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QUINTILIANO Y LA RETORICA Jorge Femandez Lopez Difbujo Portada: Pablo Torres Cascante Ealita: Amigos dela Historia de Calahorra Aptdo. 97 CALAHORRA (La Rioja) ISBN: 44-921459-0-6 Deposito Legal: LR - 77-1996 Edicién de: Compobll, 8.1. Muscia PRESENTACION URANTE los dias 4 al 18 de noviembre, tuvo lugar en Madrid y Calahorra la celebracin del I Congreso Internacional «HISTO- RIA Y ACTUALIDAD DE LA RETORICA» centrado en la figura de MARCO FABIO QUINTILIANO. La asociacién Amigos de la Historia de Calahorra, comprometida cstarutariamente no s6lo en la promocién y difusién de los amplios aspectos ue la historia de nuestra ciudad nos ofrece, sino también en los personajes que & lo largo de los sighos ha dado la ciudad, y a la cual, ellos, han enriquecido enormemente como pocas, entendimos durante le eelebracién del citado con- ‘reso que era necesario que la figura de MARCO FABIO QUINTILIANO no solo quedara y Megara ala élite cienifca que en esos dias se reunieron en nuestra ciudad estudiando los miltipls aspectos que la obra de tan insigne orador ofrece alos investigadores, sino que el pueblo liso y llano, también tenia derecho a saber, entender y «palpar» Ia obra de éste calagurritano universal, del ‘nal, todos nos enorgullecemos ante el mundo. [Ahi nace ésta publicacin. Con el nico interés por parte de los Amigos de la Historia, de acercar sin excepeida, «los calagurritanos de hoy, a MARCO FABIO QUINTILIANO. Don Jorge Fernéndez Lépe, profesor de la Universidad Complutense, par- ticipe del congreso ya mencionado, conocedor como pocos de nuestro ‘Quintilano e investigador incansable del mismo, se brind6 a realizar éte traba- jo que ahora ve la luz, de forma totalmente desinteresada y altrusta. Nuestro reconocimiento por elo. ¥ también nuestro agradecimiento a IBERCAJA en la persona de su Director en Calahorra, D. Pablo Lépez Gordo, que ha gestiona~ do y posibilitado la financiacién de ésta publicacin, una mis de los Amigos de la Historia de Calahorra, pero singular en cuanto al fin, y que no ha sido otro que difundir popularmente la figura del més insigne orador y sniversal calagurritano MARCO FABIO QUINTILIANO, ‘Amigos de la Historia de Calahorra abril de 1996 VIDA DE QUINTILIANO ARCO Fabio Quimtiliano nacié en Calagurris, Ia actual CCalahorra, hacia el aio 35 d.C. Es casi seguro que su familia Hevaba ya varias generaciones dedicéndose al arte de hablar en publico y 2 la ensefianza de esta disciplina: tenemos noticias de otros dos Quintlianos cuya profesién también fue la retériea y que "muy probablemente serian el padre y el abuelo del mis famoso, el autor de la Instituto oratoria. Su padre, que segtin nos cuenta Séneca el Viejo tuvo bastante ‘éxito en Roma como rétor 0 profesor de orstoria, se ocupé de que Quin recibiera una esmerada educacién. El Quintiliano adolescente fue asf alumno de los mejores maestros que en la época podfan encontrarse en la capital del smundo, entre los que se contaban el ‘amoso gramético Remio Palemén y el 1étor Domicio Afro, 2 los que el propio Quintilano recuerds con afecto en su obra. Después volvié a su tierra natal aaplicar lo aprendido, y debi6 de ejercer la docencia durante algtin tiempo. En el afio 68 se produjo la violenta muerte del emperador Nerén, y Galba, gobernador dela provincia Tarraconense, deci 4i¢ marchar sobre Roma a la cabeza ée las legiones que tenia bajo su mando para ocupar la sede imperial. Pero no so llev6 consigo a sus soldados:conven- i6 a Quintiliano para que le acompafase a Roma, ciudad en la que el calagurritano permanecié hasta su muerte. En Roma desarroll6 Quintliano toda su brillante carrera como orador y profesor de retérica. En sus clases tuvo como discipulos a lo més granado de la juventud romana. El poeta Marcial, otro hispano de la ribera del Ebro —de Calatayud— hace referencia ello en ‘uno de sus epigramas (II, 90), que comienza “ en el sentido elésico de la palabra: una téenica, un conjunto de reglas cuya puesta en prictica permite que un discurso coavenza a su oyente. Por otro, la retérica es también la ensefanza que transmite esas regla, y en la ‘Antigiedad acabé constituyendo la parte central de lo que hoy llamarfamos ‘ensefianza superior. La retérica naci en Sicilia en el siglo V a. C. La situacin por la que hubo personas que consideraron necesario reunir una serie de reglas, de recetas, para laborar discurtos convincentes fue la siguicate: a principios del siglo V a. C. reinaron en Siracusy, la capital antigua de Sicilia, dos tiranos, Gel6n y Hierén. Como pago a los mercenarios gracias alos que habian llegado al poder, expro- piaron grandes extensiones de tierra para entregirscla a estas soldados y forza~ ron a los antiguos propietarios a cambiar el lugar en el que habian vivido siempre. Al cabo de os afios una sublevacién popular derrocé a estos tcanos, y se intents volver a la situacién original de la propiedad de las tierras. Pero habian pasado variss décadas, y muchas veces los casos no acababan de estar claros; ademis, como es légico, los nuevos propietarios o sus herederos se resistin a ceder el. que era su modo de vida. De aqui surgi6 un gran aimero de pletos en los que se intent6 solucionar la situacién. En estos jucios habia una ‘novedad: el que decidia no era un juez, sino un jurado popular compuesto por ‘una buena cantidad de ciudadanos. Si alguien queria ganar el juicio, tenia que L ejercicio de la retérica fue, pues, la actividad principal de Oo ‘Quintdtano, ya ete tema ents dedicada su obra Por retriea eten- 7 convencer a este jurado, Pronto hubo quien se especalizé en los métodos més adecuados para componer discursos qve consiguieran convencer alos oyentes, ¥y pronto también hubo quien se dedicé a ensefar estos métodos a cambio de una retribucin econ6mica. Segin la tradicién, los primeros maestros de ret6ri- ca fueron Cérax de Siracusa, discipulo del fil6sofo Empédoces, yTisia. ero ze6mo laretrica, esta ensefanza de las reglas para construir un discur- s0 convineente, e difundié por el mundo antiguo? Sicilia era una isla coloniza- da por los griegos desde hacia sglos, y como es logico mantenfa lazos de unién de todo tipo con otras ciudades y territorios del mundo griego. Entre estas relaciones estaban Tas comerciales y, como es inevitable, surgian pleitos entre comerciantes sicilianos y los de otras partes, sobre todo de Atenas la potencia comercial dela época. Esto hizo que los atenienses se interesaran por la ense- fianza dea retérica que estaba extendida en Sicilia desde hacia unas décadas. En este interés de los atenienses se fijaron los maestros siclianos, que vieron atractivas posibilidades profesionales en una ciudad en la que no tendrfan com- petencia. El primero de estos scilianos que se decid a establecerse en Atenas como profesor de retérica fue Gorgias, natural de Leontinos (la actual Lentini, al norte de Siracusa), que legé a Atenas en el afo 427 a. C. “Atenas era el lugar ideal para que euviera éxito la ensefianza de la retSrica, ¥ para que ampliase su campo de accin desde los pletos entre particulares hasta la esfera politica. Atenas era una democracia y muchas de las decisiones que afectaban 3 todos los ciudadanos se tomaban en una asamblea ala que podian asisti todos los hombres libres. Y, destro de ciertos limites, eran muchos los ciudadanos que podian ejercer su derecho 2 intervenir en la asamblea para exponer sus puntos de vista e intentar convencer de ellos a los dems. Por eso précticamente a cualquier atenicnse libre le interesaba aprender los mecanismos aque hacen que un discurso funcione bien ante el piblico, y muy pronto se rmultiplicé en Atenas el némero de profesores de retSrica. A partir de entonces, ef éxito en la vida politica fue inseparablemente unido al dominio de las técnicas ret6rica y la retérea, unto con I filosofia,pas6 2 formar parte fundamental de Ia ensefianza que recibfan los atenienses a partir de cierta edad. El papel destacadisimo en lo politico, militar, comercial y sobre todo cultural que des- empefiaba Atenas en el mundo griego de la época faciité la difusion de este rodelo educativo por todo ese émbito. As, la ret6rica consttuyé desde enton- ‘es la parte fundamental de la ensefianza superior en el mundo antiguo, si cin en Ia que xe mancuvo hasta la Edad Medi. Fueron numerosos ls tratados sobre retdrica que autores griegos escribieron en los siglos 1V, IIL y IT a. C,y entre ellos destaca la Retérica de Aristételes, que cjercié una gran influenc sobre obras posteriores. Roma, a pesar de su ereciente poder milta y politico en el mundo medite- rrineo, desde muy pronto adopté muchos de los aspectos culturales de la civilizacién griega: en la arquitectura, en la literatura, en la vida religisa. Los romanos cultos aprendien griego y Ieian a los autores griegos: las primeras obras que narran la historia de Roma, redactadas por romanos,estin escrtas en triego; el emperador de origen sevllano Marco Aurelio utili el griego para cscribir sus Meditacioncs, Teniendo esto en cuenta, no es dificil pensar que la ret6rice, que ocupaba un lugar consolidado en la cultura griega, se introdujera cen la Roma republicana del siglo I a. C. Recordemos ademas que las decisiones politicas y militares de la repablica romana se tomaban en una asamblea de nobles, el senado, y ya hemos visto ls importancia que la retérice tiene allé donde se dé una situacién en la que una persona tenga que convencer a un auditorio. La figura més destacada de la retérica en esta Roma republicana fue, sin duda, Cicerén. El éxito de su actividad politica se bas6 en su excepcional capacidad oratoria, y los momentos mis importantes de su carrera en la vida ppblica fueron varias ocasiones en las que pronuncié diferentes discursos que tuvieron gran efecto: en defensa de ciersos amigos y de ciertasleyes, 0 atacando 4 enemigos suyos y, segiin lo vela Cicerén, de todo el estado romano. Pero ademés de dedicarse ala prictica dela retGrica, es deci, a componer discursos yy pronunciarlos ante un auditorio, Cicerén escribié varias obras tedricas en las {que da consejos sobre cémo eseribiediscursos,diseute cules son los limites de la ret6rica © hace una pequefia historia de la oratoria romana anterior a su tiempo. El conjunto de la obra de Cicerén, tedrica y practica, constituyé la consolidacién de la retrica en el mundo romano, y supuso tn modelo de gran influencia en todos los que a partir de entonces se dedicaron ella incluido, por ssupuesto, Quintiliano, que cita constantemente tanto los discursos de Cicerén como sus obras te6ricas. LA INSTITUTIO ORATORIA ‘A docencia, la ensefanza de la ret6rica, fue la principal actividad cde Quintiliano. Sin embargo, por modesti, siempre se resisti6 a ‘poner sus ideas y el fruto de su eaperiensia por escrito, eonves cido de que habia ya muchos y muy buenos tratados sobre el tema, Por eso, segiin el mismo Quintiliano nos cuenta, algunos alumnos suyos hicieron cizculas, con cierto éxito, una versign ordenada de lo que hoy Ilamarfamos sus apuntes de clase. Esto indica, por una parte, lo dfundido del interés por las ensefanzas de Quintliano y, por otra, elalto grado de formacién {que adquirfan sus alumnos, qu les permitia,a partir de sus apuntes, componer un pequefio tratado de ret6rica capaz de encontrar su lugar en el mercado de los libros junto a obras ya consagradas. Finalmente, la insistencia de sus amigos consigué persuadir « Quintiliano de que publicara un tratado sobre el tema ‘que mejor conocia y que, probablemente, conocia mejor que nadie: la ensefan~ za dea retérica. As, después de rtirarse dl eerccio de su profesin, durante dos aios se dedicé a redactar una obra en la que recogia més de veinteafios de reflexin y experiencia. ¥ el resultado de ello es Ia iniea obra que conservamos de Quintiliano, la Institutio oratoria —en castellano, La formacién del ora- dor, que debié de terminar, segin opina la mayorfa de estudiosos, el a0 96 4c Lade orador era en le Antigiiedad Is profesién que més fama y brillo social dbs, tanto en ef mundo griego como en el romano. Y, como profesién liberal, xa también la que més ingresos reportba. Un buen orados, que dominara las técnicas de hablar en piblico, que supiera conmover y convencer a sus oyentes tenia ante sf un amplio campo de posibles dedicaciones, y no era raro que se " volcase en todas: la participacin en pleitos ante los juzgados, la pronunciaeién de discursos sobre los ms variados temas que los espectadores acudan en masa a presencia, la docencia y, por supuesto, la politics, Por eso, la educacién superior que recibian todos los romanos que podfan permitrsela estaba basada casi exclusivamente en la retérica. Por una part, se censefiaba un conjunto de reglas cuyo dominio permitis al orador escribir un discurso que tuviese éxito en las eicunstancias més variadas seg se tratase de defender o de acuser,segin hubiese que convencer a un solo juez.o a un jurado compuesto por varias personas segtn a persona defendida o acusada fuera rica © pobre, hombre o mujer, joven o visi y ast hasta no dejar sin considerar pricticamente ninguna posibilidad. A esto se afadia la préetica constante de cjercciossimulados: el alumno debia escribir composiciones y discursos de todo tipo, ademas de imitar el estilo de los auores que servian como modelo (especial- ‘mente, Cicern en latin y Deméstenes en griego) El objetivo de la obra de Quintiano es dar las normas y orientaciones necesaras para crear un orador ideal, e orador perfecto. Quintilano identifica esta figura del orador perfecto con el ideal de vida que realiza plenamente al ser hhumano. Quintliano, siguiendo a Cicer6n, afirma que lo més earacterisica- mente humano, lo que més diferencia al hombre del resto de animales, es su ‘apacidad verbal, su facultad de hablar. Por eso una persona que domine las técnicas del arte de hablar en publico destca precisamente en aquello que es propio del hombre. La consecuencia de esta ides del hombre perfecto como orador perfecto es que la Instituto oratoria no se limita a los aspectos técnicos de la retdrica, sino que incluye también una serie de consideraciones sobre las cualidades morsles y politicas que deben adornar a ese orador perfec- to. Asi tanto al principio como al final de Ia obra, Quintilino no se cansa de afirmar una y otra vez que la excelencia en orator y Ia rectitud moral van indisolublemente unidas. Quintiliano define al orador, siguiendo a Catén, como ‘can hombre bueno experto en el arte de la palabra»: el orador que ponga sus conocimicntos al servicio de malas catsas, para Quintiliano no serd un buen orados, por muchos éxitos que obtenga. Quintiliano escribe su obra al final de su vida, Segtin hemos visto, avo una posicién muy destaceda como profesor de retérea,y esa es una dela razones de la importancia que tiene la Instituti: representa el fruto de toda una vida de ‘experiencia en la prictica y en la ensefanza de la oratora, y nos lo ofrece una persona que brillé especialmente en exe eampo. Pero hay mis razones que 2 hacen de la Tnsttutio una obra de gran interés: para la época de Quintiliano la retérica tenia ya més de cuatro siglos de histori, y gracias al tratamiento detallado que Quintiliano hace de muchos asuntos, podemos hacernos una idea de ls diferentes corrientes, doctrinas y opiniones que en el Ambito de la ret6ri- ca habian convivido en los sighos anteriores, tanto en cuestiones técnicas muy ‘precisas como en ideas més generales sobre lo que debe ser la ret6rica 0 sus relaciones con la moral y con la politica. Es, ademas, a obra mas extensa sobre oratoria que conservamos: ocupa més de setecentas péginas en las ediciones modernas. Por es0, la Instituto representa una culminacién de la retérica en dos sentidos: es, por un lado, la obra cumbre de un autor particularmente dotados y, por otro, una obra en la que convergen un gran nimero de caminos

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