La sabiduría popular expresada en el refranero aborda el tema de la infancia. Se mezclan sabios
consejos con ciertos mitos o prejuicios. Es bueno conocerlos y cribarlos con lucidez. Ni creerse todos a rajatabla ni despreciarlos. Aquí van algunos.
Lo que en la leche se mama, en la mortaja se
derrama. A enfermo, niño y anciano, hay que tenderles la mano. Los borrachos y los niños, siempre dicen la verdad. El trabajo del niño es poco, y el que lo desprecia un loco. El niño ha de parlar, lo que oye en el hogar. Los niños, ni ocultan mentiras, ni callan verdades. La sonrisa de un niño es más hermosa que la joya más valiosa. Llorando y riendo, va el niño creciendo. Tropezando y cayendo, a andar, va el niño El QUE CON niños se acuesta, mojado se levante. aprendiendo. Allá va el niño, donde le tratan con cariño. Un niño es cera, y se hará de él lo que se quiera.. V Redacción Misión Joven Hay que darle al niño malo, más amor y ■ menos palo. PfiRfi HfiCER: Lo que se aprende en la cuna siempre dura. - ¿Con cuáles estás de acuerdo y con cuáles no? Tropezando y cayendo, a andar va el niño ¿Porqué? aprendiendo. ■ Ordénalos de mejor a peor y explica el motivo de Casa sin niños, tiesto sin flores. tu clasificación. Amor de niño, agua en cestillo. - Si alguno no te gusta, ¿cómo lo corregirías? Los niños y los borrachos dicen siempre las ■ diiñade otro que no esté aquí y te guste. verdades,
Al potro y al niño, con cariño.
que se consigue en la niñez, crece y agrada después. Casa sin hijos, higuera sin higos. Niños y gente loca, la verdad en la boca; cuerdos y sabios, la mentira en los labios. Niños viejos y viejos niños, mal aliño. Niño malo no castigado, hácese más osado. En la infancia estamos rodeados de infinitos. La mayor encina, fue bellota chiquitína. Desde pequeñito, se ehdereza el arbolito. El perro y el niño, donde yen cariño. Chiquito, hasta el asno es bonito. Bendita sea mi faínilia, - que colaboró con Dios j- para darme la vida, que me dio más amor del que merecía, y me enseñó a amar, y a decir sí, y a reír, y me contagió de libertad.
Quiero a mi familia, que no se
decepcionó ni se avergonzó de mí; Sabias palabras del Papa Francisco me aceptó como era y me exigía respetuosamente. Alimento espiritual tn la tamma es aonae nay que cuidar toaas las En ella aprendí a compartir los partes de la persona. El cuerpo para que reciba el alimento, bienes -quizá pocos-, las penas y descanso, higiene y cuidados. La mente para que tenga acceso a alegrías -no tan pocas- y todo allí formación e información durante toda su vida. La parte social para resultaba más fácil y más gratificante. que se relacione de forma abierta y natural con los de dentro y con los Añoro a mi familia, donde saboreé el de fuera, para que aprenda a comportarse como un ser en relación, pan tierno y el agua fresca, nacido para el encuentro y la comunicación. En la familia también hay y los dulces caseros, y las frutas que cuidar y de manera muy, pero que muy especial, la parte recientes, y el primer vaso de vino, y las espiritual de cada uno. Y espiritual no es sólo la parte religiosa, pues caricias que encerraban todos los no creyentes también tienen una dimensión espiritual. Es la parte los sabores. interior de la persona, la que vive en soledad, en reflexión, en Bendigo a mi familia, sacramento de contemplación, en oración. amor, fuente de vida, imagen de la Es en la familia donde uno aprende a vivir en sociedad, a pasar del yo Trinidad, cátedra de humanismo, al nosotros, a descubrir que no vivimos solos en el mundo. Una misión de la familia es socializar al individuo. Hay familias en las que se regazo acogedor, arco que lanza hijos arropa en exceso al tímido; o en las que viven una intensa relación al futuro. entre ellos pero no están abiertos al mundo, a otras realidades, otros grupos, otras experiencias. Estas familias raquitizan a sus miembros, les protegen de la inseguridad que produce el mundo exterior pero les minimizan la vida, les privan de la oportunidad de enriquecerse con otras personas. Sería importante que en la familia se creara un clima de intimidad, de respeto a los espacios de soledad y de reflexión de cada uno. Serta bonito que se tuvieran ratos de oración en común, comentarios de libros que favorecen la experiencia espiritual, paseos que aumenten ¡Ah! la familia me dio la fe, me enseñó a nuestra capacidad de contemplación, confidencias sobre la vivencia rezar, y me abrió horizontes infinitos. espiritual de cada uno. Gracias. Mucha de la infelicidad, apatía y tristeza de nuestro tiempo proviene de la malnutrición espiritual que tenemos. Escuchamos las voces de los otros pero no sabemos escuchar ni acceder a la voz de nuestro propio interior. Tenemos la suerte de tener óada uno un alma poderosa que no se rinde a la mediocridad, sino que tiene sueños de plenitud, de autenticidad, de armonía y felicidad. Cada familia posee dentro de sí misma la capacidad de ser esa palanca que impulsa a los que la forman a realizarse como seres humanos. Y ante esta tarea tan difícil, lo mejor que podemos hacer es ponerla en manos de Dios y pedirle que nos abrace, nos dinamice y nos ayude a inventar una familia nueva potenciadora de cada persona. Seguro que con su ayuda es más fácil lograrlo. Mari Patvi Avena