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252 TOPOGRAFIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS ¥ PLEGADAS ciones posibles del desagiie transversal: captura o sobreimposicién de rios. Descarté Ja captura de rios como una explicacién posible, porque las abras de agua y de viento no corresponden en posicién a puntos 0 zonas de debilidad, provocadas tanto por fallamicnto como por roca altamente diaclasada. Pensé que la teoria de sobreimposicién de Johnson, a partir de un manto superficial cretacico, descansaba sobre pruebas negativas, y sugi- rid, en cambio, que el desagiie transversal fue sobreimpuesto a extensas lanu- ras aluviales en areas de Ia peneplanicie Schooley alabeadas hacia abajo: Creyé que los rfos presentes son sistematicamente consecuentes con. respecto a las pendientes de la peneplanicie Schooley, y pensé que se originaron en el tiempo del alabeamiento de esta tiltima hacia arriba. Ademés, legé a la conclusién de que lo que se ha denominado peneplanicie Harrisburg en realidad ¢s una parte de la peneplanicie Schooley, que ha sido bajada diferencialmente. Todavia hay otra posibilidad que convendria considerar, aunque hasta la fecha ha sido someramente sugerida. Si King (1950) esté en lo cierto sobre que la consideracién de Ja Apalachia como un persistente limite de zona montaiiosa, al este del geosinclinal Apalachiano, no concuerda con los hechos, existe la posibilidad de que el rfo Susquehanna pueda haber fluido hacia el sudeste desde el Tridsico. Sus ideas referentes a la naturaleza de Apalachia fueron manifestadas dei modo siguiente 1: Ahora parece dudoso que alguna vez haya existide un limite de zona montaiiosa tan persistente, al menos de Ia manera como se ly imaginan sus proponentes. La prue- ba principal aducida para ello era la presencia de grandes mantos de sedimentos clé: ticos que se esparcian hacia el noroeste a través del 4rea de la actual proviesia de Sierras y Valles, desde el Ordovicico superior en adelante. Sin embargo. estos sedi- mentos clisticos fueron depositados en forma intermitente y no continur v los tiem- pos de maxima acumulacién en un sector del geosinclinal 0 concuerdan .on los m: ximos de otros. Es mis probable que los sedimentos clistivos provinieran de las crestas de los pliegues que se levantaban en las zonas interiores del geosinclinal apalachiano du- rante sucesivos periodos orogénicos del Paleozoico. Estas crestas pueden haber estado integradas, no por rocas del basamento, sino por materiales de las zonas internas del geosinclinal, que fueron deformadas y metamorfizadas principalmente durante el tiem- Po paleozoico. De acuerdo con este concepto, Apalachia puede haber constado de islas grandes aqui y alli, y si estas islas de rocas plegadas estaban dentro del 4rea de los Apalaches plegados, no hay necesidad de invertir el desagiie dentro de una masa de tierra al este de los Apalaches plegados. Tal teorfa, hasta Ia fecha, no ha sido formalmente propuesta, pero es conveniente tener presente Ia idea al intentar llegar a una explicacién Idgica de la evolucién del desagiie de los Apalaches. 4 Citado con autorizacién de la American Association of Petroleum Geologists y tomado de Am. Assoc. Petroleum Geol. Bull, 34, por P. B. King, Tectonic Framework of Southeastern United States. PENEPLANICIES DE LA REGION APALACHIANA 253 PENEPLANICIES DE LA REGION APALACHIANA Hay mucha diversidad de opinién en cuanto al nimero y edades de las peneplanicies de la regién apalachiana. Ashley (1935) sostenia que sola- mente hay una peneplanicie presente y que las otras superficies topograficas que han sido denominadas peneplanicies pueden ser explicadas como el resultado del descenso diferencial de esa peneplanicie sobre rocas de resis- tencia variable, de la nivelacién de base local de areas de roca débil, o del arrasamiento de areas de roca resistente. Bascom (1921) sugirié que hay ptesentes cinco peneplanicies y, ademas, cinco terrazas por debajo de Ja peneplanicie més joven, las que tienen significado ciclico. Para las peneplanicies supuestas se han sugerido edades que van desde el Jurasico al Pleistoceno. La opinién que sustenta el mayor nitmero de personas probablemente sea la de que hay buenas pruebas para la presencia de dos peneplanicies, a las cuales se les denomina Schooley y Harrisburg. Cuando Davis propuso el nombre Schooley para la més antigua de estas dos peneplanicies, le asignd una edad jurasica-cretacica. a mayoria de los investigadores del area ahora se inclinan a dudar de la presencia de una superficie de erosién tan antigua, excepto para la peneplanicie por debajo de la planicie costanera y la porcién de ella que ha sido exhumada a lo largo de la Fall Line. Los remanentes mas antiguos de una peneplanicie en la regién de los Apalaches plegados, generalmente son considerados como del Terciario medio o superior. La peneplanicie Kittatinny o Upland es frecuentemente mencionada en as discusiones de la geomorfologfa apalachiana. Algunos Ja consideran como una superficie de erosién mas antigua, por arriba de la peneplanicie Schoo- ley, posiblemente equivalente a la peneplanicie Fall Line por debajo de la planicie costanera, pero més comunmente se cree que es la equivalente de la peneplanicie Schooley. Wright (1942) Ilegé a la conclusién de que los varios términos, tales como Cretdcico, Kittatinny y Upland, que han sido aplicados a supuestas peneplanicies, probablemente sean equivalences de la superficie que ahora m4s cominmente se denomina Schooley. No se puede manifestar dogméaticamente que esto es asi, pero la preponderancia de la evidencia apunta hacia esta conclusién. El ciclo Harrisburg que siguié al ascenso de Ja peneplanicie Schooley no fue un ciclo terminado, pues en caso contrario las pruebas del ciclo Schooley hubieran sido destruidas. Al este de los montes Azules, en el Pie de Monte, la peneplanicie Harrisburg es la superficie de peneplanicie més extensa; pero dentro de los Apalaches plegados, su desarrollo fue restringido a fajas de rocas débiles. Al oeste de los montes Azules, la peneplanicie Harrisburg esta mds extensamente desarrollada en el valle de Great, donde tiene una expansién areal considerable; pero a lo largo de otros valles es escasamente algo m4s que un rellano. Hay més pruebas de un ciclo parcial posHarrisburg, debido a la 254 TOPOGRAFIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS Y PLEGADAS presencia de terrazas a lo largo de los cursos de los rios y Areas de tierras bajas localmente amplias, que han sido interpretadas por algunos como peneplanicies locales sobre fajas de roca débil. Ejemplos de presuntas peneplanicies locales son la peneplanicie Somerville de Nueva Jersey, la peneplanicie Coosa del este de Tennessee, Georgia y Alabama, y la penepla- nicie en el Black Belt de Alabama. De ellas se han hecho dos interpreta- ciones. Fucron consideradas peneplanicies locales posHarrisburg o rellanos sobre fajas de roca débil y tierras bajas producidas por descenso, debido a disoluciones de la superficie Harrisburg y, por consiguiente, no como productos de un ciclo parcial grande, Si en realidad representan planicies locales niveladas hasta Ja base o rellanos, su edad probablemente sea pliocena superior o Pleistoceno inferior. 10-7 opografia sobre estructuras falladas INTRODUCCION Las fallas presentan muchos problemas geolégicos interesantes y a menudo complejos, que constituyen una parte considerable del campo de la geologia estructural. El geomorfélogo no se interesa principalmente por resolver los problemas estratigraficos y estructurales que presente el fallamiento, sino mas bien por los efectos topograficos de éste. Sin embargo, los caracteres geomérficos pueden ayudar al reconecimiento de las fallas y, valorados cuidadosamente, pueden contribuir a una interpretacién correcta de Ja historia diastréfica de la regién. E] fallamiento tiene, por lo comin, expresién topogrifica porque eleva, desciende, inclina o desplaza horizontalmente bloques de la corteza terres- tre, junto con sus caracteres topogrificos asociados, El fallamiento también puede crear zonas trituradas 0 brechadas, que son mas facilmente erosiona- das que las rocas circundantes y, de esa manera, quedan evidenciadas topo- graficamente. En cuanto a admitir que el fallamiento se produce to suficientemente rapido como para generar formas de relieve notables, todavia existen dos puntos de vista opuestos. Un grupo de gedlogos se inclina a ereer que la degradacién acttia més répidamente que el fallamiento y que con la excep- cién de Jas formas menores y efimeras, tales como las escarpitas de fallas, la erosién borra los caracteres producidos por fallamiento casi tan répida- mente como se forman, De acuerdo con este punto de vista, la mayorfa de los caracteres topograficos asociados con fallas son producto de la erosién sobre 0 a lo largo de fallas antiguas o recientes y, por consiguiente, no fueron producidos directamente por Ia fala. A este punto de vista se opone la creencia de que el fallamiento puede producirse con rapidez suficiente como para que la meteorizacién y la erosién no disimulen sus efectos y que puede haber caracteres geomérficos mayores originados prin- cipalmente por fallas més que por el efecto de la erosién diferencial sobre estructuras falladas. En realidad, los dos puntos de vista no estén tan dia~ metralmente opuestos como daria a entender lo expresado precedentemente, pero en lo relativo a Ja interpretacién de la topografia en terrenos fallados IN TRODUCCION 257 hay: dos cricerivs, En general, Jos geslogos de las regiones estables son escépticos respecto de la presencia de notables formas de relicve de origen tectonico, mientras que los de Jas fajay méviles las han considerado como caracteres comuncs. En regiones de fallas, ¢) problema principal consiste ho tanto en la decerminacién de ellas, sino cn establecer si las formas terres tres son formas tectdnicas producidas directamente por fallamiento 0 si deben su presencia a fa accién de la crosién sobre las estructuras falladas. La naturaleza del fallamicnco pucde ser tanto de alto angulo como de Wig. 101. Osa pita de fails reci catriz de falla en la cadens Rrahine, en Nuva Zelandis. La escar- jentemente forinada mira backt It escarpa dv faila y teae dia aura de unos bur. (Botografia de R. J. Waghoran.) bajo aingulo, y en ambos tipos pucde ser dirceta o inversa, aunque cl falla- miente direero de bajo angulo es ovis bien rare, En ciertas areas, hay prucbas de un tipo de fallamiento que ahora comimmente se denomina de desplazaniienta horizontal, en el cual ¢] movimiento ha sido principalmente un desplazamiento de rumbe, dando como resultade ids bien un desplaza- aniento horizontal que vertical, En muchos aspectos, tos efectos det falla- micato de alto angulo son casi iguales, asi se trate de una falla directa como de una inversa, La manifestacion topogrifica es generalmente mis notable en las fallas de dingulo alto. y fa mayor parte de Ja literatura topogeifica sobre estructuras falladas se refiere a fallas de dngulo alto. No debemos dejar de considerar Ia cireunstancia de que en algunas areas cl fallamiento de ingu- TOPOGRAPIA SOBRE ESTRUGTURAS FALLADAS Jo bajo o de desplayamiente horizontal influye o domina los caracteres: ropognificos. TIPOS DE ESCARPAS La forma terrestre fundamental y cipica producida por el fallamiento es la escarpa de fall, El término escarpa de fall aplicado a un acantilado abrupto o escarpa producida directamence por fallamiento, fue quiz empleado por vez primera por Russell (1884) al deseribir caract is es de este Fie 10.2. La excarpa de jolts af uorovste del uonte Verabe, al sadavite do Eilean, vst Nevade. (Furowrnia de POS. Sibel y B.C. Proprio: origen cn Ja parte noroeste de ka Gran Cuenca, en el sudeste de Oregon. Una escarpa es una forma de relieve convin y puede producirse de varias maneras, algunas de las cuales de ningtin modo. estin relacionadas con fallamicnto. Las escarpas de cuesta son frecuentes en areas de rocay stave mente inclinadas; fas escarpas de abrasi6n marina a menudo mayean las posiciones de [meas de costas actuales © antiguas; a veces. los costados de arcesas gheiarias y de valles fluviales pareeen escarpas, pero se prescntan cn pares y por Consiguiente, son facilmente distinguibles de Jas escarpas de falas: y, localmente, los frentes de coladas de lava y de desfizamientos pucden asemeiarse a escarpas, Algunos frenres de montaias son. esenciale mente escarpas cn retrogeso, como resultado de una degradacion de larga duracién, Fsto es particularmente cierto en las regiones diridas, donde pueden alvarse frentes de montahas escarpadas atmptios, fondo de rocas 6 planicics alus isles situadas en sus bases Un determinada tipo de topogratia ha sido denominade blagere de falta © topogratia de bloga, Con frecuencia se lo denomina como topograiia ESCARPAS ASOCIADAS CON FALLAS 259 de cuencas y cadenas, nombre provenicnte de la regién de la Gran Cuenca del oeste de los Estados Unidos de América, donde esta muy bien mani- festada. Tal como se cmpleé originariamente, la denominacién topografia de bloque Hevaba consigo el significado de que las formas de relieve habjan sido producidas directamente por fallamiento relativamente creciente. Se ha demostrado, sin embargo, que muchas de las escarpas se han producide por la erosién, mucho después del fallamiento. Por lo tanto, la expresién topografia de bloque se toma como refiriéndose a un tipo particular de topo- grafia, desarrollada sobre estructuras falladas, sin tener en cuenta, espe- cffica ni directamente, si las formas de relieve fueron producidas por falla- miento © por erosién a Io largo de fallas. El tipo de copograffa que se encuentra en Ia provincia de Cuencas y Cadenas es solamente uno de los varios tipos que se pueden desarrollar sobre estructuras falladas. Probablemente se ha insistido demasiado en esta regién en particular porque, como Cotton (1950a) manifesté: “Como resultado de un descubrimiento temprano y del reconocimiento en una regién relativamente sin agua, la escarpa de falla con una historia tan particular Negé a ser el tipo, especialmente después que Davis dibujd los bloques- diagrama de las escarpas de las Cuencas y Cadenas, para luego ser copiados por los autores de libros de textos, Las escarpas de fallas del tipo de las Cuencas y Cadenas, como se les puede denominar, son reconocibles en algunas otras partes del mundo; pero es necesario examinar también el desarrollo de las formas tecténicas en las regiones himedas, donde, debido principalmente a la capacidad de transporte de los rios, mucho mayor, las modificaciones de las escarpas por erosién, tanto durante como después del crecimiento tecténico, se produce en diferentes formas, originando final- mente una forma de relieve mayor, con sélo una semejanza de familia con las escarpas de falla de las Cuencas y Cadenas. ESCARPAS ASOCIADAS CON FALLAS Davis (1913) fue uno de los primeros en intentar una dilucidacién de Ja terminologia aplicada a las escarpas resultantes directamente del falla~ miento, en contraste con las producidas por erosién diferencial en los dos Iados de una falla. Esta es la diferencia entre una escarpa de falla y una escarpa de linea de falla, Una escarpa de falla, segin la definicién de Davis, es la que originariamente se produce por fallamiento, mientras que la escarpa de linea de falla origivariamente se produce por erosién diferencial a lo largo de una linea de falla. Ja comprensién de la diferencia entre las dos es esencial para poder apreciar y comprender mucho de lo que sigue. Como Johnson (1939) ha destacado, mucha de la confusién en cl empleo de estos términos se debe a una falta de apreciacién de la importancia de Ja palabra “originariamente” en las definiciones anteriores. No es indispen- sable que la escarpa esté en una linea de falla para ser una cscarpa de falla 260 TOPOGRAFIA SOBRE ESTRUCTURAS FALLADAS Fig. Ws A vive de frome y B vista de aerde de da escarpa de tinea de falta de Terlingina y det exiday Ge Sainte Helens del rie Grande, en Texts, La esearpa tiene una altura de BO an. Votagratias de LV. Olson, ineruational Rowndary Commission.) ESCARPAS ASOCIADAS CON FALLAS 261 © aun una escarpa de linea de falla. Lo que determina el tipo de escarpa es la manera como fue comenzada la escarpa original. Una escarpa de falla comienza por fallamiento y, en su posicién original, tiene una falla en o cerca de su base; pero hay escarpas maduras y seniles, como también las hay jévenes, y a medida que la meteorizacién, la remocién en masa y la erosién atacan a una escarpa de falla, sufre modificaciones tanto en aspecto como en posiciin topografica. A medida que pasa el tiempo, la escarpa pierde mucho de su forma abrupta y recta original y pasa a ser una escarpa de falla denudada y destruida. Davis y Johnson sostenian que aun asi continia siendo escarpa de falla. A ellos les parecia tan Iégico reconocer escarpas jévenes, maduras y seniles, como hablar de valles, cavernas 0 montafias jévenes, maduras 0 seniles. Una escarpa joven es probable que esté situada cerca de Ia falla que la produjo, pero una escarpa de falla madura o senil puede haber recrocedido con respecto a su falla original. Una escarpa de linea de falla se origina por erosién a lo largo de una linea de falla, porque hay rocas de resistencia variada en los dos lados de Ja linea de falla. Por consiguiente, la mayoria de las escarpas de linea de falla son fenémenos de segundo, tercer o enésimo ciclo. Sin embargo, una escarpa de linea de falla se puede desarrollar durante el mismo ciclo en el cual se formd Ja escarpa de falla original, pero si lo hace, significa que la escarpa de falla fue primero destruida por erosion y_ posteriormente, durante el mismo ciclo, se form6 otra escarpa, cuya posicién fue controlada por la linea de falla que marcaba la ubicacién de ia escarpa de falla original. ‘Tenemos escarpas de lineas de falla jovenes, maduras y seniles, dependiendo ello del grado de modificacién que han sufrido y de sus posiciones con respecto a las fallas asociadas, que puede variar tanto como las de las escarpas de fallas. Deberia ser evidente que la presencia de una escarpa de linea de falla significa una historia geomdrfica mis complicada para el rea en la cual esta, que una escarpa de falla. Probablemence en la natura~ leza hay mas escarpas de Minea de falla que escarpas de falla. En las por- ciones estables de la corteza terrestre, Ia mayoria de las escarpas asociadas con fallas son escarpas de Iineas de fallas, Algunas escarpas asociadas con fallas en las denominadas regiones inestables, también son escarpas de linea de fallas. Puede parecer que se ¢sté recalcando demasiado la importancia de determinar si una determinada escarpa es de falla o de linea de falla, Si se ha insistido asi, ha sido a causa de las grandes diferencias resultantes entre las historias geomérficas de los dos tipos. Johnson (1929) se ha valido de las mesetas del Colorado para ilustrar esto. En esa regién, Dutton (1882) interprets numerosas escarpas como de fallas y les asigné edades posteriores a la peneplanizacién del Area, a la que él denominé la Gran denudacién. Sobre esta base legé a la conclusién de que el rio Colorado es un rio ante- cedente que ha mantenido su curso a través del fallamiento de bloque. Trabajos mas recientes de Blackwelder (1934) y Longwell (1946) han 262 TOPOGRAFIA SOBRE ESTRUCTURAS FALLADAS indicado que Ia mayoria de las escarpas son escarpas de linea de falla y que el fallamiento fue mas bien de edad antigua que reciente y, por consiguiente, anterior al periodo de Ja peneplanizacién. A ellos les parecié mas probable que el rio Colorado se hubiera sobreimpuesto 2 través de las fallas de la peneplanicie que en un tiempo se extendia por toda la region. Davis reconocié que una escarpa de linea de falla puede mirar cn la misma direccién que la escarpa de falla original o en direccién opues- ta, dependiendo de la posicién de las roces potencialmente formadoras de las escarpas con respecto al nuevo nivel de base de erosién y del lado de Ia falla en el que estén, Si la roca resistente estd en el lado ascendido de una falla y por arriba del nivel de base de erosiéa, y contra ella, en el Indo hundido, hay roca débil, la escarpa de linea de falla producida por erosidn estaré en el lado ascendido de la falla y, en esencia, reproducira la escarpa de falla original. Davis definié tal escarpa como una escarpa de linea de falla resecuente. Si, por el contrario, la roca débil esti en el lado ascendido y Ia roca resistente en el lado hundido, en o por artiba del nuevo nivel de base de erosién se formaré una escarpa de erosién en cl lado hundi- do de la falla y miraré en sentido opuesto a la escarpa de falla original. ‘Tal escarpa se denomina escarpa de linea de falla obsecuente. EF] reconocimiento de una escarpa de linea de falla obsecuente no es muy dificil, siempre y cuando sea posible determinar sus lados ascendido y descendido, porque ia presencia de una escarpa en el lado hundido no podria ser resultado de fallamiento. Tal vez sea dificil distinguir una escarpa de linea de falla resecuente de una escarpa de falla, y el éxito dependera de la cantidad de informacidn geoldgica y geomérfica de que se disponga, Sin embargo, éste es un problema comin que debe ser resuelto correctamente si se quiere obtener una adecuada interpretacién de la historia geolégica y geomérfica de una regién. Los criterios para esto se darin ms adelante (ver pag. 265). Una escarpa particular puede ser, en parte, una superficie de falla y, en parte, una superficie de erosién. Tal escarpa se denomina escarpa com- puesta (Cotton, 1917), Imaginemos dos condiciones bajo las cuales se pueden formar escarpas compuestas. Primero, supondremos que se ha for- mado una escarpa de falla y que el fallamiento ha cesado. En la creacién de la escarpa de falla, las capas débiles quedaron en la base de la escarpa, del lado del labio hundido. La erosién de estas rocas débiles amplia la escarpa hacia abajo, resultando asi una escarpa que debe su parte superior a fallamiento y la porcién inferior a la crosién, Una escarpa compuesta puede formarse de otra manera. Si una escarpa de falla es destruida por Ia erosién, y luego la regién es ascendida formandose una escarpa de linea de falla resecuente, la reanudacidn del movimiento a lo largo de la antigua superficie de falla produciré una escarpa compuesta, cuya parte superior es de origen erosivo y Ia inferior de origen de falla. Puede parecer que Jas circunstancias que se acaban de describir son principalmente posibilida- des teéricas, pero en realidad son communes en le naturaleza. Las escarpas ESCARPAS ASOCIADAS CON FALLAS 263 de fallas y Jas escarpas compuestas pueden estar en Ia misma region. Sharp (1939), al describir la geologia de la cadena Ruby-Fast Humboldt, en el nordeste de Nevada, lleg a la conclusion de que el frente este de los montes East Humboldt, en el extremo norte al menos, es una escarpa compuesta. La altura total de la escarpa es de unos 1.200m. El estimd Rare SATIS ST STS TRAINS? D APIS Fia. 10.4. Etapas en Ia formacién de wna escarpa compuesta. A. Formacion de una excarpa de falla. B. Destruccién de la escarpa de falla por erasiin. C. Reanudacién de la erosién con el desarrollo consiguiente de una escarpa de linea de falla resecuente. D. Reanudacién del fallamiento con la produccién de tuna escarpa compuesta, cirya parte superior es de origen erosivo y la parte inferior de origen de falla. (Tomado de Douglas Jobnson.) que los 300m inferiores eran de origen erosivo y los 900m superiores producidos por fallamiento. Por otra parte, legé a la conclusién de que el frente este de los montes Ruby tiene la apariencia de una escarpa de falla verdadera, 264 TOPOGRAFIA SOBRE ESTRUCTURAS FALLADAS Cotton (1950a, 1950b), en aitos mas recientes, ha sugerido que parte de la controversia sobre las escarpas de fallas y escarpas de Iineas de fallas podria ser evitada mediante el agrupamiento de las escarpas en dos clases: tecténicas y no tecténicas. Considers como esearpas tecténicas las escar- pas de falla y las de lineas de fallas formadas en el ciclo de erosién inme- diatamente posterior al fallamiento, y restringié Ias escarpas de lineas de Fig, 10.5. Erapas en la formacién de una escarpa de linea de falla resurrecta. A, Ct cién de una escarpa de falla. B. La escarpa de falla es sepultada por el aluvion, C. Renovacién de la erositin acompatiando ai ascenso, com la resurreccién de la escarpa de falla. (Tamada de Douglas Jobnson.) fallas a escarpas de segundo ciclo o escarpas multiciclicas que resultan de Ia erosién diferencial. Asi restringidas, las escarpas de lineas de fallas son mds bien caracteres estructurales antes que tecténicos. Con referencia a fas escarpas tecténicas manifesté (1950b): “En Nueva Zelandia, los puristas han cometido cl gravisimo error de distinguir demasiado minuciosamente entre escarpas de lineas de fallas y escarpas de fallas, en casos donde las primeras han sido producidas, sin duda alguna, en el actual ciclo erosivo CRITERIOS PARA DISTINGUIR ESCARPAS 265 (geomérfico) principal por degradacién de escarpas de fallas. Los geélogos australianos parece que han evitado esta trampa. Las formas son tecténicas y_ deben ser reconocidas como tales con cualquier interpretacién de la hiscoria geolégica, de la misma manera que las escarpas de fallas menos erosionadas. Ha sido un error insistir en fas condiciones actuales de las presentes lineas de fallas de muchas de las escarpas tecténicas, y ha sido un error atin mayor crear la categoria de escarpas ... el caracter del conjunco es tecténico”. No todas las escarpas vinculadas con fallamiento son descriptas con mayor exactitud como escarpas de falla, de linea de falla 0 compuestas. A estos tres tipos podemos afiadir las escarpas de falla resurrectas y las escarpas de lineas de falla resurrectas. Aunque quizd sea raro, una escarpa de falla puede quedar sepultada bajo el aluvién lavado que desciende del Jado solevantado de Ja falla y luego ser exhumada. Si tenemos presente nuestra definicién de escarpa de falla, la que fué originariamente producida por fallamiento, se deduce que aunque sea sepultada y posteriormente exhumada, contintia siendo escarpa de falla, porque la remocién del aluvién no produjo una escarpa nueva, sino que solamente expuso una escarpa de falla sepultada. Baulig (1928) ha citado como ejemplo una escarpa de falla exhumada al oeste de Clermont-Ferrand, en el distrito de la meseta Central de Francia. Alli una escarpa de falla fue sepultada bajo un aluvién, sobre el que posteriormente se extendié la lava de uno de los voleanes de Auvernia, sepulténdolo. Posteriormente, la erosién removié la mayor parte del aluvién, pero el que estaba bajo Ia colada se conservé como testigo de la sucesién de los acontecimientos transcurrides. Por supuesto, el reconocimiento de una escarpa de linea de falla resurrecta es una tarea atin mas ardua y requiere una apreciacién completa de la historia geolégica y geomérfica de la regién. CRITERIOS PARA DISTINGUIR LAS ESCARPAS DE FALLA DE LAS ESCARPAS DE LINEA DE FALLA La dificultad para determinar cl origen de las escarpas vinculadas con fallas queda en evidencia por las variadas interpretaciones que se les han dado, Por ejemplo, el imponente frente oriental de los montes Teton ha sido descripto tanto como escarpa de falla, como escarpa de linea de falla ¥ como escarpa compuesta, La mera presencia de una escarpa a lo largo de una falla no es prueba de que la escarpa haya sido producida por falla- miento, aunque asi se lo ha supuesto durante mucho tiempo y aparentemente todavia hay quienes siguen considerandolo. M6 TOVOGRAFEL SOBRE STRUCT ORAS PALL ADAS Pruebas de fallamiento. Fs. por supuesti, importante que sea esta- blecida fa presencia de una falla ances de afirmar que una escarpa pertenece a cualquiera de los tipos que pucden existir a le kirgo de fallas. La come probaciin geoldgica de una falla consta de fendmenos tales como: aflora~ miento real de Ja superficie de falla; presencia de brecha de falkt@ zonas S con espeios de friccién slo largo de un plano de trituradas: supe folle ense orpedas de tleeiosn ea tae casiters on Harrisnis. Hite del Sar Fenograito deb. C. Raita. asiento © fracturaciba excesivas desplaramiente estra- al, horivontal uw oblicuo; . truncamiento falla: zomay de dine tigrifico de capas en sentide verti de eseratos y estructuras geoldgicas por una escarpa. Fi areas de rocas homagéneas y no estratifieadas, las dos Ulsimas pruebas pueden ser " F dificiles de reconocer, Aunque todas clas esten presentes, dinicamencte 1 # prucban que hay una falla y. de por si, no indican sila escarpa es producida I 3 6 pales y por fallamiente © por erosion diferencial en sus dos lados. Para determinar si una escarpa que esti alineada con una falla es de nv diastrafica o crasiva, es deseable que valoremos rodos los criterios que se han empleado. Con algunas enmicndas, la presentaciin siguiente esti basada cn kt consideracion de este problema por Blackwelder ¢1928a). quicn agrupo Loy varios fendmenos geologicus ¥ gcombrtices que se encucn- tran a lo large de tis escarpas regidas por fallas en tres grupos: les que son cones tanta a [as escarpas de fallas como a fas de lineas de fallas, tos que son comprahacioncs positivas de las esearpas de fallas, y los que estan resteingidos a las escarpas de lineas de fallas.

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