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INSTITUTO DE INV ONES JURIDICAS Coordinador editorial Radil Marquen Romer aicin yformacién en computadora: Isidro Saucedo Portada: Artwork Desig Grifco ESTATUTO EPISTEMOLOGICO DE LA BIOETICA VOLNEI GARRAFA ‘MIGUEL Korrow ALYA SAADA Coordinadores So it UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXIC¢ RED LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE, DE BIOETICA DE LA UNESCO ‘MEXICO, 2005 Primera ediién: 2008 DR© 2005, UNESCO DR. 2005. Universidad Nacional Auténoma de México INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURIDICAS Circuito Maestro Mario de Ia Cueva, sn Ciudad de la Investigacion en Humanidades Ciudad Universitari, 04510 Menica, DF Iupreso y hecho en ISBN 970.52.2840.2 CONTENIDO Preémbulo . Koichiro MATSUURA Nota gratulatoria Diogo VaLaDés Introduccion Alya SAADA Bioética prescriptiva. La falacia naturalista, El con- cepto de principios en bioética Miguel Korrow Comentarios a la ponencia de Miguel Kottow José Maria CANTO Los principios de Georgetown: andlisis eritico Juan Carlos TEALDI Comentarios a la ponencia de Juan Carlos Tealdi Stolla CERRUTI Basso ‘Multi-inter-transdisciplinariedad, complejidad y to- talidad conereta en biostica Volnei GaRRara, Ix xv 35 67 EL TEMA DE LA COMPLBJIDAD EN EL CONTEXTO DE LA BIOKTICA Pedro Luis SOTOLONGO 1. UNAINICIAL CONTEXTUALIZACION EPOcAL | El surgimiento, en la segunda mitad del siglo XX, de la re- flexién y priietica bieéticas no ha sido en mode alguno el resultadode una casualidad. Tampoco constituye tna ci- cunstancia aislada, excepcional, en el contexto mis gene- ral del desarrollo del saber y de la vida cotidiana con- tempordneos. Por el contrario, la reflexién y la préctica bioéticas estan siendo condicionadas por —y son parte in- tegrante de— una amplia y profunda mutacién cwalitati- va que esté teniendo lugar en el pensamiento y la praxis, de nuestra época y que no se reduce a ellas. Tales circuns- tancias no son atin suficientemente comprendidas por to- dos, ‘De manera resumida, dicho cambio cualitative puede cexpresarse como el proceso en marcha de construceién co- leetiva de un ideal nuevo —no cldsico o posteldsico— de racionalidad.% Pero la sustitucién de ciertos ideales de ra- * Los componentes bésions del ideal “liso” de racionaidad cons | tid por Ia moderna han sud: la primacia de la sun, cormprende. {Un como fundamento de esherencia para la production de eoncia tos nuovos; la ebjetividad del aaber,entendia como estudio de uae Tealidad exterior con posicionamientos rigidos paras sujetoy el obo {ode conocimientoen tanto snstanciascentrals dl proreso de eagn % PEDRO 14sI§ SOTOLONGO Gionalidad por otros implica siempre cambios profundos enel saber. Tales cambios conciernen a los modos de con cebir y producir conocimientos, a la comprensién del sen- tido y aleance del conocimiento y a su relacién con los va- lores humanos; por ende, a la relacién entre ciencia y ‘moral, entre objetividad y subjetividad en el saber. Por Io ‘mismo, semejante contextualizacién epocal es impres- cindible para aprehender y caracterizar adecuadamen- te en todo su aleance el estatuto epistemolégico de esas reflexién y préctica bioéticas; asi como para comprender la articulacién entre bioética y el enfoque (teoria) “de la complejidad’, en medio de este proceso en que se est mo- dificando el lugar del conocimiento cientifico en el siste- ‘ma del saber humano. Esa construccién colectiva —de la cual forma parte la bioética (para algunos de modo consciente y para otros 1no)— hacia un ideal de racionalidad diferente al que esta- bleciera la modernidad cabalga, como ocurre con frecuen- cia, sobre dos resultantes de la propia racionalidad mo- derna que est empefiada en trascender: —Su impacto en la capacidad transformadora de la ciencia y de la tecnologia para con la naturaleza a es- cala planetaria — Suimpactoen la transformacién de la vida cotidiana de los seres humanes, El primero de esos impactos, no por bien conocido, deja de ser frecuentemente caracterizado en términos incom- pletos, Suelen mencionarse Ia nueva articulacién cien- cia-tecnologia-produccién, la extensién y aceleracién dela introduccién de los resultados cientificos y técnicos en di- cin; el conorimionto puesto al servicio del hombre para su bea, com vista aleanzarel dominio sabre la natraleza, EL-TEMA DE LA COMPLESIDAD versos procesos productivos y de prestacién de servicios, su automatizacién, el surgimiento de nuevos materiales, Ja informatizacién contempordnea y otros de suyo impor- tantes aspectos del mismo, Pero de manera simultanea, ssuelen obviarse dos —por lo menos— circunstancias de ‘ese impacto que tienen especialisima significacién y que, precisamente, estén incidiendo de forma significativa en el aludido proceso de construccién de un nuevo ideal de racionalidad: — El lugar preponderante de la creacién en la ciencia actual (creacién entendida no como la siempre pre- sente “ereatividad” humana, sino como la plasma- cién artificial de entidades que pasan ulteriormente ‘a incorporarse “a la complejidad” autorganizante de los procesos naturales 0 sociales). — El carécter no eldsico de Ins nuevas creaciones cien- tifieas, ‘Ambas circunstancias condicionan, asimismo, buena parte de la capacidad transformadora actual de la ciencia y la teenologia. La primera de ellas —el lugar preponderante de la creaci6n en la ciencia actual—ha hecho posible (a lo largo, dl siglo XX y en casos importantes desde su segunda mi- tade, incluso, desde su tiltimo tercio) primero con Ia fisiea ‘euintica del mieromundo, después con la cibernética, 1a microclectrénica y la nanotecnologfa, la teoria de la infor ‘macién, la robétiea, la ingenieria genética y la bioteenolo: sla, entre otras, que el conocimiento cientifieo haya tran: sitado’ —De la observacién de mundo a la creacién-de-mundo a niveles de profundidad nunca antes alcanzados de os PEDRO LUIS soTaLoNGO Ja sustancia y la energia (la creacién de particulas e interacciones energéticas en los laboratorios). — De Ia descripeién de las formas de lo vivo a la crea: cidn-de-vida a través, por ejemplo, de la elonacién, de las nuevas técnicas reproductivas, de la modifica cin genética de plantas y animales (la creacién de formas de lo vivo en los laboratorios) — Del desarrollo y aprovechamiento de tecnologias ais- Jadas y subordinadas que potencian las capacidades fisieas del hombre, a la ereacién de capacidades inte- lectuales en sistemas integrados hombre-tecnologia, cada vez més auténomos, Lo que ha traido consigo un corolario de enorme signif cacién ética y que implica una demarcacién radical con respecto a uno de los rasgos del ideal clasico —moderno— de racionalidad: aquel que preconizaba la wtilizacién de Jos conocimientos cientificos siempre en aras del mejora miento ybienestar de los seres humanos. Aladentrarse la cioncia en el Ambito de la creacién de mundo, la erescién de vida y la ereacién de eapacidades intelectuales artf ciales, lo contrario a esa ereacién, es decir, la destruceién (de mundo, de vida y de capacidadades intelectuales), se torné de potencialidad tedriea en posibilidad practica, conereta y real: la bomba atémica, la de hidrégeno y la de neuitrones; organismos mutantes perjudiciales al hombre; capacidacles intelectuales tecnol6gico-dependientes La segunda de las circunstancias mencionadas —l ea ricter no cldsica de las nuevas ereaciones cientificas— se vincula a la no factibilidad de conocer todas las posibilida- des de utilizacién por los seres humanos de muchas de esas creaciones de mundo, de vida y de capacidades intelectua- Jes que la ciencia y la tecnologia han hecho posibles; ni tampoco de conocer todo el alcance de las consecuencias dle uno w otro de los usos conocidos. En otras palabras, el EILTEMA DELA COMPLENDAD 0 bierto” de carécter epistemolégien y praxiolégicamente muchas de tales croaciones. flo esté implicando también consecuencias de eviden: te significacién ética y que asimismo se demarcan clara- ‘mente eon respecto a otro de los rasgos del ideal clisico —moderno— de racionalidad: el que consideraba que todo se puede conocer, predecir y manipular. Por el contrario, ‘muchas de esas creaciones de mundo, de vida y de capaci- dades intelectuales, en su implementacién e incorpora- cién practicas @ procosos ulteriores “de la complejidad” natural o social, no son susceptibles de ser conocidas, pre- vistas, ni manipuladas dentro de una relacién de control; sino que muestran aspectos inherentes de incertidumbre independencia con respecto a sus creadores. Todo ello ineide en las condiciones en que se deben tomar las deci- siones sobre su empleo. El campo de la bioética no es la cexcepeion, Algunas de las situaciones concretas a través de las cuales se plasman tales caracteristicas no clasicas de las nuevas creaciones cientifieas y que conllevan el surgi- miento de problemas sociales y urgencias éticas inéditas — “Formas de ampliacién de us inherentes a las pro- pios creaciones cientifcas ya los dispositivos teeno- légicos y que unas y otros “traen consigo” y que im- plian que no "son usados” sino que con ellos “se Interact” (como son la adiién de progeamas a las distintas interfases hombre-ordenadores), — Entornos teenolégicos que generan relaciones ded pendencia y de poder que dimanan de la ubicacion de os que interactiian con los dispostivos cientificos ¥ tecnoldgicosfen el proceso de que se trate (la “seg mentacién’ de las interacciones del conccimiento) ¥ que no pueden identificarse con las relaciones socia- 100 PEDRO LUIS SOTOLONGO les de dependencia y poder tradicionales (por ejem- plo, los “niveles” de interaccién opacos al uswario en- tre instancias de la red global de Internet), —La autonomia e independencia que adquieren las creaciones cientifieas y tecnolégicas al incorporarse “a la complejidad” de ia trama de las practicas de vi- da y que producen interrogantes abiertas acerca del futuro curso de los acontecimientos (como es el easo de la intoraccién de variedades modificadas transgé- nicamente, introducidas de modo masivo con el resto del ecosistema). Los problemas de nuevo tipo y las urgencins éticas tam- bién de nuevo tipo generadas por tales circunstancias, a su vez, no podian dejar de exigir —y efectivamente han cexigido y estén cada ver exigiendo més, para hallar solu- ciones aceptables— la construccién de un saber de nuevo tipo, asi como la implementacién de una praxis; entre otros la exigencia de la construccién de un saber y una prictica bioéticas, al atafer en innumerables ocasiones dichos nuevos problemas sociales y urgencias éticas a la vida, a la biodiversidad, a su sostenibilidad y a los limites de las mismas. Saber y praxis bioéticas transdisciplina- rias con una mirada de mayor amplitud hacia la proble- ‘matica del fenémeno vital, tomado en su totalidad, que la tradicional de las disciplinas, Al mismo tiempo, esas circunstancias apuntadas ali ‘mentaron el segundo de los impactos aludidos al inicio, el de la transformacién de la vida cotidiana, Esa transformacién de la vida cotidiana puede calificar- se como una verdadera subversién material y espiritual de la cotidianeidad para parte de la poblacién mundial. Han sido particularmente impresionantes las transformacio- nes acaecidas en los medios cotidianos de vivienda, trans ELTEMA DELA COMPLESIDAD wo portacién, comunicacién y recreacién. Este proceso, al mismo tiempo, ha estado acompaftado de una mayor de- pendencia con respecto al conocimiento y a los artefactos que son resultado del mismo. Sin embargo, nada de ello ha podido poner fin, lamentablemente, a viejos problemas, persistiendo la pobreza y la exclusién social que contintan afectando a millones de personas; fendmenos provenientes de Ia inequidad en la distribucién de Ia riqueza (riqueza que, a diferencia de otras épocas, bastaria ya para que to- dos los seres humanos en el planeta tuviesen una existen- cia decorosa). Tales circunstancias que segan dia a dia Ia vida de muchos seres humanos no pueden estar fuera del Ambito de preocupacién y accién de una bioética que me- rezea ese nombre, Paralelamente y apoyandose en el prestigio de ese im: pacto de los resultados de la ciencia y la tecnologia sobre Ja vida cotidiana de sus contemporfincos, el ideal de racio: nalidad de la modernidad fue trascendiendo su Ambito de ‘origen —el proceso de obtencién de conocimientos cienti cos— y fue invadiendo ideolégicamente diversas esferas de la cotidianeidad, pero esta vex ejerciendo efectos homo- geneizadores. ‘Asi, ha hecho desaparecer, no siempre justificadamen- te, formas ancestrales y autdctonas de vivir; ha estanda zado otras, haciendo predominar un modo material tinico de realizacién de la vida eotidiana (el de los paises desa: rrollados industrialmente); erigiéndolo de facto en erite- rio de un supuesto progreso civilizatorio, a pesar de su in- sostenible dependencia de elevados niveles de consumo de recursos agotables (imposible de ser generalizada a to- dala humanidad, aunque se quisiera) y con la consiguien- te merma de “sociodiversidad” so PEDRO LUIS SOTOLONGO ‘Tal estado de cosas, tras una aparente solidez, esconde una cada vez. menos disimulada fragilidad ? II, LA CONVERGENCIA DE LA BIOBTICA GLOBAL DEL AMBIENTALISMO HOLISTA Y DEL ENFOQUE (CEORIA) "DE LA COMPLEJIDAD" COMO RUPTURAS CON BL IDEAL CLASICO DB RACIONALIDAD El indeseable estado de cosas miis arriba caracterizado ha también entronizado una manera predominante —de- predadora— de relacién con el entorno natural, cuyo ideal ‘sel del "hombre-amo-de-la-naturaleza”, que ha levado y continsia Hevando a una considerable pérdida de la bio versidad; y que ha hecho, como reaccién, surgir y fortale- cerse una conciencia eeolégica nunca antes manifestada or grupos y movimientos sociales y ha visto eclosionar la conceptualizacién del ambientalismo holista que, arro- jando una mirada totalizadora —pero no ignorante del ‘porte de las partes, como algunos viejos “holismos"— so: bre el denominado “problema ecol6gico” o “problema am- biental’, lo considera dimanante de una antropocéntrica ¥ dicotémica construecién cultural de “entorno"; como al: go que (més allé de paliativas medidas de desarrollo y em- pleo de “teenologias ecolégicas" y otras medidas protecto- ras del ambiente) concierne, ante todo, a la relacién del hombre occidental consigo mismo, 2 Tos los tépicastratados san desarrllados extensamente on: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Contre de Estudio y Superaeién Posgraduada de la ANEC. Agencia Sueca de Desarrollo Internacional, Campus Virtual CLACSO, 2001. La revluein conten pordiea en el saber y In complejidad sctl: hacia unas ci Tes del neva tipo, CAtedraFlorestan Fernandes, Cursos de ‘Distancia 2004. Aula Vietual 588. Equipo do profesores: docores Pe 10 Codina y Carlos Delgado Diaz. Campus Virtwal de Rom, Buenos Aires ELTEMA DEA COM! ap x0 Por su pathos, los desarrollos del ambientalismo holis- = ta convergen con los de una bioética preocupada no sélo por el hombre y que, condicionada por esa mismas cir- cunstancias epocales ya aludidas, reclaman una ética de Ja vida (humana, animal y vegetal) extendiendo su preo- cupacién hacia la naturaleza toda y hacia una apertura reponsable por el futuro sostenible para la especie huma- na y la biodiversidad, ; ‘Asimismo, la subversién de la vida eotidiana como pro- eso espiritual por el progreso de la ciencia y la tecnologia ha visto aumentar niveles de atencién de salud y de im- particién de instruccién, aunque no siempre exentos de contradieciones y paradojas debidas a su incompleta co- bertura poblacional y su desigual accesibilidad para quie- nes tienen diferentes ingresos; y junto al surgimiento de nuevas costumbres y tradiciones progresivas, ha estado acompaniado de la destruccién de muchas costumbres ¥ tradiciones culturales especificas, asi como la instrumen- tacién de unos ideales culturales que han implicado toda una verdadera inversién valorativa: no solamente, como ya mencionaramos, Ia relacién hombre-sociedad-natura- le2a ha sido reducida a “el problema ambiental”, sino que, para muchos, el trabajo se ha reducido al empleo (euando se tiene), la calidad de la vida al bienestar material, la fe- licidad familiar a la holgura econémica; la dignidad de la persona se ha redueido en ocasiones al éxito individual, el amor al sexo y hasta la salud al mantenimiento de la si- lueta... Otra pérdida de diversidad, esta vez de la diversi dad espiritual, Semejante exclusién y marginacién material y espiri- tual “del otro” y “de lo otro” realizada —mutatis mutan- di— por la perspectiva homogeneizadora del ideal de ra- cionalidad de la modernidad [para la cual "lo diferente” (a Jas realidades de los paises industrialmente desarrolla dos) en el dmbito material es equivalente a “lo atrasado”, ou PEDRO LUIS SOTOLONGO “lo diferente" en el Ambito de loespiritual es*la incultura” -y"lo diferente” en el émbito del saber es “Io no cientifica- ‘mente fundamentado” (y por ende “supersticién” y “oscu- rantismo")} ha sido racionalizada ulteriormente hoy en dia en otra “vuelta de tuerea”— por el neoliberalismo globalizador en el enfoque TINA [por el acrénimo en in: glés de There Is No Alternative, es decir, “no hay ninguna alternativa” (al estado actual de cosas, al status quo neoli beral) | —enfoque convertido en una suerte de “argumen- tacién-complot’—. Enfoque TINA que pretende erigirse (de hecho se erige) como una especie de “*barrera’ para la accién y para el pensamiento criticos, alternativos, con- testatarios, liberadores (Sotolongo, 2004: 1) Tras su aparente omnipresencia, esas indeseables realidades esconden una cada vez menos disimulada in- sostenibilidad y se torna mas evidente que se estan ac- tualmente sosteniendo sobre Ja base de una especie de “faga-hacia-adelante” en busca de quiméricos estados s0- ciales de homogeneidad, estabilidad y equilibrio que, co- mo ha mostrado ya fehacientemente el enfoque (teoria) ‘de la complejidad”, son equivalentes al estancamiento y decadencia de un sistema social. La falta de resultados tangibles de semejante “fuga-hacia-adelante” y su corola- rio mas reciente —Ia obturacién de formas legitimas de resistencia social contra tal estado de cosas— ha traido la fexacerbacién de esa injustificable forma de resistencia que es el terrorismo nacional e internacional. El ya mencionado enfoque “de la complejidad” ha hecho otros aportes a la elaboracion de un nuevo ideal (no clasi co) de racionalidad y a la superacién de la dicotomia mo- derna entre las dos culturas, la cientifica y la humanisti- cca: su reivindicacién de la transdisciplinareidad y su cexigencia de la necesidad del didlogo entre saberes. Apor- tes éstos que el enfoque “de Ia complejidad” comparte también con las otras formas de eclosion de las “lineas de ELTEMA DELA CONPLENDAD 10s ruptura” con Ia modernidad que venimos tratando: la bioética global y el holismo ambientalista, como ambitos andlogamente iransdisciplinarios y preconizadores de la necesidad del diflogo enriquecedor entre diferentes cla- ses de saberes; y aportes que fecundan —y son fecun: dados por— la nueva epistemologia (0 epistemologia de-segundo-orden) que las sustenta y en la que nos de- tendremos mas adelante. Es imperativo para encarar las realidades que confron tamos atinentes al fenémeno de la vida como tal, que la bioética esté abierta al diflogo respetuoso con Ia plurali- dad y especificidad de culturas, con los diversos enfoques coneeptuales y précticos de su problemitica; y que sepa comunicarse —de y hacis—no s6lo los expertos, sino tam: bién con los hombres y mujeres de-la-calle. Pero las propias fuerzas desatadas por la ciencia y la tecnologia estiin erosionando la creencia moderna en la im. portancia omnimoda de esas ciencia y tecnologia, erigidas en un saber absoluto (y posteriormente desde la revolu cidn cientifico-téenica en poder absoluto) divoreiado de las formas comunitarias de vida que fueran su suelo nutricio. original y convertidas en instrumento de dominacién de Ianaturaleza y de Ia sociedad; externas alas comunidades ya su vida cotidiana, patron normativo de todo conoci ‘miento, que ha desplazado —sentando en el “banguillo positivista de los acusados"—a todo otro saber, deslegiti mandolo [Diaz de Kobila, 1995) De cierta manera, el Ouroboros de la cioncia y la tecno- logia modernas “se ha mordido la cola”: sus propios logros han hecho emerger problemas sociales y del conocimiento y desafios éticos inéditos para los cuales un conocimien: to exacto, una prediccién, y una manipulacién se tornan improbables, cuando no imposibles y, por lo mismo, no ha: Ian, ni pueden hallar, solucién dentro de los mareos del ideal de racionalidad que los originé y de su variante ex. 106 PEDRO Lins SOTOLONGO ‘roma puesta en juego a partir del industrialismo del siglo XIX: "la racionalidad instrumental’ (racionalidad que, je- rarquizando los medios en detrimento de los fines, preco: niza el ya mencionado “todo se puede conocer, predecir ‘manipular’) Por su lado, el enfoque “de la complejidad” también nos ha puesto convincentemente en evidencia esa imposibili- dad de pretender predecir, manipular y controlar todo tanto en la naturaloza como en la sociedad. Los sistemas “complejos” naturales y sociales —y hoy sabemos ya que ‘on los mas abundantes— son autorganizantes, ontol6gi- ‘camente creativos y no lineales (es decir, sensibles a pe- ‘quefiisimas variaciones de sus condiciones de partida); y, por ende, s6lo admiten predicciones, cierto grado de mani- ulacién y de control, a muy corto plazo, mientras se pue- dan extrapolar las condiciones ya existentes y sus conse- cuencias inmediatas, Una vez que la no linealidad “de la complejidad’ se manifiesta, més temprano que tarde, to- da prediccién, manipulacién y control se tornan quiméri- cos. Bl emerger de nuevos érdenes “de complejidad” a par: tirde los existentes, oa partir del desorden, es un proceso esponténeo, autorganizante y, por lo mismo, podemos s6- lo preverlo, pero no predeciro. En otras palabras, que nuetro saber “tiene limites". Ta les circunstancias, dimanantes del enfoque “de la comple- jidad” autorganizante, estén siendo también incorpora- das a la reflexién y praxis bioéticas y del ambientalismo holista. No debe sorprendernos, entonces, que ante las aludidas subversion de la cotidianeidad, pérdida de diversidad bio- ogica, social y espiritual, inversién valorativa, y ante los nuevos problemas y urgencias éticas inéditas dimanantes de todo ello, hayan ido apareciendo en diversos campos, reacciones y cuestionamientos existenciales, iniciativas précticas y desarrollos te6ricos, entre otros los va aludi- EL-TEMA DE LA COMPLIENIDAD wi dos de la bioética (sobre todo de la que se remite al ideal bioético-global y profundo preconizado por su precursor V. R. Potter), del ambientalismo holista y del enfoque (0 teoria) “de la complejidad” que, sin menoseabo de sus ret pectivos mbitos especilicos de reflexién ylo praxis, con- bergen en sus desarrollos que aspiran a superar tal estado de cosas mas arriba caracterizado, Al mismo tiempo, la sefalada incorporacién del conoci: miento a la vida cotidiana, al cambiarla cualitativamen- te, como vimos, ocasiona en los seres humanos valoracio- nes diversas que van evidencidindose como no ajenas al propio proceso cognitivo y no pueden seguir ignorandose a pesar de la resistencia que Ies hacen tanto el enfoque ‘TINA como los obsticulos de las diversas dicotomias cog- nitivas. ‘De modo que la aludida modificacién del lugar del cono- cimiento cientifico en el sistema del saber humano se est ‘manifestando a través de la formulacién de problemas de ‘nuevo tipo que se ubican en los limites mismos del conoci- ‘miento cientifico y en la vida social; del acereamiento mu- tio del conocimiento cientifico social y natural y del nuevo cuestionamiento acerca de los limites de Ia ciencia occi- dental; del replanteo del objeto de Ia ciencia como asunto metodolgieo y ético. Este conjunto de las circunstancias epocales examina das permite constatar la existencia de un suficiente fun- damento epistomolégico y también de unas demandas s0- ciales y éticas urgentes, en cuyo contexto se ha ubicado ese emerger ya apuntado, en los iiltimos decenios del re- cin finalizado siglo XX y hasta el presente, de ciertas "i neas o direcciones de ruptura” que van plasmaiio ese rea- ‘comodo del lugar del conocimiento cientifico en los marcos del saber en general. La reflexién y practica biosticas, rei- ‘eramos, constituyen una de esas “lineas o direcciones de ruptura’, al plantear con mucha fuerza la pertinencia mo: 108 PEDRO LUIS SOTOLONGO ral del conocimiento no como algo externo a la cognicién, sino como aspecto inherente a la misma, lo que conlleva, tuna reformulacién del objeto de la ciencia; al presentarse ‘como una étiea ambiental rompiendo con el ideal clisico de objetividad y al proponer una alternativa de construc cidn social del conocimiento que supera la dicotomia entre el conocimiento cientifico y la vida cotidiana, Al mismo tiempo, e! examen de esas circunstancias epocalmente contextualizadoras permite comprender como la reflexion y la préctica bioéticas —al igual que las otras “lineas o direeciones de ruptura” con el ideal elasico de racionalidad que son el ambientalismo holista (que ‘rompe con Ja conceptualizacin clasica de naturaleza y del lugar del hombre en ella) y el enfoque (1a teoria) “de la ‘complejidad’” (camo transito desde el ideal clésico de “sim- plificacién’” propio de la racionalidad moderna hacia el de “complejidad’ en la comprensién del mundo)— presentan tun andlogo estatuto epistemoldgico (no clasico 0 poselési- 0) y se sustentan (al mismo tiempo que le aportan nuevos desarrollos propios) en unas bases epistemolégicas de nue vo tipo que, en si mismas, vienen construyéndose en los marcos de la denominada nueva epistemologia de inspi- racién hermenéutico-contextualizante.* | IIT, LAS BASES FPISTEMOLOGICAS DE LA BIO#TICA, (LA NUEVA EPISTEMOLOGIA 0 EPISTEMOLOGIA- DB-SEGUNDO-ORDEN) La idea original de una bioétiea —propugnada como es conocido por V. R. Potter— promovié la necesidad de un ® Para ampliae sabre Ia convorgencia de la biotica global. el am bintalismo holistayelenfoque (ora) "de la compleidad”, puede ver fer ademas de la nota 1, x: Delgado, 2002, y Stolongo, 2003. BLTEMADELA COMPLESIDAD 100 pensamiento cientifico de nuevo tipo, profundamente mo- ral, como solucién al “aumento exponeneial en el conoci- miento, sin un aumento de Ia sabiduria necesaria para ‘manejarlo” (Potter, 1998: 32), circunstancia riesgosa en el desenvolvimiento ulterior de la especie homo sapiens, ‘Asi, la bioética "puente”, “global” y/o “profunda” —como sucesivamente (con un “giro” final hacia el término “elo: bal")! las denominara su precursor— se contempla como Ja allanadora de un camino que incorpore los valores al conocimiento cientifico, articulando el conocimiento cien- tifico natural y Ia moral humana, las ciencias naturales ¥ las ciencias sociales, terminando con la pretendida “new tralidad axiolégica” de la ciencia preconizada por tanto positivismo, La bioética surge asi como una preocupacién por las consecuencias del saber cientifico y sus aplicaciones tec- nolégicas para la vida (incluidas las aplicaciones biomédi- cas, de indiseutible impacto inmediato sobre las vidas in- dividuales, pero de ninguna manera reducida a ellas), extendiendo su reflexién y practicas hacia la articulacién entre las ciencias bioldgicas en general y los valores mora les; hacia la naturaleza (humana, animal y vegetal) como ‘un todo y hacia el futuro de la humanidad, Todo desde po- siciones de humildad y responsabilidad. Tales circuns- tancias trascienden la comprensién trdicional de una éti- ‘cay torna sumamente problemético considerar a la bioética global como una ética “aplicada’. ‘Semejante comprensién de la bioética implics no sélo una reflexin moral de nuevo cuifo, sino también una re flexién de nuevo tipo acorea del objeto de la ciencia y de la produccién de conocimientos cientificos, en el cual Ia mo- 4. Tal “ito” de nuovo hacia la denominacidn de bioitiea “global” pwede aprecinrso en alguns dels limos videos grabados por Potter. Por ejemplo en vu preventaciin en video de 1898 on el Congreso Mua (al de la AUB on Tokio 10 PEDRO LUIS SoTOLONGO ral y los valores no se opongan a la objetividad del saber. No basta con aspirar a nuevas “cuotas de saber” despro- ‘vistas de sentido social y humano; se debe aspirar tam- bién a incorporarles—hasta donde lo permitan los limites ‘ya aludidos de nuestro conocimiento— el sentido de para {qué serén usadas y con qué propésito. Lo expresado por Edgar Morin, en este caso desde el enfoque “de la comple- jidad’, como “una-ciencia-con-conciencia’, ‘Semejante pathos epistemolégico de la bioética la hace converger —alimentandose de ella y alimentindola a su ver— con la nueva epistemologia de-segundo-orden en construccién, la que también esta empefiada en trascen der las diversas dicotomias cognoscitivas a las que ya alu digramos y que nos impuso la modernidad: — La de aujeto-objeto. —La de observador-lo observado. —La de la objetividad del conocimiento cientifico-la subjetividad de los valores y de la moral. — La de ciencias naturales (‘duras”)-ciencias sociales y humanisticas (‘suaves”) y su corolario la de las dos culturas, Ia cientifica-la humanistica, —La de saber cientifico-otros saberes. —La del saber de los expertos-la vida cotidiana del hombre de la calle ‘Unas de estas dicotomias engendraron a las otras, Asf, la exigencia de la exclusion de toda subjetividad del proceso de ‘eonocimiento, con el propésito de aleanzar la més “pura’ ob- jetividad del mismo (presupuesto central del ideal moderno de racionalidad) redunda en Ia dicotomizacién ineludible del sujeto (que conoce) y el objeto (a conocer) y, por ende, Ia dicotomizacién del observador y de lo observado. Por otra parte, las ciencias sociales y humanisticas no pudieron, ni pueden, cumplir dicha exigencia (por muchos EBLTEMA DELA COMPLEIDAD m cesfuerzos que se relizaron por los diversos positivismos su cesivamente de moda por asemejar dichas ciencias a las ciencias naturales), lo que redundé en la dicotomia entre la “objetividad del conocimiento eientifico y la subjetividad de Jos valores y de la moral; la que fue extendiéndose hasta engendrar a las otras dicotomias entre ciencias “duras” (matematizables) y las ciencias “blandas” (reacias a mate- matizarse), con su corolario de la dicotomia de las dos cul- turas, la cientifica y Ia humantstica; y por cardcter transi tivo, geneté la dicotomia entre el saber cientifico y el resto de los saberes, entre ellos el saber cotidiano. A su vez es: to dltimo engendré la dicotomia entre el saber del experto yel saber del hombre y la mujer de-la-calle. ‘Sin embargo, decenios de tropiezos, frustaciones y re- duccionismos metodolégicos y metédicos condicionados por tales dicotomias, paralelamente al advenimiento de Jas circunstancias epocales que ya hemos caracterizado, con sus nuevos problemas ¥ urgencias éticas y junto al surgimiento de las diversas direcciones de esfuerzos con- ceptuales y practicos de ruptura con tales limitaciones —esfuerzos que también hemos ya sefalado y entre los que se halla el de la bioéties— han ido modificando el lu- gar del conocimiento cientifico en el sistema del saber hu ‘mano y est conduciendo a la elaboracién de un nuevo ti- po de saber, al modificarse sus bases anteriores. Es sabido que en ese terreno —el de las llamadas “bases del saber” (muchas veces omitido cuando se hace referencia slo al nivel empirico y al nivel teérico del sabet)—es don- de se produce la articulacién entre el saber filoséfico y el saber cientifico, que no es directa e inmediata, sino indi- recta y mediada por esas bases del saber (los ideales por Jos que en una u otra época se orienta el saber, las normas ‘y valores que en tuno u otro periodo guian ese saber, el tipo de “cuadro del mundo” que intenta entonces construit) 1 PEDRO LUIS SOTOLONGO Ese caudal mencionado de nuevas circunstancias del saber y a su obtencién, es decir, de indole epistemol6gica, no podia no redundar en la eclosién de una nueva episte: ‘mologia o epistemologia-de-segundo-orden en la cual ocu: eee eae La reflexividad del saber La nueva epistemologia enfatiza la necesidad de “con- textualizar’ siempre nuestros esfuerzos de indagacién, la necesidad de esclarecer siempre las circunstancias a par- tir de las cuales se indaga. Tener siempre en cuenta quello que incide y condiciona Ia manera en que el su- jeto-que-indaga encara su indagacién del objeto-a-inda. gar. En el saber social, esclarecer siempre el contexto de indagacién es poner en evidencia el ctimulo de circunstan. cias sociales, culturales, histéricas, a partir de las euales el sujeto-indagador conforma su visién acerca “del-obje to-social-indagado”. Nuestro conocimiento del mundo, también hoy lo sabemos ya, y particularmente el del mun- do social, es también una construceién valorativa que nos permite crear una representacién del mundo, pero no.es el ‘mundo. Es un producto humano que tiene fuentes en la subjetividad humana que no pueden obviarse. La investigacién social no clasica contemporanea se ba- sa entonces en el presupuesto de reflexividad, de inspira- cidn hermenéutica (interpretativa), para el cual el objeto s6lo es definible en su relacidn contextualizada con el su- jeto. Este presupuesto considera que un sistema esta constituido por la interferencia reciproca, siempre desde ‘un contexto concreto y especifico (social, cultural, histéri- co, eteétera), entre In actividad del sistema objeto y la ac- tividad objetivadora del sujeto. ELTEMA DE LA COMPLESIDAD na Es posible distinguir diversos grados de reflexividad, desde la naturaleza no viva, la viva, hasta llegar a la socie- dad y a la subjetividad de los seres humanos. Claro que el ‘grado de mayor complejidad de la reflexividad es el terreno propio de las disciplinas sociales [pero en las ciencias natu- rales est presente, penetrando “por la puerta trasera’, esa actividad objetivadora del indagador propia de la reflexivi- dad del saber: en las ciencias naturales clisicas es el “pro: blema del error” del indagador en las mediciones: y en las ciencias naturales no clasicas (cuanticas) el “problema del tipo de realidad” a enfrentar (ondulada o particulada), vinculada al instrumento (celecci6n del indagador) con que interactuaran los entes cusinticos} Desde la perspectiva de la reflexividad, la comprensié del saber como construccién valorativamente contextual zada no equivale de ninguna manera a un relativismo de {indole ética, ni quiere decir la negacién de la existencia por ‘si misma del mundo (‘la cuestién ontolégica’ de que el mundo “esti ahi afuera’, independientemente del que lo conoce). Representa, por el contrario (siendo una nueva so ucién a “la cuestién epistemol6gica” de la aprehensién por nosotros de ese mundo que “esté-ahf-afuera’), la supera- cidn de la dicotomia sujeto-objeto, el reconocimiento de que Ja interaceién entre ambos se da desde los contextos de la préctica y enfatiza el carfcter activo del conocimiento, Implica una comprensién procesual de la subjetividad, co: ‘mo constituyéndose desde el nacimiento hasta el fin de sus fas a partir de las condiciones de su existencia a través de la praxis, Esta perspectiva de la nueva epistemologia con- verge asimismo con el enfoque “de la complejidad”, en tan- to ambos reivindican una comprensién dindmica, interac: tiva, de la construccién intersubjetiva del saber.® + Para ampliar sobre a central de a eleva del saber en nueva epstemligia de-segundo- orden, of. Espina, 2004 y Navaro, 19. a PEDRO LUIS SOTOLONGO La epistemologia clisica (o de primer orden) de la mo: dernidad, en la que hemos sido formados, enfatiza el papel central del objeto de indagacién y Ia aspiracién del indagador al aleance de “la objetividad pura”. Para la epistemologia no clisica o de segundo orden, a la que tributa la bioética global en tanto pone el énfasis en la articulacién de los valores con el saber y en la actitud de responsabilidad de los sujetos hacia los otros, hacia la na- turaleza y hacia el futuro el indagador est intimamente involucrado con el objeto-de la indagacién desde un con: texto especifico que condiciona siempre el proceso de la indagacién. El indagador integra la indagacién como pro- ceso y ésta presenta caracteristicas de reflexividad. IV. LA*COMPLEMIDAD" B3 NO DE LOS PROBLEMAS DE LA BIOETICA, La bioética tiene que lidiar, en sus reflexiones te6ricas ¥en su praxis, con circunstancias, situaciones y fenéme- nos atinentes a la vida y a su sostenibilidad, que dimanan de Jas interacciones entre seres vivos, los seres humanos ante todo y los entes inanimados. Interacciones sociales ¥y con la naturaleza inanimada de diversa escala espacial y temporal. Tiene que ver, entonces, con complicadisimos entramados multicomponentes, verdaderas redes-en-red de circunstancias, situaciones y fenémenos. Red-de-redes on que se manifiesta una muy espeeffica dialéctica entre 1a totalidad (e1 todo) y sus partes. ‘Unas de esas interacciones inciden en las otras; éstas, —tramadas en red con aquéllas— re-inciden a su vez s0- bre ellas, de manera suscitante o amortiguadora. Lo que implica que, en ocasiones, incluso pequefias variaciones imiciales detonen enormes consecuencias (el Hamado “efecto mariposa’); es decir, tiene que lidiar con interac ELTEMA DELA COMPLESIDAD us ciones no-lineales que hacen que sobrevengan circunstan- cias, situaciones y fenémenos bioéticos emergentes, mu- chas voces inesperados y sorprendentes, paradéjicos, para los cuales no hay siempre solucién prevista o pensa- da. Es, no otra cosa, que “la complejidad’, manifestandose “en las entrafias” de la bioética. ‘Los desarrollos transdisciplinarios contemporaneos del cenfoque “de la complejidad’, sobre todo a partir de la se- gunda mitad del siglo XX —primeramente desde las cien- cias naturales; asi como también en las ciencias técnica; en la modelacidn matematica, y mas recientemente desde Jas propias ciencias sociales y en las ciencias humanas— fueron mostrando lo reduecionista de la comprensién mo- derna de la no interaccién entre el todo y sus partes; y pu- sieron de relieve todo un ctimulo de modalidades de “cau- salidad-inter-niveles”, “causalidad circular” o “causalidad compleja” que no sélo es inherente a dichas interacciones todo-partes, sino que ademas se comprueba es la respon- sable por el emerger esponténeo —autorganizanto— “de-abajo-hacia-arriba” de érdenes “de complejidad” (cua litativamente nuevos) a partir del desorden ode un orden anterior “de complejidad’, La vida se “autorgani24’, emergiendo del mundo no vi vo; lo vivo racional (Jos seres humanos y Ia sociedad) s0 “autorganiz6", emergiendo de lo vivo no racional. Seme- jante enfoque hace concebir esperanzas de poder “llenar los hiatos” entre "los tres mundos” no articulados entre si del legado de 1a ciencia analitica tradicional: el mundo muerto de “lo fisico-quimico", el mundo vivo de los orga- nismos biol6gicos no racionales y el mundo vivo-racional, de las sociedades y los hombres. La aludida autorganizacién esponténea del mundo —3 Ins problematicas bioéticas no son ninguna excepeién— involucray a una “causalidad compleja” sensible-al-con- texto-y-al-entorno de los componentes (ya naturales, ya 6 PEDRO LUIS SOTOLONGO sociales y/o ya bumanos, en cada caso concreto ¥ especi- fico involucrados en la misma) es decir, una causalidad sensible “a-lo-que-lesesté-ocurriendo-ahora’” a esos com ponentes y también sensible a su historia o pasado (es decir, “alo-que-les-ha-ocurrido-antes" 0 ea, “a-cémo-arr baron-a-esa-situacién’). La “eausalidad compleja” inter- niveles es una causalidad contextual, es decir, “situada hhicet nunc” (en contraposiciOn a la causalidad —idénti- ca para todo lugar y para todo momento— de la moder- nidad) {Cémo plasmar metodoldgicamente el enfoque trans- diseiplinario dela complejidad’ en la bioética? Ello dima- na de la aplicacion reiterada (pues “Io metodolégico” siem- pre esa posterior) del cuerpo de saber transdisciplinario “de In complejidad’” ya construido (0 de una parte de él) para Ta indagacién de una u otra problemitiea biota. Se “proyectan” a ese campo biostico las nociones transdis- ciplinares construidas desde el enfoque "de la complef dad”, para poder distinguir en el mismo aquello genérico (convin a muchos campos) que ha sido recogido transdis- ciplinariamente, pero plasmandose sobre la base de lo es- pecifico de Ia problemética bioética concreta que se inda ga, Metafdricamente es como “ponerse unas gafas” del color genérico del saber transdisciplinario de “Ia compleji- dad”, para con elias apreciar matices especificos en una w otra problemiitica bioética que de otra manera no se apreciarian. De esta manera, "lo transdiseiplinario de la complejidad” constituye una universalidad genérica que no elimina las especificidades singulares (a diferencia de las leyes univereales —covering laws— de la cioncia ana- litiea, Proyectar dicho cuerpo de saber transdicisplinario de “ia complejidad” hacia una w otra problemética bioética conereta 1 indagar, implica entonces considerarla como un sistema abierto, susceptible de intercambiar masa, ELTEMA DELA COMPLEMDAD m energia, informacién ylo sentido con el entorno; concebir- Ja como una red entre componentes involucrados en inte- Facciones no lineales distribuidas (es decir, sin un compo- nente-centro “programador" de las mismas); distinguir lag retroalimentaciones suscitativas o amortiguadoras; los mecanismos de reconocimiento de los patrones propios que esas interacciones no lineales en red van constituyen- do (una especie de "memoria interna’ dela red); los atrac- tores—y su tipo—en que queda atrapada dicha dinémica reticular; las bifureaciones de dicho proceso, como conflic- tos entre atractores; el emerger de un nuevo orden “de ‘complejidad” a partir de la eclosién esponténea de un pa- trén global al que no puede sustraerse ninguno de los componente, eteétera. En In base de dicha orientacién metodolégica propia del enfoque "de Ia complejidad” est siempre la indagacién interniveles (el nivel dela dindmica indagada (es decir, las transformaciones, los cambios, de indole bioética que nos interesa estudiar); el de eu entor- ‘no (aquella parte del medio ambiente capaz de incidir glo- balmente sobre esa dindmica que se quiere indagar); y el nivel de sus componentes (aquellas entidades menores distinguidas capaces de involucrarse en la dinamica in. dagada)] ‘Como se ve, todas esas nociones de “sistema abierto” “intercambio con el entorno”, “red distribuida’, “interac: ciones no lineales”, “retroalimentaciones positivas y ne- gativas’, “reconocimiento de patrones propios", “atracto- res dindmicos”, “bifureaciones”, “emergencia de érdenes de complejidad’, etestera, recogidas de una u otra disci plina y re-elaboradas e integradas en un cuerpo transdis- ciplinario de saber (en este caso por el enfoque “de la com plejidad");permiten captar, en la problematica bioética indagada, mecanismos dinimicos genéricos pero plasma- dos a través del comportamiento interactive de compo- nentes biosticos especificos. ue PEDRO LUIS SOTOLONGO Debe al mismo tiempo enfatizarse —insistimos— que, cen tanto “Jo metodol6gico” siempre sobreviene a posterio- rri,es decir, se va decantando sobre la base de la reitera- cin de aquello que arrojé buenos resultados en indaga- ciones anteriores, una u otra metodologia puede tornarse, mutatis mutandi, en una especie de impedimenta para in- tentar algo inédito, algo que hasta ahora no se habia em- pleado, pero que es susceptible de dar iguales o mejores resultadas que Io decantado en Ia metodologia ya proba- da. Es el “precio epistemol6gico” a pagar por la seguridad ‘que elempleo de una metodologia ya probada proporciona a una u otra indagacién y debemos siempre estar cons- cientes de ello y atentos de que no nos impida incorporar- les elementos novedosos y ereadores. Por otra parte, hoy en dia el propio enfoque “de la com: plejidad” autorganizante nos esté mostrando fehaciente mente la paridad ontolégica del orden y el desorden, de la cestabilidad y la inestabilidad, del equilibrio y el desequili- brio, de la necosidad y el azar, del determinismo y el inde- terminismo; asi como la paridad epistemoldgica de la pre dictibilidad y la impredictibilidad, Los estudios de Ia ezcuela “de complejidad” de Bruselas (liya Prigogine, Isabelle Stengers, Gregoire Nicolis) nos pusieron ante los ojos que precisamente situaciones fuer temente alejadas del equilibrio y vecinas de Ia inestabili dad, son muy frecuentes en el mundo, y son las que se tor- nan imprescindibles para que el mundo presente esa creatividad ontoldgica a la que hemos ya més de una vez aludido. os estudios de sistemas fuertemente alejados del equilibrio mostraron que es en tales circunstancias, fuer temente no lineales, cuando a partir de un desordena- miento previo, emerge un nuevo orden “de complejidad” (como la vida, como los seres humanos y la sociedad; eomo el primer respiro de aire y el primer llanto del recién naci- ELITEMA DE LA COMPLEUIDAD 9 do, como la curacién al reseindir Ia enfermedad, como las subjetividades “mareadas” sobrevenidas tras las denomi- nadas “experiencias-de-la-muerte”), Orden nuevo que, tuna vez emergido, es decir, una vez surgido-a-partir-de (Cde abajo hacia arriba”), experimenta siempre nuevos alejamientos del renovado equilibrio que su aparicién suscits, para dar origen a sucesivos érdenes “de compleji- dad”. Ordenes “de complejidad”, por otra parte, no siem: pre predecibles, aunque previsibles, Ese emerger de nueva “complejidad” va aparejada al surgimiento de las denominadas “estructuras” o “confor. maciones” disipativas, que “disipan” los gradientes (as, asimetrias, las heterogeneidades, los desequilibrios, las desigualdades, etestera) espacio-temporales surgidos con el alejamiento paulatino (0 brusco) del equilibrio (de Ja simetria, de la homogenidad, de la igualdad), perm tiondo la aparicién del nuevo orden “complejo”. Estructuras o conformaciones disipativas que produ- cen, entonces, una disminucién local de entropia (del de sorden), lo que proporcioné ademas Ia explicacién para la paradéjica situacién de que, fedricamente, en la ciencia li- neal —la de los sistemas cerrados aislados de su entorno, en equilibrio, estables, rigidamente deterministas— se produciria inevitablemente su desordenamiento, sobrevi niendo en definitiva algin dia la conocida "muerte térmi ‘ca del Universo” por degradacién irreversible de ese or: den y el aumento incontrolable de entropia (la “muerte centrépica’). Mientras que realmente lo que se observa en el mundo son sistemas abiertos al entorno (capaces de in- tercambios de masa, energia, informacién y sentido con ese entorno), ¥ el emerger irreversible de érdenes de una complejidad creciente, entre ellos el de vida. El mundo (la vida) es ordenado(a) porque es capaz de desordenarse autorganizadamente (espontineamente) para volverse a ordenar y para desordenarse subsiguien- temente; es estable porque es capaz de dosestabilizarse para estabilizarse y desostabilizarse ulteriormente; es ‘equilbrado(a) porque es capaz de desequilibrarse para volverse a equilibrar y desequilibrar; presenta facetas ne- cesarias que son producto del azar y que a su vez se tor- nan azarosas; manifiesta aspectos predecibles que son re- sultado de aspectos impredecibles que dan lugar a nuevos aspectos predecibles... Los problemas y urgencias bioéti- cos estin llenos de tales cireunstancias, caracteristicas de tuna dindmica “compleja’ Hoy sabemos ya, por todo lo sealado, que existen de- sordenes, inestabilidades, desequilbrios, azares, impre- dictibilidades, deseables, por beneficiosos ya para la natu: raleza, ya para la sociedad y los seres humanos. Tan beneficiosos, que sin ellos esa naturaleza, oesa sociedad y esos seres humanos no habrian legado a existir... La bioética, en el abordaje de su problemas, no debe, pues, aspirar @ un orden, una estabilidad, un equilibrio, com: pletos y perfectos; a una ausencia total de incidencia del azar, a una predictibilidad perfecta. Por todo lo expresado, el desarrollo ulterior de la relle xiény la praxis desde la bidetica —al igual que el resto de Js lineas de ruptura con el ideal “eldsico” de racionalidad alas que se ha hecho alusin—requierep y exigen y estén construyendo colectivamente por vias diversas pero con- vergentes [algunas de ellas, como Ia propia bioétiea (y el ambientalismo holista)] mayormente a partir de su pro- pia praxis, pero desde ella aportando al saber; y otras [co- mo el enfoque “de la complejidad” y la nueva episte- mologia] mayormente desde el saber, pero desde alli en- riqueciendo las posibilidades de sus praxis) respuestas que posibiliten una posible superacién de la perspectiva homogenizadora y excluyente atin imperante. ‘Asi, ese desenvolvimiento ulterior de la bioética, entre otros aspectos, reivindica: PLTEMA DE LA COMPLENIDAD a —la necesidad de una reconstruccién epistemolégica del saber cientifico, a partir del reconocimiento de sus limites propios y la construccién de ese nuevo ideal —alternativo al de Ia modernidad— de racio- nalidad, que encuentre. una articulacién mutuamente enriquecedora con el enfoque “de la complejidad”, el ambientalismo holis- tay la nueva epistemologin de-segundo-orde: —una legitimacién pluralista no-excluyente de la di- versidad para la cual. —la vida cotidiana no se constituya en mera receptora =o receptéculo— pasiva de los logros de la ciencia, sino una participante activa y no externa y aisla- da, sino interna y articulada con el saber cientifico ¥ otras formas del saber; reivindieando, — el didlogo entre saberes y reintegrando asi formas de vida y formas dol Saber que legitimen. — formas alternativas (a las imperantes en los paises industrialmente desarrollados) de cultura, de politi a, de comunidades, de economfa; en resumen, for- mas alternativas de socialidad, con el reconocimien- to de la sociodiversidad. Por ende, —la construccién colectiva de un pensamiento y la puesta en juego de una prictica bioéticas que tenga ‘muy en cuenta las especificidades y peculiaridades de su dmbito (social, cultural, hist6rico) de pertenen- cia, asi como de su dotacién de riquezas naturales y ecolégicas Para nuestra regién latinoamericana y del Caribe, ello supone la construccién colectiva de un pensamiento y pra- xis bioéticos ficles a nuestra idiosincrasia tercermundis. ta, dialogante con otras perspecivas bioéticas, pero firme en su reivindicacién de nuestras prioridades y urgencias bioéticas que no siempre coinciden, ni tienen por qué coin- we PBDKO LUIS soTOLONGO cidir, con las de otras latitudes, otros grados de desarrollo econémico y material y otras idiosincrasias. ‘Debemos construir nuestra atin joven biostica latinoa- ‘mericana y caribefia como una bioétiea participativa y ‘consprometida con la superacién de las persistentes inde- seables realidades atinentes al fenmeno de la vida en nuestra regién; esforaindonos por construir colectiva mente un corpus conceptual y un conjunto de précticas bivéticas que plasmen en los hechos esa participacién y ‘ese compromiso. Una bioética pretendidamente universalista que liqui- de —o no se haga cargo de— la especificidad regional nuestra, ya bien por sus “principios’, nociones y/o précti- cas, ya bien por sus formulaciones en declaraciones, ma- nifiestos y/o cédigos, noes verdaderamente “nuestra ¥ si cl imperativo ya aludido hacia el didlogo nos obliga a par- ticipar en iniciativas como las mencionadas —si de decla- rraciones, manifiestos ylo cédigos se trata— debe ser para propiciar que tal pretendida “universalidad” excluyente de las singularidades se vaya convirtiendo en enunciacio- nes genéricas transdisciplinarias que no eliminen las es- peeificidades. No podemos ni debemos ser bioeticistas “principialistas” contemplativos, refugiados detras de ‘unos u otros “prineipios” bioéticos, sino bioeticistas prin cipialmente participativos, comprometidos ¥ solidarios, El camino hacia esa bioética latinoamericana y caribeia articipativa, comprometida y solidaria es largo, pero “el primer paso ee ya parte del camino” y "se hace camino al andar”. IV. RBPERENCIAS DELGADO Diaz, Carlos, 2002, Limites socioculturales de Ia educacién ambiental, México, Siglo XXI Editores. [BLTEMA DE LA COMPLESIDAD wa DIAZ DE KOBILA, Esther, 1995, Para una genealogia de la epistemologta, Rosario, Editorial U.N.R. ESPINA, Mayra, 2004, “Complejidad y pensamiento so- cial", ponencia preparada para el 20. Seminario Bienal Internacional acerea de las Implicaciones Filoséficas, Epistemoldgicas y Metodolégicas de la Teoria “de la Complejidad", Complejidad-2004, La Habana, del 7 al 10 de enero. NAVARRO, Pablo, 1990, “Tipos de sistemas reflexivos", en Thaiiez, J. (ed.), La investigacién social de segundo or- den, suplemento 22, Bareelona, octubre. POTTER, V. Rensselaert, 1998, “Bioética puente, bioética global y biogtica profunda’, Cuadernos del Programa Regional de Bioética, nim. 7, OPS-OMS, diciembre. SOTOLONGO, Pedro L., 2003, “Los retos de los cambios ‘cualitativos en el saber contempordneo y el pensamien- ponencia preparada para Ia Conferencia Internacional “La Obra de C. Marx y los desafios del Siglo XI’, La Habana, mayo, 2004, "Complejidad y TINA”, ponencia central preparada para presentar en el Taller Internacional de Complejidad y Filosofia, coauspiciado por el Instituto para el Estudio de la Coherencia y la Emergencia (ISCE), Boston, la Universidad Federal de Rio de Ja- neiro y la Catedra para el Estudio “de la Complejidad’, La Habana, Rio de Janeiro, 18 y 19 de noviembre,

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