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Norberto Bobbio DERECHA E IZQUIERDA m1 wv 7 MI vn vu ixpice ROLOGO ALA EDICION ESPANOL PORJOAQUINESTEFANIS. IyIRODUCCION A 1.\SEEUNDA EDICIONETALLANA IxrRODUCCION ATA PRIMERS FDICION TFALLANA La isrincion xeBATID EXTREWISFASYMODERADOS Lapiapasonaenave EN BUSCA DE EN CRITERIO DE DISTINCION OrroscrrreRios Iceatpap yoesiouaLDaD, Lisrerap yAvToRIDAD L esr POLAR RErLANTEARSE LAIZQUIERDA DPRIMTERASORIENT ACIONES BIBLEOGRAFICAS (1980-1994) px Preto PousTo. a a a 87 101 Ml 138 153 165 1. «Derecha e izquietda» son dos términos antitéti- cos que, desde hace mas de dos siglos, se emplean habitualmente para designar el contraste de las ideo- logias y de los movimientos en que esta dividido el universo, eminentemente conflictivo, det pensa- miento y de las acciones politicas. En cuanto térmi- nos antitéticos son, Tespecto del universo al que se refieren, reciprocamente exclusives y conjuntamen te exhaustivos: exchusivos, en el sentido de que nin- guna doctrina ni ningtin movimiento pueden ser al mismo tiempo de derechas y de izquierdas; exhaust vos, porque, al menos en Ia acepeién més rigurosa de ambos términos, tal y como iremos viendo mis adelante, una doctrina © movimiento Gnicamente puede ser de derechas 0 de izquierdas. Como a menudo he dicho, a propésito de las que he dado en Tamar las «grandes dicoromias» en que cesta dividido cada campo dei saber, incluso de la pareja de términos antitéticos, como derecha © izquierda, se puede hacer un uso deseriptivo, un uso axlologico y un uso hist6ricor descriptivo, para dar una representaci6n sintética de dos partes en con- Aieto; valorativo, para expresar un juicio de valor 49 positivo o negative sobre una de las dos partes: histo Fico, para marcar el paso de una fase a otra de lavida politica de una nacion, pudienda ser el uso histérico aa su ver descriptive o valorativo. La contrapoxicién de derecha ¢ izquierda repre- senta tina tipica forma de pensar por diadas, de las {que se han ofrecido las mas distintas explicaciones: paicologicas, sociolégicas, historicas ¢, incluso, biols- xgicas, De ellas, conocemos ejemplos en todos los campos del saber, No existe disciplina que no esté dominada por alguna diada omnicomprensiva: en sociologia, sociedad-comunidad; en economia, de mereadorplanificada; en derecho, privadopiblico: en estética, elisico-romantico; en filosofia, transce dencis-inmanencia. En la esfera politica, derecha- izquierda no es la tinica, aunque si es cierto que podemos encontrarla en todas partes Existen diadas en las que loy dos términos son sent: téticos; otras, en las que son complemexrarios. primeras nacen de Ia interpretarion de un universo concebido como formade por entidades divergentes que se oponen las unas las otras; Jas segunelas, ee Ta interpretaciin. de un universo arménico, integrado por entidades convergentes que tienden a encon- arse y a formar juntas una unidad superior. La dicotomia derechaviquierda pertenece al primer tipo, Puesto que a menudo el pensamiento por tia- das nace del pensamiento por diadasy es, por deci Jo de algtin modo, un desarvollo de éste, es diferente cel paso Segiin se parta de una diada de términos anti- teticos o de una de términos complementarios. En el por sintesis dialect: ‘cao por negacidn de la negaci6n: en el segundo, por ‘composicion primer caso, el paso se produc 50 TT Las signientes reflexiones nacen de la constatacién de que, en estos iitimos atios, se ha venido diciendo repetidamente, hasta convertirlo en un lugar comin, que la distincién entre derecha © izquierda que durante casi dos siglos, desde la Revolucién francesa en adelante, sirvio para dividir el universo politico en dos partes opuestas, ya no tiene ninguna razon de seguir siendo utilizada, En este sentido es habitwal citar a Sartre, quien parece haber sido uno de los pri- eros en decir que derecha ¢ izquierda sor dos eajas vacias. Ya no tendrian ningtin valoe ni heuristico ni clasificatorio, y mucho menos estimativo. A menudo, se habla de ello con un cierto malestar, como si fuer tuna nuis de fas muchas trampas lingitsticas en Tas que cae el debate politico. 2, Las causas de esta opinion, que cada ver se vat difundiendo mis, y sobre la que se podrian aportar infinitos y diarios testimonios, son distintas. Veamos algana, En la base y en el origen de las primeras dudas sobre la desiparicidn, © por lo menos sobre la menor fuerza representativa de ta distineién, se encontraria la llamada crisis de las ideologias, Se puede objetar tranguilamente, y de hecho se ha objetado, que las ideologias no han desaparecida en absoluto, al contratia: estin mas vivas gue nunca, Las ideologias del pasado han sida sustituidas por otras nuevas o que pretender ser nuevas. EL itbol de las ideologias siempre esta reverdeciendo. Adems, hho hay nada rns ideologico, tal y como ha quedado demaserado muchas veces, que ka alirmacion de la crisis de las ideologias. Asi como que «izquierdas y ederecha» no indican solamente ideologias. Redu: Girlas a la pura expresidn de pensamiento ideologico seria una injusta simplificaci6n: indican programas contrapuestos respecto @ muchos problemas cuya solucion pertenece Fabitualmente a Is acci6n politi- ca, contrastes no s6lo de ideas, sino también de int resesy de valoraciones sobre la direccion que habria que dar a la sociedad, contrastes que existen en toda sociedad, y que no parece que vasan a desaparecer, Naturalmente, se puede objetar que los contrastes existen, pero que no son Jos mismos que los de la Epoca en que nacié la distineiOn y que, durante todo, el tiempo en que ésta hizo fortuna, han ido cambian- do tanto que han convertido en anacronicos, y por To tanto en equivocos, los viejos términos. Pero esto es lo que tendremos que ver nds adelante. Recientemente, se ha sostenido que, como el con- cepto de izquierda ha reducido dristicamente su propia capacidad connotativa hasta el punto que decir que se es de izquierdas es hoy una de las expre- siones menos verificables en el vocabulario politico, el viejo binomie podria ser sustituido oportunamen- te por este otto: progresistasconservadores'. Sin "ce F Adorato, fa pres dice sina em a pai Te juice Ye, Fitna ca de 88 CL (255, Nee tance en, Otte sna, Rea iin, a de titi cient a ac recone sh seni ‘meme. pr Seg Berens rn “Tranent dele sn ru Hc UA 1p 1125, ae se prpe aia erecting sain al dep dete rae harriers det clea, a {go eon ls contro nu Herne elcome Het, Toa dai cso fights ‘claps, nota pts owes eve soa yom icv lida mo ecxcivenmttancme st com sere ue exe 52 TT ‘embargo, ha habido también quien, de wna manera mas radical, ha rechavado cada perseverante vision dicotomica afirmando que también esta iiltima dico- tomia es una de las muchas «bobadas» existentes en el lenguaje politico, de las que hay que librarse para crear de ahora en adelante nuevas uniones, no basindose en las posiciones, sino basindose en los problemas! 8. Se sostiene, en segundo lugar, que en un univer- so politico cada vez mis complejo como el de las grandes sociedades v especialmente de las grandes sociedades demoeriticas, se hace cada vez mais ina- decuada Ia separacion, excesivamente clara, entre dos iinicas partes contrapuestas, y cada vez mas inst ficiente la visién dicotimica de la politica. So- iedadles demoeriticas son las que toleran 0, mejor dicho, presuponen la existencia de muchos grupos de opinién y de intereses en competencia entre ellos; estos grupos, a veces se contraponen, otras se sobreponen, en. algunos casos relvzan para ego separarse, ora se acercan, ora se dan la espal- da, como en un movimiento de danza. Se objeta, en fin, que en un pluriverso como el de las grandes sociedades democriticas, donde las partes en juego son muchas, y tienen entre ellas convergencias y divergencias que hacen posibles las mis variadas combinaciones de las unas con las otras, yt No se plantear Ios problemas bajo la forma de antitesis, de aut aut, 0 derecha o izquierda, si no es de derecha es de izquierda La objecidn esacertada, pero no es decisiva. La dis. tineién entre derecha ¢ tzquierda no excluye en absoluto, tampoco en el lengitaje comin, la cont racion de una linea continua sobre la cual, entre bt izquierda inicial y ka derecha final, 0, lo que es lo mismo, entre la derecha inicial y la izquiierda final, se colocan posiciones intermedias que ocupan el esp: cio. central entre los dos exiremos. y al que se le denomina, como se sabe, con el nonibre de «cei to», Si se quiere coquetear con el Tenguaje de ta logica se puede decir que, mientras la vision didica de la politica, sexgin la cut el espacio politico se con- ibe dividido en dos jinicas partes, de las que una excluye a la otra, y nada entre ellas se interpone, puede ser definida como Tercero excluido, la vision Iriddiea, que incluye entre derecha e izquierda un espacio intermedio, que no es ni de derecha ni de inquierda, sino que justamente estien el medio de la una y la otra, se puede definir como Tercero inclui- do. En el primer caso, los dos términos, que estin entre ellos en relacion de «ant aut», se dicen contra dictorios. En el segundo caso, donde existe un espa cio intermedio que se puede indicar con la formula oni nip, se dicen contrarios. Nada que objetar: entre el blanco y el negro, puede estar el gris: entre el dia y la noche esti el erepiisculo, Pera el gris no reduce en lo mas minimo la diferencia entre el blanco y el negro, ni el ereptisculo la diferencia entre la noche yeldi 4. Aunque en muchos sistemas demoeriticos con pluralismo acentuado el Tercero inchuide tienda a le- gar a ser tan exorbitante como para ocupar la parte ins extensa del sistema politic, releganclo la derecha ya izquierda a losmargenes, no aecta en absoluto ala ntitesis original, puesto que, al contrario, el cent definigndose ni de derecha ni de izquierd y pudiéndose definir de otra manera, la presupone y extrac de st existencia la propia rizin de ser: Sein las emporadas latitudes, el crepisculo puede ser mis 6 menos largo. pero la mayor © menor duracion no alters en absoluto el hecho de que st definicién ependa de las ce diay de la noche! sche Marvel Ga qe te Rewanrain on Fc psil en sg im dee sev iro eT Gelert forten we comelsian yr aeton de manera dst Ana -etmola eau os Ee aq enti mis cereanoa a derecha o cenaroserecha, Yast en el Ambo de le iequlerda, una iquierda Toderad que tende haciel centro yuna iequerda extrema que se contrapone acento, eigualment tn el ambito de la derecha, una derecha atralda hacia el centio, yuna que se ale de el, contapo- inquierda, Teniendo en cuenta que, pesar de as posibles ditsiones dentro. del espacio’ dl centr, Gueda siempre un centro indo, que Podita le shargecentrocentr, Ja triadaen reali ee convier. teen una pentiada, Es init afadir que exe tipo de desariculacion del sintema poli estdfavreeido por lt dopcion det sstena electoral proporcional {je sulipliea las partes hasta dar orien aa il ta, bien visible ‘enn parlanrento con forina de tnfitetro, donde las diferentes poaicones se colo: tl eterio de fe dvinin entre tos dsantonsecores de los representames siempre es el dela derecha 5 elie la equierd. entra el Parlamento inglés, que refit la gran Giada, sesientan oa la derecho ID iquierda, en un Parlameno como el de Mone teckorio se. colocim desde. la derecha hicia ta izquierda (osicevema). Pero al mis iempo, ft ‘inal (no importa si en una o dos vueltas) cuve pros pésito fuera conertir también en bipolar nuestro sistema politico —nostalgia que desde hace algtin tiempo, después de haberse-manifestado ducante ufos en repetidos proyectos de reforma yen un refe= réndum popular, ha encontado por fin su realiza: cin en una ley del Parlamento— constituye una pruteba historica, se diga lo que se diga, y ante cuale quier argumento doctrinal, de la persistencia de la dicotmica del universo politico, incliso en, fema que se configura como una linea recta ‘compuesta por varios segmentos. Ademas, no existe mejor confirmacién de la persistencia del modelo dicotémico que la presencia, también en an univer- so pluralista, ee una izquierda que tiende a conside= rar el centro como una derecha camuflada, 0 de una derecha que tiende a considerar el mismo centro, como la cobertura de una izquierda que no quiere declararse como tal 5. Distinto del Tercero incluido, si se nos permite cesta digresion, es el Tercero incl El Tercero, incluido busca un espacio entre dos opuestos, & na, sino que lov aleja, impide que se toquen y'que, $1 tocan, leguen a las manos, 0 impide la alternativa drastica, o derecha o iquierda, y consiente una ter- cera solucién. El Tereero incluyente tiende a ir mas alla de los dos opuestos, englobindolos en una sinte sis superior, v por lo tanto, anulindotay como tales dicho de otra manera, hacienda de ellos en higar de dos totalidades de las cuales cada una excluye ka fora, y como el saverso v reverso de la medalla no visibles sinmultineamente, dos partes de un todo, cle tuna totalidad dlialéetica. Esta se distingue, sea de la totalidad mecinica, donde el todo deriva de la come binacién de partes componibles por ser compati- bles, sea de la totatidad orgnica donde cada tna de las partes esta en funcién del todo, y par elfo no anti- Aéticas entre ellas sino convergentes hacia el centro. La unidad dialéetica en cambio se caracteriza por ser el resultado de la sintesis de dos partes opuestas, de Tas cuales una es a aft negacion o antitesis;y la tercera, como negacion de la negacin es un guid nov, no como compuesto sino como sintesis, Mientras el Tereero incliide puede ser representado por a formula «ni nis, ef Tercero incluyente encuentra le propia representa- cién abreviada en fa formula «et ev En el debate politico, el Tercero incluyente se pre- senta habitualmente como un intento de tercera via, ‘sea, de wna posicion que, al contrario de la dele tro, no esti en medio de la derechay de la izquierda, sino que pretende ir mis alla de fa una y de Ta otra En la prictica, una politica de Tercera via es una politica de centro, pero idealmente ésia se plantea ho como una forma de eaeapromiso entre os extre= jon contemporinea del io ¥ del atro y, por lo tanto, como tuna simultines aceptacién y supresion de éstos (en lugar de, como tn la posicidn del Tercero incluido, rechazo ¥ separ racion). No Terceroentre, sino Tercero-mas all donde al Primero y al Segundo, en lugar de estar separados el uno del otto y con la posibilidad de sobrevivir en su oposicion, se Tes acerca en su inter dependencia y se les suprime por su unilateralidad, Cada figura de Tercero presupone siempre los otros dos: mientras el Tercero ineltide descubre su propia se ale nation o tesis, la otra es la -mios, sine como na SUK esencia expulsindolos, el Tercero incluyer menta de elos. El Tercero incluido se prese todo como praxis sin doctrina, el Tercero incluyente sobre todo como doctrina en busea de una praxis, sobre que en el momento realiza como posicién eentrista De estas T el pensamiento, 0 quizas seria mejor decir el imaginatio politico, nos olvece tuna miriada de ejemplos. Es posible que os faya insistido mas de lo necesarie, porque en estos titi mos alios estéteniendo un cierto éxito en la izquier- cia en criss el ideal del socialismo liberal del libe- |Hsocialismo, que es una expresion tipica de un pensimiento Tercerosineluyente. La combinacion triidlica nave siempre en el seno de una crisis, y po lo tanto del temido agoramiento de la vitaidad histo rica de una antitesis. Toda forma de pensamiente sintético presenta siempre wn aspecto algo paradji Co, porque intenta conciliar dos sistemas de ideas opuestas, que la historia nos habia seialado hasta quel momento como incompatibles, v por To tanto alternativos; pero la paradoja est justifieada por si comprobaclo vsufiido fracaso, unavee tomados o ap cados uniateralmente Otte tipico ejemplo histirico de sintesis de Tos pesos que esa er surgi de sis de a dere cha, pero en un periodo de crisis igual de grave, fue ele idcologia de evoucion conservador, ie apareci6 desputes de la Guerra Mundial como res puesta desde la derecha a la revolucién subversora {que habia llesado en un gran pais —y parecta estar destinada a difundirse también en aos lugares— a la izquierda al poder! Sin embargo, por lo que con en que se pone en prictiea, se apnea a el rl cierne a nuestro tema, la contraposicién de derecha € izquierda y su desaparicion, una teoria Tercero- incluyente puede ser interpretada siempre en sus intenciones como una sintesis de fos opuestos, p ticamente como un intexto de salvar lo que se pueda salvar de la propia posicién atrayendo hacia si mismo, y por tanto neutralizando, la posicién adver- 6. Un tercer motivo para declararla en declive y rechazar la vieja diada se encuentra en la observa cin de que ésta ha perdido gran parte de su valor descriptivo, porque la sociedad en continua transfor- maci6n y el surgimiento de nuevos problemas polit cos —y aqui llamo problemas politicos aquellos que requieren soluciones a través de los instrumen- tos tradicionales de la accién politica, 0 sea, de Ta acci6n que tiene como fin la formacién de decisio- nes colectivas que, una vez tomads. se convierten en, vinculantes para toda la colectividad— han hecho gne nacieran movimientos que no entran, y ellos mismos consieran 0 presumen de no enwar, en el esgueta tradicional de la contraposicion entre dere. ccha e izquierda. El caso actual mas interesante es el de los Verdes. :Son los Verdes de derechas 0 son de izquierdas? Teniendo en cuenta unos criterios que hormalmente se adoptan para justificar la distinei6n (sobre la cual volxeremos iis adelante) parece que los unas veces de derechas y otras de izquierdas, 0 ni de derechas ni de izquier- das, Utilizando un vocablo que hi llegado a ser de uso comin en el lengnaje politico, aunque con wn significado maliciosamente peyorativo, se podbia denominara los Verdes como tin movimiento «trans pueclan ser consid versal», en el sentido de que atrav enemigos pasando de uno a otro, indiferentemente, por encima y por debajo de ellos, y de esta manera demuesan que remitiéndose a los hechos existe tuna tercera forma de poner en crisis Ia diada, ade- as de estar en medio (el Centro), ademas de it mis alld (la Sintesis), es posible moverse a través: una, forma que se resuelve en una atenuacién 0 desauto- rizacion de la diada mas que en un rechazo o en una superaci6n. La mayor prueba de esta ubicuidad del riovimien- to de los Verdes estd en el hecho de que todos los. partidos se han adueriado poco a poco del tema eco- Togico, sin cambize nada de su bagaje usual, en todo caso aiiadiendo un matetin o un bolso de viaje mas Quién se atreveria hoy a tomar posiciones contrae rias Ja exigencia de tener en cuenta alos que, a tra- vés de una forma, menudo inconsciente, de antro~ pomorfizacién de Ia realidad natural, se definen como los derechos de la naturalera respeeto al hom bre, de los cuales nacen, por la necesaria correlacion entre el derecho de aquella y el deber de éste, unas obligaciones del hombre respecto a ka natursleza {permaneciendo inalterada ki cuestidn de sila idea san los campos. del derecho nace antes de la obligacién o viceversa Sin embargo, existen distintas maneras de justticar este radical cambio de actitud (especiafmente del hombre occidental) hacia ka nacuraleza, por lo que se ha pasado de considera a la naturaleza como, objeto de mers dominio y décil instrumento de las necesidades humanas, @ la idea de la nacuraleza Ginchiso fa inanimada) consideraca como sujeto 0 como objet de utilizacién, si, pero no arbitearia mente ilimitaca, Segtin un punto ce vista mas meta TT fisicoreligioso, la naturaleza también pertenece a un mundo no creado por el hombre, del que e mismo hombre forma parte como sujeto ex medio de otros sujetos; un punto de vista mds pragmatico, uuilitarista, afirma, por su parte, que en el universe finito donde el hombre esta destinado a vivir, se han iacabado, incluso, los recursos de los que puede dis poner para sobrevivir, y por esto deben ser utilizados siempre teniendo en cuenta su posible agotamiento, Por lo tanto no se puede excluir que, precisamente como consecuencia de estos distintos fandamentos filosoficos que presuponen sistemas de valores opuestos, opuestas creencias y auténticas concepeio- nies antitéticas del mundo, la difusién de los movie ntos de los Verdes ya no esté destinada a conver tiren anacronica la vieja diada sino a veforsaria en el seno de estos mismos movimientos, muy erosiona. dos ya en sit interior a pesar de su reciente origen, y cen Jos cules la distinta manera de concebit la rela Gi6n del hombre con la natwsteza —ya sea de la deucla que el hombre tiene hacia el resto de las emti- dades no huwnias 0 simplemente de la dewda qu tiene hacia los otros hombres, especialmente hacia Jas generacioney futuras, en otras palabras, de un limite que le Hega al hombre desde fuera o que el hombre se pone iti mismo— esti abocada a volver a introducir, yen parte ya ha inwoducido, la distineién centre Verdes de derechay Verdes de izquierda, 7. La capacidad del hombre cada vee mis grande no sélo para aprovecharse de ta naturaleza y para someterla x sus propias necesidades, sino también para manipularla y para destiarla de st curso, ha suse itado problemas de ole moral y jaridiea (como aquellos de Tos que se ocupa la bivétiea) que Fequieren, y que requeriran atin mas en el funwzo, decisiones politicas (en el sentido anteriormente definido) que, siendo totalmente nuevas con respec- to a cualquier otra decision del pasado, parece {que no se pudieran incluir, cualesquiera que fuesen, en las categoriay tradicionales de derecha € inquie da que sc tan ido formando en una época en que ne se podian prever minimamente que iban a surgir aquellos problemas. Tratindose de problemas eri- entemente morales, las dos partes comtrapuestas hhasta ahora se han dividido de Ie forma habitual con la que se divide ef universo moral, en laxistas y rigo- istas. Pero esta cistincion entre laxistas ¥ rigoristas se adapta mal a ser controntada con la que existe entre derecha e izquierda, EI laxismo es de dere- chas 0 de izquicrdas? F1 rigorismo es de izquierdas ode derechas? De hecho existe uns izquierda rigorista y una de- recha laxista, y vieeversa. Las dos dicotomias, sin embargo, no se superponen. Respecto a este entrelar ido, €1 problema mas inc6modo es ef del aborto, seneralmente, el rechazo al aborto forma parte de programas politicos de la derechs, La izquierda es primordialmente abortista. Se me ha hecho notar aque esta uctitud parece estar en contradicrisn con tuna de las clefiniciones mais comunes de fa izquiierda, segiin la cual ser de izquierdas significa ponerse de parte de los mis débiles. En la relacion entre lt madre vel neonate, -quién es el mas debi :Acaso no es el segundo? Se podria contestar que, desde nego, éste es mis débil respecto a la made, pero que la mujer es mas débil respecto al macho que la oblig6. por lo menos en Ix mayoria de los casos, T quedarse embarazada. No es un hecho easual que la tendencia abortista haya tenido un enorme incre mento al difundirse las reivindicaciones de los movi- ientos feministas, que han sido favorecidos por los partidos de Ia izquierda, 8. Sin embargo, ro1os Jos motives que he ido men- cionando hasta aqui son «secundarioss. La raz6n principal por la cual la elisica dada se ha puesto en discusion es otra; una razén que tanto hist6rica como politicamente tiete un mayor relieve. Los dos tén nos de una dada se rigen indisociablemente el uno. con el otro: donde no hay derecha ya no hay iaquier- da, y viceversa. Dicho de otro modo, exi der cha en cuanto existe una izquierda, y existe una izquierda en tanto y cuanto existe una derecha, sechentemen Gin, no €s necesario demostrar, como se ha visto hasta aqui, su inoportunidad (es inttil seguir dive diendo el universo politico basindose en el criterio de las ideologias contrapuestas si ya no existen las ideolo- sgias); la imperfeccidn de lo inacabado (es insuficiente dlividir el campo politico en dos poles, una ver constae tado que existe también un tercero, no imports si intermedio © snperior); el anacronismo (han hecho su aparicidn en la escena politica programas, probl mas, movimientos que no existian cand la dia nucio y represent iitilmente st papel). Basta con desautorizar uno de Jos dos términas, dejando ya de reconocerle alguno de sus derechos a exist: si todo. es inquierda va no hay derecha, y, reciprocamente, si todo es derecha ya no hay izquievda En cada binomio de términos antitéticos no siem- pre los dos elementos tienen igual fuerza, y ade- para convertir en irrelevant la distin- oo mas no se da por hecho que de los dos sea siempre uno el mas fuerte y otro el mas débil, La fuerza res. pectiva puede cambiar segtin los puntos de vista y los criterios para medirla. Existen binomios donde el término fuerte es preferentemente s6lo uno: en el binomio guerra-pay, el término fuerte ha sido hasta ahora preferentemente «guerran, la prueba es que «paz» ha side definido tradicionalmente como «no-guerra», como algo que llega después de la guerra (De jure belli ac pacis de Grozio, Guerra y Paz de Tolstoi), mientras que en el binomio orden- desorden, el término fuerte es sordens. En el binomio antitético derechaizquierda, circunserito al lengttaje politico, la fuerza respectiva de los dos términos no se da de manera constitutiva contra riamente a To que ocurre en el lenguaje biolégico, y por extension en el religioso y ético, donde el tér- mino fuerte es «derecha»— sino que depende de la epoca y de las cireunstaneias. En la historia ita liana posterior a 1a Unidad, al predominio de la Derecha le sucedié el de la Izquierda. Sin embar- go. predominio no significa exclusion del otro. Tanto en el caso del predominio de la Derecha sobre la Izquierda, como en el caso contrario, las dos partes siguen existiendo simulaneamente y extrayendo cada una su propia razon de ser de la existencia de la otra, incluso cuando una asciende mas alto en la escena politica y la otra. baja, Cuando el fascismo, considerado como un movi miento de derechas, cayé esteuendosamente —y segiin gran parte de la opinidn publi justamente—, la izquierda subid por contraste tan alto que parecié que Ia derecha habia desapareci- do, 6 por lo menos que hubiese perdido de tal mundial 65 Tn una situacion de exe enero se puede expicar aque por parte de grupos o morimientox minortaron aque Sein la geograapoltea tradicional y consol dca se hubieran tendo que amare deveehan se emperara.a sonnet qua vieja dada fan tenia ravsn de ser, yl heh politiearequeria ya que se fuse vial» de la detecha y de la Lquienda, en dos lw coniriers en erdaeron no como su total desconocimientoy su total aieaon, Coma seve, en-una station en la que na de as dos par tes ega ser tan predominant como para dear la atin se la consider polleamenterelevante Ta desautorizacin de la daa se converte en exper diente natal para ocular la propia debiidad, Ee derronida la derecha? Pero qué sentido ene tod sia plantar el prema en eats terminose-se pre gimtaclervtador sila dntncion enue devecha iquirda ya ha eumpiidosvempo? En un univers dade is don partes comtapuesia diemtesen el enti de que una e bien la otra, la inica manera de devauaral averse vio es devalindose a si mismo, Donde todo se ha re dect que la contrapensicion ha aot st deer necesita yoher aeniperardexte cto, ef masa 9. Dia was a constatamos a que, tras lasacontec mnientos de estontitinos anon, ean pera tl-orden mundial disohiend lon regimen sgimenes comtr pists —exaltaos chrante un largo periodo como el imparable avance deta lzquierda en ta historia y con tiderados de cualquier modo, incluso por parte d Gqienes los habéan combat, como la mas radical inquierds— ta relacion entre Ia parte fuerte y lt rte dGbil de la diada se std intruendo, Baja la Fequierda, sube la derecha, Ya ests ocurriendo que aqiencs sostienen que la vieja dada debe ser guarda- deren ef desein team preferentemente grupos 9 izquierta, 0 at eran considerados, ftagados, conde naddos y sitiperados por los adkeritios, por Io menos hast que el vento que impulsa ta listoria purecit spler de aquella parte. Hasta hace poco tempo va cornient ofr a pregints «Pero, ota existe la lerecha’s, Después del derrumbamiento Creo que no hay nae capar de enumera y recor darts Tos congresosy todos los debates polices {qe se han destrroa en estos timos aos para dvs aLas chidas dela equierda y sobre hier 2 iuierda en dificutadese; La iquierda gon Gan. Tos estas pregtintas se pueen rest con el titulo det congoeso que se desurollS en Turin en diciombre de 192 What i lef- que significa Ser: «Qué es a iquerda y «Ze hu quedado de tllae: Pero ub en est caso se han dado I re putes mde dlyparatadasy contradictory, desde lt “ii equierda ha sido enterraa bajo las ruinas del universo soviético™, hasta ta confiadamente positiva: i la izquierda es lo que significaba wadicionalmen. te, entonces el colapso del sistema bolchevique ¢s un triunfo para la igquierda a la que se le abren posibili- dades que habian sido enterradas bajo aquel sistema de tirania desde 1917 La crisis del sistema soviético habria tenido como consecuencia, en este caso, no el fin de Ia izquierda sino de una izquierda historicamente bien delimita da en el tiempo. De esta constatacién derivaria otra consecuencia sobre la cual el debate esta mis abierto que nunca: no existe una tinica izquierda, existen muchas izquierdas, como, por otro lado, hay muchas derechas®, Nauuralmente, afirmar qe existen. mie has izquierdas -areafirmar la tesis tradicional segtin la cual debe haber un criterio para distinguir la izquierda de la derecha; de esa manera ka dada habria sobrevivido a la gran crisis. Hay quien ba constatado justamente que en los paises del Este curopeo las primeras elecciones demacriticas han ocurtido sin que se reprodujera entre los dlistintos partidos en liza la distincion entre partidos de dere cha y partidos de izquierda, Pero también, quien ha aportado esto como un argumento de peso en favor de la desaparicion de la diada no ha podido sustraer- se a observar y a reconocer lo andmalo de esta situa- cin de transicibn del totalitarismo a la democracia, ya realizar la prevision de que en un futuro proxi ‘mo, cuando las instiniciones democriticas se hayan| estabilizaco, es probable que los partidos se congre- guen_de ntievo en torno a los dos polos tradicio- rales? 10, Para terminar, el iitimo motivo y, parece, el is decisivo para negar Ia diada no es el que se re a la reciproca controversia, al hecho de que las dos partes de un todo, sea cual sea el sistema politi- co, estén destinadas a caer juntas (si ya no hay dere- cha, ya no hay izquierda), sino al reconocimiento de que las dos etiquetas se haan convertido en meras fie Giones, y en realidad frente a la complejidad y a la novedad de los problemas que los mosimientos poli cos deben afrontar, 10s «dlerechistas» y los «izquiier= dlistas» dicen mis o menos las mismas cosas, form: lan, para uso y consumo de sis clectores, mis 0 menos los mismos programas, y se proponen los mis: mos fines inmediaros. Derecha e izquierda ya no existirian, no tendrian ya razon de existir, no porque hasta un cierto panto haya existido solo la izquierda, y luego haya habido solo la detecha, sino porque centre una parte y la otra ya no existen aquells (pre- ie Te Srhe Le ineanera Prope pi: 2 sts TaD, he Wn Poe See se ) diferencias que merezcan ser consignadas con nombres diferentes, De hecho son s6lo estos nombres diferentes los que acaban por engendrar la falsa creencia de que existan todavia unas contrapo- siciones qne en sealidad ya no existen, y por alien tar disputas artificiales y enganosas. Esto vale sobre todo para la lucha politica en curso en Italia, donde se Tevanuan cada vex muis frecnentemente voces de observadores insatisfeclios que, estando fuera de la refriega, van afirmando que deberian reducirse los motivas de tanto ensahamiento, porque en las adhe- siones opuestas se sostienen a menudo las mismas ideas, o, mejor, que la izquierda, en dificultad, sostie- ne ideas de la Gerecha para renavarse, y acaba cance Jando el tradicional contraste’. Tal y como se podria probar por otros testintonios, esta confusibn, esta autoanintacidn de la izquierda, no se correspond del todo con la realidad. Pero para una, respuesta coneluyente me remitoa los capitulos finales, donde intente resolver has dais gj planteadas. » ae rte ae fare paca so nn de me Gal el gies fk estes Came om Td ene Fn, vlcaiereny neces, 26 dcenbne de HS Ya {kc cot le te aq sos B ever et desea ca It ef ts roe le pelicula te [| Mis bien fos pro masa Hy, evn cng ese el 1. De las reflexiones realizadas hasta aqui, a las que, creo al menos, no se les poede ney actual dad y del minucioso examen de periddicos yrevistas que he llevado a cabo en estos aiios, resultaria que el critetio mis frecuentemente adoptado para distin- guir la derecha de la izquierda es el de la diferente actitud que asumen los hombres que viven en socie dad frente al ideal de la igualdad, que es, junto al de la libertad yal de la paz, uno de los fines tlkimos que se proponen aleanzar y por los cuales estan dlispies- tos a luchar!, En el espiritu analitico con el que he que pertenecen alincisanes opts a terete Di insta Maas Cag ves cee Thc interop eepar pion eet Foe ep ‘ce canciones de ise dela porta de tide ‘en lamenon protein dele cx sliee prsacoe ‘leit esencll de aif Jed ei siglo Sn clements dela aide conn ng tera vents. er stubiente como Gertowservitin f=] Fag qe il ‘erica que tac ono pop sor cota persone ‘dese ge, apc abrieta We ai e gualae ca ‘Sinai de ono ess MMe HSH ue 3) Ha conducido la investigacion prescindo totalmente de cualquier tipo de juicio de valor, si la igualdad es preferible « la desigaaldad, también porque estos conceptos tan abstractos son interpretables, y han sido interpretados, de las maneras mis diferentes y su mayor 0 menor preferibilidad depende también de la manera con Ja ewal xe interpretan. ELeoncepio, de igualdad es relativo, no absoluto. Es relative por lo menos en tres variables a las que hay siempre que tener en cuenta cada vez que se introduce el diseurs so sobre la mayor 0 menor deseabilidad, y/o sobre la mayor o menor viabilidad, de la idea de igualdad: 4) los sujetos entre los cuales nos proponemos repar- tir los bienes 0 los gravimenes; 8) los bienes 0 gra secon Unt el 27 deal de 1985, nde at Nana de devecha, Dosen Foil, deypds haber etiara aye tee rt Bei, ne penn lat amin ete ete ate ugk atngueubtend gue -hievicamene cies Fakes ham etna he nx at a> ape etn neonantenque elven arson de rae ds en side de la, hseneea se Isatenoaguaarinon Em mininrvencon en Uae Desde HO Fw Not quc ele rn pee meen rue le hiriadres deers, ade ten en de inition italia Nea pert sae shal tnnpromiso de cae cae aa ls dias is amceron¥ enpre ew 1Ue el 1 ae pole 2 dda que viremia eyed sinc tise peto qu acini spin pretension cae ieprettnin deiner le ho psn illest ane {cue Sgnenn en Ua 24 een ae Ee) en uci lane Binet San, teste nn Noe ee ie iva pea caer a In igers pape este hg 136 vimenes que repartir; ¢/el criterio por el cual repar- tirlos Gon ouas palabras, ningtin proyecto de reparti- cién puede evitar responder estas tres pregunta Igualdad si, pero zentre quién, en qué, basindose cen qué criterio?» Combinando estas tres variables se puede conse- guir, como es Facil imaginar, wn enorme nimero de distintos tipos de reparticién que se pueden llamar todas igualitarias, aunque siendo muy diferentes entre ellas. Los sujetos pueden ser todos, muchos 0 pocos, 0 inchso uno solo; los bienes a repartir pue- den ser derechos, ventajas 0 facilidades econémicas, posiciones de poder; los eriterios pueden ser la nece- Sidad, el mérito, la capacidad, la clase, el esfuerzo, y otros mids y como mucho la falta de cualquier erite- rio, que caracteriza el principio igualitario en grado sumo, que propongo Hamar «igualitaristas: «10 mis. smo para todos» de je Lat eg de pic Gr aad Cree ‘cont eps aia, Pate was one a a tens nck oe a era de ‘ha depen le ceceson dea carabeteia ques el, te 137 Hay situciones donde se pueden atemper el ney Siwaciones donde el uno ene que ser aplicado et exlusign de eualquier otro. Enla sociedad farmer el eriteio que prevalece ena dstnbucion de Ie ni05 5 la necenidad mis que el més, pera ordenadas atorittiamente como ls de clase Ens fase final de fa sociedad omnis segin Mara tee dia que valer ol principio a cada tno sein ste props necenidilesy, basindose en el jue segus {ltl en lo que los hombres son naturalmente oe igualesexen ls nccenidudes tn la escuela gu ene aie tener ina alidad select, ex excl el cr tro dl irito; de igual manera en las oposiioncs Para cualquier empleo, 0 importa s pibicas pre Nato En tina sociedad por actiones, os diidenton {tin angnadonbasndoween as coos de prop, des poseidas por cada ne societad pote fox excafon en el pariamento se tmntde lea fern plea, amu aaa cil ‘cionista, asf como en la views: “shel aga ta ers tee has Tos que varfan segiin la ley electoral adoptada, F? eri- rerio de clase se aelopta para asignay les sitios en na, cremonia 0 en una comicta oficial. A veces el crite: rio de la antigiedad prevalece sobre cl de clase o se utiliza en la eleccién entre dos opositores de igual nivel. La maxima en sf misma vacia va cada uno lo, suyo», se tiene que gellenar no sélo especificanda cules sujetos se refieren, y cual es el bien a distri- buir, sino también cuz es el criterio exelusivo o pre dominante, con respecto a aquellos sujetos y a aquel bien, que tiene que ser aplicado! Segiin la mayor © menor extension de los sujetos interesados, la mayor o menor cantidad y valor de los bienes a distribuir, y basindose en el criterio adopta- do para distribuir can cierto tipo de bien a un cierto grupo de personas, se pueden distinguir doctinas ‘9 menos igualitarias. Respecto alos sujetos el sufzagio universal masculino y femensino es nnis ig Titario que aquel s6lo masculino; ef sufragio univer sal masculino es mis igualitario que el sufragio mse culino limitado a los hacendatlos oa los no. anallabetos. Respecto a los bienes, ki democracia ‘ene Ts chet 18, Ta jaued en Ch Psion, re a neste exccknte Hn de ke Wal Sf ae

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