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Falitorial Gedisa ofrece los siguientes titulos sobre FILOSOFIA pertenecientes a sus diferentes colecciones y series (Grupo “Ciencias Sociales”) Jon EASTER TAN HACKING ‘TanopoR VIEHWES Geonoe STEER ‘PIERRE GRIMAL Jon ELsTER, E. BaLteR, G. DELEUZE YorRos José Manta’ BENEYTO GREGORIO KAMINSKY ‘Martin Hmpecosr PIER ALDO ROvATTE (GEORGES BALANDER [HANNAH ARENDT Juleios saloménicos La domesticaci6n det acor Topica fcsofia det derecho Enel castillo de Barba Azul Los extravios de la Ubertad ‘Tuereas y toraills. Una introduccidn alos conceplos ‘ésicos de las ciencias sociales Michel Fouceull, Udsofo Apocalipss de la modernidad Spinoza: ta politica delas Pasiones Introdueci6n a la metfisea ‘Como ta luz enue El desorden Hombres en lempos de oscuridad LA VERDAD Y LAS FORMAS. JURIDICAS por Michel Foucault FOTOCOPIADORA 4@7 CEHCE Selon ees, S18 TE mmr, Folio gy arg Tey. 91 ‘Titulo dl orginal A verdae ea formas juricas (© Poniiia Universidade Cation ‘do Rio de nero, 1978 Traduccion: Bogue Lynch ise de-cuberta: Mare Valls © Cuartarimpresio, noviembre de 1996, Barcelona Derechos pars todas ls ediciones en castellano © by Batol Geis, S.A Murnane, 460, endo, 1 ‘Te 201 6000 (05006 Barcelona, Espada ISBN: 84-7632.090.2 : Depésto legal: B-#2.015/1996, Iimpreso en Romany Valls SA. Verdagucr 1, Cepllades (Barcelon) Iimpreso en Espasa Printed in Spain ‘Queda prohibida a reproducin ttl o prea por cualquier me io de impresin, ea fomna ida, extaciada 0 mond, co ‘stllanoo cualquier oo idioms. | | | | INDICE Primera conferencia Segunda conferencia ‘Tereer confereneia ‘Cuarta conferencia ‘Quinta conferencia Apéndice n 35 a 89 ns 1a SEGUNDA i i } i Hoy me gustaria hablar de la historia de Edipo, asunto que hace un afio dejé de estar de moda. A partir de Freud la historia de Edipo se consideraba como la narracién de la fabula més antigua de nuestro deseo ¥ nuestro inconsciente. Sin embargo, a partir del libro de Deleuze y Guattari, Anti-dipo, publicado el afio pa- sado, la referencia a Edipo desempefia un papel ente- ramente diferente, Deleuze y Guattari intentaron mostrar que el trién- gulo edipico padremadrehijo, no revela una verdad ‘temporal y tampoco una verdad profundamente hi térica de muestro deseo. Intentaron poner de relieve que ese famoso trifngulo edipico constituye para los analistas que lo manipulan en el interior de la cura, tuna cierta manera de contar el deseo, de garantizar que el deseo no termine invistiéndose, difundiéndose en el mundo que nos circunda, el mundo histérico; que el deseo permanezca en el seno de la familia y se desenvuelva como un pequelio drama casi burgues centre el padre, Ia madre y el hijo. Eadipo no seria pues, una verdad de naturaleza sino tun instrumento de limitacion y coaccién que los psi- malistas, a partir de Freud, wilzam para contar el deseo y hacerlo entrar en una estructura familiar que nuestra sociedad definié en determinado momento, En otras palabras, Edipo, segiin Deleuze y Guattari, no es 37 9) el contenido secreio de nuestro inconsciente, forma de coaccién que el psicoandlisis intenta imponer Ja cura» nuestro deseo y a nuestro inconscente. ipo es un instrumento de poder, es una cierta ma. nnera de poder médico y psicoanalitica que se ejerce sobre el deseo y el inconsciente. Confieso que este problema me atrae y que yo tam- bién me siento tentado de investigar més alla de ésta que pretende ser la historia de Edipo, algo que tiene gue ver ya.no con la historia indefinida, siempre reco- menzada, de nuestro deseo y nuestro inconsciente sino ‘més bien con la historia de un poder, un poder po- Hago un paréntesis para recordar que todo lo que intento decir, todo lo que Deleuze demostré con mayor profundidad en su Antizdipo, forma parte de un con: junto de investigaciones que nada dicen, al contrario e lo que se afirma en los periddicos, acerca de Jo que tradicionalmente se lama estructura, Ni Deleuze, ni Lyotard, ni Guattari, ni yo hacemos nunca andlisis de estructura, no somos en absoluto sestructuralistas». ‘Si se me preguntase que es lo que hago 0 lo que otros hhacen mejor que yo, diria que no haceinos una inves: tigacién de estructura. Haria un Juego de palabras y rresponderia que hacemos investigaciones de dinastia. Diria, jugando con las palabras griegas evvayus Swaa- ‘zo, que intentamos hacer aparecer aquello que ha ‘permanecido hasta ahora mas escondido, oculto y pro- fundamente investido én la historia de ‘nuestra cultu. ra: las relaciones de poder. Curiosamente, se conocen ‘jor las estructuras econcmicas de nuestra sociedad, hhan sido inventariadas y se las destaca mucho més due las estructuras de poder politico, En esta serie de conferencias me gustaria demostrar de qué manera cestablecieron y se invistieron profundamente en nues- ta cultura las relciones politics dando lugar a una setie de fendmenos que no pueden ser explicados ano epee eee sg heme soe hy ce oe eS ein oe ca er ee ec, ate iene omy ciate Fe eeeee ee See aaa ire ee cep nad tp rein ct pede] be cae pose Se cae oie eas eases a ee ee re ae ee oe ee eee ee eee en ae Bi diate hn rpc delay bene een ae eae se a opie de ater 7 abe. Bt eee ones cialened ep ene ers eh os acne prone enaieae ee ae Sone eee ene ae re ce oes vegies cee See ce: ee ae a cae ee ee tear eee ere cou wesss a eee riiy ycamie taal gies ee iad on pees fl em oe ae ae ee ee See 3 ‘que se realzaron con ocasién de Ia muerte de Patro- Glo, En’ equeon Juegos hubo una carrera de carros ‘ase, como. de costumbre, se desarollaba en tn clr Gulto con ida y vuelta, pasando por sna basa que Abia rodearse tratando de que Tos earros pasaran lo ‘me cerea posible. Los organizadores de fos juegos fabian colotado en este sito a alguien que se hacia ravonable del repuaidad de ft carrera, Homo amma este personae, sin nombrarlo personsiments, testgo, weve, aque que esta all para ver. La carrera omienon y los dos primeros competidores que s© co- locan af frente «Ta altura de Ia curva son Antfoco Menelao, Se produce una irregularidad y cuando Ant Joco llega primero Menelao cleva sina quela y die al Juez o al jurado que ha de dar el premio que Ant{loco hg cometido una iregularidad, Cuestionamiento, Ite lo, Zeemo establecer la verdad? Curiosamente, en ete fexio de Homero no se apela a quien observ el hecho, cl famoso testigo que estaba junto a Ta balsa y que Sebia atestiguar que habia ocurido, Su textimonto no Se cita y no se le hace pregunta alguna. Solamente Se Plantea fa quercla entre los adversarios Menelao y ‘ntiloc, de la siguiente manera: despues de In act Sin de Menelao tl cometiste una iregslaidads— Y de Ia defensa de Antloco ~— Menelao lanza un desaie: «Pon tu mano de recha sobre la cabera de tu caballo, sajeta con la mano iequerda tu fasta y jura ante Zeus que no co Inetiste trreguaridads. En ese instante, Antico, fren teva este desaio, que es ta prucha (preue), renin. ella, no jura y reconoce asi que cometié irre- slaridad. He aguf una manera singular de producir la verdad, de establecer ln verdad juridica: no se pasa por el testigo sno por una expecle de Juego, pric, por una fuerte de derafio lanzado por un adversario al oto. no lanza un desafio, el otfo debe aceptar el riesgo 0 © renunciar a él, Si lo hubiese aceptado, si hubiese ju- rado realmente, la responsabilidad de lo que sucedesta, | descubrimiento final de la verdad quedaria inme- diatamente en manos de los dioses y seria Zeus, cas- tigando el falso juramento, si fuese el caso, quien ‘manifestaria con su rayo la verdad. Esta es la vieja y bastante arcaica préctica de Ia prueba de la verdad’en la que ésta no se establece jue iclalmente por medio de una comprobacién, un tes- ‘igo, una indagaclén o una ingulsicién, sino por un juego de prueba. La prueba, una caracteristica de la Sociedad griega arcaica, aparecera también en la Alta Edad Media, Es evidente que, cuando Edipo y toda la ciudad de Tebas buscan la verdad no es ésie el mo- ‘delo que utilizan: entre la disputa de Menelao y Ant loco y la historia de Edipo pasaron muchos siglos. Sin ‘embargo, resulta interesante observar que en la trage- dia de Séfocles encontramos uno 0 dos restos de la prictica de establecer la verdad por medio de la prue- ba, Primero, en la escena de Creonte y Edipo, cuando Ezdipo eritica a su cufiado por haber truncado Ja res- ‘puesta del Ordculo de Delfos, diciendo: «Tat inventaste todo esto simplemente para quitarme el poder y sus- ttulrmes, Y¥ Creonte responde sin intentar establecer Ja verdad valiéndose de testigos: «Bien, juremos. Yo Juraré que no he conspirado contra tis. Esto se dice in presencia de Yocasta, que acepta el juego y se hace responsable de su regularidad. Creonte responde a Edipo segia la vieja formula del litigio entre guerre- ros. En segundo lugar, podriamos decir que encontra- ‘mos en toda la obra este sistema del desafio y la prue- ba, Edipo, al enterarse de que la peste que asola a Tebas era la consecuencia de una maldicion de los ‘ioses caida como castigo por la falta y el asesinato, responde diciendo que se compromete a enviar al ex Tio al autor del crimen sin saber, naturalmente, que fs él mismo quien lo habia cometido, Queda asi impli- a 187 91 cado por su propio juramento, como ocurria en os I- tigios entre gucrreros arealcos en los que los adver saries se lnclulan mutiamente en los furamenies de promesa y maldiciin. Estos reson de la Vila tradicign Feaparecen algunas veces a lo largo de la obra, Sia embargo, toda la tragedia de Edipo esti fundada, en verdad, cn un mocanismo enteramiente diferente, Bote 5 el mecanismo de establecimiento de la verdad que Stiero exponer. Sac i ie scaniamo de a verdad ede ink Imente ana ley, ana especie de pura forma que driamos Tamar ley’ de ls tlades. El descabrimicnto de Ta verdad sc lleva a cabo en Edipo por mitades que S ajustan y se acoplan. Edipo manda consultar al dios ‘de Delfos, Apolo. Cuando examinamos en detalle Je respuesta de Apolo observamos que se da en dos partes. Apolo comienza dieiendo El pais esta mena. Zado por una maldiidns, A esta primera respuesta le falta en cierta forma, tna mited: cPesa una maldt cis epee ais fe leanne?» Por onsen fe: preciso formular una segunda pregunta y Ea facrea a Creoate a dar la segunda respuesta, proguy. Lndole @ qué se debe la maldiign. La segunde mitod aparece: la causa de data ‘ex un aeesinato, Pero quien dice asesinato dice dos cosas: quien fue asceinale' aul lei, S preina' Apel: a Tebas df muerte a alguien en un sitio parecido.» Ast, alta, pues, Intima certera ya que Yocasts no por el juego de estas dos mitades que se completan, el cexté presente para atestiguar que fue ella quien er Fecuerdo de Yocasta y el de Edipo, tenemos esta ver~ tregé el nilo al esclavo. No obstante, salvo por esta dad casi completa, la del asesinato de Layo, ¥ decimos tpequeia dificultad, el ciclo esté ahora completo. S fque es casi completa porque falta atin un neque bemos que Edipo era hijo de Layo y Yocasta; que fragmento: saber si fue muerto por uno o varios indi le fue entregado a Polibio; que fue él, creyendo ser viduos, cuestion que lamentablemente no se Tesuelve hijo de Polibio y regresando para escapar de la pro- cn Ja pleza. fecla, a Tebas —~Edipo no sabia que era su patrio— Pero esto es sélo la mitad de Ia historia de Edipo, quien mat6 en Ja encrucijada de tres caminos al rey pues Edipo no cs tnicamente aquél que mato al rey Tayo, su, verdadero padre. El ciclo ests cerrado. Se Layo, es también quien maté a-su propio padre y se hha cerrado por una serie de acoplamiento de mitades cas6 luego con su madre, Esta segunda mitad de la qe se ajustan unas con otras. Es como si toda esta historia falta incluso después del acoplamiento de los historia del nifio. que es al misino etliado debido a la profecfa_y un fugitive mientras no se pruebe que Edipo es hijo de Layo, la ntas manos. Fue preciso que se reunieran el dios y stt predicciSn no estaré realizada. Esta segunda mitad es profeta, Yocasta y Edipo, el esclavo de Corinto y el necesaria para que pueda establecerse la totalidad de Be Citerén para que todas estas mitades y mitades a 4s 187 91 u Megasen a ajostarse unas a otras, a adaptaric, a plac y reconsture pei rota de hist ta fe ma del Edipo de Sétecles, ealmen arses slo ana forme retire tho tompo reigiosy pollen Cont ens fans tdenkn dl gnbsho, el nolo greg Un intr to de poder dl elec de pater Sue pera ra fulen que guna tn sereto'9 un poder romper en dos pares un objeto Calguloa "fe cermin pot emplo~ guardat una de‘ elas y cones i oi g Blgulen que debe levar ef mentale 0 don pre ‘su autenticidad. La coincidencia o ajuste de estas dos. ides permet rome ein dt en je este la come er ae se ee Epo isnt, completa ‘acc 7 artiens su Unidad gracias ie Juego de peg : tos speedo uo de ton de ut mismo confunt tun objeto nico, euya configuraciin general es Ta for: tna manifesta def poder Un histone de Bao ee fragmentacion de exta bra cue posrén ieegal reunifinda autentifin In dtencée el Podee lg dees dadas por Los menses, los menajros ‘tue euvia'y que deben regres, fusfearie aig Sic con peer pra eda wd lls pare tn fragmento dela peta auc se combina pecereen, te con low demas: Los priegos amen’ a ee sees juridica, politica y religiosa @uuodav: el simbolo. Ta historia de Edi tal com aparece representa en la tragedia de Séfocles, obedece a este ovpiBchev: tos una forma otis, nn mis ben lees oe Itc, east magica del serio de poder i shorn oboervamcn yu bole ofp ie ete meca nismo'o el Juogo de mitades que te Rapmentan Fick Inna por autarae sino el efecto predaldo pores tosamblfes teprocm, vernon Un sei do cee Et princi 'una ope de delat ae a revien # medida que las lade se ajscean Bt 46 mer juego de mitades que se ajustan es el del dios ‘Apolo. y el divine adivino Tiresias: el nivel de la profecia o de los dioses. Inmediatamente aparece una Regunda serie de mitades que se ajustan, formada por Elipo y Yoeasts Sus dos testimonios se encuentran fen el medio de la, pieza: es el nivel de los reyes, los Soberanos. Finalmente, el sltimo par de testimonios (que intervienen, la ttima mitad que habré de com- pletar Ia historia no esta constituida por los dioses y fampoco por los reyes sino por los servidores y escla- vos. El esclavo mis humilde de Polibio y, sobre todo, {El imis oculto de los pastores que habitan en el bosque ‘del Citeron enunciaran Ia verdad wltima al dar el il timo testimonio. El resultado es curioto: lo que se decfa en forma de profecia al comienzo de la obra reapareceré forma de testimonio en boca de los dos pastores. Y asi como la obra pasa de los dioses a Jos esclavos, los mecanismos enunciativos de la verdad o la forma en (gue la verdad se enuncia cambian igualmente. Cuando fhablan el dios y el adivino, la verdad se formula en forma de prescripelén y profecia, como la mirad eterna y todopoderosa del dios Sol, como la del adi- vino que, alin siendo ciego, es capaz de ver el pasado, al presente y el futuro. Es precisamente esta especie de mirada mégico-religiosa la que, en el comienzo de la obra, bace brillar una verdad que ni Edipo ni el coro quieren creer. La mirada aparece también en el nivel mAs bajo, ya que, si dos esclavos pueden dar testimonio de lo que han visto, ello ocurre precisamen- te porque han visto. Uno de ellos vio cémo Yocasta le entregaba un nifio y le ordenaba que lo llevase al bosque y lo abandonase. El otro vio al niflo en un bosque, vio cémo su compafero esclavo le entregaba este nifo y recuerda haberlo llevado al palacio de Po- fibio. Una ver mas se trata de la mirada, pero ya no de aguella mirada eterna, iluminadora, fulgurante del a dios y su adivino, ahora es Ja mirada de-personas que vven y recuerdan haber visto con sts ojos humanost ¢s Ia’ mirada del testimonio. Esta era la mirada omitic da por Homero al hablar del conflicto y el litigio entre Antiloco y Menelao. Puede’ decirse, pues, que toda la obra es una mane- ta de desplazar la enunciacién de a verdad de un Aiscurso profético y prescriptive de otro retrospective: yalno es mas una profecia, es un testimonio, Es tame bbign una tierta manera de’desplazar el brillo o la Iu de la verdad del brillo profético y divino hacia la mic rada de algiin modo empirica y cotidiana de los pasto- res, Entre los pastores y los dioses hay una correspon. dencia: dicen lo mismo, ven la misma cosa, pero no con el mismo lenguaje y tampoco con los ‘misinos ‘ojos. Durante toda la tragedia vemos una tinica verdad que se presenta y se formula de dos maneras diferem tes, con otras palabras, en otro discurso, con otra mirada. Sin embargo, estas miradas se corresponden, Los pastores responden exactamente a los dioses;, po. ddriamos decir incluso que los simbolizan. En el fondo, lo que los pastores dicen es aquello que los dioses ye hhabian dicho, s6lo que lo hacen de otra forma. Estos son los dos rasgos fundamentales de la tra- gedia de Edipo: Ja comunicacién entre los pastores y fe oes ents ol ecurdo de fos hombres as pro fecias divinas. Esta correspondencia define Ja tragedia ¥y establece un mundo simbélico en el que el recuerdo ¥ el discurso de los hombres son algo asi como una imagen empirica de Ia gran profecia de los dioses. Hemos de insistir sobre estos dos puntos para com prender el mecanismo de la progresin de la verdad en Edipo. En un lado estén Jos dioses, en el aes, pero entre ellos se aitia el ‘nivel de los ropes, © mejor, el nivel de Edipo. ¢Cudl es su nivel de ssber Y que significa su mirada? En relacion con esta cuestiGn, es preciso retificar algunas cosas, Cuando se analiza la obra suele decirse que Edipo es aquél que nada sabia, que era clego, que tenia los ojos vendados y la memoria bloqueada dado que nunca habia mencionado, e inchiso parecia haber olvidado sus propios actos al matar al rey en la encra- cijada de los tres caminos. Edipo, hombre del olvido, hombre del no-aber, un verdadero hombre del incons. siente para Freud. Bien sabemos que el nombre de Edipo ha sido empleado para realizar miltiples juegos de palabras. Sin embargo, no olvidemos que los mis. ‘mos griegos habian ya sefalado que en Oléitavg te nnemos Ja palabra ol que significa al mismo ties po haber visto» y asabers. Quiero demostrar que Edipo, colocado dentro de este mecanismo del gu.Behov, de mitades que se comunican, juego de respuesta entre los pastores y los dioses, no es aguel que no sabia sino, por el contrario, squél que sabia demas do, aquél que unia su saber y st poder de una manera condenabls y que la historia de Edipo debia ser expul sada definitivamente de la Historia, EI titulo mismo de la tragedia de Sofocles es inte. resante: Edipo y Edipo Rey, Oii0xg mwgawes. La palabra paves’ es de dificil traduccion. En efecto, la traduecién no da cuenta del significado exacto, Ecdipo es el hombre del poder, un hombre que ejeree sierto poder. Y es digno de tener en cuenta que el tulo de la obra de Séfocles no sea Eiipo, el incestuoso © Edipo, usesino de su padre, sino Edipa Rey. Que significa'la realeza de Edipo? La importancia de la tematica del poder se pone de relieve si recorremos el curso de Ja obra: dusante toda la pieza lo que esta en cuestidn es exencialimente lipo-y-es-esto-mismo-lo- que hace que ste se sienta amenazado, En ningin lugar de la tragedia dice Edipo que es Inocente; ni una sola vex afirma haber hecho algo com tra su voluntad o que cuando mato a aquel hombre ° w 91 no sabfa que se trataba de Layo. En suma, el perso- naje central del Edipo Rey de Sofocles no invoca en nlngin momento su inocencia 0 la excusa de haber acttiado de modo inconsciente. Solamente en Edipo en Colona veremos a un Edipo ciego y miserable que gitne a lo largo de la obra dr ciendo: «Yo nada podia hacer. Los diosés me cogieron fen una trampa que no habia previstos. En Edipo Rey, Ezdipo no defiende en modo alguno su inocencia, su problema es el poder y cémo hacer para conservatlo; esta es la cuestién de fondo desde el comicnzo hasta el final de Ia obra. En la primera escena los habitantes de Tebas recu- ren a Edipo en su condiciéa de soberano para plan- tearle el problema de la peste. «Ta tenes el poder, debes curarmos de la peste». Y él responde diclendo: ‘Tengo gran interés en curaros de la peste, pues no s6lo a vosotros afecta sino también a mi miso, en mi soberania y mi realeza>. Para Edipo entonces, la solu- ign del problema es una condicién necesaria para con: servar st poder y cuando comienza a sentirse amen: zado por las respuestas que surgen a su vuelta, cuando el ordculo lo nombra y el adivino dice de manera mas clara ain que él es el culpable, Edipo, sin invocar su inocencia, comenta a Tiresias: «Té deseas mi poder; ‘has armado una conspiracién contra mi para privarme de mi poders. ‘A Edipo no'le asusta la idea de que podria haber ‘matado'a su padre o al rey, teme solamente perder su propio poder. En la disputa con Creonte, éste le dice: «Trajiste tun ordculo de Delfos pero lo falseaste porque, hijo de Layo, ti reivindicas un poder que me fue dado». Aqui también se siente Edipo amenazado por Creonte al nivel del poder y no de su inocencia o culpabilidad. En todos estos enfrentamientos lo que esta en cues: tn, desde el comienzo de la obra, es el poder. 30 YY cuando, al final de la obra, la verdad esta a punto de ser descubierta, cuando el esclavo de Corinto dice ‘2 Edipo: «No te inguietes, no es el hijo de Polibio», Edipo no pensaré que al no ser hijo de Polibio bien ccurrir que sea hijo de algiin otro y tal vez, de Tayo, dird: «Dices eso para que me avergiience, para hacer que el pueblo crea quie soy hijo de un esclavo. Igualmente ejerceré el poder; soy un rey como los otross. Una ver mas es el poder. ¥ en su carécter de jefe de justicia, como soberano, Edipo convocard en ee momento al ultimo testigo: el esclavo del Citerdn. Amenazandolo con la tortura, Je arrancard la verdad. y cuando ya s¢ sabe quién era Edipo y qué habia hecho “parricidio, e incesto con la madre—, ccudl es la respuesta del pueblo de Tebas? «Nosotros ‘te lamdba- mos nuestro rey>, lo cual significa que el pucblo de ‘Tebas, al mismo tiempo aue reconoce en Edipo a quien fue su rey, por el uso del imperfecto —Ilamébamos— lo declara ahora destituido y lo despoja de los atribu- tos de la realeza Lo que esté en cuestién es Ia caida del-poder de Raipo. La prueba de ello es que cuando Edivo pierde cl poder en favor de Creonte, las iltimas réplicas de la obra todavia giran en torno al poder. La tiltima palabra dirigida a Edipo antes de que lo ileven al in- for del valacio es pronunciada por el nuevo rev. Creonte: «Ya no trates de ser el seior». La palabra empleada es azecau, lo cual quiere decir que Edipo debe dejar de dar érdenes. Y Creonte afiade ‘axommoas, palabra que quiere decir «después de haber Tlevado 2 Ta cima» pero que tamibién es un juezo de palabras ‘en el que Ia a> tiene un sentido privativo: «no pose- yendo mis el poder». ‘axpmnoas, significa al mismo Wempo: «Ta aue alcanzaste Ta cima y que ahora has perdido el poder. ‘Después de esto interviene el pueblo aue saluda a aio por iltima ver diciendo: «Ti que eras xparvcuog», st esto os, «td que estabas en la cima del poder, Sin ‘embargo, el primer saludo del pueblo tebanio a Edipo tera: compamney Ou8tsev», 3 decir, « Edipo todopode- Toso! », Entre estos dos saludos del pueblo se desarro- Tis toda Ia tragedia. La tragedia del poder y del control del poder politico. zPero qué es este poder de Edipo? (2Cémo se caracteriza? Sus caracteisticas estin pre entes en la histori, el pensamiento y Ia filosofia erie {ga de a €poca, Edipo es llamado Base avaé, el pri. nero de los hombres, aquel-que tiene la xsare, aquel ‘que detenta el poder ¥ es por ello weaves. Tirano no ha de entenderse aqui en sentido estricto: Polibio, Layo ¥ todos todos los demas eran considerados también sewer. En la tragedia de Edipo aparccen algunas de las caracteristicas de este poder. Edipo tiene el poder, pero lo obtiene al cabo de una serie de historias y Aventures que, de ser el hombre més miserable —nifo abandonado, perdido, viajero errante— lo convierten fen el més poderoso. El suyo fue un destino desigual, cconocié la miseria y Ia gloria: tuvo su punto més alto ‘cuando todos lo erefan hijo de Polibio 'y su condicién Ids baja cuando se vio obligado a errar de ciudad en ciudad, y més tarde volvié a la cima. eLos afios que recieron conmigo —dice—- me rebajaron a veces y otras me exaltaron>. i Esta alternancia del destino es un rasgo caracteris- de dos tipos de personajes, el héroe legendario ‘que perdié su ciudadania y su patria y que después de varias prucbas reencucntra ia sloria, y cl tirano hhistorco griego de finales del siglo vi'y” comienzos del v. Bl Hirano era aguel que después de haber pa ado chas_aventuras y Hegado_a_la_cispide del poder estaba siempre amenazado de perderlo. La irregularidad del destino es caracteristica del personaje del tirano tal como es descrito en los textos gricgos de esta época, 2 q Ealipo es aquil que después de aber conocido la sisera,aleana) In gloria, agul que oe comrti. en rey después do haber sido horoe. Pero sise conrls fr fey fue porque habia sido cape de our aed =: Tehas matando a ln Divina Castor, In Cala que devoraba a todos aquellos que no conseguan desc frar sus enigmas. Habla curado a fa cluded, le Bable permit como se doe en ln obra recuperate, Fespirar cuando habia perdido lento. Pars deignae festa cura de la ciudad, Edipo emplea ta eepreion dura, erccuperar; ‘estluony say, srecapersr la ciudad expresiin que encontraznos en el tate de So Wn, Solin que noe sao seo ms ben tn {lador, so vanaglorabs de haber recuperado a cadad de Atenas a nals del siglo vi. Esta ep una carscten ta comin a todos lor ianos que sagen on Grecia tates fos silos vty ts no slo Sonocivon Ion puntos Agios y bajos de la suerte personal sino que ademas dssempetaron el papel de agentes de rectperactn por tneilo de una dlstribucidn econdmica ecuinime como Cipselo en Corinto, o'a través de tna fasta legislate, tomo ea el caso do Solén en Atenas. Son estas, pues, dos earacterstieas Fundamentals del tran geeee gus sparen en tee del gen de Sf oan at En Baio se encuentran, adetnés de estas caracters: teas posiivas dela tania, tras que podrian onside rarse negatias. Com ocasion de ls disaslones te tmartiene con Creont y Tires, incu con el puctlo mismo, sc le reprochan a Edo varias cosas, Crcont, por clemplo, le dee: «Ents equivocado, Te ideatifieas fon aa cade a ue no nace, Iman aoe arto de ella; no eg slo tuyas Si nos atenemos 2 las Ristoras que contaba Herodoto acerca de los traner trlegos, en pertcular acer de Cipselo de Corinto, ve ‘hos que dsc se consderaba dueto de la cudad, sola 3 91 197 cic que Zeus se Ia habia otorgado y que él Ia habia entregado a los cludadanos. Esto mismo aparece es Ie tragedia de Sofotes. aval que Cipsle, Edipo no da importancia a ls legos y Tas susttuye bor sus drdenes, por st woluntad Esto est caro en sus afitmnciones’ ‘cuando Cresate le reprocha que quera exiarlodiceado que st deer sién no ex Justa, Halpo tesponde: «Poco ‘ne importa aque sea 0 no justo; igealmente has de ables Se Yoluntad sera la ley de la chadad y es por ello que en el momento en que se iia su caida 0 poder cl core det pueblo le reprocharé el haber desprecado la sore Js justia. Por fo tant, hay aue ver en Edipo un pores naje hitGicamente bien definido, mercado, eelode Ao, caracterizado por el pensamicato del siglo v. el Este personae del trano no slo se caracterea por 4l pode sin también or clr tipo dese tt Fano griego no era srplemeste quien tomate el peer Si se aduetaba de € era porque detntabao heels to ter el echo de detentar tn saber superior en ccnaey 4 su eficaci, af de los demis. Este ey prociscmnene aso de Edlpo. Edipo es quien coniguis resolver por 4u pensamiento. su saber, el Tamoco enigma de tay finge:'v asf como Solin puede dar sfecivanente Ie ve fuss a Atenas, puede recuberar la iudad aerqre era “eber Sabo. ast tambien ‘al ‘es sap ae ee solver el enigma de la exfinge porque tanbien dl coe 2Qut es este saber de Edipo? ;Cuiles son sus otis? Duranie’ wd, la ‘obra saber de’ Epo Se dspliga en sus caracteristica: en todo moment ee aue él venci alos otros, que resolNio el enigma dee gating gue care a la chad por medio de ct que lama enon, su conocimtento ¢ su seo, Ot vedas para designar su modo de saber, se dice aqul gue ee ontro évpnea. Esta es la palabra que com masor fe ca F euencia utiliza Edipo para designar Jo que hizo y esté soghasharinsrs serena eeeteetor teraiercien antennae ia neat Coe esgic tes ieee ame nem weet insert eae a ee spam srae fe cae eat sed ctor adie rae ee game ere ee donee go le Mee Bee ee eee aa ae inca can er Se aes Rey oe or eres es merece fees lh ote sce sn ee ea oes cn eae eared Roenem ore noe nce aie ad ieee ce en ose ora recat ratag Sete Bolin eran Bienes Bees eae ane el aes eae Seeer ge aaperearie cn volta de encontrar postr testimony, onoee Spor mew aries Poke eeraee ae Sores mates aoe ag onan eee eae oy Pie oo eae ae re ‘lento, saber del hombre que quulere ver con. sus pro. pote rarer en Pee anne Pan oe ie Pee ee rea er gote Pee ae aii Sees cise mea a Ealipo es el conductor, el piloto, aquél que en la proa del navio abre los ojos para ver. Y es precisamente porque abre les ojos sobre lo que esté octirriendo que Encuentia el accidente, lo inesperado, el destino, la ‘turn. Edipo cayo en la trampa porque fue este hombre dela mirada autocritica, ablerta sobre las cosas. Quisiera mostrar que en realidad Bdipo represen ta ex Ja obra de Sofocles un cierto tipo de lo que yo liamaria ssbery-poder, poderysaber. ¥ porque eerce tun poder tirdnicoy solitario —desviado tanto del ordcue lo de los dioses que no qulcre oir como de los que dice Y quiere el pucblo— en su afan de poder y saber, de gobernar descubriendo por si solo, encuentra en alti. ta instancia los testiionios de quienes vieron. ‘Vemos asi cémo funciona el juego de las mitades y eémo, al final de la obra, Edipo es un personaje su. Perfluo, en la medida en que este saber tiranico de ‘quien quiere ver con sus propios ojos sin explicar a dioses-ni hombres, permite la coincidencia exacta de Jo que habian dicho los dioses'y lo que sabia el pusblo. Balpo, sin querer, consigue establecer la unin entre Ja profecia de los doses y la memoria de los hombres, El saber edipco, el exceto, el exceso de poder, el ex: 220 de saber, fueron tales que el protagonisia se torné Indtil; el ctreulo se cerré sobre el, 0 mejor, los dos fragmentos de la trama se acoplaron y Edipo, en si ‘poder solitario, schizo indi, su imagen se torad mons. {ruosa al acoplarse ambos fragmentos. Fdipo podia de. ‘masiado por su poder tirénico, sabia demasiado en su saber solitario. En este exceso ain era espoto de su ‘madre y hermano de sus hijos: es el hombre del exce: 0, aquél que tiene demasiado de todo, en su poder, su saber;-sufamilia; su-senualidadEdipo; homk cia sim: ble, que estaba de mds frente a la trans ‘dicho ble ‘de lo que sabian Ios pastores'y Por consiguiente, la tragedia de Edipo est muy 56 cerca de lo que seré, unos afios mis tarde, Ia filosofia platénica, Platén restard valor al saber de los esclavos, ‘memoria empfrica de lo que fue visto, en provecho de ‘una memoria més profunda, esencial, como es la me- moria de lo que se vio en ei ambito de lo intelisible. ‘No-obstante Io importante es aquello aue seré funda- ‘mentalmente desvalorizado, descalificado, tanto en Ia tragedia de Séfocles como en la Republica de Platén: l tema, o mejor el personaje, la forma de un saber po- Iitico que es al mismo tiempo privlegiado y exclusivo. 1a figura sefialada por la tragedia de Séfocles o la filo. sofia de Platén, colocada en una dimensién histérica, fs la misma que aparece por detris de Edipo -r=?s. Edipo el sabio, el tirano que sabe, el hombre de la ‘wom, de Ia ywunin es el famoso sofista, profesional del oder politica y el saber que existia efectivamente en {a sociedad ateniense correspondiente a la época de S6- focles, Pero més allé de esta figura. lo que Platén y Sofocies sofialan es otra categoria de personajes del ‘ue el sofista era algo as{ como un pequefio represen- tante, continuacién y fin histérico: me refiero al perso- nnaje del tirano. En los siglos vr y vir el tirano era el hombre del poder y del saber, aquel que dominaba tan- to por el poder que ejercia como por el saber que po- seia. Por dltimo, aun cuando no esté presente en el texto de Platén y tampoco en Séfocles, quien es men- cionado es el gran personaje histérico que existié efec- ‘tivamente aunque colocado en un contexto legendario: cl famoso rey asirio. En las sociedades indocuropeas del Oriente medite- rrineo, a finales del segundo y comienaos del primer rllenio, el poder politico detentaba siempre cierto tip Eb-rey-y-autenes-to-rodeaban-administraba tun saber que no podia y no debta ser comunicado a los demas grupos sociales. por el solo hecho de detentar el poder. Saber y poder eran exactamente correspon dientes, correlativos, superpuestos. No podia haber sa- s7 9 Q ber sin poder, y no podia haber poder politico que ne ‘upusiera a su ver certo saber erpcea ee Esta es Ia forms asada por Duméilen sus etudios obras tres funciones, cuando med one Fanci, cl poder politico, corresponds a ae eat tee mico religiso. El saber de Ios Syget Saber de Ie accion que se puede ejerect bre ee! 2,0 sobre nosotros, todo exe ssher mance st presente en la fuel poltine En el origen de In soceda (As cuando el poder es tachado de ignorancis, lax SPadivines, Olvido, oscuridad, por un Indo, quaisnan, Soatltng y el filésofo en comunicaciin co 1 se aeat stermas de los dioses o del espiritu: y ee ee oe joerc eo eae Scie Ioque de anni iene relion ete Se ee ta su pura verdad jan posde aber poder pois, ober ee ef mentee oe = Siniento ‘lo que esta en juego es una lucha de poder. El poder politico no esta susente del saber oy a cons Tri, esta tramado con eee

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