FORTIFICACIONES DE TAIFAS EN EL SARQ AL-ANDALUS
R. Argan Ruw. Museo Arqueoldgico Provincial de Alicante
La lectura del reciente ¥ ambicioso articulo de mi colega y amigo M.
Acién sobre La forrifieaciin en al-Anaatus (1995, 1995a) merece una ze
flexién sobre distintas cuestiones, no sélo referentes 2 este territaria de
disttitos castrales, al que tan acertedamente describié como «al-Andalus
sierra de fusiie- (ACIEM, 1989), sina tambign a los distintos petiodos o
faces diferenciables en este dindmico proceso que constituye al devenir de
las formaciones sociales
Del apretade listado de anoraciones he preferido centrarme én tin pe-
riedo al que le dedica un importante niimere de paginas y que constituye
un capimnlo, una cufia, encre [a consolidacién del estado islimico yrel des-
ctiptive al-Andalus em resinada, me refiero al sigle de las Taifas, definido
como cl siglo XI militarizado. Quizis sea la ambigtiedad ¢ imprecision de
‘esta fase, —en la qué dificilmente se aprecia si nos hallamos ante el dicima
estadio del estado califal o ante los prolegsmenos de ese al-Andalus que se
descompone o desaparece ante la fuerza de los feudales—, la que me ha
Hevado 2 revisar mis estudios scbre este periods, reforzade por la sorpresa
que me ha supucsca esa rotund: definicién de al-Andalus como una socie-
dad militarizada. De cualquies manera crea que esta reunién era la ocasién
‘oportias para volver sobre cuestiancs qué, aunque las habia erated hace
algunos afios, no les he déjado de lado pues he tenido la oportunidad de
hacerlo ‘en lz publicscida de la monografla sebze las exeavaciones efecrua-
das en el Castillo del Rio (Aspe, AlicanteXAZUAR ez ails, 1994); en ella
LGtetorriabs un primer andlisis planteade con ocasiém de ba celebeactint de lee
It Jor ificaciones y Castillos de Alicante (Pereel, 1991)
{AZUAR, 1994). Ahora bien, en estos estudios me centraba en un area
com como era el valle del Vinalops al sur del Pais Valenciano, ene las
cuencas del Segura y el Jucar, y creo que dste es el momenco pars efecrar
un andlisis del resto-del territoria valenciano.
M. Acitn, en base sobre todo a las conocidas ntemoriassde ‘Abd Aish,
Ulrimo rey iri de Granada, del que entresaca esta acertada frase «cada ga id
se proclamé independisnte en su fortaleza, (LEVI-PROVENCAL,GARCIA
GOMEZ, 1980: 833, nos describe ua al-Andalus en ol sigho XT fuercemen-
te fortificado, debideo-a la présién exterior y 2 la rivalidad entre los distintos
ségulos indlependientes (ACTEN, 1995: 23), Esta excrecencis fa
se hace parente en He aparicién de a!
puesta en valor de antiguos «ru
fortificaciones oemblemidticas, refiriéndose a la aparicién de las feral
9 alczeahas pabarinas como les conocides de la Aljaferia de Zaragoza, 9 las
alcezabas zrenadinas, almetienses 0 maleguefias, por citar algunos ¢iem-
pins
De estos tres panzos, el primero ya ha sida tratado reiteradas vores v
con bastante acierte por J. Zozaya en sus trabajos publicados cn Es
(1992, 1995) y en el extranjero (1984), por lo que se hace innecesario
volver sobre lo mismo; sin olvidar la reciente y desiabazada sintesis efeensa-
das por Basilio Pav6n y aparceida en el volumen de Las Taifarde la A@zorts
de Expatiade R. Menéndez Pidal (1994). Por escar razones, mecentraré en
4 andlisis de los des tilkirmos puntos, sebretodo en el procese que sigue
los «dessins o-disteitos castrales desde la caida del ealifato hasca la apariciéae
de los nuevos poderes locales, y en que rasgos morfoldzicas 0 Hpolégicas
adguirirén en el Sarg al-Andelus, asi come cuales serén sus relaciones con
las nuevas y poderasas cindades Tatts,EL ABANDONO DE LOS “#USEN ¥ LA CONSOLIDACION DE
LAS CIUBADES (FINALES DEL $IGLOX-PRINCIPIOS DEL SIGLO
xD)
La adicitin de fas acras de aquellas jommadas celebradas en Petrel (Alicarite) me
dbligé avoler y sevisor mis primeras investizaciones cfactuadas sobre el valle del
Vinalops (AZUAR, 1981, 1983}. El panoramss habia cambisde susceptiblemente,
puss lo kago de estos die ahs la dacumensacidn era muche mayor y por suerte
dlimponante niimcro de actuaciones einvestigaciones arqucoligicasllevadas acibo
en fe zona, pesmisia una mayor profendizacion en a afidlisis de este eeeritono, asi
como una ftaytr daridad producids por una mds rica documearacién scopiada en
el rranscurso de estes afios.
“Todaesta documentacitn la sintetzamosen squel menconado enudio, basador
sobre todo en Ins egisuos anquetlégices y en que Assamellé un analisis de la
formacién y consolidaciéide los veritarios castedles del Vinalopd desde el sigfo VILL
AMI (AZUAR, 1994), yen el que sélo dedicabaun capitele a analizar of paso del
califun al periodo Taife Sim embargo, aueque ot: fase constintia el ikimo punto
der investigacién, ya en él desorrollabe una serie de apesciacione: que, en base ates
duosarqueoldgicos, posteriomnente desarollé coro ineroduccsén al enausdrarnlento
hisedrico dl poblado firtificado del Castillo del Ris (Aspe), —enclave fandacnicn-
tel de esta via estrarégica de comunicacida que hu sido y es-el curso del Vinslops
(AZUAR eral, 1994}, Por estas rmones, no me derendréen el anilisis deallado
delos registios cerimigns y anqueoligicus de cada tno de los asentamticntoss de be
zona. ya que vienen recogidosen Jos mendionads trabajos me limitaré a trararlas
de forina sintética y come referenicla 2 ms casos del Sang al-Andalus.
En Lz cuenca del Vieslops y en general en Ja sierras mesidionales del Sara al-
‘Ansdohus se consaraa fines del siglo X y principies del glo XI un abardono gene-
ralizado de los buss documentados durante ¢l califiro. Asi, se abandonan ¥ no
vvoeven a babitane asentamientosen alnure como ol Cestellet de la Mums de Agase
(AZUAR, 1994; LOPEZ SEGUI, 1996) 0 el Castellar de Morera de Elche
(GUTIERREZ, 1996; 360), Orre smuncin es la. que os aportan los registras.ar-
_queoligicos de los yacimicntos del costllo de Sax, el castillo de Petry 2 poblacsén
ass pies (NAVARRO, DOMENECH ORTEGA, 1997}, d castillo de La Mola
(Novelda) ¢ Casscllaners de Peres, que posten una misma cronolagia de abandeno,
es decir de principios dd Selo XI (AZAR, 1994), como se docurnemta en las
inyestigacionesllevadzs a cabo por C. Navarro (1988, 1991), pero que, a diferencia
de los primeros, todos ellos vuelven a poblarse en la segunida cnicad del sige XI,en,
igplea época almohade , como ya hemos expursio en ors ocasiones (AZUAR,
19835: 1985). Por dhima, séle el castillo de Sclvatiera de Villena presenta un
eistro anyecoligice continuado duramme todo el sgho XJ y que perdurard asa la
buja edad media (AZUAR, 1994), (Fig. 1).
- Pobladas de alrara de fines del sislo X em Alicant
del Moro (4bgnilla), 3. Castillo de Callosa del Segura,
de Ssleatierea (Villena), 4
Crees 16. ELS
Tossal del Mors (Benilloba. 18.
Castillp de Alesis (Wall d “Aleit!
Petres. 11, Castille de Sax, t2. Cascille
Castalla, 14. Castellar 4
viewz}, 18. E) Sompa (Cocen-ainal,
Cascillo de Guadalers, 10. Almiserat ‘Pego)
iesLos restos acqueolégices de todas estos pobladas fortificadoé nos texci-
monian wn horizonte de uso.g pre-2bandone caracterizade por un registro
cerimico dominade por las producciones a zarno ¥ pintadas en daido de
hierro y escesamente en manganeso, con los conocides motivos en lazona
delastlor de loco entre metopas(RETUERCE, ZOZAYA, 1986: AZUAR,
1994) y que reciencemente hemos documentado su produccién en un al-
far del nice czas urbana de fa zona, la ciudad de Biche {AZUAR,
MENENDEZ, 1996, 1997), Estas produccionss a tomo y pintadas van
acempafadas de vidtiados monocromos y sobre tedo de un aonitado mii-
mero de cjemplares decorados con la técnica del «verde-moradov. Este
horizente cultural se define claramente en su abandono, porque ene! mis-
me nunca apatecen 9 se documentan producciones posteriores y clars
mente taifales como serian las ptoducciones policromas, nos referimos
concreto a las cuerda seca total 7 parcial
Esta rupture en el poblamiento que podria situarte en el primer cuarto
cl siglo MU supane un importante cambio de tendencia en los asenramicntos
yun ciemplo dato de que nos hallames ante um proceso complejo, no
lineal, conformado per abandonos, despoblamientos y consolidaciones de
susie en el especio tural: es decir, la mayoria de los asenramientos docu
mentados en fa segunda micad del siglo X, en la 20na, sufriein una presién
importante quc les obligard a desapacecer ¥ vito algunos se consolidasin
come «fsesiine.
Alle largo de la cuenca del Vinslops, a principios del siglo XI desapare-
cerin todos los poblades fortificados documentados en el siglo X(AZUAR,
1994); consolidindose séla el de Salvatierra de Villena. Esce castille de
Salvaticcra ser] tinico que perdurard a lo largo del siglo XI y precisamen-
te es dl tinico que aparece mencionada en les fuentes documeatales, en
conerexo, relacionado con el sitio de Aledo y Ia estancia del Cid en este
castillo de Salvarterra (MENENDEZ PIDAL, 1969: 935}.
El procesa observado en ¢} cauce de! Vinalopa no es exclusiva de la
zona sino #s similar al de otras dreas; asi, sucede en le mantana inerior
alicantina, ¢ donde poblades como el Tossal del Moro de Benilloba
(AZUAR, 1989: 935s}, el yacimiento de E| Sempo de Coventaina (AZUAR,
1989: 130) 0 en el mismo castillo de Cocentaine (AZUAR, 1989: 109-
111; TORRO, 1996, 1996a), sus registros arqueoldgics acesciguan un
abandono del antigua «pablado fertificadoe en altura en el primer cuarto
del siglo XT; excepto en el caso de Cocentaina que, posiblemente, conse-
120siré consolidarse como «dime en cotas mids bajasen las feldes del castillo,
9 queda decumentade: cn las fuentes del siglo XI (AZ!
TORRO, 1996, 1996a), (Fig. 2).
‘ 1, Castillo de Catfasa det
Segura, 2. Cabezo Soler (Rajalesh, 3. Casuillo de Salratierra (Villenal, 4. Castilio
de Castalla, 5. Castellarde Alzoy, 6. Hugin de Cocentiins, 7. Castilla de
Peniguils, §. Cacia de Guadales:.
Fg.
121‘Mis al norte podemos documenter esa. quicbra ¢ principios del siglo
Xf en el mismo «piv: de Unde , en donde la primera o fase més antigua
posee esta cronologia de fundacién y de abandono momenténeo, aunque
posteriormente sé volverd a habitar hasta la baja edad media (BAZZANA,
(CRESSIER, GUICHARD, 1988: 255) .
Este mismo compertamiente lo ebservames en otros yacimientos al
sur de Alicante, como serfa el Cabezo del More de Abanillz, 0 el Cabezo
Soler {Rojales), escudiados ambos por S. Gutiérrez (1996) y en los que se
documenta este abandono de principio dal siglo XI en el primer caso, y
una consolidacién como «firm en <1 segundo caso que pervivirg hasta el
siglo X11.
El abandono generalizado de estos asentamienros rurales viene acom-
pafiado dé una consolidaci6a o scleccién de determinados «frcriime, los
que se convertinin, 2 lo largo del siglo XI, en cabezas administrativas de los
rerritorios castrales. Estos «fusim sendin en nuestea drea los siguientes: el
shisae de Cocencaina, el Castellar de Aleoy, el castillo de Caszalla (AZUAR,
1989), —excavado recicntemente 2 cargo del arquedlogo JL. Menéndez y
del que espetamos pronta informaciéa—; el castillo de Pendguils, el casci-
Ilo de Salvatierra de Villena, ere...‘Hig de Cascalla (Alicante).
La causa o causas de esta crisis del poblamiento acaccida en el primer
cuarto del siglo X podria cxplicarse Facilmente desde unos planccamicntos
politicos, recurriendo a los desestrosos efectos que sobre la poblecién cam-
pesing pudo tener la desarticulacién del Estado Califal. Este recurso exce-
yamente mecanicista, no mos convence pues, seguramente la desarticula-
cién del Estado central generarfa un efecto centrifuge de Iz ciudad al cam-
po, como ya habla sucedido al final de le romanidad y no al contrario: por
ello, la cxplicacién debemos buscarla en otras razones y no politicas preci-
samente, —aunque éste Fue un buen caldo de cultivo—, sino en razones
vinculadas alos lazos que unen s la sociedad es {Estado} con la socie-
dad dinamics (los campesinos), al decir de P! Guichard (1990), y que son
evidentemente, [a Fiscalizacién del «triburo® o del control de la renra cam-
pesina,
El abandono de estos «busi y de parte de los asenramientos de los
discritos castrales, podrla tener «i explicaciém en Ia hipétesis lanaad en ‘su
dia por P Guichard al analizar up famoso texo de Ibn Hayy’n que denun-
ciaba el abusivo incremento de la fiscalidad ejercida por los primeros Faras
de Valencia (1987); en este texto se pone de manifiesto el progresive em-
pobrecimiento de los campesinos, los cuales se veian obligados a abando-
nar los campos por no poder hacer frente 2 los excesives tzibutos que losAlievos seitores imponian a las comunidades campesinas. Este imporanthimo
texto era interprerada por P Guichard como tn westimonio ire-furabie del proce
de-concénscién de Germas en manos del poder y deh atistocratia urbana
Este proceso de zbandone de los poblaties fortifiados y de consclidadién de
determinados » feito que se hai constaradg a Enales del siglo Ky sobsetodo en los
primeros afias del siglo coincide éuriasamente con un evidente cretimiettto de
los débiles nticlens urbatins de épocs califal, os cuales ditrante el dominio de los
Asnirineno stlo se consilidandn sino quese desarrollania yamplianin. Asi, enemes
losesos de la Gudad de Valencia: ampliach yamuryllads en este siglo porlos Amiciss
{HUICI MIRANDA, 1970; GUICHARD, 1990); a ciudad de Denia que legs
2 disponer de dos arrabales (IVARS PEREZ, 1982: AZUAR, 1989}: laciudad de
Alicante que se amplia con un raval de fuera (BEWIA, 1982, 1990}, 0 fe misma
Giudad de Elche que adquirié la caregoria de cabeza de «lglom segin AL UGG
(MOLINA, 1972).
A Ea visa de estos datos, no seria ariesgadlo suponer que el abandono de los
poblados fortificedos como conmscoueritia dela fuerte présidn fiseal ejercida por los
esperar sefsones Hocales Eamnreciese, como ya sugirié Bt Guichard (1987), el creci-
miento 7 consolidadén de las cudades ¢ ensta de los ssensamientas rursles, los
‘unles son chandonadas principios del