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n este libro se aborda el texto literario y se sienta una sélida postura frente a la promocién de la lectura y a la formacién de lectores indepen- dientes, Se analiza la desvaloriza- cién de la lectura y la dificultad de acceso a los bienes culturales por gran parte de la sociedad. Las autoras exponen distintas teorias acerca de la Literatura infantil y se analizan textos narrativos y poéticos, poniendo en tela de juicio a los presuntos textos literarios, como un aler- ta al lector desprevenido. Ovenia Seppia, Fasiota BroweMarre, ‘Manta D. Duane, Mania E. L. pe ALMADA: Docentes universitarias de a cétedra de Literatura Infantil. Realizan ac tividades de extensién como intograntes del Cantro de Propagacidn de Lite- ratura Infantil y Juvenil (Ce Pro Pa L.LJ.). Son investigadoras de la Facul- tad de Ciencias dela Bdueacién de la Universidad Nacio- ‘nal del Coma. ‘gauss aezso8s Dietaron y partciparon en Tallares, Congresos y Se ‘minavins relacionadas con su actividad en el pais como en. clextyanjero. Han perticipado como autoras y o-sutoras fen diversos articulos de revistas y ibros. ofrsososl92i003 ‘ario g 8 s 3 3 8 3 ~ g 3 : E 2 g 4 » Entre libros y lectores I El texto literario OFELIA SEPPIA / FABIOLA ETCHEMAITE Maria D. Duarre / Maria E. L. pz ALMADA Coleccion Relecturas Lugar Editorial Entre tbros y lectores I el texto litera | Ofelia Sepia. le al - 1a ed. 3a reimp, - Buenos Aires: Lgar Eatoral, 2008, 160. 20x14 en» (Relecturas) | | aN 978-950-692 109-9 | | 2 Atlee. Sepp, oe Primera edicign: febrero de 200), Primera reimpresion: noviembre de 2003, Segunda reimpresiéns septiembre de 2005, ‘Tercera veimpresién octubre de 2009 Directora de Coteccidn Suswa Irzcaven ea de tapa Tus Rota Motiv de tapa Dera 06, Lene oncevranie (1749) Queda probibida la reproduccsn total o parcial de este libro, en forma idén tiea o moslifeada y por cualquier medio 0 procedimiento, ea mentnns Formétieo, de grabacicn o fotocopia, sin aulorizaccn de los sditoee ISBN £78-950-892-109-3 © 2001 Lugar Editorial S.A, {astro Barros 1758 (C1237ABN) Buenos Aires, Argentina ‘TeiFax: (54-11) 4921-5174 / (64-11) 4924-1598 Esmall higared@elsitiosnet/info@higareditoria.comar \wuvlugarediterial com ar ‘Queda hecho el depdsica que mares la ley 11.723 “mpreso en lz Argentina ~ Printed in Argentins AMalicha Queremos dedicar este trabajo «@ la Profesora Emérita por ta Universidad Nacional de Cordoba Maria Luisa Cresta de Leguizamén "en reconocimiento a su intensa er brindado idémica y por haber brinde sea siempre un testimonio ético en el campo de la literatura. Propuestas ntre libros y lectores I. El texto literario y Entre libros y leetores IT. Promocién de la lectura y re- vistas funcionan juntos y separados. Fi lector podré Ieerlos en el orden en que se proponen o no, ya que si bien las temsticas se complementan , los contenidos di- fieren sustancialmente. Maria Elena Almada, Maria Dolores Duarte, Ofelia Seppia y Fabiola Etchemaite concibieron estos libros co- mo parte de su experiencia docente en la eétedra de Lite- ratura Infantil de la Universidad del Comahue, como ac- tividades de extensién del Centro de Propagacién Pata- g6nico de Literatura Infantil y Juvenil (Ce.ProPa.L.Ld) y como investigadoras de proyectos destinados a la lectura. En el primer volumen, se aborda fundamentalmente el texto literario y se sienta una sélida postura frente ala promocién de la lectura y a la formacién de lectores inde- pendientes. Se analiza la desvalorizacién de Ia lectura, tanto desde la restriccién de la legada de libros a peque- s poblaciones como también a Ia dificultad al acceso de los bienes culturales por gran parte de la sociedad, Las autoras exponen distintas teorfas acerea de la Literatura infantil, aportan citas de reconocidos profe- sionales y analizan textos literarios narrativos y poéti- cos, valorizando la auténtica literatura y poniendo en tela de juicio la pseudoliteratura. ENTRE Lipros ¥ LecToRES J Se incluye ademas, un texto la escriton rs Montes vineulado a la Literatinns eu Ie aso Cacia sagaz mirada que la caracteriza, ,_Ineluir estos dos libros en la coleccién “Relocturas” qignifica un aporte para las docentes, les estudiantes de los Profesorados de Nivel Inicial y Edueacion Basica Para especialistas ¢ investigadores y para la sociedad en general, por la seriedad de la propuesta, el alerts acerca de los riesgos a los que se expone el lector des- Prevenido y el respeto por el libro e como objet - sable del conocimiento. He en la escuela, con la i Susana [rzcovic, Introducci6n as ideas que planteamos en este libro son producto jde nuestra experiencia doconte en la estedra de Li- teratura Infantil, en actividades de extensién como inte- grantes del Centro de Propagacién Patagénico de Literatu- ra Infantil y Juvenil (Ce.ProPa.L.LJ) y como investigado- ras de la Facultad de Ciencias de la Educacién de I versidad Nacional del Comahue. La realizacién del proyee- to de “Promocién de lectura entre nifios y jévenes”, llevado a eaho entre 1996 y 1997 en las provineias de Rio Negro, Neuquén y Chubut, con Ia asistencia de numerosos docen- tes y bibliotecarios, nos ayuds a ponerlas a prueha gracias ala ayuda de todos los que asistieron. Las actividades se or- ganizaron en eonferencias, exposiciones y talleres El equipo conté con Ia inestimable colaboracién de los siguientes especialistas: Marfa Luisa Cresta de Le- guizamén, Susana Itzcovich, Graciela Montes, loria Pampillo, Carlos Silveyra, Graciela Cabal y Gigliola Z. de Duhalde. A todos ellos debemos agrade- cer su generoso aporte. A partir de tal experiencia es que organizamos este material que plantea nuestra postura frente a la promo- cién de la lectura. Es una idea generalizada en el sentir de la sociedad que el estado de la lectura no es satisfactorio. Los chi- Entre Lisros y uecrones I £08 y los jovenes no leen pero no porque no quieran sino poTaue nadie se ocupa de ofrecertes posibilidades para ello. Ni la escuela tiene como objetivo formar Tectores, ni {a sociedad trasmite ese conocimiento porque no lo con, eibe como valioso. Podemos afirmar que, en térmons generales, el libro tiene areas restringidas de circu, ci6n por varias razones: inexistencia de librerias on lng ssaria una tare i Bermanente de acereamiento de ls linea s honey en general y a la poblacién joven en especial - La tarea de promocién de lectura es tun campo confluencia de teorias sobre la lectura, el texto, 1a lites ratura, los modios masivos de comunicacién, entre otray, ¥ un tema relevante que no esta atendido sufielonts, mente por el estado ni por instituciones privadas. i Como es sabido, la tectura es una condicién, necesa- ria para el acceso a un universo de propucstas eultwen, les que abarean tanto la flosofia y el arte como la cg cia y 1a tecnologia. Cuando la distribueidn de In lechans se vuelve restringida, como es el caso de América Tati. ha, se producen masas de anallabetos que quedan tock cion por la falta de capacidad de lectura e interpretacién textual que produce un déficit Progresivo y de acumula- i6n sobre todas las asignaturas del plan de estudios, Anuestro criterio, la formacién de lectores es produc- to del trabajo desde variados tipos de textos entre ellos cl texto literario que ofrece mayores posibilidades o tanto poseedor de un particular discurso que genera un 8 ELtexto literario alto grado de exigencia con respecto al lector y pone en juego sus competencias, sus saberes, su historia perso- nal y de lector en la bésqueda afanosa de la construc- cién de sentido. La lectura de la literatura es un traba- jo intelectual que permite una construccién y una apre- ciacién tanto del saber leer como de las estratogias que posibilitan esta accidn. Y, por sobro todas las cosas, la li- teratura abre caminos a otros mundos posibles de fic- cién que pueden conmover profundamente al deseubrir el “placer del texto” Es decir, la promocién de la lectura debe contribuir a la democratizaci6n de Ja lectura como bien cultural en- tre la poblacién infantil y juvenil y a afianzar su forma- cién como lectores auténomos. En principio queremos dejar claro que para nosotros la promocién no es solamente, como en general se con- sidera, una actividad que se da desde las bibliotecas u otras instituciones no escolares; pensamos que tal tarea también se debe hacer desde el aula y desde la escuela ya que todas las instituciones deberfan colaborar en la formacién de lectores independientes. Sabemos que la promocién de la lectura es un trabajo social que ha surgido como una técnica remedial, si se quiere, a la no formacién del lector en los smbitos social mente asignados para ello. Se ha instituido como un tra- bajo anexado a la tarea de maestros y bibliotecarios. Pe- ro la problematica de la formacién del lector no est con- templada, en términos generales, en la formacién de gra- do de estos trabajadores. Asi, en la préctica, se ha consti- tuido un campo del hacer sin preocupacion por una mira- da te6rica. Creemos que la promocién no se basa sélo en la posibilidad de imaginar algunas técnicas o propuestas ENTRE LIBROS ¥ LECTORES I —____Enre Lipros y uecrores 1 de actividades, sino que, fundamentalmente, exige una formacién integral del adulto que se dedique a ella. Por todo ello, el primer volumen se refiere al texto literario y a su importancia en la formacién de un lec- tor: Sin duda se observard que no aparece andlisis y tra- bajo sobre el texto folelérico. No desconocemos su vigen- cia ni su importancia. Sin embargo, optamos por no tra- bajarlo en esta oportunidad ya que nos obligaria a abor- dar las teorfas que enmarcan este particular tipo de dis- curso, que es, por un lado, el folclore -y en tanto tal en- cuadrado en las teorias correspondientes— y, por otro, la literatura, con los rasgos caracteristicos de un tipo de obras que ha mantenido su vigencia e influido en la li- teratura del autor. Ademés, el libro incluye un capitulo escrito por Graciela Montes quien acerea su particu- lar y aguda mirada sobre la escuela y el tratamiento de la literatura en la misma. El segundo volumen presenta una mirada a la teo- ria de la lectura, cuyos conocimientos bésicos deben for- mar parte del saber de todo promotor, y un planteo so- bre algunos materiales en lengua informativa, centrado en las revistas, tanto las de adultos como las infantiles, Ademés, este volumen incluye dos articulos do los profesores Susana Itzcovich y Carlos Silveyra, refo- ridos a teméticas relacionadas con el contenido general del libro. 10 Capitulo 1 Literatura, nifios y jévenes 1-Introduccién cercarse a la literatura infantil suele verse como una de las actividades més simples del mundo. {Qué parece mas facil que seleccionar y contar un cuen- to a los chicos? Sin embargo, si consideramos que la li- teratura infantil forma parte de la serie literaria y le otorgamos un estatuto teérico, naturalmente veremos que es imprescindible modifi desde donde se que nos permitan abordarla como un verdade- ro discurso literario. Para los docentes, bibliotecarios y adultos en general, la tarea de‘promocién responsable no termina en leer 0 hacer leer, en las actividades que los manuales nos ofrecen, 0 en Jas précticas superficiales mas frecuentes en las institucio- nes. Més que la adquisicidn de recotas o ojereicios de facil aplicacién, es imprescindible abocarse a la construccién de un canocimiento acabado del objeto literario, que tiene importancia tanto en la construccién de un Ste ENTRE Libros ¥ LecToRES I lector auténomo e independiente cuanto en el acceso a otras formas y practicas culturales. © Para acercarse a un trabajo serio con la literatu- ra es necesario contar con un mfnimo aparato tedrico y eritico que permita hacer lecturas cada vez mas amplias y mas profundas. Con respecto a la primera idea, pensamos que saber lar rat fora ptt ode cae "et elven gue e al discurso literario eet legates il a a ion del I ta. Y, por supuesto, la literatura promueve la ampliacién del capital simbélico de los sujetos en tanto forma par~ ticular de 1a comunicaciOn artistica en una sociedad alia y lo pone e sus potencia- id dlr eis sedis ops ane Como dice Gianni Rodari(82): “por medio de las historias y de los procedimientos fantas- tieos que las producen ayudamos a los nifios a entrar a la rea- lidad por la ventana, en vez de hacerlo por la puerta. Es mas divertido y, por lo tanto, mas stil.” El texto literario mundo, lo que permite ampliar los eriterios de pereep- -cién y de valoracién’y la capacidad de mirar y leer otras, précticas simbélicas, En lo que se refiere a la segunda idea, pensamos que toda practica consciente requiere un referente teérico que la sustente, de modo que no es posible una préctica relevante y fundada sin teoria, Cuando el mediador ad se ente Esa partir de la teorfa que se construyen los eonceptos, se orientan las précticas y se generan las propuestas. La teorfa nos permite atender a lo fundamental de la literatura: e6mo funciona un texto, como se realiza el pro- ceso de escritura, eémo puede ser lefdo. Aun cuando no desconocemos el valor que en la préctica docente adquie- ren Ios conocimientas de didctica, psicologia cognitiva o permite al adulto acompafar en su camino al nuevo lee- tor, ayudarlo a “decir” su lectura, a ampliar la mirada del texto lefdo; en sintesis, le permite ensefiar literatura. 2-Literatura infantil y juvenil 13 Entre Lipros ¥ LECTORES I en forma también sorprendente y maravillosa. Sin im- portar para quién estan escritos, ni quién los lea. siderada habitante de ese territorio y ocupa un espacio marginal alejado de la literatura reconocida socialmen- te. Por tratarse de literatura infantil se desestiman obras y autores importantes; 5 eaaemeeeeindidcn Avent |Hambre, de la Montes. Mas all4 de las diferen- cias —muchas y diversas- ambas son obras literarias, realizaciones estéticas a partir de la palabra, aunque sus destinatarios reales pueden variar notablemente, Y en esta tergiversacién del concepto somos muchos Jos responsables: tanto los especialistas que atin estén discutiendo esta nueva postura —provocando asi la au- sencia de tradicién cientifica en este campo- como una sociedad que no considers con criterios artisticos este ti- po de fenémenos Al respecto, invitamos a leer la opinién de la erftica e investigadora Marisa Bortolussi(85) “Después de revisar el estado actual de la teoria y de la critica literaria en el campo de la literatura infantil, nos he- mos dado cuenta de quo, a pesar de contar con sugestivos y valiosos trabajos, carecemos, hoy por hoy, de un sistema cien- tifico y coherente del que podamos partir con todo rigor en el andilisis de la literatura infantil, Por otra parte, son muy es- 14 Sin embargo, la literatura infantil no parece ser con-_ El texto titerario casas las aplicaciones précticas de principios teéricos sobre obras literarias infantiles... No s6lo no es facil escribir litera ‘tura infantil, sino que ésta presenta un gran problema que no se da en la literatura para adultos: su adecuacién aun mun- do todavia relativamente deseonocido para el adulto. F igual ‘eon iirncantnce, sauna fl 2 ar 'Y agregamos otras opiniones que reafirman el esta- do actual del debate alrededor de estos temas: oa ici ego a et piado dentro de una verdadera teoria de la literatura, Por ello, dificilmente encontraremos como denominacién de un género literario la ctiqueta de “literatura para viejos”, “literatura pa- ra mujeres jovenes” o “literatura para hombres maduros”. Nievas (95) boos (cémies) 0a e20s engendrus troquelades que suelen aunar el desprecio ala letra improsa y un gusto eststico envilecido. Por ello, cuando se citan eifras de produecién (editorial) infantil, se incluye toda ‘oo gig nierigedseilesiones, Esto crea una confusién que en nada beneficia a los anto- res, ni a los editores ni al posible lector; esto puede indueir a pensar que un sector que es incapaz de poner un poco de or- den en su propio campo no puede ser tomado en serio.” Femando Alonso, citado por Nievas(95) 18 ENTRE Lipros ¥ LECTORES Bajo el r6tulo “literatura infantil” se vende, se difun- de, circula la mas variada gama de textos que son legi- timados por algtin sello editorial, por un autor reconoci- do como clisico, por un titulo muy popular por sus profusas ilustraciones, sefiales estas que evidentemen- te orientan al publico consumidor. Tanto padres como docentes tienen a su disposicién innumerable cantidad y variedad de libros para escoger ¥ oftecer a los nifios. Asi la mayor parte de los adultos Hasta el precio influye en Ia eleccién. En el mejor de los casos, el adulto que selecciona se permite hojear el texto teniendo en cuenta solamente la historia contada y ens que, segtin él, transmite. Por supuesto, estos criterios no pueden respaldar el accionar del promotor: son inadecuados y alejados de la teorfa y la practica literarias, Se debe entender la literatura infantil y juvenil, a di- ferencia de estos planteos, como una convencién a tra- ¥6s de la cual nos estamos refiriendo a un modo de com. Portamiento posible de la literatura dentro de la cult ra. Atin si reconocemos la existencia de un destin con cars t a, a veces, Ja al, contra su calidad literaria; solo deter materialidad del mismo y su soporte textu: Apostemos, entonces, a una literatura que permita— una plena situacién comunicativa en la medida en que ¢l receptor participe activamente del proceso creativo, 16 El texto literario apropidndose de sus significaciones, disfrutando estéti- camente la obra literaria. 3-Literatura, nifios y jévenes Del mismo modo como creemos importante reflexio- nar acerca de la concepcién de literatura, es necesario que reflexionemos acerca del receptor y de los criterios tanto de produceién como de soleccién de textos litera- rios que se le destinan. Cada época, cada momento histérico, y por supuesto, cada escritor, cada mediador docente pose una concep- cion de infancia y de juventud que aparece al momento de promover Ia situacién comunicativa o de escribir 0 seleccionar un texto. fio, su idea y eu fantasta de lo que es o deberia ser un nino que merezea el nombre de tal. Y sus convenciones acerca de emo hay que tratarlo: su paideia, ‘Montes(97) quien no elige tanto aquello que lo conmueve literaria- mente, cuanto Jo que cree que debe leer un chico. Como dicen Dorffman y Mattelart (83), el receptor de estas obras esta prescripto de antemano, especificado bioldgi- ca y socialmente. ia est asociada indisolublemente con la idea de infancia que predomina en la sociedad en un momento histérico dado. Asi, por ejemplo, y simplifi- cando radicalmente el panorama, diremos que la ‘XVIII estaba impregnada de 17 Ewrre LIBROS ¥ LECTORES I sentido diddctico i que condicionaba al au- ‘tor “tanto a fo como a ilustrar el espiri- tu", como dice Madame L. de Beaumont, educadora francesa de la época, en El almacén de los nitios. Se es- cribfa para chicos, desde la concepcién de nifio como adulto en miniatura al que habfa que formar y modelar. jalidad ceca A RRND or un lado, pervive la idea de la infancia e mo un mundo diferente, ideal, de pura emoeién y de pu- ‘ro candor y la idea de nifio como un ser débil, en forma- cién, al que hay que instruir en los valores y normas de la sociedad en que ha de vivir. La infancia més como va- lor futuro que como presente. Bsta idea ha producido y produce textos que por lo general no podriamos Hamar literarios, puesto que al concebir al nino como un ser in- capaz de leer productivamente sélo se preocupa por transmitir moralejas, con el mas sencillo lenguaje y con. Ja intencién mas clara no sélo de ensefiar sino de pro- teger. Como dice Graciela Montes, una. “literatura de co- rral”. Montes (90) Por otro lado, y contrariamente, esta vigente un con- cepto de nifio que se basa en las posibilidades que tiene todo ser humano, que respeta al nifio como sujeto pleno, portador de una cultura y poseedor de posibilidades, co- mo un sujeto en formacion pero ubicado en su presente, con sus expectativas y su deseo, Una concepcién de ni- fio entendido como sujeto concreto e histéricamente si- tuado -no universal y abstracto-, que vive con plenitud su presente, La sociedad heterogénea y pluricultural en Ja que vive determina en él diferentes competencias lin- giiisticas y comunicativas, segiin la region que habita, el estrato socioeconémico al que pertenece, la cultura de la que forma parte. En palabras de Italo Tedesco: 18 Eltexto literario “ZQué define lo nifio en Venezuela?..., Qué es lo que define Jo nino en América Latina? {EI nifio que vive en las casas de vecindad, tan infelizmente retratado en Ia produecién mexi- cana de E] Chavo’ y El Chapulin Colorado’? :BI nifio que ha- bita las favelas brasiletias o los cerros de Caracas, o los pue- blos nuevos de Lima? Bs el mismo nifio sobre el cual se han realizado experimentos de la psicologia evolutiva, segtin los cuales existen clasificaciones, como la de Catherine Dunlep, de cuatro edades: edad ritmica, edad imaginativa, edad he- roica y edad sentimental?...jEn qué edad estén los limpiabo- tas que desde las cinco do Ia mafiana tienen que vender tam- bién periédicos en la ciudad para poder sobrevivir? ;En qué edad estan los nifios que son violados en los eorros?...13 decir, Jo que los europeos consideran el norte especifico de las eda- des, no funciona en América en los mismos términos.” Tedesco, citado por Nievas(95) 4Y cémo mira a los nifios la literatura argentina? La literatura para nifos en nuestro pais posee una riea tradicién en la que coexisten escritores cuya pro- duccién evidencia una genuina escritura literaria y otros en los que predomina una preocupacién por la formacién moral y un marcado didactismo. Gran parte de los textos que circulan en nuestro pais piensan un receptor que puede establecer con el texto literario una plena situacién comunieativa y lo entienden como capaz de ejercer auténticas practicas estéticas do lec- tura significativa. Luego del largo silencio obligado por la dictadura, eo menzaron a conocerse las obras de una nueva genera- cién de escritores. Muchos y variados, herederos de aquella tradicién que desde Quiroga hasta Walsh ~pa- sando por José Sebastién Tallén, Conrado Nalé Roxlo, 19 Ewrre Lisos ¥ Lecrores Javier Villafaie, José Murillo~ ha mareado la literatu- ra argentina para chieos. A partir de ellos se comenzaron a abordar teméticas muy diversas y se ha dado cabida a asuntos hasta el momento considerados tabi en la literatura para chi- cos: la dictadura militar, el divoreio, las malas palabras y la muerte, son aélo algunos de los temas que estos au- tores no temieron abordar. Se percibe on sus textos un profundo respeto por el lector, el discurso responde a un, ” verdadero tratamiento literario y se proponen comple- jos desafios desde las diversas formas de narrar y des- de el tratamiento del discurso. Algunas editoriales, por su parte, acompafiaron el importante momento de produccién que significs la dé- cada del 80. Nacieron editoriales dedicadas exclusiva- mente a esta literatura como Libros del Quirquincho, Colihue, Quipu y otras, abrieron colecciones especfficas, como Centro Editor de América Latina, Emecé, Suda- mericana, Kapelusz y Alfaguara. Algunas de existencia efimera, otras que hichan por sobrevivir, pero todas preocupadas por la divulgacién de las nuevas obras. La colaboracién de excelentes ilustradores y diagramado- res contribuye a la calidad artistica de los textos que sa- Jen al mereado. Aun asf, siempre es necesaria una lectura atenta porque no todos los titulos son de calidad pareja. Las necesidades editoriales de publiear constantemente nuevos libros para renovar la oferta y mantener el mer- cado hacen que no se puedan publicar siempre obras de maxima calidad literaria. Pero esto no debe extraiiarnos: no toda Ia literatura que se publica para el puiblico adulto es “buena literatura”, 20 El texto literarto Con respecto a la lamada “literatura para jévenes”, denominacién bastante reciente y con mucha menos historia que la de literatura infantil, también debemos decir que responde a la concepeidn do joven y adolescen- te imperante en la sociedad. En nuestro pafs, existe una concepeién de joven que se caracteriza por su protagonismo en algunos drdenes de la vida, El joven aparece como ideal social pero tam- bién como culpable de los desérdenes; como protagonis- ta politico, pues conforma la gran mayoria del electora- do; como creviente consumidor, incluso cultural, a quien van dirigidas diversas producciones de fos medios, in- ‘eluidos los impresos. Y como el tinieo que sabe manejar- seen el mundo massmediatico, es el que tiene experien- cia en ‘esta vida’, contrariamente a la concepeién tradi cional del_adulto experimentado. En la década del 80 también aparecen los primeros textos y colecciones dedicados a este puiblico adolescen- te, pero es en los 90 cuando se afianza su difusién, Esta explosién no solo se expresa en la cantidad sino en la variedad de nombres, temas, estilos, intenciones y, por supuesto, calidades. Autores con dedicacién casi exclu- siva, colecciones diversas, reediciones de elisicos. En este campo, muchas editoriales han puesto en la calle colecciones para adolescentes y j6venes. Pionera en es- to ha sido la editorial Libros del Quirquineho. Entre las colecciones dedicadas a estos lectores se pueden men- cionar “Libros para nada” (Libros del Quirquincho}, “Sudamericana Joven”, “Alfaguara Juvenil”, “La movi- da” (Colihue), “Zona Libre” (Norma), “Bareo de Vapor”, “Bl Gran Angular” (SM). Mas allé de las discusiones que la denominacién de “literatura juvenil” genera, estas produeciones oscilan QL entre algunas obras muy buenas®, algunos textos bien escritos aunque entre ellos haya mayor o menor preo- cupacién por un enfoque original o un lenguaje renova- do~y muchos otros que solo aspiran a reproducir el es- quema probadamente eficaz de los textos mas vendidos ¥ que més circulan en el sistema educativo. Los autores de estos tltimos, conocedores del fenémeno que opera en las instituciones educativas, han transformado la li- teratura en mercanefa a ser “consumida” por los jévenes en la escuela. Hstos textos, francamente deplorables editados en serie, no van mas all de meros muestrarios de reiteradas formas simplificadoras de lo literario y apuestan al éxito facil y seguro siguiendo el modelo de las peores series y de las peliculas mas comerciales. Otra linea sigue tardiamente aferrada a la actitud moralizante de la mala literatura infantil y se decide o por una literatura ingenua, plena de sentimientos y vi lores pures, o por una literatura aggiornada que enfo- ca temas como la ecologia, la virginidad, la droga, pero enfatizando lo que propone como “mensaje”, En la ma- yorfa de los casos os la edad de los protagonistas, sus temas, la preccupacién por su formacién y la creencia de que los j6venes son incapaces de alejarse de si mis- mos lo que prima en esta literatura. Todo, excepto lo li- terario. A proposito de ellos, como dicen Lépez y Bom- bini (92), “ninguno esta producido en didlogo cori la li- teratura nacional contempordnea ni formard parte de su historia.” 2. Pollos de campo de Ema Wolf, La vieja que vuela de Froilén Be- cobar, Aventuras x desventuras de Casiperro del Hambre y Otros de Graciela Montes, Dragén de Gustavo Roldin, Las visitas y Vi- deo clips de Silvia Schujer, Las Rositas y Toby dle Graciela Cabal, Bl Tigre Gente de Ana Maria Shua, son algunas de ellas 22 El texto literario Sin embargo, y a pesar de estar fuertemente centra- da en los supuestos intereses de los jévenes, tergiversa Ja mirada de los adolescentes sobre algunos temas como Ja droga, el sexo, la escuela, el amor. Como sucedié con Ja literatura infantil, en general, existe sobre estos te- mas un peso desmesurado de lo que los adultos entien- den o creen entender acerca del mundo de los jévenes. Esta literatura para ‘la juventud’ concibe un lector que no puede elegir, o que no sabe o que no debe elegir, pues primero debe transitar por una propedéutica lite. raria que parte de un pacto de identificacién y no de fie- cién inscripto en un realismo ingenuo que intenta re- producir lo real. Asi, tanto la literatura juvenil como la infantil pueden y suelen convertirse en una especie de pre-literatura definida solamente por el destinatario. Por esto, ha llegado la hora de diseutir esta clasifica- n de textos segun la edad del destinatario. En realidad cualquier lector novel, tenga la edad que tuviere, necesi- ta de textos que le abran puertas para entrar en obras mas complejas, para ingresar al mundo de la literatura. No por ser adolescente cuesta leer Raywela de Cortézar, sino por ser un lector atin inicial. Las competencias lite- varias no dependen tanto de los afios vividos como de los libros lefdos. Como es cierto que la mayoria de los jéve- nes argentinos no ha tenido oportunidad de tener ricas experiencias como lector, por eso la buena literatura ju- venil podria ser una puerta para que se acerquen a la li- teratura a secas. Lo que no puede es reemplazarla Como dice Ana Maria Shua (98): “Por qué conformarse con menos?... La literatura para adolesventes existié siempre, Es decir, siempre hubo libros 23 _Ewrre Ligros v Lecrores I que interesaron a los lectores jévenes més que otros, Pero eran y son libros escritos sin ninguna limitacién. Buena lite- ratura con ciortas caracteristicas que la hacen inds atractiva ara los adolescentes, Buena literatura que no se vio limitada en el momento de su produccién por decisiones de los asesares editoriales. Bternos clasieos juveniles como Jack London, eo- mo Stevenson, como Ruesch (Bl Pais de las Sombras Largas) que no pensaron en un target de lectores cuando escribjan. Las editoriales no son entidades de bien puiblico. Son em presas. Tienen que obtener rédito de su capital o desaparceer, Somos los autores los que deberfamos preguntarnos si es bue- no aceptar limites artificiales. Los chicos son diferentes de los adultos, no tienen el mismo estilo de razonamiento, no han terminado de desarrollar el pensamiento légico, Pero los ado- lescentes no son mas que adultos jévenes: nada debe estarles vedado, No hay buenas razones literarias para intentar pro- ducir novelas especificamente para ellos. Los resultados es- tan a la vista y son pobres, limitades, tristos.” 3.1 EL uso del lenguaje en la literatura infantil y juvenil ‘Todos los empefos que hemos citados anteriormente Por considerar a la literatura infantil y la literatura juve- nil como géneros marginales —gracias en gran medida a los esfuerzos reallizados por eseritores que no toman en se- mio a sus virtuales destinatarios~ se ponen en evidencia si analizamos dos aspectos que, a nuestro juicio, son deter- tninantes en este tipo de literatura: el uso particular del Tenguaje que se da, en general, en los textos dedicados a chicos y j6venes y 1a pretensién de inculcacién ideolégica, Sabemos que el lenguaje literario es altamente con. notado y plurivaco. Claro que esas earacteristicas acep- 24 Eltexto titerario tadas e indiscutibles en la literatura para adultos, en muchas ocasiones son desconocidas si de literatura pa- ra chicos 0 jévenes se trata. Porque, como dice Ricardo Marifio (96). “..toda Ia literatura para adultos tiene como objetivo sa- tisfacer cierta demanda de excelencia estética relacionada con las palabras. Y que en la infantil, satisfacer esa deman- da del lector adulto, sélo aparece como un plus, una especie de agregado no imprescindible. La literatura infantil tendria como objetivo hacer vivir esa emocién estética a un chico, no un adulto”. En lo que respecta a los chicos, contrariamente a es- ta postura, todavia perduran en la escuela y en la socie- dad algunas creeneias que influyen en muchas ocasio- nes en la produccién y seleccién de textos para ellos * el lenguaje del texto debe ser claro y sencillo, * el vocabulario debe adaptarse a la edad del desti- natario, * la retérica escapa a la comprensién del nifio, * las oraciones asf como el texto deben ser breves. Ninguna de estos mitos tiene mucho asidero. El Jenguaje del nitio es por naturaleza sugerente, meta- forico y construye su propia realidad. Por eso, a la lar- ga, él mismo rechaza el lenguaje pueril y carente de sentido que le proporciona determinada literatura que se considera “apropiada” para la infancia, Esta opinién es compartida por criticos y eseritores con- temporaneos. Dice Graciela Montes en El Corral de la Infancia (90): 25 ENTRE LIBROS ¥ LECTORES I “Las palabras nos nacen pegadas a las cosas. Para mi maluén no podia separarse del contacto y el olor asporo de Jas hojas, del rojo brillante de los pétalos que me pegaba con saliva en las wiias para parecer una sefiors; ‘vereda’ tenia el frio del agua que yo empujaba con el dedo por los canaleitos de Las baldosas rambo al cordén, tenia ruido @ cadena y a pedal de bicicleta. Las palabras y las cosas empiezan siendo solidarias, El lenguaje de los primeros afios es, pues, intensamente historico, es decir, tiene incorporado el tiempo, el acontecor personal, la propia vida. Toda palabra tiene para el niio un aqui ¥ un ahora ~que son los que le dan sentido- y también tiene un pasado de experiencias buenas 0 malas, divertidas 0 angustiosas y desde ese pasado ha ido emergiendo. La historicidad del lenguaje infantil va de Ja mano con otra caraeteristica muy lamativa: los significados multiples, Ja polisemia. Para el nifo las palabras no tienen un significa. do tinico, un significado ‘oficial’, siempre el mismo, sino que pueden generar un significado en una situacién vital y otro significado en otra situacién. ¥ evocar mas de un significado simultsneamente. En fin, tienen muchas lecturas.” Pero no solo para los chicos el lenguaje vive pegado a las cosas y tiene historia. Los adolescentes y los adultos también vivimos intensamente esa relacién con las pa- labras, que surgen siempre nuevas, a partir de expe- riencias y ligadas a ellas. En Ja llamada literatura juvenil, se observa un fend- meno que parece ser una extensién de la actitud dema- gogica que los adultos tienen hacia los jévenes: abunda el vocabulario “adolescente” cuyo propésito es lograr el efecto de reconocimiento. Un vocabulario en el que se acumulan palabras y modos que les son *propios” a los 26 El texto titerario supuestos lectores pero, en la mayoria de los casos, usa- dos con tan poca fortuna y tan poco arte que solo resul- tan violentados su sentido y su uso. Aspirar a reflejar en Ja literatura la lengua de Jos jévenes, a “hablar como ellos”, solo logra el efecto contrario: poner distancia a través de un lenguaje que resulta artificial y prefabriea- do, y que, por lo mismo, envejece muy rapidamente. So- lo los autores que escriben para j6venes desde “el joven que levan adentro”, como dirfa Gustave Roldan, pue- den lograr un efecto de verdadera comunicacién sin ne- cesidad de usar palabras de moda que, entre los mismos adolescentes, tienen una vida efimera. Por lo demas, como la fuerza esta puesta en la histo- ria, en los temas que supuestamente interesan a sus destinatarios virtuales, estas manifestaciones mediocres de Ja literatura no prestan atencién a la materia discur- siva y no ofrecen un verdadero trabajo sobre el lenguaje. ‘Veamos algunos ejemplos en los que se evidencian los diferentes modos de trabajar el lenguaje: En el cuento Don Respeto, un duende del amor? que figura en una antologia de uso corriente, utilizado en Jos primeros afios de la escuela primaria, es notable el abuso de construcciones trilladas (chispitas de amor, maravillosas palabras, corazén muy triste) y un vocabu- lario limitado, plagado de diminutivos, al servieio de un mensaje definitivamente moralizador. “Reunié entonces a los habitantes de la ciudad para decir- les algo muy importante: no hay que olvidarse que nuestro co- razén necesita siempre una chispita de amor, x que esa chis- pita no crece si no queremos y ayudamos a los demas. M, Cuentos y Rimas con eo, Buenas Aires, Oriente, 1996. 27 ENTRE Lisros y Lecrores I ¥ asi, Dou Respeto, se fue con su bolsita a regalarles chis- pitas de amor a otros corazones del mundo” Susana Martin, cuyos textos estan dedicados “a los jovenes que les gusta la poesia”, intenta acercarse a ellos a través de un supuesto lenguaje en comtin. En realidad, el joven que habla en ;Descubré la ternuralt utiliza un lenguaje envejecido y un registro que, segtin algunos adultos, es propio de los jévenes, pero que esta muy alejado de ellos. Para no hablar de la falta de poe- sia notoria en esta poesia, “Soy wn muchacko joven y desde hace un tiempo tengo problemas con la identidad. Algunos parientes sme dicen: jharagén! que no estudio... no trabajo 3 me burlo de los demas. Acusan: que con mi moto... arto el aire en dos ¥ quem fas horas en. la mesa de un bar: Lo que pasa (se los explico) es que estaba desorientado porque yo... yo necesitaba mi otra mitad’, 4. Martin, Susena: ;Descubri la ternural, ea Mis primecos versos de anor, Buenos Aires , De. Planeta, Serie Juvenil, 3° edieidn, 1994, El texto literario En el otro extremo, con un lenguaje muy logrado, en el dltimo pérrafo de Las 2apatillas magicas® de Canela podemos leer: “Cuando estaban cerca de su casa, las dos olieron el. arome verde del tilo de la vereda y miraron, a la luz de los focos de fo calle las hojitas lenas de musica, Hactan tiltn tilin mien tras bailaban. Bl viento las movéa, coma mouta el pelo de Ma- risa y su pollera ena de lunares." Otro ejemplo de un lenguaje vivo, verosimil, signifi- cativo, podemos ver en un fragmento de De exilios, ma- remotos y lechuzas de Carolina Trujillo Piriz', en este caso, en un personaje infantil “Nos conté que él compartica las inventos que habtan hecho unos tipos que se lamaban hi-pis pero él les dice jipis, esos tipos viven en Estados Unidos y tienen carpas y le tiran flores a los zilicos entonces tos dajan re-pegados i los milicos les pegan escuchan miisiea y comen todos juntos y no trabajan, no traba Jan de verdad, en oficinas y eso, é! también dijo que son pa-ei fi 03, palabra nueva, esa quiere decir que no aieren ni pelear ni diseutir y eso, ef abuelo dijo que si eran pacificos no eran atlan- ticos y ve ri6 y la abuela dijo que no fuera guaran” Como deefamos antes, si los autores ignoran el traba- Jo con el discurso cuando escriben para jévenes ¥ privi- legian solo la historia, las acciones o la intriga, se ale- 5. Canela: Las eqpatillas mégicus, en Marisa que borra, Buenos Aires, Sudamericana, Col. Pan Flauta, 1988 6. Trujillo Pisiz, Carolina: De exitios, moremotos y lechuzas, Buenos Aires, Coliliue, Col. Leer y Crear, 1993. 29

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