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Marcelo Perine (org.) Sobre o ser e o aparecer, o beloeo bem es ee FRANCISCO BRAVO Ontologia y Etica en el Filebo de Platén 1. Los tres momentos de la ontologia del Filebo Una de las caracteristicas del Filebo es que en él hay una especie de simbiosis entie ética y ontologia. Empieza desarrollando una ontologia general, destinada, negativamente, a rechazar la identificacién de la vida dichosa (sbv lov ebSai pova: 11 D6) con el placer o con el conocimiento considerados separadamente; positiva~ niente, a poner las bases para su identificacién con una mezcla de estos dos estados de la mente. A la identificacién de la ebSa1povt a con el placer, defendida por Filebo y Protarco, Sécrates opone la multiplicidad de la ovr, pese a su unidad aparente. En efecto, aunque su nombre sugiere que es algo uno (év t1: 12 C7), la experiencia muestra que ofrece toda clase de formas mutuamente diversas (12c7-8). Le ocurre lo que a las figuras, cuyo todo es genéricamente uno (yévet pév cot Tay €), pero cuyas partes (i. Seuépn) se muestran de lo més contrarias entre si (vaytudtor éaaxpouc) (12 E7-8). Tampoco el conocimiento escapa a esta paradoja'. En éste yen todos los dominios de lo real, lo uno se identifica siempre con lo multiple y lo mul- tiple con lo uno. El autor introduce de este modo, una ontologia general de lo uno-miiltiple, que exhibe los perfiles de una henologia. En el dominio epistemolé- gico, las paradojas de lo uno-miltiple se hacen patentes al intervenir el método de la recoleccion y la divisi6n, el cual, al tiempo que agudiza las paradojas de este principio, recibe de él sus fundamentos ontoldgicos y le ofrece, a su vez, la mejor 1. Cf. Fil, 13 B-l4 A. 167 ESTUDOS PLATONICOS via para su inteleccién y su aplicacién. En el ambito de la ética, la henologia conduce a los interlocutores a una revision de sus concepciones de la vida buena* y ala tesis segtin la cual el bien se identifica, no con el placer ni con el conoci- miento separadamente considerados, sino con una tercera disposicién, “diferente de ellos y superior a ellos” (20 B8-9). ,Cual es esa disposicién? Socrates prepara la respuesta desarrollando una mereologia u ontologia de la composicién, aunque no sin establecer previamente las condiciones del bien, a saber, la perfeccién, la autosuficiencia y la elegibilidad universal (20 D). Estas condiciones no son satisfechas ni por el placer ni por el conocimiento?, que, por tanto, no son en sf elegibles (aipezéc), sino por “la vida que est4 hecha de.su mezcla y contiene a ambos” (22 A1-2). {Cual es, empero, la causa (alztov: 22 D2) de esta mezcla? Para descubrirla, Sécrates requiere de “un nuevo procedi- miento Aang ueyaviic: 23 B6)”, que no es otro que la divisién cuatripartita de los principios de lo real: lo ilimitado (xd uv &nerpov), el limite (cd 6 népac), la mezcla de ambos (év tt oupproydpevov) y la causa de la mezcla (thc ouppe Eews ... Thy aitt av)‘, La conclusién de la mereologia es la tesis ética segtin la cual el bien supremo del hombre se identifica con “la vida mixta, hecha de placer y sabiduria (cév petktdv Biov HBoviic te Keel ppovrfacwe: 27 D1-2). De este modo, la mereologia se pone al servicio de una ontologia del bien u agatologia’, cuyo capitulo preliminar es, en el Filebo, una ontologia de la vida buéna. La transicién a ella es marcada por una pregunta de Sécrates, después de la conclusién ético- ontolégica recién alcanzada: “;qué designio nos ha conducido a donde estamos (clnore Bovandevres ele tasbrar depuxdueda: 27 C3-4), Sin duda, la construccién de la mencionada agatologia. Que ésta, tal como la concibe el Filebo, sea una deriva- cin de la mereologia se desprende también de la conclusién de Sécrates de que la vida mixta “es parte del tercer género (uépoc ...t00 xpi tov ... yévouc: 2747-8), es decir, del mixto, que no esté compuesto (j1euxz6v) slo de dos elementos, sino de todos los indeterminados enlazados por un determinante (ousnévtav tov dneipov ind cob néparoc SeSepevev: 27 DB-9). El primer paso de la agatologia consiste en examinar por separado los elemen- tos del mixto agatolégico, a saber, el placer y el conocimiento. Primero, su ubica- cién en el conjunto de la realidad: mientras que el conocimiento se incluye en el 2. Cf. Fil. 19 CD. 3. Cf. Fil. 20 E-21 D; 22 BC. 4, Fil. 23 C9-D7. 5. Cf. S. Detcomminerre, Le Philebe de Platon: Introduction a |'Agathologie Platonicienne, Leiden, Brill, 2006, 540-541 168 ONTOLOGIAY ETICA EN EL FILEBO DE PLATON género de la causa®, el placer pertenece, por unas razones, al género de lo ilimitado (28 A3-4), y por otras, al género de lo mixto (31 C2-3). Luego se plantea, a pro- pésito de ambos, una pregunta que ha quedado en suspenso desde 18E9-19A2: “;como es cada uno de ellos uno y miltiple ( Kol 10a) y cémo, en vez de ser inmediatamente (tc) infinitos, realizan ambos un mamero determinado antes de llegar a la infinidad” (18 E9-19 A2)? Es una pregunta que vincula la agatologia con la henologia y replantea el rol del método de la recoleccién y la divisién en la solucién de sus respectivos problemas. En efecto, “lo que Sécrates nos pregunta es si el placer tiene 0 no especies y cudntas y cuales”; y lo mismo en cuanto a la sa- biduria” (19 B2-4). La respuesta relativa al placer va precedida por un anélisis de su naturaleza’ y ocupa més de un tercio del Filebo®. La relativa a la ciencia es mucho mis breve’. Una vez examinadas las especies de los elementos de la vida buena, los interlocutores abordan el problema de su composicién (59 E). Se ven entonces a si mismos “como unos artifices (kuOumepel éuroupyots) ante unos materiales que hay que elaborar” (59 E1-2) y deciden que “hay que emprender su mezcla (uetyviven emzetperéov: 59 ES), sin perder de vista “la naturaleza del bien supremo (chy téya800 ... gsa.v: 60 B10)”, es decir, sus caracteristicas de perfec- cién, autosuficiencia y elegibilidad universal (cf. 20 D). De la investigacién an- terior han concluido que no deben buscarlo en la vida no mezclada, sino on la vida mezclada®; y no en la vida mal mezclada, sino en la bien mezclada (&v t@ yeiy0eve. kde: 61 B8). El autor se refiere a los elementos formales de la mezcla, ue son los que le dan su ser de mezcla ontolégicamente. real Sticamente ya- liosa. Los principales de ellos son Ja mesura y la proporcion (uécpov kal oupperpov “poocas: 64 D9)", sin las cuales la mezcla corrompe a sus componentes y ante todo a s{ misma, y no es siquiera una mezcla, sino una mezcolanza. La mesura y la con- mensurabilidad traen consigo “la belleza y la virtud” (64 E7) y producen la verdad (64 E9), que es tan necesaria como Jas anteriores para la composicién del todo agatoldgico (64 E9, 65 B8-D1): “aquello a que no mezclamos la verdad — dice Sécrates — nunca podra nacer verdaderamente ni, una vez nacido, existir en realidad de verdad”. 6. Cf. Fil. 28 C, 30 CE. 7. Cf, Fil. 31 D1-32 B. 8. a Cf. Fil. 32 B-55 C. Cf. Fil. 55 C-59 D. 10. Fil. 61 B5-6: wh Cerelv ev t dpe te BiG theyaBdu GAA’ Ev TG peLKTA. 11. También denominadas petpidzs y ovnnerpla (64 E6). 12. Fil. 64 B2-3; cf. 64 E9 y 65 B8-D1. 169 ESTUDOS PLATONICOS 2. Henologia u ontologia de lo uno-multiple Podemos decir que la visién platénica de lo real, aqui y en otros didlogos, es una visin henoldgica: segun ella, algo es real en la medida en que es uno y es uno en la medida en que es real. De ahi que la definicién socratico-platénica, destinada a descubrir el ciéatt de una cosa, busque, en todos los casos, el €v tt eléo¢ tabrév", la caracteristica general una ¢ idéntica, o la forma tinica (iia iséa'*) del definiendum. Esta es, por otra parte, la actitud propia del dialéctico: “aprehender una forma ‘inica, desplegada en todos los sentidos, a través de una pluralidad de formas (uiav idea dik ToAAGv'5)”. Es, pues, comprensible la ten- dencia de los intérpretes antiguos a ver en la teoria platénica de la realidad, no propiamente una ontologia, como en Aristételes, sino una henologia. Una mues- tra de ésta es el nédayog ASyov"s u océano del discurso del Parménides (137 C-166 B), que Porfirio solia paralelar con la Metafisica de Aristoteles”. La henologia difiere de la ontologia en que, en ésta, el concepto de lo uno queda absorbido en el de “ente”, como uno de sus predicados', mientras que en aquélla el uno es el origen de lo real, y tiene como nociones basicas las de unidad y multiplicidad, identidad y diferencia, semejanza y desemejanza. En la henologia, el concepto de ser deriva del de uno y es inferior a él", Para la Repiiblica, el bien — que, segiin la ensefianza no-escrita, es otro nombre del uno — se sitéa énéxewe tig odotac, mas alld de la existencia. Principalmente en el Sofista y el Filebo, el ser es visto como resultado de la mezcla de uno y multiple y de limite ¢ ilimitado”, 13. Men. 72 C6; cf. 73 D1 y 77 A7; Teet. 147 A9, 148 D5-6; Sof. 234 B3-4. 14, Cf, Eutif. 6 El; Fedr. 265 DS. 15, Sof. 253 DS-6 16. Parm. 137 AT. 17. Cf. G. Giraentt, “La metafisica de Porfirio como mediacién entre la “henologia” platénica y la “ontologia” aristotélica”, Arichivo http://despace.unav.es/retrive/806/2+Girgenti. doc. El primero en usar ‘6vcohoyia’ fue Rudolf Goclenius, en 1613 (cf. J. Ferrarer Mora, Diciondrio de Filosofia, tomo Ill, Sao Paulo, Loyola, 2001, 2144), aunque Girgenti sostiene que fueron el cartesiano Clauberg y el suareziano Timpler. Mas reciente es ‘henologia’, término introducido por E. Gilson. 18. Es explicita al respecto Met. I, 2, 1053 b 25-29. 19. Girgenti observa oportunamente que, mientras que para la ontologia de Aristoteles ens et unum convertuntur, para Platén el Uno [en realidad, el Bien] esta énéxeiva tig obotas (Rep. 509 B9), mas alld del ente. 20. Cf. Fil. 16 C9-10. 170 a ONTOLOGIAY ETICA EN EL FILEBO DE PLATON 2.1 El principio de lo uno-milltiple Enel Filebo, la henologia hace su entrada al plantearse cl problema de la re- lacién entre el bien y el placer. Protarco sostiene que, en su esencia, “ningtin placer difiere de otro placer, sino que todos son mutuamente semejantes ae 13 C7)” y forman una sola unidad. Esta conviccién le permite ee elpl on todo placer, uno con el bien supremo. La objecién de Socrates es que elp aoe . que es algo uno (év st: 12 C7) por su nombre y por su genero (yiver tv: » posee, sin embargo, “toda clase de formas (iopbiic be Sfrou ravrolec) = desemejantes (évopotous adHAaug: 12 C7-8)”. ¥ lo mismo le ocurre a a an (cf. 13 E-14 A); ella y su contrincante son unidades compuestas, es decir, todos formados de partes. Y no por azar o simple accidente, sino en virtud de un enone de lo real “que pone a todas las mentes en vilo” (14 C4): el principio segun et ~ ‘fo miiltiple es uno y lo uno miltiple (év yp Oi sie ronda. elven. Kah cy 7 hs i. C8)"; 0 como se lee en el Sofista (242 E1-2), “el ser es a la vez miltiple yen (cb bv ndAa ze Keds &v korwv)”. En el Filebo, este principio se completa con el : limite y lo ilimitado, aunque no se puede establecer una ea ce : entre, por una parte, &v y Tepas y, por otra, entre v4 Oho. y tinerpov ‘todo lo qu puede decirse existir esté hecho de uno y multiple y contiene en si mismo, origina- tiamente asociados, el limite y la ilimitacién (népac 6 katt éenerp av &v abeotg obuputov aévewv: 16 C9). Este principio del &nerpov-népas, enunciado en este Ivar como ‘un complemento del principio ’-1é22a, anuncia la aplicacion del ‘método divino”, caracteristico de la henologia, a la division cuatripartita de 23 B7-27 C8, que, su vez, sera aplicada a la constitucién de la vida buena. 2.2 Los sentidos de ‘uno’ y ‘miltiple’ Conviene recordar que el principio de-io uno-miltiple, antes de que Platon lo asuma como principio, ha constituido un problema, Un problema que — segun Hackforth?? — ha sido ‘‘co-extensivo con la historia de la filosofia griega”. Pero 21. Con una formula ligeramente diferente se repite en 14 E4-5 c Te ie os Se : dt TOAAS we Ev pd toma Parm. -B2. 4 dreupa, kal th TORAH dc &v pdvov), que, como la anterior, ret 8 | 2. TR Hacxroxr, Plato's Examination of Pleasure, Cambridge, At the University Press, 1958, 17. Cf. también A. Dits, “Le probléme de T'Un et du Multiple avant Platon”, on histoire de la philosophie, Vere année, fasc. 1 (janv-mars 1927) 5-22 y F. Bravo, Te Platénica de la Definicién, Caracas, 2*, 2002, 229. mM ESTUDOS PLATONICOS no ha sido planteado del mismo modo por Platén y sus predecesores. Lo que éstos preguntaban era cémo lo uno nace de lo multiple, mientras que el Sofista (251 B8) se pregunta cémo Io miltiple es (civat) uno y lo uno miltiple, y el Filebo asevera que uno y miltiple son idénticos entre si (cabtov &v Kal TOAL: 15 D4). Qué entiende el autor por los términos ‘uno’ y ‘multiple’? Ciertas afinidades entre los andlisis platénico y aristotélico permiten elucidar ‘uno’ y ‘miiltiple’ a la luz de Metafisica V y X, mAs explicitos a este respecto™. Segiin Aristételes, el ‘uno’ per se o por esencia (cf. 1016 al) puede decirse en varios sentidos: (1) E/ uno como sinénimo de continuo (cd ovveyéc: 1052 a 19), el cual puede ser artificial — como el formado por dos 0 mis ladrillos pegados con cemento- 0 natural (baer) — como el que se da en una linea, que es con- tinua por naturaleza. Lo propio del continuo natural es que su movimiento es inico (ia Kad’ adté: 1016 a 5-6), y por tinico también indivisible (46.«lpeto<). (2) El uno como sinénimo de todo (xd bov). Si el todo es natural (i 1 dice), Hevando “en si mismo la causa de su propia unidad”, es mas uno que el continuo (1052 a 22-25), pues a la esencia de lo uno corresponde ser un todo y un todo indivisible (cd 844 Kal d5.aé ered: 1052 b 17-18). A menudo usa Platén ov en vez de év o pasa sin transicién de uno a otro término*, dando sin duda a enten- der que uno y todo son de algiin modo equivalentes. No ahondaremos aqui en la dificil nocién platénica de ‘todo’ y nos limitaremos a sefialar que es uno de los principales sentidos de ‘uno’. Se hard presente sobre todo en la mereologia. (3) El uno epistémico, el cual se hace presente cuando el pensamiento acerca de un objeto es uno (to.ita 8 Sv A vénois ta (1052 a 30) € indivisible (@Sudpezos), sea numérica (4p.916), especifica (€tdet) (1052 a 31) 0 genéricamente (cf. 1016 a 24). Numéricamente uno es el individuo (7d ka@’ &xdotov), pues no puede dividirse en otros individuos. Genérica 0 especificamente uno es el universal (td Ka06Aou: 1052436), pues no puede dividirse en otros géneros o en otras especies. El objeto especificamente uno es el uno por definicién (cf. 1016 a 33-34), que es, epistemolégicamente hablando, el uno en sentido primario (npdtov), pues 23. A excepcién de los eleatas, todos aceptan, con Heréclito (DK, B86), que & névtav Ev xa & bude névra. 24. E. C. Hater, One and Many in Aristotle's Metaphysics: The Central Books, Las Vegas, Nevada, Parmenides Publishing, 2005. 25. Cf. Alcib. 130 A9, Bang. 192-211, Rep. 525 A2, Fedr. 270 CE, Teet. 204 B7, 208 C6, Parm. 157. 26. En Met. V, 1016 b 12-14, ser un todo es “ser uno por su forma”. Para que haya un Zapato, no basta que sus partes se hallen juntas, sino que se requiere ademas cierto tipo de “ordenamiento (avykeiyeva)”, 172 ONTOLOGIAY ETICA EN EL FILEBO DE PIAL expresa la causa de la unidad de la sustancia (td tag obovate alrour wit Tne, -: saber, la forma. ee las principales acepciones de ‘uno’, segiin Aristételes: coi hae natural, todo, individuo y universal ( \ , gia u ontologia del uno-miltiple, como en la mereologia u ontologia del uno-todo Wy en la agatologia u ontologia de la vida buena. En el plano henolégico empieza (Y& J siendo ilustrada con ejemplos de caricter lingiistico, Segiin una tradici6n egipcia, «fue el dios egipcio Teuth” quien por primera vez: (1) dividié las letras en vocales, ° consonantes y mudas; (2) establecié el niimero de cada grupo; (3) dio a todas el _ nombre de elementos (otoyetov: 18 C6). Constatando luego que nadie es capaz de aprehender los elementos en si sin aprehender el conjunto (ivev mavtov: 18 C8), (4) concibié su interdependencia como un vinculo (Seopév: 18 C8) que hace de todas las letras una unidad (uiav). En fin, (5) concluyé que todas son objeto de; un solo arte, el gramatical (ypoyuacixty rexunp: 18 D2). Segin esta tradicién, la OF ¢ comunicacién 6ntica de los elementos genera la necesidad epistémica de verlos yg como un todo, Nadie puede aprehender los elementos aislados del conjunto y de ~ los otros elementos, sino s6lo como partes de una totalidad. La henologia anuncia, : A " de-este modo, la mereologia, que es el segundo momento de la ontologia del Filebo. © \t «En efecto, la tesis lingiiistica que acabamos de enunciar se aplica en un dominio." ‘inds netamente mereolégico mediante el uso reiterado de los términos peiétc y © >. kowcvia, Aungue el sustantivo kotvavia y el participio kovavoboac ocurren s6lo_\" una vez, en el Filebo, lo hacen en contextos ontologicos muy significativos. Kowavia, ° | aparece en 25 E7, a propésito de las relaciones entre éinerpov y népa: lo Tlimitado, * 66. Cf, Parménides, DK, B2. a ae 67. Segiin Fedro 274 CD, Teuth “fue el primero que inventé los nimeros y el céloulo, lay~ «7 geometria y la astronomia, ademas de los juegos de damas y dados, y también los caracteresy. = de la escritura” y la misma esoritura. - Leys wea: HEME Vo ce Ye fer MC OGIR A Loca ube . | pide = SEERTO OG _ gddegic 2t] i a0 ESTUDOS PLATONIKOS = que se caracteriza por su capacidad de ser mas y menos, es decir, por su indetermi- nacién (24 E7; cf. 23 £6), también tiene, sin embargo, la capacidad de comunicar con el Limite. Iépac, aunque no admite el mas y el menos, (cf. 25 A) sino la rela- cién contraria — igual y desigual, doble, etc. (cf. 25 AB) — origina, mediante su correcta combinacién (6p6i ko.vwviee) con dimetpov, “ciertas generaciones” (yevéoerc tivdic: 25e4) como la salud (25 E), la musica acabada (26 A), las estaciones del afio (26 AB), etc. Platén ensalza las bellezas que se generan al mezclarse cor- rectamente lo limitado y lo ilimitado (

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