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nccionos tradicionaes sobre lo pablieo lo privad se ‘ransformaron radicalmente con el aribo de los medion de comunicacign masiva. La aparicin de ta imprents, por gempla conti los pensamients individusles en materia Ae discusion colectva. La elevisin yl adi han transformade sspoctosintimos de personajes pablios en motive de diversién y ‘ventas. Inter, pr su part, provoa en lab nuevas generacones Tanecesidad de publica cada una de susexperiencas. ba identidad propia, el sexo, as vivenlas de géneroy las Aeqsiones individuates también se han convert en amunton de preoeupacién social. Movimientos como ol feminist o los ‘organizados en favor dé lo derechos de los homosexvales ban colocado en la mesa de debate asuntos que antao se discutian 2 puerta cerrada La decisi de alguien, por ejemplo, de eam- Diar do sexo, os ahora toma de andlisis en todos ls mediosy una preocupacisn seria paral danbtologislatvo. “En esta coleecin de ensayos, el investigador estaduniden- ‘se Michael Warner examina el proceso de expansion deo pabl- ‘cya dsolucion delo privado en un contexte de“modernidades ‘mips yestadia la manera en que la publicidad de las acco. ‘nes personales afecta concepeiones relacionadas con el género.0 lnsenaidad Michael Warner atid non ge cto tras tee la {dot printers Hopkin tarealind dross {arctrmrsorcanertara, moviicnos scan ropeded rence! Varo of eee va Seclarge Goi) The Pree ‘iran co) Pot and tpi oe Ameo ‘Sermons to99)y Forofa acer Pace ier lis ond Sci Tory JWadertoncomstenndeheaidaeie INNA UMBRALES Coleecién dirgida por Femando Escalante Gonzalbo y Claudio Lomnitz Sucede con frecuencia que lo mejor, lo ms original te teresante del qu se excribeen otros idiomas, ada ‘mucho en traduclrs al espafiol. Ono se traduce munca. YY desde luego sucede com lo mejor y To mas original ‘que se ha eseito en las lenclassoelales de los iltimos ‘elnte o treintaafios.¥ eso hace que a discusién piiblics en los pases de habla espafiola termine dindose nos términos que eran habitules en el resto del mundo hace dos o tes décadss La coleecién Umbrales ‘lene el propésito de comenzar llenar es lagun, y presentar en espafiol una muestra signifistiva del trabsjo de los académlcos mis notables de los tims tempos en antropologia, sociolog{a, cencia polities, historia, estudios cultures, estudios de género. Michael Warner PUBLICO, PUBLICOS, CONTRAPUBLICOS Prélogo Hepa Samato Traduccién Vicronta Senussiianc FONDO DE CULTURA ECONOMICA lipo, contepcs / Michel Warner: rl de ia Sabato ten de Vitoria Seebes = Mexico 2012 Ms prix tl em = (Cole Umbra) Ispn978 007 1610643 1. Comuncain pablo 2 Opinn pice 3. apis pcos 4. Com iain” Sociedad todos de genre ~ Comic Sabet Hid pI Sehunseim, Veto II Ser 1 1 rss Dewey 3228 W8p isin mail Dis de inertney ports: Pala Aberee Blt Los ciptulos de te Who fueron tomador de Paes nd Commterpablis Rie and Pete’ pp 21-68 "ables and Counterpbls’ pp. 6-124, Ccignly pbs in the United Sates of America Palos Gnd Couterpubie, © 207 by Uno, In (Zone Hooks) ‘isin oginaimente os Exo Union de Amd b el alo Pais nd Counepui, © 202, Uraone Ines Zane Books) D.R.0 2012 Fondo de Cultura Bansmica aretern Pease Aue, 227 14758 ico, DF, ‘Epes events 180 90012018. Comestaron: etoriafondodeaturseconomieam rom fondadeclesrtconomescom [Tas (55) S27 452 a (59) 527640 ‘Se probe la reproduclin totat o parcial de xtc ute luda lane por esi dl tr del derechos. Ison 978-07 61083 Inpro en Mc» Printed Mesion {NDICE Prélogo. Una lectura a contrapelo, Hilda Sabato 1. Piiblico y privado Definiciones y contextos Lo piblico y lo privado en la teorfa feminista La tradicién liberal a cesfera pablica Contrapiblicos 2. Publics y contrapablicos Un piblico es autoorganizado Un pablico es una relacién entre desconocidos La direccién del habla pablica es tanto personal ‘como impersonal Un piblico esté constituido por la simple ‘tencisn Un piblico es el espacio social creado por la circulacién reflexiva del discurso Los pablicos actan histérieamente de acuerdo ‘con la temporalidad de su circulacién Un pablico es construccién poética del mundo 7 23 a oe B B 3 203 133 Prologo UNA LECTURA A CONTRAPELO En nuestra vida cotidiana encontramos a cada paso men- ciones ¥ referencias al ‘piblica’, mientras que palabras co- ‘mo “publicidad” y “espacio publico” saturan la retérica de Jos medios de comunicacién. Esas nociones no han escapa- do a la indagacién de los estudiosos que, desde diferentes disciplinas, se proponen dilucidar sus sentidos, explorar ‘sus trayectorias, definir sus aleances, En ese entorno pro- lifico, qué agregan estos textos de Michael Warner? Para responder a esta pregunta, voy a permitirme un recorrido indirecto que intenta mostrar qué ofrecen de original y provocativo los dos ensayos que agui se publican, Tas diseusiones en tomo al piblico tienen larga trayec- torla, a la vez que reconocen diferencias regionales y tem- porales muy marcadas. En ese derrotero disparejo, la década de 2980 mareé una diferencia, pues hubo entonces algo asi como una explosién del interés politico y académico por esa cuesti6n, el cual se ha sostenido por varias décadas. El estallido tuvo diferentes ritmos y lleg6 relativamente tarde fl mundo anglosajén, en particular a los Estados UAidos, donde Ia crisis del comunismo real y las revoluciones en Europa oriental activaron el cuestionamiento en torno ala sociedad civil y, en relacién con ésta, ala “esfera publica’ La publicacién en inglés del libro de Jurgen Habermas The Structural Transformation of the Public Sphere, en 1989, ‘constitiyé ala vez un s{ntoma de ese interés y un poderoso {ncentivo a la indagacién y la discusién. Se trat6, por cierto, de una traduecién tardia. El texto habia sido editado en Alemania en 1962, con alguna reper~ » rxsroce cusi6n local pero con escasasramificaciones en otros lugs res, Vino luego la edicin italiana de 1971 y, marcando el, Cteciente atrativo del tema, legaron la tradueei6n al fran- és en 1978 yal espafiol en 1981. Las tesis de Habermas eran ‘ecuperadas para tratar de dar sentido a los eambios poiti- cos ¥-culturales de un mundo en transformacin. En ese ‘marco, la publicacin dl libro en inglés, que eoincidis con Ineaida del Muro de Berlin, amplis deetdidamente la escala del debate, En los Estados Unidos se generé una intensa discusién en torno ala obra, a a vez que se multiplicaron tos trabajos inspirados por ella. Hstarecoge un larga tradi- con de estudios hist6ries, filosficos, cultural y socio logos sobre la figura del pablico y sus variates (opinién publica, publicidad, espacio pablico, al tiempo que propo- he una poderosa interpretacién tedriea sobre las transfo iaciones dela sociedad europes en la modernidad que gira alrededor de la categoria de Cfenlichket Craducido luego ome “publicidad”, mis recientemente, como “esfera pi blica”y. Esta ambicioss tesis se convirtio en motor y refe- renciaobligeda de un extenso campo de estudios y de criti- ‘a que a su vez se ha ramificado en otras drecciones. HI trabajo de Michael Warner puede ubicarse en rela- ‘ign con exe campo, al que a su vez tasciende. Su primer bro, Letters of the Republic: Publication and the Public Sphere in Bightcenth-Century America, de 1990, revela des de el titulo mismo su deuda intelectual con Habermas. Se trata de un estudio histérico de las relaciones entre la cul- tra impresay lapolitia republicana en el siglo xvi; pos- tala el surgimiento de una esfera piblica con rasgos par~ ticulaes, centrada en la produeci6n, circulacion y lectura de textos escrtos, y gobernada por el discurso de la racio- ralldad. Los ensayos que se ofvecen gu, en cambio, se vineulan de manera mas indieecta con la obra habermasia- yh, aunque se conectan con ella tanto por su pertenencia a, amplio campo de debate que aquélla contribuy a generar como por sus recurrentes referencias, citss, tomas de dis- patience » tancia y discusiones con las formulaciones del fil6sofo ale- ‘man. Esa inscripcién se encuentra sin embargo, mediatiza- a por otras inserciones tedricas, as{ como por opciones intelectuales y normativas proplas que dan a estos textos tuna ubicacién descentrada, Con el titulo general de Publics and Counterpublics, ‘Michael Warner reunié en 2005 un conjunto de ocho ensa- yos escritos en diferentes momentos pero conectados por tuna comiin preocupacién por la cuestién del piiblico en la Epoca contemporines. Aqui se ineluyen los trabajos con Jos que se inicia ese libro: "Piblico y privado” y “Piiblicos y contraptblicos’, que ofrecen dos maneras distintas de apro- ximacién al mismo tema. A partir de la pregunta inicial de {qué es un pablico (enunciada en la introduccién del libro), Warner genera otros interrogantes y abre diferentes cami nos de exploracién que se cruzan, se interrumpen y se ra- mifican en varias direcciones. El primer texto indaga en la relaci6n entre lo piblico y lo privado a través de un recorri- do intelectual que hace dislogar los sentidos actuales de esa ‘diferencia con los que se plantearon, a lo largo del tiempo, fen formulaciones que van desde la tradici6n liberal hasta la teoria feminists. Se detiene en particular en los plantea~ ilentos de Habermas y en los de Hannah Arendt, cuyas tesis revaloriza en relacién con su propuesta de definicién de los contrapiblicos. Bstos reaparecen con mayor sistema- tcidad en el segundo ensayo, dedicado a explorar qué es un ppliblico, cémo se construye y cusles son sus principales ca- racteristicas en las sociedades contemporineas. ‘Mis allé de esta brevisima sintesis del contenido de los textos, no intentaré aqui dar cuenta de los complejos y atractivos argumentos de Warner. Me limitaré, en cambio, 8 sugerit lo que considero son algunos de los aspectos que ‘marcan la originalidad de su propuesta y que resumirfa en la férmula de “una lectura a contrapelo’ En principio. hay dos rasgos que el autor mismo se encarga de sefialar en st {intraduceién al libro: en primer lugar, su abordaje basedo = mxéx0ce ‘en una “metodologia flexible” que es a la vez analitica e in~ texpretativa y que recurre @ diferentes enfoques diseiplina- ios —en especial, pero no tinicamente, a los provententes de la historia y Ia critica literaria—, y, en segundo lugar, su aproximacidn fragmentarla, mediante varios ensayos escri- ‘tos con propésitos distintos y diferentes formatos, No es amos, por lo tanto, frente a un trabajo académicamente ‘ortodoxo en su forma, apegado a las pautas del género, sino dante un texto mas abierto, que nunca define del todo st ‘objeto 0, mis bien, que lo hace a partir de aproximaciones sucesivas desde diferentes éngulos, abriendo nuevas pre- _guntas sin necesidad de responderlas de inmediato, y com- Dinando reflexién con exhortacién. Estos rasgos contribuyen a la originalidad del texto de ‘Warner, pero su lectura a contrapelo resulta, mis bien, de su colocacién inicial, explicitada en la introduceién y que clta- x in extenso pues considero que ihumina el conjunto de Ia obra: Sin duds, uno de los mayores incentives para los ensayos, sin fexcepcién, ha sido esclrecer el proceso por el que las per sonas han artculado la gexualidad disidente; la forma en que se han tnido en torno alas sexuslidades no normativas den- ‘wo de un marco orlentado a la organlzacién de un colectvo ‘mundial y de la aecin politic; e6mo, durante este proceso, las personas han destfiado el marco heteronormativa de la cultura moderna sin desprenderse por completo de sus for- mas; emo esas enismas formas de acciGn colectivay expresi- ‘ya median lar sexualidades e identidades que representan, Y febmo muchas de las aspiraciones principles de la cultura (queer resultante ain se ven fristradas por la organizacién Weoldgica y material de los public, tanto de laeultura do- rminante como dela misma cultura queer! "Michael Wares Paice and Counterpuiy, Nueva York, Zone Books, 2005 5p A7-A8 préx000 » la insercin de Warner como intelectual y mitante de Ja cultura queer le permite presentat la euestin del pico desde una perspectivaen Ia que los temas de la sexualidad y Jn experiencia de género ocupan un lugar centeal. En e nit cio mismo del primer ensay® se plantean esos temas, en la ‘medida en que, como sefala algo més adelante, “el estudio Crftico del genero y de la sexualdad entrafia un problema de lo piblico y lo privado en su propia prictica” (pp. 29-30) Esa colocacién fo lleva a una lectura muy matizada de la obra de Habermas, ue discute algunos de sus postulados pero. la ver se distancia de ls eriteas mis durae que le han Sido formuladas en el marco de la tradicién feminist. Asi, frente a los cuestionamientos de inflyentesfeministas res pecto a la dvisién entre pablo y privado como “sinéalino de patrarcado”(p. 30), recupera la productividad dela dis- tincién al tiempo que reafirma la vigenela contemporinea de vetas importantes dela tesishabermaslana.Y si, por un lado, 1a centralidad del debate eitico-racfonal en ef funciona” ‘mento de la esfera piblica burguesa contrapone laimportan cia del cuerpo y de la sexualidad como presencia insonayable enlasinteracclones pablicas, por el otro reseata el potencal snalitico de los planteamientos de Habermas. Su hipdtesis de la existencia,histéricamente determinada, de una insta de didlogo, de reflexion discursiva y de expresién colee- tiva forjada desde el mundo privado y ausonoma respecto del Estado, pero a a vez eon incidencta publics, fue un paso fundamental en la teorlzacin de le modernidad politica. Es cierto —sefiala Warner— que existe lertatensién entre el ideal de esfera publica que surge de ese marco y los pablicos actuals definidos en tomo ala cuestién del género 0 dela sexualidad, pero a su vez la “rea versin histérica que pro- porciona Habermas de las normas y pricticas de lo pablico nla modernidad puede [..] volver a abrir las relaciones en- tee lo personal y lo politico" (pp. 63-64). Este punto lo leva 4 introducir la nocién de “contrapiblico” EL concepto no es nuevo, pero también aqui nuestro au- tor se desmarca de otras propuestas en cireulacién, en. par- ticular de las que postulan a los contrapiiblicos como “sub- alternos’. Su formulacién més elaborada se oftece al final del segundo ensayo, Luego de un extenso recorrido en. el ‘que despliega las caracteristicas que entiende son funda- ‘mentales de un piblico constituldo en relacién con textos (y con su circulacién), termina en una secci6n dedicada a explora la creatividad de los discursos pablicos y al pabli~ {60 como “construceién poética del mundo’. ¥ es en ese ‘contexto donde introduce la categoria de contrapiiblico. Se trata, nos dice, de un piblico que se constituye en una rela- cidn conflictiva con el dominante, que se define en contra Gel horizonte cultural de éste no sélo en cuanto a las Ideas fo cuestiones de contenido que lo informan sino en rel ion con “los géneros de habla y las formas de expresién’ Si todo pablico implica la formactén de un espacio de rela- cidn entre desconocidos, creado socialmente por la circu~ Taci6n reflexiva de discursos en direcciones que son a la vez personales e impersonales, en el caso de un contrapiiblico, 2 estos rasgos se suma el riesgo que conllevan sus desafios Io establecido, Mientras el piblico dominant (en su plura- lidad) funciona dentro de parémetros compartidos consi- derados normales o universales, del contrapsblico se espe- tan formas, contenidos y acciones transformadoras, esto, que operen contra la corriente. Para el primero la lectu~ a funciona como elemento central en su constitucién y ‘mpliacién, pero para un contraptblico, en cambio, ella no tlene neceseriamente la misma valencia. Asi, un piblico {queer puede, por ejemplo, "ser uno que hable mal de la gen- fe, que camine contonedndose, que ‘barra’ a los dems con, la mirada, que anele, fantasee, haga berrinches, se conduela, ‘Tea (p. 144), esto es, que despliegue actos discursivos di- ferentes de los favorecidos por los pablicos dominantes. Nuevamente la referencia sl mundo queer ofrece un punto de resistencia a las versiones canénicas, desarticula lo co- nocido y empuja los horizontes de interpretacién. pxtnoce s ‘Warner termina su segundo ensayo, aquf incluido, con, ‘una paradoja. Para convertirse en movimientos con presen- cia social, los contrapiblicos tienen que entablar relaciones con el Estado ¢ incorporar la temporalidad de Ia politica. Pero para muchos de ellos “hacer tal cosa equivale a ceder su esperanza original de transformar no solo la polities, sino el espacio mismo de la vida piblica” (p. 145). Esta re- flexién final marca lo que veo como tna de las atsencias mis evidentes de este texto, cuya exploraci6n de la relacién entte lo pablice y lo politica no esté tematizada explicita- ‘mente y ha sido, en cambio, relegada a los mérgenes. De to- des maneras, el ensayo puede volver a leerse «partir de este pparadéjico punto de llegada que, al poner Ia politica en pri- ‘mer plano, ofrece otro angulo desde donde pensar la cues tin del publico. Hips Sanato Universidad de Buenos Aires/coniceT a POBLICO Y PRIVADO 2Qué clase de mundo haria igualmente accesibles pata todos los valores tanto de lo piblico como de lo privado? [Esta es una pregunta que la filosofia moderna se ha plan- teado con frecuencia. Pero esa pregunta aparentemente simple hace surgir otra, que la complica: eémo tendria que ser diferente, en ese mundo, la experiencia del género y la se veuslidad? El vinculo entre estos dos temas se ha advertido desde hace milenios. Se cuenta que cada vez que el filésofo griego Didgenes experimentaba una necesidad sexual iba al mer cado central y se masturbaba, Segin un comentarista grie~ {0 posterior, tenfa el hibito de “hacerlo todo en piiblieo, lo mismo las labores de Demeter que las de Afrodita’’ Esto ‘no era usual en la Atenas del siglo wv aC. Diggenes provo- caba disgusto. Su comportamiento era una especie de “per formance critica”, como la ha denominado Foucault, una ‘manera de llamar la atencién hacia la fuerza visceral que subyace en las ideas morales de lo piblico y lo privado.? idgenes estaba tratando, en un grado diffeilmente supera- do desde entonces, de ellminar por completo la distineisn, Evidentemente la consideraba artificial, contraria a la matt raleza, Ia falsa moralidad de una corrupeién que se malin- terpretaba a s{ misma como una civlizacién. * Didgenes Lael Lives of Brine Philosopher, ctalo en Mickel Foucault ‘The History of Sexual, vOL 2. The Use of Pleasure, tad de Robert Hurley Noes York, Putco. s98z,p 54 (Bite taducidn alee pall Historic dels seselidad 2 Bl aso dels placerer, Meco, Sg XXI, Soee] Ma, Mis de 2000 afios después un desafio diferente ala mo- ralidad de lo pablico y lo privado creé una sensacién igusl- mente inguietante. A finales del decenio de 2820 Frances ‘Wright, escocesa de origen, recorri6 los Estados Unidos dan- do conferencias contra la esclavitud y en favor de los dere- ‘chos de la mujer, el control natal y los derechos de los tra- bajadores, Con sus apariciones pablicas provocs ataques ‘casi universales, y lev6 a la estadunidense Catharine Bee- cher a escribir: 2Qulén puede ver sin disgusto y aborrecimiento 4 alguien ‘como Fanny Wright, con su gran persona masculin, 84 vor sonora, su vestimenta de mal gusto, que anda sin proseceién y no siente la necesidad de proteccién, mezclandose con Va rones en debates tormentoros y poniéndose de pie, con

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