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El Mitsubishi i-MiEV pasa las pruebas de choque

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• Sus resultados, similares a los de otros coches de la categoría


• El sistema que desconecta el sistema eléctrico funcionó a la perfección

Ana Montenegro | Madrid

El automóvil eléctrico Mitsubishi i-MiEV, que también se comercializa como Los


vehículos eléctricos demuestran un «aceptable nivel de seguridad» en caso de
impacto frontal y por alcance, pero todavía «existe un potencial para la mejora». Estas
son las principales conclusiones de las pruebas de impacto y rescate realizadas sobre el
Mitsubishi i-Miev por un consorcio de automóviles clubs europeos, entre ellos el
español RACC, en las instalaciones del alemán ADAC. El Mitsubishi i-Miev, se puso a
la venta en Europa a finales del pasado año y es similar a los Citroën C-Zero y Peugeot
iOn.

El i-Miev se sometió a un crash test frontal a 64 km/h siguiendo la misma metodología


que se sigue para las pruebas EuroNCAP y a un choque trasero a 80 km/h que
siguen las normativas estadounidenses. También se realizaron pruebas sobre la
seguridad de los equipos de rescate que tendrían que actuar tras el accidente.

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Las conclusiones son bastante positivas. Los sistemas de seguridad del vehículo
detectaron inmediatamente el impacto y desconectaron automáticamente todo el
circuito de alto voltaje, uno de los aspectos que pueden entrañar mayor peligro.

Además las baterías, donde se acumula la carga de alto voltaje, superaron sin problemas
los dos impactos con lo que se garantiza la seguridad de los ocupantes y para los
equipos de emergencia que tengan que actuar tras el accidente. Pese a ello, los expertos
encargados del análisis aseguran que todavía existe un potencial para mejorar en
todo los aspectos de seguridad.

Por ejemplo, destacan que para que los vehículos eléctricos sean un éxito hay que
disponer de una información unificada y estandarizada para realizar un posible
rescate y lo justifican porque al tratarse de una nueva tecnología eliminaría posible
reticencias.

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En este punto destacan que la instalación de alto voltaje es el elemento que, en


principio, puede implicar un mayor peligro. Por eso reclaman que los vehículos
eléctricos dispongan en el exterior de un sistema de información claro y visible que
confirme que indique la desconexión del alto voltaje y proponen unas luces de led o que
se produzca cuando se despliegan los airbags.

Además reclaman que exista un sistema sencillo para la desconexión, fácilmente


visible y accesible en el exterior. Y concluyen que para lograr estos niveles de
seguridad es necesario que las administraciones sólo homologuen los vehículos
eléctricos que cumplan estas medidas básicas de seguridad.

Los resultados del choque frontal confirmaron que, pese a que el i-Miev es un vehículo
ligero, de sólo 1.100 kilos de peso, el habitáculo garantiza la supervivencia de los
ocupantes, aunque puntualiza que es necesario mejorar el interior en la zona de las
rodillas y las piernas de las plazas delanteras.
Comparado con vehículos similares por tamaño y características no se sitúa entre los
mejores de su clase pero logra una buena puntuación, 11,6 puntos, frente a 11,3 el
Renault Twingo en las pruebas realizadas en 2007, 13,9 el Volkswagen Fox en 2005 y
ligeramente por debajo al Smart Fortwo, 12,9, con el que comparte la ubicación del
motor y transmisión en la parte trasera y por lo tanto un morro muy corto, aunque el
Smart sólo tiene dos plazas.

En la prueba de impacto por alcance, el motor, la caja de cambios y el eje trasero se


introdujeron unos 40 centímetros en el habitáculo, lo que afectó al piso del habitáculo
bajo el que se ubican las baterías, pero las células no sufrieron desperfectos por la
cápsula de fibra de vidrio reforzada que las protege.

Los dos test de choque realizados demuestran un aceptable nivel de seguridad del
Mitsubishi i-MiEV. En cuanto a los retos específicos que plantea un accidente de un
vehículo eléctrico, los sistemas de seguridad detectaron el impacto durante la prueba y
se encargaronm de desconectar automáticamente todo el circuito de alto voltaje.

Las baterías que proporcionan el alto voltaje no se vieron afectadas incluso durante
estas duras pruebas a las que fueron sometidas las estructuras, por lo que después del
accidente se puede concluir que no implican un especial riesgo para los ocupantes
ni para los equipos de emergencia (bomberos). El vehículo demuestra que la
seguridad en los vehículos eléctricos no tiene nada que envidiar a la seguridad en coches
comparables con motor de combustión. Sin embargo, sigue existiendo potencial para la
mejora.
Pruebas de rescate de ocupantes

Tras los crashtests, el vehículo fue analizado por instructores del cuerpo de
bomberos para detectar posibles problemas durante un rescate. Se recreó el
procedimiento normal de corte de la carrocería (excarcelación) para comprobar si
existen problemas con la instalación de alto voltaje durante el rescate. Un conector
adicional (interruptor separador de la batería o Service Connect) se encarga de que sea
posible interrumpir la conexión de las distintas células de la batería, con lo que durante
el rescate se puede «desconectar» el vehículo.

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