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La del Manuel Martin-Loeches . lm (e) mM (e) Sap | @ n N) ; La mente del El cerebro y la evolucién ‘4 » Allo largo de los siglos lomo SapleNs! 4 hombre ha intenta- humana do por todos los medios desentrafiar el misterio de su propia humanidad. Frente a las demas especies y dejando a un lado rasgos fisicos como la locomocién bipeda y el tamafio de su cerebro asombran otros detalles de su comportamiento: su ca- pacidad para cultivar la tierra, mirar a las estrellas, lograr avan- ces tecnolégicos o estremecerse con una puesta de sol. Posee aptitudes para las artes, puede escribir, leer o dibujar y esté do- tado de un arma de valor incalculable: el lenguaje. El ser hu- ‘mano es ‘inico. Sin embargo, afin permanecen sin respuesta algunos de los enigmas que ya eran objeto de preocupacin para los filésofos de hace més de dos mil afios. ¢Qué hace que seamos diferentes del resto de los seres vivos? La mente del ‘Homo sapiens’ es un recorrido revelador por las distintas teorfas sobre la evolucién humana y la aparicién de la mente moderna que nos describe de forma objetiva y amena algunas de nuestras claves biolégicas: la memoria ope- rativa, el funcionamiento del cerebro, los genes y su evolucién y cémo la poderosa mente del hombre ha sido capaz de crear sistemas tan complejos como el arte, la religién y las creen- cias. Una obra imprescindible que nos ayuda a entender lo que somos. 1s 975:48-0.090954 ° ‘MY eee La Mente de! ‘Homo sapiens? El cerebro y la evolucién humana Manuel Martin-Loeches Para Diego, La tus: dentro del timed (©2007, Manvel Martin-Loeches © Deesta edicon: 2008, Santillana Ediciones Generales, . L. “Torelaguns 0, 29015 Madeid Tein 91 74 00 6 Telex 91 7449093, reaper ilarSsanilna.cs Disefio de cubierta:Jests Acevedo Primera edicién: enero de 2008 ISBN: 97.81-05.00895-4 Depisito legals M48. 569-2007 Impres en Espa por Gricas Roar, SA. (Nevulerner, Mid) Ped in Spon ‘Quod prohibid, avo expen previ em ley a= Auer forms de reproduce, dsebucon omuniacion Pili ywensformacin deta rain contar on autor ‘acide oe ulars dea oopidad inte. Laine ‘an de los derechos menconados puede sr consi ‘le deio conta a propicéd neta (at 270 del (Citgo Pea Indice Antes de nada, Capfruto I. Un gran salto para la bumanidad (Ia memoria operativa).. Un ser muy especial La biologi deo que nos ace inmanos. El gran alto. La hipétesis de a «memoria operativa surmentada> ‘Una buena propuesta, para empezar. La memoria operativa para el lenguaje... El gran salto més all del lenguse.. La mente del neandertal Sembrar en tierra f€rtil enn Captruto IL. El regalo de los diesel lenguaje) Eldon de la palabra... yel dela gramatica.. Lo que ti sabes que él sabe que yo sé El final de los fuegos artificales. Pasito a pasito. El sprint final “Todo es seméntico. La méquina del lenguaje Las reglas del juego ‘La manipulacién de la informacion. ‘Qué nos queda del lenguaje La Mewre pet Howto samen Cantruo TIL Nusstro tnivers interior (el pensamiento)..... 61 ‘Lo que nos hace humanos, una vez més ae 61 Previendo el futuro. es eo Dos dedos de frente as De todo corazén.. 66 ‘La mente independiente . 68 La mente de otros humanos, 70 ‘La importancia del trabajo en equipo. B ‘Las cuentas de nunca aeabar . 5 Pensamiento sin lenguaje. i El cerebro funcionando. eee 80 Darse cuenta delas cosas 81 jAhi est oe 82 Yo, haciendo mi voluntad ol 85 Elyo y su cerebro. 86 El problema de la mente 88 CantruLo WV. Alon pene a exqizofrnis) on El pensamiento desintegrado.. 1 3 preloque hay que pape por ser humanos 5 4 Noes oro toda lo que relvee... " ai 97 Mis alld de la esquizofrenia 99 (CAPfTULO V, Por amor al arte (el arte. 103, La armonia de las estrellas ‘Los caminos dela sabiduria El poder de lo inacabado. El cerebro que hace art. El Homo artistes. 2 Una historia (peculiat) del arte 17 La explosién de Europa. 120 Interpretaciones muy diversas. ML Con la miisica a otra parte. 125 Arte y religién 127 (CAPITULO VI. Creer en una ereencia (la religién). 129 Los orfgenes de un extrafio comportamient0 nun 130 Un mundo magico y misterios0 : Pensar excesivamente... 136 10 ixpiee ‘Un meme con mucho 630... La conexién divina CAPITULO VIL. La singulavidad del animal bipedo (qué es un ser humano).. : El comportamiento espectficamente humano... Qué es un ser humano? El género Homo: un tropel de hunanos... Al Gésar lo que es del César Los dentistas y los chicles sin azdcar. Captruto VIIL ¥ en ef principio fueel gen Jos genes) Los genes y la evolucién humana. ‘Tanto... y de tan poco! Y surgi6 un cerebro humano.. El gen que nos hace humanos... Una especie en continua evolueidn. Somos seres acelerados. ‘Tecala de nuevo, Sam... Un gen tinico en su especie La historia interminable, EIADN de nuestros parientes mis cereanos.. Cavtruto IX, El afr del resor (el cerebro por Fiera). Las consecuencias de modificar el genom... 1 Sxgano que sgrega posits El tamafio importa Hombres y cerebros... La forma también importa, Diferencias a diestra y siniestra. La nueva frenologia. Cavfruto X. Constelacionescerebrae (el cerebro por dentro) Las piezas de la maquina . a ciscara del huevo filosofal Pero no todo es corteza La corteza cerebral humana... a importancia de estar bien relacionado Las columnas de Héreules 141 147 153 153 158 162 166 169 186 189 191 193 197 197 199 202 204 206 208 21 215 215 216 221 24 2s 228 LAMENTS DBL ‘Homo sane! Unas neuronas muy humanas. 230 El espejo (neuronal) del alma.. 233 Las células que no son neuronas 236 Diferencias atin mas sutiles 237 on desptés de 1040 aoe staat 2A Seleciin bibliog fia. 243 2 Antes de nada... «Henri Poincaré se preguntaba con ciertaironfa: “Un naturalista que no hubiera estudiado nunca al elefante mis que con microscopio, :creeria conocer suficientemente este animal?”. El rieroscopio revela la estructura y-el mecanismo de las células, estructura y mecanismo, que son iddénticos en todos los organismos pluricelulares. El elefante es, en efecto, un organismo pluricelular. Pero gno es mis que esto? A escala microscépica puede coneebirse una respuesta vacilante. A escala visual humana, que tiene cuando menos el mérito de presentar al elefante como fendmeno zool6gico, ya no cabe vacilacién alguna». ‘Mircea ELIADE < NEIL ARMSTRONG, al ser el primer hombre en poner el pie en la Luna. UN SER MUY ESPECIAL El ser humano es tinico, Nadie lo duda. Pero otras especies tam- bign son iinicas: los elefantes son elefantes y s6lo los elefantes lo son. Los elefantes son tinicos. Pero cuando nos planteamos la cues- tin de qué es lo que nos hace humanos estamos yenclo mucho mis alli, Aceptamos impliitamente, cor la cuestién, no s6lo que somos Ainicos, sino que somos «especiales». . Pero sus creencias y actitudes religiosas eran al- {fo mas pobres y sencillas que las muestra. No hubieran sido ca- paces de elaborar complejas explicaionesteol6gieas como ls nues- Pife, i mucho Men0s, V parece ser que tampoco tenfan mitos con qos que explicar el mundo y sus extrafas circunstancias. ‘Su menor capacidad de memoria operativa podria explicar la casi total ausencia de arte en esta especie. Fn algunos yacimientos de Seandertales, sin embargo, se han encontrado colgantes y otros ele- tnentos de hueso que podrfan indicar que estabamos ante una men- Tecon una buena capacidad para el arte. Aunque la opinién de mu- hos autores €s que no son ms que imitaciones que los neandertales Seatizaron de aquello que veian hacer a Homo sapiens, si parecen un frisbo de una mente minimamente artista, SSeMBRAR EN TIERRA FERTIL ‘Algunos de os aspectos del comportamiento que hemos visto aqui a tratar de reconstruir Ia mente del neandertal se desarrollarn con mayor profundidad en ls captulos siguientes. De esa forma nos va- nes adentrando ya en algunos de los recovecos de muestra mente. ‘Pero no quisiera seguir adelante sin destacar que precisamen- te hemos podido reconstruir la mente de ese pariente evolutivo fhuestro gracias a que la diferencia entre su mente y la nuestra no fue tan grande. Dos mentes con los mismos mecanismos cogniti- vos, pero con pequefias diferencias en Ia cantidad de informacién {gue podian manejar, De hecho esa mutacién simple que provocs Gi gran salto podria haberse producdo en los neandertales, con re- Saftados muy parecidos. Salvo que ni usted ni yo estariamos aqui ahora. is importante, pues, que reconozcamos que esa posible mu- taci6n simple que aument6 nuestra memoria operativa en un mo- 35 La MENTE DEL Hono savtens? ‘mento dado tavo los resultados que tuvo gracias a que ocurri6 en unos seresvivos con un cerebro como el que tenfamas en aquel mo~ mento. Un cerebro que ya habia aumentado notablemente su vo- Tamen, que ya se habia reorganizado, que va habfa sufrido impor- tantimos cambio sts evolutivos alo larg de millones de alos. Era un cerebro muy capaz, muy potente, muy preparado. Co mmo oer el dels neandertles. Todo estaba isto. Solo bastabe una ppequetta mutacin para que surgiera un cerebro apes de viajar a pitamran ie Notas "Sli Te pg of a bon of ie in, Cl fete Penh ps Soria 6a eaters tom, 9.02. * Ua proximacidn la lain evolu ycronolgice entre as especies at -mencionadas se encuentra en el capitulo VII. ai . , ‘Ogata ba et ins Bde laa xine Di en, Sep deen 36 Cavtrovo El regalo de los dioses El lenguaie «En el principio existia la Palabra y la Palabra estaba junto 1 Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada. Lo que se hizo en ella era la vida y la vida era la luz de los hombres, la luz brilla en las tinieblas, ‘ys tinieblas no la vencieron~, EVANGELIO SEGUN SANJUAN, 1, 1-3 «. ‘CaRMEN CONDE «Los limites de mi lengusje on los limites de mi mente». Lupwic WirrGENsTEIN EL DON DE LA PALABRA... Y EL DE LA GRAMATICA En enero de 2001 Martin A. Nowak, del Institute for Advanced Study de New Jersey, y su equipo de colaboradores publicaron un articulo en la revista Science donde estudiaban la evolucién del len- ‘guaje humano mediante modelos matematicos. Comenzaba de una 37 LA.MENTE DEL How samess! ‘manera muy contundente: «El lenguaje consiste en palabras y re- las». Desde entonces siempre que tengo que hablar del lenguaje empleo esa definicién tan simple y tan directa del mismo. Decir ‘que el lenguaje hummano consiste en palabras y regla es it directa- mente a su esencia. En las palabras que utiliza el lenguaje humano, los elemen- 105 del mismo, debemos hacer una distincién entre dos partes bien diferencindas:el significante y el significado. Fl sonido de una pa- labra, su signiticante, estévinculado por asociacion —por el uso— todo un significado, a todo un contenido seméntico: toda la serie de vivencias y experiencias ligadas a ese significante. Por ejemplo, en la palabra estarfa basido cn la multtud de ocasiones en las que la libertad ha sido una caracteristica comin a todas ellas, pero no vemos la l= bertad nila podemos dibujar; como no vemos el amor ni la paz. ‘Como vemos la relacin significante-significado es absoluta ‘mente asimétrica: un simple sonido puede hacer referencia a algo 38 jamenso. Aqui podemos empezar a entender por qué es tan im- porn lenge pra lo que nose humane, Dicen que lo fuera a nus especie epressaente Sere fos, que somos la especie smlicr, y que esto es lo que nos hace Bonen forests Um eaeeesar eos Gia ecb aes re los bisontes de Altamira no son bisontes. Sélo son tintes de va- Mis colores extendidos en la superficie de un techo rocoso. No hay nada mas, Fsos tintes son significantes; los bisontes reales (los que ‘staban fuera de lacaverna) son significado. : Pero el engsjehumano actalno sri el mismo slo con- cra en palabras. Las palabras que emitimos no estin aisladas las st nd aero dus gotrdan na rlaion ene el, Una 0 pueden referira otras que, a su ve, se pueden referira otros grupos de palabras, y étos se pueden refer asu ver a otras palabras u otros trupos de palabras. Las relaciones entre unos y otros elementos {as conocemos gracias a que tenemos unas reglas gramaticales que nos permiten saber qué se refiere a qué. Esas reglas gramaticales son la otra caractristica distintiva de nuestro lenguaje. 88 La combinacién de ls palabras entre sf da lugar, generalmente, aun nuevo significado distinto del que contiene cada una de ella individualmente. Un significado que ademés es altamente espec fico y muy concreto. Ya no hablamos de un «barco», sino de «el Fee ano que leg6 ayer mi hermano y que ha pardido hoy para Sicilia». Aderds,y gracias a esas reglas gramatiales, el nuevo sig- nificado especfico es también inequivoeo. Fl que ha partido para Sicilia es el barco, y no mi hermano, y To ha hecho hoy y no ayer. Y no tenemos ninguna dada de la veracidad de lo que acabo de decir a pesar de que ls palabras «barca», «hermano», y «ayer aparezcan todas juntas en la misma emisiGn lingiistica, ‘La gramatica la sintaxis, pues, es el conjunto de reglas que determina I form vel sinitiaco de Is oraciones Ta forma tue determinan qué tipo de pahbras puede ir en un lugar de~ {Sraado (podem combtnar fos elementon de diversas formas ¥ decir lo misno, pero ls combimicones no sn infin). Yel ‘significado, porque éste depende directamente de esas reglas. Pe- Finale to determina slo la forma y el significado de as ‘raciones; también lo hace con las palabras. Si queremos hablar dle varios ejemplares a la vez de una misma cosa, hay una regla gra~ matical que nos dice cémo tiene que ser la palabra a emplear. No es lo mismo hablar de «un barco> que de «anos barcos», Afiadit 30 LAMENT pet. How samen <0» 0 «-s»al final, en castellano, pluraliza el articulo y el sus- tativo, respecivamente Lo deen las ela gramatiales el es- Lo QUE TU SABES QUE EL SABE. QUE YO SE Las reglas del lenguaje son propias de cada lengua, y es necesario conucer lay de la lengua que estemos utilizando para poder en- tender lo que nos dicen, ademas de conocer las palabras. No obs- tante es ya muy conocida la idea propuesta por Noam Chomsky dde que habria una «gramitica universal», unos rasgos caracteris~ ticos de las reglas de combinacin que serian comunes a todos los, lenguajes del mundo, demostrindose asi que el lenguaje es una ca- racteristica innata del ser humano. Lo que tiene que hacer cada ha- blante de un idioma es aprender emo se identifican las claves que «se idioma utiliza para acceder a la gramética universal. De entre las posibles caracteristicas universales del lenguaje habria una que los lingiistas destacan especialmente: la estructura jersrquica de las oraciones y, dentro de ésta, la llamada recursivi- dad (del inglés recursion). La recursividad es una forma de jerarquia en la que un proce- iment se lama as mismo, , dicho de ota frina, una sit en la que un constituyente contiene a su vez @ otro constituyente de la misma ciase. Por ejemplo, en «ti sabes que él sabe que yo sé lefequchissets etdltina ytrarionse ein curesiitends ecideat ue poimas haber puesto una a coninucin de lao: eyo sé lo que hicisteis el iltimo verano», «él sabe que yo lo sé» y «ti sa- bes quel lo sabe», Pero las hemos dicho meiendo ona dentro de tr. ¥Gorprendentemente lo hemos entenddo, Eso esa e- ‘M.D. Heuser, N. Chomsky y W. T. Fitch propusieron en 2002 que lo que nos hace humanos es la gramatica de nuestro lenguaje, ys més concretamente, la recursividad. Segiin estos autores hay ca racteristicas d= nuestro lenguaje que no son exclusivas de nuestra especie y, por tanto, no son fundamentales. Asis aszectos fonolégicos, que tanta importancia habfan te~ nido hasta ese momento para las teorias sobre la evolucién del len- sgugje, ya no eran importantes. Ha habido y sigue habiendo un gran debate en la paleoantropologia acerca de si otras especies distin~ 40 Ex nroato be Las iosts tas ala nuestra dentro del género Homo habrian tenido lenguaje, yeel debate se ha centrado en si esas otras especies eran o no capa- {es de emitir los sonidos bésicos del auestro. Para poder emitir esos sonidos caracteristicos del lenguaje humano nuestro aparato fona- dor presenta unas caracteristieastinicas, como una laringe mis baja que en los primates no humanos. ‘Sin embargo, os trabajos de dos de los autores, Fiteh y Hau- ser, habian demostrado que otras especies podian descender tam- en la laringe, y que adcusis lo hacian a voluntad (o en respuesta, ‘unas necesidades). Por ejemplo, les ciervos, cuando quieren emi- tir sonidos graves para aparentar que son més voluminosos de lo ‘que son y asi amedrentar al adverstrio, bajan la laringe. Ademés, hay otras especies, como las chincaillas, que son capaces de dis- criminar fonemas especificos del lenguaje humano y que hasta ha- ce poco se pensaba que solo nuestro ofdo podia discriminar. Estos Y otros ejemplos demostrarian, segtin estos autores, que los sonidos de nuestro lenguaje ya no son tan distintivos de nuestra especie, {que ya no son tan importantes. ‘Hauser, Chomsky y Fitch también se centran en nuestra ca- pacidad para crear conceptos, los significados de las palabras. Real- mente el poder agrupar toda una constelacién de conocimientos bajo una misma entidad unitariae independiente, un concepto (un significado), es un gran logro de nuestro cerebro. Sélo se necesita poder tnirlos a un significante, y tenemos ls palabras. Pues bien, Jos autores mencionan la gran cantidad de estudios en los que se ha ensefiado a hablar a grandes simios, principalmente chimpancés y gorilas, y que han sido capaces de aprender un buen nimero de pa- Tabras. Como sus laringes ni estin bajas ni pueden bajara voluntad no pueden emitir nuestros fonemas, por lo que se les han ensefado las palabras mediante signos del lenguaje de sordos o bien susti- tuyendo los sonidos de las palabras por representaciones visuales (que no dibbujos de los objetos representados, para que la relacién significante-significado sign siendo arbitraria, como en nuestro len- susie). Qué queda, entonees, de nuestro lenguaje que sea distintivo de muestra especie, que haga realmente pensar que es algo tinico? Pues la sintaxis, la gramatica, Pero no toda la gramética. Al me- 1nos los grandes simios y otros parientes menos cercanos como los tamarindos y los macacos son capaces de manifestar ciertos tipos de gramatica. Pero son graméticas secuenciales, en ls que todas las 4 [La MENTE Det. ‘How samen ideas que se quieren transmitir van una a continuacién de la otra, sin telaciones erarquicas, sin recursividad. Nosotros somos lat ca especie en cl planeta con sintaxisjerirquica, la inica especie con un lenguaje que tiene recursividad. ¥ esto fue la consecuencia, di- cen Hauser, Chomsky y Fitch, de una tiniea y trascendental mu- tacién genética. if [EL FINAL DE LOS FUEGUS AREIFICIALES, Peo después del trabajo de Hauser, Chomsky y Fitch han surgido algunas eritces. Parte de étas se han dirigido ala recursividad. Pa- 1a empezar se conocen muchos comportamientos no humanos que utilizan de la recursividad como, en los primates, los viajes a través de extensos territorios, las relaciones sociales o Ia construccién de nidos para dormir. La sltima incorporacin a esta lista ha sido la ‘constataciGn de que los estorninos son eapaces de distinguir se- ‘cuencias de sonido con recursividad de las que no lo son. Es mis, se.auena a aréedom de que Mota, etando en una tienda de ani- ‘ales, silbé una melodia que atin estaba componiendo y que por lo tanto nadie pia conocer Ci no sea usorpresa cuando un tornino que estaba en la tienda le devolvié la melodia recién bada. Mozart compré el estornino. Por lo taato la recursividad podria ser un patrén general del comportamiento de muchas expecies. Adem, yestoesimportan- te, existen lenzuajes humanos sin recursividad, y el caso de los dios piraha del Amazonas ¢s un buen ejemplo de ello. La recu vidad no serfa un aspecto ni fundamental ni exclusivo de nuestro lenguaje. Respecto al hecho de que en otras especies se puedan produ- cir o percibir los sonidos de nuestro lenguaje, las criticas ala pro- puesta de Hauser, Chomsky y Fitch minimizando la importancia de esta faceta de nuestro lenguaje se han centrado en varios as- pectos. Por ur: lado, i bien es cierto que algunas especies pueden descender la linge ocasionalmente, en nuestra especie el descen- so es permanente, lo que indica una adaptacién importante que per- mite mejorar una funcién de manera especifica: el habla. El he- cho de que ninguno de los grandes simios y especies eercanas tenga, esta earacteristca resalta mas que minimiza la importancia de esta adaptacién. Ademis, en las especies no humanas tanto la diseri- 2 EL RLGALO DE tes proses sminacién de fonemas como de otros sonidos se produce en las mis- ‘mas zonas del cerebro, mientras que en el humano hay éreas de la corteza cerebral especializadas en precesar fonemas,distintas de las {que procesan otz0 tipo de sonidos, Fsto vuelve a resaltar la impor- tancia de este aspecto de nuestro lenguaje. Finalmente, si bien es cierto que otras especies no humanas son capaces de crear conceptos y de aprender palabras, de tener simbolos, las diferencias este respesto entre nuestra especie y t0- das las dems son muy Ilanativas. En el mejor de los casos para los rno humanos, el némero de palabras que han sido capaces de apren- der es del orden de eien veces menor que el habitual para un ser snumano. Frente a las aproximadamente 500 palabras que han po- dido aprender algunos grandes simios, y no sin esfuerzo, cada uno ‘de nosotros tiene en su «diccionario mentab unas 50.000. Esta es ‘una gran diferencia que no debe pasar desapercibida, y que preci samente puede marcar definitivamente Ia frontera entre nuestro lenguaje y el de otras especies. ‘Asi pues, no hay una sola cosa que explique todas las peculia- ridades importantes de nuestro lenguaje. No es sélo una cuestin de tener o no tener recursividad. Nuestro lenguaje es el producto de ‘un efimulo gradual de caracteristicassingulares, por lo que no pue~ de ser fruto de una sola nmutacién, sino de muchas. Astro A pasrro Ray Jackendoff, de la Tufts University, es um firme defensor de la evolucién gradual del lenguaje humano, y @ este respecto propo- ne la existencia de al menos nueve «avances» hasta legar a nuestro lenguaje actual. El primero de ellos pudo haber sido relativamente sencillo de alcanzar, a pesar de su gran importancia, Se trata del uso de sim- bolos, pero unos simbolos que se emplearian de una manera pecial: de manera no situacional. Fs deci, no son sfmbolos que val- gan s6lo para una situacién espeeifica, sino que cada uno de ellos se puede adaprar y servir para expresar diferentes aspectos en dife- rentes situaciones. Las vocalizaciores que se pueden observar de forma natural en primates no humanos sélo sirven para una tinica situacién. Por ejemplo, los monos Vervet producen unas vocali- aciones concretas cuando quieren decir al resto de sus compatie- B

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