You are on page 1of 64

´

Créditos:

Edita
Ayuntamiento de Quesada

Coordinación y Comisariado
Juan Francisco Segura Crespo
Rosa Valiente Martos

Montaje e iluminación
Equipo del Museo Rafael Zabaleta - Miguel Hernández

Fotografía
Tíscar Teruel Cárceles

Diseño y Maquetación
Juan Francisco Segura Crespo

Un proyecto del Colectivo de Artistas Quesadeños, con


el apoyo del Ilustre Ayuntamiento de Quesada (Jaén)

ISBN: 978-84-09-37451-9

5
ÍNDICE

8- Saluda del Alcalde.


Quesada: cuna de creadores y creadoras
José Luis Vílchez Molina

10 - Zabaleta, fuente de inspiración


Rosa Valiente Martos

12 - Prólogo
Francis Cifuentes

16 - Obras y Artistas

7
Saluda del Alcalde.
Quesada: es cuna de creadores y creadoras

Bajo el título “ Formas en tierras de secano. Una reflexión desde la cercanía” el colectivo de
artistas locales rinde homenaje al ilustre pintor quesadeño Rafael Zabaleta, con una veintena de
obras, inéditas en su mayoría y concebidas ex profeso para esta exposición que, en el momento
de la publicación de este catálogo se puede disfrutar en la Sala de Exposiciones Temporales del
Museo Zabaleta-Miguel Hernández, la “casa” de los pintores y los poetas, que desde marzo
pasado cuenta con el Espacio José Luis Verdes.

Las actuales circunstancias de pandemia que estamos viviendo no permitieron que esta
exposición se inaugurase en 2.020, año en que estaba prevista, con motivo del 60 Aniversario
del fallecimiento de Rafael Zabaleta y que, con todas las garantías higiénico-sanitarias se pudo
finalmente realizar el pasado dieciocho de diciembre.

Quesada es cuna de creadores y creadoras, como así lo muestra este proyecto de siete artistas:
Ramón Moya, Juan Francisco Segura, José Miguel Morata, Rubén Martínez, Juan Ignacio Valdés,
Alejandro Morata y Francisco Fernández “ Vinchi” que nos ofrecen lo mejor de su arte desde
diferentes y heterogéneos estilos, filosofías, composiciones y técnicas. A todos ellos quiero
agradecer este “regalo cultural” que supone la exposición para todos y todas los quesadeños y
quesadeñas y cuantas personas se acercan a visitar nuestro Museo. Quisiera hacer una mención
especial a Juan Francisco Segura, coordinador de la exposición por su trabajo, esmero y cariño
demostrados tanto en la muestra como en la publicación del catálogo.

No se trata de la primera exposición de artistas locales y no nos cabe la menor duda de que
tampoco será la última.

El Área de Cultura y el Museo Zabaleta siempre estarán abiertos y receptivos a cuantas


propuestas se presenten para promover, difundir y poner en valor la obra de nuestros/as
creadores/as, en cualquiera de sus géneros.

José Luis Vílchez Molina


Alcalde del Ayuntamiento de Quesada

8
Zabaleta, fuente de inspiración

Quesada ha sido un pueblo que ha dado personajes ilustres a lo largo de la historia, la pintura
ha sido un medio de expresión para algunos de ellos, entre los que destaca, principalmente
nuestro admirado Rafael Zabaleta, uno de los artistas más relevantes de la provincia de Jaén y
de la historia del arte en España.

Como es natural, al vivir en un pueblo donde existe un museo los quesadeños y quesadeñas
hemos crecido junto a la pintura de nuestro artista, observando y asimilando su obra como
emblema de nuestro entorno, la gente, el modo de vida en el mundo rural, en definitiva, su
idiosincrasia y también, como medio de expresión artística. Este singular aspecto ha hecho que
la pintura sea eje inspirador para muchos niños y jóvenes de Quesada que han encauzado su
vida hacia el mundo del arte.

Una vez más, el colectivo de artistas de Quesada muestra su obra en el Museo Zabaleta, en esta
ocasión, arropados por el óleo del pintor titulado “Formas en tierras de secano”. Es inte-
resante ver cómo una sola pintura puede ofrecer diferentes significados al espectador y más,
al artista que se inspira en ella. Son siete interpretaciones distintas plasmadas a raíz de la idea
sugerida por Juan Francisco Segura, comisario de esta exposición y en la que participa junto a
Ramón Moya, José Miguel Morata, Juan Ignacio Valdés, Alejandro Morata, Francisco Fernández
Fernández y Rubén Martínez.

Cada uno de ellos muestra su visión más personal del óleo propuesto, diversificada en la temá-
tica del universo femenino y la técnica artística, la geometría, el color intenso, la mujer campe-
sina, madre y esposa, la dureza de la época, síntesis en la ejecución, la esencia de la pintura, la
materia pura y el concepto, todo un conjunto de emociones que se reúnen en torno a la obra
de Rafael Zabaleta.

Rosa Valiente Martos


Directora Museo Zabaleta

10
Prólogo

Si por un instante cerramos los ojos y buceamos entre los recuerdos de nuestros primeros años,
muy posiblemente nos venga a la mente la imagen que hoy lleva el nombre y la esencia de este
proyecto expositivo: “Formas en tierra de secano”. Himno de nuestra infancia y representación
del imaginario colectivo de los quesadeños. Seguramente, con motivo de una excursión escolar
al museo de nuestro pueblo, entablábamos el primer contacto con el universo Zabaleta. Y allí,
por primera vez, nos plantábamos frente a este lienzo. Tras varios minutos con la mirada
absorta, nos invadía la fuerza del color, la sencillez geométrica, la simplicidad, la belleza
estética, el equilibrio, pero también la extrañeza y la incomprensión del mensaje. Descifrar lo
inefable a esa edad resulta complejo.

Pero la incomprensión inicial se va difuminando y aprendemos a mirar. Y ahí estamos, años


después ante la misma obra, y la imagen empieza a recobrar sentido, contexto, voz, vida,
aliento… Del lienzo se alzan los elementos y dejamos de ser simples receptores del proceso
comunicativo, para ser parte del todo. Los personajes que en principio nos parecían ex-
traños, de otro mundo, ajenos a nuestra realidad, ahora no dictan tanto de lo que somos;
de nuestra identidad, de nuestra herencia, de nuestras costumbres, de nuestra tierra. Ahora
vemos nuestro reflejo; somos esos trazos que levanta el lienzo:

Comunión de los campesinos, forma sagrada de la tierra, Santísima Trinidad de los trabajadores,
revelación de la verdad. Tres cuerpos con una misma naturaleza y un solo dios; la mujer como
valor de sí misma, como raíz, motor y yunque y su lucha semántica; dureza, tierra, compromiso,
sequía, esfuerzo, trabajo, coraje, opresión, dignidad, esclavitud, resignación, grito baldío y seco.

Y cuando aprendemos a mirar no podemos evitar establecer paralelismos, ciertos rasgos


coincidentes entre Zabaleta y la obra de otro defensor del campesinado andaluz; Miguel
Hernández:

«Cuántos siglos de aceituna,

los pies y las manos presos,

sol a sol y luna a luna,

pesan sobre vuestros huesos!»

12
Pasan los años y esta imagen, como soñada, onírica, sigue atrayendo a nuevas generaciones. Es
así, como esta cantera de artistas quesadeños, bajo el precepto de la inspiración y también como
homenaje al pintor, toman como punto de partida esta obra y la llevan a su terreno. La estiran,
la multiplican, la deforman, la moldean. Suman sus experiencias y de ahí nace un trabajo muy
personal, con un lenguaje propio.

Cada uno de los integrantes de este proyecto ha sabido reinterpretar y establecer una nueva
visión, sirviendo como escabel la influencia de la obra pictórica de Zabaleta; así unos destacan el
color y las figuraciones geométricas, mientras otros; los temas y los conceptos. Como resultado:
un propio lenguaje plástico y una manera intrapersonal de entender una misma obra y autor.

Así pues, Alejandro Morata, influenciado por la fluidez de la pintura y el concepto de geometría,
pone su atención en el rostro de Zabaleta, entendiendo este, como contenedor de la creatividad
y el sentimiento. También en su obra hace referencia a las “Campesinas”, con varias figuras
femeninas, que define como: «sensuales pero exageradas y geométricas; símbolo de lo real o de
la eterna insatisfacción del deseo». En la obra de Morata podemos ver cómo confluye realidad e
imaginación, idea y materia, en definitiva; lo inasible y lo tangible.

Son las composiciones simétricas la cuestión pictórica en la que se basa Paco Fernández
Fernández, a la hora de trabajar su composición. Con su pintura persigue analizar el equilibrio
sociocultural de la mujer y su evolución en la actualidad.

Ramón Moya en su obra “Campesina”, contextualiza el entorno social y humano de los años
cincuenta. Habla de la mujer como valor de sí misma, como raíz, motor y yunque. Se detiene
en la expresión de la mujer trabajadora, «de gesto sumiso, obediente y sometida a las crueles
exigencias sociales, que en muchas ocasiones, era incluso ignorada, maltratada y carente de
valores sociales y humanos”.

La temática de Zabaleta es lo que impregna el trabajo de Rubén Martínez. Que aprecia en la


pintura de este, los entornos, las tradiciones y las costumbres populares y folclóricas de nuestra
tierra. Este joven pintor se siente influenciado por lo cotidiano y así se puede apreciar en las
líneas quebradas y en los colores llenos de energía que desbordan sus pinturas.

13
La escultura es la disciplina predilecta de José Miguel Morata, que con su obra plantea una
desconstrucción del cuadro, modificando los elementos del paisaje original. En su composición
son las campesinas las que rodean al campo y no al revés. Su propuesta se relaciona con
Zabaleta en tanto que conforma la figura femenina como protagonista.

Geometría polimórfica rural es la obra de Juan Ignacio Valdés, en ella nos hace reflexionar sobre
la evolución del medio rural y el paso del tiempo.

Finalizamos con la obra de Juan Francisco Segura Crespo. Este autor realiza una síntesis del
arte de Zabaleta; destaca su visión pictórica y sus conceptos. Con su obra “Formas en tierra de
secano”, el autor pretende «Dar cuerpo al color, al trazo y a la forma, para que mostrasen su
naturaleza matérica».

Francis Cifuentes

14
OBRAS Y ARTISTAS

16
17
18
19
20
21
22
23
ALEJANDRO MORATA

A partir del estudio de la obra “Formas en tierra de secano” he realizado dos piezas que
funcionan como pareja y que son el inicio de una serie que continuará. Están inspiradas en
las figuras de Rafael Zabaleta y Miguel Hernández. La idea principal de este proyecto gira en
torno al ser humano concebido como obrero y pensador. De este concepto surgen “La voz
del pintor, homenaje a Rafael Zabaleta” y “Tierra callada, homenaje a Miguel Hernández”.
Hacía tiempo que quería interpretar los rostros del pintor y del poeta, que sin embargo no
los contemplo como retratos sino como fragmentos.

Planteo la cabeza como contenedor de la creatividad y el sentimiento en la “La voz del


pintor”. A ambos lados, un conjunto de figuras femeninas, se presentan voluptuosas pero
calmadas a la derecha y enérgicas a la izquierda, tal vez como símbolo de la realidad
las unas y de la creación las otras. La presencia de ellas puede hacer alusión a la eterna
insatisfacción del deseo. Las manos acaso transmitan mi visión de las artes plásticas en la
que trabajar con ellas se convierte en una reivindicación. No se concibe la obra del pintor
quesadeño sin el dibujo y esto queda reflejado, en mi cuadro, mediante el empleo de
múltiples grises. Es este, el dibujo, uno de los pilares de mi obra que se convierte en mi
primera herramienta de materialización de sueños que permanecen en papel a través de
estudios preparatorios, de los cuales solo unos pocos ejemplos pueden verse en este ca-
tálogo y en la exposición. En mi lienzo se observan referencias a la fluidez de la pintura a
través de la técnica.

“Tierra callada” ofrece una nueva visión de los valores del trabajador. El digno rostro del
escritor nos recuerda su legado. Los desnudos no representan seres mundanos, sino la idea
de estos. Probablemente están ahí para comunicarnos la determinación, la perseverancia,
la fuerza y lo fatal. La dualidad vuelve a estar presente mediante los binomios hombre y
mujer, estático y dinámico, etc. He buscado evocar el sonido de la palabra escrita a través
de un medio silencioso como el lápiz sobre papel. Los grises activan el espacio mientras
que luces y sombras revelan el profundo análisis de las formas que aspiran a estimular la
fantasía del que las mira. Como observador veo en él a la tierra que nos alimenta y al ser
que la cultiva.

Confluyen en este dúo percepción e imaginación, idea y materia, orgánico y geométrico, lo


inasible y lo tangible. La naturaleza nos recuerda en cada momento que es nuestra madre
y esta idea universal queda sellada en una temática local. Su presencia puede intuirse a
través de los elementos sugeridos aire, fuego, tierra y agua. Durante el proceso creativo
he reflexionado sobre el ser humano en su origen como individuo que precisa alimentar-
se y reproducirse para sobrevivir y que a través del uso sistemático de sus manos
ha desarrollado una capacidad más compleja de pensamiento la cual le ha permitido
subsanar la presión que ejerce la naturaleza y desarrollar un modo genuino de entender la
existencia, su habilidad de generar arte.

24
Alejandro Morata
La voz del pintor, homenaje a Rafael Zabaleta
Técnica mixta sobre lienzo
81 x 100 cm

25
26
Alejandro Morata
Tierra Callada, homenaje a Miguel Hernández
Grafito sobre papel encolado a tabla
79 x 98 cm

27
28
Alejandro Morata
Tres estudios para la voz del pintor
Grafito sobre papel
21 x 28,3 cm ud.

29
FRANCISCO FERNÁNDEZ

FELISA COMO BERNARDA ALBA


Todo el autoritarismo impreso al personaje de Bernarda Alba por Federico García Lorca, la
imposición de una obligación, la salvaguardia del estatus social al que pertenece, que siendo
interpretado magníficamente por Felisa, es lo que pretendo plasmar en esta obra realizada con
óleo y acrílico sobre lino.
Con el posicionamiento de la modelo en el marco del lienzo resalto el lugar social que
ocupa, utilizando un fondo azul con manchas amarillas y contrapuesto al negro severo pretendo
impactar y atrapar las miradas impresionadas de quién observa. El rostro agresivo en su realización,
con una mirada directa, te atrapa para colocarte en un plano inferior y de sumisión.
¿Son “ Las Campesinas “ las que soportan y superan las encrucijadas tramadas por el poder de
estos personajes?

DOS GENERACIONES
Pensamientos, ilusiones, deseos, excentricidades, mentiras, etc., solamente son analizados,
soportados y entendidos por nosotros mismos. Un modo de poder llevar a cabo el camuflaje
que necesitamos para sobrevivir en esta sociedad tan agresiva lo realizamos utilizando las ropas
con las que cubrimos nuestro cuerpo, disfrazando nuestras interioridades, ya que si estuvieran
expuestas ante los demás seríamos muy vulnerables y estaríamos indefensos. Somos capaces
de crear una segunda piel con nuestra indumentaria hasta conseguir una identidad en la que
guardarlo todo.
He utilizado las ropas de personas coetáneas a los tiempos en que vivió Rafael Zabaleta para,
de un modo representativo y colocadas en posiciones sugerentes y adecuadas a los
pensamientos de dos generaciones diferentes, poder despertar el entendimiento compartido
de los observadores de estos dos trabajos, revivir esos tiempos en que las poseedoras de tales
sayos supieron adecuarse a su momento histórico y conseguir que hoy en día estemos
orgullosos de su existencia.

NUEVAS GENERACIONES
Utilizando la misma estructura compositiva triangular que la obra de Zabaleta que me inspira
he dispuesto a tres figuras femeninas sobre pedestales, en un entorno vacacional. Destaco la
figura central representando a la diosa Ceres con un pañuelo dorado, como el trigo, y adornada
con un colgante que representa la figura humana. Este dibujo realizado en tinta china ensalza a
la mujer superadora de las travas sociales y consiguiendo a lo largo de los años un estatus más
en consonancia con su labor. Representa un cambio ambicioso.

MI ABUELA
Es un dibujo sencillo en su composición, realización y material utilizado donde el rostro frío
y seco de mi abuela me ayuda para, mentalmente, llegar a esos tiempos tan de necesidad y
escaseces superados por multitud de familias en el entorno rural. La actitud desenfadada del
personaje con el pañuelo abierto por la influencia de la calor veraniega imprime un tono de
frescura a la modelo, que con un fondo azulado hace que su transparencia inquiete al interlocu-
tor dejándolo sin nada en su interior. Es con el negro del carboncillo que utilizo para así recordar
el luto y el sufrimiento de tantas abuelas de mi querida tierra.

30
Francisco Fernández Fernández
Felisa como Bernarda Alba
Acrílico y óleo sobre lino
146cm x 100cm

31
32
Francisco Fernández Fernández
Dos generaciones
Técnica mixta
Díptico - 122cm x 121cm /ud.

33
34
35
Francisco Fernández Fernández
Nuevas generaciones
Tinta sobre papel
80cm x 94cm

36
Francisco Fernández Fernández
Mi abuela
Carboncillo y acrílico sobre loneta
120cm x 120cm

37
JOSÉ MIGUEL MORATA

Campesinas, en esta interpretación de las campesinas he hecho una deconstrucción del cuadro,
siendo las campesinas las que rodean el campo que tienen en común. Ofreciendo el mundo.
Relacionado con esta idea, quise plasmar a las campesinas en distintas épocas de nuestra cultura
acogiendo, arropando el nacimiento de la madre naturaleza. La figura femenina es tan
importante en mi trabajo como lo fue para el pintor Rafael Zabaleta.

38
39
José Miguel Morata
El nacimiento del Guadalquivir
Escultura de barro cocido

40
José Miguel Morata
Deconstrucción de las campesinas
Escultura de barro cocido

41
JUAN IGNACIO VALDÉS

Geometría polimórfica rural

En un devenir de las circunstancias,


un mundo imprescindible y casi invisible que es,
resurge en la opción del será.
Permanece en una verdad que desprecia,
mientras se enquilosa en falsas creencias.
Dejo el tiempo pasar.

Todo se extingue en una letanía de despropósitos de nuestra civilización,


donde el caciquismo se repite como una canción.
En el constante tañir de las campanas que más a que al culto al fuego llaman,
el arte surge como válvula de escape de un humano creador que persiste en expresar todo su
amor.

Y dejo el tiempo pasar.

42
Juan Ignacio Valdés
Geometría Polimórfica Rural
Óleo sobre lienzo
145cm x 113cm

43
44
JUAN FRANCISCO SEGURA

En “formas en tierra de secano”, veo la esencia que contiene la pintura de Zabaleta. Un resumen
de su arte, su visión pictórica y sus conceptos. Aquí convive la tradición y la innovación pictórica
del siglo pasado. El colorido fauvista junto con las aristas, vértices e intersecciones de la visión
cubista, caminan de la mano del folclore, la cultura rural y la tradición más arraigada.

Desde mi visión, quiero preguntarme ¿Que es innovar en pintura hoy? ¿Qué caminos le queda
a la pintura por recorrer, en este reto permanente constante que es pintar? Desde mi entendi-
miento, la tradición de la pintura ha privado a esta de su cuerpo, de su carne, siendo sometida
a lo lacio de lo líquido. Quiero dejar que la pintura sea ella misma, que muestre la naturaleza de
su material, el ancho, largo y profundo de su cuerpo.

En mi revisión a la obra “Formas en tierra de secano”, quise dar cuerpo a la amalgama de


formas que construyen la figura que centra la composición en el icónico cuadro. Dar cuerpo al
color, al trazo y a la forma, para que estas enseñasen su naturaleza matérica. Después volver
a estrujarlas, maniatarlas y aprisionarlas, como parece que ocurre con los volúmenes de los
cuadros de Zabaleta.

El oficio del pintor se debe a los materiales. Con mi práctica quiero contribuir, al igual que
Zabaleta en su tiempo, a expandir su definición. Alejándola de la tradición de pintar, para abrir
nuevos senderos

46
47
Juan Francisco Segura
Volumen en tierra de secano I
Pintura plástica y lienzo
Dimensiones variables

48
Juan Francisco Segura
Volumen en tierra de secano II
Pintura plástica y lienzo
Dimensiones variables

49
Juan Francisco Segura
Volumen en tierra de secano III
Pintura plástica y lienzo
Dimensiones variables

50
RAMÓN MOYA

Mi idea al interpretar la obra de Rafael Zabaleta titulada las Campesinas, no es otra que retroceder
y situarlas en el tiempo y en la época en que fuerón pintadas por el artista, donde el entorno rural
y la ausencia de valores humanos en un sector de la sociedad con poder económico y caciquil,
incluso respaldada por el poder del estado y también de la iglesia era evidente, así como la
presión ejerceida por ambos poderes con la sociedad analfabeta, pobre y mísera del momento,
que se veía abocada a prestar sus servicios a veces a cambio de un plato de comida, por jornadas
donde la disponibilidad de sus servicios era inacabable.
Esta colección interpretativa consta de ocho obras donde aparecen, seis pequeñas con el mismo
gesto en el rostro, asumiendo la orden dada por la Sra. Sr. o también por el hijo llamado en este
caso el “señorito”.

La septima obra, representa a una mujer desnuda “la campesina” en la cama, con el rostro
semidesfigurado al verse sorprendida por alguien que quiere entrar en este caso sin avisar y
que se ve reflejado su rostro difuminado en el espejo.
La octava obra, representa la multiplicidad de las campesinas en las distintas y variadas
labores de su infinita jornada.
Mi obra representada e inspirada en la pintura del genial maestro Rafael Zabaleta, titulada
“CAMPESINA”, se basa principalmente en el año en que fue creada: en el entorno social y
humano de los años cincuenta.
Rafael Zabaleta no pudo elegir mejor modelo a interpretar, en este caso a la mujer madre,
mujer trabajadora; servicial y con carácter amable, pero firme.
Podemos ver como la “Campesina” está pintada con varias piernas; la multiplicidad en la
función doméstica, trabajadora y servicial está bien representada mezclando las ropas del
vestido en distintos modelos de vestimenta, según la faena a realizar e incluso también,
aparece semidesnuda la pierna izquierda del cuadro, con demostración inequívoca de que
el sexo, también formaba parte de su función como mujer.

La expresión del rostro y sobre todo de los labios, cual Gioconda del gran maestro del renaci-
miento Leonardo de Vinchi, donde la eterna sonrisa está, entre la resignación, el acatamiento o
también dispuesta a la rebeldía, con los labios apretados impotentes ante la prepotente fuerza
machista y los poderes impuestos por el estado político-social y religioso establecido de ese
tiempo.
En este caso y después de un detenido y cuidadoso estudio de esta obra donde R. Zabaleta,
representa una mujer campesina, andaluza y quesadeña, trabajadora del hogar y del campo
al mismo tiempo, con la mirada y gesto sumiso, obediente y sometida a las crueles
exigencias sociales, donde la voz del rico, prepotente y autoritario amo del ambiente rural
era la ley imperativa del momento así, como las leyes impuestas por un poder dictatorial
con fuerte apoyo y complicidad religiosa, con todavía reminiscencias inquisidoras, relegaban
a la mujer a un segundo lugar o, según su condición social era incluso ignorada, maltratada y
carente de valor social y humano.

La presión y la prepotencia ejecida sobre la mujer, era de tal manera que además de ser madre
en la mayoria de las veces de considerable y numerosa familia y atender las labores domésticas
de la casa, también deberia de participar en las labores del campo o si las necesidades económicas
lo requerían, también prestar sus servicios en casas de familias adineradas; siendo incluso en
ocasiones, acosada en este caso por razones de sexo

52
Ramón Moya
Serie: Sí, señor / Sí, señora
Acrílico sobre lienzo
30 x 30 cm /ud.

53
54
Ramón Moya
¡¡No!!
Técnica mixta sobre tabla
100 x 80cm

55
Ramón Moya
De profesión, sus labores
Acrílico sobre lienzo
116 x 100cm

56
57
RUBÉN MARTÍNEZ

En la pintura de Rubén, la influencia de Rafael Zabaleta supura de cada pincelada. Se puede


apreciar una pintura joven que busca describir entornos, tradiciones y costumbres a partir de
líneas quebradas y colores llenos de energía. Sus pinturas hablan de lo cotidiano en el contex-
to rural contemporáneo. Aquí, se relaciona directamente las temáticas que trabajaba Rafael
Zabaleta y que se pueden apreciar en la obra que interpretamos “formas en tierra de secano”.

58
Rubén Martínez García
Pedro Colilla
Óleo sobre lienzo
60 x 80cm

59
60
Rubén Martínez García
La yaya
Óleo sobre lienzo
Díptico - 117 x 60cm /ud.

61

You might also like