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DENUNCIA POLVORÍN DEL DUESO. CONJUNTO HISTÓRICO DEL MONTE BUCIERO.

(dirigida a los órganos competentes del gob. Regional, Dirección Gral. de Cultura y Servicio de
Patrimonio, sra. Emilia Calleja, Jefa del Servicio de Patrimonio, y ayto. de Santoña, sin perjuicio de
que la denuncia sea enviada también a Guardia Civil y juzgado).

Por la presente deseo denunciar la intervención municipal que se está ejecutando sobre la muestra
patrimonial del Polvorín del Dueso. Sin perjuicio de que los hechos sean denunciados la próxima
semana ante inspección de trabajo, he de denunciar que el andamiaje no cumple ninguna de las
normas básicas de seguridad en el trabajo. Por citar un ejemplo, los tramos superiores del andamio
no cuentan con acceso, algo terminantemente prohibido por la ley.
Por otro lado, la intervención sigue ejecutándose sin contar con el preceptivo e imprescindible
asesoramiento por parte de ningún historiador, hecho éste que garantiza que se pueda cometer
cualquier tipo de despropósito. Está en riesgo la conservación adecuada de una parte importante de
la historia de Santoña. El polvorín de hecho constituye una de las fortificaciones más importantes y
características del Conjunto histórico del Monte Buciero y servía desde 1812 para albergar gran
parte de la pólvora requerida para abastecer el sistema defensivo de Santoña que plantearon los
ingenieros franceses.
El proyecto actual incluye el embaldosado de todo su interior, pese a que el solado original del
polvorín lo componía un entarimado de madera que garantizaba la conservación en condiciones de
sequedad de la pólvora almacenada. El embaldosado ha sido desautorizado por el informe técnico
del arquitecto municipal. Supondría un despropósito difícil de justificar y dilapidar dinero público
en una actuación ilegal, sin asesoramiento y sin tener en cuenta el valor indudable del inmueble.
Estamos hablando de una muestra patrimonial única en España y una joya de la Guerra de
Independencia española, una construcción militar emplazada a expensas del emperador Napoleón
en 1812 y levantada con mano de obra santoñesa. Todos estos valores no deben ser puestos en
riesgo a costa del dinero público y a través de una intervención realizada con la misma mentalidad
con la que levantamos aceras o badenes. Ha de quedar muy clara la importancia histórica del lugar,
pero comprobamos que tras el expolio que el ayto. ha efectuado sobre la Batería Alta de San Martín
(infracción muy grave y delito de destrucción del patrimonio cultural cántabro de acuerdo a la Ley
11/98 de Patrimonio Cultural de Cantabria, y una sanción contra el responsable de entre 25 y 100
millones de pesestas) la lección no se ha aprendido. Nuevamente el dinero público se destina a un
inmueble histórico, pero los historiadores no son siquiera consultados.
Los muros de mampostería del polvorín son resultado de un enorme esfuerzo. Lucir y limpiar estos
muros devolvería el esplendor al inmueble y garantizaría su conservación futura. En lugar de ello la
intervención municipal pretende cubrir dichos paños de muro con un enfoscado de hormigón de tres
cms de grosor. Finalmente se pretende pintar el resultado de color amarillento. Con la ley en la
mano y un poco de sentido común es evidente que tal resultado sería un despropósito injustificable
e inaceptable.
Rogamos que se replantee la actuación y se dé paso al sentido común. Es sumamente improbable
que en el futuro se le pueda contar la historia del polvorín a un visitante cuando a lo que se enfrente
sea un edificio cubierto de cemento y pintura. Nadie pintaría una catedral, nadie recubriría los
muros de sillería de la Iglesia de Sta. María de Puerto. Nadie con sentido común enfoscaría y
pintaría los muros originales de mampostería de un polvorín napoleónico de 1812. Reconocer estos
hechos garantizará una intervención seria y acorde a la relevancia del inmueble.
El inmueble, además, debiera haber contado con un seguimiento arqueológico. Un historiador que
levante acta de los posibles hallazgos de bienes muebles que pudieran haber surgido de actuar sobre
unos suelos en los cuales se ha desarrollado una actividad militar de décadas. Estos materiales
arqueológicos (cerámicas, balas, botones y un largo etcétera) son patrimonio cultural de Santoña.
En lugar de recuperarlos y hacer el imprescindible seguimiento, el ayto. está actuando como si en
lugar de un edificio militar de 1812 estuviésemos en un solar sin valor histórico alguno. Todos los
hechos descritos garantizan que el inmueble sea rehabilitado de un modo absolutamente
inaceptable.
Ambos pararrayos lucen acoples realizados por sendos vecinos. La intervención municipal pasa por
alto estas ocupaciones completamente inaceptables. Estamos hablando de un sistema de pararrayos
que supone una auténtica rareza histórica. El cable de hierro que procede de ambos pararrayos se
encuentra aún hoy en día en gran parte del trazado sur del muro. Se dirige hasta un pozo que
encontramos a unos 30-40 metros de la edificación. El sistema de pararrayos debe recuperarse y
exhibirse. Como no se ha querido contar con el asesoramiento de nadie, la intervención municipal
ha pasado por alto dicho sistema de pararrayos. Se trata de una característica esencial del inmueble.
Una vez más, rogamos que se imponga la ley y el sentido común.
Recuperar el Polvorín del Dueso con asesoramiento preceptivo y con materiales adecuados costaría
menos de los 460.000 euros actualmente asignados al proyecto. Desconozco como ciudadano cuál
es el sentido de dilapidar más presupuesto del requerido, utilizar materiales inaceptables e
impropios de la naturaleza del lugar, destruir el inmueble a golpe de cemento y capa de enfoscado,
acoplar a la fachada sur un alero de cuatro metros de desarrollo. Todo ello para crear un inmueble
nuevo del que sólo se salvarán los contrafuertes laterales de sillería.
Reclamo una actuación consecuente.
Denuncio la actual intervención sobre el Polvorín del Dueso por suponer un riesgo de destrucción
del bien. Hace un año el inmueble estaba ocupado por un inmenso vertedero. Este ciudadano
denunció los hechos y la situación se corrigió. Toneladas de basura, muebles, ropas, carteles, fueron
retirados de su interior. El inmueble tenía una sección de cubierta caída, estaba abandonado y lleno
de maleza. Aún así conservaba íntegramente sus características. Un año después no debiera ser el
ayto. el responsable de la destrucción de esas características. Para que se me entienda, no podemos
entrar en la Iglesia de Sta. María de Puerto y retirar su altar y su pila bautismal, no podemos
recubrir el solado con baldosa, ni enfoscar sus muros. Aunque no existiese una ley que ampara y
protege al polvorín, el sentido común debe ser el sentido más utilizado a la hora de enfrentarse a la
recuperación de este inmueble.
Pese a no estar incluído inexplicablemente en el PG de Santoña, ni contar con consideración B.I.C.,
tal como recuerda el arquitecto municipal en su informe, el inmueble ha de ser recuperado con las
mismas premisas que afectan a un B.I.C. La propia Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria
recuerda en su articulado que todo inmueble con relación a a la cultura e historia de un lugar ha de
ser recuperado con las mismas obligaciones que si se tratase de un Bien de Interés Cultural
independientemente de que tal declaración se haya hecho expresa. Obviamente la importancia
histórica del polvorín, así como su indudable relación con la cultura del pueblo, obligan a mantener
una estricta observancia y respeto sobre las características esenciales del inmueble. La
rehabilitación dirigida por el ayto. en ningún caso debiera poner en riesgo esas características. De
seguir adelante con las líneas maestras nos enfrentearíamos a que el polvorín sea expoliado y
destruído, no por la acción del paso del tiempo, o de vandalismo, sino por la propio intervención
municipal sostenida con el dinero de todos los ciudadanos.
Ruego por todo ello que se reoriente la intervención municipal actual. Ruego que el ayto. recupere
el inmueble y no se haga acreedor de más delitos de expolio del patrimonio histórico-cultural de mi
pueblo. Enfoscar muros de mampostería no es recuperar, ni rehabilitar, es una burrada inaceptable
en pleno siglo XXI.
Deseo igualmente recordar cada una de las líneas del informe técnico del arquitecto municipal en el
que se pone de relieve la inconveniencia del proyecto actual. Dar marcha atrás es de sentido común.
Pueden ustedes asesorarse con suma facilidad y sin gastar un duro, continuar con una rehabilitación
no asesorada es un hecho inaceptable. Como ciudadano deseo conservar el inmueble y no deseo que
mi dinero finacie más despropósitos patrimoniales.
Recuperar debidamente el Polvorín del Dueso es una demanda social creciente. No es necesario ser
historiador o arqueólogo para darse cuenta. Es evidente que en Santoña cada vez son más los
ciudadanos que no aceptan que los inmuebles que llevan en sus piedras la historia del pueblo sean
enfoscados y pintados de color huevo como si se tratase de garajes o muros sin ningún tipo de valor.
Ruego a los responsables políticos de la intervención sobre el Polvorín del Dueso que tomen buena
nota y rectifiquen. Enfoscar con hormigón no es recuperar ni rehabilitar. Esta afirmación cae por su
propio peso. Dense cuenta de una vez, se lo ruego.

La recuperación del Polvorín del Dueso atendiendo a esta denuncia supondría un logro
objetivamente importante para el Conjunto histórico militar de Santoña. Dicho conjunto supondrá
en el corto plazo un motor importante para la economía local. Ruego al ayto. de Santoña, a sus
responsables políticos, que se imponga el sentido común y una cierta visión de futuro. Imagínense
ustedes llegando a un supuesto inmueble histórico en cualquier población y encontrarse un edificio
con aspecto impecablemente nuevo y recubierto de cemento y pintura amarillenta. Seguramente no
se llevarían ustedes la impresión de que en esa población se respeta la historia. Esta mentalidad
restauradora sigue condenando a día de hoy a Santoña a mostrar una imagen patrimonial o de
abandono (Polvorín del Helechal, Batería de la Cueva, Batería de San Felipe, Batería superior
Galbanes, Fuerte del Mazo, Fuerte de San Carlos, cuerpos de guardia, caleros, Batería de Buena
Vista, Batería del Águila), o de rehabilitaciones brutales hechas sin sentido (Batería Alta de San
Martín, Fuerte del Mazo, y si no se rectifica, Polvorín del Dueso).
Ruego por lo tanto que consideren ustedes la conveniencia de hacerse acreedores del aplauso
público al recuperar el Polvorín del Dueso sin destruir y cubrir de cemento sus muros originales de
mampostería, sin embaldosar su interior, sin realizar acoples de aleros que el inmueble nunca lució,
respetando la bóveda a prueba de bomba, recuperando el sistema de pararrayos, luciendo y
devolviendo el esplendor a los muros internos y externos. Sólo así este inmueble rendirá económica
y culturalmente para generaciones futuras.

Antonio Ayllón Amorós


c/ Trasmiera, 5, 1º izq
Santoña, Cantabria
dni 20191222m

Asociación defensa patrimonial


y blog de denuncia y divulgación BVS,
Bucierovidasalvaje.

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