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Diane Stein rr y Pee on oe Naess “ f Beet NUEVA ERA La Nueva Era pone nuevamente al alcance de la humani- dad toda la sabiduria de las sanadoras tradicionales. Diane Stein explica como curar mediante las energias invi- sibles que circulan dentro y alrededor de nuestro cuerpo. Dichas energias estan presentes en: © Elaura ¢ Loschakras ® Los colores terapéuticos © Lamente y las manos de las sanadoras © Los cristales y las gemas. Aprenda a correlacionar estas energias y a aplicarlas co- rrectamente para prevenir y curar las enfermedades. «Cabe esperar que algun dia la informacién contenida en esta obra sea de circulacién tan corriente como las doctrinas médicas que Diane Stein impugna con tanta eficacia.» Marion Weinstein, autora, de Positive Magic Ellibro de Diane Stein es producto de una investigacion exhaustiva y esta escrito con claridad. Abarca absolutamente todos los rituales y procesos de autocuracién y de curacion de otros. Se ocupa de la curaci6n mediante los cristales y de toda la vasta gama de opciones terapéuticas.» Gail Fairfield, autora de Choice Centered Tarot 1s9N 96-270-1596-8 9 7aay27'015968 Una guia practica y completa que explo- raminuclosamentelaforma.n que energias invisibles fluyen dentro y alrededor del cuerpo humano, y ensefia, utilizar las manos, las facultades psi- uicas y los cristales y gemas con’ terapéuticos. Enla remota Antigiedad, la mujer fue de- positaria de a sabiduria de la Diosa Madre y la Diosa Tierra. El don de curar residia, literalmente, en sus manos. Cuando la sociedad patriarcal impuso su hegemo- ‘ia, la mecicina mecanicista desplaz6 el conocimiento tradicional, y las facultades terapéuticas de las mujeres quedaron bloqueadas en el inconsciente colectivo. La Nueva Era rescata dichas facultades y las pone otra vez al servicio de la human dad: las mujeres recuperan su condicién de sanadoras, movilizan su fabuloso ar- ‘senal de energias latentes, y se convier- ten en pioneras del renacimiento de la iencia ancestral. Diane Stein, profunda conocedora de esta ciencia, describe sus origenes, sus ‘mecanismos y, sobre todo, su aplicacién réctica a alteraciones y enfermedades coneretas. Su libro explica: © Qué es el aura y cuales son sus com- onentes. © Cémo influyen sobre el aura y la salud la imposicion de manos, las visualiza- ciones, los colores y los cristales. ‘* E1uso del aura como medio para diag- nosticar enfermedades. * La correspondencia entre los chakras yel aura. * Las funciones curativas, colores y cris- tales especifioos de los chakras. © Las aptitudes curativas basicas de sa- nadoras y sanadores, * Las curaciones psiquicas proximas ya distancia. * Elaprendizaje de la imposicion de ma- ros y su aplicacién practica. * Lautilizacién de cristales y de distintos tipos de piedras preciosas. El libro se completa con varias sintesis, gréficas de las relaciones entre las gemas, ‘curativas, los chakras, los colores y. sus sos terapéuticos, asi como con datos ‘sobre piedras natales, gemas zodiacales y gemas planetarias. © Beth Kukuoka Diane Stein nacié en Pittsburgh, Pennsy!- Vania, el 22 de septiembre de 1948. Estu- dié en las universidades de Duquesne y Pittsburgh y es licenciada en literatura in- glesa. La religion de las brujas la cautivé desde muy joven, y en 1982 empez6 a Practicarla en calidad de sacerdotisa. Su primer ritual como sanadora lo celebré en. Festival de Musica Femenina de Michi- gan. Segin expica ella misma, Diane tein consagré su vida al estudio, la en- sefianza y la practica de la brujeria en us libros, en grupos de trabajo, en sesio- nes terapéuticas individuales y mediante el ejemplo de su propia existencia. Su in- terés primordial reside en los rituales de curacién, EN LA MISMA COLECCION: foeeyeroy MANOS .QUE'CURAN eid Un libro que pasaré a la historia de la Nueva Era por sus aportes revoluciona- rios alla investigacion cientifica, ala prac- tica terapéutica y al conocimiento de los poderes de la energia humana. Traduccién de Jorge Ribera Cubierta: Geest/Hoverstad Mustracién: Reproduccién de Shaman: The Paintings of Susan Seddon Boulet (Pomegranate Artbooks, 1989). (Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacion escrita de’ los titulares del soni, bajo a sancionen etal. das"en las leyes, la reproduccion tot © parcial de esta obra por cualquier me- {io 0 procedimiento, comprendidas la re- propa y cl uatamiento informatico la distribucién de ejemplares de ella me- diante alguiler o prestamo piblicos, asi como la exportacion e importacion de esos ejemplares para su distribucion en. venta, fuera del ambito de la Comunidad Econémica Europea, Titulo original: The Women's Book of Healing, publicado por Lewellyn Publications, St. Paul, MN 55164 USA, © 1987, Diane Stein © 1992, Ediciones Martinez Roca, S.A, Gran Via, 774, 7, 08013 Barcelona ISBN 84-270-1596-8 Depésito legal B. 453.1992 Fotocomposicién de Pacmer, S. A., Miquel Angel, 70-72, 08028 Barcelona Impreso por Libergraf, S. A., Constituci6, 19, 08014 Barcelona Impreso en Fspasia — Printed in Spain A Laurel Wise Ela Agradecimientos Deseo agradecer a Lee Lanning y Nett Hart sus comentarios y eriti- casa este libro mientras lo escribia. He respetado y apreciado mu- chisimo el tiempo que me han dedicado, asi como su esfuerzo, in- solicitud y discernimiento. También quisiera dar las gracias a Susan Sheppard y David Speer por su informaci6n sobre cura- ciones, y a Kay Gardner por su estimulo, a Nan Hawthorne y Jim. Tedford por su colaboracion y a mis editores, Carl Weschke, Julie Feingold, Terry Buske, Phyllis Galde, Nancy Mostad y Steve Bucher, por convertir mis libros en realidad y, ademds, ser buenos amigos. Prefacio En estos tiempos de grandes cambios y trastornos globales, muchas técnicas de sanar antiguas se manifiestan en las enseftanzas de una ‘miriada de disciplinas espirituales. Sanar es reconocer que logramos Ia integridad cuando nuestros aspectos fisico, mental, emocional, espi- ritual y psiquico se hallan en una relaci6n equilibrada. En ese equili- brio radica la santidad y la salud perfecta tanto del individuo como de la Tierra En su condicion de madre, la mujer ha sido sanadora desde los comienzos de la humanidad. Como «productora de vida», la mujer hha sabido pronunciar palabras misteriosas, entonar cénticos magi- cos, aplicar toques sanadores, visualizar imagenes y utilizar plantas » gémas para trata el desequibri dela enfermedad. En Occidente, durante la Edad Media, las mujeres fueron exclui- das de las nuevas facultades de medicina patriarcales. Como resulta- do de la persecucion religiosa patriarcal, fuimos quemadas y tortura- das por nuestra sabiduria sanadora. ‘Tras ser obligadas a permanecer en la clandestinidad por espacio de varios siglos, en el nuestro las mujeres sanadoras vuelven a mani- festarse para ocupar el ancestral lugar que les corresponde en prime- ra linea de todas las practicas curativas. El extenso texto de Diane Stein Mujeres que curan, ofrece una riqueza de conocimiento sanador procedente de la tradicion y la cultura femeninas. Una completa exploracion de cémo nuestras energtas invisibles fluyen a través y alrededor de nuestro cuerpo de- semboca en una guia completa y prdctica para aplicar ese conoci- miento sanador con las manos, la energia psiquica y las gemas. Elli- bro de Stein es una importante novedad en las bibliotecas, no solo de los curadores principiantes sino también de los profesionales. Que la comprension y la sabidurta de la mujer siga aportando cui- racion e integridad a todos. Bendita sea... Kay GarDNER uw El género en el lenguaje y el pensamiento En inglés no hay géneros. Los vocablos como people (gente), persons (personas), individuals (individuos), chil- dren (nifos), workers (trabajadores) olficiers (oficiales, fuuncionarios), etcétera, se usilizan para cubrir la ausencia de mujeres como agentes y nuestra presencia demasiado Jrecuente como pacientes. Many Datty, Gyn/Evology, The Metaethics of Radical Feminism Elhecho de que las mujeres curen a las mujeres no excluye, en la practica, a los hombres, aunque en este libro, como en otros, utili- 70 exclusivamente el pronombre «ella». Esta opcién es tanto per- sonal como politica, un reconocimiento de la supresi6n de las mujeres por lo menos en la cultura anglohablante. En inglés no existe una palabra descriptiva, con la excepcién de people, que en- globe a todo el mundo, y todas las palabras son de género masculi- no, Las mujeres occidentales han asumido el concepto manifiesto y subliminal de que «él» significa «gente», y no se sienten incluidas. El pronombre masculing impera en 10s libros que leen las muje- res sobre cualquier tema. «Els es activo, construye edificios, se de- dica a la medicina, toma decisiones, tiene aventuras y Ifos amoro- sos, se gana la vida y hace marchar al mundo. A «ella» no se la menciona. Desde algtin tiempo le aseguran que «él» se refiere a + Este apartado examina criticamente la ausencia de género en los vocablos. ingleses y la manera en que el lenguaje refieja una concepcién exclusivamen- te patriarcal de la sociedad. En inglés, el género ocupa una parte relativamente pequefa en relacién con el valor que presenta en miuchas otras lenguas, en- Tre ellas el castellano, Traducimos estas paginas preliminares para que los lec- tores se hagan una idea cabal del punto de vista de la autora norteamericana. (Nota del Eairor.) 1B ambos sexos, pero eso no es cierto y jamés lo ha sido. No es «ella» quien hace marchar al mundo, sino él, una palabra que en reali no es genérica, sino un refuerzo de los estereotipos del papel senual y de sisterna patriarcal, «El» puede, wel» hace, els es Hila esta excluida, es inexistente: no puede, no hace, no es. Borrado del lenguaje, del género, y establecido que las mujeres han de guar- dar silencio, el mensaje se abre paso claro y estentéreo. En vez de ser activas, se adiestra a las mujeres para que sean pasivas y se les inculcan los papeles apropiados para ellas. La profesion de médico es masculina, las mujeres han de ser enfermeras. Ser constructor es un trabajo de hombre, y en ese campo las mujeres s6lo pueden ser decoradoras. Dios es masculino y las mujeres no estan hechas «a Su (de EI") imagen». Incluso las palabras relacionadas con las mujeres, practicamente todas ellas, contienen el radical masculino men. She (ella) contiene a he (él), y abf estan los vocablos female (hembra, male significa macho), woman (mujer), women (mujeres), human (humano), hu- mankind (humanidad), mankind (género humano), hers (de ella). Algunas mujeres concienciadas han propuesto una ortografia dis tinta de la palabra women (womyn, womoon, wimmin, etcétera) para sefialar e incluir lo femenino. Bajo el patriarcado, las mujeres han sido eliminadas de la cultura y el lenguaje. Esta circunstancia resulta sorprendente a poco que examine- mos los origenes de nuestra cultura. Si hoy la medicina es una profesién de hombres, las mujeres se ocuparon de sanar desde el principio, y los hombres occidentales empezaron a hacerse médi- cos cuando los métodos de curacién femeninos significaban la condena a morir en la hoguera. En la sociedad actual, las activida- des relacionadas con la construccién son masculinas, pero los ha- Nazgos arqueolégicos y los datos transmitidos oralmente de las, culturas indigenas americanas y africanas revelan que las mujeres eran las constructoras en sus sociedades y, probablemente, las que empezaron a construir. Man es una palabra de origen escan- dinavo que significa mujer, derivada del snscrito moon, Moon (la Tuna) es, por supuesto, la diosa, y lo ha sido en muchas culturas de todo el mundo. En las religiones patriarcales, la divinidad es mas- culina, pero esto es asf desde hace tan s6lo cinco mil aos. El pen- samiento esotérico tradicional considera a la Tierra y cuanto ésta produce, todo lo que es fisico, como femenino. Puesto que la Tic- rra es una divinidad femenina, todos los seres fisicos son femeni- nos (y toda la vida) ya seas hombres o mujeres. Utilizar «ella» para referirse a ambos géneros hace que las mu- jeres se consideren a s{ mismas como creadoras activas del univer- So, de su propio ser y de su vida, Puede que esto les parezca a algu- nas personas una novedad, pero en realidad es muy antiguo. Hasta ‘que se establecié el orden patriarcal formaba parte de la vida coti- 4 diana, algo aceptado como lo es hoy el pronombre «él» en el len- guaje. Antes del patriarcado, la divinidad era una diosa, y en los Matriarcados las mujeres no estaban excluidas; eran hijas de las mujeres y tenfan su lugar respetado en la ley de la divinidad feme- nina, en la sociedad y en el orden del mundo natural. El adveni- miento del patriarcado fue una revolucién en la que la gente con- quistada y colonizada del antiguo sistema, las mujeres y los ma- triarcados, fueron sacrificadas, abismadas y controladas para la supervivencia del nuevo orden. Se privé a la mujer de su divinidad (la diosa se convirti6 en dios), se la aparté del ejercicio de la medi- cina, de la construccién, de la literatura y del lenguaje de las cultu- ras y civilizaciones que éllas habfan encabezado y disefiado. En el patriarcado se adiestra a las mujeres para que miren mas alld de sf mismas en vez de a si mismas. Dan a luz, ensefian, nutren yapoyan a otros, valoran a otros sin ensefiar, nutriry apoyarse a si mismas. A las mujeres nos han dicho que debemos ocultar nues- tros cuerpos, ocupar el menor espacio posible, que no son limpios y nunca alcanzan una validez 6ptima, que sélo son objetos sexua- Jes y maquinas reproductoras. Yo comparto la espiritualidad feme- ia ¥ afirmo en este libro que el cuerpo de la mujer es una de sus partes que, junto con las emociones, la mente y el espfritu, crean, lun todo valioso a imagen de la divinidad femenina. Eso es algo que Jos hombres siempre han sabido y lo han visto en sf mismos, mien- tras que las mujeres no. Expresar esta idea en un lenguaje que ha exclitido a las mujeres es un error, pues equivale a decir a las muje- res que vuelvan a mirar més all de ellas mismas, en vez de hacerlo asi mismas 0 su interior. Gracias a la utilizacién del pronombre fe- menino, nadie queda exchuido. No existiré la igualdad de los géneros sobre la diosa Tierra hasta que las mujeres recuperen, valoren de nuevo y descubran sus identidades divinas femeninas y creativas. Al utilizar «ella» en vez de «él» para referirse a la gente en general, las mujeres re- cuerdan su propio ser, la divinidad que emana de su diosa int rior, su propia creatividad activa, su valfa tanto en el aspecto fi co como en cualesquiera otros. Mediante el uso del pronombre femenino, las mujeres se reconocen, ven y afirman a s{ mismas como seres divinos («seres humanos» segtin la antigua gramati- ca), junto con Jos hombres. Si eso hace cambiar el orden de la su- perloridad/supremacfa masculina con que nos han educado a to- dos, tanto mejor Utilizar el pronombre she (ella) no elimina el he (él), a menos que asf lo decidan Jos hombres al ieerlo. Las mujeres han lefdo he y se han esforzado en verse representadas por esa sflaba durante miles de afios, incluso sabiendo, irénicamente, que fueron las mujeres quienes desarrollaron la escritura en los templos de la diosa. Las mujeres han aprendido a cambiar los pronombres, a 15 pasar de he a she, para incluirse, y sin duda los hombres pueden hacer Jo mismo. Es un ejercicio de toma de conciencia para hom- bres (y mujeres) que no habian pensado antes en ello, pero algo que las mujeres sometidas al patriarcado nunca han conocido de modo diferente. El 90% de este libro contiene material valido tanto para hombres como para mujeres, si los hombres aceptan sus aspectos femeninos y cambian Ios pronombres, aceptan la unicidad de su cuerpo, emociones, mente y espiritu, su diosa in- terior. Emplear cella» y «cuerpo femenino» incluye a los hom- bres a la vez que afirma a las mujeres intensa y activamente. Tanto para las mujeres como para los hombres, el uso de «ella» englobando los significados de cada persona, todos noso- tros, la gente, la divinidad femenina interior y el ser, es una afir- macién politica y personal de lo que les falta a todos en la vida moderna. Es un intento de observar y corregir el desequilibrio y a desigualdad que han existido desde que los pueblos nérdicos patriarcales descendieron y conquistaron a los matriarcados que adoraban a la diosa. Si el uso parece extremo, establece una pro- posicién, crea conciencia y afirma reconocer las identidades de las mujeres, extremos que es preciso aceptar de nuevo. Hasta que las mujeres se re-conozcan y establezcan los extremos de los as- pectos femeninos dentro de ellas mismas, no puede existir equili- brio ni igualdad de género. Utilizar el pronombre «ella», excluir por implicacién «él», efectuar la inversién en el lenguaje, abre el camino para interiorizar Ia idea de la divinidad femenina inte- rior, del ser que no tiene género y que est presente por igual en hombres y mujeres. Sin ello no habra equilibrio ni paz entre hombres y mujeres, ni en el mundo. En a filosotia oriental, el yin y el yang, los conceptos de activo y receptivo, de luz y oscuridad, de verano ¢ invierno, de macho y de hembra son dualidades. Ninguno de ellos existe sin el otro, y las raices de cada uno estan intrinsecamente presentes en el otto. En consecuencia, Jo activo, la luz y el verano existen en las mujeres, y lo receptivo, Io oscuro y el invierno forman parte de los hombres. ‘Como no existen palabras en el idioma patriarcal inglés para re-co- nocer eso, palabras que incluyan por igual a hombres y mujeres, y puesto que los vocablos en uso excluyen por completo a las muje- res y lo femenino, invertir el proceso mediante el uso de los pro- nombres femeninos es un movimiento hacia el equilibrio. «Lo im- portante de la simbologfa yin y yang es el circulo que los une», ha dicho Gail Fairfield en su obra Choice Centered Tarot. La cultura y el lenguaje anglosajones han excluido a women y she durante de- masiado tiempo, Utilizar el pronombre she y la expresion women’s bodies (cuerpos femeninos) es un intento de moldear nuevamente el circulo. 16 Introduccion Curacién femenina Para las mujeres, snarnos a nosotras mismas es un acto pottco...irigir wna llamada a fa curacion natural es decir ‘non aa obsesion pariareal por controlar, dri y realizar la ‘Curae. Curamos @ nosotras mismas es una reclamacion de la capacidad que todos tnomen como sresvvientes de exist en armonta con la energia vital y realizar nuestros potencales Como criaturas entre las muchas de este planeta. CHELLIS GLENDINNING «The Healing Powers of Women» Las mujeres siempre hemos sido sanadoras de nosotras mismas y los demas, y ahora reclamamos esa facultad como una parte del movimiento de espiritualidad femenino actual. La conexién de las antiguas parteras, brujas y videntes con las activistas sanitarias, curanderas, herbolarias, médiums y expertas en el uso de cristales y gemas con fines curativos responde a una larguisima tradicion de curacion femenina que se remonta al antiguo Egipto y Sumeria y que fue suprimida por la autoridad masculina desde Ia apropia- ‘cién patriarcal de la diosa; es un hecho conocido y vital de la histo- ria anterior a los tiltimos cinco mil afios. Las mujeres son las sana- doras del universo y la Tierra, las civilizadoras positivas, invento- ras, consoladoras y constructoras de hogares, las guardianas de la paz y el bienestar, y las madres, dispensadoras de cuidados, oyen- tes y sacerdotisas de la fuerza vital. Las mujeres contienen los poderes de la vida y la curacién en su propio ser de diosa, las mujeres «son» ese poder curador, y tanto ellas como los hombres lo supieron antiguamente en todo el plane- ta, en los antiguos matriarcados divinos de las primeras civiliza- ciones, donde las mujeres fueron las inventoras de la cultura, la me- dicina y el gobierno, fueron las imagenes de la creacién levada a 7 cabo por la divinidad femenina, y vivieron en paz, sana y equilibra- damente con la Tierra y sus sociedades. Durante los tiltimos cinco mil afios de la historia humana, sus valores divinos, su ensefianza y su capacidad sanadora han sido reprimidos, negados y se han per- dido parcialmente bajo la imposicin del poder patriarcal que perjudicé y deshumaniz6 a mujeres y hombres por igual. La mo- derna medicina patriarcal, con su fragmentacién del cuerpo y del espiritu y sus opresivas «curas», no es una experiencia positiva para la salud y el cuerpo femenino ni para el bienestar de nadie, En cambio, la curacién femenina, que hace hincapié en la integridad y la suavidad, en la unidad del cuerpo, las emociones, la mente y el espiritu, en lo visible, lo invisible y la eleccién, es una alternativa poderosa y esperanzadora. En este libro utilizamos el concepto de poder en su sentido eti- molégico, como la capacidad de actuar, crear y autodeterminar, la capacidad de elegir. La capacidad © anadora, el conocimiento y la cultura de las mujeres fueron destruidos a propésito en el pasado, y ‘es mucho Jo que se perdié para siempre y lo que fue sofocado antes de que tuviera ocasi6n de florecer, en las vidas de innumerables mu- jeres en todas las culturas y continentes durante mas de cincuenta siglos. La reverencia matriarcal a la vida y el nacimiento, la interre- lacién de las partes del yo con el planeta, sufre en todo el mundo la erosién causada por las conquista, la competencia y la mecaniza- cin patriarcales, la mentalidad corporativa y la negatividad del cul- toa la muerte. Esas actitudes constituyen un claro y constante peli- 70 para mujeres y hombres, para el planeta y la fuerza vital. Hoy las mujeres reclaman, recuperan y descubren la pacifica integridad del poder interior femenino en la politica, la ensefianza, el arte, Ia espiritualidad y la curacion. Las filosofias del renaci- miento sanador de las mujeres, esta recuperacién de la herencia fe- menina, la medicina de las mujeres, el bienestar y la diosa de la fuerza vital, son filosofias del poder interior en el polo contrario al poder superior. El poder interior consiste en tener capacidad, como sucede en el parto natural o en la imposicién de manos; ei poder superior significa dominio y exigencia de pasividad, como ‘ocurre en los millares de operaciones de cesdrea innecesarias o las ecuraciones» por medio de mastectomias e histerectomias. El po- der interior es curacién compartida por medio de gemas, masajes, cristales, utilizaci6n del aura y tratamiento personalizado. El po: der superior son megadosis de farmacos que a su vez son ¢l resul- tado de investigaciones defectuosas, con altos costes y frecuentes efectos secundarios peligrosos. Todas las formas de la salud -fisica, emocional, mental y espiri- tual- corresponden al poder interior. Es la sabiduria que permite visualizar un mundo razonable en armonta con las leyes naturales y la capacidad para crear esa visualizacién tanto individual como 18 colectivamente. Es un mundo exterior en el que el aire, los océa- nos, los arroyos y los rios estan limpios, donde ballenas y focas vie ven seguras y libres, donde los arboles crecen altos y verdes, donde el combustible se genera por procedimientos baratos y sin peligro de contaminacién, donde las armas de fuego, la violacién y los mi: siles Pershing son inconcebibles, donde las gentes de todas las ‘azas y credos se respetan mutuamente, donde no puede existir ra cismo, clasismo, postergacién en razén de la edad o la capacidad fisica, sexismo, hambre, pobreza, antisemitismo, incesto, malos tra- tos a jos nifios. Es un mundo interior donde la mujer, mediante sus libres elecciones, crea su propia vida y bienestar, consigue lo que quiere y necesita en todos los niveles y goza de abundancia y bon- dad para ella misma y los demas. Es un mundo donde es posible elegir la salud y la curacién, en la que el respeto, el amor y el defec- to se extienden también a la hora postrera. Tanto individual como colectivamente, en las diversas culturas del mundo, las habilidades y los valores del saludable poder inte- rior de la mujer, sus conocimientos perdidos, ignorados y reprimi- dos, estan siendo aprendidos de nuevo, reclamados y recuperados. Las habilidades y técnicas sanadoras femeninas son elementos es- pecificos del descubrimiento de la salud integral del ser, 0 por lo menos de algunas de sus partes vitales: las ciencias de las plantas medicinales y el masaje, del desarrollo ps{quico, la accién sobre el cuerpo y los suefios, la terapia musical y el espacio tnicamente fe- menino. Otros elementos especificos de la curacién femenina, las habilidades basicas y la tematica de este libro son el descubrimien- to y la recuperacién de los flujos energéticos y las auras, los cha- kras, la utilizacion de los colores y las formas de pensamiento, la imposicién de manos y la visualizaci6n creativa, la curacién ps‘ quica, los estados de meditacién y el uso de cristales y gemas, cu- yas cualidades son muy poderosas. Las précticas sanadoras femeninas forman parte de la historia y laherencia de la mujer, af como de su poder. Esa facultad nos per- mite recuperar a la diosa perdida y la divinidad femenina interior, es decir, el poder interior de mujeres y hombres por igual, la capa- cidad de elegir y crear unas vidas positivas, integras y sanas, nos permite, en fin, recuperar nuestra historia y sabidurfa femeninas que se encuentran en todas las culturas del mundo, para aplicar esos c* nocimientos de valia comprobada al nacimiento, creaci6n, nutri- cién, cuidados, curaci6n y unificacion del cuerpo, las emociones, Ja mente y el espiritu femenino con la Tierra. Si las mujeres, como quienes llevan a cabo las pricticas sanadoras son las beneticiarias de esta recuperacién, no lo son menos los nifios v los hombres, y este bien generalizado afirma el poder interior del planeta. La recuperacién de la salud femenina es un redescubrimiento del cuerpo y las funciones de la mujer, del respeto a sus virtudes y 19 aptitudes, a la creacién divina en el interior de todas las mujeres, las cuales recuperan la significacién primordial de la menstrua. ci6n, la sexualidad, el parto, la lactancia y la menopausia. Es un re- tomo a los antiguos papeles sanadores de la mujer, que son tam- bign presentes y futuros, a la sensibilidad y el efecto en las relacio- nes, ala igualdad entre las mujeres, ya sean sanadoras o sanadas, y al control de su yo y su propio bienestar por parte de la mujer. La curacién femenina es un regreso al poder interior, el rechazo a la division del sistema de la medicina patriarcal entre el poder que ostenta el médico y la absoluta indefensién y pasividad del pacien- te. Como los médicos son abrumadoramente masculinos, en este sistema, y los pacientes absolutamente femeninos, los papeles res- pectivos reflejan la profundidad del patriarcado. Tal como estan las cosas, que las mujeres afirmen su derecho a la curacién y la autocuracion es un acto politico radical y un paso importante ha- cia la salud de Ta poblacién femenina, un acto que beneficia a mu- jeres y hombres por igual y que es por el bien de todos. Un ejemplo personal de los contrastes podria ser mi peregrinaje de un médico a otro debido a una jaqueca cronica y debilitante. Me recetaron aspirina y luego diversos farmacos para romper el ciclo del dolor, pero los medicamentos fracasaban o empeoraban mi es- tado y, ademas, tenfan efectos secundarios. Me prescribieron anti- depresivos, puesto que, a juzgar por los sintomas, debia de estar neurética, y me negaron ayuda para superar la adiccion a esos far~ macos cuando las jaquecas continuaron y los efectos secundarios fueron en aumento, Tras un ano dificil, durante el que intenté prescindir de los antidepresivos, las jaquécas se transformaron en episodios de desvanecimiento y ataques. De la sala de urgencias, me enviaron al psiquiatra, y éste lleg6 a la conclusion de que habia enloguecido por no tomar los medicamentos prescritos. Lef un ar- ticulo en una revista segtin el cual hay personas que sufren jaque- cas a causa de la pantalla del ordenador, y, como yo trabajaba en el gueto de las secretarias administrativas, planteé esa cuestién a un médico, el cual primero se burl6 se esa posibilidad y luego la adm tio pero sin hacer nada al respecto. Las pruebas psiquiatricas reve- laron dislexia y la probabilidad de que la teoria de la pantalla de or- denador tuviera mucho que ver con mi caso, Perdi mi trabajo por negarme a utilizar el ordenador, tras haberme convencido median- te diversas prucbas de que era el causante de mis jaquecas. Sin dinero ni seguro médico, no podia permitirme mas médicos y far- macos, e intenté curarme por mis propios medios. Las jaquecas disminuyeron y cesaron los episodios de desvanecimientos, pero el estrésy los dotores de cabeza continuaron. Fue un perfodo de En agosto asisti durante cuatro dfas al Festival de Mtisica Fe- menina de Michigan y allf hablé con sanadoras. Recibi mi primer 20 masaje y sent{ mi cuerpo como una parte verdadera de mi, como tn aliado del bienestar por primera vez en mi vida. Aprendi todo lo concerniente a la nutricion, las vitaminas y las hierbas apropiadas para la jaqueca, asi como la mejor manera de aliviar el estrés cau- Sado por una jaqueca intensa o por el dolor de cabeza. Aprendt téc- nicas de meditacion, el biofeedback con cristales y los usos de las ‘gemas, y empecé a comprender el concepto ¥ la politica de las mu- jeres contra el sistema sanitario patriarcal. En casa me preparé una mezcla de hierbas barata y no adictiva: manzanilla, lipulo y hierba gatera, una infusién que relaja la tension y atentia el dolor, evita que los simples dolores de cabeza se conviertan en jaquecas ¥ alivia los dolores de cabeza incipientes. No tomé otros farmacos, ni siquiera aspirina, y me hice vegetariana, prescindf del aziicar, la cafeina y los aditivos y fui consciente del valor nutritivo de lo que ingeria. Por la noche solia practicar la meditacién para relajarme y conciliar el suefio, y me ponia un colgante de amatista. El uso de Ios cristales cuando se iniciaba el dolor lo eliminaba y me dejaba con una sensacién de claridad y conexién, lo mismo que el uso de los cristales en el inicio de la tensi6n. Mi percepcidn ps{quica se de- sarvolléy aprendi la autocuracion psiguica, la descubri sola y sin nombre que darle: es la capacidad de detener un dolor de cabeza otro malestar en cuanto comienza. Practiqué a medida que apren- ia ccioné mi habilidad. ‘fey Pastaron unos pocos meses de esfuerzo para sentirme bien Se terminé el sufrimiento, desaparecieron las jaquecas y los dolo- res de cabeza menguaron, gané peso, mejor mi estado fisico, dor- mi bien, pude leer de nuevo, me relajé visiblemente y vivf sin el te- mor de perder el sentido. Empecé a escribir The Kwan Vin Book of Changes y encontré empleos mas saludables. Tras unos pocos dias de ayuda y adiestramiento dispensados por varias sanadoras, nin- guna de las cuales me cobré nada por sus servicios, y con mi pro- ia experimentacién activa, trabajo y aprendizaje continuado, re- Cuperé mi poder interior y adquiri el control de mi propia salud. No soy neurética ni psiéticay sé que munca To he sido, Soy un ersona fuerte y saludable. Al afio siguiente regresé a Michigan para ensefar a otras mujeres lo que habfa aprendido, me convertt en sacerdotisa del arte de la diosa y, tres afios después, comencé a escribir este libro. Desde la pérdida de las sanadoras debida a las quemas de bru- jas, la medicina masculina ha aprendido la ciencia de un modo mecanicista, sin la sensibilidad ni las habilidades sanadoras de las mujeres y sin aportaciones del vasto dominio de los fendmenos psiquicos, La medicina adolece de poquisimo interés personal 0 Fespeto hacia el paciente, cuyas necesidades siguen sin ser satisfe- chas. La medicina de alta tecnologia actia para derrotar a la natu- raleza mas que para cooperar con ella, sustituyendo a los érganos 2 naturales por otros de plistico o pertenecientes a otra persona, extirpando totalmente drganos que no ¢on indispensables para se, guir viviendo, La alta tecnologia aplicada al parto introduce la con Cepcién en un tubo de ensayo y busca un control absoluto por par te del médico. En la medicina basica cotidiana, a las mujeres s¢ las, considera pacientes, pero rara vez se las escucha, no suele hacerse el menor esfuerzo por comprenderlas ni se les permite participar en los cuidados que les administran, y con frecuencia no se les in. forma de las consecuencias, los riesgs o las alternativas cuando el médico clige el tratamiento, También los hombres sufren tales abusos, pero como las mujeres se ven obligadas con mas frecuen- “ihpaf pce UTS vor bad in rece nedicina. En la curacién femenina y psiquica, la paciente se cura a misma desde el nivel celular y aural, cooperando con la sanado- ra ycon su propia divinidad interior En la medicina masculina hay poco o ningtin re-conocimiento de la mujer (y del hombre) como una combinacién unificeds ce cuerpo, emociones, mente y espfritu, o de que tratar la enfermedad significa tratar a toda la persona en todos sus aspectos. Dada esta vision fisica del mundo, a la mujer considerada fisicamente «enfer- ma» se le recetan faérmacos para sus sintomas, no para las causas subyacentes, o se le extirpan los érganos ofensores (en general fe meninos). Si se le juzga «enferma» mental o es demasiado anciana © pobre, lesbiana, pertenece a una minoria marginada o est inca: pacitada, los médicos se la quitan de encima con tranquilizantes 0 4a hospitalizan para mantenerla apartada o fuera de la vista. Nada de eso ocurre en la curacién femenina, un sistema basado en el tra to personal entre individuos. A la mujer con una enfermedad fi se le ensefia a buscar y curar sus causas, mientras se le alivian los sintomas y el sufrimiento. A la mujer con un malestar emocional se le muestra su propio poder y se le invita a usar ese poder interior para hacer con su vida lo que desee. En la medicina patriareal, una mujer con algun trastorno psiquico ~y todos estamos expuesios a ello-es considerada mentalmente cenferma», mientras que la me dicina femenina la adiestra para que desarrolle todas sus capacida. des y la respeta. En la medicina patriarcal, jamds se descubren las razones de la enfermedad de una paciente en ls curacion femen na, conocer el motivo forma parte de la curaci ciente lo descubre oreconoce porstimbana, aco” ¥ a Basiente Las sanadoras actuales intentan devolver el poder, la potencia interior y la divinidad femenina interna a mujeres y Lontree Como resultado del feminismo y el movimiento femenino radi. cal, de la Nueva Era y la espiritualidad femenina, las mujeres in. vestigan y recuperan los antiguos métodos sanadores, ineluidos los psiquicos, y los combinan con la medicina alopatica y el orgullo matriarcal de la diosa para curar y prevenir la enfermedad en su 22 origen. Se hace hincapié en el ser y la integridad fisicoespiritual, la ley natural y las interconexiones de cuerpo, emociones, mente y €5- piritu. El acento se pone en el aprendizaje y la comprension, y lue- 0 en ensefiar a otros gratuitamente. En la filosofia de Sally Gearhart, estudiosa de la divinidad fe- ‘menina, recuperar el potencial sanador de la mujer es un retorno a las fuentes para cambiarlas: «Se trata de encontrar otra fuente, to- talmente distinta y primigenia, una fuente més profunda que el pa- triarcado», Es una nueva manera de ver y utilizar la energfa para trabajar con y por las mujeres en vez de hacerlo contra ellas, y los meétodos sanadores femeninos de la imposicién de manos, la cura- cién psiquica, el uso de cristales y gemas, las auras, la visuali Zacion y la meditacién son modos ala vez antiguos y ntievos de ver literal y figurativamente. Volver a las fuentes es evaluar de nuevo las cosas perdidas o reprimidas en la cultura femenina, las habili- dades del «trabajo femenino» durante tanto tiempo denigradas por los hombres patriarcales, los papeles de dadora de vida, nutridora y dispensadora de cuidados sin los cuales ni las mujeres ni los hombres podrian sobrevivir. Esa fuente de energia y fuerza co- mienza con el yo, el individuo, el poder interior de la mujer. Entre mujeres se convierte en interpersonal. Penetrar hasta la divinidad femenina interior, el poder interno, y recuperar la fortaleza indivi- dual y la autodeterminacién conduce finalmente al exterior: las mujeres que se curan a sf mismas empiezan a curar a los demés y a la Tierra. La armonia con el yo conduce a la armonfa con los de- mis y con el universoldiosa/Tierra, y la armonia significa salud y bienestar. Como dice Gearhart «tuna fuente o clase de poder cualitativamente diferente del que nos han enseftado a aceptar o utilizar [...}. El desarrollo de esa fuente, permitigndole alcanzar sus plenas dimensiones, podria significar la redencién del globo de la devastacién que lleva a cabo el patriarcado. El cambio de la fuente de poder es un regreso al respeto por la Tierra y el cuerpo femenino, la fuerza vital y la vida misma, las mu- jeres y la diosa. Es devolver la vida al planeta, luchar contra el ‘apartheid, limpiar los lagos, salvar las ballenas y las focas, rechazar Ia defensa nuclear y la construccién de plantas nucleares, Es recu- perar el trabajo y las ensefianzas de mujeres hoy ignoradas, nom- brando y respetando a las mujeres del pasado y el presente por sus contribuciones ala eivilizacion y la cultura. Es regresar a la diosa y la divinidad femenina interior, al poder que llevamos dentro en vez del poder impuesto, es recuperar, descubrir y construir a partir del conocimiento de sanadoras anteriores al patriarcado, comadronas con habilidades hrujeriles, uma adicién a la ciencia médica mas 23 ‘que una negacién de ésta. Es un regreso a valores y métodos mas humanos en medicina y curacién, a la responsabilidad personal y la participacién de sanadora y sanada ya las relaciones de respeto e interés por el préjimo. Asflas mujeres trabajan juntas para curar- sea s{ mismas, mutuamente, ya la Tierra La curacién femenina es un retorno a las fuentes no sélo para las mujeres sino también para sus hijos y los hombres, para el pla- neta como entidad femenina divina. Gracias al feminismo, el mo- vimiento radical de curacién y de espiritualidad femeninas, las mujeres llegan a ser conscientes de su poder interior para curarse a si mismas y al projimo, para crear y sostener la vida, incluida la suya propia, para proteger y curar al mundo. Las mujeres pueden. aceptar este poder, el retorno a la fuente de la «accién femenina» y la curacion, o rechazarlo, y cualquiera de estas alternativas tiene consecuencias de gran alcance para la supervivencia de la vida y la Tierra. Las mujeres pueden decir «no» al patriarcado que destruye y, en su lugar, afirmar un matriarcado que prodiga afecto y sana. Pueden decir «no» a la guerra y los residuos nucieares, a la opre- sién de los pueblos, al racismo, el sexismo, el rechazo de los dismi- nuidos y la pobreza, recuperando el poder interior y utilizéndolo Juiciosamente y bien. Pueden rechazar la mala salud y los malos tratos, y recuperar el bienestar para si mismas y para todos. Las, mujeres que aceptan el regreso a las fuentes para cambiarlas, acep- tan al mismo tiempo el retorno a los valores de la diosa, los valores matriarcales, el ser y la libertad femeninos, la curacion y la paz. La alternativa esta aqui y ahora, clara y presente. Mediante el apren- dizaje y el uso de las habilidades, compartir las habilidades y acep- tary proteger el poder de las mujeres, éstas pueden alcanzar la ple- nitud de su potencial Este libro supone un «no» al patriarcado y un «sf» alas mujeres ya los hombres sanos que tienen su divinidad femenina interior, Enseha ciertas habilidades iniciales en direccién a la paz de las sa. nadoras. La imposicién de manos, la curacién psiquica, la actua- cién sobre el aura y con los colores, la visualizacin, los poderes de los cristales y las gemas son todas ellas cosas que la sanadora cono- fa antes del patriarcado y la medicina masculina que usa el poder impuesto. El viaje hacia las fuentes para cambiarlas y recuperar el ser y el poder interior son descubrimientos de la diosa y el po- der femenino interior, de las mujeres, sus yoes y st bienestar. 24 PRIMERA PARTE Curaci6n basica ESTA TIERRA Qué es para mi tater es mi hermana, Amo su gracacotdlana, su ate simi secon cho a meer esa mos esta ere uta en a ota, odo To qu hemos perdido Io que hemos sue, todo gue sabomos estamos asombra. despot bles, yo oa gules param ges Susan GRIFFIN, s Woman and Nature. The Roaring Inside Her, ‘San Francisco, Harper and Row Publishers, 1978, p. 219. CUIDAR DE NOSOTROS MISMOS La curacn es un viae dentro de uno mismo para volver a nied ever, la mantel esprit. La ener itl que posen todos las sees vivosescanalicada a travis de uno afin de ie. rar la energa bloucada. El ejerccio, ele eso, of ol, a dicta saludabl, un descanso adecuado,labreexpresion de las emociones abren los pasadizos. - LEE LANNING Y VERNETTE Hart, Ripening: An Almanac of Lesbian Lore and Vision’ ‘Minneapolis, Word-Weavers, 1981, p. 127. Cuando damos poder, rusia ener, nics sn takin» prodigamas cued sn impor doin. Ets Gime mats tones colo and tenemos necesidad, somos muridos sin se lados'ycuidan de nosotros sin sue nos sinionoe tnpochen Sone melas amas Lee Lass ¥ Venere Har Ripening: An Amana of tesbion Laka oe WMinncapale Word eaeas oe Fete Cuerpo, emocién, mente y espiritu: El aura La curacién femenina, como la espiritualidad de las mujeres, es una conexién de lo visible y lo invisible, y la sensibilidad femenina flo invisible, su capacidad y conocimiento psfquicos es la mayor esperanza de curacién en la actualidad, El uso que hacen las mu- jeres de la sensibilidad psfquica, de la intuicién y la conciencia del ‘aura, ha sido ridiculizado y reprimido en el patriarcado occiden- tal, pero se reconoce y se respeta entre los indios norteamerica- nos, en Africa, India, China y Sudamérica, donde todavia hay mu- chas culturas matriarcales y cultos a la diosa. En Occidente las mujeres estan recuperando las habilidades perdidas que poseye- ron las brujas, prestando atencién al conocimiento y la salud inte- riores. Al igual que otros elementos femeninos, la intuicién de las mujeres tiene detras cosas reales y es una sabiduria para la super~ vivencia y el bienestar. La conciencia interior, la sensibilidad, la armonfa y la intuici6n estén al alcance de todos y son las claves de Ta mujer para acceder a la diosa y la divinidad femenina interior, a a curacion y el poder interno autosanador. Al conectar las cuatro partes del ser, fisica, emocional, mental y espiritual, y ser cons- Gientes del mismo, las mujeres lo utilizan, junto con el aura, para curar. ‘Alrededor del cuerpo fisico de la mujer esta su ser invisible, el aura, compuesta por capas de energia. El yo fisico tiene, en primer jugar, una doble capa de energfa, llamada cuerpo etéreo. Ahi co- mienza la salud, ahi se refleja y ahi es donde primero se manifiesta Ja enfermedad, antes de llegar al cuerpo fisico. El cuerpo emocio- nal/astral es la siguiente capa del aura, el nivel del sentimiento fe- ‘menino, la conexion entre el cuerpo y la mente. El cuerpo mental de la mujer, la siguiente capa mas alla de la emocional, tiene dos niveles de aura: el mental inferior y superior, o pensamiento racio- ale intuitivo. El cuerpo espiritual consiste en tres niveles de aura: inferior, medio y superior, yes el espiritu 0 alma de la mujer, su co- nexién con la diosa y el universo. El aura femenina se compone de Toe cuatro cuerpos de energia. el fisico/etéreo, emocional, mental ¥ 27 El aura espiritual que son, a su vez, siete capas 0 niveles. Un «cordén de plata» de energia vital conecta los cuerpos invisibles y a la mujer all sery el no ser (la vida a la muerte) En los ejemplos sencillos del uso de los cuerpos invisibles para sanar, la mujer sostiene un amatista y, abriéndose a sus energfa usa la piedra y sus poderes emocional y mental ~sus cuerpos eté- reo, emocional y mental invisibles— para relajarse y dormir. La me- dicina llama a esto biofeedback. En otro caso, sostiene un cristal sobre un pie inflamado. Usa el cristal y la imposicién de manos, el cuerpo etéreo de su propia aura, conecta la espiritualidad con la diosa y visualiza y desea que la rojiza hinchaz6n desaparezca. El dolor y la inflamacién desaparecen de la noche a la mafiana. De la ‘misma manera utiliza la energia de sus manos (cuerpo etéreo) yun cristal con otra mujer, y a ésta le desaparece un dolor de cabeza ‘que duraba ya tres dias. Puede actuar s6lo con el cuerpo y el aura Alas manos fisicas y el doble etéreo dirigidos por medio de su men- tea través de las emociones y relajada cn un nivel espiritual de so- siego- o con las manos y gemas, usando también esos niveles del aura, Cuando actiia con otra mujer, resultan afectadas las auras de ambas mujeres. La medicina considera los resultados como rem sion esponténea o efecto placebo. No puede explicarlo y lo descar- ta, pero sanadora y paciente saben Io que han hecho y cémo. La curacion consiste en el uso de los cuerpos aurales invisibles, los cuerpos energéticos, para cambiar las condiciones en el plano visi- ble y terest. : ts La medicina masculina y el patriarcado fragmentan las partes del ser femenino, no sélo separan lo visible de la totalidad invisi- ble, sino que también separan el yo fisico. Un médico trata las do- lencias de la espalda y otro las del coraz6n, mientras que un terce- ro se ocupa del titero y los ovarios. Ninguno trata a la mujer en bu totalidad ni reconoce sus cuerpos de energia, la unidad de su ser total, El sistema de poder impuesto niega lo que no ¢s fisico, lo que no es medible cientificamente, lo psiquico e irracional, como niega la conexi6n femenina con tales cosas. Se niega a reconocer, se mofa del papel de las emociones, la mente y el espiritu en la curacién, los reprime y prescinde de su estudio o Su uso. El cuerpo fisico terreno se acepta como un hecho, es demostra- ble, medible y tratable, pero el patriarcado judeocristiano también Jo ve como un «mals, como algo que debe ser castigado o domina- do a la fuerza. La medicina actual sigue sosteniendo esa actitud y no reconoce el doble vinculo fisico y etéreo del aura, su nivel emo- cional/astral no se toma en consideracion, la mente y el cuerpo mental son reducidos al cerebro fisico y el espiritu se deja a las re igiones masculinas que no logran satistacerlo o realizarlo. La cien- cia niega e ignora las ensefianzas de millares de misticos, videntes y sanadores que han existido en todas las épocas y culturas, como 29 también rechaza la intuicién femenina inherente al aura e incluso a la Biblia, pues ambas describen al aura y los cuatro cuerpos. ‘También niega el «cordén de plata», el hilo de la vida que conecta los cuatro cuerpos a la carne terrena y la existencia. De esta ma- nera, la medicina masculina pierde valiosos recursos y trata la enfermedad s6lo en una fraccién de la paciente, tnicamente en el plano de su cuerpo fisico, Sus «curas» son parciales e ineficaces, traumaticas y drasticas, y podrfan ser mucho mas faciles y me- jores. Por ejemplo, a una mujer que padece insomnio se le prescriben barbituiricos para desactivar ciertas partes de su cerebro. Asf llega a depender de los farmacos y ya no puede conciliar el suefio por sf misma, si no es con la ayuda de las pildoras. A una mujer con un pie inflamado le recetan medicamentos para eliminar la infeccién, en vez de usar su propia aura y los distintos niveles corporales para eliminarla por s{ misma, La «cura» requiere mas de una semana, la causa de la infecci6n no desaparece y los medicamentos hacen que el organismo se vuelva resistente a ellos y pierda su inmunidad. Una mujer que sufre dolor de cabeza, toma otra aspirina y el dolor desaparece durante cuatro horas, pero el dolor, que ya le dura tres dias, regresa La curaci6n femenina es psiquica: incluye al cuerpo fisico de la mujer, su doble etéreo, sus emociones, la mente y el espiritu invisi- bles, su voluntad y todo su ser. Las habilidades de visualizacién, meditaci6n, curacién psiquica, uso de cristales y gemas, hacen que lo invisible ‘afecte a lo fisico, y ponen las energias invisibles al alcance consciente de la masa sélida. Los métodos utilizan el libre albedrio, el poder de la diosa y la ley natural, el aura, el cuerpo fisi- co denso y el poder interior, a fin de conseguir la curacién en el ori- gen celular y en armonfa con todos los niveles. Surte efecto en ca os en los que la medicina masculina suele fracasar porque cone: ta los cuatro planos de la existencia: el cuerpo, las emociones, la mente y el espfritu, conecta lo visible y lo invisible, los niveles de masa y energia que tiene la fuerza vital. El aura energética de una mujer es un campo de fuerza eléctri- co, la energia facilmente sentida pero, en general, invisible que en- vuelve al cuerpo fisico terrestre. Contiene siete capas reflectantes 0 niveles circulares de energia, los cuales componen los cuatro cuer~ os. Cada una de las capas aurales tiene, a su vez, siete niveles pro- pios, hasta un total de cuarenta y nueve niveles. En el siguiente ca- pitulo se describen los siete centros principales de energia localiza dos en el doble etéreo, la capa fisica del aura. Hay también cuarente y nueve chakras totales, incluidos centros mas pequefios, y los siete chakras principales corresponden a las siete capas prin. cipales del aura. En este libro sélo nos ocupamos, por extenso, de los niveles y chakras principales, 30 De los siete niveles principales del aura: El primer anillo revela el estado de salud de la mujer (doble etéreo), el segundo (cuerpo astral o emocional) sus emociones, el tercero su composicién intelectual, el cuerpo su mente supe- rior (las dos juntas constituyen el cuerpo mental)...,e1 quinto su espiritu, o el vinculo entre el individuo y el cosmos (cuerpo es- piritual), mientras que el sexto y el séptimo revelan aspectos césmicos (y también el cuerpo espiritual).! El doble etéreo contiene los chakras y es el nivel del diagnéstico psiquico y la imposicién de manos. El cuerpo emocional o astral es el de los colores cambiantes que conocen las mujeres capaces de ver o sentir las auras, y la emoci6n es necesaria para sanar. El cuer- po mental esta formado por dos franjas aurales, los niveles intelee- tual e intuitivo, y es el lugar de la visualizacién creativa y la cura~ cién mental. El cuerpo espiritual tiene tres capas aurales, los as- pectos de Doncella/Madre’Vieja Bruja de la diosa, el superior de Tos cuales es la conexién de la mujer con la divinidad y el universo. Las mujeres conectan con la diosa y sus cuerpos espirituales para, curar por medio de estados de meditacién ‘Las auras mental y espiritual son los niveles que con menos probabilidad perciben las mujeres que ven o sienten auras, pero la Capacidad de ver o sentir el aura fisica/cuerpo etéreo y los niveles emocional/astral se puede aprender. El aura fisica suele percibirse como una linea muy delgada, azulada o transparente alrededor del cuerpo terreno, por encima y debajo del doble etéreo, del que for- ma parte. El doble etéreo es tina cinta de un negro rojizo que se ex- tiende entre capas de luz. El cuerpo emocional/astral es Ja franja vibrante, més ancha y de color cambiante que se inicia a unos diez centimetros del cuerpo y varia con las formas del pensamiento y Jas emociones de la mujer. El cuerpo mental inferior transmite las, formas de pensamiento y, a veces, se percibe como unos colores 0 luces despedidos desde el interior del aura emocional. El cuerpo visible, fisico, el de la came terrena que envuelve el aura es materia densa de baja vibracién, y cada uno de los niveles aurales invisibles y los cuerpos aurales vibra por encima de él a ma- yor velocidad, El cuerpo denso terreno es la mujer visible: come, Tespira, habla, digiere y elimina, menstria y experimenta la vida mediante los sentidos terrenos de la vista, el ofdo, el olfato, el gusto yeltacto La medicina masculina trata y acttia exclusivamente so- bre este plano terreno, sobre reacciones que son medibles y empf- ticas para la ciencia, mediante la causa y el efecto. Trata a la masa mientras que la curacién femenina trata a la energia, y sus expec 31 tativas se basan en normas y promedios mas que en las reacciones individuales de las pacientes, las dimensiones quimica o astral. Ac- tuar sobre la vibracién energética mas baja, significa hacerlo en el nivel més tosco para la eficacia de la curacién, el lugar donde ac- tian la cirugia y los férmacos. El cuerpo denso terreno es la tinica realidad que acepta la medicina masculina, y ser parcial hasta que la ciencia descubra el aura que siempre ha estado presente. Las mas recientes teorfas de la fisica y la quimica orgdnicas pre- sentan algunas ideas interesantes sobre la composicién del cuerpo visible, teorfas que verifican cientificamente lo que videntes y sa- nadoras han dicho durante miles de afios, pero que los médicos to- davia rechazan con burlas, y que dan crédito cientifico a los niveles aurales. Las pantallas quimicas del doctor W. J. Kilner hicieron vi- sible el doble etéreo a cualquiera, y ya eran un instrumento para la diagnosis en 1911. La técnica fotografica de Kirlian hace visibles Tas auras que rodean a personas y animales, plantas, cristales y ob- jetos inanimados. La ciencia de la radiografia cristalografica es una especialidad en auge, de la que fue pionera la cientifica Rosa- lind Franklin en la década de los aitos cincuenta. Los descubrimientos por parte de la fisica cuantica de las es- tructuras del tomo sitdan grandes espacios vacfos entre los éto- mos y sus partes, que son campos de energia (auras). Incluso la materia mas densa se compone principalmente de espacio va: cio. El autor cientifico y sanador George Meek ha explicado que las porciones s6lidas (masa) del cuerpo humano se componen de un 75 a un 80% de agua y las distancias entre los atomos de esa materia tan s6lida significa que jel 9 % del cuerpo corresponde al vacio! Para ayudar a comprender esto, pone el ejemplo de que si un tomo del cuerpo tuviera el tamafio de una manzana, el siguien- te dtomo mas cercano estarfa entre mil seiscientos y tres mil dos- cientos kilémetros de distancia.’ De esto se desprende la idea de que la materia orgdnica s6lida en el plano terrestre se compone principalmente de energfa, de los espacios entre los étomos, y en todas las culturas los sanadores saben que la energia es lo que compone los cuatro cuerpos y el aura, que usan para curar. La me- dicina trata la pequefia porcion de materia solida que existe, Otra teorfa cientifica que corrobora el acierto de nuestro siste- ma de curacién es la composicion de las moléculas de agua que componen la mayor parte del cuerpo visible terrestre. El cuerpo es casi agua, y el agua es un compuesto inestable de hidrogeno y oxi- geno intercambiable por casi cualquier forma de energia. La ener- g{a sanadora movilizada por la imposicién de manos, los cristales y las gemas es una energia que puede transformar la estructura vinculadora del agua y cambiar el crecimiento de los enzimas del cuerpo," lo cual explica el cambio de la enfermedad por la salud. Lahermana Justa Smith, de Buffalo, con otras cientificas america- 32 nas y de otros pafses estén trabajando en la medici6n y la doc mentacién de tales cambios. El sanador que emplea la imposicién de manos crea cambios en los campos energéticos invisibles del aura y también produce cambios en la carne material «sélida» al cambiar la composicién de su agua y el equilibrio energético entre los dtomos. Mas adelante examinaremos el papel que juegan los cristales y la imposicidn de manos en estos cambios. Una fercera teoria interesante que prucba el acierto de las sanadoras es el nuevo conocimiento de la intercomunicacién celular yel rapido cambio. «Mas de 60,000.000.000.000 de células del cuerpo fisico... estén unidas por un sistema de comunicaciones altamente perfeccionado»," y las células son generadoras de energia viva y ADN. Una sola célula de cualquier parte del cuerpo puede usarse para clonar todo un nuevo organismo, Esto es un hecho y no ciencia fic- cién. Cada célula contiene el plano completo del individuo. Las célu- las mueren y son sustituidas por otras a la velocidad de 5.700.000 por segundo. La proteina, el principal componente del cuerpo después del agua, también es reemplazada continuamente, por lo que cam- bia la materia de los pulmones, el cerebro, los huesos, la piel, los mtisculos, en diversas extensiones de tiempo, desde dias a meses. Solo el «disenio» de nuestro cuerpo, que cambia ligeramente con el paso de los afios, permanece constante... Sila sanadora y la paciente pueden ayudar a esas nuevas células a nacer en un estado de salud y perteccién, en vez de como un facsimil de las células enfermas que han muerto, entonces el cuerpo estaré en camino de recuperar la salud.* Estos cambios y sustituciones celulares hacen que el cuerpo hu- mano visible sea totalmente nuevo cada seis meses, y cada célula es un microcosmos consciente de toda la masa corporal. Cambiar la informacién de la célula de enferma a sana, mediante la energia sanadora de la imposicién de manos, la visualizacion creativa y las, formas de pensamiento, las energias de cristales y gemas, hace que el trastorno sea sustituido por el bienestar, mucho mas répida y completamente que el trauma de la recuperacién quirtirgica o los farmacos. Los métodos sanadores femeninos eliminan el trastorno, en el plano celular. Alno investigar y hacer uso de esta fuente, la me- dicina alopatica hace un flaco servicio a sus pacientes. Las sanadoras orientales conocen la teoria celular desde antes del cristianismo y el judaismo, y antes de estas dos religiones existfan los matriarca- dos de la divinidad femenina, en los que las mujeres sanaban. El doble etéreo es el espejo invisible del cuerpo fisico terreno, su siguiente dimensi6n. Es el primer nivel, la franja de fuerza vital del 33 aura de la mujer, que interpenetra el cuerpo terreno denso. Tam- bien llamado aura fisico, aura de la salud 0 nivel bioplasmico, tie- ne el objetivo de sostener la vida mediante la distribucién de ener- gia y conectar el cuerpo terreno al plano astral/emocional.” Los Chakras estan localizados en este nivel (del que hablaremos més extensamente en el capitulo siguiente), y el doble etéreo es respon- sable de la absorcién y el uso del prana (vitalidad y fuerza vital), la energfa enviada y utilizada mediante los cristales y la imposicién de manos. Los cambios efectuados en el doble etéreo 0 los chakras mediante la visualizacion creativa, las gemas o la ausencia de ac- cién curativa pueden eliminar la enfermedad, reprogramar el cuer- po etéreo y transmitir los cambios al nivel terreno denso, es decir, a las células y los drganos. Como el chakra de la rafz con el que esta franja aural tiene correspondencia, su color es negro o rojo, su direcci6n en el circulo es el norte y su elemento la tierra.’ Las gemas de comienzo para este nivel son el granate y la turmalina ‘Una mujer ve su propio doble etéreo. Desnuda y sentada en el suelo, sobre una alfombra oscura, sin més iluminacién en la habi- tacién a oscuras que las velas encendidas en el altar, respira honda y ritmicamente y relaja su cuerpo fisico paso a paso, sosteniendo un cristal en Ja mano izquierda para ayudarse. Traza un cfrculo, si lo desea o solicita la presencia de la diosa, y pide que le permita ver. Se mira la pierna 0 el brazo iluminados contra el fondo oscu- ro, su mente se aclara y mantiene los ojos fijos en un punto. Si usa galas, se las quita, permnitiendo que su vision fisica se desenfoque y que se abra su tercer ojo, la vision aural. Lenta y esquivamente aparece el aura. Cuando la mujer parpadea, el aura oscila pero re- gresa. La mujer no mueve los ojos. La mujer ve una linea luminosa muy tenue en su piel, que sigue los contornos de su cuerpo, La linea mide medio centimetro o me- nos de anchura,* y conectada a ella por encima hay otra linea, una franja de color rojinegro. La franja oscura presenta lineas o estrias y tiene la textura de una cinta de gro. La cinta es el doble etéreo de Ja mujer que sigue los contornos de su cuerpo y la tenue linea lumi- nosa entre ella y la piel. Mide entre centimetro y medio y tres centi- metros. Por encima del doble etéreo hay otra franja de luz, mas an- cha, azulada, plateada, multicolor como el arco iris o transparente. Cuando la mujer se encuentra en un estado sereno y meditativo, la franja luminosa mide de cuatro a cinco centimetros de anchura, ¢ incluso més. La anchura es la misma alrededor de todo el cuerpo, ¥ resplandece tenuemente, parece estar presente y no estarlo, * Esto varfa segdin la mujer, su salud, nivel de energia y condiciones de la vision, Aqui las deseripciones son personales, Las mujeres de color pueden ex- perimentar con fondos neutrales en ver de oscuros. 34 La curacién tiene lugar en el doble etéreo antes de que se mani- fieste en el doble terreno, y la enfermedad, tanto manifiesta como la- tente, es visible en el doble etéreo. W. J. Kilner, en su libro The Aura, de 1911, fue el primero en observar cientificamente las auras fisicas sanas y enfermas en mujeres, nifios y hombres, Utiliz6 lentes, tintes quimicos, dicianina y carmina, para hacer visible el cuerpo etéreo. Kilner registré y describi6 cambios en el aura fisica/doble eté- reo, las diferencias de edad, sexo, salud y condicién. Pudo distin- guir la diferencia entre el inicio del embarazo y la inminencia de la menstruaciGn en la mujer por los cambios en la forma y la textura del aura.” Era capaz de detectar el trastorno antes de que el pacien- te «cayera enfermo», as{ como la extensién v duracién de la enfer medad que va a declararse o ya declarada. Observ6 las auras mas anchas y desarrolladas de las mujeres sanas comparadas con las de hombres también sanos, de nifias comparadas con nifios, y las eda- des en las que el aura de un nifio se convierte en la de un adoles- cente y Iuego la de un adulto. Observé los cambios en el aura du- rante el embarazo, fue capaz de efectuar diagnésticos precisos de enfermedades concretas y distinguir entre trastornos fisicos ¥ emocionales, mediante la observacién de la paciente y su aura a través de unas lentes con revestimiento quimico que hacian visible el doble etéreo. Observé que los pacientes, sobre todo las mujeres, podian producir cambios en sus auras fisicas simplemente dese do que ocurrieran, y que la «fuerza urica» de una persona podia ser enviada o inducida por la fuerza de la voluntad para que diera otra vitalidad (prana 0 curacién). Este es el principio de la imposi- cién de manos y la curaci6n psiquica, y los cristales y gemas con- centran y amplifican la energia. El trabajo de Kilner con colores complementarios se utiliza también en la actualidad: es uno de los instrumentos de las sanadoras, junto con el equilibrio de los cha- kras y las gemas de colores. Aunque las ilustraciones y las descrip- ciones de la obra citada no son tan claras como deberian ser, la obra es importante y objeto de estudios modernos. Kilner no era un vidente y tenia la desconfianza de los médicos hacia los fenémenos psiquicos, pero hizo que el doble etéreo invisi- ble pudiera ser visto para medirlo. Muris totalmente relegado y de- sacreditado por su obra pionera, que la medicina masculina se negé a tomar en serio, una obra que verificaba cientificamente lo {que las sanadoras sabian y habfan visto durante siglos. Muchas de las pacientes que ayudaron a Kilner en sus experimentos eran mu- jeres y, tras su muerte {ueron sanadoras y videntes quienes descu- brieron y validaron sus hallazgos. Annie Besant y Helen Blavatsky fueron dos videntes contemporaneas que trabajaron desde el lado de lo invisible en el doble etéreo y el aura. Tanto su trabajo co- mo el de Kilner fue germinal, pero, naturalmente, la ciencia no reparé en él, Kilner intent emplear los métodos cientificos en la 35 curacién psiquica, algo que no volvi6 a ser intentado hasta hace poco y en Jo que deberia emplearse mas esfuerzos. EI doble etéreo es esencial en la curaci6n femenina y el uso de cristales y gemas por varias razones, una de las cuales son los cha- kras, los principales centros energéticos del cuerpo que estan si tuados en este nivel. Junto con los chakras se encuentran los nadis| y los meridianos, los centros donde terminan los nervios utilizados én las técnicas de acupuntura y acupresura. La curacin requiere jue se despejen y equilibren los chakras y meridianos para el libre flujo de la energia y el uso del prana. El doble etéreo absorbe, al- macena y distribuye el prana a través de los chakras y los meridia. nos, y los chakras son el sistema que inmuniza el cuerpo contra la enfermedad. El prana es la fuerza vital, los «rayos» enviados en la imposicion de manos, y por lo tanto gran parte de la curacién se envia y recibe desde el doble etéreo. La energia Kundalini, la diosa Shakti en forma de serpiente de fuego, también esta localizada en ese nivel. Cada cuerpo del aura es un eslabén conectivo con los ni- veles situados por debajo y encima de él, y el doble etéreo es el puente entre el cuerpo denso fisico y el plano astral, entre masa ¥ energfa. La muerte, sencillamente definida, es el paro del doble eté- reo, el nivel de la fuerza vital del aura. El cuerpo emocionaVastral es la segunda capa o anillo aural, de color anaranjado y correspondiente al chakra del vientre, su direc- cién en el circulo es el norte y su elemento el agua. Las gemas ini- ciales son la cornalina y el coral anaranjado/rojo. Este es el cuerpo del sentimiento, la emocién, el desco y la pasién, es decir, el nivel subconsciente. £1 cuerpo emocional del aura femenina es la franja luminosa entre quince y sesenta centimetros de anchura mas alld del doble etéreo, la tnica que, normalmente, perciben las mujeres capaces de ver o notar las auras. Sus colores cambian con las varia- ciones emocionales y estén conectados a los pensamientos, pero no son las pautas, en las que se organizan los pensamientos, del cuerpo mental que viene a continuacién. Aunque el arco iris emo- cional varia y cambia, suele haber uno o dos colores predominan- tes que son propios de cada mujer, y los colores que aparecen en el cuerpo emocional tienen una clave universal. Son los colores utili- zados en la curacién y el uso de colores, los colores de los chakras, las principales orientaciones para elegir una gema sanadora. Si bien el color correspondiente a este cuerpo es el anaranjado, el aura emocional se manifiesta en todos los colores del espectro de los chakras. El reciente atractivo popular del arco iris que se expresa en el arte y las tarjetas de felicitacién es un reflejo de los colores univer- sales del cuerpo aural emocional. Los colores son el espectro basi 36 co, rayos luminosos que van de cortos (rojo) a largos (violeta), en el orden rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, indigo y violeta. To- dos estos colores mezclados como luz dan la luz blanca, mientras que mezclados como pigmento dan el negro. La claridad y refina- miento del color en el aura emocional, 0 el color que se envia en la curacién, es el grado de refinamiento y desarrollo en la mujer visi- ble, 0 en los efectos sanadores enviados. De la obra de Annie Besant, C. W. Leadbeater y S. G. J. Ouse- ley se desprende que el rojo claro en el aura emocional es afecto, vida, pasién y amor; los tonos rosados son un amor superior ¥ desinteresado, el amor universal o sano amor a una misma. El naranja claro es buena salud, orgullo y ambicién, el color propio de personas extrovertidas, con tacto y cualidades de liderazgo. El amarillo claro denota intelecto, inteligencia y raz6n, alegria y op- timismo. E] verde claro en el cuerpo emocional denota simpatia y adaptabilidad, éxito, prosperidad, individualismo e independen- cia. Los azules més claros y verdeazulados corresponden a muje- res abnegadas e inspiradas; indican lealtad, dependencia de una misma y confianza en sf misma. El azul claro se asocia con la dio- say la luna. El indigo claro, un azul mas oscuro, es espiritualidad ¢ integridad, creatividad, inspiracién e idealismo. El violeta claro es el color altamente desarrollado de las sacerdotisas e indican trascendencia, espiritualidad superior, unicidad, afecto, entrega, verdadera grandeza y sabidurfa, Los colores que no son claros denotan caracteristicas menos positivas: los grises depresion y temor, los grises verdosos engaiio y celos, los rojos oscuros inten- sos expresan célera y los amarillos densos egoismo. Los matices mas coloreados indican emociones més fuertes. Cuando se utili- zan en la curacién, s6lo se envian los tonos de color claros y vi- brantes."" Las gemas de un color determinado contienen los atributos del mismo, mientras que el cristal transparente puede programarse para cualquier color, pues los contiene a todos ellos. Ejemplos de auras para los atributos del color aural son: rojo, rubi; anaranjado, cornalina; amarillo, ambar o topacio; verde, jade o peridoto; azul, lapislizuli; indigo, zafiro; violeta, amatista. Todos los colores de la luz blanca se encuentran en el cristal de cuarzo transparente, y to- dos los colores de pigmento que son negros se encuentran en la turmalina negra o el nice negro. En las gamas del espectro superior, de azul a violeta, los colores y atributos se mezclan, lo cual también ocurre en las gamas infe- Tiores. Los colores del espectro del cuerpo emocional/astral corres- ponden a los siete niveles aurales y a los colores de los siete cha- kras principales. Sobre ellos diremos mucho mas en todos los as- pectos de la curacién. Inducir un color determinado en el cuerpo ‘emocional, o usar una gema de color equivale a causar cambios en a7 el estado de nimo y la actitud de una misma o de los demas que afectan en gran medida a la salud y el bienestar. ‘Muchas mujeres perciben el aura emocional y sus colores sin ver- los fisicamente, y esta habilidad se puede adiestrar a fin de notarla y verla. Los talanies y atributos del cuerpo emocional/astral son los mensajes de «intuicién femenina», realizados 0 no como colores. Crean primeras impresiones que suelen ser exactas cuando no se analizan, pero que la ciencia masculina rechaza por sirracionales». Sintonizar con estas impresiones y valores cromaticos, ser conscien- te de ellos y notarlos es tanto como estimular el desarrollo psiquico. Para percibir visualmente el aura emocional, haga que una mu- jer se siente o permanezca de pie ante un fondo blanco y una luz proyectada frente a ella. La suave luz de una vela es una buena fuente luminosa. La mujer que desea ver se sienta a pocos metros de distancia y se coloca en un estado meditativo aspirando hondo y relajandose, como en la observacién del doble etéreo. Traza un circulo, si asi lo prefiere, y quiz4 sostiene un cristal o una piedra de Ja luna en la mano izquierda para estimular al tercer ojo, y pide ver Jas auras. Mirando fijamente la frente/tercer ojo de la mujer que tiene enfrente, deja que sus ojos fisicos se desenfoquen y que se abra su tercer ojo, el chakra de la frente y capa media del aura espi- ritual, Si leva gafas deberd quitarselas, puesto que la vision que usa ahora no es fisica. El aura aparece primero como una luz clara que resplandece y se mueve débilmente, en general un brillo alre- dedor de la cabeza. Aparece como una neblina tenue y luego se abrillanta. Los colores, o un solo color predominante, reflejo de la personalidad, aparecen tras una larga espera y tras incitarles o pe- dir que aparezcan, Cuando la mujer parpadea, los colores o la luz oscilan pero no desaparecen, mientras ambas mujeres prosigan en su estado meditativo y se mantengan fisicamente inméviles.” Los talleres con Kay Gardner son excelentes para aprender a ver las auras, asi como para conectar los colores con los tonos musicales. Muchos nifios ven las auras de una manera natural y creen que asi ‘ocurre con todo el mundo, hasta que se les dice lo contrario 0 se rien de ellos. Entonces esa habilidad se reprime o se pierde, y es preciso aprenderla de nuevo. Més adelante trataremos de la per- cepcién no visual de las auras. He aqui una experiencia personal. Me hallaba relajada, entre el piiblico asistente a un concierto femenino, cuando vi auras de luz clara de hasta treinta centimetros de altura alrededor de las cabe- zas de las concertistas. Era un grupo de cinco mujeres, de pie en tin escenario con un fondo claro, Empecé a aspirar hondo, Gesen- foqué los ojos y mantuve la vista fija en la nube luminosa alrededor de una de las mujeres. Cuando pedi que le hiciera, el color se pre- Senté lentamente, Primero lo notéy luego lo percibt era un bonito 38 ‘Tras dar las gracias por la apariciGn, desvié la vista a otra mujer del grupo, hasta que, cuando lo pedi, apareci6 una luz rosada a su alrededor. Di las gracias al color y a la mujer que lo llevaba y fijé mi atencién en otra de ellas, una mujer rodeada de una luz azul platea- da, Otra miembro del grupo tenia un halo amarillo dorado. El co- lor alrededor de la cabeza y los hombros de la vocalista era un pre- cioso violeta. Di las gracias a cada color y a cada mujer por el rega- To que acompafaba a su misica. Mientras volvia a mirar la totalidad del escenario, los colores permanecieron con cada mujer, pero ligeramente atenuados, ro- deando la cabeza, los hombros y la parte superior del cuerpo de cada una. Después del concierto me reuni con el grupo y entabla- mos amistad, pero mi timidez me impidié decirles lo que habfa vis- to. Desde entonces, cada vez. que pienso en estas concertistas, las, ‘veo como un arco iris y pienso en cada miembro, veo el color de- terminado mientras oigo su sonido individual. El cuerpo emocional/astral es una de las mas hermosas maravi- Ilas del ser femenino. Constituye un puente entre los diversos cuer- pos y conecta el nivel mental consciente por encima de él con el do- ble etéreo situado debajo, y también conecta el cuerpo con la men- te. Puesto que el cuerpo no puede estar sano a menos que lo estén las emociones, y puesto que las formas de pensamiento del cuerpo mental ejercen un efecto considerable sobre el bienestar emocio- nal, la interrelacién de los cuatro niveles del cuerpo y los efectos de unos en otros empiezan a ser evidentes. El uso de colores y piedras es mucho més eficaz.en el nivel subconsciente del cuerpo emocio- nal y son elementos importantes en la curacién femenina. Los co- lores se transmiten hacia abajo desde el cuerpo emocional al doble ctéreo y luego al nivel fisico terreno. Desde el cuerpo emocional, se transmiten hacia arriba, al mental. A continuacién esta el cuerpo mental, compuesto por dos fran- jas aurales y dividido en los aspectos intelectual e intuitivo, el cons- ciente y el supraconsciente. El cuerpo mental inferior es la mente pensante racional e intelectual, correspondiente al colot amarillo, el chakra del plexo solar. Dos de sus piedras son el mbar y el topa- cio, su elemento es el fuego y su direccién en el circulo el sur. El cuerpo mental superior es la mente supraconsciente imaginativa € intuitiva, el yo superior o cuerpo causal, correspondiente al chakra del coraz6n, con los colores verde 0 rosa, el elemento aire y la di- recci6n en ¢l circulo este." Algunas piedras para este nivel son la venturina, el jade y el cuarzo rosa. A. E. Powell define la diferencia entre las capas como la diferencia entre formas de pensamientos y pensamientos informes, lo concreto y lo abstracto."* El cuerpo mental inferior crea formas de pensamiento que las mujeres que 39

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