You are on page 1of 57
Shrim Kiirkegaard Pest senate ventifice g defini tive a _Higayas Filesifects . éiizo, Universidad. Lberoamencang , 207. i 1 | i i captruLou } LA VERDAD SUBJETIVA, LA INTERIORIDAD. LA VERDAD ES SUBJETIVIDAD Ya SEA QUE DEFINAMOS la verdad de un modo empirico como laadecuacién entre pensamiento y ser, 0 de una manera més idealis- ta como la adecuacién del ser con el pensamiento, lo importante en cualquiera de los dos casos es prestar cuidadosa atencién a lo que se entiende por ser yatender también que el espiritu cognoscente no sea seducido por lo indefinido y fantéstico, convirtiéndose de ese inodo en un algo que nunca ningiin ser humano existente ha sido 0 pos ser-un fantasma con el cual se entretiene el individuo ocasionalmente, pero sin explicitarse nunca si mismo con dialécticos términos medios cémo es que ha llegado a este reino fantastico, oo que para él significa esiaren ese lugar, a menos que todo esfuerzo no se disuelva alten una tautologia, en una especie de fantastica y arriesgada aventura. Si en las dos definiciones entendemos por ser el ser empitico, entonces la verdad vuélvese un desideratum (algo deseado] y todo queda en proceso de devenis, porque el objeto empirico atin no esté terminado y el espiritu cognoscente existente se encuentra igualmente enproceso de devenit. Por consiguiente, la verdad es una aproximacién cayo comienzo no puede ser establecido en términos absolutos, justo porque no hay una conctusién que tenga poder retroactivo. Por otro lado, todo comienzo, cuando es establecido (a menos que, por sex inconsciente de esto, sea algo totalmente arbitrario), no lo es en virtud del pensamiento inmanente, sino que se establece en virtud de una decisién, y esencialmente en virtud de la fe. Elhecho de que clespiritu cognoscente sea también un espiritu existente, y que todo a1 vu ist ser humano sea un espititu existente en si mismo, es algo en lo que no podemos dejar de insistr, porque la fantéstica indiferencia frente a esto ha sido motivo de grandes confusiones. Que nadie me malen- tienda, Lo cierto es que no soy més que un pobre espirtu existente al igual que todos los demés, aunque si de un modo legitimo y honesto alguien me pudiera ayudar a convertirme en algo extraordinario, en el Yo-Yo puro," entonces estaria siempre dispuesto a dar las gracias por semejante regalo y por la buena obra. Si, por elcontrari, esto s6lo pudiera lograrse del modo anteriormente mencionado, pronunciando las palabras magicas eins, zwei, drei, kokolorum —o aténdome una cinta al meitique para luego arrojarla a un remoto lugar cuando hay luna llena, entonces prefiero quedarme como estoy, siendo un pobre individuo existente. Por tanto, de acuerdo a las antedichas definiciones, debemos ‘comprender de forma mucho més abstracta el trmino “ser” como la representacién abstracta 0 como el modelo abstracto de lo que es el ser in concreto en tanto que ser empirico. Silo comprendemos de esa ‘manera, nada seinterpondré en nuestra abstracta definicidn dela ver- dad como algo terminado, yes que, desde un punto de vista abstracto, Ta adecuacién entre pensamiento y ser hallase siempre terminada, pues el comienzo del proceso de devenir radica precisamente en la concrecién que la abstraccién abstractamente ignora ‘Sin embargo, si comprendemosel serde esta manera, entonces a formula es una tautologia; es decir, pensamiento y ser seran una cosa y la misma, y la mencionada adecuacién no ser més que una abs- ‘racta identidad consigo misma. En consecuencia, ambas férmulas no hacen sino afirmar que la verdad es, esto en caso de que en nuestra comprensién se ponga acento en la eépula —la verdad es-, lo cual sig- nifica, en otras palabras, que la verdad es una reduplicacién, La verdad es lo primero, mas aquello otro que también podemos afirmar de la verdad, que es, resulta ser lo mismo que lo primero; esto, su ser, es la forma abstracta de la verdad. De este modo se expresa quela verdad no es algo simple, sino que en un sentido completamente abstracto es, ‘una reduplicacién, la cual empero se anula al mismo tiempo. La abstraccién bien puede continuar parafraseando esto mismo tanto como le plazca; nunca llegaré mas lejos. Tan pronto como el ser dela verdad se torna empiricamente concreto, la verdad misma estaré ase | | | enproceso de deveniry serd.a su vez (noses dicho) a adecuacion entre pensamiento y ser, lo cual ciertamente es as{ para Dios, pero nunca ara un espiritu existente, porque un espiritu de esta indole se halla en proceso de devenis. Parael espritu existente qua espiritu existente, la cuestion sobre 1k verdad persiste, pues la respuesta abstracta corresponde tinica- nnente a aquel abstractum en que se convierte el espiritu existente al hacer abstraccién de si mismo qua existente, lo cual sélo puede Tacerlo de forma momentinea, a pesar de que en esos momentos seguiré no obstante pagando su deuda a a existencia en virtud de su ast, En consecuencia,es un espirtu existente el que se pregunta scbre a verdad, aparentemente porque pretende existr en ella, pero ca cualquier caso el que pregunta es consciente de ser un individuo ‘existente. En este sentido, me considero con la capacidad de darme a entender con cualquier griego y con todo ser humano racional. Siun f6sofo alemén siguiera su inclinacién de montar un acto, y primera~ mente se transformara asi mismo en un algo suprarracional, al igual al quelos alquimistas y hechiceros se endulcoran fantsticamente, con dlfin de responder a la cuestién acerca dela verdad de una manera uy satisfactoria, esto me es tan insignificante como su respuesta satisfactoria que, a no dudar, es muy satisfactoria —si uno se distraza ‘antésticamente. En cuanto a saber sun filésofo alemin consigue ono acer esto, es algo que puede lograrse fiilmente por cualquiera que on entusiasmo concentre toda su alma en el deseo de ser guiado por un sbio de esta clase, utilizando décilmente y sin réplica dicha guia fin de modelar su existencia de acuerdo con ella, Cuando alguien en su papel de disefpulo entusiasta se relaciona de tal modo con seme ante profesor alemén, habré realizado el més espléndido epigrama sobre dl, porque nada puede beneficiar tanto al pensador especulativo somo el franco y entusiasta fervor que el diseipulo expresa y logra al apropiarse existencialmente desu sabiduria, ya que dicha sabiduria es algo que el mismo Herr Profesor ha imaginado y escrito libros sobre alla, pero nunca puesto en prictica. Ni siquiera se le ha ocurrido que esto deberia hacerse. Como el burdcrata que creyendo que su trabajo conssta solamente en escriis escribis algo que él mismo no pudo lee, de manera parecida hay pensadores especulativos que simplemente cscrben, yescriben cosas tales que, si son leldas con sirviéndose de 193 Taaccién, sise me permite ponerlo de esa manera, demuestran no ser ‘més que sinsentidos, amenos que se encuentren dirigidas tinicamente a seres fantdsticos. ‘Cuando un espiritu existente qua existente se plantea la cuestién sobre la verdad, reaparece aquella reduplicacién abstracta dela verdad: pero la existencia misma, la existencia misma en el que pregunta, que existe, distingue los dos momentos, y la reflexién muestra que hay dos relaciones. Para la reflexién objetiva, la verdad se convierte en algo objetivo, en un objeto, y lo importante es hacer abstraccién de! sujeto. Para la reflexién subjetiva, la verdad se vuelve apropiacién, Interioridad, subjetividad, y lo importante es sumergirse, existiendo, en la subjetividad, gPero qué sucede entonces? ;Debemos acaso permanecer en esta disyuncién? 0 es que la mediacién ofrece aqui su amable ayuda Para convertir a la verdad en un sujeto-objeto? {Por qué no? ;Pero en ese caso podré la mediacién auxiliar al hombre existente para que 41, en tanto dure su existencia, se convierta en mediacién, la cual es después de todo sub specie aeterni, mientras que el pobre existente \inicamente existe? A decir verdad, de nada sirve engaftarlo y seducitlo con el sujeto-objeto, cuando é1 mismo tiene vedado el paso hacia el estado en que podria relacionarse con eso, y le es imposible porque 41, en virtud de su existencia, hillase en proceso de devenir. De qué sitve explicar el modo en que la verdad eterna debe ser comprendida eternamente, cuando el que recurre a dicha explicacién tiene prohi- bido entenderla de esa manera justo porque existe, y no es més que uuna fantasia el que presuma ser sub specie aeterni; en consecuencia, de qué va servir sila explicacién de la que tiene necesidad acerca de ‘cémo ha de ser comprendida la verdad eterna, es comprendida en la categoria del tiempo por alguien que existe temporalmente, algo que incluso el ilustre profesor admite, si no siempre, al menos si cada tres ‘meses cuando cobra su salaro. Con el sujeto-objeto de la mediacién mas bien hemos retornadoa loabstracto, en tanto que la definiciOn dela verdad como sujeto-objeto equivale exactamente alo mismo que: a verdad es, o,en otras palabras, Ja verdad es una reduplicacién, Por ende, resulta que nuevamente la superior sabiduria ha sido tan despistada como para olvidar que era ‘unespiritu existente el que preguntaba sobre la verdad. gO serd acaso 194 que el espfrtu exstente mismo es el sujeto-objeto? Ein tal e380, ¢6 mi sbligacién preguntar: zdénde se encuentra semejante ser humano txistente que es al mismo tiempo un sujeto-objeto? O quiza lo que deberiamos hacer aqui es nuevamente convertr primero al espiritu txistente en un algo en general, y luego explicarlo todo salvo aquello que se preguntaba: ;cémo es que el sujeto existent in concreto se relaciona con a verdad? O aquello que entonces deberiamos pregun- tar jcémo es que el sujeto individual existente se rlaciona con este algo que nada parece tener en comin con una cometa de papel ocon al terrén de azticar que el holandés solfa colgar del techo y que todo mundo lamia? Retornemos, por consiguiente, alos dos modos de reflexién, ya «qe no hemos olvidado que es un espirtu existent el que pregunta, tun simple ser humano individual tampoco podelamos olvidar que ¢s su existencia precisamente aquello que le impediré ir por ambos caminos ala vez, y que su inquieta pregunta no le permitira convertirse con ligereza y fantsticamente en un sujto-obeto. Ahora bien, zcudl dels dos caminoses para el espirtu existenteel camino dela verdad? {hicamente el fabuloso Yo-Yo es capaz dellegaral mismo tiemposl final deambos caminos,y de andar simalténea ymetédicamente por ambos caminos al ver, lo cual seria una forma tan inhumana de andar para elserhumano existente, ue yo no me atreverta a recomendaria En vista de que el que pregunta sobre la verdad enfatiza en es- peifco que es una persona existente, el camino arecomendar es na- turalmente aquel que acentia especialmente lo que significa existe Elcamino dela reflexiin objetia conviertealindividuo subjtivo enalgo accidental y, por el mismo motivo, hace de la existencia algo indifeente y efimero. El camino que leva a la verdad objetiva nos aleja del sujeto, yen tanto que el sujeto y la subjetivdad se vuelven indiferentes la verdad se tora asimismo indiferente, yen esto radica precisamente su validez objtiva, porque el interés, al igual que la decisin, son categorias subjetivas. El camino de la reflexin objtiva noslleva ahora hacia el pensamiento abstract, hacialas matemiticas yas diversas clases de conocimiento histérico,y nos aleja siempre del individuo subjetivo, cya existencia ono existencia se vuelven desde el punto de vista objetivo algo que, propiamente hablando, es infni- tamente indiferente; y decimos que propiamente hablando porque, 195 asi como lo afirma Hamlet, la existencia y la no existencia poseen sélo una relevancia subjetiva. Como méximo, este camino nos leva ‘una contradiccién, y en la medida en que el sujeto no se torne com- pletamente indiferente a si mismo, esto seré un mero signo de que su esfuerzo objetivo no ha sido lo suficientemente objetivo. Cuando ‘mucho, este camino nos opondria la contradiccién de que sélo hay objetividad, mientras que la subjetividad ha desaparecido, es deci, a subjetividad existente que ha hecho el intento de transformarse en ‘quello que en un sentido abstracto se conoce como subjetividad, la forma abstracta de una abstracta objetividad. Y con todo, partiendo de una consideracién subjetiva, esta objetividad resultante es en su unto maximo o bien una hipétesis o bien una aproximacién, ya que ‘oda decision eterna encuentra su fundamento especificamente en la subjetividad, El camino objetivo, sin embargo, se considera poseedor de una seguridad dela cual carece el camino subjetivo(evidentemente, laexs- tencia, aquello que significa existr, es incompatible con Ia seguridad objetiva). De este modo pretende eludir el peligro que acecha en el camino subjetivo, peligro queen su punto méximo sellama locura.n una definicién puramente subjetiva de la verdad, ésta se torna al inal en algo completamente indistinguible dela locura, ya que es posible que ambas tengan interioridad.* Pero uno no se vuelve loco siendo objetivo. En este punto quizé podria aiadir un pequefio comentario que, en una época objetiva, noes del todo superfiuo.;No seré quela ‘ausencia de interioridad es también locura? La verdad objetiva como tal no resuelve en lo absoluto la cuestién de si quien la afirma esta cuerdo; por el contrario, puede ser que revele que este hombre es un lunétieo, por mucho que el contenido delo que dice sea completamente verdadero y, sobre todo, objetivamente verdadero ‘Me permitiré aquf relatar una historia que, sin que yo la haya ‘modificado en absoluto, proviene directamente de un manicomio. Un Paciente en una semejante institucin tenfa la intencién de escapar * Einciuso esto noes verdadero, porque ls loeura nunca pose la interordad de lo Infinit. Su ide ij es una especie de objeiidad, yl contradic dela locura com. siste justamenteen querer apropidsela con pasta. Por tanto, el factor decisive en locurane esto subjetivo, sino aquelle pequesa find que se vuelve fa, algo que nanca pedis ocsrrir con oinfito 196 ¥,de hecho, levé a cabo su plan saltando de una ventana. Ya que se encontraba en el jardin del manicomio se dispuso a comenzar su viaje de liberaci6n. Entonces pens6 (zharé falta decir que nuestro hombre eralo suficientemente sagaz, 0 lo suficientemente loco, para concebir 105a idea?): “Cuando legues ala ciudad te reconocerdin, y de seguro te llevardn de vuelta inmediatamente. Lo que debes hacer, portanto, es convencer completamente todos, en vierud dela objetiva verdad de tus palabras, de que, en lo que se refiere atu entendimien- to, todo se halla en perfecto orden’: ¥ ocupado como estaba en estos pensamientos, de repente vio en el suelo una bola de bolos. Entonces Ja recoge y la guarda en el fald6n de su levita. A cada paso la bola le rebotaba (con el debido respeto) en el trasero, y con cada golpeteo exclamaba: “;Bumt La tierra es redonda’ De ese modo llegé ala capital, ylo primero que all hizo fue visitar a uno de sus amigos. Queria é convencerle de que no estaba loco y, en consecuencia, iba de arriba sbajo por la habitacién exclamando constantemente: “Bum! La tierra os redonda’, ;Y no es la tierra redonda? 2Es que el manicomio irda exigir otra victima en nombre de esta suposicién, como en aquellos tiempos en que todos pensaban que la tierra era plana como un pas- tel? 0 serd que es un loco este hombre que cifra sus esperanzas para demostrar que no es un loco afirmando una verdad universalmente ‘ceptada y universalmente considerada como objetiva? Y no obstan- te, ue precisamente por esto que el médico se convencié de que el paciente no estaba atin curado, pese a que la cura no podria consistr, evidentemente, en volverle ala creencia de que la tierra es plana. Pero no todo mundo es médico, y la exigencia de nuestro tiempo ejerce notable influencia sobre la cuestién de la locura. Ahora y entonces lo cierto es que uno estariatentado a pensar que la época moderna, queha modernizado al cristianismo, ha modernizado igualmente la cuestién de Pilatos,"* y que la urgencia de la época por encontrar algo en lo ‘ual pueda descansar se manifesta en la pregunta: gque es la locura? Cuando un profesor, cada vez que el faldén de la levita le recuerda que debe decir algo, afirma de omnibus dubitandum est (debemos dtudar de todo]," y répidamente lo anota en un sistema en el cual hay lasuficiente evidencia intema,en cualquiera de sus otras afirmaciones, de que el hombre nunca ha dudado de nada ~a ese profesor no se le tendré por loco. 197 vn 363 Don Quijote es protopode locurasbjtvaen qua psn delaintvioridadsesfera aun en fapertialary Sita, Pero conta Innterividad et ausenteaparecela oar intadrs lagu eta igualmentecémice,y respect ala cual seria desable qe an pts. logo de esos que constiyen imagnariement, la lastarstoranda 2 un mont de lésofos de exe generoyuntindlosstodoe enon mismo sto. Cuando falocur es un deli deinteriotdat lo tgs Ylo comico consitenen que equal queinftament le nteresa dessfortarad,eun dale quea nadie mis emports, Peto cna do lalcur es ausenciade intetoridad la comllda cont ena aquelo qu recta elbenavertradoesla verdad, verded que cones 2 toda laaza humana peo qu no ten la menor infuenisobed muy honorable ects Esta clase denterorida ems inmara que cusguier ot. Uno sestemecealmieralos ojo lprimerloca pues Se teme desebritlaprofndidad desu endo entado peo o nisguerame trevertaa miaraloto pusme dara miedo deb que sus ojos no era eles sno develo, sus abellos hehe Pay en sua, que no se trata deun hombre, sino den pods tia St uno legaraaencotrarecon un peared etl de tsa especie, euya enfermedad consi simplomene en qu ees de ma see excuchata con ro horor.Nose sabe spent que tunhumano eon qin se abl otal er un manga na ivenle sri de Dobler™ ue esconde dente dst un organo Ex posbl aue beber Dus con el verdugo™ result en efecto dcagadable pr alguien qu se reset, pero involucrarse en uma conversa raconay especie conn mani, eso ex para elves lace Laelia sujet toma camine interior hala sujet dad, yretendeseren dca interiorizaci a elenon dela veri desert que, asicomo en cso precedente se alvmab la be dad, ylastbeividad queda ana, gull sujevidd se rate ater devo ya bead danprece Yo odes an por un solo instante, qu el eto exis, y que exter un Y aula verdad concebida como laidentded entre pensrnentoy a noes, pr tama, sin na quimera dela btn a dec eva séloun ft dl asia dela ceacion -no porquela verdad nest una ident sino porque el eognoscente sun een, por motivo lverdad no puede separa Luna dentda en anos 198 tente Sino nos apropiamos de este punto firmemente, entonces con amparo del pensamiento especulativo penetraremos prontamente nel fabuloso Yo-Yo, el mismo del que yaha hablado el reciente pen- saumiento especulativ, pero sin explicar nunca cémo es que elindivi- cho particular se relaciona con Aly, joh buen Seftor, es evidente que todos los sexes humanos no somos més que individuos particulares. Sielexistente pudira realmente estar fuera de si mismo, laverdad ‘etiapara él algo ya concluido. Pero, donde se encuentra este punto? Yo-Yo es un punto matematico que no existe en absoluito; en conse- ‘uencia, cualquiera podria stuarse alli sin representar un estorbo para lbsdemis. Es sélo de forma momenténea que el individuo particular, en tanto existente, puede estar en la unidad de To infnito y lo finito que trasciende el existr: Este momento es el instante de la pasién. Hpensamniento especulativo moderno lo ha preparado todo para que dlindividuo se trascienda objetivamente a si mismo, pero esto sim- plemente no puede hacerse. La existencia Io impide,y si los flésofos dehoy en dia no se han convertido en unos chupatintas al servicio de lainsignificante empresa del pensamientofantéstico, éste se percataria de que el suicidio es la nica interpretacién préctica de su tentativa. Sinembargo, el chupatintas pensamiento especulativo moderne poca xtencién pone a la pasion, siendo que, para el existente, la pasién es iaexstencia en su punto mis elevado ~y, después de todo, nosotros somos existentes. En la pasin, el existente deviene infinito en la eternidad dela imaginacién yal mismo tiempo, definitivamente sigue siendo l mismo. El fabuloso Yo-Yo no esl identidad de la finitud con Jainfinitud, puesto que nila una nila otra son reales trétase aqui de ‘una fantistica unin de nubes,§ de un estéril abrazo, ylarelactén del {individual con esta apariién etérea nunca se explica. Todo conocimiento esencial concierne ala existencia, oen otras palabras, slo aquellos conocimientos cuya relacin com la existencia ‘sesencial son conocimientos esenciales. El conocimiento que no con- cierne interiormente en la reflexién de la interioridad a la existencia, no esesencialmente més que un conocimiento accidental, y su nivel y alcance son esencialmente indiferentes. Aquel conocimiento esencial qe esencialmente se relaciona conla existencia no hace referencia, sin embargo, ala antedicha identidad abstracta entre pensamiento y ser, ni significa tampoco que el conocimiento se relacione objetivamente 199 va 366 con algo existente consideréndolo como su objeto, sino que més bien significa que el conocimiento se relaciona con el cognoscente, que es esencialmente un existente, y que todo conocimiento esencial se relaciona, por consiguiente, con la existencia y con el existiz Por ende, solamente el conocimiento ético y el ético-religioso son conocimientos esenciales, Pero todo conocimiento ético y ético-religioso se relacio- ra esencialmente con el existir del cognoscente. La mediacién es un espefismo, lo mismo que el Yo-Yo. Desde ‘un punto de vista abstracto, todo es y nada deviene. La mediacién zo podria de ninguna manera encontrar su sitio en la abstraccién, ya que parte del supuesto del movimiento. El conocimiento objetivo ciertamente puede adoptar al existente como objeto, aunque debido a que el sujeto cognoscente existe y hillase en proceso de devenis, el Pensamiento especulative debe explicar primero cémoes que un sujeto articular existente se retaciona con el conocimiento de la mediacién, {nego lo que él es en ese instante si, por ejemplo, en ese mismo instante ho se halla en un estado de suma distraccién y, por ultimo, dénde se encuentra, si es que no esté en la luna. Hablase constantemente una Y otra vez sobre la mediacién. ;Sera entonces que la mediacién es lun ser humano, justo como Per Degn pensaba que Jmprimaturera una persona?!® :Qué debe hacer un ser humano para volverse tal cosa? Se obtendré acaso semejante dignidad, este gran philasophicum,® a través del estudio? 30 es que el magistrado lo concede de igual forma en {que concede los puestos de sacristén o sepulturero? Tan sélo inténtese lidiar con estas simples preguntas y otras similares forruladas por un simple ser humano, al cual sin duda le agradaria mucho convertitse ‘en mediacién, si solo pudiera hacerlo de un modo legitimo y honesto, y no en virtud de las palabras magicas, eins, zwei, drei, kokolorum, w olvidando que él mismo es un ser humano existente, para el que, en consecuencia, su existir es algo esencial,y para el que su existir ético- religioso es un adecuado quantum satis [cantidad suficiente], Para un Pensador especulativo podria parecer abgeschmackt [de mal gusto] hacer preguntas de esta manera, pero resulta especialmente impor- tante no polemizar en el sitioincorrectoy, por tanto, no comenzar con un fantistico-objetivo pro y contra para averiguar si es que hay o no ‘mediacién; por el contrario,lo importante es consetvar firmemente 1o que significa ser humano. AA fin de aclarar la divergencia entre la reflexin objetiva y la re- flexién subjetiva, describiré ahora ala reflexién subjetivaen suiinterior brisqueda porla interioridad. En su punto més elevado, la interioridad enun hombre existente es la pasién: la verdad como paradoja corres- ponde a la pasiGn, y el hecho de que la verdad se convierte en para- doja esta fundado justamente en su relacién con un sujeto existente. Deeste modo, o uno corresponde alo otro. Cuanda se olvida que uno es un existente, se pierde la pasién, y en oposicién, la verdad no se convierte en paradoja; sin embargo, el sujeto cognoscente pasa de ser hombre a ser un algo fantistico,y la verdad se convierte en un objeto fantistico para su conocimiento Cuando la cuestién sobre la verdad se plantea objetivament, se reflexiona objetivamente sobre la verdad como si fuera un objeto con l cual se relaciona el cognoscente. Aquello sobre lo que se reflexiona noes larelaci6n, sino el hecho de que aquello con lo que se relaciona es laverdad, lo verdadero. Siaquelio con lo que se relaciona es la verdad, loverdadero, entonces el sujeto estd en la verdad. Cuando la cuestion sobre la verdad se plantea subjetivamente, la rlacién del individuo es reflesionada subjetivamente. Si tan sélo el cSmo de esta relacin estd cen la verdad, el individuo estd en la verdad, incluso side esta manera tuviera que relacionarse con la falsedad.* ‘Tomemos por ejemplo el conocimiento de Dios. Desde un punto de vista objetivo, aquello sobre lo que se reflexiona es que éste es el verdadero Dios; desde un punto de vista subjetivo, se reflexiona sobre lrelacionarse del individuo con un algo de tal manera que su rela- cién en verdad es una relacién con Dios. Ahora bien, ;de qué lado se encuentra la verdad? Ay! pero, zno deberiamos en este punto recurrir a la mediacién y decir: no se encuentra en ningtin lado, se encuen- traenla mediacién? Excelentemente dicho; sitan s6lo alguien pudiera decitme cémo es que un hombre existente se las arregla para estar en la mediacién, porque estar en la mediacién es estar concluido, y existires devenit. Un hombre existente no puede estar en dos sitios ala vez no puede ser un sujeto-objeto. Cuanto més cercano se encuentra *Ellecor advertiré que lo que se dscute aqui cs a verdad exencisl, oa verdad que se ‘elcionaesencialmente con Ia existenca, que se pone énfsis en el punto coutrarlo camel nico propésito de dejar en claro que a verdad es interioridad 0 subjetivida. va 167 de estar en dos sitios a la vez, decimos que esti apasionado; mas la pasién es slo momentanea, y la pasidn es justamente la cispide de Ia subjetividad, Elexistente que elige el camino objetivo se sumerge ahora en una deliberacién aproximativa cuyo inico propésito es llegar a Dios abjeti- ‘vamente; lo cual no podré nunca lograrse en toda la eternidad, porque Dios es un sujeto que, en cuanto tal, solamente existe interiormente para la subjetividad. El existente que elige el camino subjetivo com- prende instanténeamente toda la dificultad dialéctica: que le tomaré tiempo, tal vez un largo tiempo, el encontrar a Dios objetivamente. £1 comprende esta dficultad dialéctica en todo su rigor, porque en ese rismo instante debe recurrir a Dios, porque cada instante en que no tiene a Dios es un instante perdido.* En ese mismo instante l tiene a Dios, no en virtud de ninguna deliberacién objetiva, sino en virtud de laiinfnita pasién de lainterioridad. El pensador objetivo no se molesta con dificultades dialécticas como la siguiente: qué representa dedicar un largo periodo de tiempo a la investigacién que pretende encon- trar a Dios? Pues ciertamente existe la posibilidad de que el inves- tigador muera al dia siguiente, e incluso si sigue con vida, no podra considerar a Dios como una cosa cualquiera que se consigue segiinsu conveniencia, puesto que Dios es justamente algo que se busca con- seguir tout pris [a cualquier precio], lo cual, desde el punto de vista de la pasién, es la genuina relacién de interioridad con Dios. Es en este punto que resulta dialécticamente tan complicado, «que el camino se bifurca para aquel que sabe lo que significa pensar ialécticamente y aquello que significa pensar dialécticamente dentro dela existencia, lo cual es realmente muy distinto a plantarse en cuan- to criatura fantastica en un escritorio y escribir sobre algo que uno mismo jamés ha realizado, es algo muy distinto a escribir de omnibus * Segin este enfoque, Dios es certamente un postuado, pero no ene sentido lxo en que normalmente se toma. or el contaro, se torna ms caro que éta esa nies manera en que un exstente puede entablar una relacién con Dios: cuando la con- tradiceién dialéria leva ala pasién a desspera, yen vrtd dela “eategria de Ia desesperacion’ (lf) la ayuda a alcanzar a Dios, de suerte que el postulado, lejos de ser una abirariedad, es de hecho una defensa necesara, una autodefense; de eta ‘forma, Die no es un postulado, sino quel hecho de que el suetoexstente poste s Dios una necesidad. dubitandum est, y después de eso, en cuanto existente, ser tan crédalo come cualquier hombre de sentido comiin. Es aqui el punto en que el camino sebifurca, yladistincién esa siguiente: mientras que el conoci- riento objetivo sin el estimulo de a pasin recorre sin preocupaciones «largo camino de la aproximacién, para el conocimiento subjetivo «ada retraso representa un peligro mortal, y la decisién vudlvese de tan infinita importancia ya tal grado apremiante, que parece como si ‘noportunidad hubiese pasado de largo sin haberse aprovechado, ‘Ahora bien, siel problema consiste en saber de qué lado se en- ‘uentra a verdad (y, como anteriormente se ha dicho, para un hombre ‘existente no es posible estar simultineamente en ambos lados, lo cual «5 solo una beatfica quimera para un quimérico Yo-Yo), si es que se alla en el lado del sujeto que de forma meramente objetiva busca al Dios verdadero y la aproximativa verdad de la idea del Dios verdade- 10,0 bien encuéntrase del lado del sujeto que se halla en estado de infinita preocupacién por saber si es que en verdad se relaciona con Dios con la infinita pasion de la necesidad, entonces no cabe duda ‘cerca de cud seré la respuesta para cualquiera que no se halle del todo «mbotado por la erudicién y la ciencia. Si uno que vive en tierra de Dios y se halla investido con el conocimiento de la verdadera idea deDios, entra en a casa de Dios, del Dios verdadero, yse pone arezat, ero lo hace deshonestamente, y si otro que vive en tierra idélatra se one igualmente a rezar, pero lo hace con toda la pasién deo infinito, esea que sus ojos repasan sobre la imagen de un idolo, dénde, pues, habré mayor verdad? Este le reza en verdad a Dios, aunque de hecho se encuentre adorando a un idolo; el otro le reza falsamente al Dios verdadero, y por tanto lo que en verdad hace es adorar a un idolo Si alguien objetivamente se cuestiona sobre la inmortalidad, y alguien més apuesta la pasién de lo infinito sobre la incertidumbre: «nde habré entonces mayor verdad y cudl de los dos tendréla mayor certeza? El primero ha penetzado de una vez por todas en la indermi- rable aproximacién, debido esto a que la certeza de la inmortalidad radica en a subjetividad; el segundo esinmortaly, por tanto, seesfuerza luckando con la incertidumbre. Pensemos en Séerates. Hoy en dia todo mundo habla sobre las pruebas y las demostraciones; unos tienen muchas, otros poseen, pocas.;Pero Sécrates! El planteé de manera objetiva y problematica 203 iil vu 369 Ia cuestién de si hay una inmortalidad.* Ast pues, comparado con cualquiera de los modernos pensadores con sus tres demostraciones, atratabase Sécrates de un escéptico? En lo absoluto, fl arresgé su Vida entera con base en este “ise atrevié a mori, y revestido con le pasion de lo infinito dispuso toda su vida de manera que semejante accién fuera aceptable ~sf habia una inmortalidad, Este acaso una mejor demostracin de la inmortalidad de alma? Pero aquellos que poseen sus tres demostraciones no disponen su vida con arseglo a esto, Si hay una inmortalidad seguramente estard asqueada por su modo de vida existe acaso una mejor contra-demostracin a as tres demostraciones? La“migaa” dela incertidumbresicviéa Sécrates ‘porque él mismo se ayudé con la pasién de lo infinito. Por el contrario, Jas tres demostraciones resultaron ser del todo instles para aquellos otros, porque éstos son y seguirén siendo unos oportunistas que no pudiendo demostrar nada mis, han demostrado esto a través de sus tres demostraciones ‘De igual manera, es posible que una muchacha se haya apropiado de toda la dulzura del enamoramiento en virtud de la frégil esperan- za de ser a su vez amada por aquel que ella ama, y, si consiguié hacer- lo, es porque ella misma lo cifté todo en esa frégil esperanza; por el otro lado, muchas comadres que en mas de una ocasion se han so- rmetido a la més fuerte expresién del amor, ciertamente han tenido ala mano demostraciones y, sin embargo, extraiiamente nunca han poseido quod erat demostrandum {aquello que debia ser demostrado} La socritica ignorancia fue asi la expresién firmemente sostenida con toda la pasién de la interioridad, de la relacién del existente con laverdad eterna y, por consiguiente, debe permanecer como una pa- radoja mientras él exista. Con todo, es probable que en la ignorancia socritica de Sécrates haya mas verdad que en la verdad objetiva de todo un sistema que firtea con las demandas de nuestro tiempo, y que se adapta a s{ mismo segin el profesor asistente, Objetivamente se pone el énfasis eno que se dice; subjetivamente se pone el énfasis en como se dice. Esta distincién vale incluso para lo estético, lo cual notamos especificamente cuando alguien dice que en bboca de tl o cual persona algo que es verdadero se hace falso. Debemos prestar especial atencin en nuestros dias a la antedicha distincién, pues si uno tuviera que expresar en una sola frase la diferencia entre 204 la antigiedad y nuestro tiempo, sin duda alguna tendria que deci: “Enlaantigtiedad habia tan slo unos pocos individuos que conocian la verdad; hora, en cambio, todo mundo la conoce, pero la intevioridad ‘guarda una relacién inverse con ella* Desde un punto de vista estétic, se comprende mejor la contradiccién que surge cuando la verdad se hace falsa en la boca de tal o cual persona, cuando se la interpreta al ‘modo cémico. Desde la perspectiva ético-religiosa, nuevamente, el éanfasis se colocaen el cémo. Mas no debemos entender esto como un sstilo,o una cierta modulacién de voz, o un modo de elocucién, etc Por el contrario, debemos entenderlo como la relacin del exstente, en su existx, con aquello que dice. Objetivamente, a cuestion trata tinicamente acerca de las categorias del pensamiento; subjetivamente, trata acerca de la interioridad. En su punto méximo, este “cémo” es Ja pasién de lo infinito, y la pasién de lo infiito es la verdad misma Empero, la pasién de o infnito es precisamentesubjetividad, de suerte

You might also like