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Carfruto IV PrinciPlos ¥ REQUISITOS ESENCIALES DEL CONTRATO DE SEGURO A. PRINCIPIOS Y REGLAS 1. PRINCIPIOS Y REGLAS GENERALES DEL SEGURO. CONCEPTO GENERAL En la doctrina se sostiene generalizadamente que el seguro esté inspirado en ciertos elementos conceptuales que constituyen verdaderos "principios”, y se reconoce como tales a la maxima buena fe, el interés asegurable, el principio de indemnizacién (diferenciado del concepto de indemnizacidn), la subrogacién, la contribucién y la causa inmediata. Podriamos decir que los principios generales del seguro son aquellos que ca- racterizan e inspiran la normativa legal que rige a todos o a una mayorfa de los contratos de seguro, de un modo expreso 0 técito, y son parte de la esencia de la relacién jurfdica del seguro. Salvas las excepciones que en cada caso se indicardn (y que en ciertos casos y situaciones pueden ser muy amplias), se subentiende en los contratos, la existencia y la aplicacién de estos principios. Por otra parte, la legislacidn que rige al seguro en cada pais, elige sus opciones y toma su posicién frente a estos principios a la vez que establece reglas de aplicacién ge- neral que marcan la caracterizacién del contrato dentro de cada jurisdiccin nacional. Atendida su importancia, su aplicacién y la falta o contravencién a estos prin- cipios y reglas, puede, en ciertas situaciones, llevar a viciar la relacién juridica. En los nimeros que siguen, analizaremos en particular a cada uno de estos Ptincipios y reglas y la aplicacién que tienen en Chile a la luz de la nueva ley que gobierna el contrato de seguro. 2. LA MAXIMA BUENA FE La buena fe es un principio que se aplica a todo tipo de contrato de seguros, y tiene una antigua recepcién en la doctrina, al punto que, como ya lo hemos des- PruNcit0s ¥ REQUISITOS FSENCIALES DEL CONTRA Pe ee 100 que una de las principales caractersticas dl uy es que se trata de un contrat de maxima buena fe sate principio di Sin embargo se ha cuestionado la importancia de este principio, diciendo gy er nay deecho sera innecesario hacer énfasis en él porque esté conga, St manera general en a legislacién comdn y prineipalmente en el art. 15604 Cédigo Civil oe Perosen el seguro tiene una especial relevancia, que ha sido siempre enfin en la doctrina, la que califica al seguro como un contrato de “maxima buna. tipledndose para referirse a ell os términos de “uberrima bona fide” en lain de “uemast good faith”, en inglés, al decir que una méxima (no ordinata) busy fe debe presidt lacelebracidn y el cumplimiento del contrato de seguro. Pudiéramos decir que, en general, la buena fe constituye la rectitud deiner cién, la honorabilidad comercial, el deseo de actuar sin el propésito de perjudiat al otro contratante, Ello se traduce, en términos concretos, que en el seguro ambas partes nosh el asegurado~ deben observar la méxima lealtad contractual. __De este modo, el asegurado no puede ocultar un hecho esencial, que pust inure a nimo de un aegurador al decidir si le convene acepa od el riesgo que se le propone. __ Siun hecho es esencial y conocido, o si debiera serlo para el proponentée si no puede excusarse de no haberlo revelado, es u debe ser result de acuerdo al principio de la buena fe, analizando cada cao si una pet rzadnable: prudent oksetie at fe, anal izando en cada caso si una persot ene era considerado esencial 0 no, decarar Por su parte ? ofrecer 0 aie Pain de net del ssegurador, sve eampoag me posible o muy dfcultosa, ni emitic lk pélza ae oun sole direcramente oa través dels ape eeminos ambiguos, nena Bentes de ventas o los corredores que intet™ el contrato, informaciones i , faciones inciertas o inducti ot as — sae © inductivas a error, en las negociacions Este principio esté cor : nsagrado, si . e Cédigo, en particular, los a 33 ginser mencionado, en diverso acu » 524, 525, 526 y 529 N° 1, y sometido# ‘entido, amplitud y aplicacién®. tacado anteriormente, S¢ dice ntrato NEL CONT RAD © p Dk i, en oar. 15604 siempre enfin, maxima buena a fide” en ls 0 ordinaria) bug, de seguro, 1 rectitud de inte sito de perjudie bas partes —noss ssencial, que put e aceptar o dengg -a el proponent 1e debe ser reste? -aso si una pers lo no, declarat? ste tampoco oe a aplicacion © biguos, ni ent res que inter: s negociacion® é iversos arcicl, y sometide # ién®. a naen que cl ie del riesgo ext ver hecho conte Osvaino Conrenas STRAUCH ‘ai 3. EL INTERES ASEGURABLE De acuerdo a la doctrina, este es otro principio que, al igual que la buena fe, se encuentra presente en todo tipo de contrato de seguro. De acuerdo a este principio, toda persona que contrate un seguro debe tener un interés econémico y legitimo en precaver un riesgo que pueda ocurrir. El texto actual del art. 513 letra n) sefiala que es interés asegurable...”aguel que tiene el asegurado en la no realizacién del riesgo, sin perjuicio de lo dispuesto en el articulo 589 en relacién a los seguros de personas”. El interés asegurable existe como consecuencia de una multitud de situaciones jurfdicas o de hecho que pueden vincular al asegurado con bienes materiales, con derechos 0 con personas, y desde luego con su propio patrimonio, de tal modo que es perfectamente legitimo que pueda beneficiarse con la seguridad que im- plica transferir los riesgos a un asegurador o, si no ha contratado el seguro, verse perjudicado por un suceso econémicamente desfavorable. Si no existe el interés asegurable, no puede cobrarse legftimamente la indem- nizacién proveniente de un seguro, por la sencilla razén de que un hecho dafioso no puede ser perjudicial para una persona que carezca de dicho interés. sf, si yo contrato un seguro por si llueve en Santiago el 1° de enero, no puedo cobrar la indemnizacién del seguro, a menos que pruebe que si ese dfa llueve, tal acontecimiento me produciré una pérdida, como sucederia, por ejemplo, si yo he organizado comercialmente un concierto al aire libre para ese dia, que a rafz de la lluvia debe cancelarse. Si no tengo dicho interés, el seguro pasa a ser una mera apuesta. La principal fuente del interés asegurable en los seguros de dafios, particular mente los de cosas, es el derecho de propiedad, toda vez que el propietario tiene un interés asegurable sobre sus bienes propios, incluso aunque éstos se encuentren fuera de su posesién. También son fuente de interés la posesién y los contratos, que dan origen a multiples derechos, tales como el arrendamiento, la hipoteca, el depésito, el mandato, la prenda, etc. Bajo el imperio del texto original del C.Com., la existencia del interés asegu- rable al momento de contratar, constituta un requisito de validez de todo contrato de seguro, de modo que la falta de interés ocasionaba su nulidad. En efecto, el antiguo art. 518 de nuestro Cédigo de Comercio, preventa que el asegurado debia tener “al tiempo del contrato, un interés real en evitar los riesgos, sea en calidad de propietario, coparticipe, fideicomisario, usufructuario, arren- datario, acreedor, o administrador de bienes ajenos, sea en cualquiera otra que lo Constituya interesado en la conservacién del objeto asegurado”. Agregaba esta disposicién legal que “el seguro en que falte este interés es nulo y de ningtin valor”. 1 ¥ REQUISITOS ESENCIALES DEL Cony Paixciri0s ¥ REQK RATO Deg 102 de ext norma, hacia tiempo que la doctina yeni tenor ; : ; un contrato respecto + considerado nulo : PEO a Un ine, ue pudiea legar a exstr en el futuro, ero exon Pea nea legislacin se ha optado por consagr Consecuencialmentes © ayo art. 520, que al Fespecto expresa que ,») esta doctrina en ¢! " " x mere oo aener um interésascgurable, actual o futuro, respect a objeto del ayy, oti gi al momento de ocurrir el siniesrn $y En todo caso es preci tal interés exista a : iti igencia del seguro, el contrato t interés no llegare a existir, 0 cesare durante la vigen col mina ‘pel asegurado tendrd derecho a la rest itucién de la parte de la prima no ganada y ‘el asegurador correspondiente al tiempo 0 ee nea ; Un concepto semejante contiene el art. 546, que rige el interés asegunby en los seguros de dafios, el cual expresa que ‘toda persona que tenga un ints pattimonial, presente o futuro, icto y estimable en dinero, puede celebrarw contrato de seguros contra dafios”, sefialando que “si carece de interés asegurab ala época de sobrevenir un siniestro, el asegurado no podrd reclamar la inden nizacién’”, reiterando que en todo caso tendré el derecho que le otorga el inci segundo del articulo 520, anteriormente mencionado. Atendido que la situacién tiene matices especiales en los seguros de persons el art. 589 dispone en términos més generales que ... “los seguros de persons pueden ser contratados por el propio asegurado o por cualquiera que tenga interé. exigiendo la existencia del interés, entonces, al momento de la contratacién & seguro. No obsrante el fa sel teniendo que no podria s actualmente no existente P' Volveremos sobre el interés asegurable, con mayor extensién, en el Capit Ix. 4, EL PRINCIPIO DE INDEMNIZACION Hemos dicho que todos los seguros de dafos, , é 0 y en especial los reales 0 cosas son contratos de indemnizacién, es decir, el nomen el importe pagadero al pro# 3 segura una persona, constitu data a sesitucén del patimonio feed al #8 i ii . ncia del Siniestro. Esta es, por otra P ino indemnizar, que proviene de la expresién inde™ que tenia con anterior la etimologia del térm Que significa sin dao, La intencién del urad means ae 0 del asegurado al contratar el seguro os, pre 7 F Pero por otra parte, el pri Patrimonio de éste, en caso de ocurrit un sin mite del monto Pagadey : ro.en a lo méximo que pagard I = seine que afecte alas cosas, 048 Sg rado ra es, precisamente, FL CONTRATO pp Be octrina ven, pect a un j futuro. POF Consagra, k expresa que, al objeto deli, ir el siniestro, pontreD, Fermingy ma no ganada , interés aseguraty, e tenga un integ suede celebrar y interés asegurihy eclamar la inden. le otorga el incn suros de persons eguros de persns que tenga inter 1 contratacién & sn, en el Capit al los reales of de al pro’ agadero a Pi ersona, cons ifectado, al es, por ott PE presién ind? reci™ seguro eS ee ao currir un SIM aye, a lave” a cosas, 1048 Vo) sente, 1a m4! TRERAS STRAUCH nes} de la pérdida econémica del asegurado, representada por los dafios suftidos por dicha cosa. No ms. El asegurado no tiene derecho a recibir nada por encima del importe de su pérdidae incluso puede recibir menos, si funciona alguna de las limitaciones de la péliza que haya contrarado (por ejemplo, un deducible o la regla proporcional). Las formas més habituales de indemnizar, son el pago en dinero, la reposicién o restauracién de la cosa asegurada o la indemnizacién por pérdida total, todos estos, sistemas que trataremos més adelante. En aplicacién del principio de indemnizacién, el maximo que la Compaiiia pagard en caso de siniestro es, justamente, el monto de los dafios efectivamente experimentados, dentro de los margenes de la respectiva cobertura y en particular sujeto al limite de la suma asegurada. Dentro de los limites impuestos por la péliza, la medida de la indemnizacién por pérdida o datio de la cosa asegurada, es el valor intrinseco 0 comercial de esta especie ala fecha del siniestro. Se excluye todo el valor sentimental, lo mismo que todo dafio consecuencial, como serfa la pérdida de uso del automévil asegurado, que se deriva de un accidente que le causa dafios, a menos que ese dafio conse- cuencial se encuentre especificamente asegurado. La suma asegurada constituye el limite de la responsabilidad del asegurador, por lo que si una cosa que se encuentra infra asegurada queda totalmente destruida, la indemnizacién del siniestro ser por un monto inferior al dafio de dicha cosa. Auin més, si un seguro estd sometido a la regla de pago proporcional, y la cosa estd infra asegurada, el asegurado no serd indemnizado totalmente ni siquiera en caso de pérdida parcial. El principio de indemnizacién se encuentra consagrado en el articulo art. 550, que dice: “Respecto del asegurado, el seguro de dafios es un contrato de mera indemnizacién y jamds puede constituir para él la oportunidad de una ganancia 0 enriquecimiento”. Segtin veremos al tratar de los seguros de dafios, la aplicacién de este princi- pio puede verse alterada por la circunstancia de haber pactado los contratantes, un seguro a valor convenido (art. 554), 0 un seguro a valor de reposicién (art. 555). ‘Antes de terminar con las explicaciones relacionadas con el principio de in- demnizacién, conviene insistir en que este principio se aplica integralmente slo respecto de los seguros reales, es decir aquellos seguros que amparan los riesgos de dafios a que estan sometidas las cosas. No se aplica, en cambio, respecto de los seguros personales y los seguros pa~ trimoniales. racit0s ¥ REQUISTOS ESENCIALES DEL CONTRAT op 104 5, EL DERECHO A SUBROGACION DEL ASEGURADOR minaciones de principio o de derecho de subrogacién se iden, ene la compafiia aseguradora que paga una indemnizacin, 4 1 fala que tene Ste de os rotos Que tengan ae restituci6n de lo pagado, P* hubiere. n. sabilidad en la ocurrencia del siniestro, st los hubiere. nae Tn vised de ete derecho, el asegurador poded cert sin necesidad de xi del asegurado (el art. 534 exige como Gnico requ st ‘ Pago « fe I inden tacién?), todos los derechos de éste que derivan de su calidas le perjudicad, quedando incluidos los que tengan causa segiin sea el caso en el contrato 0 en hecho culpable, negligente 0 doloso de terceros. . Este derecho estd reconocido por el articulo 534 de nuestro Codigo de Comer cio, de manera tal que opera sin necesidad de que conste en el contrato de segus, y en uso de dl, el asegurador puede demandar de todos los terceros responsable de los dafios, el reintegro de lo que haya debido pagar al asegurado con moti de dichos dais. La referida norma legal dice lo siguiente: “Por el pago de la indemnizacién,d asegurador se subroga en los derechos y acciones que el asegurado tenga en conta de terceros en razén del siniestro”. En nuestra legislacién el derecho de subrogacién esté sujeto a las siguients reglas: a) El asegurador debe haber pagado la indemnizacién al asegurado, pago qt lo hace titular de los derechos para perseguir el recobro de lo pagado, en cont de los terceros responsables del siniestro; y b) Es necesario que la liquidacién e indemnizacién del siniestro se haya aja? al contrato y ala ley. Bajo las deno’ perseguir la (Ua ittud del contrato de seguro, se da nacimi® Sh bee 38° & Sta es, en el fondo, una donaciét Pe nbopein de la Compania Te de seguro y no da origet* «2 Segtin lo prescribe el inci x en contra del causame fers 8UNdO del art. 534, la subrogacién no PO lel siniestro que sea cé; oe al derecho de subrogacién, lo que es obvio que no es nyuge © pariente const ee Sellaman asf, las ide comerciales a ls indemninaciones que a "5 0 de especial comideracién 0 ele eno! Pat no obstante no estar obligado: PO cc hacia el asegurado. sod int sm pons ‘wep i ‘hemos ALES DEL CONTRA oy Sig, RADOR ibrogacién se idengi na indemnizacgn os que tengan rap in necesidad de cx, | pago de la inden lidad de perjudic, en el contrato om tro Cédigo de Cone el contrato de segin sterceros responsbl asegurado con matin je la indemnizacién,d surado tenga en cor sujeto a las siguiené | asegurado, pago :lo pagado, en cont iestro se haya ajus a los aseguradors? \ aspirar. Los cee 2 la responsabilida/ uerdo con una Po", uro, se da nacim™' fo, una donaci6m to y no da orig®” ibrogacién no P io fa oariente consa”! no estar obligad®: PO (OsvaL0 ConTRERAS STRAUCH wos del asegurado en toda la linea recta y hasta el segundo grado inclusive de la linea colateral, y por todas aquellas personas por las que el asegurado deba responder civilmente’. Sin embargo, atin en esos casos procederd “la subrogacién sila responsabilidad proviene de dolo o se encuentra amparada por un seguro, pero sélo por el monto que éste haya cubierto”. 4) Adoprando una postura doctrinal que venfamos sosteniendo desde hace tiempo, pero que no habfa sido plasmada ni en el proyecto de 1993 ni en la pro- pia mocién parlamentaria, el legislador ha establecido que procede el derecho de subrogacién en cualquier tipo de seguros y no sélo en los seguros de dafios, como lo sostiene otra parte de la doctrina®®. €) El asegurado debe abstenerse de incurrir en ninguna accién u omisién que pueda perjudicar el derecho de subrogacién del asegurador, ya que la ley lo hace “responsable por sus actos u omisiones que puedan perjudicar el ejercicio de las acciones en que el asegurador se haya subrogado”. Porsu parte, “el asegurado conservaré sus derechos para demandar a los respon- sables del siniestro” y “en caso de concurrencia de asegurador y asegurado frente a terceros responsables, el recobro obrenido se dividird entre ambos en proporcién a su respectivo interés”. Volveremos sobre este tema con mayor extensién en el Capitulo XIV. 6. LA CONTRIBUCION EN LA PLURALIDAD DE SEGUROS Es una condicién implicita en los contrato de seguro en los que opera el principio de indemnizacién que anteriormente hemos examinado (Ios seguros de dafios), que si existe otro contrato o contratos de seguros de indemnizacién que protejan el mismo interés sobre el mismo objeto y contra el mismo riesgo, la carga de la reclamacién del asegurado en caso de siniestro deberd repartirse a prorrata de la cobertura entregada por cada uno de los aseguradores. A este aspec- to de la relacién aseguradora acostumbra llamarsele “principio de contribucién”, En relacién con este tema deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos: A) El principio de contribucién se aplica sélo a los contratos de seguro de indemnizacién. En consecuencia, no tiene aplicacién en el caso de los seguros de Personas, ee ee. ® El proyecto de 1993 no admitia la procedencia del derecho a subrogacién en el seguro de vida y la ‘mocién parlamentariaestablecia que “no tendré aplicacién en los seguros de personas, salvo en cuanto a los SAstos de prestaciones y asistencia sanitaria o de salud que efectivamente haya pagado el asegurador”. if Pruncintos ¥ REQUISHTOS ESENCIALES DEL CONTRATO pp 2g 106 sendeconstieir una solucién equitarva paral dig are los varios aseguradores, con conta, : : * ue cubran el mismo objeto, que se aplig 3) Bae principio pretend const ié la indemnizaci cién del peso de la indemniza de seguro de indemnizacidn vigentes 4 3 5 evean expresamente. aug is SL tipio de contribucidn, los seguros deben pr ara qu Ber a 1. El mismo interés; 2. El mismo objeto; y 3. El mismo riesgo. ee. En la kegislacin anterior del contrato, que contemplaba la redaccién origind del Cédigo de Comercio de 1865, el principio de contribucién estaba expreaia en términos complejos y confusos, quedando su aplicacién, de hecho, a lo qu prescribieran las diferentes pdlizas, las que, para mayor desconcierto, podian muy bien (y de hecho lo hacian) tratar el tema de diferente manera. La nueva ley del contrato de seguro ha venido a remediar esta situacién re gulando con claridad el “efecto de la pluralidad de seguros”, en el art. 556, ena siguiente forma: | prin “Cuando se hubiere contratado mds de un seguro que cubra la misma materia, interés y riesgo, el asegurado podrd reclamar a cualquiera de los aseguradores d ago del siniestro, segiin el respectivo contrato, y a cualquiera de los demés,¢ saldo no cubietto, El conjunto de las indemnizaciones recibi ecibidas por el asegurado, no podré exceder el valor del objeto asegurado, 3 Si el asegurado ha recibido m: ; 4s de lo que le correspondia, tendran derecho repetir en su contra aquellas as mo, jendein derachs eguradoras que hubieren pagado el exceso. Asimis 1.03 cobrar perjuicios si mediare mala fe del asegurado. Aldenunciar el sini iniestro, el asegurado deb . i : 5 lebe comunicar dors con quienes hubire contends ‘omunicar a todos los asegura El asegurador que pagare el los otros seguros que lo cubran. ‘ Ia cuotequelescottesponds eng en ene detecho a reper conta los dem 3 la indemnizaci : respectvos contrat cmnizacién, segiin el monto que cuban ion a ed oo MOF, es liberar al aseguro sobre co de Tos aseguradores, que dice ee endo en cuenta que mucha ‘mente, con desconocimiento ¢!" SU Proporc; a hacerlo, 10S se proy Mejor posicién par Pluralidad de segu sina ide Bajo ba in inperado en o at SegATs spy scien PEL CON TR OD, 3 Para FES; Con eqn rT i Fe, gue ge 54105 deben tedaccién o, n estaba expr, de hecho, a hoy ierto, podiann, is r esta situaciéa: n el art. 556,0 fa misma mate los asegurados ra de los dems is por el asegu® tendran dee 5 el exceso. AS# | asegurado- os los asegu™ Osvai0 ConTaenas STRAUCH or contra la voluntad del asegurado, como es el caso de un inmueble que es asegurado contra incendio por el asegurado, pero también por el acreedor hipotecario y por la comunidad de copropietarios. Esta forma de enfrentar la multiplicidad de seguros se aviene, ademés, con la doctrina que actualmente sigue la ley inglesa.* Volveremos a tocar este tema en el Capitulo XIII, al tratar allf de la pluralidad de seguros. 7. LA CAUSALIDAD EN EL SEGURO Elandlisis de la relacién de causalidad en el contrato de seguro, apunta a deter- minar si un siniestro encuentra 0 no cobertura, cuando en su ocurrencia confluyen mds de una causa. Las causales concurrentes se denominan concausas. Bajo la influencia de la doctrina y préctica anglosajona, tradicionalmente ha imperado en el seguro la aplicacién de la teoria o principio de la causa préxima 0 inmediata, segiin la cual para que un siniestro esté amparado en la péliza de seguros respectiva, debe ser consecuencia inmediata de una causa -en cuanto a su eficiencia 0 aptitud para producir el resultado— que esté amparada por la co- bertura de la péliza. Para la doctrina inglesa, “la causa préxima no es la primera, ni la tiltima ni la tinica causa, sino la dominante, efectiva u operativa”, pero en tiltimo término resolver el problema de la causacién en un caso concreto, es una cuestién de sentido comiin”®’, Alanalizar este principio es necesario tener en cuenta que un efecto determinado puede ser el resultado de una cadena de concausas, en que cada una de ellas sea el resultado natural de la anterior, y que a su vez una cadena de causacién puede quebrarse por la irrupcién de otra causa nueva e independiente. La causalidad precisa analizar las circunstancias de hecho que explican fact camente el dafio, andlisis que ha de conducir a determinar cudl es la causa que lo ocasioné, para determinar si esté 0 no cubierta por el seguro. En principio pareciera tratarse de una cuestién simple, que se reducirfa a la prueba de hechos. Asf, la causalidad supondrfa que se constate o verifique la in- % Para la doctrina inglesa el principio de contribucién “permite a un asegurador recobrar de otro en raz6n de haber hecho el pago al asegurado respecto de una suma por la cual el segundo es también responsa- ble", debiendo quedar en claro que es diferente del principio de la subrogacién, que se aplica contra terceros responsables de un siniestro y no contra otros coaseguradores. Merkin, ob. cit. pég. 414. 7 MacGittiveay, ob. cit, pig. 513. “Puesto en orra forma, ‘el anilisis judicial de la causacién tiende a ‘oincidir con el sentido comin’, citando el caso “Tate Gallery v. Duffy Construction” (2007). Pro OR Se, Stay 108 tual, en muchos casos, os eventos, para lo cual Ja tecnologia. Jes. En casos més dificles inttne, Se acudig: . i dererminados & fa se la ciencia Y sos simp! rerrelacién de las reglas prove! Pero esto fun tal entendimiento hechos parecen concur de lo sucedido, no serdn 6508 © 9 cules fueron determinantes ‘Ademés, considerando que fi imples” no cchos “puros y simples _ ° pectivo en biisqueda de la causa, 0 dels cag niente’ ona solo en. ples. Fs : Pi . 10s zapatos inadecuados para taba) se encontraba, el objeto ani &erla responsable quien dejé en el sitio do” resbal6?; ccontri ente que al caer i fc io Me i ets oa al resultado la fs impulsé al vacio el ore sl la ambulancia?; ses la ca €n que conducfa (a exceso de veioer” tusa de la muerte del paciente su propio inte” MES DEL CONTR hos caso: Sy cud dificiles ¢ ing ide | ae i de la tevisig, ales desenca deg! ; : in la respuesta a % a de uno 0 vat & sMOS para deen 1 causa, O de |, 35 cy como la siguiente, un operario res, golpea en la cabe, vadiendo su cue de esquivarlo, che d, por su carril,y¢ ncia que transpord fo una elevada cit 150 ocasionado isten opiniones ormal que faltabié ado. Ademés, ctivos acompafiat# costillas del aco” iar que el exam 1. Lo verdaden™ erminar cud) °°, ara ello debe ws del operario’s ecuados pat) dejé en el sig | vacto lone aexceso dev". if ente su prop! nd rte el retras0 ae nen de (Osvaino Conraeas STRAUCH 109 por la quebradura de costillas del copiloto del automévil? En fin, las preguntas pueden multiplicarse. ‘Ante estas dificultades experimentadas en la préctica y bajo el influjo de la dogmitica penal, preocupada de determinar cudndo atribuir a un sujeto una conducta reprochada por el ordenamiento juridico, se desarrollaron las teorias de la causalidad. Todas ellas proponen criterios para realizar el juicio de valor que define (0 escoge) cual o cudles causas son las que explican el dafio. La teoria de la equivalencia de las condiciones 0 conditio sine qua non, de fines del Siglo XIX fue atribuida al Alemén Von Buri**. Esta doctrina sostiene que normalmente confluyen una multiplicidad de causas para que se produzca un determinado desenlace, y que todas ellas son equivalentes en la produccién del evento dafioso. Esta teoria establece que en todo resultado 0 efecto que es consecuencia de una multitud de condiciones, todas ellas son igualmente necesarias y por tanto equivalentes. Causa de un resultado es la suma de todas las condiciones 0 fuerzas que contribuyen a su produccién y se atribuye el carcter de causa a cada una de las “condiciones”. Pero si se aplica con rigurosidad, esta teorfa no es de mucha ayuda, pues no marca un limite claro en el andlisis retrospectivo del motivo que origina un evento dafioso. En un caso como el propuesto como ejemplo se legaria a considerar como potenciales causas al contrato de trabajo del operario que resbala, antes que él, al negocio juridico que lleva a la contratista a ocuparse de la obra, un poco més atrés esté la decisién del propietario de edificar en el lugar, junto con la determinacién de acabar con la propia vida por parte del suicida, el portar el conductor de uno de los vehiculos, un objeto sobre su regazo, que le entorpeci6 su capacidad de maniobra, etcétera. Estimamos que existira acuerdo en que esto resulta excesivo. ‘Ademés, podria presentarse que en una determinada concurrencia de causas, de suprimir una de ellas, se evite ¢l evento, pero de suprimir otra y no aquélla, también desaparezca el dafio. Es decir, que cada una de ellas puede originar el dafio, por sf sola, sin la confluencia de la otra o al revés. En resumidas cuentas, esta teorfa limita al analista del caso concreto para que pueda ~y deba- escoger cudl es la causa sin la cual el menoscabo no se hubiera producido, porque no le indica cémo definir la amplitud y la retrospectiva de su andlisis. Laaplicacién estricta de esta teorfa puede llevar a conclusiones aberrantes. Por cjemplo, conformea esta teoria es responsable del adulterio ademés de los aduiteros, ® Ast, De Cuevitias Matozzi, Ignacio, La relacién de causalidad en la érbita del Derecho de Darios, Tirant, Valencia, 2000, p. 81. PRINcIn0s ¥ REQUISITOS FSENCIALES DEL CON Tag, TO 0 * ten uo : ayélacana ode un homisii Peiom gui, Leo incusve fos padres que dieron nacimiento al bonicg, Fist a ea causalidad proxima desarrollada a partir de las idea ex, La teria dela jar Francs Bacon, incenta determinar la causa que, dee por el filbsofo eer se acerca mas al evento lesivo, esto ¢s, la causa inmedin, perspective ales ambign son ostensbles, en vista de que n0 nea Proxima’ Sus eae encuentra mds cercano al dafio en el tiempo, es el gu eC ee esa ver, ser consecuencia de otros hechos mediatos, ccs Put mbién lamada de altima causa se limita al ltimo eslabiner relacidn de causalidad, Es responsable del dafio la ultima persona que contibys el carpintero que const al resultado. a. a Por ejemplo, una persona.s atropellada, lo auxilia un parameédico, quien fracas en su intento por detener una hemorragia y muere. De acuerdo con esta teats podsfa legar a sostenerse que el responsable serfa exclusivamente el paramédc, La doctrina inglesa utiliza actualmente la teorfa de la causa préxima, peroea un sentido que en realidad se aproxima més a la de la causalidad adecuada, com veremos més adelante, La teorfa de la causa preponderance se atribuye a Biding y Ocrtmann y pose que la causa es la que en mayor medida ha contribuido a ocasionar el dao 0, en una perspectiva més cualitativa que cuantitativa sefiala que bajo critrios & normalidad, la causa eficiente es la que tiene mayor eficacia para generar l cus causal de los acontecimientos”, Si bien en casos ficiles este criterio i podria ser de utilidad, no siempre essencilo determinar de manera subj jetiva cudl es la causa qui cdida ha cont buido a ocasi ae 4 que en mayor medida ee el dafio, ni cual tiene mds eficacia que otras para genera o ctsetlace. Ademés, no indica cémo ~ni con qué pardmetros-# it esa “| ay « a i i Sr See fox ~ Cabria pensar, por ejemplo, en la destructioa contenfa material altamente inf rar cn un inmueble perteneciente2 Bequetiachispa provenance abl del cuales duefio Cy se incendia pos vecino pertneciences brs # tcineracién de residuos orgénicos en Un ” We tansportada por el viento entra en contacto ™ al vehi 4) caus cul ee “Cull Fie lo y termina incendidndolo. :Cudl 4° Senerar el dafio?, ;cudl tiene mayor “ ee Yequienno Tor Ms Noha gue confndrlnoion Sema an y postu: r el dao. criterios & srar el cunt € es sencill a ha conti: generar Osvaroo Contreras Srrauci i para generar el curso causal de los acontecimientos?, ;albergar material inflamable cerca del vehiculo, o la incineracién?, 0 ;ambas? La teorfa de la causa eficiente o de la condicién sine qua non, se atribuye a Birk- meyer?" y postula que es causa de un resultado concreto la condicién que suprimida mentalmente, daria lugar a que ese resultado no se produjese. En otros términos, si enel ejercicio de suprimir hipotéticamente una de ellas se obtiene que el resultado no tendrfa lugar, se ha dado con aquélla sin la cual el dafio no existirfa. Se critica a esta teorfa porque la busqueda de la causa Hlevaria en un regreso hasta el infinito, a indagar la causa de la causa, que a su vez seria causada por otra, lo que puede conducir a conclusiones aberrantes, 0, por el contrario, impedir la constatacién de la existencia de una relacién de causalidad donde la ciencia no ha podido descubrir una ley causal. De este modo, esta teoria permitiria Gnicamente constatar una relacién de cau- salidad concreta, entre una determinada accién y un resultado, cuando se conoce ya la causalidad general y falla en los casos en que concurren a la produccién del resultado dos condiciones, de modo que cada una de ellas hubiera sido suficiente para producir el resultado. La tesis de la causalidad adecuada parte de las ideas de Von Kries”? y sostiene que la causa del dafio es aquella que generalmente es adecuada para producir un resultado, y es la que més se aproxima a la forma en que se trata la causalidad en el seguro en la doctrina inglesa actualmente, aunque se siga hablando en ella de la causa préxima. Sostiene esta tesis que la probabilidad debe tenerse en cuenta en la determina- cién de la causa de los sucesos, entendiendo por ella la frecuencia en la relacién entre dos clases de eventos, que en algunos casos se da de modo necesario, como en las leyes naturales y en otros sélo permite establecer una frecuencia estadistica??. Los principales criterios a tener en cuenta son la previsibilidad objetiva del resultado (cualquiera lo pudiera prever) y la diligencia debida, en términos que si la accién se realiza con la diligencia debida, aunque sea previsible el resultado, se mantiene la apreciacién de la conducta en la esfera de lo permitido (lo que es importante en la esfera del derecho sancionatorio, en particular, el penal). Alllimitar la causalidad natural con criterios juridicos, esta teorfa convierte por primera vez, el problema causal en un problema juridico. Ver en este sentido Bustamante Alsina, Teoria General de la Responsabilidad Civil, Abeledo-Perrot, Novena edicién ampliada y actualizada, p. 269, notas 341 y 342. ® De Cuevas, p. 91. ——— a oe ae 1 ¥ REQUISITOS ESENCIALES DEL cy, Painci — PATO Deg ecisa, que permite tinicamente : ic 6 tuna determinada accidn y uy permite determinar impr «ica diciendo quees 28" Selacrtica diciendo 4 bee Re jon de causalidad ra Wega concretas ctidad general y que 90 nes suficiente. *eradice la naturaleza de las cosas el hacer dle causalidad a la previsibilidad del resulted ict ofilico). is Sen Jo, en el caso de una victima que es hemofilic ) . rade cnerse que mayoricariamente It doctrina y la jurisprudencia chi fa sostent 3 ‘y Podr Freado hasta aqui, al igual que en Gran Bretafa, por utilizar la teog, se han inclin: imicarla suficientemente respecto a lator , i vero sin deli causalidad adecuada, p uf n ‘usa eficiente. La doctrina imperante cn Chile sostiene, como consecuengi lac: . ans a entencss de la Corte Suprema, que el resultado datioso ha des aan cia natura, adecuada y sufciente, debiéndose entender por natu Ge mauler ene el acto incial ye resultado una relacin de necesidad coi. see conocimientos generalmente aceptados, debiendo ponderarse, enc aace comereto, sel acto antecedente que se presenta como causa, tiene apts Sufciente para que del mismo se derive, como consecuencia necesatia, eles cuando s de posibilidad de prevencion © Por otra parresedice que la existencia dela relacion Iesivo que se arroja como resultado. Para referirse a la causa adecuada, en el Derecho Inglés se habla de la cass préxima, y se dice que aquella puede encuadrarse en tres categorfas distints* a) La primera categoria es aquella constituida por la inevitabilidad del resukads: si ocurre la condicién A se producira inevitablemente el resultado B. b) La segunda es la de aquellos casos en que se produce un debilitamiens: de la resistencia frente a un evento que amenace afectarla: "si ocurte eleven A sea que cause 0 no un dafio a la cosa asegurada, la pone en un riesgo may a que se produzca el resultado B, o hace més posible que se produzca dice resultado B”, c) La tercera fi i ale “Seate of i categoria es denominada en el derecho inglés como “Stat affairs” (estado de las cosas) y aqui la situaci id Y aqui la situacién es que el evento A ocutte a ihe 0 Profit diecamense el dafo ni debilita la materia onto e de experimentarlo, induce al asegurado a un “estado de las cosas” a dafioso B se produce en el contexto de es¢ En la mayoria de loe Sac de ese cambio de conducta del asegurade. cireunstancis que con gd Posible aislar la causa préxima del ce causas, la Corte intentar. yeron a la pérdida y en el caso de que haya dos° 4 identificar la causa proxima. —_—_—— 4 Robert MERKIN Colinveu Fnsurance. Thomson, Londres, 2006, pig. 114 ¥ 58% HL CONTR Rare > dp Ny icamente gg iM Y Un rege erminar que Ney, ee a sel hacer de del Fesulady prudencia ch, utilizar la teog CTO ala eo no CONsecuenc:; dafioso ha de se) ander por natun!, - necesidad Gag onderarse, en ei ‘ausa, tiene api necesaria, el es ¢ habla de ka gorfas distinas* jlidad del result! ltado B. . un debilitamié si ocurre el Osva.po ConRenas STRAUCHL i Sin embargo si no es posible identificar cul de esas dos o mas causas es la causa préxima, serén consideradas como causas concurrentes. No obstante, podrdn estimarse que son concurrentes cuando las dos causas sean de igual importancia en términos que cada una de ellas actuando por si sola es capaz de producir la pérdida, Puede obtenerse el pago del seguro si una de las causas proximas es un peligro cubierto y la otra no esté asegurada. Pero si una de las causas proximas est excluida, el asegurado puede no tener derecho a cobrar el seguro. En el caso en que la pérdida haya sido causada concurrentemente por una causa incluida en la cobertura y por otra que no lo estd, el asegurado tiene la posibili- dad de cobrar la indemnizacién, justamente sobre la base de que la pérdida fue el resultado de un peligro cubierto”>. La nueva ley chilena sobre el contrato de seguro establece una regla para resolver el problema de la causalidad en el art. 533, denominado “Pluralidad de causas de un siniestro” y establece que: “Si el siniestro proviene de varias causas, el asegurador Serd responsable de la pérdida si cualquiera de las causas concurrentes corresponde a un riesgo cubierto por la poliza”. Este texto proviene de las indicaciones formuladas al Proyecto de Ley Parla- mentario por el Ejecutivo, que fueron elaboradas por la Superintendencia®®, Su redaccidn es, al menos aparentemente, extremadamente amplia y parece consagrar sin restricciones la teoria de la equivalencia de las condiciones. Sin embargo, como nos consta del debate que se produjo respecto a dicha in- dicacién, no podemos llegar a dicha conclusién con ligereza porque la disposicién transcrita reduce la aceptacién de la equivalencia, solo a aquellas circunstancias que estén directamente vinculadas con el riesgo y su resultado, el siniestro. No otra conclusién puede desprenderse del epigrafe de este articulo, pluralidad de causas de un siniestroy del comienzo de su redaccién, en cuanto dice “Si el siniestro proviene de varias causas”. % Este principio fue asentado en el caso Llayds Instruments Ltd. V. Northern Star Insurance Co. Ltd., The Miss Jay Jay (1987) y ha sido aplicado uniformemente con posterioridad. ° El proyecto contenido en la mocién parlamentaria proponia una regla distinta: art. 533 Causa del siniestr, Se entiende por causa del siniestro aquella que lo ha provocado en forma directa y necesaria. Si el siniestro proviene de varias causas, el asegurador seri responsable de la pérdida si la causa principal o deter- ‘minante corresponde a un riesgo cubierto por la péliza. Si no fuere posible establecer la causa principal y si alguna de las causas concurrentes no constituye un riesgo amparado por el asegurador, éste serd responsable

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