Y PROPECIAwn
KAIROS
Hablar de Juan Stam es hablar de un profundo
conocedor de la interpretacién de la literatura
profética y apocaliptica, clave para discernir
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més fielmente la misién que hemos recibido
de Jesucristo, el Sefor de la historia.
Apocalipsis y profecia: las sefales de los
tiempos y el tercer milenio tiene una
consigna clara: «Nuestra misién como
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mundo y dentro de nuestra propia historia, y
para hacerlo tenemos que entender lo mejor
posible la realidad de nuestro mundo y de
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lo que esta pasando en nuestro mundo.» La
lectura de la historia que esta en proceso de
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‘Ya luz de las Escrituras. Esta tarea, sin
embargo, requiere una lectura del texto que
no reduzea la profecia a vaticinio ni deje de
lado el propésito de la literatura profética y
apocaliptica—un propdsito a tono con la
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Dios esté enteramente capacitado para toda
buena obra».Contenido
PROLOGO DEL EDITOR 7
1. Llamados a discernir las sefiales de los tiempos 9
2. La interpretaci6n cristiana de la profecia 33
3. Israel en perspectiva profética 65
Un estudio de Jeremias 30-31
4. El poder econémico de la gran Bestia 79
5. La liturgia universal del Apocalipsis 129
Apocalipsis 4-5 como modelo de cultoPrélogo del editor
Hablar de Juan Stam es hablar de un profundo conocedor de
los temas que se abordan en este libro, entre ellos el relativo al
Apocalipsis de Juan y su pertinencia al momento actual, en que
los cristianos somos convocados a discernir «las sefiales de los
tiempos». Su propésito es claro: discernir las sefiales de los
tiempos con el fin de cumplir mas fielmente la misién que hemos
recibido de Jesucristo, el Sefior de la historia. E igualmente clara
es su consigna: «Nuestra misién como discfpulos es servir a
nuestro Seftor en este mundo y dentro de nuestra propia historia,
y para hacerlo tenemos que entender lo mejor posible la realidad
de nuestro mundo y de nuestros tiempos. Es un deber cristiano
saber lo que esta pasando en nuestro mundo.»
La lectura de la historia que esta en proceso de realizaci6n
gana perspectiva cuando se hace a la luz de las Escrituras. Esta
tarea, sin embargo, requiere una lectura del texto que no reduzca
la profecia a vaticinio ni deje de lado el propésito de la literatura
profética y apocaliptica—un propésito a tono con la intencién de
las Escrituras: «que el siervo de Dios esté enteramente capacitado
para toda buena obra». En la medida en que estas reflexiones
contribuyan a ese fin, tanto el autor como los editores nos
daremos por satisfechos.
C. René PadillaLlamados a discernir
las senales de los tiempos
En los inicios del régimen hitleriano un joven tedlogo aleman
comenzé a preocuparse por las inquietantes sefiales de injusticia
y desorden social que observaba. Buscaba a amigos y parientes,
algunos de ellos con puestos importantes dentro del gobierno
nazi, para que le aclararan la realidad de lo que estaba pasando
en su patria. Todos respondian evasivamente y algunos le
contestaban: “Es mejor no saber”. El consejo era no meterse en
lfos y no buscarse problemas. Pero reflexionando sobre lo que
significaba ser discfpulo de Jesucristo en la Alemania de Adolfo
Hitler, ese joven, Dietrich Bonhoeffer, llegé a otra conclusién: un
cristiano tiene que saber. Bonhoeffer sabia que para ser fiel a su
Sefior, tenfa que entender bien la realidad de su mundo y sus
males,"
“EI cristiano tiene que saber” es una consigna no sdlo para
Dietrich Bonhoeffer en Alemania, sino para todo cristiano en
cualquier momento histérico y en cualquier parte del mundo.
1 Este resumen es una pardfrasis de varios pasajes en Eberhard Bethge,
Dietrich Bonhoeffer: Tedlogo-Cristiano-Hombre Actual, Desclée de
Brouwer, Bilbao, 1970.10 APOCALIPSIS Y PROFECIA,
Nuestra misién como discfpulos es servir a nuestro Sefor en este
mundo y dentro de nuestra propia historia, y para hacerlo
tenemos que entender lo mejor posible la realidad de nuestro
mundo y de nuestros tiempos. Es un deber cristiano saber lo que
esta pasando en nuestro mundo.
Los mismos tedlogos que a través de muchos siglos se han
dedicado principalmente a construir sistemas de verdades
abstractas, deberian concebir su tarea de otra manera. Sus
trabajos intelectuales tienen gran importancia, pero deberian
realizarse en una relaci6n vital con la misién integral de la iglesia.
E] tedlogo, mds que un gurti letrado en los sagrados e
inescrutables misterios de la fe, deberia entenderse como asesor
y orientador de toda la comunidad de fe en sus tareas
misioneras. Tiene que ser un especialista en interpretar la Palabra
de Dios y las sefiales de los tiempos.
1. Desafios del discernimiento
profético
La funcidn especffica del profeta en el pueblo hebreo era
aprender de Dios (y de la realidad, como Amés) la verdadera
situacidn del pueblo de Dios y la voluntad de Dios para la accién
del pueblo (Ex 4.14s; 7.1s). Un modelo para nosotros hoy es la
hermosa descripcién de los hijos de Isacar como “entendidos en
los tiempos, y que sabian lo que Israel debfa hacer” (1Cr 12.32).
Tenemos también el ejemplo de Ester, que sabia que Dios la
habia enviado al pueblo para ese momento histérico (Est 4.14)
y que tenia que jugar el todo por el todo en su fidelidad a Dios
(4.4.16).LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS ll
El lenguaje del Nuevo Testamento a menudo muestra una
aguda conciencia del tiempo. Segtin Galatas 4.4 Cristo vino “en
la plenitud del tiempo” (t6 plérwma tod jrénou). En la boda de
Cana Jestis dijo “no ha venido mi hora” (Jn 2.4; cf 7.30; 8.20),
pero después anuncia que “su hora habia llegado” (Jn 12.27;
13.1). Segtin Lucas 19.44, Jestis lloré sobre Jerusalén “por
cuanto no conociste el tiempo de tu visitacién” (ton kairon tes
episkopés sou).
iQué palabras més tragicas! Para que Jestis no tenga que
llorar sobre nosotros, a finales del siglo 20, nuestra fe nos plantea
un triple desaffo:
1) Saber responder a cada coyuntura estratética (Ef 5.16)
2) Saber leer “las sefiales de los tiempos” (Mt 16.1-4; Lc12.54-
56)
3) No malentender “las sefiales del fin” (Mt 24.3)
a. Debemos saber responder a cada
coyuntura estratética (Ef 5.16)
iCuan apropiada es la exhortacién de Efesios 5.14-17 para
nosotros hoy, a umbrales del siglo 21!:
“Despierta, tu que duermes;
levantate de entre los muertos,
y Cristo te alumbrara”.
Por lo tanto, cuiden mucho su comportamiento.
No vivan neciamente, sino con sabiduria.
Aprovechen bien este momento decisivo, porque los dias son
malos:
No acten tontamente;
procuren entender cual es la voluntad de Dios (DHH).12 APOCALIPSIS Y PROFECIA
E! nucleo central del pasaje es la primer frase del v. 16.
Aunque muchas veces se malentiende en el sentido de
presupuestar el tiempo muy estricta y disciplinadamente
(“redimiendo el tiempo”), el sentido mAs fiel del griego seria
“rescatando la oportunidad estratégica” (gr: exagorazémenoitén
kairén). Bien despiertos, hemos de andar muy despabilados, “no
como simplones, sino con talento, aprovechando las ocasiones”
(NBE).
En este texto la palabra “tiempo” (kairds) implica un sentido
agudo de lo que est pasando y una intuici6n estratégica (en la
plenitud del Espiritu, 5.18) de cémo responder a cada coyuntura
histérica. Podria compararse con el instinto musical del director
de una orquesta, que sabe cuando debe entrar cada instrumento
y cémo deben fluir las Ifneas de la mtsica. Seria parecido
también al genio estratégico de un brillante general militar, que
sabe cudndo y cémo mover sus fuerzas para lograr la victoria, 0
(imenos belicista!) a un jugador maestro de ajedrez que visualiza
acertadamente el pasado, presente y futuro del partido para
marchar hacia su victoria. De esta manera, “aprovechar bien el
momento decisivo” es el gran reto para nosotros los cristianos y
especialmente para los lideres, en nuestro actual “momento
decisivo” de la historia.
Una vieja y simpatica anécdota puede ilustrar este desafio.
Dicen que Pedro y José habian celebrado mas de la cuenta, y
cuando José iba para su casa un toro se le vino encima y lo dejé
malherido. Cuando Pedro lo visité el dia siguiente, José le conté:
“Se me venia ese toro, pero como yo estaba ebrio, yo vi dos
toros. Pero ningtin problema: ahi mismo habfa una puerta para
meterme. Pero como yo estaba ebrio, vi dos puertas... Me meti
por la puerta que no era, y me agarré el toro que era.”LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS 13
En cualquier conyuntura histérica, el secreto es poder distingir
los toros que son de los que no son, y las puertas que son para
no tratar de escapar por una puerta que no es. En el siglo 16
algunos veian como “toros” peligrosos al protestantismo, el
nacionalismo (contra el sacro Imperio Romano) y otras fuerzas
histéricas que en realidad eran puertas abiertas al futuro. Lutero
y los reformadores (incluso los anabautistas) vieron al Evangelio,
recién descubierto con nuevos brillos, como una gran puerta para
todos. Otros vieron como un “toro” amenazante la nueva teorfa
heliocéntrica de Copérnico y Galileo. A principios del siglo 19, en
tiempos de la independencia latinoamericana, la jerarquia
catélica de América Latina vefa como “toro” al republicanismo,
y como “puerta” la monarqufa. En cada coyuntura, lo mas dificil
es saber cuales son los toros, y cuales son las puertas.
b. Debemos saber leer las seiiales
de los tiempos (Mt 16.1-4;
Le 12.54-56)?
Los fariseos y saduceos, rebeldes para creer en Cristo a pesar
de todos sus milagros (que los sindpticos nunca llaman “sefiales”),
pretendian exigirle a Jestis una “sefial del cielo” (Mt 16.1; cf Le
11.16,29-32). La literatura apocalfptica especulaba mucho con las
sensacionales sefiales de la vida del Mesias (2 Baruc 25, 27 1:629;
630; 29.1-7 1:630; 2 Esdras 5.2ss 1:531). Pero Jestis siempre se
nego a cumplir tales expectativas mesidnicas y nunca aceptd
complacer a los que le demandaban sefiales.
? Aunque algunos manuscritos griegos omiten Mt 16.2-3, el argumento
parecido en Lc 12.54-56 es textualmente incuestionable.14 APOCALIPSIS Y PROFECIA
E! contexto de estos pasajes es la clave para encontrar su
sentido: los judfos exigian a Jestis las sefiales apocalipticas que
su tradicién anticipaba para el Mesias, y Jestis se niega a
darselas. “tCémo es posible —les pregunta con ironfa—, que
ustedes sean tan duchos para interpretar el aspecto (préswpon)
del cielo, pero son ciegos a las sefiales de los tiempos en que
viven?” Porque pueden “distinguir el aspecto de cielo y tierra”
pero no aciertan a “distinguir este tiempo” de su presencia entre
ellos (Lc 12.56), Jestis les tilda de hipdcritas, malos y adilteros
(Mt 16.4).3
Jestis mas bien se refiere a dos “sefiales”, una implicita en los
textos y la otra explicita, a la que eran culposamente ciegos sus
contrincantes. La primera sefial era la historia que se estaba
realizando: “este tiempo”, como lo llama Lucas 12.56. Por su
propia rebeldia y ceguera no podian discernir (dokimdzw Le
12.56; diakrinein Mt 16.3) el kairdés que trajo a la persona y obra
de Jestis. Jestis mismo era la mayor sefial (cf. Lc 2.34 “sefial que
sera contradicha”), y ningtin bien les harfa las espectaculares
manifestaciones que prometia la literatura apocaliptica. Su
pecado no les permitié responder debidamente a la coyuntura
critica que representaba Jestis en la historia (Ef 5.16).
La segunda sefial, y la nica explicita como tal, es “la sefial.
del profeta Jonas” (Mt 12.38-42; 16.4; Le 11.29-32). En
contraste con los incrédulos contemporaneos de Jestis, los
ninivitas se arrepintieron cuando les predicé Jonas.‘ Igual que la
3 Cf, Lucas 23.8: Herodes “esperaba verle hacer alguna sefial”.
* Tanto Lucas 11.29-32 y Mateo 12.38-42 incluyen también “la reina
del sur” como testigo contra ellos, porque ella también entendié y creyd.
Mateo agrega secundariamente los “tres dias” de Jonas 1.7 como anticipo
de la resurreccién de Jestis.LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS 15
primera sefial (implicita), ésta no tenia nada sensacional ni
cosmoldégicamente terrorffico; sencillamente se referia a
realidades histéricas (Jestis, Jonas, reina de Saba) a las que los
contemporaneos en su rebeldia no supieron responder.
Por eso, la analogia que establece Jestis entre los métodos
sencillisimos de los agricultores palestinenses para leer “las
sefiales climaticas”, y la forma que debian usar los
contemporaneos para “discernir este tiempo”, significé ademas
un rechazo tajante del tremebundo sensacionalismo de gran
parte de la tradicién apocaliptica. En efecto Jestis les esta
diciendo: “Olvidense de esas tradiciones y respondan a mi
presencia con el mismo discernimiento practico con que
responden cada dia a los sintomas del tiempo” (clima).
Juan Luis Segundo, en su contundente Respuesta a Ratzinger,
sefiala que el Concilio Vaticano Segundo (Gaudium et spes), fiel
a este pasaje, “atribuye el discernimiento de los signos de los
tiempos a la sensibilidad histérica del hombre, y su interpretaci6n
a la luz del evangelio”.® El pasaje indica “que los signos de los
tiempos no estan sujetos a un criterio o discernimiento ulterior o
superior, como pretendian los adversarios de Jestis” °. “Eso lo
demuestran —dice Segundo—las dos analogfas que pone Jestis:
el discernimiento de cambios climaticos sin ulterior criterio, y el
discernimiento que hicieron paganos como los ninivitas y la reina
del sur en base a su sola sensibilidad historica frente a los
acontecimientos... En la argumentacién de Jestis, las sefiales de
los tiempos y el responder a ellas constituyen un presupuesto de
§ Juan Luis Segundo, Teologja de la Liberacién: Respuesta a Ratzinger,
Cristiandad, Madrid, 1985, p. 46.
® Ibid., p. 47.16 APOCALIPSIS Y PROFECIA
la correcta lectura de la palabra, no viceversa”. La radicalidad de
destis consistié “en exigir del hombre una_sensibilidad
histérica...como presupuesto hermenéutico para una correcta
lectura de la palabra de Dios”. Para Jestis, demandar sefiales es
una idolatria propia de una “generacién adultera”.”
La radicalidad de esta exigencia de Jestis debe definir también
nuestro concepto de la tarea de la teologia. Desde los antiquos
apologistas y la escuela de Alejandria, los tedlogos se han
concentrado en la tarea de armar sistemas parecidos a los de la
filosofia. Pero la tarea en realidad es otra: acompafiar al pueblo
de Dios en su misi6n histdrica. Eso significa que el tedlogo debe
ser un especialista en la lectura de “las sefiales de los tiempos”
que discierne el kairds histérico, es decir, el momento oportuno
de que nos habla Efesios 5.16.
De hecho, un repaso de la historia del pensamiento cristiano
nos mostrara que los tedlogos realmente grandes han sido los
que mejor entendian los tiempos en que vivian. Otros hubo mas
eruditos, pero no que leyeran mejor las sefiales del tiempo. En la
encrucijada histérica que vivia San Agustin, nadie comprendia
mejor que él las causas y el significado de la crisis del Imperio
Romano y con él, de toda la cultura clasica.® San Anselmo
entendia la formacién histdrica del feudalismo medieval en su
tiempo, y articulé su teologfa en los mismos términos. Santo
Tomas de Aquino comprendfa a fondo la crisis del aristotelismo
en el siglo 13 y supo responder brillantemente. Sobre todo,
Lutero y los reformadores captaban intuitivamente, en diversos
7 Ibid., p. 48. ;
®Ver C.N. Cochrane, Cristianismo y Cultura Clasica, Fondo de Cultura
Econémica, 1956.LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS 17
grados y formas, las transformaciones epocales de su momento
histdrico, a las que respondfan con el mensaje evangélico.?
ec. No debemos malentender “las senales
del fin” (Mt 24.3)
Este es el tercer desafio que nos plantea el evangelio al
respecto de nuestro tema: entender correctamente —y no
malentender, como suele pasar— “la sefial de tu venida y del fin
del siglo” (Mt 24.3). Ya hemos sefialado que las tradiciones
apocalipticas judias solian anunciar los mas extraordinarios
prodigios como sefiales de la venida del Mesias, y que los
adversarios de Jestis le exigfan hipécritamente que los efectuara.
Pero la respuesta constante de Jestis es negarse a entrar en ese
juego (Mt 12.38-42; 16.1-4; Mr8.11-13; Le 11.29-32; 12.54-56).
La exigencia perversa de sefiales, y el férreo rechazo a hacerlas
por parte de Jestis, es un tema tan obvio como importante en los
evangelios sindpticos.
Sin embargo, parece que en parte los mismos discfpulos
compartian esas expectativas taumatirgicas y no Ilegaban a
comprender la polémica del maestro con esa clase de sefiales.
Cuando Jestis les anuncia la destruccién del Templo, segtin
Marcos y Lucas, ellos preguntan “équé senal habré cuando estas
° En este aspecto debe mencionarse que los anabautistas en general
percibieron mejor que los demas la radicalidad de las transformaciones
que estaba engendrando el mundo moderno. Por eso ellos, més que
Lutero o Calvino, rompieron radicalmente con las tradiciones medievales
y de la “cristiandad” constantiniana. Su “Reforma Radical” estaba mas
bien adelantada a su momento histérico.18 APOCALIPSIS Y PROFECIA
cosas estén por suceder?” (Le 21.7; cf. Mr 13.4).!° San Mateo
reformula las dos preguntas en tres: “écudndo serdn estas cosas,
y qué sefial habra de tu venida, y del fin del siglo?” (24.3). Un
analisis cuidadoso de este discurso, sin embargo, muestra que
Jestis no contesté ninguna de las preguntas: ni les dice “cuando”
(Mat 24.36; cf. Hch 1.7), ni les revela alguna sefial que hubiera
de anunciar su venida, que sera “como un relampago” (24.27).
La tinica sefial sera la misma “sefial del Hijo de Hombre en el
cielo” (24.30) y las “grandes sefiales del cielo” (Lc 21.11,25; Mat
24.29). Eso si, los “falsos Cristos” vendran a satisfacer ese tipo de
curiosidad apocaliptica con “grandes sefiales y prodigios”
engafiosos (24.24).
Es cierto que Jestis habla aqui de guerras, hambrunas,
terremotos, etc, pero nunca las llama “sefiales” y mas bien
agrega, como para advertirles contra falsas interpretaciones
apocalipticas, “mas aun no es el fin” (Mt 24.6,14, en contraste
con la pregunta de 24.3; Mr 13.7; Lc 21.9). Aqui también Jesus
sigue su guerra contra la “sefialomania” de las cabezas calientes.
La Unica sefial sera él mismo y las consecuencias césmicas de su
venida; cualquier otra pretensién es un engario (Mt 24.26-30)."
En resumen, parece que Jestis no pronuncié todo este
discurso para avisarnos de las sefiales que habriamos de ver, sino
para advertirnos contra tales creencias apocalipticas. Aqui
también Jestis rehusa ofrecer el tipo de “sefiales” que buscaban
los fariseos, iy que buscan muchos evangélicos hoy! Las tnicas
*°La pregunta en Marcos y Lucas se refiere claramente a la destruccién
del Templo. Es probable, y con cierta légica, que los discfpulos hubieran
entendido que la destruccién del Templo seria también el fin de la historia.
" Todo este anilisis se basa en los comentarios de Kirster Stendahl, de
Harvard, el mayor experto sobre el Evangelio de San Mateo.LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS 19
senales a que él remite son (1) la sefal de Jonas; (2) la
apariencia del cielo; (3) su propio ministerio como “serial de este
tiempo”; (4) la sefial del Hijo de hombre en el cielo, y (5) los
fenémenos césmicos que la acompafiaran. En definitiva, hasta
que él venga, todas las sefales consistiran en nuestro fiel
discernimiento de los tiempos y de las escrituras (Ef 5.16).
2. El siglo 21:
una coyuntura histérica
Si como cristianos estamos llamados a entender nuestro
propio kairés histérico y a comprometernos con el Sefior para
responder fielmente al mismo, entonces surge la pregunta: éc6mo
hemos de leer hoy las sefiales de los tiempos, precisamente a
finales de siglo 20?
Cada dia parece crecer la fascinacién, y a veces una
angustiosa preocupaci6n, con el nuevo siglo y milenio que se nos
acercan. Han sido tantos y tan dramaticos los cambios de las
tltimas décadas que muchos intuyen que estamos en medio de
una de las mas grandes transformaciones de la historia humana.
Quiza en parte por eso, el interés en la futurologia sociolégica y
la escatologfa cristiana han tomado gran auge.” A veces éstas
toman también formas apocalipticas extremas y hasta peligrosas,
como en el tragico caso del suicidio colectivo de la secta “Puerta
” Evidencia de esto es la inmensa popularidad de los libros
apocalipticos de Hal Lindsey, comenzando con La agonia del planeta tierra
que se mantuvo por varias décadas en primer lugar de best-seller
superando a grandes obras publicadas en los mismos afios (como por
ejemplo Cien arios de soledad de Garcia Marquez)20 APOCALIPSIS Y PROFECIA
del Cielo”. A veces confusos conocimientos de aislados detalles
han producido sensacionales noticias; muchos miles de
latinoamericanos, por ejemplo, temian la venida del Anticristo el
6 de junio de 1996, por ser 666 y el tiltimo bisiesto del siglo.
Aparte de tales fantasfas, éc6mo debemos interpretar los
grandes cambios que estan ocurriendo en nuestro mundo y qué
deben significar para nuestro testimonio en el siglo 21? Debemos
aclarar en primer lugar que la fecha misma carece totalmente de
importancia. El mismo calendario es en cierto sentido relativo,
una decisi6n humana respecto a qué dia se ha querido comenzar
el ario y cémo se han calculado los afios desde la antigiiedad.®
Ademias, las transformaciones histéricas tienden a realizarse mas
sutil y gradualmente. Sin embargo, tomando una perspectiva
menos puntual, se logra percibir las transformaciones que van
realizéndose en la historia.
Hay algunos paralelos impresionantes entre el periodo de la
Reforma y nuestro tiempo." Es evidente que en la época del
Renacimiento y la Reforma protestante (siglos 15-16) ocurrieron
cambios que transformaron a Europa, de modo que dicha época
puede considerase una de las coyunturas mds decisivas de la
historia humana. Lo que nos llama la atencién y queremos
*8 Debemos notar que culturas orientales tienen calendarios totalmente
distintos al occidental. Ademas, en otras épocas como la edad media
podian coincidir varios sistemas de calendario y la conciencia social de las
fechas podria ser mucho menor. Es probable que esto ayude a explicar
porque los europeos dieron relativamente poca importancia al afio 1000.
™ En lo que sigue, estamos plenamente conscientes de lo diffcil y
peligroso que es establecer paralelismos transcronolégicos como también
realizar proyecciones futuristas. Pero estamos convencidos que es mejor
intentarlo y posiblemente equivocarse, que no hacerlo y seguramente
equivocarse.LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS 21
sefialar a continuacién, son los fendmenos de nuestro tiempo
que lo hacen notablemente semejante a esa época anterior:
1) Fundamental a las transformaciones de la época de la
Reforma fue el perfeccionamiento de la imprenta mévil por
Gutenberg (c.1394-1468). Esta signific6 una revolucién en los
medios de comunicacién de la época y fue un recurso que los
reformadores, comenzando con Lutero, supieron aprovechar
muy bien. En nuestros dias vivimos otra revolucién en las
comunicaciones que ha alcanzado logros jamas sospechados.
Desde la introduccién de la maquina de escribir y la pluma de
fuente (siglo 19), pasando por el cine, la radio, la grabadora y la
televisién, la fotocopiadora (y antes, los viejos esténciles) y el fax,
ihemos llegado a la computadora portatil y el increible Internet!
Dos anécdotas pueden ilustrar lo dramatico de esta revoluci6n
tecnolégica. En estos dias me ha tocado sacar de mis archivos
varias cartas que me enviéd en 1962 nuestro recordado hermano
Rolando Gutiérrez. Como Rolando entonces era estudiante en
Estrasburgo, y seguramente tenia poca plata, escribia sus cartas
con una cinta azul bastante despintada. Eso me cred un
problema que Rolando en 1962 jamas hubiera sofado: por lo
palido de las cartas, no pude enviarlas por fax a México. Tuve
que fotocopiarlas en Xerox para que el fax las pudiera tomar. A
Rolando hace 35 afios ni se le hubiera ocurrido usar una mejor
cinta para que yo pudiera enviar las cartas por fax. En esa fecha
ni sofidbamos con algo que se iba a llamar “fax”, ni Xerox, ni
mucho menos correo electrénico.
Otro ejemplo: el dia después del primer paseo en la luna, en
1968, me encontré con la anciana madre de una amiga. La
sefiora estaba profundamente conmovida. “Mira, hermano—me
dijo—, cuando yo naci Costa Rica no tenia luz eléctrica ni carros
ni calles pavimentadas. Yo recuerdo cuando se trajo la primera22 APOCALIPSIS Y PROFECIA
radio, iy ahora estoy viendo en televisid6n cosas que estén
pasando en la luna! iEs increfble!” De hecho, ahora la
comunicacién es virtualmente instantanea. Pudimos seguir
momento a momento el asalto a la residencia japonesa en Lima
en los mismos instantes que ocurria. Esta misma instantaneidad
afecta y afectaré sensacionalmente el mundo de las finanzas y el
comercio.
2) Los cambios revolucionarios en el transporte y el
conocimiento geografico contribuyeron también al nacimiento
del mundo moderno en los siglos 15 y 16. Los portugueses
aprovecharon los importantes avances en la cartografia marina,
en los instrumentos de navegacién (briijula, invento del
astrolabio) y la aparici6n de una nueva nave muy superior, la
carabela, para pasar el cabo de Africa y viajar al oriente. Después
Crist6bal Colén llegé a las costas de nuestra Abya Yala.
Simultaneamente, las nuevas teorias heliocéntricas de Copérnico
y Galileo también comenzaban a transformar la vivencia humana
del espacio cdsmico que habitamos.
Una revolucién de aun mayores proporciones esta ocurriendo
en nuestros tiempos. El invento de la locomotora y el buque de
vapor, del automévil y del avidn, representaban en su tiempo
maravillas inauditas. Pero en pocas décadas habfan de quedar
pdlidas comparadas con la exploracién del espacio. Nuevas
teorias cientificas y filoséficas como las de Einstein y Whitehead,
telescopios mas poderosos que nunca y robots, y otros
instrumentos para explorar el espacio, han acelerado todo este
proceso. El significado de estas transformaciones es incalculable.
De la Reforma para acd, el mundo que habitamos se nos ha
vuelto no sélo planetario sino césmico; no es el mismo mundo de
antes.LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS 23
3) Dolorosamente, tanto la época de la Reforma como la
nuestra han visto saltos cualitativos en cuanto a armanentos. Se
atribuye a Berthold Schwartz el invento de cafién con proyectil
expulsado por pélvora (1313), y en los siguientes siglos se fue
perfeccionando lentamente la calidad de la pdlvora para que
fuera menos peligrosa y mas eficaz. En cuanto a armas portatiles,
el desarrollo moderno comienza con el invento de la arquebusa
(fin del 15), a la que siguid la mosqueta (c.1540), armas cuyos
fuegos cayeron sobre los indigenas americanos. La mosqueta fue
producida en Espafia y el Duque de Alva la introdujo al ejército
espanol.
Los recientes desarrollos en este campo son tan conocidos que
es poco necesario detallarlos. Un factor decisivo es que el
armamentismo se ha convertido, en muchos aspectos, en un
lucrativo negocio. A veces una guerra puede resolver graves
problemas econémicos de un pais (como el caso de la gran
depresién de los afos 30 en EE.UU.) 0 consolidar, por lo menos
momentaneamente, la popularidad de un politico (Margaret
Thatcher y la guerra de las Malvinas, George Bush y la guerra del
Golfo, Fujimori y el asalto a la residencia japonesa). Estos y otros
factores dan al militarismo dimensiones nuevas y muy peligrosas.
Durante este siglo una gran parte de la tecnologia ha surgido
al servicio de la muerte. Eso lo reconocié Alfredo Nobel, inventor
de la dinamita y fundador de los premios Nobel. La quimica se
ha empefado en producir una inmensa variedad de explosivos,
posibilitando “maravillas” modernas como la reciente explosi6n
en Oklahoma City. La aviacién también ha revolucionado la
guerra moderna, sobre todo con bombardeos aéreos (el primer
bombardeo aéreo civil del hemisferio occidental fue realizado por
los marines contra el pueblo nicaragtiense de Ocotal en 1927).
Pero todo eso es muy primitivo comparado con las actuales24 APOCALIPSIS Y PROFECIA
armas nucleares, los misiles “inteligentes”, y la guerra quimica,
bioldgica y genética. En verdad, el caballo rojo del Apocalipsis se
ha convertido en un verdadero monstruo amenazante. Nuestra
guerra ahora también se ha hecho posmoderna.
4) En términos mas generales podemos decir que la época de
la Reforma significa basicamente el fin de todo un periodo
histérico y los inicios de una nueva era, que llamamos
“moderna”. Estamos conscientes, por supuesto, de que estos
procesos son siempre muy graduales, poco obvios, pero de
repente queda claro que las estructuras bdsicas de larga data ya
se han transformado en algo nuevo. En ese sentido muy general,
parece valido decir que los siglos 15-16 representan la transici6n
del ya muerto feudalismo medieval al mundo moderno en que
vivimos.’® Pronto desapareceria el Sacro Imperio Romano que
habia dominado desde Federico Barbarosa (m.1190), e iban a
tomar mucho mas fuerza los estados nacionales que irfan
unificandose paulatinamente. rad
Muchos pensadores han sefialado el proceso de secularizaci6én
impulsado por el movimiento del Renacimiento y la Reforma.
Hablando nuevamente en términos generales, la Edad Media fue
una época caracterizada por una fuerte autoridad eclesidstica. La
iglesia ejercia una dominante presencia en la filosofia, la
literatura, las artes y todo lo relativo a la cultura. Después de la
transformaci6n que estamos sefalando, todos esos aspectos de
la cultura iban haciéndose cada vez mas auténomos e
independientes de la autoridad eclesidstica. En muchos aspectos
+5 Con esto no pretendemos simplificar e] concepto de “feudalismo” ni
afirmar que existiera homogéneamente hasta el siglo 15 en toda Europa
y después desapareciera del todo, Muchos creen, por ejemplo, que
sobrevivié mucho tiempo después en las colonias espafiolas y portuguesas.LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS 25
este proceso nacié de la misma Reforma protestante, y tras ella
del pensamiento biblico.
Hoy dia es mucho mas aguda la crisis de valores y de
autoridad. Llama la atencién que algunos de los ultimos papas,
siendo muy autoritarios (Pablo VI, Juan Pablo II), no hayan
podido imponer su voluntad sobre los fieles. Cuando Pablo VI,
por ejemplo, quiso resolver por decreto el problema de Ja
planificacién familiar con su enciclica Humana vitae, los fieles en
masa hicieron caso omiso y siguieron planificando.
No me parece demasiado atrevido decir hoy que, asi como la
época de la Reforma representé el fin de la época medieval y su
sistema socio-econémico-politico, hay sintomas en estas tltimas
décadas que anuncian el fin del correspondiente sistema
moderno. Muchos, sobre todo desde el tercer mundo, han
afirmado que nuestro sistema esta en una crisis que podria ser de
muerte. En verdad, es bastante diffcil imaginar que dentro de
cien afios todavia esté funcionando eficazmente el orden social,
econdémico y polftico actual, que hoy mismo no anda nada
bien.®
Una caracteristica importante de este proceso es lo que se ha
llamado la rapidacién. Cambios que antes duraban siglos en
realizarse, ahora pueden ocurrir dentro de una década o hasta un
lustro. En algunos campos cientificos, la mitad o mas de lo que
se sabe fue descubierto en los tiltimos cinco o diez afios. Asi que
no slo aumenta vertiginosamente el conocimiento humano y los
*6 En este parrafo pretendo lanzar inquietudes mas bien que plantear
conclusiones; por eso, no intento entrar en detalles o pruebas. Sdlo el
tiempo podra indicar lo acertado de estas intuiciones.ha ht a
26 APOCALIPSIS Y PROFECIA
cambios de todo tipo, sino también sigue acelerandose cada vez
més el ritmo de esos cambios.
El campo de las artes visuales, musicales y literarias merece
una atencién especial en el andlisis de nuestra coyuntura
historica. Por sus agudas percepciones intuitivas, los artistas a
menudo son los profetas del mafiana; basta ver el Guernica de
Picasso para captar el salvajismo de la guerra moderna. Otras
expresiones mucho mas extremas en la pintura contemporanea
(surrealismo, dadaismo, fauvismo), la atonalidad en la mtisica o
el teatro del absurdo en la literatura, revelan dramaticamente la
crisis de nuestro momento historico.'” Estas expresiones asustan
a muchos conservadores, que adoptan la salida mas facil de
condenarlas para no tener que confrontar los desafios que
plantean. Mejor seria tomarlas muy en serio como expresién
intuitiva de la profunda crisis de sentido que vive nuestra
sociedad, y como indicadores que pueden ayudarnos a
“aprovechar bien este momento decisivo”.
Desde hace tres o cuatro décadas muchos destacados
pensadores han venido analizando el significado de la
transformacién histérica que esta viviendo la civilizacién entera
a finales del siglo 20 (y que se ha hecho mucho mas evidente y
dramatica en Ja Ultima década). Echando un vistazo global de la
historia.humana, podriamos senalar las siguientes transiciones
decisivas: de la prehistoria a la historia; de las culturas primarias
a la civilizacién clasica grecorromana; de la época clasica a la
medieval; y de la medieval a la moderna. Ahora nace la
pregunta: éCudnto mas puede durar nuestra actual civilizacién
V’ Para un enfoque algo conservador de “The Crisis of the Fine Arts”,
ver P.A. Sorokin, The Crisis of our Age, Dutton, New York, 1941/1957,
. pp. 30-79.LLAMADOS A DISCERNIR LAS SENALES DE LOS TIEMPOS : 27
moderna? éCémo sera la nueva situacién que parece venir
configurandose?
Los escritos sobre esta tematica, especialmente por socidlogos,
han sido muy numerosos. En 1943 Karl Mannheim fue uno de
los primeros en abordar el tema con su Diagndstico de nuestro
tiempo, del que la segunda parte se dedica al papel del
cristianismo. Le siguié Pitrim Sorokin con La Crisis de nuestro
tiempo (1941/1957) y otra obra del mismo Mannheim, El
hombre y la sociedad en Ia época de crisis (1958). Peter Drucker,
en Fronteras del Futuro (1960) introdujo el concepto de “post-
moderno”. Adin mas drastico, Kenneth Boulding en El sentido del
siglo veinte habla de “post-civilizacién”. En las tiltimas décadas
ha surgido toda una escuela de la posmodernidad, encabezada
por Michel Foucault, Jacques Derrida y Richard Rorty.'®
Algunas “senales de los tiempos”
de cara al nuevo siglo
Sin poder entrar en los complicados detalles de la
posmodernidad, quisiéramos intentar una_ interpretacién
teolégica de tres fendmenos indudablemente cruciales que
afectaran grandemente la nueva civilizacién y que como
cristianos hemos de confrontar seriamente. Me refiero alos temas
del poder nuclear, la ingenierfa genética y la crisis ecoldgica.
Quizé la bomba nuclear revela mas dramaticamente que nada
la situacién nueva en que vive la humanidad hoy en visperas del
nuevo milenio, Su fuerza devastadora, aunque en la mini-escala
*8 Un libro muy Util (en inglés) sobre la posmodernidad desde una
perspectiva evangélica es: Stanley J. Grenz, A Primer on Postmodernism,
Eerdmans, Grand Rapids, 1996.