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EL HOMBRE QUE SE COMIO” UN AUTOBUS (Poemas con olor a nafta) ALFREDO MARIO FERREIRO. Paragolpes delantero y faro piloto Un bloc de c3mento armato, un cuadrado de asfalto calentado or los neumétices, una extension do ricles castigada por las ruedas de fierro, 9 en el cruce geomético de todas estas potenckas meci- rricas vibra y se leventa la calidad lirica de Alfredo Ferreiro. Una especie de soltura deportiva bechs de agilidad, despreocupacién y arranque eléctrico; ana sonrisa de hombre que esté de vuelta; dinamismo orgénico, inagotable 9 flagelante, todo eso se ba fun- dido pora perfilar la marca podiica de Ferreiro. Temple fuerte de armazin de acero con Wanta de gor; pocsia de la energética y del hormigueo urbano; vibracién afinada que civeula dentro de las estro- fas y toques de bumorismo que salta derecho con eb Blacron, esos son’ los rasgos vitales de EL HOMBRE QUE SE COMIO' UN ‘AUTOBUS. Alfredo anda por la calle y todo lo repara, to desintegra y to ordena segtin el sistema que & prefiere, como si el mundo que Io rodea fuera una maguinaria antigualla y dormida que precisara tornillos, bielas . movimiento, Cuando habla, su palabra tiene tal agilidad que euesta trabajo saber 4 donde legs. Su conversacion se arquea de tal modo y hace ‘irajes san répidos que marea al que no tenga ol bébito de Ia vel ‘idad, Una ocurrencis de Ferreiro hace tonto viento al correr que ‘puede quitar todo el polvo de una visrina 9 voltear los sombreros de los hombres que se acercan 4 mirarla Alfredo es alto y estirado como wna chimenea, tiene Ia erpalia recta y dos cicatrices que le cortan la cara. El gesto se le escapa de las manos para alconzar no sé qué bestia mecinica que rueda en sun enestabsjo. Poro la broma de Ferreiro tiene buen andar. Un acuerdo per fecto del chassis, los elisticos y eb pavimento ta bace deslizar con ‘tcabada gontilezs sin que las frenadas 9 coniramarchas bagan perder su linea de desplazamiento, Pocas veces se puede encontrar una correspondencia tan aguda entre eb dinamismo interno ¥ vital de una conciencia y 1a movilidad mecinica 9 resonante de lo que la rodea. Le sntimidad lirica de este ‘poeta se toca con la ferocidad automética de la urbe y crea, por disposicién milagrera, una zona tnica por donde corre, desatado, ausobis y por donde suben el entendimiento extético, la ligereza ‘mental y la curva accleradora, Alfredo Ferreiro y et medio frené- ico 9 carbiante que lo envuelve para mecerlo forma wna insegra- idn, de tal modo el vaivén nervioso del poeta refleja la andanza de las calles y reproduce el ritmo civilizado de un motor a explosion. Con una provision polilatral que le bace adivinar todos los matices de la trepidacién lejana; con wna antenaci6n segura y regis. wadora que le bace percibir la pulsaciin intima de los rodajes y 121 “det hormigén, Alfredo Ferreiro anda por et mundo, optimist y ri- sweto, seguro de conocer todat las pienat y todos los resortes de la creaciém. El campo y la ciudad, la lluvia el buen tiempo, eb sob y los faros todo es desarmado 'y desquicizdo por el ingenio mecd- nico de este poeta. EL HOMBRE QUE SE COMIO UN AUTOBUS es wn libro de bumorirmo, de poesia y de movimiento. Su autor es un porta que corre muy ligero y que no choca nunca. El brillo insolente de sus paradojas causa el borror de las lecbucas, de las beatas 9 de los empresarios de exbibiciones. Ferreiro, civiizado y hedonista de erpecie nueva, conoce la delec- tacit de la vida moderna, El camién, la moto, el Packard, el cher- leston con biélice de seroplano, ta Ortofénica, la radio, el ajedrex ‘plastado por wn jazz, la méquina de escribir debsjo de un vens- lador y un elefante de merfil, made in Japan, som pequetios juegos ‘que le alargan et paso yy le prolongan la sonrisa. GERVASIO GUILLOT MUROZ. EXPRESO Chucht querida: Te regalo este libro. En su vibracién esté mi vibracion. Tai y yo somos a semejanza de los motores maravillosos; no raseamos jamds, Nunca se 0s ba visto en panne, Nuestro amor vic Jtoriose, —acelerado a fondo—, recorre la carretera de la dicha, pase «los baches que, a propésito, cavan manos ¥ almas enemigas. Con los faros encendidos —alegria de luz en las sinieblar— ‘nuestro motor de amor puro arrasira la carroserie de Ia ilusin. ¥ alld vamos, con el impetu de un Packard, la sonoridad de una Ortofénica y la constancia de wn Ford. Tuyisimo, Alfredo, 122 Radiador POEMA SIN OBSTACULOS DEL TRANSITO LIGERO ‘VOITURETTE, ‘LIMOUSINE, DOBLE-PHAETON, UN CAMION, 20 TAXIS 8 MOTOS, 2 TRANVIAS, ‘AUTOBUS. Agente de tcfasito Todo en paz. 10 bicicleras Bosc kK 15 aurobuses oATOL 10 camiones cMRRA 6 tranvias IP 20 motos NA’ 40 taxis AN 101 vehiculos s EL agente, con una elegante vuelta de mano, abee la canilla del trinsivo. ‘TURBION DESLUSTRADO — REFLEJOS — RUIDO Motores — motores — Bocinazos, cornetazos, campanazos, Gritos, polvo, golpszos, Las ventanas de los edificios ‘iran espantadas hacia arriba, implorando paz. NEGOCIOS Los timbres del teléfon0 se rascan con Ja campanilla y tienen cosquillas de risa Las alfombras de las oficinas a el ruido de los pasos febricitantes, las corridas locas de los empleados de la Bolsa, La cinta del eelégrafo, — setpiente blanca de anemia—, se desenrolla con desgeno, Un taximetro descarga un hombre. Este hombre paga, de golpe, $ 100.000. El edificio entero’ se conmueve con el pago. Salta una lave. Gae ua mensajero por el conmutador. EL mensajero sale disparando, 123 Por Ia calle, ante el esombro cusdrado de las veotanas alineadas en los muros inacabables, andan vagando los tiulos egresivos de Jos peribdicos. El trigo baj6 2 puntos. EL algodén esté a In par. Sabi6 el franco, Baj6 la lira, El sol se rie con carcajadas amarillas de todo esto LOS AMORES MONSTRUOSOS EI autobis desea con todo su drbol y todo su diferencial, a la linda voiturente de armoniosas lfneas. Poco a poco logea acercarse a su lado para arrullarla con la moderacién del motor poderoso. La voiturette, espanteda por aquel estruendo, pega un legitimo salto de hembra elistica y huye. De lejos, le hace adiés con el pafuelito azul del escape. EL autobis 1a persigue de inmediato. En su atontamiento de paquidermo rijoso apenas salva los obsticulos del nervioso y mit inisculo trinsito callejero, Persecucién grotesca. Lo monstruoso detris de Jo alado. El sutobiis se devora a Ia linda voiturette con los ojos de todas sus ventanillas eemblorosss La voiturette se despereza con los brazos alargados de la ve locidad. De repente, se detiene junto al cordén de la vereda. Hembra, al fin y al cabo, se ha emocionado con a persecucién empefioss del autobis. EL autbis la ve detenida, Se le allega todo sudoroso; cayéo- dosele la baba hirviente por el tapn del sadiador; todas los vidrios conmovidos; los guardabarros temblorosos; los ojos de los faros desorbitados. Va a detenerse. Pero, —exigencias del trabajo—, el embrague le hace seguir de largo. jLo normal! El autobis es para trabajar y ‘no para enamorar voirurettes por las calles Entonces el pobre monstruo padece angustia rabiosa. Une rabia que se condensa en dos miradas de odio rojo que larga por los faroles.posteriotes. RADIOTELEFONIA (POEMA PERIFONICO) Mi timpano es una paralela de alambre, Estf tendido en la azotea, fen un cepo de palos 124 Siento con él Ix vor de todo el mundo. EL mundo canta para mi. Yo soy un poderoso soberano que borro los cantantes, disperso las orquesta, © hago leer las “tltimas horas” con un golpe de dial Las lamparites se tien con luz blanca de los chistes de un monélogo. Estoy en mi aposento. (2 X 2) Y¥ soy al vértice de todas Jag actividades. sonoras. ‘Mi timpano esti allé arriba. Es una hamack paraguaya. que se balancea en el aire Velocidades espantosas sme traen las palabras. Un tisico me habla desde el Brasil La Tierra gira entre las ondas con ua estremecimiento de espanto. EL BALLET DEL AGENTE DE TRANSITO ‘A mitad de calzada, en medio del asfalto azulado, junto a los tranvies que charlestonean en los cruces, : junto a los aurobuses abandonconados ‘que se estiran 0 se achican para caber entre los autos; frente al ojo poliédrico del peatén receloso, baila el agente de tcinsito su danza de pito y guantes blancos. Danza con misica de campanas, de mugidos, de comers, de alaridos, de sirenas, de grufidos, de Klasones. Danza con escenario de sascacielos, con sabor de asfalto, con olor # cemento recién cuajado, pebeteros de nafta, itradiadores de electricidad. Bajo una paralela de miles de voltios, bajo el cuchicheo metilico de los trolleys. frente al estampido callejero, baila que te baila esté ef agente. Referee inapelable de un partido de football que se esti, jugando en su imagisacién. 125 Los autos le ladran con ladridos de klason; ‘mas, cuando le yen levantar los brazos, se quedan detenidos por el espanto. Y¥ le miran largamente con los redondos ojos de los faros enos de ligrimas de seflejos. LA RONDA DE LOS PALOS Tomados de la mano, fen ronda interminable, ppor sobre las ciudades y los campos, Jos postes telefénicos danzan Ja esquelética danza del zumbido. Agieados, largindose tirones on los dedos metilcos y largos ppor sobre las ciudades y los campos, en ronda incerminable, los palos del reléfon0 danzan su baile, Bajo un cielo anguloso, sacudiendo collares de aisladores, cempindndose sobre ta estrechez de Ia base, los postes telefénicos, tomados por Io alto de las manos, juegan al Martin Pescador con las'casas. POEMA DEL RASCACIELOS DE SALVO EL rascacielos es una jirafa de cemento armado con Ia piel manchada de ventanas. Una jirafa un poco aburrida porque no han brotado palmeras de 100 metros. Una jirafa empantanada en Andes y 18, incepaz de cruzar la calle, por miedo de que los autos se Je metan entre las pates y le hagan coer. iQué idea de reposo daria un rascacielos acostado en el suelo! Con casi todas las ventanas mirando cara. al cielo Y desangrindose por las ruberias del agua caliente y de Ia refrigeracién, EI rascacielos de Salvo . esl que completa el zoolégico edificio de Montevideo. 126 Diferencial ‘LOS GUINCHES AMABLES Caando duermen los barcos las linternas de abordo se hamacan en las cuerdas. Se hamacan y se hemacan destellando en ef agua su alegria de huz. Alegria que perfora el agua y Is hace sangrar luz verde © hur soja. Los guinches, paquidermos cansados del circo de los puertos, iran con sus ojos de rueda jugar a las linternas. ‘Cuando me voy del puerto, el brazo descarnado de un guinche por encima de las casas, ‘me hace adiés. LAS BOYAS Las boyas son estrellas que se estin bafiando con mamelucos de hierro muy descorados ‘Asoman las cabezas luminosas por detris del hotizonte y le guifian al puerto cuando se, les acerca un barco. . Para matar el abustimiento del bao prolongado charlan entre ellas con palabras Iuminosas, se codean con luces. El faro, siempre erecto sobre la costa srrugads, al divisar las boyas lanza suspitos de luz blanca. HEROISMO DEL MARINERO QUE SE DESPEREZA. Los muelles estin enamorados del agua. Los barracones, echados en ef suelo, se guardan las mercaderias, como si fueran a empollarlas, Los barcos, muy cansados, se apoyan con la borda en los malecones y cierran los ojos de las escoillas ata no ver més el mar. EI marinero, ‘rae misica de tifones arrollada en las piernas, 127 HL marinero, trae charleston de tem Seis be pe ‘Olfacea Ia tierra, . Se lanza a la planchada. 1Qué dureza de suelo tan quieto! ia tierra no se balancea! ‘Y el marinero da dos 0 tres pasos, abre las piernas; lo absurdo: tiene miedo de caerse. Hay, para él cl temporal de Jo firme. EI huracin de la dureza EI ciclén de lo pecrificado, Estira el marinero las piernas y echa a andar. EI barco da un quejido y le saluda, impercepriblemente, ‘con una oscilecién del cable de amarre, EL DOLOR DE SER FORD iQué dolor debe dar ser siempre Ford! Ser Ford... Y no ser un alado Packard, un soberbio Lincoln, tun trompudo Renault, © un ancho Cadillac. ‘Ser Ford, ser siempre hojalaca. Y que todos digan Ani va un Ford, Como quien dice: Ahi va un cualquiera. iY saber en lo fatimo de las bujias y del carburador, aque se es auromévil como los otros autos, ¥4 4 fo mejor, mejor..! Qué dolor da ser hombre como los otros hombres y ser ademés, bueno, Y que todos nos crean un cualquiera juzgando por la apatiencia externa, iQué dolor debe tener el pobre Ford! Que anda como con vergiienza por las calles stontado por las sonrisas de klason de Ios autos que slo valen por la pintura de afuers. 128 BARCOS Barcos: flores del maz. Flores con pétalos de banderas y perfume de todos los puerto. Mar: boscaje de olas ‘Olas: ramas blancas de Ia selva horizontal de los mares. Barcos: flores abiertas en Ia punta del vaivén blanco y eterno, Barcos de todas partes; barcos que deben haber recibido una invitacion para venir a dormir en este puerto. Banderas que se saludan con tirones de viento. Banderas que tratan de hacer saludar a los méstiles mal edu- cados, pedantes,tiesos. Hlices que vinieron mordiendo con furia las aguas de todos Jos mares. Hélices rencorosas, mujeres a cuatro palas, insaciables en su odio, que todavia seguirin mordiendo al pobse mat. EL mat: millones de veces tajado por las proas, millones de veces desgarrado por las hélices vertiginosas y voraces y millones de veces vendado y cicatrizado por la Cruz Roja de la espuma cari- tativa de las olas. Barcos de todos los tamafios, con todas las banderas, con todos Jos olores, con hombres de todas partes. Barcos: casas marinas. Cases que se han ido a vivir lejos de In tierra, El mar da flores de barco ‘para engalanar los ojales de amarre e los puertos cristes. CASAS VIEJAS La rueda de comadres de las casas viejas se celebra de noche; ‘cuando todos duermen. Cuando las casas jévenes, ceansadas del ajetzeo del dia, se han quedado dormidas con los parpados metilicos bajos. Las casas viejas, comadres del barrio, charlan de estas costs de shora. Critican los bow windows los pozos de luz, el cemento, los ascensores, Ja calefaccién, Eilas se hacian la toilette con pintura al aceite ‘Odio de las casas viejas para las casas nuevas. Odio de In sefiora 1870 para la sefiorita 1927. 129 EL TERROR DE LA LANCHITA I transatléntico, harto de mar, sentra al puerto. Ha padecido sed de amor. Recto ha venido ppor el ancho camino del mar. ‘Cuando la lanchita # nafta le ve entrar, y casi echérsele encima, larga un aullido de hembra. Un espantoso aullido aque estd en los ofdos de todos los que vamos a los puertos. Sale la lanchita mar afuera, Presurosa, poniéndose un delancal de espumas Y desde alli, pos encima de las escolleras, ‘mira con desconfianza al trensatléntico. Cuando le ve amarrado, impotente, aptetado con cuerdas y cadenas, entra de nuevo a las dérsenas y se le restrega casi amorosa; tal como hacen les mujeres ‘pésfidas con los hombres buenos. Carburador LA BALADA DE LOS FRENOS Quiero cantarle al freno, la garra del presence, verdugo de la muds, enemigo perenne de todo movimiento. Quiero cantarle al freno aque estrangula las ruedas, hhace gemir los ejes, detiene los volantes, paraliza la marcha, Quiero desle mi canto al freno que hace como los gatos: fen cuanto ve moverse algo Je larga un poderoso zarpazo. Frenas: que hacen sudar aceite a los jes. Frenos: que estin acurrucados mirando el movimiento, como estin los tiranos mirando cSmo al pueblo puede paralizirsele con un solo gesto. Frenos de automévil: amigos cordiales del peatén indefenso. Los ‘inicos amigos del hombre sobre la miquina moderna, 130 TREN EN. MARCHA Toro-récoto Chucuchtcucha én tein, his chs, Toco-t6coro racatricata, paf-paf. trén-trén. Recatricata, paf-paf. Sidd iSO Chucuchicucha Chis-chis, hucachicucha Chiguichiquichiquichi chischis. chiquichiquichiguicht Treatrécata, chuché chiquichiquichiquich tracatrécata, chischi. chiquichiquichiquichi. .. ESTACION REDUCTO Olor « pic-nic Sensaciba de feria. Piiblico indeciso. Gentes que miran la hora en los atimeros de los tranvias, Fotdgrafos ambulantes. Gansancio de vagones. Empedrado arisco. Yeredas sucias. Relojes lentos. Cuesta. ‘Machachas ingenuas que leen “Ti BUENOS AIRES sBuenos Aires! La Boca bostezo por los puentes con un bostezo negro. Retiro esté aturdido por el Central-Pacifico, La Avenida de Mayo le presta a Rivadavia ya Victoria los coches de tanvia para qu se enteiongan Florida saca mujeres de todos los portales Y autos de lujo de todos los escaparates, En Jos diques, Jos barcos juegan gatas paridas. Los martillos no cesan de calafatear, Rechinan las cadena, se agitan los_pafiuelos, los taxis van sudando gotas de aceite negro; ‘un guinche manotea un montén de cajones que acaba de Megas. Por las calles, el hambre disfrazada de dandy ‘engrupe con quinielas o roba por sport; Buenos Aires se viste con un uaje de estruendo ¥ de noche se pone wiia méscara negra ‘que & pedazos le arranca al octo dla el sol. ‘Los negocios aturden el centro de la city. Correa los sucoméviles con sin igual efi, 131 En Buenos Aires se vive de cualquier cosa pero més se vive de cueros, de vacas y de pan. El Congreso se ve de toda Ia ciudad. Hay un problema mencal cuya solucin esté pegada en todas las esquinas. Un problema cuyo resultado es tun ardbigo 43. Hay una palabra que se trepa a todas las azoteas, tuna palabra que gotea reclamos con una insistencia feroz, Hablo del "Cinzano” el rey de los vermouths, Cinicamente amado sin alcohol Los Bancos se devoran a casi todos los peatones, Ea medio de las calles, al resto de la gente se lo devoran los camiones. Enira el hombre en las calles para domar vehiculos. Con Litigos restallantes de miradas oblicuas los hace desviar, detener, avanzar, retroceder, sonar. ‘A. rebencazos limpios de miradas wemendas Jos hombres bajan a las calles para domar las bestias del tinsito. {Es claro! De repente salta un gil zarpazo yal pobre domador lo extraen de abajo de un pesado aurobis que le ha zapateado en la barriga dejindolo estiredo, con los brazos en cruz. Las casas de empefio hacen promisores guifiadss. YY 2 montones van cayendo en ellas fos peatones. Lavalle, Libertad, calles del “zqui mi cointas?” calles donde Lajandros te despoja del saco y te ofrece unas guitas por el par de bocines. En los diques tos barcos juegan gatas paridas. Y¥ del pujo continue paren femoleadoses lunidos a los enormes transatlénticos por un cordén umbilical de acero. ;Buenos Aires! Nueva York en pequefio. Con aires de Paris y aires de Turkestéa. Buenos Aires! Una ciudad con 2.000.000 de habitentes donde codos los milagros del vicio ya estin. Una ciudad abombada por el euido continuo, con unos hombres grises y un cielo entrecolor; on unas chimeneas hartas de tanto humo, unos taxis cansados de las calles tan largas, y unos “chorros” de estirpe, gloria de la sBuenos Aires! Una ciudad gigente casi toda en cemento. Una ciudad que momento tras momento ‘no se parece a la ciudad de antes i, 132 POEMA DE LOS TROLLEYS PRENSADOS Este es el poema de los eolleys prensados por el peso absoluro de los hilos de cobre. Este es el pooma de los wolleys que de repente alzan fos brazos en un jAldh! impensedo, alzan los brazos en un ;Alih! impotente, Poema de dolores, este verso destila todo ef odio que siento por las dos compafiias de tranvias. Piblicas martirizadoras de los trolleys. Poema de los trolleys que van dando chispitas de ingenio eléctric. Brazos descarnados que cuelgan el tranvia de un hilo. {Los trolleys aplastados por el hilo insolente! Los trolleys sean quejado con un gesto imponence. Alzindose de brazos va Ia protesta negra de los trolleys a dale bofetadas al cielo con la rueda sonora de cobre reluciente Esta es la protesta de los trolleys cansados y esta es una protesta elocuente. Trolleys: guinches en proyecto, que apenas si levantan a bumanided del guarda. Trolleys, astas enlutadas ‘para una bandera szul-léctrico, Este es mi poema de los trolleys sonoros ‘que ponen en movimiento a los tranvias y hacen lanzar reflejos azules a las vias. Este es el sonoro poema de los wolleys, falos de los tranvias, falos encabritados, en ereccién de gol como deseando abrir de par en par Jas ventanas cerradas, remedo arquitecténico de Ia virginidad, Y ES ESTE EL POEMA DE LA MUJER BONITA Este es el poema de la mujer bonita, De la mujer que sabe pintarse Y hacer una sonrisa Exe 5 el poema de la mujer, graciosa Como una voiturette “Packard” Cantemos 1a mujer Que 5 @ semejanza del automévil auevo Nerviosa y restallance Cantemos Ia mujer Esbelea al igual de las chimeneas 133 De las fébricas poderosas ‘Cantemes la mujer Sensible como las antenas De radio Cantemos la mujer Despierta Jo mismo que un arranque eléctrico Centemos la mujer Encarnacién sutilisima De una mecinica humana ‘Mujer gloria del mundo Voiturerte de la especie ‘Acelerador del hombre ‘Adorno del garage inquieto Que es ta calle Majer que te desnudas Para salir de paseo Y¥ dices que sales a vestiree Centemos Ia mujer Gloria de todos los Tiempos Sactaz0 de sexo Cantemos el paragolpes Hecho con os senos De a mujer moderna Y cancemos sus brazos Fiel remedo de los alados ‘Remos del "Boating-Clut Cantemos foxtrots de admiracién Con la jazz-band de gidbulos rojos De nuestra sangre caliente. Rueda de auxilio DIALOGO CAMPERO Diflogo de Ia siesta campera fn que 105, molinos contestan, de mala gana, a la chara tremenda de’la chicharra y & las répidas y agrias preguntas de la roldana. Dilogo de la siesta campera en el que habla, la carteta que pasa, con un grufido amable. Con monosilabos, de mala gana, contestan los ‘molinos las preguntas cargosas de la roldana, LA CUCHILLA La cuchilla ensefia su apero de lujo: vun gran recao verde, ‘trozos de carona dorada; jergas de t2ébol; ‘ojinillos de ovejas que paste, 134 EL viento ginetea de un salto. Y sobre el largo lomo de Ia cuchilla arisca ensaya su talero de brisas. Los pedregales duros son espuelas de cruclded refinada, ‘que muerdea os empinados flancos. En los tientos del recao, hhechos con trenza de caminos, van dos ranchos atedos. CAMPO ABIERTO Estoy de cara al ciclo deslumbrante; llenos del aire azul mis dos pulmones son los Fordson que alivian Ia pesada tarea de vivir. Se arrullan las palomas. Una senda le hace cosquillas sépidas al rancho. Todo es sexual. La extensa huella se aferra como nunca en el camino, YY en el medio del campo, la elegancia del potro se encarama en una yegua. POEMA ULTRA-RAPIDO DE LA LIEBRE ARISCA (A Gorvasio y Alvaro Guillot Muttoz, viejos amigos mics). Es un relémpago pardo sobre una nube verde. Son varios puntos ojalados en el pastizal. Es un temblor en zig-zag yun terror en Linea recta, Ts un relimpago pardo sobre la redonda falda de un cerso verde. Un relimpago, cuyo trueno estalla en la boca de mi escopeta. ANOCHECER Galopa mi caballo frente al campo en acecho. A veces, un mugido distance © un aletear cercano uicbran I honda meditacién del campo. 135 Va llegando Ia noche; y Mega tan cansada ‘que sin dar buenas tardes se cae como borracha, Galopa mi ceballo freate al cempo en acecho. Lucecitas dispersas vienen desde los ranchos invitarme, con una cordialidad muy gaucha, al asado con cuero y al cimarréa amargo. EL hidalgo ademin del hospedaje! Galopa mi caballo entre las sombras. + Un silencio cremendo galopa a mi costado Y acompaiia mi viaje NIDO DE LUZ Anida el sol en Ja brufide rosa del molino. ‘Mas, como tiene miedo de perder su nido, tira picotazos de luz a hs luces incrusas ue llegan al molino. ARANDO EL arado no sabe Ja virtud que posee. Cumple con su misi6n sublime sin darse cuenta casi Asi cantan los pijaros, trabajan los arroyos, y amanecen los dias. Cabeceando una duda ‘marcha was de los bueyes que hacen un dimiaueo alpi ppor sobre Jos terrones mechados de lombrices. {Tesoneros los bueyes con su humito delante de las narices! Cabeceando una duda va el arado arando. Pega un tirén hacia stris de repente. Debe huberle asalado usu idea de huelga. EL PUENTE EE puente es un atleta: Dos frboles pacifcos de un vigoroso salto cnchichean Ia hazaia; cruza el arroyo manso fentze tanto, las craviesas con el camino a cuests. margaritas sfen de la proezs. 136 Caja de herramientas LAVANDO NUBES El viento esté lavando las nubes Toma una nube negra, Ja empapa en lluvia, ts retctee 60 sega, Ja golpea contra el molino, ‘nos moja el campo, lava el ciclo, y sale Ia nube blanca, de negra que era, para ir a colgarse en el hilo del horizonte a secarse. EL ARBOL TACITURNO EL fbol tenia un letrero ‘que sélo los péjaros podian leer: “Se alquilan ramas para nies” cian las letras que un hombre no hubiera podido leer. ‘A. pesar del anuncio ningin péjaro_ vino 1 hacer su ido cen este drbol que muere de tristeza, sacha Ia cabeza, al borde del camino. EL PARRAL EL parcal se estremece. Yo estoy debajo. Tiene miedo de algo. 1a luna viene a verme filtrando por las hojas. ‘Los racimos se gitar algunos, se desgranan. Los sacimos_parecen Ja América del Sur y el Africa Jas anchas hoje hacen fontotendo en el se para dar aire al parral que se ahoga de emocién, JUEGO DE VELETAS Las rigidas veletas ‘punca estin aburridas; juegan con el viento a las escondidas ‘en la cancha abierta del aire, del Sar hasta el Norte, del Este al Oeste, EI viento es muy diablo; trata de esconderse de modo que nadie pueda delatarl 137 ero is eles son como lor peros irienen un olfato! En cuanto el viento grits: “i¥a estoy escondido!” cambiando de rambo lo estin sefalando. ESTE ES EL POEMA DE LOS POTROS Este es el poema de los potros salvajes De los caballos que nunca llevaron un jinete Este es el poema de los potros magnificos ‘Que sacan a pasear los abrojos en las crin Potros : Trueno redoblado Sobre el parche verde del campo Potros Pedacitos del escudo nacional Bellaqueando como una bandera (EL escudo es una bandera Que se cans6 de andar en el viento Se hizo dura Y se trep6 a una moldura de fachada Para sacar pichones). Potros Ola nerviosa Que pasa por el campo Y se rompe con estrépito De espumas y corcovos Costa el acantilado pensativo De la manguera acorralada Porros Ciciéa, de caballos Colas hasta el suelo Crines tironcando del viento eines echas pentagramas Para una misica escrita con abrojos (Los abrojos son los Gnicos domadores A los que nunca basurearon Jos potros). Potros Ojos asustados Olor a campo abierto Sangre en la pupila rebelde ‘Acre sudor de retobo Redoble prolongado de cascos Sobre el tambor verde del campo sonore. ACUARELA DE PRIMATARDE EN EL CAMPO Bajo Ia sombrilla del ombi dduerme la. siesta el rancho. EI sol, galgo rubio, se ha echado 1 lo largo dorando el campo verde. 138 EL Zeppelin blanco de una ube abate un récord de fentivad. Al rag del suelo tiembla asustado el aire ante la boce det sol Por Ja cchilla, venciesido el moatecito, camina una cazteta dando tumbos que no hacen tuido, Los buoyes, cuatro manchas penosas que se esciran, el cateetero, una marcha mds ale, remeda ua picador. Un benteveo habla siempre la misma cost, Debe de estar haciendo I reclame de algo. Palidece, Jejano, un puente ferroviacio, Cra el nervio de va péjaro sasgando el aite tibio. De Io hondo regresa el eco de un aljibe La roldsna se queja con quejido de hembra, en tanto que el molino se ha puesto a rezonger. ‘Lu de fa priniararde. Luz de campo en reposo calcinado por una insolencia solar; Juz que el aire fecunda haciéndola temblar. Luz que enceguece y trepe por la cotina; mira de soslayo al arroyo, al certo, al tajamar. Luz de la primaeatde, que hace silueta al monte, Tesbala en fa barranca y cotre sin cesar. Bajo Ia sombrilla del ombi duetime [a siesta el rancho, con los ojos de sus venranas cerrades y entreabietta la boon de Ia puerta, RAPTO EL viento ha rptado una ube; y le leva en sus brezos a toda carrera, ppara refugiatse con ella dettis del horizonce, Ta saptada cs una nubecila sonroseda, Detris de Jos que buyen va una ube tremenda eacerrando una heroica plenitad de torments, sCémo dispara el vienso abrazando su presa! iCémo mage In nube su odio de tormenta! 139 POEMAS COLGADO DE LA PLATAFORMA PLAZUELAS Sobre las plazuelas juega la ciudad a las mufiecas Ha puesto una salita; alfombra de balasto, muchos bancos, tuna estatua con timidos mufiequitos desnudos, una gran profusién. de plantas, diez faroles, y un guardién que va de aqu para alli Como en medio de la calle fo se lo permite el furor del trénsito, fa ciudad se hace plazuelas para jugar a las muecas con los hombres. LIGHT -HOUSE BAR La linda muchacha me tiende sus senos por debajo de la blusa teansparente. Yo estoy cansado del mar. También estoy cansado de los senos de as mujeres. piblicas Bl mar me cansa més que las mujeres ‘Amaso cansancio con todos los sentidos para hacerme talla- ines de neurastenia. EI barco suele acunarme. Debe ser el espiritu de mi madre ignorada que viene a balancearme la cucheta, Cuando estoy a bordo, pienso cémo serdn las mujeres que voy a conocer en tierra, Y ahora, en tierra, ante a linda muchacha del Light-House- ‘Bar, pienso en el mar ‘eléstico y sombrio, Tas mujeres de la orquesta descuartizan un foxtrot. Un foxtrot arisco como senos de virgen. aen los centavos sobre un plato hueco. igo ta cancién rasa que of a orillas del Volga. igo la canciéa americana que of junto a los muclles de Nueva York, la mugrienta, La linda muchacha del Light-House-Bar se queda persiguiendo con su ula pulida el arabesco sin fin de mi tatuaje marinero, LOS PUERTOS TRISTES Los barcos dicen: “ao” Se despereza un méstil con los brazos de una antena Un hombre, caminando, deja gotear tristeza por todos los re- miendos de su traje gastado. 140 Se oye un chirride. Canta un marinero # bordo. Una gaviota hace un hidroplano blanco, Y¥ un guinche descarnado, para aumentar Jas fuereas, saca “Bxerncto de Malta” de un reclame violeta, POCITOS (Poeme matinal) La playa, de repemte, Los bafistas sacan @ pasear da flores de sombrillas. todos fos colores. Las carpas alineadas En medio de la Rambla Jergan un saludo fascista los faroles cansados hacia el mar. dejan caer los brazos de bronce y las manos blancas Las olas en bandadas, de Jas bombas curiosidad rodante, en una actitud de fracasados. se vienen desde lejos para ver qué produce esta alegria en la costa, BRUMA EL puerto estf cansado de recibir vapors. ‘A veces no quisiera que le Hegaran mis, Se envuelve con Ia gasa de una niebla y cree que los engafacs. Pero no cuenta con Ia insolencia de la brijula, iujer chismosa del conventillo cardinal, y con las cartas niuticas, ique 10 saben todo. .! Por eso, en medio de In niebla, ronan los barcos a encrat. EI puerto se desata su bufanda de niebla y se queda mirando por el canal de entrada In osadia del mar, que le true estos barcos como por un prodigio, Los barcos que el puerto no queria recibir més SALUDO AUREO HL viento obliga a la enana La barquita enane barca del pescador va saludando al sol & presale el palo con cabezaz0s de ebrio. ie su vela para despedi al sol. EL viento se aquieta Con un briz0 largo de oro EI mar es un asfalto al sol contesta sal al saludo que va desde Is costa al astro. de Ia barquita enana. 141 - MAR (A Celia Rose Magarfios, Usher, gue también comprende). ‘Mar: ‘eres la boca enorme que va a decirnos algo; tu paladar es de cielo; tu lenguaje es de oleaje tumultuoso y_soberbio; tus mandibulas, rocas de paciente figure; cw garganca, Ia plenitud del horizonte abierto; y, 8 eechos, ‘nos muestras tus deslustrados dientes de roca negra, que quiecen morder la arena de la costa Mar: eres la boca enorme que va a contarnos algo. Algo que todavia no te animas a decir. Ta susurro nos quiere imponer el silencio ‘que necesizas para tan importante confesiéa. Sélo las estrellas conocen eu secreto: [por eso parpadean y se guifian entre ella. ‘Como mujeres seguras de que nada ha de pasarles, se sien de ese afin, de esa estupenda cosa {que hace siglos la llevas y la tracs sobre las revueltas aguas de tu lengua potente. Mar: ‘eres 1a boca enorme que pide Ia palabra y espera, en la asamblea del mundo, algia silencio fara decienos algo. Algo que debe ser la misma vox de Dios Con eu garganta de faces, ta paladar de cielo, tus mandibulas fuertes, ts dientes de granitica piedea, ta lengua hecha de aguas, quieres —joh mar! — decirnos algo. Desde a noche inmensa de los tiempos corridos estis chistando a los hombres para que hagan silencio, Y sin embargo. .. Aqui nos tienes, cada vez con mis ruidos! ADIOS A MI ROPERO (A mi querito ropero de espejo, dedico este poem). Se han levado el ropero de mi cuarto a otro cuarto. Claro esté que estos dramas no salen en los diarios. Sin embargo... :Qué tristeza tan honda, qué manso desconsuelo, hha dejado en mi alma Ia marcha del roperot Ocho afios cabales mirindole y mirindome. ‘Ocho afios cabales teniéndole a mi lado cuando me desvestia, sonriendo al recuerdo 142 i © lorando al recuerdo de lo que habia hecho de la una a las cinco de la mafana. Y cuando despertabe, refugiada en su espejo ri boca bostezaba. Ayer se Jo llevaron por orden de mi madre ue entiende de esa cost que llaman elegancia. jo pasaron a un cuarto donde va a estar tan s6lo. Se lo llev6 un gallego, colorado de cara, brutal y cesonero. Con recies manos iba empujando el ropero que no queria ise del cuanto de su apezo a una maderia que habia a rus del suelo al galego poriado se le aacd el rope, Fotejecb cl galego con su fuera inn iy nada Mulls es, sia dads, won fleina cea combinada por sefias con la maderita. Y Ia cama miraba, con sus cuatro perillas de titilante bronce, alejarse el ropero. as luces le corrian por rodos los barrotes como si fueran lagrimas. EL ropero crujia con un sollozo éspero. En manos del gallego inflexible se fue hacia el otro cuart. Cuando se fue del todo hubo un silencio largo... (Se ofa jadear al gollego empefiado en levatlo) Han pasado el ropero de mi cuarto a otro cuart. Estos dramas tan hondos jes claro! no salen en los diarios. ‘Sin embargo... POEMA BREVE DE TU PARTIDA En el medio de la linea del horizonte redondo, era ef barco una manchita que se incrustabe en el cielo. Lencamente fuése yendo por sobre el agua azulada; lentamente fuése yendo. .. Y la distancia, agrandada ppor Ia falsa perspectiva de las aguas y los ciclos, patecia mas inmenss, més terrible y desolada. Lentamente, lentamente por sobre el agua azulada iba el barco caminando, ‘caminando, caminando. Unas nubes asomadas en el oriente ponian enormes picos nevados de montafas ignoradas. Y Ia estela que dejaba tras de sf la embarcacién era la cinta que unia el mio a tu corazén. Poco a poco lentamence casi imperceptiblemente fuése yendo por las aguas el vapor. 143, Como se va una esperanza, como se aleja el cansancio, asi también ce ibas yendo, te ibas yendo, re ibas yendo. Cuando volvi la cabeza a la salida del puerto, parecfa que en mi pecho un no sé qué se habia muerto Eas un punto, Y después el agua, el cielo Y después, el cielo, el agua... + Un humito por encima de las aguas... Y en el medio de la linea del horizonte redondo, era el barco una manchita que se incrustaba en’ el cielo... LOA EN ACCION DE GRACIAS PARA MI VOITURETTE “BUICK” 13-331, MODELO 1927 Como tlegué muy tarde me Ia olvidé en Ia puerta. Toda Ia. noche estuvo esperando. Despierca debe haber olfateado Jos autos que pasaron; los vecinos cardios que mas tarde legaron... ¥ ella estuvo sola, con su miedo y su pena, detenida en mi puerta Esperando, esperando, esperando mi vuelea Ta encontré esta mafian silenciosa y amable. Me sacudié Ja cola del escape, y me hizo dos o tres explasiones para mostrar, sin duda, su alegria de verme. WVoiturette queridat ja tinica mujer conseante que conozco! Toda Ia noche estavo deteoida a mi puerta Yo estaba tan cansado que me entré de inmediato, asi sin darme cuenta, Yella pas6 Ja noche recordlindome... Ea seguida de haberme visto, quiso ‘mostrarme su alegria, y salié como_nunce ae ligera y airosa ot ls calls doredas de esta ciudad tan mfa, ORACULO (POEMA INOCENTE QUE SE QUEDO DE A PIE) Con mis pupilas negeas he consultado al cielo y he consultado al Arbol Mi pensamiento,flecha lanzada por el arco de mis ojos, hha preguntado algo 2 Io verso del cielo y @ lo inmévil del abot Ha preguntedo algo, y espera del paisaje una’ conrestacién. Bi cielo se ha escudado teas una aube negra, yy las samas del debol le hacen sefas que 10 144

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