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El Libro Magno SAN CIPRIANO TESORO DEL HEGHIGERO Bdicién tnica y completa, numerada, del famosi- simo Grimorio; dividida en las tres partes 6 libros que se consideran los sélo auténticos entre los mu- chos publicados con el mismo nombre. WAS HELFFEX FAKELN LICHT ODER BRILN, $0 DIL.LEVT NICHT SEHEN “WOLLEN TAL IPAIG Centro Editorial Poligiota. EL LIBRO MAGNO DE SAN CIPRIANG TESORO DEL HECHICERO Edicion ENEDTER SHAIAR ADVERMENCTA (| on los titulos de «Libro de San Ci- hg priano», Tesoro del Hechicero», «Eotameron» «Cruz de San Barto- 1.mé y San Cipriano», «Engremanzos de San Cipriano», «Verdadero Tesoro de Ma- gia Blanca y Negra» y otros de parecida indole, circulan impresos en varios idio- mas nua gran variedad de grimorios que suponen ser en cada caso, copia mds 6 me- nos exacta del libro que segunu-la leyenda, el propio Satanés entregé al famoso mé- ” gico (luego convertido 4 las doctrinas del verdadero Dios), cediendo & los poderosos conjuros del evocador, 6. de las férmulas que este empleara. No necesitaremos esforzarnos mucho para hacer vercomo ninguna de las magicas obras que se suponen herederas del saber oculto del santo mértir cristiano, tienen mayor fundamento de autenticidad que las de pa- recida indole, y no menos reputadas, su- puestamente escritas por los Papas, Leén y Honorio y por el mismo Salomon, 4 quien se concede la paternidad de la Cla- vienda. Basta abrir un instante cualquie- —s— ta de estos grimorios, para que se eviden- cien de manera precisa las muchas contra- diciones, falsedades y anacronismos, alli contenidos 4 modo de elocuente protesta, de un origen que no resiste los ataques de la critica histérica y literaria m4s elemen- tal. Sin embargo, existe una diferencia enor- me entre los denominados libros auténttcos de San Cipriano y los muchos apécrifos que por todas partes circulan impresos. Aquélios bajo esa caprichosa advocacién y figurada fuente de ensefianzas, represen- tan un antiguo grimorio, redactado por quien 6 quienes dan innegable muestra de su pericia en artes m4gicas; estos no pasan de ser en la mayoria de las ocasiones, bas- tardas copias de los primeros, y mal aper- gefiada coleccién de recetas goéticas, toma- das sin discernimiento de cualquier parte, oyendo casi siempre los desnaturalizados recuerdos de la tradicién popular, y enno pocos, suple la fantasfa de los incégnitos y poco aprensivos compiladores (con des- acertado tino), la falta de elementos ori- ginales, en lo que toma faundamento el ct- mulo de falsus consejos y ensefianzas, crea- dor de relatos puramente supersticiosos y de todo punto ineficaces. -9 Nuestra edicién, que reane en un solo tomo los tres libros consiverados auténti- v cos, si se da & esta palabra la significacién 4 que aludimos en el parrafo anterior, es por tal motivo la m4s completa y la Unica espafiola que juntos reproduce los textos & que exclusivamente se refiere la leyenda de los poderes mdgicos de San Cipriano. Su aurentrpap, pues, le concede todo el valor que-por tradicional fama goza y per- mite 4 los amantes de esta clase de estu- dios, que puedan juzgar por sf mismos del contenido de la obra, sin la intervencién de infieles y poco escrupulosos narradores, quienes 4 la sombra del reputado titalo, ofrecen por cuenta de un viejo autor, cien modernas y descabelladas fantasias, en re- vuelta mescolanza con las férmulas de la més dadosa especie y de procedencias tan varias como poco estimables para el ver- dadero ocultista. (1) Engpren Suatam. S./D6 (1) Entre las ediciones apécrifas que conoce- mos, merece ser exceptuada por su excelente factura, asi como por s: mérito ocultista, la pu- blicada hace poco en Ja casa de Gregorio Pueyo, ilustrado librero de Madrid. LIBRO PpRIMERO DE SAN CIPRIANO SUMARIO Instrucciones 4 los religiosos para comba- tir los daiios del diablo y los hechizos.— Oraciones de mucho provecho.—Vida de San Cipriano._Manera de desencantar tesoros y sitios donde se hallan.—Fantas- mas y sombras.—Arte de echar las cartas.. —Pronésticos del nacimiento.—Poderes ocultos, oraciones y conjuros. OAPITULO PRIMERO INSTRUCCIONES PARA LOS RELIGIOSOS Y RHLI- GIOSAS QUE HAYAN DE COMBATIR ALGUNA DOLENCIA. —REGLA QUE TODO RELIGIOSO DE- BE ESTUDIARPARA SABER OUANDOY CUANDO N6 LAS ENFERMRDADES RESULTAN OBRA DE HECHIZO 6 DEL DIABLO. } fermedades provienen de hechizos N| 6 por arte del demonio, pues 4 ca- da instante vemos personas que padecen dolencias naturales; pero cuando el mal se . prolonga y no tiene remedio, atribtiyese 4 una obra de hechiceria, que no existe de ninguna manera. Es costumbre muy extendida Ja de acu- dir en estos casos ciertos hombres y muje- res, bien poco versados en distinguir lo na- taral de lo sobrenatural, quienes comien- zan & hacer conjuros y & lanzar maldicio- nes contra espiritas que de nada tienen — 12 — culpa. Tales imposturas 6 impostores fene- cen con la maldicién de Dios, como dice San Cipriano en el cap. XVI de sa obra. Ruego, pues, de todo corazén &los reli- giosos, que estudien detenidamente estas instrucciones para no exponerse 41a mal- dicién del Eterno, porque hay que edver tir que todo cuanto hagamos ha de seren nombre de Jesucristo, y, por lo tanto, no debemos ofenderle mis aun no invocando su santo nombre, al objeto de que nos asis- taenel momento dedicado 4orar por el paciente con laintencién de no ser enga- fiados en lo tocante 4 si la enfernedad fue- se 6 no, cosa de hechizo 6 de los espiritus infernales. Al final de las presentes ins- trucsiones daré una oracién en latin que habré de ser leida tres veces junto al en- fermo. Si la dolencia dependiera de hechi- zos 6 espiritas, bonignos 6 malignos, no tardardn éstos en dar cuenta de si decla- rando que si estén dentro de la criatara que sufre, quien comenzaré 4 acongojarse convalsivamente. Cuando tal suceda, se puede asegurar que la enfermedad es s0- brenaturai y no natural, y en vista de ello hay que decir en seguida: —En nombre de Dios Todopoderoso, yo te ruego, espiritu, que me declares por qué — 13 — atormentas & este cuerpo de (se diré aqui el nombre del paciente) y te conjuro para que expliques lo que quieras del mundo corporal. Aqui esté el bienhechor que va & rogar & Dios por ti para que te veas purifi- cado en el reino de la Gloria. Al finalizar la invocacién transcrita el religioso advierte claramente si el espiritu vaga por los ambitos de la tierra en bus- ca de oraciones, puesto que al decir —«

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