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Cémo encargar y contratar libros Gestién de proyectos editoriales. Cémo encargar y contratar libros Gill Davies Traduccién de Gabriela Ubaldini LIBR@S| |S@BRE UBR@S Primera edicién en inglés, 1995 (Blueprint) Segunda ediciin en inglés, 2004 (Routledge) Pramera ediein en espaol, 2005 (sc) Davies, Gill Gestiin de proyectos editoriales. Cémo encargar bros / Gill Davies 5 rad. Gabriela bali Libraria, 2005 ag2 p.s23x17em— (Colee. Libros sobre Libros) Titulo original Book Commissicning and Acquisition ISBN 968-16-7763-3 ccontratar lie Fol «. Editorial 2. Libros I. Ubaldini, Gabriela tr IL. Ser. IIL t 2 2278.35 Deweyo7o5 D378 Titalo ginal: Book Commissioning and Acquisition Comentarios y sugerencias editorial @fondodecu www-fondodeculturaeconomica.com Tel. (55)5227-4072 Fax (55)5227-4004 Disefio: Marina Garone Forografla de portada: Alejandro Cruz Aticaza ‘Compesicid: Cristdbal Henestross Allrights reserved ‘Authorised translation from the English language edition published by Routledge, a member ofthe Taylor & Francis Group © 1095, 2004 Gill Davies, © Gabriela Ubaldini, por la radueci¢n D.R. © 2005, Libraria, S. A. de C. V. Pitigoras 1143-1, Del Valle, 03100, México, D.F. Teléfonos: (52 595335 1213414429 43 “orreo electrdnico: nfo@librossobzelibros.com Sitio electrénico: www librostabrelbrox.cem D.R. © 2005, Fondo de Cultura Economica Carretera Pieacho-Ajusco 227, 14200, México, D. F Se prohibe la reproduceidn total o parcial deesta obra ~incluido el disefio tipogréfico y de portada— sea cual fuere el medio, electrdnico o mecsnico, sin el consentimiente por escrito del editor. soy 968-5374-14-7 (Libra sn 968-16-7763-3 (For) Impreso-en México * Printed in Mexico Indice Nota del editor Agradecimientos Introduccién, ePor qué ser editor? El camino para convertirse en editor Estructura del libro Terminologia {Una receta valida para todos? Cémo se elige lo que se publica Cémo eligen los autores una editorial Cémo eligen los editores a los autores El contexto cn el que se clige F] verdadero desarrollo de proyectos La evaluacién de libros y proyectos El catdlogo El publico lector La competencia Los asesores El asesoramiento de los colegas EL anilisis de la informacién reunida El trabajo con agentes Intuicién versus hechos Factores que pueden conducir a malas decisiones Estudios de caso 2. Contratacién de proyectos para su publicacién Presentacién eserita Estado de resultados Rigor en cuanto a extensidn y plazos de entrega Contratos Derechos Errores de planeacién comunes Estudio de caso xutr xv xvit xxi XXVIT XXVL 33 34 36 39) 43 47 49 S4 3. De la contratacién a la entrega I seguimiento estricto del trabajo del autor Sistema de seguimiento del trabajo del autor La calendarizacién “segura” Elaliento y apoyo al autor La planescién anticipada de la fecha de entrega Los retrasos Los conflictos entre Jos autores y el editor Los problemas con la entrega Los manuscritos insatisfactorios Estudio de easo 4. Manejo del proceso de edicién La explicacién del proceso de ed El estudio de los manuscritos Elcon La escritura de textos promocionales Ellllenado de cuestionarios Las coediciones Las instrucciones para los disefiadores La comunicacién con el drea de marketing El dade lanzamiento El manejo de conductas inapropiadas Estudios de caso in al autor to con los colegas en feria de correceidn y produceién 5. Aspectos estratégicos y financieros de la gestién del catdlogo La gestin del catalogo Fondo editorial versus catilogo de novedades El] control del mereado: Tamaiio y orientacién del catélogo Factores de marketing Factores relacionados con los costos Areas problemsticas en el desarrollo de un catslogo Conclusién Estudio de caso 6. Desarrollo y mantenimiento de un catélogo E] desarrollo de un catalogo establecide, El desarrollo de un catélogo como herramienta competitiva El fondo editorial Las rcimpresiones El riesgo de descuidar el fondo editorial La eliminacién de los libros del catélogo Estudios de caso 59 65 4 6 08 105 12 14 118 1a 1 135 15 126 17 129 132 136 a7 139 140 143 144 148 151 153 155 7- Trabajo en equipo y ética profesional 1 trabajo en equipo dentro de la editorial El trabajo con los autores El comportamiento inadecuado Estudio de caso 8. Una tarea imposible? Catélogos heredados de otros editores EL uso del correo electrénico El temor al fracaso Dias sombrios ZEl mejor trabajo? g. gTiene futuro el libro? El ejemplo de los cb-roms Desafios téenicos y de desarrollo para los editores En conclusion 10. Lecturas recomendadas y otras fuentes de informacién Otras fuentes de informacion indice analitico 157 57 162 164 167 169 170 173 175, 180 181 183 185 186 186 191 193 Exte libro estd dedicado a la memoria de David Evans John Harcard-Watts Peter Wait verdaderos editores y colegas cjemplares Nota del editor La industria editorial no sucle ser tema de interés de la industria edito- rial. Aunque cada vez hay més, los libros acerca de la edicién de libros siguen siendo escasos y, salvo un par de excepciones en el ambito de lengua espaiiola, estin dispersos entre los catdlogos de diversos edito- res. Esta coleccién ofrece a los profesionales del libro, bajo un solo sello y de manera sistemitica, herramientas practicas para la diaria ejecu- cin de sus labores y reflexiones sobre los alcances y limitaciones de su quehacer. La idea que anima la selecci6n y preparacién de las obras es contribuir a que los agentes involucrados en el ciclo del libro leven a cabo su trabajo de mejor manera, con mayor facilidad y gencrando mayores beneficios, tanto culturales como econdmicos. No es facil definir el trabajo de un editor. Sin duda su érbita com- prende la generacién, evaluacién y seleccién de obras, pero también la revisién de sus partes y la minuciosa lectura de los textos, asi como la conversién del manuscrito en un original de imprenta y el ulterior lan- zamiento con el aspecto adecuado, a través de los medios Sptimos y con la promocién idénea. Pero no todos los editores recorren completo este arco de actividades, pues algunos se limitan a cumplir con la buro- cracia de la contratacién y otros se concentran en el oropel de las rela- ciones piblicas, mientras que algunos ma en la correccién tipografica y otros batallan para ensamblar lo que pro- se afanan hasta la neurosis ducen redactores, dibujantes, disciiadores, icondgrafos y demas profe- n el grano de la segar las mieses de las que se to- sionales que caben en un eteétera. A esos que sepa pero sobre todo que se animan ma ese grano —y aun a sembrarlas—, esté dirigido este manual de Gestién de proyectos editoriales. Cémo encargar y contratar libros. Una de las tareas menos estimuladas en el orbe hispanoamericano es precisamente el proceso por el cual se desarrollan los proyectos edi- toriales. Cuando surge una idea para eseribir un libro —ya por la ini- ciativa del futuro autor, ya porque el responsable de una coleccién per- cibe que un titulo requiere una puesta al dia, ya porque el gerente editorial entrevé un nuevo nicho de mercado—, se pone en marcha una maquinaria que exige tanto imaginacién como control, entusias- mo y compromiso de parte de los involucrados. Cémo hacer que estos [xm] imprescindibles elementos se amalgamen y den como frato varios mi- les de ejemplares impresos —y, mejor atin, vendidos— es uno de los objetivos de Gill Davies. Al ordenar y sistematizar lo que durante un cuarto de siglo ha visto que funciona cuando Ilega la hora de cncargar y contratar libros, Davies busca simplificar, que no sus 1, el proceso de aprendizaje en la prictica a que debe someterse todo editor. Con pautas iitiles y consejos detallados, esta obra sefiala posibles dreas de conflicto y llevaré la atencién del lector hacia zonas que podrian pasar- le inadvertidas, como el mal uso del correo electrénico 0 el exceso de confianza en la capacidad de un autor. El editor ademas es un inversionista. Al clegir una obra, compro- mete recursos que podrian haberse empleado en otras, y de ahi que sus decisiones deban buscar el éxito, que no necesariamente se mide en términos financieros. Si tuviera acceso a recursos ilimitados, 0 si las elecciones editoriales no estuvieran sujetas al escrutinio econdmico 0 cultural, editar seria una actividad muy féeil, y muy aburrida. A dife- rencia del apostador que basa su juego en la mera intuicién, el editor puede valerse de datos, sobre el mercado y sobre el contenido mismo de los libros, que acotan la incertidumbre propia de toda actividad que implica riesgos. Esta obra también brinda al editor pistas para equili- brar los elementos culturales y econémicos al momento de actuar co- mo inversionista. Esta edicién supuso algunos problemas Iéxicos que tratamos de re- solver de manera que el lector reconociera un sabor local y una cerca- nfa con lo que ocurre en su propia realidad. El titulo de la obra implic6 una decisién que merece explicarse, pues ademas que estan presentes a lo largo de toda la obra. Book Commissioning and Acquisition se refiere a acciones bien enraizadas en la industria del li- bro en lengua inglesa, que no cuentan con equiv tellano. Optamos por la frmuls porque, tanto sise escriben por encargo como si se aceptan las propues tas de un autor, los libros son en algtin momento proyectos que deben desarrollarse. El protagonista de esta obra es el “editor de adquisicio- nes”, el que tiene la responsabilidad de nutrir un catélogo, de mante- nerlo vivo, de renovarlo. vincula con otras lentes directos en cas- rrollo de proyectos editoriales” ‘TomAs Granabos SALINAS Director de la coleccién xiv « gestién de proyectos editoriales Agradecimientos Cuando por fin uno termina de escribir un libro, Hlega la hora de eseri- bir los “Agradecimientos”. En mi caso particular, tal vez es la seccién que deberia haber escrito en primer lugar, puesto que sin la ayuda, el apoyo, la formacidn, el compafierismo y los consejos recibidos a lo lar- go de los afios de una gran cantidad de personas —colegas, amigos y algunos que son ambas cosas—, dificilmente estarfa en condiciones de decir algo sobre la actividad editorial, y menos atin de escribir un libro acerca de ella. En la primera edicion agradeci a muchos; esa gratitud permanece intacta. Pero una nueva edici6n requiere una nueva revista de ese tipo de personas que se caracterizan por su gencrosidad y que, graciasal ciclo, el mundo editorial aan parece conservar y reclutar. El lugar preferencial dentro de mi lista corresponde a Elisabeth Tribe, de Hodder Arnold. Mientras que al momento de la primera edicién ella era un “congjillo de indias” relativamente nuevo dentro del ambito editorial, hoy se encuentra en condiciones de brindarme muy buenos consejos, que siempre representan un alivio. También Paul Cherry, de HarperCollins; Tony Lacey, de Penguin; Frania Weaver, de Sweet & Maxwell; John Peacock, de Macmillan; David Tebbutt, de aber & Faber, y Andrew Welham, de Dorling Kindersley, me han brindado con generosidad su tiempo y sus invalorables comentarios. Sin ellos, el paisaje de este libro habria sido algo desolado. También quisicra agradecer a mis colegas de Routledge. Rebecca Barden y Christopher Cudmore me convencieron de escribir una se- gunda edicién. La ayuda de Lesley Riddle, Katharine Ahl y Moi Taylor ha sido inestimable. Alison Foyle no sélo fue generosa, sino que también me brindé consejos extremadamente sensatos, y le estoy especialmente agradecida por su ayuda. Routledge también buscé el asesoramiento de otros editores. Por esas cosas, nunca sabré quiénes fueron esos asesores andnimos, pero les estoy agradecida por su amabi- lidad para con la primera edicién, por apoyar esta segunda edicién y por proporcionarme una buena cantidad de consejos sobre lo que ne- cesitaba para realizarla, También le pedi su opinién a Richard Balk- will, consultor editorial y profesor en The Publishing Training Centre, de quica, como de costumbre, recibi valiosos comentarios. El apoyo de [xv] mi colega en la City University, lain Stevenson, ha sido generoso, en particular respecto de mi necesidad de tiempo para escribir. De vez en cuando, a lo largo de unos cuantos aiios, desde que tros libros fucron publicados por primera vez, disfruté de la compaiiia de dos colegas autores del catélogo de Routledge, Lynette Owen y Hugh Jones. Cenar —y beber unos tragos— con ellos mientra partfamos nuestros “desafios” de escribir un libro ha sido una fuente de entretenimiento, aprendizaje y bienestar. Luego, estén mis amigos més cercanos. Tengo la bendicién de estar rodeada de un grupo de verdaderos soldados que han en las buenas y en las malas. En estricto orden de acuerdo con el tiempo que hace que los conozco, ellos son: Elaine Krieger, Ann Mansbridge, el fallecido Hazel Hodgkinson, Jacki Heppard, Carol Smith, Caroline Horsford, Helena Reckitt, Kim Ropek, Frances Harris, Lynn Hay- wood, Christine Thornborrow, Susan Field y Pip Pirie. Un personaje que ya no cst, pero que aparccié cn los agradcci- mientos de la primera edicidn, es ues com- ado a mi lado. ‘idles, mi admirable gata con aires de aventurera, que muchos editores llegaron a conocer como una pre- sencia obligada en cada una de nuestras tertulias. Afortunadamente, antes de morir pudo seguir de cerca la segunda edicién desde una posi- cién privilegiada: mi falda. Su cabeza con frecuencia se interponia en- tre mis ojos y la pantalla, pero yo le estaba agradecida por su interés. Ademéas, luego de tanta exposicién ante tantos editores a lo largo de dieciséis aiios, probablemente sabia mas sobre ediciéa que muchos de los actuales “expertos” de la actividad. Desde que la primera edicién salié a la luz, confieso que lo que pro- bablemente me haya dado mayor satisfaccién fue ver el libro publicado en otros idiomas. Ha sido traducido y editado en alemin, japonés y chino (para Taiwén) y se estin realizando traducciones para Corea del Sur, China continental y Polonia. Nunca hubiera a leido més allé de las fronteras del Ambito editorial londinense. imaginado que el li- bro seri Ese desarrollo fue emocionante, dado que es la prueba de cuiinto es utilizado el libro en editoriales y cursos. Todo ello se debe a Vivien Ja- mes, quien en ese momento trabajaba en Blueprint, y que coordiné la preparacién del libro y desempefié un rol fundamental en su evolu- cién. Como en la primera edicién, reservo mi agradecimiento final y mis importante para ella. xvi # gestién de proyectos editoriales Introducci6n Este libro aborda el rol del editor, una funcién que la mayoria de las personas que trabajan en el ambito editorial atin consideran primor- dial. Hoy, cl marketing es una parte poderosa y esencial del proceso de publicacién, y son pocas las editoriales en las que los colegas de marke- ting no participen activamente en la decisién de publicar un libro. En algunas editoriales comerciales, que ponen especial acento en las ven- Gltima palabra en esa decision. El area editorial atin ocupa el territorio clave en el que son recibidas, creadas y luego desarrolladas la mayorfa de las ideas, antes de ser, final- mente, aprobadas para su publicacién. Los cditores, por lo tanto, son tas, el marketing puede tener la “porteros” altamente influyentes, dado que son ellos quienes eligen qué proyectos pasarén a la etapa de desarrolllo y seran sometidosa la aproba- cién de otros colegas. Mientras el editor siga siendo la principal persona que mantiene contacto con los autores, éste conservari su poder. Son los autores quienes escriben los libros, quienes la mayorfa de las veces crean las ideas, quienes (a menudo por encontrarse en el corazén del mercado paral cual escriben) estan mas cerca del lector y quienes mas probabili- dades tienen de generar el mayor interés por ua libro, y por ende la ma- yor publicidad en torno de éste. El autor no s6lo ¢s el verdadero creador del libro; también es una valiosa fuente de informacién sobre éste y so- sta del libro pero, parad6jicamente, bre sus lectores, es el mayor entus cs la persona que a veces requicre el mayor cuidado y apoyo. Estos as- pectos son parte fundamental en las funciones del editor. ¢Por out ser EDITOR? Encontrarse en la delgada linea entre el autor y lo que él crea es apasio- nante y puede ser ocasién de ejercer gran influencia. La oportunidad de trabajar con un autor sobre el contenido de un libro también es una ta- rea altamente satisfactoria. Algunas veces, el rol del editor se asemeja al de una partera. No todos los autores quieren o necesitan contar con la participacién de un editor, pero muchos si. No twdos los libros que se editen serin un fendmeno de ventas —habri libros que pasarin a for- [xv mar parte “del montén”—, pero cuando se tiene la oportunidad de tra- bajar con un autor en un libro que logra ventas sobresalientes o tiene un impacto extraordinario, se comprueba que el del editor es un trabajo privilegiado. De hecho, muchos editores consolidan su confianza cuan- do participan en un éxito de esa naturaleza. Los editores honestos tam- bién confesaran que no siempre reconocieron desde el comienzo que un libro ibaa resultar trascendente. Tal vez pensaron que el libro valia la pena y merecia ser editado, pero posiblemente no més que eso, No importa. Tomaron la decisi6n adecuada y aprenderdn con la experien- cia. La confianza ¢s algo que se construye junto con la determinaci6n. Es al editor a quien el autor dirige la informacién, el entusiasmo, los conocimientos, las exigencias y las emociones. La manera en que recibimos y manejamos todo eso ¢s la raz6n por la cual e! rol del editor es tan significativo. Algunos editores no comprenden cabalmente la importancia de su funcién y, en consecuencia, sus colegas de marke- ting y produccién no siempre tienen de ellos una imagen tan positiva como deberian. No tiene por qué ser ast. Un editor eficaz demuestra cotidianamente que es un punto de referencia indispensable para los demés, una fuente de informaci6n, energia y entusiasmo. Este libro se refiere al aprendizaje del adecuado trabajo del editor, que es un trabajo dificil de llevar a cabo, puesto que hacerlo bien re- quiere tenacidad y coraje —dos cosas que no necesariamente van jun- tas—. En el pasado se consideraba que ser un buen editor no era algo que se aprendia, y el trabajo permanecfa envuelto en un velo de miste- rio ligeramente glamoroso. Hoy, los editores son enviados a tomar cur- sos para que aprendan al marketing y la tecnologia digi técnicas”. Estas suelen referirse a las finanzas y , y son enteramente las invers one: necesarias. Ayudan al editor a tener una visiGn de conjunto, lo que in- cluye comprender cémo debe hacerse el trabajo de modo tal de cum- if Las téenicas que rara vez se ensefian son las necesarias para dar con un buen libro y un buen autor, para llegar a una idea factible a partir de discusiones bastante generales con un autor o para detectar la si- miente de un buen libro en medio de un borrador que podria parecer inservible; para garantizar que los autores no envien el material fuera de término; para crear y desarrollar libros comercialmente viables; pa- ra persuadir a los autores de no interferir negativamente en el proceso de publicaci6n; para construir y mantener relaciones de respeto profe- sional muto con los autores; para colaborar plenamente con la totali- plir con las metas y los objetivos de la editoria dad del equipo que conforma una editorial. XVII « gestién de proyectos editoriales Este libro es un intento sistematico de abordar aquellos aspectos que verdaderamente marcan una diferencia en el desarrollo de proyec- ws edivriales. También aborda temas que podrfan parecer algo mun- danos, como, por cjemplo, céme hacer para que las diversas partes que tervienen en el proceso se mantengan informadas y motivadas, 0 ¢6- mo brindarles ayuda y apoyo de manera que puedan desarrollar al maximo su capacidad y eficacia, Todo ello sin perder nunca de vista un principio fundamental, a saber: dentro de las paredes de una edito- rial, el editor “cuida” cl libro, y el éxito 0 el fracaso de éste dependerd de la habilidad del editor para hacer su trabajo de manera correcta y responsable, Encontrara que el libro abunda en los errores que pueden cometerse, algo que ocurre con frecuencia, debido a que la actividad editorial gira en torno de personas —muchas de las cuales son auto- res— apasionadas y dotadas de una abundante energia, pues son crea- tivas y vuelean una importante carga emocional en el proceso de publi- cacién; sc trata de una actividad que tiene en su centro un producto singular, extravagante y demandante como ningiin otro producto ma- sivo que pueda encontrarse a la venta en el mercado. Si un buen editor es un buen informador y un buen motivador, muy probablemente seré tun experto en reducir dafios El eslabin mds fuerte y el mds débil No por causalidad son los editores los que tienden a atraer la mayor atenciéa privada y ptiblica en torno de la actividad editorial. Los bue- nos editores no sélo determinan el éxito de una casa editora, sino que también suscitan mucho interés fuera de ella, en términos de relacio- nes publicas. Pueden atraer a los autores con facilidad en razén de su reputacién. Su conviccién y compromiso pueden ser una gran fuerza movilizadora y energizante pa el resto del equipo editorial. Son vs liosos. Sin embargo, también pueden alienar a los autores y colegas, y con frecuencia lo hacen escondidos tras una mascara de arrogancia que esconde su incompetencia fundamental, Lo que enoja a los autores son los editores que publican sus libros en una forma que dista de ser ade- cuada. A algunos editores parece bastarles con ser encantadores, lo que a su vez no es mis que un modo de intentar ser profesionales que no resulta en absoluto satisfactorio. Desde fuera, la editorial parece una actividad relativamente facil. De seguro es facil dar con un buen manuscrito y, después, s6lo resta conseguir una rescfia del libro y sacarlo al mercado. Los que trabaja- introduccin « xix mos en esta actividad sabemos que no es asi, pero, debido a que, vista desde fuera, nuestra profesién no parece complicada, y a que también parece ser bastante placentera e interesante, cuando se nos encuentra alguna falla podemos Hlegar a scr criticados duramente. Asimisme, cn ese caso, lo que habremos echado por la borda es la sangre, el esfuerzo, las lagrimas y el sudor proverbiales de un autor que probablemente haya trabajado en un manuscrito durante un par de aiios o mas. Ser competente es fundamental para el editor, y es algo mas complejo y su- til que simplemente cumplir con metas relativas a la productividad, o saber interpretar el estado contable de la empresa, 0 aprender a domi- nar las técnicas de marketing o de la tecnologia digital —todo lo cual no deja de ser absolutamente necesario para el gradual crecimiento y desarrollo de un editor. También hay otros factores en juego. Muchos equipos editoriales reciben salarios magros y no tienen una buena formacién. La rotacién del personal de las editoriales es cada vez mayor. Muchos pucstos de nivel inicial quedan vacantes aproximadamente cada dos afios. Esto acarrea problemas que pueden verse exacerbados por las caracteristi- cas propi rial, con sus miltiples variables. La responsabilidad est repartida entre los diversos niveles y especialida- des, lo que también puede ser una fuente de errores y malas decisiones siexisten eslabones débiles en la cadena. Lo que la mayorfa de los editores jvenes necesitan cuando comien- zan adesarrollar proyectos editoriales no son técnicas de negocios, sino pautas y apoyo respecto de c6mo abordar el desafio fundamental de su tarea: zcbmo encontramos buenos libros y autores? El éxito en el nego- cio proviene de la habilidad para lograr eso. El presente libro se propone dos cosas. Presenta los principios y las pricticas esenciales inherentes al desarrollo de proyectos editoriales, que resultan nece s de la actividad e arios para poder convertirse, como minimo, en un editor competente. Pero también se ocupa de las “reas peligrosas”, de aque Ilas cosas que pasan inadvertidas, de las que entrafian complicaciones, de las que es necesario evitar como a una plaga, En esta actividad, éste esel aspecto relacionado con la reduccién de los dafios, que resulta fun- damental dada la combinacién de factores que intervienen en el proce- so de edicién —que es complejo, se maneja por plazos, exige una labor intensiva y ademas creativa, ¢ incluye un ingrediente adicional,, a veces voluble, que proviene de fuera de la editorial, denominado “el autor” Los editores deben comprender perfectamente estos dos aspecwos si descan ser verdadcramente titiles para las editoriales en las que traba- AX # gesti6n de proyectos editoriales jan. Una buena preparacién contribuye a la idoneidad, y la idoneidad generalmente conduce a resultados exitosos en el ambito de la publica- cién, Un editor exitoso es generoso con su tiempo y su esfuerzo en lo que sc teficre a los autores y los colcgas. Un editor que da recibe a cam- bio compromiso, energia y entusiasmo de parte de ambo Trabajar con riesgos ¢ incertidumbre Debe sefialarse desde el comienzo que el de editor no es un trabajo pa- ra timoratos. Muchos de nosotros hemos comenzado en la profesién sintiéndonos faltos de confianza y temerosos, pero de algtin modo pu- dimos salir adelante, porque en realidad el miedo al fracaso era mayor que esa horrible sensacién que nos carcomia la boca del estémago, lla- mada angustia. Para empezar, a la mayoria de los editores jévenes les inquieta la parte del trabajo que consiste en Lidiar con los autores, que pucden scr cnormemente famosos 0 exitosos, terriblemente demandan- tes y agresivos, o extraordinariamente inteligentes. Por suerte, es raro que una sola persona retina todas esas caracteristicas. También descu- briré que lo que a la mayorfa de los autores les interesa, fundamental- mente, es si podrn establecer un buen vinculo con usted o no, y si us- ted es realmente competente. Entonces, se hace evidente que lo que realmente asusta de esta acti- vidad es que los resultados de su trabajo tienen una gran exposicién publica y tienden a perdurar durante algtin tiempo, y tienen un nom- bre: cifras de ventas y resefias. Para las editoriales especializadas, los resultados de ese trabajo pueden permanecer en el almacén demasiado tiempo, dando a sus colegas la oportunidad de analizar los errores que usted ha cometido; en tales editoriales, al menos, los ritmos que les son propios les dan los titulos la oportunidad de lograr ventas sostenidas ambio, no hay tiempo de esperar pacientemente a que las ventas Heguen; no hay lugar para los libros “perezosos”: o el libro desaparece rapidamen- te de los estantes de la libreria, 0 se une al arsenal de devoluciones y contribuye a incrementar el total de adelantos no recuperados. Luego estan las resefias. Cudntos editores han abierto el suplemento cultural de su periddico sbatino o dominical, con su coraz6n eno de excitacién al ver uno de sus libros en las piginas de resefias, para des- pués sentir un nudo en el estémago cuando por un instante los asalta el pensamiento de que la resef alo largo del tiempo. Para el editor de libros comerciales, en Tal como les ocurre podrfa ser negati a todos los artistas, el proceso de ser juzgades por escrito implica una introduccién « x1 gran exposicién, y agrega una dimensién extra a este trabajo tan parti- cular dentro de la actividad editorial. En ella, inicamente un editor puede ser juzgado de este modo. A diferencia de las otras funciones, la cfectividad del cditor no sélo sc mide mediante las ventas, sino tam- bién mediante los comentarios publicos que recibe su trabajo. Muchos editores no sobreviven a esto y abandonan la actividad Otros son arrojados al fondo del mar una y otra vez, sabiendo que, si uno es minimamente bueno, se las arreglaré para llegar a la orilla. La- mentablemente, quienes lo logren lo harn con un bagaje de malos hé- bitos estrechamente relacionados con la necesidad de supervivencia y sin ninguna vinculacién con las buenas practicas de edicién, A menu- do, estos individuos son bastante perniciosos para quienes los rodean. Ser editor no es simplemente palabras excesivamente utilizadas en nuestro medio—. También es di- ficil y requiere rigor y profesionalismo. El talento ya no es suficiente. La diversién y los estimulos no estén ausentes, pero por lo general Ile- algo “divertido” y “estimulante” —dos gan cuando el editor consigue comprender cabalmente su trabajo y en- cuentra placer trabajando en un equipo comprometido con la produc- cién de un flujo constante de libros exitosos. Ello no se logra répida ni facilmente. Requiere un esmero sostenido, Lograr la satisfaccién en el trabajo puede Hlevar su tiempo. Tal vez deban pasar dos o tres afios antes de que uno comience a sentir que tiene el control de su catélogo, y también a ver retofios incipientes del esfuerzo realizado. EL CAMINO PARA CONVERTIRSE EN EDITOR Elasistente editorial Alguicn destinado a convertirse en editor generalmente comienza des- de el escalén mas bajo de la escalera editorial como asistente editorial Probablemente el recién llegado utilice su tiempo adecuadamente asis- tiendo a un editor, a un editor senior, al director 0 gerente editorial, 0 al director de la editorial. “Asistir” en realidad puede querer decir ha- cer llamadas telefénicas, archivar, hacer una reservacién en un restau- rante y comprar pasajes para un viaje, pero también puede significar controlar manuscritos, tener trato directo con los autores, escribir tex- tos promocionales, recibir los informes de los dictaminadores, estable- cer contacto con otros departamentos, mantene de datos editoriales y preparar contratos. Claramente, desde el comien- tualizadas las bases XXII # gestién de proyectos editoriales zo es una tarea que implica una gran responsabilidad y requiere habi- lidades de todo tipo: interpersonales, de escritura y organizacionales. Con el tiempo el asistente se capacita para realizar muchas tareas que, cn definitiva, son responsabilidad del gerentc, pero de las que, sobreexigido como suele estar, éste no puede ocuparse durante un dia muy atareado, Un gerente debe establecer prioridades y delegar. A ve- ces, ser una extensién del jefe puede ser una limitante —puede llegar a aforarse la propia autonomfa— pero le da al asistente la oportunidad de ocupar un asiento en la primera fila desde el cual observar lo que realmente hace un editor. Aun el editor mas presionado d un descanso del trabajo real de vez en cuando para dedicarse a los pro- blemas, los proyectos, los autores, a Jo que esté ocurriendo en los otros departamentos, etcétera. El asistente ¢s la persona con la que ma bablemente hablard en primera instancia. Un asistente puede adquirir muchos conocimientos no sdlo sobre el trabajo del editor, sino también a tomarse pro- sobre la actividad editorial en general. Desempeiiarse en este pucsto Ie provee una excelente formacién. Debido a que es una tarea que re- quiere bastante exposicién, también puede brindar buenas oportuni- dades de darse a conocer y de impresionar a los dems. Aunque se trata de un puesto inicial, es muy importante porque, en razén del creciente volumen de trabajo que hoy ticnen los editores, el asistente editorial ha pasado a desempeiiar un rel fundamental para el funcionamiento eficiente de la mayoria de los departamentos editoriales. Si elasistente hace bien su trabajo, puede ser ascendido a editor aso- ciado o editor junior. En este nivel, la autonomia es mayor. Los edi- tores asociados no suclen mancjar sus propios catélogos, pero se les conffa una pequefia parte de un catélogo 0 un grupo de autores. Por las caracterfsticas del trabajo, por lo tanto, es probable que un editor aso- ado trabaje a la par de un editor o editor senior en un catélogo lo su- ficientemente importante como para requerir mas de un par de manos trabajando en él. Por cierto, es probable que el editor asociado no haga el trabajo mas interesante en ese catilogo —que quedara reservado al editor—, pero es un comienzo a partir del cual es posible empezar a construir una carrera. El desarrollo de proyectos editoriales Otra oportunidad de convertirse en editor es trabajar en el desarrollo y seguimiento de proyectos editoriales. En muchos sentidos, quien de- sempefia estas funciones ticne un rol muy similar al del editor asocia- introduccin « xxi do, descrito més arriba. Sin embargo, en la publicacién de libros de texto, esta persona también puede ocuparse de tareas especificas que quedan perfectamente comprendidas en el término desarrollo. A veces pucde cncomendirscle la tarca de investigar drcas temiticas que po- drian constituir oportunidades para publicar obras. La investigacién podrfa incluir hablar con autores, asesores o compradores de libros, leer abundantes materiales relacionados con el tema en cuestién (incluyen- do publicaciones oficiales que establezcan nuevas pautas, por ejemplo, en educacién) y reunir gran cantidad de informacién, en la actualidad extraida sobre todo de internet. Casi inevitablemente trabajaré junto con un colega mas experimentado, y podré llegar a una serie de hallaz- gos acerca de un tema que permitan cl surgimiento de una idea con- creta de publicacién a ser llevada adelante. Quien desempene esta tarea también podria trabajar en proyectos que ya estén en marcha, Algunos libros de texto son bastante comple- jos. En relacién con un libro de texto en cl que un cquipo de autores estuviese trabajando, podria solicitérsele que se ocupe de buscar ilus- traciones, realizar preparativos para las etapas de produccién y diseiio, solicitar permisos, etcétera. En este caso, tendré una participacién int ma y directa en el proceso previo a la publicacién, asegurando que el proyecto finalmente emerja segtin lo planeado. Seré un valioso colabo- rador de un colega con mas experiencia, quien podré abocarse més ac- tivamente al desarrollo y la organizacién del catélogo. Aunque es probable que este tipo de trabajo sea mas comin en la edicién especializada, también existe en la edicién comercial, especial- mente entre las empresas orientadas a posicionar su marca y eminen- temente enfocadas en los intereses de sus mercados. El trénsio ala funcion de editor Una vez que ha demostrado idoneidad y capacidad en estos niveles, el paso siguiente es convertirse en editor. Desde luego, este trinsito no es en absoluto automatico, Puede ocurrir que no pueda ascender en la es- cala dentro de la editorial en la que trabaja simplemente porque no hay trabajo para hacer en ese momento; tal vez deba pasar a otra para lo- grar un puesto de mayor responsabilidad. A veces, las empresas crean trabajos para ciertas personas porque desean retenerlas. Generalmente ello se debe a que es posible combinar el nuevo puesto que se ha creado con una determinada oportunidad editorial. Supongamos que un di- rector editorial ha estado madurando la idea de crear un catdélogo de XXIV « gesti6n de proyectos editoriales teatro. La presencia de una persona brillante ¢ impetuosa, entusiasta de las artes dramaticas y versada en el tema, podria terminar de con- vencer al director editorial de que ha Hegado el momento de crear ese catélogo, y de csc modo sc instituye un nucvo puesto: la oportunidad ha surgido a partir de la combinacién de ambos factores. En segundo lugar, que alguien posea idoneidad y cualidades no ne- cesariamente implica que ascenderé al puesto de editor. Es posible que su idoneidad en un nivel sea indiscutible, pero su capacidad para ma- nejarse en el nivel inmediatamente superior puede estar en duda. En particular, las cualidades requeridas de un editor son una energia ex- cepcional, buen criterio, nervios de acero, capacidad de concentrarse en los aspectos globales y en los pequeios detalles, curiosidad acerca de todo cuanto se relaciona con la actividad editorial y buen manejo de las relaciones sociales. Las editoriales no buscan dechados de virtudes, sino personas que reGnan satisfactoriamente la mayoria de las cualidades mencionadas. Ademis, quienes son buenos “asisticndo” no siempre son buenos cuando deben desempefiarse solos. Hay también otras vias de acceso al trabajo editorial. En el pasado existia una demarcacién mis estricta entre los principales departamen- tos de una editorial, y pocas personas cruzaban de uno a otro. Eso se ha ido modificando gradualmente, a medida que se ha comprobado que la experiencia en marketing, incluyendo las ventas, puede proporcio- nar a algunas personas las credenciales necesarias para convertirse en editores exitosos. En efecto, trabajar en el drea de marketing y ventas es una muy buena manera de adquirir experiencia para desempefiarse como editor. Esa experiencia es tan importante para tomar decisiones respecto de la publicacién de un libro como la experiencia acumulada exclusivamente en el departamento editorial. Los colegas de produccién parecen cruzar al érea editorial con me- nos frecuenc , tal vez porque tienen mucho menos contacto con el mer- cado y porque, para muchos de ellos, el desafio téenico 0 artistico de fa- bricar libros puede ser un fin en si mismo. Sin embargo, la experiencia y la destreza en la produccién de libros ilustrados pueden ser la base de tuna carrera editorial en ese tipo de obras, en las que el cuidado por el detalle y un perfecto dominio de la composicién y el disefio son funda- mentales para el éxito de esos libros en el mercado. introduccin « xxw La competencia por entrar Para muchas personas, la principal dificultad esté en el solo hecho de ingresar al {mbito cditorial. El mundo del libro cs rclativamente pe- quciio comparado con otras industrias y, por lo tanto, la posibilidad de ingresar a él esté mareada por una gran competencia. Algunas personas obtienen un puesto luego de graduarse en la universidad —tener un titulo es requisito casi indispensable para los aspirantes a un trabajo en una cditorial—, simplemente respondiendo a un aviso clasificado € impresionando al empleador a lo largo de una serie afortunades lo logran en un solo paso. ‘A modo de preparacin para una carrera editorial, muchas perso- nas asisten a cursos especializados o contintian sus estudios de posgra- do en edicién. En el Reino Unido y en Estados Unidos existen cursos excelentes y muy reconocidos.' Esta es una muy buena opeidn, puesto quc proveen a los estudiantes una formacién amplia y exhaustiva acer- ca de todos los aspectos relacionados con la edicién de libros. Los estu- de entrevistas. Los diantes también tienen la posibilidad de entrar en contacto con profe- sionales experimentados que dictan estos cursos u ofrecen conference en calidad de invitados. Muchos de estos cursos incluyen pasantias en editoriales prestigiosas, lo que a veces puede derivar en empleos per- manentes. Este es el tipo de experiencia que un empleador busca cuando decide incorporar personal. Al final de este libro encontrar més infor- macién acerca de estos cursos. Sin embargo, incluso estos graduados, quienes para entonces habrén desarrollado una considerable base de conocimientos, deberan hacerse a la idea de que tal vez necesiten hacer varios intentos antes de obtener su primer trabajo en una editorial. En términos gencrales, es mas dil poder dar prachas del deseo de ingresar al dmbito editorial —por ejemplo, trabajando ocasionalmente en una librerfa, 0 4 Ss sistiendo a un curso sobre edicién de libros—, que simple- mente expresar su amor hacia los libros. Es necesario ayudar a la suerte con esfuerzo. A menudo, las perso- nas que desean ingresar al émbito editorial y sienten que no estin yen- do hacia ninguna parte piden consejos a los editores. Estos deben de- jarles en claro que no es facil, y algunos simplemente deberan cargar con la desilusién y considerar la posibilidad de emprender otra carrera. 7 En el Ambito de la lengua espaiiola, sélo en Espaiia existen opciones de pos- grado, mientras que Argentina es el nico pais con una carrera de edicién. Para mayor informacién, consulte www librossobrelibros.com/ligas-huml. [N. del e] XXVI_# gesti6n de proyectos editoriales

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