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TELEDETECCION AMBIENTAL La observacion de la Tierra desde el Espacio Emilio Chuvieco Salinero Afiel. ciency * edicién: mayo de 2002 3." edicién actualizada: septiembre de 2008 © 2002 y 2008: Emilio Chuvieco Derechos esclusivos de edicién en espaiiol reservados para todo el mundo: © 2002 y 2008: Editorial Ariel, S. A. Avenida Diagonal, 662, 6.* planta. 08034 Barcelona (Espatia) ISBN: 978-84-344-8073-3 Depésito legal: B. 36458-2008 Impreso en Espaia por Book Print Digital Botanica, 176-178 08901 L’Hospitalet Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizacién escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccion total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamiento informitico, y la distribucisn de ejemplares de ella mediante alquiler 0 préstamo pulicos. Brae A a ee ee er eat Pe ae rar care 1 LA OBTENCION DE LA IMAGEN Capiruto 1 _Nociones introductorias L._Definicién y objetivos . . 17 2. Un poco de historia... Glin: ua i sumer ose EE 3._Desarrollo actual 26 4. Aspectos legales de la teledeteccién . ee es . 32 5.__Las ventajas de la observacion espacial... . a eS 5.1, Cobertura global y exhaustiva de la superficie terresire... 34 5.2. Perspectiva panorémica.. reue carne EOE 3._Observaci6n multiescale y no destructiva. ss 36 5.4, _Informaci6n sobre regiones no visiblesdel espectro.. 36 5.5._Cobertura repetitiva..... 0... 2... eae 36 5.6. Transmisidn inmediata. 31 5.7. Formato digital... Roe ak 6.__Fuentes bibliograficas ade Capiruto 2, _Principios fisicos de ta teledeteccién 43 2._El espectro electromagnético i i es AS 3. Términos y unidades de medida. ag 4.__Principios y leyes de la radiacion eleciromanndtica = 49 5._El dominio solar del especuo. J... aig deans 32 $.2. Medios para obtener firmas espectrales pe 39 5.3. Bibliotecas espectrales.. . ae ‘Comportamiento especttal dela vegetacion en el espectro plico. 60 El suelo en el espectro éptico amici 64 El agua en el espectio Optica... a aes 65 6._E1 dominio del infrarrojo térmico 67 6.1. Caracteristicas de la radiacion energética en el infrarrojo térmico. 6 6.2. Comportamiento espectral de la vegetacion en el infrarrojo térmico 70 6.3. Los suelos y el agua en el dominio térmico... . - ss bw 7 7. La region de las micro-ondas. re en pyrighted PRESENTACION La observacién de la Tierra desde el espacio ha experimentado en los ultimos afios un vertiginoso desarrollo, Ilegando a ser un aliado cada vez més imprescindi- ble en el seguimiento de procesos ambientales de gran impacto para nuestro plane- ta, como seria el calentamiento climatic, la desertificacién, la deforestacién, 0 la capa de ozono. En ésta como en otras nuevas tecnologias, resulta clave realizar un importante esfuerzo en Iz educacién y formacién continuada. Aprovechar el flujo de informacién que proporcionan los satélites de observacién terrestre requiere conocer los fundamentos de la adquisicién, su sentido biofisico, los criterios de interpreta- cién mas destacados, su engarce con otras fuentes de informacion mds convencio- nales. Este texto es fruto de actualizar la edicion publicada en el aio 2002, que pre- viamente habia sido publicada con el titulo Fundamentos de Teledeteccién Espacial en 1990 y 1996. Aunque puede adaptarse a estudiantes y profesionales de distintos grados, hemos intentado darle una orientacion ambiental. Hemos mantenido el esquema general de las ediciones anteriores de esta obra, poniendo al dia los aspectos que han sufrido peor el paso del tiempo, y extendien- do o simplificando, segiin el caso, otros apartados, con el animo de mejorar el enfo- que didactico del libro. La notacién que incluye el texto también respeta los criterios de las anteriores ediciones. Las formulas se citan entre llaves { }, con dos nimeros separados por un punto: el primero hace referencia al capitulo en donde se incluye y el segundo al orden dentro de ese capitulo. De forma similar se citan las figuras, entre paréntesis () y precedidas de la indicacién fig., también con dos nimeros. Aquellas que apa- recen con un asterisco * identifican imagenes en color y estan situadas en el encar- te central del libro. Por dltimo, en ocasiones se sugiere al lector acudir a otros capi- tulos para recabar informacién adicional. Esto se hard indicando la numeracion de ese capitulo entre paréntesis ( ). Al final de la obra, se mantienen, aunque algo en- riquecidos, los apSndices donde el lector podré encontrar informacion adicional so- bre esta técnica, un glosario de términos y un indice tematico. ‘Al igual que en ediciones anteriores de esta obra, mi trabajo ha estado en todo momento apoyado por los comentarios y sugerencias de alumnos, compaiieros de trabajo y colegas en la docencia o investigacién de esta materia. Aunque citarlos a todos aumentaria excesivamente la obligada brevedad de un prologo, resulta de jus- ticia resefiar a quienes han dedicado generosamente su tiempo a revisar diversos bo- rradores de esta obra. En lo que respecta a esta edicion, han resultado de especial 14 ‘TELEDETECCION AMBIENTAL interés los comentarios de David Riafio, Javier Martinez-Vega, Angela de Santis, Marta Yebra, Mariano Garcia y Hector Nieto. De las anteriores, no puedo olvidar la aportacién de José Sancho, Javier Salas, Pilar Martin, Inmaculada Aguado, Vicente Caselles, Xavier Pons y Alicia Palacios. Como dice un autor norteamericano, Leo Trese, «nuestra existencia sera poco feliz si no tenemos la conviccién de que la vida esta llena de sentido. Todo lo que hacemos, consciente y voluntariamente, lo hacemos por un fin; existe una razén por Ia que actuamos asi». Mi propésito al escribir este texto, al igual que ocurri6 con las ediciones anteriores, ha sido facilitar la ensefianza de esta disciplina a estudiantes y profesionales de distintas procedencias, tanto en nuestro pais, como los queridos la- tinoamericanos. Mas alla del esfuerzo que esta tarea lleva consigo, mi mayor alegria ha sido recibir comentarios sobre su utilidad didactica, Espero que esta nueva edi- cién siga contribuyendo a esa tarea de formacién, no s6lo porque la docencia es mi principal actividad, sino porque estoy convencido de que la educacién es la mejor contribucién que podemos realizar al desarrollo de los pueblos. Alcalé de Henares, mayo de 2008 EMILIO CHUVIECO SALINERO PRIMERA PARTE LA OBTENCION DE LA IMAGEN CapiTuLo 1 NOCIONES INTRODUCTORIAS «Es grandioso el especticulo de las fuerzas veriadas de la vida que Dios infundié en los seres creados haciéndoles desarro- larse en formas cada vez més bellas y admirables.»» CHARLES DARWIN, El origen de las especies 1. Definicién y objetivos Volar ha sido, desde épocas muy remotas, uno de los suefios mas intensamente an- helados por la Humanidad. Pese a la persistencia del intento, sélo en fechas recientes se ha dispuesto de los medios técnicos necesarios para hacer realidad este deseo. Desde ese momento, el ritmo de la innovacién tecnoldgica ha sido vertiginoso, lo que nos ha per- mitido enriquecer notablemente nuestro conocimiento sobre el planeta y sus habitantes. Uno de los principales acicates de esta aventura aérea ha sido la bisqueda de una nueva visién de los paisajes terrestres. El afin de remontar la limitada perspectiva de Ja vision humana es evidente ya desde los inicios de la aerondutica, y llega a jugar ac- tualmente un destacado papel en la investigacién espacial. Esa observacién remota de la superficie terrestre constituye el marco de estudio de Ja teledeteccién, Este vocablo es una traduccién latina del término inglés remote sen- sing, ideado a principios de los sesenta para designar cualquier medio de observacién remota, si bien se aplicé fundamentalmente a la fotografia aérea, principal sensor de aquel momento. En sentido amplio —y asi se tratard en este libro—, la teledeteccién no engloba sélo los procesos que permiten obtener una imagen, sino también su posterior tratamiento e interpretacion. Actualmente se estd desvaneciendo bastante la frontera en- tre teledeteccién aérea y espacial, tanto porque la primera emplea cada vez mas sensores digitales, como porque Ia segunda ofrece niveles de detalle antes slo logrados desde cémaras aeroportadas, Por ello, la mayor parte de las técnicas tratadas en este libro pue- denaplicarse indistintamentea imagenes adquiridas desde avién o desde satélite, si bien ‘os centraremos principalmente en sensores montados sobre plataformas espaciales. Se asume que el lector est familiarizado con las técnicas de foto-interpretacién, ya que han venido siendo comunes en la mayor parte de las facultades con orientacién medio am- biental. 18 ‘TELEDETECCION AMBIENTAL Si hemos definido la teledeteccién como aquella técnica que permite adquirir imigenes de la superficie terrestre desde sensores aéreos 0 espaciales, estamos asu- miendo que entre suelo y sensor existe una interaccién energética, ya sea por reflexién de la energia solar 0 de un haz energético artificial, ya por emisiOn propia. A su vez, es preciso que ese haz energético recibido por cl sensor sca almacenado conveniente- mente, bien a bordo del satélite, bien en las estaciones receptoras, de cara a que pueda interpretarse para una determinada aplicacién. Como antes comentamos, ese andlisis de la informacion recibida se incluye también —en sentido amplio— dentro del estu- dio de la teledeteccion, aunque esté mas all de los procesos de adquisicion propia- mente dichos. No obstante, constituye un capitulo fundamental para nuestros intere- ses, por cuanto esta obra se dirige mas a quienes explotan la informacién adquirida por estos sensores que a quienes disefian los sensoreso las plataformas que los sustentan. Tal y como se concibe en la presente obra, un sistema de teledeteccion espacial incluye los siguientes elementos (fig. 1.1 1. Fuente de energia, que supone el origen de la radiacion electro-magnética que detecta el sensor. Puede tratarse de un foco externo a éste, en cuyo caso se habla de teledeteccién pasiva, o de un haz energético emitido por el sensor (teledeteccién acti- va). La fuente de energia mas importante, obviamente, es el Sol, pero también puede realizarse teledeteccién a partir de la energia emitida por los mismos objetos observados, o desde fuentes artificiales. 2. Cubierta terrestre, formada por distintas masas de vegetacién, suclos, agua o construcciones humanas, que reciben la sefial energética procedente de (1), y la refle- jan o emiten de acuerdo a sus caracteristicas fisicas. 3, Sistema sensor, compuesto por el sensor, propiamente dicho, y la plataforma que loalberga. Tiene como misi6n captar la energia procedente de las cubiertas terres- tres, codificarla y grabarla o enviarla directamente al sistema de recepcion. 4, Sistema de recepcién-comercializacién, en donde se recibe la informacién transmitida por la plataforma, se graba en un formato apropiado, y, tras las oportunas correcciones, se distribuye a los interesados. 5. Intérprete, que convierte esos datos en informacion tematica de interés, ya sea visual o digitalmente, de cara a facilitar la evaluacion del problema en estudio. 6. Usuario final, encargado de analizar el documento fruto de la interpretacion, asi como de dictaminar sobre las consecuencias que de él se deriven. EI simil de la visin humana puede ayudar a entender el significado de estos componentes. El ojo humano (3) recibe un haz energético procedente de los objetos. exteriores (2) por reflejo de la luz solar (1). Esa sefial se transmite al cerebro (4), que es capaz de formar una serie de imégenes sobre el mundo real que le circunda. El in- dividuo que observa es a la vez intérprete (5) usuario final (6) de la imagen detecta- da, lo que le permite tomar decisiones sobre su propio comportamiento. En otras pa- labras, la vision humana forma un sistema de teledeteccién —muy sofisticado por cierto—, puesto que nos permite caracterizar con mucho detalle los objetos que ob- servamos. Sin embargo, nuestra percepcién visual presenta también algunas limitaciones. Por un lado, se restringe por la sensibilidad espectral de nuestras células sensoras, que NOCIONES INTRODUCTORIAS 19 Fuentede energia Sistema “ sensor Sistema de recepcién ‘TRATAMIENTO VISUAL TRATAMIENTO DIGITAL, Usuario final Fig. 1.1. Componentes de un sistema de teledeteccién. 20 ‘TELEDETECCION AMBIENTAL s6lo nos permiten apreciar un determinado tipo de energia, denominado, por esa ra- zon, espectro visible. Otras formas energéticas, como el calor, no son observables vi- sualmente, por lo que parece conveniente contar con unos «ojos artificiales» que am- plien nuestras propias posibilidades. Por otro lado, el campo de vision humano esta li- mitado por nuestra propia estatura, 0 a la que podemos adquirir desde observatorios naturales, por lo que abarca un pequefio radio. Ademas, se trata de una perspectiva oblicua. Ambos factores dificultan observar fendmenos que afectan a amplios territo- rios, como inundaciones o procesos de desertificacion, donde las estimaciones visua- les pueden ser imprecisas. Para paliar estas limitaciones, se ha acudido a sensores artificiales, montados sobre plataformas situadas a una cierta altitud. Con ellos, se tie- ne acceso a tipos de energia no visibles (ultravioleta, infrarrojo, micro-ondas), y, ade més, desde una nueva perspectiva, vertical y panorémica. Esta nueva informacién expande notablemente nuestro conocimiento del medio que nos rodea, facilitando la interpretacion de multiples procesos que afectan al Planeta. El creciente empleo de distintos sensores de observacién terrestre esta originando no sdlo una enorme cantidad de informacién, sino también una nueva forma de estudiar la superficie terrestre. La teledeteccién, junto a las técnicas anejas de almacenamiento y proceso de la informacién geogrifica, permite disponer de una masa ingente de datos sobre el territorio, algunos de ellos accesibles en tiempo real. Para aprovechar con fruto estas técnicas, el recurso a los ordenadores electrénicos resulta casi inevitable. Una vez salvado el necesario entrenamiento, estos equipos amplian notablemente nuestra capa- cidad de andlisis: ayudan aelaborar una interpretacion rapida y econémica del problema bajo estudio, a la vez que permiten abordar analisis integrados, dificilmente viables con otros medios tradicionales. En definitiva, y gracias a estos recursos, podemos cada dia poner mis el énfasis sobre el planteamiento de modelos y el anilisis de resultados —ta- Teas éstas donde la inteligencia humana resulta insustituible—, librandola de otras labo- res mecnicas (acopio, proceso y ordenacion de datos), que han consumido hasta hace p0cos afios las mejores fuerzas del investigador. De acuerdo con el esquema antes enunciado, esta obra engloba el estudio de los distintos elementos que forman un sistema de teledetecci6n. En primer lugar, se anali- zan los procesos que permiten obtener las imagenes espaciales: principios fisicos de transmision de la energia (cap. 2), y técnicas de adquisicin de imagenes, con un breve repaso de los principales proyectos de observacién terrestre (cap. 3). El resto de los ca~ pitulos se centran en la interpretacién —tanto visual como digital—de las imagenes, punto crucial para los interesados en las aplicaciones de esta técnica (caps. 4 a7). La verificacion de los resultados obtenidos en esa fase se aborda en el capitulo 8, para concluir la obra con el 9, a modo de epilogo, dedicado al estudio de la conexién entre la teledeteccién y los Sistemas de Informacion Geografica, dentro de un plan- teamiento integrado del andlisis medio ambiental. Estos capitulos se preceden de éste, que incluye unos comentarios sobre el pasado, presente y desarrollo previsible de la teledeteccién, incluyendo algunos aspectos legales que pueden ayudar a enmarcar conflictos internacionales derivados de esta observacion terrestre. NOCIONES INTRODUCTORIAS 21 2. Un poco de historia La teledeteccién es una técnica aplicada, y como tal muy dependiente del estado de desarrollo tecnolégico existente en cada momento. Por cuanto conjuga aspectos muy variados —éptica y detectores del sensor, plataforma que lo sustenta, sistemas de transmisi6n, equipos de tratamiento, etc.—, las formas de teledeteccién han variado ostensiblemente en las tltimas décadas (fig. 1.2). El crecimiento ha sido realmente vertiginoso, facilitando una progresin muy notable, tanto en la cantidad, como en la variedad y calidad de la informacién disponible para campos cientificos muy variados. Las primeras experiencias de teledeteccién se remontan a 1859, cuando Gaspar Félix de Tournachon obtuvo las primeras fotografias aéreas desde un globo cautivo (fig. 1.3). Al afio siguiente, James Wallace repitié la experiencia sobre la ciudad de Boston, poniéndose en evidencia el interés de la nueva perspectiva aérea para un co- nocimiento mas detallado de la organizacin urbana. En los afios posteriores, se produjo un importante desarrollo de la observacién fotografica desde avién, gracias a los progresos realizados en épticas y emulsiones. En 1909, Wilbur Wright adquirié la primera fotografia aérea, abriendo el camino auna larga historia de observacién desde plataformas remotas. La primera cdmara aérea propiamente dicha se desarrollé durante la Primera Guerra Mundial, concretamente en 1915, por J.T.C. Moore-Brabazon. La importancia estratégica de este escrutinio quedé pronto en evidencia, desarrollindose notablemente las técnicas de adquisicién y procesado fotografico (Brookes, 1975) El segundo conflicto bélico implicé un notable desarrollo de las técnicas de tele- deteccién aérea. El progreso se orienté a mejorar la éptica de las cmaras de reconoci- miento, asi como las emulsiones utilizadas (de esta época proceden las primeras peli- culas en infrarrojo, desarrolladas por Kodak Research Laboratories). Asimismo, se introdujeron nuevos sensores, como el radar, y se mejoraron los sistemas de comuni- cacién. Por otro lado, la aerondutica prosperd notablemente, lo que aseguré mayor estabilidad a las plataformas de observacién. Todas estas innovaciones se aplicaron posteriormente para usos civiles, desarro- lléndose las primeras aplicaciones de esta exploracion aérea para el conocimiento y control de los recursos naturales. En los afios de posguerra se perfeccionaron los siste- mas radar, introduciéndose el radar lateral aerotransportado (SLAR), y se pusieron a punto los sensores térmicos de barrido. A finales de los afios cincuenta, el desarrollo de los sistemas de navegaci6n per- mitio concebir los primeros ingenios espaciales. La denominada «guerra fria» dirigio hacia el espacio uno de sus objetivos preferentes, alenténdose, desde uno y otro ban- do, una intensa investigacién en estos temas. La primera fotografia espacial fue toma- da en 1947 desde unos 200 km de altura sobre el estado de Nuevo México (EE.UU.) atilizando un cohete V-2 capturado a los alemanes. Diez afios mas tarde, en 1957, se lanz6 el primer satélite artificial, el Sputnik, al que han seguido una larga serie de mi- siones civiles y militares, que han permitido no sélo la exploracion de nuestro Planeta, sino también de la Luna y los planetas vecinos. El grave incidente diplomatico ocurrido en 1960 tras la captura por parte de la en- tonces Unidn Soviética de un avién de espionaje estadounidense, el U-2 (fig. 1.4),

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