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CICLO GEOMORFICO EN ESTRATOS PLEGADOS 237 desarrollo de la topografia, estén esas sireas donde las rocas han sido plegadas intensamente y muestran una verdadera estructura de montafia. Estas son regiones que corresponden a antiguos geosinclinales en las cuales los sed mentos se han acumulado durante largo tiempo y Iuego fueron sujetos a un plegamiento complejo y, en muchas areas, a un fallamiento complejo; poste- riormente fueron ascendidos y expuestos a la erosién. El examen siguiente corresponde principalmente a esas areas en las cuales predomina el plega- micnto apretado. El fallamicnto puede haber acompajiado al plegamiento, pero no tiene una expresin principal en la topografia, Los efectos topo- grificos de] fallamiento seran tratados en el capitulo siguiente. El tipo de estructura geoldgica que estamos tratando ahora, y su topo- grafia resultante, esté muy bien ejemplificada en la provincia de Sierras y Valles de la region de los Apalaches, en el este de los Estados Unidos de América, la que con frecuencia es descripta como la estructura y topo: grafia apalachiana. El caracter sobresaliente de esta estructura es la presencia de una serie de pliegues aproximadamente paralelos, que varian desde los pliegues simples, abiertos, hasta los pliegues complejos, apretadamente com- primidos 0 volcados y fallados. Normalmente alternan anticlinales y sincli- nales con buzamiento; frecuentemente estén dispuestas en escalén. Etapa inicial. ‘Todos los ejemplos conocidos de estructura plegada han experimentado ciclos de erosién anteriores y, por consiguiente, son ejemplos de topografia multiciclica; por ende, es dudoso que pueda describirse la etapa inicial del desarrollo de esta topografia, excepto en términos hipotéticos. Aun en los montes Jura, donde se presentan numerosos ejemplos de coincidencia entre la estructura y Ia copografia, las pruebas parecen indicar que son monta- fias de un segundo ciclo. La idea convencional de que la copografia original re- presentaba directamente la estructura, se predica sobre el supuesto de un as- censo rapido de !as estructuras plegadas, con muy: poco o nada de erosién acompaiiante. Es mas probable que ¢n la historia del crecimiento de la montafia se haya producido una temprana y vasta erosién, acompafiada por levanta- miento y aportillamiento de los anticlinales. La gran altura original, a veces atribuida a las montafias plegadas, la que se obtiene mediante Ja proyeccién hacia arriba de los estratos involucrados cn el plegamiento, probablemente no sea natural, dado que ignora la erosién producida durante el levantamiento. Los montes Apalaches tal vez nunca hayan sido més altos de lo que son hoy en dia. Lo que hoy vemos en la mayorfa de las estructuras de las montaiias plegadas son las raices de antiguas estructuras plegadas, que han sido expuestas por la remocién de centenares y miles de metros de estratos durante muchos ciclos erosivos. El ajuste de la topografia a las estructuras plegadas. Fl fendémeno geomérfico sobresaliente que se encuentra en las montafias plegadas es la manera intima en que la estructura geoldgica, junto con la variada resisten- cia de la roca, ha regido los detalles de la topografia. Esto esta ilustrado 238 TOPOGRAFIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS ¥ PLEGADAS de la mejor manera posible en los Apalaches plegados, y como esta regién es tan bien conacida, la emplearemos como un ejemplo tipo. El truncamiento de los pliegues durante los ciclos erosivs anteriores ha expuesto rocas de resistencia variada. Las rocas involucradas en los pliegues son principalmente conglomerados, areniscas, calizas y lutitas. Los conglomerados y las areniscas son las rocas resistentes y las formadoras de las erestas. A este respecto ciertas Formaciones geolégicas son notables, particularmente las areniscas Clinch y Tuscarora, de edad sildrica; la arenis- ca Pocono, de edad misisipiana; y la arenisca Potrsville, del Pensilvaniano. Localmente, también otras Formaciones pueden ser importantes formadoras de crestas. Las calizas y las lutitas son las rocas débiles, y generalmente dan lugar a vailes. Como los estratos estén plegados y truncados, la misma Formacién se puede repetir en una direccién transversal a los ejes de los pliegues y, por consiguiente, ser responsable de una cantidad de crestas. Ta degradacién diferencial de capas fuertes y débiles determina que la topografia (particularmente las crestas) muestre las posiciones y los contor- nos de los pliegues. F] buzamiento de los anticlinales y sinclinales da origen al disefio en zigzag de las crestas. Donde en un pliegue estan comprendidas dos o més capas resistentes, el resultado es una serie de crestas en zigzag. Las scis expresiones topograficas posibles de la estructura geolégica cominmente encontrada son los valles anticlinales, las crestas anticlinales, los valles sinclinales, las crestas sinclinales, los valles homoclinales y las crestas homoclinales. Un valle desarrollado a lo largo del eje de un anticlinal se denomina valle anticlinal. Si la topografia y la estructura coinciden, a lo largo del eje del anticlinal se desarroliaré una cresta anticlinal. Un valle que sigue el eje de un sinclinal se denomina walle sinclinal, y una cresta sobre un sinclinal es una cresta sinclinal. Los valles anticlinales y las crestas sinclinales representan inversién de la topografia. Las crestas homoclinales se desarrollan sobre las capas inclinadas, en los flancos de los anticlinales y sinclinales. Son las formas de relieve més comunes y notables que se encuentran en las dreas de rocas plegadas. Una faja de roca débil entre capas resistentes puede dar lugar a un valle homoclinal. Frecuentemente, Jos valles homoclinales no son tan notables como los valles anticlinales o sinclinales, porque probablemente sean Iineas de avenamiento secundarias y no principales. Los rios principales pueden tener cursos transversales a las estructuras regionales, pero es mas probable que sus tributarios fluyan por valles de rumbo, con el resultante diseio de desagiie en enrejado. Donde los rios cortan las crestas, lo hacen por abras de agua, como Ia tan conocida Delaware Water Gap, donde ei rio Delaware corta al monte Kittatinny, cerca de Stroudsburg, en Pensilvania. Las capturas de rfos han producido cientos de abras de viento en las crestas por las cuales anteriormente fluian rios transversales. Las condiciones geoldgicas son ideales para las capturas, porque los rios transversales que fluyen por las abras de agua CICLO GEOMORFICO EN ESTRATOS PLEGADOS 239 sobre sierras de rocas duras, son retardados en su profundizacién, mientras que la accién de los rios subsecuentes en las fajas de rocas més débiles no esta impedida de esa manera. La expresién topografica de un pliegue particular depende pricipalmente del lugar por donde pasa la superficie de erosién que lo corta, con respecto a las capas resistentes y no resistentes involucradas en el pliegue, Si en un Sierra ontietinat SWF Homoctinal Sierra sinctinol Valle onticlinal Valle homoctina Vaite seein] i " Fr . Diagramas idealizados que vruestran la posible expresién topogrifica de anticlinales y sinelinales erosionados despucs que los pltegues ban sida trineados. (Dibujo de W. C. Heisterkamp.) ciclo geomérfico anterior, sobre un anticlinal se ha desarrotlado una pe- neplanicie en posicién tal que en Ia superficie hay capas débiles, pero cerca de clia se encuentra una capa resistente, el ascenso de la peneplanicie serd seguido por el arrasamiento de las capas débiles y Ia exposicién del escrato resistente, Entonces, sobre la roca dura se formard una montafia o cresta ‘URAS DE DOMOS ¥ PLEGADAS 240 VOPOGRAFIA EN ESTRUC anticlinal. Sin embargo, si la capa dura habia side previamente truncada. durante el ciclo siguiente la roca débil aflorara a Io largo del ce del anti- clinal y se tendra un valle anticlinal. Por razonamiento andlogo, es evidente que sien un sinclinal Ja superficie de crosién estaba por encima de una capa resistente, con In inauguracién de un nuevo ciclo de erosién csta capa resistente originaré una cresta sinclinal. En cambio, si durante el primer EE oe ee Se Satie die Fic. 9.13. EL abra de agua Delaware, a rravés del monte Kirtatinny, cerca de Strouds~ burg, Pennsyleatia. (Fotografia de ha Chicago Aerial Survey Co.) ente de la cubeta del sinclinal, rrollo de un valle sinclinal en ciclo la erosién hubiera removide la capa res las condiciones serian favorables para el de: Jo posterior. un CRITERIOS PARA RELACIONAR LA TOPOGRAFIA Y LA ESTRUCTURA Tn cl anilisis que antecede sc ha realizado un intento de esbozar algun: de las correlaciones mis notables que pueden existir entre la estructura y la topografia de una regidin de reeas plegadas, pero lo que se ha dicho es de aplicacién primaria a los aspectos mis amplios de la topogratia. Fseas relaciones a menudo son comprendidas sélo después de la consideracién de RELACION ENTRE TOPOGRAPIA Y PSTRUCTURA 241 muchos detalles que pueden 0 no ser obvios. Mas adelante se intenta formular un numero de criterios que pucden ser aplicados individual y colectivamente a las reas de rocas plegadas, con el proposito de determinar cémo las estructuras geoldgicas afectan la forma topogtifica y, especial- mente, como las formas topograficas pucden dar indicios de las estructuras geolégicas, Los criterios que se detallan son presumiblemente aplicables Fig. 9.14. BF aniiclinal Virgin, en ef sar de Urals. Vir anriclinal aportillado, selalado por sierras y valles komoclinales. (Forogratia de J. 8, Shelton y RB. C. Pranpion) a la incerpretacién de mapas topogrificos 0 de fotograffas aéreas. Algunos son simples repeticiones de hechos ya tratados, y ottos representan fa aplicacién de principios generales considerados anteriormente, No se prestt= me que todos ellos seran facil o invariablemente aplicables en cualquier parte. 1, Las sierras homoclinales que se desarrollan después del aportilla~ miento de un anticlinal que se hunde convergerin en la direccién hacia la cual buza el anticlinal. 2. Las sierras homoclinales formadas por la erosién de un sinclinat con buzamiento convergeran cn la direccién opuesta a la del buzamiento del sinclinal. 3. Las sierras homoclinales con escarpas que miran hacia adentre indican anticlinales. Fl trazado de estas sicrras a veces se denomina forma de cigarro. 4. Las sicrras homocinales © arcas parecidas a mesetas con escarpas que M2 TOPOGRAEIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS ¥ PLEGADAS zado de tales sierras frecuente- miran hacia afucra indican sinclinales. El ta mente se denomina forma de canoa. 5. Donde hay una scrie de capas débiles y fucrtes que alternan en los flancos de los anticlinales y sinclinales se desarrollan sietras y valles homo~ clinales alternant 6. Las narices de los anticlinales pucden ser suaves o empinadas, de acuerdo con sus grados de buzamiento, pero tipicamente son uniformes y suavemente redondeadas. 7. Las narices de los sinelinales que se hunden, generalmente son mas abruptas, estrechas, y mas parecidas a escarpas que las de los anticlinales. 8. Las montatias anticlinales tipicamente tienen cumbres redondcadas y pendicntcs con inclinacién suave, Vici 9.15. Diagrama esquemético para mostrar los efectos de fallas directas transver- sales sobre la manifestacién topografica de las narices de los anziclinales y sinclinales busantes. (Dibujo de W. C. Heisterkamp.) 9. Las montafas sinclinales pueden variar desde sierras alargadas y estrechas hasta espacios amplios parecidos a mesetas, pero tipicamente son mas anchas que las montafias anticlinales y cn sus laderas tienen pendientes semejantes a escarpas abruptas. 10. Sia través de la nariz de un pliegue hay una falla transversal v subigualdad de las cumbres de las sierras situadas a ambos Jados de Ja falla: a) EI descenso de la nariz de un sinclinal daré como resultado que sera ensanchada y extendida debido a la falla, y las sierras homoclinales que marcan el contorno del sinclinal seran “desplazadas hacia afuera” a causa de la falla. b) Ellevantamiento de ta nariz de un sinclinal producira su acortamiento y estrechamiento debido a fa falla, y° las sierras homoclinales que marcan su contorno serin “desplazadas hacia adentro”. ¢) El descenso de la natiz de un anticlinal dara como resultado que seré acortada y estrechada, y las sierras homoclinales que marcan su contorno serin “desplazadas hacia adentro”. HISTORIA GEOMORFICA DE LOS A?ALACHES 43 d) Fl Jevantamiento de la nariz de un anticlinal producira su alarga- miento y ensanchamiento, y las sierras homoclinales que marcan su contorno serén “desplazadas hacia afuera”. Las razones para los efectos topogrficos de las fallas transyersales indi cadas precedentemente son que, cuando los estratos plegados son ascendidos © descendidos por fallamiento, las capas Hevadas al nivel de erosién en una parte del pliegue estin préximas y en otra més alcjadas, FI fallamiento hacia abajo de la nariz de un anticlinal significaria que la parte superior de un pliegue, donde los estratos estén préximos entre sf —con la excepcidn del pliegue isoclinal-, son descendidos al nivel de erosion. Fl resultado sera un acortamiento de la nariz del anticlinal y el desplazamiento de la cresta que marca su contorno, Recfiprocamente, el fallamiento hacia arriba de la nariz de un anticlinal significaré que la parte mds ancha del pliegue es ascendida al nivel de erosién y, por consiguiente, se extendera la nariz. del anticlinal ¥ ocasionaré “desplazamiento hacia afuera” de la falla de Ia sierra que marca el anticlinal. Fs evidente que en un sinclinal los efectos serin inversos, HISTORIA GEOMORFICA DE LOS APALACHES PLEGADOS Es probable que sobre la geomorfologia de las Altas ‘Tierras Apalachianas se haya escrito mas que sobre cualquiera otra area comparable del mundo, con Ia excepcién posible de los Alpes; y, sin embargo, muchos de los proble- mas geomérficos principales permanecen sin resolver. La divisién de los Estados Unidos de América que Fenneman (1938) denominé Altas Tierras Apalachianas incluye cuatro regiones fisiograficas conocidas como las pro- \cias del Pie de Monte, los montes Azules, las Sierras y Valles, y la meseta Apalachiana, Aunque el tipo de topografia con el cual estamos interesados ahora se encuentra principalmente cn la provincia de las Sierras y Valles, la historia geomérfica de toda el area esté tan interrelacionada que es imposible tratar una provincia sin considerar las otras. Por consiguiente, ¢s conveniente una descripcién breve de estas provincias. Las dos provincias mas orientales, el Pie de Monte y los montes Azules, a menudo son citadas como los “Apalaches mas viejos”, y las dos provincias occidentales, como los “Apalaches més nuevos”. La validez de estas denominaciones se torna menos segura a medida que progresan los trabajos geoldgicos, y bien puede ser que los términos “més viejo” y “mis nuevo”, como se émplean hoy, designen éreas de rocas bien metamorfizadas en oposicién 2 Areas de rocas no metamorfizadas, més que diferencias importantes de edad. Las rocas de la meseta Apalachiana varian en edad desde el Misisipiano hasta el Pérmico, y estén suavemente alabeadas en un sinclinal alargado o sinclinorium, paralelo a las estructuras ms fuertemente plegadas de la provincia de Sierras y Valles situada al este. EI limite topogrifico entre las dos provincias es una escarpa prominente, conocida en el norte como el frente de Allegheny y en el sur como el frente de Cumberland. En la 244 TOPOGRAFIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS Y PLEGADAS provincia de Sierras y Valles, estas rocas representan a todos los sistemas del Paleozoico, desde el Cambrico hasta el Pensilvaniano, y tienen un espesor de 9.000 a 12.500m. Estas rocas estan intensamente plegadas, y ademas, en la mitad meridional hay numerosos corrimientos de bajo dngulo. Las rocas de la provincia de los montes Azules son del Cambrico inferior o rocas metasedimentarias y metaigneas mis antiguas. Las rocas de la provincia del Pie de Monte son principalmente metamdérficas y pluténicas, pero hay numerosas dreas de rocas metasedimentarias, plegadas hacia adentro, del Paleozoico inferior, y en la parte septencrional del Pie de Monte hay varias areas de sedimentos tridsicos plegados y fallados hacia abajo. Muchos gedlogos creen que las provincias de los montes Azules y del Pie de Monte son parte del limite de Ia zona montafiosa antigua de Apa- lachia, que estaba al este del geosinclinal de los Apalaches y proporcioné sedimentos durante toda la era paleozoica. King (1950) ha puesto en tela de juicio la existencia de un limite de zona montafiosa tan persistente. Creyé que las pruebas, al menos en los Apalaches del sur, estaban en contra de éste concepto, y sustentaba més Ia idea de una acumulacién intermitente de sedimentos, probablemente derivados de las crestas de los pliegues que se elevaban dentro del geosinclinal apalachiano, como resultado de sucesivos periodos de formacién de montafias durante el Paleozoico, Los estudios estratigraficos no confirman Ia idea de que Jos sedimentos siempre provenian del este, porque algunas Formaciones engrosan hacia el oeste. Tampoco creyé que la deformacién de las rocas en la provincia de Sierras y Valles se deba tinicamente a la revolucién Apalachiana, al terminar el Paleozoico. La orogenia del final del Paleozoico parece ser slo una entre varias que han afectado el area. La formacién de montafias parece que afecté el area ya en el Ordovicico y continud intermitentemente a través de todo el Paleozoico, y que la denominada revolucién Apalachiana probablemente fue Ginicamente la fase culminante de estas varias orogenias. La provincia de Sierras y Valles muestra muchos fendmenos geomérficos sobresalientes, de entre los cuales los mas notables son: a) el paralelismo marcado entre sierras y valles, con una direccién general nordeste-sudoeste; 4) uma influencia notable de la alternancia de capas débiles y fuertes sobre las formas topograficas; ¢) varios rios principales, tales como el Susque- hanna, Delaware y Potomac, con valles transversales a la estructura regional; d) valles de rios menores controlados por la estructura geolégica, con notable desarrollo de desagiie de disefio en enrejado; ¢) muchas sierras que muestran una concordancia o subconcordancia notable en los niveles de sus cumbres, sugieren que éstas puedan ser remanentes de anteriores superficies de erosién de origen ciclico; y f) cientos de abras de viento que atestiguan los numerosos cambios de desagiie y, en muchos casos, muestran un alinea- miento sorprendente de cursos transversales de rios anteriores que han sido. desmembrados. Aunque en los Apalaches plegados hay muchos problemas geomérficos, TEORIAS DE LA INVERSION DEL AVENAMIENTO. 245 y la mayorfa de ellos contribuyen en algin grado a descifrar su historia geomérfica, consideraremos solamente unos pocos de los més generales. Un intento de sintesis de la historia geomérfica del Area, necesariamente debe tratar de contestar las siguientes preguntas: ;Cuantos ciclos de erosién estén representados en el area y cudles son sus edades? :Cual es la explica- cién del alineamiento de las abras de viento y las de agua? Y la més dificil de todas: ¢Cmo fue invertido el avenamiento transversal de los rios princi- pales de una direccién original noroeste en el geosinclinal Apalachiano a la direccién presente hacia el sudeste? Este ultimo problema es el niicleo de todos los ensayos para interpretar la historia geomérfica de la regién. Generalmente se supone que durante el Paleozoico el dosagiie era desde el continente de Apalachia, al este, hacia el gcosinclinal Apalachiano, que estaba al noroeste. La estratigrafia de las Formaciones del Misisipiano y del Pensilvaniano en el geosinclinal Apalachiano, indican, sin muchas dudas, que estos sedimentos provenian del este porque las Formaciones son de mas potencia en el este y adelgazan hacia el oeste, y también muestran un cambio lateral de facies de materiales gruesos en cl este a sedimentos mas finos hacia el oeste. Como King ha sugerido, esto puede no haber sido asi durante todo el Paleozoico. TEORIAS QUE EXPLICAN LA INVERSION DEL AVENAMIENTO La teorla de Davis. En su trabajo clisico “The rivers and valleys of Pennsylvania” (Los rios y valles de Pensilvania), publicado en 1909, Davis present cl primer ensayo realmente sistematico para explicar la inversion del avenamiento que se presume haya tenido lugar en los Apalaches plegados. Aunque este trabajo traté solamente de Ia parte septentrional del area, se creyé que su tesis principal era aplicable a las otras partes. fl pensé que durante el perfodo Pérmico el desagiie era consecuente y se realizaba hacia el noroeste, habiéndose desarrollado a través de los pliegues en crecimiento producidos por Ia revolucién Apalachiana. El rio principal del rea era uno al que denominé rio Antracita. Pensé que Ia inversién hacia el sudeste de la parte superior de este rio tuvo lugar como resultado del alabeamienco ocurrido durante el Tridsico, y postuld una serie de capturas de sus cabece- ras por rios mas cortos, de mayor gradiente, que fluian hacia el sudeste, en direceién a los terrenos bajos del Tridsico, combados y fallados hacia abajo. Se atribuyé gran importancia al papel que desempefié durante el ‘Triasico Ia depresién de Newark, en Nueva Jersey y Pensilvania, al comen- zat una inversién del relieve hacia el sudeste a medida que la Apalachia se sumia en el mar. De acuerdo con Davis, el rfo Susquehanna medio y sus tributarios, asf como la parte superior de los rfos Schuylkill y Lehigh, son descendientes de los rios pérmicos que fluian hacia el norte y fueron desviados por una serie de capturas complicadas hacia los rios tridsicos mas 246 TOPOGRAFIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS Y¥ PLEGADAS cortos que fluian hacia el sudeste. Se creyé que las porciones inferiores de estos rios, a través del terreno bajo del Tridsico y de la provincia del Pie de Monte, eran de una edad mucho mis joven, y fueron consideradas como cursos de rios consecuentes originados sobre una extensidn anterior de una cubierta cretacica sobre una superficie de peneplanicie, que él tomé como de edad jurdsico-cretécica, Por ende, a través del Pie de Monte, las porciones de los rios fueron sobreimpuestas sobre las estructuras complejas de esta regién. Se crefa que los grandes rios que en las mesetas de Apalachia flufan hacia el oeste eran descendientes de los rios pérmicos que habfan sufrido poco cambio, excepto la pérdida de sus cabeceras, capturadas por rios que flufan hacia el este, al terreno bajo tridsico. £1 pensé que la regién habia sido peneplanizada durante un ciclo de erosién del Jurasico-Cretacico y las cumbres de las montafias mas altas fueron consideradas como rema- nentes de esta peneplanicie cretdcica. Adujo que esta peneplanicie se extendia hacia el mar por debajo de los sedimentos cretacicos y mas jévenes de Ja llanura costanera. Se reconocié solamente una peneplanicie y fue deno- minada peneplanicie Schooley. Se creyé que el ciclo terciario era incomple- to, y como resultado se produjo solamente el desarrollo de valles abiertos © de las tierras bajas terciarias del nivel de base, como fueran denominadas por Davis (rellano, como las denominarfamos hoy). Un ascenso producido al final del Terciario inauguré el ciclo cuartario que ha producido el encajonamiento actual de los rios. Admitié que sus postuladas series de capturas de rios dejan muchos acontecimientos en la duda y que se requerird mucho més trabajo para Ilenar las series de acontecimientos sugeridas por él. La teoria de Meyerhoff-Olmsted. La tesis bisica del origen del desagiie apalachiano, tal como fue propuesta por Meyerhoff y Olmsted (1936), es que los rios presentes que fluyen hacia el sudeste descienden en linea directa de rios consceuentes iniciados durante el Pérmico. Presumiblemente, la divisoria entre los desagiies dirigidos hacia el noroeste y el sudeste en tiempos pérmicos se hallaba en la provincia de Sierras y Valles, sobre mantos de corrimiento de bajo angulo o pliegues volcados que tenian alli su dpice. EI desagiie consecuente hacia el este fue establecido en las pen- dientes de estos mantos de corrimiento y pliegues, antes del fallamiento y plegamiento de la época Newark, por medio de varias combaduras estruc- turales y zonas de fallas. Su argumento es que, a pesar de los ajustes del Tridsico y del posTridsico que se produjeron, los rios todavia siguen esen- cialmente sus cursos del Mesozoico inferior a través de la faja de rocas plegadas. Se destacé con énfasis la supuesta coincidencia entre los cursos presentes de los rios y las combaduras estructurales y zonas de fallas. Se advirtié que en su curso hacia el mar cada uno de los rios principales cruza una faja de rocas triisicas, lo que se tomé como indicacién de que los cursos de los rios fueron establecidos tempranamente en las fajas tridsicas y que los sedimentos tridsicos fueron depositados por ries que provenian TEORIAS DE LA INVERSION DEL AVENAMIENTO 247 del noroeste. Mackin (1938) y Serahler (1945) han sefalado algunas de las dificuleades provenientes de ‘esta teoria. Entre las dificultades estan: la duda que hay referente a si los sobrecorrimientos —si es que existen— se extendian més alla de Jos montes Azules; la dudosa edad pérmica de los sobrecorrimientos (para algunos se indica una edad ordovicica); incerti~ dumbre con respecto a que los sedimentos tridsicos fueran depositados por rios que fluian hacia el sudeste; el hecho de que la divisoria postulada no estaba tan hacia el oeste como para fundamentar todo el desagiie transversal; y la cuestion sobre si, en un pliegue voleado o en un manto de corrimiento, la pendiente debié ser hacia el este y la cabeza del pliegue o del manto de corrimiento la parte més alta. La teoria de Ia sobreimposicién de Johnson. las dos tcorfas esboza- das anteriormente tienen una cosa en comin. Suponen que el desagiie apala- chiano de hoy dia tiene una conexién directa con los cursos de rios que datan hasta del Pérmico, aunque cada una reconoce que hubo modificacién del desagiie pérmico en mayor 0 menor grado, Johnson (1931) evité Ja mayoria de las dificultades de estas teorfas suponiendo que una transgresién marina cretacica sepulté y destruyé las viejas lineas de desagiie. Ios rios presentes fueron considerados como descendientes de un sistema de rios consecuentes que fluian hacia el sudeste, los que se desarrollaron sobre un manto superficial del Cretaceo, subsiguiente al retiro del mar cretacico. Las relaciones anémalas presentes entre los rios transversales y las estructuras geolégicas fueron explicadas suponiendo que los rfos han descendido sobre Jas estructuras que ellos cruzan. Algunas de las dificultades encontradas por las otras teorfas son evitadas de este modo, pero la ausencia del manto superficial al cual podria haberse sobreimpuesto el desagiie es una debilidad indudable de esta teoria. Las capturas de rios ¢ inversiones postuladas por Davis y otros parecian improbables a Johnson. Ademés, entendia que Ja superficie de la peneplanicie que se extiende por debajo de los sedimentos cretacicos y terciarios de la Hanura costanera, proyectada tierra adentro, pasa- ria muy por arriba de Jas cumbres de las montafias mis altas y que Ja peneplanicie Schooley de Davis era, en realidad, una peneplanicie mas joven que la sepultaba debajo de la Hanura costanera. Las relaciones entre las dos superficies es idéntica a Ia que se describié previamente al tratar el morvan (véase pig. 205). La penepianicie situada por debajo de la Hanura costanera fue denominada peneplanicie Fall Zone y se le asigné como edad pro- bable el Jurasico, y se pensd que la peneplanicie Schooley en los Apala- ches fuera de cdad terciaria. Los pasos probables en Ia evolucién de la topo- grafia apalachiana, como fue esbozada por Johnson, son los siguientes: 1. Formacién del geosinclinal apalachiano en el Paleozoico inferior. 2. Acumulacién intermitente, durante el Paleozoico, de sedimentos derivades de Apalachia, situada al este, en el geosinclinal apalachiano. 3. Revolucién Apalachiana. Probablemente ésta comenzé en el Mi 248 ‘TOPOGRAFIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS ¥ PLEGADAS sipiano, pero culminé en el Pérmico, Dio como resultado el plegamiento, fallamiento, y ascenso de los sedimentos del geosinclinal apalachiano. 4. Durante el Tridsico hubo amplio fallamiento acompafiado por intru- siones y extrusiones igneas. 5. Erosién durante el Jurésico, culmivando con Ja formacién de la peneplanicie Fall Zone. 6. Inclinacién hacia abajo al este de la peneplanicie Fall Zone; al oeste, avance del mar cretécico, con el resultado de que la peneplanicie Fall Zone quedé sepultada bajo una cubierta de sedimentos cretacicos. 7. Encorvamiento de la peneplanicie Fall Zone y de su cubierta cre- Fic. 9.16. Etapas en la evolucion de la topografia apalacbiana, de acuerdo con la teoria de la sobreimposicion regional del desagite. De arriba hacia abajo: 1. Apalaches rejuvenecidos en tiempos posNewark. 2. Formacién de la peneplanicie Fall Zone. 3. Avance del mar creticico sobre el drea. 4. Abovedamiento de la peneplanicie Fall Zone y de su cubierta creticica y sobreimposicion del avenamiento hacia el sudeste, 5. Desarrollo de la peneplanicie Schooley. (Tomado de Douglas Johnson, com autori- zacion de Columbia University Press.) TEORIAS DE L.A INVERSION DEL AVENAMIENTO 249 técica con la sobreimposicién regional resultante de los rios consecuentes que fluian hacia el sudeste. 8. Un ciclo crosivo del Terciario medio (probablemente del Mioceno y Plioceno inferior) que produjo la formacién de Ia peneplanicie Schooley. 9. Ascenso de la peneplanicie Schooley e inauguracién de otro ciclo erosivo durante el Yerciario superior, con el desarrollo de una segunda peneplanicie denominada Harrisburg. 10. Ascenso y diseccién consiguiente de la peneplanicie Harrisburg con formacidn de peneplanicies locales o rellanos sobre fajas de roca débil. (La peneplanicie Somerville de Nueva Jersey es un ejemplo.) 11. Ascenso renovado con la inauguracién del ciclo erosive presente y el encajonamiento de los rios resultantes. 12, Glaciacién en el extremo norte de los Apalaches. No se han encontrado depésitos cretécicos en ninguna parte en los Fic, 9.17. Etapas mas avanzadas en la evolucién de la topografia apalachiana, De arriba hacia abajo. 1. Abovedamiento de la peneplanicie Schooley. 2. Diseccién de la peneplanicie Schooley y formacién de la peneplanicie Harrisburg en fajas de rocas débiles. 3. Ascenso y diseccién de la peneplanicie Harrisburg y formacidn de swaths Jocales en las fajas ‘de rocas débiles. 4. Renovacién del ascenso y de la i para dar Ja topografia actual. (Tomado de Douglas Jobnson, con autorizaci Columbia University Press.j Apalaches plegados y, de acuerdo con esta teorfa, ellos se deberian haber extendido tierra adentro hasta las mesetas Apalachianas. La explicacién 250 TOPOGRAFIA EN ESTRUCTURAS DE DOMOS Y PLEGADAS ofrecida por Johnson para justificar la ausencia es que fueron depositados sobre una superficie (la peneplanicie Fall Zone) que si se proyectara tierra adentro desde Ja Hlanura costanera, se clevarfa muy por encima de las cumbres de las montaiias mds altas y, por consiguiente, fue destruida durante los ciclos Schooley, Harrisburg y otros posteriores, sta es una explicacién Idgica para la ausencia de los depésitos cretécicos al oeste de la Hanura costanera, pero cualquier interpretacin de la historia geomérfica de los Apalaches que dependa de una suposicién tan dudosa, por necesidad debe permanecer como una teorfa, Von Engeln (1942) ha sugerido una modificacién parcial de los hechos propuestos por Johnson, de tal manera que tras el desarrollo de la penepla- ie Fall Zone, la secuencia seria como sigue: alabeamiento hacia artiba de la peneplanicie Fall Zone; formacién de la peneplanicie Schooley; inmersién de la peneplanicie Schooley con Ia consiguiente for~ macién de su cubierta sedimentaria; ascenso de la peneplanicie Schooley cubierta por sedimentos; y sobreimposicién de rios sobre esta superficie; y luego el desarrollo de la peneplanicie Harrisburg » superficies erosivas posteriores. Johnson consideré a esta interpretacién como posible, pero legé 2 la conclusién de que la falta completa de remanentes de una cubierta sedimentaria indicaba que la cubierta debe haber sido depositada sobre una superficie de erosién mucho mas antigua que la Schooley. Parece mis probable que los depésitos que han escapado a Ia erosién sean los acumula- dos tan recientemente como en el Plioceno (suponiendo que la peneplanicie Schooley sea de esa edad) y no los depositados durante cl Cretécico; por consiguiente, su ausencia echaria ain mayores dudas sobre la probabilidad de la sobreimposicidn del desagiie. El excelente ajuste del desagiie a Ia estruc- tura, excepto para los mayores rios transversales, parece requerir un tiempo mayor del disponible después de la remocién de Ja cubierta sedimentaria de la peneplanicie Schooley. Ademds, las numerosas desviaciones de rios que se han producido para formar las actuales de desagiie deberfan ser mas perceptibles de lo que son, La mayoria de los cambios de desagiie que han tenido lugar para producir los rfos presentes son mas bien vagos y, por consiguiente, parece probable que los ajustes de los cursos de los rios a la estructura geolégica se han extendido sobre un periodo mucho més largo que el tiempo posSchooley. La teoria de captura progresiva de rios de Thompson. Thompson (1939) creyé que no era necesario recurrir a la sobreimposicién para explicar la inversién del desagiie, supuesta por la mayorfa de los investigadores de Ja historia geomérfica apalachiana. Creyé que podia ser mejor explicada mediante la captura progresiva de los rios. Supuso que la divisoria de aguas que siguié a Ia revolucién Apalachiana estaba en los montes Azules. Debido a sus cursos mis cortos y gradientes mds empinados, los rios que fluéan hacia el Atlintico tenfan una ventaja sobre los rfos que por trazados mucho TEORIAS DE LA INVERSION DEL AVENAMIENTO 251 mis largos se dirigian al golfo de México. Se cree que la captura progresiva de rios desplazé la divisoria hacia el noroeste entre 16 y 32 km en el sur y entre 128 y 160 km en los Apalaches del norte. Se pensé que el mayor desplazamiento de la divisoria en el norte, posiblemente era debido a que las rocas resistentes de los montes Azules ocupan un ancho menor alli que en el sur, y tambien a la mayor inclinacién hacia el este supuesca para el borde atlintico en el norte, Thompson estimé que en su maximo, este desplazamiento representé una migracién de Ja divisoria de solamente unos 1.100 m por millén de afios. EI crefa que los ries presentes cruzan las estructuras transversales prin- cipalmente donde las rocas formadoras de sierras son menos resistentes 0 donde el ancho del afloramiento es més angosto y que no se aprecia la a SERS SOC EESS SESS. Fic. 9.18, Diagramas que dan idea de cémo Ia captura de ries pudo baber desplazado hacia el oeste la divisoria entre el desagtie hacia el Arlintico y hacia el golfo de México, y por consiguiente, ocasionar la inversién del avenaniento apalachianc, (Tomado de H. D. Thompson.) notable ausencia de ajuste de los rios transversales a la estractura que deberia esperarse si sus posiciones eran localizaciones casuales, resultantes de la sobreimposicién, La mayor dificultad que encuentra esta teoria, es explicar cémo un rio puede efectuar capturas a través de una cresta de roca dura. Thompson reconocid esto ¢ intenté evitarlo por medio de una explicacién de las capturas, manifestando que éstas se habian efectuado, no por ataque directo, sino mas bien por ataques de flanco, por lo cual “los tributarios de los rfos que flufan hacia el sudeste socavaron los tributarios pequefios de sus contrincantes”. Se supuso que esto hubiera sido posible porque los tributarios de un rio que fluia hacia el golfo de México por un trazado indirecto, eseaban a mayor altitud que los de otro rio que fluia hacia el Atlintico. Sugirié ademiés que, donde habia presencia de calizas, la disola- cién pudo haber ocasionado captura subterrénea, Otras teerias. Bethune (1938) Ilegé a la conclusién de que en los Apa- laches la evidencia geomérfica era tal que permitia solamente dos explica-

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