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PEDRO TRIGO, S.J. Echar la suerte con los pobres de la Tierra PROPUESTA PARAUN TRATAMIENTO SISTEMATICO Y SITUADO a) CENTRO GUMILLA Echar la suerte con los pobres de la Tierra PEDRO TRIGO, SJ. ©2015, 1ra Edicin. Fundacién Centro Gumilla Coordinacién Editorial: Pedro Trigo, sj. Foto de Portada: Archivo Centro Gumilla Disefio interior y de portada: Bimedia 21 Disefio Editorial C.A. Hecho el Depésito de Ley Depésito Legal: 1f6382015200507 ISBN: 978-980-250.078-9 Impreso en Venezuela por: ACC Talleres Escuela Técnica “Don Bosco” Indice Introduccién 1. Aclaracién del término pobres como categoria basica 2. Inscripcién del tema en esta época y en esta situacién. 3. Tépicos para una consideracién sistematica Pertenece al micleo del mensaje cristiano Eje trasversal del mensaje cristiano: 1. Opcién por los pobres del Dios de Jestis 2. Opcién de Jestis por los pobres 3. Correlacion entre los pobres y el Reino de Dios 4. Respuesta de muchos pobres: pobres con espiritu 5. El empeiio por la salvacién de los pobres trae la salvacién al mundo 6. Pobres evangélicos 7. Iglesia de los pobres 4. Nudos problematicos y opciones indispensables 1. Caminar en el reconocimiento de la opcién de Dios por los pobres y de su respuesta 2. Asumir que la opcién por los pobres es también, ineludiblemente, opcién contra la pobreza _ Hacerse cargo y repudiar el totalitarismo fetichista de mercado xy luchar para que sea superado en Entablar una vida alternativa ya 19 26 26 28 30. 32 33 35, 39 48 65 . Llegar a reconocer al pueblo la condicién de sujetos humanos, superando la relacion ilustrada. wv . Alianza entre gente popular y no popular en el seno del pueblo. a . La opcién por los pobres ha de ser propuesta ante todo alos mismos pobres. . La opcién por los pobres es por el colectivo personalizado de los pobres N © o . La opcién por los pobres tiende hoy en Nuestra América hacia el reconocimiento de su cardcter multiétnico y pluricultural. 10. La opcién evangélica por los pobres pasa por entregarles los evangelios. 11. La opcién por los pobres implica para la institucién eclesidstica la inculturacién del evangelio a cada cultura popular. 12. Ponerse en el discipulado de los pobres con espiritu. 13. Hay que aspirar a que todos los pobres se capaciten xy sean productivos; el Estado y el mercado deben complementarse como mecanismos de retribucion. Bibliografia 79 93 99 109 121 129 139 146 164 Introduccion Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar José Marti Itema de este libro es la opcién por los pobres y mas especificamente un Ba sistemitico y situado. El titulo que le hemos puesto obedece a dos razones: la primera, que otros libros se titulan del mismo modo y es bueno evitar confusiones!. Pero la segunda se debe a una raz6n més de fondo: el motivo de escribirlo no es otro que motivar a esa opcién y hacer ver lo que ella implica: que no es una opcién sectorial, independiente, pues, de los otros aspectos de la vida, sino que exige un modo integral de vivir y consecuentemente humaniza a fondo. Como cristiano, y mds especfficamente como tedlogo latinoamericano, Propongo un tratamiento tematico de la opcién por los pobres porque al ser asumida, ante todo, como una dimensién infaltable de nuestra opcién cristiana, tiene el peligro de irse vaciando insensiblemente hasta convertirse en una inocua declaracién de principios tenida como algo infaltable y consabido, que se supone sinceramente, pero que por falta de deter- minaciones analfticas y praxicas puede resultar muy poco operativo. Puede llegar a sostenerse con convencimiento, incluso con pasién, sin que de esa 1 Algunos libros con este titulo, salidos coincidencialmente en el mismo afio, son: PIXLEY/BOFF, C. (1986): Opcién por los pobres. Paulinas, Madrid; LOIS (1986): Teologia de la Liberacién/ Opcién por os pobres. IEPALA Ediciones, Madrid; LOPEZ TRUJILLO (1986): La opcién por los pobres. BAC, Madrid. Otro, publicado treinta afios después: HENRIOT (2006): La opcién por los pobres/ El desafio del siglo XXI. Mensajero, Bilbao. Ver también, VIGIL (1991): La opcién por los pobres. Sal Terrae, ‘Santander. 6 Echar la suerte con los pobres de la Tierra profesién, que en sf es una toma de partido, se deriven consecuencias decisivas. En el Congreso Continental de Teologia, celebrado en la Unisinos (Sao Leopoldo-Brasil), con motivo de los cincuenta afios del inicio del Concilio Vaticano II y de los cuarenta de la Teologfa de la Liberacion, me pidieron que diera un taller de tres dias, del 7 al 11 de octubre de 2012, sobre Ja opcién por los pobres. El tema me interes6 muchisimo y en su preparacién fui siendo progresivamente consciente de la conveniencia de seguirlo tematizando por laraz6n antedicha. El peligro de que se degrade a un eslogan se acrecienta muchisimo porque a diferencia de la época del Concilio y Medellin y Puebla, cuando una direccién minoritaria pero con gran capacidad de convocatoria tenia propuestas societarias de justicia y solidaridad, la nuestra est4 basada en la inexistencia de entidades colectivas y de proyectos ptiblicos de bien comtn y tiene como sujeto al individuo individualista, atenido a las reglas de juego marcadas por las corporaciones mundializadas, y en el fondo por los grandes inversionistas, que solo tienen en mente la maximizaci6n de sus ganancias. En este totalitarismo de mercado, de marcado cardcter fetichista como lo viene denunciando profusamente el papa Francisco, el sentimiento dominante es el miedo y la opcién por los pobres solo tiene sentido como un hobby particular 0 una decisién privada, que en nada interfiere con las reglas, de juego. El sentimiento dominante es el miedo y por eso parece fuera de lugar una opcién que entrafie la pretensién de construir una sociedad alternativa y la de vivir ya alternativamente. Lo que elaboramos para él seminario ha sido enriquecido en el trascurso del mismo y muy desarrollado posteriormente en sucesivos cursos de postgrado. La opcién por los pobres es una expresién bdsica del ser cristiano y por tanto un eje trasversal de toda la vida cristiana y de la reflexi6n sobre ella. En este sentido fue central en los fundadores de la Iglesia latinoamericana y fue retomada por Medellin y Puebla como recepcién creativa del Vaticano TI y, antes que eso, como expresi6n del cristianismo mds genuino y fiel que se vivia por esos afios en América Latina. Trataremos de la opcién cristiana por los pobres a través de cuatro pasos: Antes de entrar a desarrollar el tema parece pertinente, como primer paso ineludible, explicitar las nociones con las que operamos y justificarlas. Es conveniente, como insistian los escoldsticos, exponer las nociones antes de Introduccién 7 comenzar a operar con ellas. Aunque las nociones ya implican, inevitable- mente, una visi6n inicial y unas opciones basicas. En el tema que nos ocupa ello es mas necesario que en otros porque la carga emocional que Jo envuelve lleva a ideologizaciones que no ayudan a tratar realmente de los pobres y de lo que implica la opcién por ellos. El segundo paso es la inscripcién del tema en esta época y en esta situacion. La raz6n de este encuadre vital es que nosotros queremos tratar de la realidad de la opcién por los pobres y para eso tenemos que comenzar por elestado actual en que se encuentran los pobres y la opcion por ellos. Esto es asi porque para nosotros la opcidn por los pobres no es un tema meramente académico, sino una opcién personal que, por serlo, no puede no estar situada, es decir, vitalmente afectada, por la direcci6n dominante de esta figura histérica y por los intentos de superarla. En tercer lugar presentamos la topica cristiana que sirve de base a nuestra opcién por los pobres, una tematizacién que, en cualquier caso, tiene que ser tomada en cuenta como telén de fondo, més atin, como horizonte real de la opcién, pero que también puede ser desarrollada sistemdticamente aunque hacerlo exige mucho espacio y tiempo y no disponemos de él. Esta t6pica cristiana es la tematizacién del fundamento de Ia opcién cristiana por los pobres y hace ver que esta opcién no es un tema mis y ni siquiera un tema muy relevante, sino un eje trasversal de toda la concepcién y la praxis cristiana, es decir, tanto del acontecimiento cristiano, como de la propuesta que él entrafia, como de la visién de la realidad que supone y engendra. El cuarto tipo de materiales son, precisamente, la tematizacién de esas opciones especfficas que implica hoy y aqui la opcién por los pobres para que no se reduzca a una inocua declaracién de principios, sino que sea una opcién real y, por tanto, operativa, y evangélica; es decir, desde Jestis de Nazaret y movida por su Espjritu. Al desplegar el abanico de esas opciones se echa de ver el cardcter sistematico que caracteriza a esta opci6n cristiana por los Pobres ya que abarca muchisimos otros temas y niveles de la realidad. Para finalizar la introduccién queremos expresar sencillamente que desarrollar este tema ha sido para nosotros un ejercicio real de nuestro ser cristiano y no un mero ejercicio conceptual. Por eso vamos a verbalizar la actitud con la que se han compuesto estos materiales, que da cuenta del por qué de este tratamiento especifico. Echar la suerte con los pobres de la Tierra Ante todo, hemos tratado de ser lo mas objetivos posible en el sentido preciso de hacer un tratamiento analitico que entrafie no solo conceptos, sino la densidad de la realidad. Esta actitud nace del respeto que nos merece el tema. Esto significa que para nosotros objetividad nada tiene que ver con asepsia, ya que la realidad de Jos pobres nos concierne e interpela. Por eso para nosotros objetividad conlleva solidaridad. Si la objetividad es para nosotros no solo exigencia sino pasién, al menos como intento, queda excluido el entusiasmo en el sentido preciso de dejarse llevar por emociones trascendentalizadas. No queremos concebir ilusiones ni dejarnos llevar por ellas ya que tenemos esperanza en las virtualidades realmente trascendentes de la realidad. Intentaremos tratar el tema con la mayor humildad posible porque no lo dominamos, sino que nos sobrepasa en todos los aspectos, porque no estamos a la altura de él ni hacemos lo suficiente para responder a su interpelacién, porque tratamos de situarnos ante él como un acto de servicio. En definitiva trataremos del tema, o al menos intentaremos hacerlo, como correspondencia a la toma de posicién del Dios de nuestros padres, del Dios de nuestro Sefior Jesucristo. Por eso, principalmente, es un tema teologal. Si, como decian los escolasticos, una ciencia se define no por su objeto material, su contenido, sino por su objeto formal, por Ja luz desde la que se lo estudia, el horizonte y la perspectiva desde la que se lo trata, nosotros trataremos de la opcion por los pobres desde la opcién del Dios judeocristiano, que se hace manifiesta definitivamente en su Hijo Jestis, y como correspondencia a ella, desde nuestra fe en él, fe como confianza ultima en él y, por tanto, como caminar en su presencia siguiendo a su Hijo y dejandose guiar por el impulso de su Espiritu. 1. Aclaracion del término pobres como categoria basica De un modo preliminar tenemos que aclarar qué entendemos por pobres en el contexto de esta opcién?: NOCION ABSOLUTA El anténimo de pobre es rico y ambos pertenecen a la érbita econédmica aunque, obviamente, tengan implicaciones sociales y antropolégicas, e incluso politicas y, sobre todo, religiosas. Me parece pertinente comenzar explicitando el anténimo porque cuando se habla de pobres siempre hay alguien que pregunta de qué pobres se esta hablando. La raz6n es que el término pobre est4 tan cargado de peso existencial y de connotaciones éticas 0, dicho més directamente, el que escucha la palabra pobres se siente tan concernido, tan interpelado, aunque no lo quiera reconocer que, para no verse obligado a implicarse en lo que se va a tratar pregunta de qué pobres se trata porque da por descontado que hay muchas clases de pobres y asi, los pobres pobres pasan a ser solo una clase 2. Nos vamos a atener a lo que expresan los teélogos de la liberaciGn porque lo que queremos exponer es la nocién de pobres con la que de hecho trabajamos: GUTIERREZ: (1971): “Ambigtiedades del ‘érmino pobreza”. En: Teologfa de la Liberacién. CEP, Lima. Pp.353-356; GUTIERREZ (1980): “Los Pobres de América Latina”; y “La realidad de los pobres”. En: La fuerza historica de los pobres. CEP, Lima, Pp.199-211 y 251-259; RICHARD (1993): “La pobreza”. En: FLORISTAN-TAMAYO. Conceptos fundamentales det cristianismo. Trotta. Pp.1.035-1.037; ELLACURIA (1993): “Pobres”. En: FLORISTAN-TAMAYO. Ob.cit. Pp. .043-1.046; SOBRINO (1993): “Opcién por los pobres”. En: FLORISTAN-TAMAYO. Ob. cit, Pp. 881-884: GUTIERREZ (1990): Mysterium Liberationis 1, pp. 303-308. OLIVEROS (1977): “La pobreza y el pobre”. En: Liberacién y teologia. CRT, México. Pp.224-237; PIXLEY-BOFR(C (1986): “Quiénes son hoy los pobres y por qué?” En: Opcién por los ‘Pobres. Eds, Paulinas, Madrid, Pp,17-31; SANCHEZ (2014): “Los discursos de la pobreza”, En: TER Humanitas 20, Pp. 157-168 10 Echar la suerte con los pobres de la Tierra de ellos, diluida entre los pobres hombres, los pobres enfermos, los pobres pecadores y hasta los pobres ricos. Sin embargo, para todos est claro a qué se refiere la palabra rico. Todos sabemos y aceptamos que cuando se habla de rico sin més, se esta mencionado a una persona que tiene muchos bienes, mucho dinero, mucho capital, y que lo tiene establemente. Es decir, que rico es el que no solo tiene mucho dinero, sino que lo sabe retener, lo que implica normalmente que lo sabe gerenciar, cosa que no era tan decisiva en una sociedad estamental, patrimonial, en la que todo trascurrfa por los cauces prefijados. Simétricamente al término rico, pobre designa la carencia continuada y estable, no meramente coyuntural, de elementos bdsicos o mfnimos para vivir. Esta ultima es la pobreza extrema: el pobre pobre 0, como se dice, el pobre de solemnidad o el que esté en la miseria, como el grado mas extremo de la pobreza. De una cultura a otra y de un momento histérico a otro dentro de una misma cultura, hay variantes apreciables sobre qué se considera minimo y, més atin, bdsico. Por ejemplo, lo que en una cultura campesina en un clima subtropical o tropical, en un habitat sano, con unas relaciones sociales satisfactorias y con una homogeneidad social basica, se considerarfa tener cubierto el mfnimo y andar en lo bdsico, en un barrio de una gran ciudad, con un habitat insano, una gran tensién social y la incitacién de los massmedia al consumo imposible, ademds del contraste hiriente y humillante de la exhibicién de los ricos, se considerarfa no tener lo minimo necesario. Ahora bien, respecto de la pobreza extrema hay un limite minimo, comin a cualquier cultura y época, que corresponde a nuestra constitucién como seres corporales, y viene marcado por la desnutrici6n infantil y mas, si se torna habitual, que provoca la imposibilidad de retener la atencién mucho tiempo y de realizar esfuerzos sostenidos, hasta llegar a la inanicién y, como su consecuencia necesaria, las enfermedades de pobres; aunque estas tienen que ver también con las condiciones de morbilidad del habitat, que varian bastante de unas pobrezas a otras. Esta es una nocién meramente descriptiva. NOCION DIALECTICA Se da cuando las relaciones de produccién y las relaciones sociales son profundamente asimétricas de tal modo que una parte de la poblacién que, de Significado de pobres i suyo, por sus cualidades, empefio y capacitacién, podria tener acceso estable abienes basicos, de hecho no lo tiene porque quienes controlan la propiedad y las relaciones de produccién y sociales se apropian de la mayor parte del producto social y, mas basicamente, de los bienes de la Tierra, en principio, destinados a todos. Esta nocién dialéctica se acentia cuando los que controlan los medios de produccién y las reglas de juego niegan a la mayorfa de la poblacién el derecho a capacitarse, que es el derecho més humanizador que tenemos todos los seres humanos. En este sentido preciso hay pobres porque hay ricos?. En este sentido hablaba frecuentemente Juan Pablo II de la inhumanidad de este tiempo signado porque se acentia la brecha entre ricos y pobres, porque cada vez hay més ricos cada vez mas ricos y mas pobres cada vez mas pobres, respecto de la riqueza de los ricos. POR QUEES POBRE EL POBRE Ahora bien, si nos preguntamos el por qué de esa carencia estable por la que hemos caracterizado a los pobres, tendriamos que responder que pobre no es simplemente el que no tiene, sino el que no tiene cémo tener. Esto es asi porque una persona puede llegar a quedarse sin nada por cualquier desgracia ocatdstrofe o por hacer un mal negocio; pero, si no es pobre, Hlegara a tener de nuevo. No tener cémo tener puede suceder por dos causas: bien por falta de desarrollo humano, por escaso desarrollo de sus capacidades, bien por la causa estructural que est4 a la base de la nocién dialéctica de pobreza: la estructura de la propiedad y la estructura productiva y sociopolitica impiden que los pobres como conjunto social salgan de la pobreza, a pesar de que trabajen mucho y bien. Hoy, con el grado de desarrollo de las fuerzas productivas que hace posible Producir recursos para todos y distribuirlos, y la conciencia de los derechos humanos y, més especfficamente, de los derechos ciudadanos en una sociedad realmente democratica, la existencia de un ntimero apreciable de pobres, en el sentido antropolégico de personas que no tienen cémo tener por falta de capacitacién basica, es indicio cierto de violencia estructural, para emplear la formulacién de Medellin‘. Este indicio llega a la certeza moral, si ese ntimero 3 ELLACURIA (1984): Conversién de la Iglesia al Reino de Dios. ST, Santander. Pp.155-159. 4 Documento de Paz, n°16. 12 Echar la suerte con los pobres de la Tierra supera la cuarta parte y, mds todavia, si es la mayorfa de la poblacién. Hay violencia estructural porque todos tienen derecho a ser capacitados? y a un empleo digno y congruamente remunerado. Asi pues, la carencia estable de medios para vivir y la falta de capacitacién basica para adquirirlos que caracteriza a los pobres, hoy siempre tiene un componente de privacién injusta de esos medios, del acceso a esas capacidades y de su ejercicio congruamente remunerado®. Por eso la pobreza hoy entraiia opresién y, mds radicalmente, exclusién’, no solo estructural sino antropoldgica: los pobres no son mirados, no se les pregunta nada, ni siquiera se les dirige la palabra, no se los toma en cuenta, no existen para la mayorfa, es decir, son positivamente borrados de su mundo de vida. Esta es la caracterizaci6n de pobre que da el tono a nuestra situacién y, Si prosigue la dindémica establecida, la que se incrementar4 exponencial- mente en las décadas venideras, configurando una situacién tan inhumana como la que mas de lo que conocemos en la historia. AUTOPERCEPCION Y HETEROPERCEPCION Hasta ahora hemos expuesto un concepto objetivo de pobreza. Pero es conveniente precisar que no pocas veces no coincide ni con la percepcién que el pobre tiene de sf ni con la percepcién que tienen otros de él. En unos paises latinoamericanos mucha gente tiende a considerarse mas pobre de lo que es, y por esa raz6n tiene un bajo concepto de si que llega ala autoconmiseraci6n y por eso estd ante su sociedad en actitud implorante 0 de exigir. En otros, es el caso de Venezuela, cuando en un barrio se habla de los pobres, por ejemplo, leyendo el evangelio, la mayoria de los pobres objetivos manifiestan una gran compasién hacia ellos, tal vez identifiquen a algin vecino, pero ellos de ningtin modo se consideran aludidos. Creo que Ja raz6n 5. SEN, Amartya (1997): Bienestar, justicia y mercado, Paid6s, Barcelona. Pp. 81-152 6 TRIGO (2013): “El trabajo productivo, nuestro bien més escaso”. En: SIC 751. Pp. 19-25. 7 El papa Francisco no se cansa de hablar de la sociedad del descarte por eso la califica de asesina y. mis especificamente, de fetichista porque sactifica al capital, como si fuera un fdolo que vive de vides humanas, a los descartados. Es, dice, la nueva versién del becerro de oro: “La crisis mundial que afecta a las finanzas y a la economia pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de Su orientacién antropoldgica, que reduce al hombre a una sola de sus necesidades: el consumo. Y peor todavia, hoy se considera al ser humano en s{ mismo como un bien de consumo, que se puede ust ¥ luego tirar. Hemos dado inicio a la cultura del ‘descarte’. Esta deriva se verifica a nivel individual y social. Y, ademas, se promueve”. (Discurso en la presentacién de cartas credenciales: 16/05/2013) Significado de pobres 1B basica es que ellos se consideran capaces de lidiar por si mismos con su vida y de salir adelante. Por esa razén tampoco les gusta pedir, aunque aceptan agradecidos al que les da horizontalmente, sin humillarlos, porque si en su actitud ven un componente de superioridad que tiende a inferiorizarlos, prefieren quedarse sin la ayuda que aceptar ese tipo de relacién. Su negativa equivale a decirle: “yo no soy ese tipo de persona minusvalida ni pedigiiefia que piensa usted”. En cambio, para ellos es un ideal tener vecinos y compadres que se ayuden mutuamente; como dicen, “hoy por ti, mafiana por mf”. No pocos de ellos, por esa misma raz6n, no aceptan nada del Estado, cuando captan que es a cambio de vasallaje politico. Sin embargo, otros si lo hacen con una restriccién mental. Se dicen que el Estado da lo que tiene obligacién de dar y por eso él lo puede recibir sin ruborizarse. Ahora bien, se le puede seguir el juego a lo que propone indebidamente, por el derecho que se tiene a lo que el Estado da, pero sin fidelidad de fondo. En cambio otros llegan a hipotecarse al gobierno de turno, perdiendo esa sana independencia y legando a devaluarse realmente. También muchas veces la heteropercepcin no acierta con la realidad objetiva. Mucha gente que vive en urbanizaciones de clase media media 0 media alta iguala a todos los del barrio considerndolos a todos pobres, sin percatarse de las profundas diferencias que hay entre ellos. En determinadas culturas la pobreza es muy estridente y se evidencia hasta en el modo de caminar y vestir, de tal manera que muchos que los ven desde fuera piensan que son mds pobres de lo que muchos de ellos son. En otras, el problema es el contrario: la mayorfa de la gente que camina por el centro de Ja ciudad son gente de barrio y sin embargo, no es facil distinguirlos de los populares 0 de clase media baja. La pobreza de la que hemos hablado hasta ahora es la nocién de pobreza en sentido propio. Habria también una nocién metaférica y una nocién analégica. NOCION METAFORICA Desde el sentido metaférico hablamos, por ejemplo, de pobres ricos por las Preocupaciones que tienen para conservar e incrementar su riqueza y, més tadicalmente, por la deshumanizacion que engendra poner el coraz6n en las Tiquezas (Le 12,13-21;16,19-31). 14 Echar la suerte con los pobres de la Tierra Por esta tiltima raz6n, también hablamos de pobres pecadores porque el pecado quita vida a otros y deshumaniza a quien lo comete. Con un sentido aproximado, aunque no equivalente, decimos de alguien que es un pobre hombre (que nada tiene de comin con un hombre pobre) para significar que es poca cosa, que le falta consistencia, peso humano, y por eso no esta a la altura de las situaciones, no da la talla para lo que se requiere. También metaféricamente nos referimos a pobres enfermos, por lo disminuidos que estan; en este caso pobre no alude solo a la situaci6n objetiva del enfermo, sino a la conmiseraci6n o al dolor que nos produce. Por esta misma causa, decimos pobre a alguien que sufrié un contratiempo y, mas atin, una desgracia. No vamos a tratar aqui de nada de eso porque ese concepto tan poroso nos Ilevarfa mas bien a tratar de la labilidad de la vida humana que tiende a desmoronarse’, tanto fisica como moralmente. NOCION ANALOGICA En Ja nocién anal6gica de pobreza incluimos a realidades que aunque de suyo no expresan el concepto propio de pobreza, sin embargo, de hecho, en la realidad histérica concreta participan de él. La etnia es la realidad que mas claramente expresa lo que queremos decir. A diferencia de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, cuando se sostenia con pretensiones cientificas la superioridad de la raza blanca, hoy nadie se atreverd a sostenerlo, aunque vitalmente se deje llevar por este Prejuicio; y, sin embargo, aunque de suyo no haya etnias superiores ni inferiores, se constata que en nuestra region la mayoria de los pobres son de etnias no occidentales. Est4 patente que la causa histérica de esta realidad es que la sociedad latinoamericana nace como sociedad sefiorial, discriminando, por tanto, y subyugando a las personas de esas etnias, ya que, si los que venian de Europa venfan para ser sefiores, eso significa que quienes estaban aqui o al menos la mayoria, fuera cual fuera su estatuto legal, eran obligados a asumir la condicién mas o menos servil. Lo terriblemente perverso es que para hacerlo con buena conciencia, sostuvieron que su estatuto subordinado provenfa de 8 “El hombre lébil” es el titulo de la antropologia filoséfica de Ricoeur. En: Finitud y culpabilidad. Taurus, Madrid 1969. Pp. 27-229. La edicién de Trotta de 2004 traduce falible, que nos parece menos adecuado. Significado de pobres 15 su condicién de barbaros o, todavia peor, de siervos por naturaleza. Y por eso Arist6teles, autor de esa caracterizacién en su Politica, fue el autor de referencia més usado como cobertura justificativa a causa de su indiscutible prestigio®. La contraposici6n civilizacién-barbarie cobr6 nueva vigencia en los siglos XIX y XX; por ejemplo, dos presidentes tenidos como progresistas escribieron sendas novelas desde esta perspectiva: en la primera mitad del siglo XIX Sarmiento titulé su famosa e influyente novela Facundo o civilizacién y barbarie en las pampas argentinas, y en la primera mitad del siglo pasado R6mulo Gallegos, que fue el primer presidente democratico de Venezuela, titulé su novela, realmente paradigmdatica, Dofia Barbara. En la practica, esta contraposicién dista mucho de estar superada'®. En este componente étnico de la pobreza de nuestra regi6n tenemos un caso paradigmético del concepto dialéctico de pobreza. Ya lo ampliaremos mas adelante. Otro caso muy caracterfstico es el de la mujer, considerada en Ja sociedad patriarcal como un ser débil, fisica y moralmente y, por eso, dependiente del varén y confinada al hogar. Esta discriminaci6n la impedia desarrollar todas sus capacidades y, cuando se manifestaban, impedia ejercerlas fuera de su Ambito privado. Hoy, asistimos a un desarrollo tan veloz de las capacidades de las mujeres y de su ejercicio en todos los 4mbitos que, fuera del sector mas pobre, en el que rige todavfa el concepto literal de proletaria (ya que sus hijos son su unica riqueza, pues espera que alguno de ellos la acoja y atienda), en no pocos lugares la mujer popular tiene problemas para encontrar pareja porque el var6n no est4 a su altura. Por eso el machismo actual, al contrario del de antafio, deriva muy claramente del resentimiento de esos varones por no estar a laaltura de las mujeres. La lucha de las mujeres por reivindicarse en todos los aspectos y lugares desborda con mucho el tratamiento de la pobreza, pero en algunas de sus manifestaciones, lo incluye. 9 ARISTOTELES (1982): “Politica”. 1,4-7,13. En: Obras. Aguilar, Madrid. Pp. 683-691,705-709. 10 Creemos haber demostrado, sin embargo, que asi como el intelectual y politico que era Gallegos sostuvo vitalmente esa contraposicién, como artista plasm6 intuitivamente en la narracién lo contrario, aunque sus comentarios lo interpreten en el esquema establecido, que no hace justicia a la novela. Ver: "La dialéctica de Dofia Barbara”. En: Anthropos 10,1-1985. Pp. 93-121 16 Echar la suerte con los pobres dela Tierra Un cconcepto analégico de pobreza, especialmente relevante para nosotros, es el de pobres con espiritu. Estos pobres carecen de bienes indispensables y son injustamente privados de ellos. En este sentido son simplemente pobres. {Por qué hablamos entonces de sentido analégico? Porque, al saberse queridos por Dios como hijos predilectos, aunque carecen de muchos bienes, tienen el bien de los bienes: Dios, en Jestis, se les ha entregado como Padre verdadero con entrafias de Madre, les ha prometido su Reino y les ha comunicado el Espiritu del Resucitado. Por eso antropolégicamente no pueden decir que no tienen valedor: el impulso del Espiritu, que tratan de obedecer habitualmente, hace posible que vivan cuando no hay condiciones para vivir, que vivan con dignidad y que den de su pobreza (ante todo reconocimiento, pero también que den de lo poco que tienen) y que cada vez tengan mas capacidades para tener establemente!', de manera que si no logran salir de la pobreza, es inicamente por las reglas de juego inequitativas e infecundas. Otro concepto analégico de pobreza es el de los pobres evangélicos", que son los que teniendo cémo tener y no siendo por eso pobres, se hacen en alguna medida pobres como un componente de su opcién por los pobres. Decimos en alguna medida porque aunque ingresen a su mundo, dicho simb6licamente, aunque entren en la casa del pobre, en su habitat, hasta pertenecer a él y en él compartan estrecheces vitales y la exposici6n a las enfermedades de pobres y a la violencia, lo hacen voluntariamente, que es una diferencia esencial con los simplemente pobres, que no pueden salir de ese mundo. Ademas, la mayoria de los que hacen esta opcién, el ejemplo paradigmatico es la vida religiosa, lo hace con una seguridad bdsica de la que carecen los pobres!?. Asi pues, aunque en la vida cotidiana vivan como los pobres, las diferencias saltan a la vista. Si se insertan en su mundo por solidaridad, lo hacen para ayudar a los empobrecidos a superar la pobreza'4. 11 TRIGO (2008): “Transformaciones que acontecen en las personas populares de las comunidades”. En: El cristianismo como comunidad y las comunidades cristianas. Convivium Press, Miami. Pp. 166- 184. 12 Puebla 1148-1152. 13. Esta seguridad se deriva de que la vida religiosa es una fraternidad: los hermanos no pueden dejar morir de mengua o enfermedades de pobres a un hermano sin renegar de la fraternidad que los constituye. 14 ELLACURIA: Ob. cit. 159-163. Significado de pobres Vv Otro concepto analégico de pobreza es el de pobre de espiritu's, que aparece en las bienaventuranzas en la version de Mateo, que seria una versién secundaria en relaci6n a la de Lucas, que habla simplemente de pobres, en el sentido propio aludido. El evangelio eclesial de Mateo se fija en actitudes personales y no simplemente en categorfas de personas, como lo hace Lucas. Que sea una recensién secundaria no significa que no tenga pleno sentido y ni siquiera que no sea jesudnica. Significa, tan solo, que la version de Lucas es més primordial porque se refiere a la opci6n libre del Dios de Jestis y del propio Jestis, una opcién gratuita y, por tanto, incondicionada, independiente de las condiciones morales de los pobres'®, anterior a su actitud y, obviamente, a su respuesta. La recensién de Mateo, al referirse a actitudes, viene en segundo lugar pero tiene pleno sentido porque estos pobres son la respuesta adecuada a la propuesta de Dios en Jestis. Y por eso tiene como sujeto a todos: pobres y no pobres. El pobre, como no tiene cémo tener, est4 vuelto con confianza y sabiéndose sin ningtin derecho, a quien puede darle: “Como estén los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus sefiores,/ asf nuestros ojos estan fijos en el Sefior esperando su misericordia” (Sal 123,2). Esa persona que se sabe sin ningtin derecho ante Dios, pero que espera confiadamente en su misericordia, puede ser llamada analégicamente pobre porque su espfritu esta ante Dios como un pobre ante quien puede darle como vivir. Ahora bien, aunque toda persona puede llegar a serlo, es obvio que le tesultard més facil asumir esa actitud a una persona pobre. Por eso el pobre de espiritu es ante todo el anawim, el pobre que vive en paz consigo mismo y con los demas y con una actitud proactiva solidaria porque aunque, como dice el salmo que acabamos de citar, estén cansados de la burla de los arrogantes y del desprecio de los soberbios (123,4), saben que Dios los acoge como hijos muy queridos y que son para él Ja nifia de sus ojos. Claro est que, si en lo mds hondo de su ser una persona esta ante Dios sabiéndose sin méritos pero aceptada por su misericordia y ternura, no puede estar de otro modo ante si misma ni ante los demas. No puede estar gloriéndose de nada ni exigiendo nada. Es una actitud tan basica que 15 GUTIERREZ (1971): “La pobreza, infancia espiritual”. En: Teologia de la Liberacién. CEP, Lima. Pp, 363-368; PIXLEY- BOFF, C. (1986): Pobreca material — pobreza espiritual. En: Opcién por los pobres. Eds. Paulinas, Madrid. Pp. 161-181. 16 Puebla 1.142. 18 Echar Ia suerte con los pobres de la Tierra caracteriza a la persona. Por eso podemos hablar con toda densidad de pobres de espiritu. Hay que decir que llegar a serlo es una gracia de Dios muy grande e implica también una respuesta a fondo y persistente. Por tanto, es una meta muy alta y muy estimable. Tender seriamente a ella implica un grado muy notable de humanizacién. 2. Inscripcion del tema en esta época y enesta situacién” UNA OPCION FUERA DE EPOCA Lo primero que se me ofrece considerar, porque me parece que es lo que da el tono a esta época, es que la opcién por los pobres no solo no est4 de moda, sino que est4 fuera del horizonte epocal. La direccién dominante de esta figura histérica es el totalitarismo de mercado, con marcados rasgos fetichistas, y en ella los pobres son las victimas por excelencia'® aunque, por desgracia, no las tnicas. Es totalitarismo porque el mercado es presentado como absoluto al que hay que sacrificar lo que sea, aunque sea el trabajo, la seguridad y los beneficios adquiridos de toda una colectividad. Cuando, como se dice, los mercados pierden confianza, hay que recuperar esa confianza al precio que sea. Hay que estimular a los mercados en el entendido de que de su expansién nos vienen todos los bienes. Como se ve, se personaliza a los mercados y se Pide tener con ellos la relacién debida solo a Dios. Ahora bien, si los mercados y, mds en concreto, las ganancias de los grandes inversionistas, son lo absoluto, como no puede haber dos absolutos, la democracia, el Estado y, sobre todo, la vida real de los ciudadanos y los 17 Lo que diremos en este apartado esté expresado con’extragsdinaria fuerza, coherencia y hondura, en {a Evangelii Gaudium del papa Francisco, n® 52:60,67, 202-205 y en el discurso con motivo de la Presentacién de cartas credenciales de cuatro embajadores (16/5/2013). '8 “Nos preocupa la creciente desigualdad en nuestras sociedades entre ricos y pobres, Vemos signos de idolatria de la riqueza, del poder y del placer, obtenidos a un precio altisimo para la vida de los hombres”. (Papa Francisco: encuentro con los jévenes de Asia. 15/7/2014). "La economia que se ha implantado en el mundo, donde en el centro est4 el dios dinero y no la persona humana, todo lo demés Se ordena y lo que no cabe en ese orden se descarta””. (Papa Francisco: a los miembros de la Pontificia Comision para América Latina, 28/2/2014) 20 Echar la suerte con los pobres de la Tierra derechos humanos se relativizan, valen tanto cuanto son buenos conductores de esas ganancias. Por eso el clima que reina es, para unos, el miedo a perder el estatus, para otros el miedo a proletarizarse y para otros el miedo a no contar con elementos para vivir; en suma, el miedo a perder el favor de ese dios cruel e insaciable. Es obvio que, cuando reinan los grandes inversionistas, los que mas pierden son los pobres. De aqui deriva lo que solfa repetir el papa Juan Pablo TI: que cada dia hay mas ricos ms ricos y muchisimos mds pobres mas pobres, tal vez no en sentido absoluto, pero si respecto de las disponibilidades de la sociedad y de la riqueza de los ricos, que si aumenta exponencialmente en términos absolutos. Lo caracterfstico del modo més ordinario de vivir esta figura historica tan endurecida es resignarse a esta situacién dandola por inevitable; la minoria, que la usufructia, lo celebra, la mayoria, que la padece, lo lamenta, al menos en esta coyuntura de crisis en la que es mas dificil vivir en la ideologfa; pero unos y otros dan por asentado que asi son las cosas y que no tiene sentido dar coces contra el aguijén porque la fuerza de los de arriba, en cuya ctipula estén los grandes inversionistas, es tan inmensamente superior a la del resto de los mortales que, hagamos lo que hagamos, en nada va a cambiar, y el unico perjudicado es uno. Por eso, si nos mantenemos en ese tono ambiental, somos reacios a dejarnos guiar por el evangelio y preferimos doctrinas y libros pietistas y practicas de piedad que son, sin duda, menos comprometidas. Por eso mismo también da cierta alergia leer los textos clasicos de la opci6n por los pobres de la Teologia de la Liberacién. Ellos nos presentan una situacién de pecado, inaceptable para un cristiano y, consiguientemente, nos urgen a un compromiso, que intuimos demasiado costoso y que, moldeados por la ideologia dominante, juzgamos como imposible y por tanto initil y distractivo de energfas que tendriamos que aplicar a finalidades mds realistas. También, porque algunos de esos textos revelan la inminencia de un cambio revolucionario que se ha revelado ilusorio, no solo porque no se ha dado, sino porque lo propuesto en sf no era una verdadera alternativa, sobre todo, por la infravaloracién del capitalismo y la sobrevaloracién del pueblo y, més todavia, de lo politico y, mas en concreto, del peso del poder ejecutivo tenido como el poder por excelencia, de donde venia la consigna de tomar el poder. Aunque el extravio de fondo en los que se dejaron imbuir del El tema en esta época 21 imaginario marxista era creer en ese final de la historia, en ese cardcter escatolégico del socialismo en el que no habria ya contradicciones y por el que habia que sacrificarlo todo. Aunque estas desviaciones no hayan dado el tono, de ningtin modo, ni a la prdctica pastoral ni a las elaboraciones teéricas de muchos de los que vivieron su fe en esta corriente. EL CASO SINTOMATICO DEL VOLUNTARIADO Muchos de los que se quedan inconformes con su resignacién se dedican a algin tipo de voluntariado. Hay algunos modos de ejercerlo que son en si alternativos, no solo por las capacidades que trasfieren al medio popular sino, sobre todo, por el tipo de relacién que se entabla (horizontal, mutua, gratuita y humanizadora para ambas partes), que es radicalmente heterogénea respecto de la establecida e incompatible con ella. Pero la mayorfa de los voluntariados son meramente compensatorios, ya que no rebasan el horizonte establecido y, al paliar los efectos mas perversos de su dindmica, la refuerzan. Este juicio no entrafia su desaprobacién; por el contrario, para nosotros buena parte de ellos, no obviamente todos, son positivos, tanto para los voluntarios como para aquellos a los que atienden y, ademés, esa experiencia puede provocar un proceso que con el tiempo enttafie una verdadera exterioridad respecto del establecimiento. Pero, de todos modos, para nosotros aceptar, al menos resignada y tdcitamente, el sistema y moverse en sus pardmetros y, por otra parte, ejercer el voluntariado, no es lo que entendemos por opcién por los pobres aunque, como hemos insistido, puede convertirse en camino hacia ella. Menos atin lo es Ia llamada solidaridad pasiva que consiste en dar dinero a los pobres, ordinariamente a través de organizaciones asistenciales o solidarias, pero sin implicarse personalmente en acciones solidarias que contengan algtin tipo de protesta contra injusticias institucionales o estructurales 0 contacto directo sistematico con los propios pobres. Tampoco desdefiamos este tipo de solidaridad que, aunque puede vivirse meramente como un modo de aquietar la conciencia, también puede ser un signo de la apertura hacia ese mundo, de auténtica misericordia con los que sufren, que €n un momento dado puede ir més all4 hasta decantarse en una verdadera opcién. 22 Echar la suerte con los pobres de la Tierra UNA OPCION TENDENCIALMENTE TOTALIZADORA Y POR ESO CONTRADICTORIA CON LO ESTABLECIDO Para nosotros la opcién por los pobres que propone el evangelio como participacién de la de Dios y la de Jestis, entrafia un compromiso vital, una verdadera alianza incondicional, que, por su dindmica, tiende a ser totalizadora. Es asi, al menos a nivel de horizonte en el que se quiere caminar, aunque no sea la teorizaci6n cabal de lo que de hecho se vive. Este horizonte querido y deseado mueve a caminar en él de manera que con el tiempo vaya dando el tono a la vida 0, por lo menos, nunca se renuncie realmente a que vaya siendo asi. Claro esta que esta opcidn no es el Gnico elemento de nuestra vida ni el determinante: ya dijimos que la hacemos como participacién de la de Dios y Jestis, es decir, por fidelidad a ellos, a quienes nos consagramos de modo, en principio, absoluto, aunque esa consagracién tiene que acontecer; mejor, que ir aconteciendo, porque el modo humano de ser es ser siendo. Lo que llevamos dicho implica que optar por los pobres es incompatible con la pertenencia al establecimiento, ya que implica una verdadera solidaridad expresada en una relacion interpersonal de servicio horizontal’, que no cabe en el modo de vivir establecido; pero igualmente incompatible con su contrario: la propuesta de la época pasada, representada por el socialismo marxista, de hecho estatista, en cualquiera de su versiones, incluida la que en América Latina simbolizé cristianos por el socialismo” y, por supuesto, la del autodenominado socialismo del siglo XXI. Esto es una llamada de atenci6n sobre el hecho de que, si bien no podemos prescindir de la actitud teologal y del método teoldgico del discernimiento de los signos de los tiempos, también tenemos que afinar mucho més al ejercerlo, tanto a nivel analitico como hermenéutico y, ante todo, tenemos que considerarnos a nosotros mismos como parte de lo que necesita discernimiento y no, ante todo, como sujetos que disciernen, como si no 19 “Significa agacharse hasta quien tiene necesidad y tenderle la mano, sin cdlculos, sin miedo, con temura y comprensién, asf como Jests se inclin6 para lavar los pies de los apéstoles. Servir significa trabajar al lado de los mas necesitados, estableciendo con ellos en primer lugar relaciones humanas, de cercania, vinculos de solidaridad. Solidaridad, esta palabra que da miedo al mundo més desarrollado, Tratan de no decirla. Es casi un insulto para ellos. ;Pero es nuestra palabra! Servir significa reconocer y acoger las exigencias de justicia, de esperanza y buscar juntos las vias, los caminos concretos de liberacién”. (Discurso del papa Francisco en Astalli: 10/9/2013) 20 RICHARD (1974): Cristianos por el socialismo. Sigueme, Salamanca; TRIGO (1974): “Cristianos por el socialismo”. En: SIC 368. Pp. 351-358. eee eee El tema en esta época 23 estuviéramos implicados en lo que discernimos y, por tanto, necesitados nosotros mismos de discernimiento, ya que, por muy bienintencionados que seamos siempre somos pacientes pastorales antes que agentes pastorales, y el Espfritu Santo que se nos dio no lo tenemos como espiritu nuestro, sino que nos trasciende por inmanencia y a quien, por tanto, debemos obedecer y no disponer de ¢1 como si lo que sale de nosotros fuera sin mds expresién suya. El entusiasmo que caracteriz6 a no pocos cristianos liberacionistas latinoamericanos, es una actitud encubridora de la realidad ya que confunde el espfritu que habita en esas personas y en esos ambientes, y al que ellas se entregan, con el Espiritu de Jesus, sin caer en cuenta que es espiritu de cuerpo o de una corriente hist6rica, sacralizado. El presupuesto es que la opcidn por los pobres incide en lo mds hondo del entramado social y, no menos, de la compresi6n y las valoraciones que se tienen respecto de los distintos seres humanos. Si no se tienen en cuenta tanto las valoraciones implicitas como las implicaciones de las acciones sociales, lo que se hace, a pesar del gran esfuerzo y la buena voluntad, puede resultar inocuo o perjudicial; digamos que el remedio puede ser peor que la enfermedad". Por eso no basta con la buena intenci6n, sino que se requiere un discernimiento a los diversos niveles, es decir, de la trama de la vida histérica. Asi pues, la opcién por los pobres solo puede concebirse y vivirse como alternativa de lo dado, es decir, como lo contradictorio que incluye, en otro horizonte, sus potencialidades e incluso a sus fautores, al menos en nuestra intencidn y deseo, pero que tiene a las mayorfas populares, a los pobres, como nticleo alrededor del que se nuclean los dems sectores”, Si la concebimos como una verdadera alternativa no la podemos pergefiar en todos sus detalles ya que seré una novedad histérica, aunque edificada a partir de lo dado: de cémo somos nosotros, de cémo son los pobres y de como esté configurada esta situacién; pero como transformacién de lo dado, incluidos nosotros, que también somos variables en el proceso y no sujetos 21 Es lo que hemos seftalado muchas veces respecto del presidente Chévez: que pontfa el dedo en la llaga de males reales, pero que el remedio que aplicaba era peor que las enfermedades que denunciaba, 22. Ese sentido de la propuesta que hace el Concilio Plenario de Venezuela de optar por los pobres, como un verdadero eje trasversal de sus documentos. Ver TRIGO (2009): “Optar porque los pobres Heguen a ser plenamente sujetos en la Iglesia y en la sociedad y sean reconocidos como tales”. En: Concilio Plenario de Venezuela/ Una constituyente para nuestra Iglesia. Distribuidora Estudios-Centro Gumilla, Caracas. Pp. 321-328. 24 Echar la suerte con los pobres de la Tierra fundamentalmente constituidos, aunque no, tampoco, seres en blanco, ya que somos capaces de hacer y mantener esta opcidn en congruencia con las relaciones trascendentes que nos fundan. Asif pues, para nosotros la opcién por los pobres no puede ser una opcién meramente ideolégica o politica. Tiene que implicar a la persona como tal: no puede Ilevarse a cabo sino ancléndose en lo més trascendente y profundizéndolo; pero tampoco puede acontecer sin superar mucho de lo que se es y ciertamente lo que haya de pertenencia al establecimiento. Lo mismo podemos decir respecto de los bienes civilizatorios: se precisa poseerlos en una medida excelente, porque son una palanca poderosa, pero no se los puede vivir como se los practica en el establecimiento, pues en él estén desustanciados y profundamente deformados. En esta necesaria transformaci6n radica en gran medida la dificultad de optar hoy por los pobres y, por otra parte, su sentido profundamente dinamizador y humanizador. Desde esta 6ptica tenemos que releer los textos clasicos de la opcién por los pobres. Ella nos capacitard para discernir lo que se qued6 en la época que los produjo, porque era mera expresién de ella, y lo que siguen teniendo de valido, porque la trascendian desde dentro. 3. Topicos para una consideracién sistematica PERTENECE AL NUCLEO DEL MENSAJE CRISTIANO En primer lugar tenemos que asentar que la opcidn por los pobres no es uno de los temas de la ética social, que es una de las partes de la ética. Asi se trataba en Europa cuando la teologfa latinoamericana la colocé en el centro del mensaje cristiano, y por eso los tedlogos que no captaron esa ruptura epistemolégica consideraron que los latinoamericanos extrapolaban una cuestién de ética social, colocdndola indebidamente en un lugar que no le correspondia. A ese nivel epistemoldgico el cambio fundamental consistié en pasar de una teologia doctrinaria: el depdsito de verdades revelado por Dios y confiado a su Iglesia, identificada con la instituci6n eclesidstica, con la jerarquia, a una teologia narrativa porque la revelacién es histérica. Los evangelios, y desde ellos toda la Biblia, constituyen las narraciones basicas de esta revelacidn y, por tanto, la fuente de toda teologfa que no es ante todo un conjunto de verdades, sino dar cuenta orgdnicamente de un conjunto de acontecimientos que culminan decisivamente en Jestis de Nazaret y que incumben a toda la humanidad y a toda la creacién. Pues bien, desde la Perspectiva de la revelacién histérica, los pobres se sitian en primera linea como los destinatarios privilegiados de la accién de Dios en la historia. Esto es lo que vamos a tratar de mostrar. Pero, aunque la opcidn por los pobres es un problema epistemolégico que exigia ser tratado a ese nivel; ese no era el problema de fondo. Quienes instalados en su ideologia o en su bienestar no se quisieron abrir a esta Perspectiva que exigia una reubicaci6n social, con unos costos personales 26 Echar la suerte con los pobres de la Tierra elevadisimos, sobre todo, un cambio de solidaridades y de estilo de vida, arguyeron que se estaba operando una extrapolacién, ya que a un tema especifico y particular se le estaba dando el rango de un contenido sistematico. Pues bien, ese rango es el que finalmente ha sido reconocido con toda la claridad deseable, tanto por las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano” como por los Sumos Pontifices, como por la academia. La opcién por los pobres es un eje trasversal de toda la teologia porque pertenece al nticleo del mensaje evangélico. Es lo que vamos a desarrollar sucintamente. EJE TRASVERSAL DEL MENSAJE CRISTIANO 1. Opcién por los pobres del Dios de Jestis * Nos referimos al Dios judeocristiano revelado escatolégicamente por su Hijo Jestis*®. En efecto, Dios se revela por su nombre en el Exodo”, en el proceso de liberacién de grupos oprimidos de manos del imperio opresor, un proceso que comprende tanto la salida de su zona de influencia, como la constitucién de un pueblo liberado, es decir, creyente y fraterno en el esfuerzo de crear vida y de crearse como entidad social donde no habia condiciones para vivir, en el desierto’, 23. En Medellin esté la base, que es lo més importante, pero Puebla es la primera que utiliza la expresin, hasta el punto de que constituye el eje trasversal de todo el documento. Ver: GUTIERREZ (1979): Los obres y la liberacién en Puebla. indo-American Press Service, Bogota; TRIGO (1979): “La opcién de Puebla”. En: SIC 413. Pp. 108-111. 24 MUNOZ (1987): “EI Dios de los pobres”. En: Dios de los cristianos. Eds, Paulinas, Madrid. Pp.174- 177; GUTIERREZ. Ob.cit. 308-313; GUTIERREZ (1992): El Dios de la vida. Sigueme, Salamanca. Pp.207-220; LEON (2008): “El Dios de los Pobres en la Teologia de la Liberacién”. En: Teologias del Tercer Mundo, PPC — Pundacién SM, Madrid. Pp. 23-45. TRIGO (2012): “EI Dios de los pobres”, En: Revista Latinoamericana de Teologia, 87. Pp. 245-258. 25 “O fundamento dessa opcio pelos pobres radica-se no proprio Deus, que toma partido pelo pobre e oprimido, ao criar um povo libertando-o da opressio do Egito, constituindo-o sinal antecipador do Reino ¢ ao indentificar-se com o pobre no seu filho Jesus.” (LIBANIO, Antoniazzi (1987): Teologia da Libertacdo: Roteito didético para um estudo. Sao Paulo: Loyola. P. 223), 26 “O verdadeiro Deus é 0 Deus dos pobres, que ouve o clamor dos oprimidos, que se empenha na sua libertagdo, como aparece no livro do Exodo.” (LIBANIO, Antoniazzi (1994): 20 anos de Teologia na ‘América Latina e no Brasil. Petropolis: Vozes. P. 62). 27 BRAVO, Del tema del Exodo al seguimiento de Jestis. En Cambio... 79-100, ELLACURIA (2000): “Historicidad de Ja salvacién cristiana”. En: Escritos teoldgicos I, UCA, San Salvador. Pp.545-560; Consideracién sistematica 27 En ese proceso de liberacién Dios se revela a los oprimidos”® como Yahvéh, el que va con ellos, como el que est con ellos, dindoles consistencia cuando se derrumbaban, entereza y solidez cuando sentfan que no podian mas, fundamento cuando estaban desfondados, asiento cuando navegaban a la deriva’, que eso significa el nombre de Yahvéh™. Cuando el pueblo se sedentariza, Yahvéh se revela como el Dios del extranjero, el huérfano y la viuda, que son los que no tienen piso para asentarse: Dios les da la consistencia que la sociedad les niega, rompiendo la fraternidad que debe caracterizar al pueblo de Dios. En ese trance Dios se revela, a través de la palabra de los profetas, como un Dios incompatible con la opresién, que exige que se haga justicia a los oprimidos y que no se explote alos débiles. Alno cumplir los reyes este papel de campeones de los pobres respecto de los ricos y poderosos, Yahvéh se manifest6 en esa parte del pueblo pobre que no podia vivir de su justicia, pero que fue capaz de vivir de la fe en ese Dios que era su roca firme, que lo acompafiaba. Ese pueblo pobre y esperanzado fue llamado, por eso, por los profetas los pobres de Yahvéh (anawin). Y, por eso, paradéjicamente, en él estribaba la esperanza de renovacién, porque en élreinaba Yahvéh, dandole vida y humanidad, déndole paz profunda, cuando todo parecfa perdido. —— TRIGO (1978): El Exodo. Curso Latinoamericano de cristianismo, Gumilla, Caracas; SIVATTE. (1999); “Un Dios con entrafas de misericordia que escucha el clamor del pueblo I y II”. En: RLT 46, Pp.31-57; 47(1999): Pp.151-172. 28 “A grande experiencia do povo foi: Deus nos libertou! Somos 0 povo de Deus (Ex 194-6)", “Relatando os acontecimentos hist6ricos do éxodo ¢ insistindo, nao tanto no aspecto material dos fatos, mas na experiéncia vivida e concreta e na convicgao certa e inabaldvel de que Deus estava presente ¢ atuate naquela tentativa humana de libertagdo, a Bfblia considera tal esforgo de libertagao como manifestacao da presenca de Deus entre os homens ¢ como infcio da estrada que conduz a Cristo © a ressurreigdo. (MESTERS (1972): Deus, onde estés? Belo Horizonte: Editora Vega. Pp. 36 y 31). “Nao basta uma libertago espiritual ou pneumética. Para poder servir a Deus, necessdrio antes sair da situagao opressora do Egito. Deus quer a libertagio integral da pessoa, fisica, material e espiritualmente.” (SILVA (2004): Deus ouve o clamor do povo. Teologia do éxodo. Séo Paulo: Paulinas. P.108). 29 “A teologia da libertagdo se apropriou de varios elementos do éxodo (...): Deus € libertador ¢ toma Partido dos oprimidos contra a opressdo faraGnica; ele quer a libertacdo total de seus filhos, longe da escravidao; entra na luta, até onde for preciso, para ver as pessoas livres; e concede a terra para que nela habitem com liberdade.” (SILVA (2004): Deus ouve o clamor do povo. Teologia do éxodo. Sic Paulo: Paulinas. P.107). 30 Si entendemos el “yo soy” no en el sentido esencialista, tipico de la metafisica griega, sino en el sentido causativo, como el que esta con aquél para el que Dios ha descubierto su nombre, esté, se entiende, déndole consistencia, porque él es el absolutamente consistente, ya que literalmente significa “yo doy el ser”. En el contexto, lo da a aquel que se siente tan disminuido que piensa que de suyo no tiene consistencia. 28 Echar Ia suerte com los pobres de la Tierra Esta predileccién de Dios por sus pobres Ilegé hasta el punto de confiar tanto en ellos que eligié a los pobres de Yahvéh como habitat de su Hijo: asf aparecen caracterizados Marfa y José, los pastores, Simeén y Ana, en el evangelio de la infancia de Lucas. Esta revelacién de Dios como el que llama a la existencia a lo que carece de vida y resucita a los muertos, que comienza al dar a Abraham y Sara la fuerza para engendrar, de la que ellos carecfan, culmina en el crucificado Jestis, a quien resucit6 de entre los muertos (Rm 4,17-25). Asi pues, el Dios judeocristiano no es el dios de los dioses y el sefior de los sefiores, el que culmina y trasciende las jerarquias sociales, un dios que no existe sino que es mera proyeccién de la fuerza de los poderosos y de los anhelos de los débiles, sino el que est con los de abajo dandoles la consistencia de que carecen, dandoles, en definitiva, su misma consistencia, como se revelé en su Hijo Jestis, una consistencia que no pudieron quebrar los poderes de este mundo y de la que vivimos y viviremos siempre*!. 2. Opcién de Jestis por los pobres ** El presupuesto de la opcién de Jestis por los pobres es que, como dice Puebla, “nacié y vivid pobre en medio de su pueblo” (190). Por eso sus padres, al rescatarlo, solo pudieron pagar la ofrenda de los pobres. Ahora bien, ese estado inicial de Jestis dice de la opcién de su Padre por los pobres ya que quiso que su Hijo naciera pobre entre pobres. La opcién de Jestis consistié, en primer lugar, no en que siendo rico se hizo pobre*, sino en que siendo pobre no vivid como un pobre mis, tratando meramente de conservar su vida en ese medio tan escaso y combatido ni, viéndose con cualidades y 31 “A descricdo do éxodo esclarece um caminho que comegou I4 no Egito ¢ que ainda nao terminou. Eo. camimho de todos n6s rumo & terra prometida, onde reina a plena liberdade, nascida de Deus. (..) A humanidade esté toda envolvida no éxodo, ou como diz 0 Coneilio, esté radicalmente comprometida com o “Mistério Pascal de Cristo’. Em tudo isso, existe a brecha por onde Deus entra, se faz presente atua em favor dos homens, e onde pode ser encontrado.” (MESTERS (1972): Deus, onde estas? Belo Horizonte: Editora Vega. P, 34). 32 SOBRINO (1991): “Opcién por los pobres y seguimiento de Jestis”. En: VIGIL (Ed.) La opcién por los pobres. ST, Santander. Pp. 33-46; GUTIERREZ, (1992): “Los destinatarios del reino”. En: El Dios de la vida, Sigueme, Salamanca, Pp. 203-220; “Bl coraz6n del Evangelio es el anuncio a los pobres”: “los pobres estan en el centro del anuncio de Jestis” (Papa Francisco: didlogo con un grupo de jovenes flamencos. 31/3/2014). TRIGO (2008): “Mutua implicacién entre Jesucristo y los pobres”. En: Papel de la teologia en el mundo actual. RLT 73, Pp. 67-71. 33 Como se sabe, esta expresién de Pablo significa que Jesiis, siendo de condicién divina, se. despojé de su rango y se hizo un simple mortal. esecenaeeiaaeaiieadidadiia cca cece ee

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