808 de Nitfiex con. su pareja, se ha enfermado y se ha vis-
to obligada 4 salir en busca de otros aires. La masica ya
no falta ni una noche y la conquista de Lupe se la dispa-
tan entre Pope y dos de sus amigos, y cada enal tiene
Ja fundaia esperanza de triunfar la Noche Buena.
Las posadas de D. Basilio estin que se arden— dice
una vecina 4 otra.—Impezaron por los muchachos y aca.
bardn como todas, por los grandes. La Noche Buena di-
cen que va i estar famosa; ya nos coutard Casilda Ta
recamarera, que hasta hoy me tiene muy al tanto de todo.
Ba efecto, Casilda pudo contar el 25 que la nitia se habia,
atacado, porque sa papé le dié un muletazn al amigo del
nitio Pepe, y por poco Te echa 4 rodar por la escalera. Se.
Bin dicen, ese seffor estaba un poco alegre despaés de Ia
coua ¥ no mas queria bailarcon la nifia; al papd no le
parecié y hubo su mitote. La nina se puso a lovar; los
concurrentes se fueron saliendo sin despedida; el nitio Pe-
pe dijo que se iba a comer 4 su amigo; y los wiisieos no
se querian ir porque se les debiala paga; hasta que D.
Naiex los cals y les dijo que 4 otro dia se les cumplitia,
Resultado, que s6lo Naittez sacé partido de estas posadas
¥ Ro es extraiio, pues é! sabia sacar partido de todo, asi es
que hizo un buen acopio de vines, pasteles, lengnas, aza-
car, ete.; mnetié todos sus efectos en In easa del portero y
cuando salis cargé con ellos. Ademis, siguié la conquista
de su parejita y al afio se cad may enamorado, pero «eel
dido dno hacer jamés posadas en su casa.
Es fama que Lupe aborrecié estas diversiones, y uo
volvi6 & estar alegre. Pepe se retiré de la casa y 2. Basi
Lio maldijo siempre las posasias que tan triste habian deji-
do 4 su hija,
Mat
:ANA MUWGUIA DE AVELEYIA.
AUTORIDAD
Poder que gobierna, cou derecho pira gobernar. Decie
due Ia antoridad tiene derecho para gubernar, es vouvenie
en que es legitima. Decir que es legitima, es suponer que
es expresigu de Ia verdad,
us es Ia verdad? 4qué medios hay de encontrarlat Nos
vemos obligatos 4 responder 4 este problema, si queremos
saber lo quees autoridad, Al abordar esta terrible ewes
tién, advertimos que 610 es nuestro intento ocapatnos de
Jas verdades que son relativas al hombre, y que estan en
armonia cou su naturaleza, No saldremos del cireulo de
Ins teorias sociales, sin dotnernos por esto en puras abs-
tracciones que # nada conducen. Por consiguiente, no
investigaromos si toda verda‘l existe por si misma. Bfec-
tivamente, aun cuando existiese imdependiente del hom.
bre, no seria verdad sino para aquellos que la hubiesen
comprobaio 6 aceptado, déndole por esto iiltimo hecho Ia
sanciéa de la autoridad. Mientras esto no se efectiia, no
tiene valor ningano. Nada puede existir para el bombre,
es decir, nada tiene 1a autoridal eobre él, sino 1o que so
establece por consentimiento suyo.
Esto puede aplicarse 4 too, ann 4 tas verdades mate
titicas. Dos y dos sou cuatro: esto es para nosotros ane
verdad incontestable; pero supongamos que no tuviésemos
nociones de arilmética; esta verdad esistiria quizis por
si misma, pero no existirfa para nosotres, no tendria san-
ciéu ni autoridad, porque no Ia conoceriamos. No hay,
pues, mais verdad para el hombre que la quo 61 mismo
confirma, y para subsistir con el verdadero earaeter que
la distinguo, necesita que la palabra hamana Ia consagre.
Si el hombre la acepta sin prueba, le da la autoridad
de lafe; y en el caso coutrario, le da Ia antoridad de la
ciencia.
Esto es aplicable & todo To que se puede decir sobre Ia
verdad absoluta, Ia cual nos es dailo creer, pero no pro-
bar. Tampoco se podré presentar como verdad absoluta
ane dos y dos hacen enatro; todo lo que se podrh decit es
que no hay argunento que se opouga 4 esta verdad, esto
es, que la admitimos y, al admitirla, ereemos que es la
verdad humana. Pero que sea una verdad absoluta, inde-
pendiente de nuestros caiealos y conocimientos, es impo
sible probarlo, asi como tampoco es posible probar 10
coutrario,
La verdad absoluta sera siempre un artienlo de fe, por-
que Ia fe no ba menester pruchas,
Imego una verdad basada eu Ia fe, no siéndoto sino
para los gue In conocen, no Io es para los que no Ia cono-
con. También puede suceder qne to que nua geueracién
teng@por verdad, sea cousiderado como un absurdo por
otva.
Por exo cuando los hombres adrmaban qae el sol giraha
‘en torno de la tierra, Ios extratios & Ia cieneia acvptaban
esta-veritad sin examiuarla, porque tenian fen la ciencia.
Beta verdad, paes, tenis para los sabios la aatoridad de
la fe, Viene Galileo, y afirma que la tierra es la que gira,
Los hombres de fe s¢ Henan de indignacién, los hombres
cientiticos se dedican 4 eaicular, y pronto Wewuestra la
ciencia que Galileo tiene razin, Entonees, en virtnd de la
autoridad cientifica, tos sabios dectaran que la tierea gira,
y el resto de los dems hombres, en virtad de su fe en In
antoridad cientifica, convienen también en que la tierra
gira. Hé aqui por Io tanto dos verdades contrailictorias,
Aemostradas ambas por In ciencia, ¥ aceptadas por la fe
iHay eu estas dos verdades una verdad absolutat no 56
puede afirmar. Sin embargo, la verdad se ballaen wiade
estas proposiciones. Bn efecto, 6 la tierra gira 6 no gira:
esto es lo cierto. Pero ggira 6 no girat esto es lo ineierto.
Todo To que se puede decir és, que antes de Galileo Ia
ciencia afirmaba que Ia tierra no giraba: esta era In ver-
dad cientifica de hoy, aun cuando no la contradiga otra
verdad ulterior, (lo que es temerario afirmarlo) no la ha
reeonocido el hombre como tal sino después de haberla
comprobado,
Lmego ya que no bay verdad para el hombre 4 menos
que no la justifque, no hay para él yerdades absolutas
sino de tiempo y de lugar, es decir, relativas 6 sociales,
‘Dntre tanto ye6mo se probaré una verdad relatival o5-
mo dar el peso de Ja antoridad 4 una idea, de manera que
se tonga por una verdad social? ent ests se encierra todo
el problema, problema importante, del mas alto interés,
porque su solucién debe servirnos de guia
tras ideas morales, en todas nuestras teorias pulitieas,
‘Vednos aqui sobre un terrenoen que los til6sofos estan
aispueando desde et principio dela ciencia. Bfvetivamente,
Ja cucstiGn merece los Louores de este renide combate,