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’ El lenguaje Introduccién al estudio del habla por EDWARD SAPIR toes snipe 10s ejemplos ingleses, sews ett que hubiera sido {cil cambiarlos por jemplos espaiules. Pero afiadimos de ver en cuando (entee corchetes) alguna referencia al espatiol, alguna aclaraci6n, al- guna nota af pie de la pigina, asi como las traducciones de fos ejemplos inglescs. 1 INTRODUCCION: DEFINICION DEL LENGUAJE Et. HABLA es un hecho tan familiar de la vida de todos Jos.difas, que raras veces nos preocupamos por definir- Ia. El hombre la juzga tan natural como la facultad de caminar, y casi tan natural como la tespiracién. Pero s6lo-hage falta un instante de reflexion para conven- cemos de que esta “‘naturalidad” del habla es una im- presién ilusoria. El proceso de adquisicién del habla &, en realidad, algo totalmente distinto del proceso de aprender a caminar. En este ultimo caso, la cultura “Po, en otras palabras, el conjunto tradicional de_hé- Dites sociales— no entra propiamente en jucgo. Cada hifi esti preparado, por el complejo conjunto de fac- tores que flamamos herencia biolégica, para realizar to- das las adaptaciones musculares y nerviosas que produ: cen el acto de caminar, Puede decirse, de hecho, que Ia misma conformacién de los misculos y de Tas partes pettinentes del sistema nervioso esta adaptada desde fun principio a los movimicntos que se hacen sl cami nary al Hlevar a cabo actividades andlogas. En senti. do muy concrcto, podemos decir que el ser humand normal ¢st& predestinado a caminar, no porque sus Ma: yores lo gyudarin 2 aprender este atte, sino porque su Srganismo esti preparado, desde, el nacimiento, y aun Geade el momento de la concepcién, para realizar todos esos desgastes de energla nervosa y todas esas adaptz- Ciones musculares que dan origen al acto de caminar Dicho sucintamente, cl caminar ¢s ung funcién biol’ gica inherente.al hombre. No asi cl lenguaje. Es claro, desde luego, que ea cierto sentido cl individyo_esté_predestinado a habla, pero esto se debe a la circunstancia de que ha nacida de la naturaleza, sino también en et edad que. esta segura. —y con toda he 10 DEFINICION DEL LeNCUAJE mos Ia sociedad, y habri todas Jas razones para creer “que aprender a caminar, dando por supuesto que lo Bte sobrevivir. “Pero igualmente seguro cs que nunca aprenderé a hablar, esto es, a comuniicat ideas segin el sistema tradicional’ de una Sociedad déterminada. O, si no, separemos al individuo recién nacido del ambiente social a que ha Hegado y transplantémoslo a un ambien- te totalmente distinto, Desarrollard el arte de caminar, en su nuevo medio, més o menos como lo hubiert desarrollado en el antigua. Pero su habla seré absolue tamente diversa del habla de su ambiente primitivo, Ast, pues, la facultad de caminar es una actividad hu: mana general que no varia sino dentro de fimites muy circunscritos, segin los individuos. Su variabilidad es involuntaria'y sin finalidad alguna, Elhabla.es_una actividad humana que varia sin’ limites precisos en los distintos grapos_ sociales, porque es una herencia pura. mente _histérica “del gripo, producto de uit habito so- cial mantenido durante largo tiempo. Varia del mismo modo. que varia todo esfuerzo creador, quizd no de manera tan consciente, pero cn todo caso de modo tan i..fevverdadero como lis teligiones, las creencias, las costum- « bres y Tas attes de los diferentes pueblos.” El caminar scores una funeién organics, una funcion instintiva (au ue NO, por supucsto, un instinto en si mismo); el instintiva, una funcidn adqui- 11 el lenguaje un sistema puramente conyencional de simbolos sonoros, un liecho que ha engafiado a la mentalidad popular hasta el pun- to de hacer atribuir al habla una base instintiva que en realidad no posee. Nos refcrimos a la conocida observa- cidn de que, bajo el impulso de la emocién —por ejem- plo, de un dolor agudo y repentino o de wna alegria sin freno—, cinitimos involintariamente ciertos sonidos que quien los eseucha interpreta como indicadores de la einocién misma. Pero hay us2 enorme diferencia en. te esta expresin involuntaria «el sentimicnto-y aquel tipo normal de comunicaciée, de ideas que es cl ha- DEFINICION DEL LENGUAJE, i bla. La primera de esas expresiones es ciertamente ins- tintiva, pero no simbélica; cn otras palabras, el sonido emitido al sentir dolor o alegria no indica, en cuanto tal sonido, la cmocion; no se pone a cierta distancia ~—-digimoslo asi— para anungiat que estamos sintiendo fa! © cual emocién. Lo que’ hace ¢s servir de’ expan- sién ms 0 menos automstica de la energia emocional; €n cierto sentido, el sonido emitido entonces es parte integrante de la emocién misma, Mas atin, esas excla- maciones instintivas no constituyen una comuriicacion en el sentido estricto de la palabra. No se dirigen a nadie; apenas se cntrcoyen —si acaso se oyen— como cl ladrido de un perro, el ruido de pasos que se accrcan © cl silbido del viento. Si transmiten cicrtas ideas al oyente, esto es sélo cn el stntido muy general en que decimos que cualquier sonido, y aun cualquier fendme- no ocurrido a nucstro alrededor, transmite una idca a la mente que lo percibe. Si cl involuntatio grito de do- Jor que convencionaimente se representa con “jay!” se considera como un verdadero simbolo del habla, equi valente a una idea mas 0 menos como ¢sta: ‘siento un fuerte dolor’, entonces sera igualmente licito interpre: tar Ia aparicién de nubes como un simbolo equivalente, portador del mensaje concreto ‘es probable que lueva” Sin embargo, una definicién del lenguaje tan amplia que abarque cualquier modo de deduceién pierde todo sentido No hay que cometer el error de identificar nuestras, interjeceiones convencionales (nuestro “joh!” y “yah!” nuestro “jchist!”) con los gritos instintivos en si mis. mos... Esas interjceciones no son ms que fijaciones con. veheionales de sonidos naturales. De ahi que dificran muchisimo en los diversos idiomas, de actiesdo con ¢h genio fonético peculiar de cada tino dé ellos. En cuan. to tales, se las pucde considciar como ‘paste integrante del habla, en el sentido propiamente cultural de este término, puesto que no se identifican con los gritos lnstintivos en si, tal comy cuckoo y killdeer | tio se iden 2» [B} cackoo es et cu or es un ae norte: 2 DEFINICION DEL LENGUAJE tifican con el grito de los pajaros que esas voces desig: han, y tal como lz mésica con que Rossini representa Tan’ gempestad en la obertura de Guillermo Tell no es ont ealidad una tempestad. En otras palabras, las ine ferjeceiones y palabras imitativas de sonidos de} habla terieccione elacionan con sus pratotipos naturales del mismo modo como el arte, producto ‘puramente social meitural, se relaciona con la naturaleza. Podré obje- fase que, aunque las interjecciones difieren en cierta wmodidh de una lengua a otra, presentan, sin embargo, Temejanzas asombrosas y que, por lo tanto, se las pue- Se considerar como emanadas de una base instintiva SSmitn. Pero el caso de las interjecciones no difiere en ‘sada, pongamos por ejemplo, de las diversas formas na- Tomes de representacion pictérica, Un cuadro japo- és que tepresente una colina difiere de un cuadro meedcmno europeo que represente una colina muy seme fante, y al mismo tiempo sc Ye parece. Uno y olto 56 Fin ingpirado en el mismo tipo de paisaje, y uno y otto Tadmiban’™. Ni el uno ni el otto son exactamente la 10 sca cosa que cl paisaje, mi son, en sentido estricto, smontinuaciOn directa del paisaje natural. Si las dos foumas de representacion no son idénticas es porque rma on de diferentes tradiciones histOricas y se han Frccutado con distintas tecnicas pietoricas, Del mismo thodo, las intexjecciones del idioma japonés y del idio- mreiglés proceden de vn prototipo natural comin, Tos gritos instintivos, y por To tanto, de mancra inevitable, Bgugiewen el uno al otro. Difieren a veces mucho @ we ces® poco, porque se han construio con. materiales verEenfcas histOricamente diferentes: las tradiciones lin- eilsticas respectvas, los sistemas fonéticos y los, pébitos Be enguaje de cada uno de los dos puchlos. Sin em fargo. los gritos instintivos, en cuanto tale, son price Heonente idénticos en toda la humanidad, del mismo tiado come el esqueleto humano o ct sistema nerviosg Maer Gesde cualquier punto de vista, un tasgo “fijo™ del Frakaw Vamada asi por “onomatopeya”s en el mimo easo extn ST aldo, pajarillo mexicano, y el benteveo, patito ‘argentino.} DEFINICION DEL LENGUAJE B ismo humano, es decir, un rasgo que no varia sino de manera muy leve 0 “accidental”. ‘Las interjecciones se cuentan entre los clementos menos importantes del lenguaje. Su examen ¢s pro- Yeohoso principalmente porquc se puede demostrar que aun ¢sos sonidos, que todos convienen en considerar * como los més cercanos a la expresién instintiva, s6lo tienen naturaleza instintiva en un sentido superficial. ‘Asi, pues, aunque fuera posible demostrar que cl Ten- guaje todo se remonta, en sus fundamentos primordia: Fee historicos y psicolégicos, a las interjecciones, no se seguitia de ello que el lenguaje sea una actividad ins: tintiva. De hecho, todos ‘fos intentos de explicar de tea manera el origen del lenguaje han sido infructuo-” Sos. No existe una prucba tangible, ni historica ni de inguna otra especie, que demuestre que cl conjunto ” Ge fos elementos del habla y de los procedimientos lin- Bilsticos ha surgido de las interjecciones. Fstas_cons- Fituyen una parte muy reducida_y funcionalmente in- ‘significante del_v¢ fio. de Tos divetsos idiomas; en Siouna época y «1 ina provincia Tinguistica de que tencamos noticia podemos observar una tendencia no- table 2 convertir las interjecciones en urdimbre inicial del lenguaje. En el mejor de los casos, no pasan de ser fa orla dccorativa de un amplio y complicado tejido. 'Si esto puede decitse de las interjecciones, con ma- x Tazn cabe dccitlo de las palabras onamatopéyicas. ralabras como whippoorwill,? to mew {‘maullar'], to caw igraznar’} no son de ninguna manera sonidos naturales gue el hombre haya reproducido instintiva y automat inente. Son ercaciones del espiritu humano, vuclos de a fantasla, en el mismo sentido cn que lo es cualquier atro elemento del Ienguaje. No brotan directamente de PE Rstursleza; son sugeridos por ella y jucgan con ella. Asi, pues, la teoria onomatopéyica del origen del lengua- i {a tcoria que explica todo lenguaje como gradual cvo- eién de sonidos de caricter imitativo, nos deja tan 2 [Eapecie de chotacabeas nosteamericano, euyo nombre se debe 2 onomatopeya] 14 DEFINICION DEL LENGUAJE lejos del plano instintivo como el lenguaje en su forma actual. En cuanto a la teoria misma, no es més digna de fe que la teorfa paralela del origen interjeccional. De muchas palabras que ahora no nos parecen onomatopé- cas se puede demostrar, es cierto, que cn otto tiempo tan tenio una forma fondtica en que se ve que fueron originalmente imitaciones de sonidos naturales. Tal ocu- ree con la palabra inglesa to laugh {‘rcir’}. Sin embargo, ¢s del todo imposible demostrar —y ni siquicra parece intrinsecamente razonable suponcrlo—- que el aparato formal del lenguaje se derive de una fuente onomato- pévica; si algo proviene de ésta, seré una parte infima de los’ clementos lingiiisticos. Bor mis dispuestos que estemos, en principio, a considerar como de importan- cia fundamental en las lenguas de los pucblos primiti vos la imitacién de sonidos naturales, la realidad es que estas lenguas no mucstran una preferencia particulae Por las palabras imitativas. Entre los pueblos més pri- mitivos de la América aborigen, las tribus athabaskas, ca el rfo Mackenzie, hablan Tengaas en que apenas hay palabras de ese tipo, o en que faltan por completo; y en cambio, lenguas ‘tan refinadas como el inglés o el aleman emplcan a manos lenas las onomatopeyss. Este ejemplo revela qué escasa importancia tiene ta simple imitacién de Jos sonidos para la naturaleza esencial del habla. Con esto ha quedado allanado el camino para dar una_definicién adecuada del lenguaje. EL lenguaje es jun_método exclusivamerité humano, y no instintivo, de comunicar idGis, Enidciones y descas por medio de un sistema de simbolos producidos de manera deliberada. “Extos_ simbolos sow ante-woda waditives,-y son” produ: cidos “por Tos Mainados “Grginos del hab”. No hay en el habla humana, en‘cuanto tal, una base instintiva apreciable, si bien es cierto que Jas expresiones instin- tivas y el ambiente natural pucden servir de cstimulo para el desarrollo de tales o cuales clementos del ha- bla, y que las tendencias instintivas, scan motoras 0 de otra especie, pueden dor a la expresién lingiilstica una extensién 0 un molde predetcrminados. La comu- DEFINIGION DEL LENCUATE 15 nicacién, humana 0 animal (si acaso se puede lamar “comunicacién”), producida por gritos involuntarios instintivos, nada tiene de Ienguaje en el sentido en que nosotros lo entendemos Acabo de hablar de los “érganos del habla”, y po- dria parecer, a primera vista, que esto equivale a adn tir que el habla misma constituye una actividad instin- tiva, biolégicamente predeterminada. Pero no debemos dejarnos extraviar por esa simple expresin; no existen, en sentido estricto, érganos del habla: lo gue hay, soi s6lo Srgands que, de manera incidental, pueden servit Para la produccidn de los sonidos del habla, Los pal mones, li Taringé, el paladar, la nariz, la lengua, los dicntes y los labios se emplean para ese ‘objeto, pero no se les debe'considerar como drganos primarios del habla, dél' mismo modo que los dedos no pueden con. siderarse como diganos esencialmente hechos para tocar el piano, ni las rodillas como érganos de la oracién. El habla no es una actividad simple, realizada por tino 0 inds Srganos biolégicamente adaptados pari ese ob- jeto. Es una red muy compleja y siempre cambiante de adaptaciones diversas —en’¢) cerebro, en el sistema ncivioso yen los. Grganos articultorios’y,auditivos— gue_tiende a Ia_deseada_meta_de, la.comminicacién de ideas. Podemos decir que los pulmones sc desarrolla- ron para llevar a cabo la funcién biolégica indispensable que se conoce com el nombre de respiracién; la natin como érgano del olfato; los dientes como érganos iiti- Jes para triturar los alimenitos y dejarlos listos para la digestion. Asi, pues, si estos y otros Srganos se em plean constantemente en el habla, es slo porque cual-* quier érgano, desde el moriento én que existe, y en la medida en que puede ser gobernado por'la volantad, ” es susceptible de una utilizacién para fitilidades sc! cundarias. Desde el punto de vista fisiolégico, cl habla ¢s_uma funcign adyacente, 0, para decirlo con inayor exactitud, un grupo de funciones adyacentes. Aprove? cha todos los servicios que puede de ciextos éuganos y funciones, netviosos y musculares, los citales deben su 16 DEFINICION DEL LENGUAJE origen y su existencia a finalidades muy distintas de las lingitsticas, Es cierto que los psico-fisiélogos hablan_de_ Wzacién de la palabra. en_el cerebro. Esto no put significat otra cosa sino que los sonidos del habla estén localizados en el centro.auditive del cerebro, 0 en una parte circunscrita de este. centro, tal como. estin locali- zadas alli otras clases de sonidos; y gue Jos procesos ‘Hotores que intervienen en el habla (como son los mo- Vmientoe de las cuerdas ‘vocales en Ia laringe, los movi- mientos de la lengua necesarios para la pronunciacién de las vocales, los movimientos de los labios necesarios para articular ciertas consonantcs, y muchos otros), se. encuentran localizados-en_los. centros_motores, .exacka- mente como los demas impulsos de que dependen acti- vidades motoras especiales. De la misma mancra, en el centro visual dal cerebro radica el comando de todos Jos procesos de reconocimicnto visual quc entran en juego en I lectura. Naturalmente, los puntos 0 gru- pos de puntos particulares de localizacion que sc en- cuentran en los diversos centros y que se refieren a tun elemento cualquiera del lenguaje, estén conectados en el cetebro por ramales de asociacién, de tal manera que el aspecto exterior © psico-fisico del lenguaje con- siste en una vasta red de localizaciones asociadas en el cerebro y en los centros nerviosos secundarios; y, desde Tuego, las localizaciones auditivas son las més impor- tantes de todas en lo que sc refiere al Ienguaje. Sin embargo, un sonido del habla localizado, en ¢l cerebro, aun cuando esté asociado con los movimientos. parti- ‘calates dé | ios del habla” necesarios para pro- cielo, asta iucho todavia de constituir un elemento 1 lenguajc; ¢s preciso, ademés, que se asocie con al- ee Steentoo'con aigin grupo. de clementos.de la experiencia, por ejemplo con una imagen visual o una Gee de imagenes visuales, 0 bien con una sensaciér de relacién, antes de que adquicra un significado Tir gilstico, por rudimentario que sea. Este “elemento Ta experiencia es el contenido 0.” ado” de la tnidad lingiisticg, Tos p hiales asociados con : DEFINICION DEL LENCUAJE 7 4, sean auditivos, motores o de otra naturaleza, y que sitven de respaldo inmediato al acto de pronunciar y al acto de escuchar cl habla son simplemente un sim- bolo complejo de esos “‘significados", o un signo que los expresa. De los “significados” voiveremos a hablar mds adelante. Asi, pues, lo que vemos inmediatamente es que el lenguaje, en cuanto tal, no se encuentra loca- * Iizado de manera definida, ni puede estarlo, pues con- iste en clacién simbilica peculiar —hsiol6gica- mente aibifraria— entre todos los posibles elementos de la consciencia por una parte, y por otra ciertos otros tictilares, localizados en los Gentios cere- brales y nerviosos, sean’ ailditivos, motores o de otra naturaleza, Si se puede consideraf el Jenguaje como “Tocalizado” de manera definida en el cerebro, es s6lo en ese sentido general y sin mucho interés en que se puede decir. que estin “en el cerebro” todos los aspec- tos de la consciencia, todo interés humano y toda ac-1 tividad humana. Por consiguiente, no tenemos més remedio que aceptar el lenguaje como ua sistema fun-.. ional plenamente formado dentro de la constitucién... 1.” fquica © “espiritual” del hombre. No pademos de- pr: inirlo como una entidad en términos puramente psico- ; fisicos, por més que Ia base psico-fisica sea esencial para f.-s* su funcionamiento en cl individuo. Por supucsto que, desde el punto de vista del fisi6- logo o del psicélogo, estamos haciendo una abstraccién 7 injustifeable coando. ast nos proponemos estudiar el tema del lenguaje sin una constante y explicita refe- tencia a la base psico-fisica. No obstantc, semejante abstraccién es justificable. Podemos discurris con buen |.” provecho acerca de Ia intencién, la forma y la historia »." del habla, de la misma manera, exactamente, como dis- curtimos acerca de la naturaleza de cualquier otra fase de la cultura humana —el arte o la religién, por cjem- plo—, esto ¢s, como una entidad institucional o_cultu- sal, dejando 2’ un lado los mecanismos orginicos =ilbgicos por ser cosas obvias y sin tnterés para muestro abjeto. En conséctisncia, debe quedar claro, de una vez por todas, que esta introduccién al estudio del habla ne ‘ee 18 DEFINICION DEL LENGUAJE ho se ocupa de esos aspectos de la fisiologla y de Ja Psicologia fisiolégica que estin en los cimientos del lenguaje. No vamos a hacer el estudio de la génesis y el modo de obrar de nlsmo concreto, sino una investigacién acerca de la funcién y la forma_de £305 sistemas atbitratios de simbolismo que conoceios con cl nombre de idioma Ya he indicado que la esencia del lenguaje consiste cn el hecho de tomar sonidos convencionales, articula- manera voluntaria, 0 sus equivalentes, como xe- itantes de Tos diversos elementos de la experien- cia, La palabra house ('casa'] no ¢s un hecho lingiilstico “si por €l se entiende simplemente el efecto acistico que sobre el ofdo producen las consonantes y voca- les que constituyen dicha palabra, pronunciadas en de- terminado orden; tampoco es un hecho lingiiistico a causa de los procesos motores y de las sensaciones thc- tiles que intervienen en la articulacién de la palabra: nia causa-de la percepeién visual por parte de quien escucha esa articulacién; ni a causa de la percepcién visual de Ta palabra house en una pagina manuscrita o impresa: ni a causa de los procesos motores v sensacio- nes tictiles que entran en juego para escribir Ja pala- bra; ni, finalmente, a causa de ln memoria de alguna de estas experieneias o de todas ellas. La palabra house sélo es un hecho lingtifstico cuando todas estas expe- s combinadas, y tal vez otras que no hemos men- cionado, s¢_asocian automdticamente con Ia imagen de una_casa: entonces comienzan a adquirir Ja naturaleza =n sibolo, de una palabia, den elemento del Tenguaje. Pero no es snficiente todavia el simple hecho de ‘semejante asociaciém. Puede ser que alguna vez oigamos una palabra cualquiera, proferida en una casa determinada en circunstancias tan impresionantes, que aunea, desde ese momento, vuclva a nuestra conseien- cia la imagen de Ta casa sin que al mismo tiempo se haga presente aquella palabra. v viceversa. Este tino de asociacién no constituye el lenguaje. La asociacién 1_que_nos referimos debe ser puramente simbélica: di cho dé otm manera, la palabra debe denotar la imagen, 4 DEFINICION DEL LENGUAJE, 19 debe rotularla, y no debe tener otra funci6n que la de un paralélo “suyo"en oto pling, ya ee paralelo pode. mop acudir eadr We Gus bea nekeaio comes Semejante asociacidn, que es voluntaria y en un se tido arbitraria, cxige un notable ejercicio de atencién consciente, ‘par lo menos en el comienzo, ya que el habito no tarda en hacer esta asociacién tan autom- tica como muchas otras, y mas ripida, Pero quizd hemos avanzado con demasiada veloc dad. Si el simbolo house —sea una experiencia 9 ima, gen auditiva, motora 0 visual— no se refiriera mis que ala sola imagen de una casa deterininada, vista, en uta Sola ‘Scasién, ina ‘critica, indulgenite podria, quid datle el nombic de elemento del lenguaje; sin embargo ¢sevidente desde el principio que un lenguaje cons tuldo en esa forma tendria un valormuy eeiso, 0 ule, Hinalidades de la Comunieacion. El mundo de i Seperiencie necesita ser simpltfeddo gene nlizado Gnosinemente para que sex ponble Ih un_inventario simboliéde todas Wuestisg Gee 1 inventar nbolico de tag experiencias de-cosas y relaciones; y ese inventazio es indi sable si juctemos comunicar ‘ideas. Los elementos del lengus- je, los simBolos rotulsdores de nuestras experiencias tie nen que asociatse, pucs, con grupos enteros, con clases bien definidas de experiencia, y no propismente con las experiencias aisladas en si mismas. Solo de ¢sa tna. nera es posible la comunicacién, pues la_experiencia aislada no radica més que en una consciencia indivi. dual y, hablando en ténminos estrictos, es incomuni. cable. "Para que sca co ida, necesita relacionarse conuna categoria que [a comunidad acepté tdcitamen- te como una identidad.~Asf, Ta imiprésiOn” particular que fa dejado en mf una casa determinada, necesits identificarse con todas mis demas impresiones acerca de ella. Y ademés, mi memoria generalizada, o sea mi “no cién’" de esa casa debe fundicse con las nociones que se han formado acerca de la casa todos Jos individuos que Ja han visto, La experiencia particular que nos ha servido de punto de arrangue se ha ensanchado ahora de tal manera, que pucde abaccar todas las impresioines 20 DEFINICION DEL LENGUAJH © imagenes posibles que acerca de la casa en cuestién se han formado o pueden formarse seres sensibles. Esta primera simplificacién de la experiencia se encuentra en Ja base de gran namero de elemento del habla, Jos Tamados nombres propios, o palabras que designan individuos w objetos individuales. Es, en lo esencial, el mismo tipo de simplificacién que constituye cl fun- damento o el material bruto de la historia y del arte. Pero no pademos contentamos con este procedimiento de redyecién de algo que, como Ia experienciz, es infi- nito. Debemos Tlegar hasta la médula de las cosas, de- Demos poner en un solo montén, de manera mas o me- nos arbitraria, masas entcras de experiencia, viendo en ellas un niimero bastante de semejanzas para que nos autoricen a considerarlas idénticas (lo cual es errénco, pero itil para nuestro objeto). Esta casa y aquella otra casa y miles de otros fendmenos de caricter anélogo se aceptan asi en cuanto tienen un nimero suficiente de rasgos comunes, a pesar de las grandes y palpables diferencias de detalle, y sc clasifican bajo un mismo rotulo, En otras palabras, el clemente lingiifstico house ¢s, primordial y findamentalmente, no cl simbolo_de ‘una percepeidn aislada, ni siquiera de la naciéa de un objeto particular, ‘sino de un “concepto”, 0, dicho en otra forma, de una cdmoda envoltura de pensamien- tos en la cual estén encerradas miles de expericncias distintas y que es capaz de contener muchos ottus mi- les. Si los elementos significantes aislados del habla son los simbolos de conceptos, cl caudal cfective del habla puede interpretarse como un registro de la fijar cién de estos conceptos en sus rclaciones mutuas. Muchas veces se ha planteado la cucstiOn de. si se fa posible el pehsainiento’sin cl habla y también. ta Suen dea eF Fabia y el’ pensamiento no serén otra que dos facets dum mismo proceio_psiqi La cuestidn es tanto més dificil cuanto que se la rodeado de un seto espinoso de equivocos. En primer lugar, conviene observar que, independientemente de si el pensamiento exige 0 no exige el simbolismo (es de- cir, cl habla), el caudal mismo del lenguaje no siem- DEFINICION DEL LENCUAJE 2 pre es un indicador de pensamiento. Hemos visto que el elemento lingiistico tipico sirve de rétulo a un con cepto. De ello no sc sigue que los usos a que se destina el lenguaje scan sicmpre conceptuales, ni que lo sean de manera predominante. En la vida ordinaria no nos interesamos tanto por los conceptos en cuanto tales, sino mas bien por particularidades concretas y relacio nes determinadas. Por ejemplo, cuando digo I had a good breakfast this moming ['me desayuné muy bien esta mafiana’], es evidente que no estoy sintiendo las congojas de un pensamicnto laborioso, y que lo que tengo que comunicar a quien me escucha no pasa de ser un recuerdo placentero, traducido simbélicamen. te siguiendo los carriles de una expresién habitual, Cada ano de los clementas de mi frase define un concepto separado, 0 una rclacién conceptual separada, 0 las dos cosas juntas, pero la frase en si misma no tiene la me- nor significacién conceptual. Es mas 0 menos como si un dinamo capaz de gencrar una cortiente eléctrica su- ficiente para mover un ascensar fuera utilizade casi cx- clusivamente para alimentar cl timbre de una puerta Y cl paralclo es mas sugestive de lo que podria parecer a primera vista. Se pucde considerar el lenguaje como un instrumento capaz de responder a una enorme serie de empleos psiquicos. Su corriente no sélo va fluyendo paralela a la de los contenidos internos de la conscien cia, sino que fluyc paralcla a ella cn niveles distintos, que abarcan desde el estado mental en que dominan imagenes particulares hasta el estado cn que las con- ceptos abstractos y sus relaciones mutuas son los Gnicos en que sc enfoca ta atencién, lo cual sucle lamarse razo- namiento, Asi, pucs, lo dnico constante que hay en cl Tenguaje cs su forma externa; su significado interior, su valor 9 intensidad psiquicos varfan en gran medida de acuerdo con la atencién o con el interés selectivo det espiriiu, y asimismo —ocioso es decitlo— de acuerdo con el desarrollo general de la inteligencia, Desde el punto de vista def lenguaje, el pensamiento sc puede Eefinie coino ef més elevade de fos contenidos lafentes © potenciales del habla, el Goilenido a que’ podemax 22 DEFINICION DEL LENGUAJE legar cuando nos esforzamos por adscribir a cada uno de os elementos del caudal linguiistico su pleno y ab- soluto valor conceptual. De aqui se sigue inmediata- mente que el lenguaje y cl pensamiento, en sentido stricto, no son coexistentes. A lo sumo, el lenguaje puede ser stlo la faceta exterior del pensamiento en el nivel mis elevado, més gencralizado, de la expresién simbélica. Para exponer nucstzo punto de vista de manera algo distinta, el lengua _una funcion mite pot amiento que esti latente cn sus Clasificaciones y en sus formas y que en algunas ocasio- ‘ies pucde distinguirse cn ellas; pero no es, como suele afirmarse con tanta ingenuidad, el rétulo final que se coloca sobre el pensamiento ya claborado. jevter” La mayor parte de las personas, cuando se les pre- gunta si pueden pensar sin necesidad de palabras, con- testaran probablemente: “Si, pero no me resulta facil hacerlo, De todos modos, sé que es algo posible.” {De manera que el lenguaje vendria a ser simple ropajel Pero gy si el lenguaje no fuera ese ropaje, sino mas bien una ruta, un carril preparado? Es muy probable, en realidad, que el lenguaje sea un instrumento desti- nado originalmente a empleos inferiores al plano con. ceptual, y que el pensamiento no haya surgido sino mas tarde, como una interpretacién refinada de su conteni- do. En otras palabras, el producto va creciendo al mis- mo tiempo que el instrumento, y quiz, en su génesis y en su préctica cotidiana, el pensamiento no sea con- cebible sin el lenguaje, de la misma manera que el razo- namiento matematico’ no es practicable sin la palanca de un simbolismo matemdtico adecuado, Ciertamente nadie va a creer que hasta la mds ardua proposicién matemitica depende estrechamente de un conjunto bitrario de simbolos; pero es imposible suponer que la inteligencia humana seria capaz de concebir o de re. solver semejante proposicién sin la ayuda del simbolis- mo. Por lo que a él toca, el autor de este libro rechaza cecididamente, como algo ilusorio, esa sensaciéa que tantas personas créen experimentar, de que pueden DEFINICION DEL LENGUAJE pensar, y hasta razonar, sin_necesidad de palabras. ilusién se debe seguramente a und iene de Tnctores El més simple de ellos es la incapacidad de distinguit entre la imagen y el pensamiento. En realidad, tan | pronto como nos esforzamos por poner una imagen cn felacién consciente con otra, vemos que, sit. darnos cuenta, estamos formando un silencioso fluir de pal: bras, EY pensamicnto podré ser un dominio natural, | separado del dominio artificial det habla, pero en todd | caso el habla viene a scr el tinico camino conocido | para egar hasta el pensamiento. La ilusoria sensacion de que el hombre puede prescindir del lenguaje cuando piensa tiene otta fuente todavia mis. fecgds, que es la freeuentisima incapacidad de comprender que el len- guaje no cs la misma cosa que su simbolismo auditive. El simbolismo auditive puede ser sustituido, pieza tras picza, por un simbolisma motor 0 por un simbolismo visual (por ejemplo, muchas personas pueden lecr cn un sentido puramente visual, esto es, sin el vinculo intermediatio de un flujo interno de imigeues auditt yas que correspondan a las palabras impresas 0 manus critas), 0 bien por algin otro tipo de comunicacién, inds sutil y huidizo y menos ficil de definir. Asi, pucs, la pretensién de que se puede pensar sin necesidad de palabras, simplemente porque uno no se da cuenta de lx coexistencia de_imagenes auditivas, dista. mu: cho de ser vilida, Podemos ir todavia mas lejos, y sos pechar que, cn algunos casos, la expresién sirbéliea del_pensamiento sigue su ruta fuera de los limites de > ja inteligencia consciente, de manera que la scnsaciin de un flujo de pensamiento libre y extia-lingiiistico se justifica relativamente (pero sdlo rclativamente) para cierto tipo de inteligenciay Desde el punto de vista psico-fisico, esto viene a significar que los centros ditivos del cerebro o los, centros visuales o ,motores equivalentes, junto con los apropiados conditctas de asociacién, que son los equivalentes cercbraies del ha- bla, son afectados de manera tan imperceptible duran te cl proceso del pensamiento, que no alcanzan a subir al plano de la consciencia, Este seria un caso ex 24 DEFINICION DEL LENGUAJE. cional; et pensamiento cabalgando ligeramente sobre las crestas sumergidas del habla, en vez de trotar tran- quilzmente con ella, lado a lado. La psicologia mo. jerna_nos ha mostrado la tremenda actividad que el simbolismo realiza en el espfritu inconsciente. Por lo tanto, ahora es més facil de comprender que hace vein te afios* cémo el pensamicnto mis intangible puede ser tan s6lo la correspondencia consciente de un sim- bolismo lingiifstico inconsciente. Digamos todavia dos palabras acerca de la relacibn entre lenguaje y pensamiento. EI punto de vista que he- mos venido desarrollando no excluye de ningun modo la posibilidad de que el desenvolvimicnto del habla de- penda en tnuy alto grado del desarrollo del pensamien- to. Podemios dar por sentado que el lenguaje ha sur- do pre-racionalmente —de qué manera concreta y en epee cae mental es algo que no sabemos—, pero no debemos imaginar que un_ sistema bien desartollads de simbalos lingiifsticos haya podido elaborarse con ariterioridad a la gériesis de concepios ‘claramenté_definidor y-a-la “utiliaacion de los concep-_ el_pensamiento. Ld que debemos ima 185 bien. que los_procesos del pensamiento entraron xf juego, como una especie de afloramicnto psiquico, easi_cn_los comienzos.de_la expresién lingiistica, y que el concepto, una vez.definido, influy6 necesariamenie en i 1 simbolo, lingiiistico, estimulando as{ “el “desarrollo del Ienguaje. Este complejo proceso de la in- teraccign_entre_el lenguaje y el, pensamiento.no es ima- i Binario: seguimos viendo positivamente cémo se efectia ante nuestros ojos mismos; Si el instrumento hace ‘| posible 1 producto, e] producto, a.su vez, tefina al ins- | \\tumentor AT tiacimicnto de un concepto nuevo. prece- \\de,invariablemente, un empleo mds 0 menos testrin- ido 0 extenso del viejo material lingiifstico; ef concepto iy-individiial ¢ independiente sino cuan- io ha encontrado una envoltura lingitistica. En la ma- (or parte dé los casos, ef nuevo simhalo no es més que 4 [La primer edicién de este Wibto cr de 1921] DEFINICION DEL LENGUAJE 25 un objeto forjado a base de material lingiiistico ya exis tente, segiin procedimientos claborados por precedentes extraordinariamente despéticos. Tan pronto como la palabra queda lista, scntimos de manera instintiva, con una especie de suspiro de alivio, que también el’ con- cepto csté listo pata que lo mancjemos. Mientras no poscamos el simbolo, no podremos sentir que tenemos en las manos la lave capaz de abrit el conocimiento o la comprensién inmediata del concepto. ;Acaso esta- rfamos tan prontos a morir por la “libertad”, a luchar por nuestros “ideales", si las palabras mismas no estu. vieran resonando dentro de nosotros? ¥ la palabra, co- mo sabemos, no es sdlo una Have; puede ser también uuna_traba, El lenguaje es, primordialmente, un sistema auditiv de simbolos. int lado, es también un 9s. En cuanto es articu ‘stema_motoF, pero el aspecto motor del habla es, con toda evidencia, algo secundatio en relacién con él pecto auditivo.. En los individuos ‘normales, el 2 hablar toma forma, primero, en la eSfera de lay inna genes auditivas, y de ahi se transmite a los nervioso fores por Tos cuales se gobiernan los Arganos del habla Sin embargo, los procesos motores y las, sensaciones itive motoras que ‘los acompafaii no son fa culminacién, el punto Final de descanso. Son tan sélo un instrumiento, una_palanca_mediante la cualSe_provoca la_percepcibn auditiva, tanto en cl hablante como en él oyente. La. Coiniiticacién, © sca ¢} objeto mismo del lenguaje, no. s@ Neva a cabo satisfactoriamente sino cuando. las. per- GSpeiones-Auditivas del oyente’se_traducen. a una ade euada ¢ iiitencional serie de imagenes 0 de. pensamien tos, ode las dos cosas combinadas. Por consiguiente el cicla del fenguaje, en lz medida en que se le puede considerar como un insirumento puramente externo, comienza y acaba en cl terreno de los sonidos. La con cordancia entre las imigenes auditivas iniciales y lis petcepciones auditivas finales es como la sancién 0 a garantfa social del satisfactorio resultado del proceso Como ya hemos visto, el desarrollo tipico de este ceso puede suftir innumetables modihicacioncy O Wane DEFIN mas equ ON DEL LENCUATE DEFINICION DEL LENCUATE 7 ‘lentes, sin perder por ello sus finalidad es la produccién de sonidos. El sentido de clas a cajacteristicas Fosinales exenciales. la vista no entra en juego. Pero supongamos que no La_mis_impottante de estas modificaciones “es la s6lo se oigan los sonidos articulados, sino que se vean abreviagin_que supone cl proceso lingitstico durante has artieWlacioncs mismas a medida que las va ejecutan- cf acto de pensar. Esta abrevinciény puede tcalizarse, do el hablante. Es cvidente entonecs que, si uno pucde indudablemente,en muchas formas, de acuerdo con las adquirir un grado suficiente de destreza en la_per- peculiaridades estructurales o funcionales de cada inte- cepeién de tales movimientos de los Grganos del ha- Dlligencia. La forma menos modificada es esa que se_ bla, queda abierto el camino para un mucvo tipo de Mama “hablar consigo snisny ; 0 “pensar en alta yor". simbolismo en que el sonido es reemplazado por la ET hablante y ct oyente se coufuiden entonces en una imagen visual de las articulaciones que cortesponden al sola persona, la cual, por asi decirlo, se comunica con- sonido. Este nuevo sistema no ofrece gran interés para sigo misma,’ De mayor importancia’ es la K = iia, Toda la mayor parte de nosotros, porque ya estamos como fia thas abreviada, on, que Jos sonidos del habla ng ge encerridos denteo del sistema, sudidwomotor, en el articulan en absoluto. A clla pertenecen todas las vie mejor de lor eases, aquél seca simplemente una. tra riedades de lenguaje silencioso y de pensamiento “nor Guccién imperfects’ de éste, puesto que no todas las mal, ieee Jos inieos- gu ae recive! oul cxcitcion articulaciones son perceptibles para el ojo. Sin embar- son_los contigs audbuvgs, © bien, cl impulse hacia g0, es muy bien conocido el execlente empleo que los eapiesion linguitiea puede comunicase igualmente, a Sordomudss pueden hacer de lh “lectus de los bios" ee fone a que resulta asi un medio subsidiario de captar el-habla ganos de la palabra, pero queda inhibido, ya =) ET mis imports los simbolismos lingtiisti- fos misculas de ests Grgancs, ya en algin punto de los, C2OEL tas tnpesante de toda lot smbolishas- ling mismos nervios motores; 9, si no, los centros auditivos cao Imprem; bl cual. deste e! punto de vista de ls pueden qnizi ser afcctados de mado inuy ligero, si aca- fete coos eters eee aa Seat iano el Preece ee ee mientos exquisitamente coordinados cuyo resultade es manificsta direetamente en la esfera, motora laaccién de escribir, a mano o a miquina, o cualquier de éstos existen sin duda otros tipos de abieviacién, La Gtid método geifico’ de representar el habla, En astos excitacién de los nervios motores es muy frecuente en nuevos tipos de simbolismo, el rasgo que es esencial eee eee eget mente importante para nuestto reconacitmiento, sin con- culacién audible 0 visible: ese hecho se demuestra por tar el hecho de que ya no.son productos sccundarios Pe niess experiencia 7 la fatiga de ia Organs dela del habla normal en sf misma, es gue dentro del sis- habla, sobre todo de la laringe, después de una lectura ; tema cada uno de los clementos (letra o palabra es- particolannente estimubnte, © tas una intense sped rita) comesponde a un clemento determinado (sonido acibn, © grupo de sonidos o palabra pronunciada) del sistema CB Modes las modifcaciones considerdas hasta aut rimatio. As, pues el lengusje escrito eqaivate, punto Gta? absolutamente conformes al proceso tipica del 1 punto,~z"e8e "niodé. inicial. que. es el. lenguaje:ba Kabla normal, De gran interés y de sma ifmportancia Grice “tas? mas. escritas son.simbolos seenndarios de es Ia posibilidad de’ transferir el sistema todo de sim- Be Tabladas ry es tan ese Boling del habla a Léaminas distintos, Sei gue su eH Ta Correspondencia, que no.s6lo en teoria, sino. am- pone el praceso tipico. Este praceso, como hemos visto, “ia pidetica de ciertas personas scostumbradas cs una cuestioa de sonidos y de movimientos cuya a ls lectara puramente visual, y tal vez en ciertos tipos © 28 DEFINICION DEL LENCUAJE de pensamiento, las formas escritas pueden sustituir del todo a las fortia habladas. Sin embargo, es pro- bablé que. kis‘asociavionés auditivo-rmotoras estén sie: pre cuando menos latentes, esto es, que entren en juego de manera inconsciente. Aun aqucllos que Teen © piensan sin el mds ligero empleo de imagenes sono- as, dependen, en iltima instancia, de csas imAgenes, Estén manejando simplemente cl medio circulante, lt moneda de los simbolos visuales, como un comodo sastituto de las mercancias y servicios de los simbolos auditivos fundamentales. CH sails Posidilidades de transferencia lingitistica son ili- mitadas. Un_ejemplo de todos conocido cs el alfabeto Morse empleado en el telégrafo, en el cual las letras del Tenguaje escrito estin representadas por una_seric, Convencignalmente establecida, de golpes mas 0 tneneg Jatgos. “Aqui Ta transferencia ‘se lleva a cabo a pattit de la palabra-escrita'y 10 directamente a partic dé loi sottidos del lenguaje hablado. En otras palabras; Ja letra ‘del_cédigo. telegratico es el simbolo del simbglo™ de un simbolo. Por supucsto que de ello“no se sigue, en modoalgtiho, que, para Hegar a comprender’ un mensaje telegrifico, el’ operador expetimentado tenga necesidad de transponer una scric dada de golpecitos a una imagen visual a fin de captat su imagen auditiva normal. El método preciso de descrifrar cl lenguaje transmitida por via telegritica varla muchisimo, como e natural, de acuerdo, con los indiiduos, Haste ne concebible, aunque no muy probable, que cicrtos tcle- grafistas puedan Iegar a tal Gado de experiencia, gue aprendan a pensar, sin més, bajo la forma de un’ sim- bolismo auditivo de golpetco; esto no repugna, por Jo menos en lo que se refiere a la parle estrictamente cons- ciente del proceso de pensamiento; 0 bien, en el caso de telegrafistas dotados de una fucrte tendencia al sim- bolismo motor, es posible que piensen bajo la forma del simbolismo téctil que se desarrolla en la transmic sién de mensajes telegrificos. SD Hay, todavia otro interesante grupo de transferen- cias: el de Tos diferentes lenguajes de scfis, desarroll- DEFINICION DEL LENCUAJE 29 dos para uso, de_los_sordomndos, 0 de los monjes tra- Penses qite han hecho voto de perpetua silencio, 9 qué"suclen ‘emplcar las personas que pueden verse tau. tuamente, pero que estin demasiado lejos entie st para Poder escucharse. Algunos de estos sistemas equivalen punto por punto al sistema normal del habla; otros, como el simbolismo de ademanes cmpleado por los militares 0 el lenguaje de seitas que utilizan los indios de Tas Hanuras en los Estados Unidos (lenguaje com prendido por tribus que hablan idiomas muy distintos),, son transferencias imperfecta, que se limitan a expresat aquellos elementos rudimentarios del lenguaje que son un minimo indispensable bajo circunstancias excepcio- nales. Se puede alegar que en estos tiltimos simbolis- mos —como también en otros simbolismos todavia mds imperfectos, por ejemplo Jos empleados cn cl mar @ en Tos bosques— cl lenguaje ya no desempeita pro piamente ningin papel, sino que las ideas so transmi- ten de mancra directa por un proceso simbdlico que nada tiene que ver con él, 0 por medio de un mime fismo cuasi-instintivo, Pero semejante interpretacion seria errénca. La inteligibilidad de estos vagos simbo- lismos no pucde deberse sino a su traslado automitico y silencioso a los términos de un lenguaje mejor con- formado. De Jo anterior tendremos que concluir que toda Comunicacién voluntaria de ideas, prescindiendo del haz Bla normal, cs una transferoncia, ditedta” 0” indirséta, del simbolismo tipico del lenguajé hablado'u ofdo, o gue, cuando menos, supone Ja intervencién de “un auténticamente lingisticg. Es éste importancia, Las imdgenes auditiva: imgenes motoras (relacionadas_con.las auditivas) determina téarticulacién de los sonidos, son la fuente histérica de to Ienguaje’y de todo pensamiento; po- drin “sex muy apartados los atajos por los cuales ‘si gamos este proceso, pero la conclusién serd Ja tmisma Y he aqui otro punto, de importancia mayor todavia La facihdad con que el simbolismo lingiiistico puede transferirse de un sentido a otro, de na técnica a que

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