N o 53 / 28 de enero, 2022

EN DEFENSA DE LA
PORNOGRAFÍA
 EDITORIAL: La izquierda derechizada
Un mito persistente afirma que la existencia
del “Estado del bienestar” se debe a la competencia
con el comunismo durante la Guerra Fría:
acabada esta, el Capital abandonó todo intento
de humanizar su imagen. Como todos los mitos,
este es también mentira: el “Estado del
bienestar” es puesto en marcha por el
gobierno inglés para hacer frente a
su pérdida de estátus de potencia
hegemónica, y ahorar costes.
En EEUU, será el consumismo
y no el “Estado del bienestar”
lo que surgiró de competir
con la URSS, al dar lugar a la
construcción del sistema de
autopistas, para facilitar la
movilidad en caso de guerra
atómica.
Tan falso como el mito
del origen del “Estado del
bienestar”, es el mito que
dice que su final se debe a la
ausencia de una competencia con
el coomunismo. Dejando de lado
que China es un ejemplo de modelo
de desarrollo centrado en el bienestar
colectivo, más válido -por exitoso- que la
URSS, lo cierto es que el “Estado del bienestar”
empezó a derrumbarse en los 70, mucho antes
del fin de la URSS, con la puesta en marcha del
neoliberalismo. De hecho, fue el abandono del
“Estado del bienestar” por el Capital occidental lo
que aceleró la caida de la URSS, al ser incapaz
de competir con el turbocapitalismo financiero
y la digitalización impulsada por el Complejo
Militar-Industrial de EEUU.
Lo que debe su existencia a la lucha contra
el comunismo es el progresismo
anticomunista, que sirvió de punta
de lanza de lanza del Capital para
penetrar en la izquierda y acabar
con la hegemonía comunista
en la llamada “Guerra Fría
cultural”. El uso de todo tipo
de ideologías, muchas de
ellas contradictorias entre
si, sirvió para acabar con
la hegemonía marxista
en el mundo cultural e
intelectual, acorralando a
los antaño todopoderosos
partidos comunistas. Tras
la caida de la URSS, el
progresismo anticomunista se
hizo hegemónico y transformó en
la llamada “izquierda posmoderna”,
que no es otra cosa que la ideología
imperial, cuyas ideas son generadas
en EEUU y difundidas después al resto del
mundo. El “intervencionismo humanitario”,
la “discriminación positiva”, el puritanismo,
victimismo, balcanización identitaria o “cancel
culture” (=censura de la disidencia) son algunos
de sus tentáculos: es el enemigo a combatir.

NÚMEROS ANTERIORES

Desde el Confinamiento Desde el Confinamiento Desde el Confinamiento

N° 50, 6 de Diciembre de 2021 N° 51, 14 de Diciembre de 2021 N° 52, 14 de Enero de 2021
LA ECONOMÍA POLÍTICA LA CIENCIA COMO DOGMA, EEUU
DEL CORONAVIRUS LA NUEVA RELIGIÓN CONTRA EURASIA
 UNA DEFENSA
ANARQUISTA DE LA
PORNOGRAFÍA
Boston Anarchist Drinking Brigade
La pornografía sigue siendo un tema controvertido, inclu-
so entre los anarquistas, de quienes se podría esperar que
estén entre los más firmes defensores de la libre expresión
sexual. Sin embargo, muchos anarquistas han criticado la
pornografía y algunos han apoyado o participado en el mo-
vimiento antipornografía, cuyos miembros no pocas veces
se esfuerzan por evitar que quienes deseen ver pornografía
puedan hacerlo. Algunos anarquistas en Canadá incluso lle-
garon a incendiar una tienda de videos sexuales, una activi-
dad que muchos otros anarquistas ignoraron o optaron por
no criticar. Mientras tanto, los que defendemos la pornogra-
fía y la libertad de expresión, sexual o no, somos tachados
de sexistas y reaccionarios. ¿Por qué los supuestos amantes
de la libertad y la liberación sexual parecen olvidar sus prin-
cipios cuando se trata de literatura e imágenes sexualmente
explícitas?
El movimiento contra la pornografía, incluidos sus miem-
bros y simpatizantes anarquistas, no es monolítico. A algunos
les desagradan los libros y las películas consideradas sucias,
pero apoyan la libertad de las per-
sonas para producir y consumir ese
material. Utilizan argumentos y
protestas para intentar cambiar las
actitudes de aquellos a quienes les
gusta la pornografía, alentándolos
a abstenerse de consumirla y no
apoyan la censura. Otros, incluidos
nuevamente algunos anarquistas,
sienten que los ataques físicos a las
tiendas de pornografía o la censura
ordenada por el gobierno son tácti-
cas aceptables en la lucha contra la
pornografía. Si bien solo la última
posición es censuradora y, por lo
tanto, antianárquica, la primera po-
sición, que desprecia las represen-
taciones del sexo, también es pro-
blemática en un movimiento que
supuestamente favorece la libertad
sexual.
La pornografía es simplemen-
te una descripción, en palabras o
imágenes, de la actividad sexual. La
mayoría de las personas consideran
que el sexo es una actividad buena
y placentera, y mirar pornografía es
sexualmente excitante para muchas
personas. Las personas en contra de
la pornografía suelen decir que las imágenes de mujeres en
la pornografía son degradantes y ofensivas para las mujeres.
Sin embargo, mientras algunas mujeres ciertamente se sien-
ten ofendidas por las imágenes pornográficas que conside-
ran degradantes, otras mujeres disfrutan de la pornografía.
(Véase, por ejemplo, el libro Caught Looking de Kate Ellis, et
al, o Writing Sado-masochistic Pornography: A Woman‘s De-
fense, de Deborah Ryder). Mientras el movimiento anti-por-
nografía ve a las mujeres como una clase que comparte los
mismos objetivos y deseos, las mujeres no son una masa de
autómatas que piensan y sienten igual; algunas están a favor
de la pornografía y otras están en contra de la pornografía,
como pasa con los hombres. Además, las imágenes de mu-
jeres en la pornografía no son más sexistas ni degradantes
hacia las mujeres que las imágenes de mujeres en la mayo-
ría de la literatura y los medios visuales, desde novelas hasta
películas, televisión y anuncios en revistas. En una sociedad
sexista, la mayoría de las imágenes de mujeres contendrán
al menos algunas de las actitudes sexistas comunes tanto a
mujeres como a hombres. Además, hay pornografía que con-
tiene personajes femeninos que son muy independientes,
motivados y preocupados por su propio placer, especialmen-
te en la pornografía S/M donde las mujeres suelen estar en
la cima. Lo que molesta a esta gente no es la imagen de la
mujer en el porno, que es así en otras partes de la sociedad,
sino su explicitud sexual; se sienten incómodos con el sexo.
Los activistas contra la pornografía también afirman que
la pornografía, con su visión supuestamente degradante de
las mujeres, es responsable de las actitudes y acciones de
los hombres hacia las mujeres y, por lo tanto, es diferente de
otras formas de expresión. Pero, al igual que con otros tipos
de escritos e imágenes, la pornografía generalmente mues-
tra lo que la gente quiere ver y con lo que se siente cómoda;
no planta ideas extrañas en la mente de las personas. E, in-
cluso en los pocos casos en los que la pornografía muestra
ideas nuevas a las personas, siguen siendo solo eso, ideas.
Los hombres no violan ni golpean a las mujeres porque lo
ven en una película. El sexismo, la violación y las palizas a
las mujeres por parte de sus parejas existían mucho antes de
la difusión generalizada de la por-
nografía moderna, y las sociedades
con poca o ninguna pornografía no
son menos sexistas y violentas que
aquellas donde es común.
La afirmación de que la por-
nografía vuelve violentos a los
hombres, además de ser inexacta,
también se basa en un mito; que
la mayoría de la pornografía es vio-
lenta. La mayoría de la pornografía
se compone de representaciones
de sexo no violento, consensuado
y mutuamente placentero. Parte de
él también contiene sexo sadoma-
soquista, que, si bien incluye con-
tenidos violentos e implica dolor
(aparente), también es consensuado
y es mutuamente placentero. Cier-
tamente hay una pornografía que
muestra violaciones u otro tipo
de sexo violento y coercitivo, pero
es una pequeña porción de la por-
nografía producida y consumida.
Además, al igual que las películas y
los libros violentos no sexuales, es
simplemente una representación de
una fantasía, inventada por el autor
o interpretada por actores que lo
consienten. El porno violento no es más violencia real que
las películas de Halloween.
Y si las personas contrarias a la pornografía están real-
mente preocupadas por la violencia y no por el sexo en la
pornografía, ¿por qué protestan solo contra las tiendas de
pornografía o destruyen las revistas y tiendas de videos por-
no, mientras ignoran el películas como Viernes trece y revis-
tas y libros de terror?
Un aspecto de todo el fenómeno de la pornografía que a
menudo queda fuera de discusión es el de la pornografía ho-
mosexual. Gran parte de la pornografía que se produce hoy
en día muestra a hombres teniendo sexo con hombres, y una
proporción cada vez mayor muestra relaciones sexuales en-
tre mujeres. Los antiporno tienden a ignorar la pornografía
homosexual porque desmiente muchos de sus argumentos.
Si las representaciones de encuentros sexuales desiguales
entre hombres y mujeres son degradantes para las mujeres,
¿por qué los encuentros igualmente desiguales entre hom-
bres y otros hombres (que son muy comunes en la porno-
grafía exclusivamente masculina, con sus activos y pasivos)
no son degradantes para los hombres? Y si son degradantes
para los hombres, ¿por qué esa pornografía no es ofensiva
para los hombres, especialmente para los pasivos? Y, si hay
imágenes sadomasoquistas y con violencia (simulada) en
este porno, ¿por qué esto no resulta en violencia generali-
zada contra los hombres e incluso violaciones de hombres?
Nunca se discuten estos temas, ya que la mayoría de las
personas que se oponen a la pornografía heterosexual no
están dispuestas a hablar, y mucho menos criticar, el porno
queer porque no quieren arriesgarse a ser vistos como ‚ho-
mofóbicos‘ o políticamente incorrectos. Esto se debe al he-
cho de que la pornografía a menudo ha sido vista, con razón,
como liberadora por los hombres homosexuales (y recien-
temente también por algunas mujeres homosexuales), y es
una parte mucho más abierta de la vida convencional para
los hombres queer que la pornografía hetero en la sociedad
heterosexual. Debido a esta ‚politización‘ de la pornografía
queer, es probable que cualquier discusión sobre porno ho-
mosexual por parte de los contrarios al porno, algunos de
los cuales son hombres homosexuales, sea criticada por los
liberacionistas homosexuales como ‚anti-gay‘ y, por lo tanto,
sea suprimida con éxito. Esto es algo desafortunado, ya que
tal discusión mostraría las falacias en los argumentos contra
la pornografía.
Aunque parece extraño que los defensores de la libera-
ción sexual y los anarquistas encuentren ofensiva la porno-
grafía, ciertamente es cierto que las personas tienen gustos
diferentes. El hecho de que me guste el porno no significa
que a ti te deba hacerlo. Pero, si uno encuentra algo ofensi-
vo, simplemente debe evitarlo y, por lo tanto, evitar sentirse
ofendido. Sin embargo, los contrarios al porno no están con-
tentos con esta estrategia cuando se trata de pornografía.
Sienten que si los ofende a ellos, debe ofender a los demás,
principalmente a las mujeres, y se encargan de proteger a
los demás de ello. Además, dado que sienten que lleva a los
hombres que aman a las mujeres y que no son violentos por
el camino de la violencia y el sexismo, sienten que también
deben evitar que los hombres vean pornografía.
Como se indicó anteriormente, los enemigos de la porno-
grafía difieren en la estrategia que emplean para lograr estos
fines. Si bien aquellos que se basan en argumentos y protestas
para influir en otros para evitar la pornografía son preferibles
a los censores, sus ideas sobre las personas deberían ser pro-
blemáticas para quienes tienen una mentalidad anarquista.
Las personas son individuos libres que eligen y toman deci-
siones basadas en lo que observan, escuchan y experimentan,
y son responsables del resultado de estas elecciones. La forma
libertaria de tratar con otros individuos libres que eligen ver
o leer materiales que uno desaprueba es dejarles ver estos
libros o películas y luego discutir el material con ellos y tratar
de convencerlos del punto de vista de uno.
Más cuestionables para los anarquistas, sin embargo, son
los activistas enemigos de la pornografía que son abierta-
mente defensores de la censura; mientras comparten las
opiniones de los enemigos del porno que buscan proteger
a otros de la pornografía, estas personas van un paso más
allá y usan la fuerza coercitiva para lograr sus fines. Esto es
totalmente incompatible con el tipo de sociedad voluntaria
buscada por la mayoría de los anarquistas, y debería ser de-
nunciado por todos los amantes de la libertad.
La pornografía, como cualquier otra forma de entreteni-
miento, puede ser buena o mala, según los méritos indivi-
duales de cualquier trabajo en particular. Sin embargo, como
género literario o cinematográfico, no es ni mejor ni peor, ni
más bueno o malo que cualquier otro. Si la pornografía es
mala o sexista, la mejor estrategia es criticarla y discutirla
con otros, y/o hacer buena pornografía no sexista, no repri-
mirla. El sexo y su representación son una fuente de placer
para muchos y los anarquistas deberían defender, o al menos
tolerar, nuestra libertad para disfrutar de ambos. Los censo-
res, incluidos los que dicen ser anarquistas, son enemigos de
la libertad, y los anarquistas que los apoyan cuestionan su
compromiso con una sociedad libre.

“SIEMPRE SOMOS CULPABLES”

ANARQUISMO Y LUCHA POR LA DESPENALIZACIÓN DE LA PORNOGRAFÍA
En octubre de 1966 se publicó en Noruega la novela Uten en tråd (Desnuda en camisa); debido a su contenido sexual, la
fiscalía del Estado ordenó a la policía confiscar todos los ejemplares a la venta en librerías y llevó a juicio a su autor, Jens
Bjørneboe (1920-1976), un conocido novelista cuya obra se había centrado hasta entonces en la crítica social. Bjørneboe
fue llevado a juicio debido a que en Noruega la pornografía estaba prohibida, y dedicó el proceso a burlarse del fiscal gene-
ral, Laurits Jensen Dorenfelt, leyendo novelas pornográficas para discutir qué es pornografía y convirtiendo el juicio en un
proceso al Estado. A pesar de perder el juicio y ser condenado a una fuerte multa, Bjørneboe fue el vencedor de la batalla, ya
que el Estado noruego nunca más volvió a llevar a juicio literatura, y el interés que generó el proceso en su novela hizo que
se tradujese a multitud de idiomas, acabando con su precaria situación financiera. De manera paralela al juicio, a finales de
los 60/principio de los 70 Bjørneboe jugó un papel importante en revitalizar el movimiento anarquista noruego mediante
ensayos como “Anarkismen som fremtid” (“El anarquismo como futuro”) y “Anarkismen ... i dag?” (“¿Anarquismo... hoy?”).
FUENTES: Fredrik Wandrup (1990), Jens Bjørneboe. Die Biographie des norwegischen Dichters, Anthroposophen und Anar-
chisten;´Wikipedia, Jens Bjørneboe; NewsInEnglish.no (08.10.202): Norway hails rebel-author Bjørneboe; Alison Lewis (DeadA-
narchists.org): Jens Bjørneboe’s Anarchist Writings: An Introduction.

IZDA: Anuncio en la prensa de la novela Uten en tråd. CENTRO: Jens Bjørneboe leyendo novelas pornográficas durante su juicio
por publicar pornografía. DCHA: Jens Bjørneboe en la portada de la revista alternativa noruega Gateavish.
EN DEFENSA DEL PORNO
Anup Raj Dhungana
Para creer que la pornografía genera violencia contra la
mujer, primero debemos creer que la pornografía es consu-
mida exclusivamente por hombres.
Fue un amor al primer bocado. El bocado de libertad ga-
rantizado por internet. La libertad, más que la pornografía.
Para admitirlo honestamente, la generación posterior a
los noventa probó por primera vez la libertad a través de In-
ternet. Ese misterio llamado internet, ese mundo más allá de
los reinos de la realidad, pero muy real, conectado a través
de cables, accedido a través de terminales, teletransportado
a través de señales y muchos módems, un tour-de-force equi-
valente a perderse en la naturaleza. Las ganas de entrar en
el mundo salvaje, impulsadas por el anonimato garantizado,
navegando por páginas web de fantasías, acciones, interac-
ciones y retractaciones nunca antes vistas, era la verdadera
realidad virtual en su máxima expresión. Solo podía hacerlo
internet. El viaje desde la barra de estado de Internet Ex-
plorer, que nunca parecía cargarse por completo, hasta las
mejores aplicaciones para teléfonos móviles de Silicon Valley,
suave y elegante, todos hemos probado la alegría de la liber-
tad en Internet de una forma u otra.
Pero no siempre fue así. La pornografía existía antes de
Internet. Tuvo una amplia circulación en videocasetes, discos
compactos y en páginas de Satyakatha, o “historias reales”. In-
ternet acaba de hacerlo accesible para dispositivos portátiles.
El medio cambió, el mensaje permaneció. La accesibilidad dio
lugar a un consumo masivo, como es natural con las leyes
de la oferta y la demanda. Lo que cambió es la forma en que
lo consumíamos. Antes era con un grupo de amigos, ahora
es a solas, en cualquier momento y en cualquier lugar. Este
mercado de consumo de pornografía, que podría haber sido
pasado por alto e ser ignorado anteriormente, pretendiendo
que nunca existió, de repente se hizo evidente. Y la visibilidad
generaba desprecio.
No tengo la intención de discutir los tecnicismos de la
prohibición de la pornografía en Internet, que en sí misma
es ridícula dada la limitación del alcance del Estado sobre el
gigantesco mundo de las tecnologías de la información, sino
la censura, como la muerte del liberalismo según lo que Don
Delillo escribió en Underworld “para no socavar la voluntad del
Estado de llevar a cabo sus propias fantasías gigantescas”.
El viento ha estado soplando desde hace algún tiempo.
Con el advenimiento de la cultura de la corrección política
y el movimiento de las identidades, los llamamientos a res-
tringir opiniones, ideas, formas de arte, y especialmente la
educación liberal, se oyen cada vez más. Se ha repetido tanto
y tanto que ahora se ha convertido en un dogma. Soplado con
este viento de cambio, la afirmación de que la generalización
de la pornografía es la causa de los delitos de violación ha
estado dando vueltas en los círculos de las redes sociales
de Nepal. Particularmente a la luz de los recientes crímenes
atroces contra niñas y mujeres que han estado llenando las
páginas de nuestros periódicos. Con la ira y las emociones
a flor de piel, con la gravedad de los delitos denunciados,
no es extraño pedir acciones drásticas y fuertes medidas de
represalia. Sin embargo, cualquier problema social que de lu-
gar a generalizaciones sin debates feroces y contestaciones
intrépidas solo conducirá a la irracionalidad. La ira y la furia
perjudican el buen juicio. Y si la irracionalidad gana una vez,
se convierte en la norma.
Para creer que la pornografía da lugar a la violencia contra
la mujer, primero debemos creer que la pornografía es con-
sumida exclusivamente por hombres. O dicho de otro modo,
las mujeres son incapaces de ver y disfrutar el contenido
pornográfico. Lo que implica que, incluso si lo hicieran, esas
mujeres nunca cometerían ningún delito sexual. Y los hom-
bres que miran y disfrutan definitivamente serán uno de los
infractores. Para establecer las relaciones de causa y efecto,
también tenemos que creer que la pornografía no es consen-
tida, lo cual sería la cosa más estúpida del mundo que puede
decirse. Mientras dos adultos que participan voluntariamen-
te en la actividad sexual debe ser el epítome del concepto
de consentimiento. No se puede negar que la pornografía en
Internet ofrece contenidos cuestionables, algunos de los cua-
les pueden ser ilegales, pero eso también debe analizarse
objetivamente con otros contenidos objetables disponibles
en Internet.Las mismas leyes que rigen otros contenidos de
Internet pueden regir esencialmente el contenido pornográ-
fico. Elegir contenidos concretos, considerados inmorales o
instigadores de delitos, para justificar una prohibición gene-
ral es una acto típico de un estado autoritario.
Los cimientos de cualquier estado democrático liberal son
sus principios liberales. Libertad de conciencia, libertad de
pensamiento y sentimiento, libertad de expresar y publicar
opiniones, libertad de gusto y búsqueda; como lo enumera
John Stuart Mill, siempre será la base de una sociedad abierta
y libre. Si permitimos que el estado vigile moralmente el con-
tenido y censure lo que es bueno y malo para las personas,
entonces esencialmente le estamos pidiendo al gobierno que
nos quite nuestros derechos fundamentales. Significa que so-
mos incapaces de tomar elecciones de manera individual.
Y toda sociedad que se deja llevar por las generalizacio-
nes para renunciar a su libertad ya es una sociedad fallida,
con o sin delitos, victimarios o víctimas.
 EN DEFENSA DE LA
PORNOGRAFÍA
Kyle Reed
Si te preguntara cuáles son los sitios web más vistos del
mundo, me imagino que adivinarías lo obvio: Google, Face-
book o YouTube. Tendrías razón. Todos están entre los cinco
primeros. Pero algunos otros sitios extremadamente popu-
lares como Amazon, Netflix, Reddit y medios de comunica-
ción como CNN no están entre los cinco primeros, ni entre
los diez primeros. Pero XVideos y PornHub sí lo están. Tie-
nen los puestos 9 y 10, respectivamente. Sí, los servicios de
transmisión de pornografía que transmiten “Triple X Big Tit
Rubdown” superan a Netflix y Amazon en el tráfico web. Asú-
melo. Para tratar de frenar su influencia, recientemente se
ha propuesto y aprobado una legislación en todo el mundo
dirigida a la distribución masiva de pornografía en línea. En
2017, el Reino Unido aprobó la Ley de Economía Digital (Di-
gital Economy Act), que requiere que los usuarios de la web
proporcionen sus licencias de conducir o pasaporte antes de
acceder a sitios web pornográficos para 2019. En China, la
pornografía en la red está completamente prohibida desde
1997. Incluso aquellos que son muy liberales sobre el tema
temen los daños que puede causar a nuestra impresionable
juventud. Sin embargo, la influencia de la pornografía en no-
sotros no es una situación en blanco o negro. Es un reflejo de
nosotros mismos, de nuestra cultura y de cómo abordamos
el tema del sexo. Para comprender realmente el problema,
debemos darnos cuenta de que la pornografía no nos está
influyendo a nosotros, sino que nosotros estamos influyendo
en la pornografía.
La primera película pornográfica se publicó en 1896 y,
desde entonces, hemos estado debatiendo todas las formas
en que va a destruir nuestra civilización. Es algo universal,
y la histeria colectiva siempre ha sido parte de nuestra psi-
cología humana colectiva. Recordemos, como ejemplos, el
pánico hacia el satanismo de la década de los 80, la guerra
contra las drogas y los juicios de las brujas de Salem. El co-
munismo incluso asustó tanto a la gente que el “Miedo rojo”
(Red Scare) volvió dos veces como un mal ex. La paranoia en
torno a la influencia de la pornografía no es muy diferente.
Políticos, líderes religiosos y activistas hablan por igual de
cómo la pornografía está arruinando a nuestras familias y
enviándonos a todos al infierno, pero es una realidad mucho
más diferente cuando miras fuera de la cámara de eco an-
ti-pornografía (la cámara de eco es un fenómeno de comunica-
ción donde las personas escuchan solo lo que les es afín, lo que
quieren, lo que les gusta, AyR).
El miedo en torno a la pornografía se impulsa habitual-

LOS TABÚS CAMBIAN, EL PURITANISMO CONTINUA

HACE UN SIGLO UN BESO ERA ESCANDALOSO Y MASTURBAR MUJERES UN OFICIO
Una de las consecuencias de la revolución tecnológica que ha acompañado a la llamada Modernidad es el final del con-
trol sobre la tecnología por el poder, así como la creciente democratización de los procesos de generación de imágenes. Si
a finales del siglo XIX tomar una fotografía, hacer una película y, sobre todo, hacer copias de ellas, era un proceso en manos
de especialistas, hoy en día cualquiera puede hacerlo. Pese a la proximidad temporal con nuestros abuelos, es imposible
imaginarse el choque cultural al que tuvieron que hacer frente a finales del siglo XIX y principios del XX. En aquella época,
la sociedad estaba fuertemente influenciada por el puritanismo religioso, provocando que la visión de un beso en la película
The Kiss (1896) de Edison provocase un escándalo. Paradojas del destino, será esa época centrada en el matrimonio eterno y
la familia, cuando el control masculino de la mujer dio lugar a la creación del vibrador, para hacer frente a la insatisfacción
sexual y vital de las mujeres (calificado de “histeria”), y masturbar a mujeres desconocidas se convirtió en una terapia medica.
FUENTES: Wikipedia, The Kiss (1896 film); Rachel P. Maines (1999): The technology of Orgasm. “Hysteria”, the Vibrator, and Women’s
Sexual Satisfaction; Wikipedia, Hysteria (película); Untitled Magazine (2017): Get to know your Vibrator: It’s History with Hysteria; DirtySexyHis-
tory.com (2016): Hysteria and Medicinal Masturbation: The 19th Century Origins of the Vibrator.

IZDA: Imagen de la película “The Kiss” (1896), dirigido por el inventor Thomas Alva Edison. DCHA: Un “masaje pélvico”.
mente por la idea de un mayor comportamiento promiscuo,
más violencia y una visión del mundo sexual impulsada por
la fantasía. Múltiples estudios han demostrado, sin embargo,
que no es así. Así como sabemos que los videojuegos no ins-
piran a las personas sanas a cometer un delito, la idea de que
las personas sean más propensas a actuar si les permites
fantasear o jugar a fingir no está respaldada por la realidad.
Esto no quiere decir que no afecte a aquellos que ya están
perturbados, porque puede hacerlo. Pero para el público en
general, la fantasía generalmente se entiende como lo que
es: algo no real. Sin embargo, la pornografía tiene un proble-
ma con la cosificación y la normalización del acto de degra-
dar a las mujeres, pero este es un tema aparte que abordare-
mos más adelante. Se puede hacer alguna correlación, pero
no tanta como te imaginas. La mayoría de nuestras preo-
cupaciones sobre el comportamiento
son meras supersticiones.
Los activistas contra la por-
nografía a menudo señalan a
los asesinos en serie como Ted
Bundy, quien dijo que la por-
nografía violenta era una de
sus fuentes de inspiración. Es
fundamental poner énfasis en
“señalar” porque eso es todo
lo que está sucediendo en
este argumento: señalar con
el dedo a nivel superficial. Es-
tas afirmaciones son una forma
rápida y económica de abordar
el problema más grande, incómo-
do y complejo de la salud mental.
Creo firmemente que la mala crianza, la falta de recursos de
salud mental y una cultura de silencio en torno a las luchas
personales es el factor principal que contribuye a la mayoría
de los problemas psicológicos, si no a todos. Es fácil decir
que personas como Ted Bundy vieron pornografía violenta,
se inspiraron y luego actuaron en consecuencia. Pero no ha-
ber visto “Cougar Sightings 5” no le habría impedido matar.
Era un hombre mentalmente perturbado que creció en una
sociedad que constantemente destacaba a los hombres para
que sean el alfa. Para alguien como Bundy, ver mujeres do-
minadas fue parte directa de sus viajes de poder impulsados​​
por el ego. La pornografía violenta, las películas de terror
y los videojuegos pueden haberle dado más ganas de ser
violento, pero no haberlos tenido no habría evitado nada a
largo plazo. El deseo de dominar y controlar a alguien no es
culpa de la pornografía. Es culpa de nuestra sociedad. Nos
degradamos unos a otros en una escala demasiado amplia
para culpar a un solo culpable de los delitos sexuales vio-
lentos.
En el mundo de hoy, “ser dueño” de alguien se considera
la única forma de tener éxito. Tienes que ser un maestro en
“tomarte las libertades” para ganar influencia en los ámbitos
derechistas de nuestra política. Atrofiar a los que te odian,
devolver los golpes y causar grandes daños a todos aquellos
que te hicieron daño es donde está el dinero en cada artí-
culo viral de BuzzFeed. Incluso fra-
ses más sutiles como “¡se lo dejaste
claro!” es un gran eslogan cuando
alguien gana un premio o con-
sigue un buen trabajo. Para un
narcisista, sexista o psicópata,
dar un paso más en su vida se-
xual es demasiado común. To-
memos como ejemplo al 45º
presidente de los Estados Uni-
dos, al que se ha intentado in-
habilitar dos veces: “Ni siquie-
ra espero. Y cuando eres una
estrella, te dejan hacerlo. Puedes
hacer cualquier cosa. ... Agárralas
por el coño. Puedes hacer cualquier
cosa”. Dudo mucho que la porno-
grafía haya jugado algún papel en esa declaración. Donde la
pornografía falla es al permitir que las fantasías agresivas y
sexistas sean filtradas en su industria.
La industria del sexo prospera jugando con nuestras
fantasías más profundas, pero también tratando de llevar
nuestras fantasías al extremo. Cuanto más impactante, más
extrema y más dramática puede llegar a ser una película
porno, más atención atrae. También existe el aspecto de mi-
norías silenciosas pero ruidosas de hombres retorcidos que
buscan pornografía fetichista extrema. Para las estrellas o
compañías pornográficas, ver cientos de solicitudes de videos tú puedas. Podemos hacer que las personas sean más cons-
de fantasía de violación indica que existe una demanda de cientes de este punto ciego en su visión del mundo median-
ese género. Ceden y se inclinan para atraer a esa audien- te una mejor educación sexual en las escuelas, impulsando
cia. Pero no representan a la mayoría de los espectadores, al una narrativa más abierta y positiva sobre el sexo y alentan-
igual que la extrema izquierda no representa a la mayoría de do a los padres a tener una comunicación más sólida con
los millennials o liberales en Twitter. Los espectadores que sus hijos; todo eso está demostrado que ayuda a prevenir las
de otro modo no buscarían pornografía violenta ven estos imprudencias sexuales. Pero todo esto no impedirá que, en
videos como normales y los aceptan como “simplemente otro algún momento, alguien nos amargará el día.
género”. Esto es culpa de la codi- Si bien atacar la pornografía
cia y la moral débil en nombre de parece ser cada vez más popular
la industria del porno, no es una en ambos lados del espectro ideo-
representación precisa de la por- lógico, sigo sintiéndome cada vez
nografía en su conjunto. Al norma- más confundido. Hay espacio para
lizar los problemas desagradables el consenso bipartidista en torno
de unos pocos, pusimos en riesgo al tema. El verdadero liberalismo
a los espectadores fácilmente in- debe centrarse en la libertad in-
fluenciables que, de otro modo, no dividual, la igualdad de derechos
serían violentos. Pero nuevamen- y el trato mutuo con dignidad y
te, debemos recordar que este es respeto. El conservadurismo, por
un tema psicológico y sociológico. otro lado, se enfoca en los mer-
Stormy Daniels no te obliga a ver cados libres y en mantener el
este contenido (Stormy Daniels es gobierno pequeño. Una industria
una estrella de striptease de EEUU, de la pornografía libre y justa se
AyR). alinea con ambas ideologías. Sin
Finalmente, está el antiguo embargo, la industria de la porno-
argumento de que la pornografía grafía también tiene que respetar
establece expectativas poco realistas. Parece ser el tema de la decencia humana fundamental; y está en nuestras manos
conversación más utilizado, y una vez más, esto es culpa de hacerlos responsables. Debemos cambiar la narrativa social
una audiencia tonta y engañada. Si crees que la pornogra- en torno al sexo. Sin un despertar colectivo en torno a nues-
fía es un reflejo realista del sexo, probablemente no seas el tras fantasías sexuales, la pornografía seguirá siendo más
más listo del barrio. Es la misma mentalidad que tienen las impactante, más extravagante y más peligrosa para los más
personas cuando creen que de repente que son un G.I. Joe impresionables. La pornografía no es la droga de iniciación
tras comprar una ametralladora. El hecho de que los chicos que esos temen, sino una imagen reflejada de nuestra socie-
y chicas geniales de las películas lo hagan no significa que dad corrupta, rota y socialmente dañada.

JOY OF SEX: ANARQUISMO Y LIBERACIÓN SEXUAL

ALEX COMFORT Y EL MANUAL SEXUAL QUE SE CONVIRTIÓ EN UN BESTSELLER
En 1972 se publicó el libro “The Joy of Sex” (publicado en español con varios títulos, entre ellos El placer de amar). De
estilo poco provocador y con un amplio número de ilustraciones de una pareja haciendo el amor en diversas posiciones, el
libro se convirtió rápidamente en un éxito de ventas, liderando durante 11 semanas la lista de bestsellers del New York Times
y formando parte de los 5 libros más vendidos durante otras 70 semanas entre 1972 y 1974. El evidente objetivo del libro,
que sus lectores disfruten del sexo, provocó una fuerte reacción de la Iglesia católica y todo tipo de grupos puritanos, que
intentaron prohibirlo acusándolo de ser pornografía, lo que no deja de ser cierto. En España, su publicación en 1977 provocó
el hundimiento de las ventas del Libro de la vida sexual, de López Ibor, el manual de sexualidad franquista por excelencia.
Alex Comfort, autor de Joy of sex, era un antimilitarista y anarquista británico que ya en 1948 publicó Barbarism and sexual
Freedom. Lectures on the Sociology of Sex from the Standpoint of Anarchism y dedicó su vida a favorecer una sexualidad libre.
FUENTES: BolcheviqueAndaluz.wordpress.com: Alex Comfort, anarquista británico, autor de El placer del sexo; Wikipedia: The Joy of Sex, Alex
Comfort; BBC (2011): How the Joy of Sex was illustrated; Daily Mail (2022): So how embarrassing was it to be the son of the man who wrote
The Joy Of Sex?; The Conversation (2022): 50 years on, The Joy of Sex is outdated in parts but still a fun ‘unanxious’ romp; Libcom (2018): The
Anarchism of Alex Comfort; Reflexiones desde Anarres (2012): Alex Comfort.

IZDA: Primera edición de “Joy of Sex” (1972). CENTRO: Alex Comfort. DCHA: Una edición moderna de “Joy of Sex”.
UNA MUJER EN DEFENSA
DE LA PORNOGRAFÍA
Si todo el mundo lo está mirando,
¿por qué no hablamos más sobre la
porngrafía?
Beejoli Shah
La primera vez que hablé de ver porno con un grupo de
amigas, estaba segura de que todos estábamos fingiendo
de manera evidente la indiferencia con la que discutíamos
cuánto tiempo era demasiado largo para una escena de
una mamada, o si el sexo entre dos chicas era lo menos
violento, así como nuestras propias inclinaciones sexuales.
Para las mujeres que nunca antes habían discutido abier-
tamente los detalles más sucios de nuestra vida sexual,
admitir que ver pornografía se sentía como estar actuan-
do, el último rito para adoptar completamente el culto a
la edad adulta estilo Sex and the City que sentíamos que
necesitábamos hacer, sin importar cuán forzado era. Sin
embargo, en algún momento de los últimos años, incluso
cuando la pornografía se ha vuelto más omnipresente, si-
gue siendo difícil hablar de ella. Si bien mis amigas y yo
somos más sinceras que nunca sobre nuestra vida sexual,
cuando se trata de nuestras preferencias pornográficas, el
silencio ha sido lo habitual durante mucho tiempo, lo cual
es una lástima porque el porno es jodidamente fantástico.
La pornografía se siente como algo sobre lo que todos
tienen una opinión en estos días. La pornografía es mala
para tu cerebro; la pornografía es genial para tu cerebro; la
pornografía es mala para las mujeres; El porno es genial
para las mujeres. Pero una cosa es segura: la mayoría de
nosotros lo estamos viendo, especialmente las mujeres.
61 % de las mujeres ven pornografía con regularidad; sin
embargo, de alguna manera, las conversaciones sobre la
pornografía y las mujeres aún parecen retrasarse frente al
discurso general.
Si bien las críticas a la pornografía no carecen de mé-
rito, para muchas mujeres, incluida yo misma, la pornogra-
fía es una excelente droga de entrada para poder hablar
realmente sobre sexo. Crecí en una comunidad semicon-
servadora, así que incluso si mis amigas tenían una vida
sexual, nadie hablaba de ello. Hasta el día de hoy sigo
medio convencida de que ninguna de ellas estaba viendo
porno. Y así como ninguna de nosotras estaba hablando
de ver porno, tampoco estábamos hablando de tener sexo
- o no de una manera medible que hubiera mejorado mis
conexiones.
Entonces hizo su aparición el porno gratis en Inter-
net. Cuando estaba en la universidad, sitios como RedTu-
be apenas habían empezado a despegar, lo que hacía que
fuera más fácil que nunca hacer clic sin preocuparse de
terminar con un virus en su computadora. También hacía
que fuera más fácil que nunca descubrir qué probar en la
cama sin tener que hablarlo con las amigas. Si bien no es-
toy abogando por la teatralidad a nivel de pornografía en
la cama (incluso yo sabía en ese entonces que debía tomar
la mayoría de la pornografía con un grano de sal), sin la
pornografía, nunca habría aprendido mejores técnicas de
mamada, o cómo cambiar de posición durante el sexo sin
romper algo. No me habría enterado de todos los fetichis-
mos que existen si no hubiera sido por las áreas cuidado-
samente categorizadas en sitios como YouPorn, y con toda
seguridad no habría podido establecer límites tan rápido
si no fuera por la ubicuidad del material que estaban mar-
cados con una bandera por todas partes. Para bien o para
mal, la pornografía fue una base para mí en una época en
la que realmente la necesitaba, mi adolescencia tardía,
cuando los recursos con conocimientos sobre sexo eran
pocos y distantes entre sí.
Desde que tenía 20 años, la pornografía también ha
mejorado significativamente mis relaciones. Si bien ge-
neralmente termino viendo pornografía como un acto
en solitario, en ocasiones se abre paso en el dormitorio;
por lo general, después de que alguien sugiere ver algo no. Como soy alguien con un complejo de culpa constante
juntos, aunque a menudo se descarta rápidamente en el y tengo miedo de que se me pierda aunque sea un poquito
proceso de los juegos previos. Cuando he estado dema- de respeto, prefiero quedarme en silencio en la cama a de-
siado nerviosa para iniciar ciertos movimientos sexuales cir algo incorrecto que podría humanizarme convirtiéndo-
por mi cuenta, mencionarlos en el contexto de una pelí- me en poco menos que una deidad absoluta de la perfec-
cula porno que vi con mi pareja hace que sea mucho más ción sexual. Y dado que es difícil tener una idea de cómo
fácil proponer que quieres que te presionen contra la pa- hacen las cosas las amigas (a menos que a tus amigas las
red sin tener que decirle guste presumir, en cuyo
a alguien el movimiento caso, tus amigas parecen
sexual aparentemente es- divertidas), la pornogra-
pontáneo que desearías fía ha sido un excelente
que empezase a practicar punto de vista para las
conmigo. Nunca ha sido lecciones de actualiza-
un foco de una relación, ción de Diosa Sexual.
pero debido a que la por- En última instancia,
nografía siempre ha exis- mis gustos por la porno-
tido, tampoco lo he visto grafía han evolucionado;
como una afrenta. Si es- Me encuentro gravitando
toy viendo porno, asumo hacia el porno feminis-
que mi pareja está vien- ta porque tiende a ser
do porno, y no tiene nada significativamente más
que ver con algo que falte sexy sin la mayoría de al-
en la relación. La porno- gunos de los temas más
grafía también ha abierto repulsivos del porno tra-
líneas de comunicación dicional. En algunas re-
a lo largo de los años en laciones, la pornografía
las relaciones, y ha gene- aparece con frecuencia,
rado una confianza que en otras, el sexo es tan
no esperarías cuando los bueno que la pornografía
resultados de su búsque- sigue siendo una activi-
da arrojen tantos gang dad única cuando tengo
bangs que no sabes que hacer con ellos. tiempo para mí misma. Independientemente de cómo sal-
Más que nada, la pornografía ha sido de gran ayuda pique cada relación, una cosa es segura: la pornografía
para desarrollar la confianza sexual en mí misma. Si bien ahora inicia para mí más conversaciones de las que cerra-
la mayoría de las actuaciones pornográficas son exage- ba en el pasado.
radas, para una gran variedad de géneros, las mujeres se Y eso es algo de lo que merece la pena hablar.
vuelven feroces y sexys en la cama, y ​​eso es bastante bue-

PORNOGRAFÍA MEDIEVAL
EL ROMÁNICO ERÓTICO, CUANDO LAS IGLESIAS ERAN ESCAPARATES PORNO
Muchas iglesias románicas del norte de España, situadas en Cantabria y el norte de Burgos y Palencia, tienen escenas
de sexo duro, supuestamente debido a la celebración de la Pascua cristiana tras las festividades del carnaval, donde todo
valía. Debido a que en el Medievo el analfabetismo era algo generalizado, es posible que las imágenes cargadas de fuerte
contenido sexual buscasen indicar a los fieles que, antes de pisar el suelo sagrado de la iglesia, debían llegar bien comidos,
bien bebidos y bien satisfechos sexualmente. Lo que es seguro es que la caída del Imperio Romano disolvió las estructuras
centralizadas del poder imperial en Europa, siendo sustituidas por el Feudalismo, modelo de poder cuyo carácter fragmenta-
rio favorecía al espontáneidad. A partir del siglo X el Vaticano empezó a construir una estructura fuertemente centralizada e
imponer su control ideológico a la sociedad europea y a la propia Iglesia, eliminando la sexualidad e imponiendo el celibato.
FUENTES: Wikipedia, Colegiata de San Pedro de Cervatos; LugaresConHistoria.com, San Pedro de Cervatos: un Carnaval sagrado con su
obscena decoración; R.I. MOORE (1989): La formación de una sociedad represora. Poder y disidencia en la Europa Occidental, 950-1.250.

Algunos de los múltiples relieves pornográficos de la Colegiata de San Pedro de Cervatos, construida en el siglo XIII y situada en
el municipio de Campoo de Enmedio (Cantabria, España), considerada la más representativa del llamado “Románico erótico”, que
fue declarada Monumento Nacional en 1931 debido a su belleza y buen estado de conservación.
 EN DEFENSA DE LA
PORNOGRAFÍA
Mike
Empecemos por dejar clara una cosa: me gusta el porno.
Mi esposa y yo lo vemos juntos. Hemos hecho esto durante
muchos años, sin ninguna de las terribles consecuencias
de las que te advierten los puritanos. Cuando dices algo
como esto, tenderás a obtener las siguientes respuestas:
• Algunos usarán tácticas vergonzosas: palabras
como “perdedor” o “calzonazos”, y acusaciones de
incompetencia romántica.
• Los tipos religiosos desatarán ardientes sermones
sobre los males de la pornografía, basados ​​en la
Biblia.
• Los aspirantes a científicos sociales (a menudo fe-
ministas) dirán que la pornografía “deshumaniza” a
las mujeres y provoca violaciones y trata de perso-
nas.
Bastante duro, ¿no? Nuestra sociedad es casi incapaz
de hablar de sexo de manera madura. Las tres tácticas an-
teriores son una variación de la burla juvenil o del alarmis-
mo histérico. Ninguna de ellas tiene ningún mérito lógico:
• Es cierto que los perdedores suelen ver pornografía,
pero eso no significa que ver pornografía te convierta
en un perdedor. Este es un silogismo falso, similar a
decir que los perdedores a menudo comen comida
basura, por lo tanto, una bolsa de Doritos te con-
vierte en un perdedor.
• Es cierto que la lujuria es uno de los 7 pecados capi-
tales en la religión cristiana. Los otros son la gula, la
codicia, la pereza, la ira, la envidia y el orgullo. ¿Por
qué la gente religiosa no dedica tanto tiempo a atacar
a los demás? ¿Por qué las personas religiosas no
castigan a una persona obesa, rica o perezosa, de la
misma forma que castigan a una persona que mira
pornografía?
• El ataque sociológico a la pornografía es inquietante-
mente similar al ataque sociológico a los videojuegos
violentos. De hecho, sus tácticas son casi idénticas:
estudios que involucran “desensibilización”, ejem-
plos de criminales que usaron uno u otro (o ambos),
etc. Las dos campañas comparten la misma supo-
sición errónea de que si lo ves para entretenerte,
entonces lo harás en la vida real. Irónicamente, la
mayoría de las personas que dicen esto no tienen
ningún problema con “La Pasión de Cristo”: ¿no de-
berían estar crucificando a alguien?
Algunas cosas deben quedar claras para las personas
que usan tácticas como esta:
A los que quieren avergonzarnos: atacas a las personas
donde crees que son más vulnerables: su orgullo sexual.
Acusarlos de perdedores, vírgenes, etc. Esto es particular-
mente hiriente para los hombres solteros, especialmente
para aquellos que han tenido poca suerte con las mujeres.
Como hombre felizmente casado, puedo ignorar fácilmen-
te este tipo de ataque, pero muchos hombres no pueden,
y eso es lo que esperas, ¿no? Sabes exactamente lo que
estás haciendo. Todo lo que puedo decir es que este tipo
de táctica puede ser un gran teatro, pero es un pobre sus- consideran absolutamente mundanos (o que, en el caso de
tituto de un argumento lógico. la avaricia financiera, en realidad son algo reverenciados
A los que atacan usando la Biblia: En 1 Corintios 5, Pablo en nuestra sociedad capitalista). La tradición de puritanis-
escribe: “No os juntéis con nadie que se diga hermano, pero mo sexual de la sociedad occidental tiene más que ver
que sea fornicador o avaro, con la fuente histórica (los
idólatra o calumniador, borra- sacerdotes católicos célibes)
cho o estafador”. Este pasaje que con cualquier importan-
se cita a menudo para probar cia moral intrínseca.
que el puritanismo sexual del A las feministas: entiendo
Antiguo Testamento se trasla- por qué no les gusta la por-
da al Nuevo Testamento, a pe- nografía. El espectro de hom-
sar de la evidente falta de in- bres que miran lascivamen-
terés de Jesús en el tema. Sin te y salivan te amenaza y te
embargo, te estás enfocando perturba, y es difícil separar
en la parte „sexualmente in- esa imagen de la pornografía.
moral“ de esa oración. ¿Qué Además, las situaciones se-
hay del “codicioso, idólatra o xuales en la pornografía van
calumniador, borracho o esta- desde lo romántico hasta lo
fador”? francamente misógino. Hay
¿Tratas a los ricos de la muchos actos sexuales en la
misma manera que tratas a pornografía que nunca reali-
los “sexualmente inmorales”? zarías voluntariamente. Todo
¿Qué hay de las personas que esto se suma a su conclusión
ocasionalmente se emborra- de que la pornografía es una
chan? ¿Tiene usted mismo especie de ataque colectivo a
una gran cartera de inver- la dignidad de la mujer.
siones? ¿Por qué destaca la Espero que pueda ver que
inmoralidad sexual como un entiendo de dónde vienes,
pecado “especial”, digno de así que trate de entender de
especial atención? ¿Es peor dónde vengo yo. Primero, no
un hombre que mira porno de odio a las mujeres. Amo a mi
vez en cuando que un hombre que toma una bebida alco- esposa, ella me ama, y si​​ nos vieras juntos, verías que la
hólica de vez en cuando? El alcohol mata a 80.000 esta- trato con respeto. En segundo lugar, estoy de acuerdo en
dounidenses cada año según los CDC: ¿a cuántas personas que gran parte (aunque no toda) de la pornografía es mi-
mata la pornografía? sógina. Pero debo señalar que cuando veo ese tipo de por-
En el panteón de los pecados, la pornografía debe tener nografía, no me excita. El tipo de persona que se excita con
un peso mucho menor que muchos otros pecados que se la pornografía misógina ya era misógino antes de verla.
¿Crees que sería menos misógino si no viera porno? ¿Crees

LITERATURA PORNOGRÁFICA CONTRA AUTOCRACIA

SADE, LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y EL SEXO COMO ARMA CONTRA EL PODER
En el siglo XVIII, en la época tumultuosa de la Ilustración que desembocó en la Revolución Francesa, “La pornografía era
el nombre de una zona de batalla cultural... ‘pornografía’ era un argumento, no una cosa”, explica Lynn Hunt. Entre 1787 y
1792, la pornografía jugó un papel de primer orden en la batalla política de la revolución, siendo empleada por todas las
partes para desprestigiar al adversario. Maria Antonieta, última reina de Francia, fue objetivo predilecto de la pornografía
política, con 126 obras dedicadas a ella tan sólo en la década de 1770, mucho antes del estallido de la Revolución. El Mar-
qués de Sade, uno de los autores más famosos de obras pornográficas, algunas de las cuales escribió en la Bastilla (Como los
120 días de Sodoma), participó activamente en la Revolución, siendo representante de la Sección de Picas, en cuyo nombre
propuso eliminar la religión, idea que fue rechazada por Robespierre, y que casi le cuesta la cabeza a Sade; de ideas más bien
moderadas, casi diríamos socialdemócratas, Sade incluyó propaganda de las ideas revolucionarias en sus obras. pero eso no
impidió que acabasen encerradas bajo siete llaves en el Infierno, la sección inaccesible de la Biblioteca Nacional de Francia.
FUENTES: Wikipedia: Marqués de Sade; Lynn Hunt: Pornography in the French Revolution, en Lynn Hunt (Ed.): The Invention of Pornogra-
phy. Obscenity and the Origins of Modernity, 1500-1800; Marqués de Sade: Elogio de la insurrección; S. Hood y G. Crowley: Marquis de
Sade for beginners; Amor y Rabia, N° 42, “Franceses, un esfuerzo más. Textos del marqués de Sade“. Wikipedia: Enfer de la Bibliothèque natio-
nale; Leah Marie Brown Historicals: The Royal Dildo; Dangerous Minds: The pornographic propaganda that was used against Marie Antoinette.

IZDA: El marqués de Sade. CENTRO: Delacroix , “La Libertad guiando al pueblo“: un cuerpo desnudo, símbolo de la revolución.
sinceramente en el argumento de Andrea Dworkin de que lugar de en un set de películas porno. La vida de estas mu-
la pornografía “activa” los impulsos negativos, como si hu- jeres no mejoraría si no existiera el porno, y las superestre-
bieran permanecido latentes sin ella? llas bien pagadas (como Hillary Scott, que firmó un contrato
Mire alrededor del mundo a los países que han pro- millonario) estarían mucho peor de lo que están ahora.
hibido la pornografía: las teocracias islámicas, Corea del “Mi esposa es suficiente para mí. No necesito porno”
Norte, la China comunista, la Alemania nazi... este no es un Esta es una pequeña e ingeniosa táctica para avergon-
grupo admirable, ni son conocidos por su feminismo. Por zar, ¿no? La persona que usa este argumento busca retra-
el contrario, mire la Alemania moderna, que tiene leyes de tarte como un mal esposo: un hombre que no encuentra
pornografía más liberales que Estados Unidos: su tasa de deseable a su esposa y por lo tanto busca estimulación ex-
agresión sexual es solo una cuarta parte de la de Estados terna. Pero, ¿cómo demuestra que su premisa subyacente
Unidos. Objetivamente, si miramos alrededor del mundo, (que la pornografía significa “no encuentro deseable a mi
la criminalización de la pornografía parece estar relacio- esposa”) es cierta? Él no lo hace; simplemente asume que
nada con el misoginismo, no con el feminismo. es verdad.
OTROS ARGUMENTOS Si un hombre ve Salvar al soldado Ryan, ¿significa que
“¿Qué pasa con esos estudios que muestran el abuso generali- encuentra su vida insatisfactoria y desearía estar luchando
zado de las mujeres en la industria pornográfica?” por su vida en la Segunda Guerra Mundial? Por supuesto que
Los diversos estudios de Andrea Dworkin se citan am- no, entonces, ¿por qué deberíamos suponer que un hombre
pliamente como prueba, pero generalmente se olvida que que mira porno debe encontrar insatisfactoria a su esposa?
su investigación se llevó De hecho, este argumento podría aplicarse a todas las co-
a cabo en la década de sas que hacen las parejas
1970: una era en la que para darle vida a su vida
los pornógrafos a menudo sexual, como juegos de rol
se enfrentaban a proce- de fantasía, juguetes o in-
sos penales, como le ocu- cluso el uso de lencería. Si
rrió repetidamente a Al alguien dijera “mi esposa
Goldstein, editor de Screw es suficiente para mí, no ne-
Magazine (culminando en cesito que compre lencería
una condena de 1974). En en Victoria‘s Secret”, estoy
otras palabras, descubrió seguro de que la mayoría
que los artistas pornográ- de la gente pensaría con
ficos eran tratados de ma- razón que solo está siendo
nera ilegal... ¡en una era en un idiota santurrón.
la que la pornografía en sí “¿La pornografía cosifica a
misma era en gran medida las mujeres?”
ilegal! Los paralelos con Claro que lo hace.
la Prohibición del alcohol También cosifica a los
en la década de 1930 son hombres, que no tienen
obvios: si proscribes una más profundidad de ca-
actividad ampliamente co- rácter en la pornografía
diciada, no la haces desa- que las mujeres. ¿Y qué?
parecer: simplemente se la Las películas de acción de
entregas a los criminales. Hollywood cosifican a los
Los trabajadores ya no po- seres humanos (y en algu-
drían buscar ayuda legal nos casos, etnias o nacio-
en caso de abuso. Los ar- nalidades enteras) en ob-
tistas pornográficos lega- jetivos similares a los de
les modernos en realidad los dibujos animados. Re-
están mucho más seguros, vistas como Cosmopolitan
porque trabajan para gran- y Glamour están llenas de
des productoras que ope- anuncios en los que se va-
ran al aire libre, bajo el es- lora a las mujeres solo por
crutinio público. Cualquier su apariencia. Los juegos
abuso persistente ocurre de fútbol usan animado-
en los sectores ilegales ras vestidas con poca ropa
de la industria pornográ- como decoración humana.
fica. Si ilegalizas toda la Los ejércitos cosifican a
industria pornográfica, el las personas para que lle-
problema empeorará, no ven a cabo la guerra.
mejorará.
De hecho, todo nuestro
“¿Te gustaría que tu hija hi- sistema económico trata a
ciera porno?” las personas como unida-
Si tuviera una hija, di- des de producción reem-
ría “no”. Pero tampoco la plazables y las valora solo
querría en el negocio del por su contribución neta
entretenimiento en abso- al PIB. Dado que la supe-
luto, ni que se convirtiera restrella del porno Hillary
en soldado, donde la des- Scott obtuvo un contrato
humanización se llama „campo de entrenamiento“ y don- de un millón de dólares, parece que está siendo „convertida
de pueden infligirle privaciones físicas o incluso enviarla en un objeto“ de una manera que normalmente encontra-
a morir. Sería ridículo prohibir todo lo que no me gustaría ríamos bastante aceptable. O tal vez la acusación de “con-
que hiciera mi hija. Y, francamente, me resulta bastante ri- vertir en objetos” a las mujeres es tan trillada que carece de
dículo ver a personas que visten ropa hecha por niños tra- sentido.
bajadores en China y me sermonean sobre no consumir un “¿La pornografía deshumaniza a las mujeres?”
producto cuya producción podría implicar la explotación
de alguien. ¿Qué significa exactamente “deshumanizar” a alguien?
Según Merriam-Webster, significa “privar de cualidades hu-
“¿Qué clase de mujer haría porno?” manas, personalidad o espíritu”. He visto entrevistas con
Creo que podemos estar de acuerdo en que probable- artistas como Aurora Snow y Nina Hartley; no parecen ha-
mente no sea un tipo de persona muy respetable. Pero ber sido privadas de sus cualidades humanas (de hecho,
déjame hacerte una pregunta a cambio: ¿cómo crees que estaban bien pagadas y permanecieron en la industria para
sería ella si no hubiera porno? ¿Crees que de repente se convertirse en productoras). Además de un mayor atletis-
convertiría en monja? ¿O ama de casa? Creo que todos mo, los actos sexuales retratados en la pornografía no son
sabemos que todavía estaría teniendo sexo con hombres muy diferentes de los actos sexuales realizados por ma-
al azar; simplemente se encontraría con ellos en bares en ridos y mujeres en sus dormitorios. Ciertamente parecen
bastante humanos. La acusación llywood suelen parecerse más a la
de “deshumanizar” a las mujeres lucha libre que al sexo. La ropa se
se parece mucho a la acusación rasga, los platos se caen de las me-
de “cosificarlas”; algo que suena sas, las paredes tiemblan, la gente
bien e implica en la práctica un gruñe como animales en lugar de
montón de connotaciones nega- gemir de placer. La mecánica nun-
tivas (nos recuerda a la Alemania ca es un problema en las pelícu-
nazi y los campos de concentra- las de Hollywood: nadie busca a
ción, donde realmente se aplicó tientas nada, o tiene que guiar su
el término), pero al igual que las pene hacia la cueva del amor con
tácticas de humillación pública la mano, o tiene problemas para
de los matones, es más teatro ponerse en una posición. Si desea
que lógica. quejarse de las representaciones
“¿La pornografía promueve imáge- poco realistas del sexo, tal vez
nes poco realistas de sexo?” debería mirar las novelas román-
ticas de Harlequin y las películas
Claro que lo hace. ¿Espera- de Hollywood, no la pornografía.
bas que fuera un libro de texto Al menos los artistas porno están
de educación sexual? Es entre- limitados por el hecho de que en
tenimiento, y el entretenimiento realidad están teniendo sexo real,
siempre es engañoso. El programa por lo que solo pueden desviarse
de televisión Mythbusters ha reali- de la realidad hasta cierto punto.
zado toda una serie de programas
dedicados a los “mitos cinemato-
gráficos”: cosas que la gente hace
EN UNA PALABRA
en las películas que son imposi- Lo siento, pero un argumento
bles, inverosímiles o suicidas en la vida real. ¿Por qué el por- reflexivo, incluso cuando está muy
no debería ser diferente? Esto es lo que hacen las películas: comprimido, no se puede resumir en pocas palabras. Puede
nos dan versiones arrancadas de la realidad, distorsionadas hacerlo con argumentos basados ​​en palabras cargadas de
para nuestro entretenimiento. Si quieres un realismo total, emociones como „deshumanizar“, pero si has llegado aquí en
deberías buscar un documental. busca de un fragmento de diez segundos para ahorrarte la
molestia de leer el artículo, no tiene suerte. Vuelve al princi-
De hecho, el sexo porno es más realista que el sexo de pio y lee el texto, por favor.
Hollywood. Las escenas de sexo en las películas de Ho-

PORNOGRAFÍA ANTIFASCISTA
SALÓ O LOS 120 DÍAS DE SODOMA, DE PIER PAOLO PASOLINI
Hay pocas películas más desagradables que Saló, en la que Pasolini traslada la obra los 120 días de Sodoma de Sade a la
República de Saló, último reducto del fascismo italiano a finales de la Segunda Guerra Mundial. El objetivo de la película no es
el fascismo, sino el poder mismo: “He tomado como símbolo de ese poder que transforma a los individuos en objetos (…) el poder
fascista y sobre todo el poder republicano. Pero se trata de un símbolo. Ese poder arcaico me facilita la representación. En realidad
dejo en toda la película un amplio margen en blanco, que amplía ese poder arcaico, tomado como símbolo de todo el poder, dejando
abiertas a la imaginación todas sus posibles formas…. Y además…. Eso es: el poder es anárquico. Y, en concreto, el poder nunca fue
tan anárquico como durante la República de Salò (...) En el poder – en cualquier poder, legislativo, judicial, ejecutivo- hay algo de
inhumano. De hecho en su código y en su praxis no se hace otra cosa que sancionar y volver actualizable la violencia más primordial y
ciega de los fuertes contra los débiles: es decir, digámoslo de nuevo, de los explotadores contra los explotados (...) La anarquía de los
explotados es desesperada, idílica y sobre todo construida en el aire, eternamente irrealizada. Mientras que la anarquía del poder se
concreta con máxima facilidad en artículos jurídicos y en la praxis. Los poderosos de Sade no hacen otra cosa que escribir reglamentos
y aplicarlos regularmente”. Pasolini pagó cara su denuncia, ya que fue asesinado por miembros de la red Gladio de la OTAN antes
de que su película se proyectase brevemente en los cines en 1976 de toda Europa, para ser rápidamente prohibida. Quienes, al
verla, crean que Pasolini exagera, han de saber que, al final de la Segunda Guerra Mundial, en la noche del 24-25 de marzo de
1945, los barones de Thyssen organizaron una fiesta con asistencia de jerarcas nazis que fue “amenizada” con la ejecución por
los participantes en la fiesta de 200 prisioneros judíos. Los responsables nunca fueron juzgados.
FUENTES: Hugo R. Mancuso (AdVersuS, Año II,- No 4, diciembre 2005): Rasgos de una estética anarquista en Saló de Pier Paolo Pasolini.
Eduardo Subirats: El goce totalitario - Salo de Pasolini; FilmStarts: Die 25 ekligsten Filme aller Zeiten; Der Spiegel (01.02.2016): Brechreiz
bundesweit; El País (17.07.1976): Pasolini, prohibido multinacionalmente; Der Spiegel (22.10.2007): Mass Murder as Party Entertainment?.

IZDA: Pier Paolo Pasolini. CENTRO: Cartel de “Salo, o los 120 días de Sodoma”. DCHA: Pasolini durante el rodaje de la película.
 Anna Walters
Tal vez he estado escuchando demasiado Savage Love
últimamente. O tal vez no soy muy feminista después de
todo. Simplemente creo que la pornografía recibe unos ata-
ques inmerecidos en nuestra cultura.
Las restricciones sobre materiales obscenos son necesa-
rias en casos como la pornografía infantil, pero una prohibi-
ción total de la pornografía como medio de expresión cons-
tituiría una eliminación de derechos. Sin tener en cuenta
cómo se produce la pornografía (es decir, los sueldos, los
derechos de los trabajadores y las pruebas médicas), creo
que la posición de la pornografía en nuestra cultura debe
reevaluarse.
Algunos críticos se esfuerzan por prohibir totalmente
la pornografía por su tendencia a fomentar la violencia, en
particular la violación, contra las mujeres. El famoso estu-
dio de 1988 realizado por el psicólogo William Marshall, a
menudo citado por organizaciones religiosas que denun-
cian la pornografía, afirma que el 86% de los violadores
condenados admitieron el uso regular de pornografía, y el
57% admitió imitar material pornográfico a la hora de per-
petrar sus delitos sexuales.
Pero estas y otras estadísticas similares solo sugieren
que puede existir una correlación entre la pornografía y la
agresión sexual. Y, como cualquier estudiante aprende en
una clase introductoria de ciencia o estadística, la correla-
ción no es causalidad. Otras variables podrían haber refor-
zado con la misma facilidad la mentalidad de violador en la
mente de estos delincuentes. De hecho, diría que circuns-
tancias como sufrir abusos en la infancia o tener padres
emocionalmente distantes probablemente jugaron mucho
más en la formar la mentalidad sociópata de un violador
que sus inclinaciones hacia la pornografía.
Además, hay datos que ayudan a desacreditar las con-
clusiones de Marshall, como el hecho de que Japón, una na-
ción donde la pornografía violenta es fácilmente accesible,
tiene menos violaciones per cápita que Estados Unidos, un
país que restringe ferozmente la pornografía y otro mate-
rial obsceno.
Además, si los críticos quieren prohibir la pornografía
por reforzar las mentalidades de comportamiento negativo,
¿por qué no prohibir también los videojuegos? Los estudios
han relacionado el uso frecuente de videojuegos violentos
con problemas como la delincuencia, las peleas en la es-
cuela y durante los períodos de tiempo libre, incluyendo
comportamientos delictivos violentos como los ataques y
el robo. Pero, ¿alguien se está organizando para prohibir
Halo 3? Realmente no. En general, hay una oposición mu-
cho más vehemente hacia la pornografía que hacia los vi-
deojuegos violentos y, la verdad es que la violencia es una
forma de expresión culturalmente mucho más aceptable
que mostrar sexo y la sexualidad.
Algunas feministas argumentan que la pornografía,
como producto de una sociedad misógina, es inherente-
mente degradante para las mujeres. Por lo tanto, al con-
sumir palabras e imágenes pornográficas, los espectadores
están fortaleciendo una representación estereotipada y
dominada por hombres de las mujeres. Es cierto. Las mu-
jeres en la pornografía son retratadas comúnmente como
altamente sexualizadas y, a menudo, reducidas a partes del
cuerpo. Pero, ¿la cosificación de las mujeres en el contexto
de fantasía de la pornografía es necesariamente incorrecta?
Debería haber un lugar en la vida de las personas para
permitirse fantasías libres de culpa, restricciones y juicios.
Las acciones consentidas en el dormitorio entre dos adul-
tos y que pueden considerarse degradantes no suelen dar
lugar a la degradación en el hogar, la oficina o el mundo
exterior en general. Algunas mujeres disfrutan al ser cosifi-
cadas sexualmente y disfrutan de la pornografía de la mis-
ma manera. Son perfectamente capaces de distinguir entre
la fantasía y la realidad.
Prohibir la pornografía no dejaría a las mujeres empo-
deradas, de hecho, daría lugar a todo lo contrario. Como
mujer, preferiría al evaluar su valor
tomar la decisión en la vida de las
de ver o no ver personas (dado
pornografía te- que alrededor del
niendo en cuenta 43% de todos los
mis propios cri- usuarios de Inter-
terios personales net ven pornogra-
la sobre industria fía en los EEUU,
pornográfica, mis según Family Safe
propios puntos Media). Por ejem-
de vista sobre la plo, la pornogra-
sexualidad y mi fía ayuda a las
religión. Puedo personas que em-
optar por no ver- piezan a desarro-
lo e instar a otros llar su sexualidad
a que también se a explorarla en
opongan, o puedo un entorno prote-
navegar por Inter- gido. Lor ordena-
net con regulari- dores, las revistas
dad. De cualquier y otros medios no
manera, la deci- juzgarán a un in-
sión es mía. dividuo mientras
Las opciones él o ella profun-
empoderan a las diza en prácti-
mujeres, no las cas sexuales que
restricciones, y el pueden conside-
hecho es que al- rarse tabú. Fami-
gunas mujeres disfrutan de la pornografía y no se sienten liarizarse y sentirse cómodo con la propia sexualidad y las
desmoralizadas o degradadas al verla. Me sentiría perso- preferencias sexuales aumenta la confianza en uno mismo
nalmente degradada si me obligaran a asumir el papel de y afirma la propia identidad.
“ama de casa” o “mamá que se queda en casa”, pero eso no Entonces, en lugar de condenar abiertamente la porno-
significa que no respete el derecho de otras mujeres a asu- grafía simplemente por su naturaleza obscena, tómese el
mir esos roles. tiempo para pensar cómo encaja en la libertad personal y
Es difícil ver el contenido de la pornografía en el pasado la sexualidad individual.

EL ORIGEN DEL MUNDO

GUSTAVE COUBERT Y´ EL ARTE COMO INSTRUMENTO DE CAMBIO SOCIAL
En reacción al romanticismo, padre del nacionalismo y las ideas reaccionarias en el siglo XIX, el pintor francés Gustave
Coubert puso en marcha en el siglo XIXI la escuela pictórica del Realismo, basada en la premisa de mostrar sólo lo que
muestran los ojos. Amigo de Proudhon, padre del anarquismo, defensor de las ideas socialistas y republicanas, “y en una
palabra partidario de cualquier revolución –y por encima de todo realista... realista significa también sincero con la verdadera ver-
dad”, dijo querer morir “como hombre libre, sin depender de ningún poder ni religión“, participó activamente en la Comuna de
París y murió en el exilio por el derribo de la columna de la Plaza Vendôme celebrando las victorias militares de Napoleón.
Una de sus obras más conocidas, que permaneció oculta hasta 1988, fue “El origen del mundo”, un retrato del órgano sexual
femenino en una época en que sólo se mostraba en pinturas de temas mitológicos, un puritanismo que Courbet y Manet re-
chazaron decididamente. Acusado de pornográfico por feministas y tribunales, varios libros que lo reproducían en la portada
han sido requisados por la policía en París (1994) y Braga (2009), y ha sido censurado por Facebook.
FUENTES: Wikipedia: L’Origine du monde; Gustave Courbet; Emmanuel Martínez Alcocer: Courbet, el pincel al servicio de la revolución;
El Mundo (06.10.2018): El ‘origen del mundo’ de Courbet era la entrepierna de la bailarina cortesana. Paris City Vision: El origen del mundo.

IZDA: “El origen del mundo”, de Coubert (1866). DCHA: Autoretrato de Gustave Coubert (1843-1845).
 UNA DEFENSA
FEMINISTA DE LA
PORNOGRAFÍA
Wendy McElroy
“La pornografía beneficia a las mujeres, tanto personal tidas ocasiones a compartir escenario con Strossen o cual-
como políticamente”. Esta frase abre mi libro XXX: El dere- quier mujer que defienda el porno. Las feministas “pro-sexo”,
cho de una mujer a la pornografía (XXX: A Woman‘s Right to muchas de las cuales son trabajadoras sexuales actuales o
Pornography), y constituye una defensa más extrema de la anteriores, a menudo responden con ira, en lugar de argu-
pornografía de aquella con la que la mayoría de las feminis- mentos.
tas se sienten cómodas. Llegué a estas posiciones después Retirando las emociones, ¿cuáles son las preguntas clave
de años de entrevistar a cientos de trabajadoras sexuales. que plantea cada perspectiva feminista?
POSICIONES FEMINISTAS FEMINISMO ANTI-PORNO
Las posiciones feministas sobre la pornografía actual- Page Mellish de Feminists Fighting Pornography ha decla-
mente se dividen en tres categorías generales. La más co- rado: “No hay problema feminista que no tenga sus raíces en
mún, al menos en el mundo académico, es que la porno- el problema de la pornografía”. En su libro Only Words, Mac-
grafía es una expresión de la cultura masculina a través de Kinnon niega que la por-
la cual las mujeres son mer- nografía consista en pala-
cantilizadas y explotadas. bras e imágenes, las cuales
Una segunda perspectiva, estarían protegidas por la
la posición liberal, combina Primera Enmienda. Ella con-
el respeto por la libertad sidera que la pornografía,
de expresión con el princi- en sí misma, es un acto de
pio “el cuerpo de la mujer, el violencia sexual. ¿Por qué
derecho de la mujer” y por lo se considera que la porno-
tanto produce una defensa grafía es tanto el tema cen-
de la pornografía del tipo tral del feminismo moderno
“No la apruebo, pero todo como un acto inherente de
el mundo tiene el derecho a violencia? La respuesta está
consumir o producir palabras en la ideología del feminis-
e imágenes”. Un tercer pun- mo radical, que Christina
to de vista, una verdadera Hoff Sommers llama “femi-
defensa de la pornografía, nismo de género”.
surge de las feministas que
han sido etiquetadas como El feminismo de género
“pro-sexo” y que argumen- analiza la historia y ve una
tan que la pornografía tiene opresión ininterrumpida de
beneficios para las mujeres. las mujeres por parte de los
hombres que supera las ba-
Hay poco diálogo entre rreras culturales. Para ellas,
las tres posiciones. Las fe- la única explicación factible
ministas anti-pornografía es que hombres y mujeres
tratan a las mujeres que no son clases separadas y an-
están de acuerdo con ellas tagónicas cuyos intereses
como víctimas del patriar- necesariamente entran en
cado que las ha lavado de conflicto. Los intereses mas-
cerebro o como apologistas culinos son expresados ​​y
de los pornógrafos. En la mantenidos por una estruc-
antología Sexual Liberals tura capitalista conocida
and the Attack on Feminism como “patriarcado”.
(1990), la editora Dorchen
Leidholdt afirma que las fe- La raíz del antagonismo
ministas que creen que las es tan profunda que se en-
mujeres toman sus propias cuentra en la propia biolo-
decisiones sobre la porno- gía masculina. Por ejemplo,
grafía están difundiendo en el libro decisivo Against
“una mentira feliz” (p. 131). Our Will, Susan Brownmiller
En el mismo libro, Sheila Jeffreys argumenta que las femi- rastrea la inevitabilidad de
nistas “pro-sexo” están “erotizando el dominio y la subordina- la violación hasta la época de los neandertales, cuando los
ción”. Wendy Stock acusa a las feministas de la libertad de hombres comenzaron a usar sus penes como armas. Brown-
expresión de identificarse con sus opresores “al igual que... miller escribe: “Desde tiempos prehistóricos hasta el presente,
los prisioneros de los campos de concentración se identifican creo, la violación ha desempeñado una función fundamental.
con sus carceleros” (p. 150). Andrea Dworkin las acusa de lle- No es ni más ni menos que un proceso consciente de intimida-
var a cabo una “red criminal de chantaje sexual” (p. 136) y ción mediante el cual todos los hombres mantienen a todas las
sostiene que nadie que defienda la pornografía puede ser mujeres en un estado de miedo”. No se sabe cómo adquirió
feminista. Brownmiller estos conocimientos del sexo prehistórico.
Las feministas liberales que se sienten personalmente Otro principio de la opresión de género es que el sexo es
incómodas con la pornografía tienden a sentirse intimida- una construcción social. Las feministas radicales rechazan lo
das y calladas. Aquellos que continúan hablando, como la que llaman “esencialismo sexual”: la noción de que el sexo
presidenta de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, es una fuerza natural basada en la biología que inclina a
Nadine Strossen (Defending Pornography), son ignoradas. las mujeres hacia tendencias naturales, como la maternidad.
Por ejemplo, Catharine MacKinnon se ha negado en repe- Incluso dicen que las preferencias sexuales profundamente
sentidas, como la heterosexualidad, no son biológicas, sino nists for Free Expression, FFE) se han opuesto constantemente
que surgen de la ideología. a la censura en cualquier forma. Algunas feministas liberales
Los hombres construyen la sexualidad de las mujeres a como Sallie Tisdale (Talk Dirty to Me) han defendido incon-
través de las palabras y las imágenes de la sociedad, que el fi- dicionalmente la libertad sexual. Pero muchas feministas li-
lósofo francés Foucault llamó los “textos” de la sociedad. Des- berales comúnmente razonan de la siguiente manera: “Como
pués de tal construcción, los hom- mujer, Playboy me horroriza... pero
bres comercializan la sexualidad de como escritora entiendo la necesi-
las mujeres y la vuelven a comer- dad de la libertad de expresión”.
cializar en forma de pornografía. En Tales argumentos no son
otras palabras, a través de la porno- pro-pornografía. Son anticensura
grafía, el hombre define sexualmen- basadas en varios motivos, entre
te a la mujer, una definición que ellos: se prohibirían las grandes
determina todos los aspectos de su obras de arte y literatura; se viola-
papel en la sociedad. Para terminar ría la Primera Enmienda; se supri-
con la opresión, el patriarcado y sus miría la expresión política; y una
textos deben ser destruidos. cultura creativa requiere libertad
de expresión.
FEMINISMO LIBERAL Otras feministas liberales, que
El feminismo liberal es una con- han aceptado muchos de los su-
tinuación del feminismo de la dé- puestos ideológicos de la posición
cada de los 60 que pedía la igual- anti-pornografía, parecen dispues-
dad con los hombres, que no eran tas a sacrificar la libertad de ex-
tanto opresores inherentes como presión por el bien mayor de pro-
socios recalcitrantes que había que teger a las mujeres. Por ejemplo,
educar. La igualdad no significaba también condenan el libre merca-
destruir el sistema actual, sino re- do por comercializar a las mujeres
formarlo mediante medidas como como “partes del cuerpo”, lo que las
la acción afirmativa. El principio degrada. En A Capital Idea, un en-
liberal “cuerpo de mujer, derecho de sayo que defiende la pornografía,
mujer” subyace en argumentos que que a veces parece ser un ataque,
van desde el derecho al aborto hasta libertades de estilo Lisa Steel comenta:
de vida como el lesbianismo. El énfasis estaba en el acto de La representación sexista de las mujeres... es parte del
elegir, más que en el contenido de cualquier elección. mismo sistema que, al servicio de las ganancias, reduce la
Las feministas liberales comparten el sesgo liberal gene- sociedad a „grupos de consumidores“. Y el marketing es tan
ral hacia la libertad de expresión, pero están en constante conservador como el ejército... pagamos un alto precio por
cambio respecto a la pornografía. Algunas organizaciones los “derechos” de unos pocos para obtener ganancias del
liberales como Feministas por la Libertad de Expresión (Femi- resto de nosotras.

EL PORNÓGRAFO REVOLUCIONARIO
JOAN SANXO FARRERONS: EDITOR DE PORNOGRAFÍA, ATEO Y ANARQUISTA
Un fenómeno que se ha repetido en multitud de ocasiones a lo latrgo del siglo XX ha sido la aparición simultánea de
propaganda revolucionaria y pornografía a la caida de dictaduras de todo signo. No es sorprendente, por tanto, que haya
habido editores de pornografía que han simpatizado con las ideas revolucionarias. Uno de ellos es Joan Sanxo Farrerons, uno
de los editores más prolíficos de pornografía de Barcelona en las primeras décadas del siglo XX, que además de divulgador
del BDSM era un ferviente anticlerical y anarquista militante, como demuestra el libro El sardanista pornógrafo. Farrerons,
que había sido perseguido por la monarquía, tuvo que soportar una represión similar bajo la Segunda República, durante la
cual editó carteles y varias colecciones de libros y folletos anarquistas, como la Biblioteca “Rojo y Negro” publicada en 1931,
con títulos como Martinez Anido, monstruo de monstruos, o Los asesinos de Ferrer y Guardia, y apoyó en 1936 la revolución.
FUENTES: Whipmaster: El pájaro azul, de Víctor Ripalda. Literatura erótica y anticlericalismo; ibid.: Reivindicación de Joan Sanxo Farrerons y
sus alters Laura Brunet y Víctor Ripalda; ibd.: Trayectoria de Joan Sanxo Farrerons: Pornografía, nudismo y anarquismo en los años treinta; Carles
Cols: El primer pornógrafo de Barcelona; Guerrilleros Globales (01.01.2017): El primer pornógrafo de Barcelona. Joan Sanxo Farrerons, ferviente
anticlerical, anarquista militante; Jean-Louis Guereña (2019): El sardanista pornógrafo. Joan Sanxo Farrerons (1887-1957), la Imprenta
Layetana y la edición erótica en Barcelona en los años veinste y treinta del siglo XIX; BdeWM, Blog de WM sobre cultura BDSM.

DE IZDA. A DCHA: Una doncella avispada, ejemplo de las publicaciones pornográficas de Farrerons; Retrato de Joan Sanxo
Farrerons; ¡Barcelona con el puño en alto! Estampas de la revolución (1936); Biografía de Joan Sanxo Farrerons.
 Tales “defensas” confusas y ambivalentes a menudo ofen- dad; sólo los seres lo hacen. Pero decir que la pornografía
den a las trabajadoras sexuales a las que pretenden proteger. retrata a las mujeres como “seres sexuales” es una retórica
pobre. Usualmente, el término objetos sexuales significa
FEMINISMO PRO-SEXO mostrar a las mujeres como partes del cuerpo, reduciéndolas
Durante la última década, un número creciente de femi- a objetos físicos. ¿Qué hay de malo en esto? Las mujeres son
nistas, etiquetadas como “pro sexo”, han defendido la elec- tanto sus cuerpos como sus mentes o almas. Nadie se moles-
ción de una mujer de participar en la producción de porno- ta si presentas a las mujeres como “cerebros” o como seres
grafía y en su consumo. Algunas de estas mujeres, como Nina espirituales. Si me concentro en el sentido del humor de una
Hartley, son o han sido trabajadoras sexuales que saben de mujer con exclusión de sus otras características, ¿es degra-
primera mano que posar para la pornografía es una elección dante? ¿Por qué es degradante centrarse en su sexualidad?
sin coerción que puede ser enriquecedora. Las feministas a La pornografía conduce a la violencia contra las mujeres.
favor del sexo conservan una interpretación consistente del Se establece una relación de causa y efecto entre los
principio “el cuerpo de una mujer, el derecho de una mujer” e hombres que ven pornografía y los hombres que atacan a las
insisten en que toda elección pacífica que una mujer haga mujeres, especialmente en forma de violación. Pero estudios
con su propio cuerpo debe recibir plena protección legal, si y expertos discrepan sobre si existe alguna relación entre
no respeto. pornografía y violencia, entre imágenes y comportamiento.
Los argumentos a favor del sexo a veces parecen super- Incluso el Informe de la Comisión Meese a favor de la censu-
ponerse con los feministas liberales. Por ejemplo, ambos ra admitió que los datos que conectan la pornografía con la
expresan su preocupación sobre quién actuará como censor violencia no eran fiables.
porque las palabras subjetivas, como “degradante”, se inter- Otros estudios, como el preparado por la feminista Thel-
pretarán en el sentido que el censor desee. ma McCormick en 1983 para el Grupo de Trabajo sobre la
El estatuto que prohibió a Margaret Sanger porque usó Violencia contra las Mujeres del Área Metropolitana de Toronto
las palabras sífilis y gonorrea no es diferente, en principio, (Metropolitan Toronto Task Force on Violence Against Women),
del que interpreta la no encuentran ningún
obscenidad hoy. No patrón para conectar
habrá protección ni la pornografía y los
siquiera para los clá- delitos sexuales. In-
sicos del feminismo, creíblemente, el Grupo
como Our Bodies, Our- de Trabajo suprimió su
selves, que proporcio- estudio y reasignó el
nó a una generación proyecto a un hombre
de mujeres la primera a favor de la censura,
visión explícita de su quien arrojó los resul-
propia biología. Inevi- tados “correctos”. Su es-
tablemente, la censu- tudio fue publicado.
ra se utilizará contra ¿Qué pasa con la re-
las opiniones menos troalimentación con el
populares, contra los mundo real? En Japón,
miembros más débiles donde la pornografía
de la sociedad... in- que muestra violencia
cluidas las feministas gráfica y brutal está
y las lesbianas. Cuan- ampliamente disponi-
do la Corte Suprema ble, la violación per cá-
de Canadá decidió en pita es mucho más baja
1992 proteger a las que en Estados Unidos,
mujeres restringiendo donde la violencia en
la importación de por- la pornografía está se-
nografía, una de las veramente restringida.
primeras víctimas fue
la librería lesbiana/ La pornografía es vio-
gay Glad Day Books- lencia porque las mu-
tore, que había estado jeres son obligadas a
en la lista negra de la participar en la porno-
policía. Entre los li- grafía.
bros incautados por Ninguna de las
la aduana canadien- docenas de mujeres
se había dos libros representadas en ma-
de Andrea Dworkin, teriales pornográficos
Pornography: Men con las que hablé dijo
Possessing Women y haber sido coacciona-
Women Hating. Eso da. Ninguno conocía a
no debió sorprender a Dworkin, quien declaró en Take Back alguna mujer que lo hubiera sido. Sin embargo, no descarto
the Night: “No hay una feminista viva que pueda buscar en el las denuncias de violencia: toda industria tiene sus abusos. Y
sistema legal masculino una protección real contra el sadismo cualquier persona que utilice la fuerza o las amenazas para
sistematizado de los hombres” (p. 257). hacer que una mujer actúe debe ser acusada de secuestro,
Sobre los peligros de censurar la pornografía, las femi- agresión y/o violación. Tales fotografías o películas deben
nistas pro-sexuales y liberales a menudo están de acuerdo. ser confiscadas y quemadas porque nadie tiene derecho a
Sobre los posibles beneficios de la pornografía para las mu- beneficiarse del producto de un delito.
jeres, sus posturas se separan. La pornografía es violencia porque las mujeres que posan para
la pornografía están tan traumatizadas por el patriarcado que
DISECCIÓN DE LA ANTIPORNOGRAFÍA no pueden dar un consentimiento real.
¿Se sostienen bajo examen las acusaciones específicas Aunque las mujeres en la pornografía parecen estar dis-
lanzadas contra la pornografía? puestas, las feministas anti-pornografía dicen saber que nin-
La pornografía es degradante para las mujeres. guna mujer psicológicamente sana estaría de acuerdo con
la degradación de la pornografía. Por lo tanto, si el acuerdo
Degradar es un término subjetivo. Considero que los parece estar presente, es porque las mujeres se han “ena-
anuncios en los que las mujeres se vuelven orgásmicas con morado de su propia opresión”, y deben ser rescatadas de sí
espuma de jabón son tremendamente degradantes. La con- mismas. Una característica común de las actrices porno que
clusión es que toda mujer tiene derecho a definir lo que es he entrevistado es su amor por el exhibicionismo. Sin em-
degradante y liberador para ella misma. bargo, si una mujer así declara su placer de alardear de su
La supuesta degradación suele estar ligada a la “cosifica- cuerpo, las feministas anti-pornografía afirman que ella no
ción” de las mujeres: es decir, la pornografía las convierte en es simplemente un ser humano único que reacciona desde
objetos sexuales. ¿Qué significa esto? Si se toma literalmen- un trasfondo o personalidad diferente, sino que dicen que
te, no significa nada porque los objetos no tienen sexuali- está psicológicamente dañada y ya no es responsable de sus
acciones. En esencia, esto es una negación del derecho de la La pornografía permite a las mujeres disfrutar de escenas
mujer a elegir cualquier cosa fuera del estrecho corredor de y situaciones que serían anatema para ellas en la vida real.
opciones que ofrece la corrección política/sexual. El derecho Tomemos, por ejemplo, una de las fantasías más comunes
a elegir depende del derecho a tomar una decisión „equivo- reportadas por las mujeres: la fantasía de “ser tomadas”. Lo
cada“, del mismo modo que la libertad de religión implica primero que hay que entender es que una fantasía de viola-
el derecho a ser ateo. Después de ción no representa un deseo por
todo, nadie impedirá que una mu- lo real. ¿Por qué una mujer sana
jer haga lo que él cree que debe soñaría despierta con ser viola-
hacer. da? Tal vez al perder el control,
también por despojarse de todo
UNA DEFENSA PRO-SEXO sentido de responsabilidad y cul-
Como feminista “pro-sexo”, pa por el sexo. Tal vez sea exacta-
sostengo: La pornografía benefi- mente lo contrario del sexo edu-
cia a las mujeres, tanto personal cado y gentil que tiene ahora. Tal
como políticamente. Proporciona vez sea halagador imaginar a un
información sexual en al menos hombre en particular tan abru-
tres niveles: mado por ella que debe tenerla.
Tal vez es curiosa. Tal vez tenga
• Da una visión panorámica de algunos sentimientos masoquis-
las posibilidades sexuales del tas que se desahogan a través de
mundo. Esto es cierto incluso la fantasía. ¿Es mejor reprimirlos?
para la información sexual
básica, como la masturbación. La pornografía rompe con los
No es raro que las mujeres lle- estereotipos culturales y políti-
guen a la edad adulta sin sa- cos, para que cada mujer pueda
ber cómo darse placer. interpretar el sexo por sí misma.
Las antifeministas les dicen a las
• Permite a las mujeres experi- mujeres que se avergüencen de
mentar “con seguridad” alter- sus apetitos e impulsos. La por-
nativas sexuales y satisfacer nografía les dice que los acepten
una sana curiosidad sexual. El y los disfruten. La pornografía
mundo es un lugar peligroso. puede ser una buena terapia. La
Por el contrario, la pornografía puede ser una fuente de pornografía proporciona una salida sexual para quienes, por
iluminación solitaria. la razón que sea, no tienen pareja sexual. Tal vez estén fue-
• Ofrece la información emocional que proviene únicamen- ra de casa, hayan enviudado recientemente, estén aisladas
te de experimentar algo, ya sea directa o indirectamen- debido a una enfermedad. Tal vez simplemente elijan estar
te. Nos proporciona una idea de cómo se “sentiría” hacer solas. Las parejas también usan la pornografía para mejorar
algo. su relación. A veces lo hacen solas, viendo videos y explo-

PORNOGRAFÍA COMO TERAPIA

STALAG, LAS NOVELAS PORNOGRAFICAS ISRAELÍES SOBRE EL HOLOCAUSTO
La imagen lineal y mecánica que tienen los enemigos de la pornografía tiene poco o nada que ver con la complejidad del
fenómeno pornográfico, como demuestra un sorprendente fenómeno que tuvo lugar en la sociedad israelí de comienzos de los
años 60: las novelas pornográficas Stalag. Vendidas en quioscos de estaciones de autobuses como supuestos diarios secretos y
memorias en primera persona escritas por prisioneros aliados en campos de concentración nazis, detallaban sus terribles expe-
riencias a manos de guardias de las SS femeninas sexualizadas y sádicas; tras el fin de la guerra, los prisioneros se vengaban te-
rriblemente a través de la tortura, la violación y el asesinato. Durante el juicio de Adolf Eichmann, uno de los organizadores del
Holocausto, en el que participó como testigo Yehiel Feiner, autor del libro Casa de muñecas, antecesor de los Stalags. Las ventas
se dispararon y se vendieron cientos de miles de ejemplares, pero todo acabó cuando el gobierno prohibió los Stalags tras el
éxito de Yo fui la puta privada del coronel Schultz, en la que por primera vez una mujer y no un hombre era quien se vengaba.
FUENTES: Paul Sorene (2017), Stalag: La pornografía del Holocausto en Israel en la década de los 60; Der Bund (30.12.2010): Die Porno-Ro-
mane aus dem KZ; Critical Studies in Media Communication (2007): Holocaust Perversions: The Stalags Pulp Fiction and the Eichmann Trial; Salon
(11.04.2008): Israel’s Nazi-porn problem; New York Times (06.09.2007): Israel’s Unexpected Spinoff From a Holocaust Trial; Haaretz (26.06.2018):
Lesbian Love Out, Prostitution In: How Israel Censored Erotic Literature in the 1960s; Wikipedia: Stalag fiction; Medium (15.06.2021): The Shocking
History of Banned Holocaust Pornography in Israel; Times of Israel (17.11.2016): When Israel banned Nazi-inspired ‘Stalag’ porn; Stalags.

DE IZDA. A DCHA: El documental “Stalags”. Ari Libsker, director del documental “Stalags”. “House of Dolls” (casa de muñecas),
de Yehiel Feiner, que usaba el apodo Ka-Tzetnik 135633; Portada del Stalag “Yo fui la puta privada del coronel Schultz“.
rando sus reacciones juntos. A veces, las parejas acuden a feministas anti-pornografía en realidad están socavando la
un terapeuta sexual que les aconseja utilizar la pornografía seguridad de las trabajadoras sexuales cuando las tratan
como una forma de abrir la comunicación sobre el sexo. Al como “mujeres adoctrinadas”. La Dra. Leonore Tiefer, profeso-
compartir pornografía, las parejas pueden experimentar va- ra de psicología, observó en su ensayo Sobre la censura y las
riedad en su vida sexual sin tener que cometer adulterio. mujeres: “Estas mujeres han pedido apoyo a las feministas, no
La pornografía beneficia rechazo... Las trabajadoras de
políticamente a las mujeres la industria del sexo, como to-
de muchas maneras. Históri- das las mujeres, luchan por so-
camente, la pornografía y el brevivir económicamente y una
feminismo han sido compa- vida digna, y si el feminismo
ñeros de viaje y aliados na- significa algo es hermandad y
turales. Aunque no es posible solidaridad con estas mujeres”.
establecer una relación de
causa y efecto entre el auge EL PROPÓSITO DE LA
de la pornografía y el del fe-
minismo, ambos exigen las
LEY
mismas condiciones sociales, El debate sobre la por-
a saber, la libertad sexual. nografía gira en torno a dos
visiones fundamentalmente
La pornografía es la liber- antagónicas del propósito de
tad de expresión aplicada al la ley en la sociedad.
ámbito sexual. La libertad
de expresión es aliada de El primer punto de vista,
quienes buscan el cambio: que se suscriben las feminis-
es enemiga de quienes bus- tas a favor del sexo, es que la
can mantener el control. La ley debería proteger la elec-
pornografía, junto con todas ción personal. “El cuerpo de
las demás formas de herejía una mujer, el derecho de una
sexual, como la homosexua- mujer” se aplica a todas las
lidad, debería tener la misma actividades pacíficas que una
protección legal que la here- mujer decide emprender. La
jía política. Esta protección es ley debe entrar en juego solo
especialmente importante para las mujeres, cuya sexualidad cuando una mujer utiliza la fuerza o cuando la fuerza se
ha sido controlada por la censura a lo largo de los siglos. utiliza contra ella. El segundo punto de vista, que suscriben
tanto las conservadoras como las feministas anti-pornogra-
Ver pornografía puede tener un efecto catártico en los fía, es que la ley debería proteger la virtud. Debería entrar en
hombres que tienen impulsos violentos hacia las mujeres. Si juego cada vez que haya una violación de la moralidad pú-
esto es cierto, restringir la pornografía elimina una barrera blica o una violación de los “intereses de clase de las mujeres”.
protectora entre las mujeres y el abuso.
Este es vino viejo en nuevas botellas. El tema en juego en
Legitimar la pornografía protegería a las trabajadoras el debate sobre la pornografía es nada menos que el antiguo
sexuales, que son estigmatizadas por nuestra sociedad. Las conflicto entre la libertad individual y el control social

NO HAGAS CASO A LOS

PURITANOS ANTIPORNO:
LA OBSCENIDAD EN
REALIDAD SALVA VIDAS
Peter Tatchell
La pornografía tiene una mala reputación. Casi todas las
discusiones se centran en los aspectos negativos, no en los
positivos. Desde mi punto de vista, es hora de una respuesta
más equilibrada y matizada a la pornografía.
El tema vuelve a ser un tema candente después de que
el controvertido y cuestionado investigador contra la por-
nografía, Gary Wilson, autor de Your Brain On Porn, le dijera
recientemente a IBTimes UK que la pornografía está recon-
figurando los cerebros de los usuarios para que vean el dis-
frute sexual como algo pasivo y solitario y, a menudo, una
experiencia de consumo adictiva que socava las relaciones
personales.
Sin embargo, el impacto de la pornografía en nuestros
cerebros está lejos de estar claro y ciertamente no es univer-
sal. Diferentes personas usan y responden a la pornografía
de diferentes maneras.
La tesis de Wilson, aunque puede tener cierto mérito y
ser cierta en algunos casos, se hace eco de la agenda an-
ti-pornografía de los fundamentalistas religiosos rígidos, los
políticos conservadores y las feministas de derecha. Quieren
tomar medidas enérgicas contra la pornografía; argumen-
tando que es inmoral, deshumanizante y explotadora.
En su opinión, todos los actores pornográficos son víc-
timas. Muchos definitivamente lo son. Pero no todos. Algu-
nos son adultos que han elegido libremente ser parte de la
industria del sexo. Para ellos, es un trabajo como cualquier
otro; solo que mucho mejor pagados y con horarios flexibles.
Es difícil ver a estos artistas pornográficos como más ex-
plotados que las personas que trabajan en empleos aturdi-
dores, rutinarios, sin perspectivas profesionales y mal paga-
dos. Hacen un trabajo más interesante y ganan muchísimo
más que el desafortunado personal explotado que realiza
tareas degradantes, aburridas y repetitivas en los centros de
llamadas, supermercados y establecimientos de comida rá-
pida.
Para justificar su cruzada contra la pornografía, los nue-
vos puritanos apuntan a las películas snuff, la pornografía
infantil, los videos de violaciones, los actores esclavos o
coaccionados y las imágenes degradantes y humillantes de
las mujeres. Claro, estas cosas son viles e incorrectas, y al-
gunas de ellas deberían criminalizarse para proteger a las
personas vulnerables.
Pero en un intento por ganar apoyo para más restriccio-
nes legales, estos moralistas van un paso más allá. A menudo
denuncian todas las imágenes sexuales explícitas como vio-
lentas y abusivas. Esto no es cierto. Algunas lo son y otras no.
Para los consumidores, la pornografía puede ser educa-
tiva, liberadora, empoderadora, satisfactoria y socialmente
beneficiosa. Todo depende de cómo se hace, quién la hace,
qué representa y por qué se usa.
Para empezar, no hay nada malo con el cuerpo humano
desnudo. Los actos sexuales consensuados entre adultos son
completamente naturales, saludables y legales. Entonces,
¿por qué deberían menospreciarse o prohibirse las imágenes
de estos actos? Censurar y demonizar esta pornografía no es
necesario ni está justificado.
Las revistas pornográficas son condenadas por los auto-
proclamados guardianes de la moral como “revistas de idio-
tas”. Pero, ¿qué hay de malo en masturbarse? Es natural y
saludable.
De hecho, la masturbación, con la ayuda de la pornogra-
fía, tiene virtudes positivas.
Es sexo totalmente seguro, sin riesgo de dar o recibir VIH
u otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Quedarse en
casa y masturbarse con un video porno es mucho más seguro
que una aventura de una noche al azar, dogging (acudir a
una lugar público, generalmente un parque, donde dos des-
conocidos acuerdan tener sexo con la condición de no volver
a verse, AyR) o sexo en un club o sauna.
Si la pornografía hace que los trabajos manuales sean
una alternativa atractiva al sexo casual, puede reducir el nú-
mero de parejas sexuales de una persona y ayudar a reducir
la propagación del VIH y otras ITS. En cuyo caso, ¿no debería
el gobierno promover la pornografía y la masturbación como
parte de su estrategia de prevención del VIH?
Balthus: “Thérèse soñando” (1938)
La pornografía ya se ha utilizado con éxito en campañas
de prevención del VIH para popularizar el sexo más segu-
ro; alentar a muchos hombres homosexuales y bisexuales
a cambiar a comportamientos menos arriesgados. Al pro-
mover el sexo más seguro como emocionante y divertido, la
pornografía con conciencia social ha ayudado a glamurizar
y erotizar el comportamiento sexual responsable, desacredi-
tando la idea de que el sexo sin riesgo es aburrido, aburrido
y secundario. Mi propio libro explícito obsceno, Safer Sexy
(1994), es un buen ejemplo. Ganó aplausos por hacer atrac-
tivo y emocionante el comportamiento sexual sin riesgos.
Tener buen sexo de manera regular es una ayuda para el
bienestar. Los estudios muestran que las personas que están
sexualmente satisfechas tienden a tener mejores niveles de
salud mental y emocional. Si la pornografía puede ayudar a
garantizar la satisfacción sexual y una mejor salud psicoló-
gica, ¿no es un beneficio positivo?
Investigadores médicos en Australia y EEUU descubrie-
ron que los hombres que eyaculan cinco o más veces a la
semana tienen una incidencia un tercio menor de cáncer de
próstata. Entonces, un hombre que no se corre regularmente
tiene una probabilidad significativamente mayor de contraer
esta enfermedad, a menudo mortal.
Esto significa que si eres hombre y no tienes una pareja
regular, o si tu pareja tiene poca libido, masturbarte es bue-
no para tu salud. Las revistas y películas porno que ayudan a
la masturbación frecuente están ayudando indirectamente a
salvar miles de vidas.
Las revistas y videos sexuales también son una gran edu-
cación sexual. A diferencia de las tonterías tímidas y eufe-
místicas que pasan por educación sexual en las escuelas, la
pornografía muestra a los jóvenes las técnicas y variaciones
involucradas en el sexo, y cómo satisfacerte a ti mismo y a
tu pareja. Esto brinda a los usuarios de pornografía un mejor
conocimiento y experiencia en el arte del sexo. ¿El resulta-
do? A menudo, vidas sexuales de mejor calidad y parejas más
satisfechas sexual y emocionalmente.
“SE QUE ES PORNO
CUANDO LO VEO”
LA IMPOSIBILIDAD DE DEFINIR
LO QUE ES PORNOGRAFIA
En 1964, el juez Potter Stewart, miembro
del Tribunal Supremo de EEUU, declaró: “Yo no
sé definir la obscenidad ni la pornografía, pero las
reconozco cuando las veo”. Stewart, que hizo esta
declaración durante un juicio en el que se tenía
que decidir si la película Les amants (1958) de
Louis Malle estaba o no protegida por la Primera
Enmienda de la Constitución de los EEUU, toca un
punto clave en torno a la pornografía: su indefini-
ción. Dependiendo del tiempo y el lugar, algo pue-
de no tener la menor importancia o provocar un
escándalo, como mostrar el tobillo en la Inglate-
rra victoriana. Precisamente por ello, las llamadas
a censurar algo por “pornográfico” llevan implícito
la imposición de medidas autoritarias en función
simplemente de la sensibilidad de quien acusa.
Un ejemplo de ello es la obra Thérèse soñando,
de Balthus, un pintor que ha sido estigmatizado
como pedófilo desde el feminismo a pesar de que
no hay la menor prueba de ello en su vida. Bal-
thus realizó buena parte de sus cuadros de niñas
en la pubertad mientras formaba parte del movi-
miento Surrealista, que jugaba con las reacciones
del público, y dijo que, si vemos sexualidad en sus
cuadros de niñas pensativas, es nuestro problema.
FUENTES: Wikipedia, Jacobellis v. Ohio. New York
Times (08.12.2017): We Need to Talk About Balthus;
Washington Post (05.12.2017): This painting might be
sexually disturbing. But that’s no reason to take it out of a
museum; Wikipedia: Balthus.
 La pornografía tiene otro gran beneficio social. Como
ayuda para la masturbación, puede ser el único medio de
satisfacción erótica regular para muchas personas solteras y
para personas en relaciones sexualmente disfuncionales. En
algunos casos, en los que la relación puede haberse desmo-
ronado debido a la incompatibilidad sexual, la pornografía
podría ayudar a mantenerla.
La pornografía también es una bendición para las per-
sonas que no son jóvenes, hermosas, sanas y seguras de sí
mismas. ¿Se supone que estas personas deben renunciar a la
alegría y la realización sexual?
No todo el mundo está a la altura de la buena forma física
y la buena apariencia que la cultura popular promueve como
EN DEFENSA DEL BUEN
PORNO
Dhamini Ratnam
La pornografía no es sólo una cuestión moral. También
es una cuestión social, porque permite el placer. La pregunta
es, ¿de quién?
La reciente directiva del departamento de telecomunica-
ciones del gobierno central de la India a los proveedores de
servicios de Internet que cerró 857 sitios web pornográficos
(la lista de sitios está disponible aquí) fue revocada el martes.
Sin embargo, las webs que contienen pornografía infantil
seguirán prohibidas. El 10 de agosto, la Corte Suprema rea-
nudará la audiencia de un litigio de interés público (PIL, por
sus siglas en inglés) presentado por el abogado de Indore,
Kamlesh Vaswani, que llevó al gobierno a emitir la directiva.
La PIL pide la prohibición de la pornografía y que las per-
sonas que la vean puedan ser procesados (el consumo de
pornografía no es ilegal en la actualidad), porque, dice, la
pornografía alimenta los delitos contra las mujeres, como la
agresión y la violación.
La necesidad de mantener separadas las discusiones so-
bre pornografía y violencia sexual contra mujeres y personas
trans es algo fundamental. Por dos motivos.
Primero, porque no se pueden atribuir las acciones de
un agresor a nadie más que al agresor, no importa si ven
pornografía o no antes o después de haber cometido una
violación. No hay justificación para cometer actos de violen-
cia sexual y señalar la pornografía como impulsor solo sirve
para transferir la culpa.
sexualmente deseable. Es cruel e inhumano negar a perso-
nas aisladas, discapacitadas, con sobrepeso, feas y ancianas
la realización erótica que puede proporcionar la pornografía.
Todos envejecemos y perdemos nuestro poder de atrac-
ción. Pero nuestro deseo sexual puede permanecer fuerte.
Necesita y merece una salida. Es entonces cuando las imá-
genes y películas sexys pueden venir a nuestro rescate, ayu-
dando a las personas a mantener el placer y la satisfacción
durante la vejez.
Lejos de ser mala, la pornografía puede ser la piedra an-
gular de la democracia sexual. Da a todos el mismo acceso al
placer y la felicidad carnales, independientemente de nues-
tra edad, apariencia, habilidades o antecedentes. ¡Bravo!
Segundo, hablar de la pornografía como algo que solo vic-
timiza a las mujeres no reconoce las posibilidades de placer
que la pornografía tiene para las mujeres, que forman una
parte importante de sus consumidores en la India. Según los
datos publicados por el sitio web de pornografía Pornhub el
año pasado, una cuarta parte de los usuarios de Pornhub son
mujeres; esto es un 2% más que el promedio mundial, infor-
mó un sitio web de noticias en noviembre de 2014.
La violencia sexual y la pornografía no tienen una re-
lación causal, pero ambas reflejan la negación socialmente
sancionada de los deseos sexuales de las mujeres. La violen-
cia sexual representa una concepción de poder y la violencia
que la acompaña, que tiene mucho que ver con la forma en
que la sociedad privilegia el deseo masculino y niega, degra-
da y ridiculiza el deseo femenino. Gran parte de la porno-
grafía convencional hace lo mismo: el deseo, la mirada y la
satisfacción del hombre deben ser gratificados; la mujer es
en última instancia un objeto para lograr esto.
Esta ceguera hacia el placer y el disfrute de las mujeres
no es sorprendente, ya que gran parte del discurso que rodea
a la pornografía tiene lugar desde un punto de vista que pri-
vilegia al consumidor masculino. Esta es entonces la base de
la pornografía feminista, que Everyday Feminism define como
pornografía que “presenta a las mujeres como colaboradoras
sexuales de los hombres en lugar de conquistas sexuales de los
hombres”.
 “La pornografía no presenta a hombres y mujeres como
iguales, sexualmente hablando, sino que presenta el sexo como
algo que los hombres hacen a las mujeres y que las mujeres
hacen para los hombres, es peligroso. Refleja y, por lo tanto,
refuerza la visión distorsionada del sexo que subyace en la cul-
tura de la violación”, dice un artículo en Everyday Feminism.
El porno feminista se trata de igualdad. Muestra el sexo
como algo que hacen dos personas, con todo su cuerpo, inde-
pendientemente del género, la sexualidad y los
genitales. El porno feminista fomenta una acti-
tud saludable hacia la humanidad y los derechos
de sus actores; ofrece un contexto y una narrati-
va que es realista. Porque, como continúa seña-
lando el artículo de Everyday Feminism, ”el sexo
no es algo que una pareja hace por otras personas,
sino algo que hacen por sí mismos”.
¿Existe tal porno? Sí, en realidad hay una
ceremonia de premiación instituida hace una
década para celebrar lo mejor ( aquí más ).
No es mucho, francamente es una gota en el
océano de la pornografía que mercantiliza
a las mujeres, pero como escribe Richa Kaul
Padte en eroticsindia.org ( leer más aquí ), un
sitio web sobre temas relacionados con la tec-
nología de Internet, los derechos de género y
sexualidad y la comunicación, “La pornografía
feminista (es) el sitio para volver a imaginar los
parámetros del sexo y la sexualidad”. Esto se
debe a que uno de sus principios centrales es
un compromiso a un trato justo, salario y derechos laborales.
Padte cita a Tristan Taormino, un director que hace porno fe-
minista y mantiene un blog llamado Pucker Up. La directora
estadounidense escribe sobre cómo hace sus películas. Se
trata de preguntar a los actores cómo quieren que sea su se-
xualidad sea representada: con quién desean tener sexo, las
posiciones que desean practicar, los juguetes y lubricantes
que desean usar. “Todo basado en su sexualidad real”.
Un estudio realizado por Erotics (Exploratory Research on
Technology Internet Communications and Sexuality) y disponi-
ble en el sitio web titulado Sex, Rights and the Internet tie-
ne un capítulo sobre usuarias de Internet en Mumbai escrito
por las investigadoras Manjima Bhattacharjya y Maya Indira
Ganesh. El dúo realizó en 2009 una encuesta cuantitativa a
150 jóvenes de entre 18 y 25 años (120 de los cuales eran
mujeres) y entrevistas en profundidad a 31 encuestadas, de
las cuales 27 eran mujeres (de entre 18 y 54
años, todas usuarias habituales de Internet). El
informe amplió la idea del placer derivado de
Internet. Dice: “El enfoque actual de la regula-
ción del contenido en Internet está fuertemente
influenciado por las leyes existentes sobre la de-
cencia y la obscenidad…
...En muchos sentidos, la pornografía es una
pista falsa. La emoción y la exploración en inter-
net de los usuarios radica no solo en la mirada
unidireccional de ver pornografía, sino también
en las intimidades interactivas que surgen de la
conversación sensual y consensuada con amigos
y extraños usando texto, voz y cámaras web;
colocar imágenes “sexy” (según ideas extrema-
damente subjetivas de “sexy”) de uno mismo e
invitar a una mirada sexual apreciativa a través
de perfiles, álbumes de fotos y chats (online)…
...Para los usuarios, no son las imágenes en
sí mismas las que son problemáticas, sino que,
como han demostrado las narrativas y los casos
recientes en India, lo que les preocupa es su manipulación y
tráfico sin consentimiento“.
Esto es interesante porque nos muestra claramente lo
que no se tiene en cuenta. La pornografía no es simplemen-
te una cuestión moral. También es social, porque en última
instancia es una industria destinada a permitir el placer. La
pregunta es, ¿de quién?

BORRAR EL PASADO
LA LUCHA CONTRA LA PORNOGRAFÍA Y LA FALSIFICACIÓN DE LA HISTORIA
Uno de los muchos desastres provocados por el triunfo del cristianismo sobre la Antigüedad fue su gigantesca campaña
de destrucción de todo aquello contrario a sus dogmas. Y como la eliminación de todo lo relacionado con la sexualidad
ha sido siempre uno de sus principales objetivos, la expresión natural de la sexualidad, tradicional en las sociedades de
la Antigüedad, fue víctima de una campaña inmisericorde que logró eliminar casi todo rastro de su existencia. Casi. Todo.
Para desgracia de los innumerables censores de la Cristiandad, y alegría de quienes deploramos su relación de miedo y odio
hacia la sexualidad, una ciudad pudo mantenerse a salvo de su salvajismo durante casi 2.000 años: Pompeya. Como explica
Catherrine Nixey en su obra “The Darkening Age” (La edad de la penumbra), tan impresionante como dolorosa, los cuadros
mostrando escenas pornográficas estaban por todas partes, en las casas de ricos y pobres, en tiendas y tabernas, formando
parte de la vida cotidiana sin que nadie se escandalizase. Tras descubrirse el secreto de Pompeya, se decidió aplicar la cen-
sura sexual a la Antigüedad que se aplicaba en toda Europa, y se ocultaron las obras “escandalosas” en el Gabinetto Segreto
del Museo Nacional de Arqueología de Nápoles, de acceso estuvo prohibido a las mujeres hasta los años 80 del siglo XX.
FUENTES: Catherine Nixey, The Darkening Age; Wikipedia: Secret Museum, Naples; Emma Morse: The Perception of the Sex Worker in the
Museum Context: The Secret Cabinet, National Archaeological Museum of Naples; Slate (14.02.2013): Archeology Isn’t for Prudes.

IZDA: Censura de un pene en un jeroglífico egipcio por arqueólogos ingleses en el siglo XIX. DCHA: Uno de los muchos frescos
pornograficos de Pompeya, que al quedar sepultada por una erupción volcánica es un retrato sin censura de la sociedad romana.
 DEFENDIENDO LA
PORNOGRAFÍA
La libertad de expresión y la lucha por
los derechos de las mujeres
Nadine Strossen
La pornografía, desde el punto de vista feminista, es una forma de sexo forzado... una institución de desigualdad de género.... [L]
a pornografía, con la violación y la prostitución en la que participa, institucionaliza la sexualidad de la supremacía masculina.
Catharine MacKinnon

Las mujeres feministas están especialmente interesadas en los daños de la censura.... Históricamente, la información sobre sexo,
orientación sexual, reproducción y control de la natalidad ha sido prohibida bajo el pretexto de... la „protección“ de la mujer. Tales
restricciones nunca han reducido la violencia. En cambio, han llevado al encarcelamiento de la defensora del control de la natali-
dad Margaret Sanger y la supresión de obras importantes, desde Our Bodies, Ourselves hasta... las obras feministas de Karen Fin-
ley y Holly Hughes. Las mujeres no requieren „protección“ frente a materiales sexuales explícitos.... Las mujeres son tan variadas
como cualquier ciudadano de una democracia; no hay acuerdo ni código feminista sobre qué imágenes son de mal gusto o incluso
sexistas. Es derecho y responsabilidad de cada mujer leer, ver o producir el material sexual que elija sin la intervención del estado
„por su propio bien“.... Este es el gran beneficio de ser feministas en una sociedad libre.
Feminists for Free Expression

INTRODUCCIÓN
La tensión del antipornologismo no es precisamente lo que distingue al feminismo; mientras que la anti-anti-pornología —la críti-
ca del movimiento anti-pornografía por razones distintas al formalismo constitucional o al pietismo de la Primera Enmienda— es
una destacada contribución feminista
HENRY LOUIS PUERTAS - W. E. B. Du Bois Profesor, Universidad de Harvard

En la última década, algunas feministas han alterado
drásticamente el viejo debate en este país sobre el sexo y la
expresión de orientación sexual. Los liberales, incluidos los
que defendían los derechos de las mujeres, habían buscado
durante mucho tiempo una mayor libertad individual y una
disminución del control gubernamental en el ámbito de la
sexualidad. En consecuencia, los liberales habían instado a
la derogación tanto de las leyes que restringen la conducta
sexual privada consensuada entre adultos como de las le-
yes que restringen la producción o el acceso a materiales de
orientación sexual, incluidos libros, fotografías y películas.
Por el contrario, los conservadores, incluidos aquellos
que se oponían a las luchas por los derechos de las mu-
jeres, habían defendido constantemente controles guber-
namentales estrictos tanto sobre la conducta sexual como
sobre la expresión sexual. Con la elección de Ronald Reagan
en 1980 y la creciente movilización de la llamada Derecha
Religiosa, lo que se había convertido en un clamor conser-
vador ganó una enorme in- de la pornografía. ¿Quién
fluencia política. Condujo al no agradecería el fin de la
Informe de la Comisión de amenaza de violencia que
Pornografía de Meese de sienten tantas mujeres
1986, que a su vez condujo cada vez que se aventuran
a nuevas medidas represi- solas en la oscuridad? Pero
vas de las fuerzas del orden censurar la pornografía no
público contra todo tipo de reduciría la violencia misó-
material sexual, incluidas gina ni la discriminación;
obras populares protegidas peor aún, como muestra
constitucionalmente como este libro, probablemente
The Joy of Sex y la revista agravaría esos graves pro-
Playboy. blemas. En palabras de la
El sorprendente nue- abogada feminista Cathy
vo desarrollo es que, des- Crosson, si bien la estra-
de finales de la década de tegia de la fiscalía puede
1970, a los defensores tra- resultar superficialmente
dicionales conservadores y atractiva, en el fondo re-
fundamentalistas de restricciones legales más estrictas a la fleja „la política derrotada y derrotista de aquellos que han
expresión sexual se les ha unido un segmento cada vez más renunciado a alterar realmente las instituciones básicas de
ruidoso e influyente del movimiento feminista. Ambos gru- la opresión de las mujeres y, en cambio, han decidido matar
pos tienen como objetivo el material sexual que les gustaría al mensajero“.
eliminar que califican con la etiqueta peyorativa de “porno- Las feministas pornofóbicas han forjado alianzas aterra-
grafía”. Liderada por la profesora de derecho de la Universi- doramente efectivas con conservadores políticos y religiosos
dad de Michigan, Catharine MacKinnon, y la escritora Andrea tradicionales que se oponen firmemente a los derechos de
Dworkin, esta facción de feministas, a la que llamo “MacD- las mujeres, pero que también buscan suprimir la porno-
workinitas”, argumenta que la pornografía debe suprimirse grafía. Como señaló la antropóloga feminista Carole Vance,
porque conduce a la discriminación y la violencia contra las “Todos los derechistas están de acuerdo en que la pornografía
mujeres. De hecho, MacKinnon y Dworkin han sostenido que, conduce a la desigualdad de las mujeres, una desigualdad que
de alguna manera, la pornografía en sí misma es discrimina- no les molesta de ninguna otra manera”.
ción y violencia contra las mujeres; que su mera existencia Bajo el estandarte conjunto de la antipornografía, los
daña a las mujeres, incluso si no se puede demostrar que aliados en este eje feminista-fundamentalista han monta-
cause algún daño tangible. do campañas crecientes y cada vez más exitosas contra una
Comparto los temores, la frustración y la furia acerca de amplia gama de expresiones de orientación sexual, que in-
los continuos problemas de violencia y discriminación con- cluyen no solo arte y literatura, sino también materiales re-
tra las mujeres, que sin duda han llevado a muchos a adop- lacionados con problemas públicos tan apremiantes como
tar la “solución rápida” que supuestamente ofrece la censura el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, aborto,

LETRAS SUCIAS
LITERARIA, PORNOGRAFÍA Y
CAMBIO SOCIAL
Según D. H. Lawrence, el libro Ulises de james Jo-
yce era “la cosa más sucia, más indecente y obscena
jamás escrita”. Lawrence sabía de lo que hablaba: su
obra El amante de Lady Chatterley, que es hoy un
clásico de la literatura inglesa, fue censurada por sus
escenas sexuales y tardó 30 años en ser publicada en
Inglaterra. Algo similar le pasó a Ulises, que tras em-
pezar a publicarse por capítulos en The Little Review,
publicación estadounidense con lazos con el movi-
miento anarquista, no tardó en estar en el punto de
mira de la Sociedad para la Prevención del Vicio de
Nueva York, organización clerical que tenía el dere-
cho de abrir envíos de correo y censurar aquello que
considerase obsceno, que en 1921 prohibe la obra,
iniciando una larga lucha hasta que, finalmente, se
apruebe su publicación en 1934. Hoy día, se consi-
dera Ulises como la mejor obra literaria en lengua
inglesa del siglo XX, y la lucha para lograr su publi-
cación facilitó que se publicasen Lolita de Nabokov,
Trópico de Cáncer de Henry Miller o El almuerzo
desnudo de William Burroughs, también sometidos
a juicios por obscenidad. Pero la censura no ha des-
aparecido: en 2010, un cómic basado en Ulises fue
censurado por Apple. En cuanto a la relación entre
literatura y pornografía, la literatura es un reflejo de
la vida; y, como ha dicho Alan Moore, “La vida no se
divide en géneros. Es una horrible, romántica, trágica y
cómica novela de ciencia ficción de detectives. Ya sabes,
con un poco de pornografía, si tienes suerte”.
FUENTES: Eduardo Bravo: Tu libertad de expresión se
la debes al ‘Ulises’ de James Joyce; Blawyer (26.06.2010):
Cien años después, Apple censura el Ulises.
Marilyn Monroe leyendo “Ulises”, de James Joyce
anticoncepción, sexismo y orientación sexual.
Tan influyentes se han vuelto los seguidores de MacD-
workin que demasiados ciudadanos y funcionarios guberna-
mentales creen que la supresión de los materiales de orien-
tación sexual es una prioridad de primer orden para todas
las feministas, o incluso para todas las mujeres. Pero nada
podría estar más lejos de la verdad.
Un sector cada vez más activo de
mujeres feministas que se dedican a ga-
rantizar la igualdad de derechos para las
mujeres y a combatir la continua ciuda-
danía de segunda clase de las mujeres en
nuestra sociedad se opone firmemente a
cualquier esfuerzo por censurar la ex-
presión sexual. Estamos tan comprome-
tidas como cualquier otra feminista con
la erradicación de la violencia y la discri-
minación contra las mujeres; de hecho,
muchas de nosotras trabajamos directa-
mente por estos objetivos todos los días
de nuestras vidas. Pero creemos que su-
primir las palabras e imágenes sexuales
no promoverá estas causas cruciales. Por
el contrario, estamos convencidas de que
censurar la expresión sexual en realidad
haría más daño que bien a los derechos y
la seguridad de las mujeres. Nos opone-
mos rotundamente a cualquier esfuerzo
por restringir el discurso sexual no solo
porque violaría nuestras preciadas liber-
tades de la Primera Enmienda: nuestras
libertades de leer, pensar, hablar, cantar,
escribir, pintar, bailar, soñar, fotografiar,
filmar y fantasear como deseemos. Pero
también porque socavaría nuestra igual-
dad, nuestro estatus, nuestra dignidad y
nuestra autonomía.
Las mujeres no deberían tener que
elegir entre libertad y seguridad, entre
poder expresarse y la igualdad, entre dignidad y sexuali-
dad. Las mujeres podemos ser seres sexuales sin renunciar
a otros aspectos de nuestra identidad. Tenemos derecho a
disfrutar de la emoción del sexo y la expresión sexual sin
renunciar a nuestra seguridad personal. Podemos ejercer
nuestra libertad de expresión y nuestra igualdad de dere-
chos para denunciar cualquier expresión sexista de cual-
quier tipo, incluidas las expresiones sexistas que también
son sexuales, en lugar de tratar de suprimir los derechos de
cualquier otra persona.
TODOS VEREMOS PORNO
EN EL FIN DEL MUNDO
Tara Jacobi
Nadie sabe cómo ni cuándo se va a acabar el mundo.
Todo lo que sabemos con certeza es que alguna vez ocurrirá,
basta con preguntar a Hawai.
A las 8:07 am del 13 de enero de 2018, los residentes y
visitantes de Hawái recibieron una alerta de emergencia sobre
la amenaza de un misil balístico advirtiéndoles que “bus-
quen refugio de inmediato”. Aquellos que recibieron la alerta
no tenían motivos para creer que la amenaza fuera real, pero
tan sólo 38 largos minutos después anunciaron las autorida-
des que era una falsa alarma.
Solo aquellos en Hawái sabían cómo fueron realmente
esos 38 minutos y las consecuencias. Es decir, hasta que Por-
nhub Insights publicó en su blog un análisis que muestra que,
después de que se demostró que la alerta era falsa, las visi-
tas a PornHub aumentaron un 48% por encima de los niveles
típicos en ese mismo momento en Hawái.
Entonces, ¿la gente lo estaba celebrando? La Dra. Janet
Brito, psicóloga y terapeuta sexual certificada por AASECT en
el Centro de Salud Sexual y Reproductiva de Honolulu, cree
que no. “Fueron 38 minutos muy estresantes, mientras esperas
para saber si realmente era una falsa alerta”, dice ella.
Los derechos de las mujeres corren mucho más peligro por
la censura de imágenes sexuales que por las propias imáge-
nes sexuales. Las mujeres no necesitan la protección del go-
bierno contra las palabras y las imágenes. Necesitamos, más
bien, protegernos de cualquier violación gubernamental de
nuestra libertad y autonomía, incluso, de hecho, especialmen-
te, cuando supuestamente es “por nuestro propio bien”. Como
advirtió el ex juez de la Corte Suprema
Louis Brandeis: “La experiencia debería
enseñarnos a estar más en guardia para
proteger la libertad cuando los propósitos
del gobierno son benéficos... pero sin com-
prensión”. O de mujeres fanáticas.
El movimiento de censura feminista
(Dworkin, MacKinnon y otros han protes-
tado porque sus propuestas para suprimir
la pornografía no deberían etiquetarse
como “censura”. Tomando prestado el tí-
tulo del último libro de MacKinnon, tales
protestas son “solo palabras”) es una ame-
naza mucho mayor para los derechos de
las mujeres que la expresión sexual que
condena calificándola de “pornografía”.
Para las mujeres que aprecian la libertad
y la igualdad, la Big Sister (Gran hermana)
no es bienvenida en nuestras vidas como
Big Brother (el Gran hermano). Defender la
expresión sexual que algunas feministas
condenan con la temida palabra P es, por
lo tanto, un elemento crítico en nuestro
apoyo a la libertad de expresión, la auto-
nomía sexual y reproductiva y la igualdad
de las mujeres.
Las explicaciones tradicionales de
por qué la pornografía debe ser defen-
dida de posibles censores se han con-
centrado en los impactos adversos de la
censura sobre la libertad de expresión
y la autonomía sexual. Este libro apoya
la posición anticensura desde una im-
portante perspectiva diferente, que no es tan ampliamente
comprendida. A la luz de los cada vez más influyentes funda-
mentos centrados en los derechos de las mujeres para cen-
surar la pornografía, este libro se enfoca en los fundamentos
centrados en los derechos de las mujeres para defender la
pornografía. Explica por qué la facción de censura del femi-
nismo representa una seria amenaza no solo para los dere-
chos humanos en general, sino también para los derechos de
las mujeres en particular.
“La mayoría de mis clientes, incluyéndome a mí, se sentían
confundidos, asustados, preocupados o ansiosos. Un cliente me
contó cómo durante ese tiempo mantuvo a su familia unida,
preocupándose por lo que podría pasar. Otros llamaron a sus
familiares para despedirse. Una vez que [recibimos] la noti-
ficación de que era falso, hubo una sensación de alivio, pero
también muchos sentimientos complejos que procesar, como
confusión, pánico e ira”.
Si bien los hawaianos pueden haberse alegrado de no
estar en la línea de visión de un misil balístico, el alivio que
siguió probablemente estuvo acompañado por la respuesta
de “luchar o huir”. Durante esta respuesta, el cerebro libera
neurotransmisores que elevan el ritmo cardíaco, envían más
oxígeno a los órganos y agudizan los sentidos.
“Todo eso está diseñado en el cuerpo para movilizar el
cuerpo para que se mueva”, dice la Dra. Alexandra Katehakis,
sexóloga clínica y directora clínica del Center for Healthy Sex
en Los Ángeles.
Pero, ¿qué sucede cuando descubre que la amenaza in-
minente no es una amenaza en absoluto? Terminas con un
montón de energía acumulada.
 “Es como tener [a un corredor en] un Ferrari en la línea [de pornografía para mujeres durante sucesos importantes.
salida] listo para pisar el acelerador e irse. Ese conductor está Tome los datos de Pornhub sobre el día de las elecciones,
listo para moverse y boom, la carrera ha terminado. Entonces, por ejemplo. “A medida que las posibilidades de victoria de Hi-
¿qué hace ese conductor para descargar toda esa energía?” llary se redujeron, parece que más mujeres dejaron de ver las
pregunta la Dra. Katehakis. “Francamente, la usa para mas- elecciones y regresaron a Pornhub poco después de la mediano-
turbarse“. che. Una vez que Hillary cedió, el tráfico de mujeres aumentó un
Por supuesto, el interés en la pornografía en línea ha 10% por encima de los niveles normales, mientras que los hom-
seguido aumentando año tras año, independientemente de bres se quedaron para ver el discurso de aceptación de Trump”,
esos picos. Según las estadísticas de Pornhub, el sitio web dice el informe. Las mujeres, al parecer, sabían que el final
recibió 28.500 millones de visitas en 2017 (en comparación estaba cerca. (Y tenemos que hablar al respecto del 53% de
con 23.000 millones en 2016), un aumento anual de 5 500 mujeres blancas que votaron por Trump).
millones (comparado con un En el último año, el mundo
aumento de 1.800 millones en- ha vivido en un estado cons-
tre 2015 y 2016). tante de mayor ansiedad e
¿Por qué? Considere la fa- incertidumbre, ya sea al sinto-
cilidad con la que puede ac- nizar la Timeline de Twitter de
ceder a la pornografía. En el un presidente estadounidense
pasado, habrías tenido que narcisista o el ciclo de noti-
ir a la tienda de pornografía cias de 24 horas que nunca es
más cercana para comprar o aburrido. Hemos lidiado con
alquilar un VHS, esperando todo, desde terrorismo hasta
no encontrarte con un amigo, tiroteos masivos, huracanes de
colega o miembro de la fami- categoría 4 y, aunque por aho-
lia antes de cruzar la puerta o ra todavía estamos en espera,
guardarlo en tu colección de- la amenaza inminente de una
bajo de tu cama. Ahora, gran guerra nuclear. Es mucho. Pero,
variedad de pornografía está ¿deberíamos usar la pornogra-
disponible a su alcance en fía para sobrellevar la situa-
todo momento, incluso por te- ción?
léfono. Es tan fácil ver porno- Algunos, como el Dr. Bru-
grafía como borrar tu historial hin, dicen que tal vez no. “Se
web y todo rastro de él. necesita una medida de deses-
La pornografía también es calada que sea de naturaleza
mucho menos tabú de lo que solidaria”, dice. “La pornografía
solía ser. Cuando el Dr. Mat- es tratarte a ti mismo elevando
thew Bruhin, psicoterapeuta y los niveles de dopamina, y no es
especialista en adicciones y fundador de apex.rehab, habla con una forma efectiva”. En cambio, recomienda que te concen-
clientes masculinos de la generación Millennial, muestran poca tres en soluciones humanas más saludables, como llegar a
o ninguna inhibición al hablar sobre el uso de la pornografía. tus seres queridos.
“Pero yo soy de la generación en la que todavía hay algunas dudas Pero otros, como el Dr. Brito, no están de acuerdo. Ella
entre los hombres”, dice. (No está juzgándolo.) cree que, con moderación, usar la pornografía como meca-
Aunque la audiencia de Pornhub sigue siendo abruma- nismo de defensa puede estar bien.
doramente masculina, el sitio informa que el 26% del trá- “Lo importante”, dice, “es ser consciente de la función de la
fico mundial es femenino, lo que demuestra que sí, muchas actividad placentera (es decir, la pornografía) y no usarla com-
mujeres también usan Pornhub. Marie Claire también buscó pletamente como un sustituto de la expresión de sentimientos y
explorar la relación entre la mujer y la pornografía y descu- la conexión con uno mismo y con los demás”.
brió que el 31% de las más de 3.000 mujeres encuestadas ven
pornografía aproximadamente cada semana, y con frecuencia Entonces, si el asteroide está a punto de chocar con el
a solas. Si bien el 73% de estas mujeres informa ver porno- planeta Tierra y la pornografía forma parte de sus planes
grafía como un medio para alcanzar el orgasmo, los análisis de para hacer frente al desastre, al menos asegúrese de tener
Pornhub también muestran un patrón interesante de uso de WiFi en su búnker.