You are on page 1of 24
3 La neurofarmacologia y el control delaconducia Enfermar y desconfiar considéranlo pecami= novo: [a gente camina con cuidado. {Un tonto es ‘quien sigue tropezando con piedras 0 con hom- bres! Un poco de veneno de vex en cuando» prodluce suehos agradables. ¥ mucho veneno al f= nal, ara tener un mori agradable Prisbaien Nicrascii, Asi babl6 Zeratustra, 1S o el pensador del siglo xx cuya obra haya experi- ‘mentado un mayor encumbramiento, para luego caer en desgracia, ha sido Sigmund Freud, el fundador del psi- coanilisis, A mediados de siglo era universalmente valo- ado en Occidente como el hombre que habja descubier- to las més profundas verdades sobre la motivacién y deseos humanos. El complejo de Eaipo, el inconscien- te, laenvidia del pene el deseo de mori.. eran conceptos de Freud que los expertos prodigaban en ls fiestas para -75 las de sofisticados. Hacia finales de siglo, sin em- i fle o que de cientifico. Esto hemos de agradecérse- cognitiva y en el nuevo El reudismo se construyé sobre la premisa de ray sobre lapremisa de que las enfermedades mentales entre elas trastornos tan gra ves como ia psicosis maniaco-depresivay la equizolre- nis— eran de naturaleza primordialmente psivoligica; ¢s decir, eran producto de disfunciones mentales que jcurrian en algtin plano por encima del sustrato biologi co del cerebro. Est teria se vio minada por elite yyos efectos fueron descubiertos por casualidad por un Psiquiatraaustralano, John Cade, que lo administré 2 pacientes maniaco-depresivos en 1949," Varios de estos pacientes se curaron milagrosamente, lo gue dio inicio a ‘un proceso que contemplais la sustitucion de la terapia macos en el transcurso de las dos generaciones siguien tes: EL ito tan aso marcel comienco de un eentica perfodo de investigacin y desarrollo en el ambito de la neurofarmacologia que daria lugar, finales de siglo, a ‘una nueva generacin de medicamentos, como el Prozac yl Ritalin, cayos efectos en la sociedad apenas empeza- mos acomprender. El auge de las sustancias psicotrdpicas ha coincidido con lo que se ha dado en denominar «revolucidn del nevrerananony sdesi un vst intent de os conocimientos cientficos acerca de la naturaleza biogui- mica del cerebro y de sus procesos mentales* El freudis- ‘mo podria compararse a la teoria desarrollada por un —% grupo de hombres primitivos que encuentran un aiuto rmévil eintentan explicar su funcionamiento sin ser capa ces de abrir el capd, Observan la fuerte correlacién oxis- tente entre [a aecidn de pisar el acelerador y el avance del lo, elaboran la teoria de que existe algin meca- sonecta ambos hechos y convierte un liquide tuna enorme ardilla nismo qui «en movimiento de las ruedas.. quiz tencerrada en wna jaulao tal vez alguna especie de enano. Sin embargo, no saben nada de hidrocarburos, de com- bustién interna o de ls valwulas y los pistones que llevan a cabo la verdadera conversion de energia. La neurociencia moderna ha abierto, de hecho, el capé y nos ha permitido vislumbrar, aunque sea de ma- nera imprecisa, el motor. La docena, més o menos, de neurotransmisores —como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina— controlan laactivaci6n de la sinapsis, nerviosas y la transmisidn de sefiales através de las neu ronas en el cerebro. Las concentraciones de estos neuro~ transmisoresy el modo en que interact afectan direc: tamente a nuestras sensaciones subjetivas de bienesta, amor propio, miedo, cte. Sus concentraciones base estén influidas por hechos que ocurren en el entorno y tienen mucho que ver coa lo que entendemos por personalidad. Mucho antes de que la ingenieria genética se convierta en ‘una posibilidad, los conocimientos sobre la quimica del cerebro y la capacidad para manipularla llegarén a cons. tituir una fuente importante de control de la conducta aque tendra significativas implicaciones politica. Ya nos hallamos en medio de esta revolucién, y no es preciso re currir a argumentos de cieneia ficeién para ver en qué puede desembocar. Piénsese en el antidepresivo Prozac, fabricado por Eli Lilly, y en otros farmacos relacionados, como el Zoloft re de Pfizer o el Paxil de SmithKline Beecham. El Prozac, 0 Aluoxetina, es lo que se denomina un inhibidor selectivo de la recaptacién de serotonina (ISRS), que, como su propio nombre indica, bloquea la reabsorcidn de la sero tonina por las sinapsis nerviosas e inerementa, de forma «fectiva, sus concentraciones en el cerebro. La serotoni- a eS Un neurotransmisor clave; las concentraciones ba- jas se asocian, tanto en Tos humanos como en otros pr mates, con un bajo control de los impulsos, con una agresividad incontrolada contra objetivos inapropiados ysen el caso de los humanos, con la depresidn, la agres vidal y el suieidio, No sorprende, pues, que el Prozac y sus parientes emergieran como un fendmeno cultural de enorme im- Portancia en las postrimerias del siglo xs. Tanto en Escw chando al Prozac, de Peter D. Kramer, como en Nacion Prozac, de Elizabeth Wurtze, se elogia este firmace considerndolo un remedio portentoso que obra cam- bios milagrosos en la personalidad.* Kramer describe el «aso de una pacientesuya, Tes, que padecia una depre sion erdnica y habia entablado una setie de relaciones masoquistas con hombres casados y Hogado a un punto uerto en el trabajo, Después de algunas semanas con: sumiendo Prozac su personalidad experiment6 un cam- bio radical: ompié su relacién con un individuo que la maltrataba y empez6 a salir con otros hombres; eambi6 por completo su citculo de amistades y se volvi6 mas se- ura y menos sumisa en su estilo de gestin en el traba jo. Bl libro de Kramer se convirtiéen un éxito de ventas ' y favorecié sobremanera el uso y la aceptacién del ‘maco. En [a actuaidad el Prozac y sus parientes han sido consumidos por unos 28 millones de estadounidenses, el 10 % dela pobiacisn total Como quiera que las mujeres tue sufren depresidn o falta de sutoestima son mas nu~ tina suerte de icon feminista:el éxito de ‘Tessa iberarse de una relacién degradance ha sido emulado, evidente- mente, por muchas mujeres las que se es han recetado inhibidores de la recaptacisn de serotonina Noes de extraitar que lo farmacos conocidos por te- net ete ipo de efets yan genera uns polénia considerable, Algunos estudios han indicado que el Pro- zac estan cic como spesaba yeh rite cs tancia. El con- Kramer por exagerar en exceso su import onstituyen libros como Talking Back to Prozac} de Pe~ ter Breggin y Ginger Ross Breggin, y Prozac Backlash; de Joseph Glenmullen, que sostienen que el farmaco produce un singin de ectos secundarios que sus fabri- stos crticos han afirmado cantes ban inrentado ocultar. Pr nento de peso, tes nervinsos, que el Prozac provoca aum » pérdida de memoria, disfunciones sexuales, suiciios, violencia y dafios cerebrales. Puede muy bien suceder que, con el tiempo, el Pro- ipsicdticos como la to- zac siga el mismo camino que a rans dj de ser consi vn rere agro ido a unos efectos secundarios a largo plazo que ape- sarseconoa conde ens a ema, Can ode problema politico y moral mas dfil surgir si se descu~ bre que el Prozac es completamente seguro y siel férma- cou otros similares ain por descubrir— funciona tal como reza la publicidad. Porque se dice que el Prozac afecta a la més fundamental de las emociones politcas: la valoracién de uno mismo, 0 autoestima. ; La autoestima es, desde lnego, un concepto psicol6~ je moda, algo que, segin se dice sin cesar a a Tos estadounidenses, hay que potenciar, Sin embargo, hac referencias un aspect capital de la pscoogé mana: el deseo de toda persona de obtener reconoci siento. Séerates, en La repuilica de Platén, manifesta ba que el alma se compone de tres partes distintas, la parte concupiscente (deseo), la parte racional y, p mo, la que denomind rhymos, un vocablo griego que suele traducirse como stemperamento>. El thymos es el lado orgulloso de lz personalidad humana, la parte que cexige el reconocimiento de la valia 0 dignidad propias por parte de los dems. No se trata de un deseo de alggin bien w objeto material para stfacer una necesdad —a dad» que los economistas suelen ver como la fuente de la motivaciin humana—, sino mas bien de una ex sencia intersubjetiva de reconocimiento del status pro- Pio por parte de algin otco ser humano, De hecho, e! ‘evonomista Robert Frank sedala que gran parte delo que dc), una necesidad de reconocimiento del status, 0 lo que él denomina «bienes posicionales».° Es deci, desea- ‘mos tener un Jaguar no tanto porque nos gusten los co- ches bonitos como porque queremos superar el BMW de nuestro veeino. La necesidad de reconocimiento no tiene por qué.ser personal; uno tambien puede exigir ue do, su nacién ola justicia de su causa. Ls mayora dos tericosen materia polcahin a mnitido la importancia del reconocimiento el papel par ticularmente erucal que desempeta en la pois, Un Principe que lucka conta otro no lo hace movide por una necesidad de tierras 0 de dinero; por lo comtin ya tiene mis de lo que puede abarcar. Lo que anhela es que seadmita su dominio osu soberanis, que ele reconozca —80— como rey de reyes. La necesidad de reconocimiento pri scuencia sobre los intereses econémicos; a al- gunas naciones nuevas, como Usrania y Eslovaquia, les habria convenido seguir formando parte de paises mayo- res, pero lo que ambicionaban no era el bienestar econd- sino tener una bandera propia y representacién en Naciones Unidas. Por esta razén el fildsofo Hegel creia que el proceso hist6rico estaba impulsado, fundamental: ‘mente, por la lucha por el reconocimiento, empezando con la primordial «batalla sangrienta» entre dos conten serminar cual serfa el amo y cul el escla dientes para. vo, y finalizando con el surgimiento de Ia demoeracia ‘moderna, en la cual todos los ciudadanos eran considera- dos hombres libres y dignos del mismo reconocimiento, Hegel pensaba que la lucha por el re to constituia un fenémeno puramente humano y, de hecho, era en cierto seatido esencial para explicar el sig nificado de la naturaleza humana, Sin embargo en esto se equivocaba: e! deseo humano de reconocimiento tiene tun sustrato bioligico que tambiGn ests presente en otras 3s especies se especies animales. Los miembros de m organizan en jesarqufas de dominio (el término pecking trder® esta inspirado, naturalmente, er las gallnas). En ¢l caso de los parientes primates del hombre, como los gorilas y sobre todo los chimpaneés, la lucha por el ran fg0 dentro de una jerarquia de dominio adquiere tintes ‘muy untanos. Ean libro con el oportuno titulo de La politica de los chimpancés,* el primatdlogo Frans de ‘Waal ha descrito, con gran profusién de detalles, las luchas por el rango libradas en el seno de una colonia ecking order: vonden de jeraequia. El verbo inglés co peck signifies lieralmente spicotear.(N. del a1 de chimpancés mantenidos en cautividad en Holanda Los chimpancés macho forman coaliciones, conspiran y se traicionan unos a otros, y manifiestan emociones muy semejantes al orgullo y Ia ira cuando su rango dentro de Ia colonia eso no reconocido por sus compaiicros. La lucha humana por ef reconoeimiento es, desde Juego, iafnitamente mas compleja que la que se produce entre los animales. Los seres humanos, en virtud de la memoria, el aprendizaje y su enorme capacidad para el razonamiento abstracto, son capaces de canalizar la Iu- cha por el reconocimiento hacia idcologias, creencias re- ligiosas, puestos en universidades, premios Nobel y otra miriada de honot l deseo de reconocimiento tiene una base biologic, y que dicha base guarda relacién con las concentraciones de serotonina en el cerebro. Se ha demostrado que los ‘monos situados en dominio tienen niveles bajos de serotonina y que, por el contrario, un mono que gana el rango de macho alfa ex periments una «subida de serotoninae. Por este motivo un féemaco come el Prozac parece tener tanta importancia politicamente hablando. Hegel sostiene, con ciertajusticia, que todo el proceso hist6rico humane ha estado impulsado por une serie de luchas rei- teradas por el reconocimiento. La préetica totalidad del progreso humano ha sido consecuencia del hecho de que las personas jamés han estado satisfechas con el recon cimiento que recibian; tan sélo por medio de la lucha y del trabajo podian obtenerlo. El status, en otras palabras, habia que gandrselo, ya fuese en el caso de reyes 0 princi- pes o en el del vecino que aspirase al puesto de encarga do en una tienda. La forma normal y moralmente acep- table de superar la baja autoestima era luchar con uno .o importante, sin embargo, es que alafon inferior de la jerarquia de —n rismo y con los demas, trabajar con denucdo, padecer a veces sacrificios dolorosos y, por iltimo, alzarse y ser visto por los demas como alguien que ha tenido éxito en sus esfuerzos. Fl problems de la autoestima, tal como se entiende en la psicologia popular estadounidense, es que algo que todos deben tener Jo merezcan © no, Esto devali su busqueda resulte contraproducente. Sin embargo, ahora aparece la industria farmacéutica estadounidense, que por medio de medicamentos como l Zoloft o el Prozac puede suministrar autoestima en se convierte en un dere Ia autoestima y hace que feascos elevando las coneenteaciones de serotonina en el cerebro. La eapacidad de manipular la personalidad del modo en que describe Kramer suscita algunas preguntas interesantes. ,Podeia haberseevitado toda esa lucha en historia de la humanidad sila gente hubiesetenido més serotonina en el cerebro? gHabrian sentido César 0 Nax poledn la necesidad de conquistar gran parte de Europa de haber podido consumir un comprimido de Prozac de vez en cuando? En ese caso, zqué habria sido de la his- Esevidente que en el mundo cxisten millones de per sonas aquejadas de de autoestima se sinian muy por debajo de lo normal. Para ellos el Prozac y los firmacos relacionados han sido un regalo caido del cielo, Sin embargo, las concentacio~ nes bajas de serotonina no sefalan una condicién patolé: ica clara, y la existencia del Prozac abre las puertas alo que Kramer denomin6, como es bien conocido, «farma- cologfa cosmética»: 0 ea, la ingestidn de un farmaco no por su valor terapéutico, sino porque consigue que uno se sienta «mejor que bien». Si el sentimiento de autoesti- ‘ma es tan crucial para la felicidad humana, gquién no ‘esiGn clinica, cuyos sentimientos Be aquerra tener mis? Y asi se dea el camino expedito hacia tun férmaco que, en algunos aspectos, quarda una inquie~ tante semejaniza con el soma de Un mundo feliz, de Al- dous Huxley. Siel Prozac aparece como una especie pildora dela felicidad, el Ritalin ha llegado a actuar como un ostensi- ble instrumento de control social. Ritalin" es el nombre ‘comercial del metifenidato, un estimulante relacionado cestrechamente con la metanfetamina, Ia droga conoei- da cn los afios sesenta como speed. En la actualidad se cemplea para tratar un sindrome denominado «trastor- 1 deatenciéa con hiperactividads,o ADHD, «enfermedad» asaciada por lo comin con nifos de cor- ta edad que tienen dificultad para compostarse bien en chase, El trastorno de deficit de atencién (ADD) aparecié registrado como enfermedad en 1980 en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM), de la ‘American Psychiatric Association, Ia biblia oficial de los teastornos mentales. En una edicién posterior del DSA se eambié el nombre de la enfermedad por trastorno de deficit de atencién con hiperactividad, aiadiéndose hi- peractividad» como earacteristica califcativa. La inclu sién del ADD, y luego del ADHD, en el DSM fue de por si una novedad interesante. Tras varias décadas de in vestigacién nadie ha podido identifiear una causa del ADD/ADHD. El ADHD se reconoce solo por sus sintomas. En el DSM se enumera una lista de crterios de diagnéstico dela enfermedad, como la dficultad de con- centracién y la sobreactividad de las funciones motoras. Los médicos realizan lo que con frecuencia constituye un diagnéstico altamente subjetivo si el paciente mu fiesta un ntimero suficiente de los sintomas incluidos en no dedefi a la relacién, euya propia existencia puede, a menudo, no ser evidente." [Asi pues, no sorprende que los psiquiatras Edward Hallowell y Joha Ratey declaren en su libro TDA: con- trolando la hiperactividad que, «una vez que uno com- prende la naturaleza de este sindrome, tiende a v todas partes." Segiin sus estimaciones, 15 millones de estadounidenses pueden padecer alguna forma de ADHD. Si esto es cierto, Estados Unidos sufre una epidemia de proporciones verdaderamenteestremecedoras Hay, por supuesto, una explicacidn mas simple, y es que el ADHD noes una enfermedad, sino més bien el ex- tremo de la curva estad del comportamiento normal.” Los humanos jévenes, y éenespecial los ifios, no han sido diseitados por la evolu- cidn para permanecer sentados ante un pupitre durante horas seguidas, escuchando a un profesor, sino para co- rer, jugar y desarrollar otra clases de actividad fisic. Que les exijamos, cada vez. mis, que permanezcan sen tados en las aulas, 0 que los padres y profesores tengan menos tiempo para realizar con ellos tazeasinteresantes, es lo que crea la impresion de que existe una enfermedad que se esté extendiendo. En palabras de Lawrence Dille, médico y autor de una eritica del Ritalin tica que deseribe la distribucién Afrontamos la posibilidad de que el ADD sea un cajén de sastre que abarca una variedad de problemas de conducta infantil debidos a motivos diversos, tan- to psicosociales como biolégicamente predetermina~ dos. ¥ ol hecho de que el Ritalin sirva de ayuda en tantos problemas puede incitar a que se ensanchen los limites del diagndstico de ADD." —ss— EI Ritalin es un estimulante del sistema nervioso cen- al quimicamente relacionado con otras sustancias tan nfetamina o Ia cocaina, Sus «efectos farmacol6gicos son muy similares a los de las dos capacidad de atencin, cuforia, incrementa los niveles stringidas como [a mi drogas mencionadas: aumenta | sgenera una sensacidn d de energia a corto plazo y permite una concentracién mayor: De hecho los animales de laboratorio a los que se le da opcién de autoadministrarse Ritalin 0 cocaina no ‘muestran una preferencia cla por una sustancia sobre la otra. Estas drogas aumentan Ia atencisn, ls concentra- id y los niveles de energia también en las personas nor males. Utilizado en exceso, ef Ritalin puede ovasionar efectos secundarios semejantes a los de la mecani y la cocaina, entre ellos insomnio y pérdida de peso. Por «sa raz6n los médicos que recetan Ritalin a los comiendan adescansos» periddicos del farma bajas dosisprescrtas normalmente a los nis, el Ritalin ro parece creat ni mucho menos, una adiccisn tan inten- sa como la cocaina, pero en dosis mis altas sus efectos pueden ser similares. Esto ha llevado a la Drug Enforce- ‘ment Agency (Agencia de Control de Nareéticos; DEA) de Estados Unidos a catalogarlo como medicamento del Programa Il, de modo que se exige que los médicos lo prescriban por triplicado y se ejercen controles sobre los niveles de produccién total del fin Los beneficiosos efectos psicolégicos del Ritalin ex- plican su uso —o, como diria la DEA, sus abuso— por parte de un ntimero creciente de personas sin diagnésti- co de ADHD, Segin Diller, «el firmaco mejora poten- cialmente el rendimiento de cualquiera, nifio o adulto, snéstico de ADD o sin él»:® En los aos noventa, 1 Ritalin se coavirtis en uno de los medicamentos mis o. En las 86 constmidas en institutos y universidades, cuando los es tudiantes se percataron de que los ayudaba a estudiar para los exmenes y a prestar atencidn en clase. Sein afirmaba ua médico de la Universidad de Wisconsin, «aqui las salas de estudio no se diferencfan mucho de al- sgunas farmacias dela localidad»." Elizabeth Wurtzel, fa mosa por su libro sobre el Prozac, cuenta cémo un dia desmenuzé y esnifé cuarenta pildoras de Ritalin, lo que ala sala de urgencias y en una tera- desembocs en visi pia de desintoxica que robaban las pastillas asus hijos para su propio con. La politica del Ritalin es muy reveladora averea de nuestra insuficiente comprensién del carierer y la con- ducta, y nos ofrece un anticipo de lo que acontecers a genética —con su potencial in- jtamente mayor para perfeccionar el eomportamien: tose hace realidad. Aquellos que crcen padecer ADHD. suelen aferrarse con desesperacién alla idea de que su in- capacidad para concentrarse o rendir en alguna faceta de la vida no obedece, como se ha dicho a menudo, a una cuestién de debilidad de earéctero defalta de voluntad, sino que viene determinada por una condicién neurol6- ica. Al igual que los gays que apuntan 2 un «gen d homosexualidad» como origen de su comportamiento,, preferirian exonerarse a si mismos de la responsabili- dad personal de sus actos. Tal como lo express el titulo de un reciente libro a favor del Ritalin, nadie tiene la culpa” ‘Ahora bien, se da el caso de que existen muchas per sonas cuys hiperactividad o ineapacidad para concen- ‘arse son tan extremas que podria admitirse que la bio- logia es el determinante primordial de su conducts. Pero ‘én durante la cual eonocid a madves sien efecto, lain 87 é hay de aquellos que se sitéan en, digamos, el per- centil 15 de la distribucién normal de la capacidad de concentracién? Su condicidn tiene cierta base biolSgica, pero pueden tomar medidas que influyan en su grado fi- nal de capacidad de eoncentracién o de hiperactividad. Elaprendizaj, el caréetes, la pueden desempenar un papel decisivo, Considerar que las personas que se hallan en esa situacién estén aque- jadas de una enfermedad supone, por lo tanto, borrar Ia inea exist te entreerapia y perfeccionamiento. Sin «embargo, esto cs precisamente lo que han exigido los par tidarios de la mediealizacién del ADHD. En esto cuentan con cl apoyo de ciertos intereses muy importantes delos padres y profesores que no desean invertr la ener- sia y el tiempo necesarios para disciplina, divertir, en- ttetener o ensefara los nis difcies al modo de antaiio. Es comprensible, desde luego, que unos padres agobia- rabajo quieran hacer {cil comando un atajo médico, pero lo que €8 comprensible no siempre se corresponde con lo que es correcto. El grupo de presién més importante que repre- senta estos intereses en Estados Unidos es el CHADD, siglas de Children and Adults wich Attention-Deficit/ Hyperactivity Disorder (Nifios y Adultos con Trastorno de Déficit de Acencién o Hiperactividad), un colectivo de ayuda mutua, sin dnimo de luero, fundado en 1987 ¢ in tegrado por padres con hijos diagnosticados de ADHD. EICHADD se ve a si mismo como grupo de apoyo y centro de referencia de la informacién més actualizada sobre el ADHD y su tratamiento, y ha ejercido fuertes presiones para que se catalogue el ADHD como discapa- cidad y los nitios con diagndstico de ADHD tengan de- En primer lugar, el simple egoismo dos o unos profesores saturados de su vida 88 6m especial al amparo de la IDEA, s with Disabilities Education Act (Ley so bre Educacién de Personas con Discapacidades).* Fl CHADD ha mostrado una especial preocupacisn por- que no se estigmatice «los enfermos de ADHD por su condicién, En 1995 organizé una extensa campafia en fa vor de la recasficacibn del Ritalin como farmaco del Programa II, lo cual eliminarfael control de la DEA s0- bre su produccién toral y relajaria considerablemente las condiciones en ls cuales se prescribe y se obtiene el me- dlicamento La segunda fuente destacada de apoyo a la medica lizacidn del ADHD cs la industria farmaeéutiea, y en particular las compatias como Novartis (anteriormente Ciba-Geigy), que fabrican el Ritalin y sus parientes. El Lilly el fabricante de Prozac, ha dedicado una fortuna a rebatir la publicidad negativa sobre ls efectos seeunds rios de su principal fuente de ingresos, y lo mismo puede decirse de Novartis Esta presioné con fuerza para que se reclasificase el Ritalin como firmaco del Programa IIe hizo que aumentasen ls presiones de cara a un ine mento ripide de las cuotas de produccicn difundiendo, a principios de los aos noventa, rumores acerca de escasez de produccin inminente. La compafia farma- céutiea, no obstante fue demasiado lejos en 1998, cuan do la tentativa de reclasficacion fracas6 al eonocerse la noticia deque Novartis se habia abstenido de revelar una serie de donaciones, de casi 900,000 dolares,efectuadas al CHADD, a medicalizacin de un trastorno como el ADHD tiene importantes consecucncias poiticas y legaes. Se asin as leyes de Estados Unidos, el ADHD se considera actualmente una diseapacidad y, como tal, se permite a 8 quienes lo padecen acogerse a dos leyes independientes, la Seccitn 504 de la Vocational Rehabilitation Act de 1973, y la Individuals with Disabilities Education Act, aprobada en 1990, La primera prohibe la dscriminacién de las personas discapacitadas; la segunda proporciona fondos adicionales destinados a la educacién especial de aquellos que presentan discapacidades educativas reco- rnocidas oficialmente. La inchisidn del ADHD en la lista de discapacidades de la IDEA fue resultado de una pro- longada batalla politica que enfrenté al CHADD y otros grupos médicos y de apoyo con la National Education Association (NEA) — Seguro médico ental para persuns com ingress Bajos. (N 31 jo excandalo politico cuando se publics, revelé que en 1995, en el seno de un importante programa de ayuda médica del Medio Oeste, se administeaban estimulantes amis del 12 % de os nifios de edades comprendidas we los dos y los cuatro aos, y antidepresivos a casi el 4%. Leyendo el estudio entre lineas se hacia eviden aque estos firmacos 5 cetaban en indices significativa- en los programas de ayuda médica para ‘minorias que en el seguro médico global —de mayor ea lidad-— tambien sometido a estudio. Existe una desconcertante simetria entre el Prozac y 1 Ritalin. El primero se receta copiosamente a mujeres deprimidas con falta de auroestima; les confiere algo pa recido ala sensacin del macho alfa inducida por ls con- centraciones altas de serotonin. El Ritalin, por su parte, se prescribe en gran medida a nis de corta edad que se niegen a permanecer quictos en clase, porque la naturale za no ls ha disenado para ello. De manera sutil los dos sexos son empujados hacia esa personalidad andrdgina media, satisfecha de si misma y décil desde el punto de vista social, que es la politicamente correcta en la socie dad estadounidense actual La segunda oleada neurofarmacoldgica de la revolu- cin tecnolgica yase ha abatido con estrépito sobre no- sotros. Ya ha producido una pildora semejante al soma y tuna pfldora para controlar socialmente a los niios;pil- doras que parecen ser mucho mis eficaces de lo que la socializacién en la temprana infancia o las terapias frew danas del siglo xx fueron jams. Su uso se ha extendido a millones y millones de personas en todo el mundo, en medio de una gran polémica acerca de sus potencia les consecuencias para la salud fisica a largo plazo, pe- ro sin que se luda apenas alo que implican para nuestra —92- comprensién tradicional de la identidad y la conducta moral EI Prozac y el Ritalin no son sino la primera ger ign de farmacos psicotrépicos. En el furuto pricticamen tetodo aquello que, segin la imaginacidn populas, se pre vvé que lograré la ingenieria genética es més probable que se consiga a través de la ncurofarmacologia.”' Una va- riedad de sustancias conocidas como benzodiazepinas pueden utiizarse para influr en el sistema del dcido gam- maaminobutirico (GABA), a fin de reducir la ansiedad, mantener un estado consciente plicide pero activo ¢ inducir un suefio adecusdo en un periodo de tiempo mis ios de los sedantes. Es posible sa potencadores del sistema dela aceticlina ee ide hechos nue- f in. Los inhibi~ para incrementar el vigor y la motivac dores selectivos de la recaptacin de sero! aados con firmacos que afectan a los sistemas de la do- pamina y la noradrenalina, pueden producir cambios conductuales en las areas en las cuales interactiian los distintos sistemas neurotransmisores. Por dikimo, quiz lr el sistema opiceo endégeno para dad al dolor e inerementar el umbral sea posible manipy rebajar la sensibil de placer No es preciso que y los bebés de disefo para intuir qué clase de fuerzas po- liticas promove médicas; las vemos operar en el reino de la farmacologia. La proliferacidn de los farmacos psicotrépieos en Esta- dos Unidos pone de manifiesto la existencia de tres po- derosas tendencias politicas que reapareceran con la in .eremios ala ingenieria genética in el desarrollo de nuevas tecnologias % agenieria genética. La primera la constituye el deseo por partede a gente corrente de medicalizaren lo posible su conductay, de ese modo, redueir su grado de responsa- bilidad sobre sus propios actos. La segunda es la presién de los poderosos interesesecondimicos que participan en este proceso. Estos intereses de servicios sociales, como los profesoresy los médicos, que siempre preferiran los atajos bioligicos alas inter. venciones conductuales complejas, asi como a ls com igloban alos proveedores patias farmacEuticas que fabrican los medicamentos. La tercera cendencia, que dimana del intento de medicali- zarlo todo, es la proclividad a expandir las fronteras de lo terapéutico para cubrir un numero cada vez mayor de cireunstancias. Siempre se podra encontrar en alguna partea un médico que esté de acuerdo en que lasituacién angustiosa 0 desagradable de uno obedece a un trastor- no, y sélo seri cuestion de tiempo que la conmunidad en general reconozca tal trastorno como una discapacidad sujeta a compensacién por parte de los organismos pui- blicos He dedicado tanto espacio a los farmacos como el Prozac y el Ritalin no porque los considere intrinseca- mente malos 0 nocivos, sino porque creo que constitu- yen un presagio de lo que nos espera. Tal vez dentro de lunos cuantos aos pierdan acepracidn a causa de sus efectos secundatios inesperados, p plemente serin reemplazados por otros {eépicos mas sofistcados, eon efectos mas potents y es- pecficos Eltéemino «control social, naturalmente, evoca fan tasias derechistas de gobiernos que utlizan drogas que alteran la mente para produc sUbditos sumisos, Este te ‘mor concreto no parece fundado de cara. un futuro pre irmacos psico- 9 visible. Sin embargo, el conteol social pueden ejercerlo agentes sociales distintos del Estado: padres, profesores, sistemas escolares y otros nales en el modo en que se comporta la gente. Las demo- cracias, como seial6 Alexis de Tocqueville, estan sujetas avuna «trania de la mayoria», en la cual la opinidn ger ral desplaza ala diversidad y la diferencia genuinas. En nuestros tiempos esto ha dado en llamarse correccién politica, y vale la pena preocuparse ante la posibilidad de que la Biotecnologiz moderna no tarde en ser utilizada para obtener porentes atajos biol6gicos encaminados ala consecuci6n de fines politicamente correctos. Lancurofarmacologia también seiala cl camino hacia las posibles reacciones politicas. No hay dda de que los faemacos como el Prozac y el Ritalin x me nimeco de personas que no podrian ser ayudadas con otros métodos. Esto es asi porque existen, de hecho, muchas personas con depresién grave o excesivamente hiperactivas cuyo trastorno biolégico les impide disfru- tar de lo que la mayoria consideraria una vida normal. Dejando aparte quizis a los ciencidlogos, hay muy po- cos que aboguen por una prohibicién rotunda de este tipo de medicamentos, o porque se restrinja su uso en ex sos que sean a todas luces terapéuticos. Lo que puede y debe intranguilizarnos es la utilizacién de ales férmacos para a «farmacologia cosmética», para mejorar una dueta por otra parte normal, o para susticuir un compor tamiento normal por otro que alguien juzgue socialmen- tepreferible, Lasociedad estadounidense, como muchas otras, plas- sma estas rescrvas en su legislacién sobre los medica: rmentos. No obstante, con frecuencia nuestras leyes son incongruentes y estan mal elaboradas, amén de mal apli- 9 cadas. Tomemos como ejemplo el caso dela droga llama da «éxtasis», nombre que se da en la calle ala MDMA, o metilendioximetanfetamina, una de las sustancias ilega- les de ms répida expansi6n en los afios noventa, El éxea- sis, un estimulante muy similar ala metanfetamina, hizo furor en las discotecas. Soin el National Institute on Drug Abuse de Estados Unidos, un 8 % de los estudia millones de ha consumide MDMA como minimo una vez en su vida.” Aunque esti quimicamente relacionado con el Ri lin, el éxtasis produce un efecto mas parceido al del Pro- zac: estimula la liberacién de serotonina en el cerebro, Sus efectos alteran profundamente el humor y la perso- nalidad, como en el caso del Prozac, Véase el siguiente cjemplo de una adicta al éxtasis tes de secundaria —3, Quienes lo consumen suelen deseribir ese primer «colocén» como una de las mejores experiencias de su vida Jennie, de 20 afios, es una estudiante universitaria del estado de Nueva York. Nos conocimos en di- ciembre, mientras estaba de visita en Washington Tiene las facciones delicadas y la tex clara de una princesa de la musica folk. La primera vez que rod éxtasis, me dio, fue un aio atris, Le inspiré profun- das reflexiones. «Decidi que agin dis tendria hi- jos afirms con una asombrosa franqueza—. Antes pensaba que nunca los tendria, Tema no ser u nna madre, porque digamos que mi padre ab fisiea de talmente. Pero entonces pensé: *Querré a dc cllos”, y mii decision no ha cam- biado desde entonces.» Asimismo asegura que du ris hijos y euida —% rante su primer viaje de éxtasis empez6 a perdonar a su padre, comprendienda que «no existen las malas personas». ‘Ouras descripciones del éxtasislo presentan como una droga que aumenta la scnsibilidad social, fomenta la vin~ ‘raciéns efectos, todos ellos, que por lo comin cuentan con la aprobacién de la sociedad y guardan una escalo- friante semejanza con losatribuidosal Prozac. Sin embar- go, cl éxtasis es una sustancia restringida, cuya ven consumo sonilegales en cualquier circunstancia,e dos Unidos, mientras que el Prozac y el Ritalin son fir macos del Progeama II que pueden dispensarse legalmen- recon receta m qué se debe ladiferencia? El éxtasis provoca unos daios en el organismo que presumiblemente no se producen en el caso del Prozac yeel Ritalin, En la pagina web del National Institute on Drug Abuse s sa problemas psicoldgicos como «confusién, depre~ sion, problemas de suefio, adiecién, ansiedad aguda y paranoia»; sintomas fisicos como «tensién muscular, castafieteo involuntario de los dientes, nauseas, vision re el éxtasis se afirma que la droga caw talofrios 0 sudoracidn, y se ha demostrado que pro- duce lesiones cerebrales permanentes en los monos. Los estudios sobre el Prozac y el Ritalin estan, de he- cho, repletos de datos anecdéticos de efectos secunda- tios analogos (con la salvedad de las lesiones eerebrales Permanentes en monos) producides por estos dos far macos legales. Hay quienes sostienen que la diferencia se basa principalmente en la dosificacién: si se abusa de él, et Ritalin también puede producir efectos secundarios —9 graves: por eso sélo puede consumirse con control médi- <0, Sin embargo esto lleva ala siguiente pregunta: zpor que no se legaliza el éxtasis como firmaco del Progra ma IT? O en su defecto, gpor qué no se busca una droga farmacolégicamente similar que minimice los efectos se cundarios del éxtasis? La respuesta a estos interrogantes entronca de lleno con nuestra confusidn acerca de la criminalizactén de las drogas. Tenemos un criterio muy ambivalente con res- pecto a las sustancias que no poscen una finalidad tera péutica clara, y cuyo tinico efecto consiste en hacer que Ja gente se sienta bien. Dicho criterio se torna particu larmente ambivalente si el estado inducido por It droga perjudica de forma grave la capacidad de la persona de funcionar con normalidad, como sucede con la heroina y la cocafna. Sin embargo, también nos resulta dificil justi- fa emitir juicios acerea de lo que ¢s el «{uncionamiento normal» de una persona. {C6mo podemos justficar la prohibi cidn de la marihuana, cuando el aleohol y la nicoina, oxras dos drogas que nos hacen sentir bien, son legales?” A laluz de esta difcultades, nos resulta mucho mis facil prohibir las drogas basindonos en sus efectos nocivos, sobre el organismo: si son adiesivas, si eausan perjuici fisicos, si producen efectos secundarios no deseados a largo plazo, ec ficar nuestra ambivalencia, porque eso impli * Creo que se puede distinguir entre el alcohol y a sicotna, poruns parte y una droga comola marihuana,por ota, eno quese tefieralos efectos picolgcos. Es posible bebery fumar con mo- eracién de manera que no resulteafectad el funcionamiento social normal dela persons, Ott drogas, sin embargo induces estos que soa incompatbles eon cualquier forms de funsionamiente 50 ial norm 98 Dicho de otro modo, somos rea jos a adoptar una postura clara con respecto a las drogas basindonos tini camente en el hecho de que sean novivas para el alma o, expresado con la terminologia médica contemporinen, basdndonos tnicamente en sus efectos psicolégicos. Si mafana una compaiia farmacéutica inventase una pastilla de soma, cien por cien huxleyana, que nos hiciera felices y nos ayudara a fomentar los vinculos afectivos, socials, sin ningiin tipo de efe claro que alguien pudiese aducir un motivo para que no se permitiera su consumo. Hay muchos libertarios tanto de derechas como de izquierdas, que opinan que det ramos dejar de preocuparnos por ef alma o el estado in- terior de los demas y permitrlesdisirutar de las drogas, que quieran mientras no perjudiquen a tereeros. Si algn tradicionalistaexcéntrico protestase alegando que dicho soma no es terapéutieo, probablemence podria contarse con el apoyo de ls comunidad psiquiitrica para declarar Ia infelicidad como enfermedad ¢ incluiela en el DSM junto al ADHD. [Asi pues, no es preciso que esperemos a la llegada de Ia ingeniera genética humana para prever una époea en sensibilidad emocional y la sexualidad, asi como reducir Ia agresividad y manipular la conducta de otras muchas maneras. Todo eso ya se ha iniciado eon | actual de os secundarios, no est farmacos psicots6picos y adquirira un relieve mucho mayor con los medicamentos que les seguirin en un futuro cereano, oe 4 La prolongacién de la vida Muchos mueven demasiado rueren demasiado pronto, Toda de, y algunos cesta doctrina: «jMuerea tiempo!» Morir 2 tiempo: eso es lo que Zarstustra ens. En verdad, quien no vive nunca atiempo,gedmovaa monir a tiempo? ;Ojaki no hubiera nacido jams! Esto ¢s lo que aconscjoa los superfluos. Pero ta bign los superfluos se dan importancia con su tambin la nuer mis vaca de todas quie- Fupnict Nuevo, Ast hablo Zaratustra, 21 tercera viz mediante la cual la biotecnologia con- tempordnea afectara ala politica es através de la prolon- gacidn de la vida y de Tos cambios tanto demogrificos ‘como sociales que rendean lugar como resultado. Uno de los mayores logros de la medicina del siglo xx en Estados Unidos fue cl aumento de la esperanza media de vida, de 48,3 afios en los hombres 46,3 aftos en las mujeres en 1o1— 1900, a 74,2 afios en los primeros y 79,9 aftos en las se gundas en el 2000." Este eambio, sumada a un descenso espectacular de los indices de natalidad en gran parte del mundo desarrollado, ya ha generado un teldn de fondo demogrifico global muy distinto, que afecta a a politica ‘mundial y cuyas consecuencias podria decirse que ya se hacen sentir. Si se mantienen las pautas de natalidad y mortalidad aetuales,en el ao. sepscto sstancitmente dnc del que presenta hoy, mundo oftecera un aun cuando la biomedicina no consiga nun solo afio durante es probabilidades de que no se produzean avances signifi- ‘ativos en la prolongacién de la vida, sin embargo, son ranza de vida cescasas, y existe la posibilidad de que la biotecnologia propicie cambios sumamente espectacul Una de las éreas mis afectadas por los avances en bi logfa molecular ha sido la gerontologia, o estudio del ea- vejecimiento, Existe en la actualidad una serie de teorias que intemtan explicar por qué las personas envejecen y f nalmente mueren, sin que haya un consenso firme sob: las razones © mecanismos tltimos por los cuales esto ocurre.* Una de dichas corricntes te6ricas emana de la Biologia evolutivay sostiene, en lineas generale, que los ‘organismos envejecen y mueren porque hay pocas fuer 2as de seleccin natural que favore7can la supervivencia de los individuos una vez que ésos rebasan la edad en que son capaces de reproduciese.° Cirtos genes pueden propiciar ta capacidad reproductiva de un individu, pero dejan de funcionar en etapas posteriores de la vi- da, Para los bidlogos evolutives, ol gran misterio no es por qué los individuos fallecen, sino por qué razén, por «jemplo, las hembras humanas tienen una vida posmeno- péusica tan larga, Sea cual sca la explicacion,tienden a —102- creer que el envejecimiento es producto de ainteraccién den gran niimero de genes y, por consiguiente, no exis ten atajos genéticos para cl aplazamiento dela muerte* (Otra teoria sobre el envejecimiento procede de la biologia molecular y se centra en los mecanismos celula~ res especificos mediante los cuales el cuerpo pierde su funcionalidad y muere. Existen dos tipos de eélulas hu- rmanas: las eélulas germinales, contenidas en el 6vulo de la mujer en cl esperma del hombre, y las eélulas somé- ticas, que incluyen los otros cien billones de eélulas, mas ‘o menos, que componen el resto del organismo. (Todas las células se reproducen mediante la divisién celular.) En 1961, Leonard Hayflick descubeié que existia un I mite en cuanto al ntimero total de divisiones que podian experimentar las eélulas somiticas. El niimero de divi- siones celulares posibles decrecia con la edad della étula Hay varias teorias que intentan explicar por quéexiste el denominado «limite de Hayflick». La principal tiene que ver con Ia acumulaeién de dais genéticos fortui- tos producidos mientras las eélulas se duplican’ Con cada divisidn celular, algunos factores ambientales como el humo y la radiaeién, ademis de lass llamadas radieales libres hidroxilo y los desechos colula- res, pueden impedi que el ADN se e dena generacin de eélulas ala siguiente. El organismo cuenta con una serie de enzimas reparadoras de ADN que supervisan el proceso de copia y corrigen los proble mas de transeripeidn a medida que surgen, pero no con siguen abarcar todos los errores. Mediante la replicacién celular continuada, los dafios del ADN se acumulan en las elulas hasta provocar una sincesis defectuosa de las proteinas y un funcionamiento anémalo, Estos deterio ros son, a su ver, la base de enferme las quimicas pie correctamente 103 del envejecimiento, como la arteriosclerosis, les dole (Ota tworia que pretende explicar el limite de Hay- flick guarda relacién con los telmeros, fragmentos no codificantes de ADN unidos alos extremos de cada cro. ™mosoma.’ Los telmeros funcionan como las porciones en blanco de una pelicula de filminas y aseguran que el ADN sea duplicado correctamente, La divisién celular comporta Ia escisién de las dos hebras de ADN y su re constitucién en una nueva copia completa de la molécu- Ia.en las células hijas. Sin embargo, co) telémeros van acortindose, hasta que son incapaces de proteger los extremos del ADN y el proceso de duplica- ign se interrumpe. La oveja Dolly, clonada a partir eélulas somaticas de un animal adulto, tenia los telime- ros acortados de un adulto, en lugar de los mis largos propios un cordero recién nacido, y cabe presumir que nto como un ejemplar engendrado por me. dios naturales, rciacas 0 el eéneer, ada division los Existen tres clases principales de eélulas que no esti sujetas al limite de Hayflick: las eGlulas germinales, las célutas cancerosas y ciertos vipos de células madre. El motivo de que ise inde- finidamente esté relacionado con la presencia de células puedan reprod enzima llamada telomerasa, aslada por primera vez en 1989, que previene el acortamiento de los tclomeros. Esto permite que la linea germinal perclure a través de las generaciones, y tambin es la causa del erecimiento fulminante de los tumores cancerosos. Leonard Guarente, del Massachusetcs Institute of Technology, dio a conocer el descubrimiento de que la restriccién de calorias en Ia levadura incrementaba su longevidad, mediante la accidn de un gea tnico llamado 104 SIR, (6e silent information regulator a2 2). El goa SIR reprime os genes que generan resluos ribosémicos, los cuales se acumulan en ls eélulas de levaduray llevan f- nalmente a su muerte; las ditas bajas en caoria restrin- gen a reprodi siento del gen SIR,. Esto puede explicar, desde el punto cid, pero son positivas para el funciona: de vista molecular, el hecho de quie las ratas de laborato: rio alimentadas con dietas bajas en calorias tengan una Vida hasta un 40 % mas larga que las otras, Algunos bidlogos como Guarente han planteado que acaso algin dia pueda existir una ruta genética, relativa- mente sencilla, hacia la prolongacién de la vida en los hu: -manos; aunque no sea factible suministrar a las personas unas dictas tan restringidas, tal vez. haya otros métodos para potenciar el funcionamiento de los genes SIR. Otros gerontélogos, como Tom Kirkwood, afirman tajante ‘mente que el envejecimiento es resultado de una comple- jn serie de procesos que se producen en el plano de las células, los érganos y el cuerpo en su conjunto, y que, por lo tanto, no hay ningtin mecanismo sinica y simple que sjaelenvejecimiento y la muerte Se ico hacia la inmortalidad, la ca- rrera por encontrarlo ya se ha iniciado en el seno de la ja bion Siexiste unatajo gené noligica. La empresa Geron ya ha clona- igen humano de la telomerasa y, junto I Technology, ha puesto en marcha ua indu: doy con Advanced C programa de investigacin centeado en las clulas madre embrionarias. Estas ltimas son las céluls que compo- nen el embrién en los primeros estadios desu desarvollo, antes de que haya alguna diferenciaci6n entre los distin- tos tipos de tejidos y Srganos, Las eélulas made. Ia capacidad potencial de eonvertirse en cualquier e¢lula ‘o tejido del organismo; de ahi que ofrezcan la esperanza de poder generar Srganos completamente nuevos que reemplacen alos va deteriorados por el proceso de enve- jecimiento. A diferencia de los érganos trasplantados ‘que proceden de donantes, estos drganios clonados serin sgenéticamenteidéaticos a las eélulas del cuerpo en el que se implanten, de modo que es de suponer que estarin li bes de ls reacciones de inrmunidad que eausan el recha- 20 de os trasplantes La investigacién con eélulas madre repres las mayores fronteras de la investigacin biomédiea con- temporinea. También resulta muy polémica por su utli- 2zacién de embriones como fuente de células madre, Los cembriones que deben desecharse wna vez que ha cone do la investigaci6n’ proceden por lo general de los ejem- places extra «guardados» por las cinicas de fecundacion in vitro, (Una vez creadas, las «lineas» de células madre pueden replicarse casi indofinidamente.) Temeroso de que Iainvestigacién con células madre alentase la préctica del aborto olllevase ala destruecisn deliberada de embriones hhumanos, el Congreso de Estados Unidos prohibio laf naneiacién por parte de los National Institutes of Health de las investigaciones que pudiesen daitar los embrio- nes,” con To que la investigacién con células madre se desplazé al sector privado. En 2001 estallé un encarni- zado debate politico cuando la administracién Bush se planted retirar la prohibieién. Al final decidis peemitir las investigaciones con fondos federales, siempre que se ciieran a las sesenta lineas de eélulas madre, mas 9 me- nos, que ya habian sido creadas. Es imposible saber en estos momentos sila industria biotecnolégica encontrar, a la larga, un atajo genético Para la prolongacién de la vida, algo como una sencilla, pildora que aumente en una década o dos la duracién ta unade 106 tal de ls personas." Sin embargo, aunque esta nunca lle- jgoe a ocurrix, podemos afirmar que los efectos del eon- junto de ls investigaciones biomédicas act buirn a aumentar la media de via con el tiempo, con lo que continuaré la pauta marcada durante el timo si: glo. De manera que no resulta en absoluto prematuro reflexionar sobre los escenarios politicos y las conse: cuencias sociales que podrian derivarse de las tendencias demogrificas vigentes hoy dia. En la Europa de principios los nifios moria antes de cumplir los quince aos. El de- mégrafo francés Jean Fourastic ha sefialado que aleanzar la edad de veinticinco afios era por entonees un logro, dado que s6lo una minoria de Ia poblacién lo conseguia, y que tales personas podian considerarselegitimamemte ssupervivientese. Dado que la mayoria cumbre de su vida productiva a los euarenta o cinewenta atios, se desaprovechaba una cantidad inmensa de pote lel siglo xvi, la mitad de vaaba Ia cial humano. En la tiltima década del siglo xx, por el con- trario, mis del 83 % de la poblacidn tenia esperanzas de del 28 % seguiria llegar a los sesenta y cinco aos, y Bl la esperanza de vida no es sino parte del fenémeno que han experimentado las poblaciones los paises desarrollados a finales del siglo Xx. El otro fa tor primordial ha sco el descenso dristico de los indices de fertilidad, Paises como Espavia, Italia y Japén presen- tan indices totales de fertlidad (es decir, el néimero mi dio de hijos que tiene una mujer en el transcurso de su vida) de entre 1,1 y 1,5, muy por debajo del indice de reemplazo, de alrededor de 2,2. La combinacién del des- censo de las tasas de natalidad y el aumento de la esp ranza de vida ha alterado de Forma dristica la distribu- 107 cidn de la edad en los paises desarrollados, Mientras que ta edad media de la poblacién de Estados Unidos era de ‘unos diecinueve afios en 1850, habia aumentado a teinta y cuatro en Ia altima década del siglo pasado,"* Esto no es nada comparado con lo que suceders en la primera mitad del siglo xxi. La media de edad en Estados Unidas se ele- si cuarenta afios hacia 2050, pero el cambio sera todavia mis rotundo en Europa y Japén, donde los indi- ccesde inmnigracion y de fertlidad son inferiores. Sin con- tar con ua ineremento de lertlidad inesperado, el demé- basandose en datos de o Nicholas Eberstade estim INU, que fa media de eda serd de cincuen aos en Alemania, de cincuenta y seis en Japén cuenta y ocho en Italia." Estas estimaciones, es preciso tenerlo en cuenta, no presuponen ningiin aumento drs tico de la esperanza de vida. Con que se cumplan s6lo algunas de lis promesas de la bioteenologia en lo que 2 gerontologia se refiere, puede muy bien suceder que la mitad de ls poblaciones de los paises desarrollados al- cance [a edad de jubilacién, o una edad incluso superios, en esa época Hasta la fecha cl encanecimienton de a poblacién de los pafses desarrollados se ha analizado principalmente en funcin de la carga social que ovasionarg, Esta crisis iene vis de ser real apén, por ejemplo, le tener cuatro trabajadoresactivos por cada per” s0najubilads, a tener sélo dos trabajadores activos por Persona jubilada dentro de una o dos generaciones. Sin embargo también hay repercusiones de earcter politico, ‘Tomemos como ejemplo las relaciones inte le Menras que algunos pases en desarrollo han cons ies “© reducidn de la fetid y del crecimiento 108— te la poblacién—, come es el caso del mundo desarrolla- ‘erated sans mis pobre! pan ce ellas Oriente Préximo y el Africa subsahariana, conti- Fel ies near eiene nretPrier tars sho tambien eds En Eoropa Jpn ¥ Gj partcude Anica del Nort a mein de cdo zara los sesenta afios, mientras que toro ala veinte desarrollados esta Por afadidura, las poblaciones del mundo desarrolla~ do con edad de vorarexprimentarin una fuerte fein en parte porque dentro de ese grupo cada ver zaci6n, en parte porg) is envejecido las mujeres que lleguen a cdades avanza~ que los hombres, y en parte Yor partipsclénde mujer enls pls, De sho, mjeres dela cerera edad emergrin como uno de os los politicos del siglo xx. No esté may claro qué entra Titica internacional, pero si sabemos,a tenor de experien- cias pasadas, que existen diferencias notables en la act: tud de los hombres y de las mujeres hacia la politica exterior y la seguridad nacional, asf como ri esto de earaa la po- Ia actitud de Sir los anes de parpcin de Estados Unidos en ls goenas, por un sargen medio de 7 29 puntos de prcenae ambien son menos paridara de el extranjero. En una encuesta de Roper promovida en 1995 pore! Chiago Council on Forcign Relations, los —109 hombres apoyaban por un margen del 49 % al 40% la intervencidn de Estados Unidos en C en caso de un ataque de Corea del Norte, mientras que las mujeres se ‘ponian por sin margen del 30 % al 54 %. Un 34 % los hombres creia en la convenieneia de mantener la superioridad militar en el Ambito internacional, frente al 45 % de las mujeres. Las mujeres, ademés, son menos proclives que los hombres a ver la fuerza como una he. rramicnta legitima para resolver los conflictos." Los paises desarrolla arin a otros facto- res que dificulten el uso de la fuerza, Los ancianos, y en especial sison mujeres, no som fos primeros en ser llama dosa servir en las organizaciones militares, de modo que el fondo de potencial militar disponible se reducina La buena disposicién de los miembros de estas sociedades a tolerar bajas de guerra entre sus jdvenes puede disminuir también." Nicholas Eberstadt calcula qui, dadas las ten- dencias de fertilidad actuales, Italia xl en la que tan sdlo el % de os nis tend parients colaterales (es deci, hermanos, hermanas, 0s, 43, pros, et). Las personas estan emparentadas prin. sipaliente con sus padres, abuclos, bisabuelos,y com su Prop dscendencia Es probable que un lace cional tan tenue foment la renuenvia ai la guerra y aceptar la mos este en combate, El mundo puede quedar dividide, pues, en un Norte con un tono politico marcado por mujeres de edad avan zada, y un Sur impulsado por lo que Thomas Friedman enomina svarones jovenes y airados supercapacitados» Fue un grupo de tales individuos el que lev6 a eabo los atagues de septiembre contra las Torres Ge las, Esto no significa, por supuesto, que el Norte no consiga estar la sltura de los desafios impuestos por el Sur, o que el ~110— conflcto entre las dos regiones sea inevitable. La bio~ logis no marca el destino. No obstante, los politicos tendrin que aetuar dentro de unos marcos establecidos por hechos demogrificos bisicos, y uno de estos hechos puede ser que muchos paises del Norte verén sus pobla- tiones menguadas y envejecidas Existe otto factor, acas0 mis probable, que propicia- el contacto directo entre ambos mundos: la inmigra- cidn, Los cileulos mencionados sobre la reduccién de las roblaciones de Europa y Japén no presuponen ningsin fram neremento ds niraion neta inprobable {ue dicho incremento no se produzea sin embargo, por {ue los paises desarrolladas necesitarin el crecimiento econdmico y lapoblacién necesaria para sostenero, Esto significa que le divisidn entre Norte y Sur se produci- rH también dentro de cada pais, donde una poblacién avejecida convivies con una po- autéctona cada vez més blacin inmigrance culturalmente distnta y sustancial- mente ms joven. Estados Unidos y otros pafses angls- fonos han sido tradicionalmente capaces de asimila alos rupos de inmigrantes de culturas diversas, pero no pue- ieatemarse lo mismo de ots aciones como Alemania o Japon, Europa ya ha presenciado un auge de los movi- tomo contraros 2a nigra, eee gue for tma parte de los programas de grupos como el Frente N: cional en Francia, el Visams Blok en Belgica la Lega Lombarda en Italia y el Partido de la Libertad de J&rg Haider en Ausctia, En estos paises, los cambios en la es truetura etaria de sus poblaciones, propiciados por la crreno para cl aumen- reciente longevidad, abonari todelos conflicts sociales. La prolongacién dela vida a través de la biotecnolo- sia tendrd, asimismo, efectos espectaculares en las es- = ‘ucturas internas de las sociedades. El més importante «sti relacionado con la organizacin de las jerarguias so cial. Loser humans son por natrleraimals cons den desde una edad muy temprana a organiza una asombrosa variedad de jerarquias de dominio." Este comportamiento jersrquico es innato y ha sobrevivido a la llegada de las ideotogias modernas, como la democra- ciay el socialismo, que pretenden basarse en la igualdad universal, (Basta con observar fotografia de los Poitbu- 16s de la antigua Unién Soviétca, donde la eipula di- rigente esti dispuesta en un cuidadoso orden de auto- ridad.) La naturaleza de estas jerarquias ha cambiado como consecuencia dela evolueisn cultural: as tradicio- nals, basadas cn la fuer7a fisica o la condicidn social he- redada, han dejado paso a las modernas, basadas en la capacidad cognitiva o la educacién, pero su naturaleza jeriequiea perdura Si uno se fija en una sociedad, enseguida percibe que inchs dedi jeri se xabin nan de ina a organizarse en do lo comparten con éstos; los profesores numetarios imponen st autoridad sobre los no aumerarios y contr lan cuidadosamente cada entrada en sui emérito circulo. Las jerarquias con gradacién segin la edad tienen senti- do desde el punto de vista prictica, por eu: relaciona en muchas sociedades con la destreza fisiea la preparacién, la experiencia el juicio, el éxito, ete. Sin em- bargo, pasada cierta edad, fa correlacién entre edad y ca pacidad empieza a discustir en un sentido inverso. Al si- tuarse la esperanza de vida en torno a los cuarenta y los to la edad se cincuenta afios durante gran parte de Ia historia dela hu- manidad, las sociedades podian confiar en el relevo gene racional normal para eliminae este problems. La jubils~ cin obligatoria se puso en bogs a finales del siglo IX, cuando un ntimero cada vex mayor de personas empez6 a sobrevivir hasta edades avanzad: La prolongacién de la vida hard estragos en la ma ria de las jerarquias con gradaciéin de edad cxistentes “Tales jerarquias adoptaban u jetura piramidal porque la muerte eriba el grupo de los candidatos a los puestos mis altos, ayudada por otras restrieciones arti= ficiales, como la ercencia, por lo general compartida, de {que todo el mundo tiene «derecho» a retirarse alae de sesenta y cinco afios. Si las personas viven y trabajan normalmente con sesenta, setenta, achenta a hasta no ad venta afias, estas pirimides se transformarin de manera paulatina en trapevoides ¢ incluso en rectingulos. La tendencia natural de una generacién a apartarse para de- jar paso a otra nueva ser sustituida por la existencta si- _mulkinea de tres, cuatro y hasta cinco generaciones. ‘Ya hemos visto las consecuencias deletéreas que com- porta el relevo generacional tardio en regimenes autori- tatios sin estipulaciones constitucionales que limiten el tiempo de estancia en el poder. Mientras los dietadores come Francisco Franco, Kim Il Sung o Fidel Castro so- breviven fisicamente, sus sociedades no tienen forma al guna de sustituirlas,y toda transformacién politica y so- cial queda de hecho paralizada hasta que mueren2* En el futuro, com la esperanza de vida aumentada tecnoldgica Bismarck, quien establesi el primer sistoma de sguridad so ial eoropoo i I jubilaci sls seat y cinco Bs, edad que nadie sleanzaba ag Prictiaa la gpocs ns. mente, tales soviedades pueden verse inmersas en ridicu- los velatorios que duren no ya afios, sino décadas. En las sociedades mis democriticas y/o meritocrati- cas existen mecanismos institucionales para desplazat a los lideres, jefes 0 directores que ya han dejado atris su juventud. Aun asi, el problema no desaparece bajo nin- pun eon Laraiz del problema reside, claro esté, en el hecho de que quienes ocupan lactispidede las jerarqu niegan, porlo comtn,a perder su posicién o su poder, y& sentido usan su considerable influencia para proteger su posicién, La incapacidad por motivos de edad ha de ser ‘muy promunciada para que otros setomen la molestia de destiuiea un ide, un jefe, un jugador de béisbol, un pro- fesor o un miembro de comité. Las normas formales de 1, como la jubilacién obligatoria, son tiles precisamente porque evitan que las instituciones in que emitirjuicios personales matizados sobre la epto. socialesse cardcter imperson capacidad de una persona mayor conereta, Sin embar 0, las normas impersonales diseriminan con frecuencia 8 personas mayores que son perfectamente capaces de seguir en su puesto, y por ese motive se han abolido en tmichos lagares de trabajo en Estados Unidos, ictualidad es enorme el grado de correcci6n po: ltica relative a la vejez: la diseriminacidn por razén de edad ha entrado en el pantedn de los prejuicios proseri- tos, junto al racismo, el sexismo y Is homofobia, Existe, desde luego, discriminaciGn contra las personas mayo- res, sobre todo en una soci ventud como ¢s Ia estadounidense. Pero también hay tuna serie de motives para afirmar q cional es algo positive, Et principal es que constituye un estimulo fundamental para cl cambio y el progreso. lad obsesionada con la ju= a1 Muchos observadores han advertido que los cambios politicos uelen darsea intervalos generacionales, desde la Eradel Progreso al New Deal, desde losafiosde Kennedy al reaganismo." El porqué no es ningtin misterio: las per- sonas nacidas en el mismo grupo de edad experimentan los grandes acontecimientos —Ia Gran Depresién, la Se- gunda Guerra Mundial o la revolucign sexual— juntas. Una vez que su critesio y sus preferencias se han formado a partirde estas experieneias, el individuo puede se alas nuevas circunstancias en algunos aspectos sutiles, pero es muy dificil que cambie su forma de pensar en ge recal. Auna Surlecostari ver a un policia blanco como otra cosa que tun agence de un opresivo sistema de segregacién racial, poco digno de confianza, aunque esto no tenga sentido dada la realidad dela vidaen una ciudad del Norte. Aque llos que vivieron durante la Gran Depresin no pueden por menos de sentirse molestos con los habitos deexcesi- vo despilfarro de sus nietos, Esto no se cumple s6lo en la vida politica, sino tam: bin en Ia intelectual. Se die que la disciplna de la eco- nomia slo progresa cada vez que se celebra un funeral, lo que por desgracia es mis cierto de lo que la gente de sea admitir, La supervivencia de un «paradigma» bisieo —el keynesianismo o el friedmanismo, por ejemplo— que determina el modo en que los intelectuales y los de sélo de la evidencia empirica, como algunos preferi- rfan pensar, sino de la supervivencia fisica de la persona que creé dicho paradigma. Mientras tales personas ocu- pen la ctspide de las jerarquias determinadas por la edad tés de seleccién de profesorado 0 los patroi ssona negra que hayacreeido en el antigua dacién—cl paradigma bisico tender’ a seguir siendo in: quebrantabl. Parece eazonable suponer, pues, que los cambios po- liticos, intelectuales y sociales serin mucho mas lentos cn sociedades con wna duracién media de vida sustan- cialmente mis larga. Con tres o més generaciones en 2c tivo y trabajando al mismo tiempo, los grupos etarios mas jovenes nunca serin més que una pequefia minori de voces que clamen por hacerse oir, y el eambio gene- racional jamis seri determinante, Para adaptarse con mayor rapidez, tales sociedades tendrén que establecer rnormas que impongan un reaprendizaje constante y un descenso obligtorio en el esealafén social en las etapas tardias dela vida. La idea de que la preparacidin y los es tudios que adquirimos con veintitantos afios puedan te ner validez durante los siguientes euarenta ya es poco ve- rosimil hoy en dia, dada la velocidad con que se suceden los cambios tecnoldgicos. Pensar que dicha preparacién pueda seguir siendo eficaz durante una vida laboral de senta o setenta aos resulta ain ms absur- do. La gente mayor tend que descendet en la jerarquia social no s6lo para someterse a un reaprendizai, sino también para dejar sitio alos nuevos competidores que ascienden desde a base. De lo contearo, la gucrra gene racional se sumara al conflict étnico y de clases como tuna de las principales lincas divisorias de la sociedad. El intento de apartara los mayores del camino de los mas javenes devendra en una lucha de grandes proporciones, y puede que las soviedades hayan de recursr a formas impersonales ¢ insttucionalizadas cle «diseriminaci6n por razén de edad en un mundo futuro nel que la es peranza de vida se haya dilatado. ‘Onras repercusiones sociales dela prolongacién de la 6 vida dependerdn, en gran medida, del modo en que se desarrolle la revolucidn geriatrica; es decir, dependerd de Silas personas conservan su vigor fisico y mental alo lar- go de vidas tan prolongadas, 0 de si por el eontrario, la Sociedad se parece cada vez. mis a un gigantesco asilo de sea profesién médica abraza li premisa de que todo aquello que pueda vencer la enfermedad y prolongar Ja vida es, nequivocamente, algo positivo. El miedo a la muerte es uno de los sentimientos humanos més profun- dos ¢ inmarcesibles, de modo que se comprende que ce lebremos cualquier avance médico que en apariencia sr va para posponer la muerte. Sin embargo, también nos preocupa la calidad de nuestra vida, no solo la cantidad Idealmente nos gustaria no sélo vivir mis, sino aden conservar nuesttas facultades tan intactas como fuese posible, p ravesar una etapa de dcbil dad en ol vida, Si bien numerosos adelantos médicos han aumentado Ia calidad de vida de las personas mayores, otros muchos han tendo eller corso l prolongs tan slo um aspecto dela vida y potenciar otro factor como es el dela apendencia, ra enfermedad de Alzheimer en vid de la cual ciertas partes del cerebro se deterioran, lo que He val pérdida de memoria y, con ol tiempo, ala demen- cia, constituye un buen ejemplo de ello, porque e riesgo de desarrollarla se incrementa proporcionalmente cor ka ‘edad. Con sesenta y cinco aiios, solo una persona de cada tien tiene probabibidades de padecerla; con ochenta y cinco afios, a proporcién pasaa ser de una de cada seis El ripido crecimiento de la poblacidn aquejada de Al ‘zheimer en los paises desarrollados es, por lo tanto, una consecuencia directa del aumento de la esperanza de = vida, que ha implicado la prolongaciin de la salud fisica Pero no de la resistencia a esta terrible enfermedad neu, rolégica De hecho se dstinguen dos pevods de ancianidad que la tecnologia médica ha propiciado, al menos en tmndo desc” Lapamncneaea area tos sesenta y cinco aos hasta los achenta, mis o menos tienes se encuadran en ella tienen esperanzas de llevar a wida sana y activa, todavia con recursos suicien ue explotar. Gran parte de la dsertacidn optimists so. bre el aumento de la longevidad se refierea este periodo ¥en efecto, la aparicién de esta nueva fase vital como tuna expectativa real para la mayoria constituye un logre del que Ia medicina moderna puede enorgullecerses El Principal problema para quienes figu ria ser la ierupcin dela vida laboralen su Ambito: por motivos puramente evondmicos, habrafuertes presiones Para que se eleven las edades de ubilaciny se mantenga éenactivo al grupo de mis de sesentay cinco anos duran te el mayor tiempo posible. Esto no implica ningin d sastre socials pede que los rabajadores de mis ed fan que someterse a un reaprendi grado de movil sen esta catego je y aceptar cierto social descendent, pero a mayoria ogradecerd 4a oportunidad de aportar sus esfucrzos a la Ls sum five de acai o spun eon resulta mucho més problemitica Ese periole ge It mmayoriade le personales stor ohefes ee oar do sus capacidades delinan y vuelven pavlainamente a un estado de dependenciasemejant al dela afaneta: Fe Is exapaque la sociedad preterit notene en vents vy sobre todo no experimental porque sents eoura losideales de autonomia personal que en general antose 118 valoran. El incremento del niimero de personas tanto en la primera como en la segunda categoria ha creado una siruacién inédita, en la que los individuos que se acerean a la edad de jubilacidn ven menguadas sus opciones por cl hecho de que atin tienen un progenitor anciano vivo jue depende de ellos, fr reperssion soil dela esperanza de vida cadaver mayor dependeri del tamaio relative de estos dos gru- pos, que «su vez dependerd de la «uniformidad> de los avances fucuros en la prolongacién de la vida. Enel me jor de los casos, la tecnologia conseguirs frenar simul rneamente todos los procesos paralelos de envejecimiento {por ejemplo, mediante ef descubrimiento de un origen molecular comin del envejecimiento en todas las eélulas do el or- somaticas y la atenuaciéin de este proceso ct ganismo). El deterioro de las diferentes partes del cuerpo fal mismo tiempo, sélo que més tarde. Las se producin personas dels primera categoria serian mas numerosas, y nda categoria, menos. En el peor de los ca lesigual,en el que, var la salud las de la se s0s, se producird un avance altament por ejemplo, hallaromos formas de p sica pero seremos incapaces de paiar el deterioro mental. La investigacién con células madre podria proporcionar medio para generar nuevas partes dl cuerpo, como ca- deras tal como se apuntaba cn la cita de Williams Hseli- ne en el comienzo del capitulo 2. No obstante, sin una cura paralela para la enfermedad de Alzheimer, esta tec- nologia nueva y portentosa sélo lograria que las perso: nas viviesen en estados vegetativos durante mas aftos de Jo que actualmente es posible ‘Un aumento vertiginoso del nimero de personas en: cuadradasen la segunda categoria podria catalogarse como «la posibilidad del asilo de ancianos nacional; la gente =119— ogara a los ciento cineuenta aos, pero pasarian los tle timos eincventa en un estado de dependencia infantil 4 cargo de personas que los cuidasen, No tenemos, des, de luego, manera de predecie si se producie esto 0 la protongacin, mas oportuna, del periodo de la primera categoria. Sino existe ningun atajo genético pars cl apla sultado de una acumulsionpradval de esones en una es médicos fr mas uniforme que hasta ahora, : existente sea eapaz tan solo de mantener vivo el cuerpo de las personas, con una calidad de vida tan mermada, es la }6n de que en aiios recientes, hayan saltado al Ambito publi piblico asuntos como el suicidio asistido o la eutanasia, amén de figuras como Jack Ke- vorkian en Estados Unidos y otros pan Es probable que en el futuro la biotecnologia nos ofrezcalaposbildd de legen a drslon plow sada de a vida ola eldad de a. S tl pond se Inemales, como la peri in egierpoulatina delos vague tmoshablado, imposibiltard una caloasén vodacere idades ‘moriaa corto plazoo tes ancianos como en el de las sociedades que intenten Gablecer politcas sociales. Para evitar todo atisho de qlteriminacin contra los ancianos, que sus palabras se *preten como una insinuaciGn de que la vida de éstos vale menos que lade los j6venes, cualquiera que escriba sobre el futuro del eavejecimiente se siente obligado a mostrarse optimista ya predecir que los adclantos médi- cos cilatarin tamo la eantidad como la calidad de vida Esto resulta harto patente cuando se habla de la se rualidad. Sogn un especialista en ol envejccimicnto «Uno de los factores que inhiben la sexualidad en la ve jez, sin duda el lavado de cerebro al que todos nos ve mos sometidas y que nosinculca la idea de que las perso nas mayores son sexualmence menos atractivas.»;Ojal la sexvalidad fuese simplemente una evestin de lavado erebro! Por desgracia existen sides fundamentos ar el aractivo sexual con ajuven darwinianos para aso. tud, sobre todo en las mujeres. La evolucidn ha creado el desco sexual con objeto de fomentat I reproducci6n, y los humanos de- hay pocas presiones selectivas para qu: sarrollen una atraccién sexual hacia los compaiieros que han dejado muy atris la edad ccuencia es que, dentro de eincuenta aiios, la mayoria de las sociedades desarrolladas tal ver se hayan vuelto =post- productiva.* La conse- sexuales,en el sentido de que la inmensa mayoria de sus miembros ya no inclira el sexo en su lista de prior’ dades. Hay varias preguntas sin respuesta acerea de céimo sori la vida en tal supuesto, dado que en ningsin punto dell historia humana ha habido sociedades con una me- dia de edad de sesent,setenta o mis aos. Qué imagen tendria tal sociedad de si misma? Si nos acerearos a al uno de los quioscos que suele haber en los aeropuercos ¥ nos fijamos en la gente que aparece en las portadas de 4 buen seguro veremos que se trata de wein- ver y con un per~ las x teafleros, en su gran mayoria de but fecto estado de salud, En Ia mayoria de las sociedades 121

You might also like