You are on page 1of 16
Politicas piblicas y de género: una relacién dificil Irma Arciagada 1. Introduecién Actualmente se asiste ala discus yal surgmiiento de auevas pro- puestas en relcion con el Estado y las politias publicas. El impacto provocado por la denominada década perdida éel desarrollo, si como por los programas de ajuste estructural aplicados posteriormente, coincidieron en cuestionar el funcionamiento del Estado desée dos perspectivas: de un lado, por suineapacdad de fomentar un desarro- tio econsmico sostenid y de oro, po iaifcultad de generar meca- nismos de bienestar para el conjunto de la poblacién. El ebate sobre a existenca de un Estado de bienestar en Amé. rica Latina se polariza en torno a planteamientos que sostienen la necesidad de un Estado minimo, que ens formulacién extrema plan- tea un Estado cuya institucionalida social se concentre solo en la ‘liminacién de la pobreza y la marginalidad —es deci, un Estado ‘mimo en o social y subsidiatio en lo econémico! — cone objetivo {de mantener cierta gobernabilidad, siempre precaria dados los gra- ves niveles de desigualdad social existentes en a regién; otras posi- ts estaales,piblios yprivados, pero debe evaluarse en qué med- a a gestion de um programa social puede ser privada y hasta dénde Jaregulacidn de a misma debe ser del Estado (Raczynskie al, 199. me. - Pouca OLA ENE MA RLACOW Se estima que el Estaco debe cautelar los intereses de todos los miembros de una sociedad en lo que respecta la calidad y oportuni- ad de los servicios que se ofrecen. De otra parte, se sostiene que el ‘mercado puede ofrecer servicios mejor administrados y de mejor calidad, aunque inalcanzables por sus precios para algunos sectores e poblacion, [La erecionte partcipacién del sector privado también del ter- cer sector —especialmente de las ONGs—en la ejectcién de progra: mas de género, de las agencias internacionales en el financiamiento, para estas actividades muestra que, en el caso de las polteas de ‘4énero, la colaboracion entre ambitosestatales,piblios y privados, racionales « internacionales, es posible y, ademés, indispensable, Baste recordar el ejemplo de la violencia doméstica, un tema (n0 considerado problemitco) ausente de agenda publica y que el tra- hajo de las organizaciones no gubernamentales permits definilo como problema, contribuy6 al disefio de politicas piblicas para enfrentarlo y a encontrar soluciones extosas-A partir de 1990, to- dos los pases de América Latina han legslado sobre el tema de vio lencia intrafariliar (Arriagada 1998). ‘Un ejemplo menos exitoso ese lv permanente en las poltti- as piblicas del papel que tienen las mujetes en sus hogares para spl ls carencias de las poticas sociales por medio de trabajo ce el potencial pata un disefo nuevo e innovador en las polticas hacia esos sectores a mayoria de los mecanismos nacionales dsefados para mejo: rat la equidad de género tienen como funcidn principal coordina transversalmente poiticas con otras instancas de gobierno —como ministetis.cirecciones y oficinas sectoriales—, Enel cumplimiien- to de su funciéa coordinadora enfrentan el problema de la snodifiea- cin de formas y estos burocraticos de gestién que #0 tienen en ‘onsderacion las dimensiones de géneroy enfrentan también, fuer- tes resistencias eulturales yar la puesta en marcha de politcas de séneto. Ademas, en la mayor de los casos, estos mecanismos no fuentan con el adecuado apoyo politi ni financier lo que difcul- ta la puesta en marcha de esos programas. El 63% ée las oficinas fgubernamentales ce la mujer abtoevaluaias sefal6 que la mayor Gficultad en el orden financiero era I insuficencia de recursos financieros, en tanto que el 53% sefal6 como faciliéd contar con la “ayuda de la cooperacion internacional (UNICEF 1993), Elle no es de exteafar dado que la mayor dificultad que enfrentan los gobier- thos para llevar a cabo sus politcas es lograr un punto de equilocio tenize demandas crecientes de servicios y el financiamiento de fos, Es deseable una vision integral de las polticas de génezo, asf como la ejecucin de politicas de género en educacidn, salud, vivien day empleo, En ausencia de una visi integral yun ee rector fuer~ teen temas de género, la dfinltad que se puede producices la frag ‘mentacion seetoial y la descoordinacién. Sin embargo, cuando esa visi exist, hay un amplio campo para desarvollar modelos de ac- ws Ponca pong EN CON «ign navedosos y romper con esquemas burvcriicos que no se adap tan a tiempas ni agendas nuevos 9. Corte-Large Plars Persist atensin ene dist peta de corto plas, de cariter, nfs antec estes a necesdades gente emits dea obiackn ms esprovisao pore conta ena pata ex es qe costengan ta visi de largo pao con cation en mo deio de desaralla soci, Lax ransormacones socks ys ca tio inettuonales rune eu borzate de emp apo pare esac yatra (Gutaraee 190), mente gues neces aes de grupos importantes cea piblactn require aac tnetiataen aoc de oe roblemas de geniay de exclosion Ge asl ea ecaion. Se require excleer setts Ge Jerri pica decor parents Ge pene eel poe: te deca del iago po, Algae preitade del corto plo permiten aeerar os logos det iro plz, en tanto rasta ncesaces medias in toda calralente ns pple ys relcones de geneo. Sin oa, os cambios elterales go inden» tne tay egied Je enero se consruen en ing pap no cane debe saizarse Gul programas pits ene cor play serin mas ee mismo emo, ssn os cambios ara ena relacion ete péneron. Brest seni ata de econ eer ener ence ‘los rctzs pln de cnssén dos temas sales co. ricosproraro en eas ps 43.5. Universalidad-Seleetividad Otro ditema que ha desatado largos debates tiene reacion con la op cidnentrepoltcas universales o potas focalizaas dirigidasa gru- os en extrema pobreza. De una parte, la eitea més sistemitica hacia las potas universes en América Latina se cent en lades- 25 fn Armin los grupos indigenas, os jévenes y los niios— que demandan abortsjesintegraes yno sectoriles asus problemas. De un lado, se Jos considera desde los sectores de educaién, salud, seguridad so- cial vivienda, pero el caréctersistémico de sus discriminaciones va rnis alld de esas dimensiones sectoraies y requieren un enfoque integral. La eteacién de mecanismos nacionales para tatar estos ‘seetates excluidos (ministrios,oficinas, programas dela mujer) of ce el potencial para un dsefo nuevo e innovador en las potticas hacia esos sectores. ‘La mayoria de los mecanismos nacionales disefiaos para mejo- rar Ja equidad de género tienen como funcion principal coontinar transversalmente poltcas con otras instancias de gobierno —como rinssteris, direcciones y oficinas sectoriales—. En el cumplimien= to de su funcién coordinadoraenfrentan el problema de la modifica: cin de formas y estilos burecriticos de gestidn que no tienen en Consieracién as dimensiones de género, yenfrenta, también fuer~ tes resistencias culturales para la puesta en marcha de politicas de ‘pénero, Ademés, en la mayoria de los casos, estos mecanismos no ‘cuentan con el adecusco apoyo politi ni financero, lo que dticu! tala puesta en marcha de esos programas. El 63% de las oficinas gubernamentales de la mujer autoevaluadas sefial6 que la mayor fificutad en el orden financiero era la insuiciencia de recursos. financieros, en tanto que el 53% sefaI6 como fcilidad conta con la ayuda de la cooperacion internacional (UNICEF 1983), Bllo no es Ge extrafiar dado que la mayor diffcultad que enfrentan los gobier ‘nos para levara cabo sus politics es lograr un punto de equilibria centre demandas crecientes de servicios el financiamiento de los, Es deseable una vision integral de las politicas de género, ast como la elecucin de politics de género en educacin, salud, vvien- day empleo. En ausencia de una visi integral yun ee rector fuer teen temas de género, a difeultad que se puede producir esl frag ‘mentacion sectoral y la éescoosdinacién. Sin embargo, cuando esa ‘isin existe, hay un amplio campo para desarrollar modelos de ac~ me Pours oss tro: stn cin novedosos y romper con esquemas burocraticos que no seadap- tana tiempos ni agendas nuevos. 3.4. Corto-Largo Plazo Persiste la tensin entre dsefar politica de corto pla, de cardcter ss asstencial frente alas necesidades wrgentese inmediatas dela poblacion mas desprovistao, por el contrario, disefr politicas lexi- bles que contengan una visiin de largo plazo eon cambios en el mo- elo de desarrollo social. Las transformaciones sociales y los cama- bios institucionalesrequieren de un horizonte de tiempo amplio para dlesarollarse y madurar (Guimaraes 1990), mientras que ls necesi- dades de grupos importantes de la pobacin requieren la acié in- ‘mediata en la solucin de los problemas ée indigenciay de exclusion de a salud y de la educacin, Se requere esclarecer los criteris de jerarquia politica dl corto plazo en temas de género frente al proce- 0 de cambio del largo plazo Algunas prioridades del corto plazo permiten acelerar los logros del argo plazo, en tanto otras satisfacen necesidades inmediatas sin ‘modicar eulturalmente los papeles y las relacones de género. Sin dda, los cambios culturales que tienden a una mayor equidad de sénero se construyen ene! largo plazo, no obstante debe analzarse ‘qué programas y politcas en el corto pazo serin ms efectvas yal mismo tiempo, apoyarin ls cambios buscacos en la relacion entre _néneros. Eneste sentido, latoma de decisiones debers tener en cuen- ta los procesos politicos de discusin de los temas sociales y econd- mmicos prortarios en cada pas 43.5. Universalidad-Selectividad Otro dilema que ha desatado largo debates tiene relacin con a op-

You might also like