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pis Seccidn: Filosofia y Immanuel Ka Antropologi En sentido pragmitico Version espaftola de José Gaos ap oG24e8 El Libro de Bolsillo Alianza Editorial Madrid Talo original: urtrapeoi i pragmatiter Hse Revista de Occdente, Maki, 1935 Mianaa Fieri S.A. 1991 Calle Mibin, 38, 28088 Madi, fel, 2000048 ISBN: #426.0526.3 Depoisi legals M. 24.223-1991 Papel fabricado por Sniaee, S.A. Compuesto ¢ impreso en Fermindes Ciudad, S, L Gaal Soiven, 19. 28007 Madtid Printed ia Spain Prdlogo Vndos fos progresos de la exltara a través de os cuales se tas ef bombre tienen el fin de aplicar los conacimientos y nailidudes adgniridas para emplearlos en el mando; pero ef wlyeta més importante del mundo a que el umbre puede uplivartos es el hombre mismo, porgue él es su propio fin ntti, EL comocerle, pws, como wr ser terenal dotado de ‘un por sw esencia especifica, merece Namarse particularmente mm conocimiento del mundo, asm cuando el hombre silo tanstitaya wna parte de las eriataras trrenaies. (na ciesicia del conocimiento del hombre sistemésicamente esarrollada ( Antropologia), pnede hacerse en sentide fisiold- ww «en sentido pragmitico.—EL conocimiento fisiolgica ‘il Innibre trata de investigar to que 1a natucalera hace del Iumbre; e pragmtice, lo gue € mismo, como ser que obra Wbremente, bace, 0 puede y debe hacer, de si mismo-—Quien surile sobre las cantas naturales en gue pueda descansar, por suemplo, fa facultad de recordar, discurrivi acaso (al modo de Gartesio) ‘sobre tas belles. dkjadas. en ef cerebro. por las 8 Prslogo impresiones que producen las sensaciones exiperimentadas, pero ‘endré que confesar queen este juego de sus representacianes es tn ‘mero espectador y que tiene que dejar hacer a la naturaleza, puesto que no conoce las fibras ni los nervis encefélics, ni sabe ‘mansjarlos para su propésito, 0 sea, que indo discurrirtesrico sobre este asunto es pura pérdida.—-Pero si stiliza las observa- ciones becbas sobre to que resulia perjudicial 0 favorable a la ‘memoria, para ensancharla o bacerla mis flexible, y a este fin se sirve del conacimionto del hombre, esto consttuiré wna parte de la Antropalogia en sentido pragenitico, 7 ésta es precisamente caguella con gue agui nos wexpames. Una Antropaiogia semejante,considerada como am conocic miento del mundo que debe completar los conocimientos de la escuela, no se Hama todavia propiamente pragmntica, ‘wanda encierra extensos. conocimientos sobre las cosas. del ‘mundo, por gjemplo, sabre los animales, las plantas y los ‘minerales de los diverses paises y climas sino cuando encerra un conociniento del bombre como ciudadano del mundo.—De gui gue no se cxente ni siquora el conocimiento de las ragas ‘uoranas, como productos que entran en eljngo de las fuergas de Ja naturalexa, entre los conocimientos pertenecientes al conoci- siento pragmético del mundo, sino silo al teério. Hay mas. Las expresiones: conocer el mundo y tener mundo difieren bastante en su signifcacion, pues el que conoce ef mando se limita a comprender el juego gue ba presenciade, mientras que el que tiene mundo ba entrado en juego en En cnanto al llamado gar mando, la clase de las perso- nas distngidas, encuintrase el antropélego, para jargarlo, en ‘una posiciin may desfavorable, porque dichas personas. se encuentran demasiado cerca entre sis pero demasiado iejs de los demas. “A los medios para ensanchar el volumen de la Antropolegia pertenece el viajar, ax cuando silo conssta en fa letura de libros de viajes. Pero es menester haber adguirida un conocimien- 10 del hombre antes, en la propia casa, mediante ef trato con tos Pritogo 9 sumiudadanos o paisanos (a), si se quiere saber qué es lo que se she buscar fuera para ensanchar el volumen de la Antropologia Sin nn plan semejante (que supone ya an conocimiento. del Iumbre), siempre resaltard muy limitada la Antropologia del indadano del mando Los conocimientos generales preceden agui siempre a las conocimientos locales, si esta Antropologia ba de ser ordenada y dirigida por Ia Filosofia, sin 1a cual todas los sonocimientos.adguiridos wo pueden dar mada mat que 1 fragmentario tantear 3 no wna cencia. Pero a tndos los. ensayos que se bagan para Wegar con fundamento solide a wna ciencia semejante se oponen considerables difiealtades, dimanantes de la propia natwraleza humana. 1. La persona que nota que st le trata de observar y estudiar, 88 azora (0 se molesta), y entonces no puede mostrarse como es; 0 finge, y enfonces no quiere que se la conogéa como es 2. Aum cuando silo quiera estutiase a si misma, se encontraré en ana situacion critica, principalmente por to que se refiere a sas estados afectivos, que no admiten, por to comin, ingimiento; pwes cuando estén en accién los resortesimpulsi (Una gran ciudad, gue os cl centro de un sino en el que se encentsan I cuerpo fenton el gobierno de ete, gue ene una Universidad (pam) clive de i nes) yuna situaion pric Ininavegciony se favoreve por mio de Tor rin [as telactone con ot Interior del pe ono con Com seeds pases coindantes de diversas Iengumsy costembre, ana ciudad acmcjant, como ex Kocmigsber, calls at Pree), puede considerate tomo wn haga adccusdo para teancar tn el onoeimiento del Bombe como tambien «conor tento del smando, donde te puede ndgeiee inchso sin vs Tt nos indicat simplemente co una feta son Is de Kant 38 teats indcadas ean om nsmets ya nal una inca som mows de ion de erage que forma pare e edcion de eta de Kane publiad por lx Academia de Praia icin de In Antopologia publica poe Vortnder en Flown de’ Miner, sabre i cual ext hecha est traduccion, 0 son ots deVorlnder ass edicioa 9 nots dl trae toe) 0 Prstogo 10s, la persona no se obserna, 9 cuando st observa, los resrtes descansan 3. ED lugar y lat cireistancias de tiempo engendran, cuando com persstentes, Wabitos. que consttayen ama segunda naturaleza, como sele desire, y difiaitan a ta persona el formarse in aico sobre of mizma, sabre agullo por lo que deba toners, pero acaro més sore el eoncepto gue drba hacerse del prijia ton quien se enctentra en relacin; puesta diferencia de sitaacanes em que el hambre resulta colocade por su destino, 0 en qe se coloca él misimo cuando tiene say bumor aventurero, difcultan en grande a fa Antropologia el elevarse basta el rargo de ua cienia formalmente ta. Finalmente, so, si no fuentes, al mens medios ausiliares de Ja Antrapologia, las historias, las biografias y basta las obras de teatro las novelas. Pues £3 bien la base de estos dos itimos _giteros nes ropiamente la experiencia la vardad so silo ta ‘nencin pottca, y esd permilido en elas exagerar los carate- 70s y las stnaciones om que se encnentren colocadas las personas, cexactamente igual que en los suis, de suerte que no parece cerstiar nada aprevéchable para el cnocinicato del bombre, lo ierto esque caracteres ean ls pintadas por wn Richardson o wa “Molise han de estar tomados en sas rasgos fundamentales a la bservacién de lo que ls honrbres. bacen dejan de hacer realmente: pargue exageradas, sin duda, en cuanto al grado, tiewen en cuanto a ta cuslidad que ser concordantes con fa naturalega humana Una Antropologie sistomticamente organigada 3, sit om ‘argo, popularmentedesarrollada en sentda rage (bacen- dh referencia ejemplos que toda lector pucda comprobar por si ‘misoro},Heva concio La ventaja para ol pili lector de que gracias ata mnitnd de los ttalos bajo los eules pede clocarse sta 0 agaella cuaidad bumana obsertada © infliyente en la (pnictca, se le dan a este prblico mumerosas ocasioner y se le incite numerosas veces a hacer de cada cxalidad en particlar we tema propia, para colocartaen el departamento que le correspon- Pralogo u dda; con lo cual ef trabajar en esta Antropologta se dvidira por sf mismo entre los amantes de su estudio y se reaniva pasterior- ‘mente en sn tado, por obra de la anidad del plan, com lo cual, a su vex, 50 fasorecerd.y acelerard ef crecimiento de una cienia itil «al comin’ (a) (8) Eoire mis tabsjos de fei para, emprendids en un prin pio Hbremente, abligatorios suis aede’pars mi com ot dcber Profesional, he dado durante unos tects alos dos cursos referentes omrimione det mando: cairpaloga (en cl smestre de invierno) ¥ Gagrafia fice {en et de verano), 1 los cuales, como leciones papules, encontriton oportuna air tambien ots cles de pb fo. Del primero procede ol presente manual pulicar del segusso otto igual, saeandolo del manucerit sada por ri como text, Hes pera Cualguee oro que yo, apenas me Sera ponble dada ti ea PRIMERA PARTE DE LA ANTROPOLOGIA DIDACTICA ANTROPOLOGICA De la manera de conocer el interior asi como el exterior del hombre Libro Primero DE LA FACULTAD DE CONOCER DE LA CONCIENCIA DE SI MISMO §1 EL hecho de que el hombre pueda tener una represen- tacién de su yo le realza infinitamente por encima de todos los demas seres que viven sobre la tierra. Gracias a ello es el hombre una persons, ¥ por virtud de la unidad de la conciencia en medio de todos los cambios que pueden afectarle es una y la misma persona, esto es, un ser totalmente distinto, por su rango y dignidad, de las 014s, como son los animales irracionales, con los que se puede hacer y deshacer a capricho. Y es asi, incluso cuando no es capaz todavia de expresar el yo, porque, sin embargo, lo piensa; como tienen que fersarle, en efecto, todas las lenguas, cuando hablan en la primera persona, aunque no expresen este yo pot medio de una 15 — 6 Immansel Kant palabra especial. Pues esta facultad (es, a saber, la de pensar) es el entendimient. Es notable, empero, que el nifio que ya sabe hablar bastante bien, pero que slo empicza bastante después (quiza un aio mis tarde) a decit'yn, hable de si tanto tiempo en la tercera persona (Carlos quiere comer, andar, ete), y que parezca como haberse encendido paca él una luz cuando empieza a expresarse diciendo yor pues desde ese dia ya no vuelve nunca 2 hablar de aquelle otra mancea.—Antes se seuffa meramente a si mismo, ahora se piensa a si mismo.—La explicacion de este fendmeno podria resultarle bastante dificil al antropélogo. La observacién de que el nifio no da sefiales de Hanto ni de isa antes del cuarto mes de su vida, parece descansar igualmente en el desarrollo de ciertas represen- taciones del agravio o beneficio que se le hace, las cuales anuncian ya la razén.—Bl hecho de que cn este espacio de tiempo empiece 2 seguir con los ojos los objetos brillantes que se le ponen delante es el tosco inicio del progreso que va desde las percepciones (aprehensién de la pura representacién sensorial) hasta el conveimiento de los Objetos sentidos, esto es, la experiencia. El hecho, ademas, de que en cuanto intenta hablar, su chapurrear las palabras tan gracioso para las madres y nodrizas y haga a éstas tan inclinadas a abrazarle y besarle constantemente, ¢ incluso a convertirle en_un pequeiio tirano por dar satisfacci6n a todas las manifes- taciones de su deseo y voluntad, esta gracia de la criatura ‘en el espacio de tiempo en que se desarrolla hasta llegar a la plena humanidad, debe ponerse a cuenta de su inocencia y de la franqueza de todas sus todavia defee- tuosas expresiones, en que atin no hay disimulo ni nada de malicia, por un lado; mas, por otro lado, debe ponerse a cuenta de la natural propensién de las nodrizas a hacer bien a una criatura que se abandona total y Swagga " conmovedoramente al atbitrio del projimo; concedién- shsele asi toda una edad del juego, en la cual cl ‘duendor, haciéndose él mismo como un niflo, goza una wer mas de este placer. Pero este recterdo de los propios afios infantiles no Heya, ni remotamente, hasta esa edad; porque no fue la cad de las experiencias, sino de las meras percepciones slispersas © todavia no reunidas bajo el concepto del jeto, DEL EGOISMO §2. Desde el dia en que el hombre empieza a expresarse diciendo yo, saca a relucir su querido yo alli donde puede, y el egoismo progresa incesantemente; sino de tun modo patente (pues entonces le hace frente el egoismo de los demés), al menos encubierto bajo una aparente negacién de si propio y una pretendida modes- tia, para hacerse valer de preferencia con tanto mayor seguridad en el juicio ajeno. El egoismo puede encerrar tres clases de arrogan las del entendimiento, las del gusto y las del interés prictico, esto es, puede ser logico, estético o prictico. EL egoista ligico tiene por innecesatio contrastar cl propio juicio apelando al entendimiento de los demis, exactamente como si no necesitase para nada de esta piedra de toque (criterium weritatisexternum). Bexo es tan Gierto que no podemos prescindir de este medio para aseguramos de la verdad de nuestros juicios, que acaso es ésta Ia r2260 mis importante por la que el piblico docto clama tan insistentemente por la likertad de impren- 1a; porque cuando se rehiisa ésta, se nos susteae al par un 18 Immanuel Kant gran medio de consteastar Ia rectitud de nuestros pro- pios juicios y quedamos enteegados al error. No se diga que al menos la Mafemética tiene al privilegio de decidir por su propia autoridad soberana; pues si no hubiese ido por delante la universal concordancia percibida entre los juicios det matemético con el juicio de todos los demas que se han dedicado con talento y solicitud a esta disciplina, no se habria sustraido ésta a la inquietud de incurrir en algtin punto de error Hay incluso casos en que no confiamos en el juicio aislado de nuestros propios sentidos, por ejemplo, cuando dudamos si un tintineo existe meramente en’ nuestros oidos o es la audicion de campanas tocadas en realcad, sino que encontramos necesario preguntar, adetnis, a otras perso- nas si no les parece también asi. Y si bien al flosofar no debemos precisamente apelar al juicio de los dems en ‘confitmacion del propio, como hacen Tos juristas con los juicios de tos expettos en Derecho, todo eseritor que no enconerase partidarios y se quedase solo con su opiniin piiblicamente declarada (siempee de importancia), ven dria a ser sospechoso de extor por este mezo hecho. Justamente por esto es un atrevimiento hacer en pablico una afitmacién que pugne con la opinidn yene- ral, incluso de los inteligentes. Esta manifestacion del egoismo es lo que se llama la paradoa. No es una audacia osar algo con peligro de que no sea verdadero, sino sdlo con el de que pudiera encontrar acogida por parte de pocos.—La predileceién por lo paradojico es la obstina itn ligica de m0 queter ser imitador de los dems, sino de parecer como un hombre extraordnario, aunque en lugar de esto solo se hace, con frecuencia, el extraragante Mas porque cada cual ha de tener y sostener su prypio parecer (si ones patres sic, at ego non sic, Abelard), el teproche de paradoja, cuando no se funda en la vanidad de querer meramente diferenciarse, no es precisamente Awneopologia 19 se imala nota.—A lo paradéjico se opone lo sufgar, que ‘wene a su lado la opinion general. Peso en lo vulgar hay tan poca seguridad como en lo patadéjico, si no todavia menos, porque lo vulgar adormece, mientras que lo arad6jico despierta la mente y la hace atender ¢ indagar, lo cual conduce frecuentemente a descubrir. PI egoista estisio es aquel al que le basta su propio usta, por malos que los demés puedan encontrar 0 por ‘mucho que puedan censurar 0 hasta ridiculizar sus versos, cuadros, misica, etc, Este egofsta se priva a si mismo de progresar y mejorar, aislindose con su propio inicio, aplaudiendose a si mismo y buscando solo en sila piiedra de toque de lo bello en el arte, Finalmente, el egoista moral es aquel que reduce todos los fines a sf mismo, que no ve més provecho que el que hay en lo que le aprovecha, y que incluso como ‘eudemonista pone meramente en el provecho y en la propia felicidad, no en Ia idea del deber, el supremo Fundamento determinante de su voluntad, Pues como cada hombre se hace un concepto distinto de lo que considera como felicidad, es justamente el egoismo quien llega a no tener una piedra de toque del verdadero concepto del deber, la cual ha de ser un principio de validez universal.—Todos los cudemonistas son, por nde, egoistas pricticos Al egirmo s6lo pucele oponérsele cl pluralizwo, esto es, quel modo de pensar que consiste en no considerarse ni conducirse como encerrando en el propio yo el mundo entero, sino como un simple ciudadano del mun- do-—Fsto es lo que pertenece sobre este asunto a la Antropologia. Pues por lo que concierne a esta distin- cin desde el punto de vista de los conceptos metafisi cos, exe totalmente fuerea del campo de la ciencia a tratar aqui. Si la cuestin fuese meramente de si yo, ‘como set pensante, tengo motivos para admitir, ademas 2» Tenmanuel Kant de mi existencia, la existencia de un conjunto de sexes distintos de mi, pero que se ballan en rclacion de comunidad conmigo (conjunto llamado mundo), no se trataria de una cuesti6n antropolégiea, sino puramente metafisca, Nota. Sobre las formulas del lenguae egoista. —E lenguaje en que el jefe del Estado se ditige al pueblo, es en ‘nuestros tiempos, habitualmente pluralista (Nos, N., por la gracia de Dios, etc.). Cabe preguntar si el sentido no €s, empero, mis bien egoista, esto es, si no denuncia la propia autoridad soberana y no significa exactamente lo mismo que el rey de Espafia dice con su I, ¢f Rey! Parece, sin embargo, que aquella formula de expresion de la autoridad suprema indicaba originariamente una condescendencia (Nos, et Rey y su Consejo, o los Estamen- tos).—Pero gcomo ha sueedido que el tratamiento mu- tuo que en las antiguas lenguas clisias se expresaba por medio del fi, 0 sea, de un modo witarista, haya llegado a hacerse en diversos pueblos, principalmente germanicos, de un modo plaralista, por medio del 12:2 Sobre lo cual hhan inventado los alemanes otras dos expresiones que indican una mayor distincién de la persona con quien se habla, a saber, las del Er y el Si [aly ellos, empleados en €l sentido de usted], exactamente como si no se estuviese dando un tratamiento, sino refiriéndose a ausentes y éstos fuesen ya uno, ya varios; y encima ha venido a emplearse, finalmente, y para colmo de los absurdos con que s¢ expresa la pretendida humillacion ante la persona a quien se habla y su exaltacién por encima de si propio, el abstracto de la cualidad de ka clase de la persona a quien se habla (Vuestra Gracia, in espaol y sien cl otiginal. (7) 2 Ene paréntesiscuadados las adicones de ls traduccion neces ting a Te nteligenca de ella (7-) Song a Vuestea Alteza, Vuestra Seftoria etc.). Todo ello obra, jwobablemente, del feudalismo, que se cuidaba de que tlevske la dignidad real, pasando por todos los grados wermedios, hasta el punto en que desaparece del todo la wlad humana y solo queda el ser humano, esto es, la clase de los siervos, dnicos que pueden ser jerpelados por su superior con un si, 0 hasta el nifio, ‘que no puede tener todavia una voluntad propia, no Ihiese ertor en el grado del respeto debido al ‘mis encumbrado, DE LA CONCIENCIA VOLUNTARIA DE LAS PROPIAS REPRESENTACIONES, §3. EL esfuerzo por llegar a ser consciente de las propias representaciones es, ya atencién, ya abstraccién de una representacion de que soy consciente.—Esta dltima no sun mero abandono y omisién de la primera (pues esto seria distraccdn), sino un acto efectivo de la facultad de conocer que impide a una representacion de la que se es consciente enlazarse con otras en an acto de concien- cianDe donde que no se diga abstraer alge, sino abstract de alge, esto es, de una determinacién del objeto de la representacién, eon lo que ésta consigue la univer- salidad del concepto y es recibida en el entendimiento. El poder de abstraer de una sepresentacién, incluso cuando se le impone al hombre por los sentidos, es una facultad mucho mis considerable que la de atender; porque demuestea la libertad de la facultad de pensar y 1a autarquia del alma, que ene bajo su dominio sus representa- ciones (animus sui compos).—En este tespecto es, pues, 1a facsltad de abstraer mucho mits dificil, pero también més importante que lt de atender, en lo concerniente a las representacioes de los sentidos. 2 Inyaanel Kant ‘Muchas personas son desgraciadas porque no pueden abstraer. El soltero podria hacer un buen matrimonio sélo con que pudiese no ver un lunar en el rostro o ona mella en los dientes de su amada, Pero es una particular perversion de nuestra facultad de atender el fijar la atencién, incluso de un modo involuntario, justamente en lo que hay de defectuoso en los dems; el dirigir los ojos a un botdn que falta en Ia casnea justamente enfrente de nuestra cara, o a fa mella, © a un defecto de pronunciacién habitual, confundiendo al projime con allo, pero echando también a perder nuestro juego en el trato social. Cuando lo principal esta bien, no es slo justo, sino también prudence apartar la vista de lo malo de los demas, € incluso de nuestro propio estado de felicidad; pero esta facultad de absteaer es una fortaleza de fnimo que silo se loges adquirie mediante cl ejer- DEL OUSERVARSE. A SI MISMO $4, El darse cunta de si misono no es todavia un observarse a si mismo, Fisto altimo es una sintesis metodiea de his pereepeiones adguiridas de nososteos mismos, que sumi- ristea la materia pasa el diario de un obsereador desi mismo y condace ficilmente a la exaltacion y a 1a ilusion. 1 atenderse a si propio, cuando se tiene que tratar ccon los demas, es, sin duda, necesario, pero no ha de hhacerse visible en'el teato mismo, pues entonces. hace parecer azorado (cortado) 0 afetado (retorcido). Lo con- trario de ambas cosas es el desembarago (air dégagé), un confiar en si mismo hasta creer que no se ha de ser juzgado por los demas desfavorablemente para el propio decoro, Bi que se coloca cual si quisiera juzgar, mirin- Autenpotogn 23 sluse al espejo, cémo se conduce, 0 habla oyéndose hablar (no meramente como oyéndole hablar otros), es tuna especie de actor. Quiere representar um papel y forja tina fiecién de su propia persona; con lo cual, si se pereibe este esfuerzo en él, pierde en el juicio de los ‘lemés, porque suscita la sospecha de una intencion de engahar.—La franqueza en li manera de mostrarse exteriormente, que no da motivo ninguno a semejante soxpecha, es lo que se Hama un comportamiento natural («jue no por serlo exeluye todo arte bello y edueacién del znusto) y agrada por la mera veracidad en las exteriorida cles. Donde al par brilla en el lenguaje ta feanqueza de la simplitidad, esto es, de la falta de un arte del fingimiento ‘que se ha convertido en regla, la franqueza se dice ingemnided. La manera franca de expresarse en una muchacha que se acerea al tipo varonil o en un campesiao no familiari- vado con los modales urbanos, despierta, por su inocen- cia y simplicidad (0 ignorancia del arte de aparentar), tuna tsa jovial en aquélios que son ya practicos y habiles cen este arte. No es na carcajada despectva, pues se honra en el fondo del corazén la pureza y la sinceridad, sino una benévols y amistosa risa de complaceneia en la inexperiencia en el arte de aparentar, arte malo, aunque Fundado en nuestra ya eorrompida natucaleza humana, por cl que antes se debia suspirar que reir, si se le ‘compara con la idea de una naturaleza no cosrompida todavia (a). Es una momentinea jovinlidad, como la que produce un cielo nublado que se abre en un punto para En este especto podria parodiamse el eosocide verso de Peso, icine melara tadeont ngemiantgu reie™ * Contemplen la naturieen y gaman por haberla abundonado, Et versa de las sities de Perso (IM 38) dice: Utne vent iiabescan (pe ret, contemplan lx viteud 9 eatrdanse © si ramos pot haber Shandonad (¥) 2m Immanuel Kant dejar paso a un rayo de sol, pero se ciera al instante, en obsequio a los ciegos ojos de topo del egoismo. Mas por lo que concierne al verdadero propésito de este parigrafo, a saber, la adbertencia anterior de no ‘ocuparse en espiar y como en componer una estudiada historia interna del curso inoiantario de los propios Pensamientos y sentimientos, se la hace porque éste es justamente el camino derecho pata ineurrir en la quimera de supuestas inspiraciones de lo alto y de fuerras que influirian sobre nosotros sin nuestra cooperacién y quiéa sabe de donde procedentes, en la quimera de los ilumina- dos y de los aterrorizados. Pues, sin notarlo, hacemos supuestos descubrimientos de lo que nosotros mismos hhemos introducido en nosotros, como una Bourignon' on sus lisonjeras alucinaciones, o un Pascal con las suyas espantables y angustiosass un. caso en que incusei6, hasta una cabeza por lo demis excelente, Alberto Haller, cl cual, en el Diario de su estado de alma, tlevado durante largo tiempo, aunque con frecuencia interrumpi- do, llego, por iltimo, a preguntar a un célebre tedlogo, su colega universitario en otto tiempo, el doctor Less, si ‘no lograba encontrar en su rico tesoro de la divina sabiduria consuelo para su alma angustiada, EI observar en si propio los distintos actos de la facultad de la representacion, cuando mio mismo los provoca, 8 cosa muy digna de meditacién, y para la Logica y la * Antoineste Bourignon (1616-1680), una visionatia y Fundedora de sects, natural de Lila que influy6 prinipalmente en los Piss Bajon, Y eulas obras teosbico-misticasllenan no menos de 21 tomon (V) 2 Alberto. de Halle: Dizsio de ses obsereaciones sobre” Sttos ‘esctitoresy sobre sf miseno, 1787, Less, doctor y profesor de Teologie ‘de Gotinga (1736 4 1793}. Halles, pocon dias antes de sa, mucite (diciembre de 177), le hizo lege por medio de una cats Flee cot ‘consul: equé tbr (ao ha de ser largo}, ea ts reunstancany conte: las angustis de te muerte, sino. pars compartir fimemente Tos merecimientos del Salvador, pois ler yo con futon (K) 2% Metutwia, necesaria_y proveehosa—Pero el querer nutpictuletse a si propio cuando vienen al espirita por si whines y sin Hamarlos (lo que sucede por obra del juego ir la insyzinacion, que crea sin proponérselo), es, porque ‘tenes los principios del pensar no van delante (como dlelien ix), sino que siguen detras, una inversion del ‘neless natural en la facultad de conocer, y 0 es ya una ewlermedad del espiritu (visionarismo), 0 conduce a ella yal manicomio. El que gusta de contar muchas cosas wile experincias interires (gracias, tentaciones), esti “nest on su viaje de exploreciny busea de st mismo nn arsibar mas que a las costas de Anticyra!, Pues no past con estas experiencias interiores como con las exteriores sobre los objetos del espacio, en que los bjetos suministran experiencias coincidentes:y durade- us El sentido interno ve las relaciones entre sus \Jeierminaciones s6lo en el tiempo, por tanto, en un uir en que no cabe prolongar [a observacién, como, sin embargo, es necesario para la experiencia (3) © Aniioe,cudad cota de Foci, cuyos habitants kablan conver: tio gna med eapetico may efit ot eboro que cel en pean ‘fetid ea sob monttia,por Io cial es Antcya Giada en MoS na gs rn a eS 19.4 hy 6 De e300, § Kon pus babi suger arbi a ia elo [KS Tearer Merkur de 1784 sSobe los viajes J on vara gue te dee The a Antica (K) (e) "Si os rgteentaos la aia acin, la espontnedad, por nila de la cal se face ponte an compe (un penenient). fe ‘fer Ia exept, or medio de cual se bace pole ‘ana forsee sane ida exp, la apres, aos aos Son tnciacn, pode vine le conte des mismo (pets) Gein eh selaioa y la de be aprebonsn, Ua prime ane Sonia de eine, ey dlc ern, a tsa aperecpaén pare ea, la empliea; por Lo cal sc lana Gteéneatene a aqhdla cl sae iedion, En la Piologla noe Sstodiamonsnosttos mismos en ness repreenaciones de seo {mteooyen fa Lopien eno se pone en nuetn mano ix colonia Inlet Akors tn, aq ao paver eyo sce dale aque sca % Imeiaauel Kan DE LAS REPRESENTACIONES QUE TENEMOS SIN SER CONSCIENTES DE ELLAS §5. Teer reprentacons , sia embargo, now comets de tas, es algo en ue parece haber una contends Dus, ge6mo podemo sabes qu ls tenemos io soon fonsclents dels? Bata objcin la hizo ya Locke, gue rechazaba, por ello, la exlstencia de semejante expec de repreentacones Pero lo clto es que prerion set Gils Esta género de representacione e lean, eons Charidad se extend ls tepresentaiones parle deo todo de ela y a vine, precios, sean Gel pensemieno o de la intuicion una pradert, un hombey sl bien no te ex comic de gue aguela costes an hombre; puss porque no sees Consciente de percbir extn partes del cuerpo (ial

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