You are on page 1of 30
I bdivg MOLL 4 JOSE WATANABE “ _ANTIGONA VERSION LIBRE DE LA TRAGEDIA DE SOFOCLES ANTIGONA CRUZA EL TIEMPO Los antiguos griegos ejercen una atraccién poderosa sobre nosotros. ‘Sentimos algo que viene del fondo de lo desconocido y algo que nos ‘concierne directamente en sus obras de arte, por eso, porque estan en 4l comienzo del comienzo y han resistido el paso del tiempo, los Varnaros clésicos. En la Iiada y en la Odisea de Homero aparece siempre el héroe con el aura de sus hazafias, radiante vencedor de todas las dificultades, enfrentado al oscuro abismo de la muerte que lo hard suyo arrebmtindole todas las alegrias, sumiéndole en la nada, De esa tensién nace el esptritu de lo trégico que en la épica se ‘amalgama con las otras emociones de la vida, pero que en los dramaturgos, cobra independencia y in inusitado vigor. Como se ha dicho muchas veces, la tragedia fitica comenzé en el afto 535 a. C. cuando en el gran festival de Dionisio, Tespis apareci6 con su coro y presenté un drama rudimentario, Nada sobrevive de todo ‘aquello, solo sabemos que era cantada y no hablada, que la accién era sencilla y que el jefe del coro tenia un papel definido, De esos dsperos comienzos, el genio griego alcariza un tono singular, hasta el punto que Ia tragedia se convirtié en el arte literario por excelencia en la Grecia de Pericles. En su origen la tragedia no presentaba ninguna accién violenta, la muerte 0 los desastres era referidos por un mensajero y no ocurrian anit los ojos de a audiencia. Los asuntos eran tomados de as leyendas 7 Populares, conocidas por los espectadores y estaban vinculados a ‘Sentimiientos religiosos. Poco ha quedado de esa primitioa tragedia tice. Las piezas que han Uegado hasta nosotros son obras de los tres grandes trgicos que Grecia reverencié y que nosotros continuamos apreciando como algo excepcional del genio humano, Aquelio que dicen en sus Fragedias Esqul, Sofecles y Euripides, nos toca en lo mas intimo, nos inoolucra, nos conmueve y nos deja pensando, Hay diversos factores que contribuyen a la sensacién de extrafteza que siente el espectador contemporineo cuando asiste a una representacién de la tragedia griega: Ia escena tinica, los contados actores, lo sublime de a lengua en discursosfijados de antemauo, los arduos problemas de religién y de moral. Nadie duda de que fue Esquil (525-456 a, C.) el que contribuyé a dara la tragedia griega su forma definitiva. Aument6 de unoa dos el ‘mero deactores, eyo el coro, hizo mds importante a parte hablada alcanzo grandes logros artisticos. ero es Sifocles (495-406 a. C.) quien expresa con redonda cabalidad el espiritu dtico y es justamente Antigona, una de sus obras mis representativas. La obra se abre cuané.. Antigona sedispone aenterrar Polinices, su hermano muerto,a despecho del edicto de ‘Creonte, st paviente, que le nisga todos los rit fimebres como castigo a su {micin, pues ha fallecido atacando a Tebas. Por esta desobediencia Antigona incurre en Ia pena de muerte. ¥ es queellahacatdo también en Ia culpa del desacato, segiin se lo dice su hermana Ismene. Pero Sofocles ha ido mas lejos. Antigonaes antes que nada, segtin lo seftala CM. Bowra, a expresion de un contraste, en verdad imeconciliable Centre dos especies de bien. Creonte representa Ia ley y el orden y 8 Facultad de Humsnidades UPR-RP Antigona el principio no escrito de piedad celeste. Ant{gona es castigada por su desobediencia, pero con su muerte Creonle pierde a suhijo Hemén, prometidode Antigona ya su propia esposa, Euridice, y queda desconsolado, Lapiezn estd construida con un equilibrio que se ha ponderado mucho, Sesiente al comienzo que Antigona tiene una deoocin excesiea por el muerto y que es dura con Ismene, su dubitatioa hermana, At enfrentarse com la muerte casipierde el valor y piensa en todo o que Se le va con Ia vida. Esa humanizacin de la herotna despieria simpatias del piiblico. Conforme eso acurre,. el aprecio por Creonte va dstminuyendo, Este noesal principio alguien de altura trégica, parece solamente un gobernante empefiado en restaurar el orden en ung Ciudad deoastada. Perel desafiode Antigonarevela los aspectos mie sombrios de Creonte que ya no obra por principias sino por orgulo, desoyendo los atinados consejos de su hijo y las graves advertenciag del profeta Tiresas, Cuando llega ta horn desu castigo, el espectador Slente que lo ha merecido eabalmente. Como sucede en otras piezns trdgicas, el pensamiento del autor aparece ntido en las palabras del coro, Es el coro quien explica el punto de vista general del autor en la obra. Cuando Antigona desobedece a Creonte el coroentona un himmno para cantar Ia astucia y las grandezas del hombre, Cuando Hemén, enamorado de Antigona, argument con su padre, el coro emprende 1a loa sobre el “Amor: ‘invencible en los combates”. Yesees el contraste Inds hermoso de a obra, el conflict entre las eyes de los hombres y los apremios del corazén. Han pasado veinticinco siglos desde ta épaca que vivis Séfocles y ‘hora José Watanabe, uno de los poetas Peruanos més apreciados, cuya voz original empieza a ser conocida en distintas partes del mundo, nos entrega una Ant{gona personal, que respetando la voz de Séfoctes,atade su propio talento a la obra inmortal. Coma en el carro de Tespis, el primer trégico, la obra de Watanabe esta concebida personal y ha sido escrita especialmente para {que Teresa Rall, dirigida por Miguel Rubio, nos entregue un Séfocles con un aliento de contemporaneidad, La actitud es atrevida y al mismo fiempo modesta. Atrevida por modificar un texto de Séfecles y humtlde Porque no aspira a la total originalidad. Pero si vemos bien, en la ‘storia literari, el afin de originalidad extremada, se ha alternado en Ia prictica, con una vocacién de elevarse a la altura de aquellos {Tue consideramos maestros. Las imgenes, las metéforas y las tramas iejores son agiuellas que cruzando distintas épocas,trabajadas por distintos artistas nos parecen mejores porque estén decantadas por el tiempo, [:&-vrsi6n de José Watanabe ha respetado gran cantidad de frases de la traduccién de Ignacio Errandonea, aquellas que le parecieron rPerfectas y en aquellas otras afiadidas de su propio magin, procura adaptarse al estilo de Séfocles, cary, directo, con escogidas palabras del habla daria que saben penetrar en las preocupaciones mAs hondas de la especie humana, Watanabe modifica un poco la estructura del espectaculo, Precisamente para hacerlo unipersonal. Habla una narradora que ‘haga todos los papeles. Y en este punto esté concentrada la magia el teatro, Es ese desdoblarse ad infinitum que en la poesia liticn aparece soterrado bajo siglos de préctca individual, que se manifista en algo en la novela de miiltiples personajes y que cobra su splendor en el teatro. Volver al espectdculo unipersonal, a la sobriedad del escenario, al teatro de pastones desnudas, sin aditamentos excesivos, noes silo vincularsea través de Séfoces, con el mismo Tespis, com hemos dicho sino acomodar una trama a un vehfcul expresivo que permite asomarse a los abismos. de Ia esencia del hombre. Hasta donde es posible Watanabe deja de lado todo rebuscamiento, ‘oda vocacién de hucimiento, para legara un pubtico mayoritaria, Et 10 inal de a versin que se presenta es notable. Junto al tema del derecho tumano enfrentado al derecho divino, se entra al asunto de la culpa, «ese meditar doloroso sobre lon hecho o lo mal hecho o aindiferencia Frente los hechos. También aparece, una auténtica sorpresa que es ‘mejor no anunciar, Jost Watanabe ha hecho periodismo, cine, y poesia, que es su marca Principal. La peza que ahora ha escrito y que ha extrafdo en alguna meilida del cofre de Séfocles, 1o muestra como un dramaturgo de ‘mucha potencia, Ahora que en el Perti se est saliendo de la crisis de ‘autores, que leoaba por lo menos veinteaflos, su pieza trae un aliento Fresco a las tablas. En el mejor sentido del término, nos trae una Poesta dramética que los espectadores y lectores estdbamos necesitando. Lima, 24 de enero del 2000 ‘Marco Martos u NARRADORA Hoy es el primer dia de la paz. Las armas enemigas atin no han sido recogidas y estén dispersas sobre el polvo como ofrendas intitiles. Qué rapido el viento de la madrugada ha borrado las huellas de huida de los argivos. Cuando la luz es brillante como la de esta mafiana, parece que ‘el pasado es més lejano. Pero no, ellos huyeron apenas anoche, no més noches. Antes de nuestro tiltimo suefio fue el tropel de su desbande. Vinieron se posaron sobre nuestros tejados cual 4guilas armadas y pusieron en nuestras siete puertas siete renombrados capitanes y munca acallaron sus siniestros gritos de guerra, Pero Zeus, que abomina los alardes de la lengua altanera, estuvo con nosotros. 6 Acosados por nuestros batallones, corrian por su vida aquellos que cantaban que habian venido a beber nuestra sangre. No la bebieron y agradezcamos hoy la vida yelsol : ¥ Ia paz que es un aire transparente, y empecemos a olvidar, 16 1 NARRADORA Los pastores han llevado las cabras y ovejas. més alld de las colinas de Tebas, adonde el pasto no esté sucio de sangre. Volverdn cuando todos los muertos de la guerra estén. enterrados y nueva yerba crezca sobre los timulos. Aptirense enterradores, junten sabiamente en una misma fosa a nuestros soldados y a Jos enemigos Pues ambos estén hechos de la misma carne ¥ oliscan el aire por igual een ese cadaver sobre la tierra mas rida, tendido perfectamente de perfil? Se llama Polinices y, aunque semidesnudo, xin mantiene las brillantes insignias de capitan argivo. Murié por un juego perverso de los dioses, Ellos observan las batallas como un especticulo, ignorando uién hiere a quién en el fragor del combate © qué flecha lleva direccién de cuerpo preciso. 7 Pero en una de las siete puertas, los dioses sf pusieron voluntad para que se enfrentaran dos hombres sefalados, miuestro capitén Etéocles ¥ el capitén atacante, Polinices, solitarios en sus armaduras fulgurantes, ay juego perverso, eran nacidos de una misma madre y de igual padre. El movimiento fue ‘simultaneo: una lanza avanz6 y la otra vino Yas{la muerte se hizo dos, pero entera en cada hermano, 18 mW NARRADORA, Destino es de los débiles crear sefiores del poder, asi como en suefios creamos seres para nuestro miedo, y slo el dormido: los ve,y se angustia Pero ahora estoy en vigilia y ver a Creonte me intimida, Coronado ayer es el més reciente rey de Tebas,y sin embargo Ya su cefio es fruncido, Estd bajando lentamente los escalones de su palacio y sé que no trae en la boca Palabras felices. (CREONTE ‘Nuestra patria nuevamente es una terra de sosiego, Después de las violentas marejadas de la guerra, {is Cosas se han asentado y funcionan como originalmente, Miren alrededor: el vino estd en las énforas, 9 los sirvientes sacuden las alfombras en las ventanas, el amor anida otra vez, y felizmente por igual, en los inmortales yen los hombres efimeros, y los muertos de la guerra ya todos estan abrigados porla tierra, excepto uno. Excepto uno. El cuerpo de Polinices quedard insepulto, carne de disputa y hartura de las aves y de los perros voraces. Porque él, que fue desterrado, vino con los crueles argivos dispuesto a ver con placer el fuego consumiendo la ciudad de sus padres. Lao tumba para él es mi determinacién porque jamés los malvados recibirén més honra que los justos, ¥ que asi quede pregonado. Y pregonado también quede el castigo: aquel que le haga exequias, que le haga duelo 0 que le cubra con tierra, agregaré su propia muerte a la del muerto. Ahora vayamos todos a concluir las honras de su hermano Etéocles: dispongan carrozas, caballos, flores, banderas, y ustedes, capitanes de la guerra, agreguen un mechén de sus cabellos ara que se consuma con el cuerpo de aquel cttya causa fue la patria, Queden asf en el olvido los pasados combates y vayamos a los templos de los dioses en danzas nocturnales, iy que Baco sea nuestro guia! 20 Vv NARRADORA La muchacha, més nia que mujer, sentada en aquel patio. qué abatimiento tan serenamente llevado. Hermana de los dos muertos, del honrado con sepulcro y del otto, afrentado sin él, mira distante nuestro paso. La culpa que sentimos esté en nosottos, tebanos, no en la intencién de su mirada, porque nadie, ni el consejero més sabio, se atrevi6 a refutar la orden de Creonte que es dafiosa para nuestra alma. {Qué cosas arden en tu corazén, Antigona? tAdénde vuela tu resentimiento, muchacha?

You might also like