You are on page 1of 29
9 Los errores que comete el terapeuta Lo que es terrible es pretender que la segunda clase sea la primera. Fingir que no nece- sitas amor cuando si 0 que te guste tu trabajo cuando sabes perfictamente que eres capac de mejorar Doris Lessing, citado en The Quotable Woman. Cuando podamas empexar a tomar nuestros errres sin gravedad alguna, es0 significa que estamos dejando de temerlos. Es de una importancia inmensa aprender a reirmos de noso- ros mismos. -Katherine Mansfield, citado en The Quotable Women. Imaginese que usted es un interno que trabaja en un gran centro universi- tario de consejeria. Una mujer afroamericana de 19 afios, estudiante de segun- do aio, busca ayuda presentando una queja inicial de soledad, falta de amigos y depresin. Cree que una parte del problema es que en el campus estudian relativamente pocos afroamericanos, pero también considera que existe un gran racismo solapado en la Universidad y que esto le esta afectando a su habi- lidad para encontrar amigos que no sean afroamericanos. Describe uno o dos ejemplos especificos de lo que pudiera ser racismo, pero también varias situa- ciones més como una cuestién evidentemente racista, pero que segtin su pun: to de vista podrfa ser discriminacién 0 cualquier otro tipo de problema. Cuando habla con ella, observa que cuando le pregunta sobre el racismo, apa- yentemente se entusiasma con sus preguntas, elabora las respuestas y parece 292 INTRODUCCION A LA PSIGOTERAPIA muy implicada en el proceso. Por otro lado, cuando le pregunta por su familia, por las anteriores dificultades psicolégicas y otros temas, raépidamente parece sacar a colacién el tema del racismo. Est versada en escritores afroamericanos como Louis Gates Jr. y Cornell West personas a quienes cita con abundancia. Dada la anterior informacién, éle parece que podrfa dedicar con provecho dos sesiones, 0 més, de psicoterapia a discutir con esta cliente sobre el racis- mo? éConsiderarfa como un error terapéutico dedicar una parte substancial de estas sesiones a centrarse fundamentalmente en el racismo inherente a la cultura de los Estados Unidos (en contraposicién a enfocar la cuestién de su propia experiencia de racismo)? éSu parecer con respecto a si el terapeuta deberfa dedicar una parte substancial del tiempo de terapia a discutir sobre cl racismo depende de la propia raza de éste? ¢Qué mas quisiera saber, si fuese el caso, para responder a esta pregunta con algtin grado de confianza? éDe qué forma, si es que lo hiciera, se verian afectadas sus respuestas a estas cues- tiones si supiera que el seguro de esa mujer sélo cubritfa cinco sesiones? El caso recién escrito plantea una serie de preguntas sobre lo que signifi ca cometer un error como terapeuta. éQué criterio deberfamos emplear? ¢Cémo vamos a dar sentido a una situacién en la cual un supervisor reco- mienda un curso de accién y otro considera éste como un claro error? Kottler (1993) da un buen ejemplo de por qué predomina a veces la confusién cuan- do pensamos si varias intervenciones representan o no un error. Kotler soli- cité retroalimentacién a varios supervisores, tras proporcionarles una cita lite- ral extraida de un cliente y de un terapeuta en formacién. Cliente: Nadie puede creer que ¢l Departamento de Estado exija 71 créditos, ademés del titulo de licenciatura, para conseguir una licencia para ensefiar en la escuela elemental. Consejero: A ver, ni siquicra estabas seguro de que querias dar clase porque deseas ensefiar a alumnos que estuviesen motivados ¢ interesados en aprender, Supervisor 1: Excelente direccién pero expresado de una forma muy vio- Jenta. Supervisor 2: éPor qué difiste eso? Supervisor 3: Resta confrontacién, parece prematura. Supervisor 4: No estoy seguro de lo que ests tratando de hacer aqui. Supervisor 5: Buena reafirmacién. Supervisor 6: Esta afirmacién parece injustificada. Supervisor 7: iExcelente respuesta! Est acercando al cliente a la verdade- ra cuestién (pags. 73-74), ‘LOS ERRORES QUE COMETE EL TERAPEUTA 293 Estos tipos de diferencias son el material con el que estan hechas las pesa~ dillas de los supervisados y constituye el tipo de evidencia citado a menudo por los escépticos que cuestionan el valor de la supervisién, cuando no de la psicoterapia. Por tanto, un buen lugar para comenzar la discusién de los erro- res que comete el terapeuta es reconocer que muchas pautas consideradas como “errores” por un supervisor también serdn evaluadas por otro como una buena intervencién. Aunque pueda parecer un poco extrafio, esperamos que mientras usted se encuentre formandose cometa bastantes errores como terapeuta, porque equi- yocarse es un gran modo de aprender (asumiendo que su supervisién sea buena). En el entrenamiento clinico se espera que usted cometa errores; tiene licencia para errar. Una vez que usted consiga su doctorado, se presionard mis a si mismo. Por lo tanto, sus atios de entrenamiento deberian ser los “vie jos buenos tiempos”. Quizds mds que en cualquier otra época de su vida, sera recompensado por ser capaz de admitir sus defectos como terapeuta. En con- clusién, esperamos en usted una actitud tolerante hacia sus deficiencias como clinico, una buena cantidad de tiempo para hablar sobre ello con su supervi- sor y la saludable expectativa por su parte de que cometerd, y est autoriza- do a ello, un ntimero razonable de errores. Errores y orientacién teérica Dividamos toscamente la condueta de los terapeutas en 3 categorias. En la primera tenemos el acuerdo unanime (0 casi total) sobre lo que deberia hacer- se. Por ejemplo, generalmente se estd de acuerdo en que ¢s un error mantener una relacién sexual con un cliente o discutir uno de sus casos en ptiblico durante un céctel. En la segunda categoria, tenemos las intervenciones tera- péuticas 0 conductas con las que Ja mayoria de los clinicos probablemente estén de acuerdo pero que provocan diferentes opiniones entre ellos. Por ejem- plo, tocar a los clientes, revelar algo sobre usted mismo y expresar algunos de sus sentimientos son cosas que la mayorfa de los terapeutas probablemente piensen que es valioso en alguna ocasién pero sobre lo cual encontrar, casi con seguridad, algvin desacuerdo. En la tercera categoria se hallan las con- ductas sobre las que asumimos que no tenemos un claro consenso entre los cli- nicos. Como quedaba implicito antes, existen en realidad un gran ntimero de conductas en esta categoria. Sin embargo, el hecho de que los terapeutas expe- rimentados puedan discrepar sobre la intervencién mas adecuada o ideal en un momento dado no les impide concordar en muchos fundamentos. As{ que aunque existan muchas intervenciones que caen dentro de la tercera catego- 294 INTRODUCCION A LA PSIGOTERAPIA rfa, todavia hay un gran mimero que pertenece a la primera o segunda cate- goria. Nos centraremos en este capitulo en las conductas que creemos que caen dentro de estas dos categorias. Incluso aunque en este volumen realiza- mos un esfuerzo para discutir principalmente los “errores” sobre los que exis- te un acuerdo general, reconocemos (como se sugicre anteriormente) que cuando una intervencién se etiqueta como “errénea”, ese juicio, y especial- mente cualquier elaboracién de éste, estar influenciado en gran medida por Ia orientacién tedrica del terapeuta. Por ejemplo, un error en la terapia cen- trada en la persona podria no serlo desde una perspectiva cognitiva-conduc- tual. Aunque tratamos de discutir cuestiones que trasciendan las orientaciones tedricas, nos percatamos que el grado en el que usted (y su supervisor) esté de acuerdo 0 no con nuestros comentarios estaré influido por su modelo tedrico. También deberia observarse que cuando intentamos definir los errores, esta- mos obligados a realizar suposiciones sobre lo que significa tener una buena salud mental -supuestos que pueden presentar un cardcter muy esquivo (Burgental, 1988). Volvamos ahora a la discusién de los diferentes errores. Errores comunes Tratar de resolver el problema antes de que lo haya entendido Discutfamos brevemente esta cuestién en el capitulo 6, La entrevista de admi- sién, observando que se necesita un cierto tiempo para descubrir cual es el pro- blema cuales son sus caracteristicas principales. Aunque no seamos terapeu- tas conductuales, creemos acertado subrayar que la terapia de conducta es un sistema que fomenta un andlisis cuidadoso del problema antes de tratar de resolverlo, Puede o no creer en un abordaje terapéutico “conductual”, pero pensar cuidadosamente en cudl es el problema y el mejor modo de acercar- nos a una solucién, constituye un area en la que la mayorfa de nosotros podriamos hacer algo para mejorar. Los comentarios anteriores no pretendian sugerir que la terapia no puede empezar hasta que el cliente haya respondido a cientos de preguntas (este tema se trata mas adelante). Parte de lo que estamos diciendo es que los problemas son con frecuencia muy complejos, con partes entrelazadas. Por ejemplo, con- sidere el caso de una mujer que acude a un centro universitario de consejeria y dice: “Estoy deprimida; creo que porque estoy yendo mal en uno de mis cur- sos”. En tal caso puede empezar a plantear muchas preguntas sobre la Universidad. Quizds la clienta reconozca que la Universidad es muy impor- tante ~que nunca antes habfa sacado menos de “bien” y que ahora cree que es ‘LOS ERRORES QUE COMETE EL TERAPEUTA 295 cl fin del mundo. Usted no piensa que trate de castigar a sus padres. Tampoco que esté demorando “entrar en el mundo real”. Las cifras que le da sugieren que muchos estudiantes suspenden en este curso en particular. Ella parece estar emprendiendo los pasos adecuados para superar su baja calificacién. Ha contratado un tutor, ha hablado con el profesor, esta estudiando los tests con sus amigos, ha acudido a centros de habilidades de estudio. Informa que no se encuentra especialmente nerviosa durante los exdmenes. Usted no considera ningtin otro paso adicional que pueda llevar a cabo para ayudar a mejorar su calificacién. Quizds esta drea no sea precisamente “plato de su gusto”. Usted piensa: “Si su calificacién mejorara, ella no estarfa deprimida”. Pero no sabe cémo va a suceder eso y piensa que no tiene gran cosa que ofrecer. Informa que nunca antes habia estado deprimida excepto una vez, muy brevemente, cuando habia sacado “insuficiente” en un examen. Parece una depresién espe- cifica a una situacién y reactiva. Si consigue un mal resultado en el curso no parece pensar en que cualquier cosa que vaya a suceder seré negativa -sdlo se sentiré mal. Como terapeuta est preparado para enfrentarse a las elevadas normas de la cliente para si misma. Usted piensa que esta deprimida porque no tener éxito en un curso significa que ella es un fracaso. Se identifica en exce- so con sus logros, Quizas sus padres le transmitieron mensajes sutiles sobre el modo en el que necesita desempefiarse para cllos. Por tanto, ve la depresién y exce entender la causa. Esta preparado para resolver el problema mediante Ia psicoterapia. Dedica cinco sesiones a centrarse en la cuestién de los elevados criterios. La clienta admite que es impaciente consigo misma. Usted piensa que empieza a entender que no debe ser perfecta. La terapia esté progresando. Todavia est4 deprimida pero usted se dice a si mismo: “Estas cosas llevan tiem- po”. Pero espere. En la sexta semana de terapia, ocurre alguna de estas cosas: Situacién 1; La madre de la cliente telefonea y dice: “Sé que Karen le esta viendo. Estoy muy preocupada porque ella parece estar deprimiéndose més y anoche, por teléfono, en cierto modo mencioné el suicidio. Espero que le contara el hecho de que su novio le dejé hace un afio en esta semana. Situacién 2: Le telefonea su compafero de piso. “S¢ que probablemente no deberfa lamarle pero, pero temia que Karen no le hubiera dicho que es bulimica, Pensé que deberfa saberlo”. Situacién 3: Al final de la sexta sesién Karen dice: “Bien, supongo que una mala calificacién en célculo no es tan malo después de todo”. Hace una pausa. Usted afirma: “Entonces usted no es un fracaso incluso aunque su nota no sea tan buena’. “Correcto”, responde. “Después de todo, incluso mi hermana mayor que sacaba matricula de honor en todo lo demés, sacé un “notable” en célculo”. 296 INTRODUCCION A LA PSIGOTERAPIA Situacién 4: En la reunién del personal se presenta un caso esa semana. Una dliente ha acudido en busca de asistencia. Es una lesbiana que ha roto con su amante hace dos meses. Ella queria contarle a los padres de ambas su relacién. Su amante, que resulta ser Karen, no estaba preparada para “salir del armario”, Ningtin terapeuta puede identificar la cuestién clave en la primera o segun- da sesién. (De hecho, muchos casos carecen de una tinica cuestién dave). Sin embargo, cada una de las situaciones anteriores es probable que se hubieran podido evitar si el supuesto terapeuta no hubiera estado tan resuelto a resol- ver el problema de las elevadas exigencias, entonces quizds hubiera aprendi- do algo de las preocupaciones previas més urgentes. Una buena regla empi- rica es preguntarse repetidamente: “chay algo que podrfa estar omitiendo aqui?” o “équé indicios parece que estoy minimizando?”. De forma similar, el terapeuta a veces no logra recabar la informacién con- creta y relevante. Por ejemplo, una cliente le dijo a su terapeuta que habfa sido remitida a consejeria por parte de los servicios de proteccién al menor, como prerrequisito para volver a obtener Ia custodia de su hijo. Ella explicd que le habfa “dado” su hijo a su hermano, pero que eso “no habfa resultado”. Su agenda era aprender algunas habilidades de crianza de los hijos. Durante la supervision, el terapeuta se percaté de que, en su intento de lograr que la cliente se sintiera mds cémoda, no habia solicitado informacién mds concre- ta. Como se revelé més tarde la historia, lel hermano habia presentado car- gos contra el chico tras la segunda vez. que éste incendié su casa! Claramente, un répido curso de habilidades de crianza hubiera sido insuficiente para ayu- dar a esta madre a hacer frente su hijo. Esto conforma otro ejemplo de lo importante que es que los terapeutas entiendan el problema antes de que tra- ten de resolverlo. Centrarse en otra persona distinta del cliente Un error que es muy facil de cometer cuando est precisamente inicidn- dose como terapeuta ¢s permitirse participar en un amplio debate (incluso rei- terado) sobre alguien que forma parte de la vida del cliente. Considere el siguiente ejemplo en el que un paciente habla sobre su familia, incluyendo a su madre alcohdlica: Cliente: Estoy a punto de decirle a mi hermano que esta vez, no voy a ser el que salve a mi madre. ‘Terapeuta: (Qué crees que dir4 tu hermano? ‘LOS ERRORES QUE COMETE EL TERAPEUTA 297 Cliente: Bien, no lo sé, pero creo que es su turno. Ya lo he hecho mucho. Ya estoy harto de ello. Parece como si alguien tuviera que hacerlo; no pode- mos dejarle en esa casa y que se valga por si misma ~casi se muere en tres ocasiones. Pero esta ver. depende de mi hermano. ‘Terapeuta: ¢Su hermano hard algo al respecto? Cliente: Bien, mi hermano es el tipo de individuo que.. En este ejemplo, el terapeuta comete el error casi inmediato de centrarse mas en el hermano que en el cliente. Quizds el hermano del cliente sea en efecto importante dentro de las dindmicas de aquél. Ciertamente sabemos que la familia lo es. Pero esa no es la cuestién. Subrayamos aqui que la aten- cién de la terapia individual deberia situarse sobre el cliente y no sobre los demés. Si el hermano forma parte del conjunto, deberfamos enfrentarnos a esa parte evaluando cémo se relaciona el distress del paciente con aquél. El punto de partida es cl cliente, no el hermano. As{ que incluso aunque el her- mano sca importante en el distress del paciente, el enfoque debe partir (y tra- bajarse a través) de éste. (Naturalmente, estos comentarios tratan sobre la terapia individual y no son aplicables si usted practica la terapia de familia). Considere un segundo ejemplo en el que una cliente habla sobre sus padres quienes, “Le tratan como una niitita”: Cliente: Les quiero mucho pero ya no puedo ser nunca més su nifia peque fa. Es muy dificil hablar de esto con ellos. Terapeuta: Los padres pueden ser dificiles. A pesar de todo, también estoy suponiendo que hay algo en tw fuero interno que convierte esta cuestién en algo dificil de manejar. Cliente: Bien, cuando alguien dice: “Tit eres mi nifiita y siempre lo serds”, équé puedes decir? ‘Terapeuta: Quizés sea complicado aclararse sobre el tipo de relacién que quieres. Cliente:

You might also like