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XAVER ZUBIRE studios losieas ona, Matta, Da |e 1944 oy Elo Neda 9° aden an ‘ans, 987) Soleo enc (Ll, 1952 en Men he: tn en Aes Eases) Cc eine i (Le Eun Sac de Etsy Pubena ‘arc nA E885). Inearac sontersafhsipony Hea (1990/1992) ‘ten on 1583, ‘Bhan Ba (1980 8 1985) "Sorel ote 985) serie de ie 189) ena de amano en REALTAS 1973) ‘Cop dept eter on REALTAS i878) Feta el REALITASI 1979), ‘tec vie o Era Et el 6 1983) Spates ds her des elgores 199) Xavier Zubiri Sobre el sentimiento y la volicién Alianza Editorial Fundacién Xavier Zubiti rie es 992 eae 1993 La Fundacén Naver Zaid sgadece aa Fudan Cala de 4 sr In ayuda prestada le en de to nor Rese a dren, De senile suis ea mS de is ect en ee eee rennin areca Sin panen isco nmemencan i i i PRESENTACION En el volumen que ahora we le hur se publican tes cutos Indios do Xavier Zobel. El primero tavo lugar los das 27 de abril y 8, 9, 17 y 24 de mayo 1961 y se thule «Acerca dele voluntad. El segundo, «El problema del mal, se desarol6 Jos das 25 de febrero y 5, 12 y 18 de marao de 1964 El tr caro, enfin, Reflesiones flossteas sabre lo estos, seins paris los dias 15 y 22 de abel de 1975. Siulténeo del pr. ‘aro de esos erst, tanto pot la fecha de compose co ‘mo por las ides que desaralla s el txto que ofvecemos co: ‘mo apindica, sLas fuentes eepiriuses de Je angustiny dela ‘xperanz, que ext fechado en mayo del alo 1961, y que por tanlo puede consdereree como un apéndice swyo. Todos ‘tos texas Henen en comin 2 estudiar dos tpos de acts psiguicor dsintos de lor intelectnlasy complementarioe de lls, los actos de ventimiento y de vole; 0, como pref ‘decir Zu, el weentmientaafecants y In volutad tenden tes, En muchas de us obres, y particalamente en te tog sobre la ntebgenca, publeada ent los aios 1980 y 1983, Zubr reed un enéliis muy pormenorizado de los actos de slstdlecion sonenies. Hublera descado completario con las ‘otras dos dimensiones del piquismo humano, el sentmiento xyla vollcin, peo le fats tempo para realizar. Lo euel no ‘quere decir que no relexionara amplamenterobre estos te ‘as. Lag tes cursot bnuldot en este volumen son buena ‘pracha de ello, Por es0 constiuyen el complemento necesarla Al entudio de ls neleceiin que reaeé en Insigencia sentir te En parangén con exe stim titulo, el actual libro deberla Tamarse Sobre ef sntimentoafecantey le volunted teder- te. La longitid del ttlo nos ha Levado a abrevarlo supe miendo los dos adjetos callicatwos. De at su nombre df itv, Sobre el sentimiento yk wok, En intelgenia sonfane Zu efectué de modo sltamer- te pormenarzado el anslns de ela intslecsén como apreher- én de lo reals (RE 281), 0 también, det moment insect vo de la aprehensién humana. Es el momento primero y ae ca, hnsin el punto de que sino se espctica otra cosa, en hombre aprehensién se kenica on inteeccién. Pero con |a palabra Intolccién pueion sgnficarse cosas dstnas Int= lige puede tomarse, en sentido ampli, como la formalidad ‘que éefine Ia aprehensién humana, a diferencia de a formal- ded del sent, propia de arimal en este caso, como es ob- ‘io, el Simba semntio del trmino intlacein recubre com pletamente el dela aprehensién humana (cl. IRE 281), Pero Inelir puede entencerse también en sentido esto, eco ‘I modo coneraio que posea en el hombre ol primar de los ‘nes momentos esenisles de todo acto de aprehersin, e! de ‘secacién, fenle los de modifcatén tna y respuesta (cL IRE 281), En este caso hay que decir que en Ie apreben- slén humana, ademés del momento de Inelacsén, exstn ‘08 dos, que en tanto son uerors al de susctacén, han te estar determinados por él. Como eerbe Zu, elainicee- ‘36 taniiente [oe el] momento determinane [.] de los otros os momentos de modiicacén téniea y de respuestar (IRE 282), En primer lugar, ela inteleccién determina lor efectos 0 rmodiicaciones t6nicas. Hablo de ‘afetos’ para distingubios Ge le afeecones propos de toda Impresén, La mosiicoion a fnémeno mental lsmado vokintad, Yen seg da lager, hemos de ver céma de exe concepta emergen lat dos direcciones on que exchishamente se mueve e! pensa- miento acual de un lad, cules la funeién de la voluntad an Is construccion de la personalidad, de la figura concrela 18 de la personalidad: y sobre todo, en qué conse ese cardcter ‘timo y radial, excepcional, verso, sin el cual el hombre dorado de elses un ser Ubre: gen que consis In iberiad? He equ ol orden de problemas Enquevamosa mavernes. 9 CAPITULO! LA VOLUNTAD COMO FENOMENO MENTAL ‘Cuando se habla de voluntad, todos tenemos en nuesiros ‘dos la esonancia de frases ya hechas,absolutamente ese lala: al problema; per elemplo, se habla de fuer de vols tad, Se dice que hay hombres que enen mucha © poea fuer: 73 de voluntad. Cuando una les acerca de a voluntd, piensa ‘que se va a hablar acerca de In fuerza de vounind que tenen © no Henen los homies: es un espeto de a cuestén. Oras veces no se nos habla de fa volunad como fuerza, sino mas ‘en def voluntad como eapacdod de querer con una cea frmeza. Y en este sentdo se dice que hay hombres que Ue ‘nen mucha © poca capaced voitva. Pero la vluntad came fuerza y la vluntad coma eapacidad son, més que coractees Intrnsecos dela volusiad,atrbutos que pesee la volniad. Es rmenester saber antes qué es esa voluntad misma que dene e508 atrintos.y por qué los ene. ‘Si eliinainos ast ldo de la evestign, parece que «pro toma de le volinad hebria de quedar tneartnado en otra ‘imensién que, aperentamente por Io menes, es més soler ne: aquela en la que se dice = quiero. Eleesamente, el hombre como sr viene ets consi tamente dofado de dos dmensiones: una Independencia respecto del medi, yun contol especico sobre él En aca a 0 del hombre, estas dos cimensiones, saber, Independiar- 1 del medio, enfrentindose de una dlrta manera eon dl, y habérselas con el mado y condgo mismo para controler, 52 tdeciben a dos funciones especticas suas: enfrentarse con la realidad de la coms y de sf mismo, en tanto que realidad, 5 Justo la msién de la intelgenca; habérselas con ells y consigo misma en tanto que resided, e a voluntad, Realidad no signin aqut que ls cosas eectwamente sean reales, sino fe mi modo de enrentamiento con elas kaa en tanto que realidad. Las cosas son igulmante reales que estimulen a un perro © que susciten una aecién en un hombre, Sin embargo, fl pero no se las tena que haber con las cosas en tanto que realidad, sino en tanto que estilo. Solamente ot hombre iene que habeéraelas con ls cosas en tanto que realidad. Es mmulo y relad son dos formaliades en la manera esrita y formal de prosentrse las cosas. Pcs bie, la formalldad aprehensha os lo que conse la func de i neigenci,Integ es enfrentarse con las co- ‘5 como realidad, en tanto que realidad. ¥voluntad os tener ue habeas con ellos en tanto que realidad, Bien entend- do, que mints la inteligencia en elerto moda no hace sino aber €l panorama denio del can va a exe ol hombre, Je ‘vohintad toca un punto més radeal. Porgue en él ex dende a volunted dice «yo quero», soy yo quien quiere. Entonces pe rece que ol problema de la voluntad «= pura y simplemente ‘scarcer de indapendencia espectcay radical que tene el hombre en el unlverso, en vitud del cual €, coro realidad personal, es quien en buena media decide de sus actos y de fu stualdn en el univero, Ahora bien, « poco que se pien ‘sito es imposible. Este no oso problema de la voluntad. Por ue, efectvaments Ia ase ayo quiero» se puede pronuncar de dos maneras. Una, que conistria en dact, en subeayar el ‘quiero: Yo quiero, a dferencie de yo como, ando o hablo. En te caso quiero sigalca fo que hace ese Vo: una cosa ene ‘095, Puedo aubrayer el mismo Yo y daci oy yo quien aul re Solamente en este caso he subrajalo ol caréctr personal ddl hombre. Ahora bien, en el soy yo quien quiero, queda bien caro que el quero es elgo que frmaré parte de ese vo, ‘ero no afeca directa y formalmente a Ia consucion del yo ‘en cuanto tal La condiin nacsaray suflsente para que la volunted exprese el cardcter de propledad del sueto que ‘quer, es que la voluniad que quiere sex efctvamente sue, JAN, entoncer sila volinad es mia, cuanto deca con mi olunted es mio y alecta a mi partons. Sino, no. Puede de- ‘dese que esto no es més que una hipéess; desde huege. No hay por qué entreverar aqu! considereciones teokicias: tl fu, sin embargo, ol caso de Cit, Poca importa esto ahora, ‘La consttucisn formal de la personalidad no es la volunta. Fue precisamente todo el enor da la flsofia de Kant eho ‘ber identfeado ol tems de [a vokintad con el tema ce Is persona. La voluntad conceme a algo de lo que es «hom tre. No conciere, —ése es aninto dnt, del que ya traté hace unos aos", al earSeler de independencn subsistecil {que tone el hombre en tanta que persona, Por consauiente, ‘tampoto por ase Jado salimos al problema de a volun, Hlabeia una salida por ota lade: y as dec, utizando tr tminos excoléstcos, que toda faculiad se expecica por su ob- Jato. {Cual as el objeto del acto de voluntad? Se di: las co- ‘35 en tanto que son buenas, en tanto que blen. Parece en {once evidentemente, que el problema de la voluntad estar formelmente inert en el careler de sv abet, Valin se tfa aque acto que recae sobre a realidad en tanto que bus na. Lo que ecu es que este modo de plantearse el sroble- ‘ma de Is voluntad ey estictemente insufciente. Insufciente "Zaire cs elo 195, edo Sate pemon Lae ls dart de spud Sri Mat Any $158. 106128. Unease tale ert 2 {5 protons dl tant, pind ns 120,195, 5 Ena a {a ci Bn gsm ewer CL Seo amie was porque si se pregunte aqu qué se entende por bien, haba {que comenzar por hacer toda una sora de dings, un es fuer que revel bien claramente que no puede ser éte el punto de pariéa en ol problema de la volién. Qué +e en ‘bende ah por bien? {Se entiende el ben moral? No 2 foe 10 que as sea El hombre puede queer muchas cosas que reciente no afecten @ la moral. Puede haber adamés una ‘voluntad que conculque la moral Seer que en eve caso por raaén de oposiciinrocne coe el bien moral. Si, es0 es ver: dad, pero sin embargo también or verdad que quede en pe el problema de st puede querersee! mal como tl Hay en esto no solamente hay esa dieu, sino que aun sabiendo, 0 aun concadiendo que el objeto formal 4e le volunad fuese un acto sobre Io bueno, quedaia stem tte el problema de averiguar en qué consist lo espectico del ‘cto de volitén con que quero © rechazo To bueno. También fl bien puede se objeto de pura inligencl, y esto no sera sn problema de volta. En defintva, pues, ni por rezdn de sus atbutes, ol por ra6n del sujeto voles, nl por rain del objeto quero, te- names el problema de la volun. era prectemente la elminacién de estos tres puntos de sta dacanta ante nuestra vista ol precipitado de lo que oe problems dela vokinisd como act. 2En que consist o acto de querer en tana que acto de quere? Evienterente no puede aislaree este problema de aquello que as quero, Por 20 he sido vemio y cauto al censurar esa posi, diciendo que es turbine insuftéene, Como qulera que sea, hemos Acotado an esta forma al prema con al que tenemos que fnfrenamar: el acto de volién, el acto de querer en tanto queacto de voli. §1 [ALGUNAS IDEAS CLASICAS EN TORNO ALA VOLUNTAD De este acta de vollcién se ns han dado tes ideas distin tas en in Hlosfin, 0 por lo menos tes que san importantes. De los tres eas, a mi modo de vor ninguna e fsa. Esto no ‘uita pare que puedan ser unatrles 0 Insucents. Lo digo de antemano, muy expresaytemsticamente, a Le wolunted como gpesio Es a primera idea dal acto de Io volunad, de la voll, la iden que vene rodando por toda la historia dela flosofa esd Jos tempos de los gregos especialmente desde Ast tales y Pltén, Ja 8geg. Vulgarmante sa raduce par deseo. Enidenterente, no hay otto vocab, pero aqut «deseo tiene ‘un sentido may preciso y muy bond. Cuando tanto los sie: ‘908 como lor escoléstias —na todes, pero aquellos que s _guleton esta concepcién~ habiaron de Spec, de aptto (op- ‘Pettus decan ls latinos), Jo entendfan como un momento ‘structural que afecta, para los escoistios y para los segs, 2 toda realidad, cusquiera que alla sea, hasta este vaso de ‘agua, Apatite 0 tendencia es en es acepcién aquello 2 lo ‘que, por ls razonee que sean, una tealvad onde, aquello ue consti el teeming formal de su nctvidad, Aa, se nos ice que e apeita es universal. La piedre eae, as cargos elée- frcas to atraen, el animal come, I planta crece, ee. Todo os te aon apettos en el sentido mie gensico del voeable. Claro sth que estos apetitos tienen una pectlaidad: que no ss tben Jo que apetecon. Evidentemente. Es determinado el ‘érine de su acién por la tndole misma del sueto. De ht ‘que no hacen sino ejecta el acto. Peto hay otros apaiios que no son naturales, por lo me os en este send (omit la terminologla més precisa; ha- ‘fa que dec: un apetito into, a diferencia de uno elicto). A dilarencia de estos apetos que lamavfamos naturales, hay fovos apatites, naturales tamblén en cierto modo, que sin ‘embergo tlenen una peculiarded distin alos que aeabo de car. ¥ es que hay apetios en que el sujeto que los tene apetece una cosa, porque previamente esta cosa le ests pa- fente a 2 y le estéofvecida. Tales, por ejemplo, al caso de | sented, El que ene hambe (apart de que esto pue da constr un estado inconsclene 0 subcansclents), no so: Tamente en el caso del hombre, ino en ot de cualquier ani smal, apeteze comer pero la comida, la necesidad de comida, © por lo menos el término del spat, el aliento, le ests pretente més o menes borasa © confusamente par el hecho ‘mismo de apeteer. Su acto apeitvo viene desencodenado ve Involicrdo @ una en la presenacion realy eect, bajo ‘un aspecto 0 bajo otto ~éeta es ota cussion del tering del epetto. Estes apatites son de dos cases, nos decian. Uno, un ‘petite como cl que acabo de citar apeltos sensitvos, an ‘que elecvamente el objeto nos est presente por Ia esta. 1 sangble; en el caso de Tos imate, ebarcan todo el ani mal, y en ef eas0 del hombre, una parte ée 4), u parte ani malo senatvo. Pero hay unos apetios euyo término nos esté presente por ofa funcién ditinta, que ser la raconal, ia razén; en- foncas tenemos un apetio raconal Pues bien, en esta con- cepeén, vaunted es ape racional. En este caso lo volun taro se opone formalmente alo kreconal dl apatto, al de 0 lacional. El temino de todo apetito, como dacia Arist tales, 6 el bien: of ave tpteran?, aquello que todos de sean, es el eben», entendido el sentido més universal de voeabo; més espenileamente, dentro de la sensblidad, en e Sentda senstvo; y mis especialmente todavia, dentro de lo racional, se abria el dmbito precisamente del bien mora. [Ea voluntad, rept, es en extn concapelén ol apetio r+ onal ‘Sin embargo, etm concepcién, repito una vez més, con no ger fle, Incea por insultenta. Y ello por varios concep tos. En primer lugar ~no hago sino alsién al tema por lo que respecta al estutur universal, metatica del apetto fn fodo ent, incluso en el ente material: Se puede, iguro: ‘mente hablando, deie que la mata Inoeginica, en cuanto {al ene apetito, © que tense? Qui hays ah una conusin. (parte de que la tena e¢ en Tentmeno eco muy precise ‘mente e comportarse respecto de su pasado, por ejemplo abore léndolo © ratficindolo. El hombre puede también compor- ‘arse respcto desu presente ay no solamente eto, esta inguictud en orden a leu lided y en orden ol fermpo, hay también une inauletd en or den al loro. En orden al logro ~dicliad mayor © menor de Tograr aqulo que uno quiere 0 podria hacer, eta Inqutd Res ae a nee mame ele ute Desh guts dint ew de ques cra bad (Sexpén dra den queen, dela ens om de begun lnm dancin que gts pe meio motion a ‘slo quo modes intfnzacamente Ia valeén. ¥ esta maxi ‘cacén Intneeca de Ia fflcdn, de ese acto que no slo no \eseperece cuando se sjecua, sino que queda contenido, ‘que es Ia frucn, la modalidad de ase acto es precsamente lo que lamamos la ectvded voluntaa, el despiegue en el tiempo ée la voluntad. Despague en a tempo dela volun fad, porque esa inquitod es In que nos obliga e decd, a pensar, a sopeser razon, 2 tener que retohe. La actded voluntaria es pure y simplemente la expansidn dinémica temporal del acto activo en que cones In frlcén. No sla ‘mente eso, sina que ademds os absudo pretender seantonar Ia voluntad al dmibito de wsolver problemas. Esto es comple: ‘amente flo. La voluntad no se limita a resolver confictos y situciones, « deponerpreferntemente en una reaided, a di ferencia de otras, quelo que el hombre en cada stuacin ecide que debe ser. No solamente ay esto. Es que a hom tre con au ficién vont, de una manera intrneeca y fi, ‘2 es volicén también exe es crendor. ¢Creador de qu? CCreador, senilamente, dela capscdad: creador de po der. Esa volntad de poder. El hombre ene innegblemente ‘una volun de poder, y ea valuntad de poder se ve ejte tando ala largo desu ida, en todos los momentos de la. Y «que, cfeetvarente cuando el hombre ha quedo una cos dlerninada —welvo a recordar a antiptco fete, na 30° lamente fa conquerdo ese fete, sino que ha queria la ple- hava realidad dal hombre. De a, raturlments, que al que- rer exe filets ha quardo menos de lo que en ei fondo esté ‘queriendo. ¥ esa voluntad conerar, innsecs, que es Ia vo- luniad tendente, puede estar modfcada en su estuctra ten denial por la propia volunad, con lo cue, natralmente, ‘acto de voluniad modifica la cepackad misma de querer el hombre ene volutad, capacidad de crear sy fer de cue: [Emergente de las tendencias, e! hombre tene un poder de querer. Incurso en una stun el hombre Hene que que rer, Pero decdlendo en esa stuaién, el hombre qui pox ser. En esa unad Inthsece entre el poder queer, e tne ‘que quetery el querer poder esta precenmente le conden ‘metaliea de los actos del hombre, yo ser consist formal: mente en ser queries. ‘Uno se pregunta entonce: in qué consiste asta funclén ‘dela voluntad an la consrucelén dela personalidad concreta td cada hombre? V en segundo lagr: En qué consist ese ‘ardcter, el mis vidfoo, pero el ms radial dela voici, fn qu consist libertad? ” ‘CAPITULO LA ESTRUCTURA CONCRETA DE LA VOLUNTAD lemos en el capitulo anteior qué se entende por vo- Iuntad en el caso concreto del hombre, y efi la voluntad no es slo un apetilo, ni a sla determinacin, ni gélo active dad, sine que realmente la voetén ln volunted,encuenta su fesrcura formal en la lle misma del acto que por un le- 6 es un acta apetenta, por alto un acto determinants, y en Certo modo tn ecto también seo, Este acta, en primer Iu cm, vcae Sobre la realtdad en cuanto tl, po en cuanto et ‘mula, En segunda lugs, un acto de prafrenca por ol cual

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