You are on page 1of 344
Introduccién a los métodos cualitativos de investigacién Paidés Basica Uhkimos tales publeados: 61 Kometech ate psd 82 A Gehien fatale Hetice 5. kay" Gbuotdad roto y verdad {Rory Eracos sole dee coms oredr comerperdneas SS. Gtnre Hac hombre S.C Geena Conc eal ff, A Shea constr pctv del mundo soil SE GE tent Pre pnt 8. Mammenien¥F Alnson: Eograte, Mtodos de investcnn 50: Cd Mauna ese TL HLT Engethaat tas fundements de a ico TEE Rabon y ots Flot dee mente yc copnitiva 75 tera ar fe pf ta mone fae 3S AMOR: Mie ancl neg deta gi ; noice eta an ea iin Je eee Teton pede pce eboney 37 2 Naney Le epee, 38 C Gear ies beckon 15, R Re aramayo. Margera yA Nadecato Envoy lho Be ee eed ds os Bt € taylor veumeno osdcos 4. T-Luckmnn eo del sei socal 5 Hoes Fema matcia yeca 84 1 Geen Rardadery ncones 85.1.8, Scales La comstuecton dele ala social fe, M Gre eomp erp de ube BC Iinlors tees fo 56 T Naps” uo yard Gath enced del sg 50. ©: Nude comp) 1a catia ou poder sus nites BU RR Poppee- Elma de marca comuat Werk olan 33M Cole" Ef mga ba Teas es 38. MP folded morals . Se Cote iste fbf socio Rio dea inca St Benard Pormtacy moderdad Se. 1 Babermay “La Pcton df we 33 ot Repcrtastones 9 eoncadiconer 300, MFoucat™ Bare cite: Gres cei, ol 1 {O1. Me Fowceul” Boreas de poder Obras cenit, vl 2 102, Mt Rowen Entice, ras hermetuon, Obese, ol, 2 102, K'R Popper. lmundo de Ramen U0: H Rony edad y pops fos. & Geers Ange 106, H Blom alethdd del murda 109. fem Bo emer 104, Pevrabend Le comit de te abundonta 108. b, Moore Pwr maalypeseuclon on tia Nb, H Arend te de del pe TIL A'Mncingres Ania atonal + depodones HDA. Kuper Cuore 115, J Raw Lectone sobre astra det fsa more 14 T 8 Kul: Eleawine ded le entare SW. Quine: Bad an pune lco 16. Bismanherg aby sobre mi 119, J zter= aguas de mee SJ. Taylor y R. Bogdan Introduccién a los métodos cualitativos de investigacién La biisqueda de significados wp PAIDOs Bie eee ‘Tilo original: Jnroduction to Qualitative Research Methods. ‘The Search for Meanings Publicado en inglés por John Wiley and Sons, Nueva York ‘Traduccinde Jonge Piatigorsky CCubierts de Mario Esketai y Pablo Marta ‘Qunn igwosrete proba tric cet deo tle et Copyriabi. bo ‘ir cone etlerdar exe ee, procs al pci eta pr age se 0 proceimlers compendia el aie fr, yf bc ‘england ola meine ule 0 pea plete (© 1984 by John Wiley and Sons, Inc, Nueva York (© 1987 de todas las ediciones on castellano, Bicones Pads Toécea, S.A, Mariano Cubl, 92 - 08021 Barcelona 1y Editorial Paidés, SAIC, Defensa, $99 - Buenos Aires hepbwwpaides.com ISBN: 84.7509-816.9 Deptsito legal: B-37.95372002 Impreso en Novagetfik. . L. ‘Vivaldi, 5 - 08110 Monteda i Reitach (Barcelone) Impresoen Espana - Pind in Spain PREFACIO .... 02... 000+ J, INTRODUCCTON. IR HACIA LA GENTE . . : Una nota sobre la historia de los métodos cualitativos. ... 2 3. Metodologia cualitativa . Teoria y metodologia. ... .. INDICE Primera parte Entre la gente. ‘Como realizar investigaci6n cualitativa LA OBSERVACION PARTICIPANTE. PREPARACION DEL TRA- BAJO DE CAMPO. Disefio de la investigacién . Seleccién de escenarios. .. - ‘Acceso a las organizaciones ‘Acco 4 ot sears pls y cus pico nh La OBSERVACION PARTICIPATE EN EL CAMPO Laentrada en el campo. La negociacién del propio rol. BE etablecinento delrpport Relaciones de campo diicites ‘Técticas de campo... ... 18 17 9 23 6 n "4 8 Gribacion y toma de nota en ol empo. 2p [La formas de las notas. 81 Comentarios del observador. 8 Deseripciones de escenarios y actividades & Deseripciones de personas... 2 86 Registro de detalles accesorios del didlogo | | enone} Registro de bus propia observaciones y acciones = 222-211) 8B. Registro de lo que no se comprende ..... 89 ‘Los Kimites de un estudio 89 Retirada del campo 90 ‘Triangulacién . . . a Laética en el campo + 94 4. LA ENTREVISTA EN PROFUNDIDAD. Tipos de entrevistas .. Optando por entrevistar . . . La seloccién de informantes. Aproximacion a los informantes. El comienzo de las entrevistas La guia de Ia entrevista...) La Stuacion de entrevista . 5. DESCUBRIENDO METODOS ...... 00... 0s.00 05 Destrozando el “mundo del sentido comdn de Ia vida cotdians”: Ha- told Garfinkel. .L. Rosenhan y otros | Entrovistas gupales ss... cece ces veeee Documentos personales... Palabras ¢ imagenes: Michael Lesy <<< Métodos no intrusivos : Fotografia y metodologia Regittros oficiales y documentos pablicos 6. EL TRABAJO CON LOS DATOS. ANALISIS DE LOS DATOS EN LA INVESTIGACION CUALITATIVA. ... ss 182 Estudios descriptivos y tedricos 2 152 ‘Desarrollo y verificacién de la teoria 154 10. n. “Anilisisen progreso....- 2 e + beeeee 158 El trabajo com los dator << --- SII aso La construceién de historias de vida - mt m4 Segunda parte La redaccién de los informes LA PRESENTACION DE LOS HALLAZGOS 179 Lo que se le debe decir alos lectores SII. 180 Una nota sobre el escribir»... +... 183 La presentacion de los hallazgos: estudios selectos 185 EL QUE ES JUZGADO, NO LOS JUECES. UNA VISION DESDE "ADENTRO DEL RETARDO MENTAL cece 188 ‘Una visién desde adentro te Tot 189 Conclusion... + 198 |. SEA HONESTO PERO NO CRUEL. LA COMUNICACION ENTRE LOS PROGENITORES Y EL PERSONAL EN UNA UNIDAD NEONATAL : tienes Introduccién . =. Método y procedimiento. Et contexto de la comunicacién on unidades neonstales . Conclusion... - i 26 QUE COMAN PROGRAMAS. LAS PERSPECTIVAS DEL PERSO- “NAL Y LOS PROGRAMAS EN LAS SALAS DE LAS ESCUE- LAS ESTADUALES...-- votes eeeeeees 20 “Bllot no saben realmente cdmo es” perptctins renpeco dels superiores eee eee eee e ees : 22 Perspctivas sobre el trabajo: “Un empleo es un empleo tyes BS Perspectivas sobre fo internados: "yrados bajos™, “vechazoa”™ y “de- lincoentes" cesteseeeeeseeees 27 La fratemidad en el fondo... . ut Los programas innovadores :- 5a Conclusisn. .. fae 2 46 POLITICA NACIONAL Y SIGNIFICADO SITUADO. EL CASO DEL HEAD START Y LOS DISCAPACITADOS . 247 Encuesta previa... 249 Definiciones oficiales 249 Reacciones del personal 21 250 En busca de los severamente Sicpacitads« Li) 280 Teazando ls limites. . 2: 351 10 INDICE, Bfectos de a rotulacién . ee sees 282. Lo que modifies el mandato - ety : 253 12. DEFENDIENDO ILUSIONES. LA LUCHA DE LA INSTITUCION POR LA SUPERVIVENCIA El ataque desde afuera .. ... 237 261 ‘La transformacion simbélica de + 26s 1 manejo de les relacones con ol mundo exterior - 270 Conclusin. sere, : 22 13, COMENTARIO FINAL. . = 284 APENDICE. NOTAS DE CAMPO ... - 288 BIBLIOGRAFIA. ...... ceiteteeeeeeseeeees SOL PREFACIO En el prefacio a la primera edicion de este libro afirmamos que Ia década pasada fue testigo de un creciente interés en el lado sub- jetivo de la vida social, es decir, en el modo en que las personas se ven a sf mismas y a su mundo. Escribimos entonces que este interés requerfa_métodos descriptivos y holisticos: métodos cua- litativos de investigacién. Desde Ix publicacion de la primera edicion, en 1975, ef inte- és en el estudio de los significados y perspectivas sociales median- te métodos cualitativos ha seguido siendo fuerte. Por cierto, los enfoques cualitativos de la investigacion estén teniendo una acep- tacién de la que nunca disfrutaron antes. Existen ahora periédicos exclusivamente dedicados a informar sobre ‘studios cualitativos. Un creciente niimero de libros y articulos abordan Jos temas de 1g investigacion de campo, la fotografia y otros métodos cualita- tivos. En educacién,, asistencia social, evaluacién y campos apli- cados, Yos métodos cualitativos estén exigiendo una atencién se- ia. La investigacién cualitativa esté llegando a lz mayorfa de edad. Este libro trata sobre admo conducir Ia investigacién cuali- tativa, Existen algunas obras excelentes sobre enfoques cualita- tivos especificos, en especial la observacién participante, la na- rracién personal perspicaz de investigadores de campo, y tratados sobre los basamentos teéricos de la investigacién cualitativa, Pe- 2 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION ro ellas no proporcionan a quienes no estén familiarizados con Jos métodos cualitativos una introduccién adecuada, una perspec tiva general de la gama de enfoques diferentes ni una gufa sobre el modo de conducir realmente un estudio. La finalidad de este libro es cubrir esas carencias. El libro se basa en nuestra propia experiencia como inves- tigadores, en nuestra perspectiva tedrica (de la cual surge el mo- do en que concebimos nuestra interaccion con las personas de nuestra sociedad), en nuestros conocimientos culturales acerca de cémo actuar en la vida cotidiana, y en nuestro sentido ético. También hemos recurrido extensamente a relatos directos de otros investigadores y a varios de los escritos recientemente publicados que ponen en cuestién las concepciones tradicionales del trabajo de campo. Esta obra contiene una introduccién y dos partes principa- les, La introduccién trata sobre los métodos cualitativos en gene- ral y Ia tradicion teérica subyacente en la investigacion cualitati- va. La primera parte contiene un enfoque del tipo “cémo hacer- lo”. Los capftulos 2 y 3 tratan sobre la observacién particigante. En el capitulo 4 examinamos Ja entrevista en profundidad. El ca- pftulo $ considera una gama de enfoques creativos de la investi- gacién cuatitativa, El capitulo 6 describe el andlisis de datos en la investigacién cuatitativa En la segunda parte pasamos 2 la presentacion de resultados de la investigaciOn cualitativa. Después de una breve introduccién, incluimos una cierta cantidad de articulos basados en los métodos descriptos en lz primera parte. Muchos de los ejemplos utilizados cen Ja primera parte provienen de los estudios sobre los que se in- forma en la segunda. Todos estos art{culos son de nuestra auto- ria. Los presentamos porque itustran algunos de los modos en que se pueden asentar por escrito los resultados de Ia investigacion. ‘También los hemos elegido para aferrar el interés y Ia imaginacién de los recién llegados al campo de fa investigacion cuatitativa. Debemos algunas palabras de agradecimiento @ quienes nos han ayudado. Queremos agradecer a los numerosos colegas que a lo largo de los afios contribuyeron directa o indirectamente a la realizacion de este libro, en especial a Burton Blatt, Douglas Biklen, Blanche Geer, Betsy Edinger, Stan Searl, Janet Bogdan, Irwin Deutscher, Bill McCord, Michael Baizerman, Seymour Sara- son, y nuestros amigos del Center on Human Policy. También agra- decemos a las numerosas personas que trabajaron con nosotros en la realizaciOn de investigaciones cualitativas. A muchas de ellas PREFACIO B se las consideraba estudiantes, pero también fueron nuestros maes- tros. Agradecemos especialmente a Sue Smith-Cunnien por su au- torizaci6n para que incluyéramos fragmentos de sus notas de cam- po en el capitulo 3. También queremos agradecer a Dianne Fer- guson por sustraer tiempo a sus estudios y muchas otras activi- dades para ayudarnos en la preparacién del manuscrito, y a He- Jen Timmins por su apoyo general. Finalmente, agradecemos a Herb Reich, de John Wiley & Sons, por alenfarnos a escribir este libro. ‘Steve 1. Taylor Robert Bogdan Syracuse, Nuew York ‘Settembre de 1984 o Capitulo L INTRODUCCION IR HACIA LA GENTE El término metodologia designa e! modo en que enfocamos los problemas y buscamos las respuestas. En las ciencias sociales s¢ aplica a la manera de realizar la investigacion. Nuestros supuestos, intereses y propésitos nos llevan a elegir una u otra metodologia. Reducidos a sus rasgos esenciales, los debates sobre metodologie tratan sobre supuestos y propdsitos, sobre teorfa y perspectiva En las ciencias sociales han prevalecido dos perspectivas te6- ricas principales (Bruyn, 1966; Deutscher, 1973). La primera, el positivismo, teconoce su origen en ¢l campo de las ciencias socia- Tes en los grandes teéricos del siglo XIX y primeras décadas del XX, especialmente August Comte (1896) y Emile Durkheim (1938, 1951). Los positivistas buscan los hechos o causas de los fendmenos sociales con independencia de los estados subjetivos de los indi- viduos, Durkheim (1938, pag. 14) afirma que ¢l cientifico social debe considerar los hechos o fenémenes sociales como “cosas” que ejercen una influencia externa sobre las personas. La segunda perspectiva te6rica principat que, siguiendo a Deutscher (1973), describimos como fenomenoligica, posee una larga historia en Ia filosoffa y lz sociologia (Berger y Luckmann, 1967; Bruyn, 1966; Husserl, 1913; Psathas, 1973; Schutz, 1962, 16 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION 1967).! El fenomendlogo quiere entender los fendmenos socia- Jes desde Ia propia perspectiva del actor. Examina el modo en que se experimenta el mundo. La realidad que importa es lo que las personas perciben como importante. Jack Douglas (1970b, pég. ix) escribe: Las “fuerzas” que mueven a fos seres humanos como seres humanos y ‘no simplemente como cuerpos humanos... aon “materia significatin’”. Son ideas, sentimientos y motivosinternos, Puesto que los positivistas y los fenomendlogos abordan dife- rentes tipos de problemas y buscan diferentes clases de respues- tas, sus investigaciones exigen distintas metodologfas, Adoptando el modelo de investigacién de las ciencias naturales, el positivista busca las causas mediante métodos tales como cuestionarios, in- ventarios y estudios demogrificos, que producen datos suscepti- bles de andlisis estadistico. El fenomendlogo busca comprensién por medio de métodos cualitativos tales como la obsetvaci6n par- ticipante, Ja entrevista en profundidad y otros, que generan datos - La etnometodologia no se refiere a los métodos de investiga- cién sino al tema u objeto de estudio: cémo (mediante qué meto- + dologia) las personas mantienen un sentido de la realidad externa (Mehan y Wood, 1975, pég. 5). Para los etnometod6logos, los sig- ~ nificados de las acciones son siempre ambiguos y problemsticos. Su tarea consiste en examinar los modos en que las personas apli- can reglas culturales abstractas y percepciones de sentido comin — a situaciones concretas, para que las acciones aparezcan como ruti- arias, explicables y carentes de ambighedad. ‘En consecuencia, Jos significados son un logro prictico por parte de los miembros de Ia sociedad. ‘Un estudio de D. Lawrence Wieder (1974) ilustra Ia perspecti- wy va etnometodoligica. Wieder explora el moto en que los “adictos" en un hogar de transici6n utilizan un “cédigo de convictos" (axio: ‘mas tales como “no robar” 0 “ayudar a los otros residentes") para ‘isto es tipico de Jos etnometodélogor, que recorren grandes caminos pa- 1 distanciarse do otras perspectivas sociolipicat, en especial del interaccionis- ‘mo simbético. Por esta razén, han sido acusdos de accusr oomo la cuarila de un club privado, con sus propios héroes (Garfinkel, pero nunca Mesd 0 Blumer), 24 propio’ lengusje (“indexicalidad”, “reflexividad”, “principio ot- eétera”) y su propia sede (California). Es dificil evaluar los puntos de contac- to entre Ia etnometodologta y las otras perspectivar de la tradicién fenomeno- legica. Como socidlogos que se identifican con et intzraccioniame simbslico, encontramos muchas ideas utiles en los esoritos de Jor etaometodslogos. No obstante, sorpechamos que la mayor parte de ellos st desvincularfan répida- _mente del modelo de investigaciin descripto en este libro. A tat a 4 SBsto no os tan fécil como parece. En primer lugar, muchos etmometods- "" logos sostienen que la etnometodologéa s6lo puede ser vivida, y no descripta (véase Mehan y Wood, 1975), En segundo término, no siempre estd claro quiéa ‘8 y quién no ¢s un etnometodélogo. Douglas parece ser uno'de ellos en Ubros publicados on 1970 y 1971. Sin embargo, se desvinculé de esta perspective ‘en su obra posterior (véase Douglas, 1976, pigs. 117-118). - . INTRODUCTION. IR HACIA LA GENTE a explicar, justificar y dar cuenta de su conducta. Muestra oSmo los residentes “hacen conocer e} c6digo”, aplican mdximas a situa- ciones especificas, cuando se les pide que aclaren las causas de sus acciones: El cédigo, entonces, es mucho més un miétodo de justficacién y persua- sion moral que la descripeiin sustancial de un modo de vide organizado. Es vu modo 0 conjunto de modos de determinar que las actividades sean vistas ono mor, repeie eblatoramente onde (Wider, 1974, 158). As{, los etnometodélogos ponen entre paréntesis o suspenden su propia creenciz en la realidad para estudiar la realidad de la vida cotidiana, Garfinkel (1967) ha estudiado las reglas del senti- do comin 0 sobrentendidas que rigen la interaccién en la vida co- tidiana a través de una variedad de experimentos maliciosos que 41 denomina “procedimientos de fractura” (véase el capftulo 5). Mediante el examen del sentido comtn, el etnometodélogo trata de entender cémo las personas “emprenden la tarea de ver, des- eribir y expicar el orden en el mundo en el que viven” (Zimmer- man y Wieder, 1970, pag. 289) En este capitulo hemos intentado proporcionar una cierta idea de algunas de las dimensiones metodologicas y tebricas de la inves- tigacién cualitativa. El resto del libro esté dedicado a la reunién ¥ andlisis de datos, y a la presentacién de los descubrimientos de dicha investigacion. La Parte 1 trata sobre el modo de realizarla. Examinamos la ‘observacién participante, las entrevistas en profundidad y una mul- titud de enfoques cualitativos creativos. En la Parte 2 consideramos Ja presentacién de los resultados de la investigacion cualitativa y ofrecemos una serie de artfculos basados en datos cualitativos. Después de una nota de cierre en el capftulo 13, en el Apéndice inchuimos una muestra de notas de campo. Primera parte ENTRE LA GENTE COMO REALIZAR INVESTIGACION CUALITATIVA Capitulo 2 LA OBSERVACION PARTICIPANTE PREPARACION DEL TRABAJO DE CAMPO En éste y el proximo capitulo examinaremos la observacién participante, ingrediente principal de la metodolog{a cualitativa. La expresion observacién participante es empleada aqui para desig- nar la investigacin que involucra la irtteraccion social entre el investigador y los informantes en et milieu de los disimos, y duran- te la cual se recogen datos de modo sistemdtico y no intrusivo. Comenzamos nuestro examen def tema con la etapa del trabajo de campo previo: ubicar el escenario que se desea estudiar ¢ ingre- sar en él. El siguiente capitulo trata sobre la observaci6n participan- teen el campo, DDISERO DE LA INVESTIGACION En contraste con la mayor parte de los métodos, en los cuales jas hipdtesis y procedimientos de los investigadores estén determi- nados a priori, ¢l disefio de la investigacién en la observacién parti- cipante permanece flexible, tanto antes como durante el proceso real. Aunque los observadores participantes tienen una metodolo- - 2 \METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION * gia y tal vex algunos intereses investigativos generales, los rasgos _, especificos de su enfoque evolucionan a medida que operan.' ‘Hasta que no entramos en el campo, no sabemos qué pregunx tas hacer ni cémo hacerlas. En otras palabras, la imagen preconce- bida que tenemos de Ia gente que intentamos estudiar puede ser~ ingenua, engafiosa o completamente falsa. La mayor parte de los observadores participantes trata de entrar en el campo sin hipote-“" sis © preconceptos especffioos. Melville Dalton (1964) escribe: _. 1) Nunca estoy seguro de lo que es significativo como para formulst hi- 44 potest hasta que he Hegado x algun intimidad con la stuacién; pienso que ‘una hipétesis es una conjetura bien fundads; 2) una vez formulada, toda hips- ~* tosis se convierte on obligatoria hasta cierto punto; 3) existe el peligro de que Is hipétesis sea estimads por sf misma y actte como un sfmbolo sbusivo de ** 1a chencia, _ Uno de Jos autores de este libro participé en un proyecto de 44 investigacién en gran escala que destacaba los peligros de comenzar tun estudio con un disefio investigativo rigido, El diseflo de la inves- — tigacién de este estudio giraba en tomo de la distincién entre fami- lias de uno © dos progenitores, una diferenciacién comdn en la investigacién en ciencia social. Tanto el muestreo como los proce- dimientos analiticos fueron diseflados en torno de esta distincién. No obstante, cuando los investigadores de campo entraron en los hogares descubrieron que la diferenciaci6n entre familias de uno 0 dos progenitores representa una simplificacin grosera de la si- tuacin de vida de las familias actuales. Por ejemplo, en “familias de dos progenitores” hallaron parejas en las que uno de los conyu- ge3.n0 asumia ninguna responsabilidad respecto de los hijos, y otras en las que el esposo que trataba de cumplir con el rol paren- tal se ausentaba del hogar durante semanas. En familias de “un Progenitor” encontraron parejas convivientes en las que el no pro- genitor compartfa en términos de igualdad las responsabilidades por los hijos; parejas divorciadas que habfan vuelto a unirse, a ve- ces de modo permanente y otras por una sola noche; parejas con- vivientes en las que él no progenitor ignoraba a los nifios, y una multitud de otras relaciones. Ademds, los investigadores de campo toe 6S CS CECE ios ‘Por supuesto, ls propvestas por escrito destinadas 2 obtener fondos del ‘exterior requleren que el investigador expecifique el diseio de le invetigacién, ‘Cuando redactamos propuestas para estudios cualiativos proporcionamos una revision de ls bibliografin cuslitativa sobre la materia y uns descripcin deta- ada de lot métodos cuaitativos, similar ala de este Ubro. ta s LA OBSERVACION PARTICIPANTE. 2 aprendieron que vivir juntos (tanto para parejas casadas como no casadas) puede ser una situacién fluida; las circunstancias de la vida cambian regularmente. Complicando aun mds el estudio, algu- nas familias, especialmente las que recibfan subsidio pUblico, tra- taron de ocultar su situacién de vida a los investigadores. A pesar de estos descubrimientos, el estudio qued6 ligado a la distincién arbitraria entre familias de uno 0 dos progenitores, y se procedi6 segin el supuesto de que esto correspondia a Ja naturaleza actual de las relaciones familiares. Desde luego, la mayor parte de los investigadores tienen en mente algunos interrogantes generales cvando entran en el campo. Es tfpico que esos interrogantes pertenezcan a una de dos amplias ‘categorfas: son sustanciales 0 teéricos.? Entre los primeros se cuentan interrogantes relacionados con problemas especificos en un patticular tipo de escenario. Por ejem- plo, podrfamos estar interesados en estudiar un hospital para enfer- ‘mos mentales, una escuela, un bar, una pandilla juvenil. La segunda ‘categoria, la {eOrica, est4 mds estrechamente ligada con problemas socioibgicos bisicos tales como la socializacién, la desviacion y ol contro! social. Asi, el ptopésito enunciado par Goffman al estu- diar un hospital para’ enfermos mentales era desarrollar una version sociolbgica det “'si-mismo” (self) mediante el andlisis de situacio- res en las cuales el sf-mismo es atacado. ‘Ambas -categorias estin interrelacionadas. Un buen estudio cualitativo combina una comprensién en profundidad del escena- rio particular estudiado con intelecciones teOricas generales que trascienden ese tipo particular de escenario. Después de entrar en el campo, los investigadores cualitati- vos con frecuencia descubiren que sus dreas de interés no se ajustan a sus escenarios. Sus preguntas pueden no. ser significativas para las perspectivas y conductas de los informantes. En un estudio ‘sobre salas institucionales para “‘retardados severos y profundos”, tuno de los autores de este libro comenz6 con la intencion de inda- gar las perspectivas de los residentes respecto de la institucién, pero s enoontrd con que muchos internados eran ‘no verbeles”” y otros muy renuentes a hablar sin trabas (Taylor, 1977). Volvi6 entonces su atencién hacia las perspectivas dei personal, Jo que demostré constituir una Ifnea de indagacion fructffera. Lo mismo ccurrié en un estudio sobre un programa de entrenamiento para 2Gtaser y Strauss (1967) distinguen entre teoria “sustancial” y “formal”. sta es una diferenclaciOn andloga x 'a que realizamos aqus u \METODOS CUALITATIVOS: DE INVESTIGACION el trabajo. de desempleddos “resistentes” (Bogdan, 1971). Los in- vestigadores esperaban estudiar Ia “resocializacion”, pero pronto advirticron que otros factores eran mucho més importantes para ‘comprender el fendmeno. ‘Una vez iniciado el estudio, no debemos sorprenderos si el escenario no es como penaibamos que era (Geer, 1964). En parti- cular, probablemente el investigador interosado en cuestiones te6- Ticas encuentre que un escenario determinado no es el convenien- te para satisfacer sus interrogantes. Quien esth ligado a cierta cues- tion teérica en especial debe estar preparado para cambiar un es- cenario por otro, Nuestro consejo es no aferrarse demasiado # nin- ain interés tedrico, sino explorar los fenémence tal como ellos emergen durante la observacién. Todos los escenarios son intrin- secamente interesantes y suscitan impottantes cuestiones teéricas. En el momento en que los observadores participantes iniclan un estudio con interrogantes e intereses investigativos generales, or lo comin no predefinen la naturaleza y numero de los “casos ~escenarios 0 informantes— que habrin de estudiar. En los estudios cuantitativos tradicionales, los investigadores seleccionan los casos sobre Ja base de las probabilidades estadisticas..E] muestreo al azar © estratificado y otras técnices probabilisticas tienen la finalidad de asegurar la represenitatividad de los casos estudiados respecto de una poblacion’ mayor en Is cual estd interesado el investigador. Los investigadores cualitativos definen tfpicamente su mues- tra sobre una base que evoluciona a medida que el estudio progre- sa, Glaser y Strauss (1967) utilizan la expresién “muestreo teéri co” para designar un procedimiento mediante el cual los investi- gadores seleccionan conscientemente casos adicionales a estudiar de acuerdo con el potencial para el desarrollo de nuevas intelec- ciones © para el refinamiento y la expansién de las ya adquiridas, Con este procedimiento, los investigadores oxaminan si los des- cubrimientos de un escenario son aplicables a otros, y en qué medi- da, De acuerdo con Glaser y Strauss, el investigador deberfa Hevar a un rendimiento maximo ba variacién de casos adicionales seleccio- nados para ampliar la aplicabilidad de las intelecciones teéricas, En ia observacién parttcipante, el mejor consejo es arreman- arse los pantalones: entrar en el campo, comprender un escenario Unico y sélo entonces tomar una dectsi6n sobre el estudio de otros escenarios. Cualquier estudio sugiere una cantidad casi ilimitada de Ifneas adicionales de indagacién. Hasta que uno no se compro- mete realmente ‘en el estudio, no puede saber cudl de esas lineas serd la més fructffera. La Stata t 3 Bee CELE EL t a Bea L t a LA ORSERVACION PARTICIPANTE 35 En el estudio de la institucién estadual para retardados, e! investigndor pas6 el primer afio en observacién participante en una nica sala, Hacia el fin de ese afio habia adquirido una com- prensiOn en profundidad de las perspectivas y rutinas del personal de esa sala. En los términos de Glaser y Strauss (1967) habia al- canzado el punto de “saturacién teérica”. Las observaciones adi- cionales no conducfan @ comprensiones adicionales. Una vez de- cidida Ia continuacion del estudio, el investigador enfrento ia nece- sidad de seleccionar otros escenarios para observar. Podfa satisfa- cer intereses sustanciales 0 tedricos (formales), Entre las princi- pales posibilidades se contaban las siguientes: Foco sustancial Otros aspectos de la vida del personal de atenci6n. Otros aspectos del trabajo de! personal {por ejemplo, progra- mas de entrenamiento). Otras salas de fa misma instituci6n, Otras salas en otras instituciones. Otro tipo de personal en la instituci6n (por ejemplo, adminis- tradores, profesionales). Foco tebrico Oto tipo de instituciones totales (por ejemplo, hospitales ‘siquidtricos, prisiones). ‘Otro tipo de organizaciones relacionadas con los sujetos men+ talmente retardados, Otro tipo de organizaciones que “procesan personas” (pot ejemplo, escuelas, organismos de asistencia social). Otro tipo de organizaciones (por ejemplo, fabricas). El investigador prosiguid con su interés sustancial en institu- ciones para retardados mentales, estudiando al personal de aten- cion y a los administradores de’ otras instituciones. Otros investi- gadores podrian haber adoptado un diferente foco sustancial, de- sarrollado un foco te6rico 0 concluido el estudio como una des- cripcién etnogréfica de una tnica sala. 36 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION ‘SBLECCION DE ESCENARIOS El escenario ideal para la investigacién es aquel en el cual el ob- servador obtiene fécil acceso, establece una buena relacién inme- diata con los informantes y recoge datos directamente relaciona- dos con los inteteses investigativos. Tales escenarios s6lo aparecen yaramente. Entrar en un escenario por lo general es muy dificil. Se necesitan difigencia y paciencia, El investigador debe negociar el acceso, gradualmente obtiene confianza y lentamente Tecoge datos que solo a veces se adecuan a sus intereses. No es poco fre- ‘uente que los investigadores “‘pedaleen en el airo” durante sema- nas, inchiso meses, tratando de abrirse paso hacia un escenario. No siempre se puede determinar de antemano si se podré ingresar en un escenario y satisfacer los Propios intereses. Si se ‘tropieza con dificultades, hay que insistir. No hay gufas para s2- ber cudndo se deberfa renunciar a un escenario, Pero si el inves tigador no puede realizar sus mejores esfuerzos para obtener acce- 80 a un dmbito de estudio que le interesa, es improbable que sepa abordar ios problemas que inevitablemente surgen en el curso del trabajo de campo, Recomendamos que los investigadores se abstengan de estu- iar escenarios en los cuales tengan una directa participacion per- sonal © profesional? En los observadores novatos existe la tenden- cia a estudiar el medio de amigos y parientes. Cuando uno estd directamente involucrado en un escenario, ex probable que vea las cosas desde un solo punto de vista. En la vida cotidiana, las Personas asumen modos sobrentendidos de ver las cosas, y equi- paran lo que ven con la realidad objetiva. El investigador debe aprender a considerar que su vision de la realidad es slo una entre muchas posibles perspectivas del mundo. Por otra parte, el temor Eate problema es mucho mis complicado de fo que lo presentamos aqui, Ha habido algunos estudios destacados encritos por personas que fueron par ficipantes de lox escenarios que observaron. Ei estudio de Becker (1963) 20. bre los misicos de jazz y ¢] estudio de Roth (1963) sobre un hospital para tubsrcufosos son ejemplos excelentes. Riemer (1977) proporciona una bue- ‘na tesefia de investigaciones realizadas por participantes en escenarios. Por las razones que hemor enunciado, sostenemos que es preferible no estar int. ‘mamente ligado al objeto de estudio, en particular si no-se tiene experiencia fen Ia observacion participante. Cuanto més préximo se ert a algo, mis difi- cil resulta desarrollar la perspectiva critica necesaria para conducir una inves. ‘tigaci6n consistente. a ta cb bs tb ta 3 t s BtEB CEC ‘ a oe or oe or ey a LA OBSERVACION PARTICIPANTE a” a ofender a amigos podria tender a limitar lo que se escriba en os informes sobre la investigaci6n. Quienes observan en los dominios de su propia profesion en- frentan problemas similares. Es dificil para personas entrenadas ‘en un drea profesional mantener en suspenso sus propias perspec- tivas y sentimientos. Tendern a compartir con los informantes supuestos de sentido comun. Por ejemplo, conocemos a un obser- vador de un programa de “modificaci6n conductal” que catacte- izaba fa conducta de los clientes como “apropiada” 0 “inapro- piada”. Jack Douglas (1976) sostiene que los investigadores deberfan ‘mantenerse alejados de 4reas en las cuales se sienten profundamente comprometidos. Aunque éste es un sano consejo general, la inves- tigacion nunca esté “libre de valores” (Becker, 1966-1967; Gould- ner, 1970; Mills, 1959). Los investigadores casi siempre desarro- lan algunas simpatias hacia las personas que estudian. Ademds, ‘como Jo aprendi6 el investigador en la institucién para retardados, algunos escenarios ofenden a tal punto le sensibilidad humana del investigador que resulta imposible permanecer desapegado y de- sapasionado. ACCESO A LAS ORGANIZACIONES. Los observadores participantes por lo general obtienen el acceso fa las organizaciones solicitando el permiso de los responsables. A estas personas las denominamos parteras (Becker, 1970). ingre- sar en un escenario supone un proceso de manejo de Ia propia iden- tidad, de proyectar una imagen que asegure las méximas probabi- lidades de obtener el acceso (Kotarba, 1980), Se treta de conven- cer al portero de que uno no es una persona amenazante y que no dafiard su organizacion de ningin modo. Es especialmente probable que los porteros se sientan cémodos con los estudiantes. La mayor parte de las petsonas suponen que los estudiantes deben cumplir con tareas asignadas en sus clases © con exigencias de los programas, Los estudiantes ingenuos y ansiosos con frecuencia atraen simpatfa y ayuda, Es muy proba- ble que los porteros den por sentado que quieren aprender hechos y tareas concretos en contacto con “expertos". En muchos casos dard resultado el enfoque directo. La gente suele sorprenderse de lo accesible que suclen ser la mayorla de las organizaciones. Uno de los autores de este libro realiz6 un es- 38 METODOS CUALITATIVOS DE INVESTIGACION tudio sobre. vendedores a domicilio en dos compafiias (Bogdan, 1972). Aunque estas compafias entrenaban a los aspirantes a vende: dores en Ia técnica de la tergiversacion calculada, los jefes de ofi- cina de la sucursal abrieron sus puertas al investigador al cabo de minutos de haber formulado su solicitud de autorizacion para ob- servar. De hecho, uno de los jefes de Is sucursal dio el permis por teléfono cusndo el investigador respondio a un “llamado” en el periddico para atraer postulantes dispuestos a recibir el en- trenamiento del programa. No todas las organizaciones son tan fécilmente estudiables, Los escalones superiores de lus corporaciones (Dalton, 1964), hos- pitales (Hass y Shaffir, 1980) y grandes organismos gubernamen- tales son de penetracién notoriamente diffcil. El investigador pue- de esperar que s le consienta s6lo una répida recorrida o que se Jo rechace abiertamente. El mismo investigador que estudi6 a los vendedores a domicilio intenté primero observar un programa de entrenamiento para bomberos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Oficiales de distintos niveles quisieron entrevistarlo perso- nalmente. Después de cada entrevista le decfan que pera permi- tirle el acceso debian obtener el permiso escrito de alguna otra persona, Cuando finalmente recibié una autotizacién a prueba para conducit el estudio, ya habia perdido las esperanzas y estaba dedicado a los vendedores. Cuando el enfoque directo no da resultado, es posible emplear otras técticas para obtener acceso a un escenario, Muchos inves- tigadores han logrado el ingreso en organizaciones gracias a que alguien respondfe por ellos. Tal como lo sefiela Hoffmann (1980), Ja mayor parte de los investigadores cuentan con amigos, parien- tes y conocidos que: tienen contactos dentro de organizaciones. Esas personas pueden ser reclutadas para que ayuden a persuadir 2 porteros renuentes. Del mismo modo, un mentor o colega puede escribir una carta de apoyo con membrete oficial a, porteros en perspectiva (Johnson, 1975), Si todo lo demds falla, se puede trater de ingresar a una organi- zacién “por la puerta trasera". Por ejemplo, hemos observado ins- tituciones siguiendo a miembros de la familia y personal desde otros organismos. En un caso uno de nosotros obtuvo permiso oficial para visitar, y después negoci6 el acceso regular con perso- nal de nivel inferior. Aunque el cardcter de voluntario puede obs- taculizar la investigacién, algunos obscrvadores lograron su ingre- #0 inicial en un escenario asumiendo aquel rol y demostrando que eran individuos dignos de confianza. a te ts Let Ce, Ca tata Dptaets Ce cd L i LA OBSERVACION PARTICIPANTE 39 Una de las ironfas de la observacién de organizaciones reside en que, una vez que los investigadores han logrado que los porteros autoricen su acceso, e8 tipico que deban tomar distancia respecto de éstos (Van Maanen, 1982, pégs. 108-109), Muchas organizaciones ‘® caracterizan por Ia tensi6a, si no por e! conflicto, entre los nive- les superior e inferior de Ia jerarqufa. Si a los investigadores les interesa estudiar a personas de los niveies inferiores, no deben apa: ecer como colaborando con porteros y funcionarios, o flanquedn- dolos. Deben tener también en cuenta la posibilidad de que los orteros les requieran informes sobre 1o que han observado, Cuan- 0 negocian su acceso, la mayor parte de los observadores sblo se comprometen a proporcionar a los porteros un informe muy gene~ ral, tan genera! que nadie pueda ser identificado, Debe quedar en claro que entre el intento inicial por lograr el acceso y el comienzo de las observaciones puede mediar un lapso significative. En algunos casos no se podré obtener la autorizacién para, observar, y habré que empezar todo de nuevo en alguna otra ‘organizacién, Esto hay que tenerlo presente cuando uno disefia 181 estudio, No es poco comiente entre investigadores no experim tados (especialmente estudiantes que preparan disertaciones 0 tesis) que no prevean el tiempo necesario para lograr el acceso y completar el estudio, [AQOESO A LOS ESCENARIOS PUBLICOS Y CUAS! FUBLICOS Muchos estudios son realizados en escenazios piblicos (parques, edificios gubernamentales, aeropuertos, estaciones ferroviarias y de Omnibus, playas, esquinias de la ciudad, salas pblicas de reposo, teétera) y semipiblicos (bares, restaurantes, salones de pool, tea- tros, negocios, etcétera). En estos escenarios por lo general los investigadores ‘no deben negociar su acceso con los porteros. A ‘es0s lugares todos pueden entrar. Desde luego, en los escenarios cussi piblicos (establecimientos privados) para continuar las ob- servaciones el investigador debe obtener el permiso de! propictario. ‘Aunque obtener acceso a estos escenarios no representa un problema, el observador participante (en tanto participante como Opuesio @ pasivo) debe desarrollar estrategias para interactuar con los informantes. Si uno se ubica durante el tiempo suficiente en kt posicién correcta, un poco antes 0 un poco después ocurrid al- 40, Prus (1980) recomienda que en tos lugares piblicos e] abserva- dor se ubique en “puntos de mucha accion”. En otras palabras, 40 METODOS CUALITATIVOS DE. INVESTIGACION ir hacia donde estén las personas y tratar de iniciar con alguna de ellas una conversacién casual. Liebow (1967) describe o6mo encontré a Tally, el informante clave en su estudio sobre hombres negros de un grupo de esquina, mientras conversaban sobre una trivialidad en la calle frente a un restaurante de comidas para evar, Ese dfa Liebow pasd cuatro ‘horas con Tally, bebiendo café y holgazaneando en el restaurante. Después de su encuentro con Tally, el estudio de Liebow prosperé. Antes de mucho, Tally lo presents a los otros y respondié por é] come por un amigo. Pero cuando se va a permanecer en un punto durante largo tiempo, es preferible asumir un rol aceptable. Aunque no es mal visto que personas que no se conocen inicien una conversacién casual, la gente sospecha de ias motivaciones de alguien que de- muestra demasiado interés en los otros o formula demasiadas pre- guntas. El observador participante es fécilmente confundido con el-cuentero, el voyeur, el tenorio 0, en ciertos circulos, el agente encubierto (Karp, 1980). William Foote Whyte (1955) narra sus esfuerzos por ubicar un informante en su estudio “Cornerville”. Siguiendo €1 consejo de un colega que fe recomendé concurrir aun bar, pagarle un trago a una mujer y alentarls a que le conta- ra la historia de su vida, se encontré en una situaci6n emberazosa. Whyte (1955, pag. 289) escribe: Micé a mi alrededor nuevamente y advertf a un terceto: un hombre y dos mujeres. Se me ocurrié que las mujeres estaban mal distribuides y que yo po- ‘fa recificar In stuacién. Me acerqué al grupo y dije algo as{ como “Perdén... ‘De permitirfan unime a usteder?” Hubo un momento de silencio mientras al hombre me miraba fijamente. A continuaciin a ofrecié a tirarme oacale- ‘as abajo. Le aseguré que n0 era necesario y fo demostré saliendo del lugar sin ninguna ayuda. Algunos investigadores que han conducido con éxito estudios sobre escenatios piblicos y cuasi piblicos adoptaron un rol par- ticipante aceptable. En un estudio sobre rateros y delincuentes, Polsky paso horas jugando al pool. Segin él, si se quiere estudiar criminales, se debe ir a Jos lugares donde pasan su tiempo de ocio Y ganarse 1a confianza de algunos de ellos. Laud Humphreys (1975), cuyo estudio ha sido criticado desde el punto de vista ético, pero que ha demostrado una enorme sensibilidad ante las personas es- tudiadas, desempef'o e! rol de “voyeur” y “ozo” en un estudio ‘sobre €] sexo impersonal en jas salas publicas de reposo, 4 pa te tat a t tat t i tate ba tat

You might also like