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(10 0] ae (0 QUE VARGUITAS NO DUO. U7a2” URQUIDL Juli Santa Cruz de ia Serra, Bolivia Grupo Editorial La Hoguers, 2012 iS cm. x2tem P edicén, La Mancha LO QUE VARGUITAS NO DUO: tstionie Sobre el matrimonio de la primera esposa del premio Nobel, Mario Vargas Llosa Direccin de Produccién Editorial Grupo Editorial La Hogue LO QUE YARGUITAS NO DUO 2010 Sello La Mancha Derechos reservados 2012 Segunda edicion (con La Hoguer) PROLOGO Amigo lector Antes de que comiences a Jer la primera pi ‘este libro, ode eta histori, quiero conversar un poco con tigo,decirte que no he intentado hacer una obra maestra Je la literatura contemporsinea, sino dramatiza una vida Sencilla con etapas buenas y malas, durante los as qu tompartimi vida con Mario, con un hombre al que heama do profundamente. He tratado de ser todo lo sincera que ina de pune ser una mujer que nada tiene que oculta. No tengo por qué mentit; tal vez algunas escenas de los personajes parezcan un tanto inverosimiles, pero creo que tiene mayor interés lo que ellos digan, lo que enel fondo encieran, Una palabra nds, una palabra menos no cambia los hechos que han sido tal como los pongo frente a ustedes. Estas historias suceden todos los dias en todas par tes del mundo; no he sido la dnica, la primera, ni sexe ia altima mujer que ha vivido entre el cielo el infierno al querer salvar un amor que solo existié en ella con la ‘eguera que el mismo amor nos da. Con esa venda que ros pone ante los ojos, no nos damos cuenta que amamo, pero que no nos aman Tuvieron que pasar muchos ais, 28, para comprender una realidad que estaba frente a ty no la veia © no querta era. Quiz. 'No sabra explicar qué es lo que nos oculta la verdad: cegueta, ogullo, vanidad o estupider? Tal vez ese deseo ‘ neces imperiosa que toda mujer tene, no importa la lac ser aad No guando en mi ser ningin rencor,ningtin deseo de venganza,Sentimientos mezquinos que no los conoci cua do podria haberlos sentido, no Tos voy a sentir ahora seria absurd, ridiculo, Solo he querido contarles mi historia y deciles que no me arrepiento de nada de los aos vividos. A veces, hasta el sufrimiento vale la pena, enriquece el al- ‘ma, para saber que uno vive, que palpita, que estéen este Tampoco deseo levantar un dedo acusador. No soy juez de nadie, soy solamente una mujer y ustedes me ayu arin a comprender con quién vive jcon un marido, un famante, un primo, un sobrino 0, posiblemente, un desco- nocid? No han sido pocas la dificultades que he tendo que _vencer para que este bro salga ala luz desde la amenaza Yelada a través de terceras personas—hasta el querer s Jenciarme —con malas artes—con la compra de originales por una suma que no era de dejar pasar. Hay algo que olvi {aton quienes trataron de hacerlo (adems de bloquearme ‘aria editorials) mi conciencia, ni honestidad, mi eivin dicacin eintegridad de mujer no estén ala venta. La Paz, Bolivia, 1985, Mi amiga Julia y el escritor Esotra de las heroinas de Cochabamba, Es ina heroina -moescritory que, dicho sea de paso, desde hace varios aos _medebe los derechos de autor de una edicion popular de La ‘dad ylos perrae—comaera mayor que todos lode grupo {y queria formar parte de nosinvitaba unos és fabulosos, ‘eles quesiempresaliamas haciendo comentarios y iendo alegremente; nos despediamos con un “hasta la préxima’ ‘Nana lo invitamos a nuestras reaniones Viviamos tranquilos, sin mayores preacupaciones, compartiéndolo todo entre nosotros. A todos sos excelente amigos les hacta mucha gracia el apelativo que yo le daba | Mario: e deca "mi Homo”, fo que hacia reir mucho a Pupiy Abelaedo. Para resumis, fe aquella una época in- ‘olvidable, durante Ia cual compenssbamos privaciones y necesidades con amar, ernura, y todo lo demas pasaba a segundo termine, ‘Como Mario estaba ocupado tod el dia en sus dif rentes trabajos escribia sus articulos de noche. Llevaba una resi de maquina a mi lado, junto ala cama. De ratoen ato hacia una pausa, me besaba y continuaba escribiendo. Me lefa lo que escribia; y cambisbamos impresiones sobre sus artculos que, poe supuesto, para mi siempre eran buenos. ‘Al poco tiempo de estar viviendo en lacalle Porta, me regalaron un pert, Era una bellotita blanca y crespa, le pusimos el nombre de Batuue Sin ser fino tena una inte ligencia increible. as 12:30, hora en que Mario legaba a cas, aseaba la puerta y salfa como un bolido a esperar a ‘mi marido. No se equivocaba nunca en la hora. En una de aquellas sala lo arapé la perrera. Mario, cuando lo supo, fue inmediatamente a buscarloy pudo rescatatlo despucs dle algunas pericias. Lo encontré en tna jaula. Me comt6 hrrorizado que los metian dentro de una bosa y después Jos mataban a palos. De regreso alla casa, en un tax tal vez ‘por miedoo no sé qué Batuque hizo todas sus necesidades corporales encima de Maro, Resultado: no sé cul delos dos ‘estaba mds iio. Enraron juntos ala ducha, Nos acompans ‘casi dos afos mi fel Batuque, Cuando tuvimos que ios a Iacasade!os abuelos lo entrogamas a Joaquin. Elda quese Jollevaron fue de una pena enorme, parecia darse cuenta de la que pasaba. Nos miraba con sus ots Hens de tristeza, ‘no queria caminar, con ls uhas se prendia alas piedras del patio. En su mirada me parecia veralgode reproche, comosi Inubiera querido decir:”zPor qué me hacen est, por qué me ‘chan? Con la inteligencia que tenia, espero que hubiera ‘comprendio lo que yo le decia, Nunca msl vi, Después ‘deur tempo supe que muriéatropellado por un auto. “Todo marchaba perfectamente entre nosotros y tod Ihubieraseguido dea misma forma i Mario no hubiera co- -menzado con nos elas absesivosy sin jusificacion, Quiz estos celos hubiesen sido ms ligicos en mi En defntiva, I tenia compateras de Facultad y sus amigas de soltero, ‘Adems, nos amabamos y ne habia, en consecuencia, mot- ‘vos para desconfiar.Aquelloselos me resultaban absirdos desde todo punto de vista. , sin embargo, yomisma habria de sufiros aos mds tarde, hasta limites insospechados. Por ejemplo, Mario no me permita ie sola a Lima ‘Nosotros vvfamos en Migaflores. De manera que cuando le ‘garon mi hermano y su esposaen viaje de novios,nisiquie- a me fue posible acompataros a centro, Naturalmente, ain menos saludar a ningsin amsgo boliviano, con quienes ‘me encontraba en ocasiones, Jun Uraorthuas Recuerdo que aistimos ala fiesta que dabs una prima hhermaia ma. Al llegar a ss casa con Olga y Lucho, reparé entre los invitados aun sefor bien parecid, alto, moreno, con as sienes canosasy jos cares. Conocienl las reacco- ‘es de Mario, lo salude cortés pero parcamente. Con todo, sme di cuenta de que Mario me miraba de rojo y no mesa- ‘aba os ojos de encima, Luego, en un momento dado, entré ‘la cocina en busca de algo para beber y me tropect con el referido seior —cuyo nombre nunca supe— que peleaba ‘con una cubeta de hielo pegada al reftigerador. Me pregun- ‘6: "Senora, zpuedo servrla en algo?”. Le respond que yo yTe dla gracias por st gentieza, Al ver que insist, con ‘objeto deno setirme sdcula ej: "Solo queta un rfres «0 0 algo de beber: me muero de sed, pero no se moleste, ‘yo misma me servi, siga usted con lo que esta haciendo” ‘Me repli: "No faltaba mis, saco est hielo y la atiendo” [Me srvi6 un whisky con mucha agua. No aeancé a tomar vaso, cuando jzas!entré Mari que me mirs como si pre tenslierafulminarme, Pars disimlar mi temor pregunte: *,Conoce usted a mi marido?. Yaquelsefor prcticamente desconocido dijo: "No tena el gusto Lo felct, tiene usted ‘una esposa encantadora”, Para qué Io dir ‘Gon toda descortest, Mario me agar de un brazo xy me sacé de allt como si estuviera huyendo de la peste; ‘inceramente me sentfen el ate. Como no queria tener pro- blemas, me aterraba la idea de que est senior me invitara a bailar Me refugigenel dormitoriode mi prima y merecosté fen su cama. Al poco rato entr6 mi marido y se ech6 a mi lado; le die: “Si ests cansado, ;por qué no nos vames? ‘mafana trabajas temprana”, Me contests que él hacia lo que queria y que no necesitaba que lo cudaran. “Bueno, ‘cuando decidas ite, me avisas”, conclu. Entonces comen- 26 con algo muy infantil; me daba pataitas, primero muy saves, despues aumentaron en itonsidad hasta haceeme ano, seguramente porque no Je hacta caso, hasta que me ‘empajéy me hizo caer dela cama. Volvia recostarme sin deciele nada, pro el jueguito prosiguié y no pueiendo re frenar mis impulsos de clera, me senté en la cama y le largus una cachetada, Mario me la devolvié de iamediato, Gritey acudis mi cuado. Le expliqué a Lucho lo que habia sticedico y n0s lev6 a casa 'Nos acestamos, ambos muy ofendidos. No pude con- ilar el suefio,Pensé mucho ylleguéa la conclusion de que los celos de Mario eran producto de una enorme insegur dad Else sentia menor ue yo. Por mi parte, nunca me sent ‘mayor que él. Ahi estaba la diferencia. Pero ya me estaba cansando de sus ninerias, nla maiana, cuando sali la Radio me hice la dor ‘mia. Era la primera vez que seiba a trabajar sin darme un ‘beso de despeida,Estuve cavilando, tratando de encontrar Ia forma de darle ms confianza en sf mismo. Tenia que ‘comprender que lo querfa y que por esa tnica razén me ‘ease con él. Porque zque otra cosa podia ofrecerme fuera ‘dest amor? Sin siquieratenfamos lo suicente para vivit ‘decorosamente.Y, no obstante, yo me encontraba feliz en ‘el pequetio departamento, en esas dos pieitas donde nos Aamdbamos con intensidad, donde nuestros cuerpos n0 te ‘fan secetos para ninguno dels dos, donde nos fundamos ‘en un solo sr. ‘Me gustaba tanto sentarme en el suelo, con la cabeza apoyada en sus rls, y que me leyeraa Borges, Neruda, Marcel Schivob (sus Vidas imaginaris) a Valljos, que me ‘mente aterrada y comencéa pedirleaDics que no me quitara ‘mi hij Mi hermana y Mario legaron cast juntos por pura ‘oincidencia, Ella porque se comprometis a acompanarme y 1 porque na estaba tranquilo pensando que yo estaba soa, “Aunque mi marido me tranquilizaba diciéndome que no me ‘baa pasar nada, mientras me acariciabs la cabeza con una ‘temnura enorme, repetia que no taviera miedo, me abrazabs sfirmando que lo ms importante era yo, pero su paidez ‘me demostraba que estaba tan asustado como yo. Se lam a la dectora, que vino de inmediate. Me examind y asegurd «que la eiatura estaba bien. Me puso unas inyecciones y la hhemorragia desaparecisa los pocos minutos. Decidieon levarme a casa dela abuela, donde estaria scompafada y atendida,adems para evitar ma sobresal= tos. Mario me subié en brazos hasta el departamento, no me dejo poner ni siquiera un pieenel sel Creo que todo aquellolo impeesions mucho, poryue fue entonces cuando ‘me do toda su ternura y su carifo: estaba pendiente de mi “Mecuidaba y memimaba. Porlas noches,dormia entre sus brazos,escuchdndole decir palabras de amor ‘Una noche sent nuevamente mojada la cama, pegué un sto —parece que estaba predestnada a pasar mi vida dando stow en menos de un abriry errr de ojos todos estaban ‘en mi habitacién. Nuevamente se lame a la doctra que le 0 alarmada —pobre mujer no hacia mas qu corer por mis lamados—me examindy vi algo ens mano, me mins y dij —Lo siento mucho, créame, sefora, Ya no hay nada «que at el beb se perdi Nos explios quel embarazo habia sido dif desde el comienzo, pero queella tenia esperanzas de sacarlo adelante yn quisoalarmarnos. Me quede atontada, no podia hablar ee ey ey ee a deseab deccalge, pera garantanome obec Estaba oregon door ucts polite peda Vargits frnber pote dar es Hj quetant quer cone Stn na oc pond me Ms dels den para ugar Cuando non deren sls, se sstamon toramos reeds yutosesn perdi ton ‘por dos Tani poe aor aloes ae ‘nea espereramos un io rues Sucmnd amido apoye la cara en su echo, me oraz may foros qesares domi Tween rms encane gen rn sada slo pra danas una sin my Bll ua espera 2a tld nase que no reais ewe etn oro, so alist, ebb nacido es rat Tesco dstnto cleus derussas vids NOTO, ‘Stoner ins que too bier so gua guid un eins, yequcles abandonados Buble so do. Ener ats que sigieron ne Rablamn munca de ste episodio tan ate y qu enesentonces nos unio mucho ‘pastmente supra stsenn volves mee tro department de acl Pot. Ames siguiente nos 10 Midiebe a due dijo que tena que acer algunas ror resS ademas vena el cont, Me pose buscar en re pcory ne enconttabe uno que etaveraanuesto wri aunque oct situa ior Una tae fi Sirti que queda un poco eos, pero de tds modos Shag ver como erase seg el anu eu reeeeetsones que queramos: ra una casa ders pisos. Tinie a lapotsyno espondieron enone ena bt Tasca en cada piso toca una puerta, pero nadie tend Enel imo peo, youn pooner pr ese slen- "e"eNtruna pura medics Inbred odo $0, Tan hombre endo ene sel enmedio dela plza ‘Gpleamente vaca Me acegué le mirélacara que me ux Unga ts asust6;pensé que estaba durmiendo la borrachera;de todos ‘modes, sin pensarlo dos veces sali corriendo, no sé cémo bajéas gradas en espiraly Hegue asesando ala calle. Tomé ‘un tax y respe@ aliviada, En casa estaban Mario, Abelardo ¥y Lucho. Les conte mi aventura, pero no me la creyeron ‘puesto que me hicieron bromas por haberme asustado con ‘un pobre borracho. Eso también cela yo, aunque tena mis

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