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vesved 2asios Quique Hache, detective Sergio Gomez tustraciones de Kuanyip Tangol sas vacaciones fueron excepcionales para ‘Quique. En lugar de ise ala playa con su familia, se queda en Santiago, en medio dl caluroso verano, Pero no seré una tem- prada aburida, Quique vivir intensas emociones como de tective reciéntitulado por correspondencia intentando resolver su primer caso. En menos de una semana deberé encon: trar al promisorio arquero de un equipo de fatbol o el plantel no ascenderd. Sin em- bargo, ay mucho mas en juego que las fa clasificacion del equipo. ALE ACR ARA INF. TL. i Lanes 4, a el verano del 98 cuando ocurtis todo esto, Desde hacia tuna semen detective privado. Nadie en la casa fo sak excepto la Gertru, Los dems se fucron a pa sar cl verano a Concén asados, a ju ar baby fiitbol, a bron «en la playa, a mirar los atardecetes y ano hacer nada du. ante dos meses. A mi me dejaron a go de Gertsudis Astudillo, mi nana desde hace quince afios, que precisamente son todos los atios que tengo. Lo de detective privado results de un cause por correspondencia en que participa mos con la Gertru, Durante seis meses estu: diamos sccretamente, sin decirle a nadie. El 50 lo enviaban desde una ciudad de Ar- Cuando llegacon los dos diplomas que- damos cliacamente conwvertidos en d ives privados. Fse fue ef momento en que la Gereru se echd para ateis como detective, di jo que tenia muchas cosas que hacer en la ex sty que no tenia ciempo para jugar, Pata dejarme tranquilo se le ocurrié una idea, Jun camos plata y pagamos un aviso chiquitivo en EY Mercurio, «Quique Hache, deteciive priva do, Se buscan personas perdidas, Se resuelven Ast decfa el aviso. © Quique Hache soy yo. Desde ha casa con jardin en Nufioa, en ta calle Juan Moya, una calle tranquila cerca de avenida irecia. Los vecinos saludan y nos inwitan a os cumpleaios en el vecindariv. También ce lebramos juntos cuando gana la seleccién chi- lena de fitbol. Un dieciocho hicimos un sada con los vecinos, cetramos toda Ia cua. dra y preparamos el asado ats largo del mun do. Después resultd que el asado mas largo lo habfan hecho en el sur de Chile y el nuesieo no era el mis largo. Mi barrio es tranguilo, nunca ocurre 4 Gerttu dice que su barrio en Tema co se parece a fa cuadra de Juan Moya. Com estébamos solos en la casa, deci dimos que si sonaba el teléfono ella se havia pasar por secretaria de detcetive. Esperamos tres dias después de que aparecid el aviso en lo cl dliatio, pero sélo Hamé mi mama desde Coneén tratando de tentarme con la playa, tos dias de sol exquisitos, los primos, los par- tidos de baby fiitbol, los asados y los atarde- ceres. Con todo eso me tentaron, es verdad, pero ahora yo era un detective privada y ‘otras cosas de qué preocuparme Lucgo el teléfono no soné durante dos dias y, cuando por fin lo hizo, contests la Gertru, Se puso pilida, me miré con cara de alumbrado pitblico y dijo: Bs para Quique Hache, detective pri- vado, Evan papel anoté el recado telefé nico: «Sefiora Gallardo. Ties de lr tarde. Café Paulo, Colgué. ‘Tenia mi printer cliente oo mo detective. Nos miranios con la Gertsu oo mo si hubiéramos descubierto petedleo en el jardin de la casa Como no ten i puesto a la sefiora Gallardo que nos reuniéa : Mi abuclo siempre deefa que iba al Paula, un café de kt mos en ef cencro de Santiago calle San Antonio con Agustinas. El café en vero ya no es ef mismo de ances, segtin mi abuelo, pero igual me parecié que seria un buen sitio, Dos reefa tranquila y vacka porque estébamos ini ciando enero, El calor derretia, Sali de mi casa ade la tarde. La ciudad pa yen harrgzaval aleancé una micro. El viaje fue i igo. Eneraba una brisa agradable por la ver: tana abierta y unt rato conté los arboles que ihan pasindo y otro rato me preocupé pen sando en la seiora Gallardo y en éste, mi prie mer trabajo, Cuando legamos al centro, la micro ntré dircero por la Alameda. Me bajé frente \ la Biblioteca Nacional. En las escale bibliocec as dela contre mochileros sentados, ha blando en inglés; me pidieron plata, pero segui de largo. En ese momento me sentfa un detective privado y no un guia turfstico. Subé por Mac-Lver hasta calle Agustinas, El/Teatto Municipal esti en esa calle, en el camino del cal. Una ver en el colegio nos llevaron alli a ver un fragmento de una épera famosa, Me sorprendi cuando reconoef algunas de las arias: las habia escuchado antes en comercia les de fa tel En el Café Paula me senté a esperar.a la setiora Gallardo, la de la Mamada lefonica, Fntonces me di cuenta de mi primer error co: ino detective: no eenfa idea cémo reconocer a ‘mi primer cliente. Sentadas en el café habfa dlos parejas, uno de los hombres era un mili- tar, seguro, aunque vestia de civil. Lo deduje porque Hevaba el pelo cortado casi al rape y se sentaba derecho, como si se hubiera tragado na estaca. La otra pareja: un viejo y una vie és © menos cuaretita afios comaban helados en copas gigantes y se mitaban como si recién comenzaran 4 enamoratse. E] moz0 se acered ami mesa y me vi ent la ebligacién profesional, para justificar mi estadia en el ca Fé, de pedir un helado dable de chocolate con tuna galleta y salsa de frufilla, Mientras espe- taba pregunté cquivocadamente a tees sefioras aque entearon si tenian el apellido Gallardo. Me comé todo el helado y me puse a gar con la cuchara, esas largas y finas que jugar « ponen con las copas de helado, y ya estaba pensando que la sefiora Gallardo no existia, ado el mozo que me atendid y que pare cia simpatico, se acercé a mi mesa con un diatio y sin decir una palabra sefialé una fo tografia donde aparecia una mujer muy gor da, excesivamente gorda, como se ven en las peliculas de Estados Unidos, donde todos pa recen set gordos por comer papas fri hamburguesas al fue a Miami 1 i MeDonald’s en todas las esquinas. Se justifi ca entonces Ja gordura porque la entacién es sayuno, Un amigo que legs comtande que enconirs grande si esté en cada esquina Debajo de la fotog fia del diario pude leer: «limpresaria del aio. Importante distin Gién recibié Rosaura Gallardo y su empresa Intermar, Con mi mejor cata de investigador 4 a RS sing ovra vex al mozo y me encogi de hom: hros. FE} mozo, sin despegar esa sonrisa ble que parecia que venia con su uniforme, ne indicé una puerta interior. Lo segui, El pasillo Hegaba hasta fa cocina. A ninguno de los cocineros le interesé que yo pasara por ahi, Segu al mozo hasta el patio de cemento, errado. por las paredes de los edificios veci fos. La nica manera de ver cielo allf era mi tar recto hacia arriba, En la pared se vefan algunas ventanas, los cajones del aire acondi- cionado y gatos pasednclose por las cornis En ef centro del patio, entre dos maceteros, estaba en un silldn la misma mujer de Ia fo: tografia del diario, Rosaura Gallardo « cuerpo gigante, como si flotara en un leno de agua. Ambos 10s miramos sorpren iz y preguneé didos. Filla arrugé la n {Quique Hache? Para no ser menos, también arrugué la nariz y pregunté: Set ort Gallardo? eneontraria con alguien mis... -dijo la sefiora Gallardo teabada, sin cerminar la frase, reve plando como ballena por el esferz0 que le pro: ducia hablar en medio det patio del Caé Paula Quique Hache, detective —repeti_y mostré un papelito cuadrado, como carnec de identidad, sin plastificar atin, En ef curso se deefa que debia Hevarse en ta billetera codo el tiempo. Creé que... ~siguis ella sin encontrar las palabras adecuadas. No se preacupe, sehora Gallardo, lo que me cuente lo mantendremos bajo secrete profesional No era eso sino. Después sontié y dijo: Es que no estoy acos tumbrada a detectives privados, eso debe set Supongo que no tengo alternativa, nadie nis ha quer Jo ayudarme Para eso estarnos ~dije con una sonti sade vendedor de zapatos. Ella también vol- vid a sonreit y su cuerpo se estremecié, como sillevara olas de mar dentro de la Déjeme empezar por el principio, Hache ~dijo, “Asi me gusta, desde cl principio. Le recuerdo, para eso estamos, para escuchar lo que tenga que decit ‘Mi papd se murié hace tres aiios y me dejé su empresa de buses. Yo Ta administraba estaba vie desde hacia algunos afios. Mi pap Mmmm -dije poniendo cara de inten- sa atencién, La seftora Gallardo me mird un segundo, como dudando si seguir 0 no spi #5, mir6 hacia lo alto del patio y continué: Fl comenzé con una micro viajando hasta Cartagena. Treinta aos mas tarde te tia una flota importante de buses que reco- tian el litoral central, la empresa Intetman, Si—mendi La empresa ha tenido un repunte con ni administracién, aunque suene feo que lo diga yo, Hemos obtenido importantes logros y avances, Desgrai nente mi papé no vie vi6 lo suficiente para verfo; hoy dia se sentir

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