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———— ‘toto original: enfant otf sport ‘Tule oii ancts por Presne Universite de Fanc,Pais ‘traducetén de Lala Justo Picton a cargo de Francisco Seirubo | | | | CCubierta de Masio Eakonast ipedicién, 1988, snatch nga gun pat dae AO eerie can are acer men nace a ees goes dpezn el onion do eae cos roses rivrsnizes de Francs, 15 ° en “Ministerio de Educacién y Cienci 1 @ Frehssyeaonto ediciOn: Centro de Publicaciones del ‘Ciudad Universitari, s/n, Madtid, ¥ Ediciones Paidds Ibéricg, BA, Mariano Cabf, 62 -080a1 Barcelona Goesitan: Centro de Publicaciones: ‘Fda: $000 ejemplares sb; 84-7808-6008 Depésita egal: BS4.380/ 1988 NuPO: ITeS# 1805 dol WES. y Ediolones Paldés Ibéris, SA. i Innprose en Ingraf, | {67 Badan, 148 - 02018 Baroclona t Ifeproso en Espafia~ Prinod in Spaln A Marle, Elise y Nicolas ssa] ' i 40 MOTIVACION ¥ PRACTICA DEFORTIVA BN EL NINO sipeién del entrenamiento y Is fu funcidn consiste en preparar se a otros deportistas en una Esa légica de 12 competencia ‘organiza el calendario y condicio- sn forma de = El tercer punto concieme a Ia inscs préctica en una lgica de la competencia: los atletas y jugadores para enfrent perspectiva de basqueda de Ia victor Imparte el «ritmor de las «temporadass, tna el empleo intensivo de refuerzos externos © recompensas trofeos, medallas, copas, elcétera. = Finalmente, el tiltimo aspecto abarca todas las conductas relativas a la vida asociativa, a fa bisqueda y el mantenimiento de interacciones amistosas y la corstruccién de una red de relaciones sociales. EL eclub Shsov, los traslados en comain, las fiestas y diversos acontecimlentos que Shiman esa vida, constitayen tos principales lugares y momentos donde dichas relaciones se desarrolian. Optar por asoctarse aun club significa comprometerse en relacién con ‘cade una de esas cuatro actividades, es decir, entregarse a ocupaciones Mdistinios, Se presenta asf una problematica fon, son solamente medios para bar amistades. Inverss- Fisica, el entrenamiento, la compet ‘quien desea encontrarse con otras personas y tr Monte, es posible interesarse solo en la competicion y concebir fos Testantes aspecios fe la vida en asociacion ya sea como medios, ya sea Jneluso como obligaciones a las que es preciso doblegarse para alcanzar 1 propio objetivo. Tea Vigueza de Ia préctica deportiva y su carécter polimorfo pueden Gar origen ambigiedades y, a nuestro juicto, explicar parte de las Gecepciones mostradas por los jévenes, en in medida en que el funclona icra de los clubes oles federaciones pueda cstar en desacuerdo con sus Mibtctativas, Por otra parte, clertos cambios recientes, de la actividad Sevortiva tenen por efecto (0 por funcidn) separar esos distintos aspectos J cpliar el repertorio de las posibilidades propuestas. Ast, formas nuevas Uz prictieas individualizadas y «acompetitivase, come el esqul de aficiona Jee 5 cl jogging, eliminan los espectos no directamente relacionados con tn busqueds de sensaciones 0 el perfeccionarmiento del bienestar corpo- Tal Bete es tambien el caso de recientes modificaciones de Ia politica de Tigunas federaciones, que apuntan a separar cada vez més Is prctice Gemasas, de caricter lidico y convivencial, de la constitucién de wna Gite centrada en la competicién y la bisqueda de un alto nivel ‘Mas adelante volveremos sabre esta diferenciacién de la actividad y sobre el impacto de la disociaeion fines-medios en la dindmica motivacio- fal de los deportistas, Antes estudiaremos la principales formas de mot 4 TRES TIPOS DE MOTIVACION Bl nito que practica una actividad deportiva obedece a tres tipos de determinantes principales, Va en busea de una eficacia, de un entreteni- Iniento y de relaciones con los demés. Esa estructura motivacional basica {deljoven practicante, quc «cubree gran parte de las razones invocadas por Gl, corresponde a las tres concepciones de la motivacion que se presentan seguidamente, 1. La motivacién de la realizacion La motivacion de la realizacién constituye un sector central de la motivacion humana y ha sido objeto de muchas investigaciones. Tales tetudios, que al principio se centraron exclusivamente en la naturalez# Gel dinamismo impulsor de Ia eonducta, hoy ponen mas el acento sobre la fancién que desempenan los procesos cognitivos y las representaciones en la regulacién de esa dindmice. A. De la necesidad de reaiizacién a la comperencia percibida La necesidad de realizacién o necesidad de logro (need of achieve. sen), identificada en primer término por Murray, ha sido objeto de imuchas teformulaciones y teorizaciones. McClelland y otros (1953) consi eran que ex todo individuo existe una tendencia a actuar acertadameiite, f procurar eficacia en sus interacciones con el ambiente, asi como una aspiraelén @ eleanzar, en una competicién, una meta que se ajuste Raumas de exeelencia. Atkinson (1957) deseribe una tendencia a Ie reali Jacion que esta en Tuncién de la fuerza de la necesicad de realizarse, de la vacién que entran en juego cuando se practica un deporte, i SLT SHAH HOHHOHHHODOHRHOHHOHREBAGENEETH { | { i ee a2 MOTIVACION Y PRACTICA DEPORTIVA EN EL NERO probabiidad subjetiva de éxito (es decir, de l dificultad de 1a tara) y del coarse Gate coma incitaciOn (Ia importancia individual y coleetiva de repr Shunde), EI interés de esta concepeign reside en. que recurre & CSabtes Intermeciaras tales como la representacin de la probabilidad Geextioy la actitud del sujeto respecto de la meta Petdlamente eva necesigad de rendimiento es vista corn Ia resul sane det ned al fracaso la esperanza de éxito Estos dos componentes sare ee reticasindividaalesestables,rasgos de personalidad que exp son (ertifercacias de comportamientoy de actitud en cirtasstuaciones (a0 latividuos movides ante todo por le esperanza de triunfo denden a ‘elegir tareas de mediana dificultad, es deck de riesgo moderado, en tanto $eSiostnelvidubs particularmenteinteresatlos por eviter el fracaso eligen se sng files 6 muy dificles: ta probabilidad de éxito es ray alla, de (eres duc uo eaziiesgane pricticamente nada, o bien, en el otro caso, settee de modo que nose les puede culpar por su fracaso (Atkinson, 1957). "Dat Mache y Nicholls (1980) y Nicholls (1983), las conductas de sealant pueden ser muy distintas de un individuo a otro. Esos compor tamientas constituyen intentos de demostrar que se poseen cualidades Eiiuialimente deseables. Dichos autores describen tres categorias de Gijetcoe cosrespondientes a eva forma de motivacién: — demostrar elerta habilidad en comparacién con los rendimientos de otro; oMdemostrar tn buen dominio de la tarea misma; = buscer la aprobacién social i ‘A cada una de ebas categorias corresponde una actitud motivacional, una gama de comportamientos y un concepto particular de la scompeten- Cian. Ba el primer cago, el nifo se inscribe en un eoncurso donde se mide Son'otros individuos, su necesidad de realizacién es satisfecha cuando él sor Mlestra capaz de ssoportar Ia comparacién con otro», independiente: Frente del valor y del nivel de lo que él haga, A la inversa, la busqueda de Hominio consiste en una concentracién sobre el rendimiento mismo ¥no Sobre ls comparacién con el de otros deportistes. Finalmente, la tereera Setitud es la de los nifios que se emperian en una actividad con el dnico fin de conguistar la aprobaciéa y Ia estima de los «terceros significativos», cadecir, del grupo restringido de personas que tienen un peso preponde fante en los afectos y Jas relaciones, Iss personas que para el nifio Teuentans: padres, entrenador, amigos intimos, algunos profesores... (Fes- finger, 1954) ‘Foes refinamientos y diversificaciones del concepto de nevesidad de realizacion fucton posibles gracias al decisivo avance te6rico constituido por Inaparicion del concepto de competencia percibida o de sentimlento Ae competeacia. En rigor, es White (1959) quien sefiala verdaderamente fa cntrade del cognitivisma en la psicologfa de la motivacién, A su juiclo, “TRES TIPOS DE MOTIVACION. 43 todas las tentatvas del nto el adulto que epuntan ana confrontacon ‘Rime ambiente responden & una necesidad de sentiree competent (re GonSnd competence), Ese autor crea el neo'ogismo y el concepto de SGpetance eretancia) pasa designar simuttaneamente la tendencia 3 fhocurar la produccion Ge ua elect Ia bisqueda dela eBcaci. Lo ge Pr onsidera coma el motor de los comporaraientos ya no ese resulta Skperudo en st mismo, sino que es el efeco de exe resuliado sobre el Semtonto ce competences del indivi Ese sentimfento de compe iGhcia es una construcelon cogntiva cuyo faneionerlento, note y dess- Srollo han sido explicadon por Harter (1978). Lo que ints un individuo a actuary realzer tars que pueden lever al éxito 0 al fracaso ep su necesidad de sentrse competente, Para those empena en diversas actividades en ef ctao de fas cles trata de Sonor este, de denasareleacia 9 damn ts cw ae slennra esas situaciones vat acompafados poraletes positivas, ae 2 eSEaimlento de competenciay de valor petvona fotos qu ase Sérieentardn o por lo menos preservaran su motivacion respecto de la fares que acaba de realize Enotes palabra, sn individ se sient tanto th nferesado por una actividad eusnto mts le ofrece Ia oprtoniad de ‘eniise eficazy habily de experimentar un placer avocado a es eic- 'in embargo, no basta con ener éxito para percibirse como competen- te reen pot elo una stisicclon es nocesaio que inten en in cual so Ii tauntado sea lo satontement fell. Harter considera que existe wn rato opto de diicutad (optimurs degree of challenge. sl tarea ee Emcoramente simple el éxito no depara un beneficlo palguicoe, inverse: tuente, ai la difeuitad ee demasiaco grande, Ia probebiiésd de éxito Tesula demasiado debil como para que valge la pena empenarse en ella o para que el resultado consitaye alguna informacion acerca dela abil bad del incividuo. En rigor, [0 que ewenta no es el nivel de difialiad bjetiva sino el desafo, es deci sifu lad para un inaviduo particular. Mchos, son log autores que apelan 1» nociones tales como las de conpetencia: habilided peribida sensacign d= competoncia,2precio de si mismo, ctcétera. Sin embargo, con frecuencia la realidad que esos tteminos deignan es global eindferenciaca Segin Harter (1978, 1982), fos ninos no porciven su competencia como idntica en todes fs tere hos, el sentimiento de competencia ev Ta complejaresltante de Tes Consponentes! = sla competencia cognitivar, que concierne a los rendimientos escola res e intelectuales (tener éxito en clase, ser de inteligencia vi apreciar ol éxito en la escuela); = a competencia socials, referente a las relaciones del nid con sus iguales (ener muchos anges, ex agradable, ser Important en a cla = la competencia fisica» que concierne a los rendimientos en las activi- 4 MOTIVACION Y PRACTICA DEFORTIVA EN EL NIKO dades liidicas y deportivas que necesitan un importante compromiso motor (ser bueno en deportes, progresar ficilmente en educacién Gisica, preferir ser jugador a espectador). sos tres componentes se encuentran inegrados en el seno de una __consiniceién cogmitiva de nivel superior la cual caracteriza la pereepel6n tel individu tiene de ou prople persone ‘senin las diversas teoris, ese sentimiento de competencia (llamado habidlad 6 competencies perttde, aprecio des mismo 9 de otto-) Consitaye o ben una earacteritenetable de a pervonalided que organi {alas conducine dl individuo en gran ndmere de dtunciones, olen ann Senstsucelin eapectin ligada sana clas delermineds de’ reas © 8 tna actividad portale. De un modo w olto, est competencia perebids se estrictura con ccasion de las interscclones del ievidun con et mundo que fo rodea faricularmente en el curso dela infanca (Harter, 1976; White, 1959). Con-la edad, el nito poco poco se determina en relacién con les bjetivas de las tareasy fos sistemas de recompensas que le son asignados por el ado. Asles-coro Bindionan ise procases Ge iterartticon, Thitaciony eproplacin, pero tambien de recheao y oposiion ante od modelos representados para el nfo por los xterecros sgnificativos». Aqui se trata del inmenso problema de -onstruccién por parte del nifio del Sistern de veloves aus ba de orghotar au vida fasta, cucstion do a al ioe pacdlogos se han ocupade bastante poco hasta hoy da, Sin embargo, fe tata de an problappaRincamental gut la eovia de Harter, aga presen: tada muy sumeriaménte, permite abordar de forma heuristics: Asi, en un estudio sobre la competencia escolar o cognitiva, cl mencio- nade sutor mesa que los scmas de valores dal nine se teansforman Con In edad. Desde el punto de vista dela motivacin, lo ios pequehos (G'afeo) ce embarcan en ls tare excolaes 8 parr de une aindmica intrinseca: lo que los motiva es la situacién escolar misma, los nifios tcperimentan in interdt inmanente a su octvdad on cle, a cambio, for indviduos de mas dad (14 sos) demuestran moverse por una molt vaclon extinseca su interes ae tatade hacia ebjetives evtorores ala Stividad misma, tales como las nota lat postlones, cf futuro tito profesional, etceiern Su parcipacion en lv elise no supera Ie condicion de medio en relacién con esos fines (Harter, 1982). El autor sefiala (sin tporar la demostralon experitetalcorrespondicnt) ue la cvaluetn parece invetse en lo que concieme sl sector de I competencia Gs Ein oGtmacion nos parece un poco opresureda en vst Be Tos trabajos relatives a la rhétivacién intrinseca, que presentamos mas adclante. {RES TIFOS DE MOTIVACION ae B. La motivacién de realizactin en el joven deportista Es innegable que esta forma de motivacién se expresa en el deporte y que constituye el armazén de la motivacién del individuo: pare él se trata de alcanzar un objetivo claramente definido (derrotar a un adversario 0 lograr cierto nivel de rendimiento), de modo que su actuacidn puede ser evaluada en términos de éxito 0 de fracasa, Por otra parte, sas oportuni dades de demostracién de competencia» que son los tormeos, partidos, diplomas a trofeos de toda clase, se desarrollan sistemticamente ante Ia mirada de los demés: padres, amigos, entrenador, compatteros de equlpo, adversarios, etcétera, y retinen en consecuencia las condiciones de una cevaluacién social severa, Entre esta descripcion de Iss situaciones depor. tivas y las definiefones de «situaciones de realizacién» hay una correspon. dencia tan estriets que justfica afirmar que la institucion deportiva se funda pscoldgicamente en esa forms de motiacion. Para los nifios es muy importante demostrar competencia y maestria en Ia esfera de los juegos deportivos, sobre todo para los chicos aber 1978, 1980; Scantan, 19828). A juicio de ellos, el éxito en el deporte no se pane al éxito en los estudios, por més que el primero tienda a poseer una Importancia cada vez mayor a medida que avanzan en edad (Buchanan y otros, 1976), E] cuadro diflere un poco en lo que concieme a los fracasos Duda (1983) muestra que en tanto que a las nifas lor fracasos en el deporte les parecen menos graves y molestos que en los estudios, los ninos, 2 Ia inversa, prefieren fracasar en clase antes que en el estado. Un hecho es percibido como un éxito en funcién de los objetives propios de cada niio, y un mismo resultado puede ser entendido ya como tun triunfo ya como un fracaso (Spink y Roberts, 1980). A la ur de la ya cltada clasificacion de Machr y Nicholls (1980), Roberts (1984) identifica tres categorias de objetivos para el joven deportista: la bisqueda de aptitudes para la competicién (competitive abilis) la de dominio deport. ¥0 (sport inastery) y la de aprobacién social (social approval. ~ Fn el primer caso, lo que interesa al joven ¢s poder «soportar la comparacién» con otro, no parecer demasiado débil, Bl modo de evalua: cién esté tinicamente relacionade con el rendimiento de otro: lo que cuenta es la victoria o la clasificacién, cualquier que sea la manera de tt sar. = En el segundo caso, los niios no parecen interesarse en el enfrenta miento con los otros deportistas: ante todo tratan de actuar bien (jugar con eficacia, aleanzar un buen rendimiento por si mismos). Esos nifios se cvakian en funcién de Ios progresas que restizan y no de normas exterio- tes. Esta actitud de eaplicacién a la tarear los induce a acepiat muy facilmente los consejos del entrenador ¢ incluso a procurarse la ayuda pedagégica que consideran como un medio de progresar ~ Finalmente, los objetivos de la tercera categoria son los del niio s Se e @ € € e€ @ € e 6 € € € € 46 MOTIVACION Y PRACTICA DBPORTIVA EN BI. NIRO {que esencialmente desea dar una imagen positiva de si mismo a ciertas personas. También en este caso, la actividad deportiva slo es un medio Paraalanrar un objetivo exterior all ‘Tal actitud es frecuente entre los muy jovenes, que, muy dependientes de otros, procuran aleanzar todas las formas posibles de evaluacién social positiva Roberts (1984) considera que en un mismo deportista pueden coexistir objetivos de distintas indoles y que, antes de los 12 asics, los dos tipos Ge objetivos mas corrientes son la busqueda de aprobacién social y la de aptitudes para competi. sa estructura de la motivacién de realizacién de los deportistas be sido observada en el marco de los estudios, realzados uno en los Estados Unidos (Bwving, 1981) y eh otro en Gran Bretafia (Whitshead, 1986) FI landlisis factorial de las vespuestas de adolescentes de 12 a 17 afos & un “Euestionatio especifico revela tres factores principales que corresponden $ las cateyorias de Machr y Nicholls y de Roberts. En cambio, ia aplica {ion relactonada can la actividad parece ser més compleja de To previsto: Ese aspecto se divide en dos componentes, uno de los cuales concieme al ominio de la tarea, en tanto que el otto se refiere a la vaventura deport ‘var Ewing, 1981) El dominio de la tarea, a su ver, se funda o bien en una busqueda del resultado, o bien en una mayor importancia asignada a la manera de obtenerio (Whitehead, 1986). or otta. parte, las investigaciones de Duda (1986) revelan que ls estructura social influye considerablemente sobre la eleecién y sobre el tipo de motivacién de realizacion que tiene pricridad en el seno de una cialtura particular. Una de las cuestiones que se plantean es la de saber st el mode de oranizagin yl gic del ambient deportve pone St Skjetives al nino o alse trata, en camblo, de una tendencia muy personal jue se desarrolla en ese marco, A este respecto hemos observado, en el Gorso de una investigacién inédita realizada con Bellus y Cartier, que es felativamente facil influir sobre los niios (al menos a corte plaza y en lacion con na tarea precisa) y que, en una situneién determinads, unos chjetivos excluyen a los otros. Este experimento se ofectud con nifios de 12 aflos y gid en torno a su motivacion para realizar la tarea de lanzar pledras en direecién un blanco, En un primer tiempo se calcula su interés por la tarea, cronome, arando sin que ellos lo sepan el tempo que acepran consagrace y el nimero de ensayos que efectian estanda solos en e! girmnasio, sin ning: hha orden particular. Después de este calculo, la mitad de los eujetos es puesta en ssituacién de competiciéne y la otra en esituacién de dominior, Bin la primera sitiacién, el experimentador anuncia que va 2 calcular los rendiatientos para clasificarios en, comparacién con los de otros de la institucion, por lo cual es necesario esforzarse por superar a los demi Enla segunda condicién, se anuncia que se van acalcular los logros y que es preciso actuar lo mejor posible. Cuando se vuelve 2 evaluar la motivacién de esos nitios mediante “RES T1P0S DE MOTIVACION sismo proceso, parecen interesarse menos por la tarca despué Tivido Ia situacian de competencia. Ese desgaste de Ia motivac Jresenta en Ia situacién de dominio de la tarea Valuccemos mis adelante sobre estos resultados, que tarnbién pueden interpretare en terminos de motivaciones inrinseca y extrinseca, Por ie Pro recordemos que basta zsignar tn tipo particular de abjetivo al rig para que a corto plazo adopte su actitud a esos abjtivos. En be cine Pn ad competicion, la realizacién de Ia tarea se transforma en un sea one compararce con otro, y el interés se traslada de la tarea al neil jiniente mismo. Ese proceso no se produce en la situacién, de GEininio, porque alll la tarea siempre se realiza por el valor de Ia tarea misma, “Totus actitudes motivacionales probablemente se asocien a diferencias aja representacién de la competencia en las actividades prac wr uddo, poner el acento sobre la competicion Ilevaré al nifio itn judo al que gana todos Tos encuentros, cn tanto que, 8} {Sige se investiga es el dominio la macstra, el buen jadoka seré el ave aoe muchas ilaves y sabe aplicarlas cn el momento oportino, aun conelio a veces sea derrotado, Que sepamios, no existen sobre este punto (uetigactones experimentales. Sin embargo s¢ trata de un aspecto jim: ntante # se tiene en cuenta el rol motivacional que posee la competery eaeercibida en el deporte (Burton y Martens, 1986). Ese rol he sido cia Binie por Roberts y otros (198i) con aytda del cuestionario de FEinton jovenes deportistas de 9 a 10 afios se pereiben a si mismos come Tere Jeecioimente, mis competentes que nifios no deporistas de te fics Sed sin que se sepe, sin embargo, tes Ia préctica del deporte Jo mis fouace un aumento de la comapetencia pereibia, os es el hecho 46 see Protinabil lo que condiciona la participacién en los APS, Feltz y ser alf (1983), porsu parte, muestran quc en los indviduos de 12.2 18 vee hquelfos que abandonan la prictica deportiva se sienten menos antmpetentes que Tos otros. Tampoco la regulacidad de la relacion ae copes fa duracidn de la préctica y la competencia percibids Gttite promunciarse sobre el sentido de esa relacién. Precisonense aera testa cucstion, Weiss y otros (1986) consideran que en él Origen acerca de ion o de la repulsion inspirada por el deporte se encuentra la ce Gn de la competencia y el dominio percibidos. Sin embargo, 7° Gutece que este problema pueda resolverse tan fiellmente (Sonstronms $582), y por nuestra parte dudamos que tenga sentido alguno busear 1982). 9 Pot imy dnica on un fendmeno donde iatervienen una muita Cae TED cate sentido, trabajos recientes (Fox y Corbin, 1986) Seaatan que el efecto del sentimiento de competencia sobre el compro} sehclen sha ectividad deportiva, asi como la motivacion de los adelesec ooo enden de la iraportancia que éstos asignan a tales acilvidades xe Gi con todas las Gems que les son propuestas, Incluso paces Sof re der cmportanciaperebidae dela actividad permite predeoi © Ome Us ciso depordvo mejor que la competencin peretbida (sigue en Pie de | 48 MOTIVACION Y PRACTICA DEPORTIVA EN EL NINO cualguier manera, el problema del origen de esa escala personal de valo- Si bien la competencia percibida constituye claramente, al parecer, la piedra angular de la motivacion de realizacién del joven deportista (Bur- ton y Martens, 1986; Roberts, 1984; Roberts y Duda, 1984; Roberts y otros, 1981), carecemos en cambio de datos experimentales relativos a su desa rrollo en las situaciones deportivas. Por lo que sabemos, el tinico experi mento que aporta alguna luz al respecto es el de Hom y Hasbrook (1986), més especialmente consagrado a las informaciones que utilizan nitios de distintas edades para evaluar su competencia en el deporte. Ese experi- mento muestra que hasta los 8-9 afios los ninos asignan gran importancia al resultado y al feedback proveniente de los padres o de los espectadores. A continuacién la importancia del feedback de los adultos disminuye, en beneficio de las comparaciones entre iguales. La evolucin se cumple, por lo tanto, en el sentido de una disminucién de la dependencia respecto de los adultos y un recrudecimiento del proceso de evaluacién social entre nifios cee De esos trabajos emerge un punto fundamental, relativo al grado de generalidad y permanencia de ese sentimiento de competencia: seguin algunos autores, se trata de una representacién estable que «cubre» todo ‘el campo de las actividades fisicas y deportivas (Harter, 1978; Roberts, 1984; Weiss, 1986); segiin otros, se trata de procesos muy especificos cuya funcidn para el sujeto consiste en evaluar su propia capacidad para hacer frente a las exigencias de una tarea particular (Griffin y Keogh, 1982). La al coms la extudia Harter (1978), constiuye una representacién muy difusa que infunde globalmente su vaior en las activi- dades fisicas. Asi, los items que configuran el cuestionario de Harter son: «Tener éxito en todos los deportes», «Ser mejor en el deportes, sTener éxito en las actividades nuevase, «Ser bastante bueno en depor- te», «Preferir practicar a ser espectadors, «Ser el que los otros elijan primero para formar un equipo deportivo» y «Ser bueno en los juegos nuevos», Ese cuestionario, de cardcter muy general, demuestra ser bas- tante poco iitil cuando se trata de verdaderos deportistas especializados (véase, por ejemplo,-Weiss y otros, 1986). En cambio, Griffin y Keogh (4982) postulan la existencia de procesos especificamiente orientados a la tarea. Lo que denominan «seguridad de movimientos» (movement conji- dence) es el resultado de célculos muy complejos en el curso de los cuales el nif estima la dificultad de la tarea, su propia capacidad para realizarla, las consecuencias sensoriales esperadas y los riesgos corporales en que s¢ incurre. Esos célculos desembocan en decisiones tales como la acepta- cia o el rechazo del riesgo, la participacién o no en la actividad y la eleccién de una estrategia de respuesta. ‘Anuestro juicio, esas dos formas de construccién cognitiva coexisten y se influyen reciprocamente: la primera (la competencia percibida) debe ser entendida como algo muy rglacionado con la autoestima, con los afectos y sentimientos que experimenta el individuo respecto de su propia ® a 9 a a 8 ® 8 9 2 oJ a 2 a a 9 % a s a . > > » 8 a - Ppeseaw TRES TIPOS DE MOTIVACION 49 persona. La segunda (la seguridad de movimientos) es de indole més técnica» o «informiticas y se emparenta con los procesos de planifica- cién y evaluacién de la accién. II. Entretenimiento y placer en el deporte Algunos de los argumentos invocados por los jovenes hacen referencia explicita al placer del juego, al entretenimiento, 0 bien, por el contrario, al aburrimiento y el desagrado causados por la prictica deportiva. Esa tendencia al hedonismo y al juego seré abordada aqui mediante el andlisis, de la dindmica motivacional que se expresa en una amplia gama de actividades «gratuitas» A. Las actividades gratuitas Existen en el nifo, pero también en el adulto, actividades que parecen no tener otro fin que el de existir y de las que se diria que constituyen su. propia recompensa. Esas actividades que tienen su motivacién en si mismas se denominan autotehiricas y se distinguen radicalmente de la biisqueda de eficacia descrita en el capitulo anterior. Aqui se trata de conductas de juego, de busqueda de expresién y de emocién artistica, pero también de comportamientos més rudimentarios de exploracién 0 de actividad fisica en apariencia estéril. Desde temprana edad se observan en el nifio conductas que obedecen al simple «placer de funcionar» o al «placer de ser la causa de algor y que parecen responder a una necesidad fundamental. En efecto, Jo cierto es que los experimentos de privacién sensorial y motriz revelan que el organismo no puede vivir y desarrollarse si no s¢ le incita mediante estimulaciones sensoriales varias y si le es imposible ejecutar una cant dad suficiente de actividad motriz. Esas actividades sensoriomotrices ti nen por un lado una funcién muy especifica en relacién con la madura cidn de Ia células nerviosas y la aparicién de ciertas conductas (funcién, sobre la cual volveremos en el cap{tulo consagrado a los «perfodos crit cos») y, por otro lado, una funcién no especifica consistente en una tendencia a cbombardear el organismo con informaciones, a activarlo, a sconsumir» su energia. Consideradas 2 corto plazo, esas actividades parecen carecer de sight cado: gcon qué fin una ardilla enjaulada hace girar su rueda? Qué objetivo persigue un niflo que se agota subiendo y bajando por el tobogan sma con el movimiento de su automévil de juguete? 0 MOTIVACION ¥ PRACTICA DEPORTIVA EN EL NINO En el nifo, esas conductas autoteliricas se manifiestan particularmen. een el juego y a partir de éste, Conviene distinguir al respecto entre el ticgo, estudiado en cuanto comportamiento, y el Iudismo, que definire- noe como la estructura motivacional subyacente que organiza las con Juctas de juego (bien entendido que esa forma de motivacién es muy yeneral y puede manifestarse en distintas situaclones de las que el juego slo es una parte). ‘Es poco menos que una tradicién sociologica establecer una filiacion antre el juego y el deporte. Este tiltimo seria, segén la ilustre concepeién de Caillois (1958), una forma institucionalizada, doméstica (paideia), de ‘os juegos agonisticos originales ([tidus). En cambio, otros autores tales somo Sage (1978) 0 Sutton-Smith (1975), insisten en lo que diferencia Sinbas actividades y en la originalidad del deporte en comparaci6n con el ticgo. En este orden de ideas, Coakley (1980), al estudiar lo «vivido gsiquicamente» por nifios de 3 a 13 afios emperiados en juegos espontér Reos (play), en juegos rudimentariamente organizados (game), o en activi: Jedes deportivas, muestra que existe una diferencia importante entre los dos primeros y el tercero: la organizacién formal de las interacciones en el deporte y s¥ control por parte del adulto provocan actitudes radical: mente distintas de la capacidad para autoorganizarse y de la creatividad exigidas por el juego. ‘No es éste el lugar para preguntarnos por las relaciones entre juego y deporte. Nos limitaremos a tomar, como base de reflexién, el hecho de que en la practica deportiva infanfil hay una biisqueda de entretenimiento y juego cuyos mecanismos motivacionales se'trata de identificar. ‘En psicologia experimental existe una corriente muy fuerte @ cuyo juicio el concepto de juego no es Iq suficientemente preciso y operacional {una de las pruebas de ello reside en la considerable cantidad de definic! ies de juego existentes en la bibliografia). Berlyne (1960) piensa que mas Tale estudiay las caracteristicas psiquicas de clertas clases de conductas, Matoteltirieas antes que buscar una hipotética especificidad del juego. Este Concepto, que conduce a una suerte de «desmenuzamiento» de la nocién Ge juego (Hurtig y otros, 1969), se basa en los estudios relativos los hriveles de activacién y en las teorias de la disonancia cognitiva. B, Activacion, disonancia cognitiva y motivacién Estas concepciones, desarrolladas por Berlyne (1960, 1970a) y Festin- der (1957) entre otros, se inspiran en los trabajos de la neurofisiologia Sobre los niveles de vigilancia. Hacen del concepto de «activacion» una ocién que funciona como pivote entre la vertiente fistolégica y la ver~ Cente pelcoldgica de la conducta. La activacién caracteriza el aspecto intensive de la motivacién y fuctia, segdn dichos autores, en funcion de TRES TIPOS DE MOTIVACION 51 la «cantidad de disonancia» presente en la situacién. La idea basica de esas teorias es Ia de que la activacion nace de la aparicién de una jncompatibilidad, una disonaneia, una incoherencia entre dos cognicio: hres en un momento dado, Segin Berlyne (1960), existen cuatro fuentes de diserepancia y por lo tanto de activacién: la novedad, la sorpresa, la complejidad y la incertidumbre 0 conflicto, ‘La novedad caracteriza aquellas situaciones en que la discrepancia se sitta entre una percepeién actual (la situacién frente a le cual nos encon- tramos) y percepciones o experiencias pasadas (las que uno esté acostum- brado a advertir en las situaciones de ese tipo). La sorpresa caracteriza la diserepancia o disonancia entre una percepcién actual y las expect del sujeto en esa situacién, expectativas igualmente construidas a partir de Ia experiencia pasada del individuo. La complejidad nace de Ia diso- hhaneia entre los componentes de la percepcién o de Ja experiencia actual. Finalmente, la incertidumbre es caracteristica de la diserepancia entre cexpectativas distintas, Tstas fuentes de disonancia seran examinadas més adelante en las situaciones deportivas. Por el momento, detengémonas en el mecanismo de cautsalidad subyacente en esa concepcidn. La activacién va ecom- paflada de afectos, de sensaciones cuyo tono cambia en funcién de la Cantidad de disonancia y del nivel de activacién. Existiria una zona 6ptiraa nds acd y mas alld de la cual el placer no es muy intenso: sila disonancia fs eseasa, la activacion es igualmente poco intensa y las sensaciones son neutras 6 muy débiles; si la activacién crece paralelamente con la diso- nancia, el placer asociado se vuelve més intenso y agradable; finelmente, Sila diserepancia aumenta més atin, las sensaciones adquieren un tono netamente desagradable. Existe, pues, un nivel éptimo de activacién que todo individuo trata de obtener buscando una tasa media de discrepancia. Ast se explican los efectos de las experiencias de carencia, las conductas de autoestimuls- ‘cién y los actos en apariencia gratuitos. De acuerdo con esta teoria, las tareas que son demasiado nuevas 0 que lo son demasiado poco no son hada estimulantes para los sujetos (Cantor y Cantor, 1964; Mendel, 1965); por otro lado, el aumento de la dificultad de un ejercicio va acompafiado He una recuperacién del interés en un primer momento, y luego de una disminucién cuando esa complejidad se acentita, En ambos casos funcio ha el mismo esquema explicativo: si las caractetisticas de la tarea originan tuna tasa de disonancia proxima ala tasa éptima, la motivacién es maxima; en cambio, cuando se produce un distanciamiento respecto de esa tase media el interés disminuye. (Adviértase que la interpretacién del efecto que la dificultad de la tarea tiene sobre la motivaciéa difiere, en este Marco tedrico, de la propuesta en el marco de la motivacién de realiza- ién, que hace intervenir el resultado y el sentimiento de competencia.) S ° e e e e 6. e e e e 6 6 6 © 6 © e s ® Ad e 6 6 e e © « « « ® e s e € | CPSP eH SH SSVEKOFSHHHBHOBBEBEBEY > > » > > § 2 2 MOTIVACION Y PRACTICA DEPORTIVA EN EL NINO C. Disonancia cognitiva y motivacién en el joverr deportista Recordemos que algunos de los argimentos declarados por los nifios para justificar su interés por el deporte se relacionan con el entreteni- niento ¥'el placer que experimentan. Simétricamente, algunos de esos jovenes deportistas dejan de practicar por la sencilla razén de que los fentrenamientes son aburridos y la actividad, a sus ojos, no es lo bastante excitante, estimulante. Seria facil utilizar en el estudio del deporte el cuadro teérico que se acaba de exponer y considerar que el gusto de los nifios por las situacio- nes deportivas depende, en parte, de que éstas les ofrezcan cierta tasa de disonancia, Por otra parte, ese modelo ha sido aplicado por Ellis (1973) al estudio del juego: a juicio de este autor el jugador busca (y encuentra) un nivel éptimo de activacién afrontando situaciones que tienen un cardcter de novedad, de incertidumbre 0 de complejidad. En el deporte, esa disonancia proviene de diversas fuentes. Puede tratarse de un trastorno sensorial y de la afluencia en gran escala de sensaciones, como en la acrobacia, e! paracaidismo, los saltos de trampolin, los descensos en esqui © en bicicleta, La disonancia puede depender igualmente tanto de la ificultad de las tareas 0 los ejercicios como de la distancia que se establece entre una situacién actual y una situacién futura o virtual; en este sentido, Nuttin (1980, pag. 280) describe muy bien el cardcter insacia- ble de las motivaciones del dlpinista «para quien las cimas que falta ascender se multiplican a medida que contintia con sus ascensiones». Finalmente, ese excedente de activacién puede ser provocado por la incertidumbre de los enfrentamientos y las competiciones. Que sepamos, sélo Csikszentmihalyi (1975) ha recurtido a ese cusdro te6rico para estudiar Ia motivacion en actividades tales como la danza, el alpinismo o el fibtol, En esas situaciones la experiencia del individuo es sholistica», globalizadora, y resulta de una entrega total a la actividad. Ese ado, que el autor denomaina fiowr (Bujo), se caracteriza por una concentra: 6n casi exclusiva en las sensaciones corporales que son experimentadas, ‘con «desinterés» por los objetivos intrinsecos a la tarea. Seguin Csikszentmi- hal, los nigos tienden naturalmente a entrar en ese estado de flow, que les produce placer, pero la presién educativa y social que se ejerce sobre ellos los aleja progresivamente del entretenimiento y el descubrimiento para orientarlos hacia unabiisqueda del resultado y Ia eficacia, El nivel medio de activatiOn asociado a efectos agradables varia segdn las personalidades, y ciertas personas «toleran» un grado mas alto de disonancia que otras. Situaciones que algunos viven como productoras de estrés debido a la competicion, los riesgos fisicos 0 el caracter insdlito de las scnsaciones experimentadas, pueden ser juzgadas agradables y estimulantes por otras. Segin McReynolds (1964), para todo individuo existe una tasa de «innovacién cognitivay exclusivamente suya: se trata del Pin (preerred innovation rate, tasa de innovacion predilecta). Cada uno TRES TIPOS DE MOTIVACION 53 utiliza un repertorio de actividades (entre ellas el juego y el deporte) para establecer y mantener la cantidad actual de disonancia aproxiandsoncnte en el nivel de esa tasa éptima, Hay que lamentar el escaso niimero de trabajos experimentales en los que se utiliza ese marco tedrico para analizar la motivacion de los jévenes deportistas, Seria de particular interés estudiar si realmente existe, con el aumento dels edad, una reduccidn de Is enecesidad de dionanciae y de stolerancia a la disonancias, como piensa Csikszentmihalyi. En ott cen ceommcin, come loa oceania. oor responde en cl niio a motivos més propios de la préctica misma en comparacién con el adulto, y si hay en efecto incompatibilidad entre abjetivos relacionados con la bisqueda de eficaciay objtivos mas hed nistas o hidics. I, Necesidad de afiliacién y motivacién en el joven depor- Murray ha denominado «tropismo social» o enecesidad de afiiacion» la tendencia del hombre a establecer contactos y a buscar relaciones afectivas con otros, Posteriormente, esa necesidad de afiliacién fue con- ceptualizada como una biisqueda de aceptacién social (Atkinson y otros, 1954) constituida por dos tendencias: el deseo dle afiliacién y el miedo al rechazo por parte de otro (Boyatzis, 1973), En sti estudio sobre los antecedentes y Jas consecuencias de la afiliacién, Schachter (1959) advier- te que esa bilsqueda de otro, ese «gregarismo» tal vez sea el objetivo mismo de la conducta (y constituya su motivo), y tal vez sea un medio para alcanzar algan fin (para jugar al balonmano antes hay que integrarse n un equipo). En su notable sintesis sobre la motivacién humana, Nuttin (1980) propone la idea de que existiria una doble orientacién de las conductas: una, dirigida a uno mismo, apuntaria a la autoconstruccién y al desarrollo del «selfs (si-mismo); la otra, que es un «movimiento hacia el Objeto», apuntaria a distintos objetos externos, entre los cuales los objetos sociales ocupan un lugar de preferencia, f La cualidad de indispensable que posee ese compromisa con el préji- ea ae yno viene al caso, para demostrarla, recordar aqui = 7 nbajos lasicos sobre las carencias afectivas o el apego en el nifio y oe oa a con ne trabajos relativos a la necesidad de realiza- A, en este otro campo la investigacién se ha orientado hacia - ‘que cognitvista y ha abandonado poco a poco el modelo homneontitice heredado de la fisiologia.! Asi, hoy se.pone el acento esencialmente sobre * 1, EY modelo homeosiico de mostvcton esol que se emples pars cx secesiaesoganeas aes como el hamireyls sed Se fandeenel cious eae hale 7 ozr 420 raga 9 Inport 2 FIQURA 2, Iran rons (0) ones fvnet cepts (Sea Wat Ja imager “jo sobrevive con lx condicién de que los elementos consiays San comet ass actuals ¥ elias NOC Co diferencia cota a retalecer fa Homeosans,o eal mletos tender jor copnitstas no postlan cas rent sobre el 0) gue fares gone eager de en compartamentos Con recueela se Meapectay vais pores Ses eoperan de a sexton 11 de s{ mismo que el individuo jateresa en sumo.grado.por las opinione: x sree ete Ste OO wt ci: on ee mo nm 7 iinteraccién social puede asumir diversas MOTIVACION ¥ PRACTICA DEPORTIVA EN 11 NINO "TRES TIPOS DE MOTIVACION 55 eeee ! Ja naturaleza de las relaciones y los objetos sociales a los que apuntat Misciones amorosas, amor filial 0 paternal, amistad, camaraderia, colabo- ecion, frecuentaciones episodicas, encuentros casi aleatorios, etcetera. Solo nos detendremos en ciertas formas de interacciones fuertes que se Sttablecen entre jovenes que practican deporte en un club; particular: mente, en Ia amistad y la colaboracién. ses relaciones tienen una importancia indiscutible para los nifios, segiin muestra la figura 3, donde se presenta Ia forma en que evolucionan, eee la edad, las diversas formas de motivaciones expuestas hasta aqui. \ para los jovenes, la emotivacion socials y el entretenimiento tienen més importancia que las cecompensas y la biisqueda de eficacia. Este ntadig plantea tres cuestiones esenciales en el campo que examinamos: ‘primera concierne al rol de las recompensas y a su efecto sobre la | crivacton intrinsecamente considerada; la segunda se refiere al cardcter Ir esas formas de motivacién en cuanto pueden excluirse o acumularse Sjfenure si, y la tercera se relaciona con el hecho de que la etiqueta motive: Shon socials es demasiado vaga e imprecisa y exige scr més especificada. Loe dos primevos puntos serdn analizados en particular, Por el momento atentaremos precisar en qué pueden consist la funcién y el significado de esa motivacién social entre los jévenes deportistas. Para facilitar el Ssalisis, diferenciaremos la busqueda de relaciones amistosas en el seno gel club de la busqueda de eficacia colectiva en los deportes de grupo, por {nds que esas dos formas de interacciones y relaciones personales no estén separadas por completo. 12 afes 9 son 1 ot0s 11 sos : A. Las relaciones amistosas entre jévenes deportistas sa de le otvacidn seis (A), cl enteraiante (8), le blsauada de son, 1984) El elemento més llamativo que resulta de las investigaciones sobre las interacctons y relacionesemsosas entre nics consiste en su evolucion ofrece a otro. Bl hombre se cuantity-iva con la edad y en el cardcter muy tardio de la aparicién de etitlenctas y sentimentos de afer emadura» de amistad. En los més pequefios, factores como [a ie" adad, las confidencias, la confianza y el secreto no son constitutivos as, que varfan 8 ‘eettible y eatin estrechamente ligadas a la tarea desempefada entre formas, que varian S652 \ dae er a og0), So al comenar a acoescencia ‘esas relaciones se establecen sobre una base de reciprocidad, jigualdad y eSoperacion. Al mismo tiempo, se liberan de las actividades precticadas, {eeiiien en este periodo se anudan relacfones con personas de otro sexo y la amistad se vuelve mds constante (Bigelow y Lagaipa, 1980; Rubin, tes de sa medio interne | | y | 1980), Finalmente, el ultimo aspecto que se debe subrayar consiste en el on I condi de a sot de clo hme ba pereepsin, de unt on “ecificas es lo que provoca comport: ertarbado. En do uansitovamente aexistencia de un desea parecido entre los amigos (Ball, 1981) que tienen los mismos gusto las Fifsmas actitudes frente a la escuela y a diversos centros de ‘Es probable que esta evolucién cualitativa corresponda a cambios mas CHHOHOHOHOHOHOHHEHEHAAOHABOEES | SOP SSSHSHHTTOTVEC OBE Ew: » > a » >» > % y , 2 56 MOTIVACION ¥ PRACTICA DEPORTIVA EN EL NINO profundos en el nivel de los determinantes de esas relaciones de amistad. Segin Festinger y otros (1952), la participacién en la vida del grupo obedece a motives de dos clases: la blisqueda de una aprobacién o status social y, complementariamente, la busqueda de anonimato, de una forma de sumergirse en el interior del grupo. Se diria que los nifios pequefios buscan esencialmente esa fusién en el grupo, en tanto que los adolescen- tes soportan una compleja problematica de diferenciacién e identifica. cién. La teoria de la disonancia cognitiva propone un modelo de los procesos causantes de esa afirmacién de si mismo en relacién a otro (Festinger, 1954). Esos sprocesos de comparacién social» funcionan se- gin e} mismo principio que la ya descrita reduccién de Ia disonancia: cada vez que un individuo se siente distinto de los otros, percibe una disonancia que intenta suprimir. Este modelo, que ha recibido buen niimero de ratificaciones experimentales, explica los resultados de las investigaciones sobre la influencia del grupo en los juicios perceptivos, la eleccién de amigos parecidos, y decisiones de distintos érdenes, pero no explica aquellas conductas que, como sefialé Wallon, intentan «formular- se por oposiciéne, Tal vez sea’ necesario entender ésta actitud como la busqueda de cierta dosis de disonancia, de la misma forma que las conductas lidicas corresponden al establecimiento de cierto grado de ac- tivacion, Nadie duda de que la vida de club constituye un conjunto de ocasiones donde se afirma esa dialéctica de la identidad y la diferencia (Duquin, 1979). El proceso de evaluacién social desempena alli ciertamente una funcién decisiva, en la medida en que las comparaciones con los «terce- ros similares» de que habla Festinger (1954) son frecuentes. En las nifias este proceso tiene un caricter menos competitive que entre los nifos. ‘Sin embargo, esas relaciones amistoses pueden establecerse ya con fines de evaluacién social (y poner en juego procesos y representaciones comparables a los que hemos descrito aqui al referirnos a la competencia percibida), ya con fines més afectivos y sentimentales (y basarse sobre los actos de compartir sectetos, emociones, recuerdos). No es imposible que a este respecto puedan manifestarse dos actitudes distintas. Martens (1970) se ka consagrado a evaluar los rendimientos y el grado de satisfac- cién de jovenes deportistas integrantes de equipos caracterizados por una fuerte motivacién dé realizacién (interés por la actividad deportiva en si misma) o bien por una fuerte motivacion de afiliacién (interés por la vida en sociedad y las rlaciones amstosas). Los resultados mucstcen que los equipos de alta motivacién social no alcanzan un nivel de éxito muy ‘bueno, pero presentan uti indice de satisfaccién asociado a la actividad mis alto que los restantes equipos. ‘TRES TIPOS DE MOTIVACION 57 B. Préctica colectiva y motivacién de los jévenes deportistas La dimension colectiva esta muy presente e introducida en el deporte, ya porque se afiade en forma de competiciones entre clubes en depor- les de indole individual, ya porque constituye la «l6gica internar de ciertas disciplinas, organizadas en redes de interacciones sociales (Parle. bas, 1980). Segiin’ Alderman y Wood (1976), esa bisqueda colectiva de eficacia es un determinante basico en el deportista. Orlick (1980) conside- a que una de las experiencias mas gratificantes de un joven deportista consiste en formar parte de un equipo y emperiarse en lograr rendimien- tos colectivos altos. Este aspecto de la practica ha sido bastante poco estudiado en el nifio: mas que analizarse la motivacién para perseguir objetivos deportives comunes se han analizado las caracteristicas de los equipos deportivos, las redes de interacciones en su seno, la cohesién del grupo, o los tipos de interacciones entre jugadores. Carron (1980) describe dos componentes de Ta dindmica de un equipo: la orientacién hacia modelos u objetivos colectivos, y la construcelon de Ia cohesién del grupo. Esta distincién es ciertamente artificial en la medida en que la cohesidn del equipo no puede edificarse sino en rela- ion con sus objetivos, que a su vez se definen en funcién de esa cohesion: resulta claro que los buenos resultados permiten «soldar» entre si a los miembros de un equipo y que sélo se aleanzan rendimientos altos cuando hay una buena dinamica colectiva. Zander (1978) ha elaborado un mode- lo de Ja motivacién de la realizacién grupal, segin el cual la competencia percibida desemperia igualmente un papel regulador, pero se construye sobre la base de objetives comunes. Esté relacionada con cierto eorgullo en relacién con el grupo, o sentimiento de orgullo por pertenecer a él. El ‘buen funcionamiento del equipo y la satisfaccién de sus miembros exigen que éstos no persigan objetivos personales, sino objetivos que se confun- dan con los del equipo. Es poco probable que nifios muy pequefios sean capaces de realizar esa forma de apertura a otro, segun indican los trabajos sobre el desarrollo de las conductas de competicién. Sin embar. £0, seria itil estudiar esos comportamientos desde el punto de vista de la motivacién. Ese estudio podria acoptar como principales ees los dos Puntos siguientes: ~ importancia relativa de los objetivos personales y colectivos en el nifio ¥; paralelamente, evolucién de las relaciones entre el sentimiento de competencia individual y el orgullo respecto del grupo; = intensidad y naturaleza de la cohesin de los equipos deportivos segin cual sea la edad de sus integrantes.

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