los cuerpos han desapa- recido. 32, L’Huumanit, 18 de marzo de 1999. 33. Ibid

You might also like